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Las meninges craneales son unas coberturas membranosas del encéfalo que se
hallan inmediatamente por dentro del cráneo (figs. 8-15 A y 8-28). Las meninges
craneales:
Protegen el encéfalo.
Constituyen la trama de soporte de arterias, venas y senos venosos.
Engloban una cavidad llena de líquido, el espacio subaracnoideo, que es
vital para la función normal del encéfalo.
Las meninges están compuestas por tres capas de tejido conectivo membranoso
(fig. 8-28 A, B y D)
Duramadre
La falce del cerebro se une al tentorio del cerebelo y tira de él hacia arriba, lo que
le confiere el aspecto de una tienda de campaña. El tentorio del cerebelo divide la
cavidad craneal en los compartimentos supratentorial e infratentorial. La falce del
cerebro divide el compartimento supratentorial en dos mitades, derecha e
izquierda.
El borde anteromedial cóncavo del tentorio del cerebelo es libre y presenta una
hendidura denominada incisura del tentorio, a través de la cual el tronco del
encéfalo (mesencéfalo, puente y médula oblongada) se extiende desde la fosa
craneal posterior hasta la fosa craneal media (fig. 8-31 A y B).
El diafragma de la silla cubre la hipófisis en esta fosa y tiene una abertura para el
paso del infundíbulo y las venas hipofisarias.
Los senos cavernosos, grandes plexos venosos, se sitúan a cada lado de la silla
turca en la cara superior del cuerpo del esfenoides, que contiene el seno (aéreo)
esfenoidal (figs. 8-29 B y 8-31). El seno cavernoso se compone de un plexo
venoso
de venas con paredes extremadamente delgadas, que se extiende desde la fisura
orbitaria superior, anteriormente, hasta el vértice de la porción petrosa del hueso
temporal posteriormente. Recibe sangre de las venas oftálmicas superior e
inferior, la vena cerebral media superficial y el seno esfenoparietal. Los conductos
venosos de los senos cavernosos comunican entre sí a través de los senos
intercavernosos, anterior y posteriormente al tallo hipofisario (fig. 8-31 A y B), y a
veces mediante venas inferior-mente a la hipófisis. Los senos cavernosos drenan
posteroinferiormente a través de los senos petrosos superior e inferior, y por
medio de venas emisarias en los plexos basilar y pterigoideos (fig. 8-29 A).
Dentro del seno cavernoso se halla la arteria carótida interna, con sus pequeñas
ramas, rodeada por el plexo carotídeo nervioso simpático y el nervio abducens
(NC
VI) (fig. 8-31 C). Los nervios oculomotor (NC III) y troclear (NC IV), así como dos
de las tres divisiones del nervio trigémino (NC V), se hallan englobados en la
pared lateral del seno. La arteria, portadora de sangre caliente desde el interior del
cuerpo, atraviesa el seno que está lleno de sangre más fría que retorna de los
capilares periféricos del cuerpo, lo que permite el intercambio de calor para
conservar la energía o enfriar la sangre arterial. Este mecanismo no es tan
importante en el ser humano como en los animales corredores (p. ej., el caballo y
el guepardo), cuya carótida interna sigue un curso más largo y tortuoso a través de
los senos cavernosos, lo que permite el enfriamiento de la sangre antes de
penetrar en el encéfalo. Se afirma que las pulsaciones de la arteria dentro del
seno cavernoso favorecen la propulsión de la sangre venosa de los senos, al igual
que ocurre con la fuerza de la gravedad (Standring, 2016).
FIGURA 8-31. Senos venosos de la duramadre. La sangre del encéfalo drena
en los senos de la duramadre. A) Se ha retirado el encéfalo y parte de la calvaria
para mostrar los senos relacionados con la falce del cerebro y el tentorio del
cerebelo. B) La vista del interior de la base del cráneo muestra la mayoría de las
comunicaciones de los senos cavernosos (la comunicación inferior con el plexo
venoso pterigoideo es una excepción notable) y el drenaje de la confluencia de los
senos. Las venas oftálmicas drenan en los senos cavernosos. C) La orientación y
la colocación de esta sección de los senos cavernosos y el cuerpo del esfenoides
se indican en las partes A y B. El seno cavernoso se sitúa de forma bilateral en la
cara lateral del cuerpo hueco del esfenoides y la fosa hipofisaria. Las arterias
carótidas internas, que presentan ángulos agudos, se han cortado dos veces.
Inferiormente se han seccionado las partes cavernosas de las arterias a su paso
anteriormente a lo largo del surco carotídeo hacia el ángulo agudo de la arteria
(algunos radiólogos denominan a este ángulo «sifón carotídeo»); superiormente,
las partes cerebrales de las arterias están seccionadas al pasar posteriormente
desde el ángulo para unirse al círculo arterial del cerebro.
Los senos petrosos superiores discurren desde los extremos posteriores de las
venas que componen los senos cavernosos hasta los senos transversos en el
punto
donde estos senos se incurvan inferiormente para formar los senos sigmoideos
(fig. 8-32 B). Cada seno petroso superior está situado en el borde de adhesión
anterolateral del tentorio del cerebelo, que se une al borde superior (cresta) de la
porción petrosa del hueso temporal (v. fig. 8-30).
VASCULARIZACIÓN DE LA DURAMADRE
INERVACIÓN DE LA DURAMADRE
Las fibras de la sensibilidad dolorosa son más numerosas allí donde las arterias y
las venas discurren por la duramadre. El dolor de origen dural es en general
referido,
percibido como una cefalea iniciada en las regiones cutáneas o mucosas
inervadas por el nervio cervical o la división del trigémino implicada.
Aracnoides y piamadre