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“Escrito está: ‘No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios’” (Mateo 4:4). Es evidente que leer las palabras de Dios con frecuencia y valorarlas con
el corazón es obligación de todo cristiano, pero ¿cómo debemos leer la Biblia para recibir la guía
del Espíritu Santo y lograr resultados positivos?
1 - Comienza tu estudio pidiendo la ayuda de Dios
No importa cuándo o dónde elijas estudiar, siempre será una buena idea comenzar tu estudio
pidiendo la ayuda de Dios. Empieza dirigiéndote a Él y pídele que te dé sabiduría y
entendimiento al leer.
2 - No es necesario comenzar a leer desde el principio
La Biblia es un libro muy extenso, pero puedes comenzar donde tú quieras. Por ejemplo, si
quieres aprender acerca de Jesús, puedes empezar en el Nuevo Testamento, con Mateo, Marcos,
Lucas y Juan. También puedes elegir algún personaje o tema específico para estudiar.
3 - Escoge un tema que sea de interés para ti
¿Hay algún tema que te interesa en particular? ¿La gracia, el arrepentimiento, el perdón o la
fortaleza durante las pruebas? Busca versículos específicos sobre el tema que escojas y
estúdialos.
4 - Conoce un personaje
Escoge un personaje o grupo de personas en la Biblia y lee cada versículo que puedas encontrar
sobre ellos. Trata de entender el contexto de cada versículo. Haz preguntas que te ayuden a
conocerles mejor, por ejemplo: ¿Cómo conoció esta persona a Jesús? ¿Qué relación tienen? ¿Qué
puedo tener en común con esa persona? ¿Qué puedo aprender de su vida?
5 - Toma nota de lo que aprendas
No olvides las cosas que has aprendido de la Biblia o las cosas que el Espíritu Santo te enseña
por medio del estudio. Utiliza un diario o libreta para llevar un registro de las impresiones y
pensamientos que te vienen al leer.
Solo con leer tres capítulos al día podrás completar toda la Biblia al terminar diciembre. Si lees
seis al día, ¡podrás leer la Biblia un par de veces cada año!