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RESEÑAS

AL VIRA DOMiNGUEZ, Rafael, El lugar al que se vuelve. Refle.norres sobre

la familia, 2" ed., Eunsa, Pamplona, 2000.

Es llamativo el hecho de que la primera consideración en un l:OnJUnto

de ensayos sobre la farniha sea una cx.tensa referencia a su relevancia
estética, como núcleo donde se aprende la armonía y la paz. Rafael
Alv1ra desafía de este modo -sin negarlos ni invalidar la parle de verdad
que les corresponde- los planteamientos funcionalistas -a veces deslu-
CH.Ios y monównos- que aluden a la familia como un órgano o mecanis-
mo fundamental de la sociedad. En camhio, nos la presenta como una
realidad brillante y profunda, arraigada escndalmente en la naturalen
humana y por ello cuojada de potencialidades inagotables para el creci-
miento de las personas y el desarrollo de las sociedades. En este senúdo,
el autor recupera el vínculo fundamental entre ética y estética. tan C\ i-
dente para la tradición clásico-humanista y tan extraviado en el pcnsa
mienw contemporáneo.
El lugar al que se vuelve es una reOcxión sobre la familia en su di-
mensión educativa. política y ewnóouca. desde presupuestos antropoló-
gicos. Después de definirla, el autor señala que se trata del úmco lugar
donde el hombre puede aprender el significauo de la persona md1v1dual y
de la soctedad al mismo tiempo. ｅｾｴ｡＠ doble .¡.hmcnsión -indiviuualidad y
relacionalidad- es constitutiva de la persona. El proceso de persunali-
zación sólo se da en el ámbito t:1mihar, siendo éste el lugar úonue el ser
humano es aceptado por sí mismo y no por sus cualidades. La mtcgrac1Ón
del aspecto relac1onal e individual de la persona sólo se ob(lenc a partir Jo.:
una educación en la confianza Son particularmente interesantes las consi-
deraciones ded1cat.las a la intimidad ---que instala al hombre en una rela-
ción armoniosa entre exterioridad e mtcriondad- y a la relación de esta
..:aracterística t.le In familia con la educactón.
El autor rechaz.a enérgicamente la falsa dialéctica entre familia y
sociedad: sm familia no hay soc1cdad posible La fam1ha es la so.::1euad

4mwrin F¡/nsufr('o, XXXVIII ＨＲＰｾＱ＠ 501-5.16 501

 ＢＡＧｾ＠
RESEÑAS
por excelencia y la primera forma en la que aparece lo social Explica que
en la famiha se aúnan los aspectos fundamentales de la naturaleza social
del hombre, desarticulados y enfrentados entre sí por las Ideologías
modernas en ella, el hombre aprende a ser conservador y a ser liberal a
la vez. a buscar el progreso y a asumir su responsabilidad .mcial. Asimis-
mo trala un sugestivo paralelo enlre los elementos constitutivos de la
familia -economía. educación e intimidad- y las consignas de 1789
-libertad. igualdad y fraternUÚld-. Posteriormente se detiene en las
dimensiones en las que la familia desempeña su función: es¡wcio (en su
acepción tanto física como espiritual) y tiempo (en su aspecto cualitativo
y cuantitativo). Lu t.:onclusión de la consideración política de la familia es
inevitable;:: no se trata de examinar la familia desde la sociedad, sino al
revé ...
Una hreve ¡xro eficaz refelencia a la transfom1ac1ón del papel econó-
mico y social de la familia a través de la historia de la cultura occidenlal
le permite abordar las relaciones entre familia y economía. Desde la
comprobación de la materialidad esenctal del hombre. el autor recupera la
centralidad de la familia en la actividad económica. Señala agudamente el
papel que han tenido tanto las ideologías políticas -lihcralismo y socia-
lismo- en la destrucción sistemática de tao; condiciones necesanas para
la formación y el crecimiento de las familias. como el de la actual teoría
económica en el desprecio o minusvalorad<Sn de su protagonismo social.
Al vira recurre a la noción de propiedad y al rad1cal humano del tener
(despreciado sistemáticamente por venerables tradiciones filosóficas) para
explicar la dimensión económica de la familia. Una noción extremada-
mente reveladora es la distinción entre propiedad primda y propiedad
individual. Es la primera la que da fundamento real a la economía Ade-
más, "e relaciona íntimamente con las insutuciones del mntrimoni0 y la
familia: la propiedad, así definida, adquiere un carácter común y lim1tado
a la vez. La conclusión. formulada en tnterrogaciones, haría sonroJar a
cualquter economista moderno de orientación individu:tlista: no puede
comprenderse el sent1do del al1orro. del consumo, del trah3JO o de la
mversión, SI no hay nad1c a quien ofrecerle el fruto de cada una de esas
acc1ones
El libro c1erra con dos capítulos que reconducen IJ reflex1ón al terreno
moral y antropológico. El pnmero de ellos está dedtcado al SIStema de
vtrtudes que se aprenden en el imbito fam1har, con especloll referencta a
la magnanmudad El segundo se centra en la consideración de la famtlta
como el lugar de la esperan¡_a Sin perder de Vl'>ta las afirmaciones de los
.)02
RESEÑAS
capítulos antenores, el autor afirma que sin magnanimidad y sin espe-
ranza, es decir, desde la mct.quindad de espíritu. la simulación, la deses-
peración y el miedo, no hay soc1edud nt economía posibles.
Por detrás de los ev1dcmes aciertos del libro se adviene en su t:oncep-
ción una puls1ón fuenemence vivencia!, un t.:ontinuo abrevar en rcman-
sadas expenenctas personales. Como suele suceder con las realidades
humanas más profundas. s<Íio es posible hacerlas visibles desde la propia
vida vi vida.
Héctor Ghtrelli
ｂｌｕｾＱｅｓｒｇＬ＠ Hans: Die ú.•:>barkcit der Welt. Suhrkamp, Frankfurt,
1981. 420 págs; úz legibilidad del mundo, Paidtí:>. Barcelona, 2000.
415 pp.
Hans Blumenberg, en ú1 leg1bilidad del mundo, ha reconstruido el
proceso como el pcnsamtento filosófico moderno introdujo una crec1ente
contraposición entre estas dos fuentes trauicionales de la verdad, como
son la Biblia y el Libro de la tuuurale:a. sometiendo a critica la postulada
unidad de semido existente entre ellas. Para JUstificar esta conclusión a lo
largo de la obra se defienden tres tesis:
l) La tradici1ín judeo-crist1ana tdentilica el hombre mundano con el
hombre ignorante incapaz de reconocer esta legibilidad tanto del mundo
creado como del sobrenatural, ya que ni hace un uso adecuado de la fe nt
tampoco de la ral0n. No aprec1a la profunda unidad de semidv de los dos
Libros, la Biblia y t:1 L1hro de la natumkza, sin advertir que en ambos
casos se llega a un mismo autor de la verdad. Hasta el punto que está
incapacttado para adquinr un recto c:rirerio moral, al menos respecto de
las cuestiones que afectan a este tipo de verdades eternas. como ahora
sucede con todo lo relauvo a la prop1a sanuficación personal ( pp. 1-36).
2) El pensamiento moderno a parur de Laplacc. re1vtndicó así una
autosuficiencia completa del L1bro de la nawraleza como un pnncip1o de
sabtduría meramente profana stn rem1l1rse ya a nada dtstimo de si
mtsmo, aunque no había ocumdo así anrcnormentc, en Kepler, Gal1leo.
Descartes, Leibniz o Newton. Algo sumlar t.tmhién ocumó con las
interpretaciones meramente profanas Jel L1bro de la vida (humana) y de
la histnrza, espec1illmente a part1r de Spmoza, V1co. Herder o K<mt astg ·
503
 ......
RESEÑAS
rechaw y negación- puede gobernar'! Es posible que la respuesta nos
condu1.ca a la necesidad de la bipolaridad
Momscrrat Herrero
GRIMALDI, Nicolás: El rralwjo. Comunión \' excmmmicación, Eunsa.
Pan:_elona, 2900.
N1whis Grimaldi. profesor emérilo en la Universidad Paris-Sorbonne,
anahL;I en este libro una dt: las cuesúones centrall!s e ineludibles de nut:s-
tra e:dstencia: el trabajo. / del mercado y de la diVISIÓn del trabajo
Paradójicamente. siendo una de las reahuades mál; mmcd1atas de
nuestro nvtr. se oculw con facilidad cuando queremos asirla mtelcetual-
mentc.
Ensegutda nos damos cuenta de que el concepto tic trabaJo no posee
un sentido unívoco, sino tJIIt! abarca tm amplio campo semárlftco, en
ocasiones 1ncluso. aparentc:mente contradictono: para unos e:- un tlc:recho.
para otros una alienación: unos creen que pertenece a la circunstancia
histórica. otros lo engarLan m(ts profundamente con la wndicí<'in antro-
pológica: unos lo entienden como actividad cercana al juego o a la con-
templación, otros piensan que sólo se puede hablar de trabajo cuando
t1ene lugar una transfom1nci6n de la materia: nlgunos identifican el tra-
baJO con una ｴ｡ｲ･ｾ＠ pagada y otros lo entienden principalmente como el
lugar de la formac1ón de la propia ¡>l!rsona.
ｔｯ､｡ｾ＠ csta.s cuesuonc:- están plante:1Jas y dilucidadas con gran pene-
t.n.lcicín por Nicolás Gnmald1. El autor consigue ordenar la rnultipliciJad
de cuestion..:s a trat:.lf en dos partes La pnrnt:rn lleva el título ue "onto-
login del trabaJo" y la Sl!gund.l de "sociología del trabaJo".
En la pnrncra pane .:ons1dera el trabajo como una realidad correlauva
<tl existir humano: no pertenece. por tanto. pnmari:uncntc ｾＱ＠ ámb1to eco-
nómico, jurídicO o políticO. F.l trabajo para el hombre es el ejercicio de w
remporaftdad. En este Sc!nllun, viv1r e<; trabajar.
Rl trabajo nact: en la dtstcnsión temporal que en la vtda humana o;e
experimenta desde el ､･ｾｯ＠ El trabajo es el eJerCICIO de una mediac10n,
es Jo que hace que algo ocurra. una anucipac.ión del futuro en d presente,
dirá el autor. El deseo e.s rc.tliz.ado esf,lrüldamente med1..-1ntc el trabaJo
Ésta cs. a rm modo de ver. lJ tests central de la pnrnera parte.
)14
RF..SEÑAS
Ahora b1en. en el ser humano el deseo excede las fuer¿as meramente
naturales: ha de construirse en orden a la perfección De ello se siguen
dos consecuencias que conducen la rcllexión a ､ｯｾ＠ nuevos varaderos.
La primera es que todo trabajo es formador para d ser humano en la
medida en que lo conduce más allá de sí mismo. a su perfección. En este
punto el autor hace un análisis detallado de mucho mterés de la relación
entre trabajo manual y espíntu.
La segunda consecuencia es que el trabajo suSCita toda la sucredatl,
precisamente porque lo que hay que construir está muy por cnc1ma de una
dunensión meramente individual: el otro aparece para mi prop1o trabaJO
como mediador indispensable. Por eso. nos dice el au10r, hoy entendemos
más el trabaJo como un cara a cara con los demás, que como un cara a
cara con la naturaleza en ｾｵ＠ transfommción. Esa realidad es ya el embrión
Esta perspect1va es la que trma la segunda parte del libro dedicada a la
socwlogía del trabajo La tesis central en este punto es que así como la
sociedad ha hecho posible la manera humana de trabaJar. el trabajo ha
t'rganiz.ado, diferenciado y, en consecuencia. fundado la soc1cdad.
En esta segunda parte se analizan las cuestiones crucíales relaciOnadas
con el trabajo para la sociedad contemporánea: la esclavitud. la división
del trabajo, el ongen y fundamento del capitalismo. el dinero y el precio
del trabajo.
Ninguna cucsuón central relativa al difícil tema del trabaJO queda sin
análisis en esta obra maestra del profesor Grimaldi en la que la historia de
la filosofia queda articulada de un modo plenamente signíficauvo en el
tratamiento temático de una de las cuestiones centrales de nuestro vivir.
Mont.serrat Herrero
HERRERO LóPE-:Z. Montserrat El nomos y lo político la filosofía política
de Carl Schmur, Eunsa. Pamplona, 1997
Uno de los ｲ｡ｳｧｯｾ＠ propíns dt.! la modernidad ｣ｯｮｴｭｰｲＺｩ［Ｎｾ＠ es la
coexistencia de una pluralidad de 1rad1ciones de pcnsarmento. En efet:.Lo,
en la nctual1dad no sólo es pos1ble 1dcnuficar una gran cantidad de stMC·
mas intelectuales, sino que además, cabe ponerlos en contacto, hacerlos
dialogar. realizar aprop1actones parciales. amesgar mJt:rtos más o menes
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 ｾ＠
RESEÑAS
exitosos. intentar nuevas síntesis, etc. En este contexto, afim1ar que "un
pensador es asistemático" es un recurso muy utilizado. Frecuentemente,
oculta cuestiones poco confesables para quien lo emplea. Téngase en
cuenta que la presunción de sistematicidad siempre corre en beneficio del
aludido y a la vez en contra de quien la niega. en razón de ser el primero
una unidad indivisible -lo que se llama comúnmente persona- y el
otro. alguien que posee una perspectiva externa a la concepción y lógica
íntima de dicha obra.
Dicho esto, también debe señalarse que hay autores más o menos dó-
ciles a ser comprendidos en un Sistema. Carl Schmilt ( 1888-1985) es uno
de los rebeldes. Filósofo del derecho, constitucwnalista, pensador político
y estudioso de la guerra, poseedor; de una obra extremadamente compleja,
llena de matices y desarrollos en,.múltiples direcciones, testigo y/o prota-
gonista directo de los pnnctpales acontecimientos del siglo XX. dueño de
una personalidad multifacét1ca y polarizante que no dejó indiferente a
nadie que ruvo oportunidad de tratarlo, Schmitt parece volver del exilio
intelectual al que fue condenado después de la Seguncla Guerra Mundial.
Seguramente, su obra habría servido de revulsivo de la ciencia de su
época, si no hubiera sido Intencionadamente silenciada. Su camino ha
sido largo y ha debido vencer no pocos preju1cios basados en la igno-
rancia, difamaciOnes e interpretaciones apresuradas en general.
Con su inquisición sobre lo político, Schmitt vuelve a poner en
contacto los ámbitos de reflexión ontológica y práct1ca. Por otra parte,
agrega a la concepción clásica de la política -centrada en el gob1erno de
la polrs- una dunens1ón polémica que le es esencial. Sus desarrollos
sobre las relaciOnes reales entre derecho y políuca sacuden la modorra y
la seguridau engañosa del pensamiento jurídit:n, abroquelado en sus
pretensiones de autonomía y de asepsia disciplinar. Su estudio sobre la
dec1sión abre un panorama nuevo a la teoría de la acc1ón. Finalmente. las
semejanzas y correlaciones quc advierte entre la ciencia jurídica, la poli-
uca y la teología lo llevan a proponer un nuevo honzonte de inves-
tigación.
ｾｴｯｮｳ･ｲ｡＠ Herrero López ha hecho frente al desafío. La autora se
propone descubrir el sistema de la obra de Schmin, superando los esfuer-
zos fraccJonales y resaltando las armonías y las continuidades, las
fructificaciones estacionales de una misma rama. Y lo hace empleando un
recurso que resulta extremadamente efectiVO, de concepción muy sencilla
pero al que es imposible arribar sin un profundo conocimientt) y compren-
sión de la obra completa del autor. Así, después de trazar un imprescin-
516
RESEÑAS
dible perfil biográfico, la autora. adveruda del carácter del pensador estu-
diado, a ltera el orden cronológico que siguen los desarrollos schmittianos
y comienza por el análisis de una de sus últimas obras sustanciales:
El nomos de La tierra.
Schmitt alcanLa en este libro el pináculo de su tenaz reflex1ón sobre la
naturaleza lo político y del orden JUrídico. Su feliz hallazgo es el antiguo
concepto de nomos, que reúne en un vocablo las acepciones de orden,
medida y disposición humana del espacio. Tal concepto opera como un
poderoso reflector sobre las zonas más oscuras o menos advertidas de sus
desarrollos anteriores y posteriores, y ｴ｡ｭ｢ｩｾｮ＠ fuogc de planografía de un
edificio intelectual erigido durante cuarenta años. Y la planografía de-
viene cartografía cuando el filósofo y jurista alemán muestra al pleno su
condición de pensador cspacialista. Al advertir la esencial espacialidad
del hombre, Schmill conecta con el realismo prop1o de la reflexión polí-
tica ｣ｬ￡ｾ｡｟＠
El concepto de !lOmos y sus diversos modos (expresados en sugestivos
vocablos alemanes llenos de matices y concomitancias: nehmen o tomar
la tierra, teilen o dividlf y distribuir, weiden o cuidar y producir) sirven a
Herrero para vertebrar sus ideas jurídicas -fuertemente marcadas por la
concepción del orden uel derecho como denvación de un orden con-
creto-, su reflexión sobre lo político, centrada en la celebérrima distin-
ción amigo-enemigo y que permanece como intento inigualado de la
Modernidad por dar una respuesta propia a la especificidad de lo político.
y finalmente el esfuerzo ambicioso. cast desmedido. de definir objeto y
método de una teología política postble.
En dicho desphegue, la autora retoma a la sucesión histónca apro-
ximada (ya que no puede hablarse en Schmitt de períodos temáticos
cerrados, smo más bien. apelando a uno de sus conceptos esenc1ales, a un
desplazam1ento del centro de interés). La inicial preocupación por el
derecho lo lleva a preguntarse por los fundamentos del oruen jurídico,
encontránuose así en medio de una inquisi<.:ión sobre lo político y. suce-
sivamente, en una investigación sobre los aspectos más profundos de esta
materia. desembocando así en una perspectiva desde la que se contemplan
los reflejos y reverberaciones propias de lo trascendente. Este csfuerLo de
sistematización permite a Herrero señalar con autoriuad y prectslón las
ｾＺｯｮｴｲ｡､ｩ｣･ｳ＠ y los elementos ｾｮ｡ｳｩｭｬ｢･＠ del corpus schmmiano.
Puede afimtarse que El nomos y lo político consutuye un instrumento
de gran valor para conocer la estructura de la obra de Carl Schmm, tanto
en cuanto Introducción a sus escntos como en cuanto recapitulación
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 Rr-'iEÑAS
crítica y simélica eJe los mismos. Adcrn:ís, es una excelente vía para aso-
marse al pensamtento de un hombre que. instalac.Jo en la Modcmtdac.J,
asume- una descarnada postura crítica ante ella y vislumbra a la vez los
sobrios y nítidos perfiles de la 1raJici6n clásica sobre lo poliuco.
Héctor Ghirctti
HOOKWAY, C. J.: Truth, Rationaliry and Pragmatism. Themes from
ｐ･ｩｲ｣Ｎ｟Ｙｾｦｯ､＠ ｕｮｴｾＧＺＮ｟ｬｹ＠ Pre-;s, Oxford. 2000._313 págs. _ una teoría de la racionalidad, encendida como ( 1) una localtLaCIÓO de los
El pensamiento de CS. Pci¡c.:e ha sido ubjclo de reintcrprctación y
asimilación en varias corrientes ·lilo:-.óticas de las últimas décadas. Tras la
lectura abiertamente trascendentafist;\ de Apel (1975), Reschcr (1979) y
S ka gestad ( I9R 1) habían ensayado una reapropiación analítica, mayor-
mente ､･ｾ＠ la óptica de la filosofía anglosajona de la ciencia. El primer
libro de Christophcr Hook\vay sobre Pctrce (1985) también subrayaba la
continuidad entre eslc pragmatista clásico y la filosofía analítica, procu-
rand,) además ｾｩｴｵ｡ｲ＠ las tesis peirceanas en d marco calegonal que Pcircc
deduce de la arquitcct6ntca kantiana. El Pein:e que emerge de Trwh.
Ralimwlity and Pragmatism (2000) es algo distinto: un Pcirce que ha
modificado la estrategia trascendental denvada de su herencia kantiana
para aproximarse al "critic..tl ｣ｯｭｮＭｾｳｩＢ＠ escocés a la hora de justi-
ticar la racwnalldad de nuestro empleo del método ｣ｩｮｴ￭ｦｾＮＺｯ＠ (véase, en
particular, el capitulo 8).
Por si fuera poco, Hookway ha logrado cng¡r un Pcirce en uiálogo con
la filosofía ｣＼ｭｴ･ｰｯｲＮｾｮ｡＠ y, en part1cular. con las ｴ･ｯｲ￭｡ｾ＠ contempo-
ráneas uc la evaluacitín y la racíonaltdaJ epístémica. De hecho, una de las
¡,rrandes vtrtutlcs del libro lk Hookway es ;;u fertilidad a In hora de
generar hipótests que vmculen la filosofía de Peirce con las actuales
investigacíone-. sobre teoría ue la verdad. Sobre el vfnculo entre verdad y
normatindad eptstétmca Hookway levanta el eje conceptual sohre el que
gírn su mterprctactón, u saber. la concepctón peirctana del auto-control.
Los capítulos del libro se agrupan en una .scne de temas que Hookway
constdera centrales para dtscutir esa concepción las ｲ｣ｬｯＮｾｩｮ･ｳ＠ emrc
verdad, refcrencta y crecimiento científiCO. el de;;:mollo de una metafísica
ｾＺｴ･ｮｩｦ｣｡Ｌ＠ la filosofía crítica del sentido común, las relaciOnes emre la
ＵＱｾ＠
RES ｅＺ｜ｾ＠ AS
teoría y la pnictica y la funt.:tón de los sentimientos y las emoc1ones en la
racionalidad
Ofrecer una imcrpretac.:ión uniticatla de un autor tan polífacéttco y
(tan disperso) como Pe1rce es una tarea difícil Hookway se aplica a ella
tlesde la convicción de que Peircc fue, ante todo, un lógico. Y no solo un
lógico formal, pues la concepctón petrct,lna de la lóg1ca (como la de John
Dewcy) abarca buena parte de lo que en nuestros tlías seria filosofía y
metodología de la ctencta, epistemología y filosofía del lenguaje En la
lectura de Hookway. lo que unificaría estas aportaciones de Peirce sería
estándares normativos tic la investigación ...estándares (que) nos permiten
eJercer autocontrol ractonal (lógico). investigar de una manera respon-
sahlc y efecuva' (p 3). (2) una identificactón ul! las fuente-; 16gicas de las
ｱｵｾ＠ se derivan estos ･ｾｴ￡ｮ､｡ｲｳﾷ＠ los rasgos formah.:s de los conceptos y
represcntacwnes. la estructura abstracta de las inferencias inductivas y
deductivas: y (3) Uíla JUStificación tic la racionalidad de nuestro uso tle
esos .::stándares Si bien la semiótica, la fenomenología de las categorías y
los estudios de Peirce sohrc normativídad ética y estética están directa-
mente impltcados en las Jos primera-; tareas. ya en su primer libro
Hookway mostraba convincentemente que la metalísica y la cosmología
e\ 1luu .·a de Peirce han de .ser entendtdas en relación a la tercera. En los
capítulos 6 y 7 de Trwh. Rationu/lty ami Pragmall.Sm Hookway retoma
este tema
Por otra parle, otro de los grandes méritos Jel ltbrn de Hoqkway
reside en su tratamtento h1stónco. Hookwuy argumenta plausiblemente
sohre la cvoluctón del pcnsamtcnto de Petrce· en su opinión. las te ..;is que
Pe1rce ddiendc en la década de 1880 deben ser cntcndtdas como res-
puesta tensiones prest::ntes en t"( pensamiento de Pein:e en la década de
l870. cuando aparecieron sus dos artículos rná$ célebres, "The Fi.xutton of
Belicf" y "How to Make our Ideas Clear.. En el capítulo 1 Hookway res-
cata algunol> lextos en los que, sorprendentemente. Peircc excluye u la
noción de crccncta de su teoría de I:J ctencia: "Sostengo", ailnna Pcircc.
·que la noción correcta J habitual de lo que se llama creencia tUl juega
mngún papel en la cienc10" {p 21 ). La ciencta pura. deswteresada, no
ttene que ver con la cn.:em.:ia cllo;postclonalmente entcntlída: con aquello
sobre Luya base uno está dt:spucsto a actuar Para Pem,c. la ,aencta ｌ｣￳ｮｾ＠
es un.1 bú!'.queda ､｣ｳｴｮｲ･ｾ｡＠ de la verdad. el verd..1dcro ctenllfico, el
falibilista. no se casa ...:on ,;us cunclustoncs. Hookv.ay señala acertada-
mente IJ tensión. "S¡ la a¡J/i(O(/rJI/ dt'/ mewdo cit:IIIÍ/t({} !JO produce (o 110
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