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ANEXO 2 Consejos prácticos para el uso ecoeficiente de la energía

Apagar las luces cuando no se estén usando.

Comprar focos eficientes con etiqueta energética clase A, es decir, focos ahorradores de
energía, que iluminan igual que los corrientes o incandescentes y duran mucho más.

Aprovechar la luz natural en vez de la de focos. Sacarle partido a la luz del día y pintar
las paredes y techos de colores claros; así se puede ahorrar hasta 5% de electricidad.

Iluminar directamente las áreas de trabajo.

Un foco incandescente de 40 watts en una lámpara sobre el escritorio ilumina mejor


que uno de 100 ó 200 watts en el techo. Instalar luces menos intensas en balcones y
pasillos. Además, los focos ahorradores consumen menos energía (uno de 8 watts
ilumina como un foco incandescente de 40 watts.

Desenchufar los aparatos eléctricos que no se estén usando.

Desenchufar el cargador del celular cuando ya esté cargado. Si se deja enchufado,


seguirá gastando energía.

Mantener la computadora en la posición de ahorro de energía.

El refrigerador gasta mucha energía y más aún cuando se abre muchas veces y por
mucho rato.

Cerrar bien la puerta del horno microondas. Si se deja abierta, se desperdicia energía.

Al comprar electrodomésticos, fijarse que tengan sello o etiquetado energético, lo cual


proporciona la información necesaria para ahorrar energía y ayuda a elegir el mejor.

Lavar en la lavadora con carga completa o a mano con poca agua.

Guardar el agua hervida caliente en un termo.

Seleccionar la ropa que se necesita planchar de acuerdo al calor requerido y no dejar


encendida la plancha más de lo necesario.
El uso inteligente y eficiente de la energía permite, además de ahorrar, disminuir la
dependencia energética, reducir la contaminación, mejorar la calidad de vida y aliviar el bolsillo.

Fuente: <http://www.conafe.cl/clientehogar/Paginas/UsoEficientedelaEnergia.aspx

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