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Lectura. 1 Reyes 19:1-19 Tema.

Fortaleza en Dios o
I. INTRODUCCION
El profeta Elías es conocido como el profeta de fuego. Su ministerio estuvo
enmarcado con grandes señales, milagros y la presencia de Dios en su vida. No
hay registro del momento de su llamado al ministerio como profeta ni información
de su procedencia en términos de linaje. No se conoce quién fue su padre, madre
o si tuvo hermanos.
Es claro que el profeta tuvo un temperamento fuerte y no tenia miedo de transmitir
el mensaje de Dios como era enviado, tampoco se doblegaba ante las
circunstancias pues tenía una fe fuerte y estable.
II. EVENTOS IMPACTANTES EN LA VIDA DEL PROFETA.
Dentro de algunos de los eventos notorios, en la vida del profeta, se encuentran:
1. Su confrontación al rey Acab y el mensaje de juicio como consecuencia de la
idolatría. Los cielos serian cerrados y no habría lluvia. 1 Reyes 16:29-17:1
2. Alimentado por Dios a través de un pozo y cuervos que traían pan y carne. 1
Reyes 17:2-6
3. Alimentado por una viuda (gentil). 1 Reyes 17:8-16.
4. Fue instrumento para hacer revivir a una persona. 1 Reyes 17:17-24.
5. Respuesta de Dios a su oración a través de fuego y muerte de 850 profetas
(450 Baal y 400 de Azera). 1 reyes 18:20-40
6. Oró por lluvia después de 3 años y seis meses de sequía 1 Reyes 18:41-46.
Se puede imaginar un ministerio del profeta Elías de tres años y medio donde la
mano de Dios estuvo en favor de su vida, donde dependió totalmente del Señor y
pudo ver como su vida era un instrumento de gloria en las manos del Señor.
III. LA OBEDIENCIA DEL PROFETA
Algo que caracteriza al profeta, más que los milagros, es su obediencia a la
palabra y voluntad de Dios. Dios le comunicaba su voluntad y él, de forma
inmediata, la obedecía. 1 Reyes 17:2-5; 8-10, 18:1-2.
El profeta no se negaba a cumplir las ordenanzas del Señor, no discutía ni
argumentaba. Solo obedecía.
IV. EL DESANIMO DEL PROFETA Y LA INTERVENCIÓN DE DIOS.
La escritura deja en claro que el profeta de fuego, Elías, no era un super hombre o
una persona distinta a los demás en cuenta a su estructura física, o algo similar,
no era un Superman en el antiguo testamento. Santiago 5:17 lo describe como un
hombre sujeto a pasiones. Elías fue un hombre con emociones y sentimientos al
igual que nosotros y, a pesar de todas esas experiencias con Dios, pasó por un
momento difícil.
En ese momento su fe tambaleo, su animo decayó y su obediencia se fracturó.
A. La amenaza. 1 reyes 19:1-3.
1. Escucho la voz de una persona, Jezabel, y no la del Señor.
2.Su mirada se apartó del Señor y la fijo en el peligro.
B. La decisión del profeta.
1. No escuchar la voz de Dios ni esperar su voluntad.
2. De apartarse del lugar.
3. Orar de forma peligrosa al pedir que Dios le quitara la vida.
C. La respuesta de Dios.
1. V5. Hacer notar su presencia.
2. V6-8. Torta o pan y agua. Alimento físico.
D.V9-10. Argumento del estado del profeta.
1. han dejado tu pacto
2. han derribado tus altares
3.  han matado a espada a tus profetas.
4. y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Elías está diciendo de forma indirecta, tengo toda la razón de estar en este estado, en esta
condición.

E. V11-13. La desobediencia de Elías. El profeta no salió cuando Dios le dijo, sal,


espero a que pasaran las manifestaciones preparadas por Dios:
1. un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas
delante de Jehová
2. tras el viento un terremoto
3. Y tras el terremoto un fuego.
4. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado

F. la intervención de Dios.
1. Lo que no hizo Dios.
a. Dios no fue a Elías con reprensiones ni amonestaciones.
b. Dios no se presentó molesto ante su profeta.
c. Dios no recriminó el estado de Elías.
2. Lo que hizo Dios.
a. Le sacó de la cueva. Lo sacó de su escondite, de sus miedos a través de
su presencia.
b. Le mostró su amor y misericordia.
b. Le recordó y mostró que no estaba solo ni abandonado, que Dios seguía
con él.
V. APLICACIÓN
Al igual que Elías, te sentiste fuerte, que nada ni nadie podía derrotar y observaste
su gloria y misericordia y te sentiste lleno (a) de gozo, pero, al llegar el momento
difícil, tu fe fue tambaleada, tu animo decayó, tu gozo se ha ido desapareciendo y
poco a poco te has metido en la cueva del temor, de la duda, de la desconfianza y
la soledad.
Te sientes solo (a) en este proceso, piensas y, aún sientes, que Dios te abandonó
y te has olvidado de todo lo que Dios ha hecho en tu vida. Has visto todo como
derrumbado y sin esperanza, pero Dios, al igual que con Elías, ha venido a tu
encuentro, no a recriminar tu estado, no a juzgar tu condición, no a reprenderte ni
amonestarte, ha venido para decirte “no me he ido”, “estoy aún contigo”, “vuelve a
confiar y esperar en mí”, “sal de ese lugar de soledad, de tormento, de tristeza y
vuelve a mi presencia”.
Dios te dice, no me he olvidado de ti.

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