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El Superior Tribunal de Justicia de la

Provincia de Santiago del Estero revocó la sentencia


dictada
por la Cámara Civil y Comercial de 1 1 Nominación, e hizo
lugar
a la demanda entablada contra Jiménez Francisco Rosario y
la
Municipalidad de La Banda por indemnización de daños y
perjuicios.
Para así decidir consideró que la cues tión
sustancial traída a estudio, es en rigor el grado que posee
la
influencia absolutoria del proceso penal sobre el civil. En
tal sentido, señaló que la sentencia penal es sus ceptible
de
crítica porque concluye pronunciándose sobre cuestiones
atinentes a la responsabilidad civil, atribuyendo
responsabilidad a quien no fuera imputado, ni se constituyó
en parte civil damnificada.
Expresó que la cuestión en litigio surge
producto de la colisión de dos rodados de muy diferente
envergadura
y tamaño respecto de lo cual lo sustancial es medir
el riesgo que entraña cada uno de ellos una vez puestos en
circulación y por ello el derecho de daños ha concluido en
la
inaplicabilidad de la teoría de la compensación y en cambio
se
ha considerado aplicable a dicha situación el segundo pá
rrafo
del artículo 1113 del Código Civil, siempre que no se haya
probado la culpa de la víctima. Por ello, concluyó, se
responde cuando hay culpa y cuando no la hay, generándose
la Que la Sala 11 de la Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Contencioso Administrativo Federal revocó el
pronunciamiento
del Tribunal'Fiscal de la Nación y, en consecuencia,
dejó sin efecto seis resoluciones dictadas por la
Administración
Federal de Ingresos Públicos. Por medio de las tres
primeras,
emi tidas el 18 de diciembre de 2001, se determinó de
oficio la
obligación de la actora frente a los impuestos a las
ganancias
-salidas no documentadas-, por los períodos fiscales 3, 8,
9,
10, 11 Y 12 de 1996 y 2, 4, 5, 6 Y 12 de 1997; al valor
agregado
(períodos fiscales 3/96 a 4/98) y a las ganancias (períodos
fiscales
1996 y 1997). En todos los casos se liquidaron intereses.
resarcitorios y se aplicó multa en el impuesto a las
ganancias
-salidas no documentadas- con sustento en el arto 46 de la
ley
11.683 (t~o. en 1998 y sus modificaciones). Por vía de las
restantes
resoluciones, fechadas el 13 de diciembre de 2003, se
determinó
de oficio la obligación de Prosper Argentina S.A. frente
al impuesto a las gana~cias -salidas no documentadas-
(períodos
fiscales 2/98 a 3/98 y 6/98 a 9/98); al valor agregado
(períodos
fiscal.es 5/98 a 4/99) y a las ganancias (período fiscal
1998).
En todos los casos se liquidaron intereses resarcitorios; y
se
aplicó multa en el impuesto al valor agregado, con sustento
en
los arts. 46 y 47, inc. d.
a) los socios de sociedades a que se refiere el inciso b)
del artículo 53 de la ley, los fiduciantes de los
fideicomisos a que se refiere su inciso c) —en ambos casos,
en la medida que no hubieren ejercido la opción del punto 8
del inciso a) del artículo 73 de la ley— y los titulares de
empresas unipersonales a que se refiere su inciso d),
después del cierre del ejercicio anual;

b) el cónyuge que perciba y disponga de todas las ganancias


propias del otro;
c) los padres, por las ganancias que corresponden a sus
hijos menores, y los tutores y curadores en representación
de sus pupilos y las personas de apoyo de los sujetos con
capacidad restringida;

d) los administradores legales o judiciales de las


sucesiones y a falta de éstos, el cónyuge supérstite, los
herederos, albaceas o legatarios;

e) los apoderados o los administradores generales, por sus


poderdantes;

f) los directores, gerentes y demás representantes de las


personas jurídicas, sociedades, asociaciones, entidades,
empresas y patrimonios;

g) el socio con participación social mayoritaria o, en caso


de participaciones iguales, el que posea la Clave Única de
Identificación Tributaria (CUIT) menor, cuando se trate de
las sociedades del inciso b) del artículo 53 de la ley
incluidas en la Sección IV de la Ley General de Sociedades
No 19.550, T.O. 1984 y sus modificaciones, en la medida que
hubieren ejercido la opción a que se refiere el punto 8 del
inciso a) del artículo 73 de la ley;

h) Ios síndicos y liquidadores de las quiebras y de las


liquidaciones sin declaración de quiebra, los síndicos de
los concursos y los representantes de las sociedades en
liquidación;

i) los agentes de retención, de percepción y de información


del impuesto; y

j) los representantes de sujetos del exterior en los casos


en que así corresponda.

Declaración anual del patrimonio y ganancias exentas o no


alcanzadas
ARTÍCULO 3º.- Los contribuyentes, en su declaración jurada
anual, consignarán también la clase y monto de las
ganancias percibidas o devengadas a su favor en el año y
que consideren exentas o no alcanzadas por el impuesto.

Asimismo, declararán bajo juramento la nómina y valor de


los bienes que poseían al 31 de diciembre del año por el
cual formulan la declaración y del anterior, así como
también las sumas que adeudaban a dichas fechas, en la
forma que establezca la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS
PÚBLICOS.

Esta declaración será obligatoria tanto respecto de los


bienes situados, colocados o utilizados en el país como de
los situados, colocados o utilizados en el extranjero.

Forma de efectuar anotaciones y obligación de conservar los


comprobantes

ARTÍCULO 4º.- Están obligados a practicar un balance anual


de sus operaciones, los comerciantes, auxiliares de
comercio (únicamente con respecto a los bienes incorporados
al giro empresario) y demás sujetos del artículo 53 de la
ley, que lleven libros que les permitan confeccionar
balances en forma comercial.

Los particulares o comerciantes y demás responsables, que


no lleven libros con las formalidades legales del Código
Civil y Comercial de la Nación, anotarán fielmente sus
entradas y salidas de modo que resulte fácil su
fiscalización.

La ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, en ambos


casos, podrá exigirles que lleven libros o registros
especiales de las operaciones propias o de terceros que se
vinculen con la materia imponible.

Cesación de negocios
ARTÍCULO 5º.- La cesación de negocios por venta,
liquidación, permuta u otra causa, implica la terminación
del ejercicio fiscal corriente y obliga a presentar, dentro
del plazo que establezca la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS, una declaración jurada correspondiente
al ejercicio así terminado.

Sociedades en liquidación

ARTÍCULO 6º.- Las sociedades en liquidación, mientras no


efectúen la distribución final, están sujetas a las
disposiciones de la ley y este reglamento que les alcancen.

Al hacerse la distribución definitiva de lo obtenido por la


liquidación, serán de aplicación las normas establecidas en
el artículo anterior.

Bienes recibidos por herencia, legado o donación

ARTÍCULO 7º.- En los casos de bienes recibidos por


herencia, legado o donación, las disposiciones del artículo
4º de la ley serán de aplicación cualquiera fuera la fecha
en que se hubiera producido la incorporación de dichos
bienes al patrimonio del contribuyente.

El valor impositivo en tales supuestos será el que resulte


de aplicar las normas referidas a la determinación del
costo computable, para el caso de venta de bienes,
establecidas en los artículos 56 a 69 de la ley, según
corresponda, considerándose como fecha de incorporación al
patrimonio, en su caso, a la de la declaratoria de
herederos o a la de la declaración de validez del
testamento que cumpla la misma finalidad o a la de la
tradición del bien donado. Cuando se verifique el supuesto
del segundo párrafo del artículo 4o de la ley, para la
valuación a la fecha allí indicada se aplicarán las
siguientes disposiciones:
1. Valor de plaza de bienes ubicados en el país:

a) Inmuebles: no podrá ser inferior al que surja de la


constancia emitida por un corredor público u otro
profesional matriculado cuyo título lo habilita a emitirla,
pudiendo suplirse por la elaborada por una entidad bancaria
perteneciente al Estado Nacional o Provincial, o de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

b) Automotores, aeronaves, naves, yates y similares: el


valor que informe el tasador que se expida al respecto, que
cumpla con los recaudos que fije la ADMINISTRACIÓN FEDERAL
DE INGRESOS PÚBLICOS.

c) Acciones y demás títulos y contratos que coticen en


bolsas o mercados de valores: su valor de cotización.

d) Acciones que no coticen en bolsas y mercados de valores


y participaciones en el capital de sociedades, incluidas
sociedades anónimas unipersonales y acciones de sociedades
anónimas simplificadas: su valor patrimonial proporcional
que surja del último balance cerrado a la fecha de
adquisición, excepto cuando se cuente con una valuación de
un profesional independiente que cumpla con los recaudos
que fije la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS.

e) Moneda extranjera: al valor de cotización tipo comprador


del BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA.

f) Objetos de arte o colección y antigüedades, que


clasifiquen en el Capítulo 97 de la Nomenclatura Común del
Mercosur (NCM) y joyas elaboradas preponderantemente con
metales preciosos, perlas o piedras preciosas: del valor
que informe el tasador que se expida al respecto, que
cumpla con los recaudos que fije la ADMINISTRACIÓN FEDERAL
DE INGRESOS PÚBLICOS.

g) Otros bienes no comprendidos en los incisos anteriores:


del valor que surja de aplicar las disposiciones del
artículo 22 del Título VI de la Ley No 23.966 de Impuesto
sobre los Bienes Personales, texto ordenado en 1997 y sus
modificaciones.

2. Valor de plaza de bienes ubicados en el exterior:

a) Inmuebles, automotores, aeronaves, naves, yates y


similares: se acreditará con la constancia emitida por
profesionales habilitados residentes en el país donde se
hallan radicados o ubicados los bienes o extendida por una
compañía aseguradora allí domiciliada.

b) Para el resto de los bienes, se deberán considerar las


disposiciones del artículo 23 del Título VI de la Ley No
23.966 de Impuesto sobre los Bienes Personales, texto
ordenado en 1997 y sus modificaciones, excepto que se trate
de acciones o participaciones sociales, sin cotización, en
cuyo caso resultará de aplicación el inciso d) del punto 1
de este artículo, o cuando se trate de objetos de arte o
colección y antigüedades, que clasifiquen en el Capítulo 97
de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) y joyas
elaboradas preponderantemente con metales preciosos, perlas
o piedras preciosas, a cuyo respecto se
parar surge de la idea de justicia.
Afirmó luego que las conclusiones del proceso
penal en torno al análisis de la culpabilidad, no resultan
aplicables al caso, por referirse a la responsabilidad
civil,
como cuando menciona que no hubo imprudencia, ni
negligencia
por parte del imputado o al tratar la culpa de la víctima
exonerativa de la responsabilidad civil, y sobre el particu
lar
destacó que para que la misma opere como factor interrup
tivo
del nexo causal, debe ser grave y de intensidad y que la
negligencia, imprudencia o el caso fortuito no son suficien
tes
para destruir la culpa objetiva o el riesgo imputable al
dueño
de la cosa.
Por otro lado destacó que la sentencia absolutoria
en sede penal no hace cosa juzgada en el proceso civil,
respecto de la culpa del imputado o de la víctima y por tan
to,
no habiendo sido acreditada la causal exonerativa en sede
civil, ni siendo oponible lo avizorado en sede penal,
corresponde
la aplicación de el artículo 1113 segundo párrafo.
Siguió diciendo que en orden a lo expuesto,
cabe también considerar que existen aristas que
configurarían
un agravamiento del riesgo y que llevarían a que el dañador
respondiera a título de culpa, no sólo por acción sino tam
bién
por omisión y la sentencia del tribunal de segunda ins
tancia
no consideró las cuestiones relativas a la mecánica del
accidente, al estimar que se hallaban tratadas por el
tribunal
penal, tales como que el camión circulaba en forma
antirreglamentaria por la mitad de la calzada, que el
conductor
salió a la ruta conociendo que no funcionaba el limpiapaL.
48. XXXV.
RECURSO DE HECHO
Ledesma viuda de Hoyos, Analía c/ Giménez,
Francisco Rosario y otros.

Procuración General de la Nación


culpa que debe destruir.
Agregó que, analizando las constancias de la
inspección ocular, cabe concluir que el impacto se produjo
a
escasos un metro del inicio del cruce, lo que destruye el
principio de la prioridad de paso del que circula por la
derecha,
que sólo funciona cuando ambos vehículos inician el
cruce simultáneamente, por lo que cabe concluir que el
camión
recién iniciaba el cruce cuando el motociclista se hallaba
en
la mitad de su calzada, por lo que la preferencia de paso
sólo
juega cuando el que circula por la derecha ha precedido en
el
ingreso al cruce o llega simultáneamente, pero no cuan do
el de
la izquierda llega primero o se halla más adelante en el
cruce
de las arterias.
Finalmente puso de relieve que se debe
atender a la circunstancia de que el sistema de frenos no
funcionó, existiendo dudas sobre si la falla se produjo por
consecuencia del accidente ya que no existe probanza alguna
al
respecto y ello abona la conclusión de que no puede ha
blarse
de culpa de la víctima, sino por el contrario del de
mandado,
quien no adoptó las precauciones necesarias para evitar el
siniestro, lo que genera su responsabilidad en la
producción
del hecho luctuoso y debe soportar la responsabi lidad
civil
emergente, que hace extensiva a la Municipalidad de la
Banda.
- II -
Contra dicha decisión se interpuso recur so
extraordinario, que denegado dio lugar a esta presentación
Entiende el apelante que existió arbitrariedad
en la decisión del Superior Tribunal local, porque se
excedió en su competencia, al tratar cuestiones de hecho
generando
de tal manera una nueva instancia, que violenta nor mas
procesales locales, así como por hacer una interpretación
errónea y forzada del art. 1103 del Código Civil.
Agrega que el a quo, respecto de la aplicación
de la norma del Código Civil en juego, incurre en
arbitrariedad
en su interpretación, ya que a través del análi sis
efectuado descalificó no sólo la sentencia civil sino
también
la penal, creando una modificación de la cosa juzga da,
razón
por la cual el agravio surge porque la sentencia contradice
lo
ya resuelto por la Cámara del Crimen, generando un
verdadero
escándalo jurídico, ya que un mismo hecho es analizado por
tribunales diferentes que llegan a conclusiones
contradictorias.
Señala que para evitar estas situaciones
absurdas es que el Código Civil ha previsto, en el artículo
1101, supeditar el dictado de la sentencia civil al previo
pronunciamiento de la jurisdicción penal, de igual manera
que
el artículo 1103 establece que, después de la absolución
del
acusado, no se podrá alegar en el juicio civil la
existencia
del hecho principal sobre el cual ésta recayó, no siendo
materia
de discusión y objeción del recurso que pueda existir
una condena civil independientemente de la penal, pero que
ello no puede significar de ningún modo que en sede civil
se
pueda revisar la existencia del hecho principal como lo ha
hecho la sentencia que es recurrida.
L. 48. XXXV.
RECURSO DE HECHO
Ledesma viuda de Hoyos, Analía c/ Giménez,
Francisco Rosario y otros.

Procuración General de la Nación


de tránsito, que únicamente ha existido culpa de la
víctima,
que el camión ya había cruzado la mitad de la calzada, que
la
moto embistió al camión y que, por ende, no se puede luego
decir en la sentencia civil todo lo contrario. Agrega,
asimismo,
que la arbitrariedad de la sentencia consiste en que
para llegar a la conclusión descalificatoria de la
sentencia
criminal el fuero civil pasa a analizar los hechos, y que
de
una absolución total del demandado en la causa penal, pasa
a
ser culpable absoluto desconociendo probanzas de la causa
criminal, como el croquis del accidente, los peritajes, la
testimonial, de donde surge que la motocicleta embistió al
camión casi en el medio y desconectó su circuito de frenos,
a
lo que agrega que las faltas atribuidas al conductor del
camión
no tienen relación de causalidad con el accidente. Objeta,
por último, por arbitrariedad las conclusiones respecto de
la indemnización otorgada que incluye rubros absurdos por
su
entidad.
- III -
Si bien los agravios del recurrente atinentes
a la admisión de la demanda y descalificación de la
sentencia del tribunal de segunda instancia remiten al
examen
de extremos de hecho, prueba y de derecho común y procesal,
ajenos en principio a su revisión por vía del recurso
extraordinario,
en razón de ser materia propia de los jueces de
la causa, ello no impide que se habilite la vía excepcional
cuando, como en el caso, concurren razones suficientes para
que conducen a la aplicación de la doctrina de V. E. sobre
la
arbitrariedad de sentencia.
Así lo pienso, en tanto se advierte que el
fallo del Tribunal Superior local, a los fines de descali
ficar
el decisorio del órgano judicial apelado, procede a revisar
el
hecho principal que da lugar a la demanda, con abandono
palmario del presupuesto legislativo consagrado en el
artículo
1103 del Código Civil, que tiene como fin evitar que se
produzca el doble juzgamiento y el posible escándalo
jurídico
que se pueda derivar de ello, sin perjuicio de la violación
del principio de la cosa juzgada y consecuentemente la
afectación de los principios constitucionales de seguridad
jurídica y de prestación debida del servicio de justicia.
Cabe, asimismo, destacar que la sentencia
recurrida incurre en contradicción al pretender fundar la
admisión de la demanda en la teoría del riesgo objetivo y
concluir afirmando la responsabilidad por culpa exclusiva
del
demandado, resultado al que arriba, por lo demás, sin que
medie en el proceso civil producción de prueba suficiente
como
para probar los extremos que invoca que, por el contra rio,
se
hallaban acreditados en las pruebas producidas en sede
penal,
que fueron agregadas como elemento de juicio en la causa
civil.
Por otro lado, las afirmaciones del tribunal
en torno a cómo sucedió el hecho principal, que es la
razón y fundamento de la petición de indemnización, no se
condicen con lo que surge de las mencionadas probanzas, más
allá de que su apreciación resulta contradictoria con las

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