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INTRODUCCION

En este libro de los cinco anillos nos habla o nos explica cómo se debe el tratado
clásico sobre la táctica militar de Japón, en una línea semejante al Arte de la Guerra,
escrito por el estratega chino Sun Tzu. Realizado por Miyamoto Musashi en su vejez,
durante su retiro de ermitaño en la Cueva de Reigendo en 1643.

El autor explica su experiencia como guerrero y relata su dedicación y esfuerzo para


aprender los principios del Niten Ichi Ryu (su propia escuela de Kenjutsu, un arte
marcial japonés).

El libro está dividido en cinco volúmenes:

 El Manuscrito de la Tierra
 El Manuscrito del Agua
 El Manuscrito del Fuego
 El Manuscrito del Viento
 El Manuscrito del Vacío

OBJECTIVOS GENERALES

Es que aprendamos por medio de los diversos ejemplos y pensamientos citados a Io


largo del libro las diferentes maneras en los métodos para alcanzar la victoria, técnicas
para adaptarse al ambiente donde se está peleando, estrategias para engañar al
contrincante, entre otras enseñanzas interesantes de estrategias para poder obtener
grandes beneficios.

DESARROLLO

Comienza donde el propio Musashi hace una breve presentación, expone su


experiencia como guerrero y su dedicación por adquirir los principios del Camino de la
estrategia del Niten Ichi Ryu

Aunque para los tiempos actuales pueda parecernos fuera de lugar, sirve para resaltar
el esfuerzo y la búsqueda de la superación mediante la practica disciplinada del oficio
o profesión que se profesa, Musashi desde su juventud busco el perfeccionar su
habilidad en la actividad en la que se desenvolvía, cabe resaltar que la actividad de
guerrero era
considerado una profesión en el Japón antiguo, como lo era el ser carpintero,
comerciante o constructor.

Desde su concepción puramente formal, el libro describe una serie de etapas


pensadas, para guiarnos por el camino del crecimiento personal en cualquier plano
donde busquemos desenvolvernos, así Io imaginó Musashl al dividirlo en cinco
capítulos o anillos.

El Manuscrito de la Tierra o El Manuscrito del Agua o El Manuscrito del Fuego o El


Manuscrito del Viento o El Manuscrito del Vacío

RESUMEN

EL MANUSCRITO DE LA TIERRA

En este capítulo trata la importancia de la estrategia militar, o "Camino de la


estrategia", establece cuál es el espíritu y los requisitos morales para comprender este
camino.

Su escuela enseña la ventaja que ofrece el estilo de combate con dos sables al mismo
tiempo: el sable largo (katana) y el corto (wakizashi).

Hace comparaciones del camino estratégico del guerrero con el camino de otros
oficios tales como el del agricultor, del comerciante, etc.

Musashi compara las características del sable con las de otras armas tales como la
lanza, el arco y la alabarda, explica también la importancia de manejar
adecuadamente los tiempos y ritmos en la estrategia, Io que implica hacer las cosas
en el tiempo preciso u oportuno para triunfar

También trata sobre la planificación, organización y liderazgo usando comparaciones


metafóricas, una de las metáforas más destacadas es la del "carpintero", en el antiguo
Japón llamaban carpintero al arquitecto o al constructor de edificios, porque en aquel
tiempo las edificaciones comunes eran de madera y sólo las fortificaciones o castillos
eran de piedra y madera.

Así que cuando Musashi trata sobre el "Camino del carpintero" en realidad se refiere al
"Camino del Constructor", empleando la comparación del Constructor, Musashi
establece cómo debe ser aplicada la estrategia: así como un Constructor planifica el
proyecto en su medida correcta y basándose en este plan realiza el trabajo, así se
debe aplicar la estrategia en el campo militar o en otros oficios.

Luego, Musashi describe que aquel que dirige correctamente la construcción,


selecciona la buena madera y la que es más fuerte para las columnas o pilares, la
madera menos fuerte para umbrales, puertas, las maderas nudosas o de mala calidad
sirven para ayudar a la construcción como hacer andamios, y luego para hacer leña.

Con esta descripción, Musashi enseña que en toda empresa o proyecto se debe
colocar el material con que se cuenta en virtud de su característica, en el lugar que le
corresponde para lograr una construcción sólida, porque si no se logra distribuir todos
los recursos de forma adecuada para lograr una meta, entonces simplemente se
fracasará, o en otras palabras si usamos madera mala o con fallas para construir
columnas, éstas tarde o temprano colapsaran y caerá la construcción.

Después Musashi sigue usando la comparación de la arquitectura con el Camino de la


estrategia y dice que el jefe de construcción designa sus hombres adecuadamente: los
especialistas para fabricar las distintas capas de pisos, especialistas para construir
puertas, umbrales, dinteles, techos etc.

La gente menos preparada es usada para ensamblar, fabricar cuñas y trabajos


diversos, con esta comparación Musashi enseña que el líder debe seleccionar
apropiadamente el personal que reúna el perfil adecuado para lograr la realización de
sus proyectos.

El líder debe conocer las habilidades de cada uno de sus subordinados y por lo tanto
saber delegar responsabilidades, aquel dirigente que no conozca las características de
su personal, tiende al fracaso, un líder debe saber discernir quién de su personal
puede ayudar o desempeñarse mejor en una determinada labor.

Musashi establece principios para alcanzar el Camino de la estrategia:

 Pensar honestamente.
 Entrenar constantemente física y mentalmente.
 Conocer otras artes marciales.
 Conocer los Caminos de otras profesiones.
 Distinguir las ventajas y desventajas de todo tema
 Aprender a ver las cosas con un enfoque preciso.
 Percibir y comprender aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver.
 Prestar atención a los pequeños detalles.
 Hacer cosas útiles.

Musashi añade: “Guardar estos principios en tu corazón para entrenarse en el Camino


de la estrategia, si no miras las cosas desde una amplia perspectiva será difícil que
llegues a ser un experto en la estrategia”, afirma que el que domina este Camino es
capaz de doblegar a más de veinte enemigos, el líder que aplica el Camino de la
estrategia es capaz de dirigir competentemente a sus subordinados.

Finalmente, culmina las lecciones de este manuscrito con esta frase: “Saber cómo se
ganar ayuda a uno mismo y al prestigio, esto es el Camino de la estrategia”.

EL MANUSCRITO DEL AGUA

En este capítulo explica métodos para alcanzar la victoria, usando ciertas posturas,
técnicas para empuñar el sable correctamente, para mover el cuerpo, diferentes
técnicas de corte, el manejo de ritmos, tiempos, de cómo combatir contra varios
adversarios a la vez.

El interés de Musashi se centra en que quiere que el practicante aprenda a moverse


adecuadamente adquiriendo una flexibilidad natural adaptándose a las circunstancias
con una fluidez como la del agua que se adapta a la forma del recipiente o del cauce
que lo contiene.

Musashi dice: “siguiendo al agua como modelo, el espíritu debe ser como el agua”,
pero antes de comenzar formalmente las lecciones, Musashi recomienda
enfáticamente que su libro debe leerse con mucho detenimiento: “Si interpretas estos
textos a la ligera, cometerás muchos errores en el Camino”.

También recalca: “No leas por leer, ni imites, sino que debes tener interés por
descubrir tú mismo estas cosas, se debe reflexionar para llegar a la
comprensión”.

Después, da consejos importantes sobre el estado de ánimo ideal, en las cuales


recomienda estar en equilibrio, el ánimo no debe estar sobresaltado, pero tampoco
desanimado.

No debemos sentirnos superiores, pero tampoco sentirnos menos, Musashi nos dice
que los sentimientos no deben dominar al cuerpo, ni el cuerpo dominar a los
sentimientos, debe haber un equilibrio, lo que sí debemos dominar todos es la
inteligencia, la sabiduría en el campo donde nos desenvolvamos es lo que predomina.

Después de estos útiles consejos aplicables no sólo en las artes marciales sino
también en la vida diaria, Musashi comienza formalmente sus lecciones técnicas, la
explicación de estas técnicas involucran reflexión tal como Musashi lo advierte, por lo
que sus lecciones del manejo del sable pueden considerarse metáforas que pueden
aplicarse a cualquier actividad de la vida, de hecho Musashi casi en todo el libro
después de que explica una técnica siempre termina cada lección con frases como:
“Se debe estudiar bien”, “se debe pensar con cuidado”, “debes examinar para
comprenderlo” o “hay que reflexionar”, invitando a ver más allá de la simple lectura.

Musashi dice al respecto: “Piensa a fondo cada letra y cada palabra de este libro”, por
lo tanto, como sus lecciones son metafóricas, da lugar a distintos significados o
interpretaciones que se identifican o se amoldan a cualquier actividad en la vida diaria
y que no necesariamente tenga que ver con las artes marciales.

Entre las técnicas que guardan comparaciones o metáforas destaca, por


ejemplo:

Vista y Percepción, uniendo ambos ojos, con "uniendo ambos ojos" Musashi se refiere
a que hay que saber combinar el ojo de la vista con el ojo de la percepción.

Aquí se le da importancia a la percepción que la simple vista en sí, Musashi dice "La
percepción es fuerte y ves aquello donde la vista es débil", se deben ver las cosas
desde una perspectiva amplia diferente a lo normal.

Las cosas cercanas se deben ver como si estuvieran lejos y las cosas lejanas como si
estuvieran cerca, esto significa que hay que buscar siempre el enfoque adecuado para
comprender las cosas, se debe ver sin girar los ojos, es decir desarrollar la visión
periférica, mirar atentamente y sin distracciones.

Otras técnicas importantes son las llamadas Las cinco posturas, las cuales son cinco
posturas básicas de ponerse en guardia, Musashi aclara que estas posturas no son
para defender, sino que son para atacar, independientemente de la postura que uno
adopte, lo primordial es pensar en la intención de enfrentar al enemigo.

Prácticamente la esencia de las lecciones de Musashi en el manejo de los dos sables


gira en torno a unas técnicas llamadas Las cinco técnicas, las cuales consisten en
cinco formas básicas de ataque y que tienen relación directa con las cinco posturas
citadas anteriormente, otra de las técnicas que vale la pena mencionar es la llamada
Postura sin postura, se explica un principio que consiste en “ponerse en guardia sin
ponerse en guardia”, que en el combate no se debe estar siempre con una postura fija,
sino que se debe cambiar constantemente la puesta en guardia de acuerdo a las
circunstancias, del mismo modo como el agua cambia su forma de acuerdo a la forma
del cauce por donde fluye ésta.

Este es el motivo del nombre de este manuscrito, estos cambios son dinámicos que da
la impresión de que no se adopta una postura, sin embargo, allí están, a simple vista
no se ve, pero allí están esas cinco técnicas que se han mencionado anteriormente.

Musashi sorprende con otra de sus enseñanzas filosóficas a pesar de que usa frases
simples. “Si piensas sólo en golpear o tocar al enemigo, entonces probablemente no lo
vencerás, es importante pensar en la necesidad del triunfo, una de las interpretaciones
sobre esto, se refiere a que en cualquier actividad en la vida diaria se debe siempre
visualizar la meta, si no se visualiza, nunca se llegará a ese objetivo.

Dicho en otras palabras: si se ataca sin pensar o sin visualizar en derrotar al


adversario, entonces probablemente nunca se vecera, se debe actuar siempre
teniendo presente en la mente, cuáles son los objetivos verdaderos, un proyecto sin
objetivos definidos, no conduce a nada.

Después de varias técnicas más, termina este manuscrito recapitulando las lecciones
anteriormente expuestas y encomienda al lector: “Recuerda que, para vencer en la
estrategia del sable, primero aprende las cinco posturas, las cinco técnicas,
recordando el Camino del Sable”.

Recomienda otra vez a modo de repaso, manejar correctamente el cuerpo y el sable


suavemente con naturalidad, con ritmo, después agrega: “Aunque derrotes al
enemigo, sin querer aprender, entonces no vas por el verdadero camino de la
estrategia, en cambio si los aprendes, entonces serás capaz de vencer a decenas de
adversarios.

EL MANUSCRITO DEL FUEGO

En este capítulo se describen técnicas que tienen que ver con diversas situaciones
tales, como el ambiente donde se está peleando, manejar el estado de ánimo del
oponente, qué actitudes adoptar de acuerdo a determinada situación, cómo aplicar la
técnica adecuada según la circunstancia, cómo aplicar estrategias para engañar y
sorprender al rival y otras técnicas.
En este capítulo Musashi una vez más reafirma que su “Camino de la estrategia” es el
método seguro para que un solo hombre pueda vencer a cinco o a varios adversarios,
repite el razonamiento como en los manuscritos anteriores de que, si "un hombre
puede golpear a diez, entonces mil hombres pueden golpear diez mil".

Pero Musashi no sólo es un guerrero, también es un gran filósofo y acompaña sus


lecciones haciendo comparaciones con situaciones de la vida cotidiana, por lo cual
mucho de sus técnicas tienen nombres metafóricos.

En este manuscrito destacan los tres métodos para anticiparse al enemigo en el


ataque: un método se llama Ken No Sen, en el cual nosotros tomamos la iniciativa,
otro se llama Tai No Sen, el cual trata de cómo estar preparado cuando el enemigo
toma la iniciativa, y el tercer método Tai Tai No Sen trata de cuando ambos peleadores
comienzan al mismo tiempo el ataque.

Otra de las enseñanzas importantes del maestro es cuando compara una travesía
marítima con determinada circunstancia que se nos pueda presentar en la vida, aquí el
maestro dice que, conociendo la ruta marítima, las circunstancias tales como el estado
del clima, la dirección de los vientos, sabiendo cómo manejar adecuadamente la vela
para aprovechar los vientos favorables o incluso con viento en contra se puede remar
y llegar a puerto seguro.

Esta misma filosofía se aplica en una contienda contra el enemigo, así como uno se
abre paso por el mar, así se debe abrir paso entre las filas del enemigo, se debe
conocer la ruta y las circunstancias para vencer. Musashi dice al respecto: “En la
estrategia, también es importante surcar la travesía en medio de la lucha”.

Otra técnica interesante es la llamada pensar como el enemigo. Ésta se refiere a que
hay que ponerse en el lugar del enemigo, es decir desde su punto de vista, Musashi lo
explica de esta manera: “generalmente la sociedad se convence de que un ladrón
dentro de una casa es un enemigo fortificado, si se ve desde afuera, pero si
imagináramos ser ese ladrón, entonces sentimos que todos los que están afuera son
nuestros enemigos y las salidas están copadas, es una sensación desesperada.

El que está encerrado se siente como un pavo y el que intenta entrar para atraparlo le
parece que es un halcón”, después Musashi advierte: “si te convences de que el
enemigo es fuerte, entonces te vuelves cauteloso”, esto significa que te preocupas
más en defender que en atacar, y esto va en contra de los principios de Musashi, ya
que Musashi prioriza pensar en atacar antes que pensar en defenderse, tal como lo
recomendó en el manuscrito del agua.
Musashi dice que, si estás preparado, si entiendes el espíritu de la estrategia,
entonces no tienes por qué preocuparte, no hay que obsesionarse con la preocupación
acerca de las cualidades del oponente, ya que, si se piensa en eso, seguramente se
va a perder.

Más bien, se debe pensar qué es lo que piensa él de nosotros, pensar que él también
se preocupa de nosotros, ponernos en su lugar, en otras palabras: No nos fijemos en
lo que el enemigo es capaz de hacernos, sino que nos fijemos en lo que podemos
hacerle a él.

No debemos pensar que el enemigo es bueno, sino que debemos procurar que el
enemigo piense que nosotros somos mejores, si combatimos pensando que el
enemigo cree que somos superiores, entonces seremos capaces de hacerle frente,
contando con una ventaja.

El mismo Musashi afirma que si hacemos que el enemigo piense que nosotros somos
maestros expertos, entonces probablemente será derrotado, mientras estamos
peleando debemos pensar que él se preocupa de lo que somos capaces de hacerle,
con esta mentalidad se ganan batallas.

Otra técnica notable de Musashi es la que se llama El cambio de la montaña y el mar,


esta trata de que no es recomendable usar la misma técnica contra el adversario, se
permite hasta dos veces, pero no más de ahí, si volvemos a emplear una técnica que
ha fallado dos veces, entonces no tiene caso repetir una tercera, se debe cambiar de
estrategia, Musashi lo explica de esta forma: “Si el enemigo piensa en la montaña,
imponle el mar, y si él piensa en el mar, imponle la montaña, este es el Camino de la
estrategia, invitando a la reflexión para que se aplique en la vida diaria.

Después de ésta y otras técnicas, Musashi termina este manuscrito garantizando al


estudiante que el Camino de la estrategia lo mantendrá firme como una roca sin que
nadie pueda moverlo.

Luego, como un adelanto de lo que tratará en el siguiente manuscrito, compara su


camino con la enseñanza de otras escuelas y dice que esas escuelas no enseñan el
camino verdadero del cuerpo y el espíritu, aunque parezca que sí.

EL MANUSCRITO DEL VIENTO


Este capítulo también podría llamarse el Manuscrito del Estilo, ya que el carácter
japonés para “viento” también significa “estilo”, este manuscrito es una serie de
comparaciones entre las enseñanzas de Musashi y las técnicas de otras escuelas.

El maestro saca a relucir los defectos de esas escuelas, esas escuelas se estancan en
viejas tradiciones, en cambio, la escuela de Musashi es más práctica y vanguardista,
Musashi también critica a aquellas escuelas que sólo tienen interés comercial,

alejándose del verdadero espíritu y que sólo se preocupan por el tamaño del sable en
vez de preocuparse del tamaño del espíritu o estado de ánimo de uno mismo y del
enemigo.

Musashi dice que, si se percibe el estado de ánimo y las intenciones del adversario, es
lo que ayuda a ganar en vez de mirar el tamaño de sus armas, Musashi valora más el
percibir que el mirar.

El maestro critica a esas escuelas que les dan excesiva importancia a las posturas en
guardia, Musashi dice que las posturas tienen el espíritu defensivo en vez del espíritu
combativo del camino de la estrategia, no le gusta el carácter estático y defensivo de
las posturas, porque en un combate no tienen utilidad práctica.

Musashi critica los protocolos de esas escuelas que le dan más importancia a las
tradiciones que al verdadero crecimiento en las habilidades del discípulo, estos fueron
algunos de los defectos de otras escuelas que Musashi describe en este manuscrito.
Musashi advierte que para comprender lo que él enseña, es necesario conocer de
antemano los errores de las técnicas enseñadas en otras escuelas.

EL MANUSCRITO DEL VACÍO

Este es el último capítulo, el carácter japonés para “vacío” también significa “cielo”,
aquí Musashi da sus últimas recomendaciones y aconseja no apartarse del camino
verdadero, manteniendo un espíritu abierto, despejado, claro y sin confusiones.

Musashi dice de esto: “el guerrero pule su corazón y mente, al punto de no caer en la
oscuridad de un corazón confundido, también el guerrero ejercita en la vida diaria la
vista y percepción sin que se nublen y cuando el cielo de la incertidumbre se le aclara,
ahí está el Vacío verdadero”.

Regresando al primer capítulo del libro, el de la Tierra, en la sección en el que se hace


una introducción de los cinco manuscritos, Musashi describe el combate con el Vacío:
“Se razona de lo aprendido y uno emplea este conocimiento, el Camino de la
estrategia consiste en combatir con libertad y de forma natural”, con esta frase,
Musashi conceptúa el Vacío en la mente, es decir, que debemos combatir sin
detenernos a pensar en sus enseñanzas, más bien debemos combatir con naturalidad
casi instintivamente, aplicando claro está sus enseñanzas, pero sin pensar en ellas en
el momento de combatir y este consiste en emplear nuestra habilidad
inconscientemente, sin pensar de lo que se ha aprendido, esto es el Vacío.

Este es el máximo nivel al que puede llegar un combatiente, al que casi nadie o muy
pocos llegan a convertirse y que se supone que Musashi lo logró: pelear con el Vacío
en su espíritu, por algo el carácter japonés para “vacío” significa también “cielo”.

Musashi pide que se analicen sus palabras para lograr el mejor entendimiento,
aparentemente no es más que un simple libro de artes marciales, pero detrás de sus
enseñanzas existen otros conceptos que uno tiene que descubrir por su propia cuenta,
tal como él lo pide, es una de las razones por las cuales uno de los nueve principios
que Musashi expone en el primer manuscrito es aquel que dice: “Percibe y comprende
aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver”, es decir, Musashi no quiere que
su libro se lea a la ligera, sino que se vea más allá de cada palabra.

En cierto modo, la mentalidad de los agricultores, artistas, artesanos, pintores,


escultores, arquitectos, ingenieros y de otros profesionales en Japón, está inspirada de
forma consciente o inconsciente por la filosofía expuesta en el libro de los Cinco
Anillos, el esfuerzo por ser mejores en nuestra profesión.

El Libro de Los Cinco Anillos no se restringió solo a los practicantes del arte de la
espada, es referencia para hombres de negocios y de marketing de Japón, desde la
década del 80, publicado también en el Occidente, se considera como uno de los
mejores guías psicológicos de estrategia, un excelente libro de lectura para
profesionales que necesitan motivarse para llegar a la meta que se han trazado.

Esta obra de estrategias militares que podría ser aplicada en “cualquier situación que
exija planificación y táctica”, como en el caso del trading, fue concebida por Musashi,
poco antes de morir, sus últimos dos años de vida fueron dedicados a inmortalizar la
filosofía que desarrolló mientras buscaba la perfección de su conocimiento, mediante
la practica a conciencia.

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