LA CASA DE ELÍAS JUAN

TERCERA CARTA A LOS QUE SERÁN RÍO DE FUEGO

El Fuego de Juan:
¿Y esperáis a Juan por su Fuego?
¿Tenéis ya, sois el Recipiente para contenerlo?
¿Qué disponéis de vosotros para lavar y purificar?

Porque EL FRUTO INRI, que Juan viene a pedir a todos los justos del Tiempo; es el que
Jesús de los Días dejó encendido en la Tierra cuando vino, caminó entre los hombres
y lo prendió, como Testificó Lucas 12: 49-57: “Fuego vine a echar en la Tierra; ¿y qué
quiero, si ya se ha encendido? De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me
angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido para dar paz en la Tierra? Os digo:
No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres
contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre;
la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera
contra su suegra. Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente,
luego decís: agua viene; y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: hará calor; y
lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la Tierra; ¿y cómo no
distinguís este tiempo? ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?”.

Y lo que es Justo en este Fuego que separa lo bueno de lo malo en el Tiempo Cumplido,
no la hipocresía, ante la cual se muestran las señales y ella la oculta,
porque este Fuego de Juan, ya no se puede esconder, es lo que quedó Ardiente del
Cristo en nosotros mismos durante 2000 años y sus encarnaciones: el Fuego con el
cual el Trono del Anciano de los Días se mantiene, porque EL FUEGO ES ÉL MISMO
y Juan Elías viene para atizarlo, para que consuma todas las obras de orgullo del
hombre; que vaya nación por nación, hasta convertir a cada pueblo en Parte Viva
del Trono de los Días, como el Profeta Daniel 7:9 mostró que sería cuando se colocan
los Tronos; QUE ES HOY: “Estuve mirando hasta que fueron puestos Tronos, y Se sentó un
Anciano de Días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana
limpia; su Trono Llama de Fuego, y las ruedas del mismo, Fuego Ardiente”.

Es el Fuego de la Verdad Interior, del Verbo y la Voz en el cual viven y se manifiestan

todas las Humanidades Universales, porque Juan es esta Ley entre los Hombres.
¡Mirad el que Es, en el Tiempo y las Edades!: “Yo no Soy el que vosotros creéis que soy.
¡Mi nombre es mil nombres! dadme cualquiera de ellos y ese Soy, Yo Soy Anciano ante
vosotros, pero no por edad y sí por Conocimiento y Sabiduría, e inclino humildemente mi
cabeza ante vosotros para entregar mi inmemorial saber.
Yo Soy La Ley, Mi nombre es Ley, portador y defensor de la Llama de La Ley: Yo hago La
Ley porque Mi Nombre es Ley. Mi Nombre es Sabiduría y Saber, porque desde el Principio
llevo en Mí el Conocimiento y la Sabiduría del tiempo y las edades: porque Soy preceptor
del 35% del Conocimiento del Universo. Entonces Mi saber es Puro y Limpio, Sencillo
porque él contiene los Principios de Verdad de los Universos.
Yo Soy la Verdad, hablo la Verdad y me atavío con La Verdad de los Tiempos y las Edades.
Mi Nombre es Verdad porque la llevo dentro y Yo participé de Ella cuando se generó. Yo
Soy el grano y la mies, el trigo y el maduro fruto. Soy la tierra el surco y la semilla, la lluvia
temprana y la tierna brisa de la mañana. Yo Soy la Madre y Soy el Padre: Soy Anciano y
humilde inclino mi cabeza ante vosotros, porque sois los frutos preparados por el tiempo.
Mi Nombre es Sabiduría y desde el Principio Mi Espíritu se nutrió de Ella y Ella llega a los
oídos de los que saben escuchar. Mi saber y Sabiduría es milenaria en todos los tiempos. Yo
Soy quien Soy: mi nombre es la risa de los niños, el blanco cabello de los ancianos, Soy la
madre y la leche que amamanta. Yo Soy lluvia y sol y la tenue brisa de la mañana: Soy el río
y Soy el mar, Soy el Huracán y mi Voz estremece los Confines del Universo.
que esperan los hombres.
Mi nombre es mil nombres y Soy Anciano ante vosotros.
¡Escuchadme pues bien vosotros! Yo Soy Vida y desenvaino Mi Espada y traigo muerte para
mantenerla. ¡Entendedme pues bien! Yo Soy Vida y desenfundo Mi Espada para desgajar
hipócritas y vocingleros de sus pedestales. Por tanto, Yo Soy Vida y soy muerte:
Mi Nombre es la Inmortalidad
desde la fuente en que se inició. Yo Soy Paz... mi Nombre es Paz.

¡Todo hombre es importante! El anciano, la mujer, el joven y el niño, es el más importante:

porque el hombre que encuentra su importancia halla el sendero de la Verdad, la Ley y el
Conocimiento. La Verdad enseñada, la Verdad preparada, Ley que trae Luz a los hombres.
Mi Nombre es Luz de los hombres, porque Yo alumbro el sendero de los hombres y doy a
conocer el destello de los Soles.

Mi Nombre es Paz y la llevo a los que me buscan y les doy el descanso que anhelan sus
corazones; la paz del mundo está en vuestras manos,
, los mismos valores para obtenerla.
¡Yo Soy Amor y Amor Es Mi Nombre!”.

He aquí el Fuego de Juan, el que tiene que contenerse en grandes corrientes para
llegar a él, porque sólo así, se puede acercar al Río Vivo del Anciano de los Días y por
esto, Juan es como Fuego Purificador, porque quien desconozca su Fuego, no se
depura para presentarse limpio en la Segunda Venida de MI SEÑOR DE LOS DÍAS.

Y esta es mi Voz de Séptimo del Apocalipsis, que conduce al Nuevo Bautizo con Juan.

Casa de Juan, S.O.S a la humanidad, 30 de noviembre del 2017

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