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LITURGIA DE CLAUSURA - IE JUAN PALACIOS

“CELEBRAMOS NUESTRA FE EN FAMILIA”

BIENVENIDA
Estimado director, docentes, estudiantes y padres de familia; hoy, con gozo, nos presentamos
ante Dios para darle gracias por la experiencia de formación humana y espiritual que hemos
compartido con ustedes, queridos estudiantes y padres de familia de la Institución Educativa
“Juan Palacios Pintado”, con el proyecto: “Con Cristo fortalecemos nuestra familia”. Con los
frutos de esta experiencia, expresamos nuestra gratitud a Dios por darnos a la familia de
Nazareth como modelo para nuestras familias. Nos disponemos a celebrar juntos nuestra fe,
diciendo la frase: “Venimos a alabarte y a darte gracias, Señor”.

CANTO: Juntos cantando la alegría, CNF, Nº 3

ACTO PENITENCIAL
Ahora, nos presentamos ante el Señor, como familias imperfectas y frágiles, invocando su
ayuda para continuar consolidándonos como familias cristianas de fe.

 Perdón, Señor, por las veces que como padres y estudiantes no hemos dado testimonio de
ser creados a imagen y semejanza de Dios. Señor, ten piedad.

 Perdón, Señor, por las veces que como padres no hemos ejercido nuestra autoridad como un
don de Dios. Cristo, ten piedad.

 Perdón, Señor, por las veces que no hemos promovido el diálogo como medio para vivir la
comunión en familia. Señor, ten piedad.

Dios Padre, rico en misericordia, perdona todos nuestros pecados y ayúdanos a acogerte en tu
Palabra y en la Eucaristía, como alimentos para el peregrinar de las familias, Iglesias
domésticas. Amén.

ORACIÓN
Señor, Dios nuestro:
Somos tu pueblo en marcha,
que trata de llevar a cabo la tarea
de modelar aquí en el mundo tu reino de amor y paz.
Cuando nos sintamos desalentados y con miedo,
mantennos firmes, caminando en la esperanza.
Haz que estemos siempre vigilantes en oración
para que percibamos los signos de la venida de tu Hijo.
Que Jesús camine con nosotros ya, ahora,
en el camino que Él mismo nos ha trazado,
para que nos conduzca hacia ti, nuestro Dios vivo;
que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Entronización: (Una familia presenta desde su hogar la Biblia con una velita encendida).

La Palabra de Dios contiene todas las enseñanzas para vivir en unidad y darnos
fortaleza. A través de ella, Dios nos prepara para toda obra buena. Recibamos
con fuertes palmas la Palabra de Dios. Todos a una voz digamos: “La Palabra
de Dios une y fortalece a la familia”.

Cantamos: Tu palabra me da vida: CNF N° 50.

MENSAJE BÍBLICO
La Palabra de Dios nos invita a todas las familias a reconocer la grandeza de Dios y nos une en
la vivencia de la comunión para celebrar su nombre. Escuchemos:

1 Cr. 16, 28-35

“Adoren al Señor todas las familias de la tierra. Reconozcan su poder. Den gloria
a su santo nombre. Ofrézcanle sacrificios, entren en su templo. Póstrense ante él
con vestidos sagrados.  Que la tierra entera se estremezca ante él: el mundo ahora
no se conmoverá. Haya júbilo en el cielo y en la tierra; digan entre las naciones: El
Señor reina.
Que resuene el mar y cuanto lo llena. Alégrese el campo y todo lo que en él vive.
Y salten de gozo todos los árboles, gócense delante del Señor que ya viene, viene
para juzgar a la tierra. Alaben al Señor porque es bueno. Porque es eterna su
misericordia.
Digan: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, a fin de
celebrar tu nombre santo y tener nuestra gloria en alabarte”. Palabra de Dios.

 ¿Qué nos pide la Palabra de Dios?


 ¿De qué maneras, las familias, podemos reconocer la grandeza de Dios?

Nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio y cantamos: Alabaré, CNF, Nº 27

Juan 15, 3-12


Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado, pero
permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes. Un sarmiento no
puede producir fruto por sí mismo si no permanece unido a la vid; tampoco ustedes
pueden producir fruto si no permanecen en mí.

¡ Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da


mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada.   Al que no permanece en mí lo
tiran y se seca; como a los sarmientos, que los amontonan, se echan al fuego y se
queman.

Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan


lo que quieran y lo conseguirán.  Mi Padre es glorificado cuando ustedes  producen
abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos. 

Como el Padre me amó, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor. Si
cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.  

Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea
completa.  Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he
amado. Palabra del Señor.
 ¿Qué expresiones del Evangelio te llaman la atención?
 ¿A qué nos ayuda el permanecer unidos a Cristo, Palabra viviente?

LA PALABRA Y NUESTRA VIDA


Cuántas familias sentimos que ya no podemos más y terminamos dividiéndonos, poniendo los
problemas por encima del amor. Muchos caen en el estrés porque se cierran en el problema, en
la dificultad, en la tristeza, en el desánimo, en el abatimiento; hoy, Jesús en el Evangelio, nos
dice: “Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea
completa”. Qué importante como persona, como familia y como comunidad conocer la Palabra
de Dios y meditarla para recibir de Él las orientaciones que nos enseñan a enfrentar los desafíos
de la vida y a mantener unida la familia, la comunidad y a nuestro queridos país.

El Evangelio empieza diciéndonos: “Ustedes ya están limpios gracias a la Palabra …” y antes


de concluir nos dice: “…Permanezcan en mí y mis Palabras”. Jesús es la Palabra viviente, en
Él se ha cumplido toda la Sagrada Escritura. Jesús nos ha limpiado, liberándonos de nuestros
pecados. Él nos asegura que podemos mantenernos limpios y libre de pecado, permaneciendo
unidos a Él y cumpliendo sus enseñanzas, sus mandamientos. Solo con Él podemos producir
muchos frutos de unidad, de amor, de respeto, de servicio y de todas las acciones que rinden
gloria y honor a Dios. Además, la fortaleza para vencer toda clase de pecado, salir adelante con
las dificultades, vencer miedos y tristezas; nos viene solo de Dios. Jesús mismo nos dice en su
Palabra: “Un sarmiento no puede producir fruto por sí mismo, si no permanece unido a la
vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí”.

Estamos llamados a elegir el camino que es permanecer unidos a CRISTO, así la alegría en la
familia será plena.

Como familia nos cogemos de las manos y a cada frase que diga ustedes dirán: “La palabra de
Dios fortalece a la familia”.

 Ante el divisionismo en la familia – La Palabra de Dios fortalece a la familia.


 Para las dificultades en la familia – La Palabra de Dios fortalece a la familia.
 Ante la indiferencia familiar – La Palabra de Dios fortalece a la familia.
 Para una alegría plena en la familia- La Palabra de Dios fortalece a la familia.

Presentamos a Dios nuestras súplicas


 Damos gracias a Dios por el Papa Francisco, por nuestro Obispo Mons. Cristóbal y por
todos los sacerdotes que han consagrado su vida para que diariamente la Iglesia se alimente
de la Palabra de Dios y la Eucaristía. Todos decimos: Gracias Señor.

 Señor Jesús, Tú en el Evangelio hoy nos pides permanecer en tu amor; ayuda a nuestras
familias que ante una posible ruptura familiar venza siempre el amor. Roguemos al Señor.

 Señor Jesús, Tú eres poderoso, has que, en nuestros hogares ante los abatimientos de la
vida, recurramos a la oración y a tu Palabra para recibir la fuerza que necesitamos para
seguir tus sendas. Roguemos al Señor.

 Señor Jesús, Tú elegiste un equipo para colaborar en el anuncio de tu Palabra y formar


comunidades cristianas, alienta con tu Espíritu a nuestro Equipo de Coordinación Zonal,
para que con la fuerza de tu Palabra nos anime a ser familias unidas a Ti. Roguemos al
Señor.
 Señor Jesús, consuelo de los afligidos, te pedimos reconfortes a los enfermos y consueles a
todas las familias que sus seres queridos han partidos de este mundo, y a ellos concédeles la
vida eterna. Roguemos al Señor.

Les invitamos a presentar sus peticiones…

Señor Jesús, Tú eres la vid y nosotros los sarmientos, escucha nuestras súplicas y ayúdanos a
permanecer unidos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos, amén.

Profesamos nuestra fe juntos: Creo en Dios Padre…


Recemos con la misma oración que Cristo nos ofreció para poder dirigirnos al Padre:
Padrenuestro.

Como un gesto de armonía entre los miembros de nuestra familia


(Todos nos saludamos con un gesto de Paz manteniendo la distancia).

Que la Virgen María nos acompañe en nuestro caminar e interceda por nuestras súplicas y junto
a Ella seamos familias unidas y fortalecidas por el Señor. Digamos juntos: Dios te salve
María…

Oración
Señor, que seamos imagen y semejanza de ti. Amén.
Señor, que como padres ejerzamos nuestra autoridad como don de Dios. Amén.
Señor, que promovamos el diálogo como medio para vivir la comunión en familia. Amén.

Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre
nosotros y permanezca para siempre. Amén.

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