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BARRERA, CLAUDIO (1912-1917). Seudónimo de Vicente Alemán h.

En el año1949
fundó la revista literaria Surco; además fue responsable de la página literaria del desaparecido
diario El Cronista. Para algunos estudiosos de nuestra literatura es el mayor representante de
la Generación del 35. En 1954 se le concedió el Premio Nacional de Literatura “Ramón
Rosa”. Murió en Madrid España.
Obra publicada: La pregunta infinita (1939), Brotes hondos (1942), Cantos democráticos al
General Morazán (1944), fechas de sangre (1946), La liturgia del sueño (1949) Recuento de la
imagen (1951); El ballet de las guaras (1952); La estrella y la cruz (1953); Poesía completa
(1956); La cosecha (1957); Pregones de Tegucigalpa (1961); Poemas (1969); Hojas de otoño
(1969); Poemario 14 de julio (1969); Canciones para un niño de seis años (Póstuma, 1972). La
niña de Fuenterrosa (Teatro, 1952). Y las antalogías: Antalogía de poetas jóvenes de Honduras,
desde 1935 (1950); Poesía negra de Honduras (1960); Mensajes de amor a las madres (en colaboración con Julio
Rodríguez Ayestas, 1963).

CÁRCAMO, JACOBO (1916-1959). Poeta y periodista. Fue colaborador de diario El


Cronista y de las revistas Tegucigalpa y ANC (Asociación Nacional de Cronistas). En México,
país donde vivió hasta el día de su muerte, colaboró con los diarios Nacional y El Popular. Fue
uno de los poetas más destacados de la llamada Generación del 35. En 1955 se le concedió el
Premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa”.
Obra Publicada: Flores del alma (1935); Brasas azules (1938); Laurel de Anahuac ; Pino y sangre
(1955); Preludio continental (Antología póstuma, 1977); Antología (Edición póstuma, 1982).

COELLO, AUGUSTO C. (1884-1941). Poeta y periodista. Realizó estudios de derecho


y, en 1904 fue electo diputado a la Asamblea Nacional Constituyente. Ocupó los cargos de
secretario de la Presidencia y ministro de Relaciones Exteriores. Por razones políticas se traslado
a Costa Rica, donde ejerció el periodismo en La República, la Prensa Libre, El Pabellón Rojo y
La Opinión. En Honduras colaboró en los periódicos La Regeneración, El Imparcial, Pro Patria
y Marcha. Es el autor de la letra del Himno Nacional de Honduras.
OBRA: Poesía: Canto a la bandera (1934); Un soneto me manda a hacer violante (1941);
Sonetos (Edición póstuma, 1944). Prosas (1943).

DOMÍNGUEZ, JOSÉ ANTONIO (1864-1903). Poeta. Realizó estudios de Magisterio y


de Derecho. Fue subsecretario de Estado en los despachos de Instrucción Pública y de Justicia. Es,
sin duda, el máximo exponente del romanticismo nacional. Perteneció, junto con Froylán Turcios y
Juan Ramón Molina, a la Sociedad Literaria “La Juventud Hondureña”. Al igual que el otro poeta
romántico de importancia, Molina Vigil, se suicidó. Fue un poeta de hondas preocupaciones
sociales, políticas y filosóficas. En su extenso poema “Himno a la materia” expresa su visión del
mundo y de la vida. Su obra también ha sido compilada por diversos autores y los estudiosos de la
literatura nacional coinciden en señalarlo como el mas notable de los poetas románticos hondureños.

FONTANA, JAIME (Víctor Eugenio Castañeda) nació el 13 de abril de 1922 en


Tutule, La Paz y murió en Tegucigalpa en1972.
En 1943 obtuvo el Primer Premio en el Concurso Científico Morazánico con su libro de ensayo
el "Cuasi-Contrato Social" y en 1947 el Primer Premio en el Concurso Poético promovido por la
Universidad de Honduras con motivo de su Centenario. En 1951 en la Argentina le fue
concedido el Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores por su libro "Color Naval"
y en 1962 obtuvo el Premio "Asteriscos" de Junín, Argentina. Vuelto a la Patria en 1964 ganó el
Gran Premio Rotario. Fue Presidente del PEN Club Internacional, Sección de Honduras. Ejerció
la diplomacia en la Argentina, en México; Ecuador y ante la UNESCO, en Paris.
Libros publicados: "Color Naval" en Buenos Aires, Argentina, 1951.
GUILLÉN ZELAYA, ALFONSO (1888-1947). Poeta y periodista. Estudió Derecho en la
Universidad Central de Honduras, hoy UNAH. Su obra poética es menos conocida que sus
escritos periodísticos y que sus ensayos. Fue director de los periódicos capitalinos El Cronista y
El Pueblo. En Juticalpa, Olancho, de donde era originario, dirigió el Tacoma, en 1911. En
1933, al asumir la presidencia de la República Tiburcio Carías Andino, parte hacia México,
donde colaboró con El Popular y Futuro. También vivió en Nueva York, desempeñando un
cargo diplomático; allí dirigió la revista Pan América Poetry. Murió en México.
OBRA: El quinto silencio (Obra póstuma aparecida en la revista Ariel en 1972 y que fuera
compilada por Medardo Mejía. En 1993, la Editorial de la UNAH la volvería a publicar; Ansia
eterna (Edición póstuma, 1960); Conciencia de una época ( colección de ensayos, 1996).

LAÍNEZ, DANIEL (1910-1959). Poeta y narrador costumbrista. También incursionó en


la dramaturgia. Fue miembro sobresaliente de la llamada Generación del 35. Colaboró con las
revistas Surco y Tegucigalpa. En 1956 se le concedió el Premio Nacional de Literatura “Ramón
Rosa”. Una característica de su obra es la incorporación del habla hondureña con sus particulares
modismos regionales, especialmente en sus cuentos y estampas locales. Publicó “Voces íntimas”
(1935), “Cristales de Bohemia” (1937), “A los pies de Afrodita” (1939), “Islas de pájaros” (1940),
“Rimas de humos y viento” (1945), “Misas rojas” (1946), “Poesía varias” (1946), “Antología
poética” (1959), “Poemas regionales” (1955), “Al calor del fogón” (1955), “Poemario (1956),
“Sendas de sol” (1956), “Poemas para niños” (Edición póstuma, 1972). En teatro dio a
conocer “Timoteo se divierte” (1946) y “Un hombre de influencia” (1956). Publicó además
“Estampas locales” (1946); Manicomio (editado por la UNAH en 1980), un texto de supuesta
crítica literaria, que más bien parece de diatribas personales. A nivel de ficción dio a conocer el cuento: “El grencho”
(1946) y una novela corta : “La gloria” (1946).

MEJIA, MEDARDO (1907-1981). Abogado de profesión. Cultivó el drama, la poesía, la


historia, la narrativa y ejerció además el periodismo y fue un gran animador cultural como Froilán
Turcios, y, por otro lado, un notable polígrafo como Rafael Heliodoro Valle, En 1930, con su
libro Cuentos del camino, ganó el premio de cuento que organizó el ministerio de
Instrucción Pública. En 1964, reinició la segunda etapa de la revista Ariel, que en 1925 comenzara a
editar Froylán Turcios y Arturo Martínez Galindo. En esta segunda etapa la revista dejó de
publicarse en 1976. En 1971 se le concedió el Premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa”. Fue un
destacado miembro de la Academia Hondureña de la lengua y un intelectual respetado entre los
sectores obreros, campesinos y profesionales del país. Entre sus obras cabe mencionar Anathe
(1975), El fuego nuevo (1976), Cuentos del camino (1930), Los diezmos de Olancho (La horcancina, Cinchonero y
Medinón, 1976); Los chapetones (1977) y Comizahualt (1980). Compuso, además, una extensa obra sobra la historia de
honduras que publicó la UNAH en cinco tomos; la misma destaca, tanto por la interpretación que de la vida nacional hace
Medardo Mejía como por la abundancia de documentos que incluye en la misma.

MOLINA, JUAN RAMÓN (1875-1908). Poeta ante todo, también ejerció el periodismo y
cultivó con habilidad el cuento. Abandonó sus estudios de Derecho para dedicarse de lleno a la
literatura. Cuando vivía en Guatemala, donde realizaba sus estudios, conoció a Rubén Darío y
mantuvo con él fuertes lazos de amistad. En este punto, es importante recordar que Molina es
considerado, después de Darío, como el más grande poeta modernista de Centroamérica.
Al igual que otros de sus contemporáneos, En el ámbito periodístico se puede destacar la fundación
de El Día, en 1904, y en 1906, en compañía de Augusto C. Coello, la revista literaria Espíritu. Unos
meses antes de morir fundó en El Salvador, con Julián López Pineda, la revista Ritos. En 1906
participó con Turcios en la Conferencia Panamericana de Río de Janeiro, Brasil; a la que también
asistió Rubén Darío; como resultado de esa experiencia escribió su poema “Salutación a los Poetas
Brasileros”,
La obra de Molina ha sido valorada favorablemente por escritores como Miguel Ángel Asturias, Rubén Darío, Rafael
Heliodoro Valle, Max Henríquez Ureña, Hugo Lindo, William Chaney y Enrique González Martínez, entre otros.
MOLINA VIGIL, MANUEL (1853-1883). Poeta. Realizó estudios de Medicina en
Guatemala, culminándolos en 1877. A su regreso a Honduras, en 1880, ejerció su profesión en
carácter privado y como catedrático de la Facultad de Medicina, de la Universidad Central. Su
época de escritor coincidió con la época de la Reforma Liberal, debido a lo anterior, su nombre
se incluye en la segunda generación de poetas hondureños o Generación de Joaquín
Palma. suicidó a la edad de 30 años.
Su obra ha sido compilada por varios antólogos; el primero de ellos fue Rómulo E. Durón, quien
lo incluye en “Honduras Literaria” (1899).

MURILLO SOTO, CÉLEO (1912-1966). Poeta, periodista y diplomático. Se graduó


de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales en 1940 en la entonces Universidad Central de
Honduras (hoy UNAH). En 1956 se desempeñó como cónsul de Honduras en Nueva
Orleáns. Durante varios períodos fue presidente de la APH y en una de sus gestiones se
construyó la Casa del periodista. Colaboró con los periódicos La Época, Prenda Libre, El
nacional, El Día, y con los semanarios La Nación, Nuestro Criterio y Avance. La municipalidad
de Tegucigalpa instituyó un premio anual de periodismo que lleva a su nombre. Publicó: Afán
(1939) yen edición póstuma “Elegía de una canción ( 1966).

ORTEGA, RAMÓN (Comayagua, 1885-Tegucigalpa, 1932). Si hay que ubicarlo dentro


de una tendencia literaria, debe decirse que Ortega es uno de los poetas hondureños que mejor
asimila la fuerza arrolladora del modernismo y se encamina al postmodernismo, asido de una
especial sensibilidad e imaginación, que da como resultado una poesía cargada de emotividad y
ritmo, pero tejida con precisión de orfebre. Se le ha achacado erróneamente la autoría de un poema
que, posiblemente, viene de la tradición oral ( Verdades Amargas), pero que desdice la calidad
literaria del poeta. Su obra está recogida es dos breves poemarios: “El amor errante” (1930) y
“Flores de Peregrinación” (1940). Varios años antes de su muerte Ramón Ortega había sido
víctima de la locura.

REYES, JOSÉ TRINIDAD (1797-1955). Dramaturgo, poeta y educador. El Sacerdocio


fue su principal ocupación y, sin duda alguna, los compromisos religiosos y su entusiasmo
indeclinable fueron los alicientes para que destacara en las actividades ya mencionadas. No en
vano se lo considera el padre de nuestra poesía, pues aunque no fue el primer hondureño que la
cultivó, si es el primer autor nacional que consagró gran parte de su vida al cultivo y difusión de las
letras. Realizó estudios de bachillerato en Filosofía, Teología y Derecho Canónico en Nicaragua.
Se lo reconoce también como el fundador de la Universidad Nacional (hoy UNAH), pues su
Academia del Genio Emprendedor y del Buen Gusto (1848) fue elevada posteriormente a
Universidad. Reyes se distinguió por su labor en pro de la educación y por sus obras de teatro
religioso, conocidas como Pastorelas. Se sabe que el Padre Reyes escribió unas 16 pastorelas,
pero hasta la fecha sólo se conocen 9 de ellas: Noemí, Nicol, Nectalia, Zelfa, Rubenia, Eliza,
Albania y Olimpia. Todas están escritas en verso y gozaron de gran difusión en su época. Se representaron en toda Centro
América en las plazas y los atrios de las principales catedrales. En algunos pueblos aún hoy se representan durante la
celebración de la Navidad. Rómulo E. Durón, fue el primer compilador de “Las pastorelas”, en 1905.

RIVAS, ANTONIO JOSE (Comayagua, 1924-1995) Profesor de matemática del nivel


medio y superior, también hizo estudios de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras y en la Universidad Nacional de Nicaragua. En 1950 obtuvo la Flor Natural en los
Juegos Florales de León, Nicaragua y el Segundo Premio en el Certamen de Poesía convocado por
el Club Rotario de Tegucigalpa en 1964.Publicó en vida únicamente el poemario: "Mitad de mi
Silencio" (1964 y reeditada en 1986) En 1996 se publicó “El agua de la víspera”, otro libro de
poemas (que ya estaba listo cuando aconteció su muerte), en el cual reafirma la calidad de su
poética. Rivas es una de las voces más exquisitas de la poesía hondureña del siglo XX y, sin duda,
el que más importancia le dio a la metáfora en una período en que otros autores cayeron en
facilismo de la pancarta política.
SUAREZ, CLEMENTINA (1906-1991). Poeta. Representa una de las voces más altas
de la poesía hondureña contemporánea. Viajera infatigable, rebelde de su tiempo, vivió en
México, Cuba, Nueva York , Madrid Guatemala y Mujer y Prisma. “Clementina es la mujer más
pintada del mundo”, escribió la poeta costarricense Carmen Naranjo, al referirse a los incontables
retratos de la poetisa realizados por famosos pintores de Europa y América. En 1970, se le otorgó
el Premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa”. Murió trágicamente en 1994, una galería de arte
con su nombre.
OBRA: Corazón sangrante (1930); De mis sábados, el último (1931); Iniciales (libro que contiene
además, poemas de Lamberto Alemán, Martín Paz y Emilio Cisneros, 1931); Los templos de
fuego (1937); Engranajes (poemitas en prosa y verso, 1935); Veleros (1937); Creciendo con la hierba (1957); Canto a la
encontrada patria y a su héroe (1958); El poeta y sus señales (Antología, 1969); Clementina Suárez (Selección de textos,
comentarios y pinturas, 1969); Antología poética (1984); Con mis versos saludo a las generaciones futuras (Antología,
1988).

ZÚÑIGA, LUIS ANDRÉS (1878-1964). Poeta y narrador. Realizó estudios de Derechos en la


Universidad Central de Honduras, hoy UNAH, y se especializó en criminología en la Universidad
de La Sorbona, Francia. Durante su estancia en París, fue secretario de Rubén Darío, cuando éste
dirigía la revista Mundial Magazine. En Honduras fungió como director de la Biblioteca y
Archivo Nacionales. Como diplomático representó a Honduras en El Salvador y llegó a ser
subsecretario de Relaciones Exteriores. Dirigió las revista Semana Ilustrada, Germinal y Ateneo
de Honduras, |||de la que fue fundador, junto con R.H. Valle, Froylán Turcios y Salatiel
Rosales. En 1914, su obra dramática Los conspiradores obtuvo un premio y fue la obra con la que
se inauguró el Teatro Nacional de Tegucigalpa, hoy Manuel Bonilla.
OBRA: Los conspiradores (Drama, 1915), “Águilas conquistadoras (Poesía, 1913), El banquete
(prosa y verso, 1920) y Fábulas (1919)

¡Oh Patria Mia!


Por: Oscar Henriquez
Oh! patria mia
me parecen tan lejanas
tus calles,cerros y tu gente
son reliquias en mi mente

Oh! patria mia


bendita tierra
hoy a un mundo
lejos de tu suelo
añoro tu cobijo,tus valles
y el sabor a pueblo

Bendita mi gente de pueblo


que labra la esperanza
bendita esa esperanza
de vivir aun con nuestra economía moribunda,

Hoy te recuerdo patria mia


como te recuerdo cada día
hoy como ayer,
lloro mi ausencia de tu suelo
es mi deseo
si muero lejos de tus calles

Que me regresen a tu suelo


y sobre mi féretro escriban
"Honduras patria mia te quiero."

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