Análisis cinematográfico – Isla siniestra

La Isla siniestra es una película cuyos géneros principales serían el terror, suspenso,
crímenes, misterio y Thriller psicológico. Dirigida por Martin Scorsese, producida
por él y Mike Medavoy. Fue lanzada el 2010 en EE.UU y sus productoras son
Paramount Pictures, Columbia Pictures y Phoenix Pictures.

Sus protagonistas son Leonardo Dicaprio, como Andrew Ladies/Edward Daniels y

Mark Ruffalo como Chuck Aule.

Los personajes secundarios protagonistas son interpretados por Ben Kingsley como
el Doctor John Cawley; y Michelle Williams como Dolores Chanal.

El filme está basado en la novela escrita por Dennis Lehane, quién es un escritor de
ascendencia irlandesa que a menudo representa esto mismo en sus escritos,
dándoles a sus personajes esta nacionalidad. El autor, antes de dedicarse a la
escritura fue un terapeuta que dejó el oficio por las repercusiones emocionales,
sumándole a que además a lo largo de su vida se vio expuesto a diversas situaciones
violentas y angustiantes, de índole tanto física como psicológicas. Este historial en
su vida se vio reflejado en la escritura de sus obras, siendo este el caso de la Isla
Siniestra, una historia cargada de material psicológico pesado y realista, violencia
física, estrés postraumático, asesinato, homicidio, misterio, adicciones, entre otros.

Enfocándonos en la trama de ésta, el filme comienza presentándonos al detective

Edward Daniels, que se ve afectado por los mareos que le produce estar navegando.
Se dirige al hospital de Ashecliffe con el objetivo de esclarecer la sospechosa
desaparición de una paciente, Rachel Solando. Se nos presenta a la brevedad al
compañero asignado del investigador, Chuk Auls.

La historia está situada en los años 50, específicamente en 1954. En este periodo,
transcurría la Guerra fría, había pasado un año desde la Guerra de Corea y
previamente la Segunda Guerra Mundial, guerra en la que el protagonista fue
participe y que lo dejó con un fuerte estrés postraumático y problemas de
alcoholismo, que es una de las causales de su ingreso como paciente al psiquiátrico.
La otra causa, y la detonante de su psicosis, es la muerte de sus hijos a manos de su
esposa y el inevitable arranque de rabia que lo llevó a asesinarla a ella. También en
esta época se da La caza de comunistas de parte de la HUAC, la fuerte presencia del
fascismo, los experimentos mentales encubiertos de la CIA, más los tratamientos,
maltratos y torturas que ocurrían en los centros psiquiátricos.

A lo largo de la película, iremos viendo como el detective se centra en la

investigación y mientras más avanza, más sospecha de la institución y sus
intenciones. Se nos muestra a través de distintos recursos cinematográficos la
historia tras el protagonista, hasta llegar al clímax de la trama con una gran
revelación.

Respecto a la dirección de la película, esta en un principio iba a ser dirigida por

David Fincher, pero finalmente fue Martin Scorsese, quien ha dirigido previamente
películas de renombre como Taxi Driver. Su estilo de dirección se define con temas
como la violencia, rapidez, culpa y compañerismo, Debido a experiencias pasadas,
para él es importante el tema de la traición y lealtad, temas estrechamente
relacionados con este filme.
A nivel composición de la fotografía, es una película que mantiene una muy bien
establecida paleta de colores que rodea los azules y verdes oscuros con pequeñas
variaciones, saliendo de eso solo para dar una explicación simbólica véase una paleta
cálida para las mentiras o una llena de colores vibrantes para sus buenos recuerdos,
como lo es cuando se acuerda de su esposa. Mantiene siempre una simetría bien
lograda, aunque juega con todos los planos y ángulos, creando espacios de
intimidad con el espectador al preferir el primer y medio plano en la mayoría del
filme.

Scorsese se caracteriza por crear ambientes utilizando el clima como protagonista y

en esta película no es la excepción ya que las constantes lluvias y tormentas no solo
ayudan a crear un espacio fatigante y deprimente, sino que también refleja la lucha
interna del personaje.

A pesar que se varia en diferentes géneros dentro de un mismo largometraje,

siempre predomina este suspenso con thriller psicológico que mantiene al
espectador atento a los detalles para poder llegar a sacar sus propias conclusiones.

La elección de Leonardo Di Caprio como protagonista puede llegar a sonar como

caprichos para algunos, ya que Martin tiene la innegable fama de tener preferencia
por ciertos actores a los cuales utiliza como inspiración en varias rondas de película,
como lo fue en sus inicios Robert De Niro, pero a nuestro parecer es una elección
acertada ya que es un muy buen actor, que logra efectivamente una adecuada
representación de un personaje tan complejo.
Ya entendiéndose todo aspecto formal de la película, nos gustaría hablar de la
reacción que provoca en el espectador y como lo incluye en una dinámica donde lo
hace participe de la trama, llevándolo a investigar junto al protagonista lo
acontecido, logrando un sentimiento de pertenencia que logra hacer fluir el tiempo
con mayor rapidez y sea un filme más disfrutable a pesar de su larga extensión.

En cuanto a la trama, aunque se ubica en un tiempo pasado, son hechos conocidos

a nivel mundial y la explicación que se les da es fácil de comprender y digerir, así
logra una base de comprensión para todos poder entender las consecuencias de los
mismos.

El uso de escenas explicitas no llegan a ser grotescas ya que toda aparición en

pantalla tiene su respectiva justificación y prioriza el mensaje antes que lo visual.

Nos gusto esta temática, que involucra un doble juego, porque obliga a estar
realmente atento a lo que estamos observando. Aunque en ocasiones sea algo
predecible, no es suficiente como para arruinar el clímax de la película. La
recomendaríamos a alguien que buscara crimen y suspenso pero es sensible a
“screamers” ya que no se utilizan en ningún momento y tampoco son necesarios ya
que abarca más el terror clásico que el horror, incluso puede llegar a clasificar en el
neo-noir, más que nada por el ambiente desarrollado.