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estudiantes
Introducción........................................................................................................... 2
CAPÍTULO I ............................................................................................................ 4
1.3 JUSTIFICACIÓN............................................................................................ 7
1.4 OBJETIVOS................................................................................................... 8
CAPÍTULO II ........................................................................................................... 9
2. MARCO TEÓRICO............................................................................................ 10
CAPÍTULO III......................................................................................................... 16
3.3 HIPÓTESIS.................................................................................................. 19
Bibliografía........................................................................................................... 21
CAPÍTULO I
Consideramos que el sector Público y Privado deben crear una alianza en la lucha contra la
delincuencia juvenil mediante programas de capacitación educativa, habilidades laborales, para
la vida a través de empresas sociales y programas de prevención de violencia, utilizando para
ello la tecnología avanzada para lograr un desarrollo positivo propio y comunitario.
Los programas de prevención para los adolescentes, tienen que ser antes y después de que
cometan alguna conducta delictiva, por ejemplo: la familia debe evitar que se relacionen con la
delincuencia, el problema es que no todos los que conforman la familia piensan así, es decir,
algunos integrantes son los que impulsan a los adolescentes a delinquir, ya sea por necesidad o
por un mal hábito generacional.Posteriormente, una vez que el adolescente incurrió en la
comisión del delito, se le pueden proporcionar diversos servicios en todos los Centros de
internamiento del país, como son el de la salud mental y física, habilidades profesionales y
educativas, interacciones sociales positivas para que puedan tener un papel productivo en su
comunidad cuando sean reincorporados a su ámbito familiar.
Para que el objetivo planteado en esta tesis sea factible es necesario preguntarnos si podemos
obtener una definición de calidad que pueda aplicarse al magazine y que nos permita analizar la
calidad de este género. O si, por el contrario, la oferta de entretenimiento de calidad va en
detrimento y aumentan los contenidos de telebasura o “mala” televisión. A partir de estas
cuestiones generales, surgen otras preguntas más específicas, que exponemos a continuación:
1. ¿Cree que la delincuencia juvenil es una conducta ilícita de un menor o de una persona cuya
edad es inferior a la mayoría de edad legal?
2. El índice de delincuencia juvenil sigue aumentando en todo el mundo?
3. ¿Cuáles son los elementos funcionales y normativos de las preceptorías juveniles en el estado
de Honduras?
4. Existe congruencia entre el problema que buscan atender las preceptorías y las estrategias
de atención a los menores de edad?
8.¿Qué se entiende por calidad? , ¿es necesario que confluyan calidad técnica, artística y textual
en un programa para determinar si es o no de calidad?
9.¿Es posible hacer un programa destinado a una audiencia masiva que cuente con criterios de
calidad?
INTRODUCCIÓN
Uno de los principales problemas en América Latina es la delincuencia juvenil, pues implica un
gasto social y económico para cualquier sociedad, toda vez que genera costos por los servicios
públicos de salud mental, justicia y educación especial. En general, los jóvenes delincuentes se
mantienen dentro de los sistemas de salud mental y justicia hasta la adultez.
violencia, al odio por raza, sexo, religión, y otras consideraciones que se recogen en el informe
del Comité de Sabios (un documento que debemos leer)
Conviene que ampliemos el concepto de violencia y que lo usemos –si cabe la expresión- de
etiqueta para ponérsela a los numerosos agentes que se la merecen, tales como productores,
guionistas, directores, programadores, editores, grafistas, productores, periodistas, etcétera.
Porque existen muchos responsables, y la mayoría de las veces que asistimos a debates
televisivos - por ejemplo en 59”, el programa de TVE – donde asociaciones de telespectadores
acusan a programadores y a otras emisiones violentas, no estamos más que ante una visión
superficial del fenómeno de la violencia televisiva de este país.
Lo que en principio puede suponer una puesta en común sobre la tele-basura o acerca de estos
programas, que decimos que son para audiencias de culturas planas, no cambia las cosas. Pese
a ello, el recurso de la violencia en las televisiones cada día se hace más amplio gracias a la
propia función que tiene la televisión, es decir, por obra y milagro de ese fin de ser un espejo
fragmentado de la sociedad, que se retroalimenta a través de su pantalla.
En el mundo actual, la violencia real está aumentando y es ejercida de modo alarmante cada
vez más por jóvenes y niños1. Simultáneamente, aumenta la violencia en el contenido de los
programas televisivos. Las escenas violentas que aparecen en televisión se han multiplicado por
diez en los programas más variados.
Es cierto que la relación entre dos tipos de violencia como la real y la televisiva es compleja y,
de hecho, existen distintas teorías al respecto: teoría del rechazo o de la catarsis, teoría de los
indicios agresivos, teoría de la ayuda, teoría del miedo, teoría del aprendizaje, etc. Sin embargo,
es igualmente innegable que, con exclusión de la teoría de la catarsis, todas las restantes
tienden a subrayar la influencia de la violencia televisiva en la generación de la violencia real, al
presentar la violencia como una alternativa aceptable de comportamiento.
1.3 JUSTIFICACIÓN
1.4 OBJETIVOS
Objetivo General
Objetivos Específicos
Teniendo en cuenta las características propias sobre calidad y “mala” televisión, que
obtendremos tras la revisión teórica y que adaptaremos a los formatos de
entretenimiento, a través de un análisis exhaustivo, podremos evaluar si en el sistema
televisivo español la oferta de este tipo de magazines, en cada franja horaria, cumple
con los criterios de calidad establecidos.
Determinaremos si en los canales de televisión españoles existe o no entretenimiento
de calidad.
CAPÍTULO ll
2. MARCO TEÓRICO
Una alternativa para clasificar la violencia en televisión es descubrir qué perciben o cómo
interpretan los miembros de la audiencia la violencia que se ofrece a través de la televisión.
Estos actos violentos aparecidos en la pequeña pantalla no se consideran, pues, como una
única variable que interviene en una conducta agresiva del receptor. La percepción de la misma
y el acuerdo o desacuerdo mostrado por el público ante la violencia que ve en la pequeña
pantalla constituyen, igualmente, elementos a tener en cuenta en el impacto de esta
programación.
Algunos sujetos ven más violencia que otros en los programas y reaccionan con más fuerza
hacia determinados retratos de violencia en la televisión. Las reacciones de la audiencia están
relacionadas, lógicamente, con las características psicológicas de los receptores. En 1971,
Greenberg y Gordon compararon las clasificaciones de los programas hechas por los críticos de
televisión y las realizadas por el público (entre adultos). La conclusión a la que llegaron es que
existía una total unanimidad entre los críticos y el público acerca de los 20 programas de
televisión más violentos de los años en que se llevó a cabo el estudio, esto es, 1970 y 1971. En
ocasiones, los críticos juzgaron los programas incluso como más violentos que el público.
La forma en que los recetores perciben y evalúan los personajes y las circunstancias en la
televisión no siempre se corresponde con los datos o medidas obtenidas por los investigadores.
Características de la violencia
Violencia gráfica: los receptores llegan a habituarse a las escenas de violencia que forman parte
de la programación diaria de cualquier cadena de televisión. Este hecho provoca una falta de
atención, atracción e, incluso, interés hacia las mismas, por lo que, como consecuencia casi
inmediata, los productores o guionistas de las series o películas destinadas a un medio de
comunicación se ven en la necesidad de buscar nuevas escenas, cada vez más reales, más
gráficas, con el objetivo imperioso de conseguir atraer la atención del espectador. La mayoría
de los casos presentan fuertes presiones económicas de anunciantes, productoras, o los
abrumadores datos de las audiencias. Con este propósito, determinados programas de la
televisión emiten, cada vez con mayor frecuencia, imágenes de violencia tan cercanas a la
realidad que casi se puede experimentar el sufrimiento de la víctima.
Violencia divertida: Bajo la comedia se encuestan diversos programas cuyo contenido encierra
una diversidad de escenas violentas que llegan a resultar entretenidas para los receptores. Un
ejemplo son los dibujos animados (“La hora Warner”, por ejemplo). Entre los efectos que esta
diversión mediante la violencia televisiva puede producir cabe destacar el que el niño perciba
como verdadera diversión la violencia a la que se ve expuesto y que la traslade con mayor
frecuencia a sus relaciones sociales.
Violencia justificada: el héroe y el villano. La violencia del héroe se justifica en tanto que se
utiliza con fines fundamentalmente altruistas, solidarios; es decir, con el propósito de ayudar a
alguien que, por cualquier razón, necesita su ayuda.
Violencia recompensada: los actos violentos suelen obtener recompensa y sirven para ayudar a
alguien o alcanzar algún objetivo determinado. Este premio viene en forma de ascenso, de éxito
con las mujeres, admiración de compañeros, etc., lo cual resulta atrayente para los jóvenes,
quienes, en su proceso de desarrollo físico, intelectual y social, sueñan con conseguir esas
recompensas personales.
Efectos de la violencia
Determinadas circunstancias o características del sujeto receptor le harán ser más propenso a
la influencia de la violencia televisiva. Se ve limitada por una serie de elementos o de
condicionantes que hacen que no todos los sujetos receptores se vean afectados de manera
directa e inmediata por las repercusiones de la violencia de la televisión, si bien sí existe un
número considerable de estudios que demuestran cómo la violencia emitida en la pequeña
pantalla deja su huella en ciertos sectores de la audiencia. Por ello presentamos las siguientes
teorías sobre el efecto global de la violencia, y las describimos:
Teoría del modelaje: los sujetos expuestos a la violencia de la televisión actuarían, después de
esta exposición, de manera más violenta de lo que normalmente lo harían de no haber visto
este tipo de programas. Para que el efecto modelaje tenga lugar deben concurrir circunstancias
como la atención, retención y reproducción de esas actitudes violentas. Todo ello depende de
factores como la motivación o la intensidad de los factores de inhibición.
Teoría del reforzamiento: nos referimos a cualquier acontecimiento que provoca una respuesta
por parte del receptor e incrementa la probabilidad de que esa respuesta ocurra de nuevo.
Esto, esos efectos en la mente, en la conciencia, en lo que se hace diariamente, sucede cuando
los contenidos de este medio de comunicación influyen o configuran las creencias y opiniones
de los individuos sobre el mundo que les rodea. La televisión – según la teoría del cultivo – y su
exposición de asuntos violentos regula y domina al telespectador hasta una impresión
exagerada de la amenaza y el peligro existentes en la sociedad real y produce una excesiva
ansiedad sobre la seguridad personal; es decir, la visión del mundo real que poseen algunos
individuos será, es, aquella que transmite la televisión7.
Como ya se ha dicho, esos efectos dependen, en primer lugar, de las características de los
mensajes. A este propósito, antes que nada es necesario subrayar las diferencias que se dan,
respecto a la representación de la violencia, entre el teatro, el cine y la televisión, según los
distintos contextos de producción y de recepción. Con esto en absoluto se pretende justificar o
infravalorar el problema de la violencia en los espectáculos teatrales o cinematográficos, sino
más bien subrayar la particular gravedad que tiene la violencia en el ámbito televisivo, por la
naturaleza de este medio.
CAPÍTULO lll
3. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN
Enfoque cuantitativo
Hemos estudiado las posibles correlaciones que puede haber en función del sexo, y hemos
encontrado que no hay diferencias significativas vinculadas a ser hombre o mujer. Es decir, nos
encontramos que los estudiantes de Educación, independientemente de su sexo, hacen de
forma genérica los mismos tipos de usos y tienen las mismas expectativas sobre el uso de las
tecnologías relacionadas con la televisión.
Hay una tendencia a un uso y opinión sobre los medios estudiados que no depende del sexo,
edad, país de residencia, Universidad en la que se estudia, o modalidad de estudios elegido, lo
que nos indica que efectivamente se está produciendo una homogeneización, de la población
de los estudiantes de Educación, respecto al uso de la televisión y las tecnologías relacionadas
con ellas.
En cuanto al uso de la televisión más vinculado al ocio, destaca la mayor aceptación de las
series televisivas. Dentro de ellas los estudiantes se inclinan por las series producidas en su país,
igual que en las telenovelas, aunque las telenovelas tienen una aceptación muy minoritaria.
Sorprende la poca aceptación de los programas informativos deportivos, de las retransmisiones
y programas de entretenimiento, ya que un alto porcentaje de estudiantes no los ve “nunca”.
Ello manifiesta que no quieren invertir su tiempo en ver estos programas, es decir, que no les
gusta.
3.3 HIPÓTESIS
Mientras que los analistas conductuales aplicados han dedicado grandes esfuerzos para evaluar
el impacto de diferentes eventos físicos, situacionales, sociales, interpersonales y culturales
sobre los patrones de comportamiento de las personas, el estudio del impacto de los medios
masivos de comunicación ha sido virtualmente ignorado.
Una razón para este hecho se relaciona con la gran dificultad que representa el rastrear los
efectos de los medios, dado que estos no son directos. Los cambios en los patrones de las
audiencias no se hacen con variables específicas de la comunicación relacional; las asociaciones
no son simples y el control del comportamiento se difunde entre múltiples variables. Esto no
minimiza el poder social de los medios, su capacidad para modelar patrones de
comportamiento: los medios masivos de comunicación son una de las fuentes de socialización
más potentes en las culturas modernas.
3.4 MUESTRA SELECCIONADA
Los resultados de este estudio indican que los universitarios se informan sobre sucesos
relacionados con la delincuencia principalmente por medio de la TV y prensa, que los niveles de
miedo al delito son considerables y que hay una relación positiva y significativa entre dichos
niveles y el consumo de noticias referidas a inseguridad y delincuencia.
N %
Prensa 16 8,4
Televisión 9 2,7
Método de estudio
Encuesta
La plantilla de la encuesta de delitos juveniles consta de varias preguntas de la encuesta que
tienen como objetivo recopilar comentarios de un encuestado sobre los delitos cometidos en la
sociedad.
herramientas de análisis como tablas, gráficos que organicen y resuman los resultados de las
variables.
BIBLIOGRAFÍA
ABAD ALCALÁ, L. (2005). El modelo de programación de servicio público como criterio definidor
de la televisión de calidad. En Comunicar. Revista Científica Iberoamericana de Comunicación y
Educación, nº25, monográfico, Televisión de calidad. [En línea] [Fecha de consulta: 2/11/2012].
https://www.infoamerica.org/articulos/textospropios/frutos/violencia.htm
http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-92672006000200002
https://us.docworkspace.com/d/sIBanmpGbAebutJwG