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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

UNIDAD ACADEMICA PREPARATORIA EMILINO ZAPATA

“La ciudadanía como institución fundamental de la democracia”

Docente: Horacio de Jesús Malcampo Moreno

Alumnos:
- Kimberly Rebeca Vega Tellez
- Joem Jacob Alexander Díaz Martínez
- Dana Dalí Chávez Vázquez
- Carlos Eduardo López Ontiveros
- Yuletsy Jacobo Sánchez
- América Janeth Galaviz Félix

Grupo: 3-05

Culiacán, Sinaloa, 7 de octubre del 2022


INTRODUCCIÓN

La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente


para vivir en armonía, esta tiene como objetivo llevar a cabo la Igualdad de derechos
políticos, igualdad social con aproximación de los ingresos económicos,
alternabilidad en el mando y limitación de la voluntad mayoritaria frente a los
derechos humanos fundamentales

Es por ello que en este tema se abarcara más allá de esto, mencionando con ello la
importancia del ciudadano y su participación, ya que gracias a este se aplican los
cambios a la sociedad, priorizando la necesidad de establecer un dialogo entre
gobernantes y ciudadanos hacia un objetivo común, llevando a cabo la investigación
de los principios básicos de estos y su importancia en la sociedad.

Tomando lo anterior en cuenta, podríamos lograr conciencia a llevar a cabo su


democracia como se debe, mediante las características que posee el régimen
democrático como: fomentar el pluralismo, permitirse competencias político-
electoral y con ello celebrar elecciones auténticas, respetando con ello el principio
de mayoría.
LA CIUDADANÍA COMO INSTITUCIÓN FUNDAMENTAL DE LA DEMOCRACIA

La democracia es la forma en gobernar en armonía y de una forma justa hacia las


personas, mientras se establece un dialogo para mantener los objetivos comunes.
Para llegar a esta es necesario que los ciudadanos completen un proceso en el que
adquieran valores, actitudes, creencias e ideologías mediante la socialización de
una forma sana y educada.

Siempre que se habla de ciudadanía, desde cualquier perspectiva, se tiene que


hablar de la democracia en la cual se genera. Ciudadanía y democracia son dos
conceptos centrales en el pensamiento político de nuestro tiempo, estrechamente
vinculados. El primero además de implicar la existencia de derechos, también el de
las obligaciones, y esto exige que las instituciones del Estado funcionen de una
determinada manera, como componentes de un Estado de derecho, un Estado
democrático y un Estado social. El segundo, es el ámbito de libertad en el cual cada
uno de los protagonistas de la democracia interactúan, con base en una ley
suprema, la Constitución, en donde se fijan las reglas en que cada parte debe actuar
y asumir en tiempo y forma los derechos y obligaciones que fija la ley máxima.

En México, el debate sobre la ciudadanía no es una novedad. Por más de 3 décadas


se ha venido discutiendo el tema, pero casi siempre se encuentra ligado al proceso
de construcción de la democracia electoral, es decir, al ejercicio del voto y a la
conciencia de la importancia del mismo, dejando las perspectivas de los derechos
civiles y sociales con una mínima relevancia. La categoría ciudadana va más allá
del ámbito de la democracia electoral, contemplando la construcción de una
ciudadanía activa, responsable, que conoce sus derechos y los defiende.

Al concebir la democracia como mero ejercicio de representación política en el


campo del Estado, se reproduce y se reafirma una separación entre la sociedad civil
y la sociedad política que impide analizar las continuidades entre ellas y por tanto
leer la democratización como un proceso que se origina y transforma en la sociedad
misma.
Todo lo que se ha escrito en nuestro país sobre nuestra larga transición a la
democracia, caracterizada por una serie muy prolongada de reformas electorales,
con el protagonismo de los partidos políticos en el proceso y se asumió que la
democracia electoral era prácticamente, la única democracia posible; lo que dio
como resultado que se perdieran de vista los cambios culturales ocurridos, mientras
que las escasas innovaciones en la forma de gobernar, sobre todo en lo que se
refiere a las formas de relación entre ciudadanos y Estado, quedaron fuera del
ámbito del análisis.

La participación ciudadana está naturalmente ligada a la democracia por ser ésta la


principal forma de gobierno que se sustenta en el diálogo e interacción entre los
ciudadanos y los asuntos del Estado.

La participación ciudadana, en el desarrollo de las políticas públicas, es un elemento


central, en tanto posibilita la opinión de los ciudadanos en las diferentes etapas de
formulación, permite generar políticas que, en efecto, son más efectivas y cercanas
a las necesidades reales de la población, de igual forma, es un componente central
en la construcción de país, puesto que, fomentándola, también se fortalece la
democracia.

En México, contamos con un sistema electoral democrático, competitivo y plural.


Este sistema, sustentado en el principio básico de “una persona, un voto” permite
que todas y todos tengamos la misma capacidad de incidencia frente a la política y
ejerzamos de esta forma un control sobre el poder del Estado.

Al ser los gobiernos municipales los más cercanos a la ciudadanía, son quienes
juegan un papel determinante para la alternancia política y la consolidación del
ejercicio democrático. Los gobiernos locales fueron los principales promotores de la
alternancia política, impulsaron su trayectoria en nuestro país hasta culminar con la
alternancia en el gobierno federal.

No obstante, los retos que enfrenta nuestra democracia en el ámbito municipal son
la competencia y la sucesión. Por tanto, es necesario que se fomenten valores
universales como la tolerancia, el pluralismo, el respeto de los derechos humanos,
la libertad y el diálogo para construir sociedades más democráticas y justas en
donde se fortalezca la gobernanza eficaz y responsable.

A pesar de ser la forma de gobierno que más países del mundo han adoptado, la
democracia y sus instituciones hoy enfrentan un momento difícil. Las sociedades
democráticas están experimentando una serie de retos que se han hecho presentes
de manera sistemática desde hace décadas. Fenómenos como el narcotráfico y la
violencia que genera en las comunidades, las crisis económicas y la expansión de
la pobreza y la desigualdad, entre otros más, ponen en duda la capacidad de los
gobiernos para satisfacer las necesidades ciudadanas.

Hoy más que nunca, los gobiernos democráticos enfrentan una crisis de legitimidad
frente a sus ciudadanos y se encuentran ante la complejidad de implementar
acciones que les permitan satisfacer las necesidades imperantes o enfrentar un
retroceso a otros sistemas que se muestren más eficientes. Por otro lado, ante esto,
se han dado diferentes tipos de respuestas por parte de la ciudadanía, desde
protestas, manifestaciones, formación de grupos y organizaciones, ya sea como
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) o Asociaciones Civiles, hasta
personas que se ven orilladas a emigrar hacia otras naciones buscando mejores
condiciones de vida, incluso bajo la condición de hacer esto de manera ilegal.

En este contexto altamente complejo, es imposible dejar de cuestionar cuál debe


ser la relación entre ciudadanía y democracia, y sobre todo, ¿será posible construir
proyectos democráticos de calidad sin ciudadanía? A partir de esta pregunta, en las
siguientes líneas se esbozarán reflexiones en torno a estos dos elementos que, sin
duda, en su complementariedad, son cruciales para la construcción de proyectos
nacionales que garanticen a sus poblaciones una mejor calidad de vida en todos los
sentidos.
MECANISMOS DE UNA CIUDADANIA RESPONSABLE

Los mecanismos de participación ciudadana son los medios a través de los cuales
se materializa el derecho fundamental a la participación democrática, y permiten la
intervención de los ciudadanos en la conformación, ejercicio y control del poder
político. Entre estos se encuentran:

Mecanismo de participación: Descripción y principales características

Presupuestos Participativos: El proceso presupuestario es una importante vía


para la toma de decisiones de asignación de recursos, y, por lo tanto, este permite
a los ciudadanos tener algo que decir en cómo el dinero de los contribuyentes se
gasta por entidades gubernamentales (Guo y Neshkova, 2012).

Consejos ciudadanos: Son instancias en las que los ciudadanos asesoran a las
instituciones públicas, y de esta forma facilita el identificar las necesidades de la
comunidad, intereses y recomendaciones para satisfacer dichas necesidades.
(Heikkila e Isett, 2007 citado en Kim y Lauer, 2014: 459).

Rendición de cuentas: A través de este mecanismo todo ciudadano o ciudadana,


individual o colectivamente, participa en la vigilancia y control de la gestión pública
municipal, en la ejecución de programas, planes y proyectos, en la prestación de los
servicios públicos municipales, y vigila la conducta de los funcionarios para prevenir,
racionalizar y promover correctivos (Morales y Núñez, 2012)

Planificación participativa: A este mecanismo se circunscriben otros mecanismos


consultivos que materializan una secuencia para identificar un problema, objetivos
de planificación, seguido de discusiones, recopilación de información y planes de
acción para implementar y evaluar (Davidson, 1996 citado en Martin et al. 2012:1-
2)

Referéndum: Este mecanismo involucra a los ciudadanos de forma individual,


permitiendo que los ciudadanos puedan expresar sus opiniones en cuestiones de
política pública (Ebdon, 2000 citado en Kim y Lauer, 2014:459)
Iniciativa popular: La iniciativa popular legislativa consiste en que un número
determinado de ciudadanos puede ingresar iniciativas para que sean sometidas a
su discusión en el poder legislativo (Soto, 2012).

Audiencias públicas: Este mecanismo permite que los ciudadanos puedan


acceder directamente a sus autoridades políticas.

Junta de voluntarios: Estos organismos son similares a los consejos ciudadanos,


pero más allá de asesorar, cuentan con facultades para la formulación de políticas
(Dougherty y Easton, 2011).

Consulta ciudadana: El papel de la consulta consta en obtener legitimidad por


medio del consentimiento de comunidad en general. (Irwin y Wynne, 1996. Citado
en Cook, 2011:69).

Jurados ciudadanos: Es un mecanismo involucra a los ciudadanos en el gobierno


y permite inculcar virtudes cívicas. Consiste en un sistema de jurado, donde los
ciudadanos pueden sancionar sobre algunas temáticas a las que se le convoca
(Gastil y Weiser, 2006 citando en Kim y Lauer, 2014:459)

Encuestas: Las instituciones públicas realizan encuestas, utilizando el método


estadístico, para conocer las preferencias de la ciudadanía sobre un determinado
tema a partir de una muestra.

Focus Group: Este mecanismo consiste en sesiones cara a cara que permite
maximizar la capacidad de los participantes para expresar sus puntos de vista
(Schachter y Liu, 2005. citado en Kim y Lauer, 2014:459)

Cabildos: Este mecanismo se refiere a las reuniones públicas, diálogos ciudadanos


o asambleas donde los ciudadanos tienen la posibilidad de escuchar y ser
escuchados por los agentes del Estado.
CONCLUSIÓN

Muchas veces cuando pensamos en nuestra ciudadanía, no vemos más allá de ella,
tan solo pensando que este es un término que solo hace referencia a nuestro
derecho de ser parte de la sociedad en base a la región de dónde provenimos,
confundiendo mucho la ciudadanía y ser ciudadano.

Pero como pudieron ver anteriormente la ciudadanía es un conjunto de


responsabilidades que nos hacen parte de la sociedad, muchas veces no pensamos
en lo mucho en el cómo la manejemos repercute tanto en nuestra comunidad, cómo
dijimos anteriormente “una persona, un voto” ¿Pero realmente cuántas personas
ejercen su ciudadanía? ¿Cuántas votan? ¿Cuántas personas son responsables con
su ciudadanía? Simplemente muchos pasan de largo esto, pero es gracias a la
ciudadanía la razón del porque tenemos tantos políticos que solo prometen, que
solo roban, que se excusan.

Nuestra participación en la democracia es algo que muchas veces no se ve reflejada


muchas personas simplemente no votan, cuando juntos podríamos hacer la
diferencia, si todos ejerciéramos nuestra ciudadanía de manera consciente y capaz
podríamos mejorar nuestra comunidad empezando con cosas tan simples como
reparar unos cuantos baches.

La democracia es construida por la ciudadanía, a través de nosotros hacemos válida


la democracia con nuestra voz, con nuestros votos; la democracia ocupa de
nosotros como individuos para poder tomar las decisiones sociopolíticas al igual que
nosotros ocupamos de la democracia para que nuestra individualidad, derechos y
capacidad de elección pueda ser reflejada en nuestra comunidad, si nosotros no
manejamos una ciudadanía responsable no se puede avanzar, tenemos la
ciudadanía para como pueblo, comunidad y sociedad no solo llevar a cabo
votaciones para escoger a nuestros representantes políticos, sino incluso para
poder mejorar en general nuestro país reclamando y exigiendo en diversos órganos
legislativos y judiciales derechos y necesidades básicas a las que todas y todos
debemos tener acceso.
REFERENCIAS

- https://www.mineducacion.gov.co/portal/micrositios-institucionales/Modelo-
Integrado-de-Planeacion-y-Gestion/377616:Participacion-en-la-formulacion-de-
politicas
- https://www.gob.mx/inafed/articulos/la-democracia-es-esencial-para-el-desarrollo-
de-nuestros-
municipios#:~:text=La%20democracia%20es%20considerada%20como,di%C3%A
1logo%20para%20alcanzar%20objetivos%20comunes.
- https://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/recursos/IFE-
v2/DECEYEC/EducacionCivica/CuadernosDivulgacion/CuadernosDivulgacion-
pdfs/CUAD_27.pdf

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