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UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE

FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS


CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL

INTRODUCCIÓN A LA FE CRISTIANA
Prof. Sandra Robles Rivera

APUNTES DE CLASES

UNIDAD I
RELIGIÓN Y RELIGIONES

I. INTRODUCCIÓN

Si observamos nuestro mundo, vemos que la realidad que nos rodea y los
datos de la historia de la humanidad, nos dan cuenta que en el ser humano ha
existido una relación ineludible con el fenómeno religioso. Hemos convivido y
compartido con diversas creencias, cada una de ellas con sus propias teologías,
ritos, símbolos y textos sagrados. En ocasiones dichas cosmovisiones han sido
más cercanas a nuestra cultura, otras, totalmente extrañas. Esto es una prueba
de la fuerza que ha tenido y sigue teniendo el acto religioso en la humanidad.

A simple vista pareciera que el mundo moderno y los progresos científicos han
arrancado de cuajo estas creencias y que estamos insertos en una realidad que es
leída sólo desde la lógica humana. ¿Por qué pese a todas las posibilidades que ha
entregado la mente humana de auto explicarse el universo, seguimos siendo
personas religiosas? ¿Por qué si hemos logrado desentrañar gran parte de lo que
nos parecía “el misterio de la vida y de la muerte”, seguimos orando a un dios por
nuestros muertos y esperando la salvación de nuestras almas? Cuándo hemos
desarrollado tantas estrategias para la convivencia humana, ¿por qué aun
seguimos entregando la vida por una divinidad y por la tierra que nos ha dado? Si
hoy frente a la angustia y desesperación tenemos tantas herramientas psico
terapéuticas, ¿por qué seguimos pensando que la meditación y la vida espiritual
son búsquedas legítimas para encontrar la salud interior? De esta manera,
podríamos formularnos innumerables preguntas que manifiestan la presencia de
una realidad trascendente en medio del pragmatismo actual.

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¿Será que la experiencia religiosa en el hombre es una realidad inherente a su
ser? Hasta aquí no hemos hablado necesariamente de la pertenencia a una
institución religiosa, sino de esa apertura que tiene todo ser humano a buscar
más allá de los límites que ofrece su propia realidad. Los testimonios que nos ha
ofrecido la historia nos narran de la existencia de astrónomos, filósofos y sabios
mirando hacia el cielo y buscando, más allá de las estrellas, una explicación para
el devenir humano. ¿No es también lo que hacemos nosotros hoy cuando frente a
un cataclismo miramos al cielo esperando misericordia? ¿Misericordia de alguien?
¿De quién?

¿Hay alguien allá arriba o a nuestro lado o delante de nosotros? Pareciera que
esta es la experiencia que ha hecho el ser humano desde tiempos remotos hasta
la actualidad. En las páginas que siguen trataremos de comprender este
fenómeno tan humano que se impone en nuestra vida cotidiana de múltiples
maneras y sobre todo, en la incansable tarea de preguntarnos sobre nosotros, el
cosmos, el alma, la inmortalidad, el sentido de la existencia, etc. Adentrarnos en
este mundo, para algunos conocido, para otros lejano, no sólo significa traducir a
nuestro lenguaje oraciones y mitos del pasado, sino, sobre todo, reconocer en
nosotros mismos las preguntas internas que nos han conducido a hacer de una
divinidad un interlocutor o, por el contrario, sacudirnos de toda creencia que nos
amarre a instituciones y rituales esclavizantes. Reticencia a lo religioso que, en
sus críticas y cuestionamientos a lo religioso, mantiene más viva la existencia de
un ser superior, que la adhesión a una divinidad de los mismos creyentes.

II. MUCHAS PREGUNTAS, POCAS RESPUESTAS

El ser humano se distingue de otros primates por la capacidad de estar,


sentir y reflexionar en torno a lo que vive. Su sistema neuronal no sólo le permite
hacer lo necesario para sobrevivir, sino que lo conduce a conocer y buscar
comprender sus experiencias. El hombre se encuentra en la existencia como el
único consciente. Es decir se da cuenta de la realidad y puede hacerse o no cargo
de ella, puede elegir, auto construirse o destruirse. Esa libertad y conciencia de sí
y de lo que le rodea lo hace precisamente humano. Vive y sabe que vive. Este
privilegio lo convierte en el único viviente capaz de dar sentido a todo lo demás.
Pero también es el único que sabe que muere. La muerte constituye un problema
radical para el hombre de todos los tiempos y lugares. Rubén Darío, gran poeta
nicaragüense, quién también escribe “Cantos de vida y esperanza”, nos ofrece el
siguiente poema llamado “Lo fatal”:

“Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,

2
y más la piedra dura, porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida conciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el futuro terror…


Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
Y sufrir por la vida y por la sombra y
Por lo que conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber a dónde vamos, ni de dónde venimos!...

Sin duda el autor hace una reflexión que para algunos, podría ser
extremadamente fatalista, sin embargo, nos da cuenta de una gran verdad: hay
seres vivos que, hasta dónde sabemos, sólo viven. Pero el ser humano es capaz de
ir más allá y ser conciente de su situación frente a sus orígenes y frente a su
destino.

El ser humano es limitado, eso es lo que sabemos. Preguntamos mucho,


respondemos poco o nada. Vivimos con incógnitas que no son sólo
cuestionamientos accidentales, sino que tienen que ver con lo esencial de la vida.
Hay muchos que hoy se satisfacen con respuestas simples; el ser humano es una
máquina que tiene su origen y fin en el tiempo que marca su mecanismo; para
otros es una máquina que trae muchos programas, pero que por sí solo no puede
llegar a conocer todo su engranaje, ni el engranaje del pequeño mundo que le
rodea.

Mientra en la vida nos va bien o todo sale como esperábamos, las preguntas
existenciales por la vida, la muerte, las injusticias, el sufrimiento del inocente,
etc., son bastante lejanas. Con la energía y vitalidad inherente a la juventud poco
nos inquita el fracaso. Estamos provistos de alas que nos hacen volar hacia el sol
sin pensar jamás en que se nos pueden derretir. El bienestar nos hace gozar, con
toda razón, en que somos dueños del mundo. Esos momentos hay que
disfrutarlos, pues la misma vida se encarga de recordarnos que la dicha es
pasajera. Tal como dice el dicho: ¡Brindemos por la vida que la muerte llega sola!

La vida se nos detiene frente al mal-estar, nos llega como un balde agua fría,
inesperado, aplastante y con la capacidad de hacernos concientes de nuestra
realidad en el mundo. Frente a grandes catástrofes naturales, como maremotos o
terremotos, nos sentimos como pequeñas piezas de juguete. Por ejemplo, al mirar
por televisión imágenes del maremoto en Chile, era posible ver flotando en las
aguas autos con sus luces prendidas como si fueran imágenes animadas o para el
terremoto de Japón donde vimos arrancar a la gente como pequeñas hormigas
frente a una tierra que se movía con poder y violencia. En muchas ocasiones

3
experimentamos la sensación de fragilidad, de no poder sostenernos en nosotros
mismos. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Estamos
solos en este planeta? Yo, mis cercanos, la humanidad entera, ¿somos el centro
del universo? ¿El mundo se detiene si alguien querido deja de existir?

Hay un renombrado teólogo Catalán, pero ya nacionalizado chileno, Antonio


Bentué, quien ha hecho de estas preguntas una hebra por donde ha desenrollado la
madeja en busca de explicaciones. En una de sus obras señala: “Al hablar de
descripción de la situación del hombre no me refiero a una especie de encuesta para
detectar “cómo lo está pasando” el ser humano. Me refiero al análisis fenomenológico
de la vivencia básica del hombre. ¿Y cuál es esa vivencia básica que determina esa
situación en el mundo? Es la que surge de la triple coordenada con la cual se teje
nuestra existencia, muerte, vida y convivencia”1.

Para este autor, a quien siempre vi feliz junto a su familia y quien enterró a su
amada esposa con una gran pena, pero tranquilo después de una vida juntos, considera
que, de algún modo, desde que nacemos hasta el momento de nuestra muerte, la vida
se nos ofrece como una realidad marcada por el bien-estar y el mal-estar. Felicidad e
infelicidad son dos caras de la experiencia humana. Como señalábamos antes,
mientras todo va bien no nos hacemos grandes preguntas, legítimamente gozamos de
nuestros logros. Sin embargo es en las situaciones límites donde el vivir, el convivir y
la muerte se transforman en un claro síntoma de nuestra fragilidad.

A veces escuchamos las siguientes expresiones: “no quiero traer hijos al mundo
sólo para sufrir”; “la vida hoy es muy difícil”; “Todos los días lo mismo: levantarse y
acostarse”. Efectivamente, sino tenemos un motor que nos anime, la familia, la fe en
algo o en alguien, metas que cumplir, la vida se nos puede volver monótona, vacía y
rutinaria. Todos los días nos debemos recordar por qué y para qué hago lo que hago.
De otro modo la vida puede ser vivida como carente de significado: “Por encima del
progreso y la técnica el hombre puede reducir su existencia en pasar la vida:
trabajar para comer, comer para trabajar y eso hasta morir”2.

La vida en sociedad es fundamental en la existencia humana, no sólo


enriquece y asegura nuestra sobrevivencia, sino que además permite el desarrollo
de nuestras posibilidades más fundamentales. A pesar de esto la convivencia se
convierte en un problema cuando la competencia entre personas y poderes, la
búsqueda de progreso de algunas naciones atenta contra el desarrollo de un
grupo importante de personas. En este contexto podemos decir que el “hombre es
un lobo para el hombre”. La convivencia, vivir con otros, es difícil para quienes se

1
Bentué, Antonio, La opción creyente, Santiago, 2001, P. 33
2
Idem, p. 36

4
conocen y se quieren, cuánto más lo será para quienes nos se conocen y se
sienten como amenazas mutuas para la sobrevivencia.

De la misma manera, la enfermedad y la muerte son realidades que


paralizan la vida, ya sea el advenimiento de la propia o la de nuestros seres
queridos. La podemos experimentar bajo alguna creencia que nos anticipa el bien
estar en otro estado o en la fatalidad de una vida que se acaba cuando dejo de
existir y nuestro destino es la descomposición bajo la tierra.

El hombre de todos los tiempos experimentó la fragilidad que le ofrecía la


vida; el nacimiento, la enfermedad, la muerte, el cosmos, el miedo a lo
desconocido, etc. Cuanta angustia experimentamos hoy cuando se nos mueve la
tierra y estamos informados del significado científico que tiene eso. Cómo
experimentarían esta misma situación nuestros antepasados que no tenían
explicación alguna para estos fenómenos. ¿Cómo el ser humano ha ido
contestando sus preguntas? ¿Cómo logró explicarse el misterio del nacimiento, de
la vida y de la muerte?

Las ciencias de la religión es una disciplina surgida el siglo XIX que busca
adentrarse en el fenómeno religioso, en cuanto hecho religioso, de manera
multidisciplinar, científica y neutral. Las investigaciones que han surgido al
interior de esta área nos han demostrado que las religiones del hombre primitivo
estaban marcadas por las grandes incógnitas que hemos señalado. No podemos
afirmar que la religión surge sólo en función de estas preguntas, pues en ella hay
elementos transversales y complejos de comprender . Señala el teólogo y
franciscano Josef Imbach; “Una consideración meramente funcional de la religión
se orienta prioritariamente a las necesidades humanas. La religión aparece como
aquel objeto que cubre las preguntas del hombre, y que surge casi porque el
hombre necesita que surja.”3 Sin embargo, del acto religioso como adhesión a una
divinidad o a una idea, trasciende la sola respuesta al sin sentido. Implica un
compromiso vital que envuelve a los sujetos implicados en una relación afectiva:
Dios es Padre y Madre y el creyente es hijo o hija, por ejemplo.

Por lo tanto, al preguntarse por el fundamento de la religión, es necesario


dar un segundo salto, y este es a la perspectiva interna. La genuina esencia de la
religión sólo puede ser captada mediante una percepción interior, que incluye en
su análisis, como elemento constitutivo la referencia trascendental. La religión en
sentido propio es la relación a Dios, un a vinculación del hombre a una realidad
universal. La religión tal como nosotros la entendemos es vida vivida, inscrita en
los corazones de los hombres y, por tanto, para los hombres religiosos es
cuestión de mayor importancia, que determina hasta en los menores detalles los
asuntos de cada día.

3
Imbach, Joseph, Introducción a la teología fundamental. Ed. B.A.C. 1992 Pág.11

5
Desde la fenomenología religiosa, efectivamente el ser humano remite sus
incógnitas esenciales a una realidad distinta a un ser indigente. El ser humano se
relaciona con un ser superior que le demuestra, a través de señales y
revelaciones, que está por encima de la fragilidad humana. Frente a la pregunta
por el origen de la vida, se muestra como principio sin principio, frente al tema de
la convivencia, la divinidad regula y distingue el buen del mal comportamiento y
frente a la muerte, se muestra como un ser inmortal. Es otro distinto y cercano;
oculto y presente. Es una realidad sagrada. A partir de aquí se plantea la realidad
del hombre desde lo profano y lo sagrado. El hombre experimenta su realidad en
el mundo, es decir inmanente, como falta de fundamento. Se auto experimenta
como radicalmente no fundado en sí mismo. Pero esta no es su última realidad,
sino que esa realidad inmanente o profana tiene su fundamento ontológico en
otra realidad que trasciende a lo profano, a esta realidad fundante corresponde el
concepto de sagrado.

Este análisis aparece sobre todo en el comportamiento de las culturas


primitivas. La existencia es sentida; por eso el hombre, que no puede existir sin
fundamento ontológico, refiere toda su existencia profana a otra realidad
fundante; los poderes sobrenaturales, el señor de los animales, los dioses, el
tótem, etc. Aquí el tiempo profano es concebido como proceso de deterioro
progresivo, por eso bebe referirse a un tiempo sagrado, que lo regenera
constantemente.

Asimismo, el espacio profano no se funda en sí mismo, por ello se refiere a


un espacio sagrado, el templo. Este fundamento del espacio profano se explicita
de múltiples formas, así las religiones antiguas tienen en común la convicción de
que su templo principal está situado en el centro geográfico del universo; de esta
manera constituye el eje del mundo, la piedra angular o el ombligo del mundo.

II. CARACTERIZACIÓN GENERAL DE LA RELIGIÓN

1. ¿QUÉ ES LA RELIGIÓN?

¿Es la religión un fenómeno autónomo? ¿Es una mezcla ideológica


heterogénea de doctrinas filosóficas y sociales, de elementos fantásticos, de
sentimientos y de prácticas de la más diversa índole? Se ha querido demostrar el
carácter específico de la experiencia de lo sagrado, irreducible a cualquier otra
categoría de la experiencia humana y que sería el fundamento de toda religión.
La religión es un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y
prácticas acerca de lo considerado como divino o sagrado, tanto personales como
colectivas, de tipo existencial, moral y espiritual. Se habla de “religiones” para

6
hacer referencia a formas específicas de manifestación del fenómeno religioso,
compartidas por los diferentes grupos humanos. Hay religiones que están
organizadas de formas más o menos rígidas, mientras que otras carecen de
estructura formal y están integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o
etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y
prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.

“También se afirma que la religión es un fenómeno universalmente humano,


en tanto que innato y congénito a la vez. Sobre esta base las distintas religiones
aparecen simplemente como las diversas manifestaciones concretas de una única
facultad humana.”4

Definir qué es religión (del latín religare o re-legere) ha sido y es motivo de


controversia entre los especialistas. Según el sociólogo G. Lenski, es “un sistema
compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la
naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos". Por su
parte, el antropólogo Clifford Geertz propone una definición alternativa: “La
religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos,
penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres,
formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas
concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y
motivaciones parezcan de un realismo único”. Debido al amplio espectro de usos
de la palabra, resulta especialmente complejo ofrecer una definición exhaustiva de
la religión o del fenómeno religioso. Sin embargo, se puede afirmar que, como
hecho antropológico, engloba entre otros los siguientes elementos: tradiciones,
culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y credos,
experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones...
“Religión”, es un concepto nuestro para referirse al ámbito sagrado de la
vivencia humana. En las lenguas de otras civilizaciones distintas a las del
occidente posclásico no existe término alguno para designar la religión, pero en sí
todas han tenido manifestaciones que nosotros llamamos religiosas. En la mayor
parte de las civilizaciones que nosotros llamamos primitivas, lo que denominamos
religión, se manifiesta hasta en los menores detalles de la vida cotidiana: la
alimentación, el vestido, la disposición de las habitaciones, la relación con los
parientes y los extraños, las actividades económicas, las distracciones, etc.

Cuando un individuo ejerce su actividad, no es necesariamente


consciente de estar obrando al mismo tiempo sobre un plano profano y sobre un
plano religioso. La religión forma parte de su vida y no hay motivo para que la
distinga de los restantes aspectos de la existencia. A diferencia del mundo
occidental actual que tenemos bastante limitados los espacios “mundanos” y los
espacios “sagrados”. Incluso podemos verificar que entre ambos puede no existir
relación alguna. Al respecto podemos llegar a ser “bi-polares” con una conducta
4
Puech, Henri Charles, Las religiones antiguas. Vol 1. De. Siglo XXI, México, 1970. Pág. 32

7
fuera del espacio sagrado y con otra dentro. Esta dualidad es impensada para las
civilizaciones religiosas antiguas.

2. CARACTERÍSTICAS DEL ACTO RELIGIOSO.

a. MITO

“La realidad sagrada, como fundante, de las realidades profanas es descrita,


en todas las culturas antiguas por medio de los mitos.” 5 Los mitos son historias
sagradas, relatos que en su origen fueron transmitidos oralmente y en ciertas
civilizaciones superiores fueron consignados en libros santos. Que luego tomó un
sentido más restringido, el de relato fantástico, (en oposición a logos, que acentúa
el discurso razonado, y vino a designar precisamente los relatos de origen
religioso en los cuales los pensadores habían dejado de creer).

¿Por qué se cree en los mitos? Mitos, que bien absurdos desde el punto de
vista racional, escondían verdades profundas, bajo la apariencia de cuentos
fantásticos. Por distintos que sean de una religión a otra, en carácter, contenidos,
extensión, etc., todos poseen un esquema fundamental común:

 Ilustran o presuponen una situación inicial, la del tiempo mítico, distinta a la


del tiempo actual o a las situaciones cuya memoria se conserva. “En aquel
tiempo, en aquel tiempo lejano, cuando nada existía”; “En el principio… la
tierra era caos y confusión”; “Cuando arriba el cielo no tenía nombre”.

 Se refieren a un acontecimiento que se ha desarrollado en condiciones


distintas, cuyos héroes son personajes míticos, es decir, diferentes a los seres
que viven actualmente. “Y un viento de Dios aleteaba por encima de las
aguas”; “Fue Apsu quien los engendró, Tiamat quien los dio a luz”;

 El acontecimiento conduce a la formación, o transformación de aquello cuyo


origen se relata, tras lo cual se instauran las condiciones nuevas, nuevas, que
persisten todavía para los pueblos narradores del mito. El mito no explica, no
da razón lógica de la realidad, sólo narra aquello en lo que cree y le explica el
mundo. “Dijo Dios: “haya luz”, y hubo luz”; “Aquel día de antaño que apareció
lo que faltaba”; “A Kigu le cortaron la sangre y de su sangre se formó la
humanidad”.

5
Bentué, Antonio, La opción creyente, Ed. Mundo 1981, pág. 50

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ATON, UN DIOS SUPREMO BISEXUADO

(Texto de los Sarcófagos I)


Yo soy Atón, creador de los dioses más antiguos,
yo soy el que dio el ser a Shu,
yo soy el gran él y ella,
yo soy el que hizo todo lo que le pareció bien,
yo puse mi morada en el lugar que quise,
mío es el espacio de los que van pasando
como estos dos círculos serpentinos.

b. RITOS

Es una palabra que viene del latín ritus que significa ceremonia. Es un acto
religioso o ceremonial repetido invariablemente, con arreglo a unas normas
estrictas. Si el mito son las creencias fundamentales de una religión, sus ritos son
las celebraciones que repiten, recuerdan, reactualizan o confirman aquello en lo
que se cree. Por tanto mito y rito no se pueden entender separadamente. Tienen
un carácter simbólico, expresión del contenido de los mitos. La celebración de los
ritos (ritual) puede consistir en fiestas y ceremonias, de carácter más o menos
solemne, según pautas que establece la tradición o la autoridad religiosa. En
algunas religiones, los rituales puede llevarlos a cabo cualquier creyente, mientras
que en otras se necesita la mediación de una persona o institución especial: el
oficiante. Ésta es la diferencia que existe entre las religiones individualistas como,
por ejemplo, la religión de los esquimales, y las religiones comunitarias y
eclesiásticas, como la cristiana o la islámica, que presuponen la tarea de un
sacerdote o mediador.

Principales tipos de ritos:

 De purificación, que se celebran por medio del agua: por ejemplo, los baños
rituales y los bautismos. Lavan al hombre de su culpa y lo hacen digno ante
la divinidad.

 De sangre, que consisten en el derramamiento de sangre: por ejemplo, la


circuncisión o los sacrificios.

 De tránsito o de paso: se dan en momentos claves de la vida de una persona


(nacimiento, pubertad, matrimonio, muerte).

 Funerarios: relacionados con la muerte y el (supuesto) paso a la otra vida.

 De iniciación: relativos a la introducción a los misterios o prácticas


religiosas secretas.

 Relativos a fenómenos naturales: la primavera, la siembra, la cosecha, las


tempestades…

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 Exorcismos: para alejar los malos espíritus.

 De consagración: de personas (reyes, sacerdotes) o de lugares (templos).

 De conmemoración: en recuerdo de acontecimientos, instituciones, hechos


fundacionales...

 De acción de gracias: por las cosechas, por salir de una enfermedad grave,
por haber sido salvado de un peligro...

 De expiación: para pedir el perdón divino.

c. TEXTOS SAGRADOS

Los mitos como explicación de una realidad conocida o desconocida son


cantadas en los ritos y enseñanzas de una determinada religión, en la medida que
la civilización humana avanza, las tradiciones orales y las nuevas experiencias de
los creyentes en relación a su divinidad, quedan consignadas en un texto. En casi
todas las religiones persisten distintas formas de recitado o de cantar todo o parte
de los libros sagrados, en voz alta o mentalmente, como forma de oración o en
distintos rituales.

Dado que dicho libro es la palabra de la divinidad ofrecida a los creyentes,


adquiere el nombre de sagrado. Entendidos como libros revelados por la divinidad
(revelación), son considerados fuentes teológicas para cada una de esas religiones.
Desde estas fuentes surge la reactualización o adecuación de la palabra de Dios a
los tiempos modernos.

Los libros sagrados tienen diferentes formas de presentación (rollo, códice,


un único libro, varios tomos, recopilación), antigüedad y grado de santidad
atribuido por los creyentes de sus religiones.

En las religiones monoteístas (denominadas también religiones


abrahámicas o del libro), la Biblia hebrea es el texto sagrado del judaísmo; la
Biblia (compuesta por el Antiguo Testamento -idéntico a la Biblia hebrea con la
adición de los textos Deuterocanónicos- y el Nuevo Testamento) es el del
cristianismo; y el Corán es el del Islam. En las religiones orientales, las escrituras
sagradas del hinduismo son los Vedas y los Upanishad.

Aunque las civilizaciones antiguas copiaban textos a mano desde sus inicios
(Libro de los Muertos del Antiguo Egipto, por ejemplo), la primera escritura
impresa para distribución masiva fue el Sutra del Diamante en el año 868
(Cánones del budismo); mientras que la Biblia de Gutenberg lo fue en 1455.

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Algunos textos sagrados:
 EGIPCIOS. Encontramos textos grabados en las paredes de los lugares
funerarios y de las estelas, inscritos dentro de los sarcófagos que contenían
a las momias o sobre papiros. Los textos sagrados que se encontraban en
las paredes interiores de las pirámides, eran textos que representaban
encantamientos y fórmulas mágicas que debían guiar el viaje del faraón en
el mundo subterráneo y ayudarle a purificarse con el fin de acceder a la
vida eterna. Entre ellos tenemos: Textos de las pirámides, de los sarcófagos,
de los muertos. Libro del Amduat, de las cavernas, de las puertas. Fueron
escritos bajo diversas dinastías y algunos de ellos datan del 2.350 a.C.

 SUMERIOS. Es la literatura más antigua del mundo. De ellos tenemos el mito


sumerio de la creación y algunas epopeyas como: Dos leyendas de Enmerkar:
Dos leyendas de Lugalbanda durante la campaña contra Aratta: Cinco historias
en el Poema de Gilgamesh. Siglo XXVI A.c.
 BUDISMO: Canon Pāli o Tipitaka, Canon Chino Canon Tibetano.

 CRISTIANISMO: la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento, también nombrados


como «las Sagradas Escrituras»)

 HINDUISMO. Textos śruti (‘lo oído [directamente desde Dios]’) Los cuatro
Vedas: Rig Vedá, Sama Vedá, Atharva Veda, Yajur Veda. Los 108
Upanishad, El Vedānta sūtra. Textos smriti (‘lo recordado’, la tradición): Los
18 Purānas. El texto épico Maha Bhárata (donde se encuentra la parte
filosófica: el Bhagavad Gita). El Rāmāyana

 ISLAM. El Corán

 JUDAÍSMO La Biblia Hebrea (Tanaj). Torá (La Ley). Nevi'im (Profetas).


Ketuvim (Escritos). Talmud (Discusiones e interpretaciones rabínicas de la
Torá). Mishná. Guemará

d. SÍMBOLOS RELIGIOSOS

Todo símbolo o signo apunta a manifestar de manera visible una realidad que no
puede ser captada por los sentidos. El significado del signo es consensuado
socialmente de tal manera que bajo un determinado símbolo entendemos todos lo
mismo. La necesidad de graficar visual o gestualmente una experiencia imposible
de ser asida, es propio de todo ser humano. El amor, la amistad, la rabia, es
decir, diversos valores o emociones que en pueden constituir una realidad
abstracta, son materializados, a través de objetos gestuales o visuales. Por tanto,

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cada sociedad, cultura o religión tiene sus propios códigos, que, en algunos casos,
son comprendidos sólo por ellos mismos.

Mostramos algunos símbolos y su significado:

III. RELIGIONES PREHISTÓRICAS Y PRIMITIVAS

Sin duda alguna, los estudios concernientes a las ciencias de la


religión, nos han permitido conocer mucho más de cerca los mitos, ritos y
símbolos que envolvían los credos de antiguas culturas. Esto ha significado una
hermenéutica de Génesis 1-3, a partir de otras narrativas extra judías sobre los
orígenes de la humanidad. Pese a que nos situamos sobre aquellos relatos
pertinentes al mediterráneo, cuna de la religiosidad judía, musulmana y cristiana,

12
no podemos desconocer muchas otras que se sitúan en otras regiones; asiáticas,
africanas y latinoamericanas, por ejemplo.

El acceso a otros relatos sobre los orígenes, nos ha obligado a salir del
estrecho mundo del paraíso hebreo y nos ha conducido a la pregunta esencial que
se hace todo ser pensante: de dónde venimos y hacia dónde vamos. Preguntas que
han dado las más variadas explicaciones sobre nuestras incógnitas. Adán, Eva, la
costilla, el fruto prohibido, etc., es la simbiosis de una serie de símbolos que se
han reunido bajo uno solo y que buscan dar respuesta al origen del ser humano.
El trabajo de joyería que se esconde tras su simbología es poner de manifiesto a
Dios como creador del universo. Padre de toda criatura viviente. Que ha pensado
al varón y a la mujer como semejantes y desemejantes a él.

1. El Homo sapiens, hombre religioso

Restos arqueológicos del Paleolítico demuestran que al hombre primitivo le


afectaba profundamente el misterio de la muerte y de la procreación. Creía
depender de las fuerzas de la naturaleza y tenía la seguridad de que había algo
superior que era la fuente de la vida. Para relacionarse con ese algo superior y
obtener su beneficio, se sirvió de ritos.

El hombre primitivo también creía que había vida en el más allá, por lo que
enterraba a sus muertos con alimentos y utensilios. Por estos caminos comenzó la
religión, quizá en la época lejana en que el hombre pasó de la sola recolección de
alimentos a la producción de los mismos.
Al arte Paleolítico le corresponde la duración de aproximadamente 20.000
años, el período que abarca desde el 30.000 al 9.500 A.c. Para poder comprender
las formas de representación del arte Paleolítico se debe considerar el modo de
vida y subsistencia de los hombres de éste período. Tanto el Paleolítico Inferior
como el Superior, contenían a un hombre nómade, no productor; es decir, que no
modificaba a la naturaleza, sino que tomaba de ella los elementos para la
supervivencia.

 
Características de las religiones primitivas

PALEOLÍTICO  Predominan el culto a los muertos. La sepultura


30.000 al significa regresar a la madre Tierra para renacer a
9.500 a. C la vida nueva.
 Las pinturas rupestres representan muchas veces
ritos funerarios. Ellos creen en el mantenimiento de
la personalidad en el "más allá", con necesidades
muy semejantes a las terrenas, como lo demuestran

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las armas, adornos y alimentos que se ofrendan a
los muertos. para la mentalidad primitiva todas las
cosas tienen su alma, y el espíritu del muerto no es
más que un alma de especie superior.    

 Desde los primeros restos conocidos hasta la


actualidad, la tumba ha sido el más elemental
modo de expresión religiosa y es unas de las
pruebas más concluyentes de la creencia en la otra
vida, consustancial al hombre, incluso en las tribus
de mentalidad religiosa menos desarrollada.

 Estos pueblos enterraban colores junto a los


muertos, o pintaban los cadáveres y hasta los
bañaban en substancias colorantes. El fin de estos
procedimientos es complejo y múltiple. El rojo
simboliza y sustituye a la sangre, es decir, la
energía vital, por lo que pintaban las entradas de
las cavernas, ciertos utensilios y hasta sus cuerpos.
Empapar un cadáver en color rojo equivalía a
multiplicar la potencia vital del difunto en la otra
vida. Como la momificación egipcia, el baño
paleolítico de ocre rojo era garantía de
inmortalidad.

 Marcada relación entre los muertos y los vivos. Los


muertos necesitan de los cuidados y las ofrendas de
los vivos, mientras que éstos pueden ver afectada
su existencia de manera favorable (protección de
sus antepasados), o perjudicial (espíritus malignos,
fantasmas) por la influencia de aquellos.
 El hechicero o mago: hace el papel de .sacerdote
 Creencias en la diosas de la fertilidad que son las
antepasadas de la Gran Diosa o de la Madre
Naturaleza, cuyo culto será esencial a partir del
Neolítico, a consecuencia de los mitos agrícolas, y
que con el tiempo serán el origen de todas las
diosas del amor y la fecundidad de la historia
posterior.

 Creían en unos dioses, a los que se ofrecían


NEOLÍTICO sacrificios humanos y de animales.
6.000 – 3.000  Las construcciones funerarias muestran la creencia
A.c. en la vida después de la muerte.
 Atribuían fuerzas misteriosas a los fenómenos

14
atmosféricos.
 Animismo: el hombre primitivo vive tan ligado a la
naturaleza que cree que detrás de los fenómenos
naturales, habitan espíritus (animas) pero también
habitan en sus representaciones: estatuillas,
amuletos,... son los fetiches.
 Totemismo: se deriva de la palabra .tótem. es un
animal, planta, piedra o algún objeto con el que la
tribu se siente emparentada y que la une y
diferencia de las otras. El tótem es el protector de la
tribu y habita en cada uno de ellos. Las tribus
suelen llevar su nombre. El tótem es tabú, no
puede ser dañado ni ofendido, se le da culto y
veneración, y se le invoca para que venga en ayuda
de la tribu. El brujo o hechicero ya tiene más
importancia en el ritual y su función dentro de la
tribu ya está reconocida.
 Lo más frecuente en el Neolítico, respecto a las
atenciones al cadáver son: enterrarlo (inhumación)
o quemarlo (incineración), y ésta elección no es
azarosa, sino que tiene ciertas implicancias.

 La inhumación significa devolver el cuerpo a la


Tierra, a la Gran Diosa Madre, que dispensa la vida,
la muerte y la resurrección.  La incineración se
relacionaba con las virtudes purificadoras del
fuego, o con el deseo de facilitar al espíritu el paso a
otro mundo convertido en fluidos invisibles (los
gases y vapores de la combustión).

1.1 La gran madre. Matriarcado. Fase igualitaria de la historia 6

El inicio de la humanidad está subrayado por un caos indiferenciado.


Es el principio originario. Paulatinamente los seres humanos van marcando
diferencias. Distinguiendo y separando unas cosas de otras. Es lo que llamamos
la construcción religiosa de la humanidad. Allí ocupa un lugar importante la
manifestación de lo femenino. La madre. Es la primera diferencia y espacio de

6
Cfr., PIKAZA X., PARA COMPRENDER AL HOMBRE Y A LA MUJER EN LAS RELIGIONES. EDICIONES DEL VERBO DIVINO. NAVARRA,
1996.

15
sacralidad indiferenciada. Desde una lectura religiosa, la madre es clave de
sentido de la humanidad.

En esta fase matriarcal el hombre se encontraría conectado con la


naturaleza, La madre tierra, en cuando materia y consecuentemente Mater. La
Gran Diosa. Signo de poder originario, como donación de la vida y de los poderes
pacíficos e igualitarios. Mas tarde serian asumidos en la agricultura. En el
neolítico los hombres comienzan a labrar la tierra. Es quien genera y engendra.
Es femenina. Es la más antigua de las madres, es fuente de fecundidad. Es el
símbolo primero, arquetipo de la realidad. El varón es el hijo. El derivado. A esta
etapa se le denomina como matriarcado. Etapa esencialmente cósmica, en la que
se acentúa la importancia de la tierra como fuente de vida. Desde lo humano la
tierra es la madre, portadora de la vida, primer símbolo y modelo de la realidad.

Desde lo religioso y lo simbólico, la mujer-madre es principio de lo


humano. Todavía no existe humanidad, no se ha elevado el varón frente a la
mujer. Sin embargo, ella no es perfecta y no se puede entender como definitiva.
Es impersonal, no es una persona concreta. Falta la dualidad personal del hijo ya
nacido, que se pone frente a la madre como independiente y capaz de responderle,
del esposo y de la misma mujer como individualidad. El padre también es fuente
de vida, es quien protege y cuida. Sin embargo, los varones han terminado por
imponerse, expandiendo su derecho, ley de fuerza, no de maternidad y
manteniendo a las mujeres subordinadas. La madre sigue cumpliendo funciones
simbólicas valiosas, pero casi todas las grandes religiones conocidas terminan
adorando de alguna forma al padre. Lo divino ya no aparece como potencia
femenina ni a manera de conjunción o polaridad de sexos. Lo divino se divide en
dos mitades jerárquicamente diferenciadas, de tal forma que aparecen unos
dioses superiores (masculinos) y otros inferiores (femeninos). Desde esta mirada
se construye la vida en su totalidad. Por lo tanto, hemos coexistido con aquello
que siempre hemos conocido el patriarcado o sociedad androcéntrica. Existe una
visión y una estructura eminentemente masculina de la realidad. Sobre el varón y
no sobre la mujer se funda la historia, la política, la economía, las relaciones
humanas, los afectos, el trabajo, etc.

Las imágenes más antiguas a través de las cuales los seres humanos dieron
forma a una idea son las denominadas Venus o diosas-madre. Su presencia se
extiende por toda Europa, Asia, África, Australia, América… podría decirse que
estas imágenes llegaron a todas partes. Esto es realmente significativo, manifiesta
una idea con gran arraigo entre las personas de todo el mundo hace más 30.000
años (probablemente es muchos miles de años más antigua), una idea que se fue
diversificando y adaptando a las necesidades del momento, pero manteniendo sus
signos distintivos comunes. 

La idea que está de fondo es de la creación y regeneración de la vida, algo


materializado por nuestros antepasados en  las mujeres y las hembras de los

16
demás animales. Eran ellas las que traían la vida al mundo, la alimentaban y
cuidaban hasta que pudiera valerse por sí misma. La supervivencia del grupo
dependía de ellas.   Hasta hoy nos han llegado historias de tribus actuales, como
los aborígenes australianos, que evocan en sus pinturas a su “vieja” o “madre de
la tribu” que llegó al norte de su continente con forma de serpiente y parió a sus
antepasados.

Venus de Laussel

La forma de representación más común de estas Venus ha sido la de


pequeñas figuras femeninas de unos 5 a 25 cm. de hueso, barro cocido, piedra…
pero es probable que existieran muchas de madera, pero por su escasa
durabilidad no nos han llegado hasta hoy. Pero también en las paredes de las
cuevas se han grabado o pintado formas que no son una mujer en sí misma, pero
la representan por medio de vulvas o triángulos púbicos. Así, el nivel de
abstracción de estas figuras es muy diverso, a veces bastaba únicamente con
remarcar las vulvas para que todos supieran a qué se referían: la puerta hacia la
vida, fertilidad. Realmente este símbolo representa el Ying y el Yang, y tras el
mismo hay toda una filosofía, de igual manera cualquier otro símbolo en la pared
de una cueva representaba muchas cosas para aquellas personas del pasado. Así
mismo, se asociaba con otros símbolos de feminidad dependiendo de la época o el
lugar, como pájaros, serpientes, lechuzas, toros… aunque suene un poco raro son
muchas las asociaciones encontradas y por eso se llega a estas conclusiones.
Sería como la asociación que nosotros realizamos entre un animal real como una
paloma y un concepto abstracto como la paz. Para otras culturas puede resultar

17
absurdo, pero para nosotros significa mucho ver una paloma con una ramita en el
pico, aunque no sea un animal tan pacífico como parece. Estas figuras o
representaciones se han mantenido durante milenios desde los orígenes más
remotos de nuestra especie hasta hoy en día.

Venus de Konstenki (Rusia)

Con la llegada de la escritura muchos de estos cultos quedaron registrados


en libros y nos dan una idea del significado global de los mismos haciendo de hilo
conductor de ritos mucho más antiguos. Pero no hay que irse lejos para ver la
gran importancia de esta idea de vida, regeneración, poder fecundador o como se
le quiera llamar. Entre nosotros continúan cultos que tienen una antigüedad
mucho mayor de la que la religión actual ha querido pretender, como el culto a
santa Brígida o a la mismísima María, por citar algunos ejemplos. Las distintas
religiones han batallado duramente para eliminar este tipo de creencias, algunas
han optado por absorber esos cultos disfrazándolos de cristianos, otras lo han
eliminado casi por completo, como el Islam y el judaísmo. Es bastante curioso
adentrarse en profundidad en esta adaptación a los nuevos tiempos de cultos
antiguos. En la actualidad podemos ver como en Brasil se funde el catolicismo
con ritos africanos y el Islam también tiene algún rasgo heredado de una creencia
distinta y anterior, como la adoración al meteorito de la Kaaba, en La Meca. 

La desmesurada acumulación de grasa que muestran estas figuras hace


pensar si también era un signo de salud y por lo tanto belleza. Desde luego, la
supervivencia durante la última glaciación, con un frío cada vez más intenso, fue
muy dura. Una mujer bien alimentada tenía más posibilidades de parir hijos
sanos y alimentarlos. De hecho, las adolescentes no tienen su primera regla hasta
que su cuerpo no ha acumulado la mínima cantidad de grasa necesaria que las
permita ser fértiles con seguridad. 

18
Venus de Lespugue (Francia)
Así, todos estos símbolos sexuales vienen a reflejar la fuerza de la vida
gracias a la cual se aseguraba la existencia de la tribu. Engendrar y dar a luz
debía conferir a la mujer la materialización de este hecho tan trascendente. La
Magna Mater representa el misterio y el milagro de la vida frente a la muerte, pero
también cuidaba de sus hijos tras la misma, acogiéndolos en su seno, en la tierra,
porque la Madre Tierra es la que sustenta la vida y la regenera en un ciclo sin fin.

Mujer sentada. Catalhôyûk. Anatolia. Turquía

En la fase más antigua, en la que todavía no se reconocía una relación entre


el hecho de engendrar y el de dar a luz, la mujer, la engendradora, aparecía como
la fuerza creadora todopoderosa, que dominaba sobre el hombre y el animal,
sobre la vida y la muerte. Como Gran Madre encarnaba el deseo humano de
fertilidad así como la esperanza de superación de la muerte, a la que el hombre de

19
la Edad de Piedra, que pocas veces alcanzaba una edad superior a los 25 ó 30
años, se enfrentaba mucho más directamente que el hombre de hoy. Su signo
mágico, la vulva, la puerta hacia la vida, se grababa en la roca en los lugares de
culto o se esculpía en relieve desde los más antiguos tiempos auriñacienses
(Cultura perteneciente a la localidad de Aurignac, Europa y Levante Mediterráneo.
Se aplica a la época prehistórica que pertenece al paleolítico superior y precede al
solutrense; se caracteriza por una cultura en la que destaca la fabricación de
puntas de lanza hechas con hueso.). En forma de cauríes (Conchas marinas con
forma de vulva) acompañaba a los difuntos a la tumba, como amuleto, quizá para
asegurarles la resurrección.

Con la llegada de la agricultura el culto a esta idea permaneció, la Madre Tierra


sustentaba los frutos y los animales. Se construyeron templos megalíticos como
morada de los muertos en el seno de la tierra de donde nacieron, los de Malta son
muy significativos, pero también en el sur de España, por toda la costa atlántica
hasta Irlanda, Gran Bretaña, Francia… se encuentran los mismos modelos

En tiempos ya históricos muchas divinidades femeninas adoptaron


diferentes aspectos de esta diosa ancestral generadora de todo lo creado, la
antigua madre de la tribu era ahora la madre patria. Estas formas son distintas
pero confluyen en el mismo concepto: las diosas de los animales, de los campos,
de los cereales, de los árboles, de la salud y la curación, del amor y la sexualidad,
de la guerra y la victoria, de la sabiduría, del cielo, el sol y la luna, de los
muertos… en fin, sus títulos son muchos y hasta nosotros han llegado como
Afrodita, Pachamama, Astarté, Artemisa, Isis, Anapurna, Amaterasu, Cibeles,
Diana, Istar, Hator, Europa, Kali, Hera, Sarasvati, Tara, Satene, Venus…

“El hallazgo fundamental de la ideación de la Diosa fue concebir un


concepto totalizador capaz de integrar sin fisuras el macrocosmos y el
microcosmos. Como ente asimilado a la fisiología femenina y a su rol maternal, la
Diosa no sólo tenía la capacidad partenogenética y nutricia que la señalaban
como causa y sostén del universo, sino que ofrecía un cuerpo cósmico, cual útero,
en cuyo interior se gestaban todos los estados del ser como un continuum. La
muerte y la vida se sucedían como la noche al día, eran complementarias e
inevitables, dando lugar a una existencia sin fin. Ninguna formulación religiosa
posterior ha sido tan holística, inteligente y tranquilizadora como la Diosa.

20
Ningún dios varón, por muy Dios Padre que se haya erigido, ha tenido ni tendrá
jamás la capacidad de integración y de evocación mítica de la Diosa”.

1.2 La diosa madre en algunos sistemas religiosos

Religiones del cercano oriente

a) Religión babilónica - mesopotámica (elamita)7: Tiamat es la madre.


Es la generación natural, ella expresa el orden o el desorden. Ella es la
madre de todo lo que existe, es continente y principio de vida, pero es
también debilidad, pues no podrás resistir la lucha con el dios Marduk. El
es la creación como victoria militar, Mata simbólicamente a la madre y le
quita su poder. La madre sigue existiendo, pues de ella nacemos, pero
ahora es madre atada y dominada por el varón. Marduk representa un ideal
de la sociedad que se funda en la violencia del varón conquistador y
guerrero y que se expande a través de la derrota y domesticación de lo
femenino. Por su parte, la diosa celeste de Babilonia, Isthar o Esther, la
Gran Señora de los cielos. Ella incorpora los rasgos femeninos y
masculinos.

“Alabada sea Isthar, la más temible de las diosas,


reverénciense ante la reina de las mujeres, la mayor de los Igigi (seres
divinos)…
De labios es dulce, hay vida en su boca.
A su aparición el júbilo es completo.

Eliade, Mircea, Historia de las creencias y de las idea religiosas. Vol. IV. Las religiones en sus textos.
7

21
Es gloriosa: hay velos echados sobre su cabeza.
Su cuerpo es bello, sus ojos brillantes…
Su mirada crea la alegría, la alegría, la magnificencia;
es deidad protectora, espíritu guardián.
Ella promueve la compasión y la amistad y posee ciertamente agrado.
A la esclava, muchacha libre o madre, ella la protege.
Se la invoca; entre las mujeres se menciona su nombre” 8

La gran diosa madre fundante de la vida. Fundadora del mundo, dadora de


la vida. Origen de toda cultura. El hijo varón se rebela contra la madre-mujer
y triunfa el poder guerrero y militar de una sociedad que impone su ley. La
mujer se convierte en una madre castrante, envidiosa y opresora. Le falta
inteligencia, es la raíz prerracional de la vida y es superada por la violencia
varonil. - Un modelo antropológico femenino que concibe a la mujer como
dos polos tensionados en sí mismos. Por una parte es dadora de la vida,
madre y esposa. Por otra parte, es amante, seductora y emocional. La
primera faceta es positiva, en cambio, la segunda, es negativa, tentadora y
prohibida para el varón.

La humanidad se mueve bajo dos líneas paralelas. De ellas la mujer abarca


el lado irracional y pasivo. En cambio el hombre vive a partir de la
inteligencia práctica, violenta y guerrera.

b) El cuerpo de Pandora. Grecia. Diosa hierogámica. Signos de la tierra madre


que nos llena de los frutos de la vida. Fuente de todos los dones y señal de
engaño y ruina para la humanidad. La mujer es el comienzo de la
conflictividad humana (intersexual). Es trampa de Dios para el varón,
tomarla o dejarla ya es signo de caída. La mujer seduce y perturba a los
varones; encanta y emociona, pero los bloquea su racionalidad creadora.
Apetecible y peligrosa tentación originaria. Es la belleza de Dios sobre la
tierra. Pero, como dualidad sexual, es signo de máxima impotencia. Ella nos
recuerda que somos simplemente humanos, condenados al deseo
inalcanzable, al nacimiento y a la muerte. Un modelo que comprende a la
mujer como signo de fertilidad y fecundidad y, en cuanto tal, ligada a la
tierra y a sus propios ritmos. La belleza de la mujer es considerada
perturbadora. “Los hombres caen” ante la seducción femenina. Pierden su
racionalidad creadora por la distracción ocasionada por la mujer. El cuerpo
de la mujer es signo de placer, de seducción, de pecado y tentación. Es tal su
poder cautivador que hace caer el hombre en sus brazos careciendo este de
toda capacidad de razonar. De la mujer aprendemos la relatividad de la
existencia. Nacemos y morimos, ese es el destino del ser humano. Allí radica
la impotencia, pues ella es enigma y abismo. Ella, como humanidad
completa, nos sitúa frente a la verdad de la existencia. En ella se ve reflejada
la humanidad en su contingencia.

22
c) Isis. Egipto y cultos helenistas. Diosa abarcadora. Signo de todos los
aspectos sagrados de la vida y de la muerte; del cielo y de la tierra. Es madre
y amiga. Es la mujer herida por la muerte de su marido, Osiris. Cuida al hijo
de sus entrañas, Horus. Isis es el signo de la fidelidad femenina. En ella
radica el triunfo del bien, de la vida y del eterno retorno. Es el cuerpo
acogedor y creativo, la vida que responde al don de la vida recibida, haciendo
que todo llegue a su existencia. Es una mujer doliente que vaga por doquier,
sufriendo, preguntando, deseando con su cuerpo. En su búsqueda estamos
todos incluidos. Isis es receptora y garante de la vida y así sabe mantener el
equilibrio. Ofreciendo su lugar a cada uno de los seres. Es actividad
relacional. Un nuevo modelo antropológico que comprende a la mujer como
compañera, hermana, amante, fiel y amiga. Que busca destacar en la mujer
su receptividad activa, en cuanto constructora de relaciones humanas. La
mujer viuda que llora la pérdida de su marido, pero que a partir de esa
muerte es generadora de vida. Una mujer cuidadora de su núcleo familiar y a
partir de este núcleo es cuidadora de la humanidad. Fuente del equilibrio
entre el bien y el mal, de la muerte y de la vida y de toda polaridad. Una
mujer abarcadora que incluye, pero no excluye.

23
d) Mujeres violadas. Israel. Los ángeles de Dios violan y poseen a las
mujeres de los hombres. Buscan su sangre menstrual y la descendencia. El
cuerpo de las mujeres es tierra de conquista. Las mujeres existen para
excitar la violencia de los ángeles. Por tanto, ellas no tienen identidad, son
en relación a otros. Las mujeres son parientes de los ángeles en lo bueno y
en lo malo. De bueno tienen su capacidad engendradora y, por su fuerza de
atracción, es cercana al diablo. Un modelo antropológico que ha concebido
a la mujer como una dualidad. Mala, en cuanto bella sensual, seductora y
atractiva. Buena, en cuanto reproductora y madre. La mujer siempre es
objeto sexual del varón, pero se le usa de manera irreverente si su relación
con el varón es explícita y únicamente sexual. Pero como pertenencia
exclusiva si su uso se extiende a la vida matrimonial y maternal.

e) Mujer fiel, esposa y doncella. Israel. Reproducción de los matrimonios


sagrados. El núcleo de la mujer es la fertilidad y la fidelidad matrimonial. La
mujeres símbolo y compendio de la humanidad. Es reflejo del amor entre
Dios y su pueblo. Israel será entonces doncella de Sión, Jerusalén como
esposa de su rey. Así se manifiesta, sobre todo, en Oseas 2,16-18.
Simbolismo que será extendido al nuevo pueblo de Dios, la iglesia de Cristo.
Pero que al amparo de los nuevos tiempos mesiánicos será símbolo del
quiebre de las polaridades e instauración de la diferencias unificadas en
Cristo, Efesios 5,21-33.

f) Mujer infiel y prostituta. Prototipo de esta imagen es Ezequiel 16,1-39, pero


está presente en toda la sagrada escritura. Hija de Jerusalén, cuidada por
Dios desde su niñez hasta su desposorio. Dios la viste con túnicas blancas
y joyas, le cubre su desnudez y la alimenta. La mujer se va detrás de sus
amantes, los baales, y es castigada por la cólera de Yahvé. Dios la
desnudará y condenará junto a sus amantes. En su arrepentimiento es
perdonada, lavada y vestida nuevamente. Un modelo antropológico basado
en los antiguos cultos cananeos de la prostitución sagrada. La mujer como
símbolo del pueblo de Israel, en la medida es que es infiel y se va detrás de

24
otros hombres es concebida como mala, seductora y prostituta. La mujer
está a merced de los requerimientos del esposo. De sus celos, rabia y
violencia depende la vida de la esposa. La mujer como objeto del varón y
objeto de su satisfacción y agresividad.

g) El mito de Sofía. Mitos gnósticos. Grecia y Roma. Historias sustentadas en


un pensamiento dualista de la realidad. El cosmos en si mismo es una
polaridad de bondad y maldad. El cuerpo es malo y el espíritu es bueno.
Sofía encarna la seducción y todos los sentimientos ligados a la
corporalidad. El objeto de su deseo toma forma de serpiente, pues ha
concebido sin la participación de la perfección masculina. Su soledad,
egoísmo y aislamiento ha derivado en una humanidad monstruosa, un error
femenino. Por el contrario, lo masculino se identifica con lo bueno, es
espíritu perfecto, se basta a sí mismo. Sofía por si sola es imperfecta,
desarmónica y destructora. El engaño de Sofía es peligroso. Una concepción
dualista de la realidad genera una profunda división entre varones y
mujeres, cuyo origen está implícito en la naturaleza de cada uno de ellos.
Esencialmente la mujer es mala. Sólo por su apego a la corporalidad. Es
dependiente del varón. No puede actuar por sí sola. Su búsqueda de
independencia genera conflictos. La mujer desde la resignación y tolerancia,
debe mantener el orden de la familia, del hogar, de los hijos. Sus anhelos
personales son sacrificados en vistas al bienestar de los demás. - Diversas
creencias con respecto a la mujer que están presentes en los mitos y que
tienen rasgos comunes. En casi todos ellos la mujer representa la dualidad
de ser las generadoras de la vida, por una parte y, por otra la seductora y
engañadora de los hombres. Con estos dos elementos han sido creados los
seres humanos. Ya sea Tiamat, Pandora, Sofía, Isis o Eva son símbolos de la
dualidad, de la contradicción y de los antagonismos en el mundo.

25
En consecuencia, el interés deificador del entorno cultural del
mediterráneo antiguo se convierte en un pilar antropológico por varias
razones: La cultura del mediterráneo, sin ser la única, tiene una amplia
recopilación de mitos, ritos y símbolos religiosos que nos dan cuenta de sus
más profundas creencias. Entre ellas prevalece el papel adjudicado a la
diosa madre. Al igual que hoy, hay muchas preguntas por el sentido de la
vida que rodearon las diversas culturas. La vida, la muerte, la sobre
vivencia, la naturaleza, constituyen enigmas para el ser humano.

Religiones amerindias

a) Mayas: Popul Vuh. Libro del común. Existe una pareja


primigenia. El sostiene el pensamiento. Ella sostiene la vida. El es el Señor,
ella la Señora. El origen del mundo descansa en una pareja primigenia.
Dios es pareja. Tepeu y Gukumatz, es la primera pareja divina.

Tepeu y Gukumatz

De ella brotan el varón y la mujer, con prioridad de lo femenino. En el


principio estaban los varones. Por un lado, son hombres hermosos y
fuertes. Pero aun no son humanos, tienen gran conocimiento y poder. Lo
tienen todo, pero les falta la debilidad del amor, vinculada a la generación
de la mujer. La mujer surge como expresión de la debilidad y del gozo
humano. Para que ellos nazcan es preciso que los hombres pierdan su
poder aceptando su limitación y la muerte. Las mujeres son el gran signo de
la ambivalencia humana. La riqueza y la debilidad. Son las generadoras de
la expresión y de la alegría. La verdadera humanidad que brota del maíz,
como expresión de Dios pareja, ha de ser masculina y femenina.

26
Diosa lunar

En los mayas hay una cosmovisión que privilegia la vida: los dioses
primordiales son signos del espacio superior: sobre la tierra se alza el cielo y
contenido de todo lo que existe. Es una cultura materna; así acentúa,
dentro de la dualidad el aspecto femenino de la madre-noche, expresada en
la luna y las estrellas. Ellas forman eso que pudieran llamar la bóveda y
clave de la totalidad.

Cosmovisión

27
Diosa de fertilidad

b) Aztecas: El triunfo de los aztecas a mitad del siglo XV, ha reprimido esa
cultura dual y materna. Colocando en el centro de la vida política el aspecto
masculino y guerreo del sol imperial que necesita la sangre de los hombres.
Con la llegada de los españoles se ha vuelto a destacar, al menos en parte,
el aspecto femenino, a través de la madre de Jesús. La diosa sigue siendo
importante para ellos, pero ocupa un segundo lugar. Dios-sol-sacrificios.
Hijos- padres- hijos. El Señor del sol y la Señora de la tierra, principio de
todo lo que existe. Son nuestro padre y nuestra madre. Pero se destaca el
poder del Dios sol.

Diosa de la fertilidad Manco capac mamaoclo

28
c) Incas: Al igual que muchas culturas antiguas, no separan lo
religioso de lo profano. Su sacralidad está vinculada al sol, la tierra es
sagrada, pero queda subordinada al Inti. Adoraban la tierra fértil, Camac
pacha, a diferencia de la tierra nunca cultivada, que es Mapacha mama.
Esta última es madre divina por si misma y sigue siendo madre cuando los
hombres la cultivan. Los seres humanos brotan del seno de tierra, ya sea
del lago Titicaca o de una cueva y de la roca. Son Hijos del sol y de la tierra.
Su padre es el Inca, representante del dios entre los hombres. Existe una
pareja hierogámica. Existe una trinidad celeste: Viracocha (hacedor), Inti
(sol) y el trueno (dios de la tormenta y de la lluvia). Del Viracocha todo
depende y no tiene identidad sexual. Sólo es principio de todo lo que existe.
Esto desaparece con la llegada de los españoles. El poder ha pasado de los
incas imperiales a los españoles imperiales y con ellos la extensión de su
religión. La tierra sagrada adquiere sentido en la Virgen María. Así se puede
pensar en una providencia y una preparación mariológica de los más
antiguos cultos dedicados a la madre tierra, cae el sol del imperio de los
incas, queda ella, la tierra primigenia.

Diosas de la fertilidad Coatlicue. Diosa de serpiente. Diosa de la vida

d) Mapuches: “Chile, fértil provincia y señalada en la región


antártica famosa, de remotas naciones respetada por fuerte, principal y
poderosa; la gente que produce es tan granada, tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida ni a estranjero dominio sometida.” (La
Araucana. Canto I. Alonso de Ercilla y Zúñiga.

Pese a la gallardía descrita por el poeta, el pueblo mapuche fue doblegado.


Bajo la conquista no sólo se arremetió contra su libertad y la construcción

29
de su propia historia, sino que se arrasó con una cultura y su forma
particular de concebir el universo, con una religión compilada en diversos
mitos, ceremonias y fiestas. La presencia de la gran Diosa Madre, propia de
las culturas que sustentaron el credo judeocristiano, también formó parte
de la cosmovisión mapuche. En efecto, la Religión del amor o religión
matriarcal, cuyo centro giraba en torno a la Gran Madre, vivía bajo una
cosmovisión en que se implicaban la realidad humana y la realidad divina.
Ambos no eran mundos contrarios, sino que se pertenecían mutuamente.
Este sentido del equilibrio entre lo femenino y lo masculino, el bien y el mal,
lo sagrado y lo humano, la sexualidad y la virginidad, la trascendencia y la
inmanencia, permitieron una convivencia armónica entre los seres
humanos y su entorno natural.

Del mismo modo, la cultura mapuche, entronca a la humanidad con


sus espíritus, “pillan”, concibiendo una sociedad equilibrada entre el bien y
el mal. Su estructura del universo está gobernada por la Madre Tierra,
“Mapu”. “Nag Mapu”, “Wenu Mapu” y “Miñche Mapu”, hacen referencia a la
tierra central, la tierra que andamos, la tierra de arriba o espacio sagrado y
la tierra de abajo, donde se encuentran los espíritus malignos. La
religiosidad mapuche carece de templos sagrados, pues su espacio religioso
lo constituye toda la naturaleza, “Ñuque Mapu”. Por lo tanto un claro en el
bosque, rodeado por árboles, especialmente canelos, y purificado a través
de bailes rituales, es para ellos el templo más sagrado. La sola construcción
que admiten es el rewe, un tronco de canelo en el cual han sido labrados
unos altos peldaños que permiten al oficiante, el Machi o el Ngenpin, de
subir a su ápice.

30
La religión mapuche no es una religión institucionalizada, no hay
templos ni casta sacerdotales. Los personajes centrales son: el chaman, al
hechicero rol que es desempeñado por mujeres que deriva posteriormente
en la machi. Su labor fundamental es poner en contacto el mundo de los
dioses con el mundo de los hombres. La machi, es la “meica”, conocedora de
los secretos de la naturaleza y, en cuanto tal, sus funciones religiosas son
curativas. El equilibrio entre lo femenino y lo masculino aparece reflejado
en los símbolos del Kultrun. En este instrumento, no sólo se encuentran
representados todos los elementos del universo, sino que además están
retratados el poder del anciano y de la anciana, de la mujer joven y del
varón joven. Una comprensión de este tipo necesariamente derivó en una
sociedad cuyos comportamientos estaban regidos por el predominio y
valoración de la mujer en muchos aspectos de la vida. Posteriormente la
llegada del conquistador español significó, sin duda, el más importante
cambio cultural ocurrido en Chile. Se introduce la escritura, se pasa de
una religión animista y politeísta a una monoteísta y patriarcal. No sólo
se suprimen las costumbres más ancestrales del pueblo mapuche, sino que
la mujer es arrancada completamente del devenir religioso e histórico de su
pueblo. De la misma manera que la Religión del amor y todas sus
improntas fueron sepultadas por un nuevo modelo social y religioso,
muchas de ellas fueron reelaboradas a partir de figuras femeninas que
traían los conquistadores en su afán evangelizador. El modelo mariano,
exportado desde Europa, exigía para las mujeres bautizadas a la nueva
religión, un comportamiento sumiso y discreto. Frente a las injusticias que
implicó la conquista, fue clave el anuncio de resignación y pasividad frente
al sufrimiento. Una educación en la resignación que se contradijo con el
papel que la mujer ocupó en la cultura mapuche, no sólo a nivel religioso y
social, sino en la organización de su tribu y de sus tierras.

La mujer, en su calidad de generadora de la vida, fértil y fecunda,


explica el misterio sobre el origen de la vida. A través de estos mitos se
explica el cómo del surgimiento de la vida, pero también nos deja en
evidencia la comprensión que en aquellas épocas existía en torno a la
mujer, al varón y a las divinidades. Por tanto, la mujer no sólo es principio
originante de la vida, sino que, también, principio explicativo de cuanto

31
acontece en el cosmos: presencia del mal, del bien, del premio, del castigo
divino, etc.

A través de los mitos no sólo reconocemos el misterio de la mujer, sino la


comprensión que se tiene de la realidad en su conjunto y que permite una
autoexplicación de lo que somos los seres humanos. En esta medida los
mitos dan razón de las diversas antropologías que se han hecho presentes
en diversas épocas. Antropologías que de un modo u otro han sido
entrecruzadas por el afán des-deificador propio del monoteísmo israelita. En
estos mitos explicativos de la creación del hombre y de la mujer hay claves
que nos permiten comprender hoy la existencia de la mujer y de las
relaciones entre el ser humano y Dios. Las reinterpretaciones
antropológicas de los mitos antiguos pasaron, irremediablemente, a formar
parte de las religiones actuales y que nos entregan los fundamentos para
comprender al ser humano mujer desde perspectivas más limitadas.

32
1.3 ANALOGÍA

FIGURAS JUDEOCRISTIANAS Y FIGURAS DE RELIGIONES PAGANAS

Lo que hemos expuesto nos da una visión sinóptica de lo que ha sido, a lo


largo de la historia de la humanidad el fenómeno religioso. A veces más unido
en sus creencias y símbolos de que creemos. Es la constante pregunta que nos
realizamos, ¿cómo es posible que culturas tan distantes geográficamente y sin
posibilidad de intercomunicación hayan tenido creencias y símbolos tan
parecidos? En el siguiente recuadro veremos cómo el judeocristianismo, en
específico, reelabora muchos signos y formas de concebir el mundo que fueron
propias de las culturas primitivas.

FIGURAS FEMENINAS FIGURAS FEMENINAS


PAGANAS JUDEOCRISTIANAS

Figura Significado Figura Significado


La Gran Diosa Representante de Virgen María. La Dulce Madre y
Madre. la Religión del Nuestra señora capitana de sus
amor y de la de los cielos ejércitos es el
supremacía de lo prototipo del amor
femenino en el místico.
panteón de los
dioses y diosas.
Estructura Politeísmo El misterio La unión e
triádica. Dios Padre religioso. La Diosa trinitario interrelación de las
(El), una diosa Madre es adorada sustentado en tres personas
Madre (Elath o junto a Yahvé. las personas del divinas, pero
Anath) y un Hijo Padre, del Hijo eliminando a la
(Shaddai) y del Espíritu diosa Madre de la
Santo. triada y acentuando,
con ello, el
monoteísmo
masculino.
Diosa Sophia. Diosa Diosas que La Sabiduría, Yahvé Dios encarna
de la sabiduría. compartían el amor, la los rasgos que en los
Diosas de la panteón con otras justicia y la antiguos modelos
Justicia, del Amor divinidades y fertilidad están míticos fueron

33
y la Fertilidad ejercieron una presentes en el posesión de las
(Anath, Astaroth, función credo Diosas y de las
Athart, Nejustán) importante para el judeocristiano, mujeres. Y se
desarrollo de sus pero como elimina en el
civilizaciones rasgos del Dios monoteísmo la
masculino. presencia de la
imprenta femenina.
La serpiente, Es el misterio de La serpiente La serpiente hace
representación de la la vida. Tiene una está presente referencia a la
Gran Diosa. función curativa, en la mitología seducción, a la
pues renueva su judeocristiana. tentación, al pecado
piel Su presencia al castigo y a la
permanentemente. aparece muerte de la
Su hogar es el ampliamente en humanidad. Está
jardín. el relato del relacionada
génesis y en el exclusivamente a la
Apocalipsis. mujer como quien
desobedece e
introduce el mal y la
corrupción.
Mujeres profetizas, Por su relación a Las mujeres Por la distancia
juezas y ministras la Diosa, la mujer están presentes sexual y cultural que
que presidían los tiene un mayor en la religión las separa de la
templos y status y actúa con judeocristiana. divinidad y jerarquía
representaban a la plena libertad y Entre ellas se masculina, ellas
Diosa en la tierra autoridad. Las destacan ocupan un papel
(Deborath, Bath- mujeres son Débora, Ester, secundario y, en
Kol, Jezabel, protectoras de la Miriam, Ana, cuanto tal, bajo la
Noadías) religión matriarcal entre otras. potestad del varón.
Árbol con frutos, El árbol de la vida El árbol de la Comer del fruto tiene
frutas de la vida, las representa el vida, de la como consecuencia
manzanas y los conocimiento. ciencia del para la mujer ser
jugos extraídos de Este saber estaba bien y del mal castigada con la
ellas, como la en manos de las se encuentra en subordinación al
ambrosía, el néctar, Diosas, quienes medio del jardín hombre en todos sus
la leche y la miel se nutrían con su del Edén. Eva aspectos. Y para el
encuentran en poesía y ciencia a recibe el fruto hombre, por haber
manos de las todo el que de manos de la escuchado a su
Diosas. Ellas comiera de sus serpiente y, a mujer, se le castiga
recolectan, guardan frutos. Concedían su vez Eva, lo con el trabajo y la
y alimentan. Las la sabiduría y la entrega al muerte. Ambos son
Diosas son las inmortalidad y varón. expulsados del
musas inspiradoras, fueron las jardín e impedidos
son las nodrizas, las transmisoras de la de acceder al árbol
que amamantan, cultura. de la vida.

34
crían y educan.
Las Diosas Se desliga la Inmaculada Dado que la unión
vírgenes. Diosas sexualidad de la concepción de sexual entre hombre
madres que reproducción. María y y mujer tiene una
engendraban sin Suponían que la nacimiento carga pecaminosa,
conocer varón, sin madre sola es virginal de bajo esta figura se
la presencia del quien engendra al Jesús, su hijo. enaltece la idea de
principio masculino. hijo. Se Ana concibe a una concepción sin
La Gran Diosa autofecundaba así María en forma la presencia del
Abuela tenía una misma. , pues la virginal. María varón y sin el
hija de forma Diosa es padre y concibe a su contacto carnal. Con
virginal y ésta a su madre. Con ellos hijo Jesús sin esta connotación la
vez tenía un hijo sin se garantiza la la fecundación mujer es sólo un
la intervención de descendencia de José, su receptáculo del
un varón. matrilineal, pues esposo. Se semen del varón y la
implica la total rinde culto a nodriza del hijo. El
autonomía del ambas padre es el principio
principio advocaciones. de descendencia. De
femenino. La Por una parte, este modo, los hijos
interpretación que María es son del padre, hijos
se le da a la concebida sin de Santiago, hijos de
concepción mancha y en su Zebedeo, hijos de
virginal es honor se José, etc. Se niega la
metafórica, en celebra la fiesta intervención de la
cuanto se busca la de la “Purísima Gran Madre en el
permanencia en el concepción” y, misterio del
tiempo del linaje por otra, se nacimiento. La
femenino. celebra la concepción virginal
anunciación del es interpretada
nacimiento literalmente y
virginal de generalmente en
Jesús. Ambos vistas a anunciar la
credos grandeza del hijo que
pertenecen al viene. El que ha de
dogma de la nacer es hijo de un
Iglesia. Dios y de una
mortal.
Sacerdotisas de las Dada la creencia María Como consecuencia
religiones en la Diosa de la Magdalena. de un
matriarcales. Se fertilidad y de la Tiene un papel judeocristianismo
prostituyen en vida, las relevante en los dualista y patriarcal,
honor a la Diosa del sacerdotisas le evangelios. Es el comportamiento
Amor. Es la figura rinden culto una prostituta sexual de María
de la prostitución manteniendo que, según las Magdalena es
sagrada y de los relaciones características interpretado como

35
cultos afrodisíacos. sexuales en mencionadas una actitud
Sus fiestas eran santuarios por los relatos pecaminosa y
celebradas durante destinados para cumplía aberrante. En virtud
las épocas de las ello. En los mitos funciones de su conversión a
siembras, las arcaicos no hay semejantes a una vida desligada
cosechas o el nada más sagrado las que de la prostitución, es
apareamiento. que el acto sexual, cumplían las transformada en el
por tanto la sacerdotisas de prototipo de la mujer
prostitución las religiones exorcizada por Jesús
sagrada tiene una matriarcales. y perdonada de sus
finalidad religiosa. Es retratada pecados. Tras su
Esto implica una como una arrepentimiento es
libertad sexual en mujer de fiel seguidora de
la mujer cabellos largos. Jesús.
Con sus
lágrimas y su
cabello lava los
pies de Jesús.
Sacerdotisas del Cumplen Las otras Las otras mujeres
culto a Diosas. funciones mujeres- que acompañan a
Madre llorona que determinadas al madres que María la madre de
se lamenta en los interior del culto a acompañan a Jesús y a María
funerales por el la Diosa. Jesús. María la Magdalena en la
paredro muerto de Participan en los de Cleofás, muerte, lloraban y se
la Diosa Madre que ritos agrarios, María Salomé, lamentan al pie de la
moría y resucitaba. funerarios, de la hermana de cruz. María
fertilidad humano María, María de Magdalena en
ya animal que se Santiago y compañía de las
celebraban a lo María otras mujeres unge
largo del año en Magdalena. el cadáver de Jesús y
honor a la Diosa esparce perfumes
Madre. Ungen con sobre él. Con ello
aceites, lloran rememora los ritos
sobre la semilla funerarios y anuncia
muerta y la resurrección del
anuncian el hijo de Dios.
renacer de la vida,
esparcen
perfumes,
esparcen sus
cabellos y lloran
por la semilla
muerta.

1.4 Hacia una cosmovisión religiosa masculina

36
La religión matriarcal fue suprimida paulatinamente de las diversas
culturas, dando paso a creencias sostenidas exclusivamente en un Dios
masculino. Para ello las diversas genealogías que dieron cuenta del
nacimiento de un grupo social y religioso, excluyeron a las mujeres y
explicaron su origen a partir de una simbología masculina. La Biblia
judeocristiana contiene una serie de relatos que tuvieron deidades femeninas.
Paulatinamente estos relatos fueron transformados en fundamentos
explicativos del ser de Dios, su masculinidad y del rol del hombre y de la
mujer en el mundo. De este modo, Yahvé Jesús, Alá, Krisna y Buda son
hombres y, en cuanto tal, son una hipóstasis del ser divino.

a) El Señor de los animales

Se debería señalar como religión de los cazadores al Totemismo, pero este


fenómeno se disuelve bajo el análisis en una infinidad de complejos diferentes que
están lejos de descubrir ni siquiera el dominio de las civilizaciones de cazadores y
que, por otra parte, lo desbordan. Se trata de un conjunto de fenómenos
relacionados con la caza.

Hay que centrar las concepciones religiosas de los cazadores en una entidad bien
definida, que comporta a la vez representaciones ritos y reglas de conducta. Este
complejo define tan bien las relaciones del cazador con la naturaleza, que se le
encuentra invariablemente allí donde la caza tiene verdadera importancia. Se
trata del Señor de los animales. Es una personificación de un atributo del dios del
cielo, de su providencia sobre la caza. Usualmente es un animal fantasmal que le
juega tretas al cazador, que se le aparece, pero que si el cazador sabe

37
comportarse, hace ofrendas, lo convierte en su protegido. Pero ante todo precisa
que el cazador, si no quiere tenerlo en contra, observe la ética del cazador; no
matar sin necesidad, no despilfarrar la carne, y generalmente, conservar intactos
los huesos para que el Señor pueda reconstruir sus animales en provecho del
cazador.

b) El totemismo

El totemismo no es una religión. En el conjunto de hechos contradictorios que


comprende, se pueden señalar como características del totemismo propiamente
dicho una organización social en clanes, agrupamientos basados no en vínculos
de sangre, sino en vínculos míticos con una especie animal. Esta doble
asociación, entre hombres y un animal, se convierte en una afinidad mítica que se
supone nacida del hecho de que el antepasado era este animal. Como
consecuencia, se admite una verdadera fraternidad que prohíbe como incesto el
matrimonio en el mismo clan, así como matar y comer el animal tótem del clan.
Pero en una ceremonia periódica se da caza a un animal tótem y se le come de
una manera ritual para renovar la connaturalidad totémica.

c) El animismo

El término animismo sirve todavía hoy, en el espíritu de la gente, para designar


simplemente las religiones de los primitivos por oposición a las religiones
superiores, politeísmo y monoteísmo.

El animismo es el culto a los espíritus. Pero añadamos enseguida que la misma


cultura occidental ha tenido no pocas dificultades hasta ahora para concebir qué
es un espíritu. ¿Qué consideran los primitivos por espíritu? En primer lugar la
naturaleza de los espíritus, como en general, la naturaleza metafísica, estática de
las cosas, no les interesa. Lo que ellos llaman espíritu es simplemente un alguien
invisible. Ellos creen en una presencia que se manifiesta por una actividad,
presencia poco definida en cuanto a su figura, pero precisa en el tiempo y en el
espacio, actividad específica que supone en ellos un querer y un poder no muy
diferentes a los modelos conocidos; animales o humanos, pero invisibles.

Otro rasgo característico de los espíritus de los primitivos es que nunca son ni
ciertamente buenas, ni simplemente malas. Son fuerzas dirigidas por intenciones,
para las cuales no cuenta más que la manifestación de su presencia y de su
poder, benéficos o maléficos, según las circunstancias. De ahí una de las
consecuencias del animismo: la complejidad de las relaciones con lo espiritual,
cosa que conduce a la existencia de los especialistas que pueden discernir las
intenciones y las exigencias de estas presencias, estos son los chamanes.

38
Para aclarar este complejo fenómeno esquematizaremos lo siguiente, el animismo
tiene dos componentes fundamentales:

1.- La creencia en los espíritus de la naturaleza o naturalismo


2.- El culto a los muertos o manísmo

Uno y otro se reduce a uno de los aspectos de la vida agraria, el sedentarismo. El


nómada, recolector o cazador, se distingue por su conocimiento del medio
natural. En este medio todo es familiar. Pero para el sedentario, el mundo se
divide automáticamente zonas, una zona familiar, la aldea y los campos, y una
zona desconocida, y por ende, inquietante, el bosque y la montaña El mundo
exterior es desconocido y de la selva, como de la montaña, salen de improviso
ruidos, emanaciones. Este conjunto de presencias constituye el naturalismo.

En el mundo familiar, en este maridaje con la naturaleza, no todo es paz y


seguridad, particularmente si los muertos conocidos por el hecho de ser próximos
resultan manejables, en cambio más allá de la cuarta generación, ya no se
conocen. Entonces esos muertos se convierten en otras tantas presencias
inquietantes.

La idea de alma, fundada sobre la experiencia de una actividad particular en el


hombre, independiente del cuerpo, en los sueños y en el pensamiento, es
universal. Pero la mayor parte de los primitivos admiten varias almas: el aliento,
la sombra, la personalidad, etc., cada una de ellas con un destino particular. El
animismo supone la fusión de la idea de alma con las presencias concebidas
directamente a partir de las impresiones de la naturaleza, el culto a los muertos, o
por lo menos, el cuidado a los muertos, provoca esta fusión. Aquí hablamos de
manísmo.

El sedentario debe establecer un cementerio, lugar esencialmente ambiguo en la


frontera de los dos mundos. En efecto, los primitivos, con muy escasas
excepciones, desconocen la cremación, que sirve al hombre para desembarazarse

39
de los muertos. Entre los nómades se abandona el cadáver. El sedentario debe
buscar un lugar estable para sus difuntos

d) El fetichismo

Es un fenómeno limitado al dominio oeste africano. Se designa con el nombre de


fetiche a objetos en los cuales se cree está encerrado un espíritu a merced de los
hombres. El fetiche puede ser descubierto en la naturaleza cuando un hombre
cree que un objeto le hace una señal. Lo guardará y le confiará a él durante todo
el tiempo que pueda comprobar su eficacia, si el fetiche deja de obrar, se cree que
el espíritu lo ha abandonado, y entonces el objeto pierde su valor.

e) La magia

Forma parte del animismo y se divide en dos:

- Hechicería, por la cual un especialista somete a su voluntad a un


espíritu para hacerle ejecutar o sufrir lo que le plazca; para el espíritu será fijado
sobre un objeto material en el cual será esclavo o víctima. Cuando el fin
perseguido es maligno y antisocial, el hechizo se denomina embrujo.

- Magia de protección. Todo lo que se cree puede detener a un


espíritu, como cebo, carnada, signo de fuerza superior.

IV. RELIGIONES ANTIGUAS MÁS ELABORADAS

1. RELIGIÓN EGIPCIA9

El mundo egipcio aparece como el pueblo más religioso En este pueblo, la


religión es un fenómeno social; es un instrumento mediante el cual los egipcios
han demostrado su voluntad colectiva de no sucumbir a la naturaleza. El egipcio
consagra todo su esfuerzo a la conservación. La creación es para él un milagro en
medio en medio de lo increado que la envuelve. La universalidad de lo posible no
ha sido creada, sino que alrededor del ser subsiste una inmensidad del no ser,
que amenaza continuamente con invadirlo y que sólo se mantiene bajo el control
por la acción humana de los ritos.
No tiene nada de extraño, pues, que dado que la civilización egipcia vivía en la
angustia de la invasión del caos, nueve de cada diez de los documentos que nos
han llegado de ella son representaciones o textos religiosos. Las fuentes más
importantes en su documentación religiosa son los textos de las pirámides y los

9
Eliade, Mircea, Historia de las creencias y de las idea religiosas. Vol. IV. Las religiones en sus textos.

40
textos de los sarcófagos, de las V-VI dinastías, publicaciones como las del templo
de Edfu, el cuerpo de los textos funerarios reales del antiguo imperio.

a) Los dioses

Entre las diversas categorías de seres imaginarios que poblaban el universo


egipcio, esta el hombre del dios o diosa Neter. En la religión egipcia existe un
gran antropomorfismo, dioses con forma humana, los cuales no sólo tienen una
apariencia visible, sino que además tienen un comportamiento humano. Una
característica importante es que los dioses egipcios no se han revelado. Al
contrario, se imponen como necesidades surgidas de la existencia, como
expresión de fuerzas concebidas, como motores de los fenómenos naturales.

Por otro lado, se denomina a ciertos animales sagrados almas de los dioses, como
en el caso del famoso carnero de Mendes, que incorporaba las almas de cuatro
dioses, Ra, Chu, Geb, Osiris, Apis.

Los tres aspectos del sol de la mañana, del mediodía y de la tarde, se pueden
dividir entre tres divinidades; Ra, Atún, Khépri, para designar en su totalidad al
sol diurno. El sol nocturno, es decir, el que durante la noche viaja bajo la tierra de
oeste a este es Osiris.

Los dioses, además de las fuerzas de la naturaleza, se les dotan de reacciones


humanas, se regocijan, lloran, se encolerizan, mienten, hacen trampas, aman u
odian.

Del mismo modo existe un dios- luna, Ioh, la luna divina en tanto que astro, se
convierte en contable universal, pues es el instrumento más simple y seguro que
los egipcios han conocido para el cómputo del tiempo.

Existe una relación entre que une al dios con el fenómeno natural que representa,
todos los dioses son ricos en mitos, manifestaciones, implicaciones astronómicas,
meteorológicas, agrarias y sociales, por ejemplo; Osiris, el grano que renace
después de haber sido enterrado. El Nilo, reconoce una nueva crecida después de
los meses de estío. La Luna, resplandece después de un período de invisibilidad.
El sol, reaparece después de la noche. El egipcio constata en todos estos
fenómenos naturales y que son atribuidos a diversos dioses, que en la vida todo el
cíclico, nada perece, todo vuelve a la vida. ¿No será que estos fenómenos y su
renovación marcan también el destino de la humanidad? Estos hechos están
sujetos a la periodicidad, la renovación del ciclo, es esperada y deseada, hasta
provocada a través de los ritos apropiados al dios que es el eterno retorno.

Los dioses están capacitados para modificar el destino individual de los hombres,
que queda enteramente en sus manos. Sin embargo, no pueden cambiar el curso
de los acontecimientos cósmicos, pueden dejar de actuar para así detener los
fenómenos, pero no tienen el poder de alterarlos. En realidad, tampoco lo desean,

41
ya que aman el orden, Maat, que muchas veces pueden mantener sin la ayuda de
los hombres. Este hecho es el que le da sentido a la religión egipcia.

b) Las creencias funerarias

“Los rituales de los sarcófagos, funerarios y momificaciones, se encuentran


insertos dentro de un gran movimiento religioso popular llamado religiones de los
misterios, este proviene de diversos contextos culturales y geográficos, que
aglutinaba a los fieles en la celebración de un misterio divino de muerte y retorno
a la v ida, la que aparecía a través de un mito de una divinidad popular: Osiris, en
Egipto, en toro sagrado de Mitra, en Irán, Dionisio Baco, en Roma, etc.” 10

El principal problema del hombre de todos los tiempos ha sido la muerte. Por eso,
los primeros vestigios humanos, van acompañados de los primeros síntomas del
interés religioso por la muerte y, asimismo, los primeros documentos y escritos de
la humanidad tienen como principal preocupación la muerte. En Egipto los textos
de los sarcófagos y los textos de la pirámides nos san cuenta de este tema. Ambos
son textos religiosos inscritos al interior de las paredes de las pirámides de ciertos
faraones de la V y VI dinastía (2.425 - 2.300 A.c.) Y los textos de los sarcófagos,
inscritos en el interior de los sarcófagos y pertenecen al Reino Medio (2.250 -
1.580 A.c.).

Había una manera que le ofrecía la esperanza de superar la muerte: la naturaleza


tenía ciclos permanentes de muerte, seguida de nueva vida, el invierno era
siempre seguido de primavera y verano. Este ciclo era garantizado por los ritos de
fecundidad de la tierra. Si las plantas y los árboles, aparentemente muertos en
invierno, volvían a la vida renovada en primavera, por medio de las fiestas rituales
de fecundación de la tierra, ¿por qué no podía ocurrir lo mismo con la vida del
hombre? ¿Por qué la muerte humana no podía ser superada gracias a ritos de
vitalización? De aquí que el esquema fundamental de esta religión, en general de
todas las religiones de los misterios sea de muerte y eterno retorno.

“Tus dos alas están desplegadas como un halcón, con espeso plumaje, como el
halcón que por la tarde se ve atravesando el cielo. Vuela. Este rey Pepi vuela
alejándose de vosotros mortales. El no es de la tierra, es del cielo...” 11

2. LA RELIGIÓN SUMERIA

10
Bentué Antonio, La opción creyente, Pág. 57
11
Eliade Mircea, Historia de las creencias y de las ideas religiosas, Pág. 368

42
Los sumerios poseyeron una religión cuyas divinidades permanecían muy
próximas a los hombres, jugando como estos un papel definido, cada uno en un
sector apropiado a su naturaleza y competencia y quedando sometidos a las
incidencias buenas o malas de un destino.

No hay que sorprenderse de encontrar en esas antiguas composiciones literarias


una enseñanza que expresa el producto de la reflexión de los pensadores
sumerios sobre el hombre y el universo.

Una de las obras más considerables debidas al genio de Summer es la célebre


“EPOPEYA DE GILGAMESH”12, conocida por la versión Akkadia, mucho más
completa que la sumeria. He aquí, en forma esquemática su contenido.

Gilgamesh es rey de Unug (Uruk), y está lleno de un ansia de poder brutal,


gobierna con inteligencia, pero trata a los que están sometidos sin miramientos.
Así, los habitantes de la ciudad piden a los dioses que les mande un adversario
capaz de enfrentarse a Gilgamesh. La diosa Arura, llama, pues, a Enkidú, ser
apenas humano que vive en la selva. Se le trae a Unug y es transformado en
hombre. Enkidu y Gilgamesh comienzan a luchar, pero, en lugar de convertirse
en enemigos, entre ellos surge una gran amistad. Gilgamesh abandona su pueblo
y parte con su amigo en busca de aventuras. Interviene Innana, diosa del amor y
de los combates, quien se enamora de Gilgamesh y le declara héroe. Este la
rechaza, pues quienes conocían a Innana tenían un triste fin. Innana herida por
su actitud, pide a su padre, el gran dios An, que lance un toro celeste contra los
dos compañeros. En esta lucha muere Enkidu. Gilgamesh se ve sobrecogido por
el dolor y por el espanto ante el cuerpo inerte de su fiel amigo.

“El que conmigo soportó toda fatiga,


Enkidú, al que amaba tiernamente.
¡Ha sufrido el destino de la humanidad!
Día y noche lo he llorado.
No quise enterrarlo siquiera,
por si mi amigo a mis lágrimas resucitara.
Siete días y siete noches,
hasta que un gusano salió de su nariz.
¿Por qué Gilgamesh andas errante?
No hallarás la vida que persigues.
Cuando los dioses crearon a los hombres,
la muerte destinaron a la humanidad,
reteniendo la vida en sus manos.”13

Una idea se apoderó de Gilgamesh, escapar de un final parecido, conquistar la


inmortalidad. Consigue del dios Ziudsuddu (“Vida de días muy largos”), una
12
Eliade, Mircea, Historia de las creencias... Pág. 341
13
Eliade, Mircea, Historia de las creencias... Pág. 340

43
planta de la inmortalidad, quien posee la propiedad de dar una nueva juventud a
quien come de ella. Regresa a su país, pero en el camino una serpiente se apodera
de la planta y se la come. El reptil muda inmediatamente su piel. Gilgamesh,
vuelto a su ciudad de Unug, se hace más juicioso y reemprende su actividad
como rey.

“Desde que los dioses hicieron a los hombres,


dirigieron la muerte hacia los hombres,
guardaron la vida para ellos.
Tu, Gilgamesh, llena tu panza.
Y , noche y día regocíjate.
Convierte cada día en una fiesta,
y noche y día baila y retoza...
Estrecha al niño que coge tu mano.
Que la mujer en ti se regocije,
tal es la única ventaja de los hombres.
Este es el destino de la humanidad eternamente.”

¿Cuál es el sentido de este relato? En Gilgamesh prevalece la forma afirmativa de


querer vivir. El busca, frente al horror de su amigo muerto, no desaparecer. Pero
esto no basta, el héroe fracasa, pues el acercamiento entre los contrarios no
puede hacerse para el exclusivo provecho de uno de ellos. Es la serpiente uno de
los símbolos del eterno retorno, quien aparece con su muda periódica para
manifestar la naturaleza de lo que reduce la oposición entre el ser y el no ser, el
devenir, el cambio del eterno retorno.

El devenir es la figura misma del cosmos sumerio. El mundo nace. El devenir se


halla concretizado e ilustrado por ciertos seres divinos de formas vagas que
constituyen una especie de puente articulado moviéndose entre un mundo que
llega a su término.

3. RELIGIÓN BABILONIA - MESOPOTAMICA (ELAMITA)

No existe una religión babilónica independiente de la sumeria. Respecto a la


religión de la Antigua Mesopotamia únicamente subsisten dos clases de
testimonios, redactados los unos en sumerio y los otros en babilonio (akkadio,
lengua semítica).

Las divinidades se repartían en ocho grupos por el siguiente orden: las de Annu,
de Enlil, de la diosa madre, de Enki- Ea, de Nanna-sin, de Innana-Ishtar, de
Ninurta y de los dioses infernales. En su generalidad estos dioses aparecen
acompañados por grandes grupos familiares, parejas, hijos, consejeros, barberos,
cocineros, todos ellos ocupan el lugar que le corresponde en su corte.

44
Las listas de los nombres divinos muestran a los dioses en posición de descanso,
como en un enorme listado. Sólo a través de los mitos o de las narraciones
legendarias podemos ver a algunos de ellos en acción. Se distinguen dos temas
principales, el de la promoción de los dioses, y el de la creación de la humanidad.
Con respecto a los mitos de creación nos encontramos con el gran poema
babilónico de la creación del hombre y del cosmos. Poema que tiene una grandeza
en su diseño, que busca fundir la creación del hombre con la organización del
mundo en su conjunto, y tal vez, de percibir en el fondo de ese mundo un residuo
del desorden primitivo sometido a la voluntad divina.

“Cuando arriba el cielo no tenía nombre,


cuando abajo la tierra firme no había recibido nombre,
fue Apsu quien los engendró, Tiamat, quien los dio a luz a todos...”

El poema de la creación tenía por ventaja de asociar estrechamente cosmogonía y


teogonía, de asociar el nacimiento de los dioses y el nacimiento de los hombres, de
absorber esta física ingenua en el pensamiento religioso. Por su parte, otros
mitos, como el de Nergal y Ereshkigal, unió el del cielo y el del infierno,
sometiendo así la muerte a la vida, los demonios a las fuerzas del bien.

Otros poemas no se dedican a describir el establecimiento del orden en el mundo,


sino su restablecimiento, tras hacer sido apaciguada y vencida la revuelta de un
dios secundario. Y no debe olvidarse que todavía otros mitos, como el de Ninurta,
el descenso de Ishtar a los infiernos y relatos como el del diluvio, habían sido
usados desde el sumerio.

En lo que atañe a la religión, es sobre todo a través de la Biblia como babilonia ha


influido en nuestra religión. Entre los relatos del Antiguo Testamento, inspirados
en Mesopotamia, todos lo interpretes están de acuerdo sobre el indudable
parecido del relato del diluvio, sometido a una postura monoteísta, pero provisto
todavía de detalles tan característicos que excluyen toda posibilidad de origen
independiente. Lo mismo acontece con el tema de la creación del hombre en el
libro del Génesis, del paraíso terrena, de la serpiente, del árbol de la vida, y del
conflicto entre cultivadores y pastores (Caín y Abel).

V. ARBOL GENEALOGICO DE LAS RELIGIONES.

1. División de las religiones por concepción teológica


Teísmo: es la creencia en una o más deidades. Dentro del teísmo cabe
distinguir entre:

45
a) Monoteístas: aquellas religiones que afirman la existencia de un solo
Dios, que a menudo es creador del universo. Las religiones
monoteístas más numerosas son el cristianismo y el islam. Otras más
minoritarias son el judaísmo, zoroastrismo
b) Politeístas: creen en la existencia de diversos dioses organizados en
una jerarquía o panteón, como ocurre en el hinduismo,
el shinto japonés, o las antiguas religiones de la humanidad como la
griega, la romana o la egipcia. También cabe incluir aquí la mayoría
de corrientes del neopaganismo moderno.
c) Henoteístas: el orientalista alemán Max Muller acuñó éste término en
el siglo XIX para referirse a la creencia en un sólo Dios en la que se
admiten otras deidades, como sucedía en la antigua religión egipcia
especialmente con Akenatón. Aunque ya en la época de Muller resultó
un término problemático21 y quedó con el tiempo incluido
académicante dentro de politeísmo, panteísmo, etc... dependiendo del
caso histórico. Actualmente, algunas sectas y cultos neopaganos han
resucitado el término22
d) Dualistas: aquellas religiones que suponen la existencia de dos
principios o divinidades opuestos y enfrentados entre sí, aunque sólo
uno de ellos suele ser merecedor de veneración por sus fieles
mientras que el otro es considerado demoníaco o destructivo. Cabe
incluir en esta categoría el maniqueísmo y el catarismo.
No teístas: Hay religiones como el budismo y el taoísmo, que desdeñan o
rechazan la existencia de dioses absolutos o creadores universales, o
bien les otorgan funciones menores o muy específicas (como, por
ejemplo, la creencia taoísta en el Emperador de Jade). En ocasiones,
estas deidades son vistas como recursos metafóricos utilizados para
referirse a fenómenos naturales o a estados de la mente.
Panteísmo: es la creencia de que el Universo, la naturaleza y Dios son
equivalentes.

2. División de las religiones por revelación (Religiones reveladas o no


reveladas)

a) Las religiones reveladas se fundamentan en una verdad revelada de


carácter sobrenatural desde una deidad o ámbito trascendente y que
indica a menudo cuáles son los dogmas en los que se debe creer y las
normas y ritos que se deben seguir.
b) Las religiones no reveladas no definen su origen según un mensaje
dado por deidades o mensajeros de ellas, aunque pueden contener
sistemas elaborados de organización de deidades reconociendo la

46
existencia de éstas deidades y espíritus en las manifestaciones de la
naturaleza.

3. División de las religiones por origen

Otra clasificación de las religiones es por origen o familia. Las religiones se


agrupan en troncos de donde derivan, por ejemplo:

Usualmente se acepta que las principales familias de religiones son las


siguientes:

a) Familia de religiones abrahámicas o semíticas.
b) Familia de religiones dhármicas o índicas.
c) Familia de religiones iranias.
d) Familia de religiones neopaganas.
e) Familia de religiones tradicionales africanas.
f) Familia de religiones tradicionales nativo americanas.

4. Sectas o Nuevos Movimientos Religiosos

Algunas religiones, de reciente creación, tienen un estatus complejo ya que


no son reconocidas como religiones de manera universal. Una secta o Nuevo
Movimiento Religioso, según la antropología y la sociología, es, desde el
punto de vista sociológico, un grupo de personas con afinidades
comunes: culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etc. Habitualmente es
un término peyorativo, frente al que ha surgido el eufemismo «nuevos
movimientos religiosos».

Aunque el vocablo «secta» esté relacionado con grupos que posean una
misma afinidad, con el paso de los años ha adquirido una connotación
relacionada con grupos de carácter religioso, a los que se califica como
«secta destructiva». Estos grupos pueden tener un historial judicial en uno o
varios países, por manipulación mental o por ser grupos de carácter
destructivo. En algunos países, algunas de estas no están reconocidas o
autorizadas. A menudo una secta está centrada en el culto personal al
profeta o líder, del grupo. La palabra secta se ha concebido derivada,
principalmente, del latín seqüi: ‘seguir’.

VI. LAS PRINCIPALES RELIGIONES ACTUALMENTE PRACTICADAS EN


EL MUNDO.

47
1. Budismo: fundada por Siddhārtha Gautama (Buda Gautama o El
Buda) en el siglo VI a. C. Actualmente extendida por todo el mundo a
excepción de la mayoría de países africanos.
- Theravāda: rama más antigua del budismo surgida
alrededor de la primera compilación budista
escrita. Asentada originalmente en India y
el Sudeste asiático.
- Mahāyāna: movimiento de reforma surgido en
el siglo I. Es el más numeroso actualmente.
Asentada originalmente en China, Japón y el
Sudeste asiático.
- Vashraiana: parte del mahayana pero definido
propiamente por su influencia del tantrismo hindú.
Asentada originalmente en la región de los
Himalayas, Kalmukia, Japón y Mongolia.
- Confucionismo: sistema ético y moral que rige la
sociedad china. No es propiamente una religión, si
bien esta denominación es discutida.

48
2. Hinduismo: originada en India. Agrupa distintas creencias alrededor de
las Escrituras védicas (aprox. del siglo X a. C., la cultura de textos y
religión de la India.
- Shivaísmo: se centra en el dios Shivá; sus
seguidores se llaman shivaístas. El texto más
antiguo es del siglo V a. C. aprox.
- Vaishnavismo: se centra en la deidad Vishnú.
- Advaita Vedanta: basada en la doctrina vedānta y
el prasthana trayi (los tres textos canónicos de la
doctrinas hinduistas).

49
3. Bahaísmo: fundada por Bahá'u'lláh (1817-1892), considerado por sus
partidarios como el prometido de todas las religiones. Su enseñanza
central es la unidad de la humanidad.

4. RELIGIONES INDIGENAS: religiones practicadas por


grupos y sociedades tribales y clánicas de todo el
mundo.
 Animismo.
 Brujería.
 Chamanismo.
 Fetichismo.
 Totemismo.

50
 Australianas: practicadas por los aborígenes de
Australia, suelen usar la interpretación de sueños.
 Americanas: realizan un culto a la naturaleza y
pueden utilizar plantas y elementos psicoactivos
como el peyote.
 Andinas: recogen elementos de la mitología inca y
de otras antiguas, realizando un sincretismo
chamanista.
 Mexicanas: recogen elementos de la
mitología azteca y maya realizando un sincretismo
chamanista.
 Africanas: agrupan multitud de creencias
transmitidas oralmente.
- Yoruba (yorubá): de ella se derivan multitud de
sincretismos en toda América.
- Vudú: originada en África Occidental y
asentada en el Caribe y sur de EE. UU.
- Santería: originada desde un sincretismo entre
el animismo y las creencias cristianas.
- Candomblé: de origen totémico, es un
sincretismo de religiones afrobrasileñas.
- Kimbanda: originada en Brasil por el
sincretismo del cristianismo con religiones
africanas y creencias cristianas.
- Umbanda: originada desde un sincretismo
entre candomblé, y las creencias cristianas.

51
5. Islam: basada en las enseñanzas del Corán, transmitido por el
profeta Mahoma (nacido en el 570 d. C.).
- Chiismo (shii): siguen el Ahl al-Bayt o autoridad de
la familia de Muhammad y sus descendientes. Es la
segunda afiliación más grande al Islam.
- Sunismo (sunni) a diferencia de los chiíes, los
suníes aceptan el califato de Abu Bakr (573-634).
Es la rama más grande del Islam.

52
- Sufismo: el sufismo no es propiamente una rama
del Islam sino una tradición mística que aparece
tanto con seguidores chiíes como suníes.

6. Shinto: religión nativa de Japón, en su origen chamánica y animista.


Es seguida por muchos japoneses.
7. Mandeísmo: una religión muy antigua que parece ser descendiente
del gnosticismo antiguo y rinde culto a Juan el Bautista. Probablemente
son los sabeos mencionados en el Corán. Cuenta con 38.000
seguidores, casi todos en Irak.
8. Neopaganismo: se refiere a todos los movimientos religiosos que
reconstruyen antiguas creencias del paganismo, principalmente
europeo.
9. Samaritanismo: una rama disidente del judaísmo, muy antigua, con
sede en Samaria (Israel), que es pretalmúdica y de hecho, no reconoce
al Talmud.
10. Taoísmo: conjunto de enseñanzas filosóficas y religiosas originadas
en China partir de Lao-Tse (Laozi) en el siglo VI a. C.

53
11. Zoroastrismo: de orígenes inciertos, aparece como religión alrededor
del siglo V a. C. Sus enseñanzas se basan en el profeta y poeta
Zoroastro del antiguo 

12. Judaísmo: basado en las enseñanzas de la Torá. Principalmente


en Israel, pero después de la diáspora están extendidos en el mundo.
 Conservador: llamado Maserti. Señalan la importancia del
movimiento sionista en el judaísmo.
 Secular: el judaísmo secular es aquel que se ve independiente de
organizaciones.
 Ortodoxo: llamado Haredi. Es la línea teológica más conservadora
del judaísmo.

13. Cristianismo: centrada en la figura de Jesús de Nazaret (siglo I).


Presente en casi todo el mundo, excepto el norte de África y gran parte
de Asia (presente en Rusia, antiguos países soviéticos asiáticos
y Filipinas)

54
 Iglesia católica: iglesia proveniente del cristianismo en Europa Occidental.
Principalmente en América Latina y Canadá en América. Buena parte
de Europa suroccidental.
 Iglesias orientales católicas: agrupa a 22 iglesias que aceptan la autoridad
del papa católico romano pero mantienen ritos independientes.
 Iglesia ortodoxa: iglesia proveniente del cristianismo en Europa Oriental y
Asia Menor. Está presente principalmente en Rusia, Grecia, y buena parte
de la Europa del Este (excepto Albania, Croacia, Hungría, Eslovaquia y
Polonia), además de Georgia, Kazajistán y Chipre en Asia. Actualmente se
ha expandido alrededor del mundo principalmente gracias a emigrantes de
esos territorios
 Iglesia copta: iglesia proveniente del cristianismo en África. Su origen radica
en el Patriarcado de Alejandría que se separó del resto del cristianismo en el
año 457. Se trata de los cristianos nativos de Egipto (coptos), de teología no
calcedoniana. Principalmente en Egipto, Etiopía y Eritrea.
 Movimiento rastafari Rama surgida de la Iglesia Copta que considera
a Haile Selassie un enviado de Dios para la liberación de África.
 Iglesia Anglicana: surgida por la escisión creada por Enrique VIII (1491-
1547) de la iglesia católica romana. Se consideran así mismos como

55
católicos y como la "vía media" entre catolicismo y protestantismo. Son la
religión predominante en Inglaterra, Nigeria y Australia.
 Iglesia de la Unificación : Creada por el Ingeniero surcoreano Yong Myong
Moon quien cambió su nombre a Sun Myung Moon, se creó en 1957, pero
en el año 2001 fue nombrada ya con el nombre de Iglesia, debido a que
desde 1957 hasta el año 2001 era nombrada casi siempre
como Unificacionistas Moonistas (así salía en los títulos de entrada a la
Iglesia, como por ejemplo: Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, entre
hermano y conviértase), e incluso la gente surcoreana Unificacionista
decía vamos a los Unificacionistas Moonistas. Esta iglesia se hace llamar
cristiana, pero ninguna iglesia de esta religión la acepta cristiana.
 Los Gitanos Aleluyas : Creada por George Borrow.
 ''Pare de Sufrir'' Iglesia Universal del Reino de Dios : Esta secta religiosa
tuvo su origen en Río de Janeiro, Brasil, aproximadamente en 1977 y su
fundador y actual dirigente es Edir Macedo. Su énfasis es: "Entre más
dinero le des a Dios, más bendiciones tendrás". La llamada "teología de la
prosperidad" en su más alto nivel.
 Iglesia de la Cienciología: Fundada en 1953 por L. Ronald Hubbard, en Los
Ángeles, Estados Unidos. Su principal objetivo es el económico mas no
tanto el espiritual. Aunque el 99% de las religiones en el mundo no
consideran esta Iglesia como Iglesia ni esta Religión como Religión.
 Protestantismo: conjunto de iglesias cristianas aparecidas desde el siglo XVI
tras la reforma de Martín Lutero y escindidas de la Iglesia Católica.
Luteranismo: fundado por Martín Lutero (1483-1546) rechazando la
autoridad del papa católico.
- Calvinistas: profesan el espíritu de Juan Calvino (1509-1564).
Actualmente agrupa a numerosas iglesias protestantes de Australia y
EE. UU. Predominan en Escocia
- Baptista: surgido en el siglo XVII desde el protestantismo.
- Metodismo: movimiento surgido desde el protestantismo en Gran
Bretaña, en el siglo XVIII. Extendida por EE. UU.
- Pentecostalismo: movimiento impulsado en 1901 por Charles Fox
Parham, predicador metodista de EE. UU.
- Cuáqueros: movimiento protestante fundado en el siglo XVII en
Inglaterra, rechaza la jerarquización del protestantismo y se centra en
la «luz interior» o chispa divina en cada ser humano.
- Unitarios: nace a partir del pensamiento desarrollado principalmente
por Miguel Servet y Fausto Socino en el siglo XVI, niega la Santísima
Trinidad y afirma el uso de la razón en la religión.

56
- Universalistas: surge del metodismo inglés aunque arraiga
principalmente en EE. UU., afirma la salvación universal y la
inexistencia del infierno.
- Iglesia Unificada de Cristo: formada en 1957, agrupa a iglesias
reformadas, evangélicas y congregacionales de EE. UU.
- Adventistas: familia de iglesias protestantes de carácter conservador o
literalista, la mayoría originadas en EE. UU.
- Adventistas cristianos: fundada en 1860.
- Iglesia Adventista del Séptimo Día: fundada en 1863.
 Davidianos: fundada en el siglo XX.
 Cristadelfianos: fundada en 1844, son evangélicos de teología unitarista.
 Conferencia General de Dios: fundada en 1921.
 Iglesia de Dios y los Santos de Cristo: fundada en 1896.
 Espiritismo: Fundado en Francia en 1857. Escuela científico-filosófica, y
religiosa. Basado en la codificación de Allan Kardec.
 Testigos de Jehová: fundada en 1870 y conocidos como «los estudiantes de
la Biblia» hasta 1931. Presentes en 236 países.
 Mormonismo: fundada el 6 de abril de 1830 por José Smith hijo. Su nombre
oficial es: «La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días»

VII RELIGIOSIDAD POPULAR EN AMÉRICA LATINA

Al hablar de “cultura popular”, por ejemplo, se hace referencia a aquella


cultura propia del pueblo en cuanto cultura de “masas”, por oposición a una
cultura más elitista que sólo atañe a una parte minoritaria más instruida o
específica de la población. Por otro lado el término cultura popular también hace
referencia a aquello que nos define como pertenecientes a una nación o territorio,
dándonos cierto tipo de identidad hacia un grupo. En contraste, el término se
utiliza también para referirse a creencias populares, como leyendas urbanas, etc.,
y a la desinformación social. La antropóloga Dolores Juliano14, por su parte, hace
algunas precisiones para referirse a la cultura popular. No se puede decir sin más
que la cultura popular sea la absorción masiva de la cultura oficial, pues la
cultura popular en sí misma ya es una cultura con sus propios códigos. El
problema radica en que la cultura popular no accede a la producción cultural del
mismo modo que lo hace la cultura más instruida. De aquí la importancia de
incorporar el concepto de “identidad social”, como la construcción de

14
Cfr. Entrevista a Dolores Juliano Corregido,”Los géneros de la cultura. Antropología, feminismo y
cultura popular”. Por Enrique Santamaría y Juan de la Haba.

57
significaciones sociales en las que intervienen la clase social y las diversas
cosmovisiones religiosas, políticas, laboral y étnica de cada grupo.

1. Definición de religiosidad popular15

El término popular hace referencia a las clases populares, urbanas y


rurales, que se entremezclan con las culturas indígenas, mestizas, negras y
mulatas, según países y regiones. Esto arroja una enorme heterogeneidad
del cristianismo popular latinoamericano. El término popular enfatiza la
situación de pobreza en que viven los países del tercer mundo, entre ellos,
los países latinoamericanos. Urge prestar atención a la religiosidad de los
pobres. De igual forma se precisa poner atención especial a las múltiples
formas de religiosidad popular semicristiana ligadas a la cultura
precolombina y afroamericana.

En un esfuerzo por redescubrir y valorar los diversos mitos, ritos y


símbolos populares, el Documento de Puebla (444 - 469) define “religiosidad
popular” como la forma o existencia cultural que la religión adopta en un
pueblo determinado. Esta compuesta por un conjunto de:

1. Hondas creencias selladas por Dios (trascendencia)


2. Actitudes básicas que de estas convicciones se derivan (normas de
conducta)
3. Expresiones en que se manifiestan (ritos)

En nuestro continente existe una profunda unidad entre el mundo


religioso y la vida cotidiana, por tanto, la comprensión de Dios como
trascendente tiene directa relación con las diversas formas de expresión que
caracterizan dicha religiosidad y las conductas morales, en todos sus
ámbitos, exigidas por Dios y corroboradas al interior de la comunidad. Es
una fe marcada por una directa ingerencia de las creencias en la vida
práctica y que exigen, como parte de la piedad, actitudes de compañerismo,
solidaridad, compromiso, etc.

2. Elementos de análisis16

15
Documento de Puebla. La evangelización en el presente y en el futuro de América Latina.
Editorial CELAM, Chile, MAYO 1979

16
Cf. Gissi, Jorge. Identidad latinoamericana: psicología y sociedad. Ed. Impresión gráfica
Andes. Santiago de Chile, 1987

58
a. Desde la conquista, los pueblos latinoamericanos, han sido conducidos a
una comprensión de Dios tal y cual era entendida por los conquistadores.
Desde este punto de vista, la educación religiosa hispana acentuó sobre
manera al Dios castigador propio del Antiguo Testamento. De igual modo
las nuevas culturas provenientes de Europa, entregaron la propia
comprensión de la estructura celestial. Una comprensión jerarquizada y
piramidal, en la que se destacó la presencia de Dios como Rey y Señor. En
cambio María aparece como protectora y benéfica, amante de su hijo y
ligada a la tierra a través de su fecundidad de Madre. Rasgos que tuvieron
sentido para los indígenas evangelizados, en cuanto en sus propias
culturas existía, desde tiempos inmemoriales, una cosmovisión en sintonía
a la naturaleza.

De este modo, la Virgen Reina ha sido y hasta hoy es más importante para
muchos que el Dios-creador o que Jesús Rey. Esta Virgen Madre implica a
un Jesús niño e hijo en sus brazos, victima de la violencia posterior del
dominador, análogamente a los pobres, débiles y sufrientes de nuestro
continente.

b. Dada la simbiosis que existe entre los espacios sagrados y la


cotidianeidad, no podemos obviar la comprensión que los creyentes tienen
de su propia estructura social, política y familiar, con la forma en que se
perciben las relaciones divinas. Por tanto, es central conocer las imágenes
de Padre, madre y hermano que operan en la psiqué popular y las
relaciones entre ellos. Es válido preguntarse, entonces, de qué modo las
propias carencias afectivas o la satisfacción experimentada en el núcleo
familiar, son fundamentales para vivir una experiencia religiosa en relación
a Dios, a Jesús, a María y a los santos.

Según Jung, la doctrina de la trinidad corresponde en su origen a un orden


social patriarcal. Desde el punto de vista psicológico la ausencia de la
madre y de la femineidad es patente, e implica la ausencia de un arquetipo,
que para Jung, expresa una necesidad de símbolos que la manifiestan más
o menos universalmente. En la Trinidad, Padre – Hijo – Espíritu Santo, falta
no sólo la madre, sino también lo femenino, constituyentes ambas de la
psiquè y vida humana.

Debido a la supremacía mariana expresada en diversas fiestas y debido a la


inclusión de ritos distintos a los grecolatinos, estas fiestas marianas fueron
rechazadas. Pero la religiosidad popular latinoamericana, tiende a invertir el
énfasis de lo importante. De este modo, el arquetipo materno y femenino ha
sustituido y ha ocupado un lugar primordial.

3. Los factores psicológicos

59
La realidad histórica se conjugó con las necesidades psicológicas del ser
humano. El cristianismo predica que Dios es un ser anterior al mundo de lo
creado y que por lo tanto ninguna realidad terrenal es capaz de describirle.
Por otro lado, el Dios cristiano no es una realidad abstracta o puramente
metafísica sino que se nos presenta como un ser personal que busca
relacionarse con los seres humanos. A lo largo de la historia del
cristianismo las descripciones, metáforas y simbolismos que se han
utilizado para referencia de Dios han sido siempre masculinos siendo
incumbencia del componente humano el asumir la parte femenina en la
relación. Al final del camino apareció una consecuencia lógica: nuestro
psiquismo ha interiorizado la imagen de un Dios varón.

El problema es que todas las religiones representan en el cielo las dos


categorías relacionales que más marcan al ser humano y que son sus
padres. Especialmente la madre que aparece como fuente de la vida y del
calor, de la cercanía y de la ternura de los primeros años de la vida y que
permanece para el resto de la existencia (como en la etapa primitiva de la
historia lo fue la Diosa madre) De aquí que la madre es el primer Dios con el
que nos relacionamos y que es capaz de solucionar todas nuestras
carencias tanto físicas como afectivas. Este desarrollo se aprecia con toda
claridad en el infantilismo de muchas devociones marianas pues a
diferencia del protestantismo, que vive a sus espaldas, esos valores
femeninos en el catolicismo fueron asumidos por María.

La evolución de la figura de María siguió un camino muy distinto al de su


hijo pues Jesús, como varón, asumió la historia y la razón mientras que en
María mujer se proyectaron toda una serie de ideales conectados con los
sentimientos y que encarnan el eterno femenino. Su figura se convirtió en la
fuente del cariño que necesita todo ser humano en su dimensión religiosa.
Con el tierno y cálido amor de la madre se ofrece a sus creyentes que
aparecen como hijos suyos. Su intercesión también se asemeja a la de la
madre que protege al hijo frente a un padre lejano y autoritario. De aquí,
que se llegara a decir que en el cielo Jesús es el rey de la justicia mientras
que su madre es la reina de la misericordia. Un factor añadido en el que
entraremos al hablar de María madre supuso la especial relación en el
mundo mediterráneo de los hijos varones con sus madres. 17

Todo este desarrollo permitió que en el catolicismo se creara un cierto


equilibrio entre masculinidad y feminidad en la experiencia religiosa. Ante
imágenes de María los creyentes han podido dar rienda suelta a
sentimientos y emociones que hubieran sido impensables ante un Dios
varón. Para los hombres y mujeres consagrados en un estilo de vida célibe,

17
De nuevo hay que mencionar la gran obra de E. NEUMANN, The Great Mother editada en muchos
países y lenguas para comprender la evolución de la psicología humana en torno a la figura
materna.

60
María era el paladín por el que luchaban, vivían y morían, dentro del
“campo de batalla” que es el mundo.

Este camino lo ha seguido con más intensidad la religiosidad popular pues


el pensamiento teológico es más cognitivo, mientras que el pueblo se deja
llevar más por intuiciones y experiencias. El mundo de las devociones
marianas populares no está exento en sus procesiones, romerías,
peregrinaciones, visiones… de aspectos mágicos que no son experiencias
religiosas maduras en muchas de las personas que acuden a estos actos.

Con estos antecedentes, es preciso revitalizar los símbolos marianos incluso


se deben de crear otros nuevos, contar de otra manera las narraciones del
NT y reinterpretar los dogmas. El psiquismo colectivo no se puede eliminar
pero si emplearlo a favor de corriente. La figura de María siempre es capaz
de movilizar energías psíquicas creativas siempre que integren
adecuadamente lo femenino.18

Es frecuente encontrar a supuesto “ateos/as” que se consideran unidos a una


cierta imagen de María: de Guadalupe, la Macarena, de Lujan, de la Tirana,
del Carmen, etc., siendo ésta imagen el único punto que les mantiene unidos
al cristianismo. De aquí la necesidad de podar con sumo cuidado y respeto.19

Bajo estos elementos psicológicos, podemos afirmar que en la cosmovisión


religiosa de América Latina se aprecian variadas jerarquías y estructuras de
una familia celestial, que muchas veces es reflejo de la propia constitución
familiar:

a) Dios – María
Santos

b) Dios

18
Para ampliar el tema se pueden consultar las siguientes obras: Mercedes Navarro, “El símbolo
de María en la perspectiva de la psicología de la religión” en Isabel GÓMEZ ACEBO, María, mujer
mediterránea, Desclée, Bilbao 1999; E.EVDOKIMOV, La mujer y la salvación del mundo, Sígueme,
Salamanca 1980 y L.PINKUS, El mito de María. Aproximación simbólica. Materiales para la
comprensión del psicodinamismo de lo femenino en la experiencia cristiana, DDB, Bilbao 1987. La
obra de JUNG, Respuesta a Job, dio mucha importancia al dogma de la Asunción, pues pensaba
que el catolicismo por fin hacía caso al inconsciente colectivo de la humanidad al incluir lo
femenino en la trinidad masculina, que ahora sería ya una cuaternidad, más plena
arquetípicamente hablando
19
Para profundizar en textos sobre el desarrollo de María en la piedad popular se pueden
consultar varias obras: AA.VV., María en la religiosidad popular, Paulinas, Bogotá; COLOMINA
TORNER J., “La renovación pastoral en la Iglesia y la devoción popular a María” EM 30 (1980) 317-
332; MALDONADO L., Religiosidad popular, nostalgia de lo mágico, Cristiandad, Madrid 1975 y del
mismo autor Génesis del catolicismo popular, Cristiandad, Madrid 1979

61
María – Jesús – Santos (Familia celeste patriarcal y
democrática)

c) Dios (Mayor verticalidad, Jesús queda bajo María, pues es el


hijo y, como hijo predilecto, sobre los santos.)
María
Jesús
Santos

d) María – Jesús
Santos

e) María (Visión matrifocal. El centro es la madre y Jesús es un


hombre cualquiera u un santo como los otros).
Santos

4. Concluyendo podemos decir que:

 La religiosidad popular es heterodoxa.


 Para la religiosidad popular hay un énfasis y relativa generalización en
reaccionar de manera dependiente y regresiva. En tal posición de sumisión
o dependencia los hombres (niños) esperan castigos y premios de la
divinidad.

 En algunos creyentes han un marcado énfasis a la imagen. Una adoración


al símbolo más allá de lo que esa “estatuilla” puede representar. Este es un
peligro que nos puede llevar sin más a un fetichismo.

 En la religiosidad popular mariana predominante en América Latina, parece


haber un énfasis en la dependencia de la madre, a la vez que una
percepción de Jesús como adulto (hermano) o como un niño en brazos de la
madre o un crucificado, tan frágil y dependiente como muchos pobres.

 De este modo, Jesús en la imaginaría oficial, es visto bajo tres personajes


muy diferentes:

- Cristo- Rey (Padre)


- Jesús hombre amante (Adulto)
- Jesús niño, torturado y asesinado (Niño)

Ya hemos subrayado la importancia que acarrea para la iglesia una


religiosidad marcada por una vida de fe vivida desde las carencias económicas.
Es la fe de los más pobres. Es lo que podemos constatar en la relevancia del
culto mariano en America Latina. Allí son los pobres quienes reciben una señal
divina y, desde su fe, la propagan. Es así como al indio Juan Diego se le

62
aparece la virgen Mariah en México y da surgimiento a la masiva fe mariana
bajo la advocación de Guadalupe. En esta y en otras muchas, María es el
centro de la adoración:

- Virgen de Urkupiña (14 de Agosto) Cochabamba, Bolivia


- Virgen de lo Vásquez (8 de Diciembre) Valparaíso, Chile
- Virgen de Guadalupe, México
- Virgen de Lujan, Buenos Aires, Argentina
- San Sebastián, Yumbel, Chile, 20 de Enero

Los pobres irrumpen en la iglesia20 con sus propios desafíos, cultura y


práctica de fe. Esto es la religiosidad popular – religión del pueblo. Expresa
una manera de vivir la fe profunda cristiana y liberadora, esto de manera
concreta se expresa de la siguiente manera:

a. Pese a los límites económicos y sus consecuencias propios de las clases más
pobres, Dios se expresa como liberador bajo una práctica comunal y un
sentido curativo. En la práctica comunal, hay vínculos entre los que
sobreviven, trabajan, festejan y oran juntos. Dicha unión se cobija, muchas
veces bajo el amparo de los santos. La imagen sagrada convoca a la
comunidad y manifiesta la presencia de Dios: Los mineros del norte se
reúnen en torno a la Virgen de la Tirana. Los pescadores de la costa del
Maule, en torno ala virgen de la candelaria.

b. La práctica curativa está marcada por el uso de yerbas medicinales, barro


sahumerio, frotaciones exorcismos, inhalaciones, consejos, plegarias, sacar
el empacho, correr ventosa. Hay curanderos, parteras, hueseras y otros
promotores de la salud. Atienden las dolencias del cuerpo y del alma.

c. Sin desconocer que las fiestas religiosas son acontecimientos complejos donde
se entrecruzan, como en casi todas las expresiones religiosas y culturales del
pueblo, dinámicas liberadoras con pautas opresoras, se puede afirmar que
perduran y surgen espacios de alegría y se reencuentra con su historia de fe
y su proyecto de liberación. En este contexto:

d. Se afirma la identidad local y regional. Es la fiesta del pueblo, con sus sabores,
olores, vestimentas, colores y estructuras propias. Las que son conservadas
alrededor de la imagen patronal. Se fortalecen vínculos entre comunidades
de una zona. Campesinos, pescadores, comerciantes, mineros y de diversas
regiones, por el norte con los bolivianos, por el sur con los argentinos.
Situación que salva, en parte el aislamiento geográfico en el que vive Chile

20
Silva, Joaquín. El significado eclesiológico de la solidaridad de la iglesia con los pobres, Santiago, Mayo
1989. Pág.

63
e. La actividad protagónica de las clases populares. Son los pobres quienes
encuentran la imagen: pescadores y la virgen de Limache; un arriero y Santa
Rosa de los Andes, un minero y la virgen de Andacollo; indígenas y el señor
de la Tierra de Cunlagua; un pastor y la virgen de Timanchaca. Más tarde
asociaciones laicas asumen el rol conductor del festejo religioso y popular
dirigido por un alférez, una hermandad, bailes y oraciones determinadas.

f. Un estrecho vinculo entre rito y festejo. Se rompe con la estructura de la


liturgia tradicional y la secularización de lo festivo que implanta la ideología
burguesa. Matrimonios, funerales, bautizos son ocasión de celebración y
festejos familiares, Allí la piedad popular se vive en estrecha relación con la
alegría o dolor compartido.

g. La creatividad es un rasgo importante en la religiosidad popular, pues, según


Puebla 454, allí hay una capacidad de expresar la fe en un lenguaje
abarcante que supera cualquier racionalismo, cantos, colores, gestos,
danzas) El canto a lo divino, presente en novenas, velorios y procesiones.
Villancicos, adoración a la cruz, cruz de Mayo, etc. Se destaca también la
danza religiosa con su capacidad para inventar coreografías con una lógica
andina, la irrupción de instrumentos típicos, etc. La celebración de la muerte
y el velorio del angelito, hay llanto y regocijo, comida y bebida, lamentos y
alabanzas. Esta presente la muerte y la vida. Prevalece la vida, pues el niño
muerto pasa a ser el protector de la familia.

h. Las procesiones y las peregrinaciones tienen un simbolismo espacial y


temporal. Expresan la trascendencia de lo cotidiano. Es un lugar sagrado
desde donde se acoge la salvación. Hay una vivencia del tiempo, que gira en
torno a un momento fuerte y colectivo en que la comunidad peregrina
renueva su Alianza con Dios y protege a los creyentes durante todo el año.

i. Capacidad creativa vertida en sus imágenes. Muchas de ellas son vestidas y


adornadas bajo cantos y rituales. Se visten con lo mejor que el pueblo puede
ofrecer, generalmente fruto del trabajo de los y las creyentes, en un marco de
carencia económica. No son ídolos de resignación y de muerte, sino signos de
vida y plenitud.

j. Existe una ética de los sectores populares que está constituido por la práctica
de la solidaridad. Este rasgo es constitutivo del pueblo. No es entregar
limosna a nadie en una relación jerárquica, sino que compartir al interior de
una comunidad entre iguales. Esta práctica tiene una gran transparencia
evangélica.

k. Esta solidaridad se expresa también como lucha social. Bajo esta mirada se
sancionan riquezas e injusticias, por ejemplo mediante la creencia en el
demonio. La riqueza y eterna bonanza, la inequidad de unos que tienen todo
y muchos que no tienen nada, tiene que ver con el mal en el mundo y que es

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personificado en el diablo. Los ricos tienen pacto con el diablo. Quien es
representado como un futre, un caballero pudiente.

Estas características van constituyendo la identidad de la iglesia de


los pobres y que permean nuestra vida religiosa en general.

VIII CONCLUSIÓN A LA UNIDAD

En algunas ocasiones el ser chilenos situados al fin del mundo, en una


angosta faja de tierra nos juega en contra. Tendemos a pensar que nuestra
religión es la única en el mundo. Que nuestra forma de pensar y comprender la
realidad está aislada de otras cosmovisiones. Como consecuencia somos poco
tolerantes a concebir que las otras búsquedas religiosas que han existido y
existen en todo el orbe, son búsquedas honestas y verdaderas que responden a
experiencias válidas. La capacidad que tiene el ser humano de trascender a sus
límites humanos, le ha hecho, desde siempre, buscar incansablemente y de
acuerdo a sus posibilidades, respuesta a sus preguntas. Dios se ha manifestado a
la humanidad de múltiples maneras, en diversas épocas, en variados lenguajes,
en culturas distintas, por tanto no podemos esperar que nuestras creencias sean
las únicas y además poseedoras de la absoluta verdad. Eso no es posible. Los
seres humanos hemos sido caminantes a través de la historia y cada ser humano
ha experimentado a la trascendencia con sus propias nomenclaturas. No podemos
decir que una religión es mejor o es más verdadera que la otra. Si Dios es el Otro
distinto a la limitación humana y efectivamente es una divinidad, no es posible
que el conocimiento humano lo pueda retener sólo bajo algunos nombres o en el
exclusivismo de algunas experiencias religiosas. Si a Dios fuera posible encerrarlo
bajo algunas denominaciones, entonces dejaría de ser Dios y se transformaría en
una ideología. Dios supera nuestras estrecheces cognitivas. Se ha manifestado
como quiere, dónde quiere y a quién quiere.

Las semillas de Dios esparcidas por toda la humanidad, nos pide una
actitud de reconocimiento y respeto hacia religiones milenarias, hacia sus
creyentes y creencias. Todos somos personas de buena voluntad que buscamos
en nuestros credos y prácticas religiosas, ser mejores personas y propugnar el
respeto a la dignidad humana y al cosmos en su totalidad.

Al término de la unidad Religión y religiones, estamos en condiciones de


indagar en el cristianismo. Su eje está dado en la persona de Jesús, amado y
comprendido por sus seguidores como el hombre que, siendo Dios a la vez,
posibilita la vuelta del hombre a su origen. En la segunda unidad concentraremos
nuestra atención en el aporte más específico del cristianismo frente a las
preguntas existenciales y cómo Jesús las hace suyas hasta la muerte de cruz.

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