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CASTRO CAYCEDO, GERMÁN. “El Karina”.

Santa Fe de Bogotá: Planeta,


1998, 358 pág.

RESEÑA

Germán Castro Caycedo nace en Zipaquirá en 1940. Tras graduarse como


bachiller, Castro ingresó a la Universidad Nacional de Colombia para estudiar
antropología, pero su vocación hacia el campo de las letras lo hizo abandonar
su carrera universitaria. En 1967, comienza a trabajar en la sala de redacción
del periódico El Tiempo, en donde -según sus propias palabras-, “se aprendía
muy bien el periodismo porque había magníficos maestros. Basta decir que los
tres correctores de texto eran del Instituto Caro y Cuervo". El periodismo es el
único oficio que ha desempeñado en su vida. A finales de la década de 1970,
comienza a interesarse por la realidad de las zonas más apartadas de
Colombia y decide iniciar investigaciones de campo en hechos destacables; es
así como público su primer libro Colombia amarga, el cual tuvo un éxito
inmediato.

A raíz de la masificación de su obra, continúa allanando el género de la crónica


periodística que lo lleva a las zonas más remotas de la geografía, consiguiendo
de ese modo historias que rayan con la ficción, pero totalmente documentadas

Fue cronista general de “El tiempo” durante diez años y creador del prestigioso
programa de televisión Enviado Especial, que marcó un cambio en el
periodismo televisivo en Colombia y del cual fue director durante dos décadas.
Ha ganado diez premios nacionales de periodismo y dos internacionales y ha
escrito once libros, entre algunas de sus obras se encuentran: Mi alma se la
dejo al diablo (llevada a la televisión en el año de 1982 con la actuación de
Jairo Camargo), El Alcaraván, Hágase tu voluntad, La bruja, El Huracán, El
Hueco y toda una serie de libros que han sido traducidos al inglés, griego,
húngaro, japonés y francés; todos ellos en género del testimonio. Es, sin duda,
uno de los escritores más leídos y que cuentan con mayor credibilidad en el
país. Actualmente es columnista de la revista Cambio 16 Colombia y de El país
de Madrid, aun cuando casi todo su tiempo lo dedica a escribir libros sobre la
realidad nacional.

Es el portador de tal curriculum quien da vida a “El Karina”, una crónica que
tiene como propósito abrirnos una ventana a la cruda realidad que afronta
nuestro país, realidad que viene gestándose en el seno de nuestra madre
Colombia desde hace ya muchos años; en esta ocasión el autor nos abre esta
ventana llevándonos en un viaje retrospectivo a la historia, más
específicamente a la historia de un buque cargado de armas, de uno de los
grupos guerrilleros que ha tenido mayor trascendencia en nuestra patria, es así
como el autor nos une a un mundo turbio que gira alrededor de el tráfico de
armas, la guerrilla y el conflicto.

Para llegar a tal fin, el autor hace acopio de una recopilación de testimonios,
todos ellos de boca de los actores reales mismos de la historia, igualmente
viaja a todos los lugares donde tuvieron lugar los hechos, tomando fotos e
investigando, igualmente se interesa en las versiones de las personas que
habitan dichos lugares.

El texto se presenta en un libro tipo tapa dura de 15 x 21.7 cm, impresión en


blanco y negro, letra legible y posee 358 páginas, de la editorial planeta.

Como se había dicho anteriormente, el autor es uno de los escritores que


cuenta con más credibilidad en el país y este libro es una muestra de dicha
credibilidad, pues él mismo es quién recopila los testimonios de todos los
implicados, o la gran mayoría de estos, en los hechos a narrar, al ser el autor
en persona quien recopila los testimonios le agrega una esencia de credibilidad
a “El Karina”, pues nos hace pensar que, gracias a la estrecha relación entre el
autor y la historia, esta no ha sido modificada por culpa de la oralidad que
muchas veces distorsionan los hechos. Además, el autor menciona con nombre
propio a las personas que son su fuente de información, lo que reafirma una
vez más su toque de veracidad. Por último, visita cada lugar representativo de
la historia, toma fotos, y si esto no bastara: recopila fotos, archivos de
periódicos de la época y sobre el tema y mapas con rutas marítimas.

Gracias al método investigativo usado por el autor, se logra ampliar largamente


el tema, hasta llegar al punto en que es difícil dejar escapar hechos relevantes
al desarrollo del mismo, así pues lo que el autor propone en su introducción, y
los límites que allí se marca, se cumplen completamente en el transcurso del
texto.

Cada testimonio tiene una importancia directamente proporcional al que le


sigue, pues el uno complementa al otro, dándole sentido y continuidad, así
pues, cual un rompecabezas que une sus piezas automáticamente, se unen y
conforman las diferentes ideas y testimonios. Esto permite que la historia, en su
forma final, sea entendida fácilmente por cualquier tipo de público, agregando
además que el lenguaje usado es sumamente sencillo, lo que permite, como se
ha dicho en renglones anteriores, llegar a todo tipo de público. Este pues
carece de cualquier especie de carácter de tipo científico, su estructura y
contenido fáciles de comprender permite al lector común ilustrarse sobre la
realidad del país.

El libro esta organizado en una introducción y a esta le sigue el desarrollo de la


historia como tal, historia que se desarrolla primero en Alemania en donde se
da inicio a la compra de armamento para la guerra, este fue el objetivo del M-
19, en especial de Jaime Bateman Cayón, alias ‘Pablo’. El destino final de
estas armas eran las guerrillas colombianas, y este era un paso importante
para la consolidación de dichos grupos frente al Estado.

Se compraron 1.000 Fusiles, que se repartirían entre distintos movimientos


guerrilleros, los modelos de armas negociados fueron los FAL Y LOS FAP,
también se compraron granadas y cartuchos, que se sumaron a el embarque.
En su etapa inicial la operación se evaluó en un millón de dólares, para
realizarla como tiempo máximo en dos meses.

El inicio de la historia como tal, y a amanera de una especie de primer capítulo,


se inicia al momento de comprar el barco para transportar las armas, el cual
tenía que cumplir con características especiales, puesto que se trataba de un
embarque de alto riesgo.

Algunos de las personas destinadas para está operación fueron guerrilleros sin
una trayectoria marítima, lo cual dificultó el transporte de la mercancía en
algunos tramos del Océano Pacifico. Entre ellos se encontraban: Salvador,
Roberto Montoya, Luis, Federico, Carmen, Roque, Luis, Jario Rubio, Andrés, y
por último, Tiberio Montero alias Yeyo, entre marineros, campesinos,
hampones y ratas de mar.

El embarque de la mercancía se realizó desde Hamburgo, Alemania. El


armamento se escondió en las bodegas del barco, empacado en cajas de
cartón y grasa animal, para luego ser transportado por el Océano Atlántico
hasta llegar a Panamá. Corromper a las autoridades portuarias asegurando
que tenían mercancía de contrabando resultaba mucho más sencillo, puesto
que muchos puertos del mundo la ilegalidad es un negocio común.

El destino final era Bahía Málaga en donde se hicieron caletas improvisadas


para esconder el armamento, para después llevarlo a todo el país. Debido a
fallas de de la embarcación, la operación tuvo que ser retrasada. Ya que el
barco permaneció mucho tiempo en Panamá comenzó a verse sospechoso
frente a las autoridades.

Para evitar futuros allanamientos en aguas internacionales se utilizó un


segundo barco, El FAR. Este llegó sin contratiempos a la ‘caleta’ para
descargar las armas. Sin embargo, el cargamento fue transportado en avión
comercial desde selvas del pacifico hasta la guajira, con un destino infortunado,
pues debido al peso, la aeronave colapso en el Río Orteguaza, siendo así
decomisada la mercancía.

Por último luego de ya casi dos meses, el KARINA tocó aguas Colombianas
con una parte del armamento, con destino hacia Buenaventura. Sin imaginarse
que el ARC, Sebastián de Belalcazar, una embarcación de la Armada Nacional
de Colombia seguía sus pasos.

El enfrentamiento de estos gigantes del mar duro más de cinco horas, dejando
inhabilitado al Karina, todo porque no era una embarcación diseñada para la
guerra. En este punto, los tripulantes prefieren hacer hundir el barco y las
armas antes de ser capturados. Y así sucedió, Salvador quien era responsable
de la carga, decide hundir el barco ante la amenaza de ser asesinados, todo
por cumplir ordenes de ‘Pablo’ y a su vez respetar su concepción ideológica.

Esta gran obra reconfirma una vez mas el estilo literario de Germán Castro
Caycedo, un estilo que busca más que vender una historia, regalar una
realidad, pues a lo largo de todas sus obras siempre expone temas de interés
colectivo, ejemplos claros son: “Perdido en el Amazonas”, en donde el autor
muestra la problemática de las comunidades indígenas y las consecuencias de
el intervencionismo de culturas foráneas en estas tierras y “El hueco”, en donde
señala todos las vicisitudes que tienen que afrontar aquellas personas quieren
cumplir el sueño americano.

El libro es, a mi parecer, una gran fuente de información a la hora de conocer


un poco mas acerca de uno de los grupos guerrilleros que mas marcó la
historia “revolucionaria” de nuestro país, pues a la vez que se pone en marcha
las ruedas de la historia, igualmente se van haciendo alusiones a la vida
cotidiana de los guerrilleros, su modo de vida, sus modos de amar, sus miedos,
frustraciones, sueños, esperanzas, se ve así un lado mas humano de los
integrantes de estos grupos, que al fin de cuentas no son mas que víctimas de
una guerra de unos pocos, que poco a poco han involucrado a toda una nación.
Considero que si se quiere buscar una salida a el conflicto que nos agobia, es
fundamental conocer la historia de los actores principales de este.

Reseñado por:

Juan Camilo Rúa Serna


Estudiante de Primer Semestre de Derecho en la Universidad de Antioquia
Medellín, Septiembre de 2008.

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