Está en la página 1de 2

Mi vida en práctica

Valentina López Ríos

Ese día me levanté más temprano de lo habitual, me alisté y me dirigí al metro,


fue una mañana muy concurrida, muchas personas iban y venían, en cada
parada de la estación el miedo aumentaba y un silencio plausible acompañado
de una brisa que recorría todo mi cuerpo se apoderaba de mí, llegué a la
conclusión que los nervios se habían entrañado dentro de mi ser, así se sentía
ir en camino hacía mi primer día de prácticas. Al llegar a la empresa, solamente
se me cruzaban demasiadas preguntas sin una respuesta, ¿estoy realmente
preparada para asumir esta responsabilidad?, ¿podré cumplir con las
expectativas que necesitan de mí?, pero esa notable inseguridad desapareció a
la semana, cuando me di cuenta de que estaba en un ambiente laboral que me
hacía sentir segura, con personas dispuestas a enseñarme y que me dieron las
herramientas para desarrollarme como una mejor profesional .

Mi práctica profesional significó un comienzo, un comienzo a desenvolverme en


el mundo, a experimentar por primera vez de forma vivida los años de estudio,
la perspectiva de la carrera de ingeniería mecánica fue un antes y un después
de las prácticas, me enamoré de lo que estudié, me enamoré del
mantenimiento y del diseño, me enamoré de la simpleza con la que podía
entender los miles de conceptos que eran difíciles en la teoría, me enamoré de
despejar cada duda que tenía acerca de lo que había estudiado con tanto
fervor.

El reto más importante en el proceso que viví fue aprender a mejorar mis
habilidades de trabajo en equipo, cuando estas en el trabajo te encuentras todo
tipo de personas con diferentes personalidades y habilidades, ninguna mejor o
peor que otra, pero que no siempre encajan en lo que estas acostumbrado,
aprendí a buscar diferentes enfoques para llegar a un punto medio donde
pudiera sacar lo mejor de mí y aprender lo mejor de ellos. Otro reto que me
llevó a cruzar por unas interminables inseguridades, es aprender un nuevo
tema desde cero, aprender que era un molde de inyección, poder verlo y mirar
que requería el molde, cuáles eran los accesorios y poder transmitir
correctamente la información que recopilaba de ellos, recuerdo todavía cuando
no sabía identificar racores de agua con racores de aire o cuando era un molde
de colada caliente o colada fría, pero cuando pude finalmente por mí misma ir a
identificar un molde, supe que cada dificultad que había en el camino para
llegar al éxito me hacía más valiente.

El aprendizaje más valioso en todo el proceso de prácticas fue poder adquirir


nuevas destrezas, aprendí que mi esfuerzo fue valioso, que cada trasnochada
dio su meritorio, y que cada reconocimiento por mi trabajo no tenía solamente
un precio o una nota que creía merecer, las palabras de mis compañeros al
reconocer mi trabajo me hacían sentir digna de la mayor calificación, ya que
era indudable que como persona adquiría mayor seguridad en lo que hacía,
aprendí lo que sentada en un aula no pude, aprendí el sentido de la confianza,
entrega y responsabilidad, pero lo más importante que aprendí fue a ser un ser
humano orgulloso de sí mismo.

Lo que nos hace fuertes a los ingenieros mecánicos de la UPB es un


conocimiento teórico muy bien estructurado que se moldea a las necesidades
de las finitas áreas en las que podemos laborar, el ingeniero mecánico de la
UPB es sencillamente un ingeniero con la capacidad de enfrentar todo tipo de
situaciones, una persona que puede aportar demasiado a la sociedad y se
mueve como un camaleón en cualquier situación que enfrenta, un estudiante
de la UPB puede aportar a una empresa conocimientos en diseño,
mantenimiento, materiales, termodinámica, gestión de proyectos, mecánica de
fluidos, dinámica, y muchas otras áreas, pero si me preguntan a mí que fue lo
más valioso que puedo llevar a una empresa como egresada de la UPB, es una
infinidad de valores que me hacen un ser humano íntegro y capacitado no
solamente para lo laborar sino para la vida.

El ser practicante es una experiencia que nos reafirma el camino que elegimos,
y nos da una pequeña muestra de la elección de vida que tomamos, una buena
o mala experiencia en las practicas nos puede marcar para siempre.

También podría gustarte