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Departamento de Filosofía
Profesor: Ciro Roldan
CFM: Marx
Estudiantes: Diego Alejandro Sanchez Alzate, Juan David Herrera Wilches
, Maria
Camila Mendoza Quintero
Este texto tiene la intención de reconstruir los argumentos que, para fines expositivos, se
consideran esenciales para la comprensión de los desarrollos que hace Marx alrededor de la
técnica. Aunque se reconoce que no se ahonda en todo el engranaje conceptual que conlleva,
se hará énfasis en puntos que se consideran esenciales para una buena comprensión, teniendo
en cuenta que este texto responde a una intención expositiva en el aula. En un primer
momento, acercándose, de alguna forma, desde un punto de vista histórico, se tiene la
intención de señalar el lugar de la técnica desde la antigüedad: dándole paso a una
aproximación desde los conceptos de mito y logos. Posteriormente, se define y aclara el
término Técnica desde Marx. Para, finalmente, darle paso a la consideración de la técnica en
relación con la subordinación del trabajo vivo al trabajo muerto. Sin más:
b) La técnica
En términos específicos, Marx explica este proceso en relación con los términos de trabajo
objetivado y trabajo no-objetivado, que también se puede ver como trabajo muerto y trabajo
vivo, respectivamente. Introduce estos términos refiriéndose al trabajo objetivado como el
trabajo pasado, aquel trabajo que ya está hecho y se ve como “trabajo existente en el espacio”
(Marx, 2007, 213); y considerando al trabajo no-objetivado o trabajo vivo como aquel
trabajo que considerado temporalmente se está realizando. Así, de la mano con lo dicho en el
párrafo anterior, se podría interpretar el trabajo vivo como el trabajador y el trabajo muerto u
objetivado como los medios de producción.
Teniendo esto en mente se puede ver como el obrero ya no se relaciona con el trabajo de
manera tal que vea en el producto una realización de su trabajo, su proyecto ya no se realiza.
El trabajo vivo se entrega al trabajo muerto de forma tal que este último es el que determina
al primero. El trabajador, que coloca su fuerza vital, que entrega su vida para la realización de
un producto a través de la máquina, ya no se ve realmente involucrado en la producción del
objeto del trabajo, es la máquina la que le dicta al obrero la forma en la que éste se ha de
involucrar: el ser humano se ve replegado a la máquina, el trabajo vivo se ve subsumido
sobre el trabajo muerto. Se ve, pues, en cierto sentido, que aunque es el obrero quien da la
posibilidad de movimiento a la máquina, esta se vuelve contra él: determina y deteriora sus
relaciones sociales, desligándolo de la condición espiritual o ideal que el ser humano, en
principio, pondría sobre el trabajo.
Bibliografía
Harvey, David. Guía de El capital de Marx. Traducido por Juanmari Madariaga, Akal, 2014.
Marx, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse).
Traducido por Pedro Scaron, Siglo veintiuno editores, 2007.
Axelos, Kostas. El ser, el hacer y el haber. Marx, el pensador de la técnica. Traducido por
Enrique Molina, Editorial Fontanella, 1969.
Horkheimer, Max y Adorno, Theodor W.. Dialéctica de la ilustración. Traducido por Juan
José Sánchez, Editorial Trotta, 1998.