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En la Biblia encontramos términos para referirse a la iglesia como, un cuerpo, una familia,
un pueblo, un rebaño, una vid, un edificio, o una esposa. La Biblia llama “ekklesía” de
modo general, se refiere a una asamblea o congregación, un grupo de personas
convocadas. Pero, bíblicamente, su significado es más puntual. Esto es lo que dice 1 Pedro
2:9-10. “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquél que los llamó de las
tinieblas a Su luz admirable. Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el
pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia”.
la iglesia es que pertenece a Cristo por tanto debe obedecerle a Él.
Iguales en dignidad.
Gálatas 3:28 “no hay judío ni griego…” es importante notar el contexto del pasaje que es
sobre la salvación del ser humano en general, no de los roles de hombre o mujer dentro de
la Iglesia.
Diferentes en roles. 1 corintios 3:23; Juan 5:30; Juan 8: 29 dan el ejemplo que Cristo no
es inferior en la trinidad, pero en su encarnación se sometió por voluntad propia y en
humildad al Padre. El hombre y la mujer valen lo mismo, Dios ama a todos, Él en su propia
voluntad los creo con diferentes diseños para complementarse y como creyentes no
debemos oponernos al diseño original y la voluntad de Dios para sus hijos.
*Dios no se equivocó al crear al hombre con fuerza física y que a la mujer le diera la
capacidad de tener hijos y darles cariño y ternura.
Si Jesús mismo se sometió a la voluntad del Dios el Padre siendo iguales siendo Dios, valen
lo mismo. Por lo tanto las mujeres deben someterse al liderazgo de los hombres o de sus
esposos como la Biblia enseña.
Efesios 5:33; Tito 2:4-5.
En la Palabra de Dios, vemos a Débora, a la Reina Ester, Rut y otras que salvaron a un
pueblo y generación entera.
1 Timoteo 2:11, 12 claramente dice que la mujer no debe ejercer dominio sobre el hombre a
quien Dios dejó como “cabeza”, lo cual sería como si la Iglesia pone su propia autoridad
por encima de Cristo.
1 Timoteo 2: 15 dice que “se salvará engendrando hijos”, el dar a luz no da la salvación que
solo es en Cristo, sino que Dios usó a una mujer para que el Salvador viniera al mundo,
para que viva una vida de santidad y fe en Cristo.