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24 authors, including:
Ninoska Ocampo-Barba
Universidad Autónoma Gabriel René Moreno
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All content following this page was uploaded by Ninoska Ocampo-Barba on 04 September 2022.
REVISORES DE CAPITULOS
Anais Urdaneta
CORRECTOR DE ESTILO
María Esther Zabala Mendoza
Gabriela Ferriel Velásquez
DIBUJOS
Sirene Pessoa Pedraza
Leonardo Poma Ajayo
SUPERVISOR DE PRODUCCIÓN
Flavia Milenka Ozuna Salinas
Laura Asturizaga Antequera
Índice
1 PRESENTACIÓN
Dra. Ninoska Ocampo - Barba
11 PREFACIO
Dra. Maria Esther Seleme
29 CAPITULO I
Alfredo Ardila: Semblanza
humana y científica
Dra. Mónica Rosselli
CAPITULO II
95 Un humilde recuerdo sobre
un humilde gigante
Mgtr. Pedro Viveros
CAPITULO III
107 El impulso de Alfredo Ardila
al legado escrito de la
neuropsicología para todos
Dra. Gabriela Castillo
CAPITULO VI
137 Reflexiones sobre anosognosia
y su consecuencia en el
inicio de instalada la afasia
Prof. Silvia Rubio
CAPITULO VII
149 Mis conversaciones sobre las
funciones ejecutivas
con el gran Alfredo Ardila
Dr. Mauricio García - Barrera
CAPITULO VIII
195 Un recorrido pregrado,
por los postulados
del Dr. Alfredo Ardila
Mgtr. Anais Urdaneta & Lic. Laura
Asturrizaga
223 CAPITULO IX
Alfredo Ardila: El fundador y el
visionario de una Neuropsicología
Latinoamericana
Dr. Antonio Puente
CAPITULO X
275 Desempeño neuropsicológico
de niños en edad Preescolares,
bases teóricas de Ardila
Lic. Roxana Pereira
Karol Argote Alcozer
Alejandra Gutiérrez Pinaya
Flavia Ozuna Salinas
CAPITULO XI
313 Seeing without seeing
Dr. Durjoy Lahiri
CAPITULO XII
331 Profesor Alfredo Ardila:
Un Grande de la
Neuropsicología Mundial
Flgo. Rafael Gonzales
CAPITULO XIII
341 Las alexias en hispanohablantes
Dra. Esmeralda Matute
CAPITULO XIV
403 El hombre detrás del genio.
Dr. Francisco Lopera
425 ACRÓSTICO
Dr. Hugo Ocampo Escobar
Presentación
1
Era julio de 1996 cuando a mis 24
años, mi mentor y fundador de la
Neuropsicología en Bolivia, Dr. Rene
Calderón Soria, me informaba que debía
recoger del Hotel El Dorado, ubicado frente
al paraninfo de la Universidad Mayor de San
Andrés, al Dr. Alfredo Ardila y conducirlo al
piso 7 de la Facultad de Medicina, donde en
el Auditorio de Fisiología, los interesados en
las neurociencias de la ciudad de La Paz lo
aguardarían para su presentación como
primer invitado internacional de la
recientemente formada Sociedad Boliviana
de Neuropsicología.
4
esfuerzos que hizo Alfredo Ardila por llegar
a todos.
5
familias, maestros y sobre todo pacientes,
personas afectadas de múltiples maneras.
El Genio de la Neuropsicología
Latinoamericana era capaz de convertir una
experiencia de dolor y frustración en una
oportunidad para desarrollar nuevas
habilidades y recorrer caminos poco
transitados pero capaces de conducir a la
persona a realizaciones personales
impensadas. Su innovación y versatilidad,
como las de un genio le permitía convertir
una condición irreversible en una vida
sobresaliente. No existe más esperanza en un
sin propósito de vida que desarrollar y
vislumbrar una meta alcanzable para el
terapeuta a cargo, la familia que acompaña y
la persona que padece esta condición.
Ninoska Ocampo-Barba
Instituto de Neurociencias Comportamentales.
Facultad de Humanidades
Universidad Autónoma Gabriel René Moreno
Sociedad Bolivia de Neuropsicología
8
9
10
Prefacio
Alfredo Ardila
Ardila
El Dr. Alfredo Ardila nació en 1946
y murió el 9 de enero de 2021. Obtuvo su
grado de Psicólogo en la Universidad
Nacional de Colombia en 1969 y viajó para
estudiar en la Universidad Estatal de Moscú,
donde obtuvo su grado de Doctor en
Neuropsicología, en una excepcional
formación doctoral al lado de Alexander
Luria como su tutor, quien era miembro
honorario de la Federación Colombiana de
Psicología desde el año de 1971, y quien se
11
convirtió en una de las figuras que más
influyó en su obra.
14
El Dr. Ardila trabajó
incansablemente para consolidar la
Neuropsicología, como si su tiempo fuera a
ser breve. En este momento sentimos que
fue muy breve, si pensamos cuanto más
hubiéramos querido tenerlo presente en
todas partes, como la sabia estar.
16
17
18
Un padre poco
común
Sara Elena, Silvia, Felipe y Adriana Ardila1
24
Para muchos, Alfredo Ardila fue un
gran académico. Para nosotros fue una guía,
un soporte incondicional, un papá completo
y más, un padre entregado a sus hijos, un
hombre con un gran sentido del humor que
no todos entendían, un hombre con quien
no se hablaba de las trivialidades de la vida,
sino de su sentido más profundo. Un
hombre que cocinaba unos fríjoles y unos
espaguetis deliciosos.
Esperamos que donde quiera que se
encuentre esté haciendo lo que más le
gustaba, escuchando tangos, hablando en
ruso, leyendo, conversando con sus amigos
que también ya nos dejaron y comiendo
guayabas agrias. Esperamos también, que
desde donde mire, sepa que para nosotros ha
sido un gran honor tenerlo como padre.
25
26
27
28
Alfredo Ardila:
Semblanza humana
y científica
Mónica Rosselli2
34
35
Figura 1. Alfredo Ardila en un parque de Moscú;
en las dos últimas con su mentor Alexander
Romanovich Luria.
36
A su regreso a Bogotá en 1976, el ya
doctor Ardila se vincula a su alma mater, la
Universidad Nacional de Colombia, como
profesor asociado y asume la dirección del
departamento de psicología.
Simultáneamente hace docencia de
psicofisiología de la Universidad Católica de
Colombia (Cárdenas, 2021). Entre 1977 y
1978 viaja a Caracas (Venezuela) al Instituto
de Investigaciones Educativas (IIE) de la
Universidad Nacional Abierta, encargándose
del diseño de proyectos y laboratorios en el
área de psicofisiología en donde conoce a su
colega español Aníbal Puentes Ferreras, con
quien una década más tarde y durante 12
años consecutivos (2003-2015) compartimos
Alfredo y yo actividades docentes en la
ciudad de Madrid, dictando cursos de
verano, en el tema de neuropsicología de los
problemas de aprendizaje.
37
En 1979 y hasta 1980 se trasladó a la
capital mexicana como profesor visitante en
el departamento de psicología de la
Universidad Nacional Autónoma de México
por una invitación del psicólogo Víctor
Manuel Alcaraz, en donde inició trabajos de
investigación en el laboratorio de
psicofisiología dirigido por Feggy Ostrosky,
con quien mantuvo desde entonces hasta el
final de sus días una estrecha relación de
colegas y amigos. En conjunto realizaron
numerosas publicaciones sobre diagnóstico
neuropsicológico y la importancia de
factores educacionales y culturales en el
funcionamiento intelectual y en la evaluación
e intervención neuropsicológica y, más
recientemente sobre neuropsicología
forense.
Durante su estancia en México
conoció a su colega y posteriormente gran
amigo Luis Flórez Alarcón en este momento
38
estudiante de maestría en análisis de la
conducta de la UNAM y quien se convirtió
en el guía de Alfredo en la ciudad de México
desde el día de arribo al aeropuerto Benito
Juárez, gestándose una profunda amistad
que se prolongó hasta su fallecimiento.
En 1980 el neurocirujano Jaime
Gómez González, director de la Fundación
Instituto Neurológico de Colombia (SINC),
lo invitó a crear en el nuevo instituto, el
departamento de Neuropsicología, el cual
organizó y dirigió hasta 1992; allí se dedicó al
mundo de la práctica y docencia clínica
iniciando trabajos sobre diversos síndromes
neuropsicológicos (Ardila, 2016). En la
FINC transmitió su pasión por la
organización cerebral de los procesos
cognitivos a numerosos estudiantes
provenientes de programas de psicología y a
residentes de neurología; entre estos últimos
se cuentan Francisco Lopera, David Pineda
39
y Byron Bernal con quienes conservó una
relación de colegas y una cercana amistad
hasta el final de sus días. Simultáneamente a
su trabajo en el FINC mantuvo actividades
docentes en la facultad de Psicología de la
Universidad de los Andes.
Escribe Alfredo en su libro titulado
la Neuropsicología una forma de vida
(Ardila, 2016) “En 1987 buscamos nuevas
alternativas laborales y creamos con mi
esposa Mónica en febrero de 1987 el
Instituto Colombiano de Neuropsicología”
(Ardila 2016). En este esfuerzo nos apoyaron
la psicóloga Blanca Victoria Barrientos de
Angarita y del neurólogo Andrés Rosselli
Quijano (mi padre); desafortunadamente el
ICN no tuvo éxito y solo sobrevivió hasta
noviembre de 1987.
Alfredo tenía un profundo interés
por crear en Colombia un programa de
posgrado en neuropsicología; escribió el
40
proyecto y después de tocar puertas en varias
universidades del país para su
implementación logró hacer su sueño
realidad en 1992 inaugurando con David
Pineda la maestría en neuropsicología clínica
en la Universidad San Buenaventura, con
sede en Medellín la cual dirigió hasta 1995
(Pineda, 2021). Este programa constituyo el
primer programa de posgrado en
neuropsicología en América Latina.
Dadas las dificultades laborales en
Colombia, en diciembre de 1993 decidimos
migar con nuestros dos hijos Felipe y
Adriana a trabajar en Miami con un contrato
de profesores otorgado por el Miami Institute
of Psychology. Este era un instituto
puertorriqueño cuya sede principal estaba en
San Juan la capital de la Isla bajo el nombre
de Instituto Caribeño de Estudios de
Posgrado. Un año más tarde y hasta 1995
Alfredo fue nombrado asesor de
41
neuropsicología de la División de
Neurología comportamental de la
Universidad de Miami; en el 2000 abre su
práctica clínica privada en un consultorio en
Coral Gables y se vincula además como
neuropsicólogo al Hollywood Regional Hospital,
en donde realizó consulta clínica hasta el
2006 con la también neuropsicóloga Cheri
Surloff. En el 2007, 2009 y 2012 fue profesor
invitado por el departamento de Lingüística
de la universidad Nacional de Colombia para
dictar un curso en línea sobre bilingüismo.
Desde 2002 hasta su retiro en 2019,
Alfredo Ardila se desempeñó como profesor
titular en el Departamento de Ciencias y
Trastornos de la Comunicación de la
Universidad Internacional de la Florida;
desde 2018 hasta su fallecimiento fue
profesor distinguido del programa de
doctorado en psicología de la Universidad
Albizu y profesor en el Instituto de
42
Lingüística y Comunicación Intercultural de
la I.M. Sechenov First Moscow State Medical
University, en Moscú, Rusia.
Vale la pena anotar que durante su
carrera profesional Alfredo fue profesor
invitado por numerosas universidades a
través del mundo dentro de las que se
cuentan La Universidad Autónoma de
Asunción (Paraguay), La universidad de
Guadalajara/Instituto de Neurociencias
(México), La Universidad Estatal
Lomonósov de Moscú (Rusia), La
Universidad de la Amistad de los Pueblos,
Patricio Lumumba (Moscú, Rusia), la
Universidad Autónoma Gabriel René
Moreno (Santa Cruz, Bolivia), la Universidad
Central del Ecuador (Quito, Ecuador), la
Universidad Complutense (Madrid, España)
, la Universidad de Salamanca (España), la
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
(Bogotá, Colombia), la Universidad de los
43
Andes (Bogotá, Colombia), la Seconda
Università degli Studi di Napoli (Italy) y la
Universidad Estatal de San Petersburgo
(Rusia).
Le apasionó la docencia y siempre
mantuvo interés por compartir el
conocimiento utilizando técnicas
innovadoras. Alfredo estaba impartiendo
docencia en distintas plataformas en línea
muchos años antes de que las circunstancias
del COVID nos forzaran a hacerlo. Siempre
fue muy generoso con su trabajo y nunca
dudó en ponerlo al acceso de todos. Tuvo
estudiantes en numerosos países incluyendo
EEUU, Colombia, Chile, Ecuador, España,
México, Bolivia, Paraguay y Rusia. Su legado
es simplemente extraordinario y no podemos
dejarlo perder; es nuestra responsabilidad
continuar la labor que con tanto entusiasmo
y esfuerzo construyó.
44
La antorcha de la ciencia y el
conocimiento que Ardila encendió en 1983
al crear la Asociación Colombiana de
Neuropsicología sigue viva y pasa a través de
su legado con llama ardiente a nuevas
generaciones tal y como él lo hubiera
deseado.
Alfredo muere el 9 de enero de 2021
en la unidad de cuidados intensivos del
Hospital de la Universidad de Miami ubicado
en 1295 NW 14th Street, por complicaciones
de una cirugía de remoción de un tumor
pulmonar, marcando el día más triste de mi
vida , ese día perdí a mi compañero de vida,
a mi colega y amigo y al amor de mi vida; ese
fue también un día de profunda tristeza para
la neuropsicología latinoamericana al irse
uno de sus más importantes impulsores,
dejando con su ausencia un enorme y
profundo vacío pero un legado enorme que
45
tendremos la responsabilidad de continuar
(Garcia-Barrera, 2021).
Su legado académico:
Alfredo Ardila poseía una mente
brillante generadora de ideas originales, y una
extraordinaria habilidad para comunicarlas
usando elocuentemente la palabra oral y
escrita. Hablaba y escribía de manera fluida
en español, inglés y ruso. Su producción
académica fue monumental dejándonos más
de 400 artículos científicos
https://scholar.google.com/citations?user=zD2W1D0
AAAAJ&hl=en&oi=ao , 35 libros (ver figura 2) y
7 baterías neuropsicológicas; fueron muy
numerosos los temas de investigaciones que
desarrolló, los cuales organice en 25
categorías temáticas y que se muestran en la
Tabla 1.
46
Figura 2. Carátulas de los libros publicados por Alfredo
Ardila en orden temporal de publicación desde 1974
hasta 2019; se indica el año de publicación
47
Tabla 1. Temas de investigación de Alfredo Ardila
48
Como su maestro Luria, Alfredo
demostró un gran interés por entender los
procesos psicolingüísticos del lenguaje y la
organización cerebral de los mismos.
Publicó extensamente sobre las alteraciones
del lenguaje resultantes de daño cerebral y
propuso varios modelos de clasificación de
las afasias. En su libro con el neurólogo
Frank Benson titulado Aphasia y publicado
en 1996, los autores proponen una nueva
clasificación de las afasias integrando la
clasificación del grupo de Boston con la que
Benson había sido formado y la clasificación
de Luria que Alfredo conocía al dedillo.
Posteriormente Alfredo revisa y propone
clasificaciones nuevas (Ardila, 2010). Uno de
sus últimos artículos fue sobre la afasia
motora suplementaria (Ardila, 2020). Tuvo
un interés particular en entender las
alteraciones del lenguaje oral y escrito en
hispanohablantes. Desarrolló varios
modelos del lenguaje uno de los últimos
49
utilizando técnicas de neuroimagen (Ardila y
cols., 2016). Numerosos fueron sus aportes
sobre la importancia del bilingüismo en la
evaluación neuropsicológica y en la
organización cerebral del lenguaje. Una de
sus últimas contribuciones al conocimiento
del uso de dos lenguas, fue el estudiar el
bilingüismo como factor protector en la
afasia vascular (Ardila, y cols., 2021).
Tenía desde su años juveniles una
pasión por la antropología que fue creciendo
a lo largo de su vida, queriendo estudiarla
formalmente en su últimos años por lo que
él mismo se hizo un programa académico
tomando rigurosos cursos en línea sobre
diferentes asignaturas entre otras muchas el
Hombre Neandertal y los Pueblos del
Mundo considerando su libro de la
Historical Development of Human
Cognition (Ardila, 2018), como la Tesis para
graduarse en Antropología; se hizo un
50
diploma que le otorgaba el título de Experto
en Antropología que colgó al lado de sus
otros títulos académicos. Sus numerosas
publicaciones sobre los orígenes de la
cognición humana, el desarrollo evolutivo
del lenguaje y de las funciones ejecutivas y la
relevancia de la cultura en la conducta
humana reflejan su profunda comprensión
en esta área del conocimiento (Ardila, 2008).
La psicología social fue uno de los
temas que motivaron sus primeras
publicaciones (Ardila, 1980), interés que
mantuvo durante su carrera profesional y
reflejada en sus aportes a la Neuropsicología
transcultural de la cual fue el padre fundador
(Ardila, 1995). Sus escritos sobre la
relevancia del nivel socioeconómico, la
escolaridad y la cultura en la cognición en
general y en la evaluación neuropsicológica
en particular, han sido muy bien recibidos
por la comunidad científica internacional.
51
El impacto de su legado en el
conocimiento científico se refleja en el
número de citaciones, que son cerca de
28,000 y con un índice-h (métrica de la
productividad e impacto científico de un
autor) publicado por Google Scholar que en el
momento de esta publicación era de 86 (ver
figura 3).
52
Las características que lo hacía único:
Alfredo Ardila fue uno de esos
personajes excepcionales que surgen en la
historia. Tenía características personales e
intelectuales que lo hacía único. Empiezo
por recalcar su tremenda eficiencia y su
deseo por construir y crear, por progresar en
todas las facetas de la vida no solo en lo
académico sino también en lo personal y
familiar. Convertía ideas en proyectos
llegando persistentemente a la acción para
completarlos. No dejaba nada iniciado, “no
tengo nada pendiente” me solía decir al final
del día; un reflejo de ello era la velocidad con
la que respondía sus correos electrónicos que
ocurría minutos o aun segundos después de
recibirlos. Cuando le pedían que revisara un
artículo de alguna de las revistas científicas
de cuyo comité editorial era miembro, lo
realizaba casi inmediatamente dentro de la
hora en la que había ocurrido la solicitud en
53
ocasiones avergonzándose de retornarlo de
manera tan rápida. Su manejo de la
temporalidad también se reflejaba en la
puntualidad, siempre llegaba a sus citas 10
minutos antes de la hora señalada, y
entregaba manuscritos con los que se había
comprometido semanas antes de la fecha
límite. Por todo lo anterior, desde el punto
de vista neuropsicológico podríamos decir
que el Dr. Ardila poseía unas funciones
ejecutivas sobresalientes con un lóbulo
frontal tremendamente bien desarrollado.
En numerosas oportunidades comunicó que
una de las funciones principales del lóbulo
frontal era el manejo del tiempo. Recuerdo
que mencionaba que estaba de acuerdo con
Joaquín Fuster uno de los pocos autores,
según me decía, que había enfatizado el
concepto de temporalidad como una de las
funciones más importantes de los lóbulos
frontales. Alfredo, gozaba de una inteligencia
verbal y una memoria prodigiosas
54
acompañadas de una expresión
comunicativa extraordinaria, tanto oral
como escrita que fluía sin esfuerzo. Su
capacidad para escribir no solo era
asombrosa, sino que la disfrutaba
tremendamente, hasta el punto que hacía
“síndrome de abstinencia” si dejaba de
hacerlo por varios días. Yo solía decirle que
probablemente su lenguaje ocupaba no solo
el hemisferio cerebral izquierdo como
sucede en la mayoría de los individuos
diestros, sino que había invadido también el
hemisferio derecho. El lenguaje fue uno de
los múltiples tópicos que llamaban
especialmente su atención, trabajando e
investigando sobre el desarrollo y trastornos
de este, así como de la importancia del
bilingüismo.
Poseía la curiosidad de un científico
que sumada a su diversidad de intereses lo
convertían en un erudito. Tenía una cultura
55
general impresionante y persistentemente
sus temas de conversación eran interesantes
convirtiéndolos con frecuencia en
trascendentales.
Mostraba poco interés en los
convencionalismos; siempre fue un libre
pensador independiente del campo que no se
dejaba influenciar por las opiniones de los
otros; por ejemplo, con argumentos
poderosos rebatió la utilidad en
hispanohablantes de los modelos
psicolingüísticos de las afasias que fueron
descritos en inglés y que muchos
investigadores trataron de ajustar al español.
Tampoco estuvo convencido de la utilidad y
conveniencia de las medidas de cuarentena
extrema tomadas por los diferentes
gobiernos como protección durante la
pandemia por la COVID-19 y expuso sus
opiniones en una conferencia denominada
“COVID-19, la otra cara de la moneda” en
56
la que recalcó la importancia de la protección
de las personas más necesitadas. Todos los
temas los manejaba con pasión y con un
convencimiento absoluto de lo que decía
basándose en evidencia sólida y
conocimiento profundo y con un lenguaje
expresivo claro y convincente.
Su originalidad y productividad fue
envidiada por muchos; su liderazgo inspiró e
incentivó el desarrollo de proyectos en
muchos de nosotros. Ayudaba
académicamente a quien se lo solicitara
demostrando una generosidad asombrosa
con su trabajo. Su deseo fue siempre publicar
sus libros y artículos “en línea”, de modo que
cualquiera pudiera tener acceso a ellos. De
hecho, creó un sitio en Internet en donde
“colgó” todos su artículos
https://aalfredoardila.wordpress.com/articles-papers/ y
varios de sus libros están abiertos para quien
quiera leerlos
57
https://aalfredoardila.files.wordpress.com/2013/07/ard
ila-a-2006-las-afasias-primera-parte.pdf,
http://ineuro.cucba.udg.mx/libros/bv_guia_para_el_di
agnostico_neuropsicologico.pdf.
65
correspondía porque yo me había dedicado a
la salud pública.
Y por, sobre todo, me queda esta
familia, tanto genética como de vínculos de
afecto creados a través de los años. Me
quedan mis tres hermanos, los tres tan
diferentes y únicos, y me queda Mónica, la
abuela de mi hijo, y la persona que más quiso
a mi papá, que más paciencia le tuvo y que
más le seguía la cuerda en todas sus empresas
y quien literalmente, lo acompañó hasta
Siberia.
Mi papá nos pidió que no viviéramos
su muerte como una tragedia. Mi momento
vital actual me ha obligado a hacerle caso:
sentir una tristeza profunda y a la vez
acompañar a crecer a mi hijo con alegría.
La vida sin ti papá va a ser difícil,
pero te aseguro que voy a tratar de que siga
66
siendo una vida interesante, como me
enseñaste.
Palabras de su hija Silvia
“…creo que estamos de acuerdo en
decir que nos ensañaste a volar con la mente,
pero también a descubrir nuevos mundos.
Nos hiciste cultivar la curiosidad por el
mundo y a ser críticos, a soñar, a hacer
planes, proyectos. Nos apoyaste cuando lo
necesitábamos. Nos diste todo. Fuiste el
mejor papá del mundo, nos contaste
historias y hablar contigo siempre era una
aventura, ¡Sabías tantas cosas!
Gracias por heredarme tu sentido
del humor, la pasión por los juegos de mesa
y sobre todo por ganar en ellos, por amar al
lenguaje y los libros, por leer a Oliver Sacks
y sobre todo por mi personalidad generalista
pero muy efectiva (mis hermanos y Moni lo
entienden).
67
Para nosotros nunca te irás, estarás
en nuestras vidas, ADN, corazón, mente, en
el arbolito que sembré en tu honor y al que
ahora hablo todos los días, y en las historias
que contemos a tus nietos. Tú estás aquí, es
curioso, antes te sentía en Miami, ahora te
siento al lado mío todo el tiempo. Jamás te
irás y tu muerte, tal como tú lo quisieras, no
será para mí una tragedia sino un
aprendizaje”
Palabras de su hijo Felipe
Entre los muchos intereses de mi
papa estaba la poesía. Voy a leer un poema
que escribió y nos dejó a mi mamá y mis
hermanos antes de irse.
__________________________________
Cuando yo me vaya…
Cuando yo me vaya no quiero que llores
Quiero que te alegres de lo que vivimos
No te pongas triste ni me lleves flores
68
Recuerda que sigo viviendo en tu vida
Y estaré presente en todos tus días
Entre tus recuerdos y tus alegrías
69
Cuando yo me vaya no quiero que llores
Recuerda que sigo viviendo en tu vida
75
El tío Alfredo nos deja un vacío
familiar muy triste. Yo recuerdo una
conversación con él, hace más de 35 años, en
algún restaurante de pueblo en Colombia,
volviendo de alguna finca. Recuerdo
hablamos sobre la formación de nubes y la
física de la condensación, usando una botella
de coca cola como ejemplo. La disonancia
entre el sitio y el tema lo ha dejado en mi
memoria. Y me parece emblemático: el tío
Alfredo era una persona de intereses
amplios, al cual ningún tema le era ajeno.
Compartía con el resto de los Ardila,
la característica de ser monotemático y
obsesivo. En las reuniones familiares
siempre era el de los grandes temas
interesantes, con su última obsesión siempre
a flor de piel. Para nosotros siempre fue una
persona generosa e interesante, llena de ideas
y proyectos, completamente conectado e
involucrado con la vida.
76
Él era el historiador de la familia
Ardila, y había investigado los orígenes de la
primera migración de España, y visitado la
región española y el rio que lleva nuestro
apellido. En los últimos años había estado
investigando sobre las aventuras de nuestro
ancestro Rubén en la 2 Guerra mundial.
Estas investigaciones tenían siempre su
marca única: completas, rigurosas, originales,
y siempre entretenidas. Su ausencia es una
gran pérdida para nuestra memoria.
Yo hoy quiero recordarlo como lo
vimos con mi familia alguna vez en Madrid,
hace 10 años, cuando celebramos el
cumpleaños de la tía Mónica con la
tradicional paella. Estaban él y la tía Mónica
viviendo la vida de académicos
internacionales, pasando los veranos en
capitales europeas, hacienda investigación,
enseñando, viajando, y disfrutando la vida,
77
ocupados y llenos de proyectos. ¡Un buen
modelo de vida!
¡Te vamos a extrañar mucho, tío
Alfredo!
Palabras de la familia Rosselli (Eugenia
de Rosselli e hijos)
Recordamos celebraciones de año
nuevo, conversando sobre tus proyectos del
año. En tu agenda siempre estaban los viajes
con Moni y toda tu familia. Te gustaba
planear el año, tus viajes e introducir temas
nuevos. Te adaptaste tan bien a nuestra
familia Rosselli que, a pesar de tu política de
viajar solo con equipaje de mano, accediste a
llevarle a tu suegra desde Miami a Bogotá una
manguera de jardín.
No olvidaremos aquella celebración
formidable de año nuevo, una de tus
primeras con la familia Rosselli, a orillas del
río Cusiana y después cruzando el río en
78
forma azarosa en una curiara algo inestable
en donde los cuñados inexpertos ensayaban
su limitado conocimiento en el uso de la
vara.
Admiramos tu sentido del humor,
austeridad y fascinación por los placeres
sencillos que, junto a la erudición de tu
profesión, te daban un aura de sabiduría.
Tampoco olvidaremos tu a veces sarcástico
sentido del humor, tu jovialidad, tu tomadera
de pelo, y de los apodos divertidos que les
dabas a tus sobrinos que ellos corregían
como si tu estuvieras equivocado.
Tus obsesiones con algún tema
específico, que hacía que las conversaciones
volvieran siempre a ese, tu tema de interés
del momento, con tus pronósticos
visionarios, casi proféticos, y tus
interpretaciones siempre tan bien
sustentadas y tan ardientemente defendidas.
79
Para ti no había tema desconocido: como
poesías, canciones, dichos y costumbres.
Con Mónica te vimos crecer como
pareja, armoniosa, ¡formando una linda
familia! Los admiramos como pareja,
siempre juntos ya fuera viajando o
trabajando. Ambos poniendo 100% a todo
lo que se proponían, sin hacer nada a medias.
Dedicados con pasión a su familia, a sus
estudiantes, a su investigación. Algunos de
nosotros tuvimos la suerte de viajar con
ustedes. Fuiste un magnífico guía en Moscú
en donde disfrutamos cenas compartidas.
Palabras de los miembros de AMOPEBA
(Asociación de maridos oprimidos, pero
bien acompañados) Maridos de las
hermanas Rosselli
¿Y qué planes tenés para el próximo
año? nos preguntaba Alfredo sin falta todos
los eneros desde que lo conocimos. Esta
80
pregunta recurrente de Alfredo, nos dimos
cuenta con el tiempo, era un signo, una señal,
de la estructura y férrea disciplina de nuestro
compañero de reuniones familiares. A su
vez, Alfredo el prolífico profesor e
investigador, podía ser supremamente
divertido y alegre. Todavía lo recordamos
bailando tangos o chucu chucu con Mónica
o comiendo comida mexicana acompañada
de uno que otra tequilita. Nos sorprendió
siempre su posición política tan definida y
marcada por la influencia de sus estudios en
Rusia. De alguna manera nos divertíamos
llevándole un poco la contraria. En las
últimas conversaciones que tuvimos nos
manifestó su profundo interés en estudiar el
efecto de la pandemia en las personas, tanto
del punto de vista emocional como
económico. Nunca paraba. Alfredo siempre
analizando, siempre cuestionándose las
cosas. Se nos fue de manera inesperada y
nosotros, los miembros de AMOPEBA
81
(Asociación de Maridos Oprimidos, pero
Bien Acompañados) lo extrañaremos en
nuestras reuniones familiares y en las
plenarias que continúan así sea por Zoom.
¿Ahora quién nos preguntará por nuestros
planes? Es indudable que Alfredo dejará un
gran vacío en este grupo.
Do svidaniya, Alfredito!!
Su compañera de vida:
Yo conocía desde 1980 a Alfredo
Ardila como autor de numerosas
publicaciones en mi área de interés, pero fue
mi padre el neurólogo Andrés Rosselli
Quijano quien me lo presentó
personalmente en el año 1984 al finalizar una
reunión de presentación de casos que se
realizaba regularmente en el Instituto
Neurológico de Colombia; desde ese día
comenzamos a construir una profunda
relación académica y afectiva. Nos casamos
82
el 18 de mayo de 1985 y mantuvimos un gran
amor hasta el final de sus días.
Nuestra amiga y poetiza Lilia Arvizu
la comadre de Alfredo nos dedicó el 11 de
enero de 2021 el siguiente poema titulado
Amor eterno: “En honor al amor que ha
existido entre tú y mi compadre Alfredo, tu
alma gemela”.
Amor Eterno
Cuando tu mano enlazó
La mía por vez primera
Tejimos sin intentar
Un vínculo transmundano
Te vas y vives en mi
Palpita en mi tu presencia
Porque no hay rincón en mí
Que no lo inunde tu esencia
88
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92
93
94
Un humilde
recuerdo sobre un
humilde gigante
Pedro G. Viveros M.3
Para concluir
Solo me queda comunicarles que
con todo lo que les he podido contar a través
102
de estas líneas, tenga por seguro que el valor
del Dr. Alfredo Ardila para la
Neuropsicología latinoamericana no solo es
por lo que ha producido a nivel académico y
científico, sino porque nos ha mostrado que
detrás de las ideas hubo un ser humano
valioso, que vale la pena admirar e imitar.
Alguna vez Howard Gardner dijo: “Una
mala persona nunca llega a ser un buen
profesional”; dándole la vuelta a su frase,
mirando a Ardila podemos decir “Una buena
persona llega a ser un buen profesional”, y
por ello la importancia de siempre educar y
formar a nuestros futuros psicólogos y
neuropsicólogos no solo en teorías y
métodos, sino también en valores, principios
y actitudes.
103
104
105
106
El legado escrito de
Alfredo Ardila para
la Neuropsicología
de todos
Gabriela Castillo-Parra4
El Legado Escrito
113
Pero ¿qué es ese legado escrito al
que hago referencia en el título de este
capítulo? Evidentemente, es la Revista de
Neuropsicología, Neuropsiquiatría y
Neurociencias.
114
Sin embargo, para saber su historia
y para qué fue creada, lo mejor es
trasmitirles algunos fragmentos de las
presentaciones que escribía el Dr. Ardila en
cada número como Editor Principal de la
revista. Todo lo que ustedes lean entre
comillas y en cursiva son freses textuales
escritas por el Dr. Ardila.
Números Monográficos
El Dr. Ardila expresó que con la
publicación de los números monográficos
“…ampliamos la biblioteca de textos básicos en
neuropsicología.”.
En total se han publicado 14
números monográficos, con un total de 106
117
artículos de investigación o revisión
escritos por un amplio número de
profesionales coordinados el editor
invitado. Se han abordado distintas
temáticas de una gran relevancia en
neuropsicología. Intentaré hacer un breve
repaso de estas monografías, haciendo
énfasis, por supuesto, en los números
monográficos en los cuales el Dr. Ardila fue
el editor.
Los dos primeros números
monográficos fueron coordinados y
editados por el Dr. Alfredo Ardila. El
primero de ellos fue sobre “Las Funciones
Ejecutivas” en 2008 y tuvo como objetivo,
según palabras del propio Dr. Ardila, “sea
un texto completo sobre las funciones ejecutivas y
contribuya al desarrollo fundamental y clínico de la
neuropsicología de las funciones ejecutivas.”
118
El segundo, fue publicado en el
2009 y titulado “La Neuropsicología en
Hispanoamérica” que representó “el primer
intento por integrar un panorama global de lo que
ha sido y es la Neuropsicología en
Hispanoamérica… que intente responder a las
preguntas: ¿Qué hemos hecho?, ¿Dónde estamos? y
¿Hacia dónde vamos?” con la colaboración de
distintos profesionales destacados y
ampliamente conocedores de la historia de
cada uno de los países.
El último número monográfico que
editó fue “Una Historia de la
Neuropsicología Latinoamericana a través
de sus Pioneros Fallecidos” en 2017, junto
con la Dra. Ninoska Ocampo-Barba. En
este trabajo el deseo de ambos fue “…se ha
querido dedicar este número monográfico a la
memoria de los pioneros de la Neuropsicología
Latinoamericana ya fallecidos. En todas las
profesiones debemos conservar la historia y como la
119
historia la hacen sus actores, es necesario saber
quiénes fueron sus artífices”.
123
Números Investigación
Los números dedicados a publicar las
investigaciones realizadas en distintos
países de Latinoamérica y España, en
palabras del Dr. Ardila “cumple su función de
divulgar en el mundo hispanohablante la
investigación realizada en áreas relacionados con las
neurociencias comportamentales.”
Lo anterior se traduce en la
publicación de 115 artículos inéditos, sin
contar con aquellos que han sido
publicados en papel, ya que
lamentablemente no tengo esa
información. Esto es el reflejo de otro de
los objetivos de la revista, el de apoyar la
difusión de los trabajos de tesis de los
alumnos de licenciatura, maestría y
doctorado (como ha sido mi caso),
investigaciones con financiación y de
investigadores de prestigio de distintos
países, siempre con un arbitraje riguroso
para asegurar la calidad de la revista.
125
En resumen, la revista cuenta con
más de 220 artículos, lo que refleja el gran
esfuerzo y dedicación del Dr. Ardila por
contactar y organizar el contenido de la
revista. Cuando le entregaba el número
editado, siempre me lo agradecía y recuerdo
perfectamente sus palabras “La
neuropsicología estará eternamente agradecida
contigo por el gran trabajo que has realizado para
la revista”; sin duda uno de los mejores
reconocimientos que he tenido en mi vida.
Lo que nunca supo el Dr. Ardila, es que yo
siempre he dado las gracias por la gran
oportunidad de continuar en contacto con
mis grandes maestros, la Dra. Ostrosky, la
Dra. Rosselli, la Dra. Matute, el Dr. Pineda,
el Dr. Lopera y, por supuesto, al lado de él.
Director de orquesta
127
Recuerdo cuando estábamos los
miembros de la Junta Directiva de la
Asociación Madrileña de Neuropsicología,
a quien le correspondía organizar este
evento, pensando quiénes podrían ser los
posibles conferencistas invitados en el
congreso. En esa reunión me preguntaron
si podría contactar con el Dr. Ardila y la
Dra. Rosselli para que participaran. Al día
siguiente tomé valor, respiré profundo y
escribí a ambos, y como siempre, aceptaron
con gran gusto y entusiasmo. El viernes 8
de marzo de 2019, nos regaló una gran
conferencia titulada “El sistema cerebral de
las funciones ejecutivas”, como siempre,
todo un éxito. En España, la partida del Dr.
Ardila fue muy sentida.
En este congreso, como en
cualquier evento, siempre le veía rodeado
de personas y no fue hasta el último día del
evento que nos fuimos a celebrar a un
128
mexicano ¿dónde sí no? Este momento fue
también especial, siempre era especial estar
con ellos. En la comida, y acompañados de
un buen tequila, les propuse a la Dra.
Rosselli y a él, hacer algo sobre la aplicación
de la neuropsicología en el ámbito
educativo, que no es lo mismo que
neuroeducación. Ellos evidentemente,
aceptaron y el Dr. Ardila me propuso que
fuera para el año 2021. Lamentablemente,
ya no podrá leer este trabajo, pero estoy
segura de que estaría orgulloso.
Como gran divulgador, también
aceptó dar una conferencia en la
Universidad Camilo Cela, mi lugar de
trabajo. Fue una conferencia sobre la
“Organización Cerebral del Lenguaje:
Perspectivas de Investigación hacia el
Futuro”. Al día siguiente muchos de mis
colegas, que no son neuro-psicológicos, me
dijeron “es la mejor conferencia sobre
129
lenguaje que he escuchado en toda mi
vida”. Yo me sentía en una nube, había sido
la responsable de que regresaran a España
después de varios años; ni en mis mejores
sueños podría habérmelo imaginado.
130
Revista Neuropsicología,
Neuropsiquiatría y Neurociencias
Debido a la partida del Dr. Ardila,
la Junta Directiva del ALAN ha designado
a la Dra. Esmeralda Matute como Editora
Principal de la revista, con el gran apoyo del
Dr. David Pineda, lo que asegura que el
legado escrito del Dr. Ardila continúe por
mucho tiempo. Y evidentemente, yo
seguiré como Ayudante Editorial; es otro
de los grandes regalos que me ha hecho el
Dr. Ardila.
Los números de la revista pueden
encontrarlos en
http://www.asoclatneuropsicologia.com/revista-
1.html
132
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Editorial Trillas. 1986.
133
134
135
136
Reflexiones sobre
anosognosia y su
consecuencia en el
inicio de instalada
la afasia
Silvia Rubio-Bruno 5
141
Además, debemos tener presente,
que el resultado de los procesos
neurofisiológicos subyacentes, que se llevan
a cabo en el cerebro, luego de alguna
condición patológica, incluyen la
disminución del edema, la desaparición de
las posibles hemorragias y la disminución
del efecto de diásquisis. Este es un
fenómeno fisiológico, basado en la
alteración reversible de funciones
conectadas anatómica o funcionalmente al
área lesionada.
Es importante entonces respetar la
mejoría espontánea que se produce en los
primeros tiempos luego del evento. La
reeducación del lenguaje debería
comenzarse una vez superado el período de
anosognosia y el estado de shock en el que
se encuentra. No se debe olvidar que
cuando hay una afasia, generalmente la
142
lesión se produce en el centro del lenguaje,
en el hemisferio izquierdo del cerebro, en
las personas diestras, por lo que no
conviene ocuparse inmediatamente de
rehabilitar el lenguaje, ya que por una lado
no entienden lo que les hacen hacer,
relatado por ellos mismos se frustran ante
la imposibilidad de realizar los ejercicios
que les son ofrecidos para hacerles recordar
las palabras, regularmente ejercicios
infantiles, pidiéndoles que copien,
presentándoles dibujos pueriles, etc.
inconcebible en la estimulación de una
persona adulta, ellos mismos lo relatan
(Rubio-Bruno S. & Ardila A. 2019).
Pienso que sería necesario un
estudio profundo de la anosognosia, dado
que además de su interés científico, tiene un
beneficio práctico que no se debe ignorar.
143
Ayudará sobre todo para que no sean
inútiles los esfuerzos terapéuticos.
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145
146
147
148
Mis conversaciones
sobre las funciones
ejecutivas con
el gran Alfredo
Ardila
Mauricio A. García-Barrera, PhD. 6
Paul Broca
152
Foto 1. Tomo I y II del Libro Neuropsicología Clínica
162
Foto 2. Presentación de poster en caracterización
fenotípica y genética del TDAH familiar, 2do Congreso
Cerebro y Mente (2001, Cartagena, Colombia).
174
A mí me gustó mucho la sencillez de
tu modelo. De hecho, esas agrupaciones
que proponías podríamos llamarlas
“factores” si los incorporamos a un análisis
de variables latentes, o incluso
“comunidades” si lo estudiamos con un
análisis de redes, unos estudios que estoy
desarrollando con mis estudiantes en la
Universidad de Victoria, en Canadá. Me
tomé la libertad de hacer un diagrama de tu
teoría, para poder compartirlo con
estudiantes y colegas (Figura 1).
175
Así entonces acordamos que la
inteligencia constituye una confluencia de
las habilidades cognitivas requeridas para
comprender ideas complejas y utilizar la
experiencia y el razonamiento para resolver
problemas y adaptarse al entorno.
Similarmente, la función ejecutiva parece
constituir una confluencia de las
habilidades cognitivas requeridas para
establecer metas/objetivos y producir una
conducta guiada volitiva, intencional y
eficiente para cumplir esas metas o en
respuesta a las demandas novedosas del
medio ambiente, las cuales se identifican
como problemas a resolver (Duggan &
García-Barrera, 2015). Tu modelo teórico
incluye la hipótesis de que no todos los
procesos ejecutivos se asocian a la
inteligencia, solo los procesos
metacognitivos se correlacionarían con
marcadores de inteligencia (como los
176
coeficientes intelectuales, y tareas
específicas). De hecho, me alegra mucho el
informarte que los análisis que hemos
hecho en mi laboratorio apuntan a la
dirección que tú ya habías establecido desde
hace mucho (Ardila, Pineda, & Rosselli,
2000), donde después de realizar análisis de
correlaciones entre pruebas ejecutivas y de
inteligencia que arrojaron solo algunas
correlaciones significativas y la mayoría
fueron de bajo efecto (alrededor de 0.3),
concluías que los dos procesos cognitivos
complejos no son exactamente lo mismo, o
que al menos, no podríamos considerar la
evaluación de inteligencia como exhaustiva
o suficiente para darnos información sobre
los procesos ejecutivos. Nuestros colegas
en Colorado han encontrado asociaciones
solo entre memoria operativa (un
componente de tu agrupamiento de
habilidades metacognitivas) e indicadores
177
de inteligencia fluida y cristalizada
(Friedman et al., 2006), y nosotros
recientemente usamos un método
estadístico llamado análisis de redes y
encontramos que las tareas del Delis-
Kaplan Executive Function System (D-
KEFS) evaluando estas habilidades más
complejas (Tarea de sorteo de cartas, tarea
de proverbios, que evalúan solución de
problemas complejos), se asocian con las
tareas de las escalas de Inteligencia
Wechsler (como matrices, similitudes),
justo como tú lo anticipaste con tu teoría.
Ya terminando esta larga carta,
quisiera contarte que no creo que te hubiese
dicho que a mí me emocionó mucho el
trabajar contigo, y las Doctoras Shameem
Fatima y Mónica Rosselli, en tu libro
“Dysexecutive Syndromes (2019). Al
escribir el capítulo, “Unity and diversity of
178
dysexecutive syndromes” (Garcia-Barrera,
2019) aprendí sobre tu propuesta (Ardila,
2013) de dos síndromes. Primero, un
"síndrome disejecutivo metacognitivo",
asociado con daño a la corteza prefrontal
dorsolateral, que se caracteriza por la
presencia de una “incapacidad para
organizar una respuesta conductual a
estímulos nuevos o complejos” (p. 2);
problemas para abordar la complejidad se
refleja en el bajo rendimiento de los
pacientes en medidas evaluando capacidad
intelectual. Y segundo, un “síndrome
motivacional / emocional”, asociado con
daño a las áreas orbitofrontales y mediales
frontales, y que se caracteriza por la
presencia de síntomas de desregulación
conductual y emocional, incluida la
"desinhibición, comportamientos
inapropiados, cambios de personalidad,
irritabilidad, alteración del estado de ánimo,
179
falta de tacto, distracción y desprecio por
eventos importantes” (p. 3). Una
característica relevante de este síndrome es
la cognición social deteriorada y la
presencia de apatía (y abulia) y problemas
para iniciar comportamientos en general.
Quedé triste que no pudimos
vernos en el Congreso Cerebro y Mente: La
Integración, que teníamos programado
para el 2020 en Tijuana pero que tuvimos
que cancelar dada la pandemia de COVID-
19. Hubiese apreciado mucho el discutir
contigo esos dos síndromes, en uno de esos
desayunos o cenas con la junta de la ALAN
que tanto disfrutabas. Igual, te saliste con la
tuya amigo mío y mi brillante maestro:
lograste convencerme de que la tarea no
está hecha, apenas empezamos. Quedo yo
con esa parte de tu legado en mis manos.
Para despedirme te mando una foto que te
180
tomé en Guadalajara (Foto 4), durante una
de las cenas de la junta de la ALAN en el
Congreso Cerebro y Mente del 2016. Nos
cantabas a todos la canción, Los Dos
Perdimos, escrita por José Alfredo Jiménez
Sandoval, e inmortalizada por Pedro
Infante, Helenita Vargas, ¡y Alfredo Ardila!
181
Muchas gracias Alfredo por tantas
enseñanzas y tanta generosidad con tu
conocimiento. Ya nos llegará el día de
nuevos intercambios. Por aquí te
extrañamos mucho querido maestro,
colega, y amigo.
Sinceramente,
Mauricio
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194
Un recorrido por
los postulados del
Dr. Ardila
Anais Urdaneta Quiñones, Msc7
Laura Asturizaga Antequera8
de Neurociencias Comportamentales
195
representantes más emblemáticos de la
neuropsicología en Latinoamérica. Al
iniciar este maravilloso proyecto, se hizo
evidente la necesidad de comenzar a contar
la historia de este gran profesor desde la
mirada de una alumna que, como muchas
otras, lo conoció a la distancia, por lo que
empezaré esta historia desde el principio.
El Dr. Alfredo Ardila Ardila nació
en una pequeña ciudad de Colombia,
llamada Ocaña, ubicada en el departamento
de Norte de Santander, el 4 de septiembre
de 1946. Su madre se llamaba Roselia, su
padre Benjamín, siendo el tercero de cinco
hermanos. A simple vista resalta el gran
interés hacia el conocimiento científico en
la familia ya que, su hermano mayor, Rubén
Ardila Ardila, quien nace el 7 de julio de
1942 en San Vicente, Santander; es un
famoso psicólogo de gran trayectoria, con
estudios en diversas áreas de la psicología
196
como la psicología social, experimental y de
aprendizaje. De igual manera, su hermano
el Dr. Enrique Ardila, es un prestigioso
médico endocrinólogo e internista, quien
fue profesor de Medicina Interna en el
Hospital San Juan de Dios durante más de
25 años. Solo nos queda asumir que
existieron profundos valores familiares que
fomentaron la pasión por ayudar al otro.
Al observar la trayectoria del Dr.
Alfredo Ardila, sabemos que obtuvo su
grado de Psicólogo en la Universidad
Nacional de Colombia en el año 1969.
Apenas 2 años después, en el año 1971
publica sus primeros artículos titulados
“Psicología y Problemas Sociales en
Colombia”, “Alteraciones bioquímicas en
las psicosis con relación a las estructuras
límbicas” en la Revista Latinoamericana de
Psicología, y “La función de los modelos en
197
la explicación científica” en la Revista
Colombiana de Psicología.
Investigando dónde inicia su
pasión por la neuropsicología, me
encuentro en su publicación del año 2016
titulada “La Neuropsicología como una
forma de vida”, una descripción del
impacto que tuvo su maestro al inicio de su
carrera, al afirmar “…Creo que la primera
vez que vi el nombre de Luria. Quedé
convencido que esto era lo que quería hacer
en mi vida…”. Gracias a esto, ganó una
beca del gobierno soviético y viaja hacia la
ciudad de Moscú, Rusia, para realizar su
doctorado en la Universidad Estatal
Lomonósov. Allí alcanzó su sueño al
convertirse en alumno del Dr. Alexander
Romanovich Luria, una de las más
destacadas personalidades en el estudio de
la neuropsicología, mundialmente
reconocido por sus investigaciones
198
detalladas de los trastornos del lenguaje y de
la memoria; y sus baterías de pruebas de
diagnóstico de daño cerebral, las cuales son
utilizadas hasta la actualidad. Razón por la
que es conocido como el padre de la
evaluación neuropsicológica. En 1976,
obtiene su doctorado en Neuropsicología,
poco antes de la muerte de su gran maestro
Luria, a quien le honra, escribiendo una
muy sentida semblanza en el año 1977,
publicada en la Revista Latinoamericana de
Psicología, titulada “Alexandr Romanovich
Luria (1902-1977)”.
Regresa a Colombia ese mismo
año, se incorpora a la Universidad Nacional
de Colombia, siendo director del
Departamento de Psicología. En esa época
inicia lo que hoy en día es parte
fundamental de su legado, transmitir sus
conocimientos por toda América Latina.
Desde 1978, fue profesor de La Facultad de
199
Psicología de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), donde
desarrolla varias investigaciones junto a su
gran amiga y colega la Dra. Feggy Ostrosky.
Luego en 1980, regresa a Colombia, y el
siguiente año, organiza el primer Congreso
Internacional de Neuropsicología que se
desarrolló en Latinoamérica, en la ciudad de
Bogotá. En 1982, participa en la creación de
la Asociación Colombiana de
Neuropsicología, la cual preside hasta 1985
(y posteriormente desde 1991-1993).
Durante los próximos años, resalta
su empeño en la promoción de la
neuropsicología, al formar parte del comité
fundador de la Sociedad Latinoamericana
de Neuropsicología (SLAN), el 22 de junio
de 1989, la cual preside durante los años
1991 a 1995. Se convierte en el primer
miembro latinoamericano de la Junta de
Gobierno de la Sociedad Internacional de
200
Neuropsicología (1993-1996). Inaugura en
1993, el primer estudio de postgrado en
Neuropsicología en la Universidad de San
Buenaventura, Medellín, y también preside
la Sociedad Hispánica de Neuropsicología
(1999-2001). En 1999, en el marco del
primer "Congreso Internacional Cerebro-
Mente: La Integración" en la ciudad de
Cartagena, Colombia; crea la Asociación
Latinoamericana de Neuropsicología
(ALAN), dirigiendo la Revista de
Neuropsicología, Neuropsiquiatría y
Neurociencias. El Dr. Ardila es presidente
de la ALAN hasta el año 2003 y
posteriormente desde el 2014 hasta el 2016.
Para el año 1993, luego de contraer
matrimonio con la también reconocida
neuropsicóloga, la Dra. Mónica Rosselli
Cock, se muda a la ciudad de Miami, donde
se vincula al Miami Institute of Psychology
hasta el año 1998. En 1996, recibe su
201
acreditación por el American Board of
Professional Neuropsychology.
Posteriormente, en el 2002, se integra al
Departamento de Ciencias y Trastornos de
la Comunicación de la Universidad
Internacional de la Florida (FIU), donde
llega a ser profesor titular.
Mientras se desarrolla este relato,
escribe más de 264 publicaciones
(consultado en Scopus), con 26.882 citas
hasta la fecha (según Scholar Google).
Participa como profesor invitado o
conferencista en aproximadamente 20
universidades, tanto colombianas como
extranjeras, y colabora en más de 200
congresos o conferencias de
neuropsicología o áreas relacionadas a nivel
mundial. Todo esto hace evidente e
indiscutible el esfuerzo desmedido que hizo
el Dr. Ardila por aportar sus conocimientos
a toda la comunidad científica quien, a
202
pesar de erradicarse en los Estados Unidos,
mantuvo durante todo este recorrido
vínculos con países de Latinoamérica
(Colombia, México, Argentina, Chile,
Bolivia, etc.) y Europa (Rusia, España, etc.).
En algún punto en esta historia,
descubro el trabajo del Dr. Ardila al iniciar
mis estudios de postgrado en el año 2010,
siendo estudiante de la maestría en
Psicología Clínica en la Universidad Rafael
Urdaneta, en mi país natal, Venezuela. Tuve
el placer de estudiar con algunos de sus
libros como: “Neuropsicología del
Desarrollo Infantil (2010)”;
“Neuropsicología Clínica (2007)” y la
“Guía para el Diagnóstico
Neuropsicológico (2012)”. Justo al
finalizar mis estudios, conozco a la Dra.
Ninoska Ocampo-Barba de Bolivia,
durante su visita a Venezuela en el año
2012, en la celebración de los 15 años del
203
Simposio Interdisciplinario sobre la
Enfermedad de Alzheimer, donde fue una
de las invitadas internacionales. Durante
ese evento, la Dra. Ocampo me ofrece la
oportunidad de realizar una Estancia
Académica en Neuropsicología en la
UNAM, a cargo de la Dra. Judith Salvador
del grupo de investigación del Laboratorio
de Neuropsicología del Desarrollo:
Alteraciones Neurológicas Psiquiátricas y
Rehabilitación, en la Facultad de Estudios
Superiores Zaragoza.
Es precisamente en ese momento,
en mayo del 2013, donde inicia mi
formación académica y profesional en el
área de la Neuropsicología, gracias a
profesores quienes compartiendo el
principio del Dr. Ardila, me brindaron la
posibilidad de perseguir una oportunidad
que, para el momento en mi país, no existía.
Recibí entrenamiento en la aplicación y
204
corrección de distintas pruebas de
evaluación neuropsicológica como:
Neuropsi (Ostrosky-Solís, Ardila, &
Rosselli, 1999), Neuropsi Atención y
Memoria (Ostrosky-Solís et al., 2003,
2007), y La Evaluación Neuropsicológica
Infantil (ENI) (Matute, Rosselli, Ardila, &
Ostrosky-Solís, 2007). Al regresar a
Venezuela, continuó el esfuerzo y
dedicación constante hacia la formación en
esta área, y la fascinación por el trabajo del
Dr. Ardila y sus colaboradores.
Esta historia concluye cuando,
durante el 4to Webinar organizado por el
Instituto de Neurociencias
Comportamentales (INCC) de la
Universidad Autónoma Gabriel René
Moreno (UAGRM) en Bolivia; el Dr.
Alfredo Ardila y la Dra. Mónica Rosselli,
dictan una conferencia titulada “Historia de
la Neuropsicología”, el 20 de mayo del
205
2020, donde fui invitada por la Dra.
Ninoska Ocampo-Barba. En ese momento
tuve el gran honor y privilegio de ser
presentada ante esta ejemplar pareja de
pioneros en la Neuropsicología. Fue
sorprendente y a la vez admirable recibir un
saludo tan genuino, cordial y humano de su
parte, mostrando interés en promover el
desarrollo de la Neuropsicología en mi país.
Por siempre estaré agradecida de haber
tenido esta oportunidad.
Para mi sorpresa y la de muchos,
debido a una batalla contra el cáncer, el Dr.
Alfredo Ardila Ardila fallece a los 74 años,
en la ciudad de Miami el pasado 9 de enero
de 2021. No sin antes dejar otro ejemplo de
trabajo incansable dado que, a pesar de
todas las dificultades de salud, e incluso las
limitaciones de la pandemia por Covid-19;
el 2020, fue uno de sus años de mayor
producción académica, dejando más de 35
206
publicaciones, incluyendo una sobre los
efectos del covid-19 sobre las funciones
ejecutivas.
Espero en estas pocas líneas, haber
podido honrar una vida tan maravillosa.
Solo me queda como a muchos de sus
estudiantes, admirar, aprender y darle
continuidad a su legado, al intentar sembrar
una semilla en el jardín que él comenzó a
cultivar cuando inició esta grata historia.
Anais Urdaneta Quiñones
Muy buena pregunta
La primera vez que vi y escuché
disertar al Dr. Alfredo Ardila fue el 3 de
octubre del año 2015 en el II Congreso
Boliviano de Neuropsicología, llevado a
cabo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra,
Bolivia. En aquel tiempo dando mis
primeros pasos en la neuropsicología como
207
ayudante titular de cátedra, mis primeras
lecturas me permitieron conocer con mayor
profundidad el trabajo del Dr. Luis
Quintanar, la Dra. Yulia Solivieva y por
supuesto, repasar a los grandes: Luria y
Vygotsky.
Este evento fue de los más
emotivos de mi vida porque efectivamente
supe que estaba dentro de aquello a lo que
anhelaba pertenecer además de ser una
especial oportunidad para conocer
personalmente a mis primeros héroes
científicos. Lo que no imaginé, fue la
posibilidad de añadir a mi lista heroica a un
gran genio: el Dr. Alfredo Ardila.
Durante mi asistencia al Congreso
me encontré con contadas compañeras de
carrera, y conversando con una de ellas que
para ese entonces ya había concluido sus
estudios universitarios, me dijo que estaba
208
muy emocionada por conocer al Dr.
Alfredo Ardila y a la Dra. Mónica Rosselli.
Recuerdo decirle que no había
escuchado ni leído sobre ellos hasta ese
momento, y me dijo: - Me parece que es la
oportunidad perfecta. Debes asistir a la
conferencia que dará el Dr. Ardila, es la
magistral… Estoy segura que al finalizar
entenderás mi emoción.
La conferencia tenía por nombre
“¿Qué tan localizables son las áreas del
lenguaje en el cerebro?”. Para el momento,
mis bases teóricas estaban fundamentadas
en los escritos de Lev Vygotsky (1982) y en
definitiva no sabía lo que me esperaba. La
pasión con la que el Dr. Ardila habló sobre
el lenguaje fue tal, que dejó a todo el
auditorio deslumbrado y a mí, sin ningún
apunte más que el título y con una pasión
que brotaba de mi pecho a borbotones.
209
Debo decir que, con cada evocación del
momento, los sentimientos
experimentados aquel día vuelven a mí con
la misma intensidad.
Esto me recuerda a las palabras del
Dr. Francisco Lopera en la ceremonia de
homenaje póstumo al Dr. Ardila en mayo
del presente año, al decir que, Ardila podía
ser capaz de enamorar a un neurólogo o de
persuadir a cualquier persona de estudiar
neuropsicología con tan sólo hablar de
afasias y sonreí para mí, porque recordé que
el día que lo conocí generó en mí el mismo
efecto.
Cuando concluyó el evento, todos
los estudiantes se acercaron a los
magistrales invitados para fotos, preguntas
y más, como es costumbre en los
congresos. Después de haberme tomado
una fotografía con el Dr. Quintanar, quise
210
acercarme al Dr. Ardila, había mucha gente
a su alrededor y yo muy tímida no sabía
cómo, hasta que me armé de valor para
saludarlo y pedirle una foto. Recuerdo que
lo saludé con todo el respeto que una
eminencia así se merece y su respuesta tan
cálida y sencilla a mi petición, me dejó
absorta y contenta, porque no era
imaginable para mí, tal sencillez en una
persona con tanto recorrido académico y
científico. A partir de este momento, fue
cuando inició mi propio recorrido
académico en pregrado junto a sus
maravillas literarias.
Un profesional con tanta facilidad
de palabra, y capaz de hacer comprender lo
incomprensible es lo que el Dr. Ardila es en
la enseñanza personal y a través de sus
libros. Fue así que mi primer y fiel
compañero literario, fue su libro Guía para
el diagnóstico neuropsicológico (2012)
211
gracias a una colega que se encontraba a
cargo del departamento de
Neuropsicología de la Unidad de
Neurología del Hospital de Clínicas
Universitario, lugar en el que hice mis
practicas preprofesionales el año 2017.
En ese momento, no sospeché que
ese libro iba a ser mi incondicional aliado
durante los meses que duró mi paso por la
Unidad de Neurología ya que, esta colega
que sería mi tutora tuvo que retirarse del
Servicio por motivos personales a los días
de mi llegada.
En un lugar, en el pasaron unos
buenos años antes de que llegara un nuevo
practicante, debo confesar que tuve
sentimientos encontrados en donde
primaba la desorientación e inseguridad, ya
que no sabía cuál era mi lugar y hacía
mucho tiempo que el plantel médico se
212
acostumbró a la ausencia de los practicantes
de neuropsicología. Pero ahí estuve firme
todos los días junto a mi buen Ardila, como
hoy suelo llamar a este ejemplar
acompañado siempre de unas palmadas en
la tapa.
La facilidad con la que este libro me
ayudó a comprender los cimientos de la
práctica hospitalaria fue elemental además
de otras lecturas de apoyo que me fueron
otorgadas por el Dr. Miguel Baptista, uno
de los médicos residentes del Servicio y
nuestro tan querido Dr. Federico Fortún,
Jefe de la Unidad. Sin nadie más en el lugar,
a quien yo pueda acudir para hacer
preguntas y que sean respondidas con un
lenguaje claro, mi libro lo hizo y me atrevo
a decir, que hasta con cariño.
Durante esos ocho meses de
práctica, mi buen Ardila me enseñó la
213
elaboración y uso correcto de la historia
clínica neuropsicológica, las etiologías del
daño cerebral (elemental para comprender
el lenguaje técnico del área), el repaso diario
de las funciones cognitivas básicas y un
término que no se me olvidará nunca:
arterioesclerosis.
El segundo libro que llegó a mis
manos y tuve el placer de añadir a mi
biblioteca fue el que lleva por título
Neuropsicología Clínica (2007). Un regalo
de parte de mi madre que fue mi nuevo
compañero durante la elaboración de mi
tesis de grado para la obtención del título
profesional.
Para ese entonces, tenía muy claro
que la población con la que quería trabajar
en mi vida profesional era (y es) la
comprendida en la tercera edad. Me
encontraba realmente apasionada por el
214
estudio de la memoria y aprender acerca de
la forma en la que se dan los cambios
cognitivos, principalmente en las funciones
ejecutivas. La teoría desglosada, con los
conceptos y preceptos de Ardila como base
fundamental, era comprobada en cada
sesión de trabajo práctico que desarrollé
con aquel querido grupo de adultas
mayores. Fue la etapa de investigación
científica que hoy me permite aseverar que
revisar la literatura de Ardila no es sólo una
obligación, sino ¡un deber!
Si bien el título de este capítulo
tiene que ver con mi recorrido en la etapa
pregrado, me es inevitable compartir el
último contacto que tuve con el Dr. Ardila
a los meses de haber concluido mis estudios
superiores, que coincidieron con los
contados meses que a él le restaban para
decirnos hasta pronto. Si bien no fue un
215
contacto directo, la respuesta que recibí es
algo que atesoro y me acompaña siempre:
Durante la presentación del
Webinar No. 4 Una historia de la
Neuropsicología organizado por el
Instituto de Neurociencias
Comportamentales el 21 de mayo del 2020,
tuve la oportunidad de hacer una pregunta
al Dr. Ardila y a la Dra. Rosselli acerca de la
prueba NEUROPSI: Atención y memoria
de 6 a 85 años (Ostrosky-Solís et al., 2003,
2007). Nuevamente fui envuelta por la
emoción porque me quedé con lo primero
que el Dr. Ardila dijo antes de contestarme:
- Muy buena pregunta
Desconozco la cantidad de
estudiantes que escucharon esta frase tan
significativa, pero sí puedo aseverar que,
una respuesta tan sencilla como ésta antes
de empezar a escuchar lo que la acompaña
216
es uno de los motores más grandes para
seguir estudiando y aprendiendo de él, y de
maestros y maestras de su talla.
Son innumerables las veces que leí
y repasé varios segmentos de estos libros y
de muchos otros textos académicos de su
autoría y colaboración. El Dr. Alfredo
Ardila no es sólo un grande destacado… Es
una monstruosidad plasmada en pasión y
amor a lo que uno hace y se forma
constantemente con dedicación y vocación.
Dicen por ahí, que cuando un ser querido
muere, debe uno buscarlo en la brisa, en el
sol, en el rocío o en las hojas que caen de
un árbol… Nosotros, como sus eternos
estudiantes, lo encontraremos siempre en
una de las maravillas más grandes que pudo
haber creado el hombre: Los libros.
Laura Asturizaga Antequera
217
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220
221
222
El Fundador de la
Neuropsicología
Latinoamericana y
Su Impacto en la
Psicología
Antonio E. Puente 9
238
Aunque Ardila es reconocido por
introducir la Neuropsicología inicialmente
en el mundo psicológico latinoamericano y
posteriormente en el mundo psicológico de
habla hispana, sus contribuciones a la
lingüística fortalecen el desarrollo de la
Neurocognición. Sin embargo, sus escritos
más recientes sobre el funcionamiento del
cerebro y las posibles implicaciones de estas
contribuciones a la Neurofilosofía pueden
terminar siendo su impacto más
significativo. Si bien su carrera comenzó
bajo el amparo de Luria, la extensión de sus
métodos, principios y teorías seguramente
lo colocarán en los libros de historia mucho
más allá de lo que le corresponde como
aventajado discípulo suyo.
Impacto global de su obra
El impacto del trabajo de Ardila es
tan conocido en áreas específicas como las
239
mencionadas anteriormente. En esta
sección, su impacto será considerado en
tres dimensiones principales: 1) geográfica,
2) neuropsicológica y 3) psicológica.
Dimensión geográfica
El impacto que genera la mayoría
de los neuropsicólogos se restringe a la
población clínica a la que sirven en sus
respectivas comunidades. En mi propia
comunidad, por ejemplo, dos de mis
antiguos alumnos han recibido críticas
favorables y destacados reconocimientos
en una región de posiblemente 100 millas
de circunferencia, cuyos pacientes
consideran que sus servicios son
fundamentales para la salud de nuestra
comunidad. Los eruditos neuropsicólogos
afortunados generalmente tienen impacto
en áreas geográficamente un poco más
amplias pero limitadas. Por ejemplo, Linas
240
fue calificado como el neuropsicólogo
número uno en el mundo, en un capítulo
recientemente publicado, pero su impacto,
aunque importante, se limita
principalmente a los EE. UU. De hecho, la
mayoría de los neuropsicólogos citados en
el capítulo referido ha sobresalido en una
región geográfica en particular, a diferencia
de Ardila, cuya influencia llega a cuatro
zonas del mundo: Rusia, América Latina,
España y los EE. UU. Él es uno de los dos
neuropsicólogos latinoamericanos que ha
estudiado con Luria. El otro fue Eduardo
Cairo, un difunto profesor de Psicología de
la Universidad de la Habana, quien
introdujo la Neuropsicología en Cuba.
Hasta hace un par de años, Ardila todavía
estaba activo en la enseñanza regular en la
Universidad Estatal de Moscú, que es la
institución de educación superior más
importante de Rusia y su alma mater. Él ha
241
publicado en revistas rusas, y en 2020 ayudó
a lanzar el Lurian Journal
(https://lurian.urfu.ru/ojs/index.php/luri
an), destinado a desarrollar y popularizar el
enfoque cultural e histórico sistémico en
varios campos de la Psicología y la
Neurociencia establecidos por Alexander
Luria.
A modo de resumen de su
itinerario académico, se puede decir que
Ardila fue profesor de Psicología en la
Pontificia Universidad Javeriana antes de
marcharse a la Universidad Estatal de
Moscú, donde estuvo de 1972 a 1976,
retornando a la Universidad Nacional de
Colombia, donde trabajó de 1976 a 1990.
También fue docente en la Universidad
Autónoma de México, en el Instituto
Neurológico de Colombia y en la
Universidad de San Buenaventura. Dejó su
país natal y emigró a los EE. UU., donde
242
trabajó en el entonces Instituto de
Psicología de Miami, entre 1994 y 1998; en
el Memorial Regional Hospital, entre 1997
y 2008, y en Florida International
University, entre 2002 y 2020, antes de
reincorporarse al Instituto de Psicología de
Miami, ahora denominado Universidad
Albizu. La Sociedad Colombiana de
Neuropsicología, la primera en su género
en América Latina fue fundada por él y
varios colaboradores suyos en Bogotá, en
1981. Años más tarde, en 1989, sucedería lo
mismo con la Asociación Latinoamericana
de Neuropsicología y su Congreso Cerebro
y Mente. Este grupo y el gran conjunto de
colaboradores en toda América y España
comenzaron a expandir su radio de
influencia en todo el mundo
neuropsicológico de habla hispana. Al final
de su carrera, Ardila seguía trabajando en
243
colaboración con 25 laboratorios de
investigación diferentes en todo el mundo.
Los medios de comunicación
científica utilizados por Ardila en España
fueron conferencias y talleres, en el inicio
del desarrollo de la Neuropsicología clínica.
Aunque fueron esporádicos y no se
asociaron exclusivamente a una universidad
o congreso en particular, su aportación a la
Neuropsicología clínica en este país
significó un impulso importante al trabajo
de laboratorios emergentes dirigidos por
investigadores y clínicos de alto nivel como
Carmen Junque (Barcelona) y Miguel Pérez
García (Granada). Sus talleres motivaron la
organización de grupos como la Federación
de Asociaciones de Neuropsicología
Españolas (FANPSE), que reúne a grupos
regionales de neuropsicólogos. Uno de los
más importantes logros de este tipo de
trabajo gremial es la acreditación nacional
244
de Psicólogo Especialista en
Neuropsicología Clínica por parte del
Colegio General de la Psicología de España,
un logro que fortalece el desarrollo
profesional del neuropsicólogo en España.
Sin embargo, el aspecto
probablemente más sorprendente del
impacto geográfico de Ardila se
circunscribe a los EE. UU. Aunque él había
comenzado a introducir sus ideas en
revistas psicológicas estadounidenses, no
fue hasta la publicación de su primer libro
en inglés que su presencia se consolidó en
este entorno. Neuropsychological
Evaluation of the Spanish Speaker (Ardila,
Rosselli y Puente, 1994) no sólo fue el
primer libro de este tipo, sino la obra que
proporcionó pruebas y normas para los
hispanohablantes. Aunque las normas eran
de participantes colombianos, era la
primera vez que las pruebas estaban
245
formalmente disponibles para
neuropsicólogos que residen en países de
habla inglesa, pero que atienden a clientes
de habla hispana. Poco después, Ardila se
convirtió en profesor en el programa de
doctorado en Psicología en el
Departamento de Comunicaciones de la
Universidad Internacional de Florida
(FIU). Aunque la FIU se encontraba en fase
inicial de expansión en Florida,
rápidamente se convirtió en una potencia
de enseñanza e investigación para uno de
los sectores más vibrantes de hispanos en
los EE. UU. El puesto de Ardila en la FIU,
desde mi perspectiva, le proporcionó un
anclaje excelente para continuar su
trayectoria en docencia e investigación, en
un ámbito de acceso complejo para
cualquier extranjero en los EE. UU. En el
mundo editorial, él comenzó a publicar
regularmente en revistas de alto impacto
246
como Neuropsychology Review y Archives
of Clinical Neuropsychology (National
Academy of Neuropsychology). Su
presencia comenzó a ser apreciada y
reconocida en las sociedades académicas y
científicas mejor consideradas, llegando a
tener importante incidencia política y de
investigación en la Sociedad Internacional
de Neuropsicología (INS). Esta sociedad
focalizaba su trabajo en los EE. UU., con
cierto alcance en Europa (un compromiso
muy limitado en Barcelona) y Australia,
pero con poca actividad en países de habla
hispana. Gracias a su gestión, la INS se
introdujo en México, y su participación en
la Junta Directiva abrió el camino a la
incorporación del mundo hispano en el
concepto “internacional” de la INS. Ardila
comenzó a presentar sus aportaciones en
otras sociedades de los EE. UU., incluida la
Academia Nacional de Neuropsicología,
247
principal sociedad involucrada en gran
medida con los aspectos profesionales de la
Neuropsicología clínica. Esto fue
particularmente importante porque en los
EE. UU. la parte clínica de la especialidad
catapulta ideas, pruebas e individuos al más
alto nivel de reconocimiento. Además, él se
había involucrado con un pequeño grupo
de personas, incluido el autor, Tedd Judd y
otros que frecuentemente se reunían para
discutir cuestiones científicas y
profesionales de interés común, lo que le
permitió construir relaciones personales
fuertes y duraderas. Durante este proceso,
se concibió la idea de una sociedad
neuropsicológica de subespecialidad
enteramente dedicada a los
hispanohablantes, que inicialmente se
reunía como grupo social, a continuación,
como grupo incorporado a la National
Academy of Neuropsychology y, más
248
adelante, como parte de la INS. Estos pasos
dieron lugar a la formación de la Sociedad
Hispana de Neuropsicología (SHN), en
1990, con Ardila como su primer
presidente, de 1999 a 2001. Muchos años
más tarde se estableció el primer premio al
servicio, y Ardila se convirtió en su primer
receptor. Con su fallecimiento, el premio
pasó a llamarse Premio Alfredo Ardila.
Dimensión neuropsicológica
De ser estudiante en la Universidad
Nacional de Colombia a tener una
presencia altamente reconocida en Rusia,
América Latina, España y los EE. UU. es
un logro realmente raro, que permitiría que
sus ideas generen impacto universal en la
Neuropsicología. Posiblemente lo más
importante es que esto dio lugar a que sus
ideas se infiltraran en una Neuropsicología
que durante mucho tiempo se ha
249
considerado controlada y dirigida por los
EE. UU. y Europa. Al romper este
dominio, Ardila no solo consiguió el
reconocimiento de la Neuropsicología
española, sino algo más importante, que la
Neuropsicología clínica se convirtiera en
una empresa más universal y global (Ardila,
2013).
La Neuropsicología clínica fue
fundada por Luria en la URSS, pero debido
a la “Cortina de Hierro” y las limitaciones
para acceder a la literatura rusa y establecer
intercambios intelectuales y culturales entre
la URSS y Occidente, la Neuropsicología
rusa no estaba disponible para el resto del
mundo. De hecho, aunque a Luria se le
atribuye la fundación de la Neuropsicología
clínica, la perestroika permitió el
descubrimiento de la importancia del
trabajo de otros científicos anteriores a
Luria, incluido Bechterev en San
250
Petersburgo, quien había introducido las
ideas de la psicometría Galtoniana para
expandir los postulados sobre el
funcionamiento cerebral que Pavlov había
defendido a principios del siglo veinte
(Puente, 1999). Por un lapso de casi un
siglo, esta amplia base de conocimientos
simplemente no fue accesible a Occidente,
debido a los desafíos políticos y
lingüísticos.
Por lo tanto, durante muchas
décadas la Neuropsicología fue dominada,
en gran medida, por profesionales de
América del Norte, en especial de los EE.
UU., y de Europa. Estos profesionales eran
en su mayoría hombres, caucásicos y de
habla inglesa, entrenados en centros
médicos universitarios muy respetados y
con un enfoque fuertemente psicométrico.
Usando los EE. UU. como ejemplo,
pequeños grupos de profesionales
251
controlaron el clima intelectual, clínico y
político de la Neuropsicología clínica,
limitando, con y sin sutileza, su expansión
como la especialidad más grande e
importante de la Psicología, capaz de
proporcionar datos altamente
generalizables de la función/disfunción
cerebral.
Dos ejemplos ilustran esta visión
estrecha de ciertos sectores profesionales
de la Neuropsicología. En primer lugar,
podría decirse que Neuropsychological
Assessment (Lezak, 1976) es el libro más
importante en Neuropsicología clínica. La
primera edición de esta obra no incluyó las
palabras cultura y español, ni citó ninguna
de las obras de Ardila. En segundo lugar,
la primera y posiblemente la certificación
profesional más importante en
Neuropsicología clínica (American Board
of Clinical Neuropsychology) no certificó a
252
un neuropsicólogo de habla hispana
durante muchos años. Esta visión estrecha
del mundo de la Neuropsicología limitó su
impacto y su capacidad de servir a la
sociedad. Con esta actitud, la
Neuropsicología consiguió ignorar
efectivamente e incluso diagnosticar
erróneamente a casi 600 millones de
personas hispanohablantes en el mundo.
Para ser aún más claros, históricamente la
Neuropsicología ha buscado efectivamente
comprender y servir exclusivamente al
mundo de habla inglesa, que equivale
aproximadamente al 15 % de la población
mundial. Si nos preguntamos por la
especialidad de la Psicología que ha hecho
todo lo posible para mantener el status quo
intelectual y limitar su impacto, en favor de
un grupo altamente privilegiado, esta es la
Neuropsicología estadounidense.
253
Lo que Ardila hizo fue ayudar a
introducir la Neuropsicología rusa en
Occidente, pero también trabajar para que
las ideas de Luria se consideraran útiles para
una Neuropsicología altamente
occidentalizada e industrializada, aunque es
necesario reconocer la aportación de otros
profesionales en la introducción del
pensamiento luriano en Occidente, pero
más en otras áreas como Psicología general
y Educación (Ardila, 1997). En definitiva, a
Ardila se le puede y se le debe atribuir la
introducción de la Neuropsicología rusa en
Occidente (Ardila, 2005). Además, no sólo
introdujo en Occidente ideas importantes y
desconocidas durante mucho tiempo sobre
Neuropsicología, sino que también ayudó a
operacionalizar e infundir el concepto
cultura en Neuropsicología (Ardila,
Galeano y Rosselli, 1999). Con este
propósito, Ardila trabajó con personas de
254
todo el mundo, como, por ejemplo, los
miembros del equipo editorial (editores
asociados y miembros de comité editorial)
de la revista Neuropsicología,
Neuropsiquiatría y Neurociencia, fundada
por él: Olga Inozemtsevam, Universidad de
Guadalajara, México; Francisco Lopera,
Universidad de Antioquia Medellín,
Colombia; Esmeralda Matute, Universidad
de Guadalajara, México; Feggy Ostrosky-
Solís, Universidad Nacional Autónoma de
México, México; David A. Pineda,
Universidad de Antioquia Medellín,
Colombia; Pedro Puentes, Universidad
Simón Bolívar, Colombia; Mónica Rosselli,
Florida Atlantic University, Davie, EE.
UU.; Vilma Varela, Universidad de
Manizales, Colombia; Byron Bernal, Miami
Children’s Hospital, Miami, Florida, EE.
UU.; Marcelo Berthier, Hospital
Universitario Virgen de la Victoria, Málaga,
255
España; María Antonieta Bobes, Centro de
Neurociencias La Habana, Cuba; María
Luisa Bringas, Centro Internacional de
Restauración Neurológica La Habana,
Cuba; Hugh Buckingham, Louisiana State
University, Baton Rouge, Louisiana, EE.
UU.; Tedd Judd, Seattle Pacific University,
Seattle, Washington, EE. UU.; y Antonio
E. Puente, University of North Carolina
Wilmington, North Carolina, EE. UU.
Estos avances han tomado un lugar
destacado en la evolución más reciente de
la Neuropsicología. En efecto, la
Neuropsicología cultural pasó de ser
excluida a ser ahora un elemento central
para la expansión de la Neuropsicología.
En los EE. UU., la SHN tiene ahora
organizaciones hermanas como la Asian
Neuropsychological Society y la Black
Neuropsychological Association. Aunque
puede haber tomado medio siglo, el legado
256
de Ardila para muchos de nosotros es que
la Neuropsicología comience a cumplir el
importante papel de comprender y servir a
todos, no solamente a unos pocos
privilegiados. Él abrió oportunidades para
que la Neuropsicología ayude a aclarar y
definir la Psicología más allá de sus límites
tradicionales e históricos. Por esta razón, es
posible que su mayor contribución a la
Neuropsicología se encuentre más allá de
todo lo que hemos mencionado.
Dimensión psicológica
El valor de un psicólogo está en la
capacidad de trascender una especialidad
específica en el tiempo. Aunque construir
una carrera es fundamental, la capacidad de
influir en otras áreas de la Psicología aporta
valor histórico a la obra de un profesional.
Infortunadamente, según historiadores de
la Psicología como Michael Wertheimer,
257
este logro se puede apreciar después de que
toda una generación de psicólogos haya ido
y venido. En este sentido, las ideas más
recientes de Ardila proporcionan una fuerte
posibilidad de que su obra genere impacto
en la Psicología, en un nivel que podría ser
históricamente valioso.
La Psicología fue fundada en tres
continentes, por tres individuos diferentes:
en Europa, Wilhelm Wundt; en Rusia, Ivan
Pavlov; y en EE. UU., William James. Estos
tres fundadores y pioneros de la Psicología
tienen varias cosas en común: 1) su trabajo
se desarrolló en el siglo XIX, pero su
impacto se hizo ostensible en el siglo XX;
2) todos eran médicos capacitados, aunque
su trabajo era científico en lugar de clínico,
y 3) todos eran lo que hoy llamaríamos
neuropsicólogos. Considerando el
propósito de este capítulo, nos centraremos
a continuación en el tercer punto referido y
258
en los principales libros de Wundt, Pavlov
y James.
261
Las ideas de Ardila, en concreto las
más recientes, proporcionan un mecanismo
viable para construir un puente que nos
enlace con los orígenes de la Psicología
(Ardila, 1999). La razón de esto es que sus
nuevas ideas comienzan a situar el
pensamiento neuropsicológico en un
pensamiento psicológico más global. Sus
ideas sobre el funcionamiento cognitivo,
que se basan en el funcionamiento
neuropsicológico, proporcionan un
modelo teórico muy viable que permite una
nueva combinación de metodología fuerte
y un vibrante sabor de funcionamiento
neuropsicológico (Ardila, 2008). Lo que
Wundt, Pavlov y James no pudieron
proporcionar, esto es, una metodología
sólida del funcionamiento
neuropsicológico, parece que el
pensamiento de Ardila, que aprovecha los
enfoques sólidos de los primeros
262
cognitivistas como George Miller, con
profundas raíces en la Neuropsicología
luriana, lo permite. Esta interfaz podría ser
la vía más útil que se ha presentado en los
últimos años para devolver a la Psicología a
sus raíces neuropsicológicas, manteniendo
el valor de un pensamiento más moderno
tanto sobre Neuropsicología como sobre
Psicología.
El trabajo de Ardila podría ser la
solución a una Psicología que no ha
producido algo sustancial en los últimos 50
años, cubriendo un vacío en la Psicología
teórica. La Psicología conductual trajo una
gran metodología, pero no logró generar
oportunidades para pensar fuera de una
caja conductual, y ciertamente fue en
muchos sentidos contradictoria con los
orígenes de la Psicología. El pensamiento
de Ardila permitiría un potencial
renacimiento del valor de la teoría en
263
Psicología, por cuatro razones. En primer
lugar, la fusión de la cultura con la
Neuropsicología hace que ésta sea viable,
generalizable y universal. En segundo lugar,
la expansión de la Neuropsicología, que es
la especialidad más grande e importante de
la Psicología, facilitará el desarrollo de todas
las especialidades de la Psicología. En tercer
lugar, al fortalecer cada una de las
especialidades de la Psicología, el valor de
la Psicología profesional en el cuidado de la
salud aumenta exponencialmente. Y,
finalmente, todo esto permitirá que la
Psicología sea considerada más como un
medio valioso para generar un cambio
social.
Conclusión
Ardila debe ser considerado el
fundador de la Neuropsicología
latinoamericana, pero quedarse en este
264
logro sería minimizar sus contribuciones a
la Neuropsicología y a la Psicología. Él no
sólo asimiló e hizo suyas las ideas de Luria,
sino que las interpretó y las extendió a
Occidente, introduciéndolas primero en
América Latina, luego en España y
finalmente en los EE. UU. Pero hay algo
más importante. Ardila introdujo en
Occidente la Neuropsicología de una
manera moderna, comprensible y cercana,
y la idea de que la cultura no debería ser un
adjetivo para el sustantivo Neuropsicología.
En otras palabras, la Neuropsicología
cultural es redundante porque la
Neuropsicología es cultural. Para finalizar,
estamos convencidos de que la obra de
Ardila puede proporcionar un puente de
oro a los orígenes de la Psicología, que nos
permita apreciar y honrar nuestro pasado,
construyendo un camino seguro hacia
nuestro futuro.
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271
272
273
274
Desempeño
Neuropsicológico de
niños en edad escolar,
bases teóricas de
Ardila
Roxana Pereira10
Karol Argote Alcozer11
Alejandra Gutiérrez Pinaya12
Flavia Ozuna Salinas13
277
Entender la Neuropsicología como
la disciplina encargada de estudiar la
relación normal y patológica entre el
cerebro, como organismo y los procesos
cognitivos, como funciones, nos lleva a la
vez a la discusión del dualismo mente-
cerebro y al paralelismo psicofísico. Este
concepto basado en la reconstrucción que
hace Ocampo-Barba, 1994 de los
pensamientos compartidos por Rene
Calderón Soria con Alfredo Ardila. Las
capacidades y habilidades
neuropsicológicas son la piedra
fundamental para el desarrollo de destrezas
y estrategias de aprendizaje; el cerebro y los
procesos cognitivos que tienen lugar en él
son el argumento primordial de la
supremacía humana sobre las otras formas
de vida natural.
278
Todo el quehacer humano es
resultado de las capacidades innatas y las
experiencias de interacción social, donde
las primeras determinan el curso de las
segundas. Es en esta razón, que se cimienta
el principio de que cada ser humano es
único y diferente.
Alexander Luria es en la actualidad
el neuropsicólogo más reconocido a nivel
mundial y quien desarrolla
fundamentalmente la “Teoría de los tres
sistemas funcionales” que muchas veces
fueron explicados por Alfredo Ardila, quien
tuvo el privilegio de conocer, dialogar y
aprender de Luria en su paso por la
Universidad de Moscú. En palabras de
Luria estos sistemas son (Luria, 1984):
1. Sistema activador: cuya
función es la activación de la atención.
279
2. Sistema medial: cuya
función es recibir e integrar la información
sensorial entrante del mundo exterior.
3. Sistema ejecutivo: cuya
función es la integración de la conducta y la
ejecución motora.
Posterior a Luria encontramos
dentro de la propuesta de Ocampo-Barba
(2018), en la escuela Latinoamericana a
Alfredo Ardila, que con corazón
colombiano y desde América del norte, a lo
largo de estos últimos 35 años ha
desarrollado instrumentos e investigaciones
en, y para poblaciones hispanas.
En la actualidad se están
desarrollando definiciones sudamericanas
que plantean a la Neuropsicología como el
estudio de los comportamientos humanos
en base a sus fundamentos biológicos y
cognitivos que implican la valoración de las
280
consecuencias de las disfunciones
cerebrales.
Las evaluaciones infantiles son en
mucho diferentes al resto de evaluaciones
neuropsicológicas en todos los aspectos, en
las muchas ocasiones que tuvimos para
dialogar de este tema con el Dr. Ardila, él
nos dejó siempre clara esta diferencia
sustancial en el proceso de evaluación de
los distintos grupos etarios.
Resulta realmente importante y
necesario diferenciar la neuropsicología
infantil, de la neuropsicología del adulto ya
que en el primero de los casos hacemos
referencia a procesos de maduración,
aprendizaje y desarrollo de habilidades y
destrezas mientras que en el segundo caso
evaluamos la pérdida o déficit de estas
mismas.
281
Una vez revisados todos estos
postulados nos detuvimos en la idea de
realizar un estudio básico para el
conocimiento de la población infantil en
Bolivia iniciando una investigación para
evaluar el desempeño neuropsicológico de
nuestros niños.
El desempeño neuropsicológico
debe ser revisado desde dos perspectivas: la
clínica y la educativa: Desde la perspectiva
clínica, el desempeño neuropsicológico
representa el abordaje y estudio de las
capacidades y procesos cognitivos que
desarrolla la persona en los primeros años
de vida, que a lo largo de la niñez y la
adolescencia se van consolidando para dar
lugar, durante la etapa adulta, a la
asimilación y acomodación de
conocimientos.
282
Desde la perspectiva educativa, el
desempeño neuropsicológico supone el
estudio de las capacidades, habilidades y
destrezas que los niños van incrementando
a la par de la recepción y captación de
conocimientos empíricos.
El aprendizaje entendido como la
capacidad esencial del predominio del
hombre sobre la naturaleza, conlleva
indivisiblemente el abordaje de la memoria.
Ningún aprendizaje es posible en
formato y manifestación sin la participación
de los distintos tipos de memoria, por
tanto, el estado de ésta determina todas y
cada una de las modalidades de aprendizaje,
desde los más simples hasta los más
complejos.
La neurocognición es al interior de
la neuropsicología la encargada de estudiar
lo relativo a la percepción, atención,
283
memoria y razonamiento que tiene lugar y
dan lugar al aprendizaje.
Es importante reconocer que en el
proceso de aprendizaje y en todos los
procesos neuropsicológicos, intervienen
variables internas como el estado y
condiciones de estos procesos, como
también variables externas ligadas a las
condicionantes del entorno, estas últimas
de orden socio/cultural que incrementan o
decrementan su presentación y
consolidación en las etapas de desarrollo
humano.
Todo lo anteriormente expuesto
fue lo que nos permitió proponer al Dr.
Ardila un proyecto inédito de investigación
con vistas a plantear el perfil
neuropsicológico de niños en edad escolar
en población boliviana.
284
Partimos de la pregunta de
investigación: ¿Cuál es el nivel de
desempeño neuropsicológico de los
estudiantes de primaria en la ciudad de
Santa Cruz de la Sierra - Bolivia?
Nada sería posible de producirse y
reproducirse como realización humana sin
una inicial y básica capacidad de aprendizaje
que es resultado de los procesos cognitivos
básicos y superiores, en su interacción y
dependencia de los factores
neurofisiológicos y neuroestructurales del
ser humano, revisados con anterioridad.
El objetivo general de este estudio
fue evaluar el desempeño neuropsicológico
de los niños de primaria (inferior y
superior) en la principal ciudad del oriente
boliviano. Los objetivos específicos:
1. Analizar, por subdominio, el
desarrollo de las capacidades
285
neuropsicológicas de los niños de primaria
inferior y superior.
2. Estimar, por subdominio, el
proceso de adquisición de las habilidades de
rendimiento académico en la población
investigada.
3. Medir, por edad, las funciones
neuropsicológicas de los estudiantes de
primaria inferior y superior.
4. Analizar, por edad, la
caracterización del progreso
neuropsicológico del rendimiento
académico de los estudiantes de primaria
inferior y superior.
Se utilizó un método de
investigación inductivo debido a la escasa
información específica del tema de estudios
que no permitía realizar un planteamiento
hipotético y si un conjunto de preguntas
acorde al cumplimiento de los objetivos
específicos planteados.
286
Las características de los sujetos de
investigación son las siguientes:
• Sexo: varones y mujeres.
• Edad: 6 a 13 años.
• Escolaridad: primaria inferior y
primaria superior.
• Idioma: castellano.
• Nivel socioeconómico: Medio.
La investigación se desarrolló en un
espacio escolar debidamente equipado para
la administración individual de la ENI
como instrumento neuropsicológico
principal.
El diseño correspondió al tipo No
Experimental debido a la necesidad de
evaluar un conjunto de variables de trabajo
dadas en una situación y momento único a
una sola población, además de la necesidad
de subdividirla por rangos de edad
observándose en todos ellos los mismos
287
criterios de inclusión y las mismas variables
de trabajo.
El diseño no experimental fue de
tipo transaccional de orden descriptivo que
permitió el detalle de resultados de acuerdo
con las categorías y dimensiones
neuropsicológicas del desarrollo infantil.
Propusimos como variables de
investigación las siguientes:
• Variable de trabajo: Evaluación
Neuropsicológica
• Variable mediacional: Funciones
Neuropsicológicas
• Variable resultante: Desempeño
Neuropsicológico
288
Se trabajó con una muestra de 64
estudiantes distribuidos de la siguiente
manera de acuerdo con el grado escolar y
condición socioeconómica Media, dadas
por el tipo de establecimiento educativo:
291
El estudio permitió arribar a un
cuerpo de conclusiones partiendo de
preguntas derivadas del problema de
investigación. A continuación,
proponemos los resultados obtenidos en
este proceso investigativo.
La Atención como habilidad al
interior de las denominadas funciones
cognitivas ha obtenido el mayor promedio
de ejecución con un puntaje percentil de
68.00, seguida por Lenguaje con 64.17. La
tercera habilidad altamente ejecutada, pero
de menor puntuación de las dos
anteriormente señaladas fue la
metalingüística con un 50.25.
Las tres habilidades con las
puntuaciones más altas en promedio
pertenecen a las denominadas funciones
cognitivas. Recordemos que las funciones
neuropsicológicas contempladas en la ENI
292
se dividen en funciones cognitivas,
funciones ejecutivas y funciones de
rendimiento académico.
Detallamos la clasificación de las
funciones evaluadas a través de la
Evaluación Neuropsicológica Infantil
(ENI) y su puntaje percentil alcanzado.
• Funciones Cognitivas: 45,33.
• Funciones Ejecutivas: 41,75.
• Funciones de Rendimiento
Académico: 51,94.
A lo largo del análisis e
interpretación pormenorizado de cada una
de las habilidades y pruebas que componen
los subdominios de los llamados dominios
Neuropsicológicos se ha podido observar
una correlación directa entre los altos
desempeños promedio en las edades de 7,
9 y 11 años; edades que coinciden con la
percepción pedagógica del tercero quinto y
293
séptimos grados de primaria como los de
mayor reto instruccional. Es decir que la
investigación revela el segundo, cuarto y
sexto grados de primaria como los de
mayor percentil de ejecución ante tareas
cognitivas, ejecutivas y académicas.
Los resultados también dan cuenta
de la edad de 11 años (sexto de primaria)
como la edad de mayor desarrollo
Neuropsicológico precedida por las edades
de 9 y 10, en ese orden.
En los 12 y 13 años, se observa un
declive en la ejecución de las tareas
solicitadas; situación que, en las edades que
anteceden a los 11 años, dan cuenta de un
desarrollo ascendente de los 6 a los 10 y en
algunos casos fluctuante que justifica lo
expuesto en el punto anterior.
Las habilidades de rendimiento
académico son la Lectura, Escritura y
294
Aritmética, cada una de ellas compuesta por
dimensiones de evaluación.
En el caso de le escritura los
resultados dan cuenta de un significativo
ascenso en los percentiles de los 6 años a
los 7 años y un descenso de los 7 a 8,
repetido de los 8 a los 9, presentando un
ascenso importante al llegar a los 10 años y
un descenso paulatino en los 11, 12 y 13
años.
Revisemos ahora el objetivo
general planteado, y después de ello los
objetivos específicos que nos llevan a su
cumplimiento.
El objetivo general de la presente
investigación fue evaluar el desempeño
neuropsicológico de los niños de primaria
(inferior y superior) en la principal ciudad
del oriente boliviano (Santa Cruz de la
Sierra).
295
Para la valoración del logro de este
objetivo analizaremos, uno a uno, el logro
de los específicos:
1. Analizar el desarrollo de las
capacidades neuropsicológicas de los niños
de primaria inferior y superior.
De acuerdo con los resultados
obtenidos este objetivo se ha cumplido en
el análisis e interpretación, que se ha
realizado en acápite A, de la exposición de
datos, toda vez que este acápite detalla el
comportamiento individual de cada una de
las edades, en cada una de las pruebas,
utilizadas en la evaluación de subdominios
y dominios neuropsicológicos. El análisis
de dominio conlleva el análisis de la
capacidad ya que un dominio
neuropsicológico es equivalente a una
capacidad neuropsicológica sujeta, en la
296
mayoría de los casos, a un proceso de
instrucción.
El resultado final de este análisis de
capacidades neuropsicológicas es que dicho
desarrollo, si bien acompaña al desarrollo
cronológico, es aparentemente
determinado por la exposición de los
contenidos curriculares desarrollados en la
escuela ya que se plantea una relación
directa entre el preconcepto de dificultad
escolar del grado y el percentil de ejecución
de las tareas.
2. Estimar, por subdominio, el
proceso de adquisición de las habilidades de
rendimiento académico en la población
investigada.
Este objetivo ha sido cumplido a
través del análisis efectuado en el acápite B
exposición de resultados gracias a los cuales
podemos concluir que la adquisición del
297
subdominio lectura se inicia a través de la
exigencia de precisión seguida por la
exigencia de comprensión.
Este dato llama la atención por el
beneficio que representa, la adquisición de
esta habilidad, en la consolidación de la
comprensión previa a la velocidad.
En el subdominio de escritura
muestra el mismo comportamiento en
cuanto a la exigencia primera de la precisión
seguida por la exigencia de velocidad y en
tercer lugar la exigencia de la composición
narrativa. En este caso, a diferencia del
anterior, el proceso de adquisición de la
escritura si parte de la exigencia de la
precisión y una vez adquirida la velocidad
se promueve la composición narrativa.
Finalmente, con respecto al
subdominio de Aritmética, los datos dan
cuenta, en primaria inferior, de un
298
predominio de ejecución del conteo,
mientras que en primaria superior, la
ejecución mayor fue en cálculo. En ambos
casos el razonamiento lógico matemático
está acompañando esta adquisición y puede
ser un factor facilitador de aprendizaje.
3. Medir, por edad, las funciones
neuropsicologías de los estudiantes de
primaria inferior y superior.
Cada vez que analicemos las
funciones neuropsicológicas, deberemos
considerar el carácter y naturaleza flexible y
dinámica de todas ellas.
Medirlas bajo parámetros
cronológicos es una tarea que sin duda
exige una visión completa de las funciones
cognitivas y funciones ejecutivas,
desarrolladas en el acápite C de la
exposición de resultados.
299
Veamos, los desempeños de las
funciones cognitivas y funciones ejecutivas
en cada edad.
300
Esto nos lleva a reflexionar sobre el
planteamiento del desarrollo posterior de
las funciones ejecutivas una vez
consolidadas las funciones cognitivas.
302
Este patrón no se repite en los
grados de primaria inferior, ya que estos
muestran un comportamiento menos
persistente y desordenado de las funciones
estudiadas, pero que permiten arribar a las
siguientes conclusiones:
Las funciones cognitivas durante
los 6, 7, 8, 9 y 10 años alcanzan una
puntuación percentil mayor que las
funciones ejecutivas, resultado que
concuerda con los postulados teóricos de
predominio del desarrollo cognitivo previo
a la adquisición de destrezas propias de las
funciones ejecutivas.
Llama la atención la suerte de
incremento-decremento intercalado a lo
largo de los 5 años de este ciclo donde
encontramos un despegue inicial (1°) de las
funciones formales seguido (2°) por un
continuo desarrollo, pero una significativa
303
disminución (3°) que da paso a un nuevo
incremento (4°) y un descenso posterior
(5°).
2. Las funciones ejecutivas cumplen
con este parámetro global de
comportamiento de los grados del ciclo,
manteniéndose siempre por debajo de las
funciones cognitivas y de rendimiento
académico.
305
consolidación inicial de las habilidades y
dominios cognitivos. Estos resultados
concuerdan con los postulados de
maduración neurológica y desarrollo
intelectual del ser humano, planteados por
autores clásicos como Piaget, Gesell y
Vygotsky en la época contemporánea.
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Seeing Without
Seeing
Durjoy Lahiri 14
Abstract
In this memoir, I have attempted to
describe my interaction with Professor
Alfredo Ardila. His contributions to the
field of neuropsychology can never be
forgotten. He was instrumental in
establishing the branch of neuropsychology
in Latin America. As a human being,
Alfredo had exceptional qualities and a big
325
The best possible conclusion that
I can think of is with his words only:
‘Remember that I live on in your life And I’ll be
present in all of your days Within your memories
and within your joys’.
References:
Ardila, A. (2010). A proposed
reinterpretation and reclassification
of aphasic syndromes,
Aphasiology, 24:3, 363-394, DOI:
10.1080/02687030802553704
Lahiri D, Dubey S, Ardila A, Sanyal D &
Ray B K. (2021). Determinants of
aphasia recovery: exploratory
decision tree analysis, Language,
Cognition and Neuroscience, 36:1,
25-32, DOI:
10.1080/23273798.2020.1777314
326
Lahiri D, Ardila A, Dubey S, Mukherjee A,
Chatterjee K & Ray B K. (2020).
Effect of bilingualism on aphasia
recovery, Aphasiology, DOI:
10.1080/02687038.2020.1812032
Lahiri D, Dubey S, Sawale VM, Das G, Ray
BK, Chatterjee S, Ardila A. (2019).
Incidence and Symptomatology of
Vascular Crossed Aphasia in
Bengali. Cognitive and Behavioral
Neurology, 32: 4, 256-267. doi:
10.1097/WNN.000000000000021
0. PMID: 31800486.
Lahiri D, Ardila A, Chatterjee S, Dubey S,
Ray BK. (2020). Dyskinetopsic
Palinopsia: Palinopsia Accompanied
by Moving Afterimages. Cognitive
and Behavioral Neurology, 33: 4,
266-270. doi:
10.1097/WNN.0000000000000247.
PMID: 33264154.
327
328
329
330
Profesor Alfredo
Ardila: Un Grande de
la Neuropsicología
Mundial
Rafael González Victoriano15
334
- Acalculia in Aphasia.
Durante el tiempo que trabajamos
juntos pude conocerlo más aún. La verdad
que fue una gran experiencia. Demostró
que era un maestro. Nos reunimos muchas
veces. Me habló de su profesor Alexander
Luria. Siempre tenía una respuesta frente a
las dudas que surgían. Esos momentos para
mi fueron inolvidables. Me siento muy
afortunado por haber tenido esta gran
oportunidad de poder conocerlo como
persona y profesional.
Me invitó a participar con artículos
en la Revista Neuropsicología,
Neuropsiquiatría y Neurociencias y a
contribuir con un capítulo en el libro La
afasia por expertos. Lamentablemente, no
alcanzó a conocer este libro. Estos detalles
muestran su gran generosidad.
Estos momentos que pude
compartir junto al Profesor Alfredo Ardila
335
me permiten describirlo con las siguientes
palabras: Inteligente, humilde, creíble,
humano, critico, reflexivo y amable.
Muchas gracias, Profesor Alfredo
Ardila, por compartir su sabiduría y
experiencias. Finalmente, termino estas
palabras de homenaje diciendo que fue un
verdadero mentor y amigo.
Referencias
González, R; Rojas, M; Ardila, A. (2020).
Alexia and agraphia in Spanish.
INT J LANG COMMUN
DISORD, 55, Issue 6.
November/December. p.875-883.
González, R., Rojas, M., & Ardila, A.
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aphasia. Journal of
Neurolinguistics, 56 (November),
100916. p.1- 7.
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González, R., Rojas, M., & Ardila, A.
(2021). Post-stroke Aphasia in
Spanish language: the effect of
demographic variables.
Aphasiology, 35 (07), p. 914–924.
González, R; Rojas, M; Rosselli, M. &
Ardila, A. (2021). Acalculia in
Aphasia. Archives of Clinical
Neuropsychology 36 455–464.
337
338
339
340
Alfredo Ardila, más
profundo que
superficial; la alexia
en hispanohablantes
difícilmente es
profunda
Esmeralda Matute16
El contexto
¿Cuántas aristas tuvo Alfredo que
considerar para llegar a hacer tal pregunta?
En su formación, en la URSS, bajo la tutela
de Alexander R. Luria que culminó en 1976,
Alfredo se hizo experto de afasias, que en
aquel entonces era el tópico central de la
neuropsicología. El trastorno de la lectura,
la alexia, formaba parte de los intereses en
su formación y en su trabajo inicial. En gran
número de casos, los pacientes afásicos
presentan alexia; en ellos, estas dificultades
para leer son atribuibles a la alteración de su
lenguaje; de cierta forma se puede decir que
los errores que cometen al leer mimetizan
345
aquellos que se presentan en su expresión
oral.
347
Alfredo hizo una aproximación de
ambas clasificaciones que nos presentó en
ese mismo libro y seguro en uno que otro
artículo que no recuerdo, y que quedó así
(Tabla 1). Más adelante hablaré de la
aproximación psicolingüística, así como de
las características de los subtipos de alexia
que incluye en la Tabla 1 para que el lector
forme su propio criterio sobre si estos dos
sistemas de clasificación coinciden.
Clasificación con Clasificación con
base anatómica base psicolingüística
Alexia parieto- Alexia superficial
temporal (central)
Alexia frontal Alexia fonológica
(anterior)
Alexia global Alexia profunda
Alexia occipital Lectura letra por
(posterior) letra
Tabla 1. Comparación entre las clasificaciones
anatomo-clínica y psicolingüística de las alexias
(Modificada de Ardila y Benson (1996)
348
Y aquí comenzamos a contar las
aristas. Ahora después de años, veo hacia
atrás, y me quedan cada vez más claras, no
solo la profundidad sino también la
flexibilidad del pensamiento de Alfredo. Un
día, él me preguntó ¿qué es una profesión?
O ¿para qué sirve una profesión? El lector
sin duda responderá para “contar con
herramientas para trabajar, para ganar
dinero…” o como el diccionario de la RAE
la define “empleo, facultad u oficio que
alguien ejerce y por el que percibe una
retribución”. Pues bien, Alfredo me dijo:
“para tener un lugar desde donde mirar el
mundo”. Me quedé pensativa . . . su
profesión le permitió tener una visión muy
amplia del mundo.
1ª Arista: El modelo psicolingüístico de
la lectura
Para seguir indagando por qué
Alfredo me hizo tal pregunta, así, de
manera súbita, me siento forzada a
349
desviarme un poco del camino de las alexias
y platicarles sobre él o ¿los? modelo(s)
psicolingüístico(s) que explican cómo un
lector experto lee. Aunque hay muchas
variantes, de ahí los paréntesis en los
plurales de la línea anterior, lo sintetizo de
la siguiente manera:
Palabra escrita
zapato
también zapato
351
le da sonido a cada letra para después
comprender la palabra
zapato
sapato
sapahato
Palabra /s/-/a/-/p/-/a/-/t/-/o/
escrita
zapato
352
correctamente sin diferencias perceptibles,
aunque diversos estudios señalan que el uso
de la vía indirecta hace más lenta la
pronunciación de la palabra leída que
cuando se hace por la vía directa.
2ª Arista: la opacidad/trasparencia de
los sistemas de escritura.
Alfredo tenía como referencia los
estudios reportados en pacientes
anglohablantes y francohablantes, así como
su conocimiento del español y de pacientes
aléxicos hablantes del español. Estas tres
lenguas tienen un sistema de escritura
alfabético que busca representar (o
transcribir) la forma de la lengua y a través
de esto, los conceptos. Su regla central es:
“a cada fonema de la lengua debe
corresponder biunívocamente una letra” (o
grafía); (Matute y Leal, 2003). Lo ideal es
que cada letra represente siempre al mismo
fonema y cada fonema se represente
353
siempre mediante la misma letra (grafema)
lo cual se esquematiza así: grafema –
fonema - grafema (Lara, 1986). Entre más
un sistema de escritura se acerque a lo ideal,
éste es más transparente; mientras más se
aleje, es más opaco. La reflexión de Alfredo
aquí es que entre más opaco sea el sistema
de escritura, más apoyo de la vía lexical
(directa) requiere el lector para leer una
palabra, en tanto que, entre más
transparente, la lectura descansa en la vía
sublexical (indirecta) y, por lo tanto, la
lectura de un texto en español descansaría
más en esta última.
Por ejemplo, la letra A en inglés
tiene dos sonidos /eI/ como en CANE
(bastón) o /æ/ como en PAN (sartén),
mientras que en español tiene uno solo /a/,
entonces en inglés cuando vemos una
palabra con la letra A no sabemos si
pronunciarla /eI/ o /æ/, a esto se le llama
una relación equívoca grafema-fonema
354
mientras que en español cuando vemos una
palabra escrita que tiene una letra A
estamos seguros que la pronunciaremos
/a/, esto es una relación unívoca grafema-
fonema. Entre más relaciones equívocas
grafema-fonema, más opaco es el sistema
de escritura para leer, mientras más
relaciones unívocas tenga, más transparente
es. Por ejemplo, el sistema de escritura del
español de México cuenta con 32 grafemas
y 22 fonemas. La univocidad grafema -
grafema es alta ya que es igual a 86.8%
(Tabla 2), mientras que la univocidad
fonema-grafema es de 43.5% (Matute y
Leal, 2003; Leal, Matute y Zarabozo, 2005),
de ahí que sea más fácil leer que escribir sin
errores en español. De tal suerte que resulta
fácil decodificar (no comprender) un texto
en español, aunque no se hable esta lengua,
pero resulta muy laborioso leer un texto en
inglés o francés si no se es hablante de estas
lenguas. Por cierto, Alfredo me preguntó,
¿por qué hablas de la univocidad del español de
355
México? ¿no es el mismo que el de Colombia? Y el
solo se contestó: por las palabras de origen
nahua que se escriben con el grafema X y
este se puede pronunciar /j/, /s/, /sh/, ya
entiendo; siempre reflexionaba hasta en el
último detalle.
En la Tabla 2 representamos la
relación grafema – fonema del sistema de
escritura del español de México. Como
puede apreciarse en ella, se destacan 5
niveles de complejidad, el más simple (1) 20
grafemas compuestos por una sola letra
representan uno, siempre el mismo,
fonema. (2) Trece grafemas compuestos
por dos letras que representan uno, siempre
el mismo, fonema; caso especial es el
grafema GÜ que representa una sílaba
/gu/. (3) Dos grafemas compuestos por
una sola letra y (4) otros dos compuestos
por dos letras que, cada uno de ellos
representa dos fonemas. (5) Finalmente
tenemos el caso especial del grafema X que
356
representa cuatro fonemas. La complejidad
de los últimos tres casos es mayor ya que la
relación grafema - fonema es equívoca.
Hace años que no hablamos Fernando Leal
y yo sobre esto, y ya no puedo platicarlo
con Alfredo, pero los tres pensamos que
este sistema de clasificación es perfectible.
De hecho, Alfredo hizo uno más simple
para el español en general sin considerar el
criterio de biunivocidad (Ardila 1991). Dos
puntos más están a favor de la
transparencia del español para ser leído,
uno de ellos es que la frecuencia de los
grafemas con relación equívoca es reducida,
y el otro es que las sílabas con las que está
compuesta cada palabra son fácilmente
separables e identificables. De esto
tampoco nos dimos tiempo Alfredo y yo de
discutir.
357
Nivel de
# Grafema Fonema/s/ Ejemplo compleji
dad
1 A /a/ AZUL
2 B /b/ BOTA
3 D /d/ DEDO
4 E /e/ ESO
5 F /f/ FIJO
6 I /i/ FINO
7 J /j/ JUGAR
8 K /k/ KIOSKO
9 L /l/ LUNA
10 M /m/ MATA 1
11 N /n/ NADAR
12 Ñ /ñ/ NIÑO
13 O /o/ OSO
14 P /p/ PISO
15 S /s/ SALIR
16 T /t/ TRASTO
17 U /u/ USO
18 V /b/ VACA
19 Y /i/ YERMO
20 Z /s/ ZAPATO
21 LL /i/ LLUVIA
N 2
22 /n/ PERENNE
N
358
23 RR /rr/ CERRO
24 SC /s/ ASCÉTICO
25 CH /ch/ CHICA
G
26 /gu/ AGÜITA
Ü
Q
27 /k/ QUELITE
U
28 HA /a/ HAZ
29 HE /e/ HENO
30 HI /i/ HIJO
H
31 /o/ HONDO
O
32 HU /u/ HULE
33 UH /u/ CUAUHTÉMOC
/g/,
34 G GATO, GENTE
/j/
3
/r/,
35 R ARO, RATÓN
/rr/
/s/, PSICOLOGÍA,
36 PS
ps/ CLEPSIDRA
4
G /g/,
37 GUERRA, AGUA
U gu/
/j/,
MÉXICO,
/s/,
38 X XOCHIMILCO, 5
/ks/,
AXIAL, XOLA
/sh/
Tabla 2. Relación grafema-fonema en el español de
México (Modificado de Matute y Leal (2003).
359
3ª Arista: la semiología de las alexias
desde los modelos psicolongüísticos
La hipótesis central para la
clasificación de las alexias desde los
modelos psicolingüísticos, Alfredo lo
explica bien es sus escritos (p.ej.: Ardila,
1991, 1998; Ardila y Benson, 1996); en
resumen, de acuerdo con la vía de lectura
que se afecta ante un daño neurológico, son
los errores de lectura. Así, en la alexia
fonológica, el paciente puede pronunciar la
palabra que lee si esta es conocida pero no
lo hace si esta es desconocida. ¿Cómo sabe
el evaluador que el paciente no conoce una
palabra? En afasiología, desde hace varias
décadas, utilizamos las pseudopalabras
tanto en tareas de repetición (oral) como en
la lectura. Una pseudopalabra es una
agrupación de letras conservando las reglas
fonotácticas de la lengua, por lo que parece
una palabra real, que puede pronunciarse,
pero no tiene ningún significado. Pues bien,
360
pacientes con este tipo de alexia, no lee
pseudopalabras, y se presume que puede
leer las palabras que están almacenadas en
la memoria lexical. Esta disociación implica
que la vía indirecta (no-lexical) está dañada
mientras que la vía directa (lexical) está
preservada. Por ejemplo, podrán leer
SILLA, pero no podrá leer SOLLE.
En la alexia superficial se observa el
patrón inverso, el paciente puede leer
palabras y pseudopalabras regulares (ej.:
MACETA, MUCELA) a la vez que
mostrará gran dificultad para leer palabras
irregulares (Ej.: ALCOHOL) que son
escasa en español. Se presume que la vía de
conversión grafema-fonema está
disponible pero alterada.
Finalmente, en la alexia profunda, las
dos vías, indirecta o de conversión grafema-
fonema, y la directa (lexical) están alteradas
por lo que en estos pacientes la lectura está
muy limitada. ¿Por qué Alfredo me
361
preguntó si los pacientes hispanohablantes con
alexia profunda producían paralexias semánticas?
El rasgo más peculiar de la alexia profunda
son las paralexias semánticas detectables en
la lectura en voz alta; estos errores de
lectura se relacionan con el significado de la
palabra; por ejemplo, ante la palabra
ENFERMERA, el paciente lee /doctor/ o
ante la palabra CLAVEL lee /rosa/. Con
esta explicación nos acercamos un poco al
interés de Alfredo, para comprender por
qué se le ocurrió hacer tal pregunta.
Para comprender la complejidad de
la pregunta que me hizo Alfredo, debemos
rescatar que Alfredo consideró que los
primeros estudios sobre las alexias dentro
de los modelos psicolingüísticos se
realizaron en pacientes anglohablantes o
francohablantes (Ardila, 1991). Si bien, los
sistemas de escritura de estas dos lenguas,
al igual que el del español son alfabéticos,
las primeras tienen un grado mayor de
362
opacidad que el español. Al considerar que
existen diferencias no despreciables entre
estos sistemas de escritura, Alfredo se
preguntó sobre su valor universal y con ello
aceptar o rechazar la aplicabilidad en el
español de los modelos duales y de la
tipología de las alexias. Menuda pregunta
que se hizo y gran controversia que causó.
4ª Arista: la dislexia profunda en
español
En su pensamiento, Alfredo había
estado atando cabos entre todas las
vertientes que, por una parte, describían los
sistemas de escritura alfabéticos y por la
otra las manifestaciones y clasificación de la
alexia. La hipótesis que en aquel entonces
me platicó es la siguiente: Al ser el español
un sistema de escritura transparente para
leer, los hispanohablantes utilizan
preferentemente la vía indirecta, de
conversión grafema-fonema, mientras que,
en el caso de los anglohablantes, dada la
363
opacidad del sistema de escritura del inglés,
con más frecuencia utilizan la vía directa
hacia la representación semántica de la
palabra. Ante una lesión cerebral que
produce una alexia, el paciente
hispanohablante tratará de utilizar la vía
sublexical (leer las letras que componen las
palabras); al estar alterada ésta, la alexia que
manifestará será de tipo fonológico.
En 1986, junto con mi colega
francesa Marie Claire Goldblum,
publicamos el artículo: Are illiterate people
deep dyslexics? En un número especial de
Journal of Neurolinguistics dedicado a Henrie
Hécaen. Marie Claire fue miembro del
grupo de investigación de Henrie Hécaen, y
yo lo tuve como director de estudios en mi
formación Neuropsicología y
Neurolingüística. Los resultados que
aparecen en ese artículo surgieron del
trabajo de campo que realicé para mi tesis
de doctorado Aphasia in illiterates (Matute de
364
Durán, 1986). Solicitamos a los
participantes del estudio denominar objetos
e imágenes, así como leer “palabras
anuncio”; es decir, la palabra tal y como
aparece en el anuncio. Encontramos que
los participantes con lesiones derechas o
izquierdas fueran analfabetos o lectores,
cometían parafasias semánticas al
denominar objetos y que los controles
sanos también lo hacían. No obstante, en la
lectura de palabras anuncios, solo los
analfabetos controles o cerebro-lesionados
realizaban paralexias semánticas. Ningún
participante lector típico hizo este tipo de
error. Con base en los modelos
psicolingüísticos de doble ruta,
consideramos que como los analfabetos
por definición nunca aprendieron el uso de
la ruta indirecta de conversión grafema-
fonema, sus errores corresponden a los que
realizan los pacientes con dislexia profunda,
quienes perdieron la capacidad para
establecer la correspondencia grafema
365
fonema, por lo que las paralexias
semánticas que realizan los analfabetos
típicos pudiera ser atribuida, como los
pacientes con alexia profunda, al acceso
directo a la semántica.
368
(like Spanish) they seem to be absent or (at
most) occasionallyappear in word-
recognition tasks. In nonphonologically
based systems (e.g., ideographic Chinese
reading system) it would be expected that
semantic paralexias were particularly high
(the written word does not point to any
specific phonology, but to a meaning;
moreover, the same ideographic writing
may be understood by speakers of different
languages). In Spanish, apparently few if
any semantic paralexias are observed. This
may result from the phonological reading
strategy it uses. However, if logographic
reading is introduced, semantic errors may
become evident”.
“Psycholinguistic models of
reading should be adapted and
369
reconsidered in light of different reading
systems. Larger amounts of cross-linguistic
comparisons are required”. (Ardila, 1991)
No solo la profundidad de su
pensamiento, el conocimiento y por qué
no, la osadía lleva a Alfredo a considerar la
universalidad de los modelos
psicolingüísticos de lectura, un elemento
más interviene para que Alfredo tome esta
postura: el efecto de la cultura sobre el
desempeño en pruebas neuropsicológicas.
La última arista a considerar.
5ª Arista, Neuropsicología
transcultural
Antes de la década de los setenta
del siglo pasado, se consideraban
“universales” las manifestaciones de los
trastornos neuropsicológicos, aun cuando
Luria con la influencia de Vigosky, hablaba
de aspectos culturales dentro de la
370
neuropsicología (Ver, por ejemplo, Kotik-
Friedgut & Ardila, 2019).
Con relación a la lectura, son tres
perspectivas que facilitan la comprensión
de la pregunta que me hizo Alfredo
¿producen los hispanohablantes paralexias
semánticas? a) organización cerebral para el
lenguaje y literacidad; b) habilidades
fonológicas y analfabetismo y c) los
modelos psicolingüísticos de la lectura.
Todas ellas manejadas magistralmente por
Alfredo. Según es de mi conocimiento, el
primero que vinculó la organización
cerebral para el lenguaje y analfabetismo
fue Robert Edmund Scoresby-Jackson
(Scoresby-Jackson, 1867). Posteriormente,
hubo un gran silencio al respecto y años
después, en la década de los cincuenta, de
manera tibia se manifestó el inglés
MacDonald Critchley (Critchley,1956) y
con mayor contundencia, el alemán Viktor
Gorlitzer Von Mundy (Gorlitzer Von
371
Mundy 1957, 1958a, 1958b, 1959, 1961).
En la década de los setenta, Cameronm,
Currier y Haerer (1973) relacionaron la
manifestación de las afasias con la
literacidad y, Antonio Damasio, Alexander
Castro-Caldas, J.T. Grosso y José M. Ferro
(1976) publican un artículo negando la
influencia de la lectura sobre la
organización, pero años después Castro
Caldas dedica muchos artículos a este tema
apoyando la hipótesis contraria (Ver, por
ejemplo, Castro-Caldas et al. 1998a, 1998b,
Castro-Caldas et al., 1999). En1986,
publiqué los resultados de mi tesis de
doctorado (Matute de Durán, 1986) en el
que señalaba menor especialización
intrahemisférica izquierda para el lenguaje
en las personas que no aprendieron a leer y
a escribir. Estos trabajos anteceden al
interés de la diferencia entre “lectura”
logográfica que, para Alfredo más que
lectura, es el reconocimiento de palabras
como imágenes, pues los analfabetos por
372
definición no pueden utilizar la vía
fonológica. De hecho, diversos estudios
realizados en analfabetos sanos apoyan esta
hipótesis (Ver, por ejemplo, Morais, et al.,
1979).
Esta línea de investigación en
analfabetos sanos está muy presente en la
bibliografía de Alfredo (Finley, Ardila, &
Rosselli,1991; Pineda, Mejia, Ardila, &
Cuartas, A (1997); Ostrosky, Ardila,
Rosselli, López Arango, & Uriel
Mendoza,1998; Ardila, Rosselli, & Rosas,
1989; Rosselli, Ardila, & Rosas, 1990;
Ardila, 2000; Ardila et al. 2010). No
obstante, la bibliografía relacionada con la
Neuropsicología transcultural la antecede,
la acompaña y la supera por mucho.
De las tres dimensiones de cultura
que propone en su escrito (Ardila, 2007):
(1) La representación de cultura interna, subjetiva
o psicológica, (2) La dimensión comportamental, y,
373
(3) Elementos culturales, el estudio del sistema
de escritura se enclava en la primera y la
tercera. La primera incluye el pensamiento,
sensaciones, conocimiento, valores,
actitudes y creencias de los grupos sociales,
mientras que la tercera apela a los
elementos físicos característicos de un
grupo, tales como elementos simbólicos,
ropa, ornamentos, vivienda, instrumentos,
armas, etc. No descarta la posibilidad de las
culturas de establecer algún contacto entre
ellas por lo que un grado significativo de
difusión es generalmente observado. Así
dentro de su perspectiva, el neuropsicólogo
tiene que estar alerta para reconocer los
puntos de contacto interculturales y las
diferencias transculturales (Ardila, Rosselli,
Ostrosky, & Puente, 1992; Rosselli, &
Ardila, 2003). Claro es que, hizo especial
énfasis en la cultura hispana (Ardila,
Rosselli, & Puente, 1994). De manera tácita,
el aprendizaje de la lectura está relacionado
con la escolarización y Alfredo buscó la
374
influencia de cada una de ellas por separado
en la cognición (Ostrosky, Canseco,
Quintanar, Navarro, & Ardila, 1985;
Ostrosky, Quintanar, Canseco, Meneses,
Navarro, & Ardila, 1986.). Ardila lanzó su
hipótesis, su conclusión e interpretación de
manera certera y magistral por lo que las
controversias no se hicieron esperar.
Las controversias
Tres años después de que apareció
ese artículo de 1991, en 1994, aparece en la
revista Brain and Language, la primera
respuesta a la polémica que desató Alfredo,
de coautoría de Adelaida Ruíz, Ana Inés
Ansaldo y André Roch Lecours. Alfredo
conocía muy bien a Roch, desde años atrás.
De hecho, ellos, Alfredo y Roch, fueron
fundadores de la Sociedad Latinoamericana
de Neuropsicología (SLAN) a finales de la
década de los ochenta. Ana Inés, de
Argentina, se formó en Neuropsicología en
375
Montreal, en el grupo de él. Al igual que
Alfredo, André estaba muy interesado en la
patología del lenguaje oral y escrito. Desde
su resumen, en ese artículo se ve claramente
que es una respuesta a las publicaciones de
Alfredo (Ardila, Rosselli y Pinzón, 1989;
Ardila, 1991). Reconoce como lo postula
Alfredo, que, por su transparencia, el
sistema de escritura del español favorece la
ruta de conversión grafema-fonema para la
lectura. No obstante, aparece la refutación,
pueden observarse paralexias semánticas en
hispanohablantes; el argumento es la
presentación de dos casos, un abogado y un
programador de sistemas quienes, como
consecuencia de una lesión cerebral,
presentan afasia y alexia. Lo interesante es
que ambos pacientes realizan paralexias
semánticas. ¿Se equivocó Alfredo? Ana
Inés y André en su escrito, no se atreven a
ir tan lejos, como para contradecir la
postura de Alfredo y concluyen que
además de las características del sistema de
376
escritura de una lengua, existen otros
factores que afectan las características de la
alexia; dado que los dos pacientes que
presentan en ese artículo son
profesionistas, sugieren que el nivel de
escolaridad alto y hábitos de lectura sólidos
conllevan a la presencia de paralexias
semánticas en hispanohablantes por lo que
postulan:
379
“ … perhaps the very transparent
nature of grapheme – phoneme conversion
in Spanish might also account for the rare
occurrence of semantic paralexias in patient
group studies”.
En ese escrito se señalan dos casos
que desconozco, uno de Fernando Dalmás,
uruguayo, (Dalmás, 1991) y otro del mismo
Aldo (Ferreres, 1992). En total, en estos 4
reportes son 5 pacientes hispanohablantes
que presentan alexia profunda y que tienen
como común denominador una escolaridad
alta. Incluyo en el listado de referencias
estas dos, para aquellos que tengan interés
en analizar esta discusión con mayor
acercamiento, puedan hacer su búsqueda
más fácilmente. No queda más que decir,
¡bravo, Alfredo! una breve pero profunda
hipótesis puso en juego a los pocos
afasiólogos que trabajaban en esa época
con pacientes hispanohablantes.
380
Tuvimos que esperar la contra
respuesta de Alfredo tres años. En la revista
Aphasiology (Ardila, 1998) publica una
reflexión teórica Semantic paralexias in the
Spanish language, teniendo como argumentos
los casos señalados aquí y los hallazgos en
hablantes de otras lenguas. En esta
reflexión, analiza la aplicabilidad de los
modelos psicolingüísticos en el español.
Vuelve a enfatizar que, en español, la
estrategia grafofonémica de lectura es la
más utilizada y que en circunstancias
normales, no se requiere la lectura
logográfica. Resalta que, en español, la
lectura logográfica, así como otras
estrategias de lectura pueden utilizarse bajo
circunstancias muy específicas. Si bien las
paralexias semánticas son comunes en
pacientes aléxicos anglohablantes, este
fenómeno es inusual en pacientes afásicos
hablantes del español y se reduce a una
submuestra de afásicos muy específica. En
resumen, Alfredo considera que la
381
semiología de las alexias se relaciona con la
idiosincrasia de los respectivos sistemas de
escritura.
Años después, Fernando Cuetos
(español) junto con Edith Labos
(Argentina) se mezclaron en esta discusión
(Cuetos y Labos, 2001; Cuetos, 2002;
Davies y Cuetos, 2005) y presentan un
nuevo caso de una secretaria
hispanohablante, quien subsecuente a un
tumor cerebral presenta afasia y alexia
profunda. Este caso lleva a los autores a
concluir que la lectura lexical es adoptada
por los lectores competentes aun cuando
son usuarios de sistemas de escrituras
transparentes como lo es el español.
Hace poco, Alfredo y Fernando
Cuetos publicaron un encuentro entre estas
dos posturas sobre la aplicabilidad de los
modelos de lectura de doble ruta en español
Applicability of dual-route reading models to
382
Spanish (Ardila y Cuetos, 2016) y contrastan
estas dos perspectivas que he analizado en
este escrito. Aquí, ellos detallan lo que
llaman “los dos principales factores que
influyen en la lectura: las características del
sistema ortográfico y las características del
lector hispanohablante. En su escrito
concluyen que en español:
1. Dada su transparencia, la lectura
fonológica representa la estrategia inicial de
lectura;
2. el “umbral de lectura” (tiempo requerido
para aprender a leer) es más bajo en español
ya que no hay palabras irregulares;
3. a medida que aumenta la experiencia
lectora, aumenta la velocidad y la lectura
léxica se hace progresivamente más
frecuente;
383
4. dadas las características del sistema de
lectura español, es comprensible que la
frecuencia con la que aparecen casos de
dislexia profunda sea tan baja.
386
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400
401
402
Alfredo, El Hombre
Detrás Del Genio.
A mi mentor, amigo y maestro Alfredo
Ardila
Francisco Lopera Restrepo 17
Siendo yo un estudiante de
medicina y profesor de cátedra de la sección
de investigaciones psicológicas de la
Universidad de Antioquia, que había
ayudado a fundar al psicoanalista Joel
Otero, escuché de él por primera vez el
nombre de Alfredo Ardila, quien había sido
su compañero de estudio en la Universidad
Nacional de Bogotá. Su comentario, en el
17Neurólogo y Director del Grupo de Neurociencias
de Antioquia —GNA
403
sentido de que Alfredo tenía una formación
muy rigurosa y acababa de regresar al país
después de haber realizado estudios de
postgrado con Alexander Luria en Rusia,
me cayó como anillo al dedo. Me
encontraba escribiendo un trabajo crítico
sobre el conductismo de Watson, que me
obligó a estudiar la obra del neurofisiólogo
ruso Pavlov, de cuya obra, Watson tomaba
el concepto de reflejo condicionado y esto
me había llevado a interesarme en la
Psicología y Neuropsicología soviética de
Alexander Luria.
Cuando reingresé a la Universidad
de Antioquia como residente de Neurología
Clínica, contacté por primera vez a Alfredo
Ardila para solicitarle que me aceptara
hacer una rotación con él en su servicio de
Neuropsicología del Instituto Neurológico
de Bogotá. Fue en este momento cuando
404
tuve la oportunidad de conocerlo y trabajar
varios meses bajo su tutoría.
La experiencia de hacer una
rotación en Neuropsicología con Alfredo
Ardila como parte de mi formación en
Neurología Clínica fue algo revelador y
maravilloso. Con Alfredo como tutor, tuve
la sensación de estar trabajando con el
mismísimo neurólogo y neuropsicólogo
Alexander Luria.
Durante la sesión académica de la
mañana, cuando se presentaba y discutía la
historia de los pacientes ingresados el día
anterior, con neurocirujanos, neurólogos y
psiquiatras del Instituto, la intervención de
Alfredo era siempre la que mejor cuenta
daba de la realidad clínica de cada paciente.
Alfredo impresionaba a todo el staff por su
dominio de la clínica, la semiología y la
localización de las lesiones cerebrales y por
405
poner punto final a la mayoría de las
discusiones.
Después de las sesiones
académicas, atendíamos las solicitudes de
evaluación neuropsicológica de los
pacientes nuevos ingresados al Instituto,
evaluaciones que realizábamos al borde de
la cama del paciente. La evaluación se
centraba fundamentalmente en la
reconstrucción de la anamnesis
interrogando al paciente y en lo posible a un
familiar. Alfredo a veces hacía uso de una
hoja de papel para solicitarle al paciente
escribir o dibujar, y muy rara vez hacía uso
de test formales para la evaluación al borde
de la cama. Su evaluación era estrictamente
clínica y del interrogatorio extraía
directamente el diagnóstico que debía
confirmarse posteriormente al trasladar al
paciente a un consultorio para evaluación
406
neuropsicológica con baterías y tests
neuropsicológicos formales.
Esta actividad evaluativa, al borde
de la cama del paciente, fue la que más
impactó en mi proceso de formación y
marcó mi manera de interrogar y evaluar a
mis pacientes por el resto de mi vida
profesional. A través de Alfredo, tuve la
fortuna de impregnarme de un estilo
Luriano de evaluación del paciente con
trastornos del sistema nervioso central.
Con Alfredo aprendí lo más importante que
debe saber un clínico: si al terminar el
interrogatorio uno no sabe qué tiene el
paciente, va a ser muy difícil saberlo con
cualquier otro examen y que todos los
exámenes que se le solicitan a un paciente
deberían ser siempre para confirmar lo que
se concluyó con la anamnesis y no para
hacer el diagnóstico.
407
El otro principio fundamental que
aprendí con Alfredo fue la importancia de
incluir en la anamnesis el interrogatorio a
un familiar o a un conocido del paciente. Es
tan importante lo que el paciente refiere de
su padecimiento como lo que refiere el
familiar del paciente. Si no se encuentra la
clave del diagnóstico en el primero, se
encuentra en el segundo, siempre y cuando
sea un buen informante. La habilidad para
interrogar de Alfredo era tan desarrollada
que parecía detectivesca. Lo más
interesante de todo este ejercicio es lo que
venía después en las reuniones de discusión
de los casos clínicos con toda la
información de exámenes paraclínicos,
imágenes y test neuropsicológicos.
Comprobar que todos estos estudios
confirmaban lo que ya se había sospechado
por la anamnesis reforzaba el valor y la
importancia de ésta. Cuando se descubría
408
un error diagnóstico, generalmente se
encontraba como causa una anamnesis
incompleta o mal hecha. Más que una
evaluación neuropsicológica formal, lo que
Alfredo hacía al borde de la cama del
paciente era, supongo yo, una evaluación al
estilo de Luria como neurólogo del
comportamiento.
Alfredo transmitió a todos sus
discípulos pasión por la obra de Luria y por
la Neuropsicología. Amaba tanto la
Neuropsicología que no podía enseñarla sin
pasión. Pero el tema que más emoción le
generaba era el lenguaje y las afasias. En
alguna de las lecturas de los textos que me
recomendó leí este comentario: “si quieres
desanimar a un neurólogo para que se
interese en la neuropsicología ponlo a
estudiar el tema de las afasias”. Sin
embargo, lo que yo diría hoy en día es que,
si quieres enamorar a un neurólogo de la
409
neuropsicología, ponlo a escuchar a
Alfredo Ardila hablar de afasias, o dile, que
lea un texto de Alfredo sobre el lenguaje y
las afasias.
El tema de las afasias era tan
complejo y complicado, que poner a un
neurólogo, a un estudiante o a un residente
de neurología a leer el tema de las afasias lo
desanimaba de la neuropsicología. Con
Alfredo ocurría todo lo contrario, porque él
ordenó y organizó el tema de las afasias de
una manera didáctica y de una forma que
seducía al lector. Pero el lenguaje no era
solamente el tema que más lo emocionaba,
era también su mayor fortaleza. Alfredo
tenía una habilidad lingüística tan
excepcional que se podría pensar que tenía
dos hemisferios izquierdos. De hecho, su
habilidad lingüística se expandía tanto en
sus hemisferios cerebrales que puso en
aprietos una función relacionada con el
410
hemisferio derecho. Alfredo no era muy
bueno en el reconocimiento de caras y
parece que dicha debilidad lo acompañó
toda su vida. Pero, por el contrario, era muy
bueno para analizar el procesamiento
cerebral de las caras, como pude
comprobarlo en el proceso de escritura y
publicación de un artículo sobre
prosopagnosia que publicamos juntos.
Algo que admiré mucho de él fue
su sentido de pertenencia como
Latinoamericano. En ese sentido era radical
y fundamentalista. Adoraba y defendía con
toda su energía a Latinoamérica, a los países
en vías de desarrollo, y no toleraba
comentario ofensivo contra ellos. Le
interesaba sobremanera difundir la
Neuropsicología en todos los países de
América Latina y lo hizo muy bien, porque
sembró semillas y dejó discípulos en todas
partes. Creo que todos los psicólogos,
411
fonoaudiólogas, terapistas del lenguaje y
neurólogos que tenemos que ver con la
Neuropsicología en América Latina, lo
consideramos como el padre de la
Neuropsicología en Latinoamérica.
Difundió muy bien el legado de Luria y de
la Neuropsicología entre todos los
latinoamericanos, y ahora nos toca a
nosotros mantener el suyo.
Por otra parte, fue un verdadero
maestro en la docencia. Estimulaba y
contagiaba a sus discípulos por la actividad
de la escritura y de las publicaciones. Nos
estimuló a todos a escribir y a publicar lo
que aprendíamos en el desarrollo de la
actividad clínica y profesional. Alfredo no
soportaba quedarse con el goce y la
capacidad de asombro que le producía el
análisis de un caso clínico, tenía que
escribirlo, publicarlo y comunicarlo como
una forma de compartir ese goce y
412
capacidad de asombro con los otros.
Alfredo mostraba una pasión
impresionante en sus conferencias, hasta el
punto de ser contagiosa. Sus conferencias
jamás aburrían, porque se apoderaba de la
mente de los asistentes que le escuchaban y
capturaba su atención hasta el final. Hubo
incluso profesionales y estudiantes que con
sólo escucharlo decidieron dedicarse a la
Neuropsicología.
Alfredo transformó a muchos
neurólogos en neurólogos del
comportamiento, entre los cuales estamos
David Pineda, Byron Bernal y mi persona,
pero probablemente fueron muchos otros.
El impacto de esto fue de tal magnitud que,
por lo menos 3 grupos de trabajo en el área
de las Neurociencias Cognitivas: el grupo
de Byron Bernal en EEUU, el de Gruneco
de David Pineda en la Universidad de San
Buenaventura en Medellín, y el Grupo de
413
Neurociencias de la Universidad de
Antioquia, que tengo el honor de dirigir,
son indudablemente parte de su legado. De
hecho, los primeros trabajos que
publicamos de Neuropsicología sobre la
enfermedad de Alzheimer Autosómica
dominante en Antioquia, lo hicimos con
Alfredo Ardila y Mónica Rosselli, y el
primer premio de ciencias físicas y naturales
de la Fundación Alejandro Escobar al
Grupo de Neurociencias de Antioquia lo
compartimos con ambos.
Nuestros grupos en Colombia se
formaron al calor de la actividad febril de
Alfredo para la escritura y publicación de
pequeños libros de Neuropsicología en
nuestro medio, en la que lograba
involucrarnos a todos generando una masa
crítica de interesados en la
Neuropsicología, en las Neurociencias
Cognitivas y en la Neurología del
414
comportamiento. No en vano lideró la
creación de la revista Neuropsicología,
Neuropsiquiatría y Neurociencias, órgano
oficial de publicaciones de la Asociación
Latinoamericana de Neuropsicología
(ALAN), de la cual fue también uno de sus
fundadores.
También quiero decir que Alfredo
supo escoger a la mejor compañera de su
vida porque, Mónica Rosselli, su polo a
tierra, tan brillante como él en el campo de
la Neuropsicología, influyó enormemente
en su grandeza. Supo escoger como
compañera de vida a alguien que le ayudara
además a difundir la Neuropsicología en
América Latina, y nadie mejor que Mónica
Roselli para ese reto.
De regreso de Bruselas en 1989,
donde cursé dos años de Neuropsicología
de adultos y niños y antes de volver a
415
Colombia, tuve la oportunidad de convivir
3 meses con Alfredo y Mónica en Miami.
Me impactó ver la rapidez con la que
respondía sus correos electrónicos: correo
que llegaba a su bandeja de entrada era
respondido de inmediato. A veces, cuando
ya había terminado de responder
completamente una tanda de correos, daba
la impresión de quedarse atento esperando
la entrada del próximo correo para
responderlo. Esta estrategia de Alfredo es
altamente recomendable para los que no
tenemos fortalezas en la memoria. Alfredo
tenía una excelente memoria, pero la usaba
con eficiencia.
Me impactó mucho también el
amor que tenía por su familia. Para
mencionar sólo un detalle, en cada navidad
Alfredo y Mónica compartían con todos
sus amigos una tarjeta con la foto de sus dos
hijos. Hermosa forma de comunicarnos
416
cómo los veía crecer porque la costumbre
la mantuvo por siempre. Sus compañeros y
amigos tuvimos la oportunidad de
compartir muchos momentos con Alfredo,
lo cual nos permitió conocer cómo amaba
la vida, su familia y sus amistades. Era un
placer cerrar un evento, un taller o una
conferencia con Alfredo y salir en grupo a
festejar cantando y bailando. Guardo en mi
memoria una escena cantando tango con
Alfredo acompañados por la orquesta de
tango del bar Madeleine, en Buenos Aires.
Los últimos correos que me
escribió Alfredo dan cuenta de su amplio
interés por todos los perfiles humanos. El
10 de enero del 2020 me envió un correo
con el siguiente texto:
Pacho,
“Hay dos criminales fuera de todo limite en
Colombia que he tenido interés en estudiar: Luis
417
Alfredo Garavito (probablemente torturó y mató a
más de 300 niños), y Popeye (mató directamente
unas 300 personas y fue responsable de unas 3.000
muertes). Garavito podría ser el criminal mayor en
la historia de la humanidad.
Desde el punto de vista de las neurociencias
cognitivas, son tan interesantes como Einstein:
personas completamente inusuales, desviadas
significativamente.
Como sabrás, Popeye se está muriendo de un cáncer
en el esófago. Ha descrito en detalle todos sus
crímenes e intenta aparecer como muy colaborador.
Está en Bogotá, pero seguramente lo trasladarán
pronto a Medellín.
Propuesta: (1) convencer a Popeye que done su
cerebro cuando muera. Podría ser de gran interés en
un futuro, cuando entendamos mejor las bases
neurológicas de las conductas desviadas; (2) hacer
una evaluación SUPER SUPER SUPER
completa desde el punto de vista neurológico,
418
radiológico, neuropsicológico, intelectual, EEG, etc.
Estoy convencido que Popeye aceptaría ambas
propuestas.
Describimos el caso y lo publicamos –obviamente
cuando se haya muerto-- para que la información
quede registrada. Tenemos sin embargo que obtener
su permiso escrito para su publicación. Y
guardamos el cerebro para la posteridad.
¿Te parece que valdría la pena?
¡Un muy feliz 2020!
Aunque dudé si sería capaz de
evaluar un sicario, me interesó la propuesta
y comenzamos a analizar un plan para
establecer contacto con Popeye o su
familia, pero muy pronto, el 6 de febrero
Alfredo me envío su último correo con esta
nota y un link: “Murió Popeye ya no
podremos estudiarlo”. Alfredo suponía que
en el cerebro del sicario debería encontrarse
419
la explicación de su maldad. No juzgaba al
sicario por sus maldades y crímenes, más
bien le interesaba entender por qué un
sicario se comportaba como tal.
Doy gracias a la vida que me brindó
la oportunidad de conocer y compartir con
una persona tan genial como Alfredo
Ardila, que impactó mi vida y la forma de
ver y vivir mi profesión como neurólogo
clínico. Ese impacto se refleja en toda mi
producción científica y en la de mi Grupo.
Quiero agradecer a mi amiga
Ninoska y a la Sociedad Boliviana de
Neuropsicología, por invitarme a escribir
estas notas a la memoria de Alfredo que
seguirá estando presente en el resto de mi
vida. Invito a todos sus amigos y discípulos
a que mantengamos vivo su legado y lo
sigamos difundiendo en toda América
Latina como el mejor homenaje que
420
podemos brindarle a nuestro maestro,
amigo, mentor y colega.
421
422
423
424
Para el Dr. Alfredo Ardila:
“Genio de la Neuropsicología”
¡Con todo respeto y cariño! dedico este “Poema
Acróstico”: Dr. Hugo Jaime Ocampo.
426
427
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