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Guía de

salud mental
Cuida tu mente, conoce los
síntomas del estrés, la ansiedad y la
depresión para tratarlos a tiempo.
Índice.
1 Introducción
2 Estrés
2.1 Síntomas
2.2 Tratamiento
2.3 ¿Cómo identificar si alguien más lo
está padeciendo?
2.4 ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?

3 Ansiedad.

3.1 Síntomas
3.2 Tratamiento
3.3 ¿Cómo identificar si alguien más lo
está padeciendo?
3.4 ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?

4 Depresión.

4.1 Síntomas
4.2 Tratamiento
4.3 ¿Cómo identificar si alguien más lo
está padeciendo?
4.4 ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?

¿Qué actividades pueden ayudar a


5 mejorar nuestra salud mental?

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1. Introducción

¿Qué es y por qué importa la salud mental?


La salud mental es el bienestar emocional, psicológico
y social de una persona. Este estado permite resolver
las dificultades de la vida, desarrollar habilidades
blandas, sociales y cognitivas, y a su vez contribuye al
desarrollo de sus proyectos de vida y beneficia a la
comunidad.

A través de un adecuado equilibrio psicológico,


emocional y social de una persona, se pueden articular
redes de confianza, las personas actúan entre sí en
beneficio de sí mismos y de la comunidad a la que
pertenecen. Con una adecuada salud mental de los
individuos, es posible una convivencia pacífica entre
ellos en un entorno social.

Se piensa que la salud mental es la ausencia de


trastornos mentales. Pero hay que tomar en cuenta
que existen diferentes factores que influyen en su
presencia o ausencia, y que cada persona la
experimenta de una manera diferente con diversos
grados de dificultad, y, por ende, los resultados
sociales y clínicos son diferentes.

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Factores que influyen en la Salud Mental.
De acuerdo con el Colegio Profesional de Psicólogos
de Costa Rica, existen determinantes biológicos,
ambientales, institucionales y socioculturales que
afectan a la salud mental.

Biológicos
• Carga genética.
• Proceso de envejecimiento.
• Habilidades emocionales.
• Sistemas internos del organismo.
Ambientales
• Alimentación.
• Estrés.
Institucionales
• Disponibilidad de centros de salud para atender la
demanda tanto pública como privada de los
servicios médicos.

Socioculturales
• Estilo de vida.
• Cultura del grupo al que
pertenecemos.
• Estigma social.
• Discriminación por
motivos étnicos,
económicos o de
género.
• Creencias religiosas.
• Abuso de drogas.

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¿Cuáles son las enfermedades mentales más
comunes en el Ecuador?
Las afecciones mentales que tienen mayor incidencia
en el Ecuador son el estrés, la depresión, las
autolesiones y la ansiedad. 6 de cada 10 casos de
depresión son mujeres, y en el caso de los hombres
las principales afectaciones son autolesiones,
consumo de alcohol y suicidio.

En la presente guía, podrás encontrar información


detallada sobre el estrés, la ansiedad y la depresión:
Síntomas, cuál es su tratamiento, como identificar si
alguien más está padeciendo uno de estos síndromes,
qué puedo hacer para ayudarlo y como el deporte
puede ayudarnos a recuperar y mantener nuestro
equilibrio físico, psicológico, social y emocional.

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2. Estrés

El estrés es un sentimiento de tensión física o


emocional. Se manifiesta a partir de una sobrecarga de
situaciones que superan sus expectativas o recursos
para afrontarlas. Esto afecta el bienestar físico,
psicológico y personal del individuo.

El estrés genera una reacción del cuerpo a un desafío o


demanda.

Este puede ser positivo cuando ayuda a afrontar una


situación inesperada donde es necesaria una respuesta
rápida, como por ejemplo evadir un peligro inminente,
o tensionar los músculos para generar calor.

Cuando el cerebro percibe una amenaza o aumento de


la tensión, envía una señal para liberar hormonas que
aceleran el ritmo cardíaco y elevan la presión arterial.
Lamentablemente, existen circunstancias que no
apagan la percepción de amenaza, y es ahí cuando el
estrés se convierte en un problema y se lo conoce
como estrés crónico.

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2.1 Síntomas
• Diarrea o estreñimiento, mismo que puede
incluir el síndrome del colon irritable.
• Pérdida de memoria.
• Dolores corporales frecuentes.
• Dolores de cabeza.
• Falta de energía o concentración.
• Cuello o mandíbulas rígidos.
• Cansancio.
• Problemas del sueño (exceso o falta de sueño).
• Malestar del estómago.

2.2 Tratamiento
En casos en los cuales el estrés está afectando a su
salud, y se presentan uno o más síntomas descritos,
es importante contactar a su médico para que le
recomiende un especialista en salud mental, pero al
mismo tiempo se aconseja realizar las siguientes
actividades que ayudarán a disminuir el estrés:

• Actividad física.
• Técnicas de relajación, como respiración profunda,
meditación, yoga, taichí o masajes.
• Encontrar distracciones, donde se incluya el
fomento al sentido del humor.
• Reservar tiempo para realizar pasatiempos.
• Separar tiempo en la semana para compartir con
familia y amigos.

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2.3 ¿Cómo identificar si alguien más
lo está padeciendo?
cuestionario de la escala de estrés percibido,
desarrollada por Cohen Kamarck y Mermelsteinen.
Esta consta de 14 preguntas, cuyas respuestas van en
una escala del 0 al 4, donde 0 es “nunca” y 4 es
“siempre”.

El resultado final se calculará sumando los valores


asignados a cada respuesta, y esta variará entre 0 y
96. Mientras más se acerque a 96, la percepción de
estrés aumentará.

A partir de ello, podemos sugerir las actividades antes


mencionadas para ayudar a otra persona a lidiar con
su estrés.

2.4 ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?


Puedes sugerir realizar, en conjunto, las actividades
descritas en el tratamiento del estrés o también
planificar un paseo breve, una caminata por el
parque, una conversación o la práctica de un deporte
o actividad recreacional, para que la mente se
distraiga.

Si el cuadro de estrés es muy complejo, de acuerdo


con la escala de estrés percibido, puedes sugerir la
visita a un profesional de la salud.

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3. Ansiedad

La ansiedad, al igual que el estrés, lo sentiremos en


algún momento de la vida. El problema radica en que, si
este estado se mantiene en el tiempo, puede generar
complicaciones físicas, psicológicas y emocionales.
Estos se evidencian cuando quien lo sufre, manifiestan
preocupaciones y miedos intensos, excesivos y
persistentes sobre situaciones diarias y/o rutinarias.

La ansiedad puede manifestarse de manera más


específica, como por ejemplo la agorafobia, pánico,
fobia social o mutismo selectivo.

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3.1 Síntomas
La ansiedad se manifiesta de la siguiente manera:

• Demasiadas preocupaciones, que interfieren en el


trabajo, relaciones, u otros niveles de interacción
social.
• El miedo, la preocupación o ansiedad causan
malestar.
• Las preocupaciones o temores te inducen al
consumo de alcohol o drogas.
• Tienes pensamientos o conductas suicidas.
Algunos problemas médicos, asociados a la ansiedad,
son los siguientes;

• Diabetes.
• Enfermedades cardíacas.
• Problemas de tiroides.
• Trastornos respiratorios, como el asma.
• Intestino irritable o dolor crónico del estómago.
La ansiedad puede empeorar otros trastornos
mentales o físicos, como el insomnio, el abuso de
sustancias, dolor de cabeza, problemas
gastrointestinales, abuso de alcohol y drogas.

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3.2 Tratamiento
Cuando los síntomas se prolonguen por un espacio
igual o mayor a seis meses, es necesario consultar con
un profesional de salud mental. Él, le hará varias
preguntas, mismas que buscan que puedas hablar
sobre tus pensamientos, sentimientos y
comportamientos para identificar con claridad el
diagnóstico. Además, el tratamiento de la ansiedad
puede incluir psicoterapia y medicamentos, en casos
más graves. Es importante que solo un profesional de
salud mental pueda prescribirte medicamentos para
tratar este trastorno.

3.3 ¿Cómo identificar si alguien más


lo está padeciendo?
La mejor forma para detectarlo es hablando con esa
persona. Si bien existen maneras específicas en las
cuales los profesionales de la salud mental abordan
este problema, podemos identificar si alguien puede
estar atravesando por un cuadro de ansiedad a partir
de una conversación, identificando temores o
preocupaciones que impidan a una persona
desenvolverse en el trabajo, estudios o en un espacio
con personas nuevas.

Hey!

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3.4 ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?
Lo más importante es sugerirle conversar con un
profesional de la salud mental, y apoyarlo en este
proceso. Si es alguien que ya tiene un diagnóstico, y
necesita medicación, puede conocer el nombre del
medicamento que toma, y tener esa información a la
mano en caso de cualquier ataque de ansiedad,
pánico o evento relacionado con los síntomas de la
persona.

En algunos momentos, puede ayudar a la persona a


hablar sobre sus miedos y preocupaciones. Si la
persona se siente aliviada, debemos tomar en cuenta
que esto es temporal, por lo que es fundamental
seguir con las instrucciones del médico.

Reforzar los avances que van consiguiendo en el


manejo de sus preocupaciones y miedos.

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4. Depresión

La depresión es un trastorno que causa un sentimiento


de tristeza constante, pérdida de interés en realizar
actividades que antes nos interesaban, una continua
sensación de abatimiento, infelicidad y melancolía.

Si bien todos nos hemos sentido tristes o nos hemos


derrumbado alguna vez, este trastorno se vuelve un
problema cuando se lo considera como una “depresión
clínica”. Esto quiere decir que todos los sentimientos
relacionados con la depresión se vuelven crónicos,
interfieren con la vida diaria y derivan en autolesiones,
ideas o intentos suicidas y en la imposibilidad de
desarrollar con normalidad actividades rutinarias.

La depresión tiene causas y manifestaciones diferentes


dependiendo de la edad. Esto quiere decir que tanto
niños, jóvenes, adultos y adultos mayores pueden
padecerla. A continuación se detallan los principales
síntomas.

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4.1 Síntomas
En niños, niñas y adolescentes:
• Tristeza, irritabilidad, dolores de estómago y de
cabeza, falta de interés en ir a la escuela o jugar,
deficiencias en el peso.
• Sentirse inútil, ira, bajo rendimiento académico,
consumo de drogas o alcohol, comer o dormir
demasiado, evadir la interacción social.

En adultos:
• Continuas ganas de llorar, tristeza, abatimiento o
desesperanza.
• Arrebatos de enojo, ira o frustración por asuntos de
poca importancia o por temas rutinarios.
• Cansancio y falta de energía. Alteraciones en el
sueño y en el apetito.
• Dificultad para concentrarse, pensar y problemas de
memoria.
• Problemas físicos, especialmente dolor de cabeza o
espalda.

En adultos mayores:
• Cambios de personalidad y pérdida de memoria.
• Fatiga, evasión de la socialización y deseos de
quedarse en casa.
• Pensamientos e intentos suicidas, principalmente en
hombres.

La depresión muchas veces es estigmatizada, o se la


considera como algo pasajero o un momento de
tristeza específico. Si identificamos un patrón de
conducta con estas características, durante un
tiempo igual o superior a dos semanas, es necesario
consultar a un profesional de la salud mental.

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4.2 Tratamiento
El tratamiento contra la depresión puede incluir
terapia psicológica, medicamentos o una
combinación de ambos. Es importante enfatizar que,
ante un caso de este tipo, solo un profesional de la
salud puede diagnosticar y recomendar un
tratamiento para tratar la depresión.

Es relevante señalar que la información sobre


antidepresivos que se encuentra en Internet no es
suficiente para tratar este problema. Se requiere de
un acompañamiento médico para su suministro.

De igual manera, la terapia psicológica debe ser


guiada por un profesional. Esto no exime que
podamos acudir a alguien de confianza a
desahogarnos, a contarle las causas que nos han
generado esta tristeza y desazón profundas, y buscar
ayuda.

Otro tipo de tratamiento son las terapias cognitivas,


en las que las personas son incentivadas a cambiar
patrones de conducta y pensamiento que están
relacionados con la depresión. Otra terapia es la
interpersonal, misma que se enfoca en mejorar las
destrezas comunicativas del individuo, establecer
redes de apoyo con personas que padecen cuadros
similares y ayudarlos a transmitir las ideas,
sentimientos y creencias que están relacionadas con
la depresión.

En los últimos años, se ha planteado la posibilidad de


realizar terapias para la depresión acompañadas por
animales.

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4.3 ¿Cómo identificar si alguien más
lo está padeciendo?
Si observamos que una persona allegada a nosotros
pierde interés por los temas que antes le interesaban,
deja de tener contacto y evita relacionarse con
amigos, familiares o conocidos, evita actividades de
distracción, solo quiere estar en casa y
continuamente habla sobre suicidio, desesperanza o
sobre lo mal que está su vida, no hay que descuidar a
esa persona. Es necesario estar pendiente de ella y de
ser necesario, motivarla a buscar ayuda profesional.

En el caso de los niños, niñas y adolescentes, si


observamos que no son activos para su edad, tienen
una tristeza profunda y continua, presentan un bajo
rendimiento escolar o una nula socialización, son
señales que deben advertirnos de un cuadro de
depresión, que puede incluir otros factores de riesgo
como bullying, abuso o maltrato físico, psicológico o
sexual.

4.4 ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?


Si identificamos a alguien con los síntomas descritos,
es importante que lo acompañemos en su proceso. Es
fundamental no trivializar los sentimientos de la
persona, y evitar palabras como “ya te pasará”, “es
una simple tristeza”, u obligarlo a “estar bien”.

Además, las personas con depresión pueden no


reconocer o estar conscientes de su problema. En
algunos casos, pueden reconocerlos, pero sienten
vergüenza para admitirlos y buscar ayuda. Si no hay
un tratamiento dirigido por un profesional, la
depresión no solo no puede ser superada, también el
cuadro puede empeorar.

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Aparte del acompañamiento, debemos incentivarlo a
buscar ayuda profesional, ya sea por medios de
través de un profesional de la salud mental privado, o
en programas promovidos por instituciones sin fines
de lucro o instituciones estatales.

Entre otras cosas que puedes hacer para ayudar a


una persona con cuadros de depresión están:

• Invítalo a caminar o practicar un deporte.


• Realizar escuchas activas.
• Brindar un refuerzo positivo, y hacer hincapié que
cualquier avance es importante para la persona.
• Alienta prácticas espirituales, independientemente
de la cosmovisión o religión que practique la persona
que presenta el cuadro de depresión.
• Dile que estás presto a escucharlo, a darle tu apoyo
en lo que puedas hacerlo.

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5. ¿Qué
actividades
pueden ayudar
a mejorar
nuestra salud
mental?

Los deportes, la lectura, el consumo de comida


saludable, las prácticas espirituales, el intercambio de
experiencias con personas que han sufrido cuadros
similares, fijarse metas a corto y mediano plazo y el
compartir con tus seres queridos, siempre ayudarán a
mejorar la salud mental.

Además, existen planes de medicina prepagada que


incluyen la consulta con profesionales de salud mental,
o profesionales de medicina general que te
recomendarán ciertas actividades que aparte de
ayudar a superar dolencias físicas, permiten mejorar
nuestra salud mental. También, existen aplicaciones
móviles que te permiten consultar a psicólogos de
manera directa, para encontrar la mejor manera de
abordar trastornos de salud mental.

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