Está en la página 1de 36

Helen Umaña

(Ocotepeque, 1948) Escritora hondureña que ha destacado por sus


estudios sobre la literatura de su país. Sus padres se exiliaron en
Guatemala por razones políticas cuando ella tenía apenas dos años.
En Guatemala vivió parte de los años más difíciles de la historia
política de ese país centroamericano, que sufrió una guerra interna
durante más de cuatro décadas. Licenciada en lengua y literatura
española por la Universidad de San Carlos de Guatemala, de la que
también fue profesora, la misma situación política de Guatemala,
marcada por la violencia, la obligó a regresar a Honduras en 1981.
En su país ejerció la docencia en la Universidad Nacional Autónoma
de San Pedro Sula y cultivó la poesía y la crítica literaria. También
ha sido directora de la sección "Cronopios" en los diarios Tiempo y
La Prensa, una de las mejores secciones culturales que ha tenido la
prensa escrita hondureña. Su calidad literaria y sus aportes a la
cultura nacional han sido reconocidos por instituciones públicas y
privadas, lo mismo que en diversos círculos de intelectuales. En
1989 el gobierno le confirió el Premio Nacional de Literatura
Ramón Rosa; en 1998 recibió el Premio José Trinidad Reyes,
otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Es
además miembro de número de la Academia Hondureña de la
Lengua.
Afincada en San Pedro Sula, al norte del país, Helen Umaña forma
parte de un grupo de reconocidos escritores que han dado un fuerte
impulso a la literatura hondureña. Entre sus obras destacan sus
estudios críticos dedicados a la historia reciente de la literatura de su
país: Literatura hondureña contemporánea (1986), Ensayos de
literatura hondureña (1992), Francisco Morazán en la literatura
hondureña (1995) y Panorama crítico del cuento hondureño (1999).
Como crítica literaria ha participado en numerosos congresos y
seminarios dentro y fuera de Honduras.
En uno de sus últimos trabajos, La novela hondureña (2006), ha
estudiado la obra de casi un centenar de narradores hondureños,
intentando un recorrido global por la novelística del país que la
autora juzga como una aventura apasionante: "Aun corriendo el
riesgo de quedarnos en niveles epidérmicos, es acceder a una
especie de ventana que permite conocer estadios fundamentales del
proceso espiritual y material mediante los cuales un pueblo -una
nación- ha ido definiendo los rasgos peculiares de su rostro, las
señas básicas de su identidad".
Premios
1989 - Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa.
1998 - Premio "José Trinidad Reyes", entregado por la Universidad
Nacional Autónoma de Honduras.
1998 - Premio de Estudios Históricos "Rey Juan Carlos I", entregado
por la embajada de España en Tegucigalpa.
Obras
Entre sus reconocidas obras destacan:
Literatura hondureña contemporánea (1986).
Ensayos de literatura hondureña (1992).
Francisco Morazán en la literatura hondureña (1995).
Panorama crítico del cuento hondureño (1999).
La palabra Iluminada. El discurso poético en Honduras (2006).
La Pastorela del Diablo y otros escritos sobre el padre José Trinidad
Reyes (2006).
La novela hondureña (2006).
La garra catracha. Literatura y Fútbol (2015).
La garra catracha. Literatura y Fútbol (2015).
Augusto Monterroso

(Tegucigalpa, Honduras, 1921 - Ciudad de México, 2003) Escritor


guatemalteco, uno de los autores latinoamericanos más reconocidos
a nivel internacional. Aunque nacido en Honduras, Augusto
Monterroso era hijo de padre guatemalteco y optó por esta
nacionalidad al llegar a su mayoría de edad. Participó en la lucha
popular que derrocó a la dictadura de Jorge Ubico y posteriormente
hubo de exiliarse. Con un paréntesis en Guatemala y algún destino
diplomático, vivió desde 1944 en México, donde trabajó en la
UNAM y, como traductor, en el Fondo de Cultura Económica.
De formación autodidacta, desde muy joven alternó la lectura de los
clásicos de las lenguas española e inglesa con trabajos que le servían
para contribuir al sostenimiento de su familia. Fue cofundador de la
revista literaria Acento y se le ubica como integrante de la
Generación del 40. Escritor de fama internacional, mereció
importantes galardones y reconocimientos, como el premio nacional
de cuento Saker-Ti (Guatemala, 1952), el premio de literatura
Magda Donato (México, 1970), el Xavier Villaurrutia (México,
1975), la Orden del Águila Azteca (México, 1988), el premio
literario del Instituto Ítalo-Latinoamericano (Roma, 1993), el Premio
Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1997), el
Príncipe de Asturias (España, 2000) y el Juan Rulfo (México, 2000).
Su producción narrativa incide fundamentalmente en el análisis de la
naturaleza humana desde una óptica irónica. La literatura de
Augusto Monterroso, sin embargo, es difícilmente clasificable:
textos breves en general, de género impreciso, en la frontera del
relato y la fábula, del ensayo y el aforismo, escritos con sentido del
humor y de la sorpresa.
Innovador y renovador de los géneros tradicionales, específicamente
de la fábula, se reconoce su importancia por el cambio que introduce
en la literatura guatemalteca del siglo XX: brevedad e ironía. Sus
relatos denotan una brillante imaginación resuelta en sutilezas. La
paradoja y el humor fino, apoyados en una enorme capacidad de
observación y plasmados en una prosa de singular precisión, denotan
una fantasía exuberante y una extraordinaria concisión.
Una gran variedad de temas se aúna bajo una misma visión de la
vida: irónica, amarga y tierna al mismo tiempo. Sus libros breves,
escuetos y casi perfectos, dan un ejemplo singular de coherencia
vocacional que es, como el propio autor, difícil y huidiza, crítica y
autocrítica, tímida y osada, ya que los caracteriza una manera muy
especial de observar y transmitir la realidad. Traducida a varios
idiomas, la obra de Augusto Monterroso incluye títulos como El
concierto y el eclipse (1947), Uno de cada tres y El centenario
(1952), Obras completas y otros cuentos (1959), La oveja negra y
demás fábulas (1969), Movimiento perpetuo (1969), Animales y
hombres (1971), Antología personal (1975), Lo demás es silencio
(1978), Las ilusiones perdidas (1985), Esa fauna (1992) o La vaca
(1998).
Una aproximación directa a su persona ofrece la colección de
entrevistas Viaje al centro de la fábula (1981); en 1993 publicó Los
buscadores de oro, libro de memorias. En algunos de sus últimos
libros se acrecienta el carácter misceláneo de su obra: La palabra
mágica (1983) y La letra e (1986). Monterroso es uno de los
máximos escritores hispanoamericanos y uno de los grandes
maestros del relato corto de la época contemporánea. Gabriel García
Márquez, refiriéndose a La oveja negra y demás fábulas, escribió:
"Este libro hay que leerlo manos arriba: su peligrosidad se funda en
la sabiduría solapada y la belleza mortífera de la falta de seriedad".
Obras
Novelas
1978: Lo demás es silencio.
Cuentos
1959: Obras completas (y otros cuentos).
1969: La oveja negra y demás fábulas9.
1983: La palabra mágica.
1983: El grillo maestro.
2003: Literatura y vida.
Poesía
1985: Las ilusiones perdidas. Antología personal.
Ensayos
1998: La vaca.
2002: Pájaros de Hispanoamérica.
Otros
1972: Movimiento perpetuo.
1981: Viaje al centro de la fábula.
1987: La letra e. Fragmentos de un diario.
1992: Esa fauna.
1993: Los buscadores de oro.
José Adán Castelar

José Adán Castelar (Honduras, 1941), es un poeta casi desconocido


en España. Colaborador habitual de prensa en su país, en el que
reside, perteneció en su día a "La Voz Convocada", un grupo poético
de la ciudad de La Ceiba. A pesar de no ser ya lo que se ha dado en
llamar un "joven poeta", tan sólo ha publicado, hasta hoy, cuatro
libros: Entretanto (1979), Sin olvidar la humillación (1987), la
antología Tiempo ganado al mundo (1989) y el que ahora
comentamos, que fue premio "Juan Ramón Molina", de la Dirección
General de Cultura de Honduras, en 1988, a pesar de haber sido
compuesto hacia 1966. Lo que no quiere decir que lo escrito sea sólo
lo editado.
Deudor de César Vallejo y, en cierta lejana medida, del modernismo
hispanoamericano, Castelar descubre en este poemario, con fuerza y
con sensibilidad, un paisaje hondureño que, a veces, ha de ser
descrito de manera prosaica, sin admitir sones musicales que podrían
desvirtuarlo: "Ciudad volcada sobre el mar, a lo largo de la costa
habitada / entre la oscilante constelación (donde se bañan ahora /
cuerpos y besos) y la noche de lunas / fluctuantes".
Pero Poema Estacional también ofrece, en algunas de sus partes, una
posible doble lectura: "A lo lejos, un dulce rumor crece. / y aquí,
casi a mis pies, el agua sin dirección / corre hacia el mar". ¿Será el
agua del pueblo que marcha, aun sin cauce que la guíe, a librarse de
la injusticia?
Sobre todo, es este un libro amplio, bien dividido en cinco partes.
Cada una de ellas es una unión de temas que se tocan, que se hacen
conformadores los unos de los otros; por ellas desfilan tiernas odas,
efectistas y muy límpidas, como "Cangrejo".
Descripciones y lamentos de hombres y mujeres -o por hombres y
mujeres-, que se arrastran por la vida conformándose con sus
deberes y con sus desvelos ("Babú", "Don Manuel", "Ciudad: 6:30
p.m. (La Ceiba)", "Sólo estelas en la mar"); o deliciosos poemas de
amor (como "Madrigal": "Nunca estuve tan cerca / de una llama
dibujada / como cuando viví unos instantes / cerca de tus labios. / Su
rojo quemaba suavemente / como un verano de niños, / y abría entre
la nieve / algo de la tarde sobre el mar"). Pero es el paisaje, siempre
el paisaje, el auténtico eje, junto con el tiempo, sobre el que rota
todo el poder de estos versos, un paisaje siempre natural del que el
hombre es un mero espectador ("Y los sapos, en el agua de los patos
diurnos, / se hacen el amor bajo la luna") y sobre el que el poeta trata
de ejercer una especie de protección -el paisaje es, por tanto, suyo,
representante él de todos los hombres "puros"- contra aquellos que
desprecian las delicias de la sensibilidad y la belleza (así dice,
evocando la imagen de la luna, "caída en el charco": "Sube, pie de
mi ronda, sube / hasta el balcón de la tierra y del cielo que, / como
un verano de ojos, pueden destruirte / los que pasan").
Es esta una poesía "realista" en el sentido de trabajar con una
realidad habitual, más que metafísica, que rodea al poeta; quizás su
logro final se vea algo afectado por ello, pero no le cuadra el
esteticismo a la manera de escribir de Castelar.
Obras
Ser (1961).
Poema estacional (1966).
Entretanto (1970).
Memoria en mano (1976).
Rutina (1981).
Sin olvidar la humillación (1983).
Andar (1985).
Digo, no es un decir (1986).
Pasión del claroscuro (1988).
Tiempo ganado al mundo (1989).
Mario Gallardo

La Lima, Cortés (1962). Es Licenciado en Letras con especialidad


en Literatura. Actualmente se desempeña como Coordinador de la
Carrera de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras en el Valle de Sula, donde imparte clases de Teoría y
Crítica Literaria desde hace 25 años, y es miembro fundador del
Consejo Editorial de la revista UMBRALES. También posee un
diplomado en Desarrollo Humano otorgado por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
De junio a diciembre de 2002 trabajó como consultor especializado
en tradición oral del proyecto “Desarrollo del Turismo Costero en el
Sistema Arrecifal Mesoamericano”, a cargo del Centro Regional de
Estudios Multidisciplinares de la Universidad Nacional Autónoma
de México (CRIM-UNAM), bajo el financiamiento de la Word
Wildlife Fund(WWF), con sede en West End, Roatán.En 1997 –a
través de una beca que le fue otorgada por la Agencia Española de
Cooperación Iberoamericana (AECI)- participó como investigador
asociado en el marco de la XI Convocatoria para Hispanistas
Extranjeros de la Dirección General de Relaciones Culturales y
Científicas, adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
Su trabajo lo realizó en la Universidad de Salamanca,alternándolo
con los cursos de Narrativa Hispanoamericana que
ofreceanualmente el Instituto de Estudios Superiores de
Iberoamérica yPortugal.Entre otros eventos, ha participado como
expositor en el II Encuentrode Editores y periodistas culturales de
Iberoamérica.
Auspiciado por el Instituto Cultural Israel-Iberoamérica, en las
ciudades de Jerusalén y Tel-Aviv, en marzo de 1998; en el I
Simposio de Literatura Centroamericana, organizado por la Maestría
en Literatura Centroamericana de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras, realizado en Tegucigalpa en agosto de
2001; y en las ediciones II, III y XVI del Congreso Internacional de
Literatura Centroamericana (CILCA),bajo los auspicios de Florida
State University y Purdue University, que se llevaron a cabo en
Tegucigalpa, Ciudad de Guatemala y Nicoya, en los años de 1994,
1995 y 2008, respectivamente.
También ofició como delegado de Honduras en el V Congreso
Internacional Cultura y Desarrollo: “En defensa de la diversidad
cultural”, realizado en el Palacio de Convenciones de La Habana,
Cuba, en el año 2007. En ese cónclave participó además como
delegado representante de Honduras en la Reunión Iberoamericana
de Observatorios Culturales Oficiales e Instituciones Afines. En
junio de 1993 participó en el Seminario Internacional “Derechos
delos pueblos indígenas en el marco de las nuevas relaciones”,
cuando encabezaba la delegación hondureña que participó en el
Primer Encuentro Internacional de Pueblos Mayas, llevado a cabo en
Campeche, Calkiní y Hopelchén, México. Entre 1987 y 1993 fue
colaborador de las revistas Punto nuevo, Tragaluz, Cron opios y La
Prensa Literaria, y desde 1994 hasta el 2001editó el suplemento
Magazine Literario, que aparecía en la revista Magazine Sabatino de
Diario TIEMPO.
Obras
El cuento fantástico en Honduras
Estudio, selección y notas por Mario Gallardo. Tegucigalpa.
Litografía López. Tegucigalpa. 2002.
El cuento fantástico en Honduras
2. ed. revisada y ampliada. Mario Gallardo (antólogo). Ciudad de
Guatemala. Letra Negra Editores. Guatemala. 2004.
Honduras. Narradores Siglo XX
Mario Gallardo (antólogo). Ciudad de Guatemala. Letra Negra
Editores. Guatemala. 2005.
La danta que hizo dugú. Literatura Oral en la comunidad garífuna de
Masc
Mario Gallardo. Editorial Secretaría de Cultura, Artes y Deportes.
Tegucigalpa. 2007.
Las virtudes de Onán
Mario Gallardo. Editorial Secretaría de Cultura, Artes y Deportes.
Tegucigalpa. 2007.
Su cuento “Las virtudes de Omán” fue incluido en Puertos abiertos
Antología de cuento centroamericano. Sergio Ramírez (selección y
prólogo). FCE. México. 2011.
Armando García

Profesor y cuentista. Nació en la ciudad de Olanchito, Yoro, en el


mes de abril y en el primer cuarto después de la sala, a mano
izquierda de aquí para allá. Nació a las once y siete minutos con
diecisiete segundos de la mañana.
Es hijo de Sara Morales y Amado García. Sobrino de maya y
Medardo. Hermano de Lidia, Ronaldo, Tito, Toño, Martha,
Salvador, Sara, Miriam, Amadito y Chencha.
Viene de una estirpe de impecables narradores orales, este autor no
pudo, sin embargo, desarrollar jamás esas facultades naturales y
tuvo que conformarse con la nada edificante actividad de hablar en
letra de molde.
Al referirnos a este prolífico escritor, no podemos dejar por fuera su
obra cumbre: HECHOS NECIOS QUE ACUSÁIS, en el que el
autor logra lo que ningún escritor hondureño había podido hasta
ahora: Que nos doblara de la risa.
Este libro es un jolgorio y quien lo lea no parará de reír desde la
portada hasta la contraportada y seguirá riéndose por unos días hasta
que vuelva a ser hondureño normal: agüevado, ensimismado,
preocupado, tenso, amargado, temeroso, pusilánime, tímido, callado,
medroso, cohibido, apocado y hasta devaluado.
Necesitamos un libro como este en donde los hechos acusan, ponen
el dedo en la llaga y terminamos riendo de la desventurada suerte del
país que habitamos.
¿Quién le ha impedido a este negro decir la verdad en forma
humorística? ¡Ni Horacio! Los doce cuentos vienen precedidos por
un sesudo análisis por parte del doctor en literatura Oscar Saramado,
una eminencia en el campo de la literatura quien para realizar el
prodigio del prólogo, se auxilió de los mejores textos nacionales e
internacionales y damos así una apreciación novedosa, clara y
profunda de la obra garciamandiana.
El argumento de la obra es sencillo: lo podríamos sintetizar de la
siguiente manera: Ese Melchor que todos ustedes conocemos, un tal
Matute a quien la desenfriol no le quita el dolor de cabeza, vive feliz
en su hogar, dulce hogar, con una mujer que sólo es virgen de la
cintura para arriba. Nuestro personaje considera que no hay dicha
tan grande como la de nacer en Honduras (como lo desearan todas
las criaturas), porque allí, al nomás regresar al pueblo, uno es capaz
de cometer actos inmorales; puede, inclusive, ignorar el último
pasaje de Tirantes, hacerse el de a peso y decir a todos, con el pecho
abierto: ¡No hay tal culebra 'e cacho! ¿Diga usted si no es verdad?
Obras
Novela
El Ojo de la tormenta.
La divina con medias.
Memorias de un malogrado candidato a alcalde.
Cuentos
H de absurdo.
Humor de negro.
69 lecciones para montar en bicicletas.
Tiro al blanco (y otras punterías).
Ensayos
Retrato hablado.
24 imágenes por segundo.
Aquí está tu son, Chabela.
Poemas
¿Canto, General?
En el lugar de los pechos.
Varón y cuenta nuevas.
Juan Ramón Molina

Juan Ramón Molina, primer poeta hondureño en salir de


Centroamérica para conocer otras culturas, nació en Comayagua,
Honduras, y es reconocido mundialmente gracias a la calidad de su
obra literaria.
Además, es uno de los grandes exponentes del modernismo en
Centroamérica.
Nacimiento: 17 de abril de 1875.
Fallecimiento: 2 de noviembre de 1908.
Cuando estudiaba en Guatemala, decidió abandonar la carrera de
Derecho para dedicarse completamente a la literatura.
Además, el poeta llevaba el periodismo en la sangre, por lo que
fundó el diario El Cronista en Tegucigalpa, el cual dio origen al
Diario de Honduras.
En Guatemala editó El Bien Público y colaboró con La Ilustración
Guatemalteca. También colaboró en la fundación de El Día y en
compañía de Augusto C. Coello, la revista literaria “Espíritu”.
En 1892 viajó a Brasil, en donde asistió a la Conferencia
Panamericana de Río de Janeiro y conoció a Rubén Darío. Ese
evento le inspiró para crear su impresionante composición poética
“Salutación a los poetas brasileros”.
También visitó España, donde colaboró en el recién fundado ABC
de Madrid, y viajó a varios países de Sudamérica, los cuales dejaron
huellas en su obra.
Su talento era reconocido por muchos, Castelar alabó su canto El
Águila y Rubén Darío su Salutación a los Poemas Brasileños.
Juan Ramón Molina (17 de abril de 1875 - 2 de noviembre de 1908),
nacido en Comayagüela, Honduras, es el primer poeta hondureño
que salió de Centroamérica para embeberse en las corrientes
culturales de otras latitudes. Es uno de los grandes exponentes del
modernismo en Centroamérica y su obra de gran calidad literaria lo
consagra como el escritor hondureño más universal. En 1892, junto
al poeta Froylan Turcios y Fausto Dávila1 en un viaje a Brasil, -en
cuyo trayecto escribe “Salutación a los Poetas Brasileños”- conoce
al poeta nicaragüense Rubén Darío, quien incidirá grandemente en
su estilo. Visitó España, donde colaboró en el recién fundado "ABC"
de Madrid, y varios países de Sudamérica, dejando huellas
permanentes en su obra. Castelar alabó su canto "El Águila" y
Rubén Darío su "Salutación a los Poemas Brasileños".
Admiró a William Shakespeare y dedicó varios sonetos “El rey
Lear”, “Ofelia”, “Yago”, etc. a la obra en inglés. Recibió la
influencia de Rubén Darío, a quien conoció en su persona y en su
obra. La influencia del nicaragüense se dejó sentir por ejemplo en
“Tréboles de Navidad”, similar a la "Rosa Niña" de Darío, o en "El
poema del Optimista", posiblemente el poema que, aisladamente,
más haya influido en toda la literatura contemporánea en habla
castellana.
Fue Juan Ramón Molina poeta de primerísima categoría y aunque
cultivó la prosa en la que logró bellas y armoniosas realizaciones,
como su cuento "El Chele", éstas no pueden darse un puesto en la
literatura universal como se otorga a su obra poética que está dentro
del modernismo más puro y une la calidad poética y lo depurado de
la forma con una finísima sensibilidad de que es muestra su soneto
“Pesca de Sirenas”.
Fue Juan Ramón Molina hombre activo, personal y políticamente,
quemó su vida en el afán de vivirla intensamente. Fue colaborador
de la candidatura del General Terencio Sierra de quien se
consideraba amigo.
Obras
Obras destacadas:
El Águila.
Salutación a los Poemas brasileños.
El rey Lear.
Ofelia.
Yago.
El Chele- cuento.
Pesca de Sirenas – Soneto.
Lucila Gamero

Lucila Gamero Moncada es una de las primeras mujeres escritoras


hondureñas, se le considera la primera novelista de Honduras y
pionera del feminismo en el país. Logró producir una obra literaria,
sólida y vanguardista, para la sociedad y las mujeres de su tiempo,
en el género de novela.
Nació el 12 de junio de 1873 en la oriental ciudad de Danlí, en el
departamento de El Paraíso, tres años antes de que iniciara la
Reforma Liberal del doctor Marco Aurelio Soto, y el 23 de enero de
1964 en San Pedro Sula. Sus padres fueron el doctor Manuel
Gamero y Camila Moncada.
Radicó durante muchos años en México, país donde publicó la
mayor parte de su obra. El crítico y escritor Luis Mariñas Otero la
llamó «la gran dama de las letras hondureñas».
Provenía de una familia que, sin ser rica precisamente, pertenecía a
la clase alta. “Tenían la idea de ser descendientes de españoles”,
dice el escritor hondureño Juan Ramón Martínez. Es por ello que
Lucila se comporta con la dignidad y prestigio que su familia
pretendía tener.
Sus hermanos fueron Gilberto Gamero (médico), Carlos Gamero
(compositor musical), y José Manuel, mejor conocido como Manuel
de Adalid Gamero, quien hasta hoy es considerado el padre de la
música hondureña, por sus significativos aportes en esa desciplina
artística.
Su visión feminista y avanzada la convirtieron en una mujer
incomprendida, y también tuvo que lidiar con la insatisfacción de su
género. Ella quería ir a estudiar a Guatemala junto a su hermano,
pues tenía vocación de doctora, pero tuvo que conformarse con
ejercer empíricamente lo que leía en los libros.
El 2 de febrero de 1946 junto a un grupo de sufragistas organizaron
la sociedad femenina panamericana y el 5 de marzo de 1947
organizaron el comité femenino hondureño, afiliado a la Comisión
Interamericana de Mujeres con el objetivo de obtener derechos
políticos para las mujeres y luchó por el derecho de las mujeres al
voto o sufragio, hecho que pudo ver materializado en 1957.
Además, publicó la revista “Mujer Americana”, el tercer diario
feminista del país, después del diario Navasde Atlántida y el diario
Atenea de Cristina Hernández de Gómez impreso en el Progreso
desde 1944.
Su obra se sitúa entre el Romanticismo tardío y el Vanguardismo, y
aunque generalmente ha sido situada en la Vanguardia americana, en
realidad su trabajo puede situarse más cómodamente en la última
etapa romántica de la literatura, cuyos rescoldos se prolongaron
hasta los primeros años del siglo XX.
La abundante producción literaria ocupa el período tardío del
romanticismo de la novela hispanoamericana; el amor y la familia,
son los grandes temas que ocupan la mayor parte de sus argumentos
narrativos. Su novela más divulgada es Blanca Olmedo.
Lucila mantenía correspondencia con Turcios y con una hermana de
éste, Rafaela, a quien parecía unir una gran amistad. Gamero
también tiene el honor de publicar la primera novela del país,
Adriana y Margarita, 1897, de un total de siete novelas y un libro de
cuentos.
No obstante, a su persistencia y capacidad, en la publicación de
Froylán Turcios, Gamero aparece como una simple colaboradora y
no se hace mención de sus novelas ni crítica literaria alguna. Era una
actitud mezquina en la que, sin duda, tenía que ver el hecho de que
ella fuera mujer.

Obras
Lucila Gamero de Medina escribió, entre otras, las siguientes
novelas:
Amelia Montiel (1892).
Adriana y Margarita (1893).
Páginas del Corazón (1897).
Blanca Olmedo (1908).
Betina (1941).
Aída, novela regional (1948).
Amor Exótico (1954).
La Secretaria (1954).
El Dolor de Amar (1955).
Roberto Quesada

Roberto Quesada nació en Honduras en 1962. Roberto Quesada, a


quien el prestigioso escritor norteamericano Kurt Vonnegut ha
llamado:" Claro, vivaz y muy talentoso escritor", nació en Honduras,
en 1962. En 1986 fundó y dirigió la revista literaria Sobrevuelo. Es
autor de El desertor (cuentos, 1985), Los barcos (1988), que ha
tenido gran éxito en Los Estados Unidos, y El humano y la diosa
(1996), que obtuvo el premio del Instituto Latinoamericano de
Escritores en los Estados Unidos. Big Banana, su tercera novela,
también ha tenido una magnífica acogida en los Estados Unidos en
1999, y de igual forma su edición en español (Seix Barral, 2000). Su
obra ha recibido favorables comentarios de importantes
publicaciones literarias, entre otras The New York Times Book
Review y Babelia (El País, España). Desde 1989 reside en Nueva
York. Ha dado conferencias en varias universidades norteamericanas
y en la actualidad es el Primer Secretario de la Embajada de
Honduras ante las Naciones Unidas. Sus cuentos figuran en diversas
antologías publicadas en alemán, ruso, inglés y español; entre las
más reciente se encuentra Se habla español. Voces Latinas en USA
(Alfaguara 2000).
En 1985 edita por cuenta propia su primer libro de cuentos: EL
DESERTOR, donde se advierte a un narrador que dará mucho que
hablar y levantará algún revuelo entre los círculos intelectuales de
Honduras.
En esta serie de cuentos subyace un sentimiento de repudio a la
guerra, a la manipulación del hombre, a la alienación. Cada cuento
está trabajado con fino sentido del humor en los que se desnuda al
hondureño tal cual es. Diría que es una radiografía de nuestra
idiosincrasia. El libro en mención está dividido en tres partes.
Utiliza mayormente el diálogo como forma de comunicar y hacer
hablar a sus personajes. Algunos cuentos tienen un carácter
anecdótico. A mi parecer los mejor logrados son: El Desertor, El
último habitante de Macondo y quizá, El cielo se ha movido.
Año 1988. Aparece Los BARCOS, la primera novela de Roberto
Quesada. Los acontecimientos de esta novela se desarrollan en La
Ceiba. La historia trata de Guillermo, un muchacho de ciudad que va
a buscar trabajo a las piñeras de la Standard. Él quiere ser escritor.
Conoce la vida de los recolectores de piñas entre ellos: Don Chago,
Santiago su amigo, el poeta —que por algunas señales advertimos se
trata del poeta José Adán Castelar (su padrastro), los conflictos
laborales entre la transnacional y los trabajadores, el amor de Idalia,
la alienación de la sociedad, la sicosis de guerra que vive el país a
raíz del triunfo de la revolución nicaragüense.
Los diálogos están bien logrados y también las descripciones de La
Ceiba y El Porvenir que realiza Guillermo en sus ensayos
preparativos para ser escritor. En la lectura van apareciendo algunos
diálogos que sostiene Guillermo con su abuelo a quien le cuenta la
historia que hemos estado leyendo. Este recurso empleado por
Quesada es una innovación en la narrativa hondureña.
La novela está plagada de frases hechas puestas en boca de los
personajes. Hay un abuso de estas palabrotas - 3 veces me encontré
la palabra jodido y sus derivados-, y no es que seamos puristas del
lenguaje, sino que el abuso de estas palabras no contribuye en la
creación del cuerpo literario que debe ser una novela. Quizá esto le
resta un poco a la obra. Por lo demás Los Barcos tiene una estructura
moderna y una narración ágil.
A mediados de 1993 se publicó en Nueva York la edición inglesa de
THE SHIPS, ha sido bien recibida por la crítica neoyorquina, su
éxito le ha promocionado a que se le mencione como un nuevo valor
de la novela latinoamericana en la Enciclopedia Británica.
Obras
Libro de Cuentos El desertor” (1985),
“Los barcos” (1988) y “El humano y la diosa” (1996), que obtuvo el
premio del Instituto Latinoamericano de Escritores en los Estados
Unidos.
“Big Banana” (1999), su tercera novela, también ha tenido una
magnífica acogida en los Estados Unidos, igual que su edición en
español (Seix Barral, 2000).
Su más reciente novela, “Nunca entres por Miami” (Mondadori,
2002), figuró varias semanas en la lista de libros más vendido de los
Estados Unidos.
Su último libro, que lleva por título “La novela del milenio pasado”
Teófilo Trejo

La biografía de Teófilo Trejo, mejor conocido como «Teofilito».


Fue un escritor y dirigente campesino hondureño, destacado por sus
obras sobre tradición oral de Honduras.
Nació el 05 de marzo de 1941 en La Lima Municipio del
departamento de Cortés.
Desde muy pequeño le toco trabajar en una finca bananera.
Durante muchos años se dedicó a la vida de campesino.
Debido a su experiencia y dedicación al campo, fundó la Central
Nacional de Trabajadores del Campo.
Lucho por los derechos del campesino, debido a las ardua y
explotadas jornadas de labora que se vivían en ese entonces.
En 1971 laboró como monitor en las Escuelas Radiofónicas Suyapa
de la Iglesia Católica.
Hasta que finalmente en 1988, en la Editorial Guaymuras le público
su primer libro.
«Las perras de Teofilito», luego en años posteriores público otras
obras.
Lamentablemente Teofilito tuvo un accidente donde vivía en
Choloma.
Debido al accidente estuvo hospitalizado mucho tiempo y
finalmente falleció el 18 de marzo en el año 2016.

Teófilo Trejo nació en La Lima, Cortés, en 1941. Al quedar


huérfano de madre a los nueve años de edad, tuvo que desertar de la
escuela para ayudar a su papá y a sus cinco hermanos en las labores
agrícolas que desempeñaban en las fincas bananeras.
Su agitada vida organizativa comienza en 1971, cuando se convierte
en celebrador de la palabra y monitor de las Escuelas Radiofónicas.
Fue presidente de patronato, secretario de equipo de fútbol, alcalde
auxiliar y presidente de su grupo base.
Durante los últimos 25 años de su vida ha estado estrechamente
ligado al desarrollo del movimiento campesino hondureño, por cuya
causa no pocas veces ha sido golpeado y encarcelado. Teófilo fue el
primer secretario general de la Central Nacional de Trabajadores del
Campo (CNTC) y actualmente es el Secretario General Adjunto de
esa organización.
Obras
Las perras de Teofilito – 1988.
Cuénteme otra, Teofilito – 1989.
Apuntes sobre mi vida – 1995.
Las perras más perras de Teofilito – 1997.
¡Qué perrero es Teofilito! – 2000.
Seguís perreando, Teofilito – 2004.
Son puras perras, Teofilito – 2008.
El sueño de Teofilito – 2010.

También podría gustarte