Albaceazgo

El albaceazgo puede ser ordinario o fiduciario.

El albacea es la persona designada por el testador para ejecutar sus disposiciones
testamentarias. Si no lo designa, los encargados serán los herederos.
Si el albacea es un asignatario y rechaza el albaceazgo sin probar inconveniente
grave, se hará indigno de suceder al causante.
El albaceazgo es como un mandato, pero se diferencian en:
- Alba es solemne porque debe estar en testamento, mandato es consensual.
- Alba surge de la muerte del causante, mandato del acuerdo de voluntades.
- Alba no es delegable ni transmisible, el mandato sí.
- El menor adulto no puede ser albacea, sí puede ser mandatario en el
mandato representativo.
- Ambos se pueden rechazar, no son forzosos.
Una vez haya aceptado, debe evacuar la ejecución de las disposiciones (no puede
renunciar con total libertad); pero la renuncia con causa legítima solo le priva de
una parte proporcionada de la asignación que se le haya hecho en recompensa
del servicio (remuneración).
El albaceazgo es indelegable, a menos que el testador haya concedido
expresamente la facultad de delegarlo. El albacea, sin embargo, podrá constituir
mandatarios que obren a sus órdenes; pero será responsable de las operaciones
de éstos.
El cargo debe designarse en el testamento.
La aceptación debe manifestarse en el tiempo establecido por un juez, so pena de
que opere la caducidad y solo podrá prorrogarse una vez.
Si va a rechazar, debe ser por un inconveniente grave so pena de indignidad.
Si va a renunciar, debe ser por una causa legítima o deberá pagar una
remuneración proporcional a la asignación que le dejaron.
Se debe diferenciar la aceptación del momento en que comienza a ejercer el cargo
porque si el testador no fija un término de duración del albaceazgo, será de un año
contado a partir del día en que empieza a ejercerlo.
El albacea ordinario puede ser: con tenencia y administración total o parcial
de los bienes o sin tenencia de bienes. Cuando es con tenencia, tendrá las
facultades y obligaciones del curador de la herencia yacente.
Funciones
a) Velar por la seguridad de los bienes relictos, hacer que se guarden bajo llave y
sello el dinero, los muebles y los papeles, mientras no haya inventario solemne, y
cuidar de que se proceda a este inventario con citación de los herederos y de los
demás interesados en la sucesión (artículo 1341).
b) Dar noticia de la apertura de la sucesión y citar a los acreedores.
c) Vigilar la integración de hijuela de deudas (artículo 1343).
d) Pagar deudas hereditarias y legados si el pago de estos no se impuso a un
heredero determinado – (artículos 1345, 1347 y 1348).
e) Exigir caución a cargo del obligado a pagar legados, en los términos del artículo
1349.
f) Defender la validez del testamento (artículo 1352).
Su razón de ser en el derecho de sucesiones: albacea para que ejecute las
disposiciones del testador y partidor para realizar la partición de la herencia.
Quién lo nombra: al albacea lo nombra el testador, al partidor lo nombra el
testador, los interesados o el juez. Los herederos y el cónyuge sobreviviente, si
fueran capaces podrán hacer la partición por sí mismos o por conducto de sus
apoderados judiciales con facultades para ello.
Si tiene remuneración: ambos tienen.
Quiénes están inhabilitados: para el albaceazgo, el menor adulto; para ser
partidor, el albacea o coasignatario de la cosa cuya partición se trata.
Coasignatarios sí pueden cuando tengan la libre disposición de sus bienes y
concurren al acto.
Qué relación tienen con el testador:
Si pueden ser o no herederos: ambos pueden serlo.