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2 Enfoques de la administración
El término "enfoques de la administración" se utiliza para referirse a las diferentes perspectivas o corrientes teóricas
que han surgido a lo largo del tiempo para estudiar y entender la gestión de las organizaciones. Cada enfoque o
corriente de la administración tiene una visión particular sobre cómo deben ser administradas las empresas y cuáles
son las mejores prácticas para lograr los objetivos organizacionales.
Cada enfoque de la administración se basa en diferentes supuestos y principios, lo que implica que los gerentes
deben aplicar diferentes técnicas y estrategias de acuerdo con la corriente teórica que sigan.
Aquí tenemos algunos enfoques de la administración:
• Enfoque clásico
o Enfoque de la administración científica de Taylor
o Enfoque de la teoría clásica de Fayol
• Enfoque humanista
o Enfoque de la teoría de las relaciones humanas de Mayo
o Enfoque de la teoría de la motivación de Maslow
• Enfoque de sistemas
o Enfoque de la teoría de sistemas de Bertalanffy
o Enfoque de la teoría contingente de Lawrence y Lorsch
• Enfoque de la calidad
o Enfoque de la calidad total de Deming
o Enfoque de la mejora continua de Juran
• Enfoque de la innovación
o Enfoque de la gestión del cambio de Kotter
o Enfoque de la innovación disruptiva de Christensen

1.2.1 Enfoque clásico


El enfoque clásico de la administración se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y se basa en
la idea de que la administración es una actividad racional y sistemática que puede ser estudiada y mejorada. Este
enfoque se divide en dos corrientes principales: la teoría de la administración científica y la teoría de la
administración clásica.
La teoría de la administración científica, desarrollada por Frederick Taylor, se enfoca en la mejora de la eficiencia
en la producción a través del estudio y la medición de los procesos de trabajo. Esta teoría se basa en la idea de que
los trabajadores son un elemento más de la maquinaria de producción, y que la tarea del gerente es organizar y
controlar la producción para maximizar la eficiencia y la productividad.
Por otro lado, la teoría de la administración clásica, desarrollada por Henri Fayol, se enfoca en la estructura de la
organización y en la identificación de las funciones gerenciales. Según esta teoría, la tarea del gerente es coordinar y
supervisar las actividades de la organización para asegurar su eficiencia y cumplimiento de objetivos.

La teoría de la administración científica


El movimiento de la administración científica recibió su impulso inicial con Frederick Taylor (1856-1915). La
publicación de su libro Principios de Administración Científica en 1911, donde plantea sus ideas sobre la
racionalización del trabajo y donde plantea además que estos principios teóricos deben ir acompañados de una
estructuración de la empresa, es para muchos autores el inicio del desarrollo de una administración científica.
Taylor no desarrolló una extensa teoría general de Administración puesto que tenía una orientación pragmática que
se preocupaba principalmente de los aspectos empíricos y se encaminaba principalmente al incremento de la
eficiencia del trabajador. Con sus principios de la dirección científica, además de aspirar a racionalizar el
comportamiento de los trabajadores, también aspiraba a reemplazar las actividades arbitrarias y caprichosas de los
directivos por procedimientos analíticos y científicos. Chiavenato (1990) afirma que el objetivo final de Taylor era
que los directivos asumieran como guía en el desarrollo de sus funciones los cuatro principios siguientes:

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1. Principio de planificación: sustitución en el trabajo del criterio individual del trabajador, la improvisación y
la actuación empírico-práctica por métodos basados en procedimientos científicos. Sustitución de la
improvisación por la ciencia mediante la planificación del método.
2. Principio de preparación: selección científica de los trabajadores; hay que prepararlos y formarlos para que
produzcan más y mejor. En el pasado, el propio trabajador escogía su trabajo y la forma de ejecutarlo y se
formaba a sí mismo dentro de los límites de sus posibilidades.
3. Principio de control: hay que controlar el trabajo para cerciorarse de que está siendo ejecutado según las
normas establecidas y según el plan previsto. Es necesaria una estrecha colaboración entre directivos y
trabajadores para que la ejecución sea lo más efectiva posible.
4. Principio de ejecución: asignación diferenciada de las atribuciones y responsabilidades para que la
ejecución del trabajo sea más disciplinada. Los trabajadores asumen la responsabilidad de ejecutar las tareas
y la dirección la correspondiente a su diseño y planificación.

La teoría de la administración clásica


Mientras en los Estados Unidos, Taylor y otros ingenieros estadounidenses desarrollaban la denominada
administración científica, en 1916 surgió en Francia la llamada teoría clásica de la administración, que se difundió
con rapidez por Europa. Si la administración científica se caracterizaba por hacer énfasis en las tareas que realiza el
obrero, la teoría clásica se distinguía por el énfasis en la estructura que debe tener una organización para lograr la
eficiencia. Ambas teorías perseguían el mismo objetivo: la búsqueda de la eficiencia de las organizaciones. Según la
administración científica, esa eficiencia se lograba a través de la racionalización del trabajo del obrero y la
sumatoria de la eficiencia laboral.
En la teoría clásica se parte del todo organizacional y de su estructura para garantizar la eficiencia en todas las
partes involucradas, sean ella órganos (secciones, departamentos, etc.), o personas (ocupantes de cargos y ejecutores
de tareas). Fayol, ingeniero francés fundador de la teoría clásica de la administración, parte de un enfoque sintético,
global y universal de la empresa, lo cual inicia la concepción anatómica y estructural de la organización, que
desplazó con rapidez la visión analítica y concreta de Taylor.
Fayol estructuró su teoría en cinco puntos, primero, presentó las seis funciones básicas de la empresa, segundo,
aclaró lo que son las funciones administrativas, definiendo el concepto de administración, tercero, demostró
mediante la proporcionalidad de las funciones administrativas, que la jerarquía se reparte por toda la empresa y que
no son privativas de la alta gerencia, cuarto, diferenció los conceptos entre administración y organización y quinto,
estableció los principios generales de la administración.
Funciones de la empresa
Fayol parte de la concepción de que toda empresa puede dividirse en seis grupos de funciones, a saber:
• Funciones técnicas (producción de bienes y servicios de la empresa).
• Funciones comerciales (compra, venta o intercambio).
• Funciones financieras (relacionada con la búsqueda y gerencia de capitales).
• Funciones seguridad (protección y preservación de los bienes y las personas).
• Funciones contables (inventarios, registros, balances, costos y estadísticas).
• Funciones administrativas (coordinan y sincronizan las demás funciones y están siempre por encima de
ellas.
Funciones administrativas
Para aclarar lo que son las funciones administrativas, Fayol define el acto de administrar como planear, organizar,
dirigir, coordinar y controlar. Definiendo los mismos de la siguiente forma:
• Planear: visualizar el futuro y trazar el programa de acción.
• Organizar: construir las estructuras material y social de la empresa.
• Dirigir: guiar y orientar al personal.
• Coordinar: enlazar, unir y armonizar todos los actos y esfuerzos colectivos.
• Controlar: verificar que todo suceda de acuerdo con las reglas establecidas y las órdenes dadas.
Estos elementos de la administración, que constituyen el llamado proceso administrativo, se hallan presentes en
cualquier actividad del administrador y en cualquier nivel o área de actividad de la empresa.

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Principios generales de la administración, según Fayol.
La ciencia de la administración, como toda ciencia, se de basar en leyes o principios. Fayol intentó definir los
principios generales de administración, sistematizándolos muy bien, aunque sin mucha originalidad, por cuanto los
tomó de diversos autores de su época. Fayol adopta el termino principio para apartarse así de cualquier idea de
rigidez, ya que nada hay de rígido o absoluto en materia administrativa. En administración, todo es cuestión de
medida, ponderación y sentido común. En consecuencia, tales principios son maleables y se adaptan a cualquier
circunstancia, tiempo o lugar.
Según Fayol, los principios generales de la administración son:
• División del trabajo: especialización de las tareas y de las personas para aumentar la eficiencia.
• Autoridad y responsabilidad: autoridad es el derecho de dar órdenes y el poder esperar obediencia; la
responsabilidad es una consecuencia natural de la autoridad e implica el deber de rendir cuentas.
• Disciplina: depende de la obediencia, dedicación, el comportamiento y el respeto de las normas
establecidas.
• Unidad de mando: cada empleado debe recibir órdenes de un solo superior. Principio de autoridad única.
• Unidad de dirección: establecimiento de un jefe y un plan para cada grupo de actividades que tengan los
mismos objetivos.
• Subordinación de los intereses individuales a los intereses generales: los interese generales deben estar por
encima de los intereses particulares.
• Remuneración del personal: debe haber una satisfacción justa y garantizada para los empleados y para la
organización, en términos de retribución.
• Centralización: concentración de la autoridad en la cúpula de la jerarquía de la organización.
• Jerarquía o cadena escalar: línea de autoridad que va del escalón más alto al más bajo. Es el principio de
mando.
• Orden: debe existir un lugar para cada cosa y cada cosa debe estar en su lugar. Es el orden material y
humano.
• Equidad: amabilidad y justicia para conseguir la lealtad del personal.
• Estabilidad del personal: la rotación tiene un impacto negativo en la eficiencia de la organización. Cuanto
más tiempo permanezca una persona en un cargo, tanto mejor.
• Iniciativa: capacidad de visualizar un plan y asegurar personalmente su éxito.
• Espíritu de equipo: la armonía y la unión entre las personas constituyen grandes fortalezas para la
organización
La teoría clásica se caracterizó por su enfoque normativo y prescriptivo: determinar cuáles elementos de la
administración (funciones del administrador) y cuáles principios generales deben seguir el administrador en su
actividad. Este enfoque se convirtió, por tanto, en la principal razón de la teoría clásica.

La teoría burocrática
El tercer pilar fundamental en el desarrollo de los conceptos administrativos clásicos lo proporcionó la teoría
burocrática de Max Weber que a principios del siglo XX. Weber fue uno de los fundadores de la sociología
moderna y contribuyó de una manera notable al pensamiento económico, social y administrativo. Sus ideas acerca
de la organización burocrática fueron únicamente una parte de su teoría social total.
El término burocracia, tal como lo desarrollaron Weber y sus colaboradores, no corresponde al sentido que se le
otorga comúnmente, cargado de formalismo e ineficiencia, sino que se refiere a una organización ideal
caracterizada por la división del trabajo, una jerarquía definida con claridad, reglas y regulaciones detalladas y
relaciones impersonales todo ello basado en la autoridad legal.
Según Max Weber (1971) «en el caso de la autoridad legal, la obediencia es resultado del orden impersonal
establecido legalmente. Éste se extiende a las personas que ejercen su autoridad en un cargo y únicamente en él, en
virtud de que sus órdenes tienen legalidad formal, pero sólo dentro del área de autoridad específica del puesto».
Weber, en sus estudios, hizo coincidir tres tipos de organizaciones con tres tipos concretos de autoridad y para cada
tipo de autoridad hizo corresponder a su vez una estructura administrativa diferente (Chiavenato, 1990):
• La autoridad tradicional. Está basada en el pasado, en la costumbre, en la legitimidad de una autoridad que
ha existido siempre. Los subordinados obedecen conforme a una lealtad personal hacia sus jefes o sobre la

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base de su status tradicional. El poder tiende a no ser cuestionado, es irracional, se transmite por herencia y
es extremadamente conservador.
• La autoridad carismática. Se fundamenta en la existencia de determinadas características personales
excepcionales del dirigente que crean las dependencias en relación con esa valoración que del líder hacen
los subordinados.
• La autoridad racional-legal. El aspecto racional viene determinado por estar orientado a alcanzar
determinados objetivos, y el aspecto legal se deriva del hecho de que el dirigente obtiene la autoridad en
función de la posición que ocupa. Los subordinados encuentran que las órdenes de los superiores están
justificadas porque están de acuerdo con un conjunto de normas que estiman legítimas.
La burocracia es, por tanto, la forma organizativa que resulta de la aplicación de la autoridad racional legal y se
considera como una organización que:
• Está consolidada por normas escritas.
• Está basada en una división sistemática del trabajo.
• Establece los cargos según el principio de jerarquía.
• Fija las normas y reglas técnicas para la realización de cada cargo.
• Selecciona a las personas sobre la base del mérito y no de las preferencias personales.
• Se basa en la separación entre la propiedad y la administración.
• Tiende a exigir que sus recursos estén libres de cualquier control externo.
• Se caracteriza por la profesionalización de sus participantes (Chiavenato, 1990; Scott, 1987).

Principales hipótesis de la teoría clásica


Hasta aquí hemos visto alguna de las contribuciones más significativas de la teoría tradicional, representada por la
administración científica, la teoría del proceso administrativo y el modelo burocrático. Aunque estas contribuciones
tienen una gran variedad de fuentes existen ciertos lazos y coincidencias entre ellas (Chiavenato, 1990):
• La organización fue vista como un sistema mecanicista.
• Lo más importante es aumentar la eficiencia.
• Enorme confianza en las reglas.
• La jerarquía formal es el mecanismo para lograr la integración
• Especialización y competencia técnica como base.
• Autoridad centralizada y líneas claras de autoridad.
• Separación entre línea y staff.
Una de las críticas principales a la teoría clásica es que ésta parte del concepto de sistema cerrado para estudiar las
organizaciones, lo cual es, a todas luces, irreal. Los distintos modelos clásicos no consideraron las influencias del
entorno en las organizaciones, así como muchos aspectos internos de importancia. Otra crítica importante se refiere
a que hicieron una suposición irreal con respecto a la conducta humana, equiparando al trabajador con una máquina.
March y Simon (1958) describen la teoría clásica como el «modelo mecánico».
Las aportaciones posteriores hechas por los científicos del comportamiento serán decisivas para modificar estos
conceptos. Sin embargo se debe reconocer que muchos principios clásicos son utilizados hoy en día por muchas
organizaciones, y por tanto, igual que no se deben aceptar las teorías clásicas sin crítica, así tampoco deben
rechazarse muchos de sus principios a ciegas.
Las críticas hechas a la teoría clásica no desvirtúan el hecho de que a ella debemos las bases de la teoría
administrativa moderna.

Bibliografía e infografía
Chiavenato Idalberto. (1999). Introducción a la Teoría General de la Administración. (5ta. ed). Editorial Mc. Graw
Hill .
https://www.studocu.com/cl/document/universidad-de-valparaiso/contabilidad-general/lectura-enfoques-de-la-
administracion/10577781

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