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Revolución del 43

La Revolución del 43 fue una dictadura militar en Argentina, iniciada con el golpe de
Estado del 4 de junio de 1943, que derrocó al gobierno del presidente Ramón S. Castillo,
último de la llamada Década Infame, debido al fraude electoral y corrupción sistemáticas.
Revolución del 43
El historiador Miguel Ángel Scenna la describió como «la contratapa histórica del golpe
del 6 de septiembre de 1930.» «En 1930 concluyó un gobierno legal; en 1943 terminó
un gobierno semilegal».1 ​ La dictadura convocó a elecciones generales en 1946, en las
cuales resultó victorioso su exvicepresidente, depuesto en octubre de 1945, Juan
Domingo Perón, asumiendo como presidente constitucional el 4 de junio de 1946.2 ​

Tres militares con el título de presidente se sucedieron en el mando: los generales Arturo Generales Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y
Rawson (que estuvo al mando del país durante tres días), Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell, los tres dictadores presidentes de la
Edelmiro J. Farrell. A su vez, durante este período se designaron cuatro militares en el Revolución del 43 (Golpe de Estado de 1943).
puesto de vicepresidente: Sabá H. Sueyro, Edelmiro Farrell (luego presidente), Juan
Domingo Perón y Juan Pistarini. Contexto del acontecimiento
Fecha 4 de junio de 1943 al 4
En su transcurso el sindicalismo accedió al poder político por primera vez en la historia de junio de 1946
argentina, con una alianza conformada principalmente por las corrientes socialista y Sitio  Argentina
sindicalista revolucionaria, liderada por el entonces coronel Perón, que dio origen al
peronismo. Impulsores Arturo Rawson
Influencias Nacionalismo
ideológicas de los Anticomunismo
impulsores Catolicismo
Índice Sindicalismo
Antecedentes Gobierno previo
La Década Infame (1930-1943) Gobernante Ramón S. Castillo
La Segunda Guerra Mundial
Forma de gobierno Gobierno fraudulento
Situación económica y social Gobierno resultante
El golpe del 4 de junio Gobernante Arturo Rawson
Los organizadores del golpe y el rol del GOU Pedro Pablo Ramírez
La fugaz dictadura del general Rawson Edelmiro Farrell
Forma de gobierno Gobierno de facto
Dictadura del general Pedro Pablo Ramírez
Primeras medidas
La renuncia del Almirante Storni
La política educativa y la oposición estudiantil
Noviembre de 1943: surgimiento de Perón y protagonismo sindical
Abandono de la neutralidad y crisis del gobierno de Ramírez
Caída de Ramírez
Dictadura del general Edelmiro Farrell
Presión de Estados Unidos
Política laboral y social
Represión política
Política industrial
El 45
Peronismo vs. antiperonismo
El 17 de octubre de 1945
Las elecciones presidenciales de 1946
Las fuerzas políticas
La campaña
Las elecciones

Marcha del 4 de junio


Notas
Referencias
Bibliografía
Véase también

Antecedentes
El golpe de Estado del 4 de junio de 1943 tuvo lugar en el contexto nacional de la llamada Década Infame , que lo precedió, y en los años
finales de la Segunda Guerra Mundial. Con elecciones programadas para septiembre de ese año, con el acercamiento a los aliados tanto de ese
partido como del eventual sucesor del presidente Castillo, con la posibilidad de que esta vez el fraude no llegase a alcanzar a torcer la victoria
del radicalismo como lo había hecho en las elecciones de 1937 y el acercamiento tanto de ese partido como del delfín del presidente Castillo a
los aliados, el golpe resultaba impostergable. 3 ​

La Década Infame (1930-1943)

La llamada Década Infame se inició con el golpe militar del 6 de septiembre de 1930 liderado por el
general corporativista nacionalista católico José Félix Uriburu que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen
de la Unión Cívica Radical, quien había sido elegido democráticamente para ejercer su segundo mandato
en 1928. El 10 de septiembre, José Félix Uriburu fue reconocido como presidente de facto de la Nación
por la Corte Suprema mediante la acordada que dio origen a la doctrina de los gobiernos de facto y que
sería utilizada para legitimar a todos los demás golpes militares.4 ​El gobierno proscribió a la Unión Cívica
Radical.

El 5 de abril de 1931 se celebraron las elecciones bonaerenses, con un resultado imprevisto para el
gobierno: pese a que este consideraba al radicalismo completamente "fuera de la historia", y a que este no
organizó una campaña electoral ni tenía apoyo de la prensa, el candidato radical Honorio Pueyrredón
obtuvo el triunfo. Pese a que en el Colegio Electoral el radicalismo quedó varios votos por detrás y debía
negociar con los socialistas para obtener la gobernación, el gobierno entró en pánico y la mayoría de los
Los cuatro presidentes de la
ministros presentó la renuncia. Uriburu reorganizó el gabinete, nombrando ministros del sector "liberal". El
“década infame”: Uriburu, Justo,
8 de mayo suspendió el llamado al colegio electoral provincial, y nombró gobernador de facto de la
Ortiz y Castillo.
provincia de Buenos Aires a Manuel Ramón Alvarado.5 ​

Pocas semanas más tarde estalló una revolución en la provincia de Corrientes, dirigida por el teniente
coronel Gregorio Pomar; aunque fue rápidamente reprimida, dio a Uriburu la excusa que buscaba: clausuró todos los locales de la UCR, arrestó
a docenas de dirigentes y prohibió a los colegios electorales elegir políticos vinculados directa o indirectamente con Yrigoyen; Pueyrredón había
sido ministro de Yrigoyen, lo que significaba que no podía ser elegido, pero además fue expulsado del país junto con Alvear. Además suspendió
las elecciones de gobernadores planeadas para las provincias de Córdoba y Santa Fe.6 ​En el mes de septiembre llamó a elecciones para el mes
de noviembre, y poco después anuló las elecciones en Buenos Aires.7 ​

Luego del fracaso del ensayo corporativista gobernó Argentina una alianza política representaban el liberalismo conservador tradicional de
Argentina8 ​ que se denominó la "Concordancia" que fue una alianza política formada entre el Partido Demócrata Nacional (también conocido
simplemente como Partido Conservador), la Unión Cívica Radical Antipersonalista y el Partido Socialista Independiente que gobernó el país
durante la llamada década infame entre 1932 y 1943, a través de los presidentes Agustín P. Justo (1932-1938), Roberto M. Ortiz (1938-1940) y
Ramón S. Castillo que debió completar el período por muerte del presidente Ortiz (1940-1943).

Este período se caracterizó por el comienzo del nuevo modelo económico conocido como industrialización por sustitución de importaciones.

En 1943 debían realizarse elecciones para elegir a un nuevo presidente y se descontaba un nuevo fraude electoral que daría la presidencia al
cuestionado empresario azucarero Robustiano Patrón Costas, hombre fuerte de Salta en las anteriores cuatro décadas. La asunción de Patrón
Costas como presidente aseguraba la continuidad y profundización del régimen fraudulento.

La Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo una decisiva y compleja influencia en los acontecimientos políticos argentinos y en particular en
el golpe de Estado del 4 de junio de 1943.

En el momento en que la Segunda Guerra Mundial se inició, Gran Bretaña tenía una influencia económica determinante en Argentina. Por otra
parte Estados Unidos había adquirido una presencia hegemónica en todo el continente y se preparaba a desplazar definitivamente a Gran
Bretaña como poder hegemónico en Argentina. La guerra resultó un momento óptimo para ello, sobre todo a partir del momento que Estados
Unidos abandonó la neutralidad debido al ataque sufrido en 1941 en Pearl Harbor, por parte de Japón.

La Argentina tenía una larga tradición «neutralista» frente a las guerras europeas, que había sido sostenida y defendida por todos los partidos
políticos desde el siglo XIX. Las causas del «neutralismo» argentino son complejas, pero una de las más importantes está relacionada con la
condición de proveedor de alimentos para los británicos y Europa en general. Tanto en la primera como en la segunda guerra, Gran Bretaña
necesitaba garantizar el abastecimiento de alimentos (granos y carnes) a su población y a sus tropas, y ello hubiera sido imposible si la Argentina
no mantenía la neutralidad, ya que sus barcos de carga hubieran podido ser atacados, interrumpiendo el suministro.9 10 ​ ​ Simultáneamente, la
Argentina había mantenido una posición tradicionalmente reticente a la visión hegemónica del panamericanismo que había impulsado Estados
Unidos desde fines del siglo XIX.

En diciembre de 1939 el gobierno argentino consultó con Gran Bretaña la posibilidad de abandonar la neutralidad y unirse a los Aliados. El
gobierno británico rechazó de plano la proposición reiterando el principio: la principal contribución argentina eran los suministros y para
garantizarlos era necesario mantener la neutralidad. Por entonces también Estados Unidos sostenía una posición «neutralista» consolidada por
las leyes de Neutralidad de 1935-1939 y su tradicional «aislacionismo», aunque esa posición variaría radicalmente cuando sus bases militares en
el Pacífico fueron atacadas por Japón el 7 de diciembre de 1941.10 ​
Luego de Pearl Harbor, en la III Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores (Conferencia de Río de 1942) realizada en enero
de 1942, Estados Unidos intentó que todos los países americanos lo siguieran en bloque ingresando a la guerra. Para Estados Unidos, que no
resultaba afectado de ningún modo por la interrupción del comercio entre Argentina y Europa, la Segunda Guerra Mundial se le presentaba
como una excelente oportunidad para terminar de imponer su hegemonía continental, tanto política (expresada en el panamericanismo) como
económica y desplazar definitivamente a Gran Bretaña de su punto fuerte en América. Pero Argentina, a través de su canciller, Enrique Ruiz
Guiñazú, se opuso a la entrada en la guerra de los países americanos en bloque, frenando la propuesta estadounidense. A partir de entonces la
presión norteamericana no dejaría de crecer hasta hacerse irresistible.

Frente a la guerra, la población argentina se dividía en dos grandes grupos: «aliadófilos» y «neutralistas». El primer grupo era favorable al
ingreso de Argentina en la guerra en el bando aliado, mientras que el segundo sostenía que el país debía mantenerse neutral. Un tercer grupo,
los «germanófilos», era francamente minoritario[cita requerida] y ante la imposibilidad de que Argentina entrara a la guerra apoyando al Eje, solía
apoyar la neutralidad confundiéndose con los neutralistas.[cita requerida]

Tanto el presidente de la Unión Cívica Radical Antipersonalista Roberto Marcelino Ortiz (1938-1942) como el conservador Ramón Castillo
(1942-1943) habían mantenido la neutralidad, pero era seguro que el candidato oficial Robustiano Patrón Costas le declararía la guerra al Eje.
Esta circunstancia tuvo un enorme peso en las Fuerzas Armadas, sobre todo en el Ejército, donde la posición favorable a mantener la
neutralidad era mayoritaria.

Situación económica y social


Una de las consecuencias directas de la Segunda Guerra Mundial sobre la realidad argentina fue el salto
que dio el proceso de industrialización. En 1943 por primera vez el índice de producción industrial superó
al agropecuario.11 ​ Las exportaciones industriales aumentaron del 2,9% del total en 1939, al 19,4% en
1943, encabezadas por la industria textil.12 ​

Entre 1941 y 1946, la clase obrera industrial había crecido un 38%, pasando de 677.517 a 938.387
trabajadores.13 ​ Las fábricas se concentraron principalmente en el área urbana de Buenos Aires que en
1946 reunía el 56% de los establecimientos industriales y 61% del total de obreros del país.14 ​
1943 fue un año de gran
Por otra parte la Gran Depresión de 1929 había limitado la corriente migratoria europea, de modo tal que
crecimiento de la industria y de la
una nueva corriente de migraciones internas estaba transformando por completo, cuantitativa y
clase obrera. Las
culturalmente, a la clase obrera. En 1936 el 36% de la población de la ciudad de Buenos Aires era
transformaciones
extranjera y sólo un 12% provenía el interior del país (zonas rurales y pequeñas ciudades); para 1947 los
socioeconómicas anticipaban
extranjeros se habían reducido al 26% y los migrantes internos se habían duplicado alcanzando el 29%.15 ​ grandes cambios sociopolíticos.
Entre 1896-1936 el promedio anual de provincianos que llegaban a Buenos Aires era de 8.000; ese
promedio ascendió a 72.000 entre 1936-1943 y a 117.000 entre 1943-1947.16 ​

Las nuevas condiciones socioeconómicas y la concentración geográfica anticipaban grandes cambios sociopolíticos con epicentro en Buenos
Aires.

El golpe del 4 de junio


Si bien las Fuerzas Armadas habían sido uno de los pilares que sostuvieron a los sucesivos
gobiernos de la Década Infame,[cita requerida] su relación con el poder se había ido deteriorando en
los últimos años, de la mano del cambio generacional en su composición y sobre todo, de la mano
del proceso de industrialización que comenzó sostenidamente en el país en esa década. El
desarrollo de la industria en Argentina (y en muchas partes del mundo) se realizó de un modo
íntimamente relacionado con las Fuerzas Armadas y las necesidades de la defensa nacional.

El presidente Ramón S. Castillo había enfrentado varias conspiraciones militares e intentos fallidos
de golpe de Estado y en ese momento se estaban produciendo varias conspiraciones cívico-
militares (como la del GOU, la que llevaban adelante el radical Ernesto Sammartino y el general
Arturo Rawson,17 ​ las operaciones que llevaba adelante el radical unionista Emilio Ravignani,
etc.)17 ​Sin embargo el golpe del 4 de junio de 1943 no fue previsto por nadie y se realizó con una
gran dosis de improvisación y, a diferencia de todos los golpes que se produjeron en el país, casi
sin participación civil.18 ​

El hecho concreto que desencadenó el golpe militar fue la renuncia que el presidente Castillo le Los generales Arturo Rawson y Pedro
exigió el 3 de junio a su ministro de Guerra, el general Pedro Pablo Ramírez, por haberse Pablo Ramírez saludan a la multitud en
entrevistado el 26 de mayo con un grupo de dirigentes de la Unión Cívica Radical que le Plaza de Mayo el día del golpe de Estado,
ofrecieron la candidatura a presidente en las elecciones que se avecinaban, encabezando la Unión 4 de junio de 1943.
Democrática,19 ​ una alianza que el ala moderada del radicalismo (los unionistas) estaba tratando
por entonces de concretar junto al Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista con apoyo
del comunismo.20 ​
El golpe se decidió el día anterior en una reunión en Campo de Mayo dirigida por los generales Arturo Rawson y Pedro Ramírez. No
participaron de esa reunión el general Edelmiro Julián Farrell ni el coronel Juan Domingo Perón, quienes más adelante fueron los conductores
máximos de la Revolución del 43; Farrell se excusó de participar del grupo golpista invocando razones personales cuando fue invitado por el
general Rawson, y Perón no pudo ser hallado.21 ​

En la madrugada del 4 de junio salió de Campo de Mayo, al noroeste de la Ciudad de Buenos Aires, una fuerza militar de 8000 soldados
encabezada por los líderes del levantamiento: los generales Arturo Rawson y Elbio Carlos Anaya, los coroneles Emilio Ramírez y Fortunato
Giovannoni y el teniente coronel Tomás A. Ducó (presidente del Club Huracán). Al llegar a la Escuela de Mecánica de la Armada, en el barrio
de Núñez, la columna fue atacada por fuerzas leales atrincheradas allí, resultando del combate 30 muertos y 100 heridos.22 ​Rendida la ESMA
el presidente Castillo se embarcó en el rastreador ARA Drummond23 ​ con orden de alejarse en dirección a Uruguay, dejando sola la Casa
Rosada donde ingresaron los generales Juan Pistarini, Armando Verdagauer, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell, y los almirantes Sabá H.
Sueyro y Guisasola, quienes recibieron a la columna rebelde poco después del mediodía, asumiendo el general Arturo Rawson como
presidente.24 ​

En un primer momento todas las fuerzas políticas y sociales apoyaron el golpe, con mayor o menor entusiasmo, con la única excepción del
Partido Comunista.25 ​ Lo mismo sucedió con Gran Bretaña y Estados Unidos, que recibieron el golpe «con gritos de satisfacción», según
refiere sir David Kelly, embajador británico en Argentina en ese momento.26 ​La embajada alemana, por el contrario, quemó sus archivos el día
anterior.27 ​

Las caracterizaciones del golpe varían mucho entre los especialistas. José Luis Romero,nota 1 ​ lo consideró una «maniobra de salvataje del
grupo comprometido con la infiltración nazi, complicado con la prevención de un viraje de Castillo hacia los Estados Unidos» 28 ​ Miguel
Ángel Scennanota 2 ​ lo describió como "la contratapa histórica del golpe del 6 de septiembre de 1930… En 1930 concluyó un gobierno legal;
en 1943 terminó un gobierno semilegal".29 ​ Desde el movimiento obrero, la CGT N.º 2 caracterizó el golpe diciendo que "Con la caída de
Castillo el pueblo trabajador perdió un enemigo, los especuladores un aliado, la coima y el peculado un indiferente y el nazi-fascismo su mejor
amigo".30 ​

Los organizadores del golpe y el rol del GOU


Por aquel entonces las Fuerzas Armadas argentinas estaban integradas solamente por dos fuerzas: el Ejército y la Armada. Esta última estaba
integrada por oficiales provenientes en general de sectores aristocráticos y de clase alta. El Ejército, por el contrario, venía sufriendo importantes
cambios en su integración, apareciendo nuevos grupos de oficiales provenientes de sectores medios y medios bajos, con nuevas ideas sobre la
defensa vinculadas a la exigencia de la industrialización y las empresas militares y a la necesidad de un rol activo del Estado para promover
estas actividades.

El Ejército estaba dividido en dos grandes sectores: nacionalistas y liberales. Sin ser grupos homogéneos, los primeros tenían en común una
preocupación especial por el desarrollo de la industria nacional, las relaciones con la Iglesia católica y una posición internacional autónoma;
muchos de ellos mantenían relaciones estrechas con el radicalismo y en general provenían de sectores de clase media. Los segundos, los
liberales, compartían una posición de acercamiento a los grandes grupos de poder económico, mayoritariamente británicos o estadounidenses,
sostenían la premisa de que el país debía tener una estructura productiva básicamente agrícola-ganadera y solían provenir o pertenecían a la
clase alta.

Los grandes cambios políticos, económicos y sociales que se habían producido durante la década de 1930 impulsaron la aparición de una
multiplicidad de grupos con nuevos enfoques, no solo en las Fuerzas Armadas, sino en todos los sectores políticos y sociales. Esta
heterogeneidad era mantenida bajo control por el liderazgo indiscutido que el general Agustín Pedro Justo tenía en el ámbito militar. Pero Justo
murió precisamente el 11 de enero de 1943, dejando al Ejército sin la contención de su liderazgo y desatando un proceso de realineamientos y
luchas internas entre los diversos grupos militares.

La mayoría de los historiadores de todas las tendencias consideraron que en la organización del golpe de Estado y en el gobierno militar surgido
del mismo, jugó un rol decisivo el GOU, Grupo de Oficiales Unidos, una agrupación militar creada el 10 de marzo de 1943 y disuelta el 23 de
febrero de 1944.31 ​ Sin embargo, más recientemente, algunos historiadores han puesto en duda la verdadera influencia del GOU, calificándola
de «mito».32 ​

El historiador estadounidense Robert Potash, que ha estudiado en detalle la actuación del ejército en la historia argentina moderna, ha
relativizado mucho la participación del GOU en el golpe de Estado del 4 de junio:

La dirección del GOU no controlaba directamente los recursos militares necesarios para realizar una revolución... El movimiento
militar del 4 de junio no fue resultado de un plan elaborado cuidadosamente por el GOU, o siquiera por cualquier otro grupo de
oficiales... Más bien fue una rápida improvisación cuyos participantes apenas concertaron acuerdos en relación con objetivos
específicos, fuera del derrocamiento del presidente Castillo.33 ​

Los historiadores no concuerdan sobre muchas de las circunstancias del GOU pero hay consenso en que se trató de un grupo reducido de
oficiales, con un peso importante de los de menor graduación, sobre todo coroneles y tenientes coroneles. El GOU carecía de una ideología
precisa, pero todos sus integrantes compartían una visión nacionalista, anticomunista, «neutralista» frente a la guerra y sumamente preocupada
por terminar con los actos abiertos de corrupción de los gobiernos conservadores.

Los miembros fundadores del GOU en mayo de 1943 fueron:34 ​


Coroneles: Miguel Á. Montes, Enrique P. González, Juan D. Perón35 ​ y Emilio Ramírez (hijo del general Pedro Pablo
Ramírez). A mediados de julio se sumaría Eduardo Ávalos completando el grupo de mando. Los últimos serían conocidos
como «los cuatro coroneles».36 ​
Tenientes coroneles: Urbano de la Vega, Domingo Mercante, Oscar A. Uriondo, Julio Lagos (sería uno de los jefes de la
Revolución Libertadora), Severo Eizaguirre, Tomás A. Ducó (destacado dirigente de fútbol), Arturo Saavedra, Aristóbulo
Mittelbach, Bernardo Menéndez,37 ​Agustín de la Vega y Bernardo Guillanteguey.
Mayores: Heráclito Ferrazano, Fernando González y Héctor Ladvocat.
Capitán: Francisco Filippi (yerno del general Pedro Pablo Ramírez).

Potash y Félix Luna consideran que los iniciadores del grupo fueron Juan Carlos Montes y Urbano de la Vega. Se sabe también que los
hermanos Montes eran activos radicales yrigoyenistas, con estrechas relaciones con Amadeo Sabattini (UCR), quien a su vez era íntimo amigo
de Eduardo Ávalos con quien también mantenía una relación estrecha.38 ​ Por su parte el historiador Roberto Ferrero sostiene que los dos
"cerebros" del GOU eran Enrique P. González y Emilio Ramírez.39 ​ Finalmente, los generales Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell,
mantenían estrechos contactos con el GOU; el primero y futuro presidente, era padre del coronel Ramírez y suegro del capitán Filippi.

Los historiadores no concuerdan respecto del papel desempeñado por Perón en el GOU. Algunos, como Hugo Gambini y Fermín Chávez,
desde posiciones políticas divergentes, consideran que Perón, aún con un grado militar relativamente bajo, fue el cerebro y el verdadero líder del
GOU. Otros, como Félix Luna y Ferrero, le asignan a Perón un papel relativamente menor al comienzo. Potash opina que jugó un rol
importante en su organización pero compartido con otros líderes como Ramírez, González y Montes. Por su parte Rogelio García Lupo sostiene
que el GOU era en gran medida un mito, una operación de inteligencia militar.40 ​Lo cierto es que Perón no ocupó cargos importantes de poder
en el gobierno hasta fines de 1943, cuando asumió la Secretaría de Trabajo.

La presencia del GOU expresaba el avance de los oficiales jóvenes del Ejército, muchos de ellos provenientes de sectores medios y bajos sin
influencia, que encontraron un momento histórico oportuno para dar un paso al frente en 1943, al morir el general Agustín P. Justo, quien había
controlado el Ejército por casi dos décadas. Precisamente, la Revolución del 43 se caracterizó por la ausencia de un liderazgo definido.

Más allá del debate sobre la verdadera influencia del GOU en la Revolución del 43, las Fuerzas Armadas, sobre todo a partir de la muerte del
general Justo, era un conjunto inestable de grupos de ideologías imprecisas y relativamente autónomos, que estaban desarrollando relaciones
con los viejos y nuevos factores de poder y que irían asumiendo posiciones definidas a medida que el proceso fuera desenvolviéndose.

La fugaz dictadura del general Rawson


El general Arturo Rawson era un ferviente católico, miembro del conservador Partido Demócrata Nacional y de
una tradicional familia de la aristocracia argentina. Rawson dirigía un grupo de conspiradores que ha sido llamado
«los generales del Jousten» debido al restaurante-hotel ubicado en Corrientes y 25 de Mayo donde se reunían.

El grupo estaba integrado por militares que ocuparían altos cargos en el gobierno surgido del golpe: el general
Diego I. Mason (Agricultura) y los contraalmirantes Benito Sueyro (Marina) y Sabá H. Sueyro (vicepresidente),
hermanos entre sí. También formaba parte del grupo, como operador civil, el dirigente Ernesto Sammartino (UCR),
quien fue convocado por Rawson luego del golpe para organizar el gabinete; pero cuando llegó a la Casa Rosada,
en el desorden de la revolución, nadie le avisó a Rawson de su presencia en la sala de espera, por lo que luego de
esperar un tiempo prudencial se retiró a su casa.42 ​

Rawson eligió su gabinete incluyendo tres amigos personales ligados al régimen depuesto y de reconocida Hotel Jousten, en la
pertenencia derechista, el general Domingo Martínez, José María Rosa (hijo) y Horacio Calderón, que fueron Avenida Corrientes y 25
rechazados en forma terminante por los mandos militares, que funcionarían permanentemente en estado de Mayo, en Buenos
deliberativo a lo largo de la revolución, cuando se los comunicó. Como Rawson insistió en mantener a los Aires.41 ​Allí se reunía el
cuestionados sin obtener resultado, el día 6 de junio presentó su renuncia a un cargo que no había asumido grupo de conspiradores
formalmente y por el cual no había prestado juramento. Asumió entonces la presidencia el general Pedro Pablo conocido como Los
Generales del Jousten,
Ramírez, precisamente quien había desencadenado el golpe al ser removido por Castillo luego de su reunión con
dirigido por el general
los radicales para ofrecerle la candidatura por la Unión Democrática.43 ​
Arturo Rawson.
Dos años después, en 1945, el general Rawson intentaría organizar desde Córdoba un golpe de Estado contra
Farrell y Perón, que resultaría fallido pero que abrió camino al planteo del general Ávalos y los oficiales de Campo
de Mayo que llevaron a la renuncia y detención de Perón, en la semana previa a las movilizaciones populares del 17 de octubre.44 ​

Dictadura del general Pedro Pablo Ramírez


El 7 de junio el general Pedro Pablo Ramírez juró como presidente y Sabá Sueyro como vicepresidente. Ramírez sería presidente durante los
primeros ocho meses de la Revolución del 43. Había sido ministro de Guerra de Castillo y, pocos días antes del golpe, había sido propuesto por
un sector del radicalismo para encabezar la fórmula presidencial de una alianza opositora en formación, con el nombre de Unión
Democrática.45 ​Su primer gabinete estuvo formado íntegramente por militares con la única excepción del Ministro de Hacienda:46 ​

Ministerio de Hacienda: Jorge Santamarina


Ministerio del Interior: coronel Alberto Gilbert
Ministerio de Relaciones Exteriores: contralmirante Segundo Storni;
Ministerio de Justicia e Instrucción Pública: coronel Elbio Carlos Anaya
Ministerio de Marina: contralmirante Benito Sueyro
Ministerio de Ejército: general Edelmiro J. Farrell
Ministerio de Agricultura: general de brigada Diego I. Mason
Ministerio de Obras Públicas: vicealmirante Ismael Galíndez

En el gabinete no había ningún miembro del GOU pero dos de ellos fueron designados en puestos estratégicos: los
coroneles Enrique P. González en la secretaría privada de la presidencia y Emilio Ramírez, hijo del presidente,
como jefe de Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Estos dos, el coronel Gilbert y el contralmirante Sueyro, se
constituirían en el grupo íntimo del presidente Ramírez. El coronel Juan Perón quedó a cargo de la secretaría del
Ministerio de Ejército bajo el mando del ministro, el general Farrell, un cargo importante pero de menor
relevancia.46 ​

Primeras medidas

Las primeras medidas adoptadas por los gobiernos de Ramírez y Rawson limitaron las libertades individuales y
reprimieron a sectores políticos y sociales. Desde el mismo 4 de junio de 1943 las nuevas autoridades efectuaron
detenciones de dirigentes y militantes comunistas que en su mayoría fueron alojados en cárceles de la Patagonia,
como la ubicada en la ciudad de Neuquén, en tanto otros pudieron escapar a la clandestinidad o al exilio en
El general Pedro Pablo
Uruguay.47 ​
Ramírez al tomar
El 6 de junio se detuvo y envió al Sur a los directivos de la Federación Obrera de la Industria de la Carne, sus juramento a su primer
gabinete, 7 de junio de
locales fueron clausurados y el secretario general José Peter estuvo preso sin proceso un año y 4 meses. En julio el
1943. Fue presidente
gobierno declaró disuelta la CGT n.º 2, donde estaban los sindicatos que apoyaban a los partidos socialista y
durante los primeros
comunista a partir de la escisión de la Confederación General del Trabajo ocurrida en octubre de 1942.48 ​
ocho meses de la
Revolución del 43.
El 15 de junio el gobierno disolvió la asociación proaliada Acción Argentina. En agosto se aprueba un régimen de
asociaciones profesionales que acentúa el control del Estado sobre los sindicatos.49 ​El 23 de agosto se nombró un
interventor militar en la Unión Ferroviaria, el sindicato de los trabajadores de las empresas de ferrocarril, desplazando a sus autoridades.

Se resolvió disolver el Congreso Nacional e intervenir la Universidad Nacional del Litoral. Estas medidas abrirían la confrontación con amplios
sectores políticos y sociales, en especial con el movimiento estudiantil.

Simultáneamente con estas medidas el gobierno de Rawson dispuso el congelamiento de alquileres y arrendamientos rurales, que tuvo un efecto
positivo entre los trabajadores y los chacareros (pequeños y medianos productores rurales), y la creación de una Comisión Investigadora
(Matías Rodríguez Conde, Juan Sabato y Juan P. Oliver) del escándalo de la CHADE, que tenía como misión profundizar la lucha contra la
corrupción y que produjo el conocido Informe Rodríguez Conde, que fue terminado el 27 de mayo de 1944 proponiendo dos decretos para
retirar a la CHADE su personería jurídica, anulando las prórrogas y reduciendo las tarifas. Sin embargo el informe no fue publicado sino hasta
1956 y los proyectos no fueron siquiera tratados por decisión del entonces vicepresidente de facto Juan D. Perón.50 ​ CHADE fue una de las
pocas empresas no estatizadas durante el gobierno de Perón (1946-1955), puesto que ella había ayudado financieramente en la campaña de
Perón para las elecciones.51 ​

La renuncia del Almirante Storni

En esos primeros meses también se produjo el incidente que llevaría a la renuncia del ministro de
Relaciones Exteriores Segundo Storni. Storni era uno de los pocos militares argentinos por entonces que
tenía simpatías por los Estados Unidos donde había vivido varios años. Si bien era un nacionalista, también
era «aliadófilo» y partidario de que la Argentina ingresara a la guerra. En ese camino, el 5 de agosto de
1943 le envió una carta personal al secretario de Estado norteamericano, Cordell Hull, anticipándole que
era intención de Argentina romper relaciones con las potencias del Eje, pero también le solicitaba paciencia
para ir creando un clima de ruptura en el país, a la vez que algún gesto de los Estados Unidos en materia de
suministro de armamentos, que fuera aislando a los «neutralistas». Con el fin de presionar al gobierno
argentino, Cordell Hull hizo pública la carta de Storni, cuestionando además en duros términos el
tradicional «neutralismo» argentino.52 ​

El hecho produjo un resultado contrario al esperado, causando un recrudecimiento del ya fuerte sentimiento
antinorteamericano —sobre todo en las Fuerzas Armadas— llevando a la renuncia de Storni y a su
reemplazo por un «neutralista», el coronel Alberto Gilbert, que hasta entonces se desempeñaba como
Ministro del Interior. Para ocupar este último cargo, a su vez, Ramírez designó un miembro del GOU, el
coronel Luis César Perlinger, un nacionalista católico-hispanista que al año siguiente encabezaría la El Secretario de Estado de
reacción de derecha contra el dúo Farrell-Perón. Estados Unidos, Cordell Hull,
causó la renuncia del «aliadófilo»
La renuncia de Storni arrastró las de Santamarina (Hacienda), Galíndez (Obras Públicas) y Anaya
canciller argentino, el almirante
(Justicia), y abrió las puertas del gobierno al sector ultraderechista del nacionalismo católico-hispanista, que
Segundo Storni, y su reemplazo
ocupó también el nuevo Ministerio de Educación a través del conocido escritor Gustavo Martínez Zuviría
por el «neutralista» coronel
Alberto Gilbert.
(Hugo Wast). Hasta entonces, pese a las presiones de los nacionalistas, Ramírez había sostenido en sus cargos a los dirigentes "liberales"; pero
la caída de Storni y el ascenso de Perlinger llevó a los nacionalistas a la hegemonía en el gobierno.

La política educativa y la oposición estudiantil

La Revolución del 43 le entregó la gestión educativa al nacionalismo católico-hispanista de derecha. El proceso comenzó el 28 de julio de 1943
cuando el gobierno intervino la Universidad Nacional del Litoral nombrando interventor a Jordán Bruno Genta. La Federación Universitaria del
Litoral (FUL) protestó enérgicamente por la designación de Genta, a lo que el gobierno militar respondió deteniendo a su secretario general y
expulsando a los estudiantes y profesores que manifestaron su oposición.

La universidad argentina se regía por los principios de la Reforma Universitaria de 1918 que estableció la autonomía universitaria, la
participación de los estudiantes en el gobierno universitario y la libertad de cátedra. Genta, conocido por sus ideas ultraderechistas y
antirreformistas, a poco de asumir sostuvo que el país necesitaba crear «una aristocracia de la inteligencia, nutrida de la estirpe romana e
hispánica».53 ​ Estas declaraciones produjeron el primer enfrentamiento entre las fuerzas que adherían a la Revolución del 43, cuando el grupo
nacionalista radical FORJA, que apoyaba a la Revolución del 43, criticó duramente el discurso de Genta considerando que era «la alabanza
máxima al bandidaje universitario que ha traficado con todos los bienes de la Nación».54 ​ Debido a estas declaraciones el gobierno militar
encarceló a Arturo Jauretche.55 ​

Si bien Genta fue obligado a renunciar, la confrontación del gobierno con el movimiento estudiantil se generalizó y polarizó al extremo, en tanto
que el sector nacionalista católico-hispanista siguió avanzando y ocupando posiciones de importancia en el gobierno militar. Para el mes de
octubre, Ramírez había intervenido todas las universidades y profundizado la participación del nacionalismo católico de derecha, con la
incorporación ya mencionada de los ministros Perlinger y Martínez Zuviría, a la vez que declaraba fuera de la ley a la Federación Universitaria
Argentina (FUA).

La ideología de este grupo (ultracatólica, hispanista, elitista, antidemocrática y antifeminista) fue definida en aquel momento a través de varias
frases provocadoras:

Sarmientonota 3 ​trajo tres plagas al país: los italianos, los gorriones y las maestras normales.56 ​

La escuela laica es una invención diabólica.57 ​

Debemos cultivar y mantener nuestra personalidad diferenciada, dentro del tronco institutor, que es criollo, por lo tanto hispánico,
católico, apostólico y romano.58 ​

La dignificación de la mujer consiste en no sustraerla de su menester específico.58 ​

Es de este período que datan la mayor parte de los incidentes entre el gobierno militar y los estudiantes universitarios que suelen citarse,
atribuyéndolos a la época pero sin precisión.

Entre los funcionarios del nacionalismo católico-hispanista de derecha que ocuparon funciones de gobierno durante la Revolución del 43 se
encuentran: Gustavo Martínez Zuviría (ministro de Educación), Alberto Baldrich (ministro de Educación), José Ignacio Olmedo (Consejo
Nacional de Educación), Jordán Bruno Genta y luego Salvador Dana Montaño (interventor de la UNL), Tomás D. Casares (interventor de la
UBA), Santiago de Estrada (interventor de la UNT), Lisardo Novillo Saravia (interventor de la UNC), Alfredo L. Labougle (rector de la
UNLP), Juan R. Sepich (director del Colegio Nacional Buenos Aires rebautizado con su nombre colonial, Colegio Universitario San Carlos).

El 14 de octubre de 1943 un grupo de 150 personalidades políticas y culturales encabezadas por el científico Bernardo Houssay firmaron una
Declaración sobre democracia efectiva y solidaridad latinoamericana, pidiendo la convocatoria a elecciones y el ingreso del país a la guerra
contra el Eje.59 ​Ramírez respondió cesanteando a aquellos firmantes que eran empleados del Estado.

El 7 de junio de 1943 se creó el Consejo Superior de las Transmisiones Radiotelefónicas, cuya primera resolución fue presentar una larga lista
de palabras y locuciones mal empleadas en el lenguaje corriente que debían «proscribirse de la radiofonía».60 ​ También se debía suprimir
cualquier referencia a la embriaguez o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas inmorales o negativas para el idioma o para el
país.61 ​Como consecuencia muchos tangos cuyas letras o títulos no se ajustaban a estas normas debieron cambiarlos al grabarlos o emitirlos en
vivo. Las restricciones continuaron al asumir el gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón, quien en 1949 las dejó sin efecto a
pedido de directivos de Sadaic.62 61
​ ​

Noviembre de 1943: surgimiento de Perón y protagonismo sindical

Los historiadores tienen diversas opiniones sobre el grado de influencia que Juan Perón tenía en la política argentina antes del 27 de octubre de
1943, al asumir la dirección de una repartición insignificante: el Departamento de Trabajo.63 ​ Lo cierto es que esta fue la primera repartición
estatal dirigida por Perón y que es recién a partir de entonces que su figura comienza a tomar relevancia pública, de la mano del ingreso de los
sindicatos al primer plano de la vida política nacional.

El gobierno de Ramírez había asumido frente a los sindicatos una actitud similar a los gobiernos antecesores: escasa importancia política e
institucional, incumplimiento generalizado de las leyes laborales, simpatía pro-patronal y represiones puntuales.
En 1943 el movimiento obrero argentino, el más desarrollado de América Latina por entonces, estaba
dividido en cuatro centrales: CGT N.º 1 (mayoritariamente socialistas y sindicalistas revolucionarios)
donde estaban los poderosos sindicatos ferroviarios, CGT N.º 2 (socialistas y comunistas), la pequeña USA
(sindicalistas revolucionarios) y la ya casi inexistente FORA (anarquistas). Una de las primeras medidas de
Ramírez fue disolver la CGT N.º 2, dirigida por el socialista Francisco Pérez Leirós, y que incluía
importantes sindicatos como el de empleados de comercio encabezado por el socialista Ángel Borlenghi y
los sindicatos comunistas (construcción, carne, etc.), acusándola de extremista. Paradójicamente la medida
tuvo como efecto inmediato la afiliación de muchos de los sindicatos de la CGT N.º 2, a la ahora única
CGT, dirigida por el también socialista José Domenech, fortaleciéndola.

Poco después el gobierno sancionó una legislación sobre sindicatos, que si bien cumplía algunas
expectativas sindicales, al mismo tiempo permitía la intervención de los mismos por parte del Estado. En
seguida el gobierno de Ramírez hizo uso de esa ley para intervenir los poderosos sindicatos ferroviarios y
corazón de la CGT, la Unión Ferroviaria y La Fraternidad. En octubre una serie de huelgas fueron
respondidas con el arresto de decenas de dirigentes obreros. Pronto resultó evidente que el gobierno militar
estaba integrado por influyentes sectores anti-sindicales. Periódico del sindicato ferroviario
apoyando a Perón. El coronel
Desde el momento mismo que se produjo el golpe de Estado, el movimiento sindical había comenzado a
Perón estableció una alianza con
discutir una estrategia de relacionamiento con el gobierno militar. Diversos historiadores entre los que se
un amplio grupo de sindicatos de
destacan Samuel Baily,64 ​ Julio Godio e Hiroshi Matsushita,65 ​ han demostrado que el movimiento obrero diversas tendencias que se
argentino había venido evolucionando desde fines de la década de 1920 hacia un nacionalismo organizó como corriente laborista-
laborista,nota 4 ​que implicaba un mayor compromiso de los sindicatos con el Estado. nacionalista influyendo
notablemente en el curso de la
El primer paso lo dieron los dirigentes de la CGT N.º 2, encabezados por Francisco Pérez Leirós, quienes Revolución del 43.
se entrevistaron con el Ministro del Interior, general Alberto Gilbert. Los sindicalistas le pidieron al
gobierno convocar a elecciones y le ofrecieron el apoyo de una marcha sindical a la Casa Rosada, pero el
gobierno rechazó el ofrecimiento y disolvió la CGT N.º 2.66 ​

Pocos después otro grupo sindical encabezado ahora por Ángel Borlenghi (socialista y secretario general de la
poderosa Confederación General de Empleados de Comercio en la CGT N.º 2), Francisco Pablo Capozzi (La
Fraternidad) y Juan A. Bramuglia (Unión Ferroviaria), optó aunque con reservas y desconfianza, por establecer
relaciones con un sector del gobierno militar más inclinado a aceptar los reclamos sindicales, para ir
conformando una alianza capaz de influir sobre el curso de los acontecimientos. La persona elegida para el
contacto inicial fue el coronel Domingo Mercante, hijo de un importante dirigente sindical ferroviario y
miembro del GOU. Mercante, a su vez, convocó a su socio político e íntimo amigo, el coronel Juan Perón.67 ​

Los sindicalistas propusieron a los militares crear una Secretaría de Trabajo, fortalecer la CGT y sancionar una
serie de leyes laborales que aceptaran los reclamos históricos del movimiento obrero argentino. En esa reunión
Perón intentó sintetizar el reclamo sindical definiéndolo como una política para dignificar el trabajo.68 ​

A partir de entonces los coroneles Perón y Mercante comenzaron a reunirse sistemáticamente con los
sindicatos. El 30 de septiembre de 1943 mantuvieron una reunión pública con 70 dirigentes sindicales con
motivo de una huelga general revolucionaria declarada por la CGT para octubre, apoyada por toda la
oposición. En dicha reunión los sindicalistas comunistas exigieron como condición previa a cualquier diálogo
con el gobierno, la libertad de José Peter, secretario general del Sindicato de la Carne, que había sido El dirigente sindical
recientemente encarcelado con motivo de una huelga declarada en los frigoríficos. Perón intervino socialista Ángel Borlenghi,
personalmente en el conflicto, presionó a las empresas para que realizaran un convenio colectivo con el secretario general de la
sindicato (el primero en el sector) y obtuvo la liberación del dirigente comunista.69 ​Por otra parte, Alain Confederación de Empleados
Rouquié señala que en las tratativas llevadas a cabo por los coroneles Perón y Mercante, dieron como resultado de Comercio, encabezó el
la celebración de un convenio con el flamante Sindicato Autónomo de la Carne de Berisso y Ensenada, en grupo sindical que tomó
abierta oposición a la comunista "Federación Obrera de la Industria de la Carne" (FOIC), más representativa contacto con Perón y dio
origen a la nueva corriente
y de alcance nacional.70 ​
sindical laborista-
nacionalista. Durante la
El efecto sobre el movimiento obrero fue notable y el grupo de sindicalistas partidarios de una alianza con ese
presidencia de este último
sector del gobierno militar creció, incorporando a otros socialistas como José Domenech (ferroviario), David
Borlenghi sería Ministro del
Diskin (empleados de comercio), Alcides Montiel (cervecero) y Lucio Bonilla (textil); sindicalistas
Interior y el segundo hombre
revolucionarios provenientes de la USA, como Luis Gay (telefónico) y Modesto Orozo (telefónico); e incluso a
del gobierno. Fue el primer
algunos comunistas como René Stordeur (gráficos) y Aurelio Hernández (sanidad)71 ​ y hasta trotskistas como sindicalista en Argentina en
Ángel Perelman (metalúrgico). Uno de los primeros efectos de la nueva relación establecida entre sindicalistas ocupar un cargo en el
y militares, fue la no participación de la mayoría de los sindicatos en la huelga general revolucionaria gobierno.
convocada, que pasó inadvertida.

Poco después, el 27 de octubre de 194363 ​la precaria alianza entre sindicalistas y militares logró que Ramírez designara a Perón como Director
del Departamento de Trabajo, un cargo aparentemente sin valor alguno. Una de sus primeras medidas fue remover a los interventores de los
sindicatos ferroviarios y nombrar en su lugar al coronel Mercante. Simultáneamente el Comité Central Confederal de la CGT integrado por
socialistas, decidió crear una Comisión pro Unidad Sindical con el fin de restablecer una central única, objetivo tradicional del movimiento
obrero argentino.72 ​
Un mes después, el 27 de noviembre de 1943, Perón con el apoyo del general Farrell, logró que el Presidente Ramírez aprobara la creación de
la Secretaría de Trabajo y Previsión, con un estatus similar a un ministerio y dependencia directa del Presidente de la Nación.63 ​

Como Secretario de Trabajo Perón realizó una obra notable, haciendo aprobar las leyes laborales que habían sido reclamadas históricamente por
el movimiento obrero argentino (generalización de la indemnización por despido que existía desde 1934 para empleados de comercio,
jubilaciones para empleados de comercio, Estatuto del Peón de Campo, hospital policlínico para los trabajadores ferroviarios, escuelas técnicas
para obreros, prohibición de las agencias de colocaciones, creación de la justicia laboral, aguinaldo), dando más eficacia a la policía de trabajo
ya existente para garantizar su aplicación e impulsando por primera vez la negociación colectiva, que se generalizó como regulación básica de la
relación entre el capital y el trabajo. También dejó sin efecto el decreto-ley de asociaciones sindicales sancionado por Ramírez en las primeras
semanas de la revolución, que era criticado por todo el movimiento obrero.

De la mano con esta actividad Perón, Mercante y el grupo inicial de sindicalistas que concretaron la alianza (los socialistas Borlenghi y
Bramuglia, principalmente), comenzaron a organizar una nueva corriente sindical que iría asumiendo una identidad laborista-nacionalista. El
grupo asumió una posición anticomunista ya presente en la CGT №1 y, apoyándose en el poder de la Secretaría de Trabajo, organizó nuevos
sindicatos en las ramas en que no había (químicos, electricidad, tabaco) y abrió sindicatos paralelos orientados principalmente a debilitar a los
sindicatos comunistas (carne, construcción, textiles, metalúrgicos).

Abandono de la neutralidad y crisis del gobierno de Ramírez

Para comienzos de 1944, la alianza de Perón con los sindicatos llevó a la primera gran división interna entre los militares. Básicamente
aparecieron dos grupos:

el primero, liderado por el presidente Ramírez, el general Juan Sanguinetti (interventor de la crucial Provincia de Buenos
Aires) y los coroneles Luis César Perlinger, Enrique P. González y Emilio Ramírez (el hijo del presidente), se apoyaba en el
nacionalismo católico-hispanista de derecha y cuestionaba la política laboral pro-obrera de Perón. Este grupo logró atraer a
otros sectores, de procedencias dispares, que se manifestaban preocupados por el avance sindical en el gobierno y
pretendía básicamente destituir a Farrell y reemplazarlo por el general Anaya.73 ​
el segundo, liderado por el general Farrell y el coronel Perón. Este grupo no apoyaba a Ramírez ni su plan de perpetuación
en el gobierno, y había iniciado una estrategia de dotar de bases populares a la Revolución del 43, profundizando por un
lado la exitosa alianza con los sindicatos en dirección a formar un nacionalismo laborista y por el otro, buscando apoyos en
los partidos políticos, principalmente los radicales intransigentes y específicamente Amadeo Sabattini en dirección a
consolidar el nacionalismo económico presente en el yrigoyenismo.73 ​

Ferrero sostiene que el dúo Farrell-Perón intentaba conformar un «nacionalismo popular» orientado a una salida democrática del régimen, que
confrontaba con el «nacionalismo elitista» no democrático que sostenía a Ramírez.74 ​

Superpuesta con esta división interna del poder militar, el gobierno enfrentaba una situación internacional que le era francamente desfavorable y
en la que había quedado completamente aislado. A comienzos de 1944 resultaba evidente que Alemania perdería la guerra y la presión de los
Estados Unidos para que la Argentina abandonara la neutralidad era ya irresistible.

El proceso se desencadenó el 3 de enero de 1944, cuando Ramírez reconoció al nuevo gobierno boliviano, derivado de un golpe de Estado
liderado por Gualberto Villarroel. Bolivia se declaró partidario de la neutralidad y propuso crear un Bloque Austral neutralista, junto a Argentina
y Chile, los únicos que se mantenían neutrales en América. A ello se agregó el escándalo por la detención por los británicos del marino Osmar
Helmuth, un agente secreto alemán que había sido enviado por Ramírez, Gilbert y Sueyro a comprar armas a Alemania.

Estados Unidos reaccionó enérgicamente, denunciando que Argentina había promovido el golpe de Estado boliviano, y enviando como
amenaza un portaaviones al Río de la Plata, que ancló en Montevideo. La reacción norteamericana produjo un vuelco inmediato de los líderes
militares argentinos y el 26 de enero de 1944 la Argentina rompió relaciones con Alemania y Japón.75 ​

La ruptura de relaciones produjo una crisis en el gobierno, debido al descontento generalizado en las Fuerzas Armadas, fundamentalmente en el
grupo nacionalista católico-hispanista de derecha, principal apoyo del Presidente Ramírez. Gustavo Martínez Zuviría renunció entonces al
Ministerio de Educación y lo mismo hizo Tomás D. Casares a la intervención de la UBA. Poco después, el 15 de febrero, renunciaron también
los principales sostenedores de Ramírez, los coroneles González y su hijo Emilio y al día siguiente el Coronel Gilbert. Las horas del presidente
estaban contadas.

Caída de Ramírez

El 22 de febrero el GOU ya había decidido derrocar a Ramírez por la ruptura de relaciones con el Eje; como habían jurado sostener al
presidente, resolvieron la cuestión autodisolviendo el GOU, con lo que quedaban formalmente librados del juramento. El día siguiente, los
mismos oficiales se reunieron nuevamente para exigir la renuncia de Ramírez. A partir de ese momento, durante dos semanas la situación
quedaría indefinida, hasta la renuncia del presidente el día 9 de marzo.76 ​

Intentando anticiparse a los hechos, a primera hora del 24 de febrero Ramírez le pidió la renuncia al General Farrell, Vicepresidente y Ministro
de Guerra. Este respondió convocando a los jefes de las guarniciones principales a su despacho y ordenando rodear la residencia presidencial.
Esa misma noche los jefes de las guarniciones cercanas a Buenos Aires se presentaron ante Ramírez y le exigieron la renuncia. Ramírez
presentó entonces el siguiente texto de renuncia, redactado por el coronel Enrique P. González:
Al pueblo de la República: Como he dejado de merecer la confianza de los jefes y oficiales de las guarniciones de la Capital Federal,
Campo de Mayo, Palomar y La Plata, según me lo acaban de manifestar personalmente dichos jefes, y como no deseo comprometer la
suerte del país, cedo ante la imposición de la fuerza y presento la renuncia al cargo.
Pedro P. Ramírez, general de división.
Buenos Aires, 24 de febrero de 194477 ​

El texto de la renuncia incluía una trampa, ya que la utilización de las palabras «cedo ante la imposición de la fuerza» indicaba una revolución,
y no una sucesión dentro del propio régimen. Para esos casos, la reciente panamericanista Doctrina Guani impulsada por los Estados Unidos,
imponía que

...cualquier gobierno establecido por la fuerza durante la guerra no debía ser reconocido hasta tanto los otros países americanos
hubieran consultado a fin de decidir si parecía dispuesto a cumplir con los compromisos interamericanos.

De ese modo el nuevo gobierno podía quedar sin reconocimiento y aislado internacionalmente, lo que finalmente sucedió.78 ​

Los jefes militares rechazaron los términos de la renuncia de Ramírez quien finalmente aceptó invocar la «fatiga» como razón para «delegar» el
cargo de Presidente en el vicepresidente Farrell,79 ​quien al día siguiente, 25 de febrero asumió «interinamente».

Sin embargo, formalmente Ramírez seguía siendo presidente y continuó operando junto con su círculo más cercano. El 29 de febrero por la
tarde veintiún generales comenzaron a reunirse para analizar una salida electoral (entre ellos estaban Arturo Rawson, Manuel Savio, Elbio
Anaya, etc.). Ese mismo día el teniente coronel Tomás A. Ducó, creyendo que la reunión de los generales iniciaba un golpe de Estado de apoyo
a Ramírez, sublevó el estratégico Regimiento 3 de Infantería80 ​ y lo dirigió a Lomas de Zamora, donde tomó los edificios y posiciones claves,
atrincherándose. Al día siguiente se rindió.81 ​

Las reuniones de los generales continuaron incorporando también a almirantes y a radicales y socialistas. El 4 de marzo Ramírez le encomendó
al dirigente político radical Ernesto Sammartino organizar un levantamiento civil, que no prosperó.82 ​

Finalmente el 9 de marzo el general Ramírez presentó su renuncia en un extenso documento, difundido públicamente, en el que relata todos los
pasos que llevaron a su deposición.83 ​ Utilizando el texto de renuncia del presidente Ramírez, Estados Unidos no reconocería al nuevo
gobierno y retiraría a su embajador en Buenos Aires, presionando al resto de las países latinoamericanos y a Gran Bretaña para que hicieran los
mismo.78 ​

De ese modo el 25 de febrero de 1944 asumió la presidencia el vicepresidente, general Edelmiro Farrell, primero interinamente y
definitivamente a partir del 9 de marzo.84 ​

Dictadura del general Edelmiro Farrell


El general Edelmiro Julián Farrell había sido designado vicepresidente el 15 de octubre de 1943, luego del
fallecimiento de Sabá Sueyro y de un intento de Ramírez de desplazarlo del gobierno mediante una operación
militar encabezada por el general Santos V. Rossi.85 ​ Su gobierno se caracterizaría por la doble tensión de
representar a un ejército mayoritariamente neutralista y la imposibilidad de resistir la presión creciente de Estados
Unidos para que Argentina se alineara incondicionalmente, a medida que la derrota de Alemania y Japón se volvía
irreversible.

Desde un principio Farrell se vio enfrentado con el general Luis César Perlinger, Ministro del Interior y referente
del nacionalismo católico-hispanista de derecha. El principal apoyo de Farrell sería Perón y su exitosa política
laboral, a quién logró designar también como ministro de Guerra, a pesar de la oposición de la mayoría de los
exmiembros del GOU que, alarmados por las relaciones de Perón con los sindicatos, llegaron a designar al general
Juan Sanguinetti para ese cargo, operación que fue revertida debido a la insistencia terminante de Farrell. 86 ​

El 31 de mayo por recomendación del Ministerio de Guerra creó por decreto n.º 13941 un nuevo territorio nacional
en el área petrolera de Comodoro Rivadavia. Esta ciudad se volvería capital de la gobernación Militar de
Comodoro Rivadavia. La misma perduraría hasta 1955.87 ​

A fines de mayo el general Perlinger intentó iniciar el camino para desplazar al dúo Farrell-Perón proponiéndose El General Edelmiro
entre los exmiembros del GOU para ocupar el cargo vacante de vicepresidente. Sin embargo, contra lo esperado, Farrell fue el presidente
perdió la votación interna entre los oficiales. El 6 de junio de 1944 Perón aprovechó el paso en falso de Perlinger los últimos dos años de
para pedir su renuncia, siendo apoyado de inmediato por Farrell. Sin otra alternativa, Perlinger renunció y el propio la Revolución del 43.
Perón fue designado vicepresidente, sin dejar sus otros cargos. El dúo Farrell-Perón alcanzaba así su máximo Estableció una estrecha
poder, que sería utilizado en los meses siguientes para ir expulsando del gobierno a los demás hombres del alianza con el coronel
nacionalismo de derecha: Bonifacio del Carril, Francisco Ramos Mejía, Julio Lagos, Miguel Iñiguez, Juan Carlos Juan Perón.
Poggi, Celestino Genta, entre otros.88 ​

Presión de Estados Unidos

Simultáneamente Estados Unidos incrementó la presión sobre Argentina, presentándola como una amenaza contra la democracia, con el doble
fin de que declarara la guerra al Eje y abandonara la órbita británica-europea, objetivos que se encontraban profundamente relacionados.
El 22 de junio retiró a su embajador, hecho que fue seguido por todos los demás
gobiernos latinoamericanos. Sólo Gran Bretaña mantuvo a su embajador, David
Kelly, en Buenos Aires. Gran Bretaña rechazaba la caracterización estadounidense
del régimen argentino y aceptaba el «neutralismo» como un mecanismo para
garantizar el aprovisionamiento de su población y ejércitos. Pero por encima de
todo Gran Bretaña era consciente de que el objetivo real de los Estados Unidos era
desplazarla como poder económico dominante, imponiendo en Argentina un
gobierno pro-norteamericano y no estaba dispuesta a facilitarlo (Estados Unidos
precisaría casi dos décadas más para establecer su hegemonía en Argentina). Fue
necesario que el Presidente Franklin Delano Roosevelt hablara personalmente con
Winston Churchill para que Gran Bretaña retirara a su embajador. El Secretario de
Estado norteamericano, Cordell Hull, recuerda el hecho en sus Memorias y relata
que Churchill terminó aceptando la exigencia «muy a su pesar y casi con
fastidio».89 ​
Farrell y su gabinete. En la primera fila: Alberto Tessaire,
Los británicos sostenían que Estados Unidos distorsionaba intencionalmente los Diego Mason, Juan Perón, Peluffo y Juan Pistarini
hechos al presentar a la Argentina como un «un peligro» para la democracia. John
Victor Perowne, jefe del Departamento Sudamericano del Foreign Office alertaba:

Si la Argentina puede efectivamente ser sometida, el control del Departamento de Estado sobre el hemisferio occidental será total. Esto
contribuirá simultáneamente a mitigar los posibles peligros de la influencia rusa y europea sobre América Latina, y apartará a la
Argentina de lo que se supone es nuestra órbita.90 ​

En agosto Estados Unidos congeló las reservas argentinas en sus bancos y en septiembre canceló todos los permisos de exportación a Argentina
de acero, madera y productos químicos, prohibiendo a cualquier barco de esa nacionalidad entrar en puertos argentinos. Finalmente Estados
Unidos sostuvo una política de apoyo pleno y militarización de Brasil, paradójicamente gobernado entonces por la dictadura del filofascista
Getúlio Vargas.

Las medidas tomadas por Estados Unidos aislaron a Argentina, pero simultáneamente también llevaron a una profundización de la política
industrialista y laboral.

Política laboral y social

Durante 1944 Farrell impulsó decididamente las reformas laborales que proponía la Secretaría de
Trabajo. Ese año el gobierno convocó a sindicatos y empleadores a negociar convenios colectivos,
un proceso que no tenía precedentes en el país. Entre 1944 y 1945 se firmaron más de 700
convenios colectivos.91 ​

El 18 de noviembre de 1944 se anunció la promulgación del Estatuto del Peón de Campo


(Decreto-Ley n.º 28.194) sancionado el mes anterior, modernizando la situación semifeudal en que
aún se encontraban los trabajadores rurales, alarmando a los grandes estancieros (latifundistas) que
controlaban las exportaciones argentinas.91 92
​ 93
​ ​

El 30 de noviembre se establecieron los tribunales de trabajo, muy resistidos también por el sector Las escuelas técnicas creadas por Juan
patronal y los grupos conservadores.nota 5 ​ Perón fueron parte tanto de un reclamo
sindical como de una política de
Dentro de la política sanitaria el presidente Farrel dictó el Decreto 10.638/1944 estableciendo la industrialización. Entre 1941 y 1946, la
regulación del trabajo sexual, admitiendo la instalación de locales para el ejercicio de la prostitución clase obrera industrial había crecido un
previa autorización de la Dirección de Salud y Asistencia Social, la aprobación del Ministerio del 38%, pasando de 677.517 a 938.387
Interior y el control sanitario.nota 6 ​ La norma no afectó la persecución criminal del proxenetismo, trabajadores.13 ​
sancionado por Ley n.º 9143.

El 4 de diciembre se aprobó el régimen de jubilaciones para empleados de comercio que fue seguido por la manifestación sindical de apoyo a
Perón, la primera en su apoyo y en la que habló en un acto público, organizada por el socialista Ángel Borlenghi, secretario general del
sindicato, reuniendo una enorme multitud estimada en 200.000 personas.95 ​

Paralelamente aumentaba la sindicalización de los trabajadores: mientras que en 1941 había 356 sindicatos con 441.412 miembros, en 1945 esa
cantidad había aumentado a 969 sindicatos con 528.523 miembros.96 ​

El dúo Farrel-Perón, con el apoyo de un sector considerable del sindicalismo estaba reconformando masivamente la cultura que sostenía las
relaciones laborales, caracterizada hasta ese momento por el predominio del paternalismo característico de la estancia. Un exponente del sector
patronal opuesto a las reformas laborales "peronistas" sostenía por entonces que lo más grave de las mismas era que los trabajadores habían
«comenzado a mirar a los ojos» a sus empleadores.97 ​ En ese contexto de transformación cultural referido al lugar de los trabajadores en la
sociedad, la clase obrera se ampliaba constantemente debido a la industrialización acelerada del país. Esta gran transformación socio-económica
fue la base del nacionalismo laborista que tomó forma entre la segunda mitad de 1944 y la primera mitad de 1945 y que adoptaría el nombre de
peronismo.98 ​

Represión política

El gobierno militar clausuró la editorial Problemas perteneciente a Carlos Dujovne que, en época, fue la mayor empresa de toda Latinoamérica
en orden a la difusión de materiales marxistas y quemó las existencias de libros. Dujovne , al igual que centenares de militantes comunistas, fue
detenido sin proceso, a la orden del Poder Ejecutivo y confinado hasta 1945 en la cárcel de Neuquén, donde compartió la celda con Luis Víctor
Sommi, en condiciones muy duras. La cárcel construida en 1904 había sido declarada inhabitable y hacía 10 años que estaba como depósito sin
presos. 99 ​Otro de los presos fue Pedro Chiarante, una de las figuras claves en el proceso de creación de los sindicatos de la construcción en
1935, que llegó a la vicepresidencia del II Congreso de la Confederación General del Trabajo.100 ​ quien fue mantenido preso por el gobierno
unas semanas en la Cárcel de Villa Devoto y después lo trasladó a la Isla Martín García, y que al ser liberado después de un año su salud estaba
definitivamente dañada por los rigores del clima que debió soportar. 101 102
​ ​

Luis Víctor Sommi escribió acerca de su paso por la cárcel de Neuquén:

“La mayoría de los presos éramos obreros. En esta etapa de la “revolución”, los mandones se habían especializado en la caza de los
militantes obreros que no se dejaban domesticar…También había estudiantes, abogados, médicos y profesores que pagaban con la
prisión su digna y valiente resistencia a la dictadura”(pág.19). “La comida era insoportable…En realidad, el preso político se
alimentaba con el paquete solidario que…le llevaban sus familiares, amigos o camaradas” (pág.21) “Aislados sin diarios” (pág.41)…
los responsables… perseguían con calculada frialdad nuestro derrumbe físico y moral…el régimen carcelario ha dejado hondas huellas
en la salud de todos (pág.51) que sufrían “agudo proceso de descalcificación” (pág.55) “…en agosto de 1944 el 84 % de los reclusos
estaba enfermo (pág.56)… “En el invierno de 1944 el tifus” (pág.58) “no había medicamentos” (pág.61). “…hubo días de 13 y 14
grados bajo cero …nos prohibían todas nuestras prendas personales de abrigo…El reglamento así lo disponía …hombres de más de 60
años…tenían que soportar los crudos fríos…sin más abrigo que el pobre y humillante uniforme del penal …no había calefacción…
amigos y familiares…nos enviaron guantes de lana…y…el director los mandó al depósito.(págs.62-66) “…visitas de 10 minutos 2
veces por semana” (pág.70). 99 ​

Volvió a su casa, según Alicia Dujovne Ortiz, con “más reumatismos y menos dientes”.103 ​

José Peter, dirigente de la industria frigorífica, fue detenido el 6 de junio de 1943 y recluido sin proceso en la cárcel de Neuquén.104 ​ El 2 de
octubre de 1943 comenzó una huelga de los trabajadores de frigoríficos, pertenecientes a la Federación Obrera de la Industria de la Carne
(FOIC); exigiendo su libertad y Perón ordenó su traslado inmediato en un avión militar a Buenos Aires, donde se entrevistó con el coronel
Domingo Mercante, acordando el levantamiento de la huelga a partir del día 4 a cambio de que no se produjeran despidos. El día 3 una multitud
de trabajadores de la carne aclamó a Peter en el estadio de Sportivo Dock Sud y la asamblea celebrada en el lugar levantó la huelga. El 21 de
octubre el gobierno allanó los locales sindicales clausurando la FOIC , la cual fue disuelta el 13 de febrero de 1944. Peter fue detenido por la
Policía Federal Argentina y al año siguiente, deportado a Montevideo. El historiador Horacio Tarcus, atribuye ese hecho a la circunstancia de
que Peter "se mostró inconmovible a la seducción del coronel".105 ​

Política industrial

Ramírez y sobre todo Farrell, continuaron una política de industrialización que fue de la mano de la
política laboral. Ambas estaban dirigiendo una transformación veloz de la sociedad argentina,
provocando un crecimiento geométrico de la clase obrera y el sector asalariado, con presencia creciente
de las mujeres en el mercado de trabajo, aparición de un gran sector de empresarios industriales
pequeños y medianos, y una gran migración interna hacia Buenos Aires, los llamados despectivamente
cabecitas negras, con componentes culturales diferentes de los que habían caracterizado a la gran ola de
inmigración europea (1850-1950) que inundó el país.

Las principales medidas de política industrial de la dictadura fueron:


Altos Hornos Zapla, ubicado en la
Creación de la Secretaría de Industria con rango ministerial (Ramírez, 1943). provincia de Jujuy, Argentina.
Utilización del sistema tarifario (aranceles de importación) para orientarlo con un sentido
proteccionista;
Nacionalización de los elevadores de granos y la Compañía Primitiva de Gas;
Intervención de la Corporación de Transporte de Buenos Aires (CTCBA), símbolo de la corrupción durante la década
infame, de la que el Estado ya era el principal accionista debido a su déficit crónico;
Compra del ferrocarril Rosario-Mendoza;
Reinicio de los servicios del Ferrocarril Trasandino, cerrado durante la década infame y de gran importancia para la
economía de Cuyo;
Creación del Banco de Crédito Industrial, decisivo para el fomento de la industria (Farrell, 1944);nota 7 ​
En junio de 1944, se presentó el prototipo del primer tanque mediano de fabricación argentina, que recibió el nombre de
Nahuel, diseñado por el Teniente Coronel Alfredo Baisi;
Finalización de las obras de construcción del primer alto horno siderúrgico, en Altos Hornos Zapla, que el 11 de octubre de
1945 realizó la primera colada de arrabio;
Disolución de las juntas reguladores y del Instituto Movilizador, creados durante la década infame para proteger intereses
empresariales corporativos.

El 45

1945 fue uno de los años más importantes de la historia argentina.106 ​ Se inició con la obvia
intención de Farrell y Perón de preparar el ambiente para declarar la guerra a Alemania y Japón con
el fin de salir de la situación de completo aislamiento en que se encontraba el país, y abrir un
camino hacia la realización de elecciones.

Ya en octubre del año anterior la dictadura había solicitado una reunión a la Unión Panamericana
para considerar un rumbo de acción común. Seguidamente nuevos miembros del grupo
nacionalista de derecha fueron abandonando el gobierno: el Ministro de Relaciones Exteriores
Orlando L. Peluffo, el interventor de Corrientes David Uriburu, y sobre todo el general
Sanguinetti, desplazado del crucial cargo de interventor de la Provincia de Buenos Aires que, luego
de un breve interregno, fue asumido por Juan Atilio Bramuglia, el abogado socialista de la Unión
Ferroviaria, integrante del sector sindical que inició el acercamiento del movimiento obrero a los
militares del grupo de Perón.

En febrero Perón realizó un viaje secreto a Estados Unidos para convenir la declaración de guerra,
el cese del bloqueo, el reconocimiento al gobierno argentino y la adhesión de este a la Conferencia
El dúo Farrell-Perón conformaron un eje
Interamericana de Chapultepec prevista para el 21 de febrero.107 ​ Poco después renunció el que dominó el curso de la Revolución del
nacionalista de derecha Rómulo Etcheverry Boneo al Ministerio de Educación siendo reemplazado 43 en los últimos dos años.
por Antonio J. Benítez, un hombre del grupo de Farrell-Perón.

El 27 de marzo, al mismo tiempo que la mayor parte de los países latinoamericanos, Argentina le declaró la guerra a Alemania y Japón y una
semana después firmó el Acta de Chapultepec quedando habilitada a participar en la Conferencia de San Francisco que fundó las Naciones
Unidas el 26 de junio de 1945, integrando el grupo de los 51 países fundadores.108 ​

Peronismo vs. antiperonismo

La característica principal del año 1945 en la Argentina sería la radicalización de la situación


política entre peronismo y antiperonismo, impulsada en gran medida por Estados Unidos, a través
de su embajador, Spruille Braden. En adelante la población argentina quedaría dividida en dos
bandos frontalmente enfrentados: una clase obrera mayoritariamente peronista y un bando
antiperonista mayoritario en la clase media (sobre todo porteña) y la clase alta.

El 19 de mayo llegó a Buenos Aires Spruille Braden, el nuevo embajador norteamericano que se
desempeñaría en el puesto hasta noviembre del mismo año. Braden era uno de los dueños de la
empresa minera Braden Copper Company de Chile, partidario de la política imperialista dura del
«Gran Garrote»; tenía una posición abiertamente anti-sindical y se oponía a la industrialización de
Argentina.109 ​ Con anterioridad había desempeñado un papel relevante en la Guerra del Chaco
entre Bolivia y Paraguay, preservando los intereses de la Standard Oil110 ​ y en Cuba (1942)
operando para que rompiera relaciones con España.111 ​ Con posterioridad se desempeñó como Spruille Braden, el nuevo embajador de
EE. UU. en la Argentina, llegó a Buenos
Subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos y comenzó a trabajar como lobbista
Aires el 19 de mayo de 1945. Fue el
pago de la United Fruit Company impulsando el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz en
principal organizador del antiperonismo.
Guatemala en 1954.112 ​

Según el embajador británico, Braden tenía «la idea fija de que había sido elegido por la
Providencia para derrocar al régimen Farrell-Perón».90 ​Desde un primer momento, Braden comenzó públicamente a organizar y coordinar a la
oposición, exacerbando el conflicto interno.

El 16 de junio la oposición comenzó la ofensiva con el famoso Manifiesto del Comercio y la Industria en el que 321 organizaciones patronales,
lideradas por la Bolsa de Comercio y la Cámara Argentina de Comercio cuestionaban duramente la política laboral. La principal queja del sector
empresario era que se estaba creando «un clima de recelos, de provocación y de rebeldía, que estimula el resentimiento, y un permanente
espíritu de hostilidad y reivindicación».113 ​

El movimiento sindical, en el que aún no predominaba el apoyo abierto a Perón,114 ​reaccionó rápidamente en defensa de la política laboral y el
12 de julio la CGT organizó un multitudinario acto bajo el lema «Contra la reacción capitalista».115 ​Según el historiador radical Félix Luna esa
fue la primera vez que los trabajadores comenzaron a identificarse como «peronistas».116 ​

La polarización social y política continuó escalando. El antiperonismo adoptó la bandera de la democracia y criticó duramente las que llamaba
actitudes antidemocráticas por parte de sus adversarios; el peronismo tomó como bandera la justicia social y criticaba duramente el desprecio por
los trabajadores de sus adversarios. En sintonía con los términos de la polarización, el movimiento estudiantil expresaba su oposición con la
consigna «no a la dictadura de las alpargatas»117 ​y el movimiento sindical respondía con «alpargatas sí, libros no».118 ​
El 19 de septiembre de 1945 la oposición apareció unida por primera vez con una enorme
manifestación de más de 200.000 personas, denominada la Marcha de la Constitución y la
Libertad, que se dirigió del Congreso al barrio de la Recoleta. Cincuenta personalidades de
la oposición encabezaban la marcha, entre ellos los radicales José P. Tamborini, Enrique
Mosca, Ernesto Sammartino y Gabriel Oddone, el socialista Nicolás Repetto, los Unión
Cívica Radical Antipersonalista José M. Cantilo y Diógenes Taboada, el conservador
(PDN) Laureano Landaburu, los demócratas cristianos Manuel Ordóñez y Rodolfo
Martínez, el filocomunista Luis Reissig, el demócrata progresista Juan José Díaz Arana, el
rector de la UBA Horacio Rivarola.

El historiador Miguel Ángel Scenna comenta aquel hecho diciendo que:

La marcha fue una espectacular demostración de poderío de la oposición. Una larga y El 19 de setiembre de 1945 la oposición
compacta masa de 200.000 personas -algo pocas veces o nunca visto- cubrió aceras y antiperonista realizó la multitudinaria Marcha de la
calzadas.119 ​ Constitución y la Libertad.

Se ha dicho que la manifestación estaba mayoritariamente integrada por personas de clase


media y alta, lo que resulta históricamente indiscutible,116 ​ pero ello no invalida el significado histórico de su amplitud social y su pluralidad
política. Desde el presente es posible interpretar que una de las dos mitades en que se estaba dividiendo la población estaba allí, pero en aquel
momento la marcha aparecía como la unidad de prácticamente todas las fuerzas políticas y sociales que habían actuado en el país hasta
entonces.

La marcha opositora impactó de lleno en el poder de Farrell-Perón y desencadenó una sucesión de asonadas militares antiperonistas que se
concretaron el 8 de octubre cuando las fuerzas militares de Campo de Mayo, al mando del general Eduardo J. Ávalos (uno de los líderes del
GOU), exigieron la renuncia y detención de Perón. El 11 de octubre Estados Unidos le pidió a Gran Bretaña que dejara de comprar bienes
argentinos durante dos semanas para producir la caída del gobierno.120 ​ El 12 de octubre Perón fue detenido y llevado a la Isla Martín García.
En ese momento los líderes del movimiento opositor tuvieron el país y el gobierno a su disposición. «Perón era un cadáver político»121 ​ y el
gobierno, presidido formalmente por Farrell, estaba en realidad en manos del general Ávalos quien asumió como Ministro de Guerra en
reemplazo de Perón y sólo pretendía entregar el poder a los civiles lo antes posible.

Perón fue reemplazado en la vicepresidencia por el ministro de Obras Públicas, general Juan Pistarini, quien mantuvo los dos cargos, y el jefe
de la Marina, el contralmirante Héctor Vernengo Lima, asumió el Ministerio de Marina. La tensión llegó a un punto tal que el líder radical
Amadeo Sabattini fue abucheado por nazi en la Casa Radical, un gigantesco acto civil atacó el Círculo Militar (12 de octubre) y un comando
paramilitar llegó a planear el asesinato de Perón.122 ​

La Casa Radical de la calle Tucumán en Buenos Aires, se había convertido en el centro de deliberaciones de la oposición. Pero los días pasaron
sin que se tomara ninguna resolución y los líderes opositores cometieron graves errores: uno de ellos, no organizarse y esperar pasivamente que
las Fuerzas Armadas actuaran por sí mismas. Otro error, mucho más grave, fue aceptar y muchas veces impulsar el revanchismo patronal. El día
miércoles 16 de octubre era día de pago:

Al ir a cobrar la quincena, los obreros se encontraron con que el salario del feriado 12 de octubre no se pagaba, a pesar del decreto
firmado días antes por Perón. Panaderos y textiles fueron los más afectados por la reacción patronal. -¡Vayan a reclamarle a Perón!-
era la sarcástica respuesta.123 ​

El 17 de octubre de 1945

Al día siguiente, 17 de octubre de 1945, se produjo uno de los hechos decisivos de la historia
argentina. Un sector social desconocido, que había permanecido por completo ausente de la
historia argentina hasta ese momento, irrumpió tomando Buenos Aires y exigiendo la libertad de
Perón. La ciudad fue tomada por decenas de miles de obreros, provenientes de las zonas
industriales que venían creciendo en la periferia de la ciudad. La multitud se instaló en la Plaza de
Mayo. Se caracterizaba por la gran cantidad de jóvenes y sobre todo de mujeres que la integraban,
y por el predominio de personas con el cabello y la piel más oscuros que los que concurrían a los
tradicionales actos políticos de la época. La oposición antiperonista destacó esas diferencias y
utilizó términos despectivos para referirse a los simpatizantes del peronismo, como «negros»,
«grasas», «descamisados», «cabecitas negras».124 ​ Fue el dirigente radical unionista, Ernesto «Las patas en la fuente», famosa foto de
Sammartino, el que utilizó dos años después un término muy criticado: «aluvión zoológico».125 ​ la movilización peronista conocida como
Día de la Lealtad (17 de octubre de 1945),
Los manifestantes venían acompañados de toda una nueva generación de jóvenes y nuevos que obtuvo la liberación de Juan Perón.
delegados de base sindicales pertenecientes a los sindicatos de la CGT, que habían comenzado a
reaccionar dos días antes con la huelga de la FOTIA (azucareros). Fue una movilización
completamente pacífica, pero la conmoción política y cultural fue de tal magnitud, que en pocas horas el triunfo seguro del movimiento
antiperonista de una semana atrás se había diluido, al igual que el poder que aún le quedaba al gobierno militar.
Durante ese día, los mandos militares discutieron el método para frenar a la multitud. El ministro de Marina, almirante Héctor Vernengo Lima,
propuso reprimir a los manifestantes con armas de fuego pero el general Ávalos se opuso.126 ​ Luego de intensas negociaciones en las que se
destacó el radical Armando Antille como delegado de Perón, este fue puesto en libertad y esa misma noche se dirigió a sus simpatizantes desde
uno de los balcones de la Casa Rosada. Pocos días después se estableció la fecha de las elecciones: 24 de febrero de 1946.

Las elecciones presidenciales de 1946

Las fuerzas políticas

Luego del 17 de octubre los dos bandos se organizaron para las elecciones.

El peronismo, con las candidaturas de Juan Perón y el radical Hortensio Quijano, no pudo sumar a
ninguno de los partidos políticos existentes y debió organizarse rápidamente sobre la base de tres
nuevos partidos:

Partido Laborista organizado por los sindicatos, presidido por el sindicalista


revolucionario Luis Gay;127 ​
La Unión Cívica Radical Junta Renovadora, liderada por Quijano y Antille, agrupó a
los radicales desprendidos de la Unión Cívica Radical;
El Partido Independiente, presidido por el Almirante Alberto Tessaire, agrupó a los
conservadores que apoyaban a Perón.

Los tres partidos coordinaron su actuación política mediante una Junta Nacional de Coordinación
Política (JCP), que presidía el abogado del sindicato ferroviario Juan Atilio Bramuglia. Allí se
acordó que cada uno de los partidos elegiría a sus candidatos y que el 50% de los cargos
correspondían al Partido Laborista mientras que el 50% restante debía distribuirse por partes iguales El radical unionista José P. Tamborini,
entre la Unión Cívica Radical Junta Renovadora y el Partido Independiente.128 ​ candidato a presidente por la Unión
Democrática en las elecciones
El antiperonismo se organizó en la Unión Democrática que llevó como candidatos a los radicales presidenciales de 1946.
José P. Tamborini y Enrique Mosca y estuvo integrada por:

La Unión Cívica Radical;


El Partido Socialista;
El Partido Demócrata Progresista
El Partido Comunista

El conservador Partido Demócrata Nacional, sustento principal de los gobiernos de la Década Infame, no pudo integrar la Unión Democrática
debido a la oposición de la UCR. De todos modos el PDN dio orden de votar la fórmula Tamborini-Mosca, pero su exclusión de la alianza
antiperonista facilitó su fragmentación. En algunos casos, como en Córdoba, el PDN integró formalmente la alianza.129 ​Dentro de la UCR ese
mismo año se formó un sector interno que adoptó el nombre de Movimiento de Intransigencia y Renovación (los intransigentes) que adoptó una
posición contraria a la Unión Democrática y a los sectores de radicalismo que la apoyaban, los unionistas.

Adhirieron también a la UD pequeños partidos, como el Partido Popular Católico y la Unión Centro Independientes, así como importantes
organizaciones estudiantiles (FUA, FUBA, etc.), patronales (UIA, SRA, CAC, etc.), y profesionales (Centro de Ingenieros, Asociación de
Abogados, Sociedad Argentina de Escritores, etc.).

La UD llevó candidatos únicos para la fórmula presidencial pero permitió que cada partido llevara candidatos propios en los distritos. La UCR
concurrió efectivamente con candidatos propios en todos los casos, pero las otras fuerzas utilizaron diversas variantes. Los demócratas
progresistas y comunistas establecieron en la Capital Federal una alianza llamada Unidad y Resistencia que llevaba como candidatos a
senadores a Rodolfo Ghioldi (PC) y Julio Noble (PDP). En Córdoba la alianza incluyó a los conservadores del PDN. Los socialistas se
inclinaron también por presentar candidatos propios.

La campaña

El peronismo, que registraba una importante participación femenina en las marchas sindicales, propuso reconocer los derechos políticos de las
mujeres. La Asamblea Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo, que adhería a la Unión Democrática y propugnaba desde tiempo
atrás el voto femenino, se opuso a la iniciativa por considerar que la reforma debía ser realizada por un gobierno democrático y no por una
dictadura y la propuesta finalmente no se aprobó.130 ​De todos modos Perón fue acompañado durante la campaña por su esposa, Eva Duarte de
Perón, lo que constituyó una novedad para la cultura política argentina.

Durante la campaña electoral el gobierno sancionó el decreto-ley 33.302/45 creando el Sueldo Anual Complementario (SAC) y otras mejoras
laborales. Las organizaciones patronales resistieron abiertamente la medida y al finalizar diciembre de 1945 ninguna empresa había pagado aún
el SAC. En respuesta la CGT declaró una huelga general, que fue respondida a su vez por el sector empresario con un lock-out en las grandes
tiendas comerciales. La Unión Democrática, incluyendo los partidos obreros que la integraban (Socialista y Comunista), apoyó en el conflicto al
sector patronal oponiéndose al SAC, mientras que el peronismo apoyó abiertamente a los sindicatos en su lucha por garantizarlo. Pocos días
después los sindicatos obtuvieron una importante victoria, que fortaleció al peronismo y dejó descolocadas a las fuerzas antiperonistas, al
acordar con el sector empresario el reconocimiento del «sueldo anual complementario» y su pago en dos cuotas.131 ​
Otro hecho importante sucedido durante la campaña fue la publicación del Libro azul. Menos de dos semanas antes de las elecciones, el 11 de
febrero de 1946, tomó estado público una iniciativa oficial del gobierno de los Estados Unidos, con el título de Consulta entre las repúblicas
americanas respecto de la situación argentina, que fue más conocido como el Libro azul. La iniciativa había sido preparada por Spruille Braden
y consistía en un intento, por parte de Estados Unidos de proponer internacionalmente la ocupación militar de Argentina, aplicando la llamada
Doctrina Rodríguez Larreta. Una vez más ambos sectores adoptaron posiciones frontalmente opuestas: la Unión Democrática apoyó el Libro
azul y la inmediata ocupación militar de Argentina por fuerzas militares lideradas por Estados Unidos; adicionalmente exigió la inhabilitación
legal de Perón para ser candidato. Perón a su vez contraatacó publicando el Libro Azul y Blanco (en referencia a los colores de la bandera
argentina) y haciendo público un eslogan que establecía una disyuntiva contundente, «Braden o Perón», que tuvo una fuerte influencia en la
opinión pública al momento de votar.119 ​

Las elecciones

En general las fuerzas políticas y sociales de la época preveían una segura y amplia victoria de la Unión Democrática en las elecciones del 24 de
febrero de 1946. El diario Crítica calculaba que Tamborini obtendría 332 electores contra solo 44 de Perón.132 ​Incluso, en febrero de 1946, los
demócratas progresistas y los comunistas habían preparado un golpe de Estado conducido por el Coronel Suárez, que la Unión Cívica Radical
consideró innecesario porque consideraron que la elección estaba ganada.133 ​

Ese mismo día, poco después de cerrados los comicios, el dirigente socialista Nicolás Repetto ratificaba esa seguridad en la victoria, a la vez que
elogiaba la limpieza con que se realizaron:

Puede asegurarse que el régimen imperante ha sido abrumadoramente derrotado por las fuerzas democráticas, en una jornada cívica en
que cabe reconocer que las fuerzas armadas han cumplido con su palabra de garantizar la pureza del acto electoral.134 ​

Contra tales pronósticos, Perón obtuvo 1 527 231 votos (55 %) contra 1 207 155 votos que apoyaron a Tamborini (45 %), ganando además en
todas las provincias menos Corrientes.135 ​

Del lado peronista, el sector sindical organizado en el Partido Laborista obtuvo el 85  % de los votos. De lado antiperonista, la derrota fue
particularmente decisiva para los partidos Socialista y Comunista, que no lograron ninguna representación en el Congreso Nacional.

Marcha del 4 de junio


En conmemoración a la Revolución, se compuso en 1943 una marcha militar. El autor de la misma fue Francisco Lomuto, entonándola Alberto
Rivera y Carlos Galarce.136 ​

4 DE JUNIO

Renació la esperanza en los hogares;


brilla el sol con más fuerza y esplendor.
Ondea majestuosa en tierra y mares
la bella y arrogante bicolor.

La justicia, apoyada en fuerte brazo,


une al grande y al pobre en su equidad.
¡Cobardes —si es que habéis— ceded al paso
invencible de la argentinidad!

¡4 de Junio!
Jornada redentora de la patria.
El civil de bien
y el soldado leal
guardan tu gloria inmortal.
¡4 de Junio!
Olímpico episodio de la historia.
¡Triunfa la razón!
grite el corazón:
¡Honradez, libertad y honor!

Notas
(1983). Fue un habitual colaborador de la revista Todo es
1. Historiador e intelectual considerado como el máximo Historia, dirigida por Félix Luna, donde publicó gran
representante de la corriente de renovación historiográfica cantidad de artículos. Se lo consideró un miembro
que, a mediados de la década de 1950, introdujo las moderado de la corriente revisionista.
perspectivas de la Historia social en la Argentina
3. Sarmiento fue un presidente argentino entre 1868-1874
(Fernando Devoto
que se caracterizó por dar un gran impulso a la educación
2. Historiador argentino, especializado en historia política de pública y laica. Fue el creador de las Escuelas Normales
la Argentina, de profesión médico oftalmólogo. Publicó gran para formar maestros, que fueron mayoritariamente
cantidad de libros y artículos, entre los que se destacan por mujeres. En la historia argentina esta fue la primera
su impacto, Cuando murió Buenos Aires 1871 (1974) sobre actividad en la que las mujeres ocuparon un rol destacado
la trágica epidemia de fiebre amarilla, Los Militares (1980) y fuera de la vida privada.
F.O.R.J.A., una aventura Argentina (De Yrigoyen a Perón)
4. El término «nacionalismo laborista» fue formulado por Julio prostibularias al control de la mafia; 2) aparecieron
Godio, ob. cit. pag. 803 infinidad de variantes menores, para encauzar el trabajo de
5. Los tribunales laborales se crearon por Decreto-Ley 32.347 muchas mujeres que se encontraron con la posibilidad de
del 30 de noviembre de 1944. poder trabajar por su cuenta” (Carretero, Andrés,
“Prostitución en Buenos Aires”, 2ª. edición, Corregidor,
6. El Decreto 10.638/1944 modificó los artículos 15 y 17 de la 1998, página 169.). La prostitución se ejercía de modo
Ley 12.331, conocida como Ley de Profilaxis de
disimulado en cabarets, cafés, restaurantes y las mujeres
Enfermedades Venéreas. Inicialmente se autorizaron
solían tener arreglos con hoteles céntricos. La ausencia de
prostíbulos en las cercanías de cuarteles y luego las controles sanitarios, la mala alimentación y la crisis social
autorizaciones se ampliaron a todo el país. El Decreto produjeron un fuerte aumento de los casos de sífilis,
10.683/1944 fue ratificado por ley 12.912 de
enfermedad de transmisión sexual grave y terminal hasta la
1946.Schnabel, Raúl A. «Historia de la trata de personas
en Argentina como persistencia de la esclavitud» (https://w aparición de la penicilina en 1945. »</ref>94 ​
eb.archive.org/web/20121002000726/http://www.mseg.gba. 7. Samuel Gorbán explica que las particularidades del ciclo
gov.ar/mjysseg/Trata/HISTORIA.pdf). Ministerio de Justicia industrial determinan que los bancos comunes no sean
y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. Archivado aptos para el financiamiento de la industria, requiriéndose
desde el original (http://www.mseg.gba.gov.ar/mjysseg/Trat instituciones especializadas. Gorbán, Samuel. "El
a/HISTORIA.pdf) el 2 de octubre de 2012. Consultado el 3 desarrollo industrial entre 1930 y 1963. El crédito y la
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Popular, 23 de septiembre de 2006 tp://www.agendadereflexion.com.ar/2005/07/15/300-el-ultim
41. El Hotel Restaurant Jousten se encuentra en la Avenida o-poeta-del-tango-enrique-cadicamo-y-la-historia-de-los-m
Corrientes al 200, entre Paseo Colón y la calle 25 de Mayo. areados-con-musica-de-juan-carlos-cobian/) el 17 de
Se trata de un lugar céntrico, ubicado a cuatro cuadras de marzo de 2016 en Wayback Machine. Consultado 28 de
la Plaza de Mayo, y a media cuadra de la Bolsa de octubre de 2013
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Véase también
Nacionalismo católico

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