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Escuela de Estética facial y corporal Sandra

Profesora: Lisdelvis Arias.

Estudiante: Wilsory Akouri.


¿Qué son las piedras
volcánicas?
Podemos detallar que las mismas se definen como un tipo de rocas ígneas, que se originan gracias
al enfriamiento y solidificación de la lava en la superficie terrestre o del magma que se encuentra
próximo a la superficie. Por tanto, las rocas volcánicas se particularizan por haberse formado a
partir de un enfriamiento rápido y, en ocasiones, brusco. Este fenómeno da como resultado que
las rocas volcánicas estén compuestas por pequeños cristales denominados microcristales.

Tipos de rocas volcánicas

Las rocas volcánicas pueden ser clasificadas de múltiples formas, por su abundancia, tamaño e
incluso por el tipo de cristal que están formadas. De acuerdo a la textura de las rocas y al tamaño
de los cristales que las componen, la clasificación de las rocas volcánicas es la siguiente:

 Rocas de textura vítrea: como su nombre hace referencia, las rocas de este tipo tienen
una textura semejante al vidrio. Esto se debe a que el enfriamiento de la lava es tan rápido
que provoca un desorden en los iones, sin poder constituir una estructura cristalina
ordenada. Un ejemplo típico de roca con esta estructura es la obsidiana.

 Rocas de textura afanítica: este tipo de roca se origina a partir de un enfriamiento


considerablemente rápido de la lava. Como resultado, los cristales son tan pequeños que
resultan imposibles de observar a simple vista. Dentro de los ejemplos de rocas volcánicas
con esta textura, encontramos a la riolita.

 Rocas de textura porfídica: se originan producto de las distintas temperaturas de


cristalización de los minerales. En tanto, este tipo de rocas presenta cristales de gran
tamaño inmersos en una matriz de cristales más pequeños. Como ejemplo,
el basalto presenta este tipo de textura, aunque en ocasiones puede presentar partes con
otras texturas.

 Rocas de textura piroclástica: durante las erupciones volcánicas se emite el


denominado flujo piroclástico, formado por gases y distintos fragmentos de roca. Dichos
fragmentos se clasifican, según su diámetro, en: cenizas (diámetro menor a 2 milímetros),
lapilli (diámetro entre 2 a 64 milímetros) y bombas o bloques (diámetro mayor a 2
milímetros). Estos fragmentos de roca pueden consolidarse y dar origen a rocas de textura
piroclástica. El ejemplo más común de rocas con este tipo de textura, es la toba volcánica.
Historia de la cosmetología

Durante milenios, seres humanos de prácticamente todas las culturas han usado una combinación
del tacto, el calor (termoterapia) y piedras como herramientas terapéuticas.

Sumeria Uno de los casos más antiguos documentados es el de la cultura sumeria. Como práctica
curativa habitual se realizaban masajes; la sesión incluía el uso de aceites y los masajes se
realizaban desde el torso hacia las extremidades. Los sacerdotes/masajistas colocaban amuletos
en las muñecas y los tobillos de la persona, para impedir que las dolencias y los demonios que las
causaban entraran de nuevo en el cuerpo.

En el Antiguo Egipto se realizaban fricciones con las manos sobre los cuerpos de los heridos en la
guerra para aliviar el dolor. Los egipcios ya utilizaban la terapia de calor y las piedras calientes para
tratar una variedad de enfermedades. Entre otras, en un procedimiento para mejorar la
respiración. Ya en esa época, el masaje terapéutico coexiste con el masaje estético: fricciones
tonificantes, aceites y ungüentos aplicados con un masaje incipiente, maniobras para embellecer y
adelgazar. La cultura egipcia fue en gran medida la responsable de extender la práctica del masaje
a las culturas griega, romana y persa. Cleopatra es recordada por haber utilizado arcillas para
conservar su tez. Los propios médicos de los faraones registraron haber utilizado el material como
agentes anti-inflamatorios y antisépticos.

En Europa, algunas culturas utilizaron piedras (y rocas) calientes para calentar sus saunas y baños.
A su vez, hicieron uso de las piedras calientes para ser aplicadas a los músculos cansados y
doloridos aliviando así la tensión y molestias musculares.

En Grecia se utilizaba el masaje como medio para tratar a los atletas y recuperarlos tras los
grandes esfuerzos que eran sometidos. Homero dejó por escrito en sus textos la importancia del
masaje en su época. Era muy común su uso en los Gimnasios junto a otras técnicas dentro del
agua. Existen evidencias de que el mundo griego recibiera y conociera conceptos ayurvédicos a
través de escritos del propio Pitágoras y su supuesto viaje a la India donde estudió las enseñanzas
médicas.

De Roma tenemos sus baños termales y las aplicaciones terapéuticas que en ellos se realizaban,
entre ellas de forma muy extendida los masajes en todas sus posibilidades: masajes relajantes,
estimulantes y terapéuticos.

En el norte de Europa, las piedras pudieron utilizarse como radiadores de calor, calentadores de
camas, para ayudar a calmar espasmos y en saunas.

Los árabes, en tanto que depositarios del saber clásico en muchos casos, continuaron con la
práctica del masaje; tradujeron del griego muchas obras de medicina a las que añadieron los
conocimientos de tierras conquistadas chinas e hindúes, además de las propias aportaciones.

Avicena o Ibn Sina (980-1037) fue un médico, filósofo y científico persa. Escribió alrededor de 450
libros de diversas materias, fundamentalmente de filosofía y medicina; sus libros más famosos
fueron El libro de la curación y El Canon de medicina (conocido como Canon de Avicena). Es
considerado como uno de los más grandes médicos de todos los tiempos. Escribió un tratado
sobre los baños, los masajes, el valor curativo de la música, el sueño y el reposo.

Los americanos nativos originarios hicieron uso de las piedras calientes en sus ceremonias
tradicionales y en el Tipi (la casa de campo del sudor). Las piedras grandes fueron utilizadas
calentar el Tipi, mientras que las piedras calientes más pequeñas fueron utilizadas para masajear y
manipular sobre las zonas de tensión. Algunos ancianos indios tribales americanos consideran que
las piedras tienen alma y se refieren a ellas como “gente de piedra.”

Los pueblos originarios de América del Norte, así como los Dakota, Mexicas y Mayas usaban las
piedras calentadas por el sol a las orillas de los ríos para tratar molestias musculares en la espalda.
También se utilizan hasta hoy para diferentes ceremonias de agradecimiento a la madre tierra
como el temazcal o casa del sudor.

En la medicina de Ayurvédica hindú, las piedras calientes fueron utilizadas conjuntamente con el
conocimiento de los puntos de Marma. El Charaka Samhita, el más antiguo documento de la
doctrina médica registrada, que data de 7.000 años, indicaba que las piedras se habían de calentar
en aceites aromáticos en una ceremonia ritual de curación y se aplicarían en el cuerpo con hierbas
medicinales de varias condiciones.

La historia China refleja su uso desde hace más de 4.000 años y durante la dinastía de Shang
también demuestra el uso de piedras calientes de tratar y aliviar la tensión y el dolor.
PIEDRAS VOLCÁNICAS EN LA ESTÉTICA

El Masaje Terapéutico con piedras volcánicas, también conocido como terapia geotermal, tiene
su origen en la medicina oriental y su principal objetivo es movilizar el organismo, potenciando la
relajación muscular. La colocación de piedras calientes en las zonas indicadas puede ayudar a
reducir el estrés, mejorar dolencias, beneficiar a la circulación, entre muchos otros beneficios. El
Masaje con piedras volcánicas trabaja nuestros siete centros energéticos o ‘chakras’ a través de
los cuales fluye nuestra energía, consiguiendo fluidez en la vida evitando enfermedades y
liberando estrés. La terapia geotermal es una técnica segura y gratificante. Muchos de los que
viven la experiencia aprecian cambios de relativa inmediatez en cuanto a la relajación de sus
músculos se refiere, es importante que este tipo de masajes o terapias se realicen con frecuencia.

¿Qué piedras son utilizadas en este masaje?

Las piedras basálticas cuanto más oscuras son, mayor es su contenido de hierro y más tiempo
retienen el calor, lo que hace que aumente su poder magnético y sus beneficios.

Las piedras de canto de río, tanto caliente o frías, son energía viva inorgánica, contiene en su
cuerpo energético una serie de minerales, como el zinc, fósforo y vitamina E. Principalmente
trabaja en la reconstrucción de las células de la piel. Las piedras se aplican en zonas específicas del
cuerpo, tales como la columna, el pecho, el estómago, el rostro, las palmas de las manos y los pies.
Dependerá del profesional que esté realizando la labor, emplear una técnica u otra.

¿Cuáles son los beneficios de un masaje con piedras calientes?

El masaje con piedras calientes tiene múltiples de beneficios, sin embargo, todos ellos se pueden
agrupar en tres grandes grupos, la reducción y alivio del dolor, la eliminación de toxinas de la piel y
la mejora del sistema circulatorio.
Alivian el dolor muscular

El calor es el aliado perfecto para aliviar dolores musculares y tensiones en el cuerpo. Incrementa
el flujo sanguíneo en el área afectada, lo que ayuda en la reducción de los espasmos musculares.
Puede ayudar a disminuir la inflamación que se pueda presentar en los músculos. Este tipo de
masaje reduce los dolores crónicos del cuerpo, principalmente los óseos y los musculares,
contribuyendo a la relajación.

Reduce los niveles de estrés y ansiedad

La energía comienza a fluir correctamente, reduciendo también el nivel de estrés. Gracias a los
masajes, la energía fluye y se consigue armonía entre cuerpo, mente y espíritu, lo que hace que
nuestro cuerpo permanezca relajado y desconectado del estrés que lo rodea. Los masajes con
piedras calientes son útiles para promover la relajación general del cuerpo, lo que hace posible,
conseguir un sueño más profundo y de mejor calidad, esto quiere decir que si sufres de problemas
para dormir, un masaje de piedras te puede ayudar a conciliar el sueño

Piel tersa y saludable.

Por otro lado, el masaje con piedras calientes, ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo a través de
la sudoración. Así también revitaliza, oxigena e ilumina la piel, reafirmando los tejidos y
obteniendo una piel más tersa y saludable. Desde un punto de vista estético potencia la belleza
exterior a través de un tratamiento natural en armonía con el cuerpo, mente y espíritu.

Contraindicaciones de realizar un masaje con piedras

Al igual que ocurre con otras terapias alternativas, el masaje con piedras calientes también tiene
contraindicaciones, sobre todo, si se trata de personas que puedan tener algún problema en la piel
o alguna enfermedad respiratoria, la recomendación es que debemos tener informes
ampliamente antes de someter al paciente a un masaje de estas características.

Paso a paso del masaje con piedras

1. Calienta las piedras: Sumerge las piedras planas en agua que hayas calentado previamente, a
una temperatura que sea cómoda para realizar el masaje.

2. Exfolia la piel con sales y aceites esenciales: Esto ayuda a eliminar células muertas y prepara la
piel para recibir la energía de las piedras.

3. Pon las piedras calientes en los puntos de acu-presión por: todo el cuerpo o la zona puntual
que desees trabajar la más habitual es la espalda, pero si aplicas las piedras en un masaje corporal
completo es mucho más efectivo y placentero.
4. Realiza el masaje relajante con las piedras calientes acompañado de aceite tibio : Se pueden
usar las piedras para hacer masajes con ellas en vez de usar las manos.

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