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Esta publicación reúne una serie de inquietudes,


intuiciones y sobre todo gráficos, que muestran los

Xabier Eizaguirre
procesos inherentes a la construcción del territorio
rural, en una conjunción de factores naturales y de
los propios de la actividad humana. Son dibujos que
El Laboratorio de Urbanismo de Barcelona es un centro de buscan entender la identidad de algunos territorios
investigación de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de concretos, que encaminan los análisis e interpretaciones
Barcelona adscrito al Departamento de Urbanismo y Ordenación
hacia una poética propia de la arquitectura: croquis,
del Territorio (UPC).
bocetos, abstracciones, texturas, grosores, colores...
Fue fundado en 1969 y dirigido por el profesor Manuel de Solà- que ponen de relieve problemas de escala, de lenguaje,
Morales (1939-2012). Es un observatorio sobre la evolución del de distancias, de ritmos... que se resuelven dibujando.

EL TERRITORIO COMO ARQUITECTURA


urbanismo de las ciudades en el cual participan profesores del El dibujo del territorio como un juego artístico, lúdico y
departamento y, en actividades específicas, algunos profesores alegre, como arte creativo que colabora en la educación
invitados.
de una sensibilidad arquitectónica y territorial.
Sus principales áreas de estudio son las formas de crecimiento
urbano y de la morfología urbana, movilidad metropolitana, el
desarrollo de Barcelona desde el siglo XIX, la enseñanza del
urbanismo y la teoría y práctica del proyecto urbano.
El portal www.lub.upc.edu difunde las actividades ordinarias
del centro y permite la consulta en abierto de sus fondos
de investigación. La colección llibres grocs editados por el
Laboratorio de Urbanismo desde 1993 presenta los principales
trabajos monográficos que han elaborado sus profesores.

9. Barcelona. La construcció urbanística d’una capital


compacta
Joan Busquets Grau

8. Forma urbis: cinco ciudades bajo sospecha


Josep Parcerisa Bundó

7. Cerdà / Ensanche
Manuel de Solà-Morales i Rubió

6. Places porxades a Catalunya


Maria Rubert de Ventós
XABIER EIZAGUIRRE es arquitecto (1974) y durante más de
5. Los orígenes del Ensanche de Barcelona: suelo, técnica e
40 años profesor de Urbanismo en la Escola Tècnica Superior
iniciativa
d’Arquitectura de Barcelona (ETSAB – UPC). Ha sido además
Miquel Corominas Ayala
profesor invitado en las Universidades de Las Palmas de Gran
4. Geometria i projecte del sòl als orígens de la Barcelona Canaria, La Laguna, San Sebastián, Madrid, Santiago, Valencia,

EL TERRITORIO
moderna: la vila de Gràcia La Coruña, Granada, Oporto, Estrasburgo, La Habana, Alicante,
Enric Serra Riera Montpellier, Milán, Mendrisio, Génova y Santo Domingo.

3. Els polígons de Barcelona Ha participado en la publicación de una quincena de libros,

COMO ARQUITECTURA
Amador Ferrer Aixalà numerosos artículos en revistas y otros documentos
especializados de Arquitectura y Urbanismo.
2. La urbanización marginal
Joan Busquets Grau Arquitecto y urbanista dedicado especialmente a los problemas
de Ordenación del territorio. Su trabajo ha sido reconocido y
1. Las formas del crecimiento urbano / Les formes del
creixement urbà
Xabier Eizaguirre Garaitagoitia galardonado con diferentes premios, entre otros Premio Nacional
de urbanismo (1987), Premio extraordinario de doctorado
Manuel de Solà-Morales i Rubió (1990) y Premio Fundación UPC (2002).
Primera edición, febrero 2019

© del texto, Xabier Eizaguirre Garaitagoitia

© de las imágenes, los autores

© Laboratori d’Urbanisme de Barcelona (UPC) 2019


Diagonal 649, 08028 Barcelona
www.lub.upc.edu

Coordinación editorial: Carles Crosas

Edición gráfica: Ronda Quetglas y Marta Serrano

Diseño de la cubierta: Álvaro Clua – LUB (Imagen PDU Plana de Vic)

Impresor: Mediaactive Servicios Informáticos, S.L.

Depósito legal: B-5058-2019


ISBN-10: 978-84-9880-737-0 (papel)
ISBN-13: 978-84-9880-738-7 (digital)

Se han realizado todas las gestiones posibles para identificar a los propietarios de los
derechos de las imágenes. Cualquier error u omisión se podrá notificar por escrito al
editor y se corregirá en sucesivas ediciones.

Esta publicación tiene por finalidad la transferencia de conocimiento académico.

La reproducción total o parcial de este libro debe solicitarse a los editores previamente.
EL TERRITORIO
COMO ARQUITECTURA
Xabier Eizaguirre Garaitagoitia
NOTA DEL AUTOR

Si, en la década de los sesenta del siglo pasado, Aldo Rossi y Nuno Portas nos descubrieron la ciudad
como objeto de la arquitectura, en la década siguiente, concretamente en verano de 1977, Manuel de
Solà-Morales nos propuso, a un grupo de jóvenes arquitectos, el trabajo La identitat del territori català:
les comarques, con la idea clarividente de que la expresión arquitectónica del territorio definiría su propia
identidad: “Mejorar la descripción es ya proponer”, nos decía.

Aquella hipótesis fecundó y se materializó, sin duda, en algunos trabajos académicos y profesionales
realizados en los años siguientes: desde tesis doctorales como las de Juan Luis Dalda, Eduardo Ruiz de
la Riva, Rosa Barba y la mía, por citar unas cuantas, hasta talleres como “Els carrilets de Girona” o los
planes intermunicipales de Manlleu (1978), Torelló, Roda de Ter y Voltregà (1980), en los cuales tuve la
suerte de trabajar y aprender directamente de quien sigo considerando hoy mi mentor.

Este libro, pues, quiere ser heredero de aquella preocupación, y con el título El territorio como arquitectura
busca hacer un guiño a aquellos pioneros de los años sesenta.

La idea de reunir en una publicación intuiciones, pesquisas y hallazgos, pero también las incertidumbres
o dudas que me han ido surgiendo a lo largo de mi vida profesional hace tiempo que me rondaba por la
cabeza. Con todo, debo reconocer que ha sido finalmente el ánimo de los compañeros del Departamento
y del Laboratorio de la ETSAB –en cuyo marco he contado con la inestimable e inteligente ayuda de Ronda
Quetglas y Marta Serrano– el que me ha llevado a recopilar no solo mis propios artículos y reflexiones
de investigación, sino también otros estudios o trabajos de investigadores más jóvenes que, por alguna
razón, he vivido de cerca y que, por tanto, siento próximos a mis propios intereses.

De manera que he decidido ordenar esta obra en tres partes. En la primera, se exponen cuestiones
de método. La segunda es una muestra de trabajos profesionales que aportan algún tipo de reflexión
a propósito del tema territorial. Y, por último, la tercera parte está integrada por artículos de amigos
arquitectos con quienes he podido trabajar algún aspecto de sus tesis doctorales relacionado con la
cuestión que nos ocupa y de los cuales –sin que suene a tópico– debo decir que he aprendido muchas
cosas. A otros amigos les he pedido un prólogo y un epílogo.

Por todo ello, quisiera concluir que, a mi modo de ver, se trata de un libro elaborado, por utilizar una
metáfora, a partir de múltiples copias adulteradas o, lo que es lo mismo, copias enriquecidas y pasadas
por el cedazo de no pocas obsesiones.

Xabier Eizaguirre
ÍNDICE

Prólogo de J. González-Cebrián Tello 11

DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO


Presentación 16
Tierras y aguas 34
La división del suelo 40
De la traza al trazado 46
El sitio para establecerse 52
Bibliografía 58

TERRITORIOS CONSTRUIDOS
El cultivo de la ruralidad: Sada-Oleiros 62
El catastro como instrumento de análisis: Torelló 70
Agriculturas y ciudades: Sabadell 76
La forma del territorio como criterio de ordenación: Tenerife 84
La interpretación formal de la base agraria: el Alto Guadalquivir 92
Vida urbana y vida rural: Elx 100
Bajar al río: Salt 106
La ciudad jardín agraria: la Plana de Vic 118

MIRADAS AFINES
La vigencia de lo infraordinario, Joan Solà 128
La construcción del espacio rural en el Baix Empordà, Antonio Aguilar 136
La construcción del territorio de Ibiza, Stefano Cortellaro 148
La ciudad como mosaico atomizado, Stephane Bosc 156
Un territorio civilizado con el cultivo del café, César Londoño 162
Certezas, lecciones y un plano: proceso para entender el territorio no urbano desde la arquitectura, Wladimir Antivil 174

Epílogo: La arquitectura del territorio en sintonía: contexto, intuiciones y saberes, Carles Crosas Armengol 183
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PRÓLOGO

Muy pocos años después de que Manuel de Solà-Morales diera a conocer en castellano la publicación
de Vittorio Gregotti El territorio de la arquitectura (Barcelona: Gustavo Gili, 1972), el LUB prepararía bajo
su dirección, a lo largo del curso 1976-1977, el magnífico atlas titulado La identitat del territori catalán:
les comarques, un trabajo pionero en la expresión arquitectónica de un país, en el intento de definir su
identidad a través de su descripción gráfica.

Construir la imagen de la Cataluña comarcal desde su historia social, expresada en la construcción histórica
de sus elementos más significativos, representaba una aportación nueva desde la visión arquitectónica del
territorio, que parecía que cumplía el deseo expresado por Gregotti, pero no materializado, de determinar
cuál era el campo propio y específico de la arquitectura como ambiente total, diferenciado de la geografía
científica.

El atlas del LUB ofrecía, de forma clara y precisa, a escala 1:10.000, una metodología nueva y propia para
abordar los estudios territoriales.

De la mano de MSM, Xabier Eizaguirre iniciaría su andadura para publicar la presente obra, titulada El
territorio como arquitectura, fundamentalmente a raíz de la dedicación a su tesis doctoral, con incursiones
profesionales en los planes generales de Manlleu y Torelló.

En Manlleu, y con Manuel, realizaría un verdadero ejercicio de aprendizaje, con una mirada atenta al
tratamiento del suelo no urbanizable y sus elementos principales, en un intento de acotarlos y establecer
propuestas de ordenación y regulación acordes con sus características específicas.

En su tesis “Los componentes formales del territorio rural: los modelos de estructuras agrarias en el
espacio metropolitano de Barcelona” (1990), aúna sus experiencias empíricas en los trabajos de
planeamiento y los derivados del Atlas comarcal del LUB, con una reflexión profunda sobre la naturaleza
y las características del espacio rural, a partir de unas lecturas geográficas específicas y de su actividad
docente en la ETSAB y trabajos significativos como el Plan del Espacio Rural Metropolitano de Barcelona.

El territorio como arquitectura es, en gran medida, una síntesis de las publicaciones, de los trabajos y de
las investigaciones realizados, que pretende mostrar las preocupaciones del autor por establecer, según
sus propias palabras, “los valores estructurales y las formas de suelo que inciden en la comprensión
de las operaciones constructivas del espacio rural, en aras de su reconocimiento como territorio que
contribuya a alcanzar los objetivos generales de la ordenación”.
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Es decir, se trata de un esfuerzo eminentemente empírico por mostrar, de forma gráfica, los procesos
inherentes a la construcción del territorio rural, para poder entender y conjugar los factores naturales con
los elementos formales que configuran la construcción del territorio por la actividad humana.

En síntesis, se trata de entender cómo la identidad del territorio plantea su propia alternativa cuando
intervenimos sobre él, guiándonos con su adecuada descripción sobre su proyectación.

El texto nos muestra, a través de cuatro epígrafes básicos --Tierras y aguas, La división del suelo, De la traza
al trazado y El sitio para establecerse--, las referencias fundamentales de cómo se ha ido construyendo el
territorio existente y qué pautas nos proporciona para su reconstrucción futura.

A continuación, desarrolla una secuencia de análisis interpretativos de diferentes territorios construidos


de la Península Ibérica en que el autor, de forma empírica y utilizando la misma metodología, explica
los procesos y las aportaciones cartográficas derivadas de diferentes realidades culturales, que dan
lugar a diferentes manifestaciones estructurales y formales para ámbitos diferentes de Galicia, Cataluña,
Alicante, Tenerife y Andalucía. Aquí la aportación de Eizaguirre se hace realidad y establece, de forma
pragmática, todo un repertorio de cartografías territoriales que permiten leer con precisión los elementos
más representativos de la construcción del territorio agrario y la necesaria relectura y reformulación de la
arquitectura como lógica inherente de la transformación territorial.

La publicación se completa con una serie de colaboraciones de diferentes autores, todos ellos arquitectos
y casi todos profesores de Urbanismo en diferentes escuelas de arquitectura, que en muchos casos son
síntesis de tesis realizadas o en fase de desarrollo, cuya metodología de trabajo se corresponde, en gran
parte, con las aportaciones del LUB y las derivadas de los directores de las tesis.

Joan Solà reflexiona sobre la implantación infraestructural del ferrocarril en el territorio rural construido, a
través del reconocimiento de la traza preexistente y las lógicas ferroviarias.

Toni Aguilar, con el Baix Empordà como laboratorio, insiste en la dimensión proyectual y constructiva de
ese territorio.

Wladimir Antivil, desde una realidad cultural diferente, el territorio de La Araucanía (Chile), explica a
través del dibujo el radical proceso transformador operado en la segunda mitad del siglo XIX por el Estado
chileno sobre las comunidades mapuches, a partir de la relectura y reinterpretación de un plano base de
1916.
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Stefano Cortellaro narra su recorrido secuencial por Ibiza, pasando de la edificación rural a su implantación
y relación con el territorio, en un esfuerzo por entender su construcción y el control formal imprescindible
en cualquier intervención.

Stephane Bosc reflexiona sobre la aportación al análisis territorial de los mapas, en sus diferentes escalas,
y trata de desentrañar el paso de la mancha homogénea a las diferentes piezas que la constituyen en su
tesis doctoral sobre Montpellier.

César Londoño muestra los diferentes modelos extrapolables de construcción rural inherentes a un tramo
del Eje Cafetero Colombiano, siguiendo la metodología de trabajo expuesta, que nos permiten entender la
identificación de los usos y costumbres que han orientado esos modelos.

La publicación que se nos ofrece, de gran utilidad para el reconocimiento del proyecto territorial y de
gran valor didáctico, se muestra en su representación gráfica. Los textos explicativos narran, de forma
elocuente, tanto la selección de elementos formales como su relación con los factores naturales más
significativos y, por ende, su representación en el gran número de territorios analizados.

Mi vinculación académica con la ETSAB y el seguimiento de los trabajos e investigaciones que sus
diferentes profesores de urbanismo acometían me permitieron conocer a Xabier Eizaguirre en la década de
los ochenta, a raíz de su trabajo en el Plan del Espacio Rural Metropolitano de Barcelona. Desde entonces,
y compartiendo una misma preocupación desde Galicia –donde lo urbano y lo rural se funden en infinidad
de ocasiones, y donde el detalle se convierte en la referencia clave para una intervención adecuada,
debido a la extrema subdivisión del suelo y al peso de la propiedad privada–, no puedo sino agradecer al
profesor Eizaguirre su esfuerzo por ofrecernos este brillante trabajo.

José González-Cebrián Tello


Catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de
la Universidad de La Coruña
DE LA GEOGRAFÍA A
LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO
16 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

PRESENTACIÓN

Si la urbanística ha desarrollado una ciencia propia de los desde las abstracciones geométricas que la guían, pero ello no
procesos urbanos, de sus estructuras y de sus formas, y de las como una valoración aislada de los elementos físicos que las
lógicas de formación y cambio, así como, en definitiva, de su componen, sino atendiendo la relación y la repartición de los
capacidad como soporte de nuevas situaciones de construcción mismos por las diferentes situaciones del territorio.
física y de uso, parece que está pendiente de realizar un esfuerzo
análogo para construir una disciplina rigurosa sobre el territorio Apostamos por una metodología de la ordenación del territorio
no urbano. que centra su análisis en las relaciones entre elementos y
factores. Este modo de proceder supone, naturalmente, una toma
Nuestra preocupación es establecer unos valores estructurales de posición por nuestra parte al situar la disciplina del análisis
y unas formas del suelo que incidan en la comprensión de del territorio en la confluencia entre la geografía y la urbanística
las operaciones constructivas del espacio rural en aras de su o, dicho de otro modo, en la intersección entre la descripción
reconocimiento como territorio que contribuya a alcanzar los y la proposición. Nos acercamos así a un principio básico del
objetivos generales de la ordenación. análisis territorial que sostiene que analizar el territorio no es
únicamente representarlo, sino describir el estatuto que el
En este sentido, pretendemos ofrecer un método de análisis del hombre le da en una situación geográfica determinada.
territorio rural a partir de su forma, que descansa en la lectura
codificada de las relaciones sintéticas entre los elementos Los propósitos que planteamos aquí obedecen a un objetivo
formales y los factores naturales de la construcción rural. primordial, que es contribuir desde la urbanística al debate
Ello quiere decir que nuestra aproximación se basa en un
corpus cuya función es verificar hipótesis teóricas acerca de
las implicaciones morfológicas del territorio. Este contexto es
ilustrativo, sin duda, de la abstracción metodológica anterior,
pero también ampara su elaboración teórica.

No pretendemos descubrir el “método ideal”, sino analizar


empíricamente producciones constructivas del espacio a partir
de sus componentes morfológicos; por tanto, entendemos el
territorio como un artificio elaborado. Ante la ingenuidad de
quienes postulan un isomorfismo entre territorios y modelos
formales, creemos que existe la posibilidad de construir hipótesis
formales circunscritas a determinados territorios, puesto que
consideramos la tierra desde su orden arquitectónico, eso es,
Hábitats dispersos en la sabana africana
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 17

La dispersión del poblado y la formación de villages en torno a la ciudad de Ouagadoudou


18 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

académico sobre las bases epistemológicas de la ordenación La construcción del territorio


territorial.
La colonización agrícola del territorio rural por el hombre se
Convencidos como estamos de que el territorio es, en sí mismo, ha realizado a través de la historia con unas técnicas y unos
un objeto inagotable, no pretendemos haber llegado a ningún esfuerzos diferenciados, pero con un objetivo común: organizar
punto final; nuestra contribución es una más, entre otras: todas la naturaleza vegetal y animal a su servicio. El resultado formal
son igualmente legítimas, pero todas son incapaces de abarcar del orden territorial así establecido es fruto, por una parte, de
el objeto en su totalidad. influencias geográficas, biológicas y naturales y, por otra, de
las fuerzas sociales y económicas propias de cada período
Realizaremos un paseo de la geografía a la arquitectura del histórico y de cada territorio. Esta simbiosis o imbricación del
territorio o, mejor dicho, a su construcción. Una lectura del medio natural y del medio humano en el espacio y en el tiempo
territorio como actitud positiva, con la convicción de que en su es la causa de la complejidad de las relaciones profundas y
identidad se inicia su propia alternativa. duraderas de las sociedades con el territorio.
Así pues, se trata de identificar un territorio a partir del La organización que el hombre realiza del territorio de la
lenguaje que materializa su morfología como combinación de agricultura, la individualiza y la particulariza. La construcción
sus componentes formales: los factores naturales, el cielo, la de la residencia, de los caminos, de los cultivos, el riego o el
tierra y el agua, y los elementos físicos, el camino, la casa y la aterrazamiento de un relieve diferenciado son la expresión de
división del suelo. una determinada forma de conquistar el territorio y comporta una
Incidimos en el concepto de territorio como objeto-modelo estructura o un sistema agrario singulares. Si las condiciones
de síntesis frente al tradicional antagonismo campo-ciudad, naturales, el suelo y el clima son decisivos en la elección
eso es, el espacio urbano-rural integrado, desarrollado con la que los grupos humanos hacen de un determinado cultivo, no
sabiduría de una cultura ni urbana, ni rural, sino territorial, con podemos afirmar por ello que exista un determinismo físico
innegables conflictos coyunturales pero con un impulso creador en la vida rural (Lebeau, 1983c); las cosas son mucho más
que surge del conocimiento de las pautas heredadas. complejas, los sistemas de cultivo, es decir, la asociación de
cultivos y el reparto de tierras y de trabajo son una elección
Dentro del objeto territorio, se identifican dos lógicas o humana y constituyen habitualmente un policultivo sobre el que
sistemas: el urbano y el rural. Nos situamos en el territorio construyen y perpetúan fundamentos de vida.
rural, entendido como un espacio abierto y heterogéneo. Como
veremos, las diversas estructuras rurales se subruralizan en
los espacios periurbanos, del mismo modo que la ciudad se
suburbaniza en su misma periferia. Ello quiere decir que, en el
espacio de contacto, en el periurbano, además de encontrarnos
con las estratificaciones propias de los sistemas de origen,
estos responden a lógicas propias de su situación de contacto.

En las referencias tanto al método como a su puesta en carga,


utilizamos indistintamente la cualidad rural como la agraria,
en la medida que los espacios con que trabajamos son, en
su totalidad, de servidumbre agraria, incluso los pocos suelos
yermos, rocosos o accidentados, pues es el uso agrícola el que
dibuja sus trazas en ellos.
La agricultura geometriza el territorio (cultivo de plataneras en Tenerife)
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 19

La construcción del territorio agrario ha estado vinculada los criterios topográficos, clinométricos y de localización
tradicionalmente al suelo, al clima y a los conocimientos de de los recursos naturales juegan un papel predominante. El
la cultura popular, por lo cual está impregnada de un sentido aprovechamiento de los materiales de construcción hasta su
utilitarista y funcional. La coexistencia con el equilibrio de la obsolescencia convierte los elementos formales en objetos que
naturaleza y su concepción existencial como respuesta a lo satisfacen al máximo sus necesidades. Estas circunstancias
inmediato, concreto y particular, de origen primitivo, hacen que son primordiales para superar determinadas concepciones
su expresión se base en una economía de formas, carente de de nuestras escalas de valor urbanas. En el análisis de este
complicaciones pero con soluciones inmediatas y sencillas. territorio, ni el valor de cambio, ni las economías de escala, ni
los valores desarrollistas o productivos a secas tienen validez
Es una construcción que aprovecha al máximo los recursos (Portela, 1984, 46). En el espacio rural, la autoconstrucción,
naturales y materiales; el hombre, en su lucha frente a la el autoabastecimiento, la autofinanciación, la autodefensa y
naturaleza, destruye lo que le es pernicioso y aísla y sublima la autogestión se sitúan frente a un sistema de dependencia
lo que le beneficia. Esta vinculación al medio natural prioriza beligerante, no deseado, y la belleza está forjada en una cultura
la geografía de las formas sobre su geometría, por lo cual ancestral, de tecnología agraria.

La aparición del modelo. La construcción vecinal es el paradigma que copiar


20 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

Partir del análisis del territorio como “resultado”, como muestra exigencias de los usuarios y el reconocimiento y la autenticidad
del potencial construido, creemos que es optar por una postura de lo construido. Reproyectar quiere decir, pues, actualizar una
propositiva propia de nuestra disciplina. Entendemos el territorio estructura existente haciéndola coherente con la exigencia del
como manufactura arquitectónica no improvisada, que tiene tiempo, ofreciendo una interpretación nueva en términos de
un pasado con relación al cual se define, ya sea por ruptura y consumo y manteniendo íntegros y rigurosamente respetados
discontinuidad, ya sea por prolongación y reformulación. Por los valores que la constituyen.
ello, hacemos nuestro el pensamiento de Bruno Gabrielli (1977,
15) con respecto al territorio, el objeto de nuestro proyecto, que
Entre la descripción y la proposición
debe ser reordenado o reproyectado como un organismo vivo,
actual, de pleno valor. Conservar o reproyectar no son términos El territorio colonizado por el hombre contiene elementos
que contrasten entre ellos, si las soluciones derivan de un naturales y construidos que le confieren valores comunes a la
método riguroso de análisis y si se plantean los problemas de geografía y a la arquitectura. El medio físico tiene un contenido
adaptación-transformación con capacidad para conciliar las propio de la geografía como ciencia descriptiva. Pero, a su vez,

En los tres establecimientos humanos, Le Corbusier nos muestra el modelo de las explotaciones agrícolas
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 21

este territorio representa una figura que contienen elementos con su arquitectura, nos revela valores estructurales y formas
formales de comunicación estética, ya que su existencia es el del suelo que inciden directamente en la comprensión de las
resultado de un proceso operativo humano, es decir, de una operaciones constructivas y en los elementos de ordenación-
voluntad proyectual (Gregotti, 1972, 72). regulación a utilizar. Se establece así una vía metodológica a
partir del análisis de las relaciones y de la permanencia histórica
Es aquí donde la arquitectura juega su papel y se mueve más de sus elementos, su propia morfología como combinación
allá del campo analítico propio de la geografía: se preocupa por de los componentes territoriales. En la descripción de estos
la dimensión técnica de la construcción territorial y, sobre todo, componentes es donde comienza a sintetizarse su propia
proyecta, propone, elige o discierne y, con ello, alimenta unas alternativa, por lo cual una contribución actual es mejor que
bases epistemológicas y unos fundamentos teóricos propios de tienda a la formulación de los problemas y a la propuesta de
su disciplina autónoma. métodos que a la resolución inmediata de los problemas (Solà-
Morales, 1981).
El comportamiento del territorio, de su identidad física y de su
construcción artificial histórica, además de ponernos en relación

Geografía y dibujo del área metropolitana de Barcelona


22 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

La aportación desde la arquitectura, la estructura y el vamos a expresar contenga una carga teórica, al tiempo que
proceso de la forma es el objetivo de esta exposición. Desde trata de afrontar la abstracción de una metodología que todo
nuestra disciplina, pretendemos analizar empíricamente las trabajo experimental presupone.
producciones constructivas del territorio, con el objetivo
de incidir en su conocimiento específico, desde su propia El método de trabajo parte de las experiencias y de los trabajos
arquitectura. Es, pues, además de una incursión en el campo que se han llevado a cabo desde el Laboratorio de Urbanismo de
morfológico y una hipótesis de entendimiento territorial, una Barcelona y se centra en las lógicas y las pautas de comportamiento
aproximación a una manera de hacer o de construir, es decir, de los elementos formales: los asentamientos y las edificaciones,
a su tecnología formal (Gregotti, 1972, 70), de ahí que lo que los sistemas de accesibilidad y los tejidos parcelarlos.

El Bages La Garrotxa
Las diferentes expresiones del relieve en el trabajo del LUB
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 23

Al igual que los geógrafos, no tratamos de poner el acento en Efectivamente, como dice H. Capel (1983, 258), con la
la producción del espacio en sí, sino en los medios a través de institucionalización universitaria de la geografía en la segunda
los cuales se consigue esta producción, con el fin de averiguar mitad del siglo XIX, el estudio de la relación hombre-medio es
la realidad económica y social de los hombres que la obtienen uno de los nuevos problemas-clave que desarrolla la disciplina
(García Fernández, 1975, 1). Es por esta convergencia en la a partir de esta fecha. Esta nueva aventura en la ciencia vecina
posición de partida del lector que las referencias a la geografía coincide con el ingreso de la ideología antiurbana en la naciente
nos interesan, por cuanto es una disciplina que utiliza métodos disciplina urbanística, que en aquel momento se identifica con
de aproximación descriptivos. la construcción de una nueva sociedad (Tafuri, 1973, 30).

L’Anoia Osona
El despiece parcelario en dos comarcas diferenciadas
24 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

La introducción del estudio de la realidad agraria y del paisaje aparecen nuevos geógrafos que, además de marcar distancias con
se aborda desde dos posiciones diferentes que de forma respecto a la geografía descriptiva y enciclopédica tradicional,
alternada han presidido y han perdurado en el pensamiento centran sus análisis en lo concreto. Uno de los que crean más
geográfico hasta nuestros días: el positivismo y el historicismo. influencia dentro y fuera de la disciplina es Vidal de la Blache,
El positivismo no solo como metodología científica, sino que, oponiéndose al determinismo, estudia la realidad como una
también como concepción filosófica del mundo y de la ciencia, interacción entre el hombre y la naturaleza en que predomina la
centra su valoración en la observación de la realidad a través acción del hombre, pero dentro de una concepción del paisaje
del razonamiento inductivo y, mediante clasificaciones y como resultado final y material, sin adentrarse en la producción
comparaciones, la eleva a conclusiones. El antipositivismo de los elementos físicos. No obstante, comienza a traducirse
o historicismo que aparece a finales del siglo XIX no tiene ya la superficie de la tierra en unas morfologías diferenciadas: el
como objetivo la explicación y la previsión, sino la comprensión lugar, el paisaje y la región garantizan su unidad. La geografía
desde dentro (Capel, 1983, 260). física y la geografía humana inician un recorrido paralelo, quizás
distante, haciendo caso omiso del empeño de Vidal de la Blache
Desde que Humboldt describe el espacio agrario como un por no oponer la geografía humana a una geografía donde el
“resultado” o Ritter desarrolla el determinismo y se lamenta de elemento humano sea excluido. Vidal de la Blache intenta, a
la “fatal influencia de la naturaleza” (Díaz Álvarez, 1982, 12), través del estudio de lo concreto, aportar una concepción nueva

Formas de ocupación en la Costa Brava catalana


DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 25

a las relaciones entre la Tierra y el hombre, concepción sugerida seguidores, con un interés marcadamente agrario: Dumont, la
por unos conocimientos más sintéticos de las leyes físicas que escuela alemana, Chaval, Meynier, Brunet, Juillard y otros. Las
rigen nuestra esfera y las relaciones entre los seres vivos que la investigaciones sobre las estructuras agrarias se amplían en
pueblan; en este sentido, se opone al determinismo. poco tiempo y ya no se encuentran siempre las clasificaciones
que se adoptan para las grandes regiones, lo cual es un signo
Con posterioridad, la preocupación de Fochler-Hauke por la evidente de que la geografía toma conciencia de que la estructura
elaboración de un sistema de tipos de paisaje como uno de los de los campos se puede deber a las técnicas de trabajo y a su
objetivos más elevados de la ciencia geográfica se materializa adaptación a las condiciones del medio.
en explicar los paisajes en función del suelo, el relieve o el
clima, descuidando los factores humanos como hacen gran Como el mismo Faucher (1962, 11) anuncia, nace así la
parte de los geógrafos del siglo XIX, naturalistas de formación. geografía que estudia y abarca las formas de actividad que
engendran las diferentes culturas locales; es una geografía
En su Geografía humana (1948), Jean Brunhes señala que “el experimental y cualitativa, que desciende hasta la variedad
campo de la geografía es el contacto entre la parte superficial sintética, fruto de la localidad, y claramente diferenciada de
del globo y la inferior de la atmósfera. De los hechos que se dan una geografía económica de la agricultura, de características
en esta franja de contacto, son objeto de la geografía aquellos en analíticas y cuantitativas.
que participa la actividad del hombre” (Capel, 1983, 345-358).
A partir de Jean Brunhes, se presta una atención especial a los Entre Brunhes, Meynier y Lebeau han pasado poco más de
elementos físicos que coinciden entre el análisis geográfico cincuenta años y acaso exista la misma preocupación por la
y la construcción territorial: la casa, el camino y el campo de construcción de una geografía general agraria, una obsesión
cultivo. Los caracteres materiales de la construcción territorial constante por totalizar y globalizar unos ejemplos, casos o
toman forma como expresiones del desarrollo de la humanidad. excepciones en que se da un salto cualitativo entre las bases
parciales, de detalle, que se analizan o se ejemplarizan, y la
La geografía regional, bajo la inspiración vidaliana, supone la escala universal, en la mayoría de los casos, a que se pretenden
concreción, identificación y diferenciación de regiones que se aplicar. Esta preocupación constante por las clasificaciones y
explican a través de su comportamiento, es decir, el paisaje las generalizaciones ya la había insinuado Meitzen en Alemania
alcanza un contenido espacial. Presta atención a los fenómenos cuando relacionaba los paisajes con los tipos de pueblos y
agrarios, que generalmente han sido estudiados a partir de los explicaba dicha clasificación a partir de factores antropológicos.
acontecimientos políticos y sociales. No es hasta bien entrado el
siglo XX que estudiosos como Marc Bloch, Carl O. Sauer, Roger Los abusos del determinismo agrario, que han dominado durante
Dion y Albert Demangeon inician una profunda renovación de años los estudios geográficos, desaparecen con las nuevas
los estudios agrarios. Meitzen, en Alemania, estudia el origen nociones del régimen agrario que aportan A. Meynier –“los
del parcelado y las agrupaciones de población. Demangeon grupos sociales tienen en sí un modo específico de organizar
(1942), en Francia, estudia el hábitat rural, como antes lo el paisaje”– Dufoumet –“una comunidad agraria secuestra y
habían hecho Jean Brunhes y Pierre Deffontaines, y avanza en la organiza su territorio”. Esta visión sociohistórica no consiguió
concepción de Vidal de la Blache de ver el hábitat ya no como hacer olvidar que los paisajes no pueden ser el reflejo fiel de una
“un rasgo significativo del lugar”, sino como “un instrumento sociedad, sino que el territorio, además de contribuir con sus
moldeado por los siglos” (Faucher, 1962, 17). obstáculos y sus propias, contiene las marcas dejadas por las
ocupaciones anteriores. Es decir, la construcción del territorio
Con posterioridad, y desde la geografía, se han elaborado gran está constituida por estratificaciones y reordenaciones sucesivas,
número de trabajos en la línea marcada por Brunhes y sus como resultado de una larga historia (Pinon, 1981, 5-8).
26 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

Hacia una ruralística

Si la geografía ha orientado sus preocupaciones al estudio de complejos de un territorio construido, que los condicionó
la realidad agraria o del paisaje con el objetivo puesto en su sometiéndose a sus lógicas o transformándolo.
descripción y en la formulación de fundamentos teóricos y
bases epistemológicas que ayuden a sustentar el corpus de la Casi todas las discusiones metodológicas ponen el acento
geografía general humana, desde la urbanística entendemos en la elección de los componentes del análisis territorial.
nuestra incursión como un ensayo, no solo a una escala más Los elementos y los factores se alternan o simultanean en los
concreta y local, sino limitados a la descripción técnica y formal esfuerzos académicos por definir un ordenamiento instrumental
de las cosas construidas o, como máximo, a la abstracción de estudio. Es importante destacar que ni la simple relación
perceptible de la superficie de los suelos modificados y de unos elementos, ni las características de los factores de un
manipulados por el hombre. Ello quiere decir que estudiamos lugar en sí pueden identificar un paisaje agrario o un territorio
los componentes no solo como una pura formalización, sino determinado, ya que el posicionamiento o la combinación de
en sus relaciones recíprocas y como parte de unos sistemas ellos pueden dar origen a la definición de una estructura singular.

Pautas de comportamiento de los elementos formales


DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 27

La metamorfosis o la adecuación que puede adoptar un modelo la cultura local y demás factores de un lugar determinado lleva
cultural en diferentes situaciones climáticas, de relieve, de a situaciones de construcción pautadas. La regularidad es un
cultivos, etc., dan resultados cuyos desarrollos formales pueden acto de origen cultural: cada grupo social, en una determinada
distar del modelo inicial. situación, trata de estructurar, como expresión de la memoria
colectiva y de su capacidad de imaginación, una arquitectura
Con ello, no estamos abogando, desde nuestra disciplina, por arraigada al lugar. La arquitectura se alinea con todas aquellas
una problemática más amplia que la que podría argumentarse formas de la actividad humana basadas en la transmisibilidad del
desde una transposición de la instrumentación operativa urbana, conocimiento y en la posibilidad de ejercer, sobre la experiencia
sino que creemos que nos encontramos ante una problemática precedente, una reflexión que la prolongue y la renueva. Estas
en que las nociones de escala, lógica constructiva o sistema actividades (ya sean artesanales, artísticas, científicas, etc.)
estructural son diversas. dan lugar siempre a la constitución de una técnica que permite
afrontar las situaciones similares con soluciones análogas”
Nos interesan los factores en tanto que componentes
(Martí, 1987, 8).
potenciales y modificables que ayudan a explicar la formación
del territorio percibido, y poner el acento en los elementos La hipótesis operativa que aquí se propone como método
como componentes morfológicos o visibles que describen la objetivable de la realidad física y la preocupación de la
transformación histórica del paisaje. Entender el territorio a urbanística por identificar morfologías territoriales o agrarias
partir de sus elementos formales como proponía Brunhes puede nos conducen inevitablemente a una doble abstracción, acaso
parecer una aportación particularizada y menos globalizada de también propia de nuestra disciplina, que requiere, como
lo que se puede entrever en las obras o en los manuales de veremos, dos procesos o esfuerzos interpretativos nuevos: la
geógrafos como Vidal de la Blache, Clavall, Faucher, Pierre abstracción de la representación a través de una cartografía
George, Meynier, Fochler-Hauke e incluso el mismo Brunhes, específica y la abstracción modelística formal, es decir, la
pero creemos que estas diferencias son más teóricas que búsqueda de los nexos causales entre los elementos y los
reales. La elección de los elementos físicos que el hombre factores.
ha implementado sobre el territorio responde a la valoración
que les atribuimos desde la arquitectura como objetos de
comunicación estética (Gregotti, 1973, 71). La abstracción de la representación y de los modelos

Mientras que el análisis nos conduce a una clasificación de


La búsqueda de pautas y modelos de orden la realidad estudiada, el dibujo, la cartografía, nos conduce
a re-proponer el objeto, ya que subyace un fuerte contenido
La necesidad de imaginar o anticipar la forma de los elementos subjetivo e interpretativo de la realidad observada.
que el hombre va a construir sobre un territorio determinado que
pretende domesticar y organizar determina, inevitable-mente, La creación de una cartografía intencionada debe poner en
que se busque en el ejemplo vecino un modelo que seguir y relación sintética los elementos físicos con los factores
mejorar, si cabe, o donde encontrar soluciones formales ya naturales, y elaborarse a través de la selección, el realce o la
probadas. A partir de este acto cultural que da seguridad a la depreciación, como acto volitivo y valorativo de los factores
realización de la obra, el vecino se convierte en paradigma y geomorfológicos y de los componentes construidos. A la
modelo a imitar y, de esta forma, la disposición de los campos, cartografía convencional (planos topográficos de 1/5.000
la construcción de los caminos o las edificaciones responden o 1/10.000 de las diputaciones o cabildos), necesitamos
a unas regularidades de formas, dimensiones, lugares y superponer la imagen catastral (catastros de rústica de
modos de establecerse. Aquí encontraremos las “tipologías hacienda, grafiados a 1/2.000 o sobre las fotos aéreas del vuelo
arquitectónicas de las estructuras antropogeográficas”. La americano) de construcción o modelación del espacio agrario,
identidad de situaciones de las tierras, del clima, del relieve, de e ir descubriendo las pautas formales, culturales y técnicas que
28 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

la comunidad humana va proponiendo en cada situación. En puede fundamentarse en la lectura de la arquitectura. Para que
este sentido, la creación de esta cartografía intencionada que esta lectura pueda arrancar las necesarias intuiciones científicas,
represente la obra intervencionista humana en relación con la es imprescindible confirmarlas por el dibujo. El dibujo es el
forma física del territorio es primordial para su posterior lectura instrumento para encaminar el análisis y la interpretación hacia
técnica y su descripción como manufactura construida. la creación de una propia poética. El dibujo tiene sus recursos
gráficos: croquis, bocetos, alzados, secciones, texturas,
Los intentos superadores del determinismo ambientalista de grosores, sombras, colores, materiales. Pero también pone
Giovanni Marinelli y otros geógrafos contemporáneos alemanes de manifiesto problemas de escala y de lenguaje, relaciones,
fracasan, como recuerda Giuseppe Dematteis (1985b), en distancias, proporciones y ritmos, problemas que se resuelven
la lectura de los instrumentos cartográficos y geográficos
clásicos, de manera que tienen dificultades para avanzar en una
línea que conjugue los fundamentos de la geografía física con
los de la antropogeografía, es decir, el determinismo implícito
en el concepto de espacio geográfico como realidad física
objetivable.
En La forma d’un país (Solà-Morales y Parcerisas, 1981, 4),
se ponía de manifiesto la importancia del dibujo: “Mejorar la
descripción es ya proponer.” Es decir, “aquellos elementos que
son objeto de atención en el análisis del territorio serán, a la vez,
objeto de esfuerzo de dibujo y representación”.
L’Alt Empordà El Baix Llobregat
Efectivamente, tratamos de representar aquellos elementos
o factores que son objeto de atención por su vinculación
a la representación formal del territorio y a las voluntades
propositivas de sus constructores. El método lleva implícita –y
ello se puede entrever a través de la lectura de los planos– la
proposición o la proyectación de los espacios tratados.

El dibujo del territorio es un juego artístico con un importante


carácter lúdico, hedonista y alegre. Como en la arquitectura,
el dibujo del territorio debe ejercitarse como un arte creativo
y contener una búsqueda liberadora, divertida y variable. Pero
El Bages El Maresme
el dibujo también ha de perseguir un objetivo propositivo y
funcional: nos permite comprender los proyectos, simular
arquitecturas y ordenaciones no construidas y educar la
sensibilidad arquitectónica y territorial.

Los énfasis territoriales se expresan con dibujos, con gestos,


con analogías. Un pliegue del territorio y sus pautas de
comportamiento requieren la representación comunicativa y
unas convenciones retóricas.

La formación de la sensibilidad pasa por caminos de intuición y


de experimentación. La sensibilidad por la cualidad crítica solo L’Urgell-Segarra Identidades y formas del territorio
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 29

dibujando. Las fantasías comenzaron con la traza del arado estudiadas, poniendo en relación los elementos formales de la
etrusco, con el cardo y el decumanus, con la centuriación o con realidad física objetiva con los factores de la naturaleza.
el camino de cornisa, o carena.
Esta manera de entender la construcción del territorio y la
A través de la representación las interacciones entre unos voluntad de tipificar situaciones diversas nos llevan a catalogar
factores naturales y los elementos que se emplazan, y cómo los términos agrícolas en función de las intensidades de
se emplazan, es posible definir diversos tipos y modelos de colonización o los grados de artificialidad: la montaña, la ladera,
construcción agraria. Como dice Gregotti (1973, 97), la el llano y la huerta.
indagación se orienta a clasificar las topologías formales de las
estructuras antropogeográficas, y no únicamente de aquellas
Los elementos formales y los factores naturales
que son el resultado de un momento de planificación, sino de
todo el espacio rural, como continente que encierra diferentes Para los geógrafos, la transformación de los paisajes agrarios
“vocaciones” o “inercias” productivas. En este sentido, es fruto de la relación entre elementos físicos y factores. Los
consideramos que es importante afirmar la posibilidad de primeros son componentes formales y visibles del territorio:
representar sistemas y modelos como abstracciones formales el ager (“espacio explotado”) y el saltus (“espacio natural”).
a partir de los grafos de cada una de las estructuras agrarias El hábitat, la red viaria o el sistema de organización de las

Las componentes formales territoriales son sus elementos físicos y los factores naturales
30 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

explotaciones son susceptibles de estudio como variables que Desde la arquitectura y, en particular, desde la construcción
ayudan a “describir” el espacio. Paralelamente, los factores del territorio rural, pretendemos buscar los órdenes de relación
son los componentes potenciales, el sustrato modificable que sintética entre los elementos formales y los factores modificados
ayuda a “explicar”. El clima, el relieve, los suelos, la cubierta que codifiquen un territorio agrario.
vegetal y la población animal son los factores que intervienen
en la explicación. Esta posición disciplinaria requiere observar el objeto como
artefacto construido: el territorio, visto como manufactura
Esta síntesis de componentes de la superficie de la tierra, como edificada, es decir, como un objeto manipulado y artificializado
resultado plástico de la acción física, biológica y cultural de los por el hombre en unas condiciones determinadas. Los elementos
seres vivos sobre el espacio económico no urbano, es asumida se reducen a aquellos que confieren forma y son transformados
por la mayoría de los autores de geografías humanas. por la acción humana. Como ya se ha dicho, en un territorio

Las componentes formales en Manlleu (PGM)


DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 31

determinado donde las condiciones climáticas, de relieve, tienen una lectura geomorfológica inmediata y una plasticidad
hidrográficas y edafológicas son únicas, las acciones humanas en la construcción de los abancalamientos para la apropiación
tienden a adaptarse unas a otras a través de un fenómeno de del manto residual y superficial.
acomodación recíproca, que da origen a un orden propio de la
construcción agraria: el arte de la relación agraria. La diversidad de los campos regulares o irregulares, largos o
cortos, rectos o curvos, uniformes o variados tapiza los terrazgos
La selección de los elementos formales –asentamientos como trazados multiformes y pautas de tamaño, forma y posición
edificatorios, división y compartimentación del suelo, sistemas susceptibles de modelar y crear una imagen paisajística, ya sea
de acceso e instalaciones– nos parece tan significativa como sobre la superficie desnuda, sobre una agregación de material
su valoración y la relación existente entre ellos y los factores (en talud) o por escarbadura de la superficie (en surco o zanja).
naturales –relieve, clima, agua, orientación y capa vegetal.
La forma, el trazado y el aspecto de los caminos son expresiones
Hemos partido de los elementos que utilizamos desde la de la actividad humana. Sus trazados, formalizaciones o
urbanística para el análisis de la forma urbana, pero con la posiciones son el resultado material de unas funciones diferentes
ambivalencia propia que presentan estos elementos en el –estratégicas, comerciales– o de sus especializaciones. El
espacio rural e introduciendo nuevas connotaciones. Así, en camino generalmente propone, estructura o dispone campos y
los sistemas de acceso, caben las instalaciones en general y casas, mientras que el relieve decide los modos de transporte y,
la manipulación del agua para riego o desagüe en particular. por ende, el tipo de ruta. No por ello pierde importancia el lugar
Cuando un factor (agua o relieve, por ejemplo) es manipulado del relieve apto para situar el camino y el modo de emplazarse.
por el hombre (sistemas de riego, desagüe o bancales), se
convierte en un elemento físico. Al igual que la idea urbana de El agua, el aire, el viento, la orientación y la textura vegetal
“edificación” se amplía con la de asentamiento y se introduce son factores que operan en el resultado formal de un paisaje.
la noción del “sitio” como algo determinante de la construcción En ocasiones, estos factores son manipulados por la acción
de este territorio. Asimismo, el camino, los sistemas de humana y se convierten en artefactos físicos y, por tanto, en
canalización y manipulación del agua o la masía, el cortijo o elementos formales. El agua que cae de las nubes o que discurre
el caserío como unidad de residencia-producción, pueden ser libremente por las escorrentías naturales es un factor. Pero
elementos de contundencia estructural de una unidad rural. su utilización canalizada o domesticada para el riego o por el
desagüe de los campos la convierte en sistema infraestructural
El establecimiento residencial o productivo humano es un y, por tanto, en un elemento con fuerza estructuradora y
elemento descriptivo que aduce a la identidad de un lugar. En la organizadora. En el territorio de regadío, se materializa
construcción agraria, el sitio de la edificación, de la arquitectura claramente el valor estructurante de la canalización del agua.
por antonomasia, es la expresión del patrimonio del territorio, Algo similar puede ocurrir con el aire, el viento o las especies
del potencial de las mejoras establecidas y las relaciones biológicas, que, como factores, imprimen movimiento, pero
formales. La casa agrícola aislada vertebra la naturaleza utilizados voluntariamente como elementos de defensa son
próxima, los campos y los accesos. El asentamiento es la urbe artefactos que modifican la percepción del paisaje y formalizan
rural: en él se sitúan la residencia, el equipamiento y los centros una unidad agraria. El recurso a las referencias cósmicas como
de producción e intercambio. factores naturales se produce en ocasiones, sobre todo para
delimitar los suelos; no olvidemos que trabajamos en el área
La división del suelo, la selección entre el suelo fértil y el de contacto entre dos superficies, la celeste y la terrestre; por
improductivo para la compartimentación de los cultivos, crea tanto, con dos topografías y dos imágenes físicas de referencia.
una figura muy relacionada con la ubicación de la residencia
agraria, la naturaleza de los suelos, las técnicas de cultivo, el El relieve como factor plausible tiene un reconocimiento
relieve y su facilidad de acceso. El control de las tierras para la inmediato en la construcción rural. La selección de sus aristas,
construcción de los campos y la conquista de las roturaciones inflexiones, puntos altos y bajos, concavidades o convexidades
32 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

y pendientes es el primer acto de discernimiento en los Hasta la construcción moderna de las grandes infraestructuras
constructores de este territorio. Los cambios de pendiente (pantanos, transvases de ríos, construcciones de autopistas...),
formando aristas territoriales representan los límites y un valor el relieve y el agua son valorados como factores que se
de posición distinta para establecer el dominio o el acceso del identifican en la lectura “macro” de las escalas planimétricas
espacio contiguo. La mayor o menor pendiente se traduce en superiores a 1/10.000, mientras que su traducción a elementos
el uso de una o dos coordenadas espaciales. En los suelos modelados por el hombre se produce a escala humana, es decir,
de fuerte pendiente, se recurre a los espacios de mínima a escalas inferiores a 1/2.000.
clinometría y, por tanto, se prioriza una coordenada sobre la
otra, apareciendo estructuras alargadas, longitudinales o en A partir de la lectura codificada de estos elementos y factores,
espina, unidireccionales. El agricultor modifica el relieve para podemos construir unos fundamentos técnicos de interpretación
la contención de tierras o para el asentamiento de distintos formal del territorio rural.
elementos, con lo cual su valoración, como ya hemos dicho,
Convencidos como estamos de que el análisis del territorio
pasa a ser como elemento construido.
es inagotable, creemos que sus lógicas y culturas se

Paquetes territoriales como patrón de la Plana de Vic


DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 33

fundamentan en unas dimensiones y unas formas que confieren


a estos componentes un carácter dinámico y cambiante, en la
ininterrumpida construcción del espacio.

Finalmente, en las imágenes que acompañan este texto,


tratamos de definir las valoraciones constructivas (formales
y típicas) que contienen estos componentes, en aras de una
urbanística rural, ruralística o teoría de la ruralización (término
acuñado por Ildefonso Cerdà).

Los contrafuertes de la sierra de Marina en el Maresme organizan los barrios ‘de arriba’ en circos territoriales
34 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

TIERRAS Y AGUAS

La superficie de la Tierra, en su forma actual y pasajera, debe su


formación, por una parte, a las fuerzas tectónicas, constructivas
y geológicas que dan lugar a las montañas, las mesetas y las
llanuras y, por otra, a las fuerzas destructivas, como la erosión y
la deposición que conforman valles, deltas, etc.

El movimiento de la atmósfera que envuelve el relieve origina


vientos y erosión en rocas y tierras, pero es la lluvia la que, al
caer con fuerza, erosiona las tierras y discurre por la superficie
arrastrando todos los materiales ligeros que encuentra, los
deposita en otros lugares y moldea así las distintas regiones.
Este acarreo del agua de lluvia deja al descubierto las rocas y
provoca una cierta autonivelación de las tierras.

El cultivo (la colonización) del campo que practica el hombre


mediante diferentes sistemas de agricultura sobre el relieve es
también un factor modificador de la forma de este. La formación
de los campos, los prados para el ganado, la plantación de
árboles para marcar el territorio o la construcción de caminos,
casas o parcelas son actividades continuas en esta construcción
y modificación interminables del territorio.

La geografía –o, más concretamente, la geomorfología– nos


enseña que determinados factores geográficos, bióticos,
geológicos y antrópicos desencadenan una serie de procesos
constructivos y destructivos, en dinámica constante. La
superficie terrestre que observamos no es una realidad fija, sino
en permanente mutación.

Naturalmente, esta mirada a la piel de la Tierra es muy geográfica.


Se trata de una lectura de escalas grandes, superiores a
1/25.000, que nos ayudan a identificar lugares, zonas o
regiones. La mirada a la construcción territorial comienza con Puntos altos y puntos bajos (cartografía del POL)
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 35

escalas inferiores a 1/10.000, en que la comprensión deviene


morfológica y los componentes y sus pautas de comportamiento
empiezan a tomar forma y a hacerse visibles1.

Puntos altos y puntos bajos

En una primera lectura, el lenguaje de la naturaleza pone


en relación dicotómica los dos factores elementales: las
tierras y las aguas. La superficie de tierras presenta durezas
y movimientos diferentes, y enseguida le adjudicamos una
abstracción elemental de alternancia en función de sus puntos
altos y puntos bajos.

Por lo general, los puntos altos son tierras duras, fijas, rocosas,
de mayor edad, de dominio, de control espacial y posición
militar, que relacionan territorios distintos. A ellos les asignamos
un valor de publicidad, de control, de poder, de colectividad,
de finis terrae, de cultura ancestral. Mientras que los puntos
bajos son húmedos, blandos, débiles, dinámicos, dominados, y
configuran espacios de privacidad y domesticidad. Representan
sitios de protección, de escondite, y la presencia de agua y de
tierras vegetales aluviales buenas para el cultivo nos remite a
ambientes familiares o domésticos.

El relieve tiene un reconocimiento inmediato en la construcción


territorial. La selección de sus aristas, inflexiones, puntos altos
y bajos, concavidades o convexidades y pendientes es el primer
acto de discernimiento en los constructores del territorio.

Los puntos altos de las crestas son los mejores caminos


militares, los lugares de control y de dominio, a la vez que
1 En los trabajos de geógrafos como Jean Tricat y, en nuestro entorno,
Salvador Llobet, son imprescindibles para observar las primeras relaciones
Los planos de pendientes y de puntos altos y bajos entra las tierras y sus gentes.
36 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

son las aristas territoriales idóneas para establecer fronteras y


divisorias de propiedades o dominios. Por las lomas acentuadas
transcurren históricamente los caminos de colonización y
conquista: son los recorridos territoriales de largas distancias o
de relaciones extrarregionales.

Por el contrario, los puntos bajos son espacios más cotidianos,


dominados y domésticos. Allí se dan las relaciones más locales
y, por tanto, la urbanidad.

La erosión climatológica, ya sea por agua o viento, y la gravedad


conforman, en cualquier situación topográfica, unos puntos
altos, de mayor dureza, más fijos y más estáticos, y otros puntos
más bajos, que recogen los estratos volátiles, menos pesados,
más blandos y, por tanto, más dinámicos.

Estos y otros factores geográficos nos ayudan en una primera


lectura del lenguaje de la naturaleza y se pueden aplicar en
cualquier territorio, ya que los incidentes climatológicos están
presentes por doquier. Los puntos altos están expuestos a una
mayor erosión y, por ello, son rocosos y con escasa capa vegetal,
mientras que los puntos bajos contienen capas sucesivas de
tierras vegetales y extractos arenosos, como consecuencia de
los fenómenos de decantación aluvial.

Entre ambos se hallan las tierras intermedias, las laderas


productivas y biológicamente potenciales, acaso el lugar del
equilibrio. Es en estos lugares donde la arquitectura se establece
como un diálogo, en una mística fértil y útil.

De las tierras nos interesan sus pliegues, sus inflexiones,


sus cambios de curvatura, es decir, las aristas territoriales
que comunican cosas, a las cuales asignamos un valor en la
construcción territorial.

Hace más de un siglo, Patrick Geddes nos iluminaba y deleitaba


con unos gráficos elocuentes de la sección de la naturaleza en
un valle y cómo el hombre organizaba sus distintas actividades
de colonización y domesticación del territorio.

Por su parte, Giuseppe Dematteis nos enseña las diferentes


formaciones de los valles de origen glacial en “U” y los fluviales
en “V” para explicarnos el aprovechamiento de las inflexiones
en la construcción territorial.
Líneas de fuerza y factores naturales
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 37

Las alternancias tierras-aguas

A partir de esta primera selección o lectura, podemos dibujar en


planta la lógica elemental de la alternancia entre tierras y aguas,
que la gravedad del agua dibuja en el territorio.

En los territorios accidentados de montaña con pendientes


considerables, es sencillo distinguir las tierras altas y sus
laderas de las tierras bajas, donde se produce la escorrentía del
agua. Esta alternancia resulta evidente en la sección transversal,
pero también en el perfil como pequeños ramales entre torrentes,
afluentes, laterales del valle principal y las tierras de las laderas,
que a modo de contrafuertes conforman el macizo montañoso.

Esta alternancia en la escala de detalle será reproducida por


el hombre, en los territorios de huerta, en la manipulación del
agua para establecer los surcos del agua de riego o de desagüe.

La superficie del relieve es, en abstracto, como un papel


arrugado con puntos que sobresalen, otros llanos y otros que
se hunden. El dibujo de estas situaciones nos clarifica, en una
proyección plana, una primera abstracción del lugar como
alternancia.

Las inflexiones intermedias y los cambios de pendiente

Desde la construcción del territorio, debemos fijarnos en los


detalles más concretos para valorar el comportamiento del
cultivo territorial; las laderas también tienen inflexiones sutiles y
son lugares de percepciones diferentes.

La observación de diferentes territorios atendiendo a la posición


de la construcción del territorio nos puede dar las claves de
determinadas pautas que pueden parecer contradictorias pero
que nos ayudan a entender los distintos comportamientos.

En las laderas entre los puntos altos y los bajos, las pendientes
varían y pueden presentar inflexiones intermedias de cambio de
pendiente, que ofrecen sitios diferenciados para el asentamiento
de construcciones servidoras del potencial cultivo, bosques o
prados, como indica Geddes.

Por otra parte, las inflexiones son, en general, buenos


emplazamientos para el establecimiento de primitivos núcleos
Alternancias en territorios de montaña, de llanos y de huerta urbanos o comunitarios.
38 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

Por ejemplo, en unas secciones transversales del entorno En la huerta, el agricultor, al manipular las tierras y las aguas,
metropolitano de Barcelona, se pueden observar los diferentes reproduce esta geometría y la lleva a su máxima ortogonalidad.
nacimientos de las ciudades metropolitanas en la relación entre
la topografía y su lugar de fundación. Con esta lectura elemental del lenguaje de la naturaleza
como factor geográfico, no se quiere afirmar que exista un
determinismo entre la forma de la piel del territorio y la forma
La ortogonalización de la construcción territorial, entre la topografía y los espacios
humanizados.
El dibujo de las escorrentías de un valle tiende a ser ortogonal
y presenta una mayor claridad en su inicio, cuando discurren Sin embargo, nos ayuda a entender, en una primera abstracción,
por suelos de mayor dureza edafológica, y son más irregulares los lugares de la construcción territorial. El fenómeno humano
en sus trazados inferiores, cuando la dureza y la pendiente son y las fuerzas productivas inciden sobre esta piel territorial, para
más suaves. crear el espacio antropizado.

Fundaciones de ciudades metropolitanas en las inflexiones territoriales La alternancia en la montaña


DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 39

Por ejemplo, en la Península Ibérica, podemos establecer la cota


topográfica de los 1.000 m como una divisoria que nos puede
ayudar a diferenciar la existencia de la antropización, aunque
esta generalización debemos interpretarla con precaución. En
efecto: en la vertiente sur de los Pirineos o en las faldas de
Sierra Nevada, observamos que en torno a dicha cota se han
producido históricamente los emplazamientos humanos de
mayor altimetría.

Tendencia a la ortogonalidad en el llano


40 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

LA DIVISIÓN DEL SUELO

El valor del suelo

En general, el suelo está formado por material orgánico y formalizaciones– en el suelo yermo, cuya constitución es más
mineral. El suelo es un elemento vivo, inestable y frágil, y según resistente y no requiere ser despojada de la costra terrestre. A
su composición puede establecerse una clasificación elemental este acto de connotaciones productivo-funcionales, le siguen
en suelos blandos o mullidos (ager) y, por tanto, buenos para la otras divisiones y subdivisiones por causas jurisdiccionales,
agricultura, y suelos duros, de roca o similares (saltus), donde patrimoniales, técnicas, defensivas, etc., de forma que, en
predominan los bosques. consideración a estos y otros objetivos, las fragmentaciones del
suelo rural se superponen y multiplican.
La fertilidad determina el valor de la superficie del relieve en
el espacio rural, a diferencia de la valoración clásica urbana
como capacidad de “soporte de” algo. En la actualidad, esta
valoración tiende a modificarse a raíz de la introducción, en la
agricultura, de nuevas formas de producción industrializadas que
aportan tierra allá donde no la hay o delimitan unas condiciones
atmosféricas y húmicas mediante invernaderos, con los cuales
cualquier lugar es, en principio, un buen soporte.

En los territorios que hemos estudiado, no es este el caso y, por


tanto, las referencias a estas nuevas agriculturas se realizan en
contadas excepciones.

En este contexto, pues, las referencias al suelo se entienden


como referencias a la tierra en tanto que conjunto de partículas
minerales y orgánicas que forman la superficie de la tierra. Así,
un suelo es rocoso, arcilloso, arenoso, árido, fértil, húmedo, etc.
–en definitiva, bueno o malo– en función de su capacidad de dar
frutos, ya sea madera, grano o hierba. Por esta razón, la división
elemental entre suelo fértil y yermo es la primera elección
humana de los constructores del territorio. Este acto de voluntad
preside el proyecto del lugar. En función de la protección de
las capas fértiles del suelo, el agricultor sitúa generalmente
los elementos físicos –caminos, edificaciones, cercas y demás Fragmento del catastro de rústica del municipio de Arona (Tenerife)
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 41

Fragmento en negativo del parcelario del catastro de rústica del área metropolitana de Barcelona
42 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

Así, el parcelario rural –el catastro de rústica o amillaramiento Es la lectura de la tecnología formal del territorio, la relación
de parcelas y propietarios–, nacido con finalidades de inventario sistémica entre factores naturales y elementos construidos.
y fiscales, se ha materializado a lo largo de diferentes épocas
por parte de intendentes, geómetras, maestros delineadores o El peritaje de las parcelas responde a criterios disciplinarios
agrimensores. El catastro es un instrumento técnico importante propios de la geometría y la topografía. Muchas veces se siguen
para identificar la topología de un territorio como resultado de técnicas que poco tienen que ver con las realidades de dominio
aquellas estratificaciones. o productivas propias de un determinado territorio.

La morfología de la división del suelo es fruto de la diversidad Sin embargo, el perito agrimensor se tropezará con las
cultural, entendida como hecho social, constructivo. El mismas limitaciones físicas o visuales con que se encontró el
parcelario rural, visto de forma agregada, es una alfombra que colonizador a la hora de determinar límites y espacios, espacios
llena todo el territorio y nos informa de su totalidad de manera dominados o dominantes y suelos fértiles o estériles. Por ello,
inmediata. Es una textura de dimensiones y formas varias es importante poner en relación ambos cometidos y hacer una
que llena toda la tierra antropizada. Nos interesan las formas primera diferenciación de las unidades con que se trabaja con
dominantes, sus partes, sus dimensiones, y cómo se repiten y objeto de poder dibujar la identidad física de un término agrícola.
se relacionan con los accidentes naturales.

El fragmento del parcelario metropolitano de la ilustración es


una primera abstracción del territorio que nos habla de las
agrupaciones y sus directrices.

El catastro como instrumento de análisis y transforma-


ción del territorio

1. El catastro como lectura de inventario

Se puede adoptar una visión estadística como inventario o


análisis dimensional que nos conducirá a una clasificación ya
sea del troceo típico, o bien de las unidades patrimoniales o
funcionales del término agrícola donde trabajamos. Todo ello,
de una manera sincrónica o diacrónica.

2. El parcelario como lectura agregada

En una lectura agregada, podemos sacar conclusiones sobre


el análisis del grano (repeticiones, paquetes y magnitudes),
el análisis de la forma (morfológica del mosaico, relaciones
formales y entre elementos) y el análisis de las directrices
(sistemas y orientación).

3. El parcelario como lectura técnica y formal

Se trata de una lectura sintética de aquellos factores y elementos


que empiezan a dibujar los incipientes modelos de orden.
Las unidades de cultivo tapizan el territorio
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 43

Hay diferentes valores que podemos asignar a la tierra: Podemos establecer tres tipos de unidades espaciales como
formalizadoras de sistemas codificados o estructuras de
- Valor patrimonial: como bien patrimonial, dominio o organización del suelo, formales o funcionales, cuya valoración
jurisdicción. Suelo susceptible de ser controlado y/o dominado. posterior resulta imprescindible: la unidad de propiedad o finca,
Jurisdicción y propiedad. la unidad de producción y la unidad de cultivo, siendo esta
última la más determinante para la arquitectura del territorio.
- Valor agrícola: extractivo, como suelo fértil y productivo.
Suelo susceptible de ser labrado, roturado o explotado para 1. La unidad de propiedad o finca indica la extensión
producir frutos. Formas y dimensiones de los campos de o la acumulación de propiedad en un solo individuo. Su
cultivo. materialización, además de representar una situación
patrimonial, es la formalización de una manera de desarrollar la
- Valor edificatorio: como soporte, como recurso o
agricultura. Nos remite a la tipificación del agente agrario.
factor. Suelo susceptible de ser construido o de contener una
edificación, una función pública o privada. Parcela, manzana. 2. La unidad de producción refleja, de una forma
Dimensión y regularidad. paradigmática, el tamaño y la cualidad de las tierras para una
determinada estructura agraria. En ocasiones, resulta difícil
precisarla porque es el resultado de diversos factores sociales,
económicos y productivos. Representa el módulo funcional,
mayormente unifamiliar, de la agricultura.

3. La unidad de cultivo es la división elemental y representa


la uniformidad del tapiz terrestre. Contiene un único producto
(rara vez se laboran dos cultivos simultáneamente), por lo cual
su textura es uniforme aunque cambiante con el proceso de
crecimiento del fruto y en las diferentes estaciones del año.

Como unidad agrícola, es importante diferenciarla de la entidad


parcela, no solo porque esta tiene una referencia fiscal y no
agraria, sino también porque, en el análisis formal y físico, una
parcela encierra una lectura múltiple, ya que puede contener
diferentes tipos de suelo y de cultivos y, aun en el supuesto de
que el manto superficial parezca uniforme, puede estar formado
por varios cultivos y, por tanto, la percepción de colores,
volúmenes, superficies y rugosidades puede ser diversa.

La unidad de cultivo coincide generalmente con la denominación


popular de campo. En las tierras de secano, suele coincidir con
una terraza o un bancal.

Es, por tanto, una unidad de relieve uniforme, circundada


por elementos físicos construidos (márgenes o caminos) o
accidentes naturales o vegetales (arroyos, matorrales o una
simple modificación del relieve), que le confieren una unidad
Ejemplo de las agregaciones en las tierras
física prácticamente plana, a modo de valla virtual. Su forma
44 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

poligonal rectangular se posiciona en el territorio con una ligera de ciertos productos distorsionan cualquier configuración
inclinación de sus diagonales con respecto a las curvas de preestablecida. Para nuestro caso de estudio, podemos avanzar
nivel, con el fin de aprovechar al máximo la escorrentía del agua que en la localización y en la selección de los sistemas de
y/o garantizar su desagüe. En el territorio de huerta, el troceo cultivo se descubren pautas repetitivas de validez estadística y
de las unidades de cultivo es mayor y los elementos que la formal.
limitan tienden a minimizarse o a desaparecer. Su forma es muy
Así, por ejemplo, la mujada, unidad tan extendida en el
ortogonal.
Llobregat, solía dividirse tradicionalmente en cuatro “cuarteles”,
En la montaña y en la ladera, es difícil hacer esta lectura, separados suficientemente para facilitar el paso de caballerías,
a excepción de los bancales de dimensiones reducidas aperos y carros. Cada “cuartel” se dividía en “eras” o “tablares”
y formas arriñonadas. En cambio, en la plana, con una rectangulares, separados y dispuestos para los distintos cultivos
agricultura de secano, las dimensiones de la unidad aumentan (una mujada equivale a unos 1.200 m², aunque varía según las
considerablemente: un tractor puede surcar un campo de zonas agrícolas).
cuatro hectáreas en un día. En este territorio, se abandona la
La opción de sistemas de cultivo más especializados y la
rectangularidad en beneficio de grandes superficies poligonales
introducción de técnicas nuevas hace prácticamente imposible
con vértices redondeados, aunque muchas veces ello supone
reconocer estas marcas hoy en día, ya que el hortelano las
la destrucción de márgenes que alguna vez compartimentaron
ha hecho desaparecer bajo el cultivo de un mismo fruto y
diferentes unidades de cultivo. Los territorios con menos
difícilmente quedan huellas de ellas. Las que han resultado más
accidentes geográficos tienden a mantener la regularidad
laboriosas de borrar son los linderos de las mujadas, mucho
ortogonal.
más consolidados por la acción constructiva y por el paso de las
La introducción de la mecanización en los trabajos de cultivo, instalaciones infraestructurales que se han ido superponiendo.
especialmente en los de gramíneas (trigo y maíz), ha provocado
El proceso de solidificar la unidad de cultivo en el territorio de
un aumento considerable de las superficies. La alteración
regadío experimenta posteriormente nuevas evoluciones, que
de estas unidades ha sido considerable. El avance técnico
en la mayoría de los casos tienden a incrementar la extensión
que ha experimentado la agricultura a lo largo de este siglo
de las tierras, superiores a la mujada, para acoger un mismo
y los cambios en los sistemas de cultivo, de mercado y de
cultivo, economizar la cosecha y unificar los sistemas de
comercialización son los motivos que explican este fenómeno.
riego. En la depresión del Vallès y en Osona, el proceso que
La imagen acuartelada del territorio de secano de años atrás,
han seguido los campos ha sido paralelo al de la huerta, es
debida al uso de la tracción animal en las faenas de cultivo,
decir, paulatinamente se han ido incrementando las superficies
se ha visto sustancialmente modificada por la introducción del
dedicadas a un mismo cultivo, agrupando unidades vecinas y,
tractor y la reducción del tiempo de realización de los trabajos.
de esta forma, se han simultaneado y rentabilizado los procesos.
Estas modificaciones del mosaico organizativo del relieve
vienen dadas, en otras ocasiones, por la elección productiva Los impedimentos físicos, en una primera etapa, no han sido
del agricultor. Por ejemplo, la introducción de la ganadería insalvables, ya que la tradición de la cuartera forzaba a dividir
contribuye a la extensión considerable del cultivo de forrajes. superficies fértiles pertenecientes a un mismo terrazgo y su
Otras veces, los ciclos de cultivo y su rotación provocan una reunión no presentaba mayores obstáculos. Sin embargo, la
modificación considerable de la textura de los campos, lo cual tendencia más actual ha sido eliminar las parcelas de pequeñas
confirma la mutabilidad de los paisajes que percibimos como dimensiones, a raíz de los “avances” técnicos en la maquinaria
fruto de la obra humana y no solo como consecuencia de los de labor.
factores estacionales o climáticos. Estas circunstancias dificultan
encontrar pautas de tamaño para los diferentes territorios, sin La imagen de los pequeños campos o la de los abancalamientos
tener en cuenta que las técnicas de industrialización del cultivo en territorio llano se ha sustituido por la percepción de las
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 45

grandes superficies onduladas y sensuales de los campos de campos que necesitan solidaridad entre ellos, como sucede
grano con mayor exposición. Este fenómeno ha provocado una con el cultivo del arroz, descubrimos la realización de pequeñas
mayor aceptación de las pendientes en los campos, a la vez infraestructuras donde se intuye una misma unidad productiva.
que fomenta, a largo plazo, un mayor deslizamiento y la pérdida
de tierras fértiles por acción de la erosión y de la escorrentía, La alfombra que llena todo el territorio nos informa de una
en épocas de fuertes lluvias. Para la montaña territorio que totalidad inmediata como acumulación de procesos de dominio
ha experimentado fuertes transformaciones en los últimos y de ocupación inacabada de la tierra. Esta textura de formas y
años–, no son significativos los datos con que trabajamos. dimensiones que llena toda la superficie del suelo antropizado
En particular, en la zona estudiada de la sierra del Garraf, el presenta unas singularidades identificables con la historia de la
proceso de recesión y abandono de la agricultura tradicional de propiedad agrícola. En la montaña y en lugares poco adecuados
montaña ha ido acompañado de la invasión del cultivo frutero de a la agricultura, predomina la propiedad comunal, mientras que,
la cereza, que responde a otras lógicas y formas de producción. en otras tierras, se plasma la presencia de propiedades nobles
o monacales, o de dominios de menor dimensión, de origen
En la fragmentación de los cultivos y los campos, se pueden agrícola, y, por último, la geometrización y subdivisión de las
establecer muchas características del término agrícola. En los tierras de regadío de las parcelas pequeñas.

En la ladera del Maresme, se puede observar el escalonamiento dimensional del parcelario a medida que se acerca a la costa marítima en franjas paralelas al mar
46 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

DE LA TRAZA AL TRAZADO

A lo largo del tiempo, se ha producido una evolución técnica y


física de los elementos infraestructurales que dan accesibilidad
y movilidad a flujos cada vez más complejos y tecnológicamente
nuevos. A este proceso de modernización de los canales de
flujos, le hemos puesto el apelativo “de la traza al trazado”
para expresar la distancia o la evolución entre los ancestrales
caminos desnudos, marcados sobre la superficie de la tierra,
y los nuevos artefactos de comunicaciones y de transporte de
personas, materiales, energías, etc. La evolución tanto de las
trazas como del paisaje territorial la percibimos hoy como una
construcción acumulativa e inestable, fruto del resultado de una
larga historia de actuaciones diversas.

La traza es un elemento cultural, de tradición. Por la traza se


transita. El trazado es una manufactura especializada para un
tipo de flujo. La traza estructura los paisajes “tradicionales”,
mientras que los grandes trazados modernos no estructuran la
construcción territorial sino que unen nodos.
El camino busca y construye su propio relieve
El sentido literal de la traza (apariencia o figura de algo, huella
o vestigio) nos ayuda a entenderla como primera expresión del
dibujo del territorio.

La traza como camino es blanda, tiene textura y tiene lugar. La traza


no soporta, huella el territorio. Tiene bastante de aleatoriedad,
de subjetividad, e incluso puede tener un contenido artístico. La
soledad y el silencio del sendero nada tienen que ver con la vía
pública bulliciosa o con la autopista densa.

Hay trazas que se transmiten oralmente:

Para ascender al pico del Aneto por la ruta de los lagos de


Coronas, tienes que rodear el último lago por la izquierda
Camino de loma, despejado, con instalaciones
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 47

y superar el glaciar en diagonal tomando la huella dejada linda, se limita, se le otorga materialidad o simplemente se le
por los anteriores excursionistas. da un nombre, surge el trazado, la vía. Su toponimia responde
al uso o a la costumbre de su función, o a su localización o
Oralmente, se perpetúa la traza que en cada nevada desaparece dirección, camino del norte, del sur, de la montaña, del mar,
y se vuelve a crear. La traza intermitente forma parte de una del agua...
cultura ancestral y oral. Su construcción, si la tiene, se reduce
a una simple huella y unas pocas pirámides de pequeñas La complejidad de la vida agraria y la variedad de situaciones
rocas que señalan la ruta. Esta mínima expresión material es territoriales en que se implanta enriquecen aún más el vocablo.
su construcción. Algo similar ocurre en altimetrías inferiores, Si atendemos a su forma, a su proceso constructivo o a su
cuando atravesamos bosques o prados. La permanencia o la contenido técnico, vemos que existen: el camino carretero, el
persistencia de los caminos son producto de la lectura que hace de travesía, el de ruedas, la cañada, la senda, el sendero, la
el hombre de la vegetación o de la geomorfología inmediata de estrada, el camino de herradura, la calzada, el rastro, la pista,
la superficie de la tierra. el camino de paso, la trocha, el meandro, etc. Según el lugar
que ocupan en el territorio, la toponimia es extensa: camino de
La traza también puede tener un contenido mítico o místico: la ribera o de costa, de fondo, del medio, de arriba, de abajo, de
vía, la senda o el camino son el primer elemento público con arista, divisorio o de cresta, camino travesero, de montaña, de
que nos encontramos al salir de casa; transitamos a través de ronda, vado, camino de cota, de ladera, de borde, de cornisa o
ella para encontrarnos con el otro. Cuando la traza se fija, se urbano.

Camino o huella cultural Cuando la traza se fija aparece el trazado


48 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

Esta enumeración parcial da una idea de la polivalencia posibilidades de enrasado y más comodidad, a la vez que
del término camino en el territorio. Su uso, temporal o entra en diálogo constante con las tierras y con las aguas de
intermitente, como apoyo al tránsito, o su abandono como vía su trazado.
de comunicación con una función determinada modifican su
utilidad o le especifican una función diferente. Por ejemplo, La preocupación por tomar posesión, por dominar el espacio en
los caminos divisorios o de cresta, antaño de uso militar, han cada fragmento del recorrido, es constante. Esta preocupación
desempeñado, con posterioridad, un papel de comunicación y se materializa al transcurrir por los límites o por los bordes del
transporte como camino real en territorios de suaves pendientes. relieve. Esta afirmación no es únicamente válida para los caminos
Modernamente, con la construcción de las carreteras, han sido que se sitúan en las aristas orográficas –puntos altos y puntos
abandonados para dichos fines y han pasado a utilizarse como bajos–, sino que también es cierta para otros territorios. Por
vía pecuaria o, más tarde, como simple camino de montaña. ejemplo, en el territorio de la plana, el camino busca la divisoria
de aguas para establecerse. Los caminos de ladera –caminos del
Igualmente, con la evolución de la técnica constructiva de las medio– tenderán a establecerse en las inflexiones territoriales.
carreteras modernas, la territorialidad de los caminos rurales
se ha visto modificada, al tiempo que han aparecido nuevas
trazas de caminos traveseros y, con ello, han desaparecido o
han quedado fuera de servicio caminos de fuerte implantación
territorial.

Si nos fijamos en las funciones que han adoptado los caminos,


estas han estado ligadas históricamente a la necesidad de
gobierno de la comunidad y del territorio. Progresivamente, con
las nuevas relaciones de producción, la exigencia de transportar
o intercambiar los productos sobrantes de la explotación y,
más tarde, con el desarrollo del comercio y la especialización,
el camino se ha ido enriqueciendo con diferentes contenidos
funcionales o posicionales, que han dado una variedad de
adjetivaciones al vocablo: público, privado, real, vecinal, militar,
pecuario, de cabras, de ruedas, de muertos, del alma...

Pero no solo nos interesa su cometido desde la construcción


rural. La forma y la localización de las vías por el territorio nos
interesan para valorar su construcción y, por tanto, la imagen
física que percibimos.

La construcción del camino

Dos obsesiones marcan la construcción del camino: la


comunicación entre dos puntos y el control del territorio por
conquistar y contemplar en su trazado. La preocupación por el
recorrido más corto va acompañada de la voluntad estratégica
de dominio. Una vez determinados los puntos que comunicar,
el camino va definiendo la banda de terreno que ofrece más Jerarquía en la red de caminos
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 49

La relación camino-tierras los caminos que se deslizan por el lecho de los torrentes o los
vados que los atraviesan. También los senderos, los antiguos
La modesta construcción del camino se realiza de forma caminos de herradura y muchos caminos interiores de dominio
diferente en relación con el lugar por donde transcurre su privado que dan servicio a la explotación de las propiedades
trazado. Podemos establecer tres grupos atendiendo al contacto agrícolas.
que se establece entre el trazado y las tierras donde se asienta:
- Otro grupo de caminos es aquel en que la domesticación
- Los caminos de contacto directo o desnudos, que carecen del relieve por donde transcurren condiciona su construcción
de pavimentación y se insertan en la roca viva o sobre el y, por ello, utilizan para su trazado los recursos y los materiales
terreno, con escasos movimientos de tierras, pero señalizados que el territorio inmediato les ofrece. Son los caminos que
en sus bordes por piedras o hitos. Son los caminos de loma se deslizan por los fondos de los valles, por las laderas, los
o divisorios de montañas, así como las vías pecuarias o los caminos del medio, de cota, de ribera, de costa. Todos ellos
caminos peatonales de paso, de montaña o de alta montaña, requieren movimientos de tierras para abrirse paso y en todos
es constante la preocupación por alcanzar un equilibrio entre el
desmonte y el terraplenado. La obra de fábrica, más compleja y
de mayores medidas que en el caso anterior, se especializa no
solo en las técnicas de contención y protección de tierras, sino
también, y en gran medida, en el manejo y la domesticación
de las aguas superficiales. La tecnificación, la complejidad y la
calidad de estas obras son proporcionales a la mayor extensión
y aptitud del territorio que sirven.

- Los caminos reales, los estructurantes de plana o los


divisorios de vertientes, así como la gran mayoría de caminos
de huerta, contienen una fuerte voluntad constructiva, que
se concreta en la superposición sobre el terreno virgen de
materiales resistentes, cascotes, piedras y material diverso,
que aseguran su solidez y durabilidad. Esta incipiente técnica
ingenieril se acompaña de obras de fábrica elementales para
tratar las aguas de escorrentía, para la impermeabilidad y la
fijación del pavimento, así como para la protección del propio
trazado, la construcción de cunetas, la plantación de arbolado,
etc. La necesidad de acarrear materiales de otro lugar y lo
esmerado de su técnica limitan la construcción de este tipo de
caminos territorios agrarios a caminos de carácter colectivo o
público.

Difícilmente encontraremos caminos rurales en zanja o en


túnel, situación que aparecerá con la evolución técnica, con
la construcción de las carreteras y con el desarrollo de una
escuela específica de puentes y caminos. Mientras, como ya
se ha dicho, el camino rural se construye entendiendo que el
relieve es su gran aliado y no su enemigo. El perfil longitudinal
Los caminos de montaña colonizan desde las rieras
50 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

del trazado y el natural del terreno tienden a equilibrarse en los de las causas de la alternancia constante que reconocemos
caminos que se colocan en ladera o a coincidir en los divisorios en el territorio entre los sistemas de escorrentía de agua y los
y en los caminos de fondo. sistemas intercalados de acceso.

Muchos de los extremos apuntados anteriormente quedan


reflejados en la sección transversal del camino, que, para su total La ruralidad del camino
entendimiento e identidad, no puede reducirse a la pura sección
de la calzada sino que debe extenderse a su implantación El camino representa la institucionalidad de los movimientos
territorial; de esta forma, detectamos hasta qué punto nos para la comunicación, el transporte y la relación de los habitantes
interesan los elementos que lo acompañan en su inserción al del lugar. En el territorio rural, es un elemento canalizador de
terreno. La construcción de cunetas, márgenes y protección de actividades y de transporte de mercancías.
cultivos adquiere unas dimensiones tan considerables como la En los asentamientos, frente a la entrada de la masía y, con
propia calzada de la vía, de modo que formaliza una virtual valla menor intensidad, en los cruces, el camino se enriquece como
horizontal. espacio público de relación. Contrariamente a lo que ocurre en
la ciudad, donde la calle es escenario, en el territorio rural el
La relación camino-aguas

Un segundo aspecto constructivo importante en el


establecimiento del camino es su relación con el agua. Esta
relación es doble: por una parte, el camino interfiere en la
escorrentía natural del terreno, pero, además, esta ha de servir a
su propio saneamiento.

La presencia de agua altera las propiedades de los elementos


que constituyen la tierra; cambia la resistencia al esfuerzo
cortante; incrementa el volumen de los cuerpos y, por tanto,
sus propiedades resistentes, sus asientos diferenciales. Las
técnicas que ha desarrollado el hombre en su afán de dominar
esta contrariedad han enriquecido la construcción del camino.

En el territorio de huerta, el camino se sitúa elevado con


respecto al plano natural, con lo cual se garantiza su desagüe y
su carácter no anegable, al tiempo que el drenaje interceptado
de los campos se realiza mediante canalizaciones por la base
del terraplenado. En el llano, motiva su localización en las partes
altas del relieve, con lo cual su desagüe y el de los campos
queda asegurado por los puntos de escorrentía natural hacia los
arroyos y los torrentes.

Mayores dificultades encuentran los caminos de ladera o del


fondo del valle, que, como ya se ha indicado, requieren un alto
nivel de artificialidad para domesticar los cursos de las aguas.
Esta contrariedad que le supone la presencia del agua es una
Secciones de los caminos de huerta
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 51

camino pierde contenido como escenario en beneficio de su El papel del camino central en el fondo de valle en el territorio
valor como lugar de percepción de paisaje. Desde el camino, de montaña estructura la colonización humana, localizándola
ponemos en relación los elementos del paisaje rural que e intensificándola. En el llano, da acceso a las unidades
percibimos: bosques, campos, casas y otros caminos. Pero productivas y delimita funciones pero no crea fachada,
no solo nos limitamos al catálogo de los elementos por sus entendida como una valoración diferencial del frente de parcela,
características morfológicas, sino que iniciamos el proceso con lo cual favorece la ocupación extensiva y difusa. El camino
de percepción del paisaje, es decir, del arte de la relación: reconoce la inflexión del relieve en la ladera y define y reafirma
discernimos, seleccionamos y combinamos los elementos, el sitio del asentamiento.
tomamos posición.
El servilismo del camino a estos fines aumenta en los territorios
También nos interesa el camino como sistema generador de de mayor artificialidad, principalmente en el territorio de huerta.
la realidad física en el ordenamiento del mosaico parcelario, La disposición ortogonal y regular de los cultivos se alinea con
de la estructuración de las masías y de la organización de las respecto a la estructura jerarquizada de caminos, a la vez que
unidades de producción. estos dan acceso a la dispersión de las edificaciones por el
territorio y lo compartimentan en patrones organizativos. Se
alía con los sistemas más sofisticados de manipulación del
Relación entre tierras y caminos agua, sin interferirlos, o relegándose a un segundo plano ante
Los sistemas de acceso corren principalmente por las divisorias la contundencia geométrica de las infraestructuras de riego o
de mínima pendiente, con lo cual formalizan una estructura desagüe. En cambio, el camino de huerta se eleva ligeramente
ramificada que se intercala con la estructura también ramificada (entre 60 y 80 cm) por causa de los aluviones. Supone una
de las escorrentías superficiales facilitando una alternancia interferencia en el uso agrícola del territorio, y por ello podemos
constante entre los caminos y el agua. El agricultor reconoce afirmar que crea alineación, no como soporte de arquitectura
estas alternancias y, como hemos comentado en el capítulo pero sí como limitación o frontera de diferentes usos del suelo,
anterior, intenta situar entre ellas su racionalidad ortogonal. uno como uso productivo, privado, y otro como soporte a la
movilidad, de carácter público o colectivo.

La relación camino-relieve en el llano es evidente


52 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

EL SITIO PARA ESTABLECERSE

“Entre la idea de lugar dentro de la superficie terrestre y escala difícilmente dominable es acaso una de las técnicas más
la concreción del sitio de los elementos construidos, hay desarrolladas en la cultura rural. No se construye en el sitio,
una tarea fundamental, muy a menudo de larga duración, sino que se trata de la construcción del sitio y con el sitio.
que comporta tres fases fundamentales (que pueden ser
simultáneas, más que sucesivas): el acondicionamiento Así pues, dentro del lugar conquistado hay un sitio donde el
para la producción, la organización del espacio y el campesino se establece, una vez analizados los factores de
asentamiento de la población.” (P. George, Geografía localización. Por ello, dentro de un lugar (valle, llanura, colina...)
rural, 1980, p. 91) pueden existir distintos emplazamientos que reúnan condiciones
válidas para el asentamiento. El proceso de elección pasa por
La elección del sitio ha sido una de las preocupaciones constantes apreciar diversas cualidades del lugar:
de los constructores del territorio. Esta preocupación se acentúa
en el territorio rural, donde el lenguaje volumétrico predomina - su facilidad de acceso
sobre el espacial y donde la diversidad del establecimiento - su fertilidad y la existencia de agua
es infinita. Toda arquitectura procura adaptar sus formas y - su posición: expuesto o escondido, dominante o abrigado
modalidades a las condiciones varias del medio ambiente, para - sus capacidades expectantes: la posibilidad de crecer,
asegurar al máximo los recursos y las comodidades, de acuerdo ampliarse y roturar nuevos suelos
con los aspectos de la naturaleza y los factores sociales que
determinan su manera de vivir y, por ello,

“siempre que un grupo social elige un sitio en calidad de


lugar simbólico, reconoce en él un valor diferente de la
naturaleza.” (V. Gregotti, 1972, p. 73)

Establecer una masía, un camino o un campo, o determinar


el límite de un dominio, han sido una práctica cotidiana en la
historia de la construcción rural. Este encuentro del hombre con
la amplitud territorial ha dado origen al arte del emplazamiento
o de la localización como respuesta íntima humana. Se
establece así un diálogo rico y fértil. La elección no se debe
únicamente a principios topográficos, climáticos y productivos,
sino también a creencias mítico-religiosas, rituales, mágicas o
cósmicas. La organización del sitio en un espacio abierto y de
La iglesia de Arlucea. Dibujo de J. Caro Baroja, 1973
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 53

La masía tiende a buscar los accidentes del relieve


54 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

Las ideas de emplazar la vivienda y dominar el espacio es extensiva, son los puntos altos descarnados y de divisorias
inmediato para su conquista agrícola van unidas. Los criterios de vertientes los que aglutinan el establecimiento de los
de establecimiento de los elementos construidos varían, como asentamientos y de los caminos.
veremos, en función del tejido agrario y del territorio donde nos
encontremos, pero sobre todo por la existencia próxima de una En el territorio de regadío, donde todo el suelo es apto para el
capa fértil de suelo, apta para el cultivo. cultivo, la superficie ocupada por el hábitat tiende a disminuir, a
agruparse, a desaparecer o a supeditarse a los sistemas de riego
o desagüe. Cada unidad rural tiene su propia lógica.
El sitio de la construcción
Efectivamente, en los territorios de las sierras del Garraf y
A medida que el valle en “V” se va abriendo, va aumentando la de Collserola, el sitio de la masía es el interior de los valles
presencia de capas fértiles de suelo, se van incrementando el cerrados, donde también se sitúan los campos cultivados y los
asoleo y el dominio del fondo del valle, y aparecen las inflexiones caminos de colonización. Los territorios de ladera, las faldas
secundarias. El emplazamiento ocupa cada vez más altimetría, del Garraf y de Collserola, poseen dos franjas de cambio de
es decir, abandona la proximidad del vértice inferior en busca pendiente, una superior de masías dispersas y otra inferior
de puntos de inflexión de mayor dominio territorial. La masía se donde se ha producido la urbanización de las ciudades, algo
fortalece y aparecen los caminos de inflexión o del medio. El similar a lo que ocurre con los barrios de la sierra de Sant
asentamiento renuncia a cubrir el valle principal y busca lógicas Mateu (masías de “dalt” y masías de “baix”) y comparable con
territoriales más controlables en una sola vertiente, en los la posición del paseo de la Bonanova y la Travessera de Gràcia,
torrentes y contrafuertes de los pequeños valles transversales. en el llano de Barcelona.
Este proceso itinerante del emplazamiento se invierte en En este sentido, hay un paralelismo entre los sitios de
el territorio de la llanura, donde la masía alcanza toda su establecimiento de las ciudades y los de los asentamientos
omnipresencia y se sitúa en sus partes más elevadas –en los rurales, pues ambos son herederos de una misma cultura
puntos altos–, pero sin renunciar al resguardo natural que el territorial.
mismo relieve le ofrece. En el llano, donde la fertilidad del suelo

Puntos altos y puntos bajos en los valles cerrados del Garraf y de Collserola. El sitio de la construcción está junto a los torrentes
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 55

El arte de establecerse reconoce la inflexión territorial como La habitación rural es el espacio construido por excelencia, es
el lugar del establecimiento básico. También a una escala decir, el que contiene un mayor grado de construcción. Toda
más pequeña, el asentamiento se mantiene siempre sobre las construcción rural, en su afán de dar una respuesta solícita al
inflexiones del relieve (ver gráficos del sitio de las ciudades medio, emplaza todos sus elementos construidos en aquellos
metropolitanas en las inflexiones secundarias). suelos que no son susceptibles de producir y que reúnen
mejores condiciones de estabilidad, evitando la inestabilidad
Estas reglas expuestas no son aplicables a las construcciones de las tierras vegetales. Incluso en aquellos suelos totalmente
singulares (míticas, religiosas, militares o de referencia), no fértiles, las técnicas constructivas se modifican para hipotecar
necesariamente habitacionales, que siguen lógicas peculiares las mínimas superficies productivas. A esta característica
para cada territorio, como más tarde se verá (se ejemplariza con se acomodan otros criterios de localización dispersa, como
el mirador marítimo de la sierra de Sant Mateu). veremos más adelante. Las construcciones agrícolas no se
reducen a la edificación de la residencia: su actividad produce
Los asentamientos rurales: la masía diferentes expresiones físicas, desde la cabaña, borda o cueva
para cobijo o refugio del ganado y de los utensilios, hasta las
La masía, inicialmente a tres fachadas y abrigada por la roca, complejas construcciones agrupadas, que dan respuesta a la
procura mantener el sitio abrigado y de dominio espacial, en su relación compleja del hombre con la naturaleza y a las fuerzas
versión a cuatro vientos. sociales y productivas que intervienen en la construcción y en el
dominio de la tierra –el barrio, las casanovas, la masía, el mas
Para los territorios llanos y homogéneos, existen varias teorías
nou o el mas periurbano.
para definir el sitio de establecimiento de la masía. Véase, por
ejemplo, la teoría del centro de actividad de los campos, según Las dos formas en que se presenta la edificación rural, dispersa
la cual la masía se sitúa en el centro de gravedad de los cultivos, y agrupada, están asociadas a dos tipos de agricultura: la
con sus respectivos productos (J. Bergós, 1938). extensiva del llano y la intensiva de la montaña o la ladera.
El mas o casa de campo catalana se reparte y atomiza por los

Los emplazamientos de la edificación dibujan los accesos Plano convencional de las diputaciones
56 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

territorios de las depresiones y llanuras interiores, con sus a agruparse o a localizarse territorialmente: son las manchas
particulares reglas de dispersión, y responde a una situación territoriales de la actividad agraria en la montaña.
extensiva (ver capítulo dedicado a la persistencia del parcelario
en Torelló). En la huerta, ante la dificultad de reconocer lugares
morfológicamente diferenciados, son más bien los factores
Aislando la topografía en la cartografía convencional, se sociales, políticos u organizativos los que condicionan la
identifican con facilidad los puntos altos y los puntos bajos. agrupación del hábitat en beneficio de un mínimo consumo de
Y, entre los primeros, aquellos lugares que presentan un mejor tierras productivas.
abrigo del sitio.

De este modo, queda claramente al descubierto cómo


transcurren los caminos a lo largo de las lomas, mientras que
las masías se establecen en los abrigos naturales.

Dominar visualmente el territorio adscrito a cada masía y


mantener una distancia regular entre ellas –en este caso,
en torno a 350 m– son algunas de las valoraciones que el
colonizador tiene en cuenta a la hora de instalarse en el territorio
rural.

La masía es, pues, el instrumento de colonización y control


territorial en este fragmento.

En el territorio de montaña, los factores topográficos y


defensivos crean situaciones críticas, de límite, de borde y,
por consiguiente, el establecimiento de la habitación tiende
Pendientes del relieve en un territorio de masías

Distribución de los lugares de asentamiento de la masía Modelo teórico de los puntos de actividad
DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO 57

En todos los territorios agrícolas, hay un respeto indiscutible huerta pero, con todo, se provoca el desagüe modificando su
a no hipotecar las tierras fértiles para la ubicación de los mínima pendiente: en el llano, esta oscila entre el 2 y el 5 %,
elementos construidos. Los caminos procuran rodearlos y mientras que, en la montaña, en ocasiones llega a pendientes
aprovechar los límites de los yermos o de los aterrazamientos del 12 %. En la actualidad, la mecanización de las labores de
para sus campos, y los bancales tienden a formar una superficie labranza permite apurar y variar las pendientes de los campos,
plana pero no horizontal para favorecer su producción y con lo cual estos tienen a agrandarse y a presentar superficies
desagüe. La pendiente es prácticamente nula en el territorio de alabeadas y sensuales.

Abstracción del modelo


58 DE LA GEOGRAFÍA A LA ARQUITECTURA DEL TERRITORIO

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TERRITORIOS CONSTRUIDOS
62 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

EL CULTIVO DE LA RURALIDAD:
SADA-OLEIROS

Galicia es un referente imprescindible como territorio no


urbano, como difusión y dispersión de una construcción
rural. Entre los múltiples trabajos sobre el medio gallego,
cabe destacar el Estudio de los elementos determinantes
del medio rural de Cesar Portela, imprescindible para
iniciarse en el caso gallego.

Entre los numerosos intercambios con la Escuela de la


Coruña, seleccionamos la aportación de un taller sobre el
municipio de Oleiros (1997).

La construcción del territorio de Oleiros

Tras el contacto con el lugar y movidos por las interesantes


explicaciones de los compañeros del taller del curso de máster,
hemos desarrollado unas reflexiones que ahora nos atrevemos a
plasmar en estos papeles, más con ánimo de polemizar en voz
alta y de intentar enunciar problemas, que de querer resolver
los interrogantes sobre el territorio difuso/disperso que nos
preocupan a todos.

En efecto, el territorio de Oleiros llama la atención por su


especificidad residencial dentro del magma de relaciones
metropolitanas como espacio plurifuncional y pluriterritorial.
Creemos que encontrar lo que tiene de característico o
específico esta parte del área metropolitana nos puede ayudar a
hallar alternativas propositivas que especialicen este territorio. Y
decimos esto porque creemos que supone plantear el problema
en sus coordenadas estrictas, pero sin dejar de ser conscientes
de la otra realidad que da cobertura al tema.

Si afirmamos la hegemonía de la función residencial es porque


fácilmente podríamos coincidir todos en esta afirmación, ya
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 63

que las funciones colectivas existentes en los pocos núcleos se


reducen a algunos servicios a la residencia y no se encuentran
áreas específicas o de centralidad que tengan un peso específico
como tales por sus características funcionales.

Por otro lado, son excepcionales las actividades primarias


que tienen una entidad productiva suficiente para que puedan
considerarse más allá del simple abastecimiento a una cierta
agrupación vecinal.

Paseando por el lugar como extranjeros, dos impresiones


instintivas nos emocionan. Una es la simbiosis entre la Ortofotografía parcial del sector
construcción y la naturaleza de los diferentes sitios. En efecto,
a pesar de ser una naturaleza muy manipulada por el hombre,
esta artificialidad como suma de pequeñas cosas se ha
realizado de una manera natural, sin geometrizaciones torpes,
trabajando y construyendo el sitio con las cualidades del sitio.
Es así como se observan objetos y edificios de torpe o dudoso
gusto arquitectónico, pero bien colocados. Son un ejemplo
excelente del arraigado arte de saber establecerse bien, aunque
la construcción deje mucho que desear –quizá son cosas feas,
pero están bien colocadas. Se construye más allá de la sombra
del propio edificio, de su proyección, y por ello todos los
elementos físicos y formales que acompañan la construcción
del sitio tienen una mejor resolución. Los arranques del suelo,
los caminos, las vallas, la vegetación manipulada, los hitos...
son los elementos que sorprenden por su buen hacer territorial.

Una segunda impresión casi responde a la metafísica, al mundo


de lo etéreo. Es la relación inmediata del lugar con la luz y el mar,
con el Sol y el Atlántico. Es difícil de expresar, pero se siente,
se huele e incluso se palpa en el ambiente. La búsqueda de
referencias míticas como el padre Sol, la madre Tierra o la diosa Las diferentes topografías
64 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

Mar se mezcla con el olor a hierba húmeda, con la sensación


de los pies mojados, con el susurro de la brisa marina o con el
sabor dulce de la niebla: es como si una sinfonía de sentimientos
embargase el ambiente colectivo, el paseo a lo largo del camino
o por la tierra labrada. Estas sensaciones no tienen parangón
ni semejanza con las atmósferas urbanas ni rurales, ya que la
intensidad y la densidad de las personas, los animales y las
cosas interfieren en nuestras referencias culturales.

Acaso para el extraño sea la excusa que quiere encontrar para


singularizar el lugar y poder afrontar su identidad. Es quizá la
actitud necesaria de prestar atención al instinto, a la intuición,
y, a la vez, intentar racionalizar lo aprehendido, lo observado,
lo vivido, para poder encontrar “fórmulas” que nos verifiquen
nuestra actuación. Es una tarea difícil, que abordamos en las
páginas siguientes con intención de polémica y de controversia
y, si cabe, para añadir una luz tenue de candil a unos trabajos
evidentemente mucho más clarividentes.

En la zona de trabajo, el entorno del municipio de Oleiros,


la tradición arraigada ha transmitido por copia vecinal de
La construcción a lo largo del camino: Mena y Xaes en 1930 y en 1997 generación en generación una forma de construcción a lo largo
del camino. Es preciso y precioso leer, en este sentido, el artículo
de Xose Luis Martínez Suárez sobre las formas de asentamiento
urbano de Oleiros1. El proceso de densificación y, sobre todo,
de crecimiento de este modelo y de las variaciones sucesivas
de esa identidad ha creado un territorio diferencialmente difuso.

Todavía se dejan entrever, por su mayor gradiente en la difusión,


los antiguos castros o núcleos, pero no sería justo decir que
los puntos fuertes de la dispersión son solo las antiguas
comunidades protourbanas, ya que se observan aleatoriamente
operaciones de densificación que poco o nada tienen que
ver con las estructuras existentes en anteriores estratos de la
construcción territorial.

Por otro lado, es bueno es tener en cuenta que los incipientes


núcleos no son fruto de estructuras urbanas claras sino más
bien son hijos de una lógica rural agregada. En el plano de
1930 que reproduce X. L. Martínez Sánchez de Mena y Xaes
se puede observar que los sistemas más elementales de
relación de vecindad existentes en aquella época están más
1 Boletín Informativo do Axuntamento de Oleiros, n.º 4, julio de
Líneas de máxima pendiente 1981.
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 65

Parcelario y edificación Líneas-fuerza de continuidad en el territorio

Paquetes no construidos Vegetación, bosques, en altura


66 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

acordes con una lógica de agregación rural que con criterios


de yuxtaposición urbana o de servidumbres urbanas (no existen
servidumbres, alineaciones, repeticiones o relaciones formales
que inciten a pensar en una lógica de la urbanidad).

Las construcciones más recientes (de los últimos cincuenta


años) en el medio rural son, por tanto, “territoriales”, en el
sentido de que buscan la proximidad y la relación con las tierras
de cultivo, con los bosques o con los suelos más naturales.

El cultivo de la construcción territorial es el que más nos


interesa si hablamos de proyectar u ordenar el territorio, dado
que el objeto de análisis y de proyecto es un vasto espacio
territorial donde hay elementos físicos y factores naturales que,
manipulados o no, conforman un objeto de síntesis.

Así pues, descartada la discusión de si es urbano o rural,


esta parte del territorio nos interesa como hecho construido,
manipulado por el hombre, artefacto fabricado como suma de
muchas voluntades y estratificado en diferentes capas donde se
han dado fenómenos colectivos de construcción.
Las trazas perpendiculares al viario
Si tiene forma o no este caos y a qué usos y costumbres
responde será lo que aquí nos interese, y en este sentido
queremos enfocar nuestra aportación.

En efecto, en la repetición y en la relación entre elementos


formales comenzamos a ver la luz en este bosque intenso. Se
trata de una lectura morfológica, por supuesto, pero con tintes
de tecnología formal: es decir no pretendemos quedarnos con la
simple lectura de las relaciones entre formas que nos descubren
estructuras, ni tan siquiera en las relaciones entre elementos
que nos acercan a sistemas complejos. Sumar catastro,
inventario con relieve y topografía, y dibujar las sugerencias a
que nos invita este juego, es comenzar a fantasear, a distraer
y a imaginarnos que estamos en una calcomanía orgánica o
inorgánica, pero en la cual los usos y las costumbres comienzan
a parecer leyes y normas. En definitiva, abstraemos un modelo
teórico que nos da seguridad en la intervención.

Este camino, a veces forzado por nuestra voluntad o instinto, tiene


validez en tanto que interviene la subjetividad de quien lo hace.
Aquí podríamos decir aquello de que no hay proposición sin la
Viario y fachadas alineadas de la edificiación
intervención de la intuición o de las sensaciones personales.
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 67

En este caso, la investigación ha ido segregando o relacionando


elementos simples: división del suelo, accesos, pendientes,
orientaciones, vegetaciones, sucesiones, simetrías,
edificaciones, líneas de continuidad, etc.

Así, comprobamos que, en su relación con el sitio, hay una


primera elección humana de la pendiente más propicia: en
un territorio en que la más frecuente es del 5 %, las casas se
establecen entre el 2 % y el 8-10 %. Por tanto, se desprecian
pendientes superiores, así como los territorios afectados en
exceso por los azotes marítimos.

Esta relación íntima con el lugar va acompañada de una


respuesta arquitectónica ligada a la tierra. Se prescinde de
las construcciones estilizadas y palafíticas, y se opta por una
tipología que abraza el suelo, que se pega a la tierra y que busca
su inmediatez comunicativa.

La construcción residencial prescinde de orientaciones


cósmicas, busca su individualidad en el sitio y se relaciona con
su topografía inmediata; esta actitud acentúa la dispersión como
constelación arbitraria alejada de servidumbres vecinales, en Superficies construidas en relación con el espacio libre
una dinámica que lleva cada vez más a una amalgama de estilos
y formas atópicas.

El troceo del suelo parece seguir estas claves de sumatorio


de pequeñas individualidades con lo cual las líneas-fuerza
territoriales son abundantes y sin demasiadas intenciones de
continuidad. En consecuencia, el catastro también muestra a
un puzle de pequeñas parcelaciones agrupadas en paquetes
territoriales, cuya geometría, tamaño y posición tienen su
causalidad en el lugar más inmediato. Es quizás allí donde la
geomorfología impone sus leyes, donde encontramos un mayor
ordenamiento parcelario, sin que ello genere una sistemática
digna de mención.

Por otro lado, la plasmación de las líneas-fuerza territoriales, a


su vez líneas de soporte parcelario, es la imagen fotográfica del
plano de las isometrías, tanto en sus direcciones territoriales
como en su frecuencia y paralelismo, pero con una dimensión
nueva en la tecnificación de este territorio.

Siempre se ha dicho que el territorio gallego se ha construido a


partir del camino, de la infraestructura de acceso; en realidad, Espacios construidos en relación con las manchas del bosque
68 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

esta simbiosis es bastante rica e interesante, por el abanico de a la gran masa del disperso. Simultáneamente, la declinación
interpretaciones que ofrece. entre la orientación de la casa y el camino se reduce a las
pocas edificaciones al borde de la carretera. Por tanto, no hay
En principio, puede decirse que el camino-carretera es el valores de servidumbre constructivo-urbanística entre la casa y
elemento imprescindible para dar respuesta a la necesidad el camino.
de comunicarse del ser humano, pero también de acceder a
la singularidad del sitio elegido para establecer su casa. No Una tercera lectura, más estructural, es la retícula primaria del
obstante, resulta necesario profundizar en los niveles formales de viario, que llena todo el territorio objeto de trabajo en forma
esta interrelación. En primer lugar, podemos comprobar la poca de macromanzanas o superpaquetes. No obstante, ello puede
trascendencia que tienen las carreteras de primera jerarquía en resultar engañoso si no añadimos las jerarquías inferiores de
la organización parcelaria de su territorio próximo. El dibujo que viario diverso, que soportan una gran cantidad de edificación
se presenta de ortogonalidad entre ambos elementos, a pesar y que acaso representan con mayor claridad la eclosión
de su valor sugerente, indica la intrascendencia con respecto constructiva de los últimos años. En el plano de la jerarquía
del viario, se observa la diferencia entre sus diferentes tramas.
VIARIO ESTRUCTURAL
VIARIO VECINAL Se ha representado manipulado el viario principal que funciona
VIARIO COLECTIVO como retícula diferenciada, es decir, la accesibilidad de orden
VIARIO PRIVADO territorial. Un segundo viario responde sobre todo al trazado
VIARIO URBANO
de las supermanzanas o de los distribuidores locales, y una
tercera y una cuarta jerarquías responden a las estructuras
arbóreas y ramificadas que organizan y sirven a sitios internos
y concretos. En este sentido, la jerarquía de la infraestructura y
la funcionalidad pública o privada se desarrollan en paralelo.

Simultáneamente, pueden observarse diferenciadas las


operaciones de naturaleza urbana, encerradas en su estructura
interna, endógenas y que consumen retícula primaria sin
alimentar la permeabilidad territorial.

Por su geometría, son fácilmente distinguibles, pues responden


a lógicas o a modelos de agregación externos al medio rural.

Como puede leerse en el plano del viario, la extensa y


diversificada red viaria llena el espacio con una intensidad mayor
de la que percibimos normalmente con otros mecanismos de
lectura, como la edificación.

Junto a los espacios dinámicos y de flujos, se han trabajado los


espacios libres y vacíos, los bosques, los espacios agrícolas o
naturales, que representan el acompañamiento estético a este
paisaje gallego.

Como puede observarse en los planos que se acompañan,


esta es una característica de este territorio que le confiere una
Los cinco niveles de jerarquías del viario
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 69

alta calidad ambiental. A su vez, el conjunto camino-parcela- Podemos encontrar también un símil aparente en la sección
asentamiento histórico-suelo libre proporciona un primer histológica del testículo humano, donde los túbulos seminíferos
esquema estructural o modelo teórico de cómo funciona el y el tejido intersticial se asemejan a las dos partes del territorio
sistema. segregado en nuestro análisis.

Esta primera abstracción nos remite a un tejido intersticial que No hemos ordenado ni proyectado este territorio; hemos querido
representa la parte ocupada por la edificación y por la agrupación plantear simplemente el problema en términos de identificación
de las bolsas boscosas o de vegetación significativa. formal, de estructura orgánica.

Del primer análisis, se sigue una especie de tejido del cual Con este análisis, hemos querido encontrar lógicas y
encontramos un símil en la glándula tiroides de la histología sistemas diferentes de los urbanos, más familiares, y buenos
humana, donde el tejido conjuntivo interfolicular representa instrumentos propositivos. En este sentido, el proceso tiene
los espacios construidos, los flujos viarios y, en definitiva, el tanta importancia como el resultado; nos ayuda a educar la
espacio intersticial más dinámico, mientras que los folículos imaginación, la fantasía, y en el camino nos tropezamos con
tiroides se asimilan a os espacios libres, a los bosques, a los formas y estructuras que se nos antojan sugerentes para la
espacios agrícolas, más estáticos o naturales. alternativa propositiva. Tan importante creemos que es plantear
bien los problemas como resolverlos.

Encontramos un paralelismo gráfico Las manchas del verde en el segundo Detalle de la glándula tiroides: El verde en el primer nivel de
entre los tejidos biológicos, en el nivel de abstracción y el espacio las zonas grises son los folículos abstracción (folículos) y el disperso
corte de los testículos humanos. intersticial tiroideos y las franjas oscuras, el construido (tejido conjuntivo)
tejido conjuntivo interfolicular
70 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

EL CATASTRO COMO
INSTRUMENTO DE ANÁLISIS:
TORELLÓ

Las preexistencias y las persistencias territoriales a


través del catastro de rústica

El municipio de Torelló se extiende en una superficie aproximada


de 1.351 ha (3.725 cuarteras) sobre la desembocadura del río
Ges al Ter y casi en toda la vertiente oriental de ambos. La ciudad
urbanizada ocupa una extensión de 194 ha y se establece a
ambos lados del Ges, repartiendo casi por igual sus cerca de
10.000 habitantes, con un mayor peso en la vertiente sur del
río, que es la que alberga el núcleo de la antigua de la villa. La
presencia de los barrancos del Ter acentúa la discontinuidad de
la plataforma sobre la cual se asienta el territorio municipal, un
llano sensiblemente más elevado que el fondo de la cubeta de la
Plana de Vic. La colonización de este espacio es paradigmática
de la instrumentación de la masía como patrón repetitivo en
la organización de la tierra y la producción. La formación de
las masías parece ser simultánea al nacimiento de los núcleos
urbanos, si bien su dinámica y su evolución han sido muy
distintas. La institución de la masía se ha establecido con
absoluta contundencia. No obstante, la aparición del mas nou
y la respuesta diferenciada de las unidades jerarquiza y tipifica
diversas situaciones, como veremos más adelante.

La mayor parte del suelo está ocupado por cultivos de secano,


rodeados de afloramientos rocosos sin vegetación, salvo las
plantas propias de las zonas áridas, como el tomillo, los cardos
y la ajedrea. Los cultivos más frecuentes en las últimas décadas
han sido el trigo, la cebada, el maíz y las patatas. En las huertas,
se han plantado verduras de todo género. Unas pequeñas clapas
pobladas de robledales degradados, con estratos de arbustos,
y las zonas de vegetación de ribera que rodean los torrentes
de Les Comes y La Teuleria completan el paisaje vegetal del
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 71

término. Son significativos paisajísticamente los turons,


unos montículos que provienen de formaciones del terciario,
compuestos por margas grises y azuladas, muy típicas del
paisaje físico de este territorio.

La agricultura de Torelló

Es importante tener en cuenta la gran transformación que


experimenta la agricultura a lo largo del siglo XVIII, una
transformación nada ajena a la trayectoria del país y que es
consecuencia de otros factores generales, como la incipiente
estructura comercial del mercado catalán en sus inicios y el
incremento espectacular de la población. Estas transformaciones
se concretan, en el sector agrícola, principalmente en el
abandono de una agricultura que “hacia un poco de todo” en
busca de nuevas especializaciones, principalmente en trigo
y cáñamo, lo cual se consigue con la intensificación de los
cultivos y de la roturación de nuevos suelos. La culminación
de este proceso a finales del siglo XVIII y principios del XIX
se alcanza con la producción de cereales al por mayor (trigo y
maíz), completada con las hortalizas, en detrimento del cáñamo.

Durante el siglo pasado, la agricultura de Torelló se deteriora,


en parte, debido a la mayor concentración de la propiedad
en que los agricultores están sujetos al pago de diezmos y
censos a la propiedad señorial. A este factor cabe añadir la
afluencia progresiva de productos agrarios desde Barcelona,
como consecuencia de la nueva accesibilidad que supone la
construcción de la carretera (1833) y el ferrocarril (1875), así
como las continuas guerras que azotan la comarca a lo largo
del siglo. En esta época, se introduce la patata y la ganadería.
Y, mientras la primera ha mantenido un ritmo ascendente La masía como patrón organizativo del llano
72 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

hasta nuestros días, la ganadería no logra abrirse paso, por ha llegado a decir con cierto fundamento, a propósito de la
la ausencia de pastos; todo el suelo rústico está roturado o comarca de Osona, que “al principio solo existían las masías”.
son rocas. No será hasta bien entrada la segunda mitad del
siglo XX que, gracias a las técnicas de estabulación cerrada o Efectivamente, en la Alta Edad Media cuando se reconstruyen
semicerrada, logrará tener una presencia considerable la cría de los núcleos romanos y se forman las poblaciones en torno a las
ganado vacuno y porcino, hasta llegar a desplazar la agricultura sagreras, esta operación se realiza a partir de agrupaciones de
como catalizador del mundo rural, al tiempo que requiere el masías y, por tanto, los incipientes núcleos urbanos son fruto del
servilismo de la producción de forrajes y otros productos de excedente de ellas. La agregación de casas de campo en torno
consumo ganadero, en detrimento de los cereales. a la sagrera se realiza sin ninguna organización colectiva del
espacio o, mejor dicho, como reunión de unidades moleculares,
barrio de masías, en que los espacios intersticiales configuran
La masía como elemento de colonización de Torelló la primitiva estructura urbana. La toponimia (huertas, campos,
establos, jardines, tapias, etc.) y los retranqueos heredados
En este territorio llano, la masía es el elemento formal
insinúan que la composición de los espacios públicos es el
omnipresente que inicia el proceso de organización del espacio.
resultado de la adición de casas y huertos, y no de la capacidad
El uso repetitivo de la institución de la masía como instrumento
o voluntad de organizar un espacio urbano.
de conquista y ordenación territorial no se limita a los inicios de
la repoblación medieval, sino que se extiende a lo largo de los Como precedente del período objeto de nuestro estudio (1754-
siglos, igual que la encontramos al iniciarse la configuración 1986), nos interesa saber que, tras la peste negra (1348), el
de este territorio. Parafraseando la Biblia, Antoni Pladevall número de masías se mantiene hasta el siglo XVIII.

Algunos autores afirman que, antes de la epidemia, la cifra de


masos era muy superior; sin embargo, algunas hipótesis del
estudio que nos ocupa nos llevan a pensar que, de existir, eran
masías que pertenecían a una agrupación poblacional en que,
en una situación preurbana, las casas se apoyaban, por tradición
y por cultura, en una estructura conocida. Como más tarde
veremos y nos insinúan distintos argumentos sobre la forma,
el tamaño y la localización de las explotaciones, parece que el
proceso de aparición del mas nou se inicia antes de mediados
del XVIII como algunos autores sostienen, aunque en Torelló se
aprecia un retraso en este sentido, con respecto a los suelos más
fértiles del fondo de la cubeta de la Plana de Vic. Los datos con
que trabajamos en el período establecido muestran a las claras
que se trata de un fenómeno de una fortaleza considerable.

Entre 1754 y 1862, el número de masías pasa de 35 a 54.


Algunas antiguas masías se reedifican y aparecer otras nuevas; se
construyen fábricas y molinos, y el parque de viviendas urbanas
crece un 59 % en estos poco más de cien años. El paralelismo
entre el crecimiento urbano y el rural es prácticamente total.

Este hecho es lógico en una economía muy basada en el sector


primario (en 1787, el 85 % de los activos son agricultores),
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 73

que a lo largo del siglo inicia un proceso de transformación para corroborar el catastro del año posterior, así como diferentes
hacia la manufactura y el sector industrial, los cuales acabarán padrones y censos de población, ganadería y vivienda de
definiendo Torelló como ciudad industrial en las primeras diferentes años.
décadas del siglo XX (1.020 trabajadores sobre una población
total de 3.968 habitantes en 1920). Los datos cartográficos son escasos, pero merece una atención
especial el Plano general de la población de 1881, laborioso
trabajo topográfico y de inventario que describe la situación
Los datos con que trabajamos de la construcción urbana con un rico grafismo. El resto del
material localizado en los archivos consultados ha ayudado
Como ya se ha dicho, el catastro es una plasmación constructiva
a establecer la génesis de la construcción de los elementos
del territorio. Como fuente de formalización e información, pone
estudiados.
de relieve a través del grano parcelario el rango del agente rural,
su dinamismo y su implicación territorial; la dimensión, la Los documentos reseñados no tienen el mismo valor: unos son
forma y la regularidad de sus trazos, así como la persistencia de más fiables, pero otros se han de considerar más significativos.
las pautas de los modelos o patrones de referencia. Así, el documento de 1754 no es un amillaramiento y, por
tanto, sus valores catastrales no coinciden con los del que se
En este término, el territorio aparece dividido en paquetes o
realiza un año más tarde. Por su confección, son confusos los
propiedades con masías repartidas por toda su extensión. En
inventarios de los años 1855, 1918 y 1935, y el de 1986 es
adelante, analizando lo acontecido en los últimos doscientos
incompleto. El resto de la documentación se considera fiable.
treinta años, intentaremos analizar el comportamiento del
Como ya se ha dicho, los inventarios catastrales enriquecidos
parcelario, dado su indudable interés, con el fin de comprobar
las formalizaciones, las variaciones de la identidad y las
persistencias que dicha estructura de masías presenta en la
organización territorial.

El primer objetivo del análisis del proceso constructivo del


territorio agrario se vio frustrado ante la incapacidad de su
traducción cartográfica y la precariedad de los datos de base,
renunciando al levantamiento planimétrico de las situaciones
catastrales cronológicas. Se optó, pues, por realizar un estudio
detallado de los amillaramientos. Los datos de partida –la
propiedad, el propietario, la situación, la superficie y la naturaleza
agrícola de las tierras (regadío, secano, bosque o rocas)– han
servido para catalogar las unidades, relacionar sus límites con el
territorio y comprobar los elementos construidos y la estructura
residencial y productiva que soporta. La abstracción de su
formalización en el plano ha sido el instrumento utilizado como
código de lectura de las diferentes valoraciones y situaciones
que estos datos proporcionaban.

Se han examinado en total nueve inventarios catastrales,


pertenecientes a los años 1755, 1851, 1855, 1862, 1918,
1935, 1946, 1956 y 1986. También ha sido de interés consultar
el Manifiesto de árboles de la villa de Torelló, del año 1754, Masías, casetas, casasnovas, nuevas, urbanas, etc.
74 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

con diversa documentación estadística son la base de datos evaluación de detalle podría resultar incierta. La inexactitud o
con que se ha trabajado. Ante la imposibilidad de analizar otros la falta de correspondencia entre los inventarios catastrales
elementos formales, se ha intentado, formular hipótesis sobre su y las superficies, el nombre de los propietarios y las masías
construcción a partir del estudio del parcelario. Efectivamente, no es óbice para recabar datos globales, cuya interpretación,
la riqueza de los documentos catastrales, puestos en relación aunque más general, es más veraz. Otra selección intencionada
con la topografía, es una fuente inagotable. de los datos de base es renunciar a analizar los suelos y las
edificaciones relacionados con otros usos productivos no
Para la manipulación de los datos de origen, se ha recurrido a agrarios, es decir, los urbanos, los molinos y las fábricas, como
valoraciones de conjunto, ya que los criterios empleados en su era en principio nuestra voluntad.
confección no siempre son homogéneos, con lo cual cualquier
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 75

La persistencia y reproducción de la masía


76 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

AGRICULTURAS Y CIUDADES:
SABADELL

La identidad del territorio

El territorio de Sabadell es un suelo roto por ondulaciones


propias de su geomorfología; una superficie característica del
Vallès con formas sensuales, como las depresiones geológicas.
Naturalmente, nos encontramos dentro de la depresión pre-
litoral, a medio camino entre los primeros contrafuertes del
macizo prelitoral de Sant Llorenç (sierra de Palau, Puig de la
Creu, Mont-Rodon, etc.).

El relieve refleja esta situación, próxima a la inflexión de la


montaña, con contrastes notables, sobre todo al noreste y
en las proximidades de las cuencas de los ríos Ripoll y Sec.
La topografía se mantiene como una planicie heterogénea,
inclinada suavemente de norte a sur, con diferentes pendientes
que favorecen una lógica de colonización agraria totalmente
propia. En los planos adjuntos, se observa que el río Ripoll
actúa de frontera diagonal entre las dos pendientes diferentes.

La colonización agraria

La colonización agraria de este territorio se realiza en estrecha


vinculación con el relieve y la geografía. Se construye
manteniendo un diálogo constante entre la construcción
y las aristas del suelo. Las lomas o puntos altos concentran
la actividad humana y agraria, mientras que las rieras y los
torrentes absorben las actividades productivas.

La estructura morfológica de este territorio está generada por la


compartimentación del suelo en patrones organizativos a partir
de la unidad de residencia-producción, la masía.

La roturación extensiva llena todas las tierras aprovechables y


proyecta una imagen física de mosaico, de campos abiertos,
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 77

cercados por las escorrentías de las aguas superficiales y la


vegetación. Esta lectura del paisaje agrario se distorsiona e
invierte en la parte septentrional del término municipal, donde
se incrementa la presencia del bosque que domina sobre los
claros, definiendo así una de las imágenes típicas de esta tierra.

La masía se presenta como elemento aglutinador de las


relaciones físicas. La masía, el camino y la riera dibujan y
contornean los paisajes percibidos, mientras que el puzle de
unidades de cultivo llena los espacios intermedios.

Los territorios de la ciudad

La ciudad antigua, romana y de la alta edad media, la vieja


Arraona, se establece sobre una loma longitudinal, limitada y
de fuertes pendientes laterales. La preocupación por un lugar
fácilmente defendible va unida a la voluntad de reconocer una
cierta verticalidad norte-sur en su dominio territorial (camino de
la sierra de Sant Llorenç a la cubeta del Vallès).

A raíz de la reconquista hacia el siglo X, la Sabadell del mercado,


la ciudad de la alianza de poderes elige un lugar más céntrico
y de más fácil acceso desde los territorios vecinos, al otro lado
del río Ripoll, aunque buscando un emplazamiento elevado
entre este río y el río Sec.

Efectivamente, la nueva ciudad necesita una accesibilidad


más clara, que la antigua ciudad no tenía. Primero la ciudad
amurallada y después la ciudad estrellada nos ayudan a
reflexionar sobre la fuerte relación de la urbe con su territorio.
Se pasa de la meridionalidad de la ciudad romana a la
omnidireccional de la nueva ciudad centrífuga. En el Vallès, los continuos urbanos se construyen sobre las rieras
78 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

La ciudad moderna, burguesa y liberal, la ciudad del ensanche, El relieve en la transformación urbana
ochocentista y compacta, ocupa las suaves llanuras hasta agotar
la plataforma topográfica, con pendientes inferiores al 3 %. Los ensanches que se grafían son ilustrativos de la valoración y
la manipulación que se hace de la topografía en la construcción
La relación ciudad-territorio se puede sintetizar en dos hipótesis de la ciudad. La forma y la dimensión de las operaciones y
de partida: sus relaciones con el relieve son indicativas del proceso de
implantación urbana conforme a un modelo urbanístico que se
Si, como sistema territorial, la riera de Ripoll estructura concreta en pequeños proyectos de ensanche, fenómeno que
territorialmente el continuo urbano de Sabadell junto con caracterizó el crecimiento de Sabadell en la segunda mitad del
Barberà y Castellar, son las lomas las que organizan localmente pasado siglo. La ciudad contemporánea no es un proyecto ni
la construcción urbana. un fragmento del ensanche. Son paquetes segregados como
supermanzanas, polígonos cerrados en ellos mismos y sin
El proceso de terciarización que se observa actualmente
posibilidad de continuidad.
representa un salto cualitativo de la localidad en una nueva
estructura urbana. Analizar el proceso y definir el lugar de la
nueva ciudad de servicios son retos importantes para el futuro El territorio a través del parcelario rural
de Sabadell.
La división del suelo refleja los dominios de la tierra, además
de ser el fruto de los diferentes destinos de esos lugares. La
idea de delimitar o dividir el suelo va unida inexorablemente
a la voluntad de dotarlo de un destino y de dar contenido a
su superficie. Los diferentes sistemas de producción de la
agricultura en el Vallès multiplican la diversidad de divisiones. Y
lo mismo puede afirmarse de las técnicas del cultivo de la tierra,
condicionadas por su forma y su dimensión, como también por
su naturaleza (fértil, seca regada, blanda, etc.).

El catastro representa, de entrada, esta manera de organizar el


paisaje.

Las unidades de producción: las masías

La estructura inicial de unidades de producción, las masías,


llena prácticamente todo el territorio de Sabadell. La masía,
como institución enraizada en las tierras del Vallès, organiza
el territorio en “patrones” de producción: de dimensiones
inferiores en las tierras bajas más productivas –en torno a las
40 ha– y superiores a 100 ha en las tierras altas, boscosas y con
fuertes pendientes.

La agricultura extensiva de las tierras meridionales se transforma


en una producción más ganadera y forestal junto con el cultivo
de los claros en las zonas más septentrionales. Con todo, la
Las tramas de cuadrículas segregadas van ocupando las lomas territoriales reducida superficie del término municipal no es suficiente para
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 79

El establecimiento de Arraona, a la derecha del Ripoll, y el salto a la Sabadell moderna


80 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

constatar esta diferencia, aunque, en efecto, comienza a ser Como ya se ha dicho, las características dimensionales de las
visible. unidades productivas no son regulares y, por ello, cabe referirse
a una dimensión próxima a las 90 ha como una explotación
La constatación de encontrarnos en un territorio de transición mediana, con todas las reservas del caso. De ahí que, pese a la
también se refleja en la elección de los límites naturales de las rica fertilidad de las tierras, sea difícil encontrar masías nuevas
propiedades rurales: las crestas en las montañas y las rieras en que confirmen una reproducción clara del patrón ‘masía’.
las llanuras. Efectivamente, las masías situadas en las zonas
más accidentadas, como Can Moragas, Can Vila, Can Mamet, La colonización agraria más intensiva de la cubeta del Vallès,
etc., compartimentan el territorio entre cimas, mientras que las acentuada por su valor de paso, se ve reducida por la presencia
masías de Can Sant Pau, Can Diviu y Can Borrell, en la plana, de la sierra de Galliners y por los cortes topográficos que
aprovechan las rieras y las escorrentías del agua para definir representan las rieras de Ripoll y de Rubí.
sus límites.
El parcelario de secano

Además de la estructura de masías, en Sabadell y en el Vallès


hay otra presencia constructiva agraria que ocupa las tierras
intersticiales. Nos referimos a las tierras de Pedralva, Cases
Blanques, Mas Canals, La Salut, Els Corrals y Sant Nicolau.
Estas estructuras ortogonales de peines o espinas están
formadas por un parcelario pequeño de secano que se dispone
en hileras más o menos organizadas, de forma agrupada. No está
claro su origen histórico, pero muchas de estas agrupaciones
sirvieron para proporcionar tierras a habitantes urbanos que
probablemente encontrarían así la posibilidad de acceder, de
una forma complementaria, al sistema de autoabastecimiento
agrícola.

Estas parcelas, de entre 2 y 5 ha de superficie, son bastante


regulares y con límites geométricos. Además, se pueden
referenciar con elementos geográficos, ya que respetan
las directrices topográficas y economizan las estructuras
territoriales como si de una ordenación racional y colectiva se
tratase.

El parcelario de huerta

Es el territorio formado por las tierras de aluvión depositadas


en la vega del río Ripoll. Son tierras de gran contenido orgánico
y húmedo, muy adecuadas para la agricultura de huerta,
y es por ello que están muy repartidas y su grano parcelario
tiene unas medidas muy reducidas. Presentan normalmente
una formalización muy geométrica, gracias a la ausencia de
El mosaico de masías y tierras de secano ocupa todo el territorio pendientes.
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 81

El parcelario de secano geométrico y racional


82 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

Este territorio se construye con la manipulación de las tierras y importante, nos ayuda a anticipar o a insinuar las acciones que
de las aguas superficiales, es decir, a través de los caminos y puedan resultar más respetuosas o lesivas con la identidad de
de las canalizaciones, que forman estructuras arracimadas cuyo cada territorio. Nuestro análisis propositivo se ha centrado en
objetivo es llegar a todas las partes aprovechables sin producir el reconocimiento de las características más significativas de:
interferencias.
- La imagen de los paisajes agrarios, a través de su forma,
Los principales huertos históricos de la ciudad se sitúan sobre la tamaño, ritmo, tipo, factores de localización y volúmenes
plataforma del río Ripoll más próxima al centro urbano antiguo, construidos.
con el cual se conectan por la calle de la Creueta, antigua calle
de la Palanca. - La trama territorial histórica, sus pautas de troceo, los
tejidos parcelarios y productivos, la seriación de las unidades
de cultivo o los sistemas de manipulación del agua.
El territorio como patrimonio
- La estructura de los asentamientos, a través de los niveles
La multiplicidad de territorios de Sabadell y sus diferentes de accesibilidad, la presencia de la producción agraria o las
geometrías y geografías ayudan a avanzar en tratamientos pautas métricas de dispersión o de autonomía demanial.
más sensibles y respetuosos con la heterogeneidad del medio
como espacio continuo (urbano–rural) y con la vitalidad y la El respeto riguroso a las preexistencias históricas territoriales no
persistencia de unos elementos vinculantes, más allá de la se contrapone al disfrute y aprovechamiento de las exigencias
dialéctica lleno–vacío, que permanecen con sus intensidades, de la sociedad actual, sino al contrario: es en este respeto
lógicas y funciones en formas y grados diversos. donde podemos reencontrarnos proponiendo un uso alternativo.
Podemos así entender el territorio como un organismo vivo y en
La indagación en la estructura física del territorio nos ayuda formación, con valores subyacentes que lo hacen respetable.
a acceder a su concreción formal y, por tanto, a garantizar la De este modo, podremos avanzar conservando, restaurando,
compatibilidad con su desarrollo posterior. Y, lo que es más remodelando y transformando el objeto territorial.

Dicho método nos va a permitir enfatizar las permanencias y las


preexistencias de los elementos formales y su valoración con
el fin de definir una imagen virtual de un territorio en continua
transformación.

Las huertas de la ciudad junto al río Ripoll


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 83

Los territorios de Sabadell: al norte, bosques; al sur, claros, masías, secano y huertas
84 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

LA FORMA DEL TERRITORIO


COMO CRITERIO DE
ORDENACIÓN: TENERIFE

Los modelos de orden no son necesariamente urbanos. La


construcción del territorio aporta también desarrollos formales,
voluntades proyectuales que parten de una cultura rural, agraria,
longeva y rica, esencialmente distinta de la urbana.

Se quiere entender y organizar el territorio como un espacio


urbano rural integrado, superando la simple contraposición
entre suelo rústico y medio urbano. La construcción del
territorio está vinculada a la tradición, al suelo, al clima y a
los conocimientos de la cultura popular. Por todo ello, está
impregnada de un sentido utilitarista. El Plan Insular basa su
propuesta de ordenación en la comprensión de los modos y de
la lógica interna de dicho proceso histórico y en su necesaria
actualización, proyectando hacia el futuro las lógicas y pautas
que han venido rigiendo la construcción de sus elementos
formales: los sistemas de acceso, la división del suelo y la
manipulación del relieve inmediato.

El análisis se propone a través de la evolución del parcelario y los


caminos rurales, identificando los sistemas de funcionamiento
territorial que de ellos se desprenden; y utilizándolos para
determinar, tanto los criterios de ordenación, como la normativa
y las medidas de delimitación, control y gestión.

El Plan Insular estudia la construcción histórica del espacio rural


a través de la evolución interrelacionada de tres componentes:
la red de caminos; el catastro de rústica (que expresa la
implantación del uso agrícola tradicional, al que desde el Plan
Insular se da rango de auténtico recurso ambiental, por su papel
en la conservación del suelo y la creación del paisaje) y la
edificación. Los tres están condicionados decisivamente por el
relieve, que influye sobre el clima y las condiciones de humedad
y, con ello, sobre el desarrollo de la vida vegetal. También
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 85

afecta a la accesibilidad: el relieve condiciona el trazado de los


primeros caminos y éstos, a su vez, a la parcelación agrícola y
la distribución de la edificación rural.

El relieve y la disponibilidad de agua han sido factores decisivos


para la ocupación humana de la Isla, condicionando su principal
aprovechamiento histórico, el agrícola, y, en relación con éste,
el sistema de accesos y asentamientos.

Los modelos de construcción histórica del territorio insular y de


la práctica totalidad de sus asentamientos obedecen a pautas
rurales. Entender estas pautas y su lógica interna es básico,
no sólo para la comprensión de la situación actual, sino para
formular nuevas propuestas de ordenación. Aunque modifiquen
lo existente, las nuevas actuaciones deben encajar en la “forma
de hacer territorio” que es característica de Tenerife, para lograr
coherencia y viabilidad.

La lógica de la construcción territorial de la Isla está regida por La medianía se sitúa entre el mítico padre Teide y el mar
la identidad de su propio relieve. Las divisiones geográficas
y socioeconómicas que éste define responden, aún de forma
simplista, a una realidad palpable: la contraposición Norte Sur y
la división en franjas horizontales: cumbres, medianías y costas.

Pero esta imagen simplificada ha de completarse asumiendo


numerosas singularidades.

El Plan Insular parte de la valoración de las sucesivas franjas


horizontales como lugares propios e identificadores de las
diferentes formas de construir el territorio y apuesta por una
articulación vertical entre estos tres espacios, articulación
que siempre ha estado presente en la colonización agrícola
y productiva de la Isla, pero que en los últimos años se ha
reconducido hacia operaciones “horizontales” más segregadas. Distribución de pendientes de la isla
86 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

El relieve del Norte

La franja costera está constituida por terrenos en pendiente. la estrechez de la franja litoral, que sólo adquiere amplitud
Abundan los depósitos ya sean aluviales o volcánicos, lo en tres áreas: la Isla Baja y los valles del Icod de los Vinos y
que, junto con la mayor humedad, favorece la agricultura de La Orotava. La fachada al mar de este último, el Puerto de la
regadío. Aquí se ha venido produciendo la mayor parte de Cruz ha adquirido características y dimensiones propias, por el
los monocultivos intensivos para exportación. La medianía se fenómeno turístico, presente allí desde sus inicios.
desarrolla en las estribaciones montañosas, alcanzando su
límite superior hacia la cota 1.000 m. Está mejor irrigada que la El relieve del Sur
costa, pero la topografía fuerza al cultivo escalonado.
La franja costera, más llana y árida, se ha visto transformada
La mayor riqueza agrícola del Norte ha ido acompañada de una por el cultivo intensivo en regadío y, sobre todo, por las nuevas
colonización humana extensa y estabilizada. Esto contrarresta urbanizaciones turísticas y residenciales. En el Sureste, tras

Por debajo de los alisios se establece el territorio de la colonización y de la urbanidad


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 87

el macizo de Anaga, la capital tinerfeña coloniza una extensa El desdoblamiento entre poblaciones de interior y litorales se
rampa lávica. A continuación, hacia el Oeste, la plataforma litoral pone de manifiesto en la complejidad del encuentro de las
favorece la localización de grandes infraestructuras. A partir del actividades turísticas y agrícolas en la franja costera.
barranco de Río, la costa, bastante plana y con un contacto
suave con el mar, ha favorecido el desarrollo de actuaciones El análisis morfológico del territorio permite identificar las
turísticas. Como en el tramo anterior, el ensanchamiento de pautas que han regido su construcción histórica y que, por lo
la franja costera hace retroceder la medianía, con sus núcleos tanto, inciden directamente en la determinación de los nuevos
tradicionales, hacia el interior. criterios de ordenación. Para explicar su metodología, el Plan
Insular presenta como ejemplo el análisis del área de La Atalaya
Al Suroeste las pendientes aumentan considerablemente, si en Tacoronte.
bien con desarrollo regular desde la medianía hacia la costa.

El parcelario actual todavía presenta trazas geográficas


88 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

El proceso parcelario sigue varias etapas. La parcelación inicial, La premisa de partida es que “la forma de construir el territorio”
en franjas perpendiculares a las curvas de nivel, define parcelas no es aleatoria, sino que responde a necesidades y objetivos
estrechas, a las que se accede desde los primeros caminos, implícitos, relacionados con la indispensable adaptación de
paralelos a la costa. Posteriormente las fincas se subdividen y su aprovechamiento a los condicionantes y potencialidades
surge la necesidad de nuevas vías “horizontales” y “verticales”. naturales. En tanto que ha demostrado su eficacia y está
En la etapa inicial, los edificios, que se corresponden con las fuertemente arraigada en la tradición y cultura isleñas, el PIOT
fincas, se sitúan al borde de las primeras trazas (horizontales), quiere aprehender las lógicas que la rigen, extrayendo de ellas
buscando el acceso más directo. Las nuevas articulan las criterios de ordenación.
formas de ocupación: Los caminos paralelos a la costa
determinan las franjas “horizontales” (primera partición Ya en 1815 el vulcanólogo Leopoldo von Buch nos dibujaba
catastral). Los verticales soportan el parcelario actual. Las con mucho acierto un relieve de la isla de Tenerife intentando
bandas de parcelas con la dirección de la pendiente -no así comunicanos la singularidad de su identidad, la alternancia
las horizontales- presentan una gran homogeneidad. (Los conos profunda entre lomas y barrancos profundos y por ello la
volcánicos son discontinuidades que modifican la estructura dificultad de la construcción de anillos insulares. Realidad ésta
normal de las unidades agrarias). Finalmente se consolidará un con la que tropezó la orden monárquica de construcción de
asentamiento continuo y homogéneo a lo largo de todos los carreteras de Isabel II ya que concluir el anillo insular costó a la
accesos principales. administración española mas de un siglo. La historia de lucha
contra el territorio se repitió a lo largo del pasado siglo y del
El reconocimiento del territorio tinerfeño, de su identidad física presente con la construcción del ansiado e inconcluso anillo de
y su construcción artificial histórica, revela valores estructurales la autopista insular.
y formas de ocupación del suelo que inciden directamente en la
comprensión de las sucesivas operaciones constructivas y los De la lectura de los planos históricos podemos extraer el
elementos de ordenación - regulación a utilizar. El análisis de siguiente resumen esquemático de las fases de construcción de
estas relaciones y de la permanencia histórica de sus elementos la accesibilidad a la totalidad de la isla y se puede comprobar
abre una nueva vía metodológica para la ordenación. como hacia principios del siglo XX la construcción de los
puertos y las carreteras a ellos representa una renuncia a seguir
con el eje carretero como un objetivo a lograr.

1779-1852. Los caminos colonizan la isla

La medianía fue el territorio más apto para el asentamiento. Esta


es la razón de que el camino de medianía o «real» domine la
totalidad de la Isla. Aún hoy pueden reconocerse sus trazas,
discurriendo por cotas relativamente altas, si bien, donde el
relieve lo permite, se desdobla y desciende hasta el borde del
cantil y las escasas plataformas costeras.

1858-1891. El difícil inicio de la construcción de las


carreteras

La carretera del Norte formó parte de un empeño mucho más


ambicioso, el cierre de un anillo carretero insular, esfuerzo que
Plano de Leopoldo von Buch, vulcanólogo. Siglos XVIII y XIX marcaría una etapa clave en la construcción de la infraestructura
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 89

Análisis parcelario y edificatorio de una porción de medianía


90 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

viaria de Tenerife y que se salda con un fracaso al final de este El último período es el de la construcción de las autopistas. Se
período. caracteriza también por la mejora constructiva y técnica de los
trazados heredados y por la construcción de vías segregadas,
como alternativa a la obsolescencia o colmatación de algunas
1891-1920. La recuperación del mar como territorio
carreteras.
La renuncia al cierre del anillo carretero contrasta con la fuerte
Las autopistas implican la jerarquización de la red existente. Las
actividad de la obra pública relacionada con la costa. La mejora
restantes vías adquieren valor relativo. según se interrumpan,
de los caminos de los núcleos de cotas altas a los puertos y
crucen o enlacen con ellas. Suponen un incremento generalizado
el acondicionamiento de éstos obedece a la conquista del mar
de la accesibilidad, pero a costa de una rotunda polarización
como territorio de la accesibilidad.
y, en algunos casos, una disminución en la permeabilidad del
territorio. La autopista del Norte se ha constituido en el eje del
1920-1960. La construcción del territorio de la agricultura incipiente fenómeno metropolitano. Por su parte, el Sur turístico
es una de las consecuencias de la construcción de la autovía
Este período se caracteriza por la expansión de los cultivos
que le da acceso.
agrícolas y la construcción de numerosos caminos (carreteros
en las tierras bajas y de herradura en las de mayor pendiente) Esta abstracción cartográfica que nos anunciaba con tanto
y carreteras, con una red primaria (anillo medianero, dorsal y acierto el vulcanólogo se plasma también en el valor de las
carretera de Chasna) y otra local, que obedece a estrategias generatrices del cono insular como coordenada referencial
comerciales. elemental para entender diferentes decisiones posteriores como
la división municipal, la parcelación o la ancestral distribución
1960-1991. La estructura metropolitana y la puesta en de las partidas de los Adelantados.
juego del Sur turístico

El mar como territorio de acceso y las carreteras generatrices a los puertos La colonización insular a partir de la medianía
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 91

Las grandes directrices territoriales en el parcelario de medianía


92 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

LA INTERPRETACIÓN FORMAL DE
LA BASE AGRARIA:
EL ALTO GUADALQUIVIR

En la década de los años ochenta, la práctica de la


ordenación del territorio a escala comarcal o intermunicipal
pasaba por un momento de preocupación por la poca
experiencia acumulada que referencialmente tuviera
interés. Varios gobiernos municipales y autonómicos
dirigieron sus esfuerzos a estas realidades y se lanzaron
a la aventura de enfrentarse al tema intermunicipal o
plurimunicipal con ensayos metodológicos como el que
presentamos ahora.

Gracias al empeño de la Consejería de Obras Públicas


y Transportes de la Junta de Andalucía, del Ministerio
de Obras Públicas y Urbanismo y de sus respectivos
directores de Urbanismo, Florencio Zoido Naranjo y
Damián Quero Castanys, tres profesores de las escuelas de
Arquitectura de Madrid, Valladolid y Barcelona (junto con
Daniel Zarza y Luis Felipe Alonso) realizamos un ejercicio
metodológico sobre el territorio de la mancomunidad del
Alto Guadalquivir (Córdoba).

Este trabajo tiene interés por su capacidad de impulsar


la investigación y la crítica de abordar la ordenación
territorial desde su propia morfología, tratando de buscar
los procesos de construcción, en este caso, partiendo
de las sucesivas divisiones del suelo, definidoras de la
identidad territorial.

Los elementos de construcción física del territorio

La construcción del territorio del Alto Guadalquivir, mirador


y depresión fuertemente humanizada y organizada, se
ha producido de forma diferenciada y sin que existieran
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 93

actuaciones de ordenamientos extensas, proyectadas o no. Es cualidad primaria de la comarca y, por tanto, la base económica
decir, han sido las acciones segregadas y sucesivas las que, que se mantiene en la actualidad.
de una forma puntual, superficial o lineal, han ido colonizando
y llenando este territorio siguiendo diferentes culturas y lógicas Por otro lado, la morfología territorial que se observa refleja las
de construcción. pautas y las lógicas de organización que la tradición popular
ha ido realizando en el arduo e ininterrumpido proceso de
Con independencia de las grandes obras de infraestructuras construcción del territorio. La lenta conquista de las tierras y su
de transporte regional, carretera nacional y ferrocarril, que puesta en producción han ido aparejadas a las transformaciones
se implantan en este territorio de una forma segregada, urbanas y rurales, en un intento de equilibrar la simbiosis de
conformando junto al río los ejes del corredor central de la ambos espacios. La repartición del suelo, la construcción de los
comarca, la formalización de este territorio responde a dos tipos caminos y la convivencia con las formas de vida tradicionales
de actuaciones que le confieren su identidad. están presentes en este territorio, fuertemente formalizado.

Por un lado, cabe destacar las operaciones de colonización


materializadas por voluntad de la Administración central. Estas Las colonizaciones agrarias
actuaciones, iniciadas en tiempos de la Ilustración de Carlos Los planes de colonización que han llevado a cabo las sucesivas
III sobre las estribaciones de Sierra Morena y del valle del administraciones se han centrado normalmente en la vega del
Guadalquivir, se desarrollan con mayor intensidad en el primer
Guadalquivir, buscando naturalmente el suelo más fértil y en que
lustro del siglo XX. Estas colonizaciones agrarias consagran la
era más fácil obtener y manejar el agua. Igualmente, la mayoría

Edificación y tierras como unidad de producción agraria El cortijo es un asentamiento integral


94 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

de estas operaciones se han apoyado en la servidumbre próxima


de un núcleo urbano. Únicamente los poblados de colonización,
Algallarín, San Antonio y Maruanas, por su propia coherencia
interna, presentan características de autosuficiencia y, por ello,
sus extensiones son mayores, así como su distancia al centro
urbano.

Estas operaciones son parcelaciones culturizadas, geométricas


y proyectadas, que tienen como finalidad la colonización de un
territorio para la agricultura. Responden a un plan de conjunto
y se forman de una manera colectiva y uniforme, voluntad que
queda expresada morfológicamente en la imagen física regular
de la operación.

Las morfologías históricas preexistentes

Como ya se ha expuesto, en el territorio del Alto Guadalquivir


no han existido históricamente operaciones extensas,
centuriaciones o divisiones ilustradas sobre este territorio que
hayan dejado huella en su organización actual.

No obstante, la falta de orientación de las trazas o de un


orden estricto y extenso no son razones para menospreciar su
estructura actual, basada en la cultura popular y que responde a
una coherencia interna importante.

Dos grandes unidades territoriales parecen coexistir en la


comarca con identidades formales diferenciadas: los núcleos
urbanos y sus ruedos, y las tierras acortijadas, acompañadas
de suertes parceladas. En el primer caso, fruto de una lenta e
ininterrumpida construcción territorial y, en el segundo, como
mecanismo repetitivo de un paradigma colonizador, el cortijo,
que se ve interrumpido por la parcelación voluntaria de paquetes
más o menos extensos, con objeto de equipararlos a la lógica
del ruedo.

Los núcleos urbanos y sus ruedos

El diálogo funcional campo-ciudad se materializa en este


territorio con la formación de los «ruedos», verdaderas cinturas
de los núcleos, donde la actividad agrícola se produce con tal
singularidad que su imbricación urbana es incuestionable. La
Poblados de colonización agraria disposición y la dimensión de los ruedos están en relación
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 95

directa con la identidad territorial donde se ubican y con el La unidad agraria es difícil de concretar para estas tierras, si
tamaño y el enraizamiento de la agricultura del núcleo al cual bien se descubre una cierta tendencia a aproximarse a la fanega
sirve. (6.444 m2 para el caso de Córdoba), aunque sin generalizar.

La parcelación de los suelos entre vías cercanos a los núcleos En los ruedos, ya sea por la tecnificación del cultivo del olivo
es una constante que se produce en todos los pueblos de o por las lógicas de la división del suelo, cada paquete por
la comarca, una singularidad unida al cultivo del olivo. La reparcelar mantiene un cierto mecanismo de división y de
estructura de la propiedad en torno a Bujalance, Cañete y regularización de las parcelas resultantes.
Morente evidencia que la regularidad del territorio de campiña
favorece su formación. Mientras que la formación concéntrica es De esta forma, la búsqueda de la regularidad ha dado sus frutos
indudable en la Campiña, en la Sierra, con mayores accidentes al tipificar la parcela del ruedo como un rectángulo que se
clinométricos, el anillo se distorsiona por la búsqueda de tierras mueve en dimensiones que van desde los 200 × 30 m hasta
con menos pendientes y en beneficio de posiciones de mayor estilizarlo a 500-700 × 15-10 m, buscando la unidad agraria
dominio territorial. anunciada. Como comprobaremos más adelante, fuera del
ruedo y en operaciones posteriores se abandonan estas técnicas
La existencia de este anillo que rodea los pueblos debe y se pierde la regularidad.
considerarse como una servidumbre, sin que ello suponga una
continuidad estructural física. Más bien al contrario, el núcleo
urbano y su ruedo están sustentados por estructuras distintas:
mientras que los cascos residenciales están concentrados,
los ruedos se organizan sobre una estructura estrellada que
parte del límite urbano, pero sin posibilidades de continuidad.
La convivencia entre lo urbano y lo rural es una servidumbre
económico-social-cultural sin traducción física. La dicotomía
entre ambos espacios es radical en los municipios de la Campiña
o de la Sierra, mientras que el corredor queda desdibujado por
espacios intermedios periurbanos o rururbanos.

El proceso de formación de los ruedos es simultáneo a la


propia construcción del territorio y va unido a la formación
de la red de caminos. Por las características morfológicas de
los tejidos parcelarios, se pueden identificar los paquetes de
reparto, realizados de una forma simultánea. Las dimensiones
son diversas, aunque tienden claramente a la rectangularidad
del campo (haza).

Las agrupaciones parcelarias, como puzle de pequeñas


parcelas o como mosaico regular de hileras paralelas, coexisten
unas junto a otras y toman sus referencias de elementos
formales territoriales o accidentes geográficos próximos. La
yuxtaposición de los paquetes parcelados enriquece la idea de
construcción territorial atomizada, mientras que sus diversas
lógicas muestran hasta qué punto las pautas de organización de
la actividad agraria son ricas y diversas. Poblado de colonización en el Alto Guadalquivir
96 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

Las tierras acortijadas y las suertes parceladas

El cortijo como institución representa la unidad de producción


agraria, formada por unas edificaciones agrupadas y las tierras
de cultivo agregadas a la explotación. Por tanto, nos referimos
al cortijo como unidad repetitiva de colonización del territorio,
cuya presencia en nuestra comarca es extensa y presenta
expresiones diversas, formando una constelación de unidades
de residencia-producción. Su presencia, pues, tiene sentido en
los suelos donde se mantiene la presencia del bosque (en la
parte superior de Villafranca y colindante de Adamuz).
El cortijo como unidad residencial de servicios
El cortijo, nacido como unidad residencial y de servicios,
albergaba en su interior el equipo y la dotación necesarios para
asegurarse una vida ruralizada. Actualmente, ha perdido gran
parte de la autonomía y ha pasado a integrarse en el engranaje
mercantil y comercial de la producción agraria. Su antigua
urbanidad –era centro de residencia, de abastecimiento, de
comercio y de equipamiento– ha dado paso a una concepción
más fabril, de almacenaje y productiva.

La localización del cortijo en el trasruedo parece recordarnos


que la referencia servil con la residencia urbana ha finalizado y,
por tanto, se requiere una nueva simbiosis entre el suelo fértil y
la mano de obra necesaria. Esta nueva relación de producción
se concreta en el cortijo. No obstante, la permanencia de ciertas
haciendas o grandes dominios ha permitido la existencia de
cuñas dentro de los ruedos donde persiste la estructura
acortijada. Unificamos las diferentes expresiones de esta
institución dentro del territorio objeto de estudio, a riesgo de
equivocarnos pero con la creencia de que se necesitaría un
mayor nivel de investigación que ahora no es posible alcanzar.
A la vez, se trabaja con la garantía de aproximarse al papel
organizativo y colectivo en esta comarca.

Asimismo, la correlación entre el cortijo y la producción de


siembra no deja lugar a dudas si superponemos los planos de
usos del suelo con el parcelario rural. Esta relación se pierde
en el territorio de sierra y en el fondo del corredor, donde la
presencia de accidentes de relieve o la introducción del riego
modifican sustancialmente la tendencia.

El cortijo, como elemento formal omnipresente, inicia el


Agrupaciones parcelarias como puzzle de pequeñas y medianas unidades proceso de organización de su espacio. Sus instalaciones
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 97

Núcleos y ruedos como paradigma de ordenación


98 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

auxiliares y la necesidad de acceder a las tierras focalizan su de un buen orden territorial, las transformaciones futuras del
estructura individual de servicio. Esta estructura radial de cada territorio, especialmente el agrícola, que de momento ni la
unidad se arracima respecto a las demás unidades en torno a los propia dinámica local ni las directrices de ordenación agraria
caminos estructurantes. parecen necesitar.

Esta estructura arracimada se manifiesta claramente en la Las propuestas individualizadas que se hacen tienen como
Campiña sobre la malla de los caminos reales. La influencia referencia constante la estructura micro del territorio que las va a
de los núcleos en la estructura territorial o la presencia de contener. De esta misma estructura y de la dinámica observada
infraestructuras fuertes distorsionan su imagen ordenada por surgen otras propuestas con diferente nivel de concreción, dada
una imagen intersticial que simultanea las trazas geométricas la mayor incertidumbre sobre los posibles cambios que puedan
y geográficas, donde el grado de dispersión disminuye (como transformarla.
se observa en los municipios de Bujalance, Villa del Río y
Montoro) o se reduce al mínimo, en beneficio de posiciones de
dominio secundarias.

Las hazas

Procedentes de bienes públicos en muchos casos, o de bienes


propios en otros, existen parcelaciones fuera del ruedo que
son de pequeñas dimensiones, supuestamente debido al afán
agrario del pequeño propietario urbano que tiene que luchar por
su subsistencia. Estas parcelaciones se desarrollan, en muchos
casos, bajo un plan preconcebido de conjunto que usualmente
da lugar a unos parcelarios geométricos que no guardan apenas
referencia entre ellos y que no descubren en el relieve a un
posible aliado.

Algunas de estas operaciones, en la parte septentrional de los


municipios de Bujalance y Cañete, muestran una cierta ambición
de regularización territorial inconclusa. Otras, por el contrario,
se encierran dentro de sí y las trazas parcelarias responden a las
reglas geométricas más elementales de la subdivisión.

Mientras que en la formación de los ruedos existe también la


voluntad de insertar el paquete parcelado en la estructura del
territorio sobre el cual se actúa, en las reparcelaciones de hazas
sueltas se ignora esta estructura del territorio o se consume para
su establecimiento. Efectivamente, las hazas solo se localizan en
la depresión del Guadalquivir, preferentemente en la Campiña y
sobre los ejes territoriales que unen las diferentes poblaciones.

Esta estructura de colonización del territorio está en la base de


la propuesta para el Alto Guadalquivir y se considera el punto de
partida de los análisis necesarios para afrontar, con la garantía Las hazas como ambición de regularización inconclusa
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 99

Estructura espacial de los tres modelos básicos de colonización


100 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

VIDA URBANA Y VIDA RURAL: ELX

La ciudad de Elx disfruta de un gran palmeral, herencia de


la influencia árabe, sin parangón en la cultura europea. La
presencia de esta gran superficie de plantaciones de palmeras
en el centro de la ciudad es un hito inaudito de la jardinería
urbana.

Si consideramos la superficie urbanizable de la ciudad, los


palmerales ocupan una extensión de unas 500 ha, equiparable a
un gran parque central que pocas ciudades pueden tener.

La estructura del palmeral sigue los patrones de los horts, que


se yuxtaponen como un puzle en el sector oeste de la ciudad,
junto al antiguo centro histórico de la ciudad árabe y cristiana.

De los cerca de 100 horts de que se tiene constancia,


aproximadamente la mitad se conservan en buen estado y
un número similar serán preservados y catalogados como
Patrimonio de la Humanidad (declaración en trámite de la
UNESCO).

No obstante, no son despreciables los cerca de 40 horts


parcialmente ocupados por la urbanización, en que la edificación
ha ocupado las huertas respetando, en muchos casos, su
estructura interna, lo cual les ha permitido, pese a perder su
carácter agrícola, formar parte también de la imagen cultural y
patrimonial del municipio.

La estructura de los palmerales es sencilla aunque técnicamente


elaborada: paquetes de entre 2 y 4 ha, con alguno inferior a
la hectárea que, a modo de gran parcelario, se funde con el
parcelario más menudo, de características urbanas. A su vez,
cada hort forma una retícula con dobles hileras de palmeras que
contienen un hort en su interior (~ 20 × 30 m) que aprovecha
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 101

el microclima que producen para el cultivo como centro de


abastecimiento para la ciudad.

El palmeral ha sido el signo de identidad de Elx durante muchos


años, pero también ha sido una fuente de producción y riqueza
hasta que llegó la fuerte industrialización del calzado a partir
de los años sesenta. No obstante, la imagen colectiva y la
herencia física del palmeral permanecen, pese a que su nivel de
conservación y las agresiones constantes que recibe hacen de
esta realidad un elemento en deterioro continuo.

Con la voluntad de mantener este patrimonio cultural y físico,


es necesario entender el puzle de palmerales como un sistema
más complejo, donde el agua y los accesos juegan un papel
importante. En efecto, el agua del Vinalopó, que se recoge de
la acequia Mayor, se va ramificando por todo el sistema de
palmerales, con acequias menores que dan servicio a cada
huerto. Estos tienen su propio sistema de riego a partir de las
“caballadas”, que son como cunetas a cielo abierto que se
forman con tierra entre las filas de palmeras.

En la actualidad, gran parte de los cerca de 30 km de acequias


que se encuentran canalizados y registrables son una presencia
evidente en el paisaje urbano. Esta red de acequias es la raíz
de la vida para los horts y una estructura inexorable para la
existencia futura del palmeral. Del mismo modo, la red de
accesos-caminos entre palmerales es singular por su trazado y
sus características físicas, y determina el entramado territorial
que forman el palmeral, el agua y los accesos.

De la red de infraestructuras que sostienen el palmeral, así como


de la calidad y la cantidad del agua, dependerá en adelante la
protección de este sistema, tan determinante para la estrategia
urbanística futura de Elx. Palmerales en el entorno urbano y fotografía desde el interior
102 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

La lectura primaria del territorio nos muestra que el lugar El sector del territorio situado más al noreste responde a una
por donde se extiende el término municipal y la pendiente construcción en mosaico a partir de unas unidades de piezas
por la cual establece los espacios agrarios-residenciales van de 20 ha, con una villa residencial y un depósito de riego. Estas
inexorablemente unidos. Ciudad y territorio son una misma cosa unidades se han parcelado con posterioridad para organizar en su
y están íntimamente unidos en su formalización. interior una parcelación de residencias aisladas de dimensiones
más pequeñas (de unos 800 m2), formando pequeñas unidades
Desde este convencimiento, provocamos un acercamiento a de ciudad-jardín o segregaciones de unidades dispersas,
dos espacios próximos que se nos antojaban diferentes, como apoyadas en los caminos rurales.
puede comprobarse en la imagen siguiente.

Los elementos físicos observados, segregados: edificación, tierras y aguas, plantaciones y vías
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 103

Sin embargo, el sector situado en el suroeste tiene una estructura


de retícula radioconcéntrica en que las dos direcciones están
diferenciadas. Los caminos que tienen como origen o destino la
ciudad de Elx son más jerárquicos y soportan las partes nobles
tanto del parcelario como de las edificaciones.

Son dos caminos morfológicos y estructurales que dan paso


a imaginaciones o fantasías varias, que sugieren formas y
estructuras diversas, y relaciones entre las distintas formas.

Hacia el oeste de la población, el territorio se presenta compartimentado en patrones de ‘villas’ agrarias


104 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

Diferentes lecturas de los elementos formales


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 105

Dos lecturas, dos maneras de entrar a la identidad


106 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

BAJAR AL RÍO:
SALT

La ciudad de Salt y el parque de las dehesas y huertas


del Ter

El territorio del parque del Ter comprende las tierras bajas del
municipio de Salt, es decir, el espacio delimitado por el suelo
urbano definido en el Plan general de ordenación urbana del
municipio y el río Ter, que es el límite natural del municipio.

Estas tierras, asociadas a la producción agrícola y forestal y a la


dinámica del río, conforman un espacio de gran calidad natural
y paisajística, a la vez que de gran riqueza productiva, gracias
a las excepcionales condiciones edafológicas del suelo y al
contingente de nutrientes de sus tierras.

Es también un territorio de suave pendiente de suroeste a


nordeste, en contacto longitudinal continuo con la urbanidad y
la acción humana.

La ciudadanía de Salt y de toda el área metropolitana de Girona


se ha apropiado de este espacio territorial. Como ejemplo de la
dicotomía urbano-rural, el parque de las dehesas de Salt tiene
un valor muy importante. Se trata de una prueba más de que el
mito de la ruralidad forma parte también de la cultura urbana.

Podemos hallar el origen de esta relación al principio de la


industrialización, si bien es innegable que a finales del siglo
XVIII se había iniciado una corriente de pensamiento que
propiciaba la búsqueda de los valores higiénicos y sanitarios
de la naturaleza. La oxigenación de la montaña, junto con la
oxigenación y yodación del mar, o los efectos del termalismo
son objetivos que el hombre ha buscado siempre para su salud.
Y descubrir el valor estético de un paisaje natural, cambiar de
aires o aprovechar el tiempo libre para disfrutar de la naturaleza
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 107

La Ciudad de Salt y las tierras agrícolas de la vega del Ter


108 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

son aspectos todavía muy presentes en la valoración de la


calidad de vida.

Al igual que los romanos en su polis (ciudad-territorio), los


urbanistas valoramos cada día más el entorno natural, ruralizado
o agrario, pero abierto, natural, vegetal, de tierras y aguas, como
una necesidad para nuestras ciudades.

Salt disfruta de este espacio único y singular que es la


proximidad del río y las dehesas, que, por sus características
físicas de emplazamiento y dimensión, se percibe como un
parque central de la aglomeración metropolitana, colindante
con casi una docena de municipios.

Para ponderar el valor de este parque, es preciso percibir


Lectura topográfica no convencional, con curvas de nivel cada 25 cm las características singulares que lo hacen más atractivo.
Se trata de un territorio altamente antropizado, manipulado o
humanizado, es decir, es un parque vivo con una fuerte actividad
humana en su seno pero que también dispone de unos recursos
naturales, como es el caso de la fuerte presencia del agua, que
han garantizado su pervivencia y han servido, en muchos casos,
para evitar el efecto agresivo de esta misma presencia humana.

Bajo estas hipótesis, uno de los primeros objetivos que ha de


plasmar este documento es la voluntad de situar el problema en
sus términos más precisos y fijar unas pautas para la definición,
identificación y gestión de este suelo para que pueda alcanzar
los objetivos de proyecto territorial que le corresponden.

En efecto, este documento ha de dar respuesta a unas


emergencias de planeamiento que definan la finalidad de este
suelo como un área de interés general para conseguir los
objetivos generales del planeamiento, identificando el espacio
como un parque de tierras y aguas. En este sentido, es preciso
establecer un “pacto por el territorio” que incluya e implique a las
diferentes administraciones, propietarios, usuarios, entidades y
asociaciones que realizan sus actividades en el parque. De este
pacto, se ha de derivar una entidad de gestión y observancia del
parque, una agencia que promueva y gestione continuamente
las iniciativas, los usos y las actividades del mismo.

Una mirada transversal y dinámica

Este trabajo quiere insistir en una mirada propia, más física, más
El sistema metropolitano de las ciudades y el parque central morfológica, que interprete el territorio como un recurso, pero
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 109

también como un factor. Con esta finalidad, se ha realizado el Tierras y aguas


ejercicio de contraponer, a la lectura longitudinal siguiendo la
dirección del río Ter, una lectura transversal, ortogonal al río, de Es un territorio próximo a las corrientes de agua y, por tanto,
la ciudad al río, desde el lleno hacia el vacío, desde lo urbano distribuido en diferentes terrazas aluviales, que requiere trabajar
hacia lo rural, desde los puntos altos hacia los puntos bajos… con topografías muy próximas, ya que pequeñas diferencias
Recuperar la idea de bajar al río, desde el Salt antiguo, desde altimétricas ocasionan comportamientos de los sistemas
las casas nuevas o desde el ensanche de la ciudad, con la naturales muy diferentes, especialmente del agua. Como
posibilidad de patrimonializar el espacio del río, en un intento sucede en los territorios deltaicos, hay que rehacer la topografía
de implicar la ciudad y a la ciudadanía en la dinamización, el y complementarla con curvas de nivel de detalle, que en este
disfrute y el cultivo del territorio próximo. En definitiva, recuperar caso se han fijado cada 25 cm. De este modo, es posible
la ciudad como ciudad de río. encontrar los antiguos lechos del río, identificar las depresiones

Las diferentes secciones tranversales del suelo urbano


110 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

ecológicas donde se acumulan las aguas de lluvia, así como las Las terrazas aluviales
zonas de mayor altura y las modificaciones humanas del suelo.
A partir del trabajo topográfico, es fácil observar los lugares
En un territorio tan dinámico como este, el tiempo meteorológico de los diferentes establecimientos territoriales. La ciudad de
es una variable de trabajo importante, ya que la configuración Salt busca las tierras fijas y altas, protegida de las avenidas
física del suelo y del paisaje se va modificando continuamente del río. No obstante, las diferentes terrazas no son fácilmente
con el paso del tiempo por la propia acción erosiva y aluvial. El identificables, a pesar de que se indican las plataformas más
cambio de régimen hídrico que ha supuesto la construcción de claras que la topografía señaliza.
pantanos para la regulación del río ha favorecido la uniformización
de la corriente de agua, así como la domesticación del caudal. Por debajo de la cota urbana, se ubican las masías de la huerta
casi de forma tangente a la acequia Monar, situada en una
Dentro del parque, hay un desnivel de 30 m (entre las curvas posición intermedia entre las dos terrazas y que alcanza su cota
96 y 67 sobre el nivel del mar), pese a la consciencia de natural y tranquila a la altura del casco antiguo de la ciudad. Hay
planeidad que identifica este territorio. Y conviene distinguir un pequeño escalón entre las tierras de la huerta y las tierras de
que en las proximidades del río estas pendientes se modifican las plantaciones, únicamente perceptible cuando se dibujan las
muy lentamente, mientras que los territorios donde se han cotas de nivel de detalle que hemos comentado.
construido infraestructuras (autopistas, carreteras, ferrocarril,
canal, etc.) han sido bruscamente alterados. Por último, el territorio de las plantaciones de árboles es un
territorio de río, pero con posibilidades de ser domesticado
Elaborando y cruzando las diferentes capas informativas, y controlado. Por ello, se procedió a su parcelación para la
podemos comenzar a percibir las primeras lecturas intencionadas explotación.
y segregadas. Es así como se definen los planos siguientes.

Las terrazas aluviales


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 111

Los puntos altos y los puntos bajos

Las líneas de inflexión, los puntos altos, las lomas, y los bajos, El agua, en efecto, es un componente territorial de origen natural
las escorrentías (lima-tesas y lima-hoyas territoriales), dada la pero que, a través de su manipulación, se convierte en un
mínima importancia que tienen como espacios dominantes o elemento físico y formal construido de primer orden. Frente a la
dominados en este espacio, se convierten en sitios de diferente escorrentía libre sobre el terreno, hay acequias, canalizaciones y
vitalidad para la vida biológica. pequeñas conducciones que se convierten en elementos físicos
que dibujan el territorio.
De esta forma, se convierten en hábitats secos o húmedos,
pobres y ricos, en ecosistemas naturales y/o escenarios de vida Tanto sus canalizaciones como la acción de la gravedad sobre
bien diferenciados. el agua de lluvia y los niveles freáticos hacen que su presencia
o su ausencia determinen el futuro de un lugar concreto. La
Esta dualidad de puntos altos y bajos, de luces y sombras, de capacidad que tienen las tierras para conducir en su seno
vistas abiertas y cerradas, vistas lejanas y próximas, caracteriza las aguas, así como la fortaleza o la debilidad del hombre
la dualidad de los paisajes que percibimos. para manipularlas hacen que este factor-elemento-artefacto
condicione mucho el destino de los lugares.
Las capacidades hídricas de este territorio
Como se ha explicado antes, debido a la erosión del lecho y
Es necesario destacar la validez de este tipo de ejercicio en los a la disminución del caudal ante la presencia de la presa, el
territorios donde el agua tiene una presencia fuerte y continuada nivel del agua ha disminuido considerablemente. Este hecho se
y su naturaleza y manipulación resultan determinantes a la hora refleja claramente en el catastro de 1865: al bajar el nivel del
de racionalizar las decisiones de futuro o del gobierno territorial. agua, también lo hacen las aguas subterráneas, es decir, el nivel

Puntos altos y puntos bajos


112 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

freático. Los pozos han de excavar cada vez más profundamente, querido representar la compartimentación del territorio desde la
así como los puntos de agua de las fuentes y de las balsas, visión de los frutos que da la tierra.
algunas de las cuales tienden a desaparecer y, con ellas, su
hábitat. Se han diferenciado los siguientes espacios:

Los espacios que, debido a su proximidad al río, se encuentran


El parque como mosaico en estado “natural” o salvaje, pues hasta hace poco han estado
al albor de las diferentes avenidas del río. También estos
La lectura que proporciona el catastro es un mosaico, una espacios han sido objeto de malas prácticas, realizando en
imagen de inventario que clasifica los diferentes sucesos, ellos diferentes actividades de explotación, como vertederos de
funciones, formas, usos e intensidades de uso del territorio. residuos y extracciones de material de arena o piedras para obras
públicas. Con el paso del tiempo, la naturaleza ha ido marcando
Ver el territorio como un mosaico de piezas es una primera
y ocupando su propio espacio, y así nos encontramos con un
y fácil aprehensión del espacio, una imagen necesaria pero
espacio de agua cada vez más marcado. Se van distinguiendo
insuficiente, por la complejidad que ello supone.
las franjas de los bosques de ribera, los prados abiertos,
pequeñas masas arbóreas, la vegetación de matorrales.
El mosaico natural y vegetal
Un segundo espacio está representado por las plantaciones
Si se concibe el territorio como un espacio potencialmente arbóreas, mejor definidas tiempo atrás y con una tradición de
verde, podemos hacer una primera lectura de este desde las producción de madera, que ahora se encuentra en cierta recesión
diferentes especies vegetales que crecen o que el hombre pero que, por su espectacularidad y función social, conviene
cultiva, y así es como se compone este primer plano. Se ha recuperar y proteger, ya que es un espacio representativo e

Las capacidades hídricas y las diferentes trazas y surcos del agua


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 113

identitario. La práctica totalidad de las plantaciones se encuentran - La misma actividad hortícola se da como herencia de un
en unas franjas claramente definidas por el reparto comunal de pasado agrícola y profesional, pero en parcelas mayores y más
las tierras. Hay una otra zona extensiva de plantaciones, que profesionalizadas. Estas características se notan en las maneras
mayoritariamente corresponde a la finca agrícola del marqués de utilizar los materiales, en el orden de los diferentes elementos
de Camps. Es un territorio que ofrece un buen espectáculo por físicos establecidos y en la lectura de la continuidad entre los
sus dimensiones y su fácil accesibilidad. Además, el espacio vecinos.
interior con el abrigo de los árboles proporciona, en muchos
casos, espacio para el recogimiento y la recuperación de las Estos dos grupos de mosaicos se identifican por la altura del
energías telúricas personales. espacio y porque los elementos existentes tocan la tierra y
existe una simbiosis muy acusada entre la vegetación y la tierra.
Los cultivos intensivos o huertos los representamos de dos
maneras:
Una imagen social positiva
- Los huertos familiares, que son las parcelas de menor
Como se destaca desde Salt, el Parc de les Deveses es una
tamaño, agrupados en bolsas establecidas sobre la terraza II o
fuente inagotable de buenas noticias para la ciudad y una
superior, próximas a la ciudad. Estos huertos forman un mosaico
imagen social positiva para el municipio.
pequeño y rico por su impacto visual que presenta una mezcla
de colores, formas y líneas. Son espacios muy geometrizados, Así pues, es muy importante la relación entre la ciudad y
con pequeñas construcciones dispersas, donde predomina el el parque sea estrecha y dinámica. Por ello, fomentar el
elemento repetitivo individualizador y de uso popular que dota conocimiento del parque es uno de los principales objetivos en
de carácter al espacio: el árbol, la sombra, las cañas… que trabajar a partir del Plan especial.

Catastro de principios del siglo XX


114 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

Patrimonializar el parque desde la ciudad consiste en implicar y geomorfológicas, es una tarea que se debe desarrollar
las instituciones públicas, pero también a la ciudadanía, en su metódicamente.
cuidado y dinamización. Concebir la idoneidad de una acción
de estas características reside en la capacidad por visualizar
Un parque para el ocio y el tiempo libre
sus beneficios. La ciudad de Salt tiene una composición
demográfica y cultural que debe tomarse en consideración a la El uso social del parque es uno de los principales factores
hora de valorar los puntos clave de la actividad del parque y de que facilitará el equilibrio de su pervivencia. La garantía de
plantear los objetivos de su revitalización. sostenibilidad de un entorno natural privilegiado como este
territorio también pasa, de momento, por su relación con el ocio
En un primer momento, el beneficio paisajístico que supone
y la cotidianeidad de la ciudad.
incorporar el parque en el imaginario que identifica la ciudad se
puede conseguir valorando el beneficio ambiental que comporta. La implicación del tiempo libre en el cuidado y la cultura del
Y, en una segunda fase, buscar los beneficios derivados de la parque y la naturaleza comporta beneficios personales y, por
valoración del activo social, cultural y económico que supone tanto, también sociales, contrastados. El fomento del deporte en
para la ciudad. el parque, iniciado ya con algunos recorridos e itinerarios, como
el paso del camino del carrilet adaptado para bicicletas, es un
Si el cuidado del patrimonio natural de la ciudad, el parque, es
elemento importante. La posibilidad de habilitar unos lugares
riguroso y se traduce en un atractivo de éxito, más allá de los
para el ejercicio del deporte de forma no agresiva con el medio
límites de la propia ciudad, la valoración de la calidad de vida de
debe considerarse como muy positiva.
esta aumentará. Pero, para que ello suceda, es imprescindible
que se dé también una mejora de la calidad ambiental del Esta vinculación del parque con el ocio y el tiempo libre de
núcleo urbano y que se vea relacionada, de algún modo, con el la ciudadanía, teniendo en cuenta la realidad metropolitana,
parque o a través de él. más allá de los límites de la ciudad de Salt, a que tendrá
que ofrecer servicio en un futuro próximo, debe delimitarse
Actualizar o modernizar los espacios y las actividades
atentamente, vinculando la zonificación del ocio asociado al
y funciones de este territorio manteniendo íntegras sus
parque exclusivamente a aquellas actividades que no pongan en
características naturales, tanto geológicas como edafológicas
juego los valores naturales. En este sentido, resulta fundamental
prestar especial atención para evitar contradicciones agresivas
con el medio ambiente, asociadas al ocio y al tiempo libre.

Un parque como escuela de la naturaleza y cultural

La modernización productiva del parque y de la ciudad implica


tomar en consideración el impulso creativo del sector ambiental.
La inversión para promover la investigación al servicio del
sector ambiental puede acabar reportando también beneficios
públicos al parque. Mejorar su activación como ruta educativa
es una medida que hay que seguir potenciando de manera firme
e imaginativa.

Para alcanzar este objetivo, debe considerarse atentamente


ir más allá del sector público buscando la implicación de
Huertos profesionales y huertos urbanos familiares patrocinadores. La necesidad de crear y proteger un espacio
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 115

natural equilibrado, que se convierta en un activo económico y Un parque vivo de alimentación, mercado y mestizaje
en un valor añadido, pasa por considerar su valor cultural.
La herencia de las planteras como elementos paisajísticos
La vinculación con las escuelas del núcleo urbano, así como incorporados a la vida productiva de la ciudad ha de llevar a
con los institutos y las escuelas del ámbito metropolitano, se cohesionar también a las entidades ciudadanas en torno a su
ha de seguir potenciando y vehicular en plena coordinación dinamización y preservación. Las huertas han de ofrecer la
con el Centro de Estudios Naturalísticos y con el Museu de garantía pública tanto del derecho a trabajar la tierra como del
l’Aigua. Pero ello debe ir acompañado de la potenciación del derecho a disfrutar de sus beneficios. Y facilitar espacio de
reconocimiento y de una mayor implicación institucional y cultivo a todas las personas que habitan la ciudad y, en especial,
administrativa, a través de las universidades, la Diputació a las personas y a los colectivos más vulnerables a la exclusión.
de Girona y el Departament de Cultura de la Generalitat de Para ello, es indispensable formalizar canales y estrategias de
Catalunya. coordinación entre las concejalías de inmigración, bienestar,
enseñanza y cultura, y la entidad encargada de la dinamización
Finalmente, ante los problemas de convivencia que suponen y la coordinación del parque.
la concentración y el crecimiento demográfico, hay que tener
en cuenta que promover una campaña de sensibilización Entender y profundizar en la cultura de la soberanía alimentaria
relacionada con un valor natural, personal y público es una puede aportar ganancias específicas para la ciudad de Salt. Las
forma de pedagogía colectiva que se debe desarrollar de forma condiciones que ofrecen las huertas son inmejorables en este
intensiva. Dar a conocer los procesos de la tierra a la ciudadanía sentido. Potenciar la participación activa en ellas supone una
de forma generalizada, mediante la promoción de las fiestas en verdadera estrategia de modernización del uso del territorio.
torno a la tierra, será el objetivo de las entidades que coordinen La introducción de nuevos cultivos de manera cuidada puede
el funcionamiento del parque. inspirar efectivamente la cultura culinaria del lugar.

Intensidades de uso: extensivo, semiintensivo e intensivo


116 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

El establecimiento de huertos comunitarios y la publicidad de Un parque de río


su funcionamiento también puede darse como resultado de
potenciar el huerto como espacio de comunicación. El mayor valor que tiene el parque es ser un parque de río para
una ciudad de río. En efecto, lograr que la ciudad de Salt se
El mercado como lugar de intercambio puede ofrecer una vuelque hacia el río y recupere esta vertiente de su personalidad
traducción práctica de integración social si, en su desarrollo, es uno de los retos que se han de valorar para iniciar una nueva
se fomenta el tratamiento de la conflictividad y la pobreza. etapa política en el gobierno municipal. La acequia Monar, la
Esta intervención sería muy adecuada y podría ofrecer un más antigua de Cataluña, ha de ver reconocido su papel capital
espacio nuevo para las políticas de bienestar social, además en la ordenación del continuo urbano-rural de Salt, del mismo
de constituir un gesto práctico de gobernanza local hacia las modo que el río ha de ver reconocida su vinculación histórica
políticas sociales de retribución de rentas. En este sentido, con el pueblo de Salt.
repartir el excedente agrícola que generan los huertos también
es una acción directa encaminada a ridiculizar el pillaje en En este ámbito, las actuaciones del Projecte Rius, así como
ellos. La recreación periódica de ferias y encuentros en las el papel central del Museu de l’Aigua y el Centro de Estudios
inmediaciones del parque puede beneficiar el reconocimiento Naturalísticos, son cruciales para el desarrollo de un punto
del papel crucial del espacio natural que representa el mismo y de investigación ambiental con reconocimiento específico e
su vinculación con la convivencia dentro de la ciudad. institucional que garantice una persistencia óptima de la calidad
ambiental del río y extienda esta preocupación a los municipios
Para que se produzca la interacción en el espacio abierto vecinos.
que posibilita el parque se ha de fomentar la identificación
intercultural también dentro de la ciudad.

Mosaico natural y vegetal


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 117

Implicaciones urbano-rurales
118 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

LA CIUDAD JARDÍN AGRARIA:


LA PLANA DE VIC

Las dinámicas urbanas contemporáneas presentan diversas


problemáticas que, dentro de nuestro pequeño país, se pueden afrontar
de maneras diferentes a través del instrumento que representa el plan
director urbanístico (PDU). Por ejemplo, la dispersión comporta,
en muchos casos, el aislamiento físico y banal de determinadas
actividades y sectores de la población, además de una degradación
ambiental del entorno.

En el extremo NE de la depresión central catalana, entre el Prepirineo


y la sierra del Prelitoral y en el interior de la comarca de Osona, se
extiende la Plana de Vic, un territorio que es, en efecto, más o menos
plano. Es una cubeta cerrada por sierras de poca altura, aunque
contundentes a la hora de dificultar su accesibilidad.

La Plana es un mosaico de ciudades y masías que tapizan el territorio.


Un bagaje de capitalizaciones sucesivas, no solo de artificialidades
superpuestas, sino también de lecturas y evocaciones que repiten las
ideas de un territorio claro y de limites contundentes.

Para entender las transformaciones y la naturaleza de la comarca,


es preciso tener en cuenta la influencia del área metropolitana
de Barcelona sobre la Plana, que va en aumento por el hecho de
ser un territorio situado en el segundo cinturón de la capital. Así,
de la misma manera que para entender las transformaciones
culturales de un grupo social es necesario contextualizarlo en su
entorno, para responder a las preguntas que formula el destino
de un territorio es preciso ir más allá, tanto en el espacio como
en el tiempo.

La gran revolución agraria de la Plana se produjo en el siglo XVIII


con la introducción del maíz, que, junto con las patatas, generaría
una fuente de riqueza y, a la vez, un freno a la transformación
de las desigualdades sociales, reproduciendo así el esquema
que se había dado anteriormente en otros lugares. La creación
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 119

de una clase urbana conformista, por ejemplo, comienza fuera


de la comarca pero acaba produciéndose también en ella como
un proceso propio.

Los propietarios, la vieja aristocracia local, los profesionales


liberales, los hombres de la curia, los eclesiásticos y los
consejeros de la sociedad tradicional urbana vivían directa o
indirectamente de la riqueza agraria y rural, y ello constituía
un freno para la movilidad social, no solo porque consumían
más que los demás, sino también porque monopolizaban el
excedente de producción agraria y mantenían una estructura
social rígida, sin asegurar las mínimas condiciones de vida a
la población.

Después de un intento de trasformación sin éxito, la vieja industria


textil entró en una crisis profunda que supuso la desaparición de
los acaudalados tradicionales, en beneficio de una burguesía
urbana, formada por comerciantes transportistas, técnicos
y empresarios de todo tipo, que sustituyeron los sectores
tradicionales con una nueva vitalidad empresarial e industrial.
En este sentido, es evidente que toda esta transformación logró
ser posible gracias a una masa proletaria industrial que vino
de fuera para sustituir al campesinado local y comarcal y era
vista como la clase más baja de la escala social. Es así como
la estructura social cambia con la inmigración y da lugar al
nacimiento de una sociedad urbana compleja, distinta de la
sociedad urbana metropolitana pero con una clara tendencia,
con el paso del tiempo, a integrar una ciudadanía concreta: la
de la ciudad de la Plana.

En estas transformaciones más actuales, no podemos olvidarnos


del peso que ha representado la modernización de los medios de
La Plana de Vic es una ciudad jardín de parcela agraria
120 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

transporte y, en especial, la mejora de la red viaria intercomarcal:


la C-17 (antigua N-152) y el Eix Transversal, que han fomentado
una movilidad de mayor alcance. Por otro lado, cabe recordar
también que la estructura capilar de caminos de la Plana ha
favorecido el establecimiento de la mayor parte de la nueva
actividad productiva, que ha sido decisiva en estos procesos de
reestructuración y que, en muchos casos, se hallaba en estado
de descomposición.

En los últimos años, la aparición de nuevas tecnologías ha


modificado la gestión interna de las empresas y sus relaciones
con los suministradores y con los clientes. La apertura de las
fronteras-mercado y la globalización de la producción y de la
economía, además de sustituir el marco tradicional nacional-
comarcal, incide fuertemente en la fabricación, la presentación
y la comercialización de las cosas.

Así, una empresa textil de la Plana puede hacer el patronaje en


la comarca, la confección en China, la plancha y el embalaje en
Marruecos y la distribución desde Barcelona. En estos casos,
la metropolización supera sus propios límites, las unidades
territoriales de mercado-trabajo-consumo se interrelacionan a
lo largo del territorio, y aparecen como modelos de organización
para el territorio continuo los sistemas en red.

Mosaico de ciudades y masías entre colinas Ciudad-puerta, ciudad-plaza, ciudad-río


TERRITORIOS CONSTRUIDOS 121

La cota 600 es el límite de las tierras buenas para el cultivo y para la humanización
122 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

La forma del territorio como factor de identidad y está en movimiento. Las cuestiones relativas al lugar, a la
medida, a la escala o a la distancia resultan más palpables, y
Conscientemente, hemos querido partir de la forma de este la relación sintética entre los elementos ayuda a ver el territorio
territorio y, más concretamente, de las formas de las actividades no solo como un recurso receptivo de usos, sino también como
productivas que se llevan a cabo, para poder extraer instrumentos un factor de establecimiento de nuevas funciones específicas.
útiles para su alternativa.

Se trata de construir la imagen de la comarca desde la El territorio humanizado-ruralizado


descripción de su artificialidad como materialización de
su construcción histórica, es decir, una lectura catastral de En el territorio construido en el fondo de la Plana, la progresión
recopilación y de inventario. No es casual que los esfuerzos de puntos nos sugiere trabajar con sistemas complejos; la
realizados y la importancia que se ha dado a la elaboración de construcción continua, la multiplicidad de comunicaciones
un plano base sean el reflejo de la diversidad y de la riqueza de y las relaciones entre puntos de diferentes jerarquías hacen
las diferentes estructuras productivas. necesario abordar el trabajo en su conjunto.

Si proponemos la forma del territorio y su estructura física Los cambios en la movilidad intracomarcal se están dando
como hipótesis para la ordenación es porque entendemos principalmente por la deslocalización de las industrias. Por otra
que también reflejan las relaciones sociales y el complejo parte, la falta de interés por residir en los mismos lugares que
construido por ellas. Es decir, creemos que la capitalización que los centros de producción agrava la situación.
el territorio esconde como sumatorio de diferentes extractos
El acceso al trabajo se complica de forma paralela al incremento
históricos en su construcción ininterrumpida representa, en el
constante de la mercantilización de la fuerza del trabajo y a la
plano simbólico, su patrimonio identitario. Desde una visión
eventualidad de la contratación. La movilidad que se requiere
estructuralista y técnica, el territorio se reconstruye y modeliza
a los trabajadores se acelera y configura nuevos tipos de
allá donde la interdependencia entre sus partes resulta patente
uso del territorio en función de las características de las
relaciones laborales, las expectativas de especialización y la
comercialización de las habilidades de las personas.

Los espacios de la antigua industrialización, como el sistema


de colonias industriales a lo largo del río Ter, entran en
declive a finales del siglo XX y ello requiere una actuación de
reconversión urbanística, comprometida con las necesidades
del entorno social y medioambiental. Un dato que conviene
resaltar, en este sentido, es que, frente a los 92 polígonos
industriales oficialmente reconocidos en la comarca, la nueva
situación triplica esta cantidad y nos lleva a una realidad de 292
emplazamientos productivos.

Dispersión territorial y ciudad difusa

El proceso de suburbialización que ha experimentado la


comarca de Osona sitúa a los habitantes de la Plana de Vic en
un punto intermedio entre la gran ciudad y el campo, con una
El plano de cultivo y la vegetación en altura delimita una unidad de paisaje tendencia creciente a identificarse con el hecho de pertenecer
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 123

El núcleo de Vic tiene una estructura de continuidad con La Plana de masías


124 TERRITORIOS CONSTRUIDOS

a un segundo cinturón metropolitano pero, a la vez, con la situación concreta, que tenga en cuenta la normativa específica
necesidad de hacer patente una especificidad propia. Esta y los recursos para la eliminación de los residuos que generan.
realidad se puede observar también en la manera de tomar (Véase el artículo sobre la masía referido en este mismo
medidas con respecto a una ecología de la urbanización. Esta documento.)
ciudad agraria, ciudad-jardín territorial o ciudad-territorio tiene
una “polis” clara: la ciudad “planavigatana”. No cabe duda de que la Plana es un territorio emblemático
del paisaje natural de la Cataluña central, que se extiende
Las tendencias locales frente a las transformaciones en el imaginario colectivo como un espacio singular. La
socioeconómicas globales apuntan a un movimiento de necesidad de proteger su constitución y su equilibrio natural
reagrupación de los núcleos próximos existentes y, en el caso es indudable. Es un territorio con unas lógicas de equilibrio
de la Plana –o parte central de la comarca de Osona–, este histórico propias y una naturaleza que combina el crecimiento
cambio se percibe en la aceptación de constituir una unidad de los pueblos y ciudades con una de las reservas agrarias y
geográfica, territorial, urbanística y política. ganaderas más vigorosas de Europa. Solidificada en torno a una
de las expresiones más claras del pairalisme catalán, la masía
Esta sensación se expresa tanto en los núcleos urbanos, en
originaria de la época medieval tiene en ella un papel muy
situación permanente de cambio y remodelación, como en el
importante. Su patrón es la permanencia constructiva que, de
medio rural, el cual, pese a su relativo aislamiento, tiene una
una forma más prolongada, ha protagonizado la colonización
manera propia de expresarse.
del territorio rural.

Una Plana llena de lugares En este contexto, está claro que la Plana funciona como una
ciudad, con sus urbanidades y sus ruralidades. Es un territorio
Para entender esta ciudad-jardín con parcela agraria, se han común para todos los ciudadanos que la habitan y la utilizan de
identificado y mapeado todas las edificaciones existentes en una manera unitaria.
suelo no urbano y también su huella en el territorio. Al efecto,
se ha delimitado una superficie en torno a las edificaciones que La identidad de la Plana no responde a delimitaciones
sobre una base cartográfica y ortofotográfica se identifique como municipales artificiosas. Se trata de un continuo territorial que
el suelo de mayor privacidad y uso que se pisa con frecuencia. abarca todo el territorio de la cubeta. Dicho esto, es obvio que
De este modo, cada unidad o lugar está formado por uno o más una vía operativa para su gestión correcta sería establecer un
edificios y elementos físicos (balsa, jardín, piscina, valla, etc.), convenio o un pacto por el territorio entre las administraciones
que funcionan de manera conjunta en su espacio natural de locales, que derivara en una agencia del territorio, la cual, con
emplazamiento y que se utilizan de una manera doméstica. criterios unificados, podría poner en marcha una política unitaria
para el suelo rural.
En los fenómenos de difusión, es bueno tener unas referencias
del grado de intensidad con que se producen estas realidades. Y habría que tener en cuenta también como paisanaje rural
Para ello, se han realizado diferentes cálculos con criterios aquella gente que va a trabajar desplazándose desde los
espaciales y productivos en diferentes territorios de la Plana. centros urbanos más o menos próximos. En el límite de la
Por ejemplo, las densidades representativas de su zona central ciudad-polígono, se encuentra la concurrencia constante de
son 16,1 ha por establecimiento en el norte de Vic y 14,8 ha por trabajadores que coexisten con la referencia de la carretera-
establecimiento en el área del sur de Vic, Malla. Dichos valores aparador como arteria de circulación y relación. La movilidad
ya son significativos si tenemos en cuenta la poca efectividad y su articulación con el trabajo hacen confluir, en los espacios
de la normativa actual. contenedores de servicios, aparcamientos que convierten el
límite del término de la ciudad en un espacio despersonalizado,
Las granjas porcinas representan hoy la principal actividad aunque de concurrencia masiva.
económica de la Plana y requieren un estudio detallado de su
TERRITORIOS CONSTRUIDOS 125

La problemática que comporta la degradación del territorio en Frente a la idea de crecimiento descontrolado e indomable, es
las zonas limítrofes de la ciudad se percibe en la articulación preciso buscar antídotos, principalmente en la construcción
de las carreteras como muros-cortina del territorio. Ello pone social de vínculos. Y sabido es que toda adaptación que se
de manifiesto la necesidad de reconocer el espacio rural más produce dentro de un territorio sensible acaba teniendo efectos
allá del tránsito acelerado de los corredores de transporte de reordenación en su entorno.
y mercancías. Tratar el impacto de la suburbialización en el
mundo rural pasa por crear redes de relación que faciliten su Frente a la concentración de residuos en estado de degradación,
identificación positiva con el territorio. Nos referimos a crear existen alternativas inteligentes, basadas en la dinamización de
nuevos espacios de referencia y a la consolidación de los ya los espacios y en la apertura a nuevos enfoques.
existentes, evitando su degradación. También nos referimos a
potenciar otros ritmos de tránsito creando espacios de paseos
sólidos, así como carriles bici, por ejemplo.

El territorio resultante está conformado por elementos formales, lugares construidos y una fina estructura capilar de relaciones
MIRADAS AFINES
128 MIRADAS AFINES

LA VIGENCIA DE LO
INFRAORDINARIO1
Joan Solà Font
Arquitecto y profesor de Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura de Barcelona. Ha investigado sobre la huella del ferrocarril en la
comarca de Osona.

“La vida urbana se mueve entre dos polos: movimiento y


asentamiento.”

Lewis Mumford, La ciudad en la historia, 1979, p. 574

Como ha dibujado la ciudad y el territorio, el ferrocarril ha


evidenciado sus elementos de interés y de oportunidad, ya sea
por su dibujo en positivo o por la ausencia de los criterios de
su representación. En este sentido, la deducción a través de la
cartografía, y también a través de la observación del resultado
construido, es una metodología inherente, utilizada por el
arquitecto urbanista, más patente aún en el ámbito docente.

A propósito de este libro, del estudio de las ciudades pequeñas


y de un territorio interior frente a la instalación ferroviaria,
discutido con el profesor y amigo Xabier Eizaguirre en estos
últimos años, vamos a esbozar y a ensayar algunos de los
aspectos aprendidos.

El dibujo del ferrocarril como infraestructura

Desde que se construyeron la línea Manchester-Liverpool en


18302 y la línea Barcelona-Mataró en 18483, tanto en el mundo

1 Lo infraordinario. Título del libro póstumo del escritor francés


Georges Perec, publicado originalmente en Francia en 1989. La reseña del libro
se centra en «lo que ocurre cada día y vuelve cada día, lo trivial, lo cotidiano, lo
evidente, lo común, lo ordinario, lo infraordinario, el ruido de fondo, lo habitual.
¿Cómo dar cuenta de ello, cómo interrogarlo, cómo describirlo?»
2 La línea entre Manchester y Liverpool se inauguró en 15 de
septiembre de 1830 y fue la primera línea impulsada por el uso exclusivo de
máquinas de vapor, sin tracción animal de ningún tipo.
3 La línea de Mataró a Barcelona se considera la primera línea de
MIRADAS AFINES 129

como en el territorio catalán, el ferrocarril ha dibujado sobre


el territorio nuevos trazados, inexistentes hasta entonces, y
ha acumulado nuevas vías de comunicación sobre las que ya
existían.

Estos nuevos trazados ocasionaron un impacto enorme en el


territorio construido y en el territorio rural, como también en
el paisaje con los elementos de obra civil. La geometría y la
elección del territorio por donde se instalaría la vía de hierro
en un primer momento venían dictadas por su pendiente suave
y constante y por sus radios de giro. La elección del territorio
vendría determinada fundamentalmente por las condiciones
topográficas, buscando la proximidad de las cuencas de drenaje
y, en los ámbitos urbanos, su condición cercana pero periférica,
para evitar costes de expropiación, entre otros factores.

Pero la preocupación principal no era en ese momento la


construcción del paisaje urbano ni territorial, sino la operatividad
y la eficacia de “acercar” un medio de transporte a las zonas de
producción y distribución industrial, y a los núcleos urbanos
preexistentes, desde la perspectiva del trazado ferroviario, más
que desde la vocación urbana de cada caso.

En definitiva, la preocupación era el dibujo del trazado


infraestructural del ferrocarril, el control de sus pendientes y
de los volúmenes de tierra que había que excavar y terraplenar,
así como los costes en puentes, túneles y otros elementos
de ingeniería. El ferrocarril es puramente una infraestructura

Mapa de ferrocarriles carboníferos de Cataluña. La red proyectada contempla las


hierro de la Península ibérica. Se inauguró el 28 de octubre de 1848, promovida líneas ferroviarias asociadas a la explotación del carbón. La población no es, en
por Miquel Biada, que había presenciado la inauguración de la línea La Habana- ese momento, el objetivo principal. En 1884, Vic tiene una población de 12.478
Güines en Cuba en 1837 (entonces española), considerada la primera línea de habitantes; La Garriga, de 1.578; Manlleu, de 5.306; Centelles, de 1986; Torelló,
ferrocarril española. de 2.863, y Ripoll, de 2.680. Fuente: Archivo de la Diputación de Barcelona
130 MIRADAS AFINES

y el dibujo de la ciudad es una mera referencia, como lo es El dibujo de la ciudad es, en ese momento, un híbrido entre
la geografía particular de cada ámbito. Se inicia aquí una infraestructura y forma urbana. La infraestructura se dibuja en
evolución que dejará progresivamente el reconocimiento de la positivo y la forma urbana también, a pesar de tener un lenguaje
traza preexistente a favor de otras lógicas casi exclusivas del de ordenación completamente impermeable uno con otro. El
trazado ferroviario. nacimiento de la urbanística como ciencia y la construcción del
ferrocarril en las ciudades se desarrollaron de manera disociada
y desde marcos normativos estancos, con una planificación
El dibujo del ferrocarril en la ciudad como una prótesis
y una gestión divergentes, ya sea porque las competencias y
urbana
los soportes jurídico-administrativos eran diferentes o porque
En el ámbito del territorio catalán, en las grandes ciudades, el soporte político hacia una o hacia otro los ha mantenido
Barcelona inicialmente y después otras ciudades intermedias impermeables, con una capacidad casi nula de influirse entre
(Mataró, Vilanova, Granollers, entre otras), la localización de ellos.4
la estación ferroviaria y su contacto con el área urbana será
La enorme inversión que supuso proyectar el ferrocarril en las
el dibujo de la ciudad desde mediados del siglo XIX hasta
ciudades coexistía con una técnica de planeamiento incipiente
mediados del XX.
en aquel momento inicial. En este sentido, el proyecto de
infraestructura ferroviaria se impuso al proyecto urbanístico,
dejando la definición de los límites de la ciudad a manos del
criterio ferroviario, lo cual dio como resultado una ciudad
construida de forma fragmentaria, con calles y avenidas
inconexas entre fábricas, vías y muelles de carga.5

Por tanto, dibujar la ciudad, en lo referente al ferrocarril, no es


dibujar el entorno de la vía o de la estación con la voluntad de
fijar unos criterios sobre este espacio intermedio, sino dibujar
dos capas de información superpuestas una sobre otra, cada
una con una lógica, un lenguaje y unos códigos propios.

Si observamos qué ha ocurrido en estos ámbitos entre la prótesis


infraestructural y el tejido urbano hasta nuestros días, vemos que
los diferentes recursos urbanos de estas ciudades han llevado
a “borrar” la línea ferroviaria. El dibujo de la infraestructura se
ha estratificado en vertical: el tejido de la ciudad ha pasado por
encima y la línea se ha soterrado. El soterramiento de la línea y
la ocupación de su cicatriz han revertido en un espacio urbano
libre genérico, equiparable en tratamiento y en urbanización al
sistema de parques y jardines convencional de la ciudad. En este
sentido, el dibujo del ferrocarril en las ciudades intermedias y
grandes ya no es un ejercicio de compatibilidad y convivencia

4 BENEVOLO, Leonardo; GIURA LONGO, Tommaso; MELOGRANI,


Carlo (2000): La proyectación de la ciudad moderna. Barcelona: Gustavo Gili.
Perfil de la línea de ferrocarril de Sant Joan de les Abadesses en su paso por Edición original: Roma, 1977.
Sant Quirze de Besora. Fuente: Archivo de la Diputación de Barcelona 5 MUMFORD, Lewis (1961): La ciudad en la historia, p.765.
MIRADAS AFINES 131

amable. El dibujo de la ciudad en este ámbito es el dibujo de su


desaparición. Hablar de integración ha sido el eufemismo que
se ha utilizado a menudo para defender que esta estrategia es
la única posible.

Sin embargo, existen otras realidades sin todos los recursos


disponibles (técnicos, económicos, políticos). Cuando nos
trasladamos a ámbitos urbanos por los cuales el ferrocarril
solo trazó vías y dispuso estaciones, vemos que mantiene
aún las propiedades de esta relación inicial, conservando una
imagen urbana singular que se caracteriza por su incapacidad,
incomprensión y olvido del contacto simbiótico entre la prótesis
y el tejido urbano. La línea interior que construyó la ilusión de
explotar las minas de carbón de Sant Joan de les Abadesses6
dibujó una línea recta, de geometría inédita y de otra escala en
distintas ciudades de poca entidad. Es este un ámbito urbano,
pero también territorial, donde el encuentro entre la ingeniería
y la urbanística aún tiene pendiente de definir su rótula híbrida.

El ferrocarril, dibujado como recurso integrante del medio

El ferrocarril en Cataluña y, más concretamente, las líneas


interiores del hinterland han permanecido en funcionamiento
a lo largo del siglo XX, buscando superar su obsolescencia
como medio de transporte compitiendo con el transporte por
carretera.

Su evolución hasta nuestros días le ha definido como un


recurso de transporte poco eficaz, poco rentable y con déficits
de inversiones que permitirían superar su baja sostenibilidad
económica (doble línea, nuevas estaciones, coordinación de la
intermodalidad, tecnología aplicada a la movilidad, etc.).

6 La línea interior del carbón de las minas de Ogassa y Surroca


representó a mediados del siglo XIX una oportunidad para que la industria
catalana pudiese hacer más competitiva su producción prescindiendo de la
adquisición de la hulla inglesa, por la cual la industria tenía que pagar fuertes
aranceles. Esta ilusión llevó a promover la construcción de una línea férrea
dificultosa y cara, a partir de un proyecto original del ingeniero Ildefonso Cerdá.
La rentabilidad del carbón resultó no ser la esperada con los años, de modo
que el leit motiv del medio de comunicación se fue resituando hasta llegar a
nuestros días, donde el paradigma es dual y se mueve entre la poca viabilidad Superposición del trazado ferroviario, núcleos urbanos y camino histórico
o la clausura o, en cambio, su transformación y vigencia dentro de los vectores extraído del proyecto de Ildefonso Cerdá, con el trazado ferroviario construido.
de concienciación medioambiental del siglo XXI. Elaboración del autor
132 MIRADAS AFINES

Frente a esta realidad, otros parámetros han entrado en escena:


la huella ecológica, la movilidad sostenible, los conceptos
de territorio lento y ciudades lentas, entre otros neologismos
contemporáneos, suponen para el ferrocarril un revival en las
próximas décadas como sistema de transporte público, pese a
la competencia –aún insalvable o, al menos, muy controvertida–
con el transporte público y privado por carretera.7

En este sentido, el dibujo del sistema ferroviario es el dibujo


diagramático de sus parámetros, más que de su descripción
física y formal. Serán los valores de la contaminación, la
relación temporal y la eficacia en la intermodalidad de pequeña
escala, entre otros. Será también el dibujo de sus dinámicas,
especialmente del modelo de vida de su sociedad y sus
tendencias, aceptando finalmente que el dibujo del ferrocarril se
va redibujando constantemente. Ya no son útiles las cartografías
exclusivas de sus espacios como forma, sino que necesitamos
dibujar las capas dinámicas de sus funciones, de sus recursos
y de sus residuos.

El reconocimiento de los recursos preexistentes, para poder


canalizarlos, reciclarlos, mejorarlos y, en definitiva, entenderlos
con el fin de incorporarlos en el metabolismo del edificio, del
espacio público, del barrio, de la ciudad y del medio, también
deben ser tenidos en cuenta en relación con la preexistencia
ferroviaria, ya esté en funcionamiento como medio de transporte,
ya esté desmantelada y reciclada como sistema de transporte
ligero, o bien albergue nuevos usos distintos al transporte.

En este sentido, el ferrocarril es hijo de la era industrializadora


de los siglos XIX y XX, y de su filosofía capitalista, según la
cual la fuente de recursos es ilimitada y, por tanto, el ciclo de
su sostenibilidad se basa en un modelo premeditadamente
abierto.8No obstante, los planteamientos urbanísticos actuales
apuestan por explorar sus propiedades como preexistencia o
como recurso que contribuya a un modelo de ciclo cerrado,

7 JULIÀ, Jordi (2011). “Planificar, programar, projectar, gestionar un


recorregut per la història del transport”. Conferencia pronunciada con motivo de
la celebración del 10º aniversario de la creación de la AMTU. Acto celebrado en
Esquema de los elementos que constituyen la urbanidad del ferrocarril en la Sala Tarafa de Granollers el día 21 de septiembre de 2011.
su paso por la ciudad de Vic. La calle, la plaza y el edificio de la estación 8 CUCHÍ, Albert (2009): “Sostenibilitat i planejament urbanístic”.
conforman un ‘umbral urbano’ potencial para las ciudades intermedias y se Medi Ambient, Tecnologia i Cultura, núm. 45: Ecotransformació i ciutat, pp.
postulan como una centralidad urbana a repensar. Elaboración del autor 42-49.
MIRADAS AFINES 133

ya sea desde la eficacia de su uso vigente como medio


de transporte, como medio de transporte transformado o,
simplemente, sacando provecho de las propiedades de su trazado
preexistente, como soporte de nuevos programas vinculados al
territorio. En cualquier caso, el dibujo del ferrocarril ya no es
solo una cartografía física, sino una cartografía operativa, que
integra el metabolismo urbano y territorial (sociedad, energía,
recursos y residuos).

El dibujo de los recursos preexistentes en torno al ferrocarril, o


de su propio dibujo como recurso, requiere otras cartografías
en que la forma es una capa de apoyo, más que una capa de
Plano comercial de la ciudad de Granollers. Autor: J. Calvet, 1884. En estas
información finalista. Los datos, los parámetros, los flujos cartografías de J. Calvet, realizadas para muchas otras ciudades catalanas,
y, sustancialmente, el cruce y la superposición de capas de aparece la connotación comercial de la ciudad asociada a la producción
información vislumbran la cartografía operativa como nuevo industrial. El dibujo del ferrocarril es un elemento circunstancial y el espacio
intermedio se refleja generalmente con una notable ambigüedad. Fuente:
instrumento.
Archivo del Instituto Cartográfico de Cataluña. Cartoteca

El dibujo del ferrocarril en las ciudades pequeñas es la


suma de un trazado, es un recurso integrante del medio
y es un proyecto de ciudad y territorio futuro de primera
magnitud.

El trazado ferroviario ha permanecido durante más de un siglo


y medio como medio de transporte más o menos efectivo en
nuestro territorio. Durante todo este tiempo, la impermeabilidad
entre el lenguaje y los códigos ingenieriles y entre el lenguaje y
los códigos de producción urbana ha convertido su contacto en
un capítulo incómodo, que hay que “esconder” u olvidar.

La obsolescencia del ferrocarril como medio de transporte


invita a plantear complementariedades vinculadas a su trazado
y que este sea el soporte de nuevas estrategias, especialmente
en las líneas de baja presión (alejadas de la alta velocidad
ferroviaria y de la costa) y con poca masa poblacional, donde la
infraestructura y la ciudad conviven sin “tocarse”.

La línea de ferrocarril hilvana una secuencia de piezas urbanas,


usos periurbanos, campos agrícolas, bosques, cerros y valles
cerrados; en definitiva, una aliteración inacabable de elementos
ordinarios sobre la línea de pentagrama férrea, cuyas propiedades
han sido atributos relacionados con el medio de transporte, a
distintas escalas. Sin embargo, el reconocimiento de estas
Diagrama de los recursos de la línea interior ferroviaria de Barcelona a la Tour de
propiedades es el punto de partida de su espacio de oportunidad. Carol. Elaboración del autor
134 MIRADAS AFINES

A escala urbana: el edificio y el entorno de la plaza de la estación


como centralidad urbana, además de nodo de intercambio
intermodal, los espacios abiertos urbanos de programación
libre, la consideración del otro lado de la estación como ciudad
propia, el paisaje de cercas, postes y umbrales dentro del
espacio abierto que cruza la ciudad.

A escala territorial: los cruces con la malla de caminos agrícolas,


el contacto con los espacios naturales de alto valor paisajístico,
la conexión cívica entre estaciones a distinta velocidad, la
superposición del orden territorial transversal, los distritos de
actividad vinculados a la línea ferroviaria (espacios naturales,
espacios del ocio, etc.), el espacio transescalar, las actividades
asociadas a cada estación como integrantes del sistema.
Diagrama de la huella ecológica de los transportes
Fuente: www.sensibletransport.org.au La línea ferroviaria hoy tiene capacidad de vertebrar ciudades y
territorio a través de la secuencia de sus estaciones actuales,
las que desaparecieron y las que pueden aparecer. Nuevas
interrelaciones a doble escala son posibles: como espacio
de ocio de la metrópolis de Barcelona a través del ferrocarril
y como espacio cívico entre dos estaciones, como nexo entre
nodos urbanos de centralidad que establecen continuidad
con el espacio rural cercano. Existe, pues, una infraestructura
verde posible en torno a una línea ferroviaria que es trazado, es
recurso y es proyecto urbano y territorial de primera magnitud
en las ciudades pequeñas.

En estos casos, la nueva escala del ferrocarril debería ser urbana


cuando “roza” la ciudad y porosa cuando “roza” el territorio rural
y natural. Entonces, su dibujo ofrecería una imagen positiva más
potente de “lo infraordinario”.

Los componentes de la ciudad media en relación con el ferrocarril: la estación,


la calle de la estación, el espacio infraestructural, el “otro lado” y el espacio
abierto. Elaboración del autor
MIRADAS AFINES 135

La estación y los usos públicos asociados como elementos de un sistema territorial vertebrado por una línea ferroviaria. Elaboración del autor
136 MIRADAS AFINES

LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO


RURAL EN EL BAIX EMPORDÀ
Antonio Aguilar Piera
Arquitecto y profesor de Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura de Barcelona. Tesis Doctoral sobre el territorio rural del Empordà
(1994).

Motivación

Las motivaciones iniciales de la tesis a partir de la cual se


articulan las reflexiones del presente texto se inscriben en el
debate teórico abierto en torno al ejercicio del urbanismo, donde,
de forma compartida con otros autores del ámbito académico,
se pone de manifiesto que, así como la práctica urbanística ha
logrado avances significativos en el análisis de los procesos
urbanos, evaluando la capacidad de soportar nuevos usos, y en
la construcción física de la ciudad, queda pendiente de realizar
todavía una actuación comparativamente similar en los ámbitos
ajenos al espacio urbano, tradicionalmente sometidos a un nivel
de reflexión más propio de una lectura superficial e intuitiva del
territorio.

Es este debate rico y sugerente, sobre todo considerando la


fuerte implicación que han alcanzado simultáneamente la
arquitectura, el urbanismo y la geografía en los últimos años,
con notables avances en materias como la ordenación territorial
y el análisis del suelo rústico, basadas en lo que denominaremos
la arquitectura del territorio, las cuales han configurado la
información fundamental que ha originado las reflexiones que
aquí se exponen.

En un intento de propiciar el debate, nuestra motivación parte de


la preocupación por analizar el espacio rural y, específicamente
como arquitectos, por determinar sistemas de reconocimiento
de estructuras, formas e identidades, con el objetivo de deducir
pautas de propuesta coherentes con dichas identidades,
equiparables a las que en general se han desarrollado para los
territorios urbanos.

Nos comprometemos a abandonar el concepto de residualidad


que se ha otorgado habitualmente al espacio rural, como
MIRADAS AFINES 137

receptor potencial de lo que el espacio urbano rechaza, y nos


emplazamos a buscar de sus propias opciones territoriales,
desde una concepción integral del espacio en que los conceptos
urbano y rural se impliquen simultáneamente.

¿Por qué hablamos de construcción del espacio rural?

Partimos de la constatación que el espacio rural –también


denominado “espacio abierto”–, que de forma intuitiva y
habitual percibimos en un estado de apariencia natural, no es
más que el resultado de un proceso de transformación ancestral
y prolongado, realizado esencialmente por las personas
vinculadas a la actividad agraria, para adaptar el suelo a fin de
extraer aprovechamientos. Es decir, se ha producido un proceso
constructivo en que las alteraciones introducidas para hacerlo
estable y productivo se materializan en pautas de estructura
y orden –en nuestra interpretación, lógicas territoriales– cuya
sistematización y puesta en evidencia permitirá establecer su
imagen gráfica y explícita, una imagen de forma arquitectónica
a partir de la cual realizar el análisis pormenorizado de sus
elementos y, en última instancia, implementar criterios
propositivos para el espacio rural.

¿Por qué el Baix Empordà?

Las referencias al territorio del Baix Empordà, necesarias en el


trabajo original por razones de concreción espacial y para poder
abordar la verificación de las hipótesis, no son aquí determinantes
de cara a una exposición que se propone exclusivamente
reflexionar desde una perspectiva de una lectura formal o, si se
quiere, de una interpretación arquitectónica del territorio.
Estabilización de las piezas y alternancia en las cubiertas del suelo
138 MIRADAS AFINES

En este sentido, cabe añadir que se trata también de un territorio el fenómeno de transformación, conocer las técnicas utilizadas
con una acentuada alternancia morfológica, circunstancia destacando las trazas físicas que se imprimen en el territorio
que le otorga un óptimo grado de elocuencia para el análisis y, en especial, desde nuestra perspectiva de arquitectos, nos
que se pretende, y, por otra parte, es un espacio fuertemente interesa la dimensión proyectual y constructiva de dichas
humanizado en terrenos de reciente formación, lo cual alteraciones morfológicas.
sugiere que estamos ante un territorio dócil, es decir, que
condiciona poco sus transformaciones y, en consecuencia, Para ello, primero hemos de reconocer las diferencias
tiene una gran capacidad de respuesta a las solicitaciones a que geográficas que se evidencian en cada subámbito, atendiendo
se le somete para su uso. sus condiciones naturales, derivadas de la topografía, la
orientación de pendientes, la vegetación, los cultivos, la
Construyendo el Baix Empordà presencia del agua, las condiciones de irrigación, así como la
proximidad y el tipo de asentamientos humanos presentes, entre
En nuestro empeño por establecer una imagen formal y sintética, otros factores.
nos interesa evidenciar los elementos esenciales que materializan

Imagen sugerente del Baix Empordà, territorio que interpretamos como objeto arquitectónico, donde se perciben estructuras, órdenes, formas y pautas de asentamiento
humano
MIRADAS AFINES 139

En síntesis, el territorio permite, en nuestro caso, establecer el


análisis a partir de una división espacial tipo, secuenciada en
llano–alternancia–pendiente sostenida.

El objetivo es, en cada secuencia:

1. Evidenciar formas, dimensiones y órdenes; en definitiva,


modelos en la transformación.

2. Detectar leyes en el diálogo natural-alterado para acotar


posibles respuestas.

3. Identificar episodios específicos o aislados en el territorio,


susceptibles de un análisis particularizado.

A partir de aquí, y en última instancia, definiremos pautas de


orden coherentes con los modelos detectados, que permitirán
vehicular la lectura arquitectónica que pretendemos y que
pueden convertirse en ideas para el territorio.

Para ello, nos proponemos:

1. Descubrir niveles o gradientes en la transformación en la


medida que sintetizan el diálogo natural-alterado provocado por
la extracción de los aprovechamientos.

2. Identificar los elementos esenciales de la transformación,


que denominaremos “elementos de la construcción del
territorio”.

3. Definir las trazas físicas que se han incorporado y su


expresión gráfica.

Una cuestión de método

Sobre la base de identificar el territorio como objeto


transformado, la metodología se centra en detectar los
elementos de transformación (topografía, márgenes, muros,
divisiones parcelarias, preexistencias, cursos de agua, etc.), sus
trazas y sus leyes de implantación, para poder dibujar el espacio
rural y su lógica agraria.

Para ello, será determinante su reconocimiento exhaustivo,


desde el punto de vista geográfico y de los usos que soporta,
identificando las áreas de llano, alternancia y pendiente sostenida,
El agua, acceso, los asentamientos y la parcelación son elementos de la construcción
140 MIRADAS AFINES

a fin de detectar, en cada una de ellas, cómo se manifiestan los


elementos de transformación y sus implicaciones en el espacio,
con el objetivo de formular la definición de unas lógicas o de
unos modelos que permitan territorializar las respuestas.

Elementos de la construcción del territorio

Desde nuestra interpretación, realizamos la lectura de la


transformación a partir de los cuatro elementos básicos
que materializan la construcción: el agua, el acceso, los
asentamientos y la fragmentación, como vehículos de
interpretación del diálogo natural-alterado al cual hemos
aludido y de categorización de la identidad de cada ámbito.

Para cada elemento, interesará descubrir:

a. El grado de transformación alcanzado.

b. Las técnicas utilizadas.

c. Las implicaciones territoriales de su implantación.


El dibujo del parcelario En nuestro caso, proponemos implementar el método sobre un
documento sintético de lectura, que materializamos en un plano
parcelario global construido a partir de documentos catastrales,
fotografías (contrastando diversas épocas: el vuelo americano
de 1950, el vuelo de 1970 y los vuelos recientes) y trabajo de
campo.

El manejo del agua

Es el eje fundamental de los sistemas productivos y, por tanto,


un elemento esencial de la transformación. Su doble función
como fuente energética (nutrientes, molinos) y facilitador
de las condiciones para el aprovechamiento agrario (control
del espacio, riego) otorga a este elemento la transcendencia
básica que destacamos, con un alcance espacial prácticamente
absoluto.

La presencia del agua vincula los usos y las actividades:

A. Fuente de energía: molinos (molinos de la montaña,


molinos en el llano), elementos (esclusa, canal, depósito
regulador, molino y vertido al río), posición (encadenados de
Las trazas indecisas del agua molinos).
MIRADAS AFINES 141

B. Control del espacio agrario y restitución de las condiciones


para el uso agrario: diques y malecones (diques de protección,
de contención de lagunas, de control de los cursos naturales;
diques de recuperación de zonas inundable; alteración del
trazado en cursos históricamente indecisos por la escasa
pendiente, propia de los terrenos de inundación y desecación
de lagunas).

C. Aportación de riego y nutrientes: canales y acequias


(canales primarios o generales, canales de riego, patrones
superpuestos, lagunas desecadas y su canal de vaciado; Canal de riego
resultados en el territorio circundante).

El sistema de acceso

Destaca la transcendencia del sistema de acceso en la inducción


simultánea de factores de transformación y la vertebración de
órdenes explícitos en el territorio. En este sistema, se implica
directamente el posicionamiento de los centros de interés
y los flujos de relación local, a la vez que se materializa la
incidencia de la actividad agraria y la red de ciudades mercado,
en la medida que estas vinculan unos ámbitos a su centro y
Canal general
consolidan un tejido de intercambio.

La posición configura el tipo de camino:

La superposición de la trama sobre la base topográfica revela


el importante papel que ha ejercido el sistema de acceso como
instrumento de lectura del diálogo de adaptación del terreno
en las operaciones de transformación, no únicamente por los
propios elementos del camino, sino en tanto que estos acentúan
y ordenan las unidades fragmentadas.

Cabe distinguir tres grandes grupos de vías, según su sección Laguna desecada y su canal de vaciado
transversal: plana, en U y asimétrica.
- Sección plana: caminos en el llano, posición en la cima o
arista.
- Sección en U: áreas de transición o vertientes del macizo.
- Sección asimétrica: donde habitualmente se produce la
simultaneidad con el curso de agua.

Incidencia de las carreteras:

Con la especialización de las actividades y la evolución de


los desplazamientos, se implantan artefactos de traza más Diques de protección
142 MIRADAS AFINES

tecnificada y desvinculada del territorio. Desde una perspectiva frente a la configuración natural del soporte, con implantaciones
histórica, ya desde el período 1860-1880, con el amplio impulso de gran alcance que ignoran todo tipo de estructuras, formas e
de las infraestructuras que se establece a partir del reinado de identidades.
Isabel II, que culmina con el Plan de Carreteras del Estado
de 1880, se desarrolla un sistema de comunicaciones con Implicaciones: concentración/sustitución de recorridos;
importantes implicaciones en los órdenes rurales preexistentes, abandono de los caminos estructurales de los cuales
por la rígida huella rectilínea impuesta sobre la base orgánica de permanece la traza; rotura de órdenes pero mantenimiento de
un suelo agrario sometido exclusivamente a la pauta de la leve la fragmentación original; aparición de nuevos ejes viarios en
ondulación orográfica y al ritmo de las divisiones parcelarias. los corredores territoriales; nuevas trazas que no inducen la
generación de nuevos órdenes.
En la actualidad, este tipo de infraestructuras presentan un grado
de tecnificación extremo, que las convierte en elementos autistas El sistema de los asentamientos

En esencia, el sistema de ciudades, pueblos y unidades aisladas


que percibimos proviene del auge y del empuje de los sistemas
del agrarismo medieval.

Nos interesan las pautas de dispersión, los sistemas de


implantación en relación con la orografía y su influencia en los
órdenes territoriales.

En nuestro territorio, la circunstancia del hundimiento y del


origen inundado provoca la concentración del hábitat en las
cotas altas de las ondulaciones y las pendientes, cerca de los
terrenos más seguros y de mejor calidad.

La estructura que organiza el espacio se presenta esencialmente


en forma de una distribución dispersa de núcleos con pautas de
relación variables en función de las aptitudes físicas del terreno,
Parcelación resultante del reparto en el ámbito de la laguna desecada

El agua superpone un patrón ortogonal que introduce un cambio de escala en la división


MIRADAS AFINES 143

Caminos de llano, sección plana

Caminos de fondo asociados al curso de agua

Caminos a media ladera, sección asimétrica


144 MIRADAS AFINES

que presenta la máxima constante en los sectores de transición


llano-montaña y una atomización de pequeñas agrupaciones y
masías.

Los pueblos ocupan las cotas altas y liberan los terrenos


productivos cercanos, posición que les otorga una función de
hitos territoriales.

Los asentamientos aislados o las masías con una presencia


notable se concentran principalmente en la transición según
una pauta de atomización discontinua, que las vincula por
áreas de influencia del núcleo superior del cual aparecen como
tributarias. Se detecta una vinculación de las masías y de los
núcleos que les otorga una responsabilidad compartida en la
organización del espacio.

La dependencia clara de la posición de la masía responde


aquí a un modelo más próximo a una estructura de pueblos
diseminados que a una estructura basada en la dominante de
la masía y sus tierras.

La lectura de la pauta de distancia y la posición dominante entre


las unidades permite hacer hipótesis de implantación de nuevos
asentamientos, sin alterar el modelo presente.

La fragmentación del espacio

Los usos del suelo tienen lugar en un territorio construido,


es decir, sometido a estabilización y adaptación a lo largo de
La traza secciona piezas pero no genera nuevos órdenes

Traza adaptada a los ejes preexistentes

Rectificación de la carretera con criterios autistas con respecto al territorio Traza rectilínea superpuesta
MIRADAS AFINES 145

los años, proceso en que se ha generado una división y una


ordenación en piezas de terreno conforme a sus condiciones
orográficas, edafológicas, topográficas, de calidad del suelo, así
como al régimen de tenencia, acotando las unidades de trabajo
agrario.

Nos interesa la permanencia y la estabilidad del sistema, pero


sobre todo la pauta de fragmentación, los órdenes creados
y la cualidad de las líneas de división, pues en ellas se
expresa la opción constructiva que estabiliza las piezas y su
grado de tecnificación.

La observación de un documento global que sintetice el


sistema permitirá observar evoluciones en el grano parcelario,
en función de las condiciones territoriales a que nos hemos
referido, y nos ayudará a detectar episodios susceptibles de un
análisis particularizado, para lo cual transcribimos el parcelario
catastral sobre la base fotográfica, restituida a escala 1/10.000.

Se detecta una trama uniforme y se percibe una clara


geometrización del sistema en el llano, con una ordenación
alineada en paquetes vertebrados por ejes territoriales, frente
a una notable heterogeneidad de formas de división en la
transición y en la pendiente, así como episodios específicos
de fragmentación, con órdenes parciales que son consecuencia
de situaciones preexistentes, como sucede en el caso de las
lagunas desecadas.

Dispersión discontinua Preexistencia y propuesta


146 MIRADAS AFINES

La cualidad del límite decisivo en la aportación de propuestas coherentes para su


ordenación.
En la medida que la división del suelo expresa la opción
constructiva que adapta las unidades a las condiciones del Mejorar la descripción es ya proponer –nos decía Manuel
terreno y estabiliza las piezas, debemos entender que la de Solà-Morales, apelando a la descripción morfológica
fragmentación nos remite a la topografía y sus límites nos superpuesta a las formas catastrales del territorio, donde lo
proporcionan una herramienta fundamental en la lectura del urbano y lo rural se impliquen simultáneamente, como camino
grado alcanzado en la transformación o alteración. alternativo de información en que sustentar análisis extensivos,
hasta el momento regularmente apoyados en documentos de
Alteraciones proyectadas del modelo; operaciones de orden más monográfico o estrictamente geográficos, militares,
concentración parcelaria históricos o sociales.
Con la finalidad de optimizar recursos y mejorar las condiciones Naturalmente, el espacio rural no se destina exclusivamente
productivas de determinados territorios, se realizan operaciones a finalidades de aprovechamiento agrario, bien al contrario:
proyectadas que se materializan en procesos de reparcelación aunque mantiene este destino de forma extensiva y obvia, en
y de concentración parcelaria, en los cuales se redistribuyen el contexto que nos rodea se ha convertido a la vez en receptor
propiedades, de forma artificial, mediante la organización de las universal de usos y artefactos ajenos al aprovechamiento que
piezas a partir de los ejes y de los nuevos sistemas de riego históricamente se le atribuye, artefactos que normalmente
asociados. llevan asociados factores tecnológicamente evolucionados
(infraestructuras, construcciones, líneas y usos) que inciden
A modo de epílogo ignorando órdenes, estructuras y formas ancestrales; en
definitiva –y ello nos preocupa–, ignorando las identidades que
A tenor de lo que se ha expuesto, cabe añadir alguna reflexión confieren a este espacio los valores en que se articula su propia
acerca del alcance, la oportunidad y los objetivos del tipo respuesta.
de lectura territorial propuesta, desde el punto de vista de
la aportación del arquitecto como observador sensible a la En este sentido, debemos cuestionar esta idea y apostar por
morfología del territorio y, en consecuencia, como actor un uso del territorio en que el diálogo preciso con su forma

Fragmentación: en la pendiente, cuadriláteros; en el llano, paralelogramos Concentración parcelaria


MIRADAS AFINES 147

y el mantenimiento de los caracteres genuinos de la ruralidad


sean valores esenciales de cualquier proyecto tecnológico.
Se trata de una apuesta que, a nuestro entender, debe evitar
la “sacralización” del espacio rural de la forma en que nos
tienen acostumbrados los patrones paisajísticos, y simplemente
posibilitar su uso racional.

Debemos aprender la lección que nos proporciona el ancestral


y prolongado proceso de transformación a que hemos aludido,
primero acotando los nuevos requisitos con racionalidad y
con coherencia a unas necesidades bien ponderadas, pero
incorporando también las máximas dosis de sensibilidad,
La cualidad del límite parcelario
utilizando el territorio no desde su concepción como soporte
universal, apto para todo tipo de artefactos, sino como
instrumento de proyecto, utilizando los recursos que su
observación detenida nos aporta.

Una vez asumida una determinada necesidad, y desde criterios


de proporcionalidad y coherencia en la propuesta, debemos
proceder al análisis del espacio y del detalle particularizado del
lugar, con conciencia de que se trata de un sistema complejo,
en que hay que valorar la capacidad para inducir las formas
del proyecto, así como los grados de alteración asumibles.
En definitiva, se trata de aprender la lección desde el propio
entorno, sometiendo las capacidades técnicas al rigor de la
lectura del lugar desde el convencimiento de que el territorio
no lo “soporta todo”.
Una tecnología ancestral garantiza la estabilidad de las superficies productivas
148 MIRADAS AFINES

LA CONSTRUCCIÓN DEL
TERRITORIO DE IBIZA
Stefano Cortellaro
Arquitecto y profesor de Urbanismo en la Escuela Técnica Superior de
Arquitectura de Barcelona. Tesis Doctoral sobre la construcción del territorio
de Ibiza (2013).

En febrero de 1993, fui a Ibiza con la intención de visitar algunas


de las casas rurales que había visto en la Guía de Arquitectura
de Ibiza y Formentera de Elías Torres. Muchas de ellas estaban
abandonadas, otras todavía estaban habitadas por ibicencos o
por extranjeros, y otras habían desaparecido. Me fui con una
serie de fotografías y dibujos de casas de campo, imágenes
de muros, paisajes, caminos, y toda una serie de preguntas
sobre cómo se podía intervenir en un lugar con una identidad
tan fuerte.

Lo que me interesaba era comprender cómo se había construido


este paisaje y, en este sentido, mis primeros dibujos, que
estudiaban las casas rurales como objetos aislados eran
insuficientes para entender las relaciones que las viviendas y sus
elementos establecían con la construcción del suelo. Después
de superponer los levantamientos de las casas y su entorno a
la cartografía y a las fotografías aéreas, resultó inevitable seguir
caminando y dibujando y ver cómo los muros y los caminos
se articulaban sobre el relieve hasta encontrar otra casa y,
posteriormente, seguir alejándose progresivamente en forma de
zoom para ver cómo los que parecían ser los límites de una
propiedad en realidad enlazaban con otra y con otra sin solución
de continuidad, formando una estructura seguida apreciable en
su totalidad solo a la escala global de la isla.

Aquel viaje fue el primero de una serie de estudios publicados por


el Colegio de Arquitectos de las Islas Baleares en el libro Morna,
Atzaró: la construcción del territorio de Eivissa (COAIB, 2007),
que concluyeron con mi tesis doctoral, titulada “La construcción
del territorio de Ibiza. Urbanismo, paisaje, arquitectura, 2013”, y
con la exposición “Casa, territorio, paisaje”.
MIRADAS AFINES 149

La lectura de la tesis doctoral de Xabier Eizaguirre, “Los


componentes formales del territorio rural” (1990), sus clases
de doctorado en 1995 y sus consejos constantes han sido
fundamentales a la hora de definir una línea de análisis del
territorio rural, basada principalmente en el dibujo y en el
caminar –Bernardo Secchi siempre nos decía que “l’urbanistica
si fa con i piedi”– como herramientas de conocimiento.

Otros referentes muy importantes han sido diversos trabajos


desarrollados por el LUB y por distintos profesores del DUOT.
Algunos ejemplos de ellos son la publicación La identitat del
territori català. Les comarques (1981), dirigida por el profesor
Manuel de Solà-Morales; el PIOT de Tenerife; la tesis doctoral
de Rosa Barba, titulada “L’abstracció del territori” (1987), y, más
recientemente, la de Enric Batlle, “El jardín de la metrópolis”
(2002).

A lo largo de estos años, el territorio de la isla de Ibiza –un


territorio “no urbano”, construido principalmente por la
agricultura, uno de estos paisajes que han recibido menos
atención por parte del urbanismo y que actualmente están
experimentando una fuerte transformación– ha sido para mí
una oportunidad para trabajar en cuestiones relacionadas con el
territorio rural, su paisaje, su arquitectura y su transformación,
para tratar de responder algunas de las preguntas y de los temas
que más me interesan como arquitecto: ¿Cómo intervenir en
el paisaje? ¿Se puede pensar en un urbanismo adecuado a la
escala del territorio rural, que pertenezca a un lugar, que no
se base en un conjunto de normas, ordenanzas, parámetros y
modelos de origen urbano, aplicados indistintamente a lugares
y contextos distintos? ¿Se pueden definir unos criterios de
ordenación generales para el territorio rural y sus núcleos
La casa rural, construcción del suelo. Can Toni Sa Font (Cortellaro, 2013)
150 MIRADAS AFINES

habitados, basados en la comprensión de las leyes generales la casa queda delimitada por los muros perpendiculares a las
que han construido los sistemas agrícolas y los pueblos? ¿Se curvas de nivel.
pueden definir unos criterios a partir de la lectura del sistema del
drenaje, del parcelario, de la red de caminos, de las estructuras Si la construcción de la casa –célula territorial– es fruto de
de los cultivos y del paisaje natural? ¿Se puede pensar la un proceso unitario y simultáneo que afecta la vivienda y los
ciudad contemporánea y sus espacios periurbanos a partir de espacios agrícolas, la forma del conjunto de la casa depende de
la estructura de espacios libres, como parte de un sistema de la relación dialéctica entre la geometría “interna” del núcleo de
espacios agrícolas y naturales? la vivienda y la de los elementos del territorio construido, más
vinculados a la topografía, a la geografía.
La respuesta a estas preguntas ha supuesto, en primer lugar,
un mayor conocimiento del paisaje rural de la isla, que es más
La venda de Morna
una construcción de suelo que de edificios. Este conocimiento
se ha ido generando a partir de paseos, visitas, dibujos y La fuente de Morna, elemento primario que, junto con la de
levantamientos in situ, para luego volver al estudio y añadir la Atzaró, garantizó la vida en el valle de Morna, se sitúa en el
información a los planos, necesariamente más abstractos, en extremo noreste del espacio central de la venda, sobre cuyas
los cuales todo aparecía siempre más claro que en el propio laderas se han desarrollado algunos de los núcleos habitados
lugar. más antiguos, entre ellos Can Toni Sa Font. La red viaria está
compuesta por caminos perpendiculares a la topografía que
Estos dibujos empiezan con los levantamientos a escala 1:500,
convergen hacia la fuente.
1:1.500 de las casas rurales más significativas de las vendes de
Morna, Atzaró y Balafi, y mediante zooms progresivos permiten Cuanto más nos acercamos al valle, la menor influencia de la
realizar una lectura general del territorio de la isla. topografía da lugar a unas parcelas más amplias y de forma más
regular.
La casa rural de Ibiza
«Las vendes son unidades territoriales compuestas por
La lectura de la arquitectura rural como un edificio aislado varias casas, generalmente aisladas, cuyos habitantes
es insuficiente; si ampliamos el análisis de la vivienda a sus están vinculados por relaciones de cooperación.
espacios agrícolas construidos, podemos analizar las relaciones Las familias, muchas veces unidas por parentescos,
que las viviendas establecen con la construcción del suelo mantenían su autonomía pero eran muchos los trabajos
agrícola, que demuestran que el proceso de construcción es que requerían la intervención de todos los habitantes de
único y simultáneo. la venda.

Se trata de estudiar la vivienda a partir de la construcción de los Cada venda se desarrollaba alrededor de unos elementos
espacios agrícolas que la rodean, de la modificación del relieve comunitarios, que, por lo menos hasta la construcción
y del sistema de accesos, operación inversa a la habitual. de las parroquias rurales, eran los únicos lugares de
socialización y reunión. Normalmente, estos coincidían
El dibujo de la estructura de muros de los bancales sobre la con las fuentes, los pozos, los trulls, los molinos,
topografía describe la lógica de construcción de la casa rural. elementos esenciales para la vida donde, además, se
celebraban fiestas, bailes...»
La casa forma parte de la operación de modificación del relieve
mediante plataformas; los muros de Can Toni Sa Font, paralelos (J. Vilà Valentí, Geografia de les illes Pitiüses. Les activitats
a la topografía, coinciden con los de los bancales, mientras que agràries)
MIRADAS AFINES 151

La venda de Morna (Cortellaro, 2007)


152 MIRADAS AFINES

La venda de Atzaró

La fuente de Atzaró es el elemento central de la venda y el origen escorrentía conduciéndolas para su uso agrícola, permitiendo
de unas huertas cuyos canales de riego se prolongan hasta el la comunicación entre los núcleos de las laderas y los valles.
valle.
En consecuencia, la red de muros responde a dos directrices
La implantación de las casas, situadas en las laderas, en el principales casi siempre perpendiculares entre sí: las paredes
límite con el bosque, está muy condicionada por la orientación que contienen las tierras de los bancales se disponen paralelas
al norte del relieve de la venda, expuesto a los vientos de a la topografía, mientras que las que delimitan las torrenteras
tramontana. y los caminos de penetración son paralelas al flujo del agua y
perpendiculares a las curvas de nivel.
La presencia del bosque, la orientación a norte del terreno y la
pendiente del relieve obligan a las casas a abrirse al este, al
oeste y, en algunos casos, al norte, privilegiando su relación La construcción del territorio de Ibiza
directa con el valle de Morna. El análisis general de la red de muros de la isla revela una
estructura uniformemente distribuida cuya compleja geometría
Parcelario responde a los dos criterios de construcción del territorio
presentes también en la casa rural.
Dentro del mosaico general, se pueden observar los sistemas
concéntricos de las colinas aisladas y de las montañas, La lectura comparativa del plano general de los muros y
formados por parcelas de gran tamaño y formas geográficas, del topográfico de la isla revela la estrecha relación que la
los sistemas longitudinales organizados a lo largo de ríos y construcción del territorio establece con el soporte físico
torrentes, las parcelas cuadriculadas de los valles, los sistemas “natural”.
radiales que se proyectan hacia el territorio a partir de los
elementos primarios de la colonización... La red de muros se puede considerar como el “negativo” de las
curvas de nivel.
El tejido del parcelario se puede interpretar a partir del diálogo
entre la lógica geométrica cuadriculada de la división del suelo La mayor densidad de las paredes se encuentra en las laderas
y su adaptación a la forma del relieve y a los elementos del entre el valle y el bosque de las colinas; los muros de contención
sistema de drenaje. En el plano parcelario, es fácil identificar de las tierras de los bancales se disponen paralelos a las curvas
los sistemas parcelarios de las montañas y las colinas, donde el de nivel.
parcelario, de grandes dimensiones, asume formas irregulares,
La otra directriz importante es la del agua: torrentes y vías de
más basadas en la geografía que en la geometría y los parcelarios
escorrentía, que usualmente coinciden con los caminos de
de los cultivos de regadío.
penetración, suelen ser perpendiculares a las curvas de nivel.
En las laderas, la división del suelo consiste en una cuadrícula
La geometría de la estructura de los muros depende de la
compuesta por parcelas rectangulares cuya disminución
morfología del relieve al cual se adapta.
progresiva en las zonas llanas genera una geometría más regular.
El análisis del espacio rural de la isla de Ibiza, el estudio de
La modificación del relieve los elementos que lo componen (casas, caminos, muros
de piedra, cultivos, parcelario...) y de las relaciones que han
La construcción del territorio rural de la isla se ha basado establecido con los elementos geográficos (relieve, drenajes,
principalmente en dos necesidades fundamentales: nivelar vegetación...) no se ha realizado tanto desde una visión
el terreno de las laderas para cultivar y evacuar las aguas de arqueológica, patrimonial, de protegerlo frente a su destrucción.
MIRADAS AFINES 153

El núcleo de Can Rieró, Can S’Uzina y Can Blai, situado por encima de la fuente y de las huertas de Atzaró (Cortellaro, 2007)
154 MIRADAS AFINES

El descubrimiento, mediante el dibujo, de las líneas de fuerza


del tejido, de las persistencias que han construido y articulado
el territorio rural de Ibiza a lo largo de los años, ha evidenciado
la trama estructural del territorio. Esta telaraña, formada por el
sistema de muros que estructura y da forma al paisaje rural de
la isla, es un gran proyecto del territorio que se debe incorporar
en el planeamiento territorial y un elemento de control
formal imprescindible para cualquier intervención, ya sea la
construcción de un muro, de una casa, de un camino o de una
carretera, o bien el crecimiento de un pueblo, de un núcleo rural
o de una ciudad.

Valle atravesado por el torrente de Labritja, en Ibiza: estructura de muros Ejemplos de arquitecturas rurales en Ibiza
(Cortellaro, 2013) (Cortellaro, 2013)
MIRADAS AFINES 155

Ibiza: estructura de muros


(Cortellaro, 2013)
156 MIRADAS AFINES

LA CIUDAD COMO MOSAICO


ATOMIZADO
Stephane Bosc
Arquitecto y profesor de Urbanismo de la Escuela Nacional Superior de
Arquitectura de Montpellier. Tesis Doctoral sobre la “ciudad por paquetes” en el
área de Montpellier (2005).

L’entrée de la salle était barrée par un grand panneau,


laissant sur le côté des passages de deux mètres, où
Jed avait affiché côte à côte une photo satellite prise aux
alentours du ballon de Guebwiller et l’agrandissement
d’une carte Michelin « Départements » de la même zone.
Le contraste était frappant : alors que la photo satellite
ne laissait apparaître qu’une soupe de verts plus ou
moins uniformes parsemée de vagues taches bleues, la
carte développait un fascinant lacis de départementales,
de routes pittoresques, de points de vue, de forêts, de
lacs et de cols. Au-dessus des deux agrandissements, en
capitales noires, figurait le titre de l’exposition :
«La carte est plus intéressante que le territoire»

Michel Houellebecq, La carte et le territoire, p. 90

La carte, el mapa, ya es un análisis del territorio; introduce una


jerarquía entre sus componentes. La carte Michelin, evocada
por Michel Houellebecq, fue creada a principios del siglo XX
por Michelin, una conocida empresa francesa de neumáticos,
para los automovilistas, obviamente… La red de carreteras,
la distinción entre sus distintas categorías, tienen mucha
importancia. Suelen ser de escala 1:100.000 y 1:200.000
y se basan en la Carte IGN, más geográfica (IGN: Institut
Géographique National), de escala más precisa, 1:25.000, que
cubre menos territorio y cuyo público principal suele ser el
excursionista.

Michel Houellebecq tiene un gusto particular, un poco


nostálgico (suranné, “sobredatado”, podríamos decir en
francés) por el carácter anticuado de la carte Michelin, como
MIRADAS AFINES 157

un objeto correspondiente a un período de la historia nacional, Este salto de escala ha sido profusamente descrito en la
la de las carreteras nacionales y departamentales y la del investigación urbana y territorial, y ha originado numerosos
desarrollo del automóvil, que significaba tener al alcance un neologismos que han tenido como objetivo ilustrar este nuevo
territorio mucho más amplio; la escala de ‘su’ territorio se iba modelo; a menudo, los términos acuñados tenían un carácter
ampliando considerablemente. demasiado reduccionista y más bien parecían un eslogan que
nos alejaba de la “complejidad”, tanto de la forma territorial
Su análisis del territorio se basa en una lectura y una comprensión como del proceso que la genera.
a distintas escalas, desde la geografía y sus sistemas hasta la
escala más discreta del lugar. El desarrollo del automóvil en la Los arquitectos nos sentimos cómodos con el instrumento
posguerra francesa significó un salto brutal en la amplitud de las gráfico, ya sea la cartografía numérica o el dibujo a mano, tanto
escalas a abordar para entender su transformación, vinculada a para el análisis como para el proyecto. La estética sugestiva y
los modos de vida de sus habitantes. Ya no se podía entender poco formal del dibujo nos interesa porque este instrumento
la evolución urbana únicamente a partir del análisis de la viene a complementar los demás. A veces, este instrumento no
articulación entre el trazado viario, el parcelario y la edificación, es tomado en serio en otras disciplinas, que lo encuentran poco
puesto que la escala territorial iba tomando mucho protagonismo. riguroso a diferencia de sus propios instrumentos, más científicos.
158 MIRADAS AFINES

1980

2001
MIRADAS AFINES 159
160 MIRADAS AFINES

En el trabajo de investigación doctoral realizado bajo la La actividad profesional, desarrollada en paralelo y a


dirección de Xabier Eizaguirre (“La ciudad por paquetes”, continuación, alimentaba y nos brindaba la oportunidad de
2005), el instrumento gráfico ha permitido evidenciar el carácter experimentar modos de proyecto distintos, o tal vez no tan
específico, dentro de las tendencias comunes, del desarrollo distintos, pero que ayudaban a centrarse en los temas y
urbano y territorial del área metropolitana de Montpellier. elementos que parecían más pertinentes.
El dibujo nos ha ayudado a entender los procesos que han
generado la extensión urbana. La falta de conciencia y de respeto del territorio en que se
desarrollaban estos crecimientos era una de las mayores
La cartografía a gran escala muestra unas formas muy disfunciones que identificamos: era como si el proceso de
homogéneas, una extensión de baja densidad, en continuidad crecimiento urbano eliminara toda la complejidad y riqueza de
con el núcleo urbano histórico, y con una gran homogeneidad. un territorio. Intentamos desarrollar este tema a partir de varios
Enfocando, mediante el análisis gráfico, estas extensiones, proyectos.
analizando la organización de las calles, los edificios y los
(pocos) espacios vacíos, pudimos darnos cuenta de la gran Para el proyecto de una urbanización en un pueblo, Nages-et-
heterogeneidad de estos conjuntos. La “mancha” unida y Solorgues, cerca de Nîmes, propusimos dejar dentro del nuevo
homogénea se convertía en un puzle muy desordenado, muy barrio los elementos estructurales del territorio: caminos rurales
heterogéneo. Concentrándose en esta escala, tratando de que unían históricamente el casco antiguo con los campos.
descomponer sus etapas de crecimiento dibujando el proceso, Obviamente, el río y sus bordes también están integrados a
pudimos identificar las unidades y las piezas que componían la estos elementos estructurales del territorio, que permanecen y
“mancha”, y así entender mejor las lógicas de la producción: organizan las nuevas piezas urbanas que se van creando.
la base catastral, los caminos existentes, la comercialización
A estos caminos rurales, cuya función era básicamente unir lo
del suelo, el papel de los municipios y de los instrumentos de
urbano a lo rural, les hemos añadido nuevos recorridos, más
planificación…
urbanos, para que puedan integrarse en una red territorial más
El dibujo y la cartografía han permitido entender mejor las compleja, más densa. Es interesante ver cómo la continuidad
piezas, las unidades y sus relaciones dentro de un proceso y a espacial y temporal de estos caminos rurales, como trazas y
una escala más global; han significado una mayor complejidad, permanencias dentro del nuevo tejido urbano, permite otra
pero han aportado una mejor comprensión. lectura, otra percepción de la evolución urbana.

Más allá del conocimiento más detallado y preciso del En el mosaico que se está construyendo, las “juntas”, los
territorio, el principal objetivo era disponer de un conocimiento elementos de límite tienen un mayor protagonismo en la
más detallado para mejorar el proyecto: ¿Cómo intervenir en comprensión de la evolución histórica y de la conciencia y
estos contextos? ¿Qué estrategia elaborar? ¿Cuáles son los sensibilidad con respecto a un territorio.
instrumentos más adecuados?
MIRADAS AFINES 161

Secteur étudié au Nord de Montpellier. Cartographie du développement + topographie. 2001


162 MIRADAS AFINES

UN TERRITORIO CIVILIZADO CON


EL CULTIVO DEL CAFÉ
César Londoño Gómez
Arquitecto y profesor de Urbanismo de la Universidad de San Buenaventura
de Cali (Colombia) y Doctor por la ETSAB. Tesis Doctoral sobre el eje cafetero
colombiano (2004).

El mayor arraigo de un campesino a la tierra que cultiva en un


término agrícola amplio se comprueba, según Lebeau (1983),
en territorios de alta densidad poblacional, con economías
rurales eficaces y normalmente de agriculturas promiscuas. Lo
que sorprende es evidenciarlo en un territorio dominado por
un cultivo comercial, destinado prioritariamente a un mercado
internacional, que se consolidó en Colombia desde principios
del siglo XIX (Parsons, 1979), como se puede constatar en
el territorio rural del Área Metropolitana de Centro Occidente
(AMCO), en la región del Eje Cafetero, que se caracteriza por
sus altas densidades poblacionales rurales (120 hab/km2),
por la presencia de una cultura campesina arraigada y por la
construcción de un paisaje cuidado.1

La forma de la base natural antes del territorio

El primer rasgo de identidad hallado en el territorio rural del


AMCO se asocia con la orografía, configurada por los vértices
territoriales y los caminos del agua que constituyeron la base
para la exploración y apropiación del espacio. La abstracción
de los mapas territoriales guía permite la valoración de los
pendientes longitudinales y transversales, las longitudes
medias de las cuencas y las cuchillas divisorias respectivas,
diferenciando el dimensionamiento de la cuenca o el río
principal de las microcuencas o quebradas afluentes y de los
drenajes de estas.

El análisis por tipos orográficos permite asociar y reconocer


parámetros de los elementos de construcción del territorio
1 Los dos últimos aspectos fueron reconocidos para la inscripción en
la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO del Paisaje Cultural Cafetero, en
2011.
MIRADAS AFINES 163

El territorio como la planta


164 MIRADAS AFINES

reflejados en las longitudes y las densidades de las vías


de acceso según las categorías analizadas, las áreas y los
predominios de las parcelas y la presencia de paquetes
parcelarios fuera de las lógicas rurales.

Las densidades de la edificación se miden en función del


predominio de las edificaciones dispuestas en órdenes lineales
o dispersos, calculadas a partir de las distancias entre las
edificaciones y no de las relaciones matemáticas entre el espacio
y el número hallado. Así, se clasificaron como densidades altas
las distancias de hasta 50 m en los itinerarios y de hasta 200
m en el hábitat disperso; como medias, las distancias entre 50
y 100 m en los itinerarios, y entre 200 y 400 m en el disperso,
y bajas las superiores a 100 m en los itinerarios y a 400 m en
Territorio cafetero
el disperso.

Por otro lado, los bosques nativos de guadua constituyen el


material del territorio, tanto en su expresión matricial macro que,
a manera de reducto, se reconoce como una red principal de la
construcción del territorio, como en su uso local desde tiempos
prehispánicos como material de construcción de la arquitectura
vernácula y de las obras civiles, como puentes y cercas.

Modelos ordenadores por ventanas territoriales

El estudio de las relaciones entre los factores naturales y los


elementos de construcción del territorio cafetero se sintetizan
en seis modelos interpretativos:
Territorio de montaña en Santa Ana

Montañas Colinas Cuchillas Terrazas


Mapa guía de los cuatro tipos de relieve
MIRADAS AFINES 165

Graduales que forman una red de bosques de galería Vivienda cafetera en Baraheque de guadua y tierra

Dimensiones y parámetros territoriales


166 MIRADAS AFINES

- Santa Ana. Un primer modelo en la montaña explica conectadas con los caminos principales, construidos a media
la estructura de los asentamientos y la lógica generatriz de ladera. Las tramas transversales, más irregulares, alternan trazas
la división parcelaria. Las cuchillas longitudinales en rojo sobre lomos de contrafuertes y caminos sinuosos a media
y los contrafuertes en naranja que delimitan las cuencas y ladera. Los caminos de acceso a las edificaciones aisladas
las microcuencas orientan la construcción de los conjuntos son cortos y es usual la presencia de itinerarios de distintas
edilicios o las agregaciones lineales. La unidad formal básica densidades sobre la red principal de acceso.
quebrada-cuchilla-quebrada orienta la división parcelaria
básica, apoyada en drenajes que confluyen en sendos bosques - Morelia. En las colinas, un modelo celular de tres espacios
de galería, preservados en el fondo de los valles profundos. define el patrón de repetición principal, con uno o dos núcleos
que se corresponden con conjuntos edilicios aislados, una
- Frailes. Un segundo modelo de montaña evidencia franja con laderas cortas que conforman las concavidades
la alternancia de las estructuras de acceso longitudinales, sinuosas de la topografía donde se combinan los cultivos con
orientadas por su localización mayoritaria en cuchillas los bosques de galerías de la red de drenajes intermitentes

Localización de las ventanas territoriales


MIRADAS AFINES 167

Modelo Cerritos Modelo El Retiro

Modelo Frailes Modelo Morelia

Modelo Santa Ana Modelo Tribunas Mosaico de los seis modelos ordenadores
168 MIRADAS AFINES

de baja pendiente, y el lomo territorial, el espacio de cultivo acceso de mayor continuidad que concentran los itinerarios de
principal y de localización de infraestructuras y edificaciones. mayor densidad y tamaño del AMCO y los bosques de galería
de mayor densidad y amplitud en las profundidades del valle.
- El Retiro. Un segundo modelo en las colinas revela la Por contra, las unidades agrícolas en esta topografía son las de
estructura de hilos finos que da acceso al territorio en lo alto de mayor tamaño, con accesos autónomos trazados a media ladera
los lomos territoriales, con trazas más continuas en los de mayor hasta alcanzar los puntos medios de la vertiente.
amplitud geográfica y enlaces sinuosos que permiten el paso de
un lomo a otro. Los caminos de acceso a las edificaciones se - Cerritos. El modelo de la topografía de terrazas consiste en
desprenden de la red principal con recorridos más largos que se unidades prediales de gran tamaño, formadas entre quebradas
adentran en la colina buscando la privacidad de los conjuntos. principales y con estructuras de acceso en forma de espina de
Los bosques de galería más regulares y continuos se repiten pez, descendientes en suaves pendientes desde la vía principal,
de forma homogénea y se diferencian así de las estructuras de ubicada en la divisoria de las aguas. Las estructuras de acceso
acceso. han permitido subdividir los paquetes parcelarios, que tienden
a la intensificación debido a los desarrollos suburbanos
- Tribunas-huertas. El modelo de cuchillas evidencia la residenciales.
jerarquización de la topografía, que se traduce en las trazas de

Tramas territoriales
MIRADAS AFINES 169

Extrapolaciones e interrelaciones Los ritmos de estas tramas pueden comprobarse en el análisis


de las geometrías y las dimensiones territoriales.
La abstracción sintética de los modelos permite extrapolar
y comprender las repeticiones que producen de acuerdo con La superposición gráfica de vacíos territoriales de edificación
las formas de la base natural y la reconstrucción previa de sobre las cuchillas y los lomos territoriales evidencia una
los elementos vertebradores que integran el territorio y la estructura orgánica de capilares principales que integran la
localización de intersticios o lugares que generan transiciones construcción territorial, que fluye entre las amplias aperturas y
entre los distintos relieves. los suelos llanos en que se asientan las ciudades, y asciende y
desciende buscando los altos vértices, lugares desde los cuales
Para el sistema de caminos y vías, se determinan dos fue domesticada la montaña, fue colonizado el espacio agrícola
orientaciones de las trazas sobre el plano topográfico. Las y fue visualizado el lugar urbano. Las cumbres más altas de
primeras son longitudinales y siguen las trazas naturales de la orografía montañosa fueron sitios sagrados, conectados
los lomos y las cuchillas, o de media ladera, paralelas a las por caminos de paso para los indígenas y, más tarde, para los
divisorias de las aguas, mientras que las trazas transversales colonizadores españoles y antioqueños.
cruzan de forma diagonal la pendiente uniendo y articulando a El modelo interpretativo completo del territorio estudiado
su paso los ejes longitudinales. sintetiza el poder de réplica de las seis imágenes modélicas

Vacíos territoriales y vértices


170 MIRADAS AFINES

halladas y hace de su expresión estética una lógica reconocible


de construcción territorial.

La complementariedad de los modelos es evidente en muestras


distintas del mismo relieve, donde la matriz de ordenación
impuesta por las aristas y las concavidades naturales revela,
en unos casos, los caminos que se alternan sistemáticamente
con la vegetación lineal que acompaña el agua y, en otros, la
génesis y los principios ordenadores de la roturación espacial y
productiva del suelo.
Edificación en la cuchilla de la montaña
El orden distinto que se halla en la muestra de Cerritos se
replica hacia occidente entre los ríos Otún y Consota, que actúa
de contrapeso espacial del lugar de la ciudad compacta con
crecimientos dispersos que se abren paso hacia occidente por
fuera de cualquier lógica agraria.

Los elementos singulares por su función, densidad y forma


como núcleos compactos, agrupaciones lineales suburbanas y
corredores regionales se localizan con arreglo a dos lógicas:
son sitios singulares de la topografía y elementos jerárquicos
Dominio de las áreas cultivadas
de la red de acceso de enlace de la región.

Un cultivo que otorga texturas y colores

Los usos y costumbres que han guiado la construcción de este


territorio cafetero se sintetizan en 49 principios hallados en
los espacios rurales con poder de réplica, que constituyen los
elementos de base para una eventual regulación del espacio
rural.

Dichos principios se agrupan en tres categorías: las redes,


Asentamiento rural lineal entendidas como conjuntos de elementos naturales y
construidos (sistemas de acceso y red vegetal) que, dispuestos
de forma articulada, estructuran formal y funcionalmente el
espacio; los ritmos, determinados por el orden hallado en la
localización agrupada o dispersa de las edificaciones en cuanto
a frecuencia, orientación, conjunto de edilicios y relación con
los suelos productivos, y los mosaicos, entendidos como
conjuntos formados por las divisiones y compartimentaciones
del territorio relacionadas con la propiedad, la disposición de
los cultivos y su alternancia con las redes.

Panorámica hacia el sector de Morelia


MIRADAS AFINES 171

Modelo territorial reconstruido


172 MIRADAS AFINES

Redes de montañas

Redes de colinas

Bibliografía

LEBEAU, René (1983): Grandes modelos de estructuras agrarias


en el mundo. Barcelona: Vicens Vives, 1983.

LONDOÑO, César (2016): Redes, ritmos y mosaicos rurales.


Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones
Auxiliares. Universidad de San Buenaventura. Santiago de Cali:
Bonaventuriana.

PARSONS, James (1979): La colonización antioqueña en el


occidente de Colombia. Bogotá, Carlos Valencia. Redes de cuchillas
MIRADAS AFINES 173

Ritmos de montañas Mosaico de montaña

Ritmos de colinas Mosaico de colina

Ritmos de cuchillas Mosaico de cuchilla Mosaico de ejemplos de principios hallados


174 MIRADAS AFINES

CERTEZAS, LECCIONES Y
UN PLANO: PROCESO PARA
ENTENDER EL TERRITORIO
NO URBANO DESDE LA
ARQUITECTURA
Wladimir Antivil
Arquitecto, académico de la Universidad Católica de Temuco (Chile). Tesis
Doctoral sobre el territorio de la Araucanía (2018).

Los territorios a gran escala, sobre todo para el ojo no entendido,


se nos presentan, a primera vista, como algo carente de claridad
y orden morfológico. Sin embargo, si consideramos alguno de
los aspectos que nos revelan diversas expresiones cartográficas,
el territorio no permanece impasible: nos comunica algo.

Pretendo aquí exponer una serie de reflexiones, muy resumidas,


sobre una aproximación a la comprensión del territorio, fruto del
proceso de investigación tanto de mi tesina de máster como de
mi tesis doctoral. Dicho proceso fue tutorizado por el profesor
Xabier Eizaguirre, de quien este trabajo es deudor. Expondré
principalmente algunas certezas aprendidas en el camino,
algunas lecciones a través del dibujo como herramienta de
análisis y algunos resultados del estudio del territorio de
la Araucanía (que fue el objeto de mi trabajo) a través de la
cartografía de Nicanor Boloña de 1916 y 1917.

Certezas

La primera certeza me llegó a través de un artículo de Soria y


Puig (1989), en que el autor plantea que el territorio no urbano,
contrariamente a lo que cabría pensar, es un artificio. Dicho de
otro modo, el territorio rural no es natural, sino una construcción
humana. Desde que el hombre planta un huerto, se moviliza, se
organiza o delimita propiedades, está modificando lo natural.
Incluso desde el relato bíblico del libro del Génesis, podemos
ver cómo uno de los primeros mandatos que recibe el hombre es
cultivar la tierra. Si consideramos, pues, el territorio rural como
MIRADAS AFINES 175

un hecho construido, estamos ante un ámbito que compete a la


disciplina arquitectónica.

Una segunda certeza es que la cartografía de un territorio no


es neutral, no es una expresión de toda la realidad territorial,
sino solo de una parte de ella. Toda cartografía es, pues, una
selección y, como tal, tiene una fuerte carga de parcialidad.

Una tercera certeza fue que el territorio es complejo. Considerando


que la cartografía del territorio no es neutral y que es construido
por una infinidad de elementos, el territorio era algo complejo,
difícil de someter a un mero esquematismo de relaciones. En
este sentido, aprendimos a desconfiar en aquellos esquemas
que Manuel de Solà-Morales criticaba, que se planteaban
como una aparente objetividad en la mirada de los territorios.
Además, cabe añadir que el territorio es una acumulación de
hechos. De esto habla Corboz (2004) al referirse al territorio
como un palimpsesto. Vemos que el territorio está lleno de
construcciones, pero dichas construcciones son producto de
diversas iniciativas, ya sean individuales o colectivas. Y estas
iniciativas se construyen sobre iniciativas pasadas, y las del
futuro se construirán sobre las actuales. Además, la comprensión
del territorio, teniendo en cuenta su complejidad, depende en
buena medida del tipo de aproximación que hagamos a él, esto
es, el enfoque desde el cual lo abordemos. Aquí es donde la
disciplina de la arquitectura –creemos– tiene algo que decir.

Es así como llegamos a una cuarta certeza: el territorio se puede


entender desde su forma. Y, en nuestra disciplina, se puede
entender desde el dibujo del territorio. Imágenes rurales de la Araucanía, Chile. Fuente: el autor
176 MIRADAS AFINES

Lecciones a través del dibujo

Las primeras tres certezas nos resultaron comprensibles de a la forma del territorio, en ocasiones, lleva a diferir de la división
forma inmediata. Pero la cuarta requirió un ejercicio práctico: administrativa del territorio. Esta visión supone la confianza en
dibujar el territorio desde el plano, desde una base cartográfica la forma del territorio, más que en la visión de la administración.
dada. En ese proceso de dibujo, aprendimos las lecciones que
explicamos a continuación. En definitiva, aprendimos a mirar el territorio y a confiar en la
consistencia de la forma. Y esta mirada y esta confianza se
La primera lección fue aprender a descifrar los componentes aprenden solo con la práctica de dibujar el territorio.
formales del territorio que plantea Eizaguirre: tierras, aguas,
parcelario, edificación y caminos. Estos componentes
El plano: La Araucanía, dibujada por Nicanor Boloña
constituían un buen inicio, pero fue interesante descubrir
(1916 y 1917)
que un territorio podía tener más componentes: dependiendo
del territorio, podían aparecer otras construcciones u otros Al iniciar el proceso de investigación, se intentó examinar el
componentes naturales que considerar. Lo importante era saber parcelario actual de algunas áreas rurales de la Araucanía.
descifrarlos en el plano o en la cartografía. Tras algunas dudas, nos planteamos buscar el origen de dicho
parcelario y, con el tiempo, encontramos que el origen se
La segunda lección fue descubrir repeticiones, comprender
remontaba a finales del siglo XIX y principios del XX. En esos,
que el territorio es el reflejo de una cultura y que una cultura
años el territorio pasó de ser un territorio dominado por diversas
se refleja en sus costumbres o formas de construir, las cuales
agrupaciones mapuches a estar dominado por el estado de
se repiten en un marco espacial y temporal determinado. La
Chile de aquel entonces. En otras palabras, hubo una iniciativa
repetición revela si el territorio tiene un carácter dominante,
política que cambió el rostro de todo un territorio y creó una
además de identificar dónde se inicia o dónde se acaba dicho
nueva provincia, ahora chilena. Este “descubrimiento” nos llevó
carácter. Los hombres tienden a repetir sus actos y un territorio
a comprender que no solo hubo una invención en la división
habitado es, en este sentido, una suma de actos similares, de
del suelo rural, sino también la creación de nuevos pueblos
repeticiones.
y ciudades, la construcción de caminos, del ferrocarril, de
La tercera lección fue aprender a establecer relaciones. El puentes, etc. Fue un territorio que experimentó un período de
ejercicio intelectual aquí es de carácter más bien especulativo e transformación radical y profunda.
imaginativo, pero no por ello carece de profundidad. El esfuerzo
Encontrarnos con un plano que sintetizaba todo aquel proceso
y una actitud persistente de observación permiten acercarse a
fue, pues, revelador. El plano trazado por Nicanor Boloña
una realidad estableciendo diversas hipótesis que, en la medida
en 1916 y 1917 evidenciaba la nueva forma que adquirió el
en que se entrena la mirada, son cada vez más certeras.
territorio de la Araucanía como consecuencia del proceso de
La cuarta lección fue aprender a formular preguntas a la colonización llevado a cabo por el estado de Chile a partir de la
cartografía. Una cartografía plantea una serie de incógnitas. segunda mitad del siglo XIX.
Pero, dado que nuestro objetivo se limitaba solo a comprender
Este plano, al ser tan profuso en detalles, resultó una herramienta
el territorio, una forma interesante que facilitó la extracción de
y una fuente fundamental. Pero igual de fundamental sería la
información en el mapa fue precisamente el acto de generar
forma en que habría que observarlo. En principio, el mapa
preguntas. ¿Por qué la elección de un encuadre? ¿Por qué la
nos planteaba varias preguntas o inquietudes. Una primera
elección de unos elementos en detrimento de otros? ¿Quién
inquietud era que, a diferencia de otros mapas de colonización,
dibuja el mapa? ¿Cuál es el límite de un territorio determinado?
presentaba una gran variedad de formas y tamaños de parcela,
Esta última pregunta, con solo plantearla, ponía en duda la
con repeticiones en diversas zonas, de tamaño, morfología y
realidad de los mapas a que estamos acostumbrados. La mirada
MIRADAS AFINES 177

Una parte del plano de Boloña de la provincia de Malleco de 1917.


Fuente: Archivo regional de la Araucanía Redibujo de elaboración propia sobre la base anterior
178 MIRADAS AFINES

estructura territorial. Había parcelas que limitaban con cursos Si, a este dibujo de la división del suelo, le añadimos dos
de agua o puntos altos, mientras que otras limitaban bajo una construcciones –líneas de fuertes y ferrocarril–, observamos
estricta modulación ortogonal. El plano nos revelaba que estas una zona que presenta una mayor intensidad de construcciones
formas respondían a diversos criterios, a pesar de estar inscritas y que coincide con la zona donde predomina la división de
en una sola gran iniciativa estatal. Sin buscarlo, encontramos, suelo con geometría irregular, tal como se observa en la última
a través del parcelario, un instrumento bastante útil para la ilustración. A lo anterior cabe añadir que ahí también se ubican
comprensión del territorio. buena parte de los pueblos y ciudades fundadas. Esta zona
intensa viene a ser una especie de cuerpo central. Dicho cuerpo
La división del suelo fue la construcción territorial que más nos central viene a manifestar dos ideas. Por una parte, la idea de
interesó al inicio. Se puede observar que el plano es bastante continuidad territorial que buscaba Chile conectando el norte
catastral y aclara la situación de un territorio que necesitaba con el sur. Por otra, la intención de querer dominar el gran valle
ser aclarado en su momento. Con el tiempo, hallamos otras central, entre la zona de Angol y Temuco.
construcciones interesantes, como las líneas de fuertes, los
pueblos o ciudades y, finalmente, la línea del ferrocarril. El valor de este trabajo reside en su aportación al conocimiento
de un territorio desde un ámbito hasta ahora prácticamente
Estas construcciones se inscribían, por supuesto, sobre no estudiado: desde la forma de su territorio. Esta forma de
una matriz natural. Tras una búsqueda persistente, logramos estudiar el territorio a través del dibujo constituye un método de
establecer una base natural de gran valor. Descubrimos que investigación bastante útil. El territorio de la Araucanía ha sido
la curva de nivel que pasa a 400 m de altura ayuda bastante estudiado desde diversas disciplinas, cada una con su propia
a entender la conformación morfológica del territorio en el metodología. El valor del trabajo es que, por una parte, viene
proceso de colonización chileno que se desarrolló en esos a probar las metodologías enseñadas por Xabier Eizaguirre,
años. Asimismo, nos ayudó mucho a entender el territorio la herederas del Laboratorio de Urbanismo de Barcelona, y,
ubicación de algunos cursos de agua importantes. El dibujo de por otra, viene a reflexionar y a aportar conocimiento sobre
los cursos de agua y de la curva de nivel se realizó partiendo un territorio tremendamente sensible para Chile hoy en día.
de la base cartográfica del Instituto Geográfico Militar de Chile. Muchos hablan de la Araucanía y opinan sobre ella, pero hasta
En cuanto a la división del suelo, encontramos que ahora faltaba una reflexión que analizara más concretamente
principalmente había dos morfologías, que tendían a generar al su forma y su construcción. Este trabajo ha sido fruto de un
menos dos grandes áreas diferenciadas. Marcamos en naranja, proceso que aún sigue abierto. Solo hemos captado una parte
el área donde predomina la parcelación con geometría irregular de una época histórica: aún queda pendiente examinar cómo ha
y en negro la zona donde predomina una parcelación más sido la evolución de este territorio, uno de los más “nuevos” de
Chile, donde la gran mayoría de las ciudades no tienen más de
ortogonal, orientada al norte magnético, como se observa en la
150 años.
ilustración de la página siguiente.
MIRADAS AFINES 179

Selección de divisiones de suelo con morfología irregular (en naranja) y divisiones del suelo con morfología ortogonal (en negro)
Fuente: elaboración propia a partir del plano de Boloña (1916 y 1917)
180 MIRADAS AFINES

Bibliografía Cartografía

ANTIVIL, W. (2018): Dibujando la Araucanía: la construcción, la BOLOÑA, Nicanor (1916): Carta General de Colonización de
forma y el dominio de un territorio. Tesis doctoral. Departamento la Provincia de Cautín. Escala 1:100.000. Santiago de Chile:
de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la UPC. Inspección General de Colonización e Inmigración. 15 láminas.
Archivo Regional de la Araucanía.
CORBOZ, A. (2004): “El territorio como palimpsesto”.
En: MARTÍN RAMOS, Á. (ed.), Lo urbano en 20 autores BOLOÑA, Nicanor (1917): Carta General de Colonización de
contemporáneos. Barcelona: Edicions UPC. la Provincia de Malleco. Escala 1:100.000. Santiago de Chile:
Inspección General de Colonización e Inmigración. 16 láminas.
EIZAGUIRRE, X. (2001): “El territorio como arquitectura. De la Archivo Regional de la Araucanía.
geografía a la arquitectura del territorio”. En EIZAGUIRRE, X., La
construcción del territorio disperso: talleres de reflexión sobre la INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR. Concepción 3600-7015
forma difusa (pp. 219-227). Barcelona: UPC. Carta Terrestre. Escala 1:500.000. Proyección Universal
Transversal de Mercator. Santiago, de Chile: IGM, 1991. 84 x
SOLÀ-MORALES, M. de (2008): “Un campo de cosas urbanas”. 59 cm.
En: Un urbanismo docente (pp. 121-131). San Sebastián:
Universidad del País Vasco. INSTITUTO GEOGRÁFICO MILITAR. Temuco 3800-7015 Carta
Terrestre. Escala 1:500.000. Proyección Universal Transversal
SOLÀ-MORALES, M. de (1981): “La identidad del territorio”. de Mercator. Santiago de Chile: IGM, 1991. 86 x 62 cm.
Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme, número extra, 3.

SORIA Y PUIG, A. (1989): “El territorio como artificio”. Obra


Pública, 11, pp. 30-39.
MIRADAS AFINES 181

Trazado del ferrocarril sobre la zona que hemos denominado “cuerpo central”, compuesto por las líneas de fuerte (en rojo suave, punteadas), las divisiones de suelo irregular
(en naranja) y la línea del ferrocarril (en negro). Fuente: elaboración propia a partir del plano de Boloña y de la cartografía del Instituto Geográfico Militar de Chile.
182
183

EPÍLOGO
LA “ARQUITECTURA DEL TERRITORIO” EN SINTONÍA:
CONTEXTO, INTUICIONES Y SABERES
Carles Crosas Armengol
Arquitecto, profesor del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de
Barcelona (UPC) e investigador del LUB.

En un feliz espejismo de palabras, el clásico “Il Territorio Dell’architettura” de Vittorio Gregotti (1966)1
inspiró la mirada sobre “La arquitectura del territorio” que ha guiado durante décadas los trabajos
académicos y profesionales del arquitecto Xabier Eizaguirre, que esta publicación recopila.

Esta contribución se enmarca en la vasta producción intelectual desplegada por el Laboratorio de


Urbanismo durante ya cincuenta años. Bajo la batuta intelectual de su director, Manuel de Solà-Morales,
el LUB atendió desde sus orígenes a las cuestiones de la urbanística territorial, al tiempo que desarrollaba
su aproximación más característica con el análisis de la morfología urbana y el proyecto urbano. Muestra
del compromiso del LUB con su entorno, fue el novedoso “Atlas” del calidoscópico territorio catalán, en
ocasión del Congreso de Cultura Catalana de 1977, al que seguirían singulares experiencias docentes
como los “Carrilets”2 o, en el campo del proyecto, la propuesta para el concurso del Centro Direccional
de Comunicaciones para el Delta del Llobregat3.

Son éstas, en su conjunto, experiencias pioneras no siempre bien conocidas ni reconocidas, recuperadas
a veces por parte de sus autores en tono de nostalgia y, afortunadamente, bien documentadas en textos e
imágenes en libros y revistas, en placas fotográficas y negativos, o, en su versión estelar, en imponentes
paneles horizontales de cartografías rojizas que permanecen aún colgados en algunas paredes de nuestro
Departamento, quien sabe si listados junto a frisos y esculturas de escayola en el inventario de los objetos
de culto de la ETSAB.

La cultura de la descripción y la mirada minuciosa

Las cartografías sobre la “identitat del territori català” son un ejemplo seminal de una determinada mirada
del arquitecto sobre el territorio e ilustran cómo las cuestiones de forma son también, en el espacio

1 GREGOTTI, Vittorio (1966): Il Territorio Dell’architettura. Milano: Feltrinelli.


2 El Atlas fue publicado en dos números monográficos editados por el LUB en Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme
(1981), donde se recoge el seminal “La Identitat del Territori”, de Manuel de Solà-Morales, entre otros textos de referencia. La
experiencia docente de los “carrilets gironins”, en LUB (1982): Les Traces dels carrilets gironins: propostes d’aprofitament. Girona:
Col·legi Oficial d’Arquitectes de Catalunya.
3 LUB (1978): “Un proyecto para el Delta de Llobregat”, en Jano arquitectura y humanidades, 55 (marzo), pp.10-48.
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territorial, “cuestiones de fondo”. Explican cómo la identidad de los territorios, además de su historia y
su geografía humana, puede ser relatada y, sobre todo, dibujada, en el sutil diálogo de las formas de lo
construido con las formas de la geografía.
Sin lugar a dudas, la analogía con el clásico “La Arquitectura de la ciudad” de Aldo Rossi –coincidente en
el tiempo con la obra de Gregotti– además de co-inspirar el título de este libro, explicita la pretensión de
extender de alguna manera al espacio del territorio, las tesis de Rossi, en relación al binomio arquitectura-
ciudad. El maestro italiano propuso, por un lado, entender la ciudad como una gran arquitectura en sí,
pero sobre todo, situar el valor preciso de las arquitecturas para definir “hechos urbanos”. En un símil
directo, y en palabras del mismo Xabier Eizaguirre, la disección y entendimiento de la forma de las tierras,
las aguas, los asentamientos o la vegetación... en definitiva, de la fisonomía de las componentes formales
del territorio, permiten una comprensión específica y también en clave prospectiva del mismo.
Se sitúa de esta manera una aportación sustancial de los arquitectos sobre el territorio, que a través del
dibujo tiende a convertir la descripción en propuesta; un enfoque éste, que sigue estando en la base
de la enseñanza del urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y que fue ya relatada en la
“Identidad del territorio catalán”, creando determinada “cultura de la descripción”4, si utilizamos el título
de un artículo publicado por Manuel de Solà-Morales en una de las presentaciones internacionales de
dicho trabajo.
Otro maestro, André Corboz, serviría también una lúcida reflexión sobre la cultura de la descripción del
territorio, en un título de términos análogos “La déscription: entre lecture et écriture”5. Corboz argumenta
aquí sobre los encuentros y desencuentros, en tiempos distintos, de dos actitudes en relación al territorio:
la “lectura” de geógrafos y cartógrafos y la “escritura” de ingenieros, urbanistas y planificadores. Insiste
además, en cómo la descripción no debiera pretender ser “pura”, es decir, objetiva, sino que para ser
efectiva debe ser “selectiva”, utilizando siempre ciertas hipótesis de partida.

Entre los dibujos y los nombres de las cosas


En este mismo texto, André Corboz propuso denominar como “Hiperville” a la nueva realidad urbano-
territorial que caracteriza las últimas décadas del siglo XX, y que bien caracterizan algunos de los trabajos

4 DE SOLÀ-MORALES, Manuel (1989): “The Culture of Description”, en Perspecta 25. The Yale Architectural Journal. New
York: Rizzoli International, pp. 16-25.
5 CORBOZ, André (1995): “La description: entre lecture et écriture”, versión original en italiano para el 2º Convegno
internazionale di urbanística “La descrizione”, Prato, marzo-abril 1995; publicado en CORBOZ, André (2001), en Le territoire comme
Palimpseste et austres essais. Besançon: Les Éditions de l’imprimeur, pp. 249-257.
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de esta publicación. Utilizando la analogía del “hipertexto”, una estructura que permite asociaciones
múltiples no secuenciales, Corboz sugiere que también nuevos formatos de lectura debieran articularse
para una comprensión más compleja del territorio, más allá de los textos tradicionales construidos por
sucesión de frases y párrafos, de principio a fin.

La discusión sobre el “nombre” de las cosas, la manera adecuada para referirse a una cambiante
fenomenología territorial, resultó intensa desde hace años, debatiendo la posibilidad, y la pertinencia, de
la elaboración de un lenguaje común. Paradójicamente, mientras la descripción gráfica ha conseguido
poner en valor la diversidad y singularidad de cada uno de los territorios, muy a menudo denominaciones
como “ciudad dispersa”, “ciudad difusa”, “no ciudad” o “sprawl” han seguido, y siguen utilizándose hoy,
de forma indistinta.

Los reconocidos trabajos sobre el singular territorio del Véneto realizados por la Escuela de Arquitectura
de Venezia, con Bernardo Secchi al frente, ofrecen un claro ejemplo de ello. En este marco, el geógrafo
Francesco Indovina acuñó el concepto de “citta diffusa”6, para referirse a una forma de urbanización
propia que, lejos de ser una denominación genérica, es extremadamente particular para describir un
territorio donde, no solo la residencia, sino también los servicios urbanos de todo tipo, se habían ya en los
90s, dispersado sobre las trazas de la “aggeratio” romana. Desde esta perspectiva, pues, la “città diffusa”,
no sería una denominación válida para referirse a formas menos compactas de organización de los
asentamientos (barrios de baja densidad, pequeños arrabales, residencias aisladas en el campo...), sino
a un espacio territorial mucho más complejo, en tanto que todas las funciones urbanas están distribuidas
de manera difusa o “pixelada”, utilizando el común símil digital.

Otros neologismos y conceptos se sucedieron en los 90 para referirse a las nuevas realidades de lo
urbano, entre las que podríamos destacar7 la “Métapolis” de François Ascher (1995), la “Difusión
reticular” de Giuseppe Dematteis (1996), o el mismo “territorio-palimpsesto” sugerido años antes por el
prolífico André Corboz (1983). Antes y después, la progresiva transformación de los espacios rurales se
denominaría también rururbanización, ciudad extensiva o, más comúnmente, periferia, conceptos útiles
para referirse y matizar algunos de los “territorios construidos” como Oleiros, la Plana de Vic o Elche.

6 INDOVINA, Francesco (1990): “La città diffusa”, en A.A.V.V. La città diffusa, DAEST, Istituto Universitario di Architettura
di Venezia, Dipartimento di analisi economica e sociale del territorio, Venezia 1990.
7 ASCHER, François (1995): Métapolis ou l’avenir des villes. Paris: Edictions Odile Jacob; DEMATTEIS, Giuseppe
(1995): Progeto implicito. Il contributo della geografia umana alle scienze del territorio, Franco Angeli/ Strumenti urbanistici, Milan
y CORBOZ, André (1983): ”Le territoire comme Palimpseste” en Le territoire comme Palimpseste et austres essais. París, Besançon:
Les Éditions de l’imprimeur.
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Pero, más allá de metáforas fértiles y expresiones felices, los dibujos de las cosas, realizados a través
de un instrumental cada vez más complejo, se han demostrado eficaces para describir similitudes y
diferencias entre espacios territoriales complejos, y algunas técnicas como el análisis e interpretación
“por capas”, tan bien ilustrado en esta publicación en ejemplos no siempre recientes y convertido en
el abecé de tantos trabajos actuales. La publicación “La Construcción del territorio disperso. Talleres de
reflexión sobre la forma difusa”, de Xabier Eizaguirre (2001)8, es una buena muestra del mérito e interés
de esta aproximación en clave académica (y a pesar de las limitaciones del formato de la edición).

Un “display” mucho más llamativo y a una escala más ambiciosa en todos los sentidos puede apreciarse
en “after sprawl”9, investigación dirigida por Xaveer de Geyter (2002), que muestra las diferencias
formales de las lógicas de ocupación del territorio para el caso de seis metrópolis europeas, retratando
intencionadamente las diferencias características entre grandes regiones metropolitanas como el
“Diamante” Belga o el Randstadt Holandés, por ejemplo. Ante la percepción de una ciudad compacta
desbordada y un territorio anodino donde “todo es lo mismo”, la comparativa intencionada de fragmentos
a una misma escala se ha mostrado repetidamente eficaz para mostrar identidades y diferencias
sustanciales.

Simultáneamente, con una aproximación mucho más minuciosa y en continuidad con los primeros
trabajos del LUB, los fenómenos relativos a “La Explosión de la Ciudad” (2004) fueron interpretados no
solo para la Región Metropolitana de Barcelona, sino también para otras regiones de la Europa Meridional,
en una red internacional de expertos dirigida por el Profesor Antonio Font desde la Escuela de Arquitectura
del Vallès.

En la actualidad, los trabajos que desarrolla el equipo de la Profesora Paola Viganó desde Venezia y
Lausanne sobre la “Cité Horizontalle”10 (2018) son una variante fecunda y prolífica que, además de
aportar este neologismo, se basa en un posicionamiento intelectual interesante que bien encuadra con
algunas de las tesis de Xabier Eizaguirre. En contra, o matizando, la ideología urbanística que considera
solo la ciudad compacta y de cierta densidad como único modelo urbano sostenible contemporáneo,

8 EIZAGUIRRE, Xabier (2001): La Construcción del territorio disperso. Talleres de reflexión sobre la forma difusa.
Barcelona: Edicions UPC.
9 Xaveer de Geyter Architects (2002): “After Sprawl: Research on the Contemporary City”, Roterdam Nai Publishers.
10 Ver “Horizontal Metropolis: A Radical Project”, Exposición BOZAR Brussels, Junio-Agosto 2018 y su catálogo
homónimo. También otros textos previos como: VIGANÓ, P. (2013): The horizontal metropolis and Gloeden’s diagrams. Two parallel
stories. OASE, (89) o VIGANÓ, P.; FABIAN, L.; SECCHI, B. ed (2016): Water And Asphalt. The Project Of Isotropy. Zurich-Park Books.
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Viganó sugiere la oportunidad y necesidad de poner en valor y reproyectar la “ciudad horizontal”, la más
extensa y más común también en nuestro continente, y a la que debemos acercarnos con nuevas miradas
que superen prejuicios en boga.

Paisajismo y metabolismo territorial, tangencias disciplinares

La clásica preocupación por la ordenación del territorio (antes que por la “Ordenación del Territorio”, en
expresión de nuestro autor) está presente hoy más que nunca en otros discursos disciplinares tangentes,
como el del metabolismo territorial y el paisajismo, con argumentos en clara sintonía con los textos y
trabajos aquí recopilados.

El discurso dominante de la sostenibilidad y la ecología, por ejemplo, ha recuperado a escala territorial


contribuciones añejas como la “sección del valle” de Patrick Geddes o los análisis de idoneidad por capas
de “Ian Mc Harg”, que siempre estuvieron a la base de las enseñanzas de la “arquitectura del territorio”.
El metabolismo territorial, que pretende situarse en la encrucijada entre el Urbanismo, la Ecología y
el pensamiento ecosistémico11, coincide en algunas de las pautas de atención sobre el territorio (la
topografía, las aguas, la accesibilidad...), a pesar de que el “nuevo” discurso subraye más la importancia
de los flujos (el funcionamiento) que de las cosas (la configuración espacial).

Con referencias y lenguaje aparentemente distantes, ambas miradas territoriales se encuentran también
en su reivindicación de los valores de lo local, desde la coherencia del uso eficiente y sostenible de los
recursos del territorio. Cierta idea de autosuficiencia está, de hecho, más o menos implícita o explícita
en muchos de los relatos territoriales compilados, que destacan las lógicas y buenas prácticas comunes
en la ordenación de valles, planicies y laderas, ya sea en la organización de los entramados agrícolas en
Guadalajara, en el valle del Llobregat o en las planicies del Ter. En todos estos casos, el autor prefirió
subrayar siempre el valor de lo menudo (“the small is beautiful”) frente a miradas globales miopes e
indiferentes.

De forma análoga, algunos paralelismos podrían trabarse con la dimensión territorial del paisajismo, la
más exitosa de las disciplinas hermanas. Regresando de nuevo a la cuna del LUB, convendría recordar que
el espacio de cultivo de la “arquitectura del territorio”, lo fue también de una aproximación más teórica

11 Esta es la definición que tomamos, por ejemplo, en GRULOIS, G.; TOSI, C.; CROSAS, C. eds. (2018): Designing
Territorial Metabolsim. Berlin: Jovis.
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sobre la “abstracción del territorio”12 , título de la tesis doctoral de la profesora Rosa Barba (1987), la
figura más visionaria para la formación de la escuela de paisajismo de Barcelona.

En este marco, el paisajismo ha desarrollado con un lenguaje propio y contemporáneo una mirada también
emparentada, por su atención, a los elementos del territorio, compartiendo el gusto por la elaboración de
cartografías particulares, por las relaciones formales entre distintos elementos y por el entendimiento de
las dimensiones que caracterizan los territorios-paisajes, etc.

¿Territorio y/o paisaje? Pregunta seguramente estéril, más allá de intereses disciplinares particulares,
viene al caso aquí para concluir nuestra reflexión, recordando el convencimiento de Xabier Eizaguirre, ya
desde sus primeros trabajos, en aquel “saber territorial” de los campesinos que construyeron una cultura
valiosa, poco reconocida hasta que una nueva sensibilidad la convirtiera en moda. Para ello, podría ser
oportuno recordar también las disquisiciones de Alain Roger en su “Breve tratado del paisaje”13 cuando,
explicando la visión de los campesinos de la Margeride, cita: “El paisaje es el aspecto de los lugares,
es un vistazo, es una distancia que se toma respecto a la visión cuotidiana del espacio. Dado que el
trabajo agrícola es a menudo incompatible con esta disponibilidad de tiempo y pensamiento, para estos
agricultores el entorno es raramente “Paisaje”. Y lo rubrica en una frase al final: “Yo digo – ‘es bonito este
prado’. El hijo de Fage (responde) “sí, produce mil gavillas (de heno)”.

12 BARBA, Rosa (1987): “L’abstracció del territori”. Tesis doctoral. Dirección: Manuel de Solà-Morales, Universitat
Politècnica de Catalunya.
13 ROGER, Alain (1997): Breve tratado de Paisaje. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva, 2017, pp.30-32.
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Xabier Eizaguirre y “la arquitectura del territorio” en diez contribuciones

EIZAGUIRRE, Xabier et al. (1984): Estudis Urbans 4: Torelló, Sant Vicenç, Sant Pere, Sant Hipòlit, Masies
de Voltregà, Roda de Ter i Masies de Roda. Generalitat de Catalunya: Departament de Política Territorial i
Obres Públiques Barcelona.

EIZAGUIRRE, Xabier (1985): “Hipótesis de entendimiento territorial: sus elementos formales”, en:
Estudios Territoriales, 18 (mayo-agosto). Madrid: MOPU-CEOTMA. Publicación internacional del Instituto
del Territorio y Urbanismo.
EIZAGUIRRE, Xabier (1988): “L’espai Rural. Plan del Espacio Rural Metropolitano”. Corporació
Metropolitana de Barcelona

EIZAGUIRRE, Xabier (1990): Las Componentes formales del territorio rural: los modelos de estructuras
agrarias en el espacio metropolitano de Barcelona. La masia como modelo de colonización en Torelló.
Dirección: Manuel de Solà-Morales, Universitat Politècnica de Catalunya

EIZAGUIRRE, Xabier (2000): “La geografía del territorio”, en Cartas urbanas; vol. 1, núm. 9 (diciembre),
pp. 8-31.

EIZAGUIRRE, Xabier (2001): La Construcción del territorio disperso: talleres de reflexión sobre la forma
difusa. Barcelona: Edicions UPC.

BUSQUETS, Joan; DOMINGO, Miquel; EIZAGUIRRE, Xabier; MORO, Antonio (2003): Les formes urbanes
del litoral català. Barcelona: Ed. Diputació de Barcelona.

EIZAGUIRRE, Xabier (2006): “El Plan Director Urbanístico de la Plana de Vic”, en Espais: Els plans
directors urbanístics de Catalunya, 52, pp. 62-70.

EIZAGUIRRE, Xabier (2009): “La construcción del territorio de Oleiros” en DRU - Documentos de Reflexión
Urbanística del Departamento de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de A Coruña (noviembre), pp.
173-179.

EIZAGUIRRE, Xabier; CROSAS, Carles (2015): “Los elementos infraestructurales del espacio rural como
patrimonio territorial: La masía y la industrialización del rio Ter en La Plana de Vic”, en Actas Congreso:
XVIII International Conference on Industrial Heritage. INCUNA, pp. 233-242.

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