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 INTRODUCCIÓN.

Nos encontramos reunidos para dar comienzo a este nuevo ciclo lectivo. Para iniciar
este caminar tenemos que preparar lo que necesitamos.

Escuchemos atentos la Palabra de Dios.

 ILUMINACIÓN. Mateo 19, 23-30


 REFLEXIÓN.

El Evangelio nos habla de lo difícil que es para una persona rica entrar en el reino de
Dios, pero no necesariamente se trata de personas que tienen muchos bienes
materiales, sino quienes deciden cargar la vida con piedras de mala calidad.

“La puerta del cielo es muy angosta”, nos dice Jesús en otro pasaje; así que, si en el
camino de la vida no nos vamos deshaciendo de nuestros lastres espirituales,
llegaremos demasiado equipaje y no podremos pasar.

Escucharemos un cuento que nos permitirá reflexionar sobre lo que cargamos en


nuestras mochilas de la vida.

Un día el maestro propuso a sus discípulos el siguiente relato:

Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La juntó y la llevó
consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con
que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el
hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?, preguntó a sus
discípulos allí congregados.

– “Que es un necio”, respondió uno de los discípulos. “¿Para qué cargaba las piedras
con que tropezaba?”

A lo que el maestro respondió:

– “Pues eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho,
los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo
debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o
contra nosotros mismos. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con
nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro”.

Los invito a pensar en nosotros en los primeros años de nuestra vida, tenemos una
“MOCHILA CHIQUITA” A medida que pasan los años vamos guardando todas las cosas
que vivimos. No queremos tirar nada. Poco a poco esa mochila se hace cada vez más
grande y pesada, es este el momento de elegir… seguir cargándola o disminuir su peso.

En la mochila hay: AMISTAD, ALEGRÍA, FE, PACIENCIA, ENTUSIASMO, AMOR, SERVICIO,


COMPRENSIÓN. ¡Es raro, pero estas virtudes no pesan nada!

Seguimos revisando, metemos la mano bien adentro y descubrimos cosas que no


quieren salir… RABIA, ODIO, EGOÍSMO, ENVIDIA, MENTIRA, INCOMPRENSIÓN,
TRISTEZA, MIEDO, RENCOR. Estas sí que pesan mucho, y además arrinconan a la
FELICIDAD, que permanece en el fondo de la mochila.

Les propongo revisar nuestras mochilas y pensar: ¿qué cosas sacaré porque no me
sirve en este año? ¿Qué cosas nuevas pondré para iniciar este nuevo año lectivo? Las
escriban en el papel.

 Como signo de ofrecimiento los invito a pasar a colocar las palabras en las
mochilas que le corresponde para entregarlas a Jesús que guie este nuevo
caminar.

 Para finalizar les propongo realizar la oración Simple que San Francisco de Asís
nos ha dejado como legado y para recordar que como miembros de la
comunidad franciscana nuestras mochila de la vida siempre debe estar cargada
de cosas que nos permita ser Instrumentos de PAZ

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