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1 con el documento
ervadón del docu-
da certeza jurídica
1 en el pasado.

r tener constancias
l de los documentos
rnán Cortés a este
;o de los conquista-
encontramos en los
orteamérica, ni por
so en el Perú, pues
lones y fundaciones
bien particular del

·a cualquier jurista,
o del testamento de
claramente el alma
político, humanista, La Responsabilidad Civil de los
certidumbres y cir-
desfavorables.
Constructores debe ser Objetiva
TESIS PROFESIONAL QUE PARA

OBTENER EL TITULO :OE

LICENCIADO EN DERECHO
PRESENTA EUTIQUIO LOPEZ HERNANDEZ

SEGUNDA PARTE

DR © 1983. Asociación Nacional del Notariado Mexicano, A. C.


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•'
CAPITULO VIII

RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS CONSTRUCTORES

UNA VEZ ENAJENADA SUS OBRAS

l.-CONCEPTO DE CONSTRUCTORES.

Entendemos por constructores, al propietario de un predio en


que se edifica una obra, así como a la persona física o moral, que
por virtud de un contrato, se encargó técnicamente de su ejecución.

El objeto de este capítulo, es analizar fundamentalmente, la res-


ponsabilidad civil de los constructores, cuando la obra por ellos fa-
bricada, ha sido enajenada y en poder del o de los sucesivos adqui-
rentes, sufre y provoca daños.

Será materia de otro capítulo analizar su responsabilid~ por


los daños causados a personas distintas de las antes mencionadas;

Haremos las proposiciones que a nuestro juicio, son necesarias


para hacer efectiva su responsabilidad. ·

Dicho de otro modo: ¿cuál es el limite de la responsabilidad de


los contructores por los daños que sufr4 la obra por ellos construída
y enajenada? ¿Qué a-cciones tiene el comprador de la cosa que ha
sufrido daños respecto de quienes la edificaron y se la vendieron?
· ¿Tienen los posteriores adquirentes en propiedad de la cosa, alguna
acción .contractual por vía de causahabiencia en contra de quienes
construyeron la obra, por daños que ésta haya tenido?

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Veremos que acciones otorgan al comprador, el Código Civil, el


Código de Comercio y. la Ley Federal de Protección al Consumidor.

En fin, estudiaremos, si las disposiciones de nuestro Ordena-


miento, brindan o no protección, seguridad o garantía a quienes han ·
adquirido las obras, para satisfacer sus necesidades, para el caso
que sufran daños sus obras, que ellos creyeron seguraB y adecuadas
para vivir en ellas o para desarrollar en ellas sus actividades ya in-
dustriales, comerciales o profesionales.

2.-LA GARANTIA DE LOS VICIOS OCULTOS.

En todo contrato de compraventa, una de las obligaciones del


vendedor, es el de responder de los vicios ocultos.

Esta garantía, tuvo su origen en el derecho romano, fue regu-


lada por los ediles curules, a cuyo cargo estaba la policía de los
mercados públicos. Según el Edicto curul, el vendedor de esclavos o
de ciertos animales -iument&- está obligado a 9eclarar expresa-
mente los vicios o defectos dé los mismos. El edicto señala una res-
ponsabilidad inmediata en orden a los vicios ocultos, que se hace efec-
tiva tanto si el vendedor los conoce y no los declara, cuanto si los
ignora. El comprador está asistido, a este respecto, por la aetio red-
hibitoria y por la action quanti minoris, ejercitables en los plazos
de seis meses y un año, respectivamente. 88

Clemente de Diego, nos dice que: "Se llaman vicios redhibitorios


aquellos que hacen de la cosa no apta por el uso a que se le destina,
o que disminuyen su uso de tal modo que, a haberlas conocido, el
comprador no la hubiera comprado, o hubiera ofrecido menos pre-
cio. Redhibitorio, se dice, porque puede deshacer la venta: devol-
viendo la cosa y recogiendo el precio: redhibere est reddere devol-
ver''. 39 'St
.~
Nuestro Código Civil, en su artículo 2142, establece que: "En
los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al sanearnien-

38 Juan Iglesias, oh. cit., vol. 2o., págs. 71 y 72.


39 Clemente de Diego, ob. cit., t. 11, pág. 172.

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Código Civil, el to por los defectos ocultos de la cosa enajenada· que la haga impropia
t al Consumidor. para los usos a .que se la destina, o que disminuyan de tal modo este
uso, que al habérlo conocido el adquirente no hubiere hecho la adqui-
nuestro Ordena- sición o habría dado menos precio por la cosa".
;ía a quienes han ·
es, para el caso
Iras y adecuadas
ctividades ya in- 3.-FUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD POR VICIOS.

Messineo, dice que "la responsabilidad por vicios depende . no


proporcionar al comprador una cosa inmune de vicios, como es de--
ber implícito en la obligación del vendedor; lo que justifica el dere-
cho y la consiguiente acción correspondiente al ·comprador". 40 • El
mismo autor, menciona, que tal responsabilidad se debe por el sólo
obligaciones del hecho objetivo de la presencia del vicio, independientemente de todo
presupuesto de culpa del vendedor, es una responsabilidad objetiva
del vendedor, ocurriendo lo mismo, con su obligación de responder
:>mano, fue regu- por el saneamiento para el caso de evicción.
la policía de los
lor de esclavos o Clemente de Diego, menciona que el supuesto de la responsabi-
~eclarar expresa- lidad, es que el comprador dió su consentimiento por error. 41
) señala una res-
que se hace efec- Los hermanos Mazeaud, establecen que la obligación de garantía
'ra, cuanto si los contra los vicios ocultos, no es sino una consecuencia de la obliga-·
por la actio red- ción de entrega, obligado a entregar la cosa convenida,· el vendedor
les en los plazos está sujeto por ello a entregar· una cosa que no lleve consigo, con
ignorancia del comprador; ni una posibilidad de evicción ni un vicio
oculto. 42
cios redhibitorios
que se le destina, Colín y Capitant, nos dicen por su parte, que el saneamiento
~rlas conocido, el por vicios ocultos de la cosa no es más que la consecuencia de una
eddo menos pre- obligación implícita del vendedor, al que hay que considerar siempre
la venta: devol- obligado a procurar a su comprador, no solamente una posesión pa-
st reddere devol- cífica, sino además una posesión útil de la cosa, que responda al ser-
i•

tablece que: "En 40 Francesco Messineo, Manual de


·l
Civil y Comercial, (trad. de
Derecho
tdo al saneamien- Santiago Sentis Melendo), t. V, pág. 106. '
. 41 Clemente de Diego, ob. cit., pág. 172.
42 Henri, Leén y Jean Mazeaud, Lecciones de Derecho Civil, (trad. de
Luis Alcalá Zamora y Castillo). Ed. Jurídicas Europa-América, Buenos Aires,
Parte 3a., V. 111, pág. 292.

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vicio que normalmente· está en el derecho de esperar de la misma el


comprador. 43

4.-CARACTERISTICAS DE LOS VICIOS OCULTOS.

1.-EL VICIO DEBE SER IMPORTANTE. Esto es, el vicio


debe hacer impropia la cosa: para los usos a que se le destina, o debe
disminuir de tal modo este uso, que al haberlo conocido el adquirente
no hubiere hecho la adquisición o habría dado ·menos precio por la
cosa. Así lo establece el artículo 2142.

2.-EL VICIO DEBE SER OCULTO. A este respecto se con-


sidera que hay dos tipos de vicios unos aparentes y otros ocultos, los
primeros son aquellos que el adquirente por sí mismo podría cono-
cerlos o descubrirlos; los segundos son los que por sí mismos no
podría conocer o descubrirlos; el vendedor sólo responde por los vi-
cios ocultos y no por los aparentes. A este respecto, el artículo 2143
de nuestro Código Civil, establece que "El enajenante no es respon-
sable de los defectos manifiestos o que estén a la vista, ni tampoco
de los que no lo estén, si el adquirente es un perito que por razón de
su oficio o profesión debe fácilmente conocerlos. Los hermanos Ma-
zeaud, manifiestan que la: apreciación de si el adquirente conoció los
vicios o no, debe hacerse en abstracto y que el tipo de comparación
con respecto al cual se preguntará si habría o no habría descubierto
el vicio, es una persona que disponga de los mismos conocimientos
técnicos que el comprador. 44

En nuestra opinión estimamos, que la: apreciación debe hacerse


en concreto, esto es, atendiendo a las características propias de cada
adquirente, como son su grado de instrucción, sus conocimientos téc-
nicos respecto de la materia sobre la cual versó la compraventa y la,
mayor o menor facilidad para descubrirse en la cosa, el vicio exis-
tente en ella. Conforme a la redacción d~ artículo en cuestión, co-
rresponde al enajenante probar que el adquirente, conocía o no los
vicios de la cosa.

43 Ambrosio Colín y Henri Capitant, ob. cit., t. IV, págs. 117 y 118.
44 Hermanos Mazeaud, ob. cit., t. 111, pág. 296.

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erar de la misma el 3.-EL VICIO DEBE EXISTIR ANTES O EN EL-- MOMEN-


TO DE EFECTUARSE LA COMPRAVENTA. Es un requisito in-
dispensable, pues el vendedor, sólo responde si ha transmitido la cosa,
teniendo ésta vicios que la hacían impropia a su destino o disminuían
su uso habitual. Corresponde al adquirente, probar que el vicio exis-
JLTOS. tía al tiempo de la adquisición, y no probándolo, se juzga que el vicio
sobrevino después, así lo previene el artículo 2159.

Esto es, el vicio


:e le destina, o debe
1ocido el adquirente
aenos precio por la 5._:ACCIONES DEL ADQUIRENTE POR VICIOS OCULTOS.

Desde· el derecho romano, quien ha comprado' una cosa con vi-


;te respecto se con- cios ocultos,· tiene dos acCiones: la· redhibitoria y la quantis minoris,
Y otros ocultos, los esto es, a su elección:
nismo podría cono-
por sí mismos no 1.-ACCION REDHIBITORIA. Por virtud de ella, el adquiren-
·esponde por los vi- te, puede exigir judicialmente, la resolución del contrato de compra-
:to, el artículo 2143 venta, exigirá la devolución del precio que pagó por la cosa y ofre-
tante no es respon- cerá restituir la cosa que. recibió en venta; ..
1 vista, ni tampoco
:o que por razón de 2.-ACCION. QUANTIS MINORIS, Ua:riÜ1da tambíén COMPEN-
Los hermanos Ma- SATORIA o ESTIMATORIA. Con base en ella, el comprador, exige
¡uirente conoció los la disminución del precio que pagó por la cosa, que será fijada por
.po de comparación peritos. · .,
habría descubierto
;mos conocimientos Estas aéciones; están previstas.: por el artículo 2144, que esta-
blece: "En los casos del artículo 2142, puede el adqulrerite eifgir
la rescisión del contrato. y el pago_ de. los gastos que por él hubiere
ación debe hacerse hecho, o que 'se le rebaje una cantidad proporcionada ill precio, a
:as propias de cada juicio de peritos"; · · · ' ·: · ·
conocimientos téc-
~ compraventa y la
Por su parte el artículo 2146, preyé que ''heeha la 'elección ·del
cosa, el vicio exis- d~recho que s~ ~a a ejercitar! el ad~ui!fnte. no puede usar del otro
lo en cuestión, co- sm el consentimiento del ena]enante. · ·
~. conocía o no los
..
1-··

Declarada resuelta la compraventa, el adquirente debe devolver


la cosa, en el mismo estado en que la recibió y es responsable de
págs. 117 y 118. cualquier daño que sufra y que no haya provenido del vicio. Esto
está previsto por el artículo 2154.

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Si bien, en principio, el adquirente, tiene dos acciones, a su elec-


ción, no siempre tiene esa posibilidad. En efecto, hay veces, que ya
no puede ejercitar la acción redhibitoria y esto ocurre, cuando:

a.) Ha en;¡jenado la cosa a otra persona, razón por la cual ya


no la podría restituir.

b) Cuando habiéndola intentado, el Juez estima, que los vicios


no ameritan, la resolución del contrato, sino únicamente la reducción
en el precio.

Otras veces, no podrá ejercitar, la quantis minoris, sino única-


mente la redhibitoria, así cuando la cosa presenta graves peligros,
el adquirente, no intentará la acción de reducción de precio, pues la
cosa es en realidad inútil, tendrá que ejercitar únicamente la acción
de resolución del contrato..

6.-CONSECUENCIAS DE LA BUENA O MALA FE


DEL ENAJENANTE.

Aún cuando, como dice Messineo, la responsabilidad del enaje-


na.nte, es una responsabilidad objetiva, ésta se agrava si concurre
mala fe de éste. El Código Civil, regula la buena o mala fe, en los
siguientes términos:

Sí el enajenante, no conocía los vicios de la cosa, tiene una pre-


sunción de haber actuado de buena fe, por lo que si el comprador
descubre que la cosa tenía vicios ocultos, su responsabilidad se verá
limitada a lo siguiente: ..,,
Si el adquirente ejerci~a la accwn r~hibitoria, debe devolver
el precio, más el pago de los gastos que éste hubiere hecho por la ce-
lebración del contrato ..

Si el comprador, ejercitó la accwn quantis minoris, sólo está


obligado a. reducir el precio, a la c~mtidad que fijen los peritos.

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Pereciendo la cosa o mudando de naturaleza por efectos de los


s acciones, a su elec-
vicios, sólo deberá restituir el precio y abonar los gastos del contra-.
o, hay veces, que ya
to en caso de que el adquirente los hubiere pagado. Artículo 214ft
>curre, cuando :

·azón por la cual ya Se permite además, conforme a lo prevenido por el artículo 2158
del Código Civil, restringir, renunciar o ampliar su responsabilidad
por los vicios redhibitorios.
stima, que los vicios
Si el enajenante, conocía los vicios ocultos, prueba que corre a 0
:amente la reducción
cargo del adquirente, se presume que ha actuado de mala .fe y su
responsabilidad se extiende a lo siguiente: ..
minoris, sino única-
uta graves peligros, Habiéndose ejercitado la aeción redhibitoria, no sólo debe devol-
~n de precio, pues la
ver el precio y pagar los gastos del contrato, sino que además debe
ínicamente la acción pagar los daños y perjuicios causados al adquirente. Artículo 2145.
Aplicado esto a los constructores; tenemos que, si por vicios en la
construcción, se ha caído o dañado parte de la obra y esto ha pro-
ducido daños a los muebles existentes dentro de 19. misma, el cons-
tructor es responsable también de tales daños y los perjuicios que
originen, pues éstos son consecuencia directa y necesaria del vicio
de construcción, daños que el enajenante ha previsto que pudieron
causarse por la existencia del vicio oculto ; es también responsable
de los daños que se hubiesen causado a terceros y que hubiesen sido
pagados por el adquirente de la cosa, pues han sido también.conse-
cuencia directa y necesaria del vicio oculto y han sido previstos por
.sabilidad del enaje- el enajenante.
agrava si concurre
ta o mala fe, en los He dicho, que la prueba de si el enajenante, conocía, los vicios,
corre a cargo del adquirente, estimo que tratándose de los construc-
tores, esta prueba es una presunción juris' tantum en su contra y es
cosa, ·tiene una pre- a ellos a quienes corresponden probar que no incurrieron en mala fe;
[Ue si el comprador en efecto, ellos son profesionales, son peritOs en el arte de ia cons-
>onsahilidad se verá trucción, tienen la obligación de construir adecúadamEmte sus obras,
en terreno apto para ello, con materiales de buena calidad y poniendo
toda su diligencia en la dirección y reaUzación de la obra, esto, apli-
oria, debe devolver cando por analogía el artículo 2634 del ·~ódigo Civil, en consecuencia,
ere hecho por la ce- encontrándose vicios ocultos en una obra por ellos hecha, ·exi~te la
presunción, de que han obrado de mala fe.

' minoris,. sólo está Aún cuando, el Código nada dice al respecto, estimo, que si el
'ijen los peritos. adquirente, no ejercita la acción redhibitoria, sino la acción quantis

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minoris, para reducción del precio, habiendo mala fe del enajenante,


éste, no sólo debe reducir el precio, sino que también debe pagar los
ctaiios y perjuicios que el vicio oculto hubiese producido, pues es de
justicia que el que cause un daño, debe repararlo. Así, si tratándose
de una construcción, el vicio o los vicios ocultos, han disminuido el
uso de la cosa y además por los vicios, se han producido daños a mue-
bles 0 a terceros, el constructor debe repararlos, pues no existe nin-
gún fundamento para suponer lo contrario.

Habiendo mala fe, el enajenante, no sólo sufre la pérdida de la


cosa por. vicios ocultos, sino que, además de restituir el precio y abo-
nar los gastos del contrato, debe pagar también los daños y perjui-
cios que su pérdida o cambio de na:turaleza origine. Artículo 2147.

Asimismo, no pueden restringir, renunciar o ampliar su respon-


sabilidad, esto es, siempre que sea en perjuicio del adquirente. Ar-
tículo 2158.

7.-EXTINCION DE LAS ACCIONES DE VICIOS OCULTOS.

Las acciones que nacen de lo dispuesto en los artículos del 2142


al 2148 se extinguen a los seis meses, contados desde la entrega de
la cosa ena:jenada, así lo establece el artículo 2149 de nuestro Código
Civil.

S.-CAUSA DE LOS PLAZOS BREVES.

Sobre el plazo en que deben intentarse, estas acciones, Colín y


Capitant, dicen, que la ley exige que el recurso seá entablado en
el más breve plazo, según la naturaleza de los vicios redhibitorios y
la costumbre del lugar en donde se haya l~vado a cabo la venta ( art.
1.648). Un plazo demasiado largo haría. ~umamente difícil la com-
probación del hecho por parte del Juez y ~ospechosa, además, la re-
.clamación del comprador. Corresponde también a· los tribunales en
cada caso concreto juzgar si el recurso ha sido entablado en tiempo
útil. 45
45 Ambrosio Colín y Henri Capitant, ob. cit., t. IV, pág. 123.

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a fe del enajenante, Ruggiero, dice que la necesidad de evitar la incertidumbre de la


bién debe pagar los relación, exigía que estas acciones no pudieran ejercitarse sino den-
oducido, pues es de tro de términos breves; estos términos (que son de caducidad y no
. Así, si tratándose de prescripción), los fija la ley en un año a contar desde la entrega
han disminuido el si se trata de inmuebles, en cuarenta días si se trata de animales,
ducido daños a mue- o en tres meses si de otras cosas muebles. 46
pues no existe nin-

fre la pérdida de la 9.-DISPOSICIONES DEL CODIGO DE COMERCIO Y DE LA {)


uir el precio y abo- LEY FEDERAL DE PROTECCION AL CONSU\MIDOR RES-
los daños y perjui- . PECTO DE VICIOS OCULTOS EN LA COMPRAVENTA:.
ne. Artículo 2147.
El Código de Comercio, en su artículo 371, establece que "Serán .
ampliar su respon- mercantiles las compraventas a las que este Código les da tal ca-
de! adquirente. Ar- rácter, y toda-s las que se hagan con el objeto directo y preferente
de traficar".

Por su parte, el artículo 377 del mismo Ordenamiento dice:


"Una vez perfeccionado el contrato de compraventa, las pérdidas, da-
ros OCULTOS.
ños o menoscabos que sobrevinieren a las mercaderías vendidas se-
rán por cuenta del comprador, si ya: le hubieren sido entregadas real,
s artículos del 2142
jurídica o virtualmente; si no le hubieren sido entregadas de nin-
desde la entrega de
guna de estas maneras, serán por cuenta del vendedor. En los casos
9 de nuestro Código
de negligencia, culpa o dolo, además de la acción criminal que com-
peta contra sus autores, serán éstos responsables de las pérdidas, da-
ños o menoscabos que por su causa sufrieren las mercancías". ·

De manera específica y referido a vicios ocultos, el artículo· 383


del Ordenamiento en cuestión, expresa: "El comprador que dentro
's acciones, Colín y de los cinco días de recibir las mercancías no reclamare al vendedor,
o sea entablado en por escrito, las faltas de calidad o cantidad de ellas, o que dentro de
cios redhibitorios y treinta días, contados desde que las recibió, no le reclamase por cau-
cabo la venta ( art. sa de vicios internos de las mismas, p~derá toda acción y derecho
~nte difícil la coni- a repetir por tales causas contra el ven~edor".
:osa, además, la re~
a, los tribunales en El artículo lo. de la Ley Federal de Protección al Consumidor, .
ntablado en tiempo en su artículo lo. en su parte conducente dice: "Las disposiciones de

pág. 123. 46 Roberto de Ruggiero, ob. cit., pág. 348.

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esta ley regirán en toda la República y son de orden público y de


interés social. Son irrenunciables por los consumidores y serán apli-
cables cualesquiera que sean las establecidas por otras leyes, cos-
tumbres, prácticas, usos o estipulaciones contractuales en contrario".

El artículo 2o. de la indicada Ley, establece: "Quedan obliga-


dos al cumplimiento de esta ley los comerciantes, industriales, pres-
tadores de servicios, así como las empresas de participación estatal,
organismos descentralizados y los órganos del Estado, en cuanto de-
sarrollen actividades de producción, distribución de bienes o presta-
ción de servicios a consumidores".

Referido especialmente a los vicios ocultos, el artículo 31 de la


citada Ley, expresa: "El consumidor puede optar por pedir la res-
cisión o la reducción del precio y, en cualquier caso, la indemnización
por daños y perjuicios, cuando la cosa objeto del contrato tenga de-
fectos o vicios ocutos que la hagan impropia para los usos a que ha-
bitualmente se destine o que disminuya de tal modo su calidad o la
posibilidad de su uso, que de haberlos conocido el consumidor no la
habría adquirido o habría dado menos precio por ella. Las acciones
que nacen de lo dispuesto en este artículo se extinguen a los seis me-
ses, contados desde la entrega del bien, salvo que la legislación co-
mún señale un plaQ:o mayor".

El artículo 33, establece que: "Los consumidores tendrán derecho,


además de la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados,
a la reparación gratuita del bien, y, cuando ello no sea posible, a su
reposición; o, de no ser posible la una ni la otra, a la devolución
de la cantidad pagada, en los siguientes casos : ... H.-Cuando los
materiales, elementos, substancias o ingredientes que constituyan o
integren los productos no correspondan a las especificaciones que os-
tenten; ... !V.-Cuando el producto se hubiere adquirido con deter-
minada garantía y, dentro del lapso de ella, se pusiera de manifiesto
la deficiencia de la cualidad o propiedad ~arantizada, siempre que
se hubiere utilizado en condiciones normaJ~; V.-Cuando cualquier
producto, por sus deficiencias de fabricación, elaboración, estructu-
ra, calidad o condiciones sanitarias, en su caso, no sea apto para el
uso al cual está destinado; y VI.-Cuando proveedor y consumidor
hubiesen convenido que los productos objeto de la operación debie-
ran reunir determinadas especificaciones que no se cumplieren".

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Por su parte; el artículo 34 de la indicada Ley, establece: "La


orden público y de reclamación a que se refiere el artículo 33, deberá presentarse al
idores y serán apli- véndedor o al fabricante, indistintamente, dentro de los dos. meses
Or otras leyes, cos- siguientes a la fecha en que se haya recibido el producto, siempre que
Guales en contrario". no se hubiese alterado sustancialmente por descuido del consumidor.
Si el producto se vendió con determinada garantía se estará ·al lapso
~e: "Quedan obliga- que en ella se señale, si fuere mayor. El vendedor o en su caso el
, industriales, pres- fabricante deberá satisfacer toda reclamación fundada dentro de los
~rticipa,ción estatal,
treinta días siguientes a la fecha en que le fue presentada, salvo
stado, en cuanto de- que sea estrictamente necesario un plazo mayor. El vendedor o el O
de bienes o presta- fabricante podrán rehusarse a satisfacer la reclamación si ésta es
extemporánea, si el producto ha sido usado en condiciones distintas
a las normales o si ha sufrido un deterioro esencial, irreparable y
el artículo 31 de la grave por causas atribuibles al consumidor".
1r por pedir la res-
so, la indemnización El artículo 37; dice "Los productos que hubieren repuesto los
. contrato tenga de- distribuidores o comerciantes, y a.quellos por los que devolvieron la
~ los usos a que ha-
cantidad recibida en pago, deberán series repuestos, contra su entre-
odo su calidad o la ga, por la persona de quienes los adquirieron o por el fabricante, así
~1 consumidor no la
como,. en su caso, el costo de su reparación o el de la devolución,
r ella. Las acciones siempre y cuando el defecto que ocasione la devolución les sea impu-
1guen a los seis me- table".
e la legislación co-
· El artículo 86, prevé, "Las infracciones a lo dispuesto en esta
·es tendrán derecho,
ley y demás disposiciones derivadas de ella serán sancionadas por la
autoridad competente con: l.-Multa de cien a cien mil pesos.· En
juicios ocasionados,
caso de que persista la infracción, podrán imponerse multas por cada
10 sea posible, a su
día que transcurra sin que se obedezca el mandado respectivo. H.-
ra, a la devolución
Clausura temporal hasta por sesenta días. !H.-Arresto administra-
... H.-Cuando los
tivo hasta por treinta y seis horas. IV.-Las previstas por los ar-
que constituyan o tículos 53 y 54 para los casos a que los mismos se refieren".
cificaciones que os-
:lquirido con deter- Finalmente, el artículo 90, dice: "El imcumplimiento por parte
:;iera de manifiesto de proveedores y comerciantes, de las disposiciones contenidas en
zada, siempre que esta ley y las demás que de ella deriveht dará lugar a la sanción ad-
-Cuando cualquier ministrativa correspondiente y a la irri~sición de las penas que co-
boración, estructu- rrespondan a los delitos en que incurran los infractores; además, será
o sea apto para el causa de responsabilidad por los daños y perjuicios que se ocasiona-
~dor y consumidor ren, los que se determinarán y reclamarán conforme a la legislación
a, operación debie- común, quedando a sa·lvo los derechos de las partes para someter
;e cumplieren". sus diferencias al arbitraje de la Procuraduría Federal del Consumi-

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dor, en cuyo caso la resolución que al efecto se dicte se tendrá por


definitiva para todos los efectos legales. Sin ~rjuicio a lo dispuesto
por el párrafo anterior, las reclamaciones derivadas dé la aplicación
de esta ley podrán presentarse, por los afectados, directamente a los
proveedores o por conducto de la Procuraduría Federal del Consu-
midor".

10.-INEFICACIA DE LA GARANTIA DE VICIOS OCULTOS.

a) VICIOS OCULTOS EN LAS CONSTRUCCIONES.

Hemos visto, que todo vendedor, tiene responsabilidad civil cuan-


do la cosa que enajena tiene vicios ocultos. Esta. responsabilidad le
es aplicable a las personas físicas o morales que construyen y enaje-
nan sus obras. Así, en el caso específico de los constructores, a guisa
de ejempio, son vicios ocultos: i) la existencia en la construcción de
materiales de baja calidad, de materiales de resistencia inferior a
la requerida para la solidez de la misma; ii) la existencia de la cons-
trucción en un terreno no apto para ello; iii) el haberse construido
sobre cimientos de escasa profundidad o sobre cimientos endelebles
para el soporte del peso de la obra.; iv) el haber construido con base
en una estructura inedacuada en razón de la magnitud de la obra;
v) el haberse construído las paredes y los techos sin los soportes con-
venientes; vi) la instalación de accesorios de resistencia inferior a
la adecuada o su instalación defectuosa, accesorios que en los térmi-
nos del artículo 750 del ódigo Civil, deben considerarse como for-
mando parte del inmueble, tales como los elevadores, las cisternas,
los tinacos, instalaciones eléctricas, de gas, de drenaje, de agua, de
intercomunicación.

b) CONSIDERACIONES POR LASiRUE SE PRUEBA LA


INEFICACIA DE LA GARANTIA DE VÍ~IOS OCULTOS.

Es evidente, que si el adquirente descubre un vicio oculto o sufre


un daüo derivado del mismo, dándose los supuestos para ellas reque-
ridas, puede ejercitar en éontra del vendedor y constructor de su
obra, las acciones redhibitoria o compensatoria.

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dicte se tendrá por Sin embargo, en la realidad éstas le son ineficaces, puesto qpe
uicio a lo dispuest9 la generalidad de los vicios ocultos o daños derivados de ellos, se des-
:las dé la aplicación cubren o producen después de los seis meses plazo de prescripción
directamente a los de las mismas. De lo que resulta que el comprador por vía contrac-
Federal del Consu- tual y por vicios ocultos carece de acción, por lo que se ve precisado
a soportar tales vicios y sus consiguientes daños, pues aún cuando
tiene contra los constructores acción de responsabilidad por posible
hecho ilícito, suupesto que es requisito esencial para obtener senten-
cia favorable, que se pruebe que incurrieron en culpa, siendo difícil
lOS OCULTOS. tal hecho, cabe decir que materialmente le es improbable obtener O
satisfacción de los mismos.
CCIONES. En efecto, es después de seis meses cuando se descubre qU:e el
agua de la-s lluvias se filtra por los techos; que las instalaciones de
:abilidad civil cuan- 1uz, de drenaje, de agua, de intercomunicación están defectuosas; que
responsabilidad le la obra se está hundiendo o se está dañando por defectos del suelo
:onstruyen y enaje- donde se edificó ; que los accesorios fueron de menor calidad y resis-
lstructores, a guisa tencia o que se instalaron defectuosamente; es hasta que sucede el
la construcción de primer temblor aún de escasa magnitud cuando se ve como se agrie-
istencia inferior a tan los techos, se cuartean las paredes, se rompen las instalaciones,
istencia de la cons- se producen los corto circuitos.
haberse construido
mientos endelebles Después de los seis mese8, el que ha comprado un inmueble, ob-
onstruido con base serva como éste se daña y contempla como esos daños le han causado
gnitud de la obra; otros y le han provocado perjuicios. Entonces se dice a sí mismo, iré
in los soportes con- con el vendedor, él me reparará los daños y me satisfacerá mis per-
istencia inferior a juicios, y cuando se enfrenta a éste resulta que él tranquilamente le
; que en los térmi- dice que legalmente no está obligado a ello. ¿Oh desilusión? y sin
derarse como for- .embargo abriga una esperanza, piensa el derecho me hará justicia,
)res, las cisternas, la autoridad obligará al vendedor que construyó mi inmueble a pa-
enaje, de agua, de garme mis daños y perjuicios y cuando ocurre a la Procuraduría
Federal del Consumidor y se le dice que nada se puede ha<:er, que
han pasado seis meses y que su acción está prescrita y cuando con-
sultando a un abogado éste le indica lo mismo y le informa que es
SE PRUEBA LA sumamente difícil obtener reparación Jipr hecho ilícito., --que amar-.
)CULTOS. gura, que insatisfaeción-. El adquirert~ se pregunta ¿Por qué he de
sufrir yo, de pagar yo, los daños y perjuicios que se me han causa-
'icio oculto o sufre do por una mala construcción? ¿Por qué el vendedor tiene derecho a
l para ellas reque- obtener una utilidad por la construcción y venta de su obra y no
constructor de su tiene la obligación de garantizar por un tiempo ra,zonable la cons-
trucción que ha hecho? ¿.Por qué el constructor sólo ha de recibir

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el provecho de la ganancia de la venta de su obra y no soportar las


cargas por sus ~efectos? A sus interrogaciones sólo puede responder:
¡QUE INJUSTICIA!

Pero esto no es todo ,en fin, pudiera pensarse que el adquirente


ha de soportar sus daños, pero y que. pasa cuando por virtud de los
vicios ocultos de la construcción se causan daños a terceros.

¿Qué ocurre si el elevador que se ha adherido al inmueble des-


pués de los seis meses de recibido el edificio, por no ser el adecuado
para él, por un defecto en su instala-ción o por haberse instalado sien-
do defectuoso, se desploma estando funcionando y causa la muerte
de los que en el iban?

¿.Qué sucede cuando la corriente eléctrica, por haberse instalado


con materiales defectuosos o inferiores a la calidad y resistencia re-
querida, al ser funcionada, produce un incendio, causándose daños a
las cosas y a las personas que en él habitan o trabajan?

¿.Qué acontece cuando por vicios de la construcción se cae una


casa total o parcialmente y causa da-ños a personas y cosas?

La respuesta es sencilla, el propietario del edificio o de la casa,


es responsable de todos los daños y perjuicios que hayan producido
tales hechos.

En efecto, los terceros que han sufrido daños o los familiares


de quienes hayan fallecido, por tales hechos, demandarán al propie-
tario del edificio, el cual necesariamente será condenado a la repara-
ción material y lo más grave a-ún a la reparación moral. Esto es así,
porque los demandantes tienen en su favor dos grandes ventajas:
a) La responsabilidad del propietario, es una responsabilidad obje-
tiva, bajo el principio de que es él quien recibe el provecho de la cosa,
debe soportar las cargas o sea reparar los daños que ella origine;
b) La acción de reparación por tales hech?*· sólo prescribe hasta los
dos años contados a partir del día en qut se causó el daño (art.
1934), plazo mucho más amplio que el de la garantía de los vicios
ocultos.
- --:.,
Los tres casos citados, son en efecto, casos de responsabilidad
objetiva.

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L y no soportar las Así, el artículo 1913 prevé que el que hace uso de mecanismos
) puede responder : instrumentos o aparatos peligrosos por sí mismos, por la velocidad
que desarrollen, por la energía de la corriente eléctriéa que conduz-
can o por otras causas análogas, debe r~sponder del daño que cause.
~ que el adquirente
En el caso del elevador es evidente que este es un aparato peligroso
> por virtud de los P?r. sí mis;no, su funcionamiento introduce un riesgo para quienes
viaJan en el, dado que su funcionalidad no depende de la pericia de
a terceros.
un elevadorista, si lo hay, sino básicamente de que toda su insta-
o al inmueble des- lación trabaje adecuadamente, por eso es que el legislador ha querido
no ser el adecuado que su propietario responda· por los daños que cause, aunque no in- 1)

erse instalado sien- curra en culpa, Dicha responsabilidad objetiva está en relación con
e~ artículo· 1932 f~acci~n VI de nuestro Código Sustantivo, que pre-
Y causa la muerte
viene que los propietariOs responderán por los daños causados por el
peso o movimiento de las máquinas o por cualquier causa que sin
derecho origine un daño.
: haberse instalado
,d y resistencia re-
En el caso del incendio del edificio, es también evidente que -se -
ausándose daños a
hace surgir responsabilidad objetiva para el propietario. En efecto
ajan?
el artículo 1913 de nuestro Ordenamiento Civil, es bien claro al de-
cir que quien hace uso de mecanismos peligrosos por sí mismos por
~ucción se cae una
¡aS y cosas? la energía de la corriente eléctrica que ~onducen, debe responder por
los daños que éstos causen.
ificio o de la casa,
e hayan producido En el tercer ejemplo, es también notorio que el propietario del
edificio o casa, es responsable objetivamente de los daños causados
por el derrumbe, puesto que el precepto 1931 dispone que el própie-
tario es responsable dé los daños que resulten por la ruina de todo
•s o los familiares
o parte de su edificio, si ésta sobreviene por VICIOS DE CONS-
mdarán al propie-
enado a la repara- TRUCCION.
moral. Esto es así,
grandes ventajas: En este caso, el legislador ha querido y bajo el principio de· que
ponsabilidad obje- quien está a los beneficios debe estar a las cargas, que el propietario
rovecho de la cosa, de un edificio, casa u obra edificada sobre terreno, pues el concepto
; que ella origine; edificio no debe ser interpretado restrictivamente, responda po~ todo
;>rescribe hasta los daño a terceros aún cuando provengan;;He vicios de construcción en
.usó el daño ( art. los que él no hubiese sido partícipe. ·4. .
!mtía de los vicios
Contra la opinión de Rojina Villegas que expresa que en dicho
.. "7·-···---;-, ·caso existe una culpa in eligendo por haber el propietario escogido
ie responsabilidad a un arquitecto o ingeniero torpe que edificó defectuosamente, 47 no-
sotros consideramos como lo expresamos en el párrafo anterior, que

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existen verdaderamente una reRponsabilidad objetiva, puesto que el


legislador se la atribuyó al propietario sin tomar en cuenta que hu-
biese sido o no la persona que lo ordenó construir.

Y si como lo hemos anotado anteriormente, el propietario de una


obra adquirida de parte de quien la construyó, sufre una injusticia
cuando le ocurren daños por vicios ocultos de los cuales no puede prác-
ticamente ser satisfecho por quien la constr"üyó y obtuvo de ella un
pingüe provecho por su venta; que no dirá dicho propietario, cuando
además de soportar esos daños, es además obligado legalmente a re-
parar los daños materiales y morales causados a terceros, pago que
lo puede llevar a la ruina pues carece de una acción expedita, eficaz,
para repetir de quien construyó, el reembolso de los gastos que el
Rufragó, puesto que la que tiene, no le es efectiva por serie impro-
bable evidenciar la culpa del demandado. Dirá pues, dicho propie-
tario que lo que se ha hecho en contra de él, ES UNA INJUSTICIA;
UNA ARBITRARIEDAD, Ul\f ABSURDO.

Pues bien, todo lo que el propietario adquirente de la cosa ha


pensado, es cierto y nosotros los que estudiamos derecho, lo confir-
mamos. Existe una verdadera injusticia, que la misma legislación
propicia por no haber introducido un remedio eficaz que la evite. Por
cualquier lado que se le vea, el propietario es responsable por vicios
en la construcción que adqui:dó, puesto que si la enajena y es en poder
del nuevo adquirente cuando se descubren los vicios, no habiendo
prescrito para éste la acción rescisoria o compensatoria, le está obli-
gado por disposición legal o a devolverle el precio o a reducirle el
mismo, sin que él por su parte pueda repetir contra el que edificó
por las pérdidas que sufrió por ta·les acciones. De igual manera, este
nuevo adquirente de la cosa, carece de acción contractual en contra
del constructor, aún cuando para él también es posible la acción de
responsabilidad por hecho ilícito.

Tal injusticia deriva del supuesto full~amental de que el legis-


lador no haya establecido una obligación ·<\e garantía bajo el rubro
de responsabilidad objetiva y por un plazo razonable, en contra de
los constructores, con lo que tendrían la misma responsabilidad que
los sucesivos propietarios, por los daños que causaran sus edificios

47 Rafael Ro,iina Villegas, oh. cit., vol. III, pág. 294.

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u obras. Es criticable pues, que el legislador sólo haya previsto gené-


etiva, puesto que el ricamente, para este tipo de constructores, una acción contractual por
r en cuenta que hu- vicios ocultos, que por 'efímera es nula, y una acción extracontrac-
. tual, que por ser preciso probar la culpa, se traduce también en la
práctica, en ineficaz.
l propietario de una
sufre una injusticia
uales no puede prác-
y obtuvo de ella un
propietario, cuando 11.-NUESTRA TESIS: LA RESPONSABILIDAD CIVI'L DE ~
ado legalmente a re- CONSTRUCTORE,S DEBE SER OBJETIVA.
terceros, pago que
ión expedita, eficaz,
de los gastos que el Creemos que con las anteriores consideraciones, hemos dejado
iva por serie impro- claro que es injusto que los constructores, siendo originariamente
pues, dicho propia- quienes introducen los riesgos de una obra, no respondan eficazmen-
UNA INJUSTICIA, te por los daños que éstas resientan y que produzcan, y que más in-
justo es, que quienes pagándoles un precio, dándoles una ganancia,
se vean obligados por hechos que no cometieron a responder de los
rente de la cosa ha daños que éstos produzcan y a soportar los que ellos recib~n.
s derecho, lo confir-
a misma legislación Por eso, en este estudio, como solución a esa injusticia, que se
caz que la evite. Por comete aún a pesar de existir una acción extracontractuai,- pues se
>sponsable por vicios realiza, al ser ésta un remedio casi ineficaz, proponemos que se es-
najena y es en poder tablazca dentro del Capítulo Quinto, título primero, Primer~ Parte
vicios, no habiendo del libro cuarto de nuestro Código Civil, y fundada bajo los prin-
.satoria, le está obli- cipios de quien fabrica debe garantizar la calidad y seguridad de la
!Cio o a reducirle el cosa hacia quienes la utilizan y de que quien recibe provechos debe
ontra el que edificó recibir sus cargas, la responsabilidad objetiva de los constructores
:! igual manera, este por todo tipo de obras que realicen: responsabilidad objetiva que al
mtractual en contra final de cuentas, se traduceen una obligación de garantía.
posible la acción de
Ello es necesario, pues es el constructor quien ha introducido
un riesgo dentro de la comunidad, él qu~ ha ejercido una actividad
1tal de que el legis- peligrosa, el que ha obtenido los prove~os por la obra producida,
antía bajo el rubro el que en última instancia ha podido teit!r culpa en la construcción
nable, en contra de de la obra.
responsabilidad que
rsaran sus edificios A nuestra proposición, no faltará quien le efectúe las mismas
críticas que se le hacen a la responsabilidad objetiva. Sin émbargo
a ellas replicamos:
294.

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a) Que tal responsabilidad no destruye la iniciativa, el deseo de


las grandes empresas, puesto que no es el fin de fabricar por fa-
bricar lo que mueve al hombre, sino el deseo de obtener una con-
siderable ganancia, no produciendo cosas endebles, sino por el con-
ti·ario fabricando obra{! que por su calidad y seguridad, adquieren
mayor valor.

b) Que dicha responsabilidad no suprime la idea moral de no


perjudicar a los demás, creernos que la generalidad de las personas
tienen por norma no causar da:ños a los demás; imponiendo una res-
ponsabilidad así a los constructores, procurarán mucho más, evitar
hechos que pudieren ser la causa de daños a· otros.

e) Que lejos de ser contraria al ideal de justicia, se acerca má.s


a la realización de ese anhelo, es injusto que los adquirentes de obras
deban soportar y reparar los daños provenientes de vicios de cons-
trucción; es justo que quienes edificaron, propietario y arquitecto o
propietario y persona moral dedicada al negocio de la construcción
bajo cuya responsabilidad se realice, respondan de los da.ños prove-
nientes de sus actos.

d) El hecho de que no sea posible fijar una sola causa, como


la generadora del daño, no excluye la libertad de dejar al criterio
del Juez, la: apreciación objetiva de si el hecho de la construcción
fue o no causa generadora del daño.

e) Si bien es cierto, que la teoría de la responsabilidad obje-


tiva no puede resolver por sí sola, la cuestión de responsabilidad por
daños que recíprocamente se causen personas por la: explotación en
su beneficio, de cosa:s que introducen riesgos; esto no obsta, ni im-
pide, que se recurra a la teoría de la culpa para solucionar tal pro-
blema, todo es, en aras de la justicia.

f) En cuanto a que, el principio de;, que quien recibe los pro-


vechos debe sol)Ortar las cargas, no es sufbiente para explicar aque-
llos casos en que se responde, sin que se reciban provechos; ello tam-
bién no impide que existan otros principios que la fundamenten, como
lo es el principio de seguridad, al amparo del cual puede fundamen-
tarse parte de la responsabilidad civil objetiva del Estado, pues sien-
do su fin realizar el bien común y formando la seguridad parte de él,

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to de la fianza y el término de la misma serán determinados por las


autorida-des que expidan las licencias de construcción. Por su parte el
artículo 26 en su parte relativa dice: "Para las obras en los bienes
comunes e instalaciones generales, se observan las siguientes reglas:
... II.-El enajenante es responsable de los vicios de construcción
del condominio. El resto de los cóndominos podrá proceder a la re-
paración de los mismos, en la proporción que cada uno represente so-
bre el valor total del condominio, dejando a salvo sus derechos para
repetir contra aquél, o hacer efectiva la fianza que prevé el artículo
4o. fracción VIII ... ".

Del análisis de los preceptos antes indicados, es evidente que


en el caso del contra-to de obra a precio alzado, la norma antes ci-
tada, es una verdadera norma de orden público que consagra una
obligación de garantía respecto de la calidad y seguridad de la cosa,
puesto que para condenar al empresario a la reparación de la misma
o de los daños que ésta llegare a producir a su propietario, sólo basta
probar el daño y una relación de causa en el sentido de que éste pro-
viene por un vicio en su construcción.

De igual manera, es notorio que la Ley antes indicada, impone


una obligación de garantía de responder por los vicios de construc-
ción.

Ambas disposiciones sólo son aplicables, la primera frente al pro-


pietario que ordenó la obra y sus sucesivos adquirentes y la segunda
frente a quienes construyen inmuebles para sujetarlos al régimen de
propiedad en condominio.

La obligación de garantía prevista en la citada Ley perdura tam-


bién por un lapso de 10 años, puesto que siendo la Ley omisa en este
punto, debe aplicarse la disposición del artículo 1159 del Código Civil
que establece que fuera de los casos de exc~ción, se necesita el lapso
de diez años, contados desde que una oblig~ión pudo exigirse, para
que se extinga el derecho de pedir su cumplimiento.

Para hacer posible nuestra proposición, consideramos que debe-


ría hacerse una adición al capítulo quinto, del libro y parte antes
indicados, en los siguientes términos:

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!terminados por las "Art. 1930 bis. El propietario del predio en que se edifique una
lón. Por su parte el obra, así como la persona física o moral, que por virtud de un con-
)bras en los bienes trato, se encargó de dirigirla o de ejecutarla, responden solidaria-
mente frente a. quienes adquieran en propiedad la misma, de los da-
siguientes reglas:
ños que ésta sufra y que provengan de vicios en su planificadón,
os de construcción
dirección, construcción y hechura., mala calidad de los materiales o vi-
proceder a la re- cios del suelo en que se edificó; así como de los daños y perjuicios
uno represente so- que por tales vicios dicha obra produzca a su propietario o a terce-
sus derechos para ras personas.
te prevé el artículo
De .igual manera responden de todos los daños y perjuicios que
se· causen a terceros en la ejecución de la obra.
s, es evidente que
la norma antes ci- La persona física o moral, que por virtud de un contrato, dirija
que consagra una o ejecute la obra, responde frente al propietario que la ordenó, de
ruridad de la cosa, los daños y perjuicios que éste sufra y que deriven de cualquiera de
~ación de la misma los vicios de construcción antes Citados. N o tendrá tal responsabi-
pietario, sólo basta lidad, si los materiales fueron suministrados por el dueño de la obra
o si edificó en suelo impropio por orden expresa del dueño, sabiendo
:lo de que éste pro-
éste tal circunstancia.

El que pague daños y perjuicios a terceros, tiene. acción de re-


' indicada, impone petición en contra del otro, siempre que, el vicio de construcción de-
vicios de construc- rive de un hecho de éste.

La obligación de garantía aquí establecida, perdura por diez· años


nera frente al pro- contados a partir de la fecha de conclusión de la obra y no es ·renun-
:mtes y la. segunda ciable".
rlos al régimen de
De introducirse una reforma así, deberán ser derogados lc:_>s ar-
tículos 2634 y 2645 de nuestro Ordenamiento Civil, pues el precepto
Ley perdura ta.m- en cuestión contiene lo previsto en dichas normas.
Ley omisa en este
i9 del Código Civil
e necesita. el lapso
1do exigirse, para
to.

!eramos que debe-


>ro y parte antes

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CAPITULO IX

. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS CONSTRUCTORES


CUANDO EXISTE UN CONTRATO DE OBRA

Dentro de este Capítulo analizaremos únicamente la. responsa-


bilidad que tienen los constructores por las obras que han edificado
por virtud de un contrato de obra. Aquí pues únicamente nos refe-
riremos a la persona física o moral experta en el arte de la cons-
trucción, bien por ser arquitecto; ingeniero o contratista o bien por-
que siendo persona moral, ese sea su objeto primordial.

l.-CONTRATO DE OBRA A PRECIO ALZADO.

a) CONCEPTO. El contrato de obra. a precio alzado, es aquel


por virtud del cual, una persona llamada "emprEsario" se obliga a
ejecutar, bajo su dirección y con materiales propios, una obra que
le encarga otra persona llamada "dueño de la obra", la cual se opliga
a pagarle un precio global. 48

Por su parte, el artículo 2616 de nuestro Ordenamiento Civil,


dispone: "El contrato de obra-s a preciif!alzado, cuando el empresa-
rio dirige la obra y pone los materiales,' se sujetará a las re~las, si-
guientes".

48 Ramón Sánchez Medal, De los Contratos Civiles, 4a. ed. Porrúa, Mé-
xico, pág. 291.

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b) DISTINCION CON EL MANDATO.

Planiol y Ripert 49 señalan como diferencias del contrato de em-


presa, dentro del cual comprenden a los que edifican y el de mandato,
las siguientes:

l.-La: condición de empresa confiere por regla general la de


comerciante; la de mandatario no.

2.-EI mandatario puede ser un asalariado.

3.-El empresario a diferencia del mandatario, no puede ser


considerado como un preposé (nuncio o mensajero) en el sentido del
artículo 1384; no obliga: al dueño de la obra por los delitos que co-
meta en su trabajo.

4.-La empresa implica un riesgo para el empresario; éste su-


fre la pérdida que su trabajo ocasione y el dueño no tendrá que pagar
indemnización alguna por los accidentes sufridos, a:ún .cuando sean
mortales; por el contrario el artículo 2,000 obliga al mandante a in-
demnizar al mandatario por todas las pérdidas sufridas con ocasión
de su gestión.

5.-El mandatario obliga directamente al mandante por los ac-


tos ejecutados a nombre de éste en los límites del manda-to conferido;
los terceros con quienes ba tratado tienen acción contra el mandante.
El dueño de la obra es, en cambio, completamente ajeno a las obli-
gaciones que el empresario haya podido asumir; ciertamente está su-
jeto frente a los obreros utilizados por éste, .a la acción directa que
prevé el art. 1798, pero solamente dentro de los Ümites de lo que él
mismo adeude al empresario; en cua:nto al resto está a cubierto de
toda demanda.

.,,
e) DIFER_ENCIAS CON LA VENTA DE COSA FUTURA.

Sobre este particular, Colín y Capitant 50 exponen que por regla


general, cuando el empresario, pone los materiales, es un contrato de

49 Marcel Paniol y Georges Rípert, ob. cit., t. XI, pág. 159.

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venta de cosa futura, pero agregan "otra cosa será si los materia-
les son lo accesorio, pues entonces no cabe .duda que el car~cter de
arrendamiento es el que predomina. Ya Potbier hacía observar que
del contrato de em-
el sastre que pone sólo la hechura, no por poner el hilo y los botones
an y el de mandato,
deja de ser un locator operis. La misma idea, pues, se habrá de apli-
car en hipótesis menos claras, y así se ha fallado que se trata de un
arrendamiento de obras y no de una venta en el caso de un· contra-
·egla general la de
tista que se compromete a construir un edificio, poniéndo él los ma-
teriales, sobre, un solar que a este fin se le facilita, y es porque se 0
ha considerado· que en este caso concreto el suministro de los mate-
riales era de una importancia secundaria". .
:trio, no puede ser Planiol y Ripert, 51 se expresan en el mismo sentido y así dicen:
)) en el sentido del
"Consiste en aplicar aquí la máxima accesorium seguitur principale.
los delitos que co-
El contrato por el cual una persona se obliga a hacer una cosa su~
ministrando la materia es generalmente una compraventa; pero será
distinto cuando la materia se& de escasa iml>ortancia en relación con
npresario; éste su- el trabajo realizado. Pothier ya se pronunciaba en ese sentido".
o tendrá que pagar
, &ún .cuando sean
¡
al mandante a in- 2.-RESPONSABILIDAD DE LOS CONSTRUCTORES.
tfridas con ocasión FRENTE AL DUEÑO DE LA OBRA.

Como el objeto de nuestra tesis, es únicamente el de estudiar


mdante por los ac- la responsabilidad civil de los constructores, omitiremos el análisis
nand&to conferido· amplio del contrato de obra a precio alzado.
ontra el mandante:
;e ajeno a las obli- El estudio de tal responsabilidad, abarca dos supuestos: a) Cuan-
lertamente está su- do se está construyendo y aún no es recibida la obra por el' .dueño
acción directa .que de la obra; y b) Cuando el dueño, ha recibido ya la obra por parte
imites de lo que él
está a cubierto de del empresario.

a) RESPONSABILIDAD ANTES DE ENTREGARSE LA


OBRA. it

~!tablece:
)SA FUTURA.
El artículo 2617 del Código Civil, "Todo el riesgo de
men que por regla
es un contrato de
la obra correrá a cargo del empresario hasta el acto de la eritrega,
..
50 Colín y Capitant, op. cit., tomo IV, pág. 340.
pág. 159. 51 Marcel Paniol y Georges Ripert, ob. cit., t. XI, pág. 158.

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a no ser que hubiere morosidad de parte del dueño de la obra en re-


cibirla o convenio expreso en contrario".

Siguiendo a este artículo, tenemos que sí en proceso de cons-


trucción, la obra se pierde o se destruye parcialmente, la pérdida
o la deetrucción es a cargo del empresario y no podrá exigir un incre-
mento en el costo o el pago de los materiales o de nuevos salarios,
al dueño de la obra., pues éste se limita a pagar el precio que se haya
convenido por la entrega de la obra, a menos que, la obra se haya
perdido o dañado, cuando ya el empresario la hubiere terminado y
hubiese notificado tal hecho al propietario, para que la recibiera;
pues en este caso, si el empresario incurrió en mora para recibir la
obra, son por cuenta de éste la pérdida o los daños causados en la
obra.

Es necesario hacer una crítica. a la parte final del artículo en .


cuestión, pues nos parece incorrecto que se permita la existencia del
convenio entre las partes, para que sea el dueño el que absorba los
riesgos de la obra, encontrándose ésta en construcción, en nuestro
concepto, la edificación de obras en bienes inmuebles, no se restringe
únicamente a. un interés privado, va más allá de éste; interesa fun-
damentalmente a la comunidad, la buena edificación, por eso todo lo
relativo a esta actividad, debe ser considerado como de interés pú-
'blico; más aún, que aún cuando en principio pudiera considerarse que
hay igua.Jdad entre el propietario y el constructor, esto no es así, en
efecto, en la práctica, ante la grave necesidad de la vivienda, los ar-
quitectos o contratistas, formulan sus "contratos" y es usual, que
siempre quieran evadir su responsabilidad mediante la inserción de
una cláusula que suprima su responsabilidad, pero lo que es más gra-
ve, la mayoría no ·firma contratos, simplemente se concreta a expe-
ctir recibos por las cantidades que reciben, aún cuando en el fondo
ellos construyen con materiales propios; esto se ve a diario y ante
esta práctica perniciosa, es indispensable que el legislador intervenga
y dicte medidas' tendientes a no hacer nugatoria toda. acción de res-
ponsabilidad de los propietarios y por t;lto estimo, que es necesario
que se suprima en materia de construcci<lt, toda posibilidad que los
constructores, se puedari liberar por cláusulas en los contratos de su
responsabilidad de c~nstruir sólidamente, con toda su pericia y con
buenos materiales.

66
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[o de la obra en re- b) RESPONSABILIDAD DESPUES DE HABERSE ENTRE-


GADO LA OBRA.

n proceso de cons- l.-FUNDAMENTO. La nonna contenida en el artículo 2634


del Código Civil vigente en el Distrito Federal, establece: "Recibida
Llmente, la pérdida
y aprobada la obra por él que la encargó, el empresario es responsa-
drá exigir un incre-
de nuevos salarios, ble de los defectos que después aparezcan y que procedan de vicios
precio que se haya en su construcción y hechura, mala calidad de los materiales emplea-
1e, la obra se haya dos o vicios del suelo en que se fabricó, a no ser que por disposicióJb
Libiere terminado y expresa del dueño se ha·yan empleado materiales defectuosos, después
a que la recibiera; que el empresario le haya dado a conOcer sus defectos, o que haya
:ora para recibir la ·edificado en terreno inapropiado elegido por el dueño a pesar de las
obesrvaciones del empresario".
ños causados en la
En nuestro concepto, la responsabilidad que la norma en cues-
lnal del artículo en tión, establece en contra de los constructores, es una responsabilidad
.ta la existencia del de tipo objetiva; pues en efecto, ocurriendo daños en la obra entre-
el que absorba los gada, éste tiene obligación de repararlos o en su caso pagar los gastos
rucción, en nuestro que erogue el propietario para su reparación, siempre y cuando éste
>les, no se restringe pruebe: a) La existencia del daño y b) el nexo causal, consistente
éste; interesa fun- en que el daño fue originado por un defecto en la construcCión. El
empresario debe reparar cualquier daño, grave o leve, siempre que
ión, por eso todo lo
se prueben tales elementos; de manera que, el propietario en ningún
omo de interés pú-
·ra considerarse que momento está obligado a probar que el empresario incurrió eR culpa;
:, esto no es así, en es a éste a quien para liberarse de su responsabilidad, corresponde
la vivienda, los ar- probar que si construyó defectuosamente fue por disposición expresa
del dueño.
's" y es usual, que
mte la inserción de
Colín y Capitant, dicen que el fundamento de tal responsabili-
> lo que es más gra-
dad, está en dos razones : "Es la primera, como ya hemos visto, la
se concreta a expe-
imposibilidad en que el dueño se halla de proceder a un recibo ter-
cuando en el fondo
ve a diario y ante minante y serio, dada la complejidad de conocimientos necesarios;
,gislador intervenga nociones de arquitectura, experiencia de los materiales, apreciación
de las condiciones del suelo, conocimientos jurídicos indispensables,
toda acción de res-
o, que es necesario en especial para conocer las servidumhres legales, etc., etc. E~ se-
posibilidad que los gundo término, hay una razón de ordet\. público para exigir de los
los contratos de su arquitectos y los contratistas la peritia artis, y es la de qUe st cons-
la su pericia y con truyen mal o defectuosamente, sus torpezas son tan funestas para la
seguridad de sus clientes como para el: público". 52

52 Colín y Capitant, ob. cit., tomo IV, pág. 343.

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2.-PRESCRIPCION. La responsabilidad establecida por el ar-


tículo antes citado, perdura por un lapso de diez años, conforme a
lo previsto por el artículo 1159 del mismo Ordenamiento, el cual es-
tablece, que fuera de los casos de excepción, se necesita el transcurso
de diez años, contados desde que una obligación pudo exigirse, para.
que se extinga el derecho de pedir su cumplimiento. En el caso a es-
tudio, dentro del capítulo terce-ro del título décimo de la Segunda
Parte del Código Civil, no existe una disposición que prevea menor
tiempo para el ejercicio de la acción de responsabilidad en contra del
empresario.

3.-RESPONSABILIDAD FRENTE A TERCEROS ADQUIREN-


TES.

Sobre esta cuestión, la doctrina no es uniforme. Hay autores que


consideran que la responsabilidad del empresario, sólo subsiste fren-
te a quien contrató con él la edificación de la obra. Otros en cambio
estiman, que tal responsabilidad subsiste ante cualquier adquirente
de la cosa.

La primera tesis, se fundamenta en el principio romano "res in-


ter alios acta, aliis neque prodesse, neque nocere potest" ,o sea la
relatividad en los efectos del contrato que consiste en que éste sólo
aprovecha o perjudica directamente a las partes y sólo también para
ellas crea derechos u obligaciones.

En este sentido, opinan entre otros, los siguientes autores:

l.-Colín y Capitant, dicen que las normas aplicables al contra-


to de obra, sólo son aplicables a las relaciones entre el propietario y el
constructor. La responsabilidad de éste pa1¡¡. con los terceros a quienes
una· falta probada suya hubiese acarreado. ~erjuicios, se regirá por las
reglas del derecho común, y la acción correspondiente, por lo tanto,
no prescribirá sino por el transcurso de 30 años. contados a partir del
día del delito o del cuasidelito. "'

!)3 Colín y Capitant, ob. cit., tomo IV, pág. 355.

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tablecida por el ar- 2.-Los hermanos Mazeaud, manifiestan que los redactores del
~ años, conforme a
Código Civil, no consideran en los artículos 1792 y 2270, sino la res-
amiento, el cual es- ponsabilidad de los arquitectos y contratistas con respecto al dueño
cesita el transcurso de la obra. Con respecto a terceros, los arquitectos y contratistas es-
pudo exigirse, para tán obligados dentro de los términos del derecho común de la- res-
to. En el caso a es- ponsabilidad delictual y cuasidelictual; los terceros para los cuales
imo de la Segunda el contrato de empresa es res interalios acta, tienen derecho a. ser
que prevea menor indemnizados por todo perjuicio resultante de uria culpa cualquiera;
ilidad en contra del las reglas especiales de responsabilidades establecidas por el Código
contra los arquitectos y contratistas de obras no rigen sino en las0
relaciones entre éstos de una parte y propietarios de la otra~ 54

3.-Refiriéndose de manera específica a nuestra legislación vi-


gente en el Distrito Federal, el maestro Ramón Sánchez Medal_ expo-
ne: "esta responsabilidad es puramente contractual, o sea del empre-
ROS ADQUIREN-
sario hacia el dueño de la obra, y no es una responsabilidad "propter
rem" que subsista a favor del tercero que adquiera después la obra
( Guillouard y Traviesas), ya que cesa. dicha responsabilidad en caso
te. Hay autores que de que la obra sea enajenada por el dueño de ella a tercera persona,
sólo subsiste fren- la cual sólo tiene la limitada y efímera acción por vicios ocultos y
a. Otros en cambio exclusivamente contra el dueño de la obra qu~ se la enajenó". 55
talquier adquirente
En cuanto a la segunda tesis, son diversos los fundamentos que
se exponen, para fundamentar el hecho de que la responsabilidad del
fÍOromano "res in- empresario, subsiste, frente a cualquier adquirente de la obra que
~ potest'' ,o sea la ha edificado.
;e en que éste sólo
sólo también para Así Guillouard y Traviesas, ambos citados por José Cast;ín To-
-beñas y Ramón Sánchez Medal, en sus respectivas obras, manifies-
tan que .la responsabilidad del empresario, subsiste, por ser una res-
E!ntes autores : ponsabilidad proter rem, esto es, que va ligada a la cosa _que ha
edificado.
>licables al contra-
el propietario y el El tratadista argentino José Arias, aún cuando no expone el
terceros a quienes fundamento, se inclina hacia esta tesis d-e. que dicha, responsabilidad
s, se regirá por las subsiste frente a cualquier adquirente, p~es dice: "No obstante ser
E!nte, por lo tanto, cierto que la acción emergente del artículo' 1646 a favor del.locatario
ntados a partir del
puede ser deducida por el adquirente posterior de la cosa construída,
..
54 Hermanos Mazeaud, oh. cit., vol. 4o., págs. 357 y 365;
55 Ramón Sánchez Medal, ob. cit., pág. 297.

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esto no importa; considerarla real y la prescripcwn aplicable es la


que fija el artículo 4023:. del Código Civil". 56

Messineo, por sb parte dice: "El derecho al resarcimiento a que


se refiere el artículo 1669, se transfiere a los causahabientes del co-
mitente, o sea que pasa, no sólo al heredero, sino también al sucesor
a título particular (por acto entrevivos, o mortis causa; adquirente
y legatario) ; esto en derogación del art. 1372 y en aplicación del pa-
rágrafo de dicho artículo. De este modo, tal derecho viene a ser un
caso de aquella figura de IUS OB REM". 57

Maree! Planiol y Georges Ripert, por su parte expresan:

a) LA NATURALEZA DE LA RESPONSABILIDAD DEL


EMPRESARIO ES UNA OBLIGACION DE GARANTIA. Así di-
cen: "Si el empresario sigue siendo responsable por 10 años, sólo
podrá ser debido a una reserva tácita, hecha en el momento de la re-
cepción o por voluntad del legislador, en su afán de proteger al pro-
pietario. . . Parece, en efecto, que la segunda concepción sea- de pre-
ferirse: en realidad el propietario que toma posesión de un inmueble
sin vicios aparentes no piensa en ninguna reserva, sino que la ley
e~ quien prevé por él, e impone al constructor una .obligación de ga-
rantía por 10 años. Esa gaarntía decenial del arquitecto o empresa-
rio es una medida de interés público, tanto más útil cuanto que, por
otra parte, el art. 1386 hace al propietario responsable de los daños
causarlos a los tercer::>s por la ruina del edificio". r.s

b) QUE LA ACCION DE RESPONSABILIDAD ES TRANS-


MISIBLE. Expresan: "La acción de responsabilidad fundada en los
arts. 1792 y 2070 es transmisible. Su cesión debe sobreentenderse en
toda enajenación del inmueble. ya que constituye en cierto modo un
accesorio de la construcción que va con ésta a través de todos los
')o
56 José Arias, Contratos Civiles, tomo II, plg.
117. Compañía Argentina
de Editores, Sociedad de Responsabilidad Limitada, Buenos Aires, Argentina,
1939.
57 Francesco Messineo, ob. cit., tomo V, pág. 205.
58 Maree! Planiol y Georges Ripert, Tratado Práctico de Derecho Civil
Francés. (Trad. española del Dr. Mario Díaz Cruz con la col. del Dr. Eduardo
Le Riverend Brusone), Cultural, S. A. La Habana, 1940, t. XI, pág. 194.

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~ucesivos prop~etarios., . ..sa:lv.o..que.. ot:ca....c.o.~e.~pa.et4rÑ.,~~s


n aplicable es la Jen~:· El a<lqmrente del mmueble puede, por tanto, exigir la res'pon
sabil1dad durante 10 años en el lugar y grado del propietario anteriol
de quien la récibió". 59 ·
sarcimiento a que
ahabientes del co-
ambién al sucesor
ausa; adquirente 4.-EXCEPCIONES AL PRINCIPIO DE LA RELATlVIDAD ¡ilS
aplicación del pa-
ho viene a ser un LOS EFECTOS DEL CONTRATO.

Si bien, la regla general, es de que los efectos de los contratoe


sólo aprovecha o perjudica directamente a las partes y sólo también
expresan:
P~~a ellas crea derechos u obligaciones; también lo es, que dicho prin·
c1p1o, sufre excepciones, como son:
ABILIDAD DEL
~ANTIA. Así di-
l.-LAS OBLIGACIONES PROPTER REM. El maestro Anto-
por 1O años, sólo nio de !barrola, dice: "En ellas el sujeto pasivo reporta prestaciones
momento de la re- o abstenciones de carácter patrimonial que: 1) dependen de la cosa·
e proteger al pro- 2) siguen a ésta; 3) se extinguen si ella desaparece; 4) se transmi~
!pción sea: de pre- ten con la enajenación de la cosa, y 5) pueden eludirse mediante el
n. de un inmueble abandono". 80 ·

1, sino que la ley


.obligación de ga- En efecto, las obligaciones propter rem, como lo indica el autor
titecto o empresa- citado, se imponen a quien sea el propietario de la cosa, por·ese sim-
¡ cuanto que, por ple hecho, de manera que cualquier adquirente de la mima, adquiere
able de los daños automáticamente tal obligación; esto, en derogación del principio an-
tes citado, dado que, varias obligaciones de ese tipo, surgen de un
contrato, como .ocurre cuando el propietario de una cosa otorga el
•AD ES TRANS- usufructo, mediante contrato, a otra persona; las obligaciones deri-
td fundada en los vadas del contrato, inherente a la cosa, se transmitirán necesaria-
>breentenderse en mente a cualquier otro adquirente. Lo mismo ocurre con las garan-
n cierto modo un tías reales, que surgen por virtud de un contrato, tales obligaciones,
:wés de todos los pasarán a cualquier otro adquirente de la cosa.
')·
2.-LA ESTIPULACION EN FAVOk DE TERCERO. Sobre
::ompañía Argentina
s Aires, Argentina, de ella, Gutiérrez y González, dice: "Es una cláusula en virtud de la

:o de Derecho Civil 59 ldcm, pág. 212.


:ol. del Dr. Eduardo 60 Antonio de lbarrola, Cosas y Sucesiones, 4a. edición, Porrúa, México,
XI, pág. 194. 1977, pág. 61.

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cual en un contrato, o en un testamento, una parte o el testador, de-


claran que la otra parte o un legatario prometen realizar determi-
nada prestación a favor de otro". 61

Esta excepción, tiene su fundamento en los artículo 1868, 1869,


1870, 1871 y 1872 de nuestro Ordenamiento Civil.

3 ...:_La prevista en el artículo 2409 del Código Civil, que dice:


"Si durante la vigencia del contrato de arrendamiento, por cualquier
motivo se verificare la transmisión de la propiedad del predio arren-
dado, el arrendamiento subsistirá en los términos del contrato. Res-
pecto al pago de las rentas, el arrendatario tendrá obligación de pa-
gar al nuevo propietario la renta estipulada en el contrato desde la
fecha· en que se le notifique judicial o extrajudicialmente ante nota-
rio o ante dos testigos haberse otorgado el correspondiente título de
propiedad, aún cuando alegue haber pagadQ al primer propietario, a
no ser que el adelanto de rentas aparezca expresamente estipulado
en el mismo contrato de arrendamiento".

4.-LA CAUSAHABIENCIA. Respecto de esta figura, Raúl Or-


tfz ÜrquÍdi, nos dice: "La causahabiencia no es más que la substihi-
ción de la. persona de quien directamente emana el negocio jurídico,
por otra que queda ligada por los efectos de dicho negocio como si
éste hubiere
2
emanado de ella, de la substituta y no de la substitui-
da''. " Por su parte, el maestro Ignacio Galindo Garfias, dice: "se
conoce el concepto de causa habiente, con el que se designa a, las per-
sonas que después de celebrado éste, adquieren derivatimanete de los
autores de él, por transmisión, los derechos y las obligaciones que
nacieron originalmente entre quienes lo celebraron". •a

· Existen al respecto, dos especies: a) La causaha:biencia a título


universal, que puede ocurrir por sucesión mortis causa,. o por acto
entre vivos, como ocurre con la cesión total de derechos hereditarios
o por fusión de personas morales;· y b) La causahabiencia a título
particula·r, respecto de ésta, Raúl Ortiz U,uidi, nos dice: "Hay que

61 Ernesto Gutiérrm; y González, ob. cit., pág. 405.


62 Raúl Ortíz Urquidi,' Derecho Civil, Parte General, la. edición, Porrúa,
México 1977, pág. 266.
G3 Ignacio Galindo Garfias, Derecho Civil; Parte General, 2a.. edición. Po-
rrúa, México, 1!)76, pág. 219. ·

62

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arte o el testador, de- distinguir dos grupos: l.-El de aquellos en -los que se extiende el
eten realizar determi- concepto de parte al causahabiente y en los que por tanto éste no
puede ser considerado como terc'ero; y 11.-El de aquellos en los que
no opera tal extensión del concepto de parte y en que por ende el
s artículo 1868, 1869, nuevo titular, o sea el causahabiente, conserva el carácter de terce-
vil. ro". 64 Nos dice el mismo autor que al primer grupo corresponden en-
tre otros, las cesiones de derechos, de deuda y la subrogaeión; :ij
Sdigo Civil, que dice: segundo, .las obligaciones personales contraídas por el. causante. ·
miento, por cualquier
~dad del predio arren-
OS del contrato. Res-
drá obligación de pa- 5.-NUESTRA TESIS. LA RESPONSABILIDAD SI SE TRANS-
el contrato desde la MITE.
icialmente ante nota-
·espondiente título de Para determinar si la responsabilidad del empresario subsiste
primer propietario, a en el caso de que el dueño de la obra, la ha enajenado, es preciso
resamente estipulado efectuar el siguiente análisis :

l.-CAUSAS DE EXTINCION DE LAS OBLIGACION:ES.


esta figura, Raúl Or-
más que la substitti- H.-CAUSAS DE TRANSMISION DE DERECHOS.
L el negocio jurídico,
cho negocio como si Siguiendo a don Manuel Borja Soriano, diremos que las causas
¡r no de la substituí- que extinguen las obligaciones, se clasifican en tres categorías:· "PRI-
o Garfias, dice: "se MERA CATEGORIA. Está formada únicamente por el pago; es de-
~e designa a: las per- cir el modo normal de extinción de las obligaciones, puesto que· con-
erivatimanete de los siste en el hecho de cumplir la prestación debida. SEGUNDA CATE-
las obligaciones que GORIA. Comprende cuatro modos de extinción, que tienen como ca-
•on". •a rácter común el que el acreedor ha obtenido una satisfacción distin-
ta de aquella a la cual tenía derecho, a saber: a) La novación, en la
saha:biencia a título cual la obligación que se extingue es reemplazada por otra:. b) La da-
s causa,. o por acto ció u en pago, en la que el acreedor recibe uri objeto distinto del de-
~rechos · hereditarios bido. e) La compensación y la confusión en las que el acreedor es
mhabiencia a título satisfecho por la desaparición de la de~da que le incumbía. TERCE-
nos dice: "Hay que RA CATEGORIA. En ella se colocan lo} modos en los que la obliga-
ción se extingue, sin que el acreedor Jiaya obtenido satisfacción, o
sean: a) La remisión de deuda, en la que el acreedor renuncia a exi-
L!, la. edición, Porrúa,
gir el cumplimiento de la obligación. b) La imposibilidad de ejecu-

mera!, 2a.. edición. Po-


64 Raúl Ortíz Urquidi, ob. cit., pág. 270.

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c1on. e) El término extintivo. d) La prescripción negativa o libera-


toria, que es un modo de extinción de la obliga-ción por el transcurso
del tiempo fijado por la ley". 65

Del estudio de las anteriores causas, resulta evidente que, la ena-


jenación de la obra construida por el empresario, no es causa de ex-
tinción de la obligación de éste de responder por los daños que so-
brevenga-n a la misma y que deriven por alguno de los supuestos
previstos en el artículo 2634 del Código Civil. En efecto, las sucesi-
vas enajenaciones de la obra, que se realicen dentro de un plazo de
diez años, contados a partir de que la persona que ordenó la obra, la
recibió, no son causas de extinción de la responsa,bilidad del empre-
sario, pues éstas no se ubican dentro de alguna de las cuatro cate-
gorías indicadas por el maestro Manuel Borja Soriano, el cual las
dedujo a su vez, de lo previsto en nuestro Ordena,miento Civil. En
consecuencia, es a todas luces visible, que la responsabilidad civil
del empresario, sigue subsistiendo. hasta en tanto, no se extinga por
prescripción, esto es, por el transcurso del término de diez años, que
previene la Ley.

Concluímos pues, que la responsabilidad del empresario sólo se


extingue por prescripción liberatoria y no por la, aplicación del prin-
cipio de la relatividad en los efectos del contrato, pues éste, no está
consagrado en el Código Civil, como causa de extinción de obligacio-
nes. Si pues, la responsabilidad del empresario, sigue perdurando
por el lapso de 10 años, contados a partir de que quien ordenó la.
obra, la recibió, alguien debe tener el derecho de exigirle responsa-
bilidad, cuando a la obra le sobrevengan daños por vicios en su cons-
trucción. En nuestro concepto, el derecho de exigir tal responsabili-
dad, cuando se ha ena,jenado la obra, se ha transmitido al adquirente
y ello resulta de las consideraciones que en seguida se expresan.

III.-FORMAS DE TRANSMISION;.DE DERECHOS Y OBLI-


GACIONES. ··~

Nuestro Ordenamiento Civil, reconoce tres: a) La cesión de de-


rechos; b) La Subrogación y e) La cesión de deudas.

65 Manuel· Borja Soriano, ob. cit., tomo págs. 281 y 282.

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. negativa o libera- En nuestro tema a estudio, sólo nos ocuparemos de la p~imera


n por el transcurso qu~ le es aplicable. Hemos indicado, que la responsabilidad del em-
présario, subsiste, mientras no esté prescrita, hacia cualquier adqui-
rente en propiedad de la cosa. Son dos nuestros fundamentos: a)
vidente que, la ena- Que en la . transmisión del dominio de la coea, el propietario que
no es causa de ex- ordenó la construcción de la cosa, transmite tácitamente al adqui-
. los daños que so- rente, el derecho de exigir dicha responsabilidad y b) Que siendo
o de los supuestos la responsabilid~d del empresario, una "obligación de garantía, sien-
1 efecto, las sucesi-
do esta accesoria de la cosa, necesariamente se transmite ar adqui-
tro de un plazo de rente. O
~ ordenó la obra, la
~bilidad del empre- Aubry y Rau, nos dicen que: "La cesión en el sentido más am-
de las cuatro cate- plio de esta palabra, es la transmisión, por acto entre vivos, de un
oriano, el cual las objeto incorpóreo". 66
ta.miento Civil. En
sponsabilidad civil Por su parte Gutiérrez y González. expresa: "La cesión es el
no se extinga por acto de transferencia. de una cosa o de un derecho, y por lo mismc
) de diez años, que habrá cesión siempre que una persona trasmite a otra un derecho
real, personal o de otra índole". 61

~mpresario sólo se Así pues, la persona que ordenó la construcción de la obra, al


.plicación del prin- enajenarla, efectúa una:· cesión de derechos tanto reales como perso-
pues éste, no está nales, éstos últimos limitados a aquellos que sólo pueden ejercitarse
nción de obligado- por quien sea propietario de la cosa, a estos derechos personales, bien
sigue perdurando pudiera llamárseles derechos propter rem, en cuanto que, sólo pueden
e quien ordenó la. ejercitarse por quien tenga en propiedad la cosa aún cuando la ac-
' .
ción es de carácter personal. De esto resulta, que el adquirente, pue-
exigirle responsa-
vicios en su cons- de exigir al emprsario, la responsabilidad proveniente por daños en
r tal responsabili- la obra y que se originen por los supuestos previstos en el precepto
itido al adquirente 2634 del Código Civil.
la se expresan.
En el contrato donde conste la enajenación, no es necesaria la
comparecencia del empresario, a otorgar su consentimiento con la
venta y cesión tácita del derecho a exigirle su responsabilidad, puesto
:ECHOS Y OBLI-
que conforme a lo previsto por el artícu'ip 2030 del Código Civil, el
acreedor puede ceder sus derechos a un tetcero sin el consentimiento
La cesión de de- del deudor, a menos que la cesión esté prohibida por la ley, se haya
as.
66 Aubry y Rau, según cita de Borja Soriano, ob. cit., T. U, pág. 250.
67 Ernesto Gutiérrez y González, ob. cit., pág. 829.
282.

65
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convenido en no hacerla, o no lo permita la naturaleze, del derecho.


En el presente caso, la cesión del derecho personal de reclamar la
responsabilidad por d'años en la ctmstrucción, salvo que se haya con~
venicto en no hacerla, no se ubica dentro de tales supuestos, de lo
que resulta que es plenamente válida.

Tampoco es necesaria la notificación a que se refiere el artículo


2036 en relación con el 2033 del citado Código Sustantivo, toda vez
que dicha notificación sólo procede cuando la cesión es de créditos
civiles que no sean a la orden o al portador; en nuestro caso, no se
trata de tal cesión, sino de la transmisión de un derecho a ejercitar
una acción de responsabilidad civil.

En nuestro concepto, no es necesario que el vendedor, que a su


vez fue el que ordenó la obra, pacte expresamente la cesión de su
derecho de exigir responsabilidad civil al empresario, puesto que bas-
ta que enajene la obra, para que tal acto, transmita necesariamente
tal derecho, pues éste, o sea el derecho, sólo puede ejercitarse por
quien sea propietario de la cosa; de manera que aunque no se diga
expresamente, el vendedor ha transmitido tácitamente su derecho,
dado que, conforme a lo previsto por el artículo 1803 de nuestro
Ordenamiento Civil, el consentimiento puede ser expreso o tácito; re-
firiéndose a éste último precisa, el tácito resultará de hechos o de
actos que lo presupongan o que autoricen a presuponerlo, excepto
en los casos en que por ley o convenio la voluntad deba manifestarse
expresamente.

En el caso específico existen actos que lo presuponen, como son:

a) El acto mismo de Já enajenación de la cosa.

h) El hecho de que es regla general en los contratos de enaje-


nacwn, formalizados en escritura pública;, establecer que la cosa se
tnmsmite con todo cuanto de hecho y por·4erecho le corresponda, sin
reserva ni limitación alguna. '

Esto evidentemente, autoriza a presuponer que el enajenante


transmitió. tftcitamente al adquirente, todos los derechos personales
qne sólo podía ejercitar siendo propietario de la cosa.

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taturalez2, del derecho. Por si esto fuera poco, existen disposiciones jurídicas, que inter-
~rsonal de reclamar la pretándolas sistemáticamente nos llevan a concluir la transmisión de
salvo que se hayá con- la acción de responsabilidad ~n cuestión. ·
tales supuestos, de lo
En efecto, el artículo 2017 fracción V, establece que si la cosa
se pierde por caso fortuito o fuerza mayor, la obligación queda sin .
e se refiere el artículo efecto y el dueño sufre la pérdida. De esta norma se infiere, que si
o Sustantivo, toda vez es el propietario quien debe sufrir la pérdida, es también a éste a
, quien exclusivamente le corresponde ejercitar acciones de responsa-
. cesión es de créditos
bilidad por daños causados a la cosa y que no provengan de caso
en nuestro caso, no se fortuito o fuerza mayor. · o
un derecho a ejercitar
Por su parte, el m1meral 2013, dispone que la obligación de dar
cosa cierta comprende también la de entregar sus accesorios, salvo
el vendedor, que a su que lo contrario resulte del título de la ebligación o de las circuns-
mente la cesión de su tancias del caso. De ello resulta, que siendo la obligación del empre-
esario, puesto que bas- sario que edificó la obra, una obligación de garantía, esta es. un ac-
'lsmita necesariamente cesorio inherente a la cosa, razón por la cual, en cada transmisión .
puede ejercitarse por que suceda, el enajenante transfiere al adquirente el derecho a hacer
¡ue aunque no se diga efectiva dicha garantía.
citamente su derecho,
ículo 1803 de nuestro Finalmente los artículos 2288 y 2289 de nuestro Código Sustan-
~r expreso o táCito; re-
tivo, previenen que el vendedor debe entregar la cosa vendida, con
todos sus frutos producidos desde la perfécción de la venta y los ren-
ultará de hechos o de
dimientos. acciones y títulos de la cosa. Con lo que es evidente, que
presuponerlo, excepto por la enajenación de la cosa, el enajenante ha transmitido al ad-
tad deba manifestarse quirente, la acción para hacer efectiva la garantía que la ley ha im-
puesto al empresario que la edificó.
)resuponen, como son :

i cosa.
6.-LA OBLIGACION DE GARANTIA DEL EMPRESARIO, ES
os contratos de enaje- NORMA DE ORDEN PUBLICO.
tblecer que la cosa se
· La obligación de garantía, conteni'i\a en el artículo 2634, ha sido
~ho le corresponda, sin
impuesta al empresario para hacer posible la seguridad y solidez de
las construcciones, se han tomado pues consideraciones de interés
er que el ena,jenante público, por Jo que consideramos que es ;ma norma de orden público,
•s derechos personaJes pero únicamente impue~ta en favor de quien sea el propietario de la
a cosa. cosa.

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Siendo la obligación de garantía en favor del propietario im-


puesta· por tal~s consideraciones, éste no puede eximir por virtud de
una cláusula, la responsabilidad del empresario, por lo que, toda cláu-
sula que así lo establezca será nula.

Los únicos supuestos por los cuales el empresario se libera son


aquellos que previene el mismo precepto:

a) Que por disposición del dueño, haya empleado materiales de-


fectuosos, después que el empresario le haya dado a conocer sus
defectos.

b) Que por disposición del dueño, haya edificado en terreno


inapropiado elegido por el dueño a pesar de sus observaciones.

Esto no va en contra de nuestra exposición de considerar dicha


norma como de orden público; en efecto creemos que el legislador ha
impuesto la obligación de garantía, fundándose que el que ordena
y recibe la obra, no puede objetivamente examinarla intrínsecamen-
te, para comproba·r si está bien hecha o no. Así Planiol y Ripert,
dicen que el legislador "Con razón estimó que el dueño no puede, en
muchos casos, advertir los defectos de construcción en el momento
de recibir la obra. Esos defectos pueden ser ocultos y surgir sólo al
cabo de cierto tiempo, produciéndose agrietamientos u otros defectos:
la construcción "trabaja" a largo plazo y se observan así esos defec-
tos. El legislador ha querido amparar al propietario contra ese gé-
nero de azores". 68

De esto resulta que el propietario que ordena una obra, no le


es válido renunciar a hacer efectiva la garantía del constructor, fun-
dándose para en ello en el principio de que no se puede renunciar
a la reparación de un daño que aún no existe y del cual no se sabe
su magnitud.

Seguimos con esto, las ideas de Plani~l y Ripert, que expresan:


"La responsabilidad de los constructores '& sido establecida por la
ley a fin de amparar a los propietarios contra los defectos que su
inexperiencia no les permite descubrir. Se basa por otra parte, en la

68 Maree! Planiol y Georges Ripert, ob. cit., t. XI, pág. 193.

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or del propietario im- responsabilidad que el art. 1386 impone al propietario en caso de
e eximir por virtud de ruina del edificio por defectos de construcción, e impide que éste úl-
>, por lo que, toda cláu- timo texto legal se convierta en una aplicación demasiado rigurosa
para este propietario, permitiéndole un recurso contra el profesio-
nal que haya construído el edificio. En tales condiciones, no cabe
tpresario se libera son admitir que baste con una simple cláusula, que no tardaría en con-
vertirse de estilo, para suprimir toda garantía. El orden público está
interesado en que las construcciones sean hechas sólidamente". 69
mpleado materiales de- 1)
a dado a conocer sus Si pues se dan los supuestos mencionados en los incisos a) y b)
de este. apartado, nosotros consideramos, que los constructores no
están obligados a reparar los daños que se causen, por el simple he-
. edificado en terreno cho de la garantía, esto es, por responsabilidad objetiva, por el mero
ms observaciones. hecho de haber construído, esto ocurre frente al propietario que la
ordenó, como a sus sucesivos adquirentes. Sin embargo, esto no obsta,
>n de considerar dicha para que no sean condenados al pago de daños, solo que -para que
os que el legislador ha esto ocurra, es preciso que se les demande por víá de hecho .ilíCito~
>Se que el que ordena es decir, es menester que se pruebe su culpa, lo cual aún asi, le es
1inarla intrínsecamen- favorable al propietario, puesto que en nuestro concepto es evidente
Así Planiol y Ripert, que un empresario incurre en culpa, por el simple hecho de construir
el dueño no puede, en una obra con materiales inadecuados o en terreno impropio, puesto
:1cción en el momento siendo perito en el arte de la construcción, es notorio, que una· cons-
e!ultos y surgir sólo al trucción así realizada lleva en sí el riesgo de verse destruída y cau-
mtos u otros defectos: sar daños a terceros. El mismo propietario sucesivo adquirente de la
tservan así esos defec- cosa, puede demandar por hecho ilícito al propietario que ordeiJ.ó la
ietario contra ese gé- obra con materiales insuficientes o en terreno inapropiado, a. pesar
de que ya hubiese prescrito la acción por vicios ocultos, pues· aún
cuando ésta ha desaparecido, subsiste su responsabilidad, puesto que
dena una obra, no le el haber ordenado una construcción a sabiendas que es deficiente, lo
1 del constructor, fun- colocó en el plano de ilicitud y por ello no sólo debe responder de
to se puede renunciar daños ante su adquirente, sino también ante sucesivos propietarios
y del cual no se sabe y más aún frente a terceros.

A pesar pues, de que la norma que se viene comentando, -es de


Ripert, que expresan: orden público, por haberla previsto ~legislador, únicamente cuan-
do establecida por la do se edifica por virtud de un contrafd de obra a precio alzado, ·ésta
a los defectos que su . aún cuando es norma legal, sólo se extiende a los propietarios de la
' por otra parte, en la cosa, por haber tenido su origen en un contrato; razón por la cual

:1, pág. 193. 69 Idem, pág. !!07.

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no es posible extenderlá a casos semejantes. Es por ello, que en el


capíh¡lo anterior, propusimos la necesidad de que se adicione una
norma g-enérica de oblir;ación de garantía de los constructores, me-
di:-mte Ja cual todos estén seguros que se verán ~esarcidos en sus
cl:1iio:; q•¡e pmven:;a11 por efecto de las construcciones.

7.-EL PROPIETARIO QUE ENAJENA LA OBRA. CONSERVA


UN A ACCION DE REPETICION CONTRA EL EMPRESA-
RIO, CUANDO PAGA DAÑOS.

C"nf("ruentes con lo qne hemos dicho, de r¡ue en la enajenación


el venctedor ha cedirlo tácitamente su derecho de exigir responsabi-
lidad civil al empresario. a,l nuevo adquirente. Resulta que tanto él
conw los sucesivos ena.ienantes han perdido el· derecho de ejercitar -~
acci6n de responsabilidad por daños q~1e después sufra la cosa. Así
Karl Larenz, dice: "En los supuestos de RUcesión en un derecho, el
titular precedente pierde el derecho sin que éste se extinga, única-
mente tiene lugar un cambio ele sujetos". 70

Una acción que a pesar de eso intentara. sería improcedente, si


ha deiado de ser el propietario de la cosa. puesto que el demandado
le ononclría las excepciones de carencia de un derecho y de falta de
interés jurídico, previstas por el artículo lo. fracciones I y IV del
Códio:o de Procedimientos Civiles.

0in embargo, ¡::i enaien::>,da la obra. ésta en poder del nuevo ad-
quirente. evidencia vicios de construcción y en su casO causa daños
a otrns cosas o personas. antes rle que para éste prescriba la acción
de vicios ocultos. es claro y notorio que probándose ta·les vicios y más
alÍn mala fe del enajenante por ocultamiento o disimulación de los
mismos, será irremediablemente condenado a la reparación de los
mismos o bien simplemente a la reducción del precio o devolución del
mismo. Si esto ocurre, tal enajenante, cons~a una acción en con-
tra del empresario, para repetir lo que él ha\ag-ado por tales vicios,
acción de repetición que es diferente de la acción que se tiene por
la garantía de la cosa.

70 Ka"·! Lar~n~. ob. cit., pág. 309.

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E:s por ello, que en el


que se adicione una
CAPITULO X
los constructores, me-
·án -resarcidos en sus
ucciones.

OBRA, CONSERVA
rRA EL EMPRESA-
RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
'' · DE LOS CONSTRUCTORES
¡ue en la enajenación
de exigir responsabi-
Resulta que tanto él
derecho de ejercitar
1.-RESPONSAlliLIDAD OBJETIVA.
és sufra la cosa. Así
'1ón en un derecho, el
:te se extinga, única- Tanto el propietario, en cuyo predio se edifica la obra, como el
arquitecto, ingeniero o persona moral, bajo cuya dirección se ejecuta
ésta, son responsables objetivamente de los daños qtte se causen a
ería improcedente, si las personas o cosas, en el momento de estarse realizando la obr~.
:to que el demandado
lerecho y de falta de En efecto, por lo que hace al propietario, con cuyo dinero se edi-
racciones I y IV del fica, le es aplicable el artículo 839 del Código Civil, que establ~ce
responsabilidad objetiva, por los daños qUe se causen a las prqpie-
dades vecinas, en el momento de llevarse a cabo el proceso de cons-
poder del nuevo ad-
trucción. Así la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha soste-
su caso causa daños
nido tal criterio, como se desprende de la sentencia dictada en el
e prescriba la acción
Juicio de Amparo directo 3991/1967, en el que se resolvió que los
:>se taJes vicios y más daños causados por una edificación tienen carácter enteramente ob-
• disimulación de los
jetivo con apego al principio de que debe reparar el daño quien del
la reparación de los
edificio se sirve u obtenga una utilidad por sus relaciones de dominio
·ecio o devolución del
con el inmueble, independientemente de que haya o no culpa en· el
~ una acción en con-
propietario (3a. Sala, 7a. Epoca, Volu:rnin 30, cuarta parte, pág. 19).
~ado por tales vicios,
ión que se tiene por
De igual manera cae bajo los supuestos previstos en la fracción
VI del artículo 1932 del citado Código Civil, que previene que los
propietarios responderán por daños causados por el peso ·o movimien-
to de las máquinas, por las aglomeraciones de materias o animales

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nocivos a la salud o por cualquiera causa que sin derecho origine al-
gún daño.

Tal ha sido también el criterio de la Corte, pues en las sentencias


dictadas en los juicios de amparo directo 1654/1955, 3662/1954 y
8758/62/2a.. (3a. Sala, Quinta Epoca, Tomo CXXVII, pág. 959), (3a.
Sala, Quinta Epoca, tomo CXXVI, pág. 276) y (3a. Sala, Suprema
Corte de Justicia), respectivamente, determinó en el primer juicio,
que el propietario, era responsable objetivamente, conforme a lo pre-
visto por el artículo 839, en relación con el 1932 fracción VI, esto
es, que todo propietario es responsable por cualquier da.ño que se ori-
gine por cualquier causa sin derecho; en el mismo sentido, se resol-
vió en el segundo juicio, en tanto que en el último, determinó que el
propietario era responsable objetivamente de los daños causados, en
virtud de que los edificios, por su peso, producían daños, por lo que
tal hecho constituye una actividad peligrosa que no debe explotarse
a riesgo ajeno, así-que, aun cuando sin culpa sé hubiese causado daño, ·
éste debería ser reparado, de conformidad con los principios que
jnstifican la teoría del riesgo.

En cuanto hace al arquitecto, ingeniero, contratista o persona


moral encargada de la. dirección técnica de la construcción, éstos res-
ponden también objetivamente de los daños que la obra en proceso
de construcción o que los trabajadores en ella, ocasionen a personas
o cosas.

Esto es así, porque el artículo 2645 del Código Civil previene


r¡ue "los empresarios constructores son responsables por la inobser-
vancia de las disposiciones municipales o de policía y por todo daño
r¡w• rmw?n a los 1Jecinos". De su interpretación, tenemos, que esta
nn1·ma es de carácter imperativo y de orden público, pues establece a
<'argo ele los constructores la obliga.ción de reparar todo daño que
<'an~en a lo~ ·:er>:1•)">, sin que para nada se mencione que éste se haya.
prorlurirlo por culpa; de lo que es notorio, que establece una. respon-
~:~hilirlarl objetiva. la cual estableciéndose en~favor de terceros no
~~> p.uerlp liberar el constructor, por virtud de u\Ia. cláusula, que ~sta­
hlPclera en el conhato con el propietario que le ordenó la obra.

nkha ~orma, le es aplicable no sólo a los arquitectos, ingenie-


ro~. rontmtJRtaR o personas morales, que bajo un contrato de obra
a precio alza<lo, lleven a cabo la construcción, sino que también, a

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derecho origine al-


quienes simplemente por un contrato de obra o de prestación de ser-
vicios profesionales, dirijan la misma, pues siendo dicha norma im-
perativa y de orden público, cualquier persona que sea empresario
!S en las sentencias
constructor o simplemente director responsable de la obra, por cual-
1955, 3662/1954 y
quier ado o contrato, cae bajo el supuesto de la misma y debe res-
II, pág. 959), (3a.
ponder objetivamente por todo daño que cause la obra al momento
3a. Sala, Suprema
de estarse realizando. En efecto, tanto el constructor, como el pro-
L el primer juicio,
pietario mismo de la obra, tienen tal responsabilidad, puesto que ade-
~onforme a lo pre-
más, ambos son responsables soiidariamente, en los términos previs-
fracción VI, esto
tos por el artículo 19i7 de nuestro citado Código Civil.
Jr daño que se ori-
' sentido, se resol- Tal responsabilidad de las personas antes indicadas, es a pesar
determinó que el
de que cumplan con todo tipo de reglamentos, así lo ha determinádo
años causados, en
la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que
daños, por lo que
establece que la observancia de los reglamentos de construcciones, no
o debe explotarse releva al propietario de la obligación de responder por los daños que,
ese causado daño, con su construcción, cause a terceros.
:>s principios que
Ahora bien, en nuestro concepto, el término vecinos a que se re-
fiere el artículo antes indicado, no debe entenderse en concepto res-
ratista o persona
tringido, sino que, debe ser interpretado en sentirle amplio, es decir,
·ucción, éstos res- que comprende no sólo daños causados a vecinos, sino que, a toda per-
obra en proceso sona o cosa· a las cuales la construcción les origine daños, sean o no
ionen a personas
vecinos de la obra que se edifica.

Si bien, hemos indicado que tanto el propietario como el cons-


~o Civil previene tructor en sí, responden objetivamente por los daños que causen, t~m-.
s por la inobser- bién lo es, que tal responsabilidad objetiva, sólo lo es, en t~nto q~~·
y por todo daño se esté realizando la construcción, puesto que, una vez termmada. di-
memos, que esta cha obra cesa tal responsabilidad, para convertirse, por una falta
pues establece a de técnic~ en la elaboración de los preceptos, en responsabilidad sub-
r todo daño que
jetiva.
que éste se haya
'lece una respon-
En efecto, el artículo 839 del Código Civil, sólo previene respon-
de terceros, no
~usula, que esta-
sabilidad objetiva, ~uando se ~tá edi:f\f!~ndo y si edificada !a obra,,
lenó la obra. las propiedades vecmas no resienten dlmos, por el hecho mismo de
la construcción, cualquier daño que posteriormente sufran por ~1 de-
litectos, ingenie- rrumbe total o parcial de la obra edificada, no podrá obtenerse su
ontrato de obra reparación por responsabilidad objetiva, sino que, deberá pro~rse
que también, a culpa, bien del propietario o bien del constructor, para hacer posible
tal reparación.

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Por otro lado, el artículo 2645, es evidente que sólo se refiere


a los daños que se causen, cuando ~e está edificando materialmente
la obra.

Mientras tanto, el artículo 1931 y el artículo 1932 fracción VI,


sólo preven responsabilidad objetiva, para quien sea el propietario de
la cosa, de manera que, si el propietario que ordenó la obra, la, ha
enajenado, ha desaparecido su responsabilidad objetiva y sólo podrá
reclamársele responsabilidad por daños por responsabilidad subjeti-
va, esto es, probando que incurrió en culpa en la construcción.

Por ello es pues, que proponemos, que se establezca una norma


genérica, que establezca· una obligación de garantía de los construc-
tores, que Jos obligue a responder objetivamente por un plazo de
diez años, por cualquier daño a las personas o cosa,s, que produzcan
las obras por ellos edificadas, comprendiéndose aquí, en el concepto
constructor, tanto al propietario en cuyo predio y con cuyo dinero
se edificó la obra, como al arquitecto, ingeniero, contratista o perso-
na moral que materialmente o bajo cuya responsabilidad se realizó
al obra. Con ello habría una congruencia, en la atribución de res-
ponsabilidades, pues es ilógico y sobre todo injusto, que sólo al mo-
mento de estarse edificando la obra, se responda objetivamente y
posteriormente, sea necesario probar culpa,, para condenar al pago
de daños provenientes por la obra ya edificada; es más aún injusto,
que el propietario que ordenó la obra, por el simple hecho de vender-
la y en consecuencia· de dejar de ser propietario, le desaparezca res-
nonsabilidad objetiva, cuando que ha sido él y el constructor en sen-
tido estricto, quien ejerció una actividad peligrosa, introdujo un ries-
go y obtuvo un provecho.

Ahora bien, en. el supuesto, de que el propietario que ordenó la


obra en su predio, ha enajenado la obra y ya en poder del nuevo
propietario, alguna propiedad vecina sufre daños por el efecto de la
construcción, nosotros estimamos, que si bien, el nuevo própietario,
por estar obteniendo el provecho de la misñ\la, será condenado al pago
de daños y perjuicios, también considera~ts. que éste demostrando
en juicio que los daños_ se produjeron por el sólo hecho de la cons-
trucción. tiene una acción de repetición de lo pagado, en contra del
propietario que ordenó la· misma, pues es a éste a quien material-
mente el artículo 839 de nuestro Ordenamiento, le impone la obliga-
ción de reparar; no así. al arquitecto o constructor en estricto sen-

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que sólo se refiere tido que realizó la obra, por lo que contra ellos, sólo se tendría acción
cando zytaterialmente por hecho ilícito.

Es evidente, qu_e mientras el que ordenó la construcción de la


o 1932 fracción VI, obra, en su predio y con su dinero, siga siendo propieta,rio de la mis-
sea el propietario de ma, responderá objetivamente por todo daño que se cause a petsonas
rdenó la obra, la, ha o cosas y que provengan de la construcción o destrucción total o par-
bjetiva y sólo podrá cial de la misma, en los términos de loa artículos 1913, 1931 y 1932
ponsabilidad subjeti- del Código Civil.
!a construcción.

stablezca una norma


ntía de los construc- 2.-RESPONSABILIDAD SUBJETIVA O POR HECHO !LICITO.
lte por un plazo de
~osas, que produzcan Todo daño que se cause a personas o cosas y que provengan por
aquí, en el concepto construcciones, si no se está en el caso de una responsabilidad obje-
o y con cuyo dinero tiva, puede obtenerse su reparación, probando que el constructor en
contratista o perso- sentido amplio, esto es, el propietario que ordenó la obra o el arqui-
nsabilidad se realizó tecto, ingeniero, contratista o persona moral que la, dirigió, incurrió,
a atribución de res- en la edificación, en un hecho ilícito. Su fundamento, está en ·lo dis:..
Isto, que sólo al mo- puesto por el artículo 1910 del Ordenamiento Civil, que dice: "El que
lda objetivamente y obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daij.o a
ra condenar al pago otro, está obligado a repararlo, a, menos que demuestre que el daño se
es más aún injusto, produjo como consecuencia de culpa o negligencia inexcusable de la
pie hecho de vender- víctima".
'• le desaparezca res-
1 constructor en sen- Sobre lo que es ilícito, Rossel, nos dice: "El· acto ilícito, en el
m, introdujo un ries- sentido del artículo 41, es pues todo acto nocivo causado sin derecho
O, si se prefiere, todo acto, que implique una culpa, aún la más lige-.
ra -in lege aquiliana levissima culpa venit-, y por otra parte im-
etario que ordenó la putable a su autor, puede traer consigo la aplicación de dicho ar-
en poder del nuevo tículo". 71
,s por el efecto de la
~l nuevo propietario, Lo ilícito, es pues, lo culpable, bien.')1 por acción, bien por omisión.
.
rá condenado al pago
ue éste demostrando Lo ilícito, puede ser intencional ~ ~olóso y puede ser un ilícito
,Jo hecho de la cons- penal, esto es, un delito, o simplemente un ilícito· civil. De igual ma-
agado, en contra del _nera, puede ser culposo en estricto sentido, esto es, por negligencia, im-
te a quien material-
le impone la obliga-
ctor en estricto sen- 71 Rossel, segúl). cita de Manuel Borja Soriano, ob. cit., t. 1, pág. 409.

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prudencia ,impericia o falta de cuidado y aún aquí, puede ser un de-


lito o. simplemente un ilícito civil.

Cualquera pues, que cause un daño, por un hecho que le sea im-
putable, por ha~r incurrido en culpa, aún la más levísima, debe re-
pararlo, cuya reparación puede consistir a elección del ofendido en
el restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible,
o en el pago de daños y perjuicios, tal y como lo previene el artículo
1915 primera parte del Código Civil. Siendo tal responsabilidad
tranmisible a los herederos del causante del daño, el cual debe ser
reparado, sea mediato e indirecto y hasta imprevisto o imprevisible.

Aplicando los conceptos anteriores, a los constructores, en sen-


tido amplio, esto es, al propietario en cuyo predio se edificó la obra
y al arquitecto, ingeniero, contratista o persona moral, que dirigió
la construcción de-la misma, resulta que, salvo los casos de excepción, -
en los que la ley les atribuye responsabilidad objetiva, éstos son res-
ponsables de los daños que se causen al sucesivo propietario de la
cosa, a los vecinos, y a cualquier otra persona, siempre y cuando se
pruebe que incurrieron en un hecho ilícito, esto es, en culpa, en la
construcción de la obra.

El artículo 276 del Reglamento de Construcciones vigente en el


Distrito Federal, previene que "Los Directores responsables de obra,
o los propietarios de una obra que no requiera Director Responsable,
están obligados a vigilar que la ejecución de la misma se realice con
las técnicas constructivas más adecuadas, se empleen los materiales
con la resistencia y calidad especificadas. en este Reglamento y en
sus normas técnicas complementarias, se tomen las medidas de se-
guridad necesarias, y se evite causar molestias o perjuicios a ter-
ceros".

Por su parte, el mismo Reglamento, en su artículo 37, previene,


que es Director Responsable de Obra, la P~{,sona, física o moral cuya
actividad esté total o parcialmente relaci<¡tada con el proyecto y
construcción de obras a que se refiere dicho Ordenamiento y que se
hace responsable rle la observancia del mismo, en las obras en las
que otorgue su responsive. profesional.

El artículo 43 del citado Reglamento, previene, que el director


responsable de una obra, será el único responsable de la buena eje-

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1í, puede ser un de- cución de l.!> misma y deberá entre otras cosas dirigir y vigilar !a
obra por sí o por medio de técnicos auxiliares. '

1echo que le sea im- De lo expuesto anteriormente, resulta que los constructores res-
g levísima, debe re- P?nden subjetivamente, por todo daño que causen sus edificaciones,
.ón del ofendido en siempre que, se pruebe su culpa. A manera de ejemplo citamos los
do ello sea posible, siguientes:
previene el artículo
tal responsabilidad a) Responden por daños o por el simple hecho de emplear en
o, el cual debe ser la construcción materia.Ies en cantidad o calidad inferior o mano de {)
isto o imprevisible. obra inferior a la convenida. Esto únicamente le es aplicable a los
constructores en estricto sentido. En efecto, el artículo 386 del Có-
tstructores, en sen- digo Penal, establece que comete el delito de fraude el q!le engañando
> se edificó la obra a uno o aprovechándose del error en que éste se halla, se hace ilíci-
moral, que dirigió tamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido; por su parte el
casos de excepción, artículo 387 previene que las mismas penas señaladas en el artículo
~tiva, éstos son res-
anterior, se impondrán a "Fracción XII.-Al fabricante, empresa-
) propietario de la rio, contratista o constructor de una obra cualquiera, que emplee en
empre y cuando se la construcción de la misma, materiales en cantidad o calidad inferior
es, en culpa, en la a la convenida o mano de obra inferior a la estipulada, siempre que
haya recibido el precio o parte de él".

iones vigente en el Esta disposición, sólo beneficia al propietario que ha contrata-


;ponsables de obra, do la obra, cuando el arquitecto, ingeniero, contratista o persona mo-
rector Responsable, ral que se ha encargado de ejecutarla, la realizan bajo los supuestos
isma se realice con previsto en dicho precepto. De manera que, el propietario puede ob-
leen los materiales tener reparación del daño peor tales hechos. Sin embargo, no· es la
~ Reglamento y en
vía civil la indicada para obtener dicha satisfacción, puesto que, ti-
las medidas de se- pificándose tal conducta de los constructores, como delito, necesaria-
) perjuicios a ter- mente, deberá presentar acusación penal, a fin de que, el Agente del
Ministerio Público, además de ejercitar la acción penal en contra del
responsable, ejercite la acción de reparación del dll!ño, puesto que
tículo 37, previene, ésta forma parte de la sanción pública.
'ísica o moral cuya
con el proyecto y Sobre el particular Rafael Rojina:Willegas, nos dice: "En oca-
!narniento y que se siones se comete un delito y se pretende ~xigir la reparación del daño,
1 las obras en la-s
no en el incidente respectivo en el juicio penal, constituyéndose el in-
teresado como tercero coadyuvante del Ministerio Público y excitan-
do a éste para que demande, sino que se exige directamente, eq~ivo­
1e, que el director cando el procedimiento, pues la reparación del daño en ese caso,
e de la buena eje- supone un hecho delictuoso, que no puede quedar reglaméntado por

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el Código Civil, ni es c~mpetente un Juez Civil, ni puede demandarse


por un particular. Cuando el hecho constituye un delito desde el pun-
to de vista civil, que origina la reparación del daño, es del resorte
exclusivo del derecho civil reglamentar esta materia ... En cambio,
si el hecho es ilícito y causa un daño, pero tiene una sanción en el
Ctídigo Penal, no puede el particular lesionado demandar en juicio
sumario la responsabilidad civil; tiene que ocurrir necesariamente al
proceso penal para que el Ministerio Público inicie el incidente deno-
minado de reparación del daño. Sólo se admite una excepción cuando
termina el proceso penal si no se ha exigido la reparación del daño,
o bien, cuando se determina que no fue delito. . . Entonces el lesio-
nado ya tiene la sentencia que dicta el Juez Penal, la posibilidad de
clasificar el hecho como delito civil, que es fuente de obligaciones". 72

Si bien, el fin de establecer la reparación del daño como for-


mando parte de la sanción pública, fue el de hacer posible la satis-
facción rlel daño causado. En la práctica diaria, es evidente que no
se consigue tan noble propósito, sino que por el contrario, hace aún
m.:í.s lejn.na tal finalidad. Ello obedece a que siendo la libertad uno
de los dones más preciados del hombre, es evidente que por ésta se
lucha más y en consecuencia, quien sea acusado por el supuesto pre-
vir.to por las normas antes indic~das, realizará todas las acciones le-
gales y ejecutará hechos en sí re1wobables para evitar ser condenado
e;1 un proceso. Si pues de por sí éste es lento, con todas las artima-
ña~. que se pueden poner al mismo, por un lado, se fallará mucho
tie~npo después de realizado el hecho ilícito y más aún probablemen-
te eli sentido favorable al acusado, con lo que, el ofendido verá que
h::tce nugatoria la reparnción del daño sufrido. Esto ha hecho que
qui<'nes snfren daños por ilícitos penales, muchas veces de antema-
no desistan de acciones ele reparación por lo difícil de probar la culpa
del incnlpado y en parte por lo costoso que es para ellos sostener
nn proceso así.

Si pues se estableciera tma obli~ación.,~e garantía en contra de


lol'1 constructores, en consecuencia una res~sabilidad objetiva, cual-
quier daño que éstos causaren, aún cuando, su conducta encuadrara
dentro de un delito, la acción de responsabilidad se intentaría por
vía civil, fJUes la responsabilidad objetiva, es independiente de que
haya culpa o no. Así independientemente que el Ministerio Público,
de oficio ejercita.ra acción penal, para sancionar al autor del hecho,

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puede demandarse el ofendido tendría la vía civil, para hacer efectiva la satisfacción de
delito desde el pun· sus daños, ~in importar que al autor se le sancione o no penalmente.
año, es del resorte
~ria. . . En cambio, b) Respo~den por los daños, que la: obra por ellos edificada,
una sanción en el una vez conclmda, cause a otros adquirentes de la misma o a· terce-
lemandar en juicio ros, bien a sus personas o a sus cosas. Tal acontecería, si. la obra
r necesariamente al una vez concluí da, se derrumbara total o' parcialmente y los afectados
e el incidente deno· probaren que se debió a culpa en la dirección o ejecución de la mis-
a excepción cuando ma o bien al empleo de materiales de baja calidad o resistencia o
eparación del da:ño, al hecho de haberse edificado en suelo impropio. De igual man¿ra O
Entonces el lesi~ responderían s\ la obra se derrumbare por un temblor o fenómeno
Ll, la posibilidad de de· la naturaleza, si tal hecho por su magnitucl. no necesariamente
de obligaciones". 12 debía producir tal daño, sino que éste fue consecuencia de la mala
edificación y se probare culpa a sus constructores por alguno de los
del daño como for- supuestos antes indicados.
:er posible la satis-
es evidente que no Como hemos expresado anteriormente, si bien la legislación, pre-
~ontrario, hace aún
viene la obligadón de reparar los daños causados, probándose la cul-
1do la libertad uno pa, también lo es, que siendo ésta difícil de probar, más aún en el
:lte que por ésta se área de la construcción, donde es preciso establecer quien incurrió
}()r el supuesto pre- en la misma, si el propietario que ordenó la obra, o el arquitecto
das las acciones le- responsable, o más aún el subcontratista, ingeniero o arquitecto que
vitar ser condenado se encargó específicamente de una parte de la misma; en la realidad,
n todas las artima- se traduce en una imposibilidad la acción de reparación por hecho
'• se fallará mucho ilícito; esto fue lo que orilló y sigue orillando a la Suprema Corte de
~ a:ún probablemen-
Justicia, a encuadrar hechos, bajo el rubro de la responsabiliaad
: ofendido verá que objetiva, pues es de estricta: justicia, que se reparen los daños y no
con el pretexto de no poder saber quien incurrió en culpa, se omita
Esto ha hecho que
tal reparación. Esto es también, lo que nos lleva a concluir que en
s veces de antema- materia de la actividad de la construcción, a los constructores, se les
1 de probar la culpa debe imputar una responsabilidad objetiva. Así el que sufre el daño
para ellos sostener está seguro que será satisfecho de los mismos, pues es también justo
que quien con su actividad ha introducido un riesgo y ha obtenido
un provecho ,repare los daños que tal actividad ocasione.
rantía en contra de ')\
lidad objetiva, cual- .\
>nducta encuadrara
l se intentaría por
dependiente de que
Ministerio Público,
al autor del hecho,

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COCLUSIONES DE LA TESIS

. lo.-La responsabilidad. civil de los constructores, comprendién-


dose dentro de este concepto, al propietario que ordena en su predio
la obra, como a los expertos que la ejecutan; al estarse edificando
la obra, hasta su conclusión, es de carácter objetiva, es decir, que
quien sufre un daño en el proceso de la edificación, sólo debe probar
éste y una relación de causalidad entre la actividad o hecho ·de la
construcción y el daño causado. N os fundamos para ello, por lo que
hace a los propietarios que ordenan en su predio la obra, en lo pre-
visto por los artículos 839, 1913 y 1932 fracción VI del Código Civil.
Por lo que hace a quienes ejecutan la misma, tales como los arquitec-
tos, ingenieros, contratistas, empresarios o personas morales. cuyo
objeto es la construcción y que son los responsables directos de la
ejecución de las obras, en lo previsto por los artículos 1913 y 2645
del mismo Ordenamiento Civil.

2o.-La responsabilidad civil de los constructores después de


concluida la obra, generalmente es de carácter subjetiva. Es decir,
que para ser obligados a reparar los daños que posteriormente cau-
sen las obras por ellos edificadas, es preciso probarles culpa en la
construcción de las mismas, lo que siendo difícil de probar, en la rea-
lidad se observa que los daños son soportados por quienes lo sufren,
lo que es, evidentemente una injusticia. Esto es debido, a que no exis-
te, salvo las excepciones que en seguida se citarán, una obligación
de garantía respecto de las obras por e))ps edificadas y que haga efec-
tiva la reparación de daños provenien~s de construcciones. Esto a
pesar, de la garantía de vicios ocultos consagrada en nuestra legis-
lación civil, puesto que ésta, en la práctica, no sirve de nada, dado
que, siendo una obligación genérica para· la enajenación de cosas, en
primer lugar, sólo es aplicable cuando se enajena la obra y en se-
gundo lugar, produciéndose normalmente los daños por las construc- .

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ciones, después de seis meses de concluída la misma, plazo maxtmo


para- el ejercicio de tal garantía, ésta se convierte en ineficaz para
satisfacer los daños provenientes por las construcciones.

3o.-Por el contrario, la responsabilidad civil de los propieta-


rios de las obra..::;, edificadas por los constructores (propietario y eje-
cutor) es de carácter objetiva. De lo que es evidente que nuestra le-
gislación civil, contiene una desigualdad en la atribución de respon-
sabilidades al fabricante y al propietario que posteriormente adquiere
la obra. En efecto, conforme a lo prevjsto por los artículos 1913, 1931
(en el supuesto de la destrucción total o parcial de un edificio por
vici0s de construcción) y 1932 en sus fracciones I, II, IV, V y VI
del Código Civil, es la persona que sea la propietaria de una obra, la
que responde por los daños que ésta cause, independientemente, que
él la haya o no fabricado. Por el contrario, él que la, fabric:S, no exis-
tiendo una obligación de garantía de la misma, sólo es responsable
subjetivamente, en los términos del artículo 1910 del Cf\-ligo Civil,
debiéndose consecuentemente probar que incurrió en un hecho ilícito.
Tal desigualdad de atribución de responsabilidades, se trarluce en la
realidad en una injusticia, puesto que el propietario, poi el simple
hecho de serlo (aún cuando no ordenó ni edificó la obra), debe re-
parar todos los daños materiales y morales que se produzcan por la
utilización o destrucción total o parcial de la obra; en tar,to que el
constructor, sólo en teoría, debe reparar también los mismos daños,
,, f'UeRto que en la práctica, siendo difícil probar sn culpa o su ilicitud
~, en \a construcción, se hace nugatoria su obligación de rQparación.
1niusticia que es evidente. pues en nuestro concepto, es e 1 construc-
tor. quien debe satisfacer los daños, pues ha sido ~u a-ctivi•;ad la que
. ¡! ha introducido el riesgo, en consecuencia es a él, a quien l:orrespon-
c\E> varantizar la buena edificación de la obra y a él corr, ·~ponde la
.i' tPpararión de \os daños que ésta produzca, puesto que él h l recibido
t'l_ pr~\·echo (lE>:; misma, pues al enajenarla, ha obtenido por ella una
Pln!!tH' rr:>nanc1a.
.,,
.4
·lo.-Exc!'prionalmente el Código Civil en su artículo 2634 tra-
t.iíndo~p <ie In constrpnc' · · t ' ' ·
· ' Ion por v1r ud de un contrato de obra a, preciO
nl7.ado ·,. la .Lev· ~ohre el P..>crimen
·· .,. de p ropte· d a\1...1 en eon d ommw
· · de
lnmut>hlc>.<: YIW'nte en el n1· t ·t F d
.. - · s n o e eral en sus artículos 4o frac-
CJon ''Tll v '>(i fracci · II t tá ' ·
· - ' on • ra ndose de obras que se sujetarán a

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ma, plazo máximo dicho régimen, establecen una obligación de garantía, en el primer
e en ineficaz para caso, a cargo del empresario que edificó la obra y en el segundo, a
:ciones. cargo del propietarió de la misma, por los daños que sufra la obra
por ellos edificada y que deriven de vicios en su construcción, obli-
gación de garantía que atribuye una responsabilidad objetiva a cargo
il de los propieta- de las personas a quienes la ley les impone tal obligación y que per-
(propietario y eje- dura por el lapso de diez años, después de concluida y entregada la
1te que nuestra le- obra.
ibución de respon-
riormente adquiere
rtículos 1913, 1931 · 5o.-Que tratándose del contrato de obra a precio alzado, es evi-
de un edificio por dente, que la obligación legal de garantía, hace que la: responsabi-
I, II, IV, V y VI lidad del empresario, subsista hacia terceros adquirentes en propie-
ria de una obra, la dad de la cosa, basándonos para ello, en que el propietario qu~ ordenó
mdientemente, que la obra y que después la enajena tácitamente al adquirente, el
a: fabric5, no exis- derecho de hacer efectiva la garantía del empresario, para el supues-
ólo es responsable to de que la obra sufra daños, puesto que tal obligación de garantía,
1 del C0-ligo Civil,
es además accesoria: de la cosa.
m un hecho ilícito.
>, se trarluce en la
.rio, pOI el simple 6o.-Que ante la injusticia que se comete en la atribución desi-
la obra) , debe re- gual de responsabilidades al propietario ·y al constructor, propone-
produzcan por la mos que, bajo el principio de que quien f~brica debe. garant~zm; ~a
1; en tar,to que el durabilidad, calidad y seguridad de las mismas y baJO el prmcrpio
los mismos daños, de que quien realiza una actividad que origina un riesgo y de la· cual
culpa o su ilicitud se obtiene un provecho, debe soportar también las cargas, se esta-
ón de n;~.paración. blezca como norma genérica, una obligación de garantía de las obras
to, es e' construc- edificadas a cargo de los constructores: obligación de garantía _que
u a<:tivi•;ad la que no es más que el establecimiento de responsabilidad objetiva a ca.rg~
t quien <!Orrespon- de los mismos por todos los daños que causen sus obras. Propomen-
él corr• ·~ponde la do al efecto, 1~ reforma que citamos en el punto 11 del capítulo ynr
que él h l recibido de este trabajo.
enido por ella una

:trtículo 2634, tra-


o de obra a: precio
m Condominio de
trtículos 4o. frac-
le se sujetarán a

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