Vulneraciones en las Competencias Ciudadanas a nivel mundial

 Derecho A Vivir En Libertad: En 2022, Medellín ha atendido 62 jóvenes

afectados por vulneración a la libertad de conciencia frente al servicio militar.
Desde que inició la estrategia #ObjetarEsUnDerecho, en febrero de este año, la
Secretaría de la Juventud ha atendido a 62 jóvenes afectados por vulneraciones a la
libertad de conciencia enfocada en objeción al servicio militar. Todo esto a través
del Sistema de Alertas Tempranas -SATMED-. Entre los casos reportados y
acompañados se encuentran, principalmente, batidas ilegales, acuartelamientos,
reclutamientos irregulares en la calle, asesoría jurídica a jóvenes que desean ser
objetores de conciencia, entre otros.
Las soluciones son: A principios de este año, la Alcaldía de Medellín instaló la
mesa permanente de seguimiento a los fenómenos de reclutamiento ilegal, batidas y
procedimientos irregulares de incorporación, de la cual hacen parte la Personería de
Medellín, el Ejército Nacional, la Procuraduría y el Metro de Medellín.
La Secretaría de la Juventud ha adelantado 45 procesos de formación y
sensibilización, además de 105 activaciones territoriales. También, a través del chat
de la Secretaría, se han realizado 134 orientaciones.
 Derecho A La Vida: La historia real de cómo la enfermera Amy Loughren ayudó a
detener las atroces acciones de su colega Charles Cullen, Cullen dejó el colegio y en
1978, se enlista en el ejército norteamericano al que sortea con éxito los exámenes
psicológicos. Tiempo después, su inestabilidad mental afloró. Luego de varios
intentos de suicidio, en marzo de 1984, fue dado de baja por problemas
psicológicos. En 1987, Cullen se graduó de la escuela de enfermería y se convirtió
en enfermero.
Cullen comenzó a trabajar en varios hospitales y hogares de ancianos. Renunció a
algunos trabajos después de ser investigado por denuncias de mala conducta, en una
ocasión porque una anciana se quejó de que él entraba a su habitación y le ponía
inyecciones cuando él no era el enfermero que le habían asignado. Fue despedido de
un hospital por esconder medicamentos para el corazón en un contenedor destinado
a desechar agujas. Rebotaba de diferentes centros médicos en Nueva Jersey, e
incluso trabajó durante un tiempo en Pensilvania después de obtener una licencia
para ejercer allí. Pero en todo caso seguía brincando de un hospital a otro para evitar
ser atrapado por la justicia, sus víctimas sufrían un infarto repentino y morían, esto a
raíz de que Cullen les había administrado una dosis letal de digoxina. Convirtiendo
este acto de asesinato claramente sin consentimiento ni del paciente ni de sus
familiares.