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DISERTACIÓN – PATADA A LA ESCALERA: LA VERDADERA

HISTORIA DEL LIBRE COMERCIO

Apellidos y Nombres: Montesinos Mamani Arnold Emerson


Código: 20194159E

Introducción

Creemos que la mejor opción para generar riquezas y puestos de trabajos es


eliminar las barreras arancelarias y abrirse al mercado mundial, cuando en
realidad puede ser todo lo contrario. Y como decía James Garfield: “El
comercio une al mundo en una común hermandad de dependencia mutua y
de intereses recíprocos”.
En esta disertación voy a trabajar el artículo de Ha-Joon Chang
denominado Patada a la escalera: La verdadera historia del libre comercio.
Me ha llamado la atención este libro porque desarrolla una idea con
respecto al comercio exterior que anteriormente no conocía. Me basaré
principalmente en la obra desarrollada por Ha-Joon Chang ya antes
mencionada.
En primer lugar, desarrollaré una breve introducción. Seguidamente
explicaré los detalles que se presentan a lo largo del artículo para
finalmente realizar la conclusión.

Desarrollo

La historia del libre comercio ha tenido una perspectiva, según el


consenso de Washington, según el cual lo mejor que pueden hacer los
países para generar riqueza y puestos de trabajo es eliminar las barreras
arancelarias y abrirse al mercado mundial. Sin embargo, los países que hoy
se consideran desarrollados no realizaron exactamente esto.

Estos países inicialmente usaron en épocas pasadas el proteccionismo para


defender su industria naciente y solo pasaron a predicar las virtudes del libre
comercio cuando se hallaban ya en una situación en la que eran capaces de
competir internacionalmente con otros países que habían avanzado antes en
el desarrollo industrial. Los casos de Gran Bretaña y de EE. UU son
ejemplos importantes. Practicaron el proteccionismo por largos periodos.

Según lo que dijo Friedrich List, una vez alcanzada la cima, es una argucia
común dar una patada a la escalera por la que se ha subido, privando así a
otros de la posibilidad de subir detrás. Cuando los países hoy desarrollados
estaban en la fase de crecimiento acelerado usaron políticas comerciales e
industriales intervencionistas para promover sus industrias nacientes y
alcanzar las economías más desarrolladas en ese entonces. Las formas
concretas que adoptaron esas políticas y el énfasis que cada una ponía en
unos u otros aspectos fueron diferentes de unos países a otros, pero no se
puede negar que los países hoy desarrollados utilizaron activamente ese tipo
de políticas. Y, en términos relativos (es decir, considerando la brecha de
productividad con los países más avanzados), muchos de ellos realmente
protegieron sus industrias mucho más que los países hoy en desarrollo.

La única manera de que los países contradigan que esto es cierto, sería
argumentar que las políticas comerciales que aplicaron hace años ya no es
efectiva actualmente porque “los tiempos han cambiado”. Si los países en
desarrollo pueden adoptar políticas (e instituciones) más apropiadas a su
etapa de desarrollo y a las condiciones a las que han de hacer frente,
podrán crecer más rápidamente, como hicieron de hecho durante los años
sesenta y setenta. A largo plazo, eso no solo beneficiaría a los países en
desarrollo, sino también a los países desarrollados, pues aumentarían las
oportunidades de comercio y de inversión disponibles para los países
desarrollados en los países en desarrollo. La tragedia de nuestro tiempo es
que los países desarrollados no son capaces de darse cuenta de esto.

Conclusión

El artículo expone un hecho que es claro: las economías desarrolladas le


están dando “patadas a la escalera” que usaron para lograr el desarrollo que
ostentan actualmente. Sin embargo, estos países no se dan cuenta, y es
lamentable, que si los países en vías de desarrollo logran crecer rápidamente
como lo hicieron los desarrollados en los años sesenta, a largo plazo esto
beneficiaría a los países más desarrollados pues aumentarían sus planes de
inversión y de comercio. Es algo muy importante que quizás no se tiene en
consideración hoy en día.

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