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"Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en

verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren". Juan 4:23

Luego de escuchar la reflexión de “Pagando el Precio” impartida por nuestro director Josué Valdizón, me
sentí animado de escribir algunos puntos importantes que debemos reconocer en un ministerio de alabanza.
Por favor sientanse libres de aportar sus opiniones en la parte de comentarios.

Cada ministerio de alabanza es único

He escuchado comentarios de que cuando vamos a ministrar a otras iglesias, nos quedamos impactados y
con sabor de boca de que su ministerio de alabanza tienen mejores instrumentos, mejor equipo de sonido,
etc. Debemos estar concientes que cada ministerio de alabanza es diferente y único. Una iglesia fuerte
económicamente hablando, puede darse lujos que otra más modesta no podría y esto ciertamente afecta el
estilo y la calidad de la alabanza, más no debería afectar la manera en como adoramos a Dios y ministramos
a la congregación. Así que no pierdas el tiempo en compararte con otros ministerios, y mejor enfócate en
como puedes dar lo mejor de tí, con lo que Dios ha provisto en la iglesia en la que estamos. Dios nos irá
bendiciendo con mejor sonido e instrumentos conforme a su tiempo, y se que así será! ya estamos viendo
los frutos sigamos aportando.

Ministros de buen testimónio.

Acá voy a tocar un poco el tema del testimónio del ministro. Recordemos que somos practicamente como
productos premium en vitrína para la congregación y nadie dará un centavo por nosotros si tenemos
actitudes incorrectas dentro y/o fuera de la iglesia (testimónio). Esto afecta en gran manera la ministración
porque nadie quiere ver a un hipócrita tocando un instrumento o cantando al Señor. Aclaro que no hablo
por nadie en específico, pero creo que debemos tener cuidado en esto, oremos para que Dios nos
perfeccione cada día, y busquemos la presencia de Dios en cada oportunidad que tengamos. No solo
adoremos a Dios con alabanzas en el púlpito, sino tambien en medio de la congregación, en tu casa, en tu
carro o en el bus, en tu trabajo, en tu escuela o universidad, etc. recuerda que no es tanto lo que la gente
diga, sino que es lo que Dios piensa de tí. Cuida tu testimonio y seamos prudentes.

Un llamado a la excelencia.

El ministro debe tener un espíritu de excelencia, creo que aquellos que hacen algo para el Señor deben
querer y buscar continuamente ser excelentes, ya que lo hacen para Dios. Creo que cuando se dice: “no
importa si no sabes cantar. Hazlo como sea, ya que es para el Señor” es un error. Creo que al pensar de esta
manera es una aptitud un tanto irresponsable, ya que es el hecho mismo de que lo que se hará es para el
Señor, que debe tratar de ensayarse, practicarse y si es posible perfeccionarse lo más posible. La excelencia
requiere sacrificio, y esto tiene que ver con pagar el precio. Hay tres puntos bíblicos que debemos tener en
cuenta:

Dios habita en medio de nuestras alabanzas. (Salmos 22:3)

Las alabanzas son un sacrificio que hacemos para Dios (Salmos 50:23, 50:14 y 116:17).

Dios no se conformó en el pasado con sacrificios mediocres, y no tiene porqué conformarse con ellos hoy.

Te ínsto a que reflexiones en las citas bíblicas anteriores, pero quiero profundizar en el tercer punto,
respecto a los sacrificios mediócres. Encontré una porción bíblica muy interesante que está en Malaquías
1:11-14 y dice así:

“11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las gentes; y en todo
lugar se ofrece á mi nombre perfume, y presente limpio: porque grande es mi nombre entre las gentes, dice
Jehová de los ejércitos. 12 Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová; y
cuando hablan que su alimento es despreciable. 13 Habéis además dicho: ¡Oh qué trabajo! y lo desechasteis,
dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, ó cojo, ó enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Seráme
acepto eso de vuesta mano? dice Jehová. 14 Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y
promete, y sacrifica lo dañado á Jehová: porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre
es formidable entre las gentes.”

Retomando el versiculo 13, tiene que ver con los sacrifícios mediocres, Para Dios, ¡La mediocridad no es
suficiente!, por lo que debemos de dar lo mejor de nosotros y debemos hacer conciencia y reconocer si lo
que le damos al Señor es lo mejor. Acá hago un llamado a los directores para que retomemos el tema de la
escuela de alabanza ministerial. Esto fué en su momento un paso muy importante para invertir en la
excelencia de los músicos y cantores, creo que es un deber de la iglesia en buena medida, proporcionar el
conocimiento teórico-práctico de la música, a fin de lograr excelencia musical, no dejando de lado la parte
ministerial y espiritual. Solo de está manera alcanzaremos la visión de un Ministerio Integral.

El ministro debe ser un adorador y dirigir a la adoración.

Hay tanto por hablar de la adoración, recomiendo que busquen y lean un libro que se llama: “Generación de
Adoradores” Escrito por Lucas Leys, Danilo Montero y Emanuel Espinoza, pero básicamente, el ministro de
alabanza obligadamente debe tener un corazón de adorador, y dirigir a la congregación a la adoración,
(Isaías 62:10, Juan 4:20-24), así que sobre todas las cosas, debemos ser ministros con corazón de adorador.
Las personas deben reconocer que hay algo diferente en ti y que ellos deben ser retados a tener una
relación más profunda con el Señor inspirados en lo que ven en ti. Si tú, como ministro de alabanza,
verdaderamente sientes el llamado de Dios a dirigir su pueblo a la adoración genuina, la unción del Espíritu
Santo estará a tu disposición. Debes desarrollar un estilo de vida llena de adoración y alabanza a Dios para
que así ayudes a otros hacer lo mismo.

Reflexión

Por el momento es todo lo que quería decirles, en general creo que vamos por buen camino, les animo a
que no se desanimen, y a que sean perseverantes en este ministerio donde por misericordia servimos, el
ministerio de alabanza es un compromiso, y mas que eso debe ser tu estilo de vida, tu orgullo, porque lo
hacemos para Dios y debemos de dar lo mejor con lo que tenemos, y no caer en la mediocridad. Oremos por
nuestros lideres para que Dios les ilumine y les provea de las herramientas necesarias para que este
ministerio crezca, no numericamente, sino en excelencia y calidad espiritual. Sobre todo seamos
responsables y cooperemos con nuestros lideres, porque recuerda que no lo hacemos para ellos, sino para
Dios. Dios les bendiga.
COSAS QUE DEBE DE SABER UN MINISTRO DE ALABANZA

En la actualidad gran parte de los cristianos quieren ser parte del ministerio de alabanza sino formar un
grupo de alabanza, esto algunas veces es motivado por la pasión que sienten muchos en torno a la música,
cuando realmente debería ser el amor a Dios y el anhelo de ser de bendicen para otros.

Hoy les haré mención de algunas cosas que debería de saber un ministro.

1) LA MÚSICA ES PELIGROSA CUANDO NO TIENE COMO FINALIDAD AGRADAR A DIOS.

Como ya sabemos satanás en un principio era un querubín, además de ello fue el músico más excelente
dentro del cielo:

“En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio,
jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus TAMBORILES y
FLAUTAS estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.

Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras
de fuego te paseabas” (Ezequiel 28:13-14)

El problema fue que anheló ser visto por los demás y que la alabanza también sea para él y no solo para Dios

“Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré MI TRONO, y
en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré
SEMEJANTE al Altísimo.

Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo” (Isaías 14:13-15).

A causa de esto el hizo alianzas con otros ángeles lo cual desagrado a Dios y por esto termino siendo
expulsado del cielo; pero todo esto fue por que quiso estar en el trono, ser visto por todos y ser semejante a
Dios recibiendo la alabanza de los demás.

Este es un problema con el que tiene que lidiar un músico pues un músico o bien buscara ser parte del
ministerio de alabanza para la gloria de Dios o sino para su propia gloria.

Escuche una vez a una gran ministra que ha sido de mucha bendición para mí decir “Si Dios te pidiera que no
vuelvas a pararte al frente de los demás a cantar o tocar en público y tan solo te concentraras en alabarle
directamente a Dios; ¿Lo harías o dejarías de seguirle?; si tu respuesta es que no lo harías entonces tú no
estás preparado para servir en el ministerio de alabanza”. Esta reflexión me pareció excelente puesto que
muchas veces lo que buscamos es que nos miren y si no nos miran o si no saben que somos nosotros los que
están haciendo algo bueno no queremos hacerlo. Pero LA GLORIA TIENE QUE SER UNICAMENTE PARA DIOS,
por nada del mundo busquemos quitarle la gloria.

2) UN VERDADERO MINISTRO TIENE QUE VIVIR EN SANTIDAD Y ORACIÓN PARA SER DE BENDICIÓN.

Recuerden que la alabanza no es tan solo música, sino también una guerra espiritual pues la biblia narra que
a través de la alabanza se ganaron guerras que parecían imposibles y hasta milagros muy importantes
sucedieron, así mismo la presencia d Dios descendió muchas veces en medio de la alabanza.

Pero todas estas proezas bíblicas sucedieron por que dichos ministros estaban viviendo en santidad y
oración constante.

Puedo ciar varios ejemplos en torno a esto:

A) LA MUSICA TIENE PODER.


En cierto momento hubo una gran guerra, el Rey Abías quien era siervo del Señor tenía solo 400 mil
hombres preparados para luchar, pero tenía que luchar contra el rey Jeroboam quien tenía a su cargo 800
mil hombres de batalla; era notable que el ejército de Abías estaba con una inmensa desventaja y por ende
serian derrotados; mas este rey dijo algo bastante interesante:

“Y he aquí Dios está con nosotros por jefe, y sus SACERDOTES con las TROMPETAS del júbilo para que SENEN
CONTRA vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros padres, porque no
prosperaréis” (2 Crónicas 13:12)

Y sucedió que Dios les dio la victoria, pero lo que a mí me impacto fue la declaración que hizo de que las “Las
trompetas de los sacerdotes sonarían contra sus enemigos” .Lo cual es una evidencia de que la alabanza no
es tan solo música, sino más bien una guerra espiritual en la cual podemos tener grandes victorias si los
músicos están andando conforme a la voluntad de Dios.

Otro ejemplo también es el de la toma de Canaán, cuando derribaron los muros de Jericó.

“Entonces el pueblo gritó, y los SACERDOTES TOCARON LAS VOCINAS; y aconteció que cuando el pueblo
hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la
ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron” (Josué 6:20)

Aquí nos encontramos con otro ejemplo de las cosas sobrenaturales que Dios puede hacer con el ministerio
de alabanza cuando esta está viviendo en oración y santidad.

Si los ministros de nuestras iglesias estuvieran siempre en oración y santidad todos los muros y fortalezas
que ha puesto el enemigo caerían, pues cuando hay alabanza con santidad los muros caen.

B) LAS CANCIONES TIENEN PODER:

La biblia menciona un caso mucho más específico en el cual narra el poder que puede tener una alabanza
cuando es entonada por unos ministros que estén buscando la voluntad del Señor:

“Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que CANTASEN y ALABASEN a Jehová, vestidos de
ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su
misericordia es para siempre.

Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del
monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:

Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y
cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.

Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud; y he aquí yacían ellos en tierra
MUERTOS, pues NINGUNO HABÍA ESCAPADO” (2 Crónicas 20:21-24)

Dios les regalo una gran victoria en una batalla que ni tuvieron que luchar tan solo porque los Sacerdotes
alabaron a Dios; pero esto solo fue posible porque estos sacerdotes estaban viviendo en santidad y en
comunión continua con Dios; y aun Dios los bendijo en gran manera al terminar esta guerra.

“Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así
vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días estuvieron
recogiendo el botín, porque era mucho” (2 Crónicas 2:20)

Tú también puedes ser de bendición para tu iglesia, pero debes de buscar más de Dios, por lo tanto
considera siempre que tu alabanza no es tan solo música, sino es algo que va mucho más allá.
5 palabras esenciales para todo ministerio de alabanza

A todos nos ha pasado.

Esa repentina y no muy agradable sensación de saber que estás perdido. En otros tiempos solo
hubiéramos tenido dos opciones: detenernos a preguntar por el rumbo correcto, o sacar un mapa y
tratar de encontrar nuestro camino. Hoy en día casi todos tenemos acceso a sistemas de
navegación, ya sea en nuestros teléfonos, tabletas o en nuestros automóviles. Esos sistemas
tienen la capacidad de acercarse para mostrarte dónde te encuentras (Zoom In +), pero para
ubicarte muchas veces tienes que alejarte (Zoom Out -), para que la pantalla te deje ver puntos de
referencia a tu alrededor.

Algo similar nos puede suceder a los que servimos en ministerios de alabanza. Semana a semana,
nuestro enfoque es guiar a nuestra iglesia local en himnos de alabanza y en cánticos de gratitud y
adoración. Para hacerlo bien, es necesario acercarnos a nuestra gente, nuestro entorno, nuestros
líderes, para ser relevantes a lo que entendemos que Dios está haciendo en medio nuestro. Pero si
nuestro enfoque es solo ese, corremos el riesgo de perder la perspectiva eterna de nuestro
llamado y propósito como adoradores de Dios. Es allí donde es saludable hacer Zoom Out, para
volver a enfocarnos en esos puntos de referencia indicados en la Palabra de Dios, y asegurarnos
que nuestra adoración a Dios en la iglesia local esté en el camino correcto.

He encontrado que las siguientes 5 palabras son buenos puntos de referencia que nos ayudan a
ubicarnos para nunca perder la perspectiva eterna de aquello que es esencial cuando se trata de
adorar a Dios.

Revelación

“En el principio Dios…” (Gen. 1:1). Así como la historia de la creación narrada en las Escrituras
comienza con Dios, de la misma manera adorar a Dios siempre comienza con Dios mismo. El
profesor Dan Block en su libro For The Glory Of God (Para la gloria de Dios) menciona que adorar
es un “acto de sumisión reverente delante del Dios Soberano en respuesta a la
amorosa revelación de si mismo”.

Dios se ha revelado a los hombres en la persona de Cristo Jesús. “El Verbo se hizo carne, y
habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de
verdad” (Juan 1:14). Conocer a Jesús es conocer el carácter de Dios y sus propósitos de
redención. Ese siempre debe ser nuestro primer punto de referencia al venir a adorarle.

Cuando planeamos los elementos de un servicio de adoración antes de preguntarnos, “¿Qué


canción es una de las favoritas de la congregación y hace tiempo no cantamos?”, o “¿Cuál es la
manera más creativa de presentar este mensaje de la Biblia?”, nuestra primera pregunta debe ser,
“¿cómo va a ser honrado, proclamado y exaltado el carácter de Dios, su gloria y sus propósitos de
redención, según Él se ha revelado, en este servicio?”.

Relación

Nuestro Dios no nos creó para gobernar sobre nosotros solamente por la fuerza, o demandar
arbitrariamente que le rindamos adoración. La Palabra es clara cuando nos muestra que Dios nos
creó para vivir en comunión con Él. Su voluntad siempre ha sido estar en relación con Su creación.
“El pueblo que Yo he formado para Mí Proclamará Mi alabanza”, Isaías 43:21.

“Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro entre
todos los pueblos, porque Mía es toda la tierra. Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y
una nación santa”, Éxodo 19:5-6.

En su libro Engaging with God (Encontrándonos con Dios), David Peterson lo describe así: “La
adoración del Único Dios viviente es esencialmente entrar en relación con Él, bajo los términos
que Él mismo ha propuesto, y solo de la manera que Él mismo lo hace posible”. Jesús mismo,
cuando llamó a sus discípulos, antes que darles un ministerio a desempeñar en el reino, les llamó
para que estuvieran con Él (Mr. 3:14-15).

Cuando nos reunimos como pueblo de Dios para exaltar Su gloria y proclamar su evangelio, no lo
hacemos como quienes se presentan para cumplir con una serie de ritos y costumbres religiosas
frías, indiferentes a nuestros afectos y desconectadas de una realidad eterna. Nos reunimos para
reconocer y recordar que si el Ser mas valioso del universo nos ha creado para vivir en comunión
con Él, eso toma prioridad por sobre todas las cosas.

Redención

“Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo”, 2 Corintios
5:18

Dios nos ha creado para adorarle y estar en relación con Él, pero no podemos adorarle hasta que
esta relación no se restaure. La Biblia enseña que nuestro pecado ha dañado nuestra relación con
Dios, de hecho la ha truncado, privándonos de Su comunión. Solamente una reconciliación nos
puede traer de vuelta, y esta reconciliación solo se puede dar a la manera de Dios.

“Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre
de Jesús”, Hebreos 10:19

“Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El [Jesús], sacrificio de alabanza a Dios, es decir,
el fruto de labios que confiesan Su nombre”, Hebreos 13:9

Es inconcebible un servicio de adoración donde inconversos salgan de allí pensando sinceramente


que adoraron a Dios en verdad. La invitación a venir a adorar siempre está allí para todos, pero
debemos de ser claros y, con sabiduría, tacto, y gracia, ser enfáticos en que no podemos adorar a
Dios a menos que confesemos primeramente arrepentimiento y fe en Cristo. El mensaje de
redención debe de ser central en nuestros tiempos congregacionales de alabanza porque no hay
manera de presentarnos delante de Dios para adorarle sino lo hacemos a través de nuestro
Redentor y Mediador, Cristo Jesús.

Respuesta

La mayoría de las veces, cuando hablamos de adoración nos enfocamos más en este punto de
referencia que en cualquier otro, y es aquí donde comienzan los debates y las discusiones, porque
al concentrarnos solamente en nuestra respuesta, corremos el riesgo de que sean estilos, gustos,
preferencias, costumbres o tradiciones en donde basamos nuestras convicciones, y no en la
Escritura.
En su libro Worship by the book (Adoración por el libro), DA Carson define la adoración como “la
respuesta apropiada de todos los seres morales ante Dios, dando todo el honor y la gloria a su
Dios-Creador precisamente porque Él es deleitosamente digno”.

En las Escrituras vemos que esta respuesta es el resultado natural de haber sido redimidos por la
gracia y misericordia de nuestro Dios: “Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de
Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto
racional de ustedes”, Romanos 12:1. A la luz de este versículo entendemos que toda nuestra vida
es ahora una ofrenda viva de alabanza y gratitud a Dios por medio de Cristo. Adoramos a Dios
cuando buscamos su rostro a solas en nuestro tiempo devocional, y también adoramos cuando nos
reunimos como pueblo de Dios para exaltarle. Adoramos a Dios cuando salimos a pasear con
nuestra familia al parque, y también adoramos cuando trabajamos con responsabilidad y
excelencia en nuestros respectivos empleos.

Reino

Así como nuestra adoración a Dios no comienza en nosotros mismos, tampoco termina en
nosotros mismos. Aunque somos inmensamente bendecidos cuando adoramos a Dios, su
bendición hacia nosotros no es para que se quede en nosotros: es para que seamos bendición a
otros.

El obispo ingles William Temple formuló una de las definiciones de adoración más usadas en los
últimos tiempos: “Adorar es el despertar la conciencia ante la santidad de Dios, para alimentar la
mente con la verdad de Dios, para purificar la imaginación con la belleza de Dios, para abrir el
corazón al amor de Dios, y para dedicar la voluntad al propósito de Dios”. Es importante que todos
aquellos que dirigen tiempos de alabanza congregacional tengan en mente que adorar a Dios no
termina cuando dejamos de cantar o cuando nos bajamos de la plataforma. El propósito de Dios es
que su evangelio sea predicado en todo lugar y que hagamos discípulos en todas las naciones.

Debemos anhelar que nuestras iglesias locales tengan la profunda convicción de que extender el
reino de Dios al proclamar su evangelio de salvación es también parte importante de nuestra
adoración a Dios.

El mantener estos 5 puntos de referencia en la mira cada vez que planeamos o preparamos
servicios congregacionales nos ayudará a que nuestros servicios estén centrados en Dios y la
revelación de Su gloria, Su deseo de relacionarse, y Su provisión de redención. Así podremos
responder apropiadamente y proclamar el reino de Dios a toda criatura, para la gloria de Dios.

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