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1
Mi cordial gratitud a mi familia, amigos y guías
espirituales
2
Introducción
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naturaleza humana que expresa lo común que hay
en ellos.
nuestras vidas.
4
ese vacío interior con otro. Esta experiencia del ser
5
Las Confesiones y Soliloquios, de San Agustín, y a
6
quién corrompe al hombre y se torna su enemigo y
escucharlo:
7
palabras. Viene a nuestro encuentro como
8
Sócrates decía, en el siglo IV a. C, conócete a ti
a nosotros mismos.
pudor.
9
Para el análisis de una obra se debe tener en
biografismo:
10
Desde la perspectiva de la teoría del biografismo
XX.
11
La crítica sociológica sostiene que una obra no
2. Biografía
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vinculado con el paganismo (se convirtió solo al
final de su vida).
ningún entusiasmo.
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En la época de Agustín, el retórico ya había
14
Agustín fue bautizado por el obispo Ambrosio -que
Roma.
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que así fuera. Ayudó a Valerio en Hipona, sobre
ciudad.
Agustín.
3. Su estilo
La expresión de Agustín es seductora, y su latín
es siempre carente de vulgaridad y sumamente
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exuberante. En las Confesiones llega a una belleza
y profundidad casi únicas
en prosa latina.
Al comienzo de cada libro, el santo utilizará la
alabanza a Dios, exaltará su grandeza, su poder,
su gloria y su misericordia, luego expondrá el
perdón divino a sus miserias, de las cuales se
avergüenza.
Agustín debe, ante todo, perdonarse a sí mismo,
natural y espontáneo.
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sino que ayuda a la memoria, a sanar, a no a morir
comienzo.
la belleza y el poder.
18
Cuenta con la música como fuerza nueva de
tiempo.
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En ese contexto, se jactaba de su sabiduría y
en el lenguaje:
20
ceguera misma se gloría. (De Hipona, 1995, pág.
87)
21
Y se dice: ‘¿No voy yo, simple hombre, a hacer
lo que veo en un dios?¡Claro que sí! Y ya lo he
hecho, y con toda mi voluntad.
Y no es que con estas selectas palabras se
expresen mejor semejantes torpezas; sino más
bien, que bajo el amparo de esas palabras las
torpezas se cometen con más desahogo. (De
Hipona, 1995, pág. 45)
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del gusto y de la mentalidad clásica y de sus
griegas o latinas.
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pone a prueba el vigor intelectual de aquellos que
no son superficiales.
4. Su claridad
24
la verdad, de la amistad, de la transitoriedad del
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Agustín es un hombre que se muestra tal y como
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me domine: entonces seré irreprochable y me
veré libre de ese gran pecado. (p.772)
San Agustín nos devela el conocimiento de
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abriera y se encomendara a él con decisión y
perseverancia.
separaciones.
5. ¿Qué es el hombre?
su origen.
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Sócrates nos dice que una vida sin búsqueda no
Para Plotino:
30
El hombre es, fundamentalmente, su alma, y
todas las actividades de la vida humana
dependen del alma. Ésta es impasible y solo es
capaz de actuar. Incluso la sensación es un acto
cognoscitivo del alma.
Cuando experimentamos una sensación,
nuestro cuerpo padece una afección procedente
de otro cuerpo. Nuestra alma, en cambio, entra
en acción, no solo en el sentido de que no olvida
la afección corporal, sino que también juzga esta
clase de afecciones. Según Plotino, en la
impresión sensorial que se produce en los
órganos corporales, el alma contempla, si bien
en grado más débil, los vestigios de formas
inteligibles. En consecuencia, para el alma la
sensación es una forma de contemplar lo
inteligible a través de lo sensible. (Reale y
Antiseri, 1995, pág. 307)
San Agustín persiste analizando al hombre,
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San Agustín en su libro Del Libre Albedrío afirma
también en él.
multiplican.
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Sin embargo, la sabiduría humana consiste en el
justicia.
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en la cual sus padres tenían que obligarlo a
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vivenciada interiormente en todo el ser de la
persona.
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A lo largo de su vida, Agustín se relacionó con
persistente.
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admirable y respetable. (De Hipona,
Confesiones, 1995, pág. 369)
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infidelidades y la personalidad colérica de Patricio,
el padre de Agustín.
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Las verdades de Cristo mostradas a través de la
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distintas mujeres, pues era un hombre muy
vigoroso.
sexualidad.
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Como dice Agustín “el mundo es un hombre que
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teatro y fue pasando de una amante a otra. Solo
42
(De Hipona, Obras de San Agustín Tomo V,
1948, pág. 659)
En contraposición a muchos expositores católicos
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La mujer romana, al menos las ricas herederas
Agustín.
44
Un día llegó mi atrevimiento hasta el punto de
alimentar dentro de tu misma casa, durante la
celebración de tus sagrados misterios,
pensamientos impuros, maquinando cómo
llevarlos a efecto y conseguir sus frutos de
muerte. Pero tú me azotaste con pesados
sufrimientos que, con ser muy pesados, no eran
tan grandes como la gravedad de mi culpa (…).
(De Hipona, Confesiones, 1995, pág. 86)
45
En los últimos libros de las Confesiones, se
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mística cristiana. Lo erótico es necesario para
dar el paso a la mística verdadera(…) El célibe
no debe nunca caer en la tentación de reprimir
la sexualidad y el eros. Lo que debe hacer es
preguntarse en qué dirección fluye su energía
sexual, a quién ama y cómo se manifiesta
exteriormente esta inclinación amorosa. (Grün,
2008, pág. 59)
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aunque más tarde se haga amar. (De Hipona,
Confesiones, 1995, pág. 119)
gracia:
48
Agustín es un hombre de su tiempo. Está metido
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creerán cuando menos los que tengan abiertos
para mí los oídos de la caridad. (De Hipona,
Confesiones, 1995, pág. 395)
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por el gusto y por el tacto, y vemos y tenemos que
nosotros.
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conocer las causas y fines de nuestras acciones,
6. La mirada de sí mismo
agustiniano.
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impulso de variados apetitos, engañaba yo
abiertamente en la profesión de las llamadas
disciplinas liberales que en lo oculto llevaban
falsamente el nombre de religión. Soberbio aquí
y supersticioso allá y vanidoso en todas partes;
ávido de gloria popular, corría yo tras los
aplausos del teatro y las bagatelas de los
espectáculos, los certámenes poéticos y las
luchas por aquellas coronas de hierba
perecedera (…). (De Hipona, Confesiones, 1995,
pág. 117)
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purificarse y se sabe pecador, pues sin Dios nadie
sed de populismo.
pozo:
Juan 4,5-14
54
Llegó a una ciudad de Samaría, llamada Sicar,
cerca de las tierras que Jacob había dado a su
hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob.
Jesús, fatigado del camino, se había sentado
junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una
mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le
dijo: ‘Dame de beber’. Sus discípulos habían ido
a la ciudad a comprar alimentos. La samaritana
le respondió: ‘¡Cómo! ¿Tú que eres judío, me
pides de beber a mí, que soy samaritana?’. Los
judíos, en efecto, no se trataban con los
samaritanos. Jesús le respondió:
‘Si conocieras el don de Dios y quién es el que
te dice: ‘Dame de beber’, tú misma se lo
hubieras pedido, y él te habría dado agua viva’.
Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar
el agua y el pozo es profundo.
¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso
más grande que nuestro padre Jacob, que nos
ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo
que sus hijos y sus animales? Jesús le respondió:
’El que beba de esta agua tendrá nuevamente
sed, pero el que beba del agua que yo le daré,
nunca más volverá a tener sed. El agua que yo
le daré se convertirá en él en manantial que
brotará hasta la Vida eterna’. (Primatesta, 1996,
pág. 1537)
55
Agustín expresa en su libro lo que Dios nos pide
56
porque siempre está buscando al Señor en el
centro de su alma.
57
(Primatesta, 1996)El amigo ama en todo
momento, en tiempos de angustia es como un
hermano. (p.997)
58
(Primatesta, 1996)No se dejen engañar: las
malas compañías corrompen las buenas
costumbres. (p.1655)
los enemigos.
59
8. Experiencia de Dios
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las Confesiones transmite a Dios por empatía:
miserias y defectos:
61
Todo el camino de San Agustín consiste en cómo
y dónde encontrar a Dios. El camino más infalible lo
encuentra en la memoria:
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duradera, más profunda, más abierta y más
maravillosa de lo que podemos imaginar, e
intentaba hablar de esa presencia como una
presencia que ya desde ahora puede ser vista,
oída y palpada por aquéllos que quieren creer.
(Nouwen, 1992, pág. 21)
la Eternidad.
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designio particular de amor que el Padre tiene para
seres amados.
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9. San Agustín, un varón apasionado
al nombre de Confesiones.
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Buscaba pues yo de dónde viene el mal, pero
no buscaba bien, y no veía lo que de malo había
en mi búsqueda. En mi mente me representaba
la creación entera y cuanto en ella podemos ver:
la tierra, el mar, el aire, los astros, los árboles y
los animales; me representaba también lo que
no se ve, como el espacio sin fin, los ángeles y
todo lo que tienen de espiritual; pero me los
representaba como si fueran cuerpos a los
cuales señalaba un lugar mi imaginación. (De
Hipona, Confesiones, 1995, pág. 254)
66
¿Qué podría yo tener que te fuera oculto,
Señor, a ti ante cuya mirada están desnudos y
patentes los abismos de la conciencia humana?
Aunque yo no quisiera confesarlo tú lo
sabrías.
Si pensara en esconderme de ti, tú quedarías
oculto para mí, pero no yo para ti. Pero ahora,
cuando mis gemidos dan testimonio de lo
desagradable que soy para mí mismo tú
resplandeces y me agradas, y yo te amo y te
deseo. Me avergüenzo de mí mismo y me
rechazo para escogerte a ti y no agradar ni a ti
ni a mí sino por ti. (De Hipona, Confesiones,
1995, pág. 393)
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en su conversión, todo el tiempo pide perdón a
concupiscencia:
68
juicio, dudando las más de las veces de
razonamientos clarísimos, ora a desesperar en
absoluto de encontrar la verdad(...). (De Hipona,
Obras de San Agustin tomo III, 1947, pág. 283)
69
10. El concepto de pecado en la Biblia
70
que el que no es capaz de someterse a un orden
desobediencia.
del pecado:
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Los ángeles y los hombres, criaturas
inteligentes y libres, deben caminar hacia su
destino último por elección libre y amor de
preferencia. Por ello pueden desviarse. De hecho
pecaron. Y fue así como el mal moral entró en el
mundo, incomparablemente más grave que el
mal físico. Dios no es de ninguna manera, ni
directa ni indirectamente, la causa del mal
moral. (Llaurens, 1993, pág. 78)
obrar.
72
aumentando sus grados de perfección y comienza a
73
comprender sus designios? (Primatesta, 1996,
pág. 1190)
74
no atraería? San Agustín quiso correr por el mundo
sucedió a Agustín.
pecadores.
75
de su madre María, podría hacernos morir de
compasión.
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donde recuerda cómo vivía antes con su familia
Rembrant.
78
refleja el amor de Dios Padre, con nosotros sus
madre.
amado.
79
cristiana; nadie alcanzará nunca esa cima. Nadie ha
religiosas.
Razón) expone:
80
Él para que, conociéndolo y amándolo, pueda
alcanzar también la plena verdad sobre sí
mismo. (Wojtyla, 1998, pág. 5)
81
Los pensadores de la Patrística Medieval
82
La filosofía agustiniana se centra en torno a
conocida oración:
Confesiones.
83
A menudo Agustín describe en sus obras el
84
Para él Dios es el ser superior, la primera verdad y
VII, 10)
85
escribe, Agustín superó notablemente el
lenguaje.
86
con su luz. (Agustín de Hipona.
Soliloquios VI, 12)
también en él.
87
cuanto a sus experiencias, sensaciones y donde la
verdad es relativa.
este señorío.
la verdad.
88
La libído no es más poderosa que la mente, a la
pecado?
89
La dimensión interior de la vida espiritual
espirituales.
90
San Agustín evidencia y analiza uno de los logros
alejamos de ella.
interior de su alma:
91
La vida del espíritu es una vida de aprendizaje
92
La sabiduría humana consiste en el señorío de la
más invencibles.
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y solo pueden las cosas ser conocidas si son
94
recordando lo que nuestra alma ya conocía cuando
95
San Agustín crea una nueva teoría llamada
Teoría de la Iluminación.
humana.
96
14. El alma virtuosa
97
También es cierto que decimos: ´¡Bien, muy
bien!´ cuando el elogio es evidentemente
inmerecido y queremos con él humillar a la
gente.
Pero nada de esto me hacía llorar, sino que
lloraba yo por la muerte violenta de Dido, tierra
que vuelve a la tierra; y me iba a la zaga de lo
peor que hay en tu creación. Y cuando se me
impedía seguir con esas lecturas me llenaba de
dolor porque no me dejaban leer lo que me
dolía. Esta demencia era tenida por más
honorable disciplina que las letras con que
aprendí a leer y escribir. (De Hipona,
Confesiones, 1995, pág. 39)
Pero clama tú ahora dentro de mi alma, Dios
mío, y que tu verdad me diga que no es así; que
no es así, sino que mejor cosa es aquella
primera enseñanza.
98
que su inquietud y búsqueda no cesarán hasta que
su Presencia.
99
bien. En efecto, entre todos estos bienes no
podemos decir que uno es mejor que el otro,
cuando juzgamos de acuerdo con la verdad, si
en nosotros no estuviese impresa la noción del
bien mismo, regla según la cual declaramos
buena a una cosa buena, prefiriendo una cosa a
otra. Así es como debemos amar a Dios: no
como a este o aquel bien, sino como al Bien
mismo.
100
la vuelca en el amor de ese Ser Superior, Dios es
adentrarse.
cristiana.
101
Se dice que en el verano del año 386, escuchó
102
Agustín se abandona con tanta humildad,
mundanidad.
16. Conclusión
103
San Agustín nos dice vuélvete a ti mismo porque
104
estamos demasiado tiempo afuera, embelesados
de regresar.
tesoro.
106
Frente a esta pobreza espiritual hay tantos otros
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En la vida una de las cosas más difíciles, es
encontraremos la Verdad.
108
17. Bibliografía
Cicerón, M. T. (2005). Tratado filosóficos I. Buenos
Aires: Losada.
V. Madrid: BAC.
San Pablo.
109
Grün, A. (2008). La salud como tarea espiritual.
Catecismo.
España: PPC.
Paulinas.
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-https://radiocristiandad.files.wordpress.com/
2018/01/soliloquios-san-agustin-de-hipona.pdf
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-https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-
3162(Recuperado el 24/10/2018)
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