Está en la página 1de 3

Diciembre 6, 2021

Disfruta la libertad

de enfo carte en Cristo


en esta Navidad

La mañana del día de Acción de Gracias , des perté en el dormitorio de mi infancia donde me llegaba
el aroma del pavo y de otras exquis itas delicias que s e es taban cocinando. Podía es cuchar el
s onido de las cacerolas y las convers aciones de nues tros hijos más grandes mientras s e
des ayunaban. Nues tra familia de s eis había conducido durante s iete horas para compartir es te día
con los miembros de la familia extendida.

Regularmente, para mí es te tiempo juntos es uno de los momentos más relajantes del año. ¡No hay
nada como volver al hogar y que tu madre cocine para ti!  Pero en lugar de dis frutar de paz y
s erenidad, mi mente empezó a pens ar en todas las tareas que debía realizar en las s emanas
s iguientes has ta el día de Navidad. Tenía pendiente hacer algunas compras (empezar a hacerlas ),
incluyendo el árbol con el cual decoraría la cas a, alimentos para preparar para las fies tas de
navidades , tarjetas que debía enviar por correo, galletas que hornear, comprar regalos de las
profes oras de mis hijos , preparar la cas a para recibir a la familia extendida, mantenerme al día con
los es critos , tradiciones de Navidad que los niños es taban es perando que hiciéramos ; y un es tudio
bíblico final que debía preparar.

Empecé a llenarme de ans iedad mientras hacía un calendario mental de lo que neces itaba s er hecho
y cuándo. La época más maravillos a del año puede convertirs e en la más es tres ante. Por es o me
pregunto s i hacer largas filas en las tiendas que nos dejan exhaus tas , es la manera como D ios
quiere que celebremos el nacimiento de Su Hijo. En medio de la locura de la Navidad, podemos
olvidar a menudo la mis ma razón por la cual es tamos comprando los regalos y celebrando con la
familia.

As í que decidí en es ta época navideña que ¡voy a echar la pelea! Voy a luchar para no ahogarme en
el caos de la Navidad y mantener a Cris to en el centro. Pero no s upongas que ya tengo es to
dominado ni que lo es toy haciendo perfectamente. Es una batalla, una lucha contra el des eo de que
todo quede perfecto para mi familia y los invitados en lugar de elegir algo mejor.

La historia de dos hermanas

Q uizás es tas dos hermanas de la Biblia te res ulten familiares , Marta y María. Ellas tenían el
privilegio de s er las anfitrionas del Invitado más importante que jamás podrías tener en tu cas a.
¿Te imaginas la pres ión que s entían de s ervir la mejor comida, us ar la vajilla más fina, y que todo
quedara perfecto? Si hubiera exis tido Pinteres t, Marta habría bus cado allí las mejores ideas para
decorar s u cas a y poner s u mes a. Pero las hermanas eligieron dos maneras diferentes de s ervirle
a s u Señor. Marta es taba ocupada con la preparación fís ica de la cena, lo cual era importante. Pero
María, s e nos dice, eligió la mejor parte. María eligió s entars e a los pies de Jes ús y es cuchar Sus
ens eñanzas .

Mientras iban ellos de camino, El entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le
recibió en su casa. Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los
pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta se preocupaba con todos los
preparativos; y acercándose a Él, le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me
deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo el Señor, le dijo: Marta,
Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es
necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada. Lucas
10:38-42

¿Te identificas con Marta y toda s u frenética preparación? Sé que cuando tengo invitados en mi
cas a res ulta tan fácil s er cons umida con las preparaciones que pierdo de vis ta el propós ito.  ¡Iban
a dis frutar una cena y convers ación con el Señor del univers o! Pero Marta s e había dis traído con s u
s ervicio. Además , s e s intió indignada de que s u hermana María no la es taba ayudando, y has ta le
demandó a Jes ús que ordenara a María ayudarla.

Cuando es tamos ocupadas s irviendo s omos propens as a mirar a otros alrededor nues tro que
parecen no es tar haciendo nada. ¿Por qué no es tán s irviendo como voluntarias en es te minis terio?
 ¿Por qué no s e ofrecen a ayudarme? ¿No s e dan cuenta que es toy es tres ada?¡ Soy muy buena
creando en mi mente una agenda para los demás !

Pero Jes ús reprendió a Marta por s u des es peración y ans iedad “Marta, Marta, tú es tás
preocupada y moles ta por tantas cos as ; pero una s ola cos a es neces aria, y María ha es cogido la
parte buena, la cual no le s erá quitada”.
María eligió la buena parte. ¿Q ué es taba haciendo ella? Sentada a los pies del Señor es cuchando
Sus ens eñanzas . Pas aba tiempo con Jes ús . Es taba adorándole.

Cinco maneras de batallar

con las ocupaciones

No te dejes engañar con la idea de que D ios quiere que vivas en el afán de s ervir en múltiples
maneras diferentes durante es tas fies tas mientras tu corazón s e enfría y vuelve indiferente ante
D ios .  Es verdad que Él ha creado buenas obras para nos otras , pero neces itamos dis cernir acerca
de cuáles s on es as buenas obras . D ebemos s er cuidados as en no perder nues tro enfoque en
Cris to ni Su corazón en medio de la locura de las navidades . A continuación, cinco maneras
s encillas que te ayudarán en tu lucha de no dejarte ahogar con las ocupaciones de es ta época,
bus cando s eguir Su patrón de amor y humildad.

1. Haz d e tu tiempo en la Palabra una priorid ad . Antes de s alir corriendo a comprar el


mejor regalo, cons idera s i has abierto el regalo de la Palabra de D ios . Tal como ocurre con
toda buena relación, nues tra relación con D ios requiere tiempo y es fuerzo. Hacer es pacio
para abrir tu Biblia y s umergirte en las verdades de la Palabra de D ios calmarán tu
corazón ans ios o y te dará pers pectiva para la vida. Leer uno de los Evangelios durante
es ta época es una gran manera de enfocarte en la vida de Cris to. Saca el tiempo de s entarte
a los pies del Señor, aunque s ignifique perderte las rebajas de precios en las ventas del
día. Bien vale la pena que s acrifiques tu tiempo.
2. Invierte tiempo en orar. As í como abrimos la verdad de la Palabra de D ios para que nos
guíe en nues tra vida, D ios es tá des eos o de es cuchar nues tro clamor a Él para que nos
mues tre Su mis ericordia, verdad y s abiduría. Pídele que te ayude a mantenerte enfocada en
Cris to durante es ta época. Arrepiéntete por los días que has es tado muy ocupada
haciendo galletas o compartiendo con los niños s in dejar tiempo para Él. Ruégale por
s abiduría para s aber aprovechar s abiamente tu tiempo. (Ef. 5:15-17)
3. Sé sabia y actúa con d iscernimiento respecto a tus compromisos. Es fácil
s obrecargar nues tras agendas durante la época navideña, ¡aun con las cos as buenas ! Pide
s abiduría al Señor para decidir en cuáles cos as te vas a involucrar. Y experimenta la
libertad de la trampa de la culpa por no es tar como voluntaria en cada evento. Hace un par
de años decidí que a pes ar de que dis fruto involucrarme en el colegio de mis hijos , la
organización de la fies ta de Navidad del curs o no era más que añadir más carga a una
agenda que de por s í ya es taba cargada. Por es o al inicio de año en mi formulario de
voluntaria s olamente marco aquellas fies tas en que puedo ayudar y confío que otras
madres s e encargarán de la fies ta de Navidad s in mi ayuda.
4. No seas esclava d e la trad ición.  Amo las tradiciones . Nues tra familia dis fruta ir al
centro de la ciudad cada año para ver una hermos a expos ición de cas itas de jengibre,
vis itar una divertida tienda de juguetes de tres pis os y ver los nacimientos . Pero s i un año
parece impos ible incluir algo más en la agenda (como podría ocurrir es te año), neces ito
aceptar que no podremos hacerlo. Te prometo que tus hijos van a s obrevivir. Hace dos
años nues tra familia viajó a Texas para es tar con mis s uegros durante las fies tas . D ebido a
que nos íbamos una s emana completa antes de Navidad, me di cuenta de que no iba a s er
pos ible hacer la mayoría de nues tras tradiciones . En lugar de colocar el árbol, pus imos
algunas luces verdes s obre el piano. Compramos regalos más s encillos y pequeños que no
cargaran mucho las maletas . No hubo tiempo de hacer las galletas con la receta de mi
abuela. ¿Sabes qué? ¡Tuvimos una Navidad grandios a! La s implicidad me dejó libre para
enfocarme en otras cos as más importantes , como adorar al Señor y pas ar tiempo con mi
familia. Los niños ni s iquiera mencionaron que extrañaran es as tradiciones . A veces
nos otras las madres nos ponemos mucha pres ión a nos otras mis mas por no s oltar algunas
cos as . D is fruta la libertad de enfocarte en Cris to.
5. Busca contagiarte d e entusiasmo con las cosas correctas. Nues tros hijos s e dan
cuenta s i es tamos más entus ias madas con el último juguete que compramos en es pecial o s i
lo es tamos con la Pers ona y la his toria de Jes ús . Pide a D ios por una pas ión fres ca
mientras cons ideras el milagro del nacimiento virginal y la encarnación de Cris to. Ten
entus ias mo cuando leas tu devocional por las noches o cuando es tés actuando la his toria
del nacimiento de Jes ús el día de Navidad. Aunque los papeles han cambiado en la medida
que nues tros hijos han ido creciendo, s iempre es peramos la mañana del día de Navidad
con entus ias mo para decidir quién va a repres entar al pos adero, o quién va a tocar los
villancicos en el piano; o, quién va a montar el as no como María. Al envejeciente as no (¡mi
es pos o!). Pero es pero y oro que es tas memorias de celebración del nacimiento de Jes ús
permanezcan en nues tros hijos por s iempre.

¿Cómo luchas con el caos de las navidades ? ¿Cuáles cos as neces itas s oltar para mantener tu
enfoque en Cris to?
Ayúdanos a llegar a otras
Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a
caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer
una donación para apoyar nuestro blog de Mujer Verdadera?

D onar $3

Sobre el autor

Stacy Reaoch
Stacy Reaoch es esposa de pastor, madre de cuatro hijos y autora del libro
Wilderness Wanderings: Finding Contentment in the Desert Times of Life. Ha
contribuido con artículos para Desiring God y The Gospel Coalition. Stacey y su
esposo, Ben, sirven en la iglesia Three Rivers Grace en Pittsburgh, Pennsylvania.

También podría gustarte