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Convivencia Armónica

-La esencia de la convivencia es realmente sencilla: vive y respeta


como otros viven. -Eraldo Banovac.
La convivencia es el conjunto de prácticas que realizamos todos los días con las
personas que nos rodean, sean familiares, amigos, conocidos o desconocidos. 
“La convivencia implica reconocernos como seres únicos y diferentes, capaces de
solucionar conflictos.”
La convivencia está compuesta por cuatro elementos: el conflicto, porque se debe
aprender a convivir con él, pues siempre va a estar presente; la incertidumbre, porque
todo está cambiando, en especial las personas con las que nos relacionamos cada día;
el otro diferente, porque cada persona es un mundo del que conocemos apenas una
parte; y la memoria colectiva, porque la mayoría de las cosas que se hacen en la vida
cotidiana son el producto del conocimiento que ha desarrollado la sociedad desde
tiempos pasados.
El conflicto: La palabra conflicto significa "chocar entre sí", y expresa circunstancias
negativas y desagradables, que por lo general están vinculadas con la violencia; que a
su vez significa infringir los derechos e integridad de alguien.
La incertidumbre: El mundo donde vivimos, ofrece la apariencia de orden y certidumbre
permanente, de tal forma que parece que nada cambiará. Sin embargo, la vida social
está en permanente dinámica y sujeta a cambios. 
El otro diferente: Cada persona es diferente, piensa y actúa distinto y forma parte de un
grupo cultural con tradiciones y costumbres particulares. Sin embargo, esta pluralidad
puede convertirse en una amenaza permanente para la convivencia, cuando se piensa
que lo ideal es uniformar a las personas en su pensamiento y actitudes. Reconocer a los
demás seres humanos como diferentes, es comprender su integridad y aceptar la
diversidad de la sociedad de la cual se forma parte.
La memoria colectiva: La memoria colectiva es la información que tiene cada persona,
acerca de la cultura y de la manera como funciona la sociedad a la que pertenece.
Los escenarios de la convivencia: Los escenarios de la convivencia son todos aquellos
espacios de encuentro que tenemos con nuestros semejantes en la vida cotidiana. En
estos escenarios se aprenden y se construyen las prácticas de convivencia.
La familia:El primer escenario de la convivencia es la familia, en ella se dan los
principales procesos de socialización, porque se aprende a ser papá, mamá, hija, hijo,
hermano o hermana y a ser miembro de un grupo humano llamado familia.
La Escuela: En la escuela es posible construir saberes, nuevas miradas del mundo y
formar ciudadanos responsables, tolerantes y participativos.
Las organizaciones políticas: Las organizaciones políticas, entendidas como aquellas
que se conforman para participar en la vida democrática del país, también son parte de
este escenario donde se construye la convivencia y se ejercitan los derechos
ciudadanos. 
Los medios masivos de comunicación: Su papel es preponderante en la medida que
facilitan la expresión plural de los diversos sectores sociales y contribuyen al
conocimiento masivo de propuestas, opiniones o puntos de vista, acerca de los
problemas que afectan a las sociedades.
Los principios de la convivencia: El ser humano posee una tendencia natural a vivir con
otros, sin embargo, la orientación de la convivencia social no es espontánea, sino que se
construye a través de las pautas o principios que se acuerdan. 
Principios que orientan la convivencia:
Aprender a no agredir al congénere: Respetar y respetarse implica dejar de lado toda
actitud agresiva sin que por ello se pierda la competitividad, también implica ser fuerte
sin perder la ternura y la comprensión del otro, quien, por ser diferente, puede ser un
complemento o quizá un opositor, pero nunca un enemigo.
Aprender a comunicarse: Toda comunicación busca transmitir un mensaje que se
espera sea reconocido por todos. Una sociedad que aprende a comunicarse encuentra
siempre formas de solucionar sus conflictos de forma pacífica.
Aprender a interactuar: Relacionarse con los otros implica aprender a percibirse y a
percibir a los demás como personas que evolucionan y cambian en su interacción, pero
que siempre guían su comportamiento por las reglas básicas y universales de los
Derechos Humanos.
Aprender a decidir en grupo: La convivencia armónica de una sociedad depende de su
capacidad para participar en la concertación de intereses y en la toma de decisiones.
Cuando se aprende a concertar en grupo se puede alcanzar el máximo bienestar para la
comunidad.
Aprender a cuidarse: La convivencia supone aprender a cuidar el "bien estar" físico y
psicológico de sí mismo y de los otros; esta es una forma de expresar el amor por la
vida. 
Aprender a cuidar el entorno: Aprender a vivir socialmente es ante todo aprender a estar
en el mundo; es aceptar que somos parte de la naturaleza y del Universo y que no es
posible herir al planeta, sin herirnos a nosotros mismos. 
Aprender a valorar el saber social: El conocimiento de los saberes culturales y
académicos, forma mujeres y hombres más racionales, más vinculados a la historia y a
la vida cotidiana de la sociedad, y por lo tanto con mayor capacidad para comprender los
beneficios y las posibilidades de la convivencia social.
Mecanismos para negociar: La teoría general para resolver conflictos, plantea algunos
mecanismos que se deben tener en cuenta en el momento de negociar, ya que ayudan
de manera eficaz a lograr acuerdos, que satisfacen los intereses de las partes y
resuelven el problema.
Los acuerdos o soluciones de ganar Vs ganar: En la solución de conflictos es importante
considerar, que siempre existe la posibilidad de que las partes involucradas lleguen a
acuerdos que pueden satisfacer los intereses de ambas. 
Enfocarse en el problema: El proceso para resolver problemas no debe enfocarse en las
personas, sino en el problema. Para resolver un conflicto es indispensable la
participación de los directamente involucrados, enfocarse en el problema y buscar
soluciones que beneficien a todos.
Acudir a la mediación: La mediación ayuda a conciliar, a poner de acuerdo a las partes
que se debaten en una controversia de intereses y propósitos.

Convivencia
La convivencia es una forma de relacionarnos entre nosotros, que debemos
escoger desde muy jóvenes. Para la convivencia positiva es necesario el
respeto, el amor, el perdón, entre otros, debemos tolerar las costumbres de
otras personas.
El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una
relación íntima y estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de
sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Los seres
humanos son fundamentalmente animales grupales y su bienestar es mucho
mayor cuando éste se encuentra en un ambiente armónico, en el cual se vive
en estrecha comunión.
Para la convivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero
en el discurrir de la vida no puede prescindirse del apoyo y de la compañía de
los otros.
Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo",
sin un "tú". Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto
concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental.
Es la condición de relacionarse con las demás personas o grupos a través de
una comunicación permanente fundamentada en afecto y tolerancia que
permite convivir y compartir en armonía en las diferentes situaciones de la vida.
Y amabilidad con todos siempre en cualquier lugar y en cualquier momento.
AMISTAD
Para sentirse feliz, el ser humano necesita amigos. Sin ellos, puede caerse
fácilmente en la apatía, en la inactividad o en la depresión crónica. Esto explica
los estrechos vínculos entre el suicidio y la alienación social, demostrados por
primera vez por el sociólogo francés Émile Durkheim en su clásico libro El
suicidio, publicado en 1897.
Durkheim, analizó todos los factores que podían llevar a una persona a quitarse
la vida –tales como enfermedades, pérdidas personales y dificultades
económicas– pero concluyó que el determinante principal era lo que describió
como “cohesión social”. Las personas que se sentían parte de un grupo
estrechamente unido tenían menor probabilidad de cometer intentos de suicidio
que quienes estaban más aislados.

LA FAMILIA
Una de las formas más usuales en que se verifica la convivencia es la familia,
unidad básica de la vida social o comunitaria.
En el pasado, y especialmente dentro de ciertas tradiciones
de etnias occidentales, la familia era un núcleo amplio, que no sólo abarcaba a
marido y mujer, e hijos. Comprendía también, en grado no poco frecuente, a los
abuelos, y a veces, algún otro familiar.
Poco a poco, la familia ha ido adoptando la estructura nuclear, alimentada por
los componentes esenciales de marido y mujer e hijos.
En la actualidad, no es infrecuente que haya roces entre los progenitores y los
hijos. Al llegar a la pubertad, por razones psicofisiológicas, y fundamentalmente
sociales, los adolescentes entran en conflicto con la paternidad, en sentido
amplio. Lo social alimenta valores no siempre coincidentes con los que imperan
en el núcleo familiar. En ese orden pueden darse conflictos. El natural deseo de
emancipación de la adolescencia está en los tiempos actuales, y ya desde
antes de la entrada en el siglo XXI, en choque a veces continuo entre jóvenes y
padres. Con frecuencia se hace necesaria la intervención de un terapeuta
familiar.
El otro gran problema de la familia, que se ha ido acentuando progresivamente,
es el del ajuste en la convivencia entre el marido y la mujer, ejes de la familia.
La creciente intervención de la mujer en el mundo del trabajo, el cambio de los
roles femeninos en el ámbito social, la emancipación creciente de la mujer de
su sujeción al hombre y de los esquemas sexuales por la revolución sexual,
han tornado cada vez más compleja la vida en común. Se necesita de la
convivencia por todo lo antedicho en este artículo, pero la ejecución de la
misma, en el marco de la familia, la ha tornado con frecuencia ríspida. Los
niveles de tolerancia ante las diferencias no fueron tal vez nunca fuertes, pero
la dependencia de la mujer en grupos patriarcales del pretérito, la llevaban a un
sometimiento y a un ajuste dependiente y forzado. Tal cosa hoy no se verifica,
y la disolución de parejas se ha ido incrementando.
Separaciones y divorcios son, en la actualidad, un lugar común, así como
también las infidelidades sexuales por ambos cónyuges. Los pactos
contractuales explícitos o tácitos que implica un matrimonio, sea civil o
religioso, ya no son respetados como antaño. Y ello conduce a conflictos
crecientes, a desencuentros, a pasivas tolerancias en donde el amor y el
profundo afecto ya no cuentan. Tolerancias que son movidas tan sólo por la
costumbre o la forzada aquiescencia mutua en razón de la presencia
irrecusable de hijos.
Como nunca, tal vez antes, el "arte de la convivencia" se ha hecho
indispensable, para que lo que conforma una necesidad del hombre sea
compatible con los moldes socio-históricos en que los individuos deben
moverse y desarrollar sus vidas.
¿Qué es la convivencia armónica familiar?
Es la capacidad de una persona de ponerse en el sitio de la otra. tomar
resoluciones de manera consciente. Es esencial de cara al desarrollo de un
entorno familiar armónico, incluyente y estimulante. La convivencia es la
capacidad de vivir juntos, entre todos y cada uno de los miembros de nuestra
familia.
¿Qué es una convivencia armónica familiar?
Es la capacidad de una persona de ponerse en el sitio de la otra. tomar
resoluciones de manera consciente. Es esencial de cara al desarrollo de un
entorno familiar armónico, incluyente y estimulante. La convivencia es la
capacidad de vivir juntos, entre todos y cada uno de los miembros de nuestra
familia.
¿Qué es la convivencia armónica ejemplos?
Las reglas de convivencia son aquellas que regulan el desempeño de las
personas en una sociedad organizada, de forma tal que los individuos puedan
compartir un mismo espacio de forma armónica, edificante y controlada. Por
ejemplo: cubrir las partes pudorosas, la obligación de saludarse, el respeto a la
vida.
¿De qué forma practicar la convivencia armónica?
– Favorecer la comunicación. Charlar con honradez y sinceridad evita que las
emociones se antepongan a la razón. …
– Respetar el tiempo del otro. …
– Permitir los gustos diferentes. …
– Sostener el orden. …
– Pasar tiempo en familia.
¿De qué forma conseguir la convivencia armónica en la escuela?
La metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos y el
aprendizaje cooperativo mejoran la convivencia escolar y dismuyen el acoso.
Las metodologías activas entienden diferentes estrategias como el aprendizaje
cooperativo, el aprendizaje basado en proyectos, flipped classroom etc.
¿De qué forma tener una convivencia armónica?
– Comunicarse de forma conveniente. En las familias en las que no hay
comunicación brotan muchos enfrentamientos. …
– Expresar las emociones. …
– No juzgar o etiquetar. …
– Eludir las comparaciones. …
– Emplear el sentido del humor. …
– Enseñar cariño. …
– Respetar el espacio de cada uno de ellos. …
– Dedicarse tiempo unos a otros.
¿Por qué es esencial tener una buena convivencia con la sociedad?
La relevancia de la convivencia recae sobre el reconocimiento individual como
un ser social para conocer y admitir a otras personas con sus diferencias o
peculiaridades. Es precisa para vivir en armonía con todo lo que rodee el
ambiente en donde se habite.
¿Qué es la convivencia armónica y pues es esencial?
Las relaciones basadas en el buen trato, el respeto y la convivencia armónica
contribuyen a edificar una vida libre de violencia. demás cuando son diferentes
a las propias. Es el reconocimiento, consideración y atención que se le tiene a
las otras personas.
¿Qué es la convivencia armónica en la escuela?
La convivencia armónica ha de ser un instrumento de educación que nos
conduzca cara la autodisciplina, la que deja una experiencia responsable de la
libertad y un compromiso autónomo con respecto a los deberes y derechos que
tienen cada uno de ellos de los miembros de la comunidad.
¿Qué acciones se puede efectuar el humano para tener una vida más
armonica?
– Haz ejercicio. …
– Mejora tu nutrición. …
– En la medida de lo posible limita o evita las comidas morralla.
– Consume agua y bebidas a base de té que asisten a quitar radicales libres.
¿Qué es la convivencia armónica?
La convivencia armónica ha de ser un instrumento de educación que nos
conduzca cara la autodisciplina, la que deja una experiencia responsable de la
libertad y un compromiso autónomo con respecto a los deberes y derechos que
tienen cada uno de ellos de los miembros de la comunidad.

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