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CAMINANDO ATREVES DE LAS TORMENTAS

Introducción:
Mateo 14:22

Este texto habla de una tormenta que llego de repente, sin previo aviso alguno, y rodeo la
barca donde los discípulos estaban. No le parece familiar, llego asi como suscito la
pandemia hace 2 años, llego sin previo aviso, o asi como también hay otras tormentas que
llegan sin avisar, como son:
Diagnósticos de algunas enfermedades en la familia
Un despido laboral inesperado
Una materia escolar reprobada
O alguna persona que te prometió amor eterno y de repente te enteraste que todo fue
mentira
Estas tormentas son impredecibles, así como la tormenta que atrapo a los discípulos.
Dos puntos a resaltar:
La perspectiva de los discípulos versículo 24
Los discípulos envueltos en una tormenta, en una tempestad con vientos fuertes y el mar
enloquecido no podían ver a Jesús.

2.- La perspectiva de Jesús versículo 23

Yo puedo imaginar que el monte donde Jesús se aparto y fue a orar, era un monte
posiblemente alto, y lo que yo pienso es que Jesús tenia una buena visión, un panorama
desde ahí, y creo que el podía verlos amén. Podía ver a sus discípulos que estaban en
medio de una tormenta. Pero ellos no podían verlo a el.

Y justo este episodio es parecido a lo que nosotros vivimos, a lo que sentimos en cada
tormenta. Sentimos que la tormenta esta amenazando nuestro
Trabajo, salud, nuestra economía, nuestra familia.
Sentimos que Jesús no esta con nosotros en medio de las tormentas de la vida, creemos
que el nos ha dejado solos, y gritamos Jesús donde estas!!! ¡¡Porque me has dejado!!
¡¡¡No te veo por ningún lado!!! ¿Acaso ya no estás conmigo?
Cabezón!! Si tan solo levantaras tu mirada, si tan solo levantaras tu mirada y miraras al
cielo, ahí lo verías, verías al Padre que sigue ahí, en ese monte, en esa colina, ese trono
sentado y mirándote desde ahí.

Notemos que los Discipulos se encontraban:


Asustados
Temerosos
Aferrándose ala barca

Entendamos que es normal que haiga temor, miedo, pero entendamos que incluso q
aunque nos aferremos a la barca con fuerza será difícil sobrevivir, porque la barca es frágil,
puede romperse o undirse por los fuertes vientos.
Y ahora en la actualidad, en nuestra vida cuando nos dicen algo que nos cae de sorpresa,
un diagnostico malo, queremos huir y nos aferramos a ese diagnostico, no buscamos
nuevas alternativas.
Lo mismo estaban pasando los discípulos, (tenían temor, no sabían que hacer) de repente
APARECE JESUS (versículo 25)
¿Los discípulos no saben si es Jesús o un fantasma, preguntan quien será? Hasta que
pedro dice ”hey Jesús”!!!! si eres tú dime que yo valla, y Jesús le responde, Sí Pedro, Soy
Yo!!!
Pedro hace algo que humanamente hablando es lo mas tonto que alguien haría, y es ir en
medio de una tremenda tormenta y como si nada salirse de la barcaaaa. ¡¡¡Es ilógico hacer
eso!!!
Pero dentro de la perspectiva del Reino de Dios, quizá es lo mas inteligente y sabio que
deberíamos hacer, y pedro lo hizo.
Y lo que nos enseña este evangelio es que en medio de las tormentas es “obedecer a la
voz de Dios” y pedro lo hizo, hizo una locura, se bajo de la barca y empezó a caminar hacia
Jesús, obedeció la voz de EL.
Y es lo que deberíamos hacer tu yo, obedecer a la voz de Dios, no importa si la tempestad
esta a su máxima fuerza, no importa que tan duradera sea la tormenta.
Pedro obedeció ala palabra que salió de la boca de Jesús, la palabra que sale de la boca de
Dios permanece para siempre.
Porque mientras que pedro se mantuvo enfocado a Jesús y creyó su palabra se mantuvo
sobre el agua, pero cuando el perdió el enfoque en Jesús, le sucedió lo que nos suele
suceder siempre, nos hundimos como Pedro. Quizá se enfoco en sus compañeros que
estaban en la barca, quizás el miedo o quizás el fuerte viento hizo que dudara.
Si nosotros perdeos el enfoque en Jesús podemos no sobrevivir a la tormenta.
El conoce tu situación, tu tormenta que estas pasando, el conoce tus problemas y esta en
los mas alto del monte observándote.
No sabemos que pasara en unos meses, quizá aparezca otra pandemia, no lo se, pero algo
si se y tu también, algo de esta tan maravillosa historia sabemos y lo se por que lo he leído
en la ultima pagina de la historia que fue escrita hace mas de mil años, y es un spoiler, al
final de todo esto sufrimiento, pandemia, guerras, al final, al final ganamos, Tenemos la
victoria juntamente con Cristo Jesús.

Ponte de pie………………………
Quizás puedes decirme pero ese no es final de la historia, el final es pedro hundiéndose.
Es verdad pedro duda, y se hunde, pero ese no es el final de la historia, el final es que
Jesús viene al rescate de pedro, lo agarra lo saca del agua y lo tiene entre sus brazos y le
dice hombre de poca fé, porque dudaste.
Por lo tanto el final de la historia no es con pedro hundiéndose, es con pedro en los brazos
de Jesús, y ese es un buen final.

Las tormentas son impredecibles y siempre habrá tempestades, pero siempre estará Jesús
para tomarnos en sus brazos.
Un pescador de profesión llamado Rodolfo pescaba en el mar y emocionado por la gran cantidad
de peces que estaba pescando:

Sin embargo pasadas unas horas el cielo empezó a nublarse y grandes gotas de agua comenzaron a
caer precipitadamente sobre el mar acompañadas de grandes truenos y relámpagos.

El viento soplaba una y otra vez y las olas subían, bajaban, avanzaban y retrocedían varias
veces golpeando y empujando la pequeña embarcación.

Rodolfo mirando el mal tiempo comprendió que estaba en medio de una gran tormenta y asustado
gritó:

_ ¡Señor, mi Dios, ayúdame por favor!

Pero el rugido del mar, las intensas lluvias, las altas mareas y la intensidad de los vientos
amenazaban con hundir la pequeña embarcación que no paraba de balancearse.

_ ¡Señor ayúdame por favor!_ volvió a  implorar muy angustiado.

No obstante, la barca seguía siendo azotada por las olas y Rodolfo al límite de su angustia vociferó:

_ ¡Eres un Dios despiadado! ¡No me escuchas! ¿Dónde estás cuando más te necesito?

Mas la tormenta continuó golpeando la barca toda la noche y el miedo, la angustia y los
pensamientos de que quizás no volvería a ver a su familia se apoderaron de él.

Pero al día siguiente se despejó la niebla y la oscuridad, ya había pasado la tormenta. La barca
medio rota había quedado a la deriva cerca de una pequeña isla.

Rodolfo aprovechó y agarró algunas pertenencias y nadó hacia ella. Allí,  logró encender una
fogata. Sin embargo, cuando intentó asar un pez, empezó a caer una ligera llovizna y comenzó a
salir humo de la fogata hasta que se apagó completamente.

_ ¿Dios, qué es lo que quieres? ¿Qué quieres? ¿Matarme de hambre aislado del mundo?

Dicho esto, cayó al suelo, con hambre, deshidratado y sin fuerzas. Ahí permaneció hasta que
inesperadamente llegó un barco y lo rescató.

Cuando Rodolfo abrió los ojos vio que quien le tenía en sus brazos dándole agua era José, un
antiguo amigo con quien se había enemistado por cosas de la vida.

José al ver que Rodolfo se había despertado le dio un pedazo de pan y muy contento le susurró:

_ ¡Hola Rodolfo!  ¡Gracias a la señal de humo que enviaste pudimos rescatarte!

Rodolfo le miró en silencio y  comprendió el por qué había pasado esa gran tormenta. Desde ese
momento ambos pescadores rescataron su antigua y linda amistad.

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