LA CASA DE ELÍAS JUAN

SEGUNDA CARTA A LOS DEL FUEGO INRI

La Cuna del Espíritu:

¿Sabéis de dónde vienen vuestros espíritus?
¿Tenéis la respuesta del porqué encarnáis una y otra vez en la Tierra?
¿Conocéis al Señor de los Espíritus y a Juan, la Ley que los rige?

Y Juan regresa al mundo, sobre su CASA ESPIRITUAL hecha de Verbo y Voz Interior.
Aquel Elías que pregonó con Trompeta sobre la Tierra, porque es el cifrado atesorado
por Malaquías 3:2-5 quien dijo: “Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién
podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como
jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos
del Templo, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Dios ofrenda en Justicia”.

Es el que viene diciendo y haciendo en esa Profecía: “Y vendré a vosotros para Juicio;
y seré pronto Testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los
que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia
al extranjero, no teniendo temor de mí, dice el Señor de los Días”; porque todos éstos, son
espíritus pasando los Días Creadores, utilizando todos los recursos de la Tierra,
quemando sus encarnaciones como tiempo; todos éstos tienen que pagar su precio
por utilizar la vida sin dar fruto al espíritu, en este caso, la Ley de Juan que los encarna
para que, usándola, adquieran conocimiento de la Luz y se conviertan en ella.

Todos éstos y los buenos al llegar Juan, se enfrentan al juzgamiento, donde ninguno,
ni buenos ni malos de toda la humanidad, tiene defensor ante esta Ley que viene a
afinar y limpiar la plata, el símbolo de quienes adoran en el Templo, porque Juan es
como fuego purificador que penetra el alma y los corazones, buscando el talento del
final de los días, como Mateo 25:24-30 escribió para hoy: “Pero llegando también el
que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas
donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu
talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su Señor, le dijo: Siervo malo
y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Quitadle,
pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá
más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las
tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.

Viene Juan con Justicia sobre los que escondieron el talento de sus vidas en el
inescrupuloso negocio del oro, al falso cielo de la creencia y la religión, en la
manipulación de la política traidora a las naciones, a la infamia de la guerra del ojo
reptil del mundo. A cada uno de los que actúan en estos poderes del planeta, les
pedirá el talento de sus vidas. ¿Qué han hecho con ellas?
Y viene a pulir la plata para que dé brillo como oro, esto es, a todos los servidores del
conocimiento de Dios, y si lo han tergiversado, manipulando; lo han utilizado para su
negocio de salvación de cielos e infiernos; a éstos se les aplicará lo escrito en Lucas
12:48: “a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya
confiado, más se le pedirá”.

Viene de la Cuna del Espíritu del Padre de los Espíritus, el Sin Nombre y Sin Fin del que
escribió Henoch en su Capítulo XXXIX: “Y ante Él no hay fin; antes de que el mundo sea
creado, Él sabe lo que es, así como lo que tendrá lugar de generación en generación. Ellos
te bendicen, los que no duermen; se mantienen ante tu gloria y te bendicen, glorifican y
exaltan diciendo: “Santo, Santo, Santo, es el Señor de los Espíritus; Él llena la Tierra de
espíritus. Y allá mis ojos vieron a todos los que no duermen, mantenerse ante Él y bendecirle
y decir: “Bendito seas; y bendito sea el Nombre del Sin Fin por los siglos de los siglos”.

Y llega, porque los espíritus encarnados en la humanidad que habita la Tierra, han
sido juzgados, porque ellos sólo quieren sobre sus cabezas al gobierno de Satanás,
porque se les envía la Luz y la rechazan, hacen lo posible por permanecer atados a su
materialismo, porque no tienen consciencia y cambian su alma por el mundo, fácil
venden sus hijos y familias por unas miserias de oro, el metal que ha invadido sus
cabezas y pensamientos y así han terminado el tiempo del Día Creador que se les dio,
y cada espíritu con rostro de hombre o mujer terrestre, debe presentar su obra de luz
ante la Luz del Señor de los Días que Henoch en el Capítulo XLVII vio para hoy: “En
este tiempo, yo vi a “la Cabeza de los Días”, mientras estaba sentada sobre el Trono de su
Gloria, y los libros de los vivos fueron abiertos ante él, y toda su Hueste, que habita en lo
alto de los cielos, y su Corte permanecían de pie ante Su Presencia. Y el corazón de los
santos se llenó de alegría porque el número de la justicia 144 mil está próximo del término
fijado, la oración de los justos acogida, y la sangre del justo ha sido vengada ante el Señor
de los Espíritus”. Y Juan ha sido enviado a la Tierra para mirar a cada rostro y pedirle
su fruto INRI, la Cuna del Espíritu formado en la Tierra en este día que termina.

Y esta es mi Voz de Séptimo del Apocalipsis, que conduce al Nuevo Bautizo con Juan.

Casa de Juan, S.O.S a la humanidad, 30 de noviembre del 2017

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