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El documento discute la investigación sobre el uso y abuso de sustancias adictivas en México. Señala que el gobierno mexicano ha estado abordando este problema desde la década de 1970 a través de un marco jurídico e institucional y programas de salud pública. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha generado mayores niveles de ansiedad que han llevado a un aumento del consumo de drogas, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Los estudios muestran un incremento del 15% en el consumo de drogas duras
El documento discute la investigación sobre el uso y abuso de sustancias adictivas en México. Señala que el gobierno mexicano ha estado abordando este problema desde la década de 1970 a través de un marco jurídico e institucional y programas de salud pública. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha generado mayores niveles de ansiedad que han llevado a un aumento del consumo de drogas, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Los estudios muestran un incremento del 15% en el consumo de drogas duras
El documento discute la investigación sobre el uso y abuso de sustancias adictivas en México. Señala que el gobierno mexicano ha estado abordando este problema desde la década de 1970 a través de un marco jurídico e institucional y programas de salud pública. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha generado mayores niveles de ansiedad que han llevado a un aumento del consumo de drogas, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Los estudios muestran un incremento del 15% en el consumo de drogas duras
El uso y abuso de sustancias adictivas constituye un complejo
fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud individual, en la integración familiar y en el desarrollo y la estabilidad social. Aunque en la actualidad toda la sociedad está expuesta a las drogas, hay grupos más vulnerables que otros a sufrir consecuencias negativas de su uso, como los niños y los jóvenes, quienes pueden truncar su posibilidad de desarrollo personal y de realizar proyectos positivos de vida. El gobierno de México inició, desde la década de 1970, acciones para atender este problema, mucho antes de que la demanda de drogas adquiriera mayores proporciones, por lo que contamos ya con una considerable experiencia acumulada. Nuestro país ha realizado esfuerzos importantes por enfrentar este problema a través del desarrollo de un marco jurídico-normativo e institucional y de programas que, al mismo tiempo que dan seguimiento a los acuerdos que México ha firmado en el ámbito internacional, son apropiados a las características socioculturales específicas de nuestra nación. Para el Sector Salud la reducción de la demanda de drogas incluye las iniciativas que buscan prevenir su consumo, disminuir progresivamente el número de usuarios, mitigar los daños a la salud que puede causar el abuso, y proveer de información y tratamiento a los consumidores problemáticos o adictos, con miras a su rehabilitación y reinserción social. En esta tarea, la Secretaría de Salud, SSA como cabeza del Sector Salud, promueve un enfoque integral que incluye, además de las drogas ilegales, a todas las que producen adicción y problemas de salud pública, e incorpora en los programas a los diversos sectores públicos y sociales. La sociedad en su conjunto es cada vez más sensible a este problema y constituye nuestro principal aliada. El consumo de drogas y sus consecuencias sociales y para la salud son un tema de interés para múltiples sectores de la sociedad; una de las inquietudes más comunes es conocer de qué magnitud es el problema. Los estudios epidemiológicos contestan esta pregunta y nos informan de la extensión del consumo, de las variaciones en diferentes grupos y regiones del país y de las tendencias en el tiempo. Las adicciones son una gran preocupación social desde tiempos inmemorables, actualmente la pandemia por coronavirus ha generado consecuencias en la salud física y mental de las personas en millones de personas del mundo. Considerando esta última, los cambios en la cotidianeidad, las pérdidas de seres queridos y la incertidumbre generaron mayor miedo y preocupación aumentando los niveles de ansiedad, depresión y el consumo de drogas.
De acuerdo a expertos del área de la salud, durante la pandemia, la
mayoría de los países ha informado un aumento del consumo de cannabis. En los últimos 24 años, la potencia de la marihuana se multiplicó por cuatro y cada vez menos adolescentes perciben su consumo como perjudicial (el porcentaje de adolescentes que perciben el consumo del cannabis como perjudicial ha disminuido un 40%). Datos preocupantes que encienden las alarmas en todo el mundo.
En México, en el período de pandemia, el consumo de drogas duras
en adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años, aumentó un 15%; por otro lado, el consumo de marihuana subió un 17% y el de alcohol, un 14%. Segregando por grupo etario se vuelve más alarmante, ya que los adolescentes de entre 15 y 17 años, han aumentado más el consumo de drogas duras que jóvenes adultos.
Habitualmente se dice que los problemas económicos y la falta de
trabajo aumenta el distrés psicológico, esto lleva a que se incrementen las posibilidades de que el individuo esté más cerca de consumir alcohol o drogas legales e ilegales, aunque teniendo al segregar por quintil económico, o sea por nivel de ingresos de la población joven mexicana, se observa que: los adolescentes y jóvenes de mayor estatus económico, no sólo consumen más marihuana y alcohol sino que también han incrementado más su consumo durante la pandemia que los de menor estrato social. Solamente se igualan en el consumo de opiáceos y drogas duras, en ese tipo de drogas no hay nivel socioeconómico que los distinga, ya que en ambos aumentaron su consumo por igual.