Está en la página 1de 2

Queridos Reyes Magos:

Este año está siendo bastante extraño… Y yo tengo muuuuchas cosas que pediros.

En primer lugar, algo que seguro que muchísimos niños y niñas también han puesto en su lista.
Que se llene el mundo de esperanza, que hace mucha falta, y que poco a poco todo vaya
mejorando. Ojalá en unos meses nos acordemos del confinamiento como una etapa más, y sin
miedo a que vuelva a haber una oleada como la de marzo. Sé que sobre esto no podéis hacer
mucho, pero necesitaba que estuviese en mi carta.

Otra cosa que nos vendría bien es mucha salud. Para nosotros, por supuesto, y para el resto de
la familia. Dentro de este párrafo, ¿puedo incluir un poquito (grande) de buen humor? Espero
que sí, porque está directamente relacionado con la salud mental… Que es igual de importante
que la física. Si ponemos un poco de nuestra parte por estar bien entre nosotros, y por
respetarnos todos a todos, la convivencia será mucho más fácil y agradable.

En tercer lugar, os voy a pedir tres toneladas de paciencia. Dos para mis padres, y otra para
Carlos… No tengo intención de hacer que sea un año difícil, pero es el último (y el primero) de
dos etapas y habrá cambios inevitables, que probablemente lleven decisiones y momentos de
tensión. Por supuesto, todo será pensando en qué es lo mejor para todos, pero eso no quita
que pueda haber días, o semanas, más duras.

También quiero muchas ganas de avanzar. Muchas metas, aunque sean pequeñitas, que me
ayuden a querer crecer poco a poco. Puertas abiertas, cursos, clases, conciertos… pero
también en otros ámbitos: libros nuevos, alguna idea para escribir, gente bonita… Eso era otra
de las cosas que quería incluir en mi lista de deseos: la gente bonita. Estoy deseando encontrar
más de esas personas a las que llamo “seres de luz” y que, sin saberlo, me hacen más feliz, y
me ayudan a crecer dentro de mí misma. A los que ya he encontrado, que no se vayan, por
favor, y que sigan a mi lado para recordarme quién quiero ser y cómo debo caminar hacia esa
Lucía.

Os podría pedir las zapatillas nuevas, o ese libro que llevo meses queriendo leer, o un móvil
nuevo… pero esas cosas puedo comprarlas yo, o pedir ayuda mis padres. Este año está siendo
bastante especial, así que esta carta también tenía que serlo.

Para mamá, quiero que traigáis muchos sueños. De los que vienen solos cada noche, se te
meten en la cabeza y te cierran los ojos diez horas seguidas, pero también de los que suponen
pequeñas metas con las que fantasear, y a por las que ir. Que siga haciendo acuarelas,
pintando paredes y dando color a sus ideas, y que lea, que lea mucho. Que cocine cosas ricas
(para todos, jeje) y que haga cosas nuevas. Que las bellotas germinen y crezcan, porque sé que
le haría mucha ilusión, y que se solidifique esa idea gaseosa de una casa.

Para papá, ojalá se reabran los teatros pronto, y pueda hacer conciertos, con quien sea. Con
EnSepia, que sé que lo está deseando, pero también con la banda, y con todo lo que pueda.
Que vendan muchos discos, y que cada vez más gente sepa apreciar un proyecto así de
especial, y de bonito. Que pueda ir mucho al monte, que cuando vuelve está más contento, y
que consiga dar esas clases de jazz que quería, aunque sean con otro profesor, porque seguro
que aprende un montón y crece todavía más.

Para los abuelos, muchas ganas de vivir. Mucha alegría, y que Dulci y Alejandro puedan ir un
montón de días a Zazuar. Que sigan así de bien (o mejor) y que se respeten y quieran mucho,
que es lo más importante a la hora de convivir, por el bienestar de todos.
Para Carlos, que sigan yendo así de bien sus cursos de fotografía, y que le llame la OSPA para
muchos conciertos, porque son cosas que le sientan bien, y cuando estamos los dos de buen
humor, trabajamos muchísimo mejor. Que se le siga cayendo la baba cuando habla de Celia, y
que podamos recuperar la banda y el ensemble, que le hacían mucha ilusión.

Para Sara, que no le falte nada. Mucho ánimo con lo que le queda de bachillerato, que está en
el momento más duro y mucha gente se derrumba en esta época. Que le vaya genial en las
pruebas de acceso a arte dramático, o, en caso de que cambie de opinión de aquí a final de
curso, mucha suerte con lo que sea que decida. Que este año nos llegue a las dos gente bonita,
y proyectos que compartir, y que, estemos donde estemos al curso que viene, podamos seguir
encontrando ratitos para vernos.

Para María, que le siga yendo así de bien. Que, decida lo que decida, todo esté bien, y que
pueda mantener a Álvaro y Javi, porque desde que los ha conocido, está en constante
crecimiento, y cada día más feliz. Que siga descubriendo cosas nuevas que nunca había
imaginado que le fuesen a gustar tanto, como los libros. Pero, sobre todo, que sigamos
compartiendo tantas cosas. Que podamos pasar tiempo juntas, e ideas.

Probablemente se me olvide mucha gente, y muchas cosas, pero, queridos Reyes Magos, el 6
de enero no es el único día para pedir regalos. Ni para buscarlos, ni hacerlos.

Os pido que este año sea bueno, en balance. Para todos, o al menos para toda la gente a la
que quiero. Que, salga lo que salga en las pruebas, sepa escoger lo mejor, y que, aunque haya
nubes, salga el sol cada día más brillante.

Tres abrazos enormes… ¿o debería decir dos?

Muchísimas gracias por adelantado, porque sé que, aunque quizás no se cumplan todas las
cosas que he pedido, estáis en constante funcionamiento, siempre con la idea de lo mejor en
la cabeza. Y sé que haréis todo lo posible porque sea un año maravilloso, el mejor hasta ahora.

Os quiero muchísimo.

P.D. Iba a pedir que el examen de análisis fuese más fácil en las dos evaluaciones que quedan,
pero eso mejor se lo digo a José Ramón, ¿no?

También podría gustarte