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CEO PAPÁ
TARYN QUINN
Los libros electrónicos no son transferibles.
No se pueden vender, compartir o regalar, ya que es una infracción de los derechos de autor de este trabajo.
Este libro es un trabajo de ficcion. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del escritor o
se han utilizado de manera ficticia y no deben interpretarse como reales. Cualquier parecido con personas, vivas o muertas,
eventos reales, lugares u organizaciones es pura coincidencia.
© 2019 Taryn
Quinn
Publicación de Rainbow Rage
Portada de LateNite Designs
Fotografía de Sara Eirew
Modelo Mike Chabot
Todos los derechos están reservados.
Ninguna parte de este libro puede ser utilizada o reproducida de ninguna manera sin permiso por escrito, excepto en el
caso de citas breves incluidas en artículos críticos y reseñas.
Primera edición del ebook: septiembre de 2019
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La eternidad comienza en nueve meses...
Nochevieja, época de nuevos comienzos.
¿Y en mi caso? El momento de perder mi virginidad.
Asher es un poco mayor que yo y un exitoso y rico hombre de negocios.
No acordamos apellidos ni números.
Solo placer.
Poco sabía que necesitaba ese escape tanto como yo. Es el único que puede salvar el imperio
editorial de su familia.
Lo cual descubrí cuando la abuela de Asher me contrató como su niñera.
Otra cosa más que no sabía: que era un padre soltero que criaba a la niña de su mejor amigo.
Necesita desesperadamente mi ayuda con su nueva hija, Lily. Incluso si al principio no está
seguro de quererlo.
Pero yo también tengo un secreto.
Estoy embarazada del bebé de Asher.
La única pregunta es si luchará por mí y por nuestro hijo como lucha por su empresa. O si
tendré que alejarme para proteger lo que es mío.
Incluyendo mi corazón.
Nota del autor: CEO DADDY es una novela romántica independiente de proximidad forzada de
padre soltero y niñera virgen ambientada en nuestro mundo de Crescent Cove. Tiene un final
feliz para siempre.
CONTENIDO
Expresiones de gratitud
Capítulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
capitulo 14
Capítulo 15
capitulo 16
capitulo 17
capitulo 18
capitulo 19
capitulo 20
capitulo 21
capitulo 22
capitulo 23
capitulo 24
capitulo 25
Epílogo
Epílogo, segunda parte
Gráfico de personajes de Crescent Cove
Taryn Quinn
Quinn y Elliot
Acerca de Taryn Quinn
EXPRESIONES DE GRATITUD
A veces inventamos lugares ficticios que terminan teniendo los mismos nombres que los
lugares reales. Estas son solo nuestras interpretaciones ficticias. Concédenos un margen
de maniobra si nuestra visión creativa no es fiel a la realidad.
Para aquellos que dan un paso adelante incluso cuando creen que es imposible encontrar
la salida de la tristeza.
UNO
Podría estar soltero y solo en la víspera de Año Nuevo. Pero no estoy tan mal como yo. No, señora.
Veo este momento como una oportunidad para apreciar mi soledad.
CON UN SUSPIRO, DEJÉ MI BOLÍGRAFO Y TOMÉ MI VASO DE AGUA. Debería
estar bebiendo alcohol al menos. Tal vez todavía lo haría. No era muy aficionado al
vino, pero podría usar esta noche para ampliar mis horizontes. Un cóctel sonaba
bien. muy adulto
Una bebida que podría disfrutar felizmente por mi cuenta.
Está bien, déjate de tonterías. En mi diario, debo ser honesto. El diario que
estaba escribiendo mientras comía mi cena de consomé —básicamente sopa elegante
— y palitos de pan con ajo, porque ¿a quién iba a besar a medianoche? No
uno.
Alegremente solo, ese era yo.
En realidad, acababa de salir de otra cita de Tinder rota. Roto por mí, nada
menos. Nunca pude cerrar el trato. Probablemente porque una cita conmigo tenía
más peso que la conexión habitual.
También había sido un adulto sobre eso. La virginidad era una carga, así que me
desharía de ella rápidamente y en silencio. Sin problemas. Hasta que llegó el
momento de conocer a Joe Blow en persona, sí, ese era su nombre en el sitio, y me
resistí. Inventé una excusa sobre reunirme con un ex y eso fue todo.
Como si tuviera algún ex. Solo unos pocos novios de la secundaria que no habían
significado mucho.
Desde entonces, me había quedado cerca de casa, la obediente hermana mayor que crió a
sus hermanos menores después de que nuestros padres murieran en un accidente aéreo. Ahora
que las gemelas, Emma y Rachel, habían cumplido diecinueve años y se habían ido a la universidad,
eso me dejaba con los cabos sueltos.
Solo de verdad.
“¿Puedo traerte algo más? Tal vez te gustaría echar un vistazo al postre.
¿menú? Las barras de limón son mis favoritas. Son la receta de mi mamá.
Parpadeé hacia la camarera rubia y sonriente. Al menos pensé que era una camarera,
aunque tenía un aire más autoritario a pesar de su amabilidad de pueblo pequeño. “¿Tu
mamá también trabaja aquí?”
"Ya no. Ella solía ser dueña del porro. Luego se retiró y me lo vendió sin previo aviso,
pero lo recuperé gracias a mi adorable y doloroso papá de bebé. Bueno, marido también.
Entonces, ¿barritas de limón?
Froté mi sien. Vaya, sobrecarga de información. "Usted tiene un
¿marido? Te ves... juvenil.
Por suerte, me las arreglé para no decir que aparentaba doce años, lo cual era un error
en cualquier caso. Aparentaba al menos dieciséis años. Pero no lo suficientemente mayor
para casarse, al menos en Nueva York.
Ella se rió y se sentó frente a mí en la mesa. "Seguro hazlo."
Y un bebé.
“Sí, todavía no tiene ni un año. Star es la luz de mi vida. ¿Quiero ver?" Ya estaba
sacando una cartera plegable llena de fotos, muchas, muchas fotos, del bolsillo del delantal.
"¿UM, seguro?"
Me mostró una serie de fotos de un bebé gordito con ojos verdes brillantes.
ojos y una sonrisa babeante.
"Ella es hermosa. Su cabello es tan oscuro”.
Como la de Oliver. A menos que cambie. Espero que no. Es mi as en la manga. El
lechero no me embarazó.
Sin saber si hablaba en serio, sonreí levemente. "Creo que probaré esas barras de
limón, por favor".
Ella asintió con entusiasmo y se apresuró a ir a la cocina. Ella parecía
dulce.
Todo el mundo en Crescent Cove era dulce. Era un pueblo pintoresco, anidado contra
la larga curva del lago Crescent. En las vacaciones, el lugar realmente brillaba.
El gran salón de banquetes formal en el que estaba sentado estaba repleto de invitados.
La mayoría eran familias, junto con una buena cantidad de parejas y hombres de negocios solos
que pasaban por la zona debido a la proximidad a Syracuse. Vivía entre Crescent Cove y Syracuse,
en un pueblo tan pequeño que podías perderlo si cerrabas los ojos.
Lo que no debe hacer mientras conduce, especialmente en otoño e invierno.
Estábamos en el país de los ciervos y pavos salvajes.
Pasar la Nochevieja en Crescent Cove fue un lujo. No tenía los fondos para gastar en esas
cosas, pero les había pedido dinero a mis hermanas y mi mejor amiga para Navidad solo para
poder derrochar.
Ahora me preguntaba si fue un gran error.
Pensé que me sentiría menos solo en una multitud.
Equivocado.
Tuve que esperar media hora para esta mesa. Había música festiva sonando y luces alegres
centelleando, y cada superficie parecía estar adornada con velas y flores de Pascua y grandes
cintas rojas de raso. La gente se reía y disfrutaba del tiempo con sus seres queridos.
Y estaba garabateando mentiras en mi diario sobre cómo no me importaba que mis hermanas
hubieran elegido regresar temprano al campus en lugar de pasar el rato con su hermana mayor.
Que no estaba nada celoso de que mi mejor amiga tuviera una cita para Año Nuevo con un chico
con el que trabajaba.
¿Lo peor de todo? La perspectiva de las barras de limón caseras me emocionaba más que la
hermosa suite con chimenea que había reservado para pasar la noche, lo adivinaste, solo.
"Aquí tienes. Te di uno extra. En vacaciones, las calorías no cuentan”. La dueña rubia sonrió
y colocó el plato frente a mí. "¿Puedo traerte algo más?"
“Sí, en realidad, puedes. Me gustaría un poco de champán, por favor.
"Oh, por supuesto." Ella asintió como si no fuera raro que estuviera pidiendo champán con
barras de limón después de beber agua desde que me senté. “¿Flauta o botella para la mesa?”
¿Ella sabía algo que yo no? ¿Era habitual que las mujeres que cenaban solas se bebieran
una botella entera de champán? Tal vez en la víspera de Año Nuevo, cualquier cosa
fue.
Botella para la mesa, por favor. La voz profunda apenas se registró. De hecho, ni siquiera
miré para ver al dueño. No podía estar hablando por mi mesa. Definitivamente no conocía a nadie
que sonara así.
Hola, hombre, no un niño.
El rubio se alejó de mí y aturdido seguí su mirada hasta donde uno de los hombres
de negocios que había visto antes estaba parado junto a la silla frente a mí. No había
visto su rostro, solo la ordenada cola de cabello oscuro en su cuello mientras estaba
sentado. Un comensal solo, como yo.
A diferencia de mí, él no había estado escribiendo en un diario con flores en la
cubierta andrajosa. No, había estado hojeando un montón de papeleo y apenas había
levantado la vista el tiempo suficiente para ordenar.
Yo no había visto su cara, pero él había visto la mía. O bien, tenía la costumbre de
reunirse con extraños una vez servido el alcohol. A juzgar por su elegante traje oscuro a
rayas finas y su elegante maletín de cuero italiano, no andaba mal por dinero. Prefería
mirar esas cosas en lugar de sus rasgos. Si su apariencia coincidía con su voz—
Bueno, digamos que no estaba en condiciones de manejar ese nivel de decepción
una vez que reconsideró su decisión. Porque, en serio? ¿Por qué quería sentarse
conmigo ?
"Oh." El rubio sonrió. "¿Te unirás a ella?" Ella me miró.
"¿Fecha para la cena?"
Normalmente, la presunción de la rubia podría haberme irritado, pero se sentía como
si estuviera de mi lado. Como si se estuviera asegurando de que yo quisiera que este
tipo se sentara en mi mesa. Debo estar emitiendo vibraciones de que no conocía a este
tipo. No importaba lo guapo que fuera y lo importante que pareciera, una mujer tenía que
tener cuidado.
“Dos personas que comen solas en la víspera de Año Nuevo deben comer juntas”.
Su voz profunda causó un cosquilleo en mi vientre. "Sage, sabes que soy inofensivo".
Su sonrisa era todo lo contrario.
El rubio, Sage, levantó una ceja. “Eso dijo Ted Bundy”. Ella sonrió dulcemente y se
movió para mirarme. "Tu llamada."
Cambió su maletín a la otra mano, permitiéndome ver el manojo de tulipanes de
invierno que también sostenía, envueltos con un lazo de arpillera y con vegetación de
pino desbordando el papel de seda de colores. Los tulipanes eran una de mis debilidades,
y nunca antes había visto un ramo de ellos en invierno.
Como si hubiera notado que los estaba mirando, me los mostró como un incentivo
adicional. "Para ti."
Tomé prestada una página del libro de Sage y levanté una ceja, sin decir nada. Pero
acepté las flores. Yo no era tonto, y los tulipanes eran preciosos. Ya me los imaginaba
en el centro de la mesa de mi casa,
animándome mientras experimentaba en la cocina. Los rojos pálidos, rosas y amarillos eran
perfectos.
"Él puede sentarse".
Sabio asintió. “¿Le gustaría algo más además de la botella de champán?”
"Una taza de café para mí, por favor". Su sonrisa era fácil y segura de sí misma, y nunca
apartó la mirada de mí mientras tomaba asiento frente a mí en la mesa.
Sage nos dejó solos con un movimiento de sus cejas.
"¿Amigo tuyo?" Puse el ramo de tulipanes en mi regazo y pasé un clavo por el azúcar en
polvo debajo de las barras de limón en mi plato. Me arrepentí de no rehacer mi esmalte de uñas
para esta noche. La plata estaba astillada en los bordes.
Seguramente, un hombre como él lo notaría.
“¿Oh, sabio? No, no exactamente, aunque nos hemos visto un par de veces. Hago un punto
para comer aquí cuando estoy en la ciudad. Algo que haré mucho más pronto”.
Hizo una pausa cuando Sage trajo la botella de champán y dos copas. Abrió el corcho y
sirvió para los dos, luego nos dejó solos de nuevo. Un momento después, trajo el café de Asher,
que él ignoró en gran medida.
Cogí mi vaso, choqué con mi nuevo invitado a la cena y bebí un sorbo.
El champán se me subió directamente a la cabeza como siempre, así que dejé el vaso.
Todavía me miraba, sus labios se curvaron muy levemente. Todavía no había tomado un
trago.
"Soy Asher", dijo mientras el silencio se extendía incómodamente. De alguna manera,
nuestro silencio personal era mucho más notorio debido a toda la charla animada que nos rodeaba.
"Hana".
"Encantado de conocerlo. ¿Qué te trae por aquí esta noche de todas las noches?
“No quería quedarme sola en casa”. Buena, Hannah. ¿Puedes sonar más patético? “Es una
noche de fiesta y diversión”. Lo saludé con mi champán y bebí.
El calor fluyó desde mi vientre a través de mis extremidades. No podía decidir si me gustaba
la sensación o no. O tal vez el calor provenía de la mirada de Asher. Sus ojos no eran tan oscuros
como había creído originalmente. Con la vela parpadeando
entre nosotros, supongo que ahora eran de color avellana cálido, tal vez variando dependiendo
de su ropa.
Al parecer, su traje negro de raya diplomática no ofrecía ningún cambio apreciable.
a ellos Pero vaya, Nelly, ese traje estaba haciendo maravillas en mí.
Tal vez los trajes de tres piezas realmente fueran el equivalente a la lencería para una
mujer. Definitivamente estaba acelerando mi motor.
revolucionando todo.
“Entonces, ¿tienes planes después de esto? ¿Una fiesta tal vez, o algún otro tipo de
diversión? Pasó la yema del dedo por el borde de su vaso.
"¿Cuántos años tiene?" solté.
Sus cejas oscuras se juntaron. Treinta y dos de marzo.
"Mmm."
"¿Es eso un buen hmm o un mal hmm?"
Tengo veintitrés años. Yo nunca… Tomé una respiración profunda. Trate de no avergonzarse
de nuevo. "Bueno, esto es solo compartir algunas barras de limón y champán, ¿verdad?"
"Eso depende de usted. ¿Por qué no empezamos con una conversación y nos vamos?
¿desde allí?" Su lenta sonrisa solo sirvió para excitarme aún más.
¿Relajarse en la presencia de este hermoso y autoritario hombre? No es probable.
"Seguro. Comencemos con por qué viniste a mi mesa. Cogí mi tenedor de postre y corté la
esquina de una de mis barras de limón, recordando tardíamente que él no tenía ninguna. Sage
no había traído otro plato.
¿Por accidente o por diseño? Incluso sin conocerla bien, podría fácilmente
verla como el tipo de casamentero.
“Lo siento, es grosero de mi parte comer cuando no tienes nada. Aquí." Dejé el tenedor y
levanté el plato hacia él, tragando profundamente cuando apartó el jarrón y la vela parpadeante
para dejar espacio para el plato entre nosotros.
"Podemos compartir." Sus dedos rozaron los míos cuando rompió una esquina y se la llevó
a la boca.
Su boca perfecta. Sus labios no eran ni demasiado llenos ni demasiado escasos. Solo bien.
Como parecía ser todo lo que poseía. Y ni siquiera lo había visto debajo de la cintura.
Probablemente bueno No necesitaba estar más intimidado, especialmente por
pollas rayadas de treinta y dos años. Ya estaba lo suficientemente asustado.
Hola, fuera de mi liga.
“¿Sin tenedor?” Pregunté un poco sin aliento. Parecía el tipo de tenedor y cuchillo en
todo momento para mí.
“No. Los dedos son mejores. ¿Ver?" Rompió otra pieza y la levantó.
a través de la mesa hacia mí, sin dejar caer ni una migaja. "Inclinación hacia delante."
Le obedecí y sus dedos rozaron mis labios mientras me daba de comer la golosina.
Su voz era fascinante. Tenía miedo de imaginar todas las cosas que podría hacerme hacer
con solo uno de esos comandos roncos.
Sus ojos me cautivaron tan completamente que apenas noté el estallido de limón
mientras tragaba. Las barras eran una deliciosa mezcla de dulce y agrio, pero probablemente
no me habría dado cuenta si el postre hubiera estado poco cocinado y sin sabor.
"¿Bien?"
Asentí y repitió el movimiento varias veces más. Ni siquiera se estaba comiendo a sí
mismo, solo me estaba dando de comer. Tenía dedos largos y elegantes con un sorprendente
poco de tinta arremolinándose en sus manos. Los números romanos en negrita y el tipo de
letra pesado y antiguo de una frase latina se mezclaron con un poco de arte.
Tan incongruente con el hombre de negocios abotonado. De alguna manera lo hizo aún
más caliente.
Una vez, por el rabillo del ojo, noté que Sage comenzaba a acercarse con el billete en
la mano. Observó lo que estaba ocurriendo en nuestra mesa en sombras, abrió mucho los
ojos y aceleró en la dirección opuesta.
Me habría reído si no hubiera estado tan excitado que apenas podía pensar.
¿Qué estaba pasando aquí? Ni siquiera estábamos hablando. ¿Era esto lo que ocurría
cuando bajo la influencia de unas solitarias vacaciones destinadas a parejas y un caro
champán? Tomé un par de sorbos más entre las rondas de Asher dándome de comer.
Grandes y reconfortantes sorbos. Del tipo que hacía que una mujer normalmente tímida e
incómoda se sintiera audaz.
“Sin anillo,” dije casualmente, o eso esperaba. Tuve mucho tiempo para ver su mano
cuando se acercó a mi boca. "¿Estás soltero?"
"Muy. El tipo de sencillo que significa que estoy solo en la víspera de Año Nuevo, tal
como lo estás tú”. Se llevó el pulgar a los labios y lamió una miga suelta del trozo que
acababa de darme de comer. El movimiento fue mucho más sensual de lo que tenía derecho
a ser. Estás sola esta noche, ¿verdad, Hannah?
Algo sobre la pregunta y el uso de mi nombre hizo que mi garganta se apretara hasta
el punto de que si no hubiera bebido más champán, podría haberme atragantado. Esta vez,
no me importó la sensación flotante que se apoderó de mi cuerpo, o la ola de calor resultante.
“Estoy demasiado solo estos días. ¿Pero ahora mismo? No. Ninguno de nosotros está
solo”.
Él asintió, bajando la cabeza por un instante mientras su mandíbula se trababa. Finalmente
tomó unos sorbos de café antes de encontrarse con mi mirada una vez más. “Tengo una
habitación arriba. Solo por esta noche."
Las preguntas revolotearon en mi mente.
¿Quién eres, Asher?
¿Por qué me elegiste para hablar?
¿Era solo que me veía solo, por lo que debo ser un blanco fácil para los ataques sexuales?
¿avances?
Al final, realmente no me importaba. Los dos estábamos solos y nadie me esperaba en
casa. ¿Qué importaba si elegía a este apuesto hombre para pasar la noche? Nadie saldría
lastimado. Y finalmente podría tachar una cosa de mi lista de deseos.
Sexo con un hombre hermoso, listo.
Sexo, punto.
Pero eso no significaba que se lo pondría fácil.
“¿Para quién eran las flores?” Acaricié los suaves pétalos de la rosa
tulipán encima del ramo en mi regazo.
"Mi abuela." Él sonrió irónicamente. “Ella piensa que necesito salir más, así que aprobará
que se los di a la mujer más hermosa que he visto desde…” Se detuvo, luciendo inusualmente
inseguro. Incluso con solo conocerlo por muy poco tiempo, estaba bastante seguro de que
Asher rara vez vacilaba. "Alguna vez."
“Creo que no sale mucho después de esa declaración”. Apoyé la mejilla en mi puño. “Mi
cabello no es realmente rubio, por cierto. Me puse en un enjuague hoy. La verdad en la
publicidad y todo eso.
“No parece rubio. No exactamente. Más como el color de la miel. Su voz se profundizó.
“Rico y lujoso.”
“El color de cabello Glorious Tones te lo agradece”. Jugueteé con el pie de mi copa de
champán, ahora casi vacía. "¿Cuándo fue la última vez que te acercaste a una mujer con esa
frase sobre tu habitación en el piso de arriba?"
"Nunca. Nunca he tenido una habitación arriba aquí antes. Sus labios se torcieron.
“Y para ser honesto, no tengo uno ahora. No pensaba quedarme hasta que te vi. Escribiendo
tan furiosamente en eso”. Asintió hacia mi diario abandonado. "¿Qué estabas escribiendo?"
"¿A dónde ibas después de esto?" respondí.
“A casa de mi abuela. Ella iba a ser con quien contara hasta la medianoche”. Finalmente
alcanzó su champán y tomó un solo sorbo.
Recostándose en su silla, se humedeció los labios, lenta y seguramente. "Preferiría besarte
una vez que la pelota caiga".
“¿A qué bolas nos referimos?”
No sabía si me encontraría divertido o crudo. Por lo general, era mitad y mitad,
dependiendo de mi compañía. Pero su risa fue rápida y apreciativa. "Eres diferente de lo
que esperaba".
"¿Ah, de verdad? ¿Que esperabas? ¿Un ratoncito manso que trotaría detrás de ti y
saltaría directo a la cama? De acuerdo, esto tenía que ser el champán hablando, porque
este era el siguiente nivel, incluso para mí.
"No. Ni siquiera estaba pensando en la cama cuando vine aquí. Solo quería escuchar
tu voz. Para ver si alguna vez sonreíste. Todavía no lo has hecho, lo sabes. No a mí.
“Las sonrisas se ganan. Sigue intentándolo. Podrías llegar allí.
“Por suerte, no me rindo fácilmente. ¿Por qué estás solo esta noche? ¿Sin familia?"
"No." La mentira aparecía fácilmente y, a veces, parecía demasiado cierta cuando mis
hermanas estaban ocupadas con la escuela y no estaban en contacto. Mi familia era una
fracción de lo que había sido alguna vez. “Digamos que vivo una existencia aislada”.
No estaba tan lejos de la realidad. Estaba solo con demasiada frecuencia.
No podía soportar otro momento de eso.
"Sin amante." La palabra goteó de su lengua, mezclada con una sensualidad que estaba
mucho más allá de mi ámbito de experiencia.
"No." Incliné la cabeza. “Entonces, ¿cuál es tu historia?”
Sus labios se levantaron a un lado. “Soy un hombre que trabaja demasiado y pasa la
Nochevieja con su abuela. ¿Qué mas necesita saber?"
En efecto.
Asentí hacia la botella de champán. "¿Crees que podemos hacer que se vaya?"
DOS
IR A LA MESA DE HANNAH NO ESTABA EN MIS PLANES.
Se suponía que debía cenar, leer el papeleo seco que había traído para hacerme compañía
e ir a pasar la noche con mi abuela. Eso era todo cierto.
Lo que no había mencionado era la otra razón por la que me dirigía a Gran's.
Estaba cuidando a mi hija, Lily, que estaba celebrando su cumpleaños de seis meses y no tenía
ni idea de que su padre era un adicto al trabajo.
Gracias a Dios.
Su nuevo padre. Yo no era su padre biológico. Técnicamente, yo era su padrino, el que había
asumido un papel honorífico en su vida gracias a mi mejor amiga. Se suponía que nunca debía
ser llamado al servicio.
Y se suponía que Billy no moriría hace dos meses sin otros parientes, dejándome el único
sustento para su hijita.
Hannah tampoco sabía que yo era madre soltera. ¿Por qué no le había dicho? Tal vez ella
no era la única que quería ser otra persona esta noche. No dudé ni por un segundo que estaba
mintiendo sobre lo de no tener familia.
Pero a veces incluso las buenas personas necesitaban un respiro de sus vidas.
Me preocupaba mucho por Lily. Pero esta noche, quería ser alguien que no fuera Asher
Wainwright, editor y director ejecutivo de Wainwright Publishing Inc. Otro hombre que no fuera el
padre soltero, igualmente luchador, de la niña más linda de la historia.
Incluso si no sabía muy bien qué hacer con ella.
Al menos en lo que se refiere al trabajo, una vez me sentí competente. Ahora me estaba
ahogando tanto en el frente profesional como en el personal, y quería ganar.
Necesitaba uno.
Por esta noche, sería el hombre que Hannah percibía que era mientras ella
Sus grandes ojos azules me devoraron como si estuviera igualmente desconcertada y fascinada.
Ella no fue la única.
Algo acerca de su absoluta soledad mientras comía su sopa y garabateaba en su desgastado
libro me llamó la atención de una manera que no entendí del todo. No había tenido citas en mucho
tiempo. No hace tanto tiempo en el esquema de las cosas, pero toda una vida considerando
cuántas noches me había ido a dormir con solo papeleo por compañía.
Estaba casado con mi trabajo. Tratar de salvar la compañía que mi abuelo había construido
de la nada tomó casi todo mi tiempo. Lo que sobró se lo di a Lily ya mi abuela.
No quedó suficiente, para ser honesto, y probablemente fue irresponsable de mi parte.
incluso considerar tomar esta noche para mí.
Para mí y para Hannah, que parecía tan desesperada por una noche
lejos de la realidad como yo era.
La abuela lo entendería. Ella siempre me animó a probar esas aplicaciones de citas o
demonios, incluso a ir a un bar y ver qué pasaba. Su mentalidad era mucho más libre que la mía.
La idea de conocer a un extraño en un bar estaba más allá de mi alcance.
¿Qué crees que es esto? ¿Crees que conocerla en el restaurante de un bed and breakfast
lo hace muy diferente?
No es difícil.
Hannah seguía mirándome, sin moverse, esperando que le respondiera.
su declaración sobre conseguir el champán para llevar.
Joder, ¿acaso tenía condones en mi billetera? No estaba preparado para esto.
para ella
"Podemos hacer que nos envíen una botella a nuestra habitación". Me aclaré la garganta.
"Tienen unos hermosos aquí—"
“Pueden estar reservados. Es un día de fiesta, y esto no es exactamente un motel por horas.
Habló directamente, sin la pizca de rubor tiñendo sus rasgos.
Me gustaba eso de ella. Ella no anduvo por las ramas. Por así decirlo.
Jesús, estaba tan fuera de mi alcance aquí.
Asher Wainwright, astuto, inteligente y motivado, nunca dio un paso en falso. Si la cagó,
nunca admitió la derrota. Pero eso era sólo un lado de mí. Mi personaje público. El tipo debajo,
que todavía estaba luchando por convertirse en padre sin pasar por los pasos para llegar allí, que
tenía que
descifrar una vida completamente nueva y ser responsable de una: que Asher estaba a
unos tragos de estar tan borracho que no se levantó por un día. O una semana.
Un mes.
Entonces, no podía permitirme tomar esa caída. El único que me permitieron
fue este breve período de tiempo con la hermosa y sencilla Hannah.
Hablaré con Sage. Ya estaba sacando mi billetera. agarré el
tarjeta platino American Express mientras Hannah extendía la mano para detenerla.
Ella lo sabrá. Este no es un tipo de lugar llamado botín.
Tuve que sonreír. El término era ridículo cuando se trataba de mí y de mi estilo de
vida. “No tenemos que hacer nada más que hablar”. Incluso mientras lo decía, observé
el surco de sus cejas y la forma en que sus labios se apretaron en lugar de una sonrisa.
Yo todavía estaba trabajando en ganar uno. Yo no había llegado allí todavía.
Me soltó la mano y se echó hacia atrás, cruzando los brazos sobre la suave
hinchazón de su vientre. Tenía curvas en todos los lugares correctos, y su vestido verde
oscuro tenía un escote en V que atrajo mis ojos directamente a sus pechos. Traté
repetidamente de mantener mi mirada por encima de su cuello, pero ella estaba seriamente apilada.
Su pequeño cárdigan cubría sus brazos y no mucho más, solo sirviendo para llamar
más la atención sobre su escote.
¿Hablar? Ella casi me dejó jodidamente sin palabras.
"¿Vives cerca?" Se movió para desenganchar su bolso de la parte trasera de
su silla "Tal vez eso es más—"
"No." Mi voz salió más aguda de lo que pretendía. “Visitando a mi abuela,
¿recuerdas? Vivo en Siracusa.
Era pura verdad. A mi abuela no le importaría que trajera a Hannah. De hecho,
probablemente estaría más complacida si nos desnudáramos allí mismo, en el suelo de
la sala de estar. Se preocupaba demasiado por mi falta de vida social.
Pero Lily también estaba allí, y no quería dar explicaciones. Especialmente no para
alguien que estaba de paso. No era como si Hannah y yo fuéramos algo el uno para el
otro después de esta noche. No tenía tiempo para una mujer. Mis días estaban llenos
de trabajo y mis noches estaban llenas de Lily.
Y averiguar cómo bañar a un bebé sin cegarla con jabones fuertes o dejarle
cicatrices con agua que no era la mezcla adecuada de agua tibia y fría. Y eligiendo una
fórmula que no molestara su delicado estómago. Y así sucesivamente.
Padre fracaso por quinientos, Alex.
Hannah asintió. "Veamos sobre la habitación aquí entonces". Sorprendiéndome
muchísimo, le hizo señas a Sage, quien nos sonrió tan brillantemente que estaba
compitiendo con la vela.
“¿Todo listo con el postre? ¿Necesitas una recarga? O quizás"
Necesitamos el cheque, por favor.
Sage asintió y juntó las manos contra su pecho. "¿Fue su comida satisfactoria?"
"Estaba delicioso. Tus barras de limón son casi tan buenas como las mías, y
eso es decir algo Pero ahora tenemos que irnos”.
Me aclaré la garganta. "Sobre eso"
"Estamos listos", le dijo a Sage, cubriendo mi mano con la suya para cerrar
yo arriba
Sage dejó la carpeta que contenía la factura y se fue discretamente. Tan
discretamente como uno podía mientras seguía moviendo las cejas y mirándonos por
encima del hombro.
Me incliné hacia adelante. "¿Qué pasó con preguntar por la habitación?"
“No dije que preguntaría. Dije que veamos la habitación aquí. Estaba tan ocupado
mirándola que tuvo tiempo de firmar el cheque con una floritura y depositar su propia
tarjeta de crédito. “Lo cual no tengo que pedir, ya que ya tengo uno y actualmente estoy
registrado”. Cerró el libro de facturas y se lo entregó a Sage, quien logró barrer nuestra
mesa en el instante exacto.
"¿Así que estabas bromeando conmigo?"
“No, solo me aseguraba de que no tuvieras remordimientos de conciencia y
confesaras lo de tu esposa. Eso generalmente ralentiza el giro de alguien. Pero sin anillo
—dijo de nuevo, mirando mi mano. “No hay línea de bronceado tampoco. Y ni siquiera
parpadeaste cuando dijiste que no vivías cerca. No es que Syracuse esté tan lejos.
Deslicé mi tarjeta de crédito en mi billetera y no dije nada. no pude
decidir si admiraba la forma en que se estaba haciendo cargo o si me cabreaba.
“Lo siento, ¿tu dulce y modesto juego se transformó en algo más desafiante?
¿Teniendo dudas?”
“Diablos, no. Pero no eres el único que no es dulce todo el tiempo. No tuve que fingir
el gruñido en mi voz.
Claramente, tenía más niveles de los que eran evidentes justo debajo del
superficie. Ella no fue la única.
"Alegra oírlo. Porque las citas de Tinder realmente no me sirven”.
El gruñido estaba de vuelta, aunque esta vez nunca salió de mi pecho. El
El sonido retumbó allí como si yo fuera un oso descontento. "¿Usas esas aplicaciones?"
Ella se encogió de hombros delicadamente. “Es difícil encontrar hombres adecuados hoy en día. Nunca
me sentí lo suficientemente cómodo como para simplemente sentarme en la mesa de alguien”. Ella inclinó la
cabeza.
Por un segundo, estaba seguro de que iba a sonreír. Y negado.
“Si quieres algo, tienes que salir y conseguirlo. Ese es mi lema de vida”.
O lo fue, antes de que mi negocio comenzara a desmoronarse gracias a las nuevas
tecnologías y los tiempos cambiantes. También antes de que un hermoso bebé de ojos
marrones y rizos rojos cayera en mi regazo.
Literalmente.
“El tiempo pasa demasiado rápido para lidiar con los arrepentimientos”. Estaba pensando
en Billy ahora, y cuán rápido, e inesperadamente, había perdido la vida. Tenía mucho por
delante. Tantos años para pasar con su hijita.
Ahora tenía la tarea de representarlo y de alguna manera hacerlo sentir orgulloso. Ese
manto pesaba mucho sobre mis hombros, incluso más pesado que mantener el negocio a flote.
Al menos con el negocio tenía una idea de lo que estaba haciendo, incluso en medio de los
cambios en la industria.
¿Con Lily? Ni idea.
"¿Y yo soy algo que querías?" preguntó Hannah en voz baja.
"¿No es eso obvio?"
Ni siquiera te vi mirando en mi dirección.
"Estabas demasiado envuelto en ese libro". Golpeé la tapa con el pulgar. "Diario, ¿verdad?"
Suavemente, lo metió en su bolso. “Más como una agenda. Alguno
aspectos de la revista también, se podría decir.”
“Entonces, tu vida está lo suficientemente ocupada como para tener una lista de tareas pendiente”.
Sus cejas marrón claro se levantaron. “Usted, señor, está pidiendo demasiados
Preguntas para una conexión aleatoria.
"Sigue llamándome señor y tal vez me distraigas para olvidarlos".
Sus labios se abrieron una fracción, y juro que podía escuchar su respiración acelerada.
a pesar de la conversación a nuestro alrededor.
"Aquí está tu tarjeta de crédito, Hannah". Sage dejó la carpeta de facturas. “Espero que
ustedes dos tengan una buena noche. No seas un extraño, Asher. ella la movió
saludó con los dedos y pasó a la siguiente mesa.
Hannah recuperó su tarjeta de crédito y la deslizó en su billetera. "Lo bueno de que Sage te
conozca es que me da un poco de consuelo, es posible que no seas un asesino en serie".
“Ella solo me conoce para saludar y despedirme cuando ceno. Nosotros
no son amigos. Y recuerda, incluso ella mencionó a Ted Bundy antes”.
"Gracias por disipar mis miedos".
“Te arriesgas mucho más con esas aplicaciones”.
“Cancelé mi última cita con Joe Blow. Vamos."
Arqueando una ceja, me levanté y rodeé la mesa para ayudarla a levantarse de la silla. Ella
no esperó mi ayuda y pronto estuvo a la mitad del camino.
habitación.
La seguí, mi mirada firmemente en sus caderas oscilantes en su vestido ceñido.
Maldita sea, ella era hermosa.
Llegué detrás de ella en el vestíbulo cuando se detuvo en la base de la amplia escalera que
conducía al segundo piso. Se giró hacia mí y me sorprendió al poner la llave de la habitación en mi
mano. Luego se puso de puntillas y habló cerca de mi oído, lo cual estaba bastante cerca, ya que
parecía estar en el lado alto de la estatura promedio y sus tacones le daban el impulso suficiente.
Su aliento olía dulce y afrutado, un cruce entre las tartas de limón que habíamos compartido y el
champán.
“Probablemente prefieras estar a cargo. Entonces, imaginemos que la habitación es tuya”.
Atrapé su muñeca antes de que retrocediera. “Vamos a aclarar una realidad”.
Ojos azules enormes, ella asintió.
"Por esta noche, eres mía".
Ella se humedeció los labios. "Lo mismo ocurre, Asher".
Solo el hecho de que ella dijera mi nombre me hizo ir más fuerte que las vigas que sostenían
el maldito techo.
Toda la noche.
De nuevo, ella asintió.
Cristo, me quemaba reconocer que demasiado pronto, ella ya no estaría en mi esfera. Y eso
fue una locura. “No iré más allá de lo que quieres, pero ahora es tu oportunidad de decir que no”.
Tendría un millón de oportunidades para decir que no, pero por supuesto esperaba que no
quisiera. No estaba tratando de asustarla, solo averiguar cuáles son sus límites.
eran.
Incluso lo que eran los míos cuando se trataba de ella. ¿Ahora mismo? No se sentía como si
me quedaran muchos. Ella había puesto a prueba mis límites de formas que nunca había esperado,
simplemente siendo ella misma.
A menos que incluso su personalidad fuera un juego, al igual que su misteriosa
persona. Si eso era cierto, no quería saberlo.
Quería la fantasía tanto como ella.
"Sí es la única palabra que planeo decir esta noche". Subió corriendo las escaleras,
esquivando a una pareja que bajaba.
Tragando saliva, la seguí hasta la habitación. Ella esperó mientras yo
Abrió la puerta, luego se hizo a un lado para permitirme entrar primero.
Fue directamente a un pequeño jarrón junto a la puerta y movió las flores frescas para
dejar espacio para los tulipanes que le había dado, jugueteando con ellos por un momento
antes de dar un paso atrás.
Las luces estaban apagadas, pero la chimenea ardía. Tanto si Hannah lo había dejado
así como si era una de las características proporcionadas por el personal, la luz parpadeante
del fuego añadía un brillo cálido al rico mobiliario de la habitación.
Incluso con poca luz, los toques opulentos parecían mezclarse con la decoración rústica.
Una cama con dosel de pino nudoso se combinaba con lo que parecía ser una colcha hecha
a mano. Una alfombra Aubusson en tonos joya atrajo la atención hacia la gran chimenea
con su amplia repisa aún decorada para las fiestas.
Al otro lado de la puerta, enormes ventanales enmarcaban el espacio. Las luces
exteriores brillaban en el lago. La cama y el desayuno tenían la vista perfecta del agua, pero
esta noche esa vista estaba oscurecida por los copos de nieve. Las pocas ráfagas
serpenteantes que habían estado cayendo cuando entré a cenar se habían convertido en un
diluvio.
"La tormenta está aquí", murmuró Hannah, dejando caer su bolso junto a la cama para
correr hacia las ventanas.
Estuve tentado de encender la lámpara para poder ver cada parte de ella, pero no sabía
si ella se asustaría ante tal intimidad. Las llamas danzantes ofrecían la luz suficiente, rayando
su larga caída de cabello castaño claro con toques dorados.
Cuando llegué detrás de ella, ella apenas pareció darse cuenta. Puso la mano sobre el
cristal como si pudiera tocar la nieve incluso a través de la ventana.
"¿Se suponía que íbamos a tener una tormenta?"
“Oh, sí, ha sido pronosticado durante días…” Se interrumpió cuando mis brazos rodearon su
cintura.
Se sentía tan bien. Sólido, cálido. Fuerte. El aroma de las lilas flotaba sobre mí, ya sea de su
perfume o de su champú. Joder, nunca los volvería a oler sin pensar en ella y en este momento.
De nosotros solos en la oscuridad iluminada por el fuego mientras una tormenta rugía afuera.
Luego se tambaleó hacia atrás y me pisoteó el pie. Y me reí.
"Lo siento. Lo siento. No debí haberme mudado. Simplemente no esperaba que fueras tan
—”
"¿Cerca?" Su inesperado ataque de nervios después de su bravata abajo fue refrescante.
¿Quizás la máscara se estaba deslizando un poco?
"No. Duro. Por todas partes." Se aclaró la garganta y se movió hacia mí.
levantando la cabeza. “Estaba distraído por la nieve”.
Agarré su barbilla, frotando mi pulgar sobre la abolladura poco profunda en ella. "No debe ser tan
impresionante si la nieve es más interesante que la perspectiva de estar a solas conmigo".
“La primera gran nevada llega tarde este año”.
"Que es." Le aparté el pelo de la cara. “Si no tengo condones conmigo, y las posibilidades son
probablemente 60/40, las probabilidades no están a nuestro favor, quiero acostarte frente a la
chimenea y devorarte toda la noche”.
Cuando ella solo me miró con ojos pesados, me acerqué mucho más hasta que nuestros cuerpos
estuvieron al ras. Atrapados juntos. Con cuidado, atraje su labio inferior carnoso entre los míos, tirando
suavemente con un raspado de mis dientes hasta que dejó escapar un gemido bajo.
El sonido desgarró algo dentro de mí. Más tarde, me preguntaría si realmente me había
abalanzado sobre ella, tomando su rostro con ambas manos mientras la besaba. Mis labios se
amoldaron a los suyos y mi lengua profundizó en su interior, recorriendo los suyos antes de explorar
cada matiz de su boca. Entonces nuestras lenguas se entrelazaron, deslizándose una contra la otra
mientras ella me subía la chaqueta y pasaba las manos por la parte baja de mi espalda a través del
fino algodón de mi camisa.
No es suficiente. Necesitaba sentir cada centímetro de ella presionado contra mí.
Desnudo.
Sin ropa otra vez, nunca.
Joder, estaba fuera de control. Ya. Aún. Ella me hizo hacer cosas que normalmente nunca haría.
Diablos si lo entendí. Incluso acercarme a ella había estado muy fuera de mi zona de confort.
Mi vida ya no era para mí. Era por el negocio. para lirio Incluso para mi abuela.
Pero esto... esto era todo para mí. Y para Hanna. Especialmente para ella.
"Asher". Su áspero susurro mientras retrocedía me hizo abrir los ojos.
Todo era borroso e indistinto excepto por el azul ardiente de sus iris.
¿Qué habíamos desatado aquí?
"Estoy tan"
Ella me detuvo con un movimiento rápido de su pulgar sobre mis labios. Lápiz
labial probablemente. Ya la llevaba en mi piel.
Quería más de ella sobre mí. Rodeándome.
“Tengo un condón en mi bolso. Dos, en realidad. Aunque tengo que decir que
¿Toda cosa devoradora? dijo sin aliento. "Me queda muy bien".
TRES
¿ EN REALIDAD ESTABA HACIENDO ESTO?
Sí.
Mil veces si. En primer lugar, quería deshacerme de mi molesta virginidad, pero este
hombre... No se suponía que tuviera tanta suerte. Que un hombre como Asher me desee. Estar
realmente temblando un poco por su necesidad de mí.
Estaba más allá de mi alcance en unas mil maneras diferentes. Pero aquí estábamos. En el
mejor lugar para una escapada romántica.
Quiero decir, por el amor de Dios, en realidad había una tormenta de nieve afuera.
Leería esto en una o siete novelas románticas. Diablos, lo había visto en la avalancha de películas
navideñas de Hallmark que me había emborrachado esta temporada.
Aunque las películas de Hallmark no eran tan carnales como yo estaba a punto de ser.
Me aclaré la garganta. “Déjame ir limpio—”
"No. No pienses demasiado en esto. Si vas a ese baño, saldrás con un millón de razones
por las que esto es una locura”.
"Oh, no. Estamos haciendo esto. Estaba decidido. Tenía grandes esperanzas basadas en
sus habilidades para besar. Porque vaya, chico, tenía habilidades.
Estaba haciendo esto. Iba a tratarme en todos los sentidos que
Contado este Año Nuevo, maldita sea. La habitación, el ambiente, el hombre.
Dios, ¿alguna vez le gané el premio gordo al hombre?
Me sonrió, luego se aflojó la corbata y tiró de ella para desatarla. "Oh, definitivamente
estamos haciendo esto". Enrolló la corbata desplegada alrededor de mi cintura y me arrastró
cerca.
Sorprendida, me reí de él y apoyé mis manos en su pecho.
“Finalmente, obtuve una sonrisa”. Se inclinó y movió su lengua a lo largo
mi mejilla antes de enterrar su rostro en mi cabello. Incluso hoyuelos.
Levanté mi hombro contra el punto cosquilloso. "Los odio."
"Hay algo en una mujer con hoyuelos".
"Sí, nos vemos como un perpetuo de catorce años". lo empujé hacia atrás
cuando cavó más profundo para rasparme el cuello con su sombra de las cinco.
"Ninguna chica de catorce años me besó como tú".
Mi respiración se cortó en mi pecho. Esa fue una buena señal. Tal vez no sería totalmente
inepto en esto del sexo. Espero que no. A menos que tuvieras catorce años en ese momento.
Sus ojos oscuros se iluminaron con el diablo. Estaba seguro de ello. Y quería dejar que el
diablo adentro. “Tal vez cuando tenía doce años. Siempre he sido un triunfador”.
"Solo apuesto". Me estremecí cuando su mano se deslizó por mi espalda para encontrar mi cremallera.
“En este momento, necesito poner mis manos en tu piel. Para mirar la luz del fuego
besa cada centímetro justo antes de que yo lo haga.
"¿Estás seguro de que no has hecho esto antes?"
"¿Sedujo a una mujer?" Me quitó el vestido del hombro para que
agrupados entre nosotros. "No soy inocente, Hannah".
Ah, pero lo soy.
Una parte de mí gritó para decírselo, pero no quería que esto se detuviera si él se
extrañaba por eso. A la posibilidad de que esto pudiera terminar sin que obtuviera lo que
necesitaba.
Saqué mis brazos del vestido y dejé escapar un lento suspiro cuando el material se
deslizó hacia mis tobillos, su corbata flotando en el suelo también.
“Dulce Cristo”.
"Espero que eso sea bueno".
"Tan bueno." Sus ojos parecían aún más intensos en la penumbra. Como si hubiera
sombras viviendo en ellos. Algunos que me hicieron preguntarme más allá de mis propias
necesidades egoístas.
Pero otros, como el calor que crece entre nosotros, alejaron los molestos pensamientos
de la realidad.
Las yemas de sus dedos subieron por mi cintura. Esa era un área donde las cosas no
estaban tan apretadas como deseaba algunos días. Horneaba y me gustaba comer mi propia
cocina. Pero el asombro llenó su expresión, no exasperación o desdén.
Trazó ligeramente el encaje de mi sostén verde bosque. Me había puesto el único juego
de ropa interior que tenía que no estaba hecho de algodón y diseñado para ser puramente
funcional. Lo había comprado específicamente para combinar con este vestido y esta noche. Por la
salvaje y sexy Hannah que deseaba ser, no por la mujer cuidadosa que pasaba demasiadas horas
imaginando recetas y combinaciones de alimentos.
Quería ser una mujer aventurera que tomaba exactamente lo que necesitaba.
Mi cabeza se inclinó hacia atrás mientras él hacía círculos perezosos alrededor de mi pezón
apretado antes de arrancar uno suavemente, luego el otro. Sólo ese breve toque me dejó sin aliento.
No era yo buscando a tientas en la oscuridad cuando las noches se volvían demasiado solitarias.
Este era un hombre real tocándome. Queriéndome.
De repente, el calor floreció sobre el encaje seguido de un tirón fuerte y seguro de sus labios. Su
lengua presionó contra el encaje, humedeciéndolo y haciéndolo lo suficientemente maleable para que
yo sintiera cada movimiento que hacía.
Mis dedos se deslizaron en su cabello. Los pelos cortos me hacían cosquillas cuando agarré lo
suficiente para mantenerlo en su lugar. No necesitaba preocuparme, él no se detendría. No, estaba
más que feliz de seguir adelante con sus ligeros toques perseguidos por pequeños mordiscos de sus
dientes blancos y rectos que brillaban en la oscuridad.
No podía apartar la mirada cuando su foco láser se convirtió en mi salvavidas. Un ritmo que solo
él parecía entender y yo anhelaba descifrar.
Cada tirón de sus dientes y boca descendía como una flecha entre mis muslos.
Cuando me tambaleé, me atrapó, cuando traté de alejarme de la intensidad, empujó por más.
Eché los hombros hacia atrás cuando abrió el broche de mi sostén. Debería haberme preocupado
de que no estuvieran tan alegres sin todo el apoyo, pero su mandíbula se tensó cuando los juntó y
me miró a los ojos.
Jodidamente hermosa. Fuiste hecho para la luz del fuego. Hecho para mí." Me cogió en brazos
y se acercó a la chimenea. En el camino hacia allí, miró a su alrededor.
"¿Cama?" era bastante grande No estoy seguro de cómo pudo habérselo perdido.
Sobre todo porque yo era el que había tenido el burbujeante.
Hablando de eso, ¿se había olvidado Sage de enviar nuestra botella solicitada? ¿O nos estaba
esperando en el pasillo?
No es que tuviera la intención de detenerme lo suficiente para averiguarlo.
"No. Necesito que te extiendas tal como te dije. Frente a ese fuego donde puedo
adora este cuerpo exuberante y perfecto”.
Tragué. "Oh chico."
Una comisura de su boca se inclinó hacia arriba. "¿Estás dispuesto a ese plan?"
“¿Hay un contrato para ir con eso? ¿Dónde necesitas que firme?
Él rió. "Tal vez solo ese condón en tu escondite".
"Bolsa." Señalé la bolsa de cachemira color menta en el suelo junto a la cama.
Se desvió hacia ese lado de la habitación y me bajó lo suficiente como para agarrarlo sin
bajarme. Busqué en el pequeño compartimento lateral y dejé caer la bolsa de nuevo. Dos
condones tendrían que ser suficientes.
Por favor Dios.
Cuando pasó junto a la cama, agarré la manta del fondo. Me acostó suavemente en el
suelo, luego agarró las almohadas de la cama y las esparció detrás de mí. Se arrodilló sobre
mí, sus pantalones de vestir lo abrazaron desde el muslo hasta la rodilla y, lo que es más
importante, solo a lo largo de la cremallera.
Y misericordia, la tela lo abrazó con fuerza.
Podía ver la curva de él y todo apretado dentro de mí.
También podría haber habido un poco de pánico ya que esta era mi primera vez.
Por otra parte, Asher no parecía ser promedio en ninguna capacidad, entonces, ¿por qué
¿Sería diferente ese apéndice en particular?
Se desabrochó la camisa el resto del camino y desabotonó lentamente la impecable camisa
color perla. Una camiseta blanca ajustada se extendía sobre su pecho. Tantas malditas capas.
Si hubiera sido un poco más valiente, me habría levantado para empujar la camisa hacia
arriba y apartarla, pero seamos realistas.
Cada parte de mí estaba temblando ante la idea de exactamente lo que estaba debajo.
esos pantalones gloriosamente confeccionados.
Incluso su camiseta era algo más que fuera de serie. Se veían ondas de músculo bajo el
algodón superfino. Y el indicio de algo más.
¿Otro tatuaje?
"La manera en que me miras. Dios, espero no decepcionarte. odiaría
perder esa hermosa expresión”.
“Creo que la preocupación es al revés”.
No podrías decepcionarme. No pareces el tipo de mujer
que yace allí como un pez muerto.”
Una risa rápida salió de mí. "¿Eso es una cosa?"
"Te sorprenderias."
"Lamento que hayas tenido que lidiar con eso".
"No hablemos de nada más que de nosotros".
"Me gusta el sonido de eso. Como la primera vez."
Su sonrisa se suavizó. “Estoy tan nervioso como la primera vez”.
"¿Sí?" Tragué saliva. "Yo también."
Metió la mano detrás de su cuello y tiró de la camisa por encima de su cabeza. Su
cabello limpio estaba un poco despeinado y me gustaba aún más. No tan perfecto.
Especialmente cuando yo era todo lo contrario.
Arrojó su camiseta a un lado y se arrastró sobre mí. "Ahora finalmente puedo ponerte
piel con piel".
La flecha de pelo se abanicaba por sus pectorales y bajaba por su musculoso estómago.
Pasé mis dedos por el fino vello y me estremecí ante el calor de su suave piel. "Tan hermoso."
"Tú eres el hermoso, no yo".
Seguí las cuentas sinuosas de su rosario tatuado. Tanta tinta en alguien que pensé que
estaba tan abotonado a primera vista. "Siento disentir."
Cerró los ojos mientras yo seguía las intrincadas líneas y el sombreado de su cuello
antes de agacharse para frotarse contra mis pechos. Su gemido coincidió con el mío mientras
me cubría a mí ya mi boca.
Mis piernas se abrieron para él y la suave lana de sus pantalones amortiguó la línea
decadentemente dura de su eje mientras se movía suavemente contra el encaje de mis
bragas.
Barreras tan pequeñas y, sin embargo, parecían demasiado.
Quería su piel sobre mí, toda ella.
Enrosqué mis brazos alrededor de sus hombros y gemí cuando se acomodó encima de
mí.
"¿Soy demasiado pesado?"
"No. Eres perfecto." Enrosqué mi pierna alrededor de su cadera. Nunca había tenido un
hombre entre mis piernas así. Los pocos novios que había tenido estaban más interesados
en poner una mano entre mis muslos que en encajar realmente contra mí. Olvídese de
tomarse el tiempo para tocar y besar con significado.
La boca de Asher se deslizó hasta mi cuello y de regreso a mis pechos. Me miró a la luz
del fuego, sus ojos oscuros bailaban con llamas y atención mientras chupaba mi pezón con
demasiada fuerza. Lo suficiente como para arquearme sobre la suave alfombra.
Una vez más, el placer se arqueó a través de mí y se acumuló bajo el encaje de mis
bragas. Probablemente iba a dejar marcas húmedas en su hermoso traje.
Antes de que pudiera mencionar ese hecho, curvó su brazo debajo de mí para que mis
hombros se inclinaran hacia atrás, dándole más acceso.
Como si quedara un solo lugar en mí, desde el cuello hasta los senos, que él no hubiera
tocado.
Me moría por más. Mucho más.
"Dios, quiero saborearte".
"¿No es así?"
"Más." Se deslizó hasta la parte inferior de mi pecho y hasta el suave
línea de mi caja torácica. "Todo."
“Yo…” No tenía una respuesta para eso. Ansiaba cada pedacito de experiencia, pero no
estaba seguro de cuánta honestidad podría manejar.
Raspó sus dientes alrededor de mi ombligo, justo por encima de la caída de mis bragas.
"¿Puedo?"
"Cualquier cosa."
“Oh, no me des esa apertura. Lo tomaré todo. Soy un bastardo codicioso.
Me tragué la oleada de miedo bajo la emoción. Si esta era la única vez que tendría esta
oportunidad, lo quería todo. Incluso el glaseado extra de esa asombrosa lengua donde nada
más que mis dedos habían estado.
"Muéstrame."
Avanzó un poco más y metió las puntas de los dedos debajo del encaje elástico y los
arrastró por mis piernas. En lugar de mirar la parte más oculta de mí, me miró a los ojos
mientras bajaba la boca hacia mí.
Nuestra mirada estuvo bloqueada por lo que pareció una eternidad.
“Respira, Hannah”.
Dejé escapar una risa suave y se desvaneció en un gemido cuando su lengua se deslizó.
a través de mi humedad. "Oh Dios."
El rugido de su pecho zumbó a lo largo de mis muslos antes de reverberar a través de
mi piel hasta donde estaba metida su muy inteligente lengua. Resistí el impulso de alejarlo.
Fue íntimo y abrumador, pero luego no hubo nada más que una oleada de intenso placer
mientras movía su lengua alrededor de mi clítoris con una habilidad en la que no quería
pensar.
En cambio, me concentré en la forma en que me hacía sentir.
Como si estuviera flotando y ahogándome al mismo tiempo. Los sonidos de mi humedad
me dieron ganas de apartar su cabeza, pero parecía intensificar su necesidad de más. La
codicia que mencionó pareció difundirse en mí y me hizo estirarme con pequeños zarcillos de
necesidad.
En lugar de alejarlo, mis dedos se deslizaron entre los cabellos más largos en la parte
superior de su cabeza y lo sostuve más cerca. Él gimió contra mí y resbaló
un dedo debajo de donde había estado su lengua. Deslizándolo dentro de mí mientras jadeaba.
Arqueé la alfombra y alargué la otra mano para alcanzar la almohada sobre mi cabeza.
Cualquier cosa para agarrarme y no volar en pedazos cuando un dedo se convirtió en dos y me
estiró.
“Eres tan jodidamente apretado. Como si estuvieras hecho solo para mi boca, mi lengua, mis
jodidos dedos.
Solté un sollozo. "Sí. De nadie más. Esa era la verdad. No hay mentiras allí. “Nunca de nadie
más”.
Redujo la velocidad y me miró. "¿Nunca?" Dejó de conducir su
dedos más profundo en mí. “¿Hannah?”
Tragué. No quería mentir, pero si se detenía, Dios mío, lo mataría y lloraría durante un mes,
tal vez incluso un año.
Giró su mano hasta que su pulgar estuvo metido debajo de mi clítoris. Mi cerebro se apagó y
levanté mis caderas por más. La locura arañó mi cerebro como una fiebre.
"¿Nadie?" Su voz era reverente, no acusatoria.
Aparté la cabeza. "No."
Sus dedos se deslizaron fuera de mí.
Asher, por favor.
“Dios, Hannah. Podría haber perdido el control. Estaba a un segundo de rasgar
mi cremallera abierta y conduciéndote hacia ti”.
Sí. Sí, quería eso. mucho Solo dejarlo ir y finalmente estar completa. Para finalmente saber
lo que me estaba perdiendo.
Una lágrima se deslizó por mi sien. "Por favor, no te detengas".
"No pude". Rápidamente se movió hacia mí, volteando mi cara hacia la suya. “Yo no lo haría.
No quiero tomarte como un animal. Te estás retorciendo debajo de mi boca y sabes tan bien.
Cubrió mi boca y jadeé por mi sabor en su lengua, ahora en mi lengua. Tiró de mi labio inferior.
"¿Probar eso?"
Dejé escapar un suspiro tembloroso. "Sí."
“Muchas veces mil para mí. Sabes a duraznos con miel y a la perfección.
Nunca miraría el pastel de durazno de la misma manera.
Acarició mi mejilla, limpiando las lágrimas que se habían escapado. "I
No merezco este regalo, pero cuando dije que era un bastardo codicioso, lo decía en serio.
Cubrí su mano. “Y lo dije en serio cuando dije que lo quería todo.
Muéstrame."
Se apartó de mí. “Dios, me vas a matar, pero eso es lo que vas a conseguir. Pero tu
primera vez no será en el piso”. Me levantó de nuevo y grité. "La segunda ronda tal vez".
"La segunda ronda podría haber sido en la cama".
Sonrió y me dejó sobre el enorme colchón. “Quiero hacer esto increíble para ti. Soy un
triunfador.”
Oh Señor. No superaría esto si él lo hiciera mejor.
Mi mirada se fijó en sus manos mientras bajaba la cremallera y se quitaba
la lana color carbón a rayas hasta los bóxers negro azabache debajo.
Tragué grueso. Eso era mucho hombre allí. Un montón.
Se quitó los pantalones y los tiró en la silla cerca de la cama.
Los calcetines se fueron con él antes de que volviera a subir entre mis piernas.
Resolveremos esto juntos. La primera vez para los dos.
Levanté la mano para acariciar hacia atrás el pequeño mechón de cabello que caía hacia adelante para estropearlo.
su rostro perfecto. "Mientras que los dos no estemos actuando como vírgenes".
Él rió. "Definitivamente no." Cubrió mi boca con la suya y acarició suavemente su
camino por mi torso hasta entre mis muslos. Su dulce beso se volvió cálido, luego se volvió
más salvaje cuando gimió. "Tan húmedo para mí", dijo contra mi boca.
"Muy preparado."
“Te avisaré cuando estés listo”.
De cerca, pude ver las pequeñas motas de oro en sus ojos color avellana. Casi
depredador. Me estremecí, pero no de miedo. Me había aferrado a mi virginidad durante
tanto tiempo que parecía que nunca sabría lo que se siente estar con alguien, y mucho
menos con un hombre como Asher.
Ni siquiera sabía su apellido.
Tal vez eso fue mejor. No había nada fuera de este pequeño globo de nieve.
habíamos creado. Sin equipaje, sin familia, sin cargas.
Un espacio de tiempo que solo se trataba de nosotros.
Mis caderas se levantaron mientras acariciaba lentamente uno y luego dos dedos dentro de mí.
Se tomó su tiempo para conocer mi cuerpo. Incluso cuando traté de animarlo a ir más
rápido, mantuvo el rumbo.
Tenía su propio plan de cómo iba a salir esto.
Estaba tan impaciente por llegar a la meta. Para meterlo dentro de mí
sentirse parte de algo—alguien. Pero Asher tenía su propia agenda.
Y eso incluía la muerte por un orgasmo interminable.
Cada vez que me acercaba, retrocedía y ralentizaba sus tiernos movimientos.
Agregué un beso a mi hombro, mi cuello, incluso mi clavícula. Pero solo me tocó entre las
piernas.
Me arqueé para tener ese vello deliciosamente suave de su pecho contra mi piel, pero
él se movió para que solo se tratara de mí y sus dedos.
“Relájate, Hannah. Sólo déjame entrar.
"Ese es el maldito objeto de esto y, sin embargo..."
El estruendo en su pecho terminó en una risa baja. “Tenemos toda la noche y solo dos
condones”.
Tenía razón, pero yo estaba tan inquieto y perdido. No tuve más remedio que seguirlo.
Giré mi cara para encontrar su boca y envolví mis brazos alrededor de su cuello. Jadeó
en el beso y la larga y fuerte dureza de su eje se arrastró a lo largo de la parte interna de mi
muslo. "Sí", dije contra su boca. "Cerca."
Apartó sus labios de los míos y avanzó poco a poco hasta mis caderas. “¿Es así como
quieres jugarlo?”
Me senté sobre mis codos. “No quiero jugar nada más que tú dentro de mí.
Lléname, Asher. Por favor."
Sus ojos eran salvajes, pero su determinación lo superaba todo.
Me dejé caer sobre las almohadas. No conocía a este hombre, pero sabía una cosa.
Yo estaba en su horario.
Tiró de mí hacia abajo, luego enganchó mi rodilla sobre su hombro y todas sus burlas
se duplicaron hasta que me retorcí en la cama.
Los dedos, la lengua, incluso su respiración se concentraron en el mismo centro de mí.
Intenté agarrarme a su hombro, pero juro que se me salían los sesos por las orejas. Empujé
las almohadas fuera del camino y agarré la cabecera mientras él se daba un festín conmigo.
Realmente no había otra palabra para eso.
Mis muslos temblaron cuando deslizó dos dedos dentro de mí y me lamió. Me arqueé
cuando el fuego crepitante, la luz tenue, incluso el viento aullador de afuera se desvanecieron
y no había nada más que mi propia respiración agitada y los latidos de mi corazón palpitando
bajo su lengua y reverberando en mi cabeza.
"Joder, Hannah". Mordió la parte interna de mi muslo mientras empujaba dentro de mí.
una y otra vez con los dedos.
No pude soportarlo. El placer me segó y dejó una destrucción absoluta a su paso.
Luego se fue y no pude articular lo que necesitaba. Algo.
Incluso mientras disfrutaba de las ruinas de lo que había hecho conmigo, faltaba algo.
En un instante, estaba de vuelta. No había espacio entre nosotros esta vez. Justo
él moviéndose sobre mí antes de separar mis muslos pegajosos y deslizarse hacia adelante.
Finalmente.
"Lo siento", susurró en mi oído, pero yo ya estaba demasiado lejos.
Demasiado más allá del punto de no retorno.
Lo acepté dentro de mí como si estuviera hecho para él. Una punzada de incomodidad, luego
una plenitud que nunca soñé posible.
Curvó sus brazos debajo de mi espalda y me envolvió desde el pecho hasta la cintura mientras
nos uníamos en todos los sentidos. Acunó la parte de atrás de mi cabeza, sus dedos se enredaron en
mi cabello mientras me mantenía inmóvil. Y me vio mientras derribaba todas las defensas que alguna
vez pensé que tenía.
No podía negarle nada.
Incluso si hubiera querido, él no lo permitiría.
Me estiró, me escurrió y exigió más. sudor derramado
entre nosotros gracias al fuego crepitante al lado de la cama, pero no me importaba.
Envolví mis brazos y piernas alrededor de él. Tal vez incluso mi corazón.
La fricción de nuestros cuerpos y las semillas de mi orgasmo crecieron hasta que su nombre fue
un canto contra su boca, su cuello, incluso su hombro mientras trataba de no gritar hasta el techo.
Mi nombre fue una súplica, luego un juramento cuando finalmente soltó su rígido control y se
clavó en mí. Lo perseguí, el fuego, los bordes de la locura, y un momento antes de que lo hiciera, me
rompí.
Plena e inexorablemente.
Él me llenó de más maneras de las que debería haber sido posible. Este
El extraño no debería haber sido capaz de tocarme tan profundamente, tan completamente.
Sin embargo, de alguna manera, solo había dejado las cenizas de Hannah Jacobs en esta cama
grande y hermosa.
En lo que me convertiría a continuación, simplemente no lo sabía.
La furia de nuestra propia tormenta de nieve personal finalmente disminuyó. El sudor se enfrió y
nuestra respiración salvaje se hizo más lenta. Aún así, su corazón latía contra el mío mientras trazaba
un patrón circular sin fin en su espalda.
No hubo palabras entre nosotros. Ninguno que realmente pudiera transmitir lo que había sido.
Finalmente, se deslizó y se sentó en el borde de la cama para desechar el condón que
afortunadamente había recordado ponerse. Mi cerebro había estado en un lugar muy peligroso
donde no lo habría cuestionado.
Eso en sí mismo era malditamente aterrador.
Me senté y junté las sábanas sobre mí.
No creas que vas a ninguna parte. Tenemos toda la noche.
Solté una risa nerviosa. "Incluso si quisiera, la nieve dice que no de todos modos".
Se volvió hacia mí. "¿Quieres?"
Levanté un hombro. "No. Pero esto solo puede ser por esta noche.
Todos sabían que los cuentos de hadas terminaban y yo quería tomar el control de los
míos. Sabía mejor que la mayoría que nada bueno duraba para siempre.
Entrecerró los ojos y su mirada se dirigió a mi mano.
“Hola, ¿recuerdas esa molesta cosa de la virginidad?”
"Bien." Se puso de pie y la luz del fuego bronceó su piel perfecta. Y misericordia, todo lo
demás de él también.
Froté mis piernas juntas. Todavía podía sentirlo allí, como una huella permanente.
Las emociones y el deseo se habían fusionado en algo confuso y febril.
Algo que arrastraba en las noches solitarias para recordar cuando había hecho algo solo para
mí.
Me acurruqué entre las sábanas mientras él caminaba alrededor de la cama y entraba.
el pequeño baño antes de regresar.
"¿Disfrutando del espectáculo?"
Sonreí y puse una almohada frente a mí para abrazarla con fuerza. Tal vez entonces no
me abalanzaría sobre él y me avergonzaría. "Tal vez."
Levantó el borde de las sábanas y se metió en la cama conmigo antes de quitarse la
almohada y colocarla detrás de su cabeza. "Si estás mirando, yo también llego".
Me enterré más profundamente en las sábanas.
"¿Ahora vas a jugar tímido?"
Me encogí de hombros. "La neblina orgásmica ha salido de la habitación".
"Debería arreglar eso entonces". Tiró de las sábanas sobre nuestras cabezas y me arrastró
más cerca.
Los besos estaban llenos de risas. No me di cuenta de que tenía eso en mí después de
toda la intensidad de antes. Y para ser honesto, no sabía que Asher tenía ese lado de él. Había
un toque de encanto en sus reacciones hacia mí en
cena, pero en su mayor parte, hubo una dolorosa soledad que reconocí y me atrajo.
Esta parte de él hizo que las cosas se calentaran y se expandieran en mi pecho. Cosas que
No tenía sentimientos de negocios por un hombre que era una aventura de una noche.
Por elección. Prefiero que este sea un recuerdo perfecto y feliz a que se convierta en algo
teñido de arrepentimiento.
Eso no era para esta noche.
En cambio, encontramos puntos que nos hacían cosquillas unos a otros y nuevos gritos
llenaron la habitación. Solo había risas y el rico estruendo de su voz burlona mientras cubría
todo mi cuerpo con quemaduras de barba.
Valió mucho la pena. Y cuando nos reunimos por segunda vez, fue suave y soñador,
exactamente lo contrario de la tormenta salvaje que habíamos creado entre nosotros la primera
vez.
Si hubiera sido una mujer más fantasiosa, lo habría llamado de alguna manera.
más.
Ojalá pudiera ser.
Cuando me dio la vuelta para poder enroscarse alrededor de mi espalda, la luz del fuego
brilló con algo más que los jadeos de mi placer.
Me sentí más querido por un extraño que nadie en mi vida desde que perdí a mis padres.
Cuando se deslizó dentro de mí, estirándome tan perfectamente, entrelacé mis dedos con los
suyos en mi cintura. Nos movíamos juntos al ritmo de los latidos del corazón y el chasquido del
fuego mientras el viento aullaba afuera.
Estiré mi otra mano hacia atrás para agarrar la parte posterior de su cuello mientras él
enterraba su rostro en mi cuello. Su gemido bajo y ronco fue el final más encantador de nuestra
velada.
Dormimos en una maraña de piernas y brazos. Sin pelear por almohadas o decidir en qué
lado de la cama dormiríamos. No había lado. Solo nosotros en el centro sin espacio en el medio.
Me desperté con el amanecer como era mi costumbre, sin importar cuántas horas de sueño
había dormido o no.
Definitivamente no había habido muchos con Asher.
Me quedé allí por unos momentos, apreciando el peso de un hombre detrás de mí por
primera vez en mi vida.
Todo había sido tan breve.
Me dolía el pecho cuando me deslicé de sus brazos y puse una almohada a su lado cuando
se acercó a mí.
Me acerqué a la ventana y vi que las calles ya estaban barridas. Una tormenta de nieve no
fue rival para los equipos de limpieza en el centro de Nueva York. Me vestí en silencio y luego me
agaché junto a la cama por un momento para verlo dormir. Su cabello estaba revuelto y las líneas
más ásperas alrededor de sus ojos se habían aliviado en el sueño.
Tan hermoso. Y él me había hecho sentir exactamente igual. Hermoso, completo y fuerte.
Solo tenía que ser lo suficientemente fuerte para no hacerlo más de lo que era.
Mi mejor amiga Gabriela tenía una frase para esto.
Joder y correr. Separarse antes de que interviniera la realidad.
Porque realmente, ¿qué podríamos tener en común fuera de la cama? Antes de que se
detuviera en mi mesa, él había estado muy ocupado con el trabajo, y yo no era lo suficientemente
ridículo como para pensar que podía competir con su probable trabajo de alto poder.
Tampoco quería intentarlo.
De repente, sus ojos se abrieron de golpe. Pasó del sueño profundo a la vigilia en un abrir y
cerrar de ojos. La tristeza llenó su mirada antes de que su expresión se volviera firme y en blanco.
"¿Ibas a despedirte?"
Pasé el dorso de mi mano a lo largo de su mejilla barbuda antes de que él se apartara de mi
toque. Suspirando, me puse de pie. Sabías lo que era esto. Sabíamos lo que era esto. ¿Sería
mejor hacer esto después del desayuno?
Su mandíbula se tensó. "Supongo que no lo descubriremos". Rodó hacia el lado opuesto de
la cama antes de poner los pies en el suelo. Obtuve un destello más de su espectacular trasero
antes de que cerrara firmemente la puerta del baño.
Una parte de mí quería ir a la puerta y tocar. Para hablar con él y decirle lo increíble que
había sido la noche anterior. Tal vez incluso averiguar más sobre él. Un apellido y un número.
Pero no fue así como terminó esto.
Podría ser virgen, tachar eso, ya no, pero incluso yo sabía que la mañana siguiente nunca
fue fácil. ¿Qué se suponía que debíamos hacer? ¿Dar la mano o besar? ¿Quieres una ronda más
sin condones? Sí, eso fue inteligente.
Escuché que la ducha se encendía y cerré los ojos por un momento.
No.
Un descanso rápido y limpio era lo mejor.
Sacudí mi cabello hacia atrás y enderecé mis hombros. Braguitas de niña grande, Hannah.
Coloqué mi fin de semana y mi bolso sobre mi hombro antes de que mi mirada se posara en el
pequeño jarrón en la mesa junto a la puerta.
Mis tulipanes de segunda mano.
Las saqué del jarrón y las guardé cuidadosamente en mi bolso.
Eran míos ahora. Así como la noche anterior fue mía para siempre, sin importar cómo hubiera
terminado.
Tan pronto como entré en el pasillo, vi el champán en un balde al lado de la puerta. Fue
entonces cuando vislumbré el cartel de no molestar que Asher debe haber colgado cuando no
estaba prestando atención.
Cogí la botella de champán y la guardé también. Otro recordatorio. Lo bebería y recordaría
cada detalle de esta noche perfecta e inolvidable.
Entonces miré hacia atrás por última vez.
"Adiós, Asher", le dije en voz baja a la habitación y cerré la puerta detrás.
a mí.
CUATRO
DOS MESES DESPUES
Una reunión a las once. Otra reunión al mediodía. Luego almuerzo, seguido de otra reunión.
Mi día ya era una tormenta de mierda.
Mi gerente de ventas renunció sin previo aviso, dejándome para reunirme con varios
de nuestros clientes más importantes. Tuve poco tiempo para ponerme al día con sus
cuentas y aún menos tiempo para considerar si mi empleado de confianza a largo plazo se
había ido con todos sus contactos de ventas a cuestas. Si es así, cualquier empresa en la
que aterrizara a continuación se beneficiaría de todas las relaciones que había construido
mientras Wainwright Publishing Industries le pagaba.
Pero no tuve tiempo de insistir en el posible mal uso de los recursos de la empresa.
No cuando mi abuela estaba al teléfono, cambiando mi vida a su manera dulce y caótica.
"¿Cuándo es este viaje de nuevo?" Revisé los montones de papeles en mi escritorio,
buscando desesperadamente mi DayTimer.
Últimamente, ese libro marrón encuadernado con anillas era mi balsa salvavidas. Si
pongo la tarea en una pequeña casilla con una hora y fecha, entonces podría marcarla
cuando se haya completado. Todas esas marcas de verificación estaban en mi columna de
victorias. Ejemplos de cosas que logré abordar y manejar de manera oportuna.
Sí, mi mundo podría estar fuera de control, pero así fue como mantuve todo unido. Lo
puse en el calendario y me ocupé de cada elemento a la vez.
Del once al diecisiete de marzo. ya esta en tu dia
Temporizador. Lo puse allí el mes pasado.
Dejé de buscar y sonreí, divertido como siempre por lo bien que me conocía. Entonces
las fechas finalmente se hundieron en mi cabeza.
"¿Mediados de marzo? Tengo la Free Papers Expo esa semana. ¿Quién va a cuidar a
Lily si estoy fuera de la ciudad? La mayor parte es local, con solo una noche pero…
“Sugeriría amigos, pero tendrías que dejar de trabajar el tiempo suficiente para hacer
algunos. Sé que no es lo mismo para ti desde que murió Billy, pero tienes que dejar de
esconderte en el trabajo en algún momento, Snug.
El viejo apodo suavizó el cosquilleo de la irritación. "Sabes,
la mayoría de la gente me ve como un hombre formidable. Sin embargo, me llamas así.
“Siempre serás mi Snuggle Bunny incluso si eres más alto que yo. Ahora deja de
demorarte y dime cuándo vas a hacer algo con esta situación de la niñera”.
Suspiré. “Entrevisté a dos de ellos. ¿Qué más quieres?"
"¿Contrataste a alguno de ellos?"
"Por supuesto que no. No tenían razón. No puedo dejar a Lily con cualquiera.
Me enderecé la corbata. Me las arreglaré. Tal vez Vincent pueda cubrirme en la exposición.
“Bien, y luego te tomarás una semana de vacaciones porque estoy viajando con mi grupo
de fuddyduddies. Nos vamos al sur en agosto, así que será mejor que hagas tiempo también”.
"Agosto es mucho tiempo a partir de ahora". Y no estaba seguro de si lo lograría esta
semana, no importa si faltan cinco meses. "Déjame manejar las vacaciones de marzo primero,
¿de acuerdo?"
“Así es como lidias con todo. Márquelo como algo para manejar. Dime esto, ¿alguna vez
disfrutas algo más? ¿Alguna vez te tomaste un día o una noche para ti? No desde la víspera
de Año Nuevo…
"Abuela". Su nombre era una advertencia. Yo no iba allí. yo había estado
haciendo lo mejor que podía para fingir que la noche nunca había existido.
No porque no hubiera sido bueno. Lejos de ahi. De alguna manera esa noche con Hannah
había sido la mejor de mi vida. Y no podía repetirse, no podía repetirse, así que no tenía
sentido insistir en ello.
"Sólo digo. Un hombre adulto saludable necesita ciertas actividades para mantener su
equilibrio”.
"¿En serio?" Yo no estaba sonrojado. Absolutamente no. Pasé mi dedo a lo largo
el interior de mi collar. Hacía calor aquí.
“No te hagas la tímida conmigo. Sé que no estás haciendo tiempo para las cosas
importantes de la vida. Estaba tan feliz de que salieras en Año Nuevo y volvieras a
casa con lápiz labial en el cuello para empezar. Tenía la esperanza de que veríamos
más de esa joven por aquí, pero debería haber sabido que volverías a trabajar como
si nada hubiera pasado.
“Conoces la situación con el periódico. Si me relajo aunque sea por un minuto,
podríamos perderlo todo”.
“No vas a perderlo todo, pero tal vez deberías”.
Aturdido, herido, me recosté en la silla de mi escritorio y miré sin ver las filas de
proyecciones en Excel en la pantalla de mi computadora. Una de las muchas razones
por las que amaba a mi abuela era porque ella no tenía ni un ápice de interés en el
negocio familiar. A ella no le importaba el dinero, a diferencia de mi madre, que
consideraba el valor financiero antes de hablar con una persona.
Está bien, ella no era tan mala, pero lo suficientemente mala.
¿Pero que mi abuela dijera abiertamente que esperaba que fracasara? Siempre
había contado con su apoyo, incluso si ella no entendía bien por qué era tan crucial
mantener lo que yo veía como el legado familiar.
"Cómodo", dijo un momento después, rompiendo el silencio. “No me malinterpretes.
Sé lo importante que es el papel para ti. Me alegra el corazón saber cuánto te
preocupas por enorgullecer a tu abuelo. Se ha ido, pero nunca lo olvidarás, ¿verdad?
“No,” murmuré.
Compartiendo dulces de un centavo mientras estaba sentado en mi mecedora en miniatura a
su lado cuando yo era un niño. Reírnos mientras nos sentábamos en un bote de pesca en la niebla
de la mañana temprano y esperábamos los tirones en la línea. Sentada en su regazo y fingiendo
conducir su viejo y grande Oldsmobile en el camino de entrada cuando no tenía más de cinco años.
No, no lo olvidaría.
“Pero hay formas en las que puedes honrar su memoria además de esforzarte
hasta los huesos. Los tiempos están cambiando, cariño, y no puedes revertir el reloj.
Por mucho que quieras. Por mucho que quisiera, de hecho.
Ella se rió, pero pude escuchar la tristeza justo debajo de ella. “Él querría que fueras
feliz sobre todo. En sus primeros días de dirigir el negocio, lo era. ¿Ahora? No tanto."
“Estoy feliz de pasar tiempo contigo y Lily. Me hace reír todos los días”. Esa era
la pura verdad. “Aún más ahora que está empezando a
gatear. Que el cielo me ayude.
Todavía no tenía la menor idea de cómo ser padre de un bebé. Una niña, nada menos. Pero Lily no
estaba escuchando mis súplicas de permanecer pequeña y segura en su cuna. Estaba decidida a caminar,
sin importar si yo estaba listo o no.
Mientras tanto, estaba colocando edredones para que gateara y
cubriendo todos los enchufes que pude encontrar con cubiertas de seguridad.
O al menos lo había logrado en el apartamento de soltero en el que vivía actualmente.
Pero había decidido poco después del año nuevo que Lily no podía crecer en un departamento en la
ciudad. Bueno, ella podría, pero yo tenía mucho dinero, entonces, ¿para qué lo estaba ahorrando si no
era para malcriar a mis seres queridos? Ahora era mi hija y no quería que le faltara nada. Se merecía un
gran patio trasero en los suburbios con un columpio gigante y espacio para correr.
Demonios, tal vez algún día incluso le conseguiría un pony. ¿No era ese el sueño de toda niña?
Necesitaría superficie cultivada para eso.
Algún día. Tal vez.
Mientras tanto, recientemente cerré la casa de mis sueños por ahora en Crescent Cove. Contaba
con cinco dormitorios, aunque no sabía muy bien por qué necesitaba tantos, junto con una chimenea en
varias habitaciones, incluido el dormitorio principal. También tenía cuatro baños, un gran patio trasero y
un jacuzzi, entre otras comodidades.
Era mucha casa para un hombre y un bebé. A menos que lograra convencer a mi abuela para que
se mudara, lo cual era dudoso porque afirmaba necesitar privacidad para ella y su "novio".
Sí, mi abuela de sesenta y siete años estaba recibiendo mucha más acción que yo.
“Razón de más por la que necesitas ayuda. No sé por qué ves contratar a una niñera como admitir
el fracaso. Simplemente no puedes estar en todas partes a la vez, Snug.
Soy muy consciente de ese hecho. Como estoy a punto de llegar tarde a una reunión con el director
de publicidad de atletismo de la universidad.
La verdad es que aún no llegaba tarde. Agregué tiempo extra antes y después de cada cita, por si
acaso. Yo era el tipo de persona que prefería que mis citas, cuando había tenido algunas, estuvieran en
una forma de control de la natalidad mientras usaba un condón, porque una protección amplia era lo mejor.
Y el control de la natalidad relacionado con la línea de conversación actual, ¿cómo? Jesús.
Mi cerebro estaba en todas partes a la vez últimamente.
Froté el nudo en mi frente. Culpé a Hannah por esto. Ella era la razón por la que tenía
el sexo en mente con tanta frecuencia hoy en día cuando una vez lo relegué al estante donde
pertenecía.
Incluso pensar en su nombre me hizo moverme en mi silla.
Durante los últimos dos meses, había trabajado jodidamente duro para borrar esa
palabra de mis pensamientos. Cada vez que los recuerdos de esa noche que compartimos
me asaltaban, me entregaba al trabajo oa cuidar a Lily. Finalmente, los flashbacks
desaparecieron, aunque de vez en cuando tenía que usar un whisky escocés para
deshacerme de ellos.
No había necesitado más de mí, y yo no tenía tiempo para una relación, ni siquiera para
una casual. No es que nada entre Hannah y yo sería casual.
Simplemente no era posible.
¿Por qué no me dejas encargarme de las próximas entrevistas de niñera? Sé que
conociste a un par de mujeres y no estaban del todo bien, pero seamos realistas. Sé más
sobre lo que necesitas en una niñera que tú. Además, puedo ayudar a detectar a cualquiera
de esos cazadores DILF.
"¿Que qué?" Solté una risa desconcertada. “¿Qué es un cazador DILF?”
“Un DILF es un papá al que me gustaría follar”.
"¡Abuela!" No había duda de que mi cara estaba caliente ahora. Tuve la tentación de
meter la cabeza en el jarrón de flores frescas que mi secretaria había colocado en la esquina
de mi escritorio solo para que mi piel sonrojada tuviera un poco de agua fresca.
“No me digas 'abuela'. Como soy tu abuela, eso significa que obviamente he tenido sexo
al menos lo suficiente como para producir a tu padre. Y seguí adelante después de eso,
tratando de hacerlo bien. Algunos fueron solo por el bien de la práctica”.
Su risa subida de tono me hizo sonreír a pesar de mi vergüenza. “No entiendo lo de
papá. ¿No son papás la mayoría de los hombres que conoces?
“Yo no, tonto. A mi edad, los niños son un lastre, no una característica atractiva. No
busco anotar con ningún tipo de Tony Randall. Ten a tus hijos a una edad adecuada, por el
amor de Dios”.
No podría discutir allí.
“Pero sí, es algo real en el mundo de las citas. Las mujeres están cazando a los padres
solteros que no sospechan como si fueran machos el primer día de la temporada objetivo.
Su ropa de camuflaje son minifaldas y sujetadores pushup”.
"¿Qué? ¿Por qué una mujer se emocionaría con un hombre con un hijo?
¿No significa eso menos tiempo para ellos?
“En teoría, pero las mujeres están preparadas para encontrar buenos protectores. Está
en nuestro ADN, por mucho que lo odiemos. Además, algunos encuentran sexy a los padres
solteros que trabajan duro en nombre de sus hijos. Eres un doble DILF”.
"¿Llegar de nuevo?"
“Estás trabajando duro por un bebé que ni siquiera tuviste. Entonces, durante la
temporada abierta de DILF, embolsarlo sería como obtener un dólar enorme. Y no usarán un
soporte de árbol para derribarte. Más como un paño para eructar y un poco de lápiz labial
Ravish Me Red”.
“No tienes sentido, pero sí, bien. Puedes reunirte con la próxima niñera entrevistada.
Suponiendo que haya alguno. Nadie ha respondido a mi anuncio recientemente”. Nadie
adecuado de todos modos.
“Tal vez es hora de mirar más allá de los anuncios. Veré qué se me ocurre.
"Sin bichos raros", le amonesté. Mi abuela era un amor, pero tenía la tendencia de
recoger a los humanos callejeros tal como lo hacía con los animales callejeros. "Ten en
cuenta que esta niñera influirá en Lily y es importante que ella..."
“Sí, sí, me aseguraré de mantener las condenas por delitos graves al mínimo. Diviértete
en tu reunión. Ciao, Snug”. Colgó antes de que pudiera hacer algo más que mirar con
exasperación el teléfono.
Realmente tenía miedo de saber a quién se le ocurriría.
Pero no podía preocuparme por eso ahora. Realmente llegué casi tarde, gracias a
nuestra llamada telefónica extendida.
Tomé mi chaqueta del respaldo de mi silla y me encogí de hombros, maldiciendo la
última advertencia de nieve que apareció en la esquina de la pantalla de mi computadora. El
final de febrero significaba que eran bastante constantes hoy en día.
Y la nieve me hizo pensar en Hannah. Cómo había tocado la ventana mientras
si quisiera sentir las escamas frías en su piel.
Apágalo.
Cogí mi DayTimer cuando salía por la puerta. Tenía mi reunión para concentrarme.
Probablemente también tendría que reunirme con una nueva candidata a niñera más
temprano que tarde. Luego estaba todo con lo que tenía que lidiar cuando se trataba de
mudarnos a Lily ya mí a nuestra nueva casa.
¿Lo único en lo que no tuve tiempo de pensar?
Ana.
No iba a volver a verla nunca más. Justo como ella lo quería.
Justo como lo quería.
CINCO
MARZO LLEGABA COMO UN CORDERO. FUE ENGAÑOSO, PORQUE SE PRONOSTICARON
TORMENTAS para más adelante en la semana y hasta la próxima. Pero por ahora, yo y mi
cárdigan lo estábamos tomando.
Miré hacia abajo y sonreí ante el tirón de la correa púrpura brillante de mi protegido.
Latte, un Yorkie con alguna otra mezcla en su linaje, era el cliente más nuevo en mi negocio de pasear
perros recién nacido.
Entonces, él era mi único cliente. Todavía contaba. yo tenia un cliente Tenía un negocio aparte de
mi incipiente operación de entrega de alimentos. Eso fue un poco más elevado, pero no por mucho.
Junto con esos dos flujos de ingresos, también tenía un trabajo de fin de semana en la cafetería
de Crescent Cove. Eso también era nuevo. Podría haber tenido más horas si las hubiera querido, pero
no era el mejor trabajando para otra persona. Por lo tanto, mis propias pequeñas empresas.
Con el tiempo, esperaba poder mantenerme por completo a través de mis propios esfuerzos. Se
me daba bien presupuestar, así que podía arreglármelas con poco. Hasta entonces, un par de turnos
de fin de semana como pastelero ayudaron a llenar los vacíos.
Y pasear al pequeño Latte mientras sus padres estaban en el trabajo, uno de ellos en la misma
cafetería donde yo trabajaba, me dio la oportunidad de hacer algo de ejercicio. Menos mal también, ya
que me había dado cuenta esta mañana que mis jeans estaban un poco ajustados. Tuve que tomar
una o dos respiraciones mientras tiraba de la cremallera.
Demasiado probando mis propias golosinas probablemente. Oye, ser un cocineroslash
Baker tenía que tener algunas ventajas, ¿verdad?
Latte me llevó a un trozo de hierba cerca de la pizzería. Se me hizo la boca agua al pensar en un
trozo. Estaba a punto de hurgar en mi bolsillo para ver si
Me acordé de meter unos cuantos dólares allí cuando Latte me arrastró al siguiente trozo
de césped para olfatear, este frente a la oficina de bienes raíces.
Miré hacia las majestuosas columnas que enmarcaban el amplio porche, sofocando un
suspiro. Debe ser muy divertido encontrar una casa que tuviera todo lo que siempre quisiste.
Para averiguar cada detalle y asegurarse de que todo fuera de su agrado.
No es lo mismo que vivir en la casa de moldes demasiado grande que había pertenecido
a mis padres. En realidad no era tan grande, pero era mucha casa para una sola mujer que
vivía sola. Mis hermanas ya casi nunca pasaban tiempo en casa, si podían evitarlo. Incluso
en los descansos, solían salir con sus amigos o tomar uno o dos turnos en la pizzería para
ganar algo de dinero extra.
Encontrar nuevos alojamientos, un nuevo comienzo, tan pronto como mis negocios
comenzó a obtener ganancias estaba en la parte superior de la lista.
Latte caminó hacia el arbusto más cercano y ladeó su pequeña pierna. Uf.
No hay necesidad de las bolsas de plástico atadas a su correa todavía. Luego me convirtió
en un mentiroso al caminar unos pocos pies y ponerse en cuclillas peligrosamente cerca de
la acera.
“No, no, Latte, no en esta ciudad. No habrá nada de eso. Discretamente, traté de
empujar su grupa morena hacia el centro del césped. Él no se movería.
Que comience la caca.
Suspiré de nuevo y cerré los ojos por un segundo, concentrándome en el calor del sol
en mi espalda en lugar de la pila de caca humeante que me esperaba. Giré la cabeza y me
protegí los ojos para mirar al otro lado del lago, observando los rayos que brillaban en el
agua helada. Trozos se habían liberado cerca de la orilla, pero en el medio, Crescent Lake
todavía estaba congelado, calor inesperado o no.
Un tirón repentino de la correa me hizo tambalear hacia adelante. Di dos elegantes
pasos para evitar el regalo que Latte me había dejado y casi me vuelvo contra el cochecito
de bebé que rodaba por la cuadra en nuestra dirección.
No funcionaba por sus propios medios, gracias a Dios, pero me tomó un minuto darme
cuenta de eso. Todo lo que podía ver era a la niña angelical en el asiento, aplaudiendo con
sus manos regordetas y alcanzando al perro que ahora se esforzaba por entrar en su
cochecito.
“Oh, Dios mío, lo siento mucho. Es amable, como puedes ver. Café con leche, no.
Lo levanté y lo acuné contra mi pecho, esperando como el infierno que la mujer mayor
que manejaba el cochecito no fuera del tipo litigioso. Latte no había mordido a la niña, pero
algunas personas estaban demasiado ansiosas por causar problemas. Especialmente en los
pequeños pueblos remilgados. Crescent Cove parecía contener mucha gente amable y
amistosa, pero uno nunca podía estar demasiado seguro.
“Oh, no te preocupes por eso. Lily lo estaba disfrutando. Como se puede ver." La mujer
se rió y se quitó las divertidas gafas de sol de color púrpura y rosa, luego se estiró alrededor
de la capota de la carriola para alborotar los rizos rojizos del bebé. Todavía estaba tirando
hacia Latte, su pequeña boca torcida en una mueca.
Latte se estaba esforzando tanto en mis brazos. Definitivamente había hecho un nuevo
amigo. Pero no iba a presionarlo.
"Adelante, bájalo de nuevo". La otra mujer se puso una carpeta debajo del brazo con las
palabras Hamilton Realty. Debía de haber salido de la oficina de bienes raíces, razón por la
cual parecía haber aparecido de la nada. “Continúa ahora”, me instó cuando dudé. Son del
mismo tamaño. No se harán ningún daño entre ellos”.
"Si estás seguro".
Dejé a Latte en el suelo y él se apresuró hacia el bebé, levantándose sobre sus patas
traseras para que la niña le acariciara la cabeza con torpeza. La lengua del perro nunca dejó
de moverse sobre su brazo, lo que solo la hizo reír.
"Este es el día perfecto para un buen paseo, ¿no?" La mujer se protegió los ojos y miró
al otro lado de la calle hacia el lago. “Ahora que hemos hecho este negocio, nos dirigimos
hacia allí. ¿Tal vez tú también, con tu pequeño y apuesto caballero?
“Oh, él no es mío. Soy un cuidador de perros. Me incliné para recordarle que estaba
cerca, en caso de que decidiera ponerse demasiado juguetón. “Su nombre es Latte. ¿Y tu
niña, ella es Lily? Ella es una belleza.
Ella dejó escapar una risa rica. "¿Mío? Difícilmente. Esta tienda ha estado cerrada por
años. Esta es mi bisnieta, Lily Louise. La niña más bonita que jamás hayas visto, ¿verdad?
"¿Bisnieta? No puedes hablar en serio.
Tras una inspección más cercana, la otra mujer parecía un poco mayor de lo que había
imaginado en mi primera mirada rápida. Abuela, está bien, supongo que podría verlo. ¿Pero
bisabuela? Guau. Necesitaba invertir en su régimen de cuidado de la piel.
Se veía fabulosa.
“Oh, estoy hablando muy en serio. Cumpliendo sesenta y ocho este año. Ella inclinó la
cabeza. "Y tú, eres solo un joven".
"No tan joven". Eché los hombros hacia atrás y me incorporé a mi
altura completa. Promedio en general, ese era yo. Tengo veintitrés años.
"Sí, definitivamente un joven entonces". Pero algo en su sonrisa se volvió astuto.
No sabía por qué, así que me incliné y sonreí cuando Lily me tendió su mano gomosa.
Acababa de tenerlo en su boca, luego en Latte, pero ¿quién era yo para estar de pie en la
ceremonia? Fingí temblar y ella se rió, sus profundos ojos marrones bailando. “Hola, Lily Louise.
Encantado de conocerte. Soy Hannah. Ya conoces a Latte y la lengua de Latte.
Latte giró la cabeza para darme un lametón en la muñeca en muestra de solidaridad.
“Él es un tipo bastante elegante. Con regalos sorprendentemente grandes para dejar atrás”.
“Oh, Dios, lo olvidé. Lo siento." Tropecé y me di la vuelta, arrugando la nariz.
"Aquí, déjame ayudarte". Antes de que pudiera decir una palabra, la elegante mujer mayor
se apresuró alrededor de la carriola para quitarme la correa. “Mira eso, coincidimos”. Sostuvo la
correa contra su suéter morado y señaló sus botas de gamuza moradas.
"Oh, esos son asesinos". Los miré con nostalgia y esperé que ella no mirara mis zapatos
tenis andrajosos. Mi presupuesto no se extendía a botas tan calientes. "Gracias"
"Bess", completó cuando hice una pausa, extendiendo su mano para un apretón rápido.
“Lamento no haberme presentado antes. Por lo general, el niño recibe toda la atención. Como
debería. Mira esas mejillas. Se agachó para pellizcar la rubicunda mejilla del bebé y Lily se rió,
aplaudiendo.
"Ella es maravillosa. Y um, lo siento, pero tengo que... solo un segundo. Me moví para
recoger el pequeño regalo de Latte y até la bolsa. Luego miré a mi alrededor en busca de un
lugar para tirarlo. discretamente
Bess se aclaró la garganta y asintió con la cabeza hacia un pequeño recipiente verde para
esos artículos al costado de la pizzería, justo encima de un tazón de agua en el suelo para sus
"clientes caninos".
"Gracias", articulé, corriendo para deshacerme de la bolsita. Tendría que recordar que
estaba aquí, especialmente si expandí mi negocio de cuidado de perros como esperaba.
Múltiples formas de ganarse la vida. Ese fue el billete. Y una manera segura
para evitar el aburrimiento también.
Además de pensar demasiado en hombres sexys, me había acostado con una mera
cuadra de distancia del lugar donde me encontraba ahora.
No, definitivamente no estaba pensando en eso.
Después de rociarme las manos con mi spray bacteriano de bolsillo, me apresuré a
regresar con Bess, Lily y Latte, el último de los cuales estaba ahora apoyado contra la pierna
de Bess y mirándola con adoración.
Estafador en miniatura.
"Parece que has encontrado un nuevo admirador". Sonreí y acepté su
correa, aunque la bestia peluda no tenía prisa por dejar el lado de Bess.
"Tengo. Y ella también. Bess se rió entre dientes cuando Latte se dejó caer en el regazo
de Lily una vez más. La bebé se rió y golpeó sus manos, alcanzando al perro por encima de la
barrera del cochecito que los separaba. “A ella le encantaría tener una mascota. Snug también
lo haría, si se lo permitiera.
"¿Ajustado?"
Bess sonrió. "Ups. Me mataría si supiera que estoy usando su apodo frente a extraños. No
es que seas un extraño. Ahora eres un amigo. Entonces, amigo, ¿te apetece dar un paseo?
Tal vez debería haberme sentido un poco abrumado por su actitud de hacerse cargo, pero
no lo hice. Los amigos eran pocos y distantes entre sí en mi vida, y los que podían pasar algún
tiempo caminando conmigo y mi compañero canino en medio de un día de semana eran aún
más escasos.
Además, una de las cosas que más me gustaban de Crescent Cove era la
ambiente de pueblo pequeño. Todos fueron muy acogedores aquí. ¿Entonces por qué no?
Sonreí cuando metió su brazo en el mío y comenzamos a caminar por la calle en la
dirección de la que acababa de venir. Con la otra mano, empujó la carriola mientras yo sostenía
a Latte, quien parecía igualmente emocionada de haberse sumado a nuestra fiesta de caminar.
Cruzamos en el paso de peatones hacia el lago, conversando sobre el clima
sorprendentemente agradable de marzo, nuestros pasos mantuvieron el ritmo a pesar de la
diferencia de edades. Claramente, Bess estaba acostumbrada a caminar y yo no.
Eso necesitaba cambiar. Mis jeans un poco demasiado ajustados estuvieron de acuerdo.
Paseamos por la acera a lo largo de la amplia franja de hierba inmóvil incrustada de hielo.
Quedaban charcos de nieve obstinados, aparentemente impermeables al cálido sol. Pero el
sonido de carámbanos derritiéndose creció cerca de cada edificio y todos los que pasamos en
la pasarela sonreían.
La primavera había brotado. O al menos eso era lo que todos pretendíamos.
hoy, antes de que llegara la próxima tormenta.
"Entonces, si puedo ser tan audaz, junto con los pequeños caminantes como este tipo",
Bess le sonrió a Latte, que trotaba a mi lado, "¿qué más haces para mantenerte ocupado?"
"¿Quieres decir como pasatiempos?"
"Seguro. Trabajo, aficiones, todo el tinglado.
“Bueno, en realidad, mi principal pasatiempo es mi trabajo. Horneo y cocino. Yo trabajo en
los fines de semana en la cafetería de la calle. ¿Has estado allí?"
“¿Despertar elaborado? Absolutamente. Me detengo por una taza cada vez que tomo
fuera mi Lily aquí. Esa Macy que dirige el lugar, es una pipa.
Seguro que lo es.
“Seguramente una jovencita como usted hace más que simplemente pasear dulces perritos
y servir café un par de días a la semana. ¡Oh!" Hizo una pausa y se golpeó el pecho con la mano
como si estuviera sorprendida. “Debes tener un novio, una chica linda como tú. ¿O tal vez un
marido? Aunque en realidad, si aún no ha dado el paso, hágalo de alguien que sabe: tiene toda
una vida para el matrimonio, así que asegúrese de divertirse primero”.
Se sentía como si estuviera pescando algo, pero no podía decir qué.
Tal vez estaba tan fuera de práctica en hacer nuevos amigos que ya no sabía lo que contaba
como una conversación normal para conocerte.
“No, no hay marido. No hay novio tampoco. Me mantengo ocupado con mis trabajos.
También tengo un servicio de comida a domicilio para algunas familias de mi barrio.
Ya sabes, preparo comidas para mamás y papás que trabajan ocupados y me pagan”.
"¿Bien?"
"¿Disculpe?"
“¿Te pagan bien? Porque conozco un trabajo en el que podrías ganar buen dinero. No, haz
ese gran dinero. Suponiendo que sus referencias se verifiquen.
Fruncí el ceño. Ahja. No es de extrañar que mis sentidos arácnidos se hayan activado.
“Lo siento, pero no estoy interesado en ninguno de esos negocios tipo MLM.
¿No son básicamente pirámides elegantes…?
Bess soltó una carcajada. “No hay esquemas piramidales aquí. Ni siquiera cerca.
Este trabajo está en alza, lo juro. Como si Snug me dejara romper incluso una ley. Es un tonto.
"¿Cómodo es tu nieto?" Tiré de la correa de Latte para que pasara junto a un
envoltorio de comida cuestionable sobre la hierba nevada. No había mucha basura
en un pueblo prístino como Crescent Cove, pero de vez en cuando algo se colaba.
"Seguro es."
¿Es abogado o algo así?
“Dios, no, muérdete la lengua. No permitiría que uno de mis parientes
entrar en esa vil profesión.
Bien entonces.
“Vaya, es casi tan malo como ser un vendedor de autos. No, dirige el periódico
en Syracuse, entre otras cosas.
"Oh."
“Pero mira, él está solo con este amor aquí”, le dio al cochecito un ligero
traqueteo, “y prácticamente se niega a pedir ayuda. Afirma que cada persona que
entrevista no es adecuada para el trabajo. Entonces, pensé que buscaría a alguien
por mi cuenta”.
"Espera, ¿necesitas una niñera para Lily?" Podría hacer eso. Supuse. Tenía
suficiente experiencia ayudando a cuidar a mis hermanas cuando eran pequeñas.
Tenía que admitir que no estaba muy emocionada por volver a asumir el papel
de cuidadora. Cuidar perros era una cosa. Los humanos diminutos, sin importar lo
cómodos y lindos que fueran, eran otra muy distinta. No quería un trabajo tradicional
de oficina o escritorio, pero tampoco quería tener que ser responsable de nadie más
en este momento.
Cuidar de mis hermanas después de la muerte de mis padres había sido mucho
para manejar. Los amaba y quería lo mejor para ellos, así que lo hice a pesar de mis
muchas dudas. No había estado lista para ser madre a esa edad. O diablos, esta
edad. Apenas había vivido yo mismo. Y sí, ser niñera era diferente, ya que podía
devolver a Lily al final del día, pero aún estaría en el papel de niñera.
Sin embargo, Bess había mencionado una gran compensación, y ciertamente no
parecía tener problemas de dinero por su atuendo. Asumiendo que su nieto fuera
igual, y si dirigía el periódico, probablemente no estaba pasando por problemas
financieros, ¿verdad? Este trabajo podría empujarme por el camino hacia la
independencia financiera mucho más rápido.
Lily dejó escapar una risa gorgoteante cuando Latte se acercó al cochecito y
metió su cara peluda dentro, moviendo la lengua por todas partes.
Luego estaba la adorable Lily misma, con sus dulces risitas y su expresión ansiosa. Dios, era
tan pequeña. ¿Sería capaz de arreglármelas para cuidar de ella?
“No es una niñera per se. Mi nieto trabaja muchas horas. Necesita mucha más ayuda que solo
un cambio ocasional aquí o allá”. Bess se colocó las gafas de sol sobre la cabeza y puso los ojos
oscuros y perfectamente maquillados en blanco.
"Incluso si él no lo sabe todavía".
Esto sonaba más complicado por minutos.
“Nunca he cuidado a un recién nacido”.
“Vaya, ella no es una recién nacida. Ahora tiene ocho meses completos, ¿no es así, diente de
león? Bess se agachó para tirar de los pies con calcetines morados de Lily. Más morado. “Ella
tampoco es quisquillosa. Snug tuvo mucha suerte. Ella es básicamente un ángel. Aparte de su
situación con el pañal. Ella me guiñó un ojo y dejé escapar una risa débil, dando tumbos hacia
adelante cuando Latte decidió perseguir una mariposa.
¿Y realmente pensé que era capaz de cuidar a un bebé? Este perro era un puñado.
"¿Eres hijo único?" Bess preguntó antes de que tuviera la oportunidad de decir algo.
Si tuviera una respuesta.
Estaba empezando a sentirme como un mudo, mis pocas palabras se retiraban a la caja de
seguridad en mi cabeza. Bess era el tipo de persona enérgica que me hacía retroceder y evaluar.
Sabía cómo mantenerme firme, pero al principio, parecía una presa fácil.
Equivocado.
“No,” dije después de un momento. “Tengo dos hermanas menores. Mellizos."
Los ojos de Bess brillaron. "¿Cuánto más joven?"
Tienen diecinueve años y están en la universidad. Bess, en realidad no estoy seguro de que...
"¿Tienes un pasado criminal?"
"¿Eh? Por supuesto que no."
“¿Eres capaz de ignorar a un bebé que gatea? Porque éste está empezando a
moverse bastante bien.”
Latte se detuvo en seco en la acera unos metros delante de mí y llegué
se detuvo justo detrás de él.
“No, estás prestando atención. Entonces, no tengo miedo de que dejes que mi gran
nieta se mete en travesuras.
“Eh, gracias. Pero todavía no sé si quiero el trabajo. Ni siquiera entrevisté para ello”.
"¿Qué crees que es esto?" ella exigió, haciéndome parpadear.
"Tú no eres el responsable de contratar para el puesto, ¿verdad?"
"No oficialmente, pero si Snug no puede hacer las cosas, entonces alguien más tiene
a. Se arrastrará con esto hasta que Lily esté en la universidad si lo dejo.
¿No es ella su bebé? Eso lo decide él, diría yo”.
Bess dejó de empujar el cochecito y ladeó la cadera, su mirada penetrando la mía. Por un
segundo, estuve seguro de que finalmente la había hecho retroceder con la punta puntiaguda de mi
espada verbal.
Tienes fuego. Me gustas. Mucho. ¿Cuales son sus requisitos salariales?
Nos reuniremos con ellos.
Demasiado para hacerla retroceder. Parecía que necesitaría una caballería para eso.
“No tengo requisitos salariales. Solo estoy paseando a este perro. Latte”, grité con exasperación
mientras se dirigía hacia una pequeña familia que venía hacia nosotros en la pasarela, con su hijo
pequeño al frente. Luego saltó en el aire lo suficientemente alto como para enganchar la cuerda del
globo del niño.
Al niño no le hizo gracia. Empezó a berrear.
“Espera un segundo. Te devolveré el globo. Latte, ven aquí. Esforcé al perro para que se
sometiera, abriéndole suavemente la boca hasta que pude sacar el hilo del globo.
Mientras realizaba esta operación, Lily golpeó con sus manos el cochecito detrás de nosotros.
Bess murmuró palabras tranquilizadoras, pero Lily no se dejó intimidar.
Pronto, ella también comenzó a llorar, al igual que el niño.
Hurra.
Se calmó en el momento en que liberé el globo de entre los dientes de Latte.
Luego extendió la mano e hizo un sonido angustiado que cualquier mujer podría reconocer, aunque
por lo general hacíamos ese sonido al ver zapatos calientes, no globos, pero la misma diferencia.
"Oh, cielos", murmuró Bess mientras Lily gemía cuando le entregaba el globo al niño. Quien
me lo devolvió con disgusto, ignorando las advertencias de sus padres, debido a la “baba de perro”
por toda la cuerda.
Que lindo niño Con razón no quería ser la niñera de nadie.
Al ver a un vendedor temporal de alimentos a unos metros de distancia cerca de la glorieta, le
ofrecí al niño mi sonrisa más brillante. "¿Qué tal si te compro un perrito caliente para compensar lo
que pasó?"
El niño sonrió, sus lágrimas se secaron en un instante. Papá no estaba tan impresionado como
agarró el hombro de su hijo. “Stafford no come carnes procesadas”.
"¿Qué tal un cómic en la tienda?" Bess se inclinó y le dio a Stafford una
sonrisa conspiradora. “Te cambio el globo por un cómic, ¿qué tal?”
Con cautela, el niño asintió, mirando de reojo a su padre.
“Él está bien. Te conseguiré otro globo. El padre estaba a punto de tirarlo en el basurero
más cercano cuando se lo arrebaté de la mano y se lo pasé a Lily.
Quien brillaba más que el sol.
Una vez que Stafford y sus padres con rostros severos continuaron, Bess me dedicó una
gran sonrisa y empujó la carriola hacia adelante. Lily estaba tranquila y contenta, balanceando
el globo. En cualquier momento, se metería el hilo en la boca.
“Tienes una manera de ti, Hannah. ¿Cuál es tu apellido, por cierto?
Estaba tan agotado por los últimos minutos que no pude hacer nada más que sonreír
débilmente. Necesitaba conseguir una botella de agua o algo así. El implacable sol en
realidad me estaba mareando.
"Jacob".
"¿Estás bien, cariño?" Ella agarró mi brazo y me remolcó
la calle. Vamos a comprarnos un poco de froyo. Parece que necesitas un poco de azúcar.
Tal vez lo hice. No estaba seguro de lo que necesitaba en este momento.
"Solo di que pensarás en el trabajo", agregó mientras el silencio se extendía.
entre nosotros. Duerme esta noche, luego hablaremos mañana. ¿Como es que?"
Decir otra cosa que no le parecía una proposición peligrosa, pero me estaba debilitando
debido al letrero giratorio de yogur en la ventana de la tienda justo delante de nosotros. En
este momento, diría cualquier cosa para detener esta conversación por un rato. "Si mañana."
SEIS
"¿Hiciste qué ahora?"
Preseleccioné una niñera para ti. No hay ninguna razón para que la entrevistes. Mi
instinto me dice que está en lo cierto y que tiene toneladas de referencias laborales”.
Presioné la yema de un dedo en el músculo que saltaba en mi sien. Uno de estos días,
simplemente le pondría el nombre de mi abuela y terminaría con eso. "¿Toneladas de
referencias de niñeras?"
Mi abuela de repente se puso a enderezar las revistas avivadas
en su mesa de café. “Toneladas de referencias laborales”, repitió.
Para darme un momento, caminé por el pasillo hasta la hogareña cocina azul y amarilla
de mi abuela para servirme un vaso de jugo de naranja. Que no le pusiera un chupito de
vodka fue un milagro.
Me había tomado un raro sábado libre para relajarme y pasar tiempo con Lily y mi
abuela. Necesitaba desesperadamente relajarme después de las interminables reuniones
que había soportado durante toda la semana.
Todo el mes.
Todo el año, parecía.
Tratar de reemplazar al vendedor que se había separado de nuestra lista de clientes era
un trabajo de tiempo completo en sí mismo, sin importar hacer mi propio trabajo y lidiar con
el número de circulación cada vez menor y todo el resto de los incendios que necesitaban
manejarse a diario.
Decir que estaba frito era quedarse corto.
Ahora mi abuela tiraba de la alfombra debajo de mí y me golpeaba en la cabeza con ella.
Cuando estuve razonablemente seguro de que no le gritaría, regresé a la sala de estar. Ahora
estaba quitando el polvo de la repisa de la chimenea. La repisa de la chimenea que no había quitado
el polvo en mi presencia en años.
¿Quién era esta mujer a la que había invitado a su casa?
“Mira, sé que tienes buenas intenciones”, comencé, sentándome en el sillón azul marino que
una vez había sido de mi abuelo.
“Ese viaje sucederá pronto, Snug. No te voy a dejar sola con un bebé. Si ese es el caso,
simplemente cancelaré mi viaje”.
Oh, ella estaba sacando las armas grandes ahora. Ella sabía que nunca permitiría que eso
se mantuviera.
"No puedes".
“Ciertamente puedo. Estás sobrecargado de trabajo. ¿Crees que no puedo ver las líneas
debajo de tus ojos? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que has dormido bien? No importa haber
tenido una vida amorosa activa”.
"¿Qué tiene que ver el uno con el otro?" Sabía muy bien a dónde iba con esto, y si hubiera
sido inteligente, me habría mordido la lengua.
“¿Alguna vez has oído hablar del alivio del estrés? Un hombre tiene necesidades. Dios sabe
que las mujeres también lo hacen, ¿y notas cuánto más alegre es mi personalidad que la tuya?
Estás bloqueado.
Sí. Aquí vamos. De vuelta en esa pista de nuevo.
Bebí mi jugo y no dije nada. Que ella no estaba equivocada era
irrelevante
Hablar de mi vida sexual, o la falta de ella, con mi abuela fue imposible. Tuve problemas más
grandes. Para ser honesto, no era como si mi libido se estuviera dando a conocer últimamente.
Había estado trabajando tanto que por lo general estaba exhausto cuando finalmente llegaba a
casa para atender a Lily.
La mayor parte del tiempo, apenas recordaba que todavía tenía un pene. Simplemente no
era un factor en mi vida.
“O amigos. ¿Que hay de ellos? Solías tener a Billy para salir y
desahogarse con. ¿Tienes otros amigos varones?
Pasé una mano por mi cabello. Jesús, hace cuatro meses que se ha ido.
Lo siento si no salí de inmediato y encontré un nuevo mejor amigo”.
“Olvídate de un nuevo mejor amigo. Cualquier amigo. Es como tener citas. No necesitas
poner un anillo en el dedo de una mujer para divertirte. ¿No hay nadie a quien puedas llamar para
ir a jugar al billar? Me señaló con su plumero morado neón en un palo. “Necesitas algunas risas.
Tal vez incluso para ponerse bien y emborracharse.
"Bien. ¿Y quién se va a encargar de…? Empezó a sonreír ampliamente y fue mi turno de
señalar. "No vayas alli. Todavía no he conocido a esta mujer”.
“¿Estás diciendo que no soy capaz de contratar a una niñera competente? No hay nadie
en este planeta que ame más a esa niña que yo y lo sabes”.
El arrepentimiento apretó mi pecho. Ella tenía razón. Me avergonzaba que fuera la verdad,
pero no se podía negar que lo era.
Por supuesto que me preocupaba por Lily. Le tenía cariño incluso antes de que la pusieran
a mi cuidado. Yo había comenzado como su padrino después de todo, y Billy y yo habíamos
estado unidos desde nuestros días de universitarios en la Universidad de Syracuse.
Pero eso era diferente a ser su padre. Daría mi vida para protegerla, y ciertamente usaría
todos mis recursos para asegurarme de que tuviera todo lo que necesitaba, pero no había
llegado a sentirme como un padre debería.
A mí también me molestó muchísimo. Ella se merecía ese amor.
Desafortunadamente, todavía no lo tenía en mí, aunque seguía esperando que algún día
apareciera, como flores en el jardín después de un invierno duro y frío. Habría estado creciendo
debajo todo el tiempo, aparentemente inactivo. Y luego, un día, sería simplemente... estar allí.
Esperaba.
“No, solo digo que es mi trabajo. Necesito asegurarme de encontrar a la persona adecuada.
¿No ves las historias de terror en las noticias? Si elijo a la persona equivocada y algo sale mal…
Nunca te lo perdonarías. Pero eres sólo una persona. No importa cuán delgado te
extiendas”.
Sonó el timbre y agarré mi vaso ahora vacío, sorprendida de que no se rompiera por la
presión. Mi disgusto debió registrarse en mi rostro porque mi abuela dejó escapar un suspiro.
Solo dale una oportunidad, ¿de acuerdo?
Eso es todo lo que pido. Si hace alguna diferencia, ella no quería este trabajo. Tuve que
convencerla.
"¿Disculpe? ¿Acabas de contratar a alguien de la calle?
“Fui por instinto. Deberías probarlo alguna vez. Hannah es la elegida, estoy seguro. Su
confianza podría haberme reforzado si el nombre de Hannah no me hubiera atravesado como
un rayo.
no puede ser
Hannah era un nombre común, ¿no? Especialmente para aquellos en su grupo de edad.
Su grupo de edad probablemente demasiado joven para mí. No iba a convertirme en
uno de esos tipos que intentaron recuperar su juventud perdida persiguiendo a los más jóvenes.
mujer.
Pero no me había importado su edad esa noche. Me había atraído hacia ella de una
manera que no me había atraído desde... bueno, nunca. Nunca había reaccionado a otra
mujer con tanta fuerza como lo hice con Hannah.
Era solo una ilusión esperando que ella hubiera aparecido aquí. En serio,
¿Cuáles eran las probabilidades?
Además, no era como si quisiera volver a verla. Habíamos hecho un acuerdo. No tuve
tiempo en mi vida para nada ni nadie más, lamentablemente ni siquiera para ella.
No es que me hubiera dado ninguna indicación de que estaba buscando algo más que
una noche tampoco. Ambos habíamos entendido la partitura.
Luego, después, trató de esquivarme como si no hubiéramos compartido absolutamente
nada. Si no me hubiera despertado cuando lo hice, ella se habría ido sin decir una palabra.
Para mejor, me recordé cuando mi abuela finalmente dejó de mirarme y fue a abrir la
puerta.
Sólo podía imaginar lo que había leído en mi cara. Normalmente, yo era bueno
en mantener mi expresión en blanco. Ese era un activo valioso en los negocios.
Pero no cuando se trataba de mi abuela. Y evidentemente, no cuando se trataba de
Hannah.
Cualquier Hannah. Si esta mujer no era mi Hannah, definitivamente no obtendría el
trabajo. No había manera de que pudiera decir ese nombre todos los putos días y no recordar
cómo el cabello largo y hermoso de Hannah se había derramado a su alrededor frente al
fuego, y el sonido de sus gemidos cuando se acercaba al orgasmo.
La forma en que nos reímos juntos bajo las sábanas antes de que nuestras manos
comenzaran a vagar de nuevo.
Recordaba demasiado.
El murmullo bajo de voces en el vestíbulo se cortó abruptamente. Bess, no puedo hacer
esto.
Maldito infierno. Me enderecé en mi silla y miré mi vaso.
sin ver En el lapso de cuatro palabras, lo supe.
fue ella
“Solo ven y conoce a mi nieto”.
Cerré mi mandíbula y moví mi vaso a la mesa auxiliar.
Oh, ella ya tiene. No te preocupes por eso.
“No creo que sea la mejor idea. Realmente, ni siquiera debería haber venido.
Caminé hacia el vestíbulo para unirme a ellos. "Tienes razón sobre eso,
porque no quieres este trabajo, y yo no quiero contratarte”.
Mi abuela jadeó.
Ana no hizo nada.
Ni siquiera parpadeó ante mi llegada. Por supuesto que no. Porque podría haber
entretenido el hecho de que podría haber más de una Hannah en la ciudad, pero más de un
Asher era mucho más improbable. Eso significaba que sabía exactamente en lo que se
estaba metiendo.
Y ella no había querido venir.
Esa falta de despedida de su parte la mañana siguiente la había llevado
sentimientos de manera bastante sucinta. Esto solo les estaba agregando un punto.
Mi abuela frunció el ceño. “Esta es Hannah Jacobs. Ana, esta es mi
Nieto actualmente descortés. ¿Ustedes dos se conocen?"
Arqueé una ceja y miré a Hannah por eso.
Después de un momento, se colocó el cabello detrás de la oreja y miró a mi abuela con
una sonrisa débil. "¿Supongo que no podrías dejarnos solos por unos minutos?"
"Ciertamente podría, pero ¿por qué?"
Hannah se aclaró la garganta. “Soy bueno difundiendo situaciones difíciles. Yo solo
Quiero transmitirle a Asher que tal vez tiene una opinión equivocada de mí.
"Pero, ¿cómo podría él si no te conoce?" mi abuela monedero
sus labios. “¿Y cómo supiste que su nombre era Asher?”
La frente de Hannah se arrugó por la confusión, como estoy seguro que la mía también.
En realidad, olvídate de las arrugas. Probablemente tenía surcos lo suficientemente profundos como para nadar
ahora para que coincidieran con los canales debajo de mis ojos.
"Ese es su nombre, ¿no?"
"Lo es, pero nunca lo llamé así".
"Oh, es cierto. Lo llamaste Snug.
“Oh, por el amor de Dios. ¿En serio?" Me froté un lado de la cabeza y debatí abandonar
toda esta conversación. Si Lily no hubiera estado durmiendo arriba, simplemente los habría
dejado para que se ocuparan de las consecuencias.
Ver a Hannah de nuevo había sido como estar empapado. No con agua, sino con
llamas. Y mi polla previamente desinteresada estuvo de acuerdo. de alguna manera ser
enojada con ella por no querer volver a verme, incluso si ese hubiera sido nuestro acuerdo, solo
hizo que el fuego ardiera más.
Excepto que ahora ni siquiera podía estar irracionalmente enojado con ella, porque ella
No sabía que yo era el hombre al que mi abuela llamaba Snug.
¿Podría ser más emasculado?
Oh, sí, podría, por Hannah no queriendo volver a verme. Ni siquiera se había sentido
incómoda con la posibilidad, ya que no tenía ni idea de que yo era el hombre con el que se
encontraría hoy.
Solo un desafortunado premio bobo.
¿Y encima de eso? Ni siquiera tuvo la dignidad de parecer sorprendida o consternada o
algo así al verme.
Me resbalé, ¿de acuerdo? Mi abuela se enderezó. "Mira, no estoy segura de por qué hay
tanta tensión en este momento, si ustedes dos realmente no se conocen", su expresión dudosa
indicó lo que pensaba sobre eso, "pero creo que debemos sentarnos y tener un poco de dulce té
y galletas y resolver esta mierda.
Abrí la boca para discutir con ella, pero ya se había dado la vuelta para ir a la cocina. Así
que hice lo que cualquier hombre hubiera hecho en mi situación.
Me di la vuelta y dejé a Hannah sola en el maldito pasillo.
Si ella me hubiera seguido, al menos habría tenido un objetivo para mi frustración.
Así que, por supuesto, ella no lo hizo.
Hannah saltaba sobre todos mis botones con sus zapatillas de tenis destartaladas.
A mitad de camino hacia el sillón de mi abuelo, fruncí el ceño. ¿Eran esos los zapatos que
había elegido usar para una entrevista de trabajo?
Por otra parte, ¿por qué no? Ella no quería el trabajo.
Incluso con sus zapatos gastados, jeans y una camiseta, sin maquillaje y con el pelo largo
recogido en una cola de caballo, estaba preciosa. Posiblemente incluso más hermosa de lo que
había estado en la víspera de Año Nuevo cuando estaba bien vestida. No es que entendiera
cómo podía ser así, ya que ella me había noqueado entonces. Y obviamente todavía no había
vuelto a subir del todo.
Dejando fuera mi polla. De repente, esa parte de mí no tenía problemas para mantenerse
comprometida.
Me senté en la silla que acababa de desocupar y me planteé llevar a Lily a mi oficina.
Incluso tratar con ella mientras intentaba hacer algo de trabajo era mejor que esto.
Mi abuela se apresuró a entrar en la habitación con una bandeja que contenía una jarra de
vidrio con té dulce y un plato con sus galletas heladas de limón. Al menos no eran bares, pero
incluso el recordatorio de limón de la noche que Hannah y yo pasamos juntos era demasiado.
Con todo lo que había pasado en los últimos dos meses —¿cómo habían sido ya dos meses?
— no podía creer que siquiera lo recordara. Pero parecía que cada detalle de esa noche estaba
grabado en mi memoria.
Sobre todo los íntimos.
Molesta por mis modales, o la falta de ellos, me puse de pie. "Aquí, déjame ayudarte."
Excepto que no fui lo suficientemente rápido. Hannah entró corriendo a la habitación para
ayudar a mi abuela. Entonces mi abuela murmuró algo acerca de conseguir los anteojos y
desapareció.
Hannah se ocupó de arreglar el plato de galletas, metiendo
uno o dos que casi se deslizaron hacia el centro.
“¿Te preguntas si saben tan bien como los tuyos? Puedo asegurarles que no lo hacen”.
No había comido sus galletas de limón. Los de mi abuela eran bastante deliciosos.
Pero dije que el comentario fuera grosero, aunque ese no era mi típico
naturaleza.
Los labios de Hannah temblaron antes de reafirmarlos. Se dio la vuelta cuando mi abuela
entró en la habitación con tres vasos en otra bandeja más pequeña.
"Ahí estamos. Tengo un poco de limonada si prefieres…
—No, no, Bess, gracias. El té y las galletas son perfectos. Pero soy
Lo siento, no puedo quedarme mucho tiempo.
Naturalmente no. Dado que la mera vista de mí era obviamente lo suficientemente
desagradable como para que ella necesitara huir.
Excepto que ella no había querido el trabajo antes de saber que era yo.
Aún así, la imposibilidad de nuestra situación era difícil de ignorar. ¿La suerte ciega la había
empujado en mi camino? ¿O algo mas?
Esperé hasta que mi abuela y Hannah se sentaron en el sofá antes de ir directamente al
grano.
"Entonces, ¿cómo se conocieron ustedes dos?"
—Normalmente, es encantador, lo juro —murmuró Gran.
Hannah simplemente se secó la boca con la servilleta. Supongo que ella no quería intervenir
en ese punto.
“Tengo un servicio de cuidado de perros. Estaba paseando a uno de los perros de mis
clientes cuando Bess salió a caminar. A Latte le gustó Lily. Su bisnieto —enfatizó, entrecerrando
los ojos hacia mí como si de alguna manera me hubiera olvidado de nuestra relación familiar.
O como si no estuviera muy contenta de que hubiera dejado ese detalle fuera de nuestra
noche juntos.
Por qué, no podía comprender. ¿Fue diferente el sexo sin ataduras con una sola
¿padre? A ella no pareció importarle.
Tampoco era como si ella hubiera sido completamente comunicativa. No sabía que ella
cuidaba perros. ¿Eso siquiera contaba como un trabajo real? No era mi lugar decir cómo ganó
su dinero, pero estaba muy lejos de mi estilo de vida diario, eso era seguro.
Y si estaba más que un poco envidioso de la libertad que parecía
también con ese trabajo, debo estar privado de sueño.
"¿Tu experiencia en caminar caninos de alguna manera te otorga habilidad con los niños
humanos?"
La mandíbula de Hannah se trabó justo antes de que mi abuela golpeara su plato. “Asher
Heathcliff Wainwright, no tienes derecho a hablar con un invitado así en mi casa. ¿Qué te pasa
hoy?
Antes de que pudiera responder, Hannah soltó una carcajada, pero rápidamente tosió.
en su mano para cubrirlo. ¿Heathcliff? Qué nombre tan romántico.
Mi abuela negó con la cabeza y tomó una galleta. Me dieron un respiro momentáneo de
su ira gracias al comentario de Hannah. “Su madre tenía sus vuelos de fantasía”.
"¿Es cierto, me pregunto?" Hannah tomó un sorbo de su té helado.
"¿Qué es cierto?"
Ella todavía no miró en mi dirección. “Heathcliff era un tipo difícil. A veces
nos convertimos en nuestros homónimos sin querer. Una especie de kismet.
"Él no es real", espeté.
Esta no era la primera vez que alguien comentaba sobre mi segundo nombre, pero
parecía particularmente molesto viniendo de ella. Ya estaba enojado con ella por desearla
tanto.
Lo cual no era su problema en absoluto, pero no pude evitar responsabilizarla.
Eso se sumó a la indignidad de que ella no quisiera tomar mi puesto de niñera, incluso
antes de saber que era el mío.
No estaba por encima de ser ridículo, y hoy lo probé.
“No, pero es un elemento básico de la literatura. También puede ser real. No puedo comenzar
a contar las formas en que Cumbres Borrascosas ha influido en la narración de historias, las
películas e incluso la cultura…
"¿Por qué no quieres el trabajo de niñera?" exigí.
Esperaba que ella se desviara y negara. Eso era lo que hacía la gente más educada e
incómoda. Seguramente no estaba mostrando ningún tipo de tacto. Pero ella respondió a mi
pregunta franca con una respuesta igualmente honesta.
“Porque no quiero cuidar de nadie más en este momento que no sea yo”.
Por un momento, la veracidad y el dolor en su declaración me alcanzaron profundamente
hasta donde sentí lo mismo.
Me odié por sentirme así. Por los pequeños momentos de resentimiento que surgían cuando
me irritaba tener que preocuparme por Lily cuando debería concentrarme en el periódico. Yo era
el único que podía sacarlo del agujero en el que habíamos caído. Yo era el único al que le
importaba lo suficiente.
Y, sin embargo, yo era todo lo que Lily tenía también.
No del todo, por supuesto. Mi abuela la adoraba. La trató como a una verdadera bisnieta, tal
como lo había hecho desde el día en que Lily había llegado a nuestro mundo de forma permanente.
Yo era el que luchaba por adaptarse al nuevo papel que se me había impuesto. Tal vez si el
periódico hubiera estado prosperando, tal vez si yo hubiera estado prosperando, y no tan exhausto,
frustrado y desgastado, hubiera podido recuperarme más rápido.
Tal vez no me habría sentido como si me estuviera ahogando.
En lugar de que mi abuela discutiera con Hannah (Dios sabe que no podría haberlo hecho ya
que sentía lo mismo, por mucho que odiara admitirlo), ella simplemente asintió y dejó a un lado su
galleta a medio comer. "Entiendo. Esperaba que cambiaras de opinión, porque realmente siento
en mis entrañas que eres el indicado para ayudar a mi Snug…
“Jesús, ¿no podemos?”
Ella me ignoró. Probablemente como debería haberlo hecho, ya que estaba siendo un imbécil
en este momento. “Pero mi bisnieta es demasiado valiosa para endosársela a nadie”. Se levantó
y se sacudió las migas de sus pantalones morados. “Me disculpo por hacerte perder el tiempo,
Hannah, y espero que todavía podamos ser amigos”.
"Oh. Bueno, sí. Por supuesto. Mis disculpas por la molestia. Obviamente nerviosa, Hannah
terminó su té y su galleta, palmeando el otro rápido.
lo suficiente, probablemente pensó que mi abuela con ojos de águila no vería, y se puso de
pie.
Yo también lo hice a pesar de que no estaba listo para dejarla fuera de mi vista otra vez.
Pero ahora gracias a mi abuela, tenía su apellido.
Al menos tenía una ruta para encontrarla de nuevo. Si así lo elijo.
"Gracias por venir." Mi voz era rígida, pero eso no se podía evitar. No podía apartar la
mirada de ella. No podía perderse otro par de momentos en su presencia. Te acompaño
hasta la salida.
Hannah recogió su bolso con la mano que no escondía la galleta e intentó sonreír.
"Gracias."
Le hice señas para que pasara delante de mí. Había dado unos tres pasos cuando un
fuerte grito sonó arriba.
Los tres nos congelamos. Entonces entré en acción.
Corrí hacia las escaleras, sorprendida de que Hannah bloqueara mi camino. Ella ya se
dirigía también.
“No sabes a dónde vas. Mover."
Siguió subiendo, su velocidad lo suficientemente rápida como para que no pudiera
culparla por retrasarme. Como si hubiera estado aquí un millón de veces antes, siguió los
llantos del bebé hasta el cuarto de los niños y yo irrumpí en la habitación detrás de ella con
mi abuela pisándonos los talones.
Lily estaba medio fuera de su cuna, aparentemente colgada, precariamente cerca de
caerse.
"Lirio." Mi grito de pánico incitó a Hannah a actuar. Levantó a mi bebé antes de que yo
pudiera, acunándola en sus brazos como algo natural, murmurándole mientras Lily lloraba.
Casi de inmediato, las lágrimas del bebé comenzaron a disminuir.
Con el corazón todavía en la garganta, miré a mi abuela. A pesar de
claramente todavía estaba molesta, su expresión decía una cosa claramente.
Te lo dije.
SIETE
ABRAZÉ A LILY MÁS CERCA DE MI PECHO, IMPRESIONADA POR LO BIEN QUE SE
SENTÍA EN MIS BRAZOS. No estaba segura de cuándo fue la última vez que sostuve a
un bebé, pero este bien podría haber sido para mí.
Eso ni siquiera estaba considerando que podría estar sosteniéndola de la manera equivocada.
Estaba sosteniendo su cabeza, tal como se suponía que debía hacerlo, pero era tan larga.
Probablemente por qué casi saltó de su cuna, por el amor de Dios.
Ella era una bebita diminuta. Bueno, en cuanto a la edad. ¿No era ella?
“Ella solo tiene ocho meses, ¿verdad? ¿No es eso lo que me dijiste? Yo pregunté
una vez los sollozos de Lily se convirtieron en jadeos de hipo. Pobre cosa.
"Sí." Bess se apresuró a acariciar la cabeza de Lily, murmurando suavemente a su bisnieto.
Asher, me di cuenta, mantuvo su distancia. Ciertamente había corrido aquí lo suficientemente
rápido. ¿Fue su preocupación mitigada tan fácilmente?
“Ella es tan larga. ¿Y está gateando?
Asher metió las manos en los bolsillos de los pantalones de su traje y no dijo nada.
“Sí, se está poniendo bastante bien. Aún no estoy de pie —añadió Bess, como si anticipara mi
siguiente pregunta. “He estado trabajando con ella, mostrándole algunos de sus juguetes favoritos y
haciéndola llegar hasta mí si los quiere. Me parece avanzada. Definitivamente más avanzada que
mi Danielle a su edad”. Bess pasó los dedos por los rizos rojos y tenues de Lily antes de pasar a la
cuna. “Supongo que de eso se trataba todo esto, ¿eh? Una niña aburrida y traviesa.
"Podrían haber sido las voces fuertes también". Levanté la barbilla. A menos que esté
acostumbrada a eso.
"¿Qué estás implicando? ¿Que mi... Lily está acostumbrada a escuchar discusiones en su
casa?
"No sé. Dígame usted." De alguna manera me las arreglé para mantener mi mirada
directamente en la suya. “¿Discutes mucho con su madre?”
Probablemente no había sido una pregunta estrictamente necesaria. No estaba aceptando el
trabajo de niñera, ¿o sí?, y esta situación no era asunto mío.
Lástima que fue más difícil convencer a mi corazón de eso. O mi barriga, que había estado
dando vueltas desde el momento en que volví a ver a Asher esta tarde.
Si estaba siendo sincero, probablemente no había parado desde que nos conocimos en la
víspera de Año Nuevo. Cada vez que pensamientos sobre él entraban en mi cabeza, estaba en
problemas. No importa cómo traté de mantenerlos fuera, eran persistentes. Fue persistente.
¿Ahora mismo? Estaba enojado conmigo. De nuevo.
Siempre había pensado que era una persona bastante inofensiva, pero Asher parecía no tener
problemas para encontrar cosas por las que irritarme.
Tan diferente de cómo había estado esa noche. Supuse que eso tenía sentido.
¿Qué loca se acostaría con un extraño que ni siquiera era amistoso?
A mí.
Todavía éramos extraños para todos los efectos, pero mi piel hormigueaba y estaba demasiado
tensa y no podía dejar de mirar sus labios. Y recordando lo que habían hecho.
con gusto
“Su madre murió durante el parto. Entonces, no, no discuto con ella, ni lo haría si estuviera
viva”. Los ojos planos color avellana de Asher me fijaron en mi lugar mientras mi respiración se
detenía en mi pecho.
El silencio que cayó fue tan denso que incluso Lily se metió su pequeño puño en la boca, sus
inquisitivos ojos marrones ahora clavados en los míos. Era mucho más fácil mirar su rostro dulce e
inocente que encontrarse con la mirada acusadora de Asher.
"Lo lamento. No lo sabía.
Yo no sabía nada de esto. Ni siquiera podía culparlo por dejarme en la oscuridad sobre tanto,
ya que habíamos acordado solo una noche. Pero tampoco pude evitar tener envidia de la mujer sin
rostro y sin nombre que le había dado este hermoso bebé.
no era mi lugar no era mi vida.
Dile eso a tu corazón verde.
"Abuela, ¿te importaría dejarnos a Hannah y a mí solos por unos momentos?" Cuando Bess
vaciló, agregó: "Por favor".
Ella asintió y salió sin mirar atrás.
Me aferré al bebé.
Su bebé, a quien no tenía ninguna prisa por devolver. Dios sabe por qué.
"El colchón es demasiado alto", solté tan pronto como Bess cerró la puerta.
detrás de ella y nos encerró por dentro.
Juntos.
Asher se cruzó de brazos, estirando las costuras de su ropa blanca sin arrugas.
camisa de vestir. "¿Disculpe?"
“El colchón de Lily es demasiado alto. Por eso pudo subir. Se debe bajar la altura de la cama.
O hay acurrucadores para dormir, que ayudan a mantener al bebé seguro en esta cosita parecida
a un fular. Es casi un saco de dormir, pero no les importa. De esa manera, ella no puede
simplemente decidir escalar cuando quiera”.
El silencio absoluto se encontró con mi consejo no solicitado. No podría decir que me sorprendió.
“Para alguien que no quiere cuidar de nadie más, estás lleno de sugerencias”.
“También fue un problema con una de mis hermanas. Eso fue hace toda una vida, pero
ella siempre estaba tratando de escapar. Mi mamá tuvo que ser creativa”.
"Mmm."
Cuando quedó claro que no iba a decir nada más sobre el asunto, di un paso adelante para
devolverle a su hija. Si dolía físicamente entregarla, lo atribuía a algún tipo de extraño desequilibrio
hormonal.
Maldito síndrome premenstrual.
Incluso si mi período no se hubiera presentado en lo que va del mes. tenia que llegar
eventualmente. Tal vez por eso mis síntomas eran peores de lo habitual.
Pero en lugar de aceptar a Lily con gracia, puso su mano sobre mi brazo.
Ella nos miró de un lado a otro, sus diminutos labios rosados como capullos de rosa fruncidos.
Los latidos de mi corazón se aceleraron y tuve la más irracional necesidad de reír.
Yo tampoco sé lo que está pasando, chico.
"Realmente no sabías que ella era mi abuela". Aunque su voz
Era tan bajo que tuve que inclinarme hacia adelante para escucharlo, su expresión era feroz.
"No. ¿Cómo podría tener? No sabía que tenías... esto. Señalé al bebé en mis brazos con la
barbilla. “Tampoco sabía tu apellido.
Wainwright. Mi cerebro finalmente se puso en marcha y mis ojos se abrieron de par en par.
No los Wainwright. ¿El magnate? Bess dijo que manejabas el periódico.
—”
Me detuve ante su risa y sacudí su mano. "¿Por qué te ries de mi?"
Bess había dicho eso, ¿no? O alguna variación de la misma.
No me estoy riendo de ti. Exactamente. Solo una elección irónica de palabras”.
Asintió a su hija, pero no hizo ningún movimiento para aceptarla. Te ves bien abrazándola.
Mucho mejor que yo.
Fruncí el ceño. Las vibraciones que estaba recibiendo de él con respecto a Lily no
me hacían exactamente querer dejarla sobre él y huir. Exactamente lo contrario.
Parecía incómodo a su alrededor. Su propio hijo. ¿Cómo es posible? Quiero decir,
Bess había dejado en claro que su "Snug", un apodo más improbable que nunca había
escuchado antes, necesitaba desesperadamente una niñera, pero no había indicado que
él no fuera capaz.
Pero eso también parecía estar mal. De alguna manera, Asher Wainwright no parecía
como el tipo de hombre que siempre vacila.
Sin embargo, allí estaba, vacilante.
A menos que su comportamiento se deba a algo aún más siniestro. Tal vez no se
sentía incómodo con Lily. Tal vez no la amaba como debería hacerlo un padre.
¿Seguramente no la culpaba por la pérdida de su madre?
Casi inconscientemente, atraje su espalda contra mi pecho para acariciar la parte
superior de su cabeza. Era tan pequeña y sola. Tan completamente indefenso. Ella no era
responsable de nada, y menos de algo tan trágico.
"Ver." Su voz sonaba áspera ahora, casi como papel de lija. "Es como si
ella pertenece a tus brazos.
“¿Porque soy mujer? Ese es mi trabajo, ¿verdad? Para nutrir, cuidar y limpiar”.
Incluso mientras decía las palabras, el borde principal de mi irritación se desvaneció
cuando la miré a la cara. Me estaba sonriendo, lo habría jurado.
Probablemente fue debido al gas o quién sabe qué más. no me importaba Su sonrisa
me calentó con un brillo suave y feliz.
Cuando Asher no respondió, le hablé al bebé.
Supongo que no te importa que te abrace, aunque probablemente no me recuerdes
del otro día. Pero entonces nos hicimos muy amigos, ¿no?
¿Recuerdas a Latte?
"Latté." La voz de Asher no sonó menos áspera. De hecho, fue incluso
mas de.
¿A qué clase de hombre sin corazón podría molestarle alguien que adora a su bebé?
Un bebé que estaba empezando a pensar que lo necesitaba desesperadamente. Al menos
tenía a su bisabuela.
Gracias a Dios por Bess.
"El perro que estabas paseando", dijo Asher en el silencio. "Cuando casualmente te
encontraste con mi abuela".
No sabía si estaba sonando intencionalmente como un imbécil, pero no lo estaba
tolerando. Tampoco iba a molestar a Lily, no cuando finalmente parecía estar tranquila.
“En realidad, tu hija”, subrayé esas dos palabras, “se enamoró de Latte. Ya que incluso
un Wainwright elegante como tú no es dueño de la acera, pensé que podríamos caminar
sobre ella. Si no lo aprueba, no dude en decírselo a alguien a quien le importe”. Dije esto
con una sonrisa soleada, mi voz tan uniforme como una regla.
Lily parpadeó para abrir sus grandes ojos marrones e hizo una mueca. No había forma
de burlar a un bebé. Especialmente uno que estaba listo para escalar incluso antes de
caminar.
“Parece tan improbable”. Se encogió de hombros y volvió a meter las manos en los
bolsillos. Supongo que era mejor tocar tela sedosa que su propio hijo. "Nos reunimos de
nuevo".
“¿Otro encuentro casual después de nuestro primer encuentro casual? Sí, tan extraño.
Sobre todo porque Crescent Cove es tan grande. Esa población de menos de tres mil
definitivamente hace que sea difícil encontrarse con alguien más de una vez. Rodé los
ojos. Y ni siquiera me encontré contigo. Me encontré con Bess. Si no se le hubiera metido
en la cabeza que yo sería perfecto para ayudar con Lily, ni siquiera estaríamos teniendo
esta conversación”.
"No tengo idea de dónde habría sacado esa idea".
No tenía que mirarlo para saber que me estaba viendo abrazar a Lily.
"Ella no me vio sostenerla ni nada," dije con los dientes apretados.
Peor aún, podía sentir mis mejillas calentarse.
Como si me avergonzara que me gustara su hijita. Más de lo que parecía
a.
“Ella dijo que necesitabas ayuda,” continué. “No quería hacerlo, pero tu abuela es
amable y dulce y bueno, mírala ”. Le di a Lily un
pequeña roca impaciente en mis brazos, y sus labios se redondearon en una O. Pero no lloró.
Pequeños favores.
"Ella es adorable."
"Di eso como si lo dijeras en serio, ¿por qué no lo haces?"
“Sé por qué estoy irritado contigo, pero tal vez te gustaría compartir por qué
¿Estás enojado conmigo?
“No tienes por qué estar irritado conmigo. Vine aquí para ayudarte.
"Para ayudar a Bess", corrigió. No sabías que me estarías ayudando .
¿Bien?"
Entrecerré los ojos. “Claro que no eres un abogado en lugar de un
¿empresario? Sospechas lo suficiente para ser uno.
Se encogió de hombros.
"¿Es tan difícil para ti creer que no estaba interesado en tener otra oportunidad contigo?"
“Interesante giro de la frase.” Inclinó la cabeza, evaluándome de una manera que casi me hizo
olvidar que estaba cargando a un bebé. Por el calor en sus ojos mientras me recorrían, bien podría
haber estado desnudo.
Definitivamente me sentí de esa manera en este momento.
"¿Sabes que? Lo que pienses no es asunto mío.
"¿Ni siquiera vas a preguntar por qué estaba irritado contigo?"
"¿Irracionalmente irritado?" Mantuve mi tono dulce a pesar de mis pensamientos decididamente
poco caritativos.
Este culo había tomado mi virginidad. ¿Puedo obtener un reembolso? Fue desafortunado que
el único recibo que tenía era la cinta con clasificación X que seguía queriendo reproducir detrás de
mis ojos.
"No te voy a discutir que es irracional". Estaba tan sorprendido de que él estaba
estando de acuerdo conmigo en que casi no me di cuenta de que se había acercado.
Hasta que tomó mi barbilla y levantó mi rostro hacia el suyo.
“Es irracional que un hombre se enoje con una mujer que no quiere verlo, cuando ese fue el
acuerdo desde el principio. Cuando no tiene tiempo para ella en primer lugar.
Traté de concentrarme en lo que estaba diciendo y no en la presión insistente de sus dedos
sobre mi piel. Ligero y posesivo, cálido y dominante. Cómo podían ser todas esas cosas a la vez, no
lo sabía.
Tal vez estuve privado demasiado tiempo.
"Yo tampoco tengo tiempo para ti, así que no te preocupes".
Sus labios se curvaron por un instante. “Y ella solo escucha la última parte”. Su pulgar
rozó el borde de mi labio inferior, apenas rozándolo, pero un suspiro salió de mí de todos
modos. “Eso es lo que más he extrañado.
Tan receptivo. ¿Es para mí, me pregunto, o para cualquier otra sensación?
“Añádelo a tu lista de preguntas sin respuesta. Ahora si no te importa
—”
“Me importa . Me importa mucho saber que estás en este planeta, caminando por las
calles de mi ciudad, y no puedo tenerte.
Me recorrió un escalofrío que hizo que mis brazos se apretaran involuntariamente con
más fuerza alrededor de su hijo. Dejó escapar un suave gemido y miré hacia abajo para
asegurarme de que seguía durmiendo.
“Y eso,” murmuró, su aliento con toques de canela flotando sobre mi boca tan físicamente
como un beso, “es igual de excitante. No quieres esta responsabilidad. Sin embargo, tu primer
pensamiento es para ella.
“Tu hija,” le recordé, ya que él no parecía querer decir las palabras.
Algo ilegible pasó por su rostro. Luego se movió aún más cerca, sus brillantes zapatos
con punta de ala abarrotando mis desgastadas zapatillas de deporte planas. "Mi
responsabilidad", estuvo de acuerdo, su manzana de Adán subiendo y bajando. "Lo que te
hace fuera de los límites, incluso si estuvieras interesado".
"No soy."
La señora protesta demasiado. Su sonrisa mercurial se desvaneció antes de que pudiera
disfrutarla. “Pero en este caso, con mucho gusto prescindiré si eso significa que Lily no lo hará.
Entonces, dime tu precio”.
"¿Qué?"
"Me escuchas. Menciona tu precio por aceptar cuidar de ella. El pellizco de sus dedos en
mi barbilla se apretó, luego dejó caer su mano.
“Lo que sea necesario, es tuyo”.
“¿Algunas horas a la semana? ¿Cuánto tiempo?"
Bien, eso era lo que debería estar preguntando. En lugar de decirle que no directamente.
¿Cómo se suponía que iba a mantener mis límites profesionales con Asher cuando él era
tan... Asher? Especialmente cuando mis sentimientos ya se estaban volviendo demasiado
incontrolables en lo que a él se refería.
Y claramente, recientemente había perdido a su pareja. ¿ Su esposa?
"Tiempo completo."
Está bien, podría lidiar con eso. Tal vez. Dependiendo de cuál sea su idea de
tiempo completo realmente significaba.
“¿Como treinta y cinco o cuarenta horas a la semana? Y necesitaremos un período de prueba, para
ver si funciona. Porque realmente no creo que sea el indicado para este trabajo…
Como Lily te convierte en un mentiroso. Él tocó su mejilla por un segundo antes de deslizar su
mano en su bolsillo.
Y me dolía el corazón por su hijita incluso más de lo que me dolía actualmente.
Asher, ¿cuánto tiempo?
“Tiempo completo”, repitió. "Serás mi niñera interna".
OCHO
SNUG, ME VOY EN DOS DÍAS.
A la mitad del estacionamiento hacia mi auto después del primer día de la Free Papers Expo,
dejé escapar un suspiro. Tenía la esperanza de pasar por el gimnasio para aliviar el estrés antes
de pasar por casa de mi abuela para recoger a Lily, pero mi abuela llamó antes de que hubiera
pasado medio metro de la puerta.
"Soy muy consciente".
"¿También eres consciente de que es costumbre entrenar a alguien antes que tú?"
dejarlos para manejar un nuevo trabajo por su cuenta?
"Yo lo estoy manejando".
"Ah, de verdad. No sonaba así cuando Hannah me llamó ayer para darme su información de
contacto. Es posible que no estuviera emocionada por asumir el puesto, y todavía no estoy seguro
de cómo lograste esa hazaña, pero incluso ella comienza a preguntarse quién contrata a alguien
en el acto y luego desaparece.
Abrí la puerta del conductor de mi Mercedes y arrojé mi maletín en el asiento del pasajero.
“Me estás hablando ahora mismo. No parece que me haya desvanecido.
"¿Has hablado con ella?"
"No."
"¿Cuándo lo planeas?"
no lo hice
De acuerdo, entonces eso no era del todo cierto. Sabía que tendría que lidiar con ella, pero
tenía mucho que hacer. Además, el simple hecho de conseguir una niñera, incluso si aún no
disfrutaba del beneficio de sus servicios, me había quitado un peso de encima.
Suponiendo que tuviéramos razón sobre sus capacidades latentes de niñera.
Habría ayudado si hubiera visto sus referencias, incluso de naturaleza personal. No
pensé que fuera una asesina en serie en secreto, pero a partir de ahora, mis únicos
testimonios sobre ella fueron los instintos de mi abuela y mi pene.
Y mi verga no sabía nada sobre cómo cuidar a un bebé.
“Sabes lo que fue hoy. Estuve reuniéndome con clientes e inversores y gente de la
industria todo el día”.
"¿Como le fue?"
"Bien." Sabía que ella solo estaba tratando de ayudar, así que exhalé, largo y lento.
“Iba a pasar una hora en el gimnasio, así que la pasaré pasando por casa de Hannah.
¿Cual es su direccion?"
Habría bastado con una llamada telefónica, pero me dije a mí mismo que ya estaba en
mi auto y que Lily tenía una niñera por un tiempo más. Cara a cara era la forma en que
conducía la mayor parte de mi negocio posible.
Eso fue todo lo que fue. Negocio.
Llano y simple.
“Antes de dártelo, tengo una pregunta. ¿Conoces a Hannah?
Me estiré para aflojarme la corbata. De repente, mi ropa se sintió demasiado restrictiva,
a pesar de que mis trajes eran prácticamente una segunda piel. Trabajé en ellos, me relajé
en ellos, follé en ellos. No. No es que haya cogido el período últimamente, pero nunca me
había permitido un rapidito por la tarde o una cita para cenar en el baño. Yo no era ese
tipo de hombre.
Todo estaba separado. Definido. No entendía ser gobernado por la pasión. Simplemente
no calculó.
O no solía hacerlo. Ahora no estaba tan seguro.
"Ella ahora es mi empleada, ¿no es así?"
"Sabes muy bien a lo que me refiero".
"Quieres decir antes de que nos presentaras".
Mi abuela esperó.
—No conozco a Hannah Jacobs —dije con firmeza, y no me pareció una mentira.
No completamente.
La mujer que conocí en la víspera de Año Nuevo parecía diferente a la Hannah que
había aparecido en la sala de estar de mi abuela. Tal vez mitades de un mismo todo, o tal
vez su verdadera naturaleza se había escondido detrás de la fachada que había usado esa
noche. Yo también había usado uno.
Así que no, no la conocía. No tanto como quisiera, y eso
era un maldito problema.
"¿Seguro sobre eso?" Pero esta vez no esperó una respuesta, solo recitó la dirección de Hannah.
"Gracias. ¿Y me haces un favor? No la llames para avisarle que vendré.
"Por favor dime, ¿por qué no?"
Lo que significaba que tenía la intención de hacer precisamente eso.
“No quiero que cambie de opinión sobre el trabajo antes de hablar con ella”.
O negarse a verme, después de decidir que preferiría no estar a solas conmigo después de todo.
¿No te acabo de decir que ella misma estaba preguntando por el puesto? No es que sonara
demasiado entusiasta, debo decirlo, pero que no se haya retractado es un milagro. Sobre todo porque
no has cumplido exactamente con tu mitad del trato.
"Lo haré." Arranqué mi auto. Estaré en casa para relevarte en una hora, como mucho.
Gracias."
"Sabes que amo a este bebé".
"Sí. Gracias por eso también."
“Nunca tienes que agradecer a alguien por dar amor. Es gratis." Con ese ajuste de perspectiva,
terminó la llamada.
Me tomó más tiempo de lo que esperaba llegar a casa de Hannah. De alguna manera había
olvidado que ella había hecho un comentario de pasada sobre no vivir en la ciudad propiamente dicha.
Sí, ni siquiera cerca. Estaba a medio camino de Syracuse, por lo que me obligó a dar la vuelta y
regresar en la dirección por la que acababa de llegar.
Eso fue mi culpa, sin embargo, ya que no había vuelto a leer la dirección de mi
abuela me había dado hasta que estuve casi de vuelta en Crescent Cove.
Perdido en tus pensamientos, ¿eh? Preguntarse por qué.
Finalmente me detuve frente a la casa de Hannah, después de haber pasado varias otras casas
muy parecidas a la de ella escondidas en este callejón sin salida. Se estaban construyendo más
modelos al final del camino. La mayoría de ellos parecían aburridas repeticiones entre sí. Sin rasgos
distintivos, sin bicicletas para niños tiradas al azar en el césped, al menos hasta que llegara la próxima
nevada.
Definitivamente no hay toques divertidos y caprichosos para hacer que cada hogar sea individual.
Mi propia casa nueva no era muy diferente. Era un poco más grande y más adecuado para los
niños debido al enorme patio. Había estado feliz con eso hasta que mirar estas réplicas sin alma me
hizo darme cuenta de que la mía era muy parecida.
No como la casa de mi abuela, una de las más antiguas de su cuadra. Siempre tenía que
reparar esto o aquello, pero tenía mucho carácter. Su casa también tenía un porche, al igual
que mi nuevo lugar. No lo habría comprado de otra manera. Para mí, los porches significaban
familia y amigos.
No había uno de esos a la vista aquí. Ese parecía el mayor insulto de todos.
Aparqué junto a un sedán más viejo con pequeñas bolsas de óxido sobre los huecos de
las ruedas. No coincidía con la casa, pero una mirada rápida al interior reveló que estaba
ordenada y bien cuidada.
E iba a caminar hasta la puerta principal antes de que el vecino que se asomaba entre las
cortinas de encaje de al lado me etiquetara como un enredadera o un ladrón potencial.
Subí los dos escalones hasta el pequeño porche y toqué el timbre. Nadie respondió. Lo
presioné de nuevo. Y otra vez.
¿Ese no era el coche de Hannah? Ciertamente parecía como si pudiera serlo.
A menos que fuera el coche de un novio. Tal vez estaban ocupados arriba.
Cristo, no iba a poner esos pensamientos en mi cabeza. Mi error por no preguntar si tenía
a alguien en su vida ahora. No tuvo incidencia en ningún caso.
Solo negocios, ¿recuerdas? Ella es la niñera de Lily.
Esperaba.
Con eso en mente, volví a tocar el timbre. Esa era la única razón por la que estaba aquí.
Quizás se estaba duchando o estaba en una parte lejana de la casa.
Tal vez ella sabía que estaba aquí y me estaba ignorando.
Si ese era el caso, iba a dar la vuelta y regresar a casa. Ella
merecía la cortesía de una llamada antes de que apareciera con tan poca antelación.
Aunque no lo creyera del todo, ella se quedaría para hablarme sin el amortiguador de mi
abuela entre nosotros.
Por otra parte, había accedido, más o menos, a tomar el puesto de niñera a tiempo
completo en mi casa. No había especificado que viviría conmigo, pero seguramente, ella sabía
cómo funcionaba esto, ¿verdad? Supuse que estaría en un apartamento pequeño, no en este.
Nuevamente incorrecto.
Tocando el timbre por última vez, me balanceé sobre mis pies. Si ella no respondía, me
iba. Incluso yo respeté algunos límites.
Justo cuando estaba a punto de darme la vuelta, la puerta interior se abrió.
Hannah apareció en la puerta, su cabello castaño volaba fuera de su moño y caía
sobre su rostro. Debajo de un brazo, sostenía un enorme tazón plateado y un batidor.
"Oh." Su garganta se movió visiblemente. "Eres tu."
No fue la bienvenida más cálida que jamás había recibido, eso seguro.
“¿Interrumpí?” Sabiendo muy bien que tenía.
Me miró fijamente como un búho, luego levantó la mano para sacarse uno de sus
diminutos auriculares. “Lo siento, no pude oírte. Trato de entrar en la zona cuando cocino
y esto ayuda”.
“¿Estás haciendo la cena? Mis disculpas."
“Bueno, sí, pero no para mí, y no para hoy. Estoy preenvasando comidas para mis
clientes. Quieres venir"
“¿Qué clientes? ¿Para los que cuidas perros? ¿Qué haces, empaquetar un poco de
estofado para perros para ellos?
"Difícilmente. Sus dueños manejan bien sus necesidades dietéticas sin mí.
Aunque, hmm, esa es una idea. Se acercó a una mesa auxiliar, dejó el bol para mezclar,
sacó un bloc de notas del cajón y escribió en él con un lápiz grueso.
Una ráfaga de viento detrás de mí casi me derriba. Ella no se dio cuenta.
"Guisos y golosinas saludables", reflexionó. “Preporcionado. Eso es bueno.
Precio más barato para cantidades más altas. Me pregunto si debería agregar gatos también”.
No tenía ni idea de lo que quería decir. Obviamente, mi día en la exposición me había
agotado más de lo que me había dado cuenta. Esa visita al gimnasio obviamente no había
sido opcional. Mi cerebro estaba lento.
"Escucha, ¿puedo pasar?" Antes de que el viento me sacara del pórtico.
No estaba seguro de que a ella le importara.
"Seguro seguro." Hizo un gesto detrás de ella y siguió garabateando y murmurando.
Entré en el amplio y alegre vestíbulo y me maravillé de lo ordenado que estaba todo.
Era una ama de casa capaz. A menos que…
"¿Vives aquí solo?"
Se volvió hacia mí con el lápiz ahora pegado detrás de la oreja y el tazón para mezclar
de nuevo en sus brazos. La libreta estaba metida en el bolsillo delantero de su delantal.
"Sí."
"Todo solo."
“Sí”, repitió ella.
Metí las manos en los bolsillos y me balanceé sobre mis pies. "Mmm.
Bueno."
“Si estás tratando de preguntarme si puedo permitirme un lugar como este, la
respuesta es no, en realidad no. Es por eso que mi horario está completo. Entonces, si no
te importa si charlamos mientras continúo con la preparación de mi comida, sería genial”.
Se había alejado un paso cuando alargué la mano para acariciarle la mejilla. Se
detuvo, sus grandes ojos azules se abrieron tanto que fue casi cómico. Hasta que vi que
su labio inferior temblaba a la par.
¿Me tenía miedo? ¿Por qué?
"Harina en tu mejilla", dije a la ligera, frotándola con mi pulgar.
"Oh. Gracias. Atrapados." Se pasó el dorso de la mano por la mejilla y se apresuró por
el pasillo, dejándome seguir.
La cocina era enorme y moderna, con los últimos electrodomésticos y mucho espacio
de trabajo, lo cual era bueno porque había cubierto cada superficie con ollas y sartenes y
más artilugios de los que podía identificar.
Esta no fue una operación rápida. Cuando dijo que tenía clientes, no había mentido.
"¿Qué es exactamente lo que haces?"
Hizo un gesto de impaciencia ante el desorden. “Cocino y horneo para aquellos con
el tiempo cruje. ¿No es obvio?
No tenía ganas de demostrar lo poco que entendía lo que estaba pasando.
aquí, así que lo dejé solo. “¿Cuántos clientes tienes?”
“No todos son consistentes. Algunos se toman semanas libres y otros están en el plan
mini. Eso es solo una o dos comidas a la semana”.
"¿Cuántos, Hannah?"
Ni siquiera necesitó un momento para contarlos en su cabeza. "Dieciséis."
“Dieciséis clientes para los que cocinas y horneas. ¿A cuántos perros cuidas?
“Principalmente solo caminar ahora, hasta que amplíe mis servicios. Pero estoy hasta
tres. Tengo un cuarto con el que estoy hablando debido a mi anuncio de Facebook, así
que espero que pueda funcionar”.
Primero, estaba conociendo hombres en Tinder, ahora eran clientes aleatorios de
Facebook. ¿Cómo fue eso seguro?
Deslicé mis manos en mis bolsillos. Tendía a revelar mi proceso de pensamiento
cuando apretaba uno y me golpeaba el muslo. Una señal que nunca había sido capaz de
sacudirme del todo. "¿Eso es todo? ¿Ningún otro trabajo?
“Solo el del café. Pero eso es solo los fines de semana”. Se encogió de hombros y volvió a mezclar.
Ningún problema.
"¿Olvidaste recordar el que se supone que debes hacer por mí?"
Fue solo cuando se tomó un momento para responder que me di cuenta de que todavía tenía el
otro auricular puesto, y la música metálica había comenzado a sonar nuevamente. Me incliné hacia
adelante y lo saqué, llevándolo a mi propia oreja mientras ella fruncía el ceño.
"¿Qué demonios es esto?"
"Pequeños Biggie".
Ese nombre no significaba mucho para mí. A menos que fuera algo en el canal de rock clásico
que pudiera escuchar durante las raras ocasiones en que tenía un camino abierto frente a mí, no tenía
ni idea.
Le devolví el auricular y, a regañadientes, dejó caer el aparato en el bolsillo de su delantal junto a
su libreta. “No, no me olvidé del trabajo de niñera. Estaba empezando a pensar que lo habías hecho.
"He estado ocupado en el trabajo".
“Bess comenzó a informarme sobre algunos conceptos básicos. Podemos continuar de esa manera”.
¿Estaba equivocado o era esperanza en su voz?
“Ciertamente puede ayudar, y hay muchas cosas en las que está más versada que yo cuando se
trata de mi… Lily. Pero hay ocasiones en las que tendrás que tratar conmigo.
"Estoy seguro de que." Se apartó un mechón rebelde de cabello. Estaba veteado de rubio, como
algunos otros volando alrededor de su rostro. “Era reacia a decirme mucho ya que no había podido
conectarse contigo. Si estás teniendo dudas—”
“Como dije, estaba trabajando. Es un momento particularmente intenso en este momento.
En cuanto a tener dudas, no, definitivamente no lo estoy. Vine aquí para preguntar cuándo te mudarías.
Probablemente fue cruel no sentirla primero, para asegurarme de que entendiera los parámetros
de la posición antes de lanzarle esa bomba. Pero en realidad, era estándar para los trabajos de niñera
a tiempo completo, ¿no? Si ella no lo sabía, no era culpa mía.
Ella no habló. Ni siquiera estaba seguro de que siguiera respirando. El color desapareció de su
rostro ya pálido hasta que esos grandes ojos azules fueron todo lo que pude ver.
Sí, yo era un verdadero bastardo. No había cómo negarlo.
"Si es más fácil para ti, puedes vivir aquí por un tiempo primero".
"¿Hablas en serio? ¿Por qué querrías mudarme a tu casa?
Ni siquiera lo he visto. ¿No debería verlo primero? Se dio la vuelta y se pasó las manos por el cabello ya
desordenado, haciendo que se me encogiera el estómago.
Estaba haciendo todo esto mal.
“Podemos ir a verlo, seguro. Todavía no está completamente configurado, pero sí, cuando quieras”.
Ella emitió un sonido que parecía peligrosamente cercano a un sollozo. dentro de mi
bolsillos, ambas manos en puños.
Mierda.
"O no. Podemos facilitar la parte interna del trabajo de niñera, si lo prefieres. Pareces ocupado aquí.
Miré a mi alrededor al alegre caos que nos rodeaba. "Solo hay un problema".
Ese sonido de nuevo, en lo profundo de su pecho.
Oh, mierda.
Mis hombros se bloquearon cuando ella se movió hacia mí. Ella se estaba riendo. Un poco
maniáticamente, pero aún así. Era tan raro incluso ver alegría en sus hermosos ojos o que sus labios se
curvaran.
La risa a toda velocidad era inimaginable.
"Déjame entenderlo. Dormimos juntos, sin ataduras, ¿y ahora quieres darte prisa y trasladarme a tu
casa para que sea tu niñera a tiempo completo, aunque todavía no te ha parecido oportuno informarle a tu
dulce abuela que te tiraste conmigo? Se limpió las lágrimas de las mejillas con los pulgares.
"En serio, Asher, si quieres volver a tener sexo conmigo, no tienes que esforzarte tanto".
Era mi turno de mirar. Ni siquiera podía comenzar a desempacar todo lo que
ella había dicho.
Excepto esa última parte. Y mi polla traidora acababa de darse cuenta de la camiseta rosa ajustada
que llevaba debajo del delantal, y sus pantorrillas desnudas asomando por debajo de sus pantalones
vaqueros recortados.
¿Pantorrillas? ¿En realidad? ¿Desde cuándo son una zona erógena?
Desde ahora mismo, al parecer. Todo mi cuerpo se había convertido en uno. Solo activado por ella.
Maldita Hannah Jacobs.
A pesar del hecho de que mi dignidad yacía hecha jirones en el suelo, no la estaba mudando para
poder tener fácil acceso al sexo, gracias, mi naturaleza más básica todavía estaba intrigada por la última
parte de su declaración.
Si no tuviera que trabajar tan duro, significaría que...
No.
No, el bienestar de Lily era lo primero. Si le estaba pagando a Hannah, no estaba
teniendo sexo con ella.
Exhalé y pasé una mano por mi cabello. "Me doy cuenta de que no me conoces
bien".
"O en absoluto, dejando de lado el acto sexual".
Hace veinte años que no oigo ese término. Tal vez ni siquiera entonces.
Hacía un calor extraño, de un modo puritano. “Independientemente, Lily es lo primero.
Nunca te mudaría para satisfacer mis necesidades. Si es que los tengo. Cosa que no
estaba admitiendo.
"En realidad." Se cruzó de brazos, mirándome con una inclinación de cabeza.
“Este no es un tipo de movimiento especial de Hallmark”.
"¿Qué? Dios no. ¿Qué están mostrando en el canal Hallmark ahora?
Ella lo rechazó. “Solo digo que este escenario de niñera es como la base de la
mitad de los asuntos de los tabloides sobre los que leo. No, no leo sobre asuntos de
tabloides —añadió, adivinando correctamente mi siguiente pregunta. “Solo escucho
cosas”.
“Nunca me aprovecharía de mi posición de esa manera”. En ese punto, no dudaría.
“Lily se merece a alguien que esté completamente comprometido con ella.
Como yo… Me detuve y exhalé de nuevo.
Como debería ser.
Lo estaba financieramente, así como cuando se trataba de mantenerla a salvo.
Era el amarla como un padre debería ser parte del trato que no había logrado. Todavía
era temprano. Ella todavía era la de Billy en mi cabeza. Siempre sería de Billy. Se
merecía un espacio al que yo no pertenecía.
Entonces, ¿dónde encajo yo exactamente?
Mantenerse alejado era menos complicado. Y más cobarde.
"Ella tuvo un comienzo difícil en la vida", dije en el silencio. "Yo quiero hacer
dispuesto a hacerlo tanto como pueda.
Hannah frunció el ceño. “Sabes que tenía dudas sobre aceptar el trabajo.
Es un amor, pero la razón principal por la que seguí fue porque tengo pagos de
hipoteca que hacer. Si me mudo contigo, ¿qué sentido tiene que me quede con esta
casa?
Antes de que pudiera responder, se acercó a la ventana y se agarró la garganta.
"Podría venderlo", susurró, casi para sí misma. "Pude."
"No tienes que hacerlo". Su mirada se dirigió hacia mí. “Si quieres, seguro. Pero
Entiendo que necesito un plan de respaldo si el trabajo no funciona”.
Pero lo haría. tenía que hacerlo Hannah era literalmente la única esperanza de Lily.
En este momento, ella también era mía.
“No sé si seré una buena niñera. Pero también sé que tampoco quiero quedar atrapado
detrás de un escritorio. Quiero estar en una cocina o afuera bajo el sol”.
"O el viento", dije secamente mientras las hojas de invierno arrugadas pasaban volando
por la ventana en la brisa.
"Lo que sea. Quiero ver las estaciones. Estar en ellos. Bueno, malo o de otra manera.
No quiero vivir dentro de una caja. Mi madre hizo eso, y me mata que en realidad nunca llegó
a ver mucho de nada antes de… —Se detuvo y tragó—. “Antes de que ella falleciera”.
No había forma de detenerme de cerrar mis manos en puños, no cuando su dolor era
tan físicamente palpable. "Lo siento mucho."
Palabras tan inadecuadas, cuando todo lo que quería hacer era quitarme el dolor. Cueste
lo que cueste.
"Está bien." Ella no sonrió para suavizar el momento incómodo.
Esa no era su manera. Ella simplemente lo dejó como estaba.
La respetaba muchísimo por eso, junto con muchas otras cosas. Ella no era una presa
fácil. Pero ella tenía un corazón generoso. Lo había visto por mí mismo cuando interactuó con
mi abuela y Lily.
E incluso conmigo.
“No quiero obligarte a hacer este trabajo”.
Ella resopló.
“Podría no haber parecido de esa manera. Cómo estabas con Lily cambió todo para mí.
No quería que alguien de la calle ocupara el puesto, y estaba decidida a no contratarte, al
igual que no contraté a las mujeres que entrevisté antes que tú. Ninguno de los dos se sentía
bien. Ninguno de los dos se apresuró a abrazar a Lily cuando lloraba y la abrazó como si
importara”.
Hannah asintió.
Pero voy a ser franco contigo. Mi abuela se va de la ciudad por unos días con sus amigos
y tengo una gran exposición para la asociación de papel comercial. Nadie más puede
manejarlo por mí. Mi mano derecha, Vincent, lo intentaría, pero no soy yo. Soy la cara de la
empresa y necesito estar allí”.
Hannah esperó, de nuevo sin llenar los huecos.
Maldita sea, me gustaba esta mujer. Hacía las cosas más complicadas, pero tal vez no
tenía por qué hacerlo. yo era un adulto Podría ignorar mis necesidades.
Lo había hecho durante tanto tiempo ahora.
“No sé cómo voy a hacer malabares con ambos esta semana. Demonios, no estoy
seguro de cómo haría malabarismos con el período de Lily si no tuviera a mi abuela, pero ese
es un tema aparte.
Cuando Hannah siguió sin hablar, tragué saliva y fui a por todas.
Al diablo con mi orgullo. Lily valía la pena que perdiera cada pizca de ella.
“Jesús, no me hagas rogar. Te necesito, Hannah.
NUEVE
“TE NECESITO, HANA.”
Palabras irónicas para reproducir en mi cabeza mientras me sentaba en el examen helado.
mesa en el consultorio de mi médico.
Balanceaba las piernas como un niño. No podía quedarme quieto. Un mal hábito de
mía, especialmente cuando estaba nerviosa.
En este momento, estaba a punto de lanzar. Y ni siquiera estaba seguro de que fuera únicamente por
los nervios.
No podría ser posible.
Simplemente no podría ser.
No podía ser una estadística de advertencia de la clase de salud de la escuela secundaria. Esperé más
de veintitrés años para tener sexo. Mucho más que cualquiera de mis amigos o incluso mis hermanas
menores. Simplemente no sería justo.
Por otra parte, ¿qué fue? Mi madre, que tenía fobia a volar, finalmente había encontrado la valentía de
subirse al avión de mi padre solo para perder la vida en su primer vuelo.
Yo diría que la justicia probada fue un cuento de hadas.
Pero tenía que estar atrasado para un poco de buena suerte. Incluso había agregado algunas monedas
a mi cuenta bancaria kármica al aceptar encontrarme con Asher en su casa hoy una vez que saliera del
trabajo. Si no hubiera tenido esta cita esta tarde, podría haberlo hecho más fácil para mí y pasar el tiempo
con Bess, repasando algunos de los detalles de Lily.
En cambio, tenía que tomar un examen muy importante, donde pasar significaba que tendría que cuidar
de alguien durante los próximos dieciocho años.
No querrás quedarte atascado cuidando a nadie más, ¿eh? Solo veremos eso.
Si el Dr. Ellis no regresaba pronto, iba a enloquecer.
Había tenido una situación con otro paciente, pero se mostró inflexible en hablar conmigo. Había
tenido el mismo médico desde que era un bebé. En un pueblo pequeño, todo el mundo sabía todo
acerca de los demás y, a veces, su médico era más un amigo que un médico. Por lo general, apreciaba
ese toque personal.
No ahora.
Deseé haber orinado en un maldito palo como todos los demás. Pero quería estar seguro. No
hay posibilidades. Es mejor afrontar la situación de frente. Acción positiva. Pensamiento positivo.
Positivamente a punto de perderlo.
La puerta se abrió y la Dra. Ellis entró, luciendo un poco agobiada a pesar de su gentil sonrisa.
Su cabello blanco como la nieve estaba recogido en un peinado limpio y se veía perfecta desde su
elegante bata blanca hasta sus elegantes zapatos azul marino.
¿A mí? Era un desastre caliente, literalmente, medio loco que no podía dejar de rebotar en el
lugar.
“Lo siento por eso, Hannah. Es un zoológico aquí hoy. Ya sabes cómo es antes de una tormenta
de nieve. Peor aquí que en la tienda de comestibles.
"¿Qué tormenta de nieve?" Normalmente, yo era un aficionado al clima, pero no había estado
prestando atención a mucho que no implicaba cocinar para mis clientes o estaba relacionado con el
período.
Como en dónde estaba el mío, porque definitivamente no había llegado a tiempo.
“¿No has oído? Este fin de semana, esperamos dos pies”. La Dra. Ellis se rió y se sentó en el
borde de su escritorio. Como era una doctora de un pueblo pequeño, su configuración no era tan
elegante como imaginé que podría ser en otras instalaciones más grandes.
“El clima de marzo puede ser voluble, ¿no? Pero no es por eso que estás aquí.
Por un segundo, los pensamientos de estar encerrada con Asher y su bebé habían superado
incluso la posible ocupación de mi útero. Realmente no quería lidiar con estar a solas con él en este
momento. Si no estuviera embarazada, sería bastante difícil, porque tenía razón en un par de cosas.
No era correcto tener una relación personal mientras cuidaba a su hija. El bienestar de Lily tenía
que ser lo primero, no ningún enredo molesto que pudiera afectar nuestra situación laboral.
Definitivamente no hay orgasmos. Estaba seguro de que eso también afectaría
gran parte de mi vida, como ya lo habían hecho.
Ejemplo en el que estaba sentado actualmente, moviendo las piernas como un niño
exagerado con demasiada azúcar.
Asher me necesitaba. No tenía ni idea de cómo era tan ignorante en el cuidado de su
propia descendencia. ¿Tener un hijo no trajo consigo algo de sabiduría natural sobre el papel?
Estás a punto de averiguarlo.
"No, pero gracias por avisar".
“No necesitarás parar en la tienda. Su cocina siempre está bien surtida”. Ella sonrió y
revolvió el papeleo. “Aunque tal vez tendrás que agregar algunas nuevas incorporaciones.
Estás embarazada, Hannah.
Felicidades."
No parpadeé. No tragué. Los dedos que había clavado en mis muslos mientras
balanceé mis piernas se entumecieron, al igual que el resto de mí.
Menos mi cerebro caótico y arremolinado.
“¿Hannah?”
"Sí. Lo lamento. ¿Está seguro?"
"Muy. No hay duda de ello.
“Pero tuve mi periodo el mes pasado. Tal vez la prueba esté mal”.
Querido Dios, por favor reconsidera esto y hazlo mal.
Probablemente era demasiado tarde para las oraciones. Esa noche loca había cambiado
mi vida.
Cambió su vida.
¿Cómo iba a decirle a Asher? Apenas tuvo tiempo para la hija que ya tenía.
Ahora oficialmente tenía un papá bebé, y él ya tenía otro hijo.
jodeme
“A veces eso sucede poco después de que ocurre la implantación. Algunas mujeres
incluso sangran todos los meses durante parte de su embarazo. El proceso es tan individual
para cada mujer como una huella dactilar”.
"Eso es tranquilizador". Tiré de mi uña rota y me puse de pie. Tenía algunas comidas
para entregar esta tarde y un nuevo perro para sacar a su sabático nocturno antes de
reunirme con Asher en su casa para hacer un recorrido. "Bien gracias. Si hemos terminado
ahora, simplemente me iré.
"Hannah, espera". La Dra. Ellis se levantó y rodeó su escritorio para mirarme a través de
sus lentes redondos estilo Lennon. “Por lo general, doy algo de asesoramiento en esta etapa.
Solo para que una mujer sea consciente de sus opciones”.
"Opciones". Me froté la frente. Ya sabía que esas opciones no eran para mí. Puede que
no haya planeado tener un bebé, pero lo tendría. “Te refieres al aborto”.
"Y la adopción", agregó suavemente, alcanzando algunos folletos en su escritorio. "Si
quieres, puedes leer esto y podemos hablar después de que hayas pensado un poco".
Los deseché. "No gracias. Me quedo con el bebé.
Era demasiado pronto para decir mi bebé. Nada de esto se sentía real. Todavía me
preguntaba si despertaría en la cama en cualquier momento ahora.
"Bien entonces. Te prescribiré algunas vitaminas prenatales.
"Prenatal. Bien. Porque no se trata solo de mí y mi inminente ataque de pánico”.
Ella sonrió amablemente y casi me eriza cuando se acercó para tocar mi brazo. Mi reacción
convirtió su sonrisa en un ceño fruncido. "Supongo que estas no eran las noticias que esperabas".
En silencio, negué con la cabeza. Me sentí culpable por admitirlo. Tenía que ser un pagano.
¿Qué clase de mujer no saltó de alegría cuando supo que estaba embarazada?
Tantas mujeres intentaron tener hijos y no pudieron, y aquí estaba yo,
fácilmente embarazada, tan enloqueciendo fácilmente, y sin tirar confeti.
Estaba simplemente... entumecida. Conmocionado. Asustado sin sentido incluso a través de mi parálisis.
“Fui virgen hasta el Año Nuevo. Fue solo una noche”. Tragué saliva, empujando hacia abajo
todos los balbuceos que apenas podía contener.
No sé cómo ser madre. Ni siquiera sé cómo cuidarme a mí mismo.
¿Cómo puedo? Ya no tengo mi propia madre.
No tenía a quién acudir. Nadie que me aconseje. Mis hermanas tenían más experiencia que
yo, pero no cuando se trataba de esta situación, y Dios, esperaba que eso siguiera siendo así
durante mucho tiempo.
Mi mejor amiga Gabriela definitivamente no tendría idea de qué hacer con algo como esto.
Era una buena chica que no se detenía mucho. Claramente, empleó un mejor control de la
natalidad que el que yo había usado.
O bien, Asher tenía esperma súper activo para acompañar sus tendencias adictas al trabajo.
Tal vez por eso nunca habló de la mamá de Lily.
Teniendo en cuenta la situación conmigo, probablemente fue un poco incómodo, pero aun así.
Él había tenido un bebé con ella, por lo que uno pensaría que le resultaría difícil no mencionar
su pérdida, incluso de pasada.
A menos que fuera la misma situación que estaba con nosotros. Tal vez él había conducido
y le había implantado un bebé sin saber mucho sobre ella. Si es así, realmente no debería andar
por ahí con esa arma fuera de su funda.
Como siempre.
“¿Qué método anticonceptivo usó?”
No tiré de la cadena, pero estuvo cerca. “Condones. Múltiple."
Porque no habíamos parado en un momento. Por supuesto que no. Tuve que hacer
Seguro que dio en el blanco con forma de bebé.
Los ojos del Dr. Ellis se agrandaron. “No en un momento”.
Dejé escapar una risa rápida antes de que el pánico la ahogara en mi pecho. "No. Era
virgen, pero yo no estaba despistado. De todos modos, Asher sabía mucho.
Trató de mantener su expresión sin emociones, pero no lo logró.
Ella conocía ese nombre.
Si tienes que dejarte embarazada, también podría hacerlo un tipo súper rico conocido en toda
la ciudad, ¿verdad?
Me tapé la cara con las manos. “Mira, no le digas a nadie, ¿de acuerdo?
Por favor."
“Hannah, sabes que todo lo que hablemos es confidencial. No tienes que preocuparte.
Pero lo conoces. Eso es obvio. O usted sabe de él.
Metió las manos en los bolsillos de su bata blanca. “Me disculpo por no moderar mi reacción.
Pero sí, sé de Asher. " Ella suspiró.
“Qué situación tan difícil”.
"Sí." No di más detalles. No me sentía bien hablando de la vida de Asher con otra persona. No
es que yo supiera mucho. El Dr. Ellis probablemente sabía más que yo.
Lo más probable es que todo el pueblo también.
El consultorio de mi médico no estaba en Crescent Cove, pero estaba más allá de las afueras.
Lo suficientemente cerca para que el Dr. Ellis escuche rumores con seguridad. Probablemente
conocía a los jugadores de una manera que yo no conocía, viviendo en mi propio pueblo minúsculo
cercano con la cabeza enterrada en ollas y sartenes y ahora limpiando caca de perro. Incluso mis
trabajos en Crescent Cove eran tan nuevos que todavía no estaba familiarizado con muchos de los
habitantes del pueblo, aunque estaba aprendiendo.
Simplemente no lo suficientemente rápido.
“Realmente dio un paso al frente por Billy y Lily. Entonces, perdóname por hablar fuera de lugar
aquí, pero si una de tus preocupaciones es que Asher no es padre, el deber es su segundo nombre”.
Ella sonrió y alcanzó la carpeta, mi carpeta, detrás de ella mientras mi cerebro giraba a hipervelocidad.
“Déjame escribirte ese guión de vitaminas, y puedes seguir tu camino”.
"Dr. Ellis, ¿quién es Billy? Conozco a Lily. Sé de ella, quiero decir, ya que en
realidad me acaban de contratar para ser su niñera. Irónico, ¿verdad? Dejé escapar
una pequeña risa incómoda. “Sé que su madre murió en el parto. Pero Asher nunca la
menciona, y definitivamente nunca mencionó a Billy. ¿Quién es él?"
El Dr. Ellis dejó de escribir a mitad de la oración y me miró. “No es mi lugar decirlo.
Ni siquiera debería haber reconocido estar familiarizado con la situación de Asher en
primer lugar. Pero te conozco desde que estabas a la altura de la rodilla de un
saltamontes, Hannah, y has lidiado con muchas cosas recientemente por tu cuenta.
Pero no creo que estés solo en esto.
“Por favor, dime lo que sabes. No me ha dicho nada.
Ella frunció. —¿Te contrató como su niñera y no te contó los detalles?
Me habló de la muerte de la madre de Lily. Eso es todo. Y él realmente no me
contrató en primer lugar. Fue su abuela quien quería que yo fuera la niñera de Lily. Al
principio no nos dimos cuenta de quién era el otro”. Pasé mis manos por mi cabello,
desgarrando mi trenza. “Solo quiero esconderme y hacer que todo esto desaparezca, y
no puedo. Tengo que ser un adulto y Dios, no estoy listo. Todavía me siento como una
niña pequeña, sin una madre que me abrace y me diga que todo va a estar bien”. Mi
voz se quebró y me horroricé por la ráfaga de lágrimas calientes que ardía detrás de
mis ojos.
Yo no era un llorón. yo no estaba
El Dr. Ellis me estudió con ojos compasivos. “Billy murió en un accidente de
construcción el otoño pasado. Era padre soltero de una niña. Asher fue el padrino de
Lily”. Ella soltó un largo suspiro. “Soy amigo del vecino de Billy. Todo el vecindario
contribuyó para iniciar un fondo de educación para esa niña, que resultó ser innecesario
considerando, bueno, quién es Asher. Pero queríamos ayudar de alguna manera”. La
Dra. Ellis terminó de escribir en su pequeño bloc y dejó mi carpeta antes de acercarse
para envolverme en un breve abrazo.
Me aferré a ella como si me estuviera ahogando. Entre lo que acababa de aprender
Asher y Lily y mi propio bebé Dios, ¿cómo
iba a resolver todo esto?
¿ Cómo estábamos ?
DIEZ
HANNAH LLEGÓ TARDE.
Primer día de trabajo, y ella no se presentó. Gran señal.
Gracias abuela
Técnicamente, este no era su primer día. mi abuela no se iba
hasta mañana, así que ese sería el primer día oficial de Hannah con Lily.
Pude barajar algunas de mis reuniones en la exposición, y Vincent estaba dando un
paso al frente para que yo pudiera llegar a casa antes y ayudar. No estaba planeando
monitorear a Hannah, y Dios sabe, yo no soy un experto, pero tal vez entre nosotros,
podamos resolver algo de esto.
Ojalá pudiera embotellar cualquier niño inteligente innato que poseía mi abuela, pero,
por desgracia, no. Probablemente también había ayudado que ella hubiera criado a su
propia hija y luego me criara parcialmente a mí cuando mis propios padres habían sido
indiferentes en el mejor de los casos. No negligente exactamente. Acababan de encontrar
cosas mucho más interesantes que hacer con sus vidas que ser buenos padres.
Mi padre estaba ahora en la costa oeste con su nueva esposa y sus hijastros, con
quienes parecía tener una mejor relación que conmigo. Realmente no estaba amargado.
A veces, la combinación no era la adecuada, incluso cuando las personas en cuestión
estaban emparentadas. Mi padre y yo éramos opuestos en todos los sentidos posibles.
En cuanto a mi madre, vivía en Rhode Island y la veía de vez en cuando. Tampoco
éramos cercanos. Tampoco éramos distantes exactamente, solo más como conocidos
que compartían apellido que madre e hijo.
Gracias a Dios por Gran y mi abuelo. Gracias a ellos y a su influencia, una vez creí
que tenía la oportunidad de hacer lo correcto por mis propios hijos.
algún día. Asumiendo que fui bendecido con alguno. Nunca había pensado mucho en la
posibilidad.
Eso era para algún día, además de considerar el matrimonio. Salir con alguien era una
cosa, al menos ocasionalmente. Pero las relaciones serias estaban en el horizonte lejano.
Posiblemente después de la jubilación una vez que no estaba trabajando día y noche.
Luego estaba Lily. Mis planes habían volado por la ventana más alta, y yo
todavía estaba tratando de atraparlos antes de que tocaran el suelo.
No podía esperar que mi abuela diera su vida por mí y mi responsabilidad. Ella ya había
hecho mucho. Hannah sería de gran ayuda para llenar los vacíos.
Si alguna vez llegó.
Cuando Lily empezó a llorar, crucé la sala de estar para girar su columpio a un nivel
más alto. Lo había tenido en el más bajo, pero ella parecía disfrutar más el movimiento. El
toque de un botón y una melodía infantil llenaron la habitación. Ella sólo lloró más fuerte.
Esto iba bien hasta ahora.
Me rasqué la nuca antes de agacharme para hurgar en la bolsa de bebé que mi abuela
había preparado para mí en caso de que necesitáramos salir. Había reunido varios de ellos,
como si yo no pudiera reunir los elementos necesarios a toda prisa sin ayuda.
Ella no estaba completamente equivocada.
Después de más de cuatro meses, debería haber sido mejor en todo esto. Si no me
hubiera metido de inmediato aún más en el periódico, podría haberlo hecho.
Pero entendí cómo equilibrar las hojas de pérdidas y ganancias. Entendí cómo
compensar las deficiencias en los ingresos por publicidad, incluso si aún no había descifrado
cómo tapar todos los agujeros. Sabía cómo innovar cuando lo probado y verdadero ya no
hacía el trabajo.
No sabía cómo abrazar y calmar y cantar canciones de cuna.
Por un lado, mi voz para cantar apestaba.
Yo tampoco era un abrazador. Ni siquiera era muy dado a abrazar, a pesar de que mi
abuela insistía en llamarme. Lo que había hecho cuando tenía siete años no tenía mucho
que ver con mi personalidad a los treinta y dos.
Cristo, treinta y dos con un bebé de ocho meses y todavía no tenía ni idea de lo que
estaba haciendo. ¿Y lo peor de todo? Esos sabios ojos marrones, tan parecidos a los de mi
mejor amiga, no dudaron en acusarme.
Cualquier otra persona podría hacer esto bien. No tú. No eres más que un empujador de lápices
glorificado.
Bien, probablemente no estaba pensando eso exactamente con esas palabras. Billy
tampoco lo habría sido. Él solo habría sonreído y dicho que me había dado amplias
oportunidades para abrazarla, pero siempre me excusé.
Sin disculpas ahora.
Miré hacia el techo.
Apuesto a que te estás riendo de mí ahí arriba, amigo. Prácticamente puedo oírlo.
Lily siguió llorando, bombeando sus regordetes pies descalzos. No se dejaba poner
calcetines ni zapatos, por mucho que lo intentáramos. Casi tan pronto como se los pusimos,
ella se los estaba quitando.
Terco como su padre.
Ambos.
Suspiré y saqué una bolsa de puré de manzana con sabor a plátano. "¿Qué tal esto?
Te gusta esto, ¿no? Gran dijo que siempre lo tomas de inmediato.
Efectivamente, sus lágrimas se secaron en un instante. Extendió las manos, gimiendo
un poco hasta que le entregué la mercancía. Ella frunció el ceño ante la parte superior e
intentó metérsela en la boca antes de que yo se la quitara, una vez más soltando más
lágrimas.
Esta vez duró poco, gracias a Dios. Se detuvieron tan pronto como abrí la tapa y empujé
la bolsa de compota de manzana hacia su boca fruncida. Ella lo agarró y comenzó a chupar
con entusiasmo.
exhalé. Mira, podría hacer esto de ser padre.
Lo bueno, ya que Hannah todavía estaba MIA.
Levantándome, saqué mi teléfono. Casi una hora de retraso. Ella no estaba dando la
mejor impresión, eso era seguro.
Volví a mirar a Lily, felizmente chupando su compota de manzana y balanceándose de
un lado a otro al ritmo de una tonta canción infantil. Por otra parte, ¿qué opciones tenía? Mi
abuela se iba por unos días, y de todos modos no debería apoyarme tanto en ella. No fue
justo.
Hoy, podría no tener otra opción.
Acababa de tocar el botón de marcación rápida de mi abuela cuando sonó el timbre. Un
rápido vistazo por la ventana delantera indicó que Hannah había llegado.
Finalmente.
Abrí la puerta. "Llegas tarde."
Hannah estaba de espaldas a la puerta, su largo suéter oscuro ceñido alrededor de ella en
deferencia al día claro y frío. Más tarde vendría la nieve, pero por ahora todo estaba en calma, y
el cielo estaba surcado por los tenues colores de una puesta de sol creciente. Rosas, dorados y
azules que bañaban su rostro mientras se movía hacia mí y me fijaba en sus ojos enrojecidos.
Mi pecho se agarrotó. “¿Has estado llorando? ¿Por qué? ¿Qué ocurre?"
Ella no pestañeó ni una sola pestaña oscura. ¿Por qué no me dijiste que vivías en una
mansión?
"Difícilmente es una mansión, e incluso si lo fuera, no es por eso que has estado llorando".
"Tienes razón." Se pasó el pulgar por la comisura de la boca.
"¿Escuchaste que Sobrenatural está terminando?"
"¿Qué es Sobrenatural?"
Ella puso los ojos en blanco y pasó junto a mí para entrar en mi mansión, eh, casa.
Apenas había tenido la oportunidad de cerrar la puerta detrás de ella y abrir las cerraduras
antes de que comenzaran los gritos emocionados y las risitas. Entré en la sala de estar a tiempo
para ver a Lily arrojar su bolsita de puré de manzana como un proyectil y estirar los brazos hacia
Hannah, que ya estaba mucho más feliz de ver al bebé que de verme a mí. Hannah no estaba
sonriendo, no del todo, pero estaba hablando con esa voz arrulladora que la mayoría parecía
emplear cuando hablaba con humanos pequeños.
Desató a Lily de su columpio y la levantó en brazos antes de agacharse para recuperar la
bolsa de compota de manzana. Al menos no se había derramado.
“Algún objetivo tienes sobre ti, niña. ¿Vas a jugar béisbol y alojar a tu padre en un elegante asilo
de ancianos algún día?
Lily se rió mientras yo fruncía el ceño. "No estoy ni cerca de necesitar un asilo de ancianos,
gracias".
"Bueno saber." La mirada de Hannah me recorrió de una manera que no
coincide con la forma en que estaba acunando a Lily.
¿Qué se había metido en ella? No podía identificarlo, pero ella estaba actuando diferente.
Extraño. Cómo podía decir eso solo por nuestros pocos momentos de interacción, no lo sabía.
No era como si la conociera muy bien. O en absoluto, en realidad.
Excepto bíblicamente. Recordé cada minuto de esa noche en particular.
Pero si eso es una broma sobre nuestra diferencia de edad, te recuerdo que no tengo
problemas para decir la hora. Tú, por otro lado—”
“¿Por qué no tienes muebles?”
Miré alrededor de la habitación. Apenas noté lo poco que contenía porque no pasé mucho
tiempo aquí. Me acababa de mudar. Por así decirlo. Probablemente debería contratar algunos
decoradores.
Por otra parte, ¿por qué molestarse? ¿A quién tenía encima además de mi abuela?
Seguro que a Lily no le importaba.
Hannah, sin embargo, no parecía muy impresionada.
"Me acabo de mudar."
"¿Qué tan justo?"
"Recientemente", dije con los dientes apretados. “Lo siento si el lugar no es de su agrado.”
“No es eso. Es simplemente inesperado. Tienes este enorme lugar, tanta casa para un
hombre y su hija. Luego entras aquí y está prácticamente vacío”.
Caminó por el perímetro de la habitación, deteniéndose junto a la enorme chimenea que
había sido uno de los puntos de venta de la casa. Había algunos de ellos, pero este y el del
dormitorio principal eran los más grandes. Perfecto para acurrucarse en una noche de invierno.
Solo. Como hice muchas otras cosas. Pero me gustaba mi existencia solitaria. Al menos yo
tenido, no hace tanto tiempo.
"He estado trabajando." La excusa me pareció endeble incluso a mí. "Supongo
Debería contratar a alguien. Tal vez todo un equipo, hacerlo más rápido”.
Hannah se giró con Lily en sus brazos, quien la miraba con adoración, y mi corazón se
apretó como un puño. Como mis puños, actualmente metidos en mis bolsillos. “No puedes
hacer eso. Una casa debe reflejarte. Tus elecciones, tu sudor y trabajo duro. No puedes pagar
para que otra persona se haga pasar por ti”.
“Puedes pagarle a otros por casi cualquier cosa”.
"Dicho como un hombre rico y con derecho". Su tono era ligero, pero el pinchazo aún
dio en el blanco deseado.
Ya estaba en movimiento, cruzando el comedor, levantando las cejas ante la larga mesa
con suficientes cubiertos para una multitud. Había sido de mis abuelos y mi abuela ya no se
hacía ilusiones de hacer cenas formales “en esa vieja cosa”. Era una antigüedad de valor
incalculable y una reliquia familiar, así que la guardé hasta que encontré mi casa. También
estaba el enorme gabinete de porcelana ornamentada que lo acompañaba,
de pie casi vacío a excepción de un solo juego de platos elegantes que mi abuela me había
pasado.
"Al menos tienes cosas para comer".
No le dije que nunca comí en esa vajilla, porque estaba seguro de que me habría quitado
puntos. Cuando era solo yo, comía en platos de papel. ¿Por qué hacer un lío para uno solo?
También comía mucho fuera, generalmente corriendo entre reuniones o de camino a casa. O
comía en casa de mi abuela, cuando el silencio y las sombras se hacían demasiado profundos.
En los viejos tiempos, había cogido muchas de mis comidas con Billy. Habíamos pasado
mucho tiempo juntos, tanto antes como después de que él tuviera a Lily. Realmente no había
tenido tiempo para otros amigos con el trabajo, así que no los había hecho.
Ahora no sabía lo que haría con un amigo. No estaba seguro de que incluso
recordó cómo ser uno.
Seguí a Hannah y Lily a la espaciosa y luminosa cocina, observando en silencio mientras
abría el horno doble antes de hacer lo mismo con casi todos los armarios, arriba y abajo. La
escasez de comida levantó una ceja, como lo hizo cuando abrió el refrigerador y lo encontró
casi vacío menos los sándwiches, la fórmula y algunos refrigerios premezclados para Lily.
Todavía estaba más interesada en su biberón que en la comida real, pero seguimos intentándolo.
"No te imaginé como el soltero habitual con solo una cabeza de lechuga y cerveza en su
refrigerador, pero estás aterradoramente cerca". Cerró el refrigerador y se volvió hacia mí,
colocando al bebé en su cadera. “No se puede vivir así con un niño”.
“Lily tiene todo lo que necesita”. No había forma de evitar el tono defensivo en mi voz.
"Todavía no has visto su cuarto de niños".
No me refiero sólo a lo que ella necesita. Apenas tienes los ingredientes para una dieta
equilibrada allí. ¿Dónde comes, si no es aquí?
"Afuera."
Ella suspiró. "Supongo que tu abuela se asegura de que estés alimentado de vez en
cuando al menos".
“Soy un hombre adulto. No necesito que nadie me cuide”.
"¿Ah, de verdad? ¿Y dónde está tu prueba de eso? Hizo un gesto detrás de ella y Lily
alcanzó el brazo de Hannah, casi cayéndose de su posición en la cadera de Hannah. La carita
de Lily se enrojeció, una señal segura de que le seguirían las lágrimas, pero Hannah la levantó
en brazos de forma segura y continuó con su recorrido por la casa.
Ella cloqueó por lo bajo en el sótano casi vacío, olió la marca genérica de detergente en el
área de lavado y dejó escapar un largo suspiro ante la pila de correo y revistas apiladas en el
vestíbulo. Pero cuando entró en el estudio, dejó escapar un suave sonido de puro placer en los
estantes de libros. Se extendían hasta las paredes, lo suficientemente alto como para que
hubiera una escalera rodante como en las librerías para acomodar las filas superiores. Asientos
acolchados afelpados se extendían bajo las ventanas que enmarcaban la habitación, mostrando
una vista del camino de entrada y el gran patio lateral.
La nieve se adhería al cristal en gruesos copos, la tormenta prometida llegaba con ráfagas
de viento que traqueteaban entre los árboles. Hannah no pareció darse cuenta.
Estaba escaneando títulos, con un brazo firmemente alrededor de Lily mientras le hablaba en
voz baja, compartiendo sus hallazgos.
“Ay, Stephen King. Él da miedo. Demasiado para ti. Lo mismo para Dean Koontz. Kylie
Brant. ¿Asesino en serie? Si no. ¿Dónde está el estante para niñas inteligentes?
Sintiéndome más que un poco tonta, señalé el estante inferior. "Los de allí".
Hannah se acercó a mí y me tendió a Lily, que parecía tan aterrorizada como yo.
Podría abrazarla. Pude. Lo hice todo el tiempo.
Bueno, a veces.
Ocasionalmente.
El rostro de Hannah se suavizó. "Sólo por un segundo. Quiero mirar los libros.
Tragando saliva, levanté a Lily en mis brazos. Su frente se arrugó como
me miró fijamente, su mirada decía todo lo que estaba pensando.
Apestas en esto.
La acomodé en mis brazos para que estuviera más cómoda, luego levanté mi mano libre
para darle unas palmaditas en la cabeza. Embarazosamente. Mientras Lily se metía el puño
regordete en la boca y empezaba a calmarse.
No podía culparla. Yo también necesitaba calmarme.
“¡Oh, mira todos estos Pequeños Libros Dorados! Tienes tantos. Wow, en serio viejo.”
Hannah se sentó con las piernas cruzadas sobre la alfombra antigua y hojeó un par de ellos.
“Desde mi infancia.”
"Súper viejo", dijo por encima del hombro, aunque por un segundo pensé
Vi un brillo en sus ojos.
Tan breve que podría haber sido un encendedor en la oscuridad.
“Sigue hablando así y comenzaré a pensar que tienes algún tipo de fetiche con los hombres
mayores”. Esperaba que Lily no estuviera escuchando. No es que le importara mucho lo que
tenía que decir cuando tenía su deliciosa mano para picar.
Hannah continuó hojeando el libro. "¿Quién dice que no?"
Ella estaba actuando raro, de acuerdo. No coqueta exactamente. Pero definitivamente no
retrocedería si las cosas iban en esa dirección.
Tal vez estaba poniendo a prueba mi determinación del otro día. Tal vez todo esto era un
juego para ella.
Tal vez estaba demasiado cachondo y era muy inapropiado mientras sostenía a un bebé
en mis brazos.
“¿El pequeño gatito tímido? ¿Scuffy el remolcador? De ninguna manera. Oh, estos son tan
dulce. ¿Guardaste todo esto? Ella me miró. "¿Para tus propios hijos?"
Ella ya había desviado la mirada cuando logré hablar. La emoción en su rostro y en su voz
era embriagadora, pero se desvaneció demasiado rápido. "Supongo que sí. No estoy seguro de
por qué los guardamos. Sin embargo, mi abuela era su mayordomo. Ella me compró casi todos”.
"¿No es tu madre?"
“Mi madre no se preocupaba demasiado por mis hábitos de lectura”.
Cargué a Lily hasta donde estaba sentada Hannah y me uní a ella en la alfombra. Hice una
jaula con mis piernas separadas y puse a Lily en el suelo, sorprendida de que me dolieran un
poco los brazos. No por estar adoloridos, sino porque ahora estaban vacíos. Lily se había
sentido bien con ellos.
Hannah miró hacia donde Lily intentaba levantarse usando mis piernas para mantener el
equilibrio, sus labios temblando. Todavía no una sonrisa, pero si alguien había podido obtener
una de ella, era Lily. "Ella está lista para correr".
“Todavía no, querido Dios. Tengo que terminar de hacer la casa a prueba de bebés.
“Bastante fácil de hacer cuando está vacío.”
"Ese es un buen punto. Tal vez lo deje así. Pensativo, me rasqué la barbilla.
"Esta habitación no está vacía". Hannah estiró el cuello para ver el escritorio tallado que
había sido un vestigio de mi apartamento. Mi computadora portátil y mis archivos estaban
apilados encima. “Incluso hay asientos que no son el piso”. Hizo un gesto con la cabeza hacia
el diván frente al escritorio, otra pieza de mi apartamento.
“Aquí es donde paso la mayor parte de mi tiempo. Para ti, sería la cocina.
Casi como una ocurrencia tardía, estiré la mano para acomodar un mechón de cabello suelto
que se había escapado de su trenza detrás de su oreja.
Respiró hondo como si le hubiera puesto una cerilla encendida en la piel. Lily giró la cabeza,
buscando la causa, moviéndose hacia Hannah como si pudiera ayudarla.
En lugar de dejar caer mi mano, me incliné hacia adelante para deslizarla debajo de su trenza,
ahuecando casualmente la parte posterior de su cuello.
Lily nos miraba con ojos enormes, mordiéndose el labio inferior.
"Qué ángel".
"¿Estás hablando de mí o de tu hija?" Por alguna razón, se demoró en esas dos últimas palabras,
y quedaron suspendidas pesadamente en el aire entre
a nosotros.
Ella no lo sabía, ¿verdad?
Ciertamente no le había dicho. No pensé que mi abuela tendría tampoco. Y Hannah definitivamente
no había dicho antes que sabía que Lily no era biológicamente mía.
Pero Crescent Cove no era un lugar enorme. La gente habló. No era un secreto que había
adoptado a Lily después de la muerte de Billy.
Tenía demasiadas mujeres solteras acercándose a mí en la tienda de comestibles por esa misma
razón. Es posible que nunca haya escuchado el término DILF, o lo bloqueé, pero mi abuela no estaba
equivocada en que existía tal fenómeno. Su existencia fue la razón principal por la que recurrí a los
servicios de entrega de comestibles.
Si tuviera que hablar con una mujer más exprimiendo melones significativamente
mientras ella me miraba de arriba abajo...
"Lirio. Te llamaría de otra manera.
Ella se humedeció los labios. Si ella sabía que era un movimiento provocativo, yo
no sabía Ella había sido virgen.
Hasta esa noche.
hasta yo
Hasta nosotros.
Cada molécula posesiva de mi cuerpo rugió a la vida ante la idea. Yo era el único hombre con el
que había estado. Alguna vez. Y tal vez yo no era el único que recordaba cómo había sido entre
nosotros.
Enfocado en su boca, me incliné, mi mirada se elevó a sus ojos. El
el pánico atrapado en esas profundidades sorprendentemente azules me hizo detenerme. “¿Hannah?”
Ella retrocedió y se puso de pie de un salto, enviando la pila de libros para niños a la alfombra.
"Lo siento, tengo que orinar". Prácticamente lo gritó mientras huía de la habitación.
“El baño está al final del pasillo, la segunda puerta al lado de—” me detuve
como una puerta cerrada en algún lugar a lo lejos.
O ya había encontrado el baño o se había ido. Con razón.
Cristo, yo era un imbécil. Prometí no hacer ningún movimiento con ella.
por Lily, y ni siquiera había pasado una hora completa desde que llegó.
Lily me miró acusadoramente y luego se hundió en mi pierna. Una vez que la hube
estabilizado, esperé a que dejara caer su diminuta cabeza entre sus manos. Parecía tan
derrotada como yo me sentía.
Demasiado para tener mi libido bajo control. Fue tan descarrilado como el resto de mi
vida.
Solo podía esperar que Hannah no presentara una demanda contra mí por
Comportamiento inapropiado en el lugar de trabajo. O hacer algo aún peor.
como salir
ONCE
AGARRÉ LOS LADOS DEL INODORO Y REZÉ PARA MORIR.
Esto no podría ser náuseas matutinas. era de noche Sin mencionar que no lo había
probado hasta que supe que estaba embarazada. A menos que el hijo de Asher hubiera
decidido montar un espectáculo para hacerme saber que él o ella estaba aquí.
Lo tengo, chico. Puedes parar en cualquier momento ahora.
Me pasé una mano por la frente sudorosa y me incliné hacia arriba para golpear el
enjuague, luego otras dos veces por si acaso. Bruto. El cuenco acababa de dejar de dar
vueltas cuando, una vez más, sentí esa sensación reveladora en mi garganta.
¿En serio?
Miré al techo e intenté contar hacia atrás. Luego las tablas de multiplicar. Luego una
lista de todas las razones por las que odiaba a los hombres y sus penes, especialmente
el de Asher.
Acababa de llegar a necesitar un Tylenol para tu mandíbula adolorida después de
BJ, y esta razón fue una que me prestó Gabriela, porque nunca le había hecho una
mamada, cuando la amenaza de vomitar nuevamente se hizo realidad.
Una vez que terminó, me limpié la boca y rodé de costado por el suelo.
Querido Dios, haz que se detenga.
Me quedé allí, agarrándome la barriga, preguntándome si tal vez esto era realmente
un caso de intoxicación alimentaria. No de mi cocina. Absolutamente no. Pero después
de mi cita con el médico, me detuve a tomar un bocadillo en la cafetería. La ensalada de
pollo en un croissant de Vee estaba deliciosa, y ella era tan hábil detrás de una tabla de
cortar como yo.
Pero tal vez el pollo estaba malo. Tal vez hubo un brote de salmonella.
Oh, Dios, sí, por favor.
Porque si iba a tener que lidiar con esto durante meses, sería mejor que me fuera solo ahora.
Las náuseas matutinas o vespertinas no duraron todo el embarazo, ¿verdad?
A menos que mi hijo fuera un extraterrestre.
Un extraterrestre Asher.
Un grito sonó desde otra parte de la casa y traté de levantarme. Me tomó dos intentos, la
alfombra de baño de Asher era sorprendentemente cómoda, pero me puse de pie justo cuando la
puerta se sacudió por la fuerza de su golpe.
“Hannah, tienes que salir. Ahora. Lo lamento. No quise hacer eso.
Todavía un poco mareado, me llevé una mano a la cabeza. "¿No lo hiciste?"
"No." Una pausa. “Está bien, sí, lo hice. Probablemente puedas decir que me atraes mucho.
La ironía me hizo sacudir la cabeza mientras miraba mi vientre. Tanto por pensar que mi
cocina había sido la culpable de mis jeans ajustados. Más como los nadadores de Asher.
“Aparte del hecho de que ya hemos…” Me aclaré la garganta. "No particularmente. Pero
gracias."
"¿Gracias?" repitió. "¿Te perdiste la parte en la que solo traté de besarte?"
"Eh. En serio. ¿En serio?"
Yo no era un completo idiota. Había sido consciente de su cabello metiéndose e inclinándose
en la rutina, pero la advertencia de beso no se había disparado en mi cerebro.
Probablemente debido a la preocupación más apremiante en mi estómago. y garganta
Me sequé el sudor de la nuca. Y por todas partes.
“Hannah, no suenas como tú misma. Por favor, ven aquí y hablaremos.
En lugar de responder, me moví hacia el fregadero. Me había enjuagado la boca media
docena de veces, además de lavarme las manos una o veinte veces con su jabón en barra con
aroma a abeto, cuando por casualidad me miré en el espejo. Bruscamente. Sólo para asegurarme
de que no me veía tan mal como me sentía.
No había forma de detener mi gemido.
Querido Dios, ¿necesitaba un examen de la vista? ¿Cómo podría sentirse atraído por mí en
este momento? Me veía horrible. Cara manchada. Ojos enrojecidos. Mi cara incluso parecía
hinchada. ¿Demasiada sal?
¿ Demasiado bebé?
“¿Hannah? Estoy entrando." No me dio la oportunidad de decir que no antes de abrir la
puerta. Porque no lo había bloqueado. Me había centrado más en conocer su baño que en
preocuparme por posibles interrupciones.
Aunque ahora que estaba pensando en ello, necesitaba orinar. Gravemente.
Asher entró y se detuvo, su expresión transmitiendo todo lo que había temido. Hot mess
era una descripción acertada para el look que estaba luciendo actualmente.
"¿Estás bien? Gemiste.
Asentí débilmente. "Lo siento. Sólo un poco enfermo.
Hola, eufemismo. Encantado de conocerlo.
“Oh, mierda, ¿en serio? ¿Como un insecto o algo así? ya se deslizaba
que abra el botiquín. Salió con un botiquín de primeros auxilios.
No pude evitar reírme. "¿Qué vas a hacer con eso?"
Él frunció el ceño. "¿Te estás riendo?"
"He sido conocido de vez en cuando, sí". era el hombre mas raro
a veces.
“No a mi alrededor, no lo haces. Tu risa es hermosa. Levantó la mano para acomodarme
el cabello hacia atrás otra vez, y lo dejé porque tenía una forma de encantarme contra la
que yo no tenía ninguna defensa.
Era tan... Asher.
“No he tenido muchas razones para reír desde hace un tiempo”. Me aclaré la garganta
y me obligué a concentrarme en el equipo que tenía en la otra mano en lugar de en la
calidez de sus dedos aún metidos detrás de mi oreja. Como si no pudiera soportar volver
atrás.
Debe estar seriamente hambriento de sexo. ¿Cuánto tiempo había sido para él
¿de todos modos? Seguramente, no podría haber sido ya que nosotros...
Mmm. ¿Podría?
"Entiendo que. Lo hago —dijo, aunque no había discutido. Finalmente dejó caer su
mano lejos de mi cara, luego la metió en su bolsillo. “Mi mejor amigo murió en el otoño”.
Fue difícil mantener la compostura en mi rostro. Me sentí tan culpable por no decir que
lo sabía. Pero si lo hiciera, probablemente tendríamos que hablar de Lily. Y no sabía si tenía
la fortaleza mental para eso en este momento. Solo permanecer erguido ya era bastante
difícil.
"Lo siento mucho. ¿Qué pasó?"
Puaj. Tenía que preguntar eso, ¿no? También podría agravar la culpa por no admitir
que ya lo sabía.
“Accidente de la construcción. Cosa rara. Tenía un montón de años en el trabajo, pero
estaba en un techo y… —Se interrumpió cuando tragué saliva—. “No necesitas escuchar
todo eso. Pero perderlo fue duro. Lo más difícil por lo que he pasado, aparte de perder a
mi abuelo”.
Como ya sabía que la madre de Lily no había sido su pareja, no me molesté con esa
línea de preguntas. Ni siquiera por el hecho de fingir no saber nada. Le diría que lo supe
muy pronto.
Probablemente tan pronto como la habitación dejara de dar vueltas.
“Lo siento mucho,” dije de nuevo, rozando mi mano sobre su brazo. “Un mejor amigo
puede ser tan cercano como una familia. A veces más cerca.
"Sí." Él asintió y cerró los ojos. “Como un hermano para mí”. Soltó un suspiro y abrió
los ojos de nuevo, mirando mi mano en su brazo antes de encontrarse con mi mirada.
"Vamos a llevarte a tu habitación".
"¿Mi habitacion? No planeé quedarme hoy, Asher. No traje bolsa. Pensé que esto era
solo una visita exploratoria”.
Esa fue una palabra para eso.
“Sí, bueno, me gustaría que te quedes aquí de forma más permanente, como lo
discutimos. Pero nada está escrito en piedra. Además, no creo que te vayas pronto de
todos modos.
"¿Por qué?"
En lugar de responder, abrió el botiquín de primeros auxilios y sacó lo que parecían
dos caramelos pequeños. "Estos eran el elixir especial de mi abuelo".
Su voz era sombría cuando los colocó en mi palma y cerró mis dedos alrededor de ellos.
“Te ayudarán a asentar el estómago, garantizado”.
"¿Es tan obvio a qué tipo de enfermedad me refiero?" Fruncí el ceño. “¿Cuántos años
tienen estas cosas? ¿Y qué hay en ellos? No podía soportar cualquier cosa, ahora que iba
a tener un bebé.
Dios, ¿alguna vez esa idea se volvería más normal? La palabra bebé ardió
a través de mí como el fuego cada vez que lo pensaba.
“No tienen fecha de caducidad. Hecho de cosas naturales. Miel, jengibre, menta.
Algunos otros ingredientes. Tomaría uno ahora y guardaría uno para una emergencia.
Ellos arreglarán lo que sea que te aqueje. Solía jurar que eran mágicos.
Los miré dudoso en su envoltorio de papel encerado. "No quiero tomar tus últimos
pocos".
“Tengo algunos más aquí. Adelante, insisto. Él me sonrió y por un segundo, me mareé
por una razón completamente nueva. Dios, era hermoso. "I
no te envenenará, Hannah. Te necesito demasiado.
Cómo anhelaba escucharlo decir esas palabras en otra situación. Cuando estábamos
desnudos y en la cama, arropados juntos. Nada entre nosotros más que piel y sudor.
Ah, y ese bebé del tamaño de un frijol creciendo en mi vientre que lo cambiaría todo.
Más cambios.
Pero si el Dr. Ellis tenía razón, al menos no estaría solo para descifrarlos a todos. Eso
ni siquiera era lo que más me asustaba. Asher ya había comenzado a demostrar su valía
como un hombre de pie que manejaba sus responsabilidades. No es que me gustara ser
otro de esos para él.
Tenía miedo de no estar a la altura de la tarea de ser padre. Que no podía dárselo a
un niño cuando todavía me sentía tan hueca y vacía por dentro después de la pérdida de
mis padres. Apenas había vivido yo mismo, y ahora habría una nueva vida.
¿Y qué hay de Asher? Lo habían empujado a un papel que nunca había anticipado.
Cargarlo con otro niño cuando claramente no sabía qué hacer con el primero casi parecía
cruel.
Como si el destino se estuviera riendo de nosotros.
Dos extraños incompetentes, unidos para criar a un bebé.
dos bebes
Excepto que ya no nos sentíamos extraños. Y mis sentimientos en su dirección ya
eran abrumadores. Quería saber más sobre él. Quería pasar tiempo con él y Lily. Quería
hacerlo sonreír y ver cómo sus serios ojos color avellana se suavizaban mientras me
miraba, tal como estaban ahora.
Quería demasiado, y contarle sobre este bebé podría matar mi oportunidad de
conseguirlo. Me cambiaría de la mujer que le atraía a una responsabilidad más.
Una tarea más en su lista.
"¿Por qué no puedo irme?" susurré, demasiado consciente de lo mucho que quería
quedarme.
En esta casa mayormente vacía con su biblioteca mágica y su cómoda alfombra de
baño y su risa de bebé.
Con Asher.
Devolvió el botiquín de primeros auxilios al botiquín y me empujó hacia la puerta aún
abierta. Sin decir nada, tomó mi mano y me llevó
por el pasillo y por las escaleras.
Debería haberlo sacudido. No éramos pareja. Pero me gustaba su gran
mano que encierra la mía demasiado.
En la parte superior de las escaleras, dio media vuelta y se dirigió por el pasillo pasando por
varias puertas. Abrió uno lentamente, y tragué un suspiro cuando la guardería apareció a la vista.
La guardería completamente equipada, donde gran parte del resto de la casa aún había estado
en transición.
Las paredes de color amarillo mantequilla suave estaban decoradas con animales del zoológico
que hacían juego con la alfombra de colores brillantes en el piso de madera. Una alta mecedora
blanca con montones de almohadas estaba entre las ventanas, y jadeé cuando vislumbré toda la
nieve afuera.
Mierda, ¿cuándo había sucedido eso ? ¿Exactamente cuánto tiempo había estado tirando mis
galletas?
Asher se colocó detrás de mí y me tomó los hombros. Cuando habló, se
estaba cerca de mi oído, agitando mi trenza desordenada. "Te lo dije."
"Supongo que los meteorólogos tenían razón".
"Supongo que sí". Un escalofrío me recorrió mientras metía los dulces en el bolsillo de mis jeans.
¿Estaba imaginando cosas o había presionado sus labios contra el lóbulo de mi oreja, solo por un
segundo? "Espero que no tengas ningún lugar donde necesites estar esta noche".
DOCE
SÍ, LO HAGO. AQUÍ MISMO.
Pero en lugar de responder, me moví hacia la cuna. Las barandillas de éste eran mucho
más altas y el colchón era más bajo. O había tenido la configuración correcta en esta casa la
primera vez o había escuchado mi consejo.
Sonreí mientras observaba el pequeño rostro de Lily presionado contra los barrotes de su
cuna. “Aww, estás en la cárcel, ¿eh, cariño? Estás siendo tan callado. Tan bueno."
De alguna manera, el elogio hizo que Lily entrara en acción. Se puso de pie y golpeó los
barrotes con los puños, luego levantó los brazos hacia mí cuando me incliné para liberarla de
su bonita prisión blanca.
"Definitivamente eres su favorita", observó Asher mientras la levantaba y la abrazaba.
Estaba empezando a acostumbrarme a la sensación de un bebé en mi
brazos.
Buena cosa.
Acaricié sus suaves rizos rojos. Olía a talco y jabón y... eww, pañal sucio.
En el momento justo, Lily dejó escapar un gemido inhumano.
"Esa vez otra vez, ¿hmm?" Con una exhalación resignada, Asher se adelantó para
arrancarla de mis brazos.
Conmocionado en silencio, lo vi acostarla eficientemente en la pequeña mesa para
cambiar pañales al lado de la cuna. Le quitó el pañal viejo con un mínimo de alboroto,
deteniéndose por un segundo para hacerle cosquillas en la barriga regordeta. Las risitas de
bebé llenaron la habitación.
Un sonido tan maravilloso.
Le puso el pañal limpio y luego luchó para que volviera a ponerse su mono de rayas
verdes. Me apresuré a ayudar, pero murmuró: “Ya lo tengo.
Esta es la única parte que puedo hacer”.
Di un paso atrás y lo dejé mostrar sus habilidades.
Cuando estuvo vestida de nuevo, me la devolvió como una pelota de fútbol de olor
dulce y ligeramente inquieta. Se acurrucó en mi abrazo como si nunca quisiera que la
dejara ir.
Me dolía el pecho cuando giré con ella hacia la ventana. “Ella debería salir y jugar en
este tipo de clima. Probablemente sea la última tormenta de la temporada”.
"Estás enfermo."
Permanecí en silencio. No iba a decirle que mi enfermedad ya había disminuido.
No todavía, de todos modos.
Muy pronto, no tendría más remedio que revelar todo. Por hoy, para él, podía fingir
que nuestras vidas no habían cambiado irrevocablemente.
Y para mí.
"Me siento mejor." No fue una mentira.
“Sí, pero salir al frío con un bebé puede agotarte.
Aunque si pruebas ese dulce, podrías estar protegido. Levantó las cejas hacia mí cuando
lo miré por encima del hombro.
"Eres implacable, Wainwright". Moví al bebé para poder sacar uno de los dulces de
mi bolsillo. “Siguiéndote la corriente”, agregué, desenvolviéndolo y metiéndolo en mi boca.
No sabía particularmente bien, pero la miel alivió la persistente irritación en mi
garganta y la menta fue lo suficientemente agradable. A los pocos minutos, no podía
negar que me sentía un poco mejor. Mi estómago sensible había tenido suficiente tiempo
para calmarse, por supuesto, pero podía darle a Asher esta pequeña victoria.
"Tienes razón. Es magia."
Asher asintió como si no esperara menos. Luego fue al armario y sacó un par de
botas de color púrpura brillante y un par de guantes, junto con un traje de nieve azul
marino.
Lily se agitó en mis brazos, sus piernas ya bombeaban.
"¿Está emocionada?" Adivine.
"No. Ella odia esta cosa. Sacudió el traje de nieve y Lily hizo un gesto.
rostro. “Pero le encanta la nieve y sabe lo que esto significa”.
Una vez más, arrancó a Lily de mis brazos. Esperé a que la vistiera para salir tan
hábilmente como la había cambiado, pero me miró expectante.
Un poco de ayuda, por favor. No tenemos mucho antes de que arruine su pañal.
de nuevo. O quiere comer. O ambos al mismo tiempo."
Lo ayudé a envolverla en su traje de nieve antes de que le pusiéramos los guantes y las botas.
Inmediatamente comenzó a tratar de quitarse las botas, golpeándose los pies y haciendo muecas.
Con un suspiro, Asher echó la cabeza hacia atrás como si estuviera acostumbrado a esta rutina.
"No es un fanático del calzado, ¿supongo?"
"No. Odia los zapatos y los calcetines. A veces odia la ropa, punto”.
“Oh, bebé desnudo, ¿eh? ¿Eres un bebé desnudo? Bajé la capucha de Lily para hacerla reír.
Ella luchó y lo hice de nuevo, jugando al escondite con ella mientras Asher iba por el pasillo a
buscar su propio equipo.
Regresó vestido con un abrigo de cuero y una larga bufanda azul que parecía hecha a mano.
"¿Un regalo de una antigua novia?"
¿Por qué había dicho eso? Probablemente para evitar arrojarme sobre él como
una chica cachonda que no tenía miedo de quedar embarazada.
Demasiado tarde allí.
"Difícilmente. Nunca he salido con una mujer que teje”. Inclinó la cabeza. "¿Tú?"
Resoplé. "¿Me veo como el tipo astuto?"
"Parece que podrías hacer cualquier cosa que te propongas".
"Tú también. Sostén a tu hija. Le pasé a Lily. él la toqueteó
durante unos segundos antes de colocarla sobre su cadera como me había visto hacer.
Casi sonreí. Progreso.
No fue hasta que salimos al amplio porche con sus mecedoras gemelas y campanas de viento
de cobre, ahora girando locamente con la brisa, que la voz de Asher volvió a sonar. "¿Dónde está
tu abrigo?"
Me estaba preguntando lo mismo. En realidad, sabía exactamente dónde estaba: colgando de
su percha en mi armario de abrigos. Simplemente no había esperado que el clima se volviera tan
frío tan rápido. “No me di cuenta de que estaría jugando en la nieve esta tarde”.
"Aquí. Sostén tu... Lily. Me entregó el bebé y rápidamente se quitó la chaqueta. Empecé a
protestar, pero él lo envolvió alrededor de mis hombros antes de volver a tomar a Lily en sus brazos.
"Mucho mejor."
Como mis dientes estaban a un momento de castañetear, metí los brazos en las mangas y
disfruté del calor. En el olor glorioso del cuero y la colonia amaderada de Asher. "Gracias. Pero te
congelarás.
"Soy de sangre caliente". Con desenvoltura, se pasó la bufanda por encima del hombro. Lirio
lo agarró y empujó el extremo dentro de su boca, haciéndolo reír.
"Puedo dar fe de eso". Había llegado a la mitad de las escaleras cuando una bola de nieve
perfectamente empaquetada me golpeó en la espalda. Fingí ignorarlo, pero tan pronto como mi
pie tocó el camino cubierto de nieve, recogí la nieve y se la arrojé por encima del hombro,
riéndome cuando la mayor parte me voló a la cara.
“Buen trabajo empacando la nieve.” Asher sacudió la cabeza con fingida decepción y se giró
para dejar a Lily en una pequeña pila cerca de los escalones. Inmediatamente comenzó a azotar
sus brazos a través de la nieve a cada lado de ella mientras reía y reía.
Las risitas de Lily fueron lo más dulce que jamás había escuchado.
Estaba tan distraído por sus payasadas que no presté atención cuando Asher se agachó
para empacar otra bola de nieve, que luego voló hacia mí. Chillé cuando el frío me recorrió la
espalda.
¿Su respuesta? Se rió tan fuerte que casi se cae de culo.
—Te lo habría servido bien —dije mientras él se apresuraba a enderezarse.
Me giré para empacar un poco de nieve por mi cuenta, tomándome mi tiempo para darle
forma a la bola. Caía tan fuerte que tuve que parpadear para quitármelo de los ojos. Probablemente
me daría un escalofrío pronto, gracias al ataque furtivo de Asher, pero estaba bastante tostado
con su chaqueta.
Me moví hacia atrás con mi arsenal de tres bolas de nieve y casi me desmayo cuando Asher
ayudó a Lily a aplastar la nieve entre sus palmas. Él estaba inclinado sobre ella y ella golpeaba la
nieve con deleite. Sus mejillas ya estaban rojas por el frío. Me apresuré a tirar de los lados de su
capucha y me di cuenta demasiado tarde de que Asher había tendido una trampa.
Una bola de nieve vino volando directo a mi cara. Me agaché y resbalé, cayendo hacia atrás
sobre la acera.
De repente, el miedo se apoderó de mí.
Miedo genuino.
No, oh, sí, estoy embarazada, espero estar bien, pero realmente a sangre fría.
terror ante la idea de algo... bueno, desalojar a mi bebé.
mi bebe
Gracias a Dios. No era una madre sin valor después de todo. Tal vez realmente podría hacer
esto.
"¿Estás bien?" La voz de Asher estaba llena de preocupación.
Luché por sentarme y asentí, bajando la mirada a mi regazo.
¿Estás bien ahí, Bean?
Pea probablemente fue más preciso en este punto. No conocía todas las etapas, pero él
o ella tenía que ser minúsculo en este momento.
Tan fácil de dañar.
“Oye, oye, mírame. ¿Te lastimaste? Lo lamento. Debería haber sido más cuidadoso.
Déjame llevarte dentro. Asher levantó mi barbilla, sus hermosos ojos color avellana se
entrecerraron en mi rostro. Eran los más verdes que jamás había visto.
Furtivamente, saqué una bola de nieve de mi bolsillo y lo clavé en la nariz.
Aplastándolo en buena medida mientras farfullaba y se reía y me llamaba cosas que no
correspondían a un padre.
Agarró mi mano, ahora roja y casi entumecida por jugar en la nieve sin guantes, y besó
cada uno de mis dedos. Cuando terminó con esa mano, tomó la otra e hizo lo mismo, luego
las metió entre sus palmas para frotarles algo de calor. La nieve goteaba de su cara, se pegaba
a sus cejas, y sus manos estaban tan rojas o más rojas que las mías, pero él no parecía darse
cuenta. Toda su atención estaba centrada en mí.
De repente, ya no tenía tanto frío.
"Merecido." El estruendo de su voz me retorció algo en la parte baja del estómago. “Mi
penitencia es llevarte dentro”.
Le di un codazo hacia atrás y miré hacia el cielo nublado, actualmente un gris pizarra
teñido con los tonos rosa anaranjado que vienen con una tormenta. Su casa tenía tantas luces
de seguridad que el césped estaba bien iluminado. Más allá de ese resplandor, el mundo
estaba congelado y oscuro.
Estar aquí con él y Lily me hizo sentir segura y cálida. Incluso si mi
El culo estaba estacionado en una acera helada y la nieve caía muy rápido.
"Puede que sea un tipo que no sale mucho, pero incluso yo sé que no puedo responder a
esa pregunta".
Empezó a levantarse pero lo detuve con una mano en su mejilla. "¿No sales mucho?"
"No."
“Definir mucho”.
Tardó unos segundos en responder. Eres la única mujer con la que me he acostado
desde… no lo sé. Ha pasado mucho tiempo. Tomó una respiración rápida y profunda. "¿Qué
pasa contigo?"
“Nunca me he acostado con una mujer. ¿Debería intentarlo?
Esperé a que sugiriera un trío o algo más que encajara con la típica respuesta masculina
cruda. En cambio, sacudió sombríamente la cabeza. “No lo recomiendo. Es terrible."
"¿Ah, entonces es así? ¿Es por eso que me encontraste excitante incluso después de haber estado
¿Estás sobre tu inodoro?
Su sonrisa casi me hizo sonreír, y eso nunca sucedió. Pero me había reído mucho en la
última media hora. Estar con él y su chica me hacía feliz.
Aterradoramente así.
Te encontraría excitante en cualquiera y en todos los estados. Su mirada cayó a mi boca y
se demoró. “Problema para mí, ya que ahora estoy pagando tu sueldo”.
“Uno de ellos,” le recordé. “Y solo es un problema si lo convertimos en uno”.
"¿Es eso así?" Su mirada aún no había dejado mis labios.
Y me gustó. Un montón.
En lugar de responder, miré por encima del hombro hacia donde Lily felizmente saltaba sus
piernas y se tiraba nieve encima. "Su hija parece disfrutar de este clima".
"Te lo dije. Se quedaría aquí toda la noche si la dejamos.
Era una cosa tan pequeña y estúpida, pero que me incluyera en el proceso de toma de
decisiones para Lily hizo que el calor se extendiera dentro de mí. “Me encantaría jugar aquí con
ella un poco más, pero la próxima vez, será mejor que lleve unos guantes”.
Asher frunció el ceño y agarró mis manos de nuevo, llevándolas a su boca para soplarlas
suavemente. El calor de su aliento hormigueaba sobre mi piel. “¿Ninguna en tu auto?” Cuando
negué con la cabeza, volvió a fruncir el ceño. “Debes tener un botiquín en caso de averías.
Guantes de repuesto, cables de arranque, llave para neumáticos, donut, una capa extra, un
repuesto…
“Asher, no puedo usar esas cosas, menos el abrigo y los guantes. Entonces, ¿por qué
tenerlos?
"Te enseñaré. ¿Tienes AAA?
Tenía miedo de decírselo y provocar que sufriera un derrame cerebral. “Oye, Lily”, la llamé,
sin esperar que el bebé mirara hacia arriba con aire de culpabilidad. Se había estado metiendo
nieve en la boca. “Vas a estropear tu cena si sigues comiendo eso”.
Siguió mordiéndose la mano cubierta de nieve.
“Ya tienes los ojos de mamá”. Asher parecía impresionado. “Ni siquiera tenía que
mirarla para saber lo que estaba haciendo”.
Poco sabía.
Me puse de pie con su ayuda y fuimos a reunirnos con Lily. Bueno, lo hice.
Asher entró en la casa y volvió con dos pares de guantes de hombre, un juego para cada
uno de nosotros.
Jugamos en la nieve con Lily hasta que mi nariz se congeló y moqueó y el frío
prometido se hundió profundamente en mis huesos.
Asher no era mucho mejor. Había estornudado una media docena de veces,
que no debería haber sido tan lindo como lo fue. Incluso Lily había tenido suficiente.
¿Lado positivo? Tan pronto como la trajimos y le dimos un biberón, estaba lista para
acostarse. Apenas había terminado la canción de cuna que le estaba cantando cuando se
desmayó.
Me levanté de la mecedora del cuarto de los niños y la coloqué con cuidado en su
cuna. Asher comprobó que el monitor de bebé funcionaba y luego me sacó de la habitación.
"¿Hambriento?"
"Podría comer." No pude contener un escalofrío.
Preferiblemente mientras se acurruca bajo una docena de mantas gruesas.
"Voy a prepararnos algo".
Ante mi expresión dudosa, se rió. No miraste en el congelador. Tengo cosas que
puedo calentar. Hecho por mi abuela.
"Oh. Bueno. Uf. Pensé que ibas a cocinar.
"¿Y asumes que no puedo?"
Es la forma habitual con la mayoría de los solteros. ¿Me vas a demostrar que estoy
equivocado?
Tímidamente, se rascó un lado del cuello. "Ay, no".
"Pensado así."
“Mientras estoy calentando la cena, deberías tomar un baño caliente. Calentamiento. Voy a
encender un fuego.
"¿En la sala de estar?" Había indicado de pasada que el lugar tenía algunos de ellos.
"Podría", dijo con cuidado. “Pero también hay uno en el maestro
dormitorio. Podríamos comer allí.
"¿En el piso?"
O en la cama.
Cuando no respondí, dio un paso atrás. Tanto en sentido figurado como literal.
Hay una habitación hecha para ti también. Puedes irte a la cama por tu cuenta si lo prefieres. No
es lujoso —añadió como si pensara que esperaba dormir sobre sábanas de 1000 hilos. “Supuse que
querrías participar en el diseño, así que me aseguré de que tuviera lo básico”.
"Todo lo que necesito es una cama". Pasé una mano por mi cabello, con miedo de imaginar
cómo debe quedar después de nuestro tiempo al aire libre. Curiosamente, no me importaba mucho.
La forma en que Asher me miró esta noche nunca había cambiado. Siempre me miraba como si
yo fuera una diosa. era adictivo
Embriagador.
Aterrador como el infierno, especialmente considerando todo lo que no le estaba diciendo.
"Tenemos esos". Asher sonrió y se dio la vuelta, pero puse una mano sobre su
brazo para hacer que me mire.
"Quiero dormir contigo. Sí."
Él frunció el ceño. “Parece que hay un pero por venir. Mensaje recibido. Sé que lo del trabajo lo
hace incómodo. No puedo decidir si estoy agradecido con la abuela por traerte de vuelta a mi vida o
enojado con ella por hacer que no pueda estar contigo”. Su ceño se transformó en una sonrisa, como
tantas veces lo hacían sus expresiones.
Que su sonrisa hiciera que las líneas de preocupación alrededor de sus ojos se convirtieran en arrugas
sexys fue solo una ventaja. “No, eso es mentira. Estoy agradecido. Había perdido la esperanza de
volver a encontrarte.
Mi corazón empezó a latir demasiado rápido. "¿Has probado?"
"No." Sus ojos se oscurecieron hasta que no pude ver dónde terminaban sus pupilas y
comenzaban sus iris. “Hicimos un acuerdo. No estoy en ningún lugar para una relación.
Como usted indicó que no lo era.
"¿He dicho que?"
Si lo hubiera hecho, sería un imbécil.
Estaba tan acostumbrado a estar solo ahora que era demasiado cauteloso para arriesgarme a
preocuparme por alguien, solo para perderlo nuevamente. Por mucho que dijera que quería libertad,
la caja más grande en la que jamás había estado atrapada no tenía lados.
La soledad era interminable y vasta, sin fecha de indulto.
Asher se rió entre dientes. "Más o menos."
"Tú lo dijiste primero".
Tal vez. Ni siquiera estaba seguro. Había estado en modo de defensa incondicional.
Tan determinada a perder mi virginidad y aprender todos los secretos del mundo.
Pero no me enamoraría y me rompería el corazón. Me iría antes de que eso sucediera.
Demasiado para eso.
Se rió de nuevo. "No recuerdo esa parte".
"Yo tampoco. Mis recuerdos se centran en otras cosas que sucedieron esa noche”.
"Yo también." Volvió a mirarme la boca otra vez, y el latido salvaje de mi pecho ahora también
latía entre mis muslos. Esa fue la otra razón por la que nunca te busqué. Sabía que si te encontraba,
no sería capaz de dejarte ir esta vez.
Tuve que decirle. No era justo mantener en secreto cosas tan importantes.
Dos cosas importantes. Mi conciencia culpable estaba a punto de estallar.
"Sé que Lily no es tu hija", solté, cerrando los ojos mientras el
palabras resonaron en mi cabeza.
¿ Así fue como le dije? ¿En realidad?
No se movió hacia atrás. Tampoco apartó la mirada una vez que me atreví a abrir mi
ojos de nuevo. Me preguntaba si podrías saberlo. O lo había descubierto.
"¿Por qué?"
“Es un conocimiento bastante común. El accidente de Billy fue una gran noticia durante un
tiempo”. Metió las manos en los bolsillos. "Estoy seguro de que te diste cuenta de que algo estaba
pasando cuando viste lo jodidamente despistado que soy cuando se trata de cuidar de ella".
"No. Supuse que eras el típico rico adicto al trabajo que no podía
esperar a pasarla a alguien.
Su mandíbula se cerró. "¿Y ahora?"
Ahora veo que lo estás haciendo lo mejor que puedes. Nadie reparte manuales sobre cómo
ser padre, aunque el niño sea biológico. No importa si caes inesperadamente en el papel”.
“He cometido errores. Si no hubiera sido por mi abuela…
Levanté la mano para ahuecar su rostro, esperando hasta que no tuvo más remedio que
mirarme a los ojos. “Estás haciendo todo lo que puedes por esa niña. Si no creyera eso, no estaría
aquí”.
“Ella se merece más”. Su voz era cruda. “No me siento como debería sentirme”.
“El amor crece, no importa para quién sea. Su padre te eligió porque pensó que podrías
manejar el trabajo. Puede que no te conozca bien, pero puedo decir que no te limitas a lidiar con
las cosas. Haces lo mejor que puedes. Siempre."
“¿Qué pasa si lo mejor de mí no es lo suficientemente bueno?”
"Imposible."
—Tú no me conoces, Hannah. Lo acabas de decir tú mismo. se centró en
yo demasiado intensamente. "Tal vez solo estás viendo lo que quieres".
“No es posible,” repetí, finalmente soltándolo.
yo no quería Que era exactamente por lo que tenía que hacerlo.
El silencio se extendió entre nosotros. No pude soportarlo más.
No podía soportar dejarlo lastimar solo cuando tal vez podría ayudar a aliviar
algo de eso.
“En caso de que no lo supieras, hay algo sobre el dolor que nadie te dice. A veces, cuando
estás de duelo, no te queda nada de amor para dar a nadie. Ni siquiera a ti mismo. Incluso si
quieres. Incluso si estás desesperado por hacerlo. Hice una pausa para asegurarme de que mi voz
no temblara. Tomando aliento tras aliento mientras mi pecho luchaba por cerrarse sobre sí mismo.
“El dolor apaga todo. No puedes pensar en ello. No puedo sentir a través de él. Tus emociones
están encerradas detrás de él. Pero están ahí, lo juro.
Tal vez me estaba haciendo la misma promesa a mí mismo. También me absuelvo a mí
mismo por no vincularme instantáneamente con el bebé dentro de mí.
Aunque tal vez, solo tal vez, lo estaba. Al menos yo estaba empezando a hacerlo. Solo lo
había sabido por unas pocas horas. Y Asher aún no tenía ni idea.
Pero al menos le dije lo que sabía sobre Lily. El resto vendría pronto. Encontraría las palabras
para decirle lo inexplicable. El absolutamente loco.
Dios, esperaba.
TRECE
ESTABA PEDIENDO PROBLEMAS, PERO NO PODÍA RETROCEDER.
Ahora no.
Ana entendió. Ella había pasado por las mismas cosas que yo había
experimentado en los últimos meses. Perder a sus padres la había arruinado y
cambiado su vida.
Así como mi vida había cambiado.
Claro, era diferente. Pero Billy había sido tan cercano a mí como familia, y
además de eso, me habían encargado cuidar de su preciosa hijita.
Ella era todo lo que me quedaba de él. Y cada día que se había ido, estaba
segura de que le estaba fallando. Deshonrar su memoria e invalidar su confianza al
arruinar todo esto tan gravemente.
Pero no estaba solo. Tenía a mi abuela y ahora tenía a Hannah. Me estaban
ayudando a resolver todo esto. Un minuto a la vez.
"Billy y Lily", reflexionó Hannah. "¿Hizo eso intencionalmente?"
"¿Eh?" Raspé mi tenedor sobre mi plato, sacando hasta el último trozo del guiso
de pollo, queso y maíz que mi santa abuela había dejado en mi congelador. Incluso
había abastecido gofres y fruta congelada para su precioso Snug para la mañana,
completo con una nota dulce.
Pasaría mucho tiempo antes de que la molestara por llamarme así otra vez.
Mi estómago estaba demasiado agradecido.
Esa no fue la única parte de mí sintiendo gratitud. También me alegré de que
Hannah y yo estuviéramos sentados con las rodillas tocándose sobre un edredón
frente al fuego, comiendo, hablando y riendo.
La risa procedía principalmente de mí, un milagro propio. Pero ella casi había
sonreído un par de veces ahora. Estaba empezando a entender completamente por qué
ella no pudo Eso no significaba que no seguiría intentando hacerla sentir de la forma en que lo
hacía conmigo sin esfuerzo.
Feliz.
“Sus nombres riman”.
Dejé mi tenedor y fruncí el ceño. "Sí. Ellas hacen. Raro, nunca me di cuenta.
Ella sacudió su cabeza. "Eres tan observador en algunos aspectos y tan despistado en
otros".
Me encogí de hombros. “Le encantaba el nombre de Lily. También Solange, su novia”.
"Ella murió en el parto, ¿verdad?" Hannah se mordió el labio. “¿Por qué sigue pasando
eso? El parto debe ser seguro”.
"No sé. Alguna cosa médica extraña. No lo atraparon hasta que
era muy tarde." Me froté los ojos.
Recordar lo que pasó mi mejor amigo cuando nació su hija revolvió todo sobre la muerte
de Billy. Estaban tan unidos en mi mente. Lily había perdido tanto siendo tan joven.
Pasaría el resto de mi vida tratando de devolverle aunque sea una fracción de lo que ella
había perdido.
"Oh." Hannah apartó su comida.
“No comiste lo suficiente”. Asentí hacia su plato todavía medio lleno. "¿Quieres que te dé
de comer?"
"¿Qué, soy Lily ahora?" Sus labios se torcieron, pero sus ojos estaban demasiado pesados.
El azul era como nubes de tormenta, oscuras y turbulentas.
“Estaban tan enamorados cuando hicieron a Lily”. Me apoyé en mis manos y dejé de
intentar alejar los recuerdos. Estaban enraizados demasiado profundo.
Tengo noticias, hombre. Grandes noticias.
¿Oh sí? ¿Cómo qué? ¿Solange finalmente aceptó mudarse contigo?
Mejor. Bueno, ella también hizo eso. Ella se está mudando. ¿Sabes por qué?
¿Porque le dijiste que finalmente conseguirías un lugar mejor, uno con ventanas de verdad?
No, imbécil, porque vamos a tener un bebé.
"¿Habían estado juntos por mucho tiempo?"
Miré a Hannah, arrastrándome hacia atrás. "No actualmente. Se conocieron y fue química
instantánea”. No se podía negar la aspereza de mi voz.
No pude evitarlo. Había demasiados paralelismos entre los de mi amigo
relación y lo que había sucedido entre Hannah y yo. “Me dijo que se enamoró de ella esa
noche”.
Ni siquiera sabía cómo se sentía eso. Pero quería pasar más tiempo con ella. Me
encantaba ver sus ojos brillar con diversión oculta, incluso si era hacia mí. Especialmente
cuando estaba en mí.
Y cada vez que levantaba a Lily, algo se movía en mi pecho.
Grietas que se abren a lo largo de una línea de falla predeterminada. Luego, como placas de
la Tierra, encajando en su lugar.
Hannah jugueteó con un hilo deshilachado de su suéter. A pesar de mis advertencias,
todavía no se había dado ese baño tibio ni se había quitado la ropa mojada. Al menos
estaba sentada cerca del fuego rugiente. "¿Crees que eso importa?"
"¿Qué?"
“¿Crees que hace una diferencia para un bebé, si sus padres están enamorados o
no?” Ella resopló. No me refiero a más tarde, mientras el niño crece. Me refiero al
momento de la concepción.
"No sé."
"Yo tampoco." Llevó las rodillas hasta el pecho y tiró de su largo
suéter a su alrededor, casi como si se estuviera escondiendo.
No sabía a qué se refería, pero tal vez esta era su manera de nosotros.
llegar a conocer unos a otros.
“Mis padres probablemente no lo estaban, pero no puedo decir que haya hecho ninguna
diferencia en mi vida. Gravité a mis abuelos desde el principio de todos modos. Creo que los
niños descubren cómo obtener lo que necesitan”.
“Pero si crea algún sentimiento fundamental de carencia en ellos…” Apoyó la cabeza
sobre sus rodillas levantadas y me miró a través de la maraña de su cabello castaño
dorado. “Mis padres estaban locamente enamorados. Al menos al principio. En años
posteriores, mi padre se aburría. Se convirtió en un poco temerario”.
"¿Y tu madre?"
“Se convirtió en una persona complaciente. Todo lo que ella quería hacer era hacerlo
feliz. A veces, ella no nos prestaba tanta atención porque ella se preocupaba por él”.
"Tienes hermanas, ¿verdad?"
"Mellizos. Enormes mocosos, ambos, pero los adoro. son inteligentes
y hermoso y tanto problema.
Tuve que reír mientras apartaba el pelo de su cara. Ella se sobresaltó, pero no se alejó.
“Hermoso, ¿eh? No lo creo. Hice mi tono ligero para que supiera que estaba bromeando.
Hannah era simplemente impresionante. No me sorprendió ni un ápice que sus hermanas
también lo fueran.
“Crecí cuidándolos cuando mi papá estaba haciendo locuras.
Mi mamá pasó su vida persiguiéndolo. Les gustaba viajar y él volaba en aviones privados y hacía
surf y se iba de safari o cualquier otra cosa que le atraía. Ella estuvo de acuerdo con todo lo que él
sugirió. Bueno, excepto volar. Ella no se subiría a su pequeño avión de apoyo. No hasta ese último
día. Sus ojos se llenaron y mi estómago se retorció.
"Hana". Envolví mis brazos alrededor de ella y ella se hundió en mi pecho, metiendo su cabeza
debajo de la mía. Presionó su mejilla contra mi pecho, y supe que podía escuchar el rápido latido
de mi corazón.
"Nunca he tenido esto", susurró. “No desde que mi mamá murió. yo nunca
tenía a alguien que me sostuviera.
"Bueno, estás de suerte". Acaricié su cabello. “Abrazos gratis dados aquí.”
Ella me miró, sus pestañas oscuras estaban llenas de lágrimas, y yo habría
le di el mundo si hubiera podido. "¿Promesa?"
Ni siquiera estaba seguro de lo que estaba aceptando. ¿Abrazos gratis para siempre? Eso
parecía bastante inocuo. Le hubiera prometido mucho más.
En ese momento, tal vez cualquier cosa.
"Prometo."
Se estremeció y levanté su barbilla. “Tu ropa aún está húmeda. Ya estabas enfermo hoy.
Necesitas ese baño tibio. O ducha caliente.
Elección del distribuidor.”
"Me siento bien en este momento". El pequeño ronroneo que hizo en su garganta fue directo a
mi polla.
Efectivamente, ella se dio cuenta.
Se humedeció los labios y se movió contra mí, sus ojos brillando bajo la tenue luz del fuego.
"Tú también te sientes muy bien".
"No me pueden culpar por reaccionar ante una mujer hermosa". Se estremeció de nuevo y
envolví el extremo desordenado de su trenza alrededor de mi mano. "¿Quién necesita un baño
caliente?"
“Tan mandón. ¿Es así como eres en el trabajo?
“Si hace el trabajo”. Le di un tirón del pelo. "¿Qué haría el trabajo contigo, ojos azules?"
"¿Me acabas de dar un apodo?"
“No es el más creativo, pero sí, supongo que sí”.
"Me gusta."
Ella se alejó de mí. Todavía extrañaba sentirla en mis brazos cuando se quitó el suéter y
lo dejó caer a su alrededor. Debajo, vestía una blusa delgada con cuello en V y jeans muy
gastados. Sin dudarlo, se quitó la camisa y desabrochó el botón y la cremallera, moviendo la
mezclilla sobre sus caderas.
Su sencillo conjunto de sujetador y braguitas de algodón blanco tenía rositas entre las
copas. Dulce, casi casta. Levantó la mano para deshacer lo que quedaba de su desordenada
trenza, liberando todo ese glorioso y grueso cabello, y mi boca se secó.
“Diría que a los dos nos vendría bien un buen baño tibio, ¿no estás de acuerdo? Ese
jacuzzi de allí parece lo bastante grande para cinco.
"Tres."
Mi respuesta ahogada hizo que sus labios se curvaran por apenas un instante. No
asunto. La había visto sonreír solo para mí.
“Creo que estamos bien entonces. ¿Por qué no preparo la bañera mientras revisas a Lily?
“¿Por qué no lo haces tú?” repetí mientras ella se levantaba.
Ella se quitó los calcetines. "¿Quieres decir que prefieres que vaya a ver a Lily?"
"Sí. No. Cristo. Froté mis manos sobre mi cara. "Lo siento, toda la sangre en
mi cabeza se desvió hacia el sur. Eres jodidamente hermosa.
“¿Seguro que no necesitas lentes? Me he visto el pelo esta noche.
“Perfecto 20/20. Y no vuelvas a decir eso. Agarré su pantorrilla cuando ella
salió de sus jeans. "¿No puedes decir lo loco que me vuelves?"
"Puedo. Estoy esperando a que cambie”.
“Han pasado más de dos meses. No está cambiando”.
Me arrojó sus jeans y se dirigió al baño en suite, su trasero en forma de corazón rebotando
de la mejor manera. “Entonces muévete, Wainwright. Nunca me he sumergido en un jacuzzi”.
"Mierda. No tengo condones”.
Eso la detuvo en seco momentáneamente. "¿Todavía no compraste ninguno?"
“¿Para usar con quién? Te dije que no ha habido nadie más. Y no es ético hacer... esto.
"Eso de nuevo." Traté de no ver su balanceo de culo perfecto, pero era bastante
mucho una causa perdida. “Ven a buscarme cuando olvides tus supuestas reglas”.
Un momento después, se inclinó alrededor de la puerta, inclinándose hacia adelante lo
suficiente como para que sus tetas casi se salieran de su sostén escotado. "No olvides que
eres demasiado mayor para mí también".
"Hannah, estás tentando a tu suerte". Justo cuando mi pene estaba empujando
contra los confines de mis pantalones.
“Y nunca debes desvirgar a una virgen inocente en una aventura de una noche
—”
Lancé su suéter hacia la puerta del baño y ella retrocedió, riéndose. Entonces el agua se
convirtió en la bañera.
Mierda. Me puse de pie y comencé a recoger nuestros platos. No estaba de pie en la
ceremonia y perdiéndome un segundo de esto.
Podríamos hacer nuestras propias reglas.
CATORCE
EL SONIDO QUE HICE AL METERME EN EL JACUZZI FINALIZABA EN
orgásmico.
¿Alguien podría llegar al clímax solo con unos chorros bien colocados y agua caliente? Y ni siquiera
quise decir en mi clítoris o en cualquier lugar interesante. En este momento, mis piernas doloridas y mis
caderas doloridas estaban jugando mucho.
O me había sacudido en la acera fría más de lo que pensaba o el embarazo ya me estaba pateando
el trasero.
Además de sentirme como en el cielo, la bañera también me permitió ocultar mi barriga. Había
estado más nerviosa por revelarle esa parte de mí a Asher que mis pechos o entre mis piernas. Él ya los
había visto en cualquier caso.
Pero mi estómago era un letrero de neón grande y viejo.
O eso estaba en mi cabeza. Como si fuera capaz de decir que había ganado cinco libras.
¿Podría el?
Probablemente no hasta que la neblina previa al sexo se disipe de todos modos. Después, tal vez.
Era bastante observador cuando quería serlo.
También era ridículamente dulce. Pero todo eso de la falta de condones
no me estaba impidiendo, como lo llamaba Gabriela, un penetrante minucioso.
Especialmente porque los condones no eran un factor en nuestras vidas en este momento.
Estaba tan limpio que estaba chirriante. Estaba bastante seguro de que Asher también lo estaba, a juzgar
de su nivel general de preparación y lista inexistente de amantes actuales.
Sólo yo. ¿Y no era eso lo más maravilloso que había existido?
Espera a que se entere de que estás embarazada.
Una sombra cruzó la puerta. Me enderecé antes de recordar los ángulos y la situación de mi
estómago. Me desplomé y tragué
duro. "¿Puedo molestarte por una esponja vegetal?"
"¿Un qué?"
“Una esponja vegetal. Es una cosa esponjosa de malla para lavar”. Tragué saliva mientras mi
mirada se posaba en el pecho desnudo de Asher. La sorprendente cantidad de músculos y tatuajes
que en su mayoría escondía debajo de sus trajes de negocios, además de los de la muñeca y la
mano, fueron tan sorprendentes ahora como lo fueron la primera vez que lo vi desnudo. "No
importa."
Se inclinó para abrir un armario debajo del espacioso lavabo doble, del que salió con unas
cuantas velas rechonchas y una toallita. "¿Adecuado?"
"Si, gracias. ¿Vas a iluminarlos con el poder de tu mente?
Me tiró la toallita y salpicó el agua. “Tienes una boca muy inteligente. No me di cuenta del
todo la noche que nos conocimos.
“De lo único que te diste cuenta entonces fue de lo ricas que estaban mis barras de limón”.
Ni siquiera habían sido míos, pero los había compartido con él. Tal vez algún día podría
probar los que hice.
Tal vez. Todo se sentía tan tenue en este momento. Tuve que tratar de vivir en el
momento.
¿Mañana? ¿Qué mañana?
"Equivocado. También me di cuenta de que eras un gritón. Desapareció en la otra habitación.
Me sorprendí sonriendo mientras enjabonaba la toallita con un poco de gel de baño con
aroma a cedro cítrico en la tina.
Mmm. No es de extrañar que Asher oliera tan bien.
Enjaboné mi cuello y hombros antes de pasar a mi vientre, evitando deliberadamente mis
senos. Tenía la sensación de que serían demasiado sensibles, y ya estaba patinando por un borde
delgado.
¿Realmente había gritado? Gimió en voz alta con seguridad.
La puerta se abrió de nuevo y Asher regresó con una pequeña bandeja que contenía las
velas encendidas. Un monitor de bebé portátil asomó del bolsillo de su pantalón.
Mi corazón dio un fuerte tirón.
Apagó las luces del techo y colocó las velas cerca de la bañera. El vigilabebés crujió cuando
lo colocó sobre la encimera y murmuró entre dientes, jugueteando con diales y botones.
Tan sexy como encontré los músculos magros moviéndose en su espalda, y su culo perfecto
como un melocotón exhibido cómodamente en sus pantalones bien cortados, la cosa más caliente.
sobre él estaba su preocupación por su hija.
Cuando se movió hacia mí y tiró de su cremallera, el bulto en sus bóxers quedó en segundo
lugar.
"¿Puedo unirme a ustedes?" La ligera vacilación en la pregunta hizo que me inclinara hacia
adelante, completamente ajena a mis pechos desnudos saliendo del agua.
Hasta que su mandíbula se trabó y sus ojos se vidriaron.
Froté la esponja vegetal jabonosa sobre mis muslos antes de que se escurriera en el agua.
"Es tu bañera".
"¿Puedo unirme a ustedes?" el Repitió.
Cada parte de mí zumbaba y tarareaba con anticipación. Incluso los modales impecables
de Asher me emocionaban. Sabía que tenía un lado más autoritario y esperar a que saliera a la
luz era otra excitación.
"Por favor, hazlo." No había querido que mi voz sonara ronca.
Inhaló mientras se quitaba los pantalones y los bóxers, su mirada no se encontró con la mía
hasta que estuvo completamente desnudo. Su gruesa curva atrajo mi atención. Y cómo.
Cuando volvió a hablar, todo lo que escuché fue ruido blanco.
Maldita sea, estaba construido. No me extraña que estuviera embarazada. me sorprendió no haberlo hecho
inseminado solo de verlo desnudo.
Tal vez tuve.
"Hana". Lo intentó de nuevo. “¿Hannah?”
Solo lamí mis labios. Dejó escapar un gemido bajo y se deslizó en el jacuzzi.
enfrente de mi "No importa."
“¿De dónde sacaste toda la tinta?” Pregunté cuando recuperé mi voz.
"No es como tú".
“Algunos tienen un significado especial. Otros eran retos cuando estaba con mi... con Billy.
Exhaló. "Además, ¿estás seguro de que sabes exactamente cómo soy?"
Su voz era baja, apenas audible sobre el agua burbujeante. O bien, estaba obsesionado
con estudiar su cuerpo de nuevo, parcialmente disfrazado como estaba por la espuma.
“No, no estoy seguro. Pero quiero saberlo todo.
La mirada de párpados pesados que me dio no registró sorpresa, pero pude sentirla en la
tensión de su cuerpo. Sus piernas estaban apoyadas a ambos lados de las mías, sin tocarse.
Tan cerca que podía sentir su calor y cuán rígidamente se mantenía quieto.
Dos desconocidos, desnudos en una tina. Quién había hecho un bebé, incluso si uno de
ellos no se había dado cuenta todavía. Sin embargo, no queríamos meternos demasiado en el
espacio personal del otro.
Empecé a reír.
Me dio un codazo con la pantorrilla y eso me hizo reír más fuerte.
“No estoy seguro si estás al día con el protocolo del jacuzzi, pero cuando un chico entra con
tú, ¿quizás calmarte con las risas?”
Me sequé los ojos llorosos. “Solo que somos un poco ridículos. Tan cuidadoso y educado, y
ya es hora de todo eso”.
"¿Es ahora?"
Tomé aire y avancé poco a poco, estirando mis piernas sobre sus muslos. Él no se movió.
Ni siquiera parecía respirar mientras me arrastraba hacia él. Me tomó todo lo que poseía extender
la mano y tocar su rostro.
Las líneas afiladas de sus pómulos, la curva de sus sienes donde el sudor perlaba su piel, su
mandíbula de granito. Lo exploré, observando sus ojos cautelosos cambiar a la débil luz de las
velas de color avellana a un verde resplandeciente. Mi pulgar se deslizó a lo largo de su labio
inferior y lo mordió tan suavemente que solo pude jadear.
El sonido pareció ponerlo en marcha. Me atrajo hacia él, llevándome directamente a su
regazo. Mi centro desnudo se encontró con la dura longitud de su polla y jadeé de nuevo,
sorprendida por el arco de placer que me atravesó.
Entonces su boca estuvo sobre la mía, y el placer creció como un reguero de pólvora.
Sus manos subieron por mi espalda hasta mis hombros mientras me inclinaba justo donde
me quería. Me besó con avidez, desesperadamente, acercándome más hasta que mis pechos se
aplastaron contra su pecho. Grité por la sacudida de sorpresa, e inmediatamente retrocedió.
"¿Demasiado rapido? Lo lamento." Jadeaba entre las palabras, pero su mirada preocupada
nunca dejó la mía.
"No. Lo siento." Lo intenté de nuevo, presionándome contra él con menos fuerza.
Esta vez, mis senos no me dolieron. Simplemente pinchado de la manera más dulce.
Como si supiera exactamente lo que necesitaba, tocó mi pecho con infinito cuidado. Me
mordí el labio, bastante segura de que podría gritar si torcía mis pezones en este momento. En
cambio, me tocó con tanta ternura que mis ojos se humedecieron y mi respiración se entrecortó.
"¿Mejor?"
"Mucho. Lo siento. Justo"
Un poco embarazada aquí. Tetas delicadas. ¿Quien sabe?
Solo el resto del mundo.
"Está bien. Obviamente estoy demasiado ansioso. Deberíamos haber hecho esto en una cama.
Dejó escapar un suspiro. “O tal vez en uno de esos bancos de nieve afuera. Eso podría haber
funcionado para mantenerme bajo control. Su mirada se posó en mi escote.
"Por otra parte, probablemente no".
Saber que lo volví tan loco fue liberador de la mejor manera. Solo una cosa todavía me hacía
dudar. Haz que dos.
Uno era el niño del tamaño de un guisante que crecía dentro de mí. El otro era el que dormía
en el pasillo.
Ambos llegaron primero. Tuvieron que.
"¿Estás seguro de que estás bien con esto?" Continuó acariciándome.
Nunca apresurarse. Ofreciendo suficiente presión para que la necesidad entre mis piernas subiera y
no pude evitar frotarme contra su pene.
Sus fosas nasales se ensancharon. "¿Lo tomaré como un sí?"
"Sí", susurré, envolviendo mis brazos alrededor de él. Era tan sólido y musculoso, tan fuerte y
caliente en mi abrazo. Capaz de soportar cualquier cosa.
A diferencia de mí ahora mismo. Me sentí tan frágil. Tan fácil de romper.
Lo miré a los ojos y la preocupación casi me hizo añicos. A la mierda mis deseos. Este hombre
merecía saber con quién se acostaba. Yo no era sólo su conexión de una sola vez. Ya no.
Ahora yo era la madre de su bebé.
Pero yo también era un cobarde. Y cuando me besó de nuevo, enmarcando mi cara en sus
grandes manos, descarté la realidad que nos rodeaba. Él era todo lo que anhelaba. Tanta certeza,
calidez y pasión.
Lleno de vida, cuando había pasado tanto tiempo mirando hacia atrás a lo que había perdido.
Su boca se deslizó por mi cuello, sus dientes dejaron pequeños puntos de dolor que tiraron de
mi clítoris. Se movió más abajo y atrajo mi pezón entre sus labios, nuestras miradas se conectaron.
No sabía si era porque no podía dolerme cuando estábamos conectados de esa manera, o si estaba
acostumbrada a la sensación, pero nada me dolía ahora. Esa baja agitación en mi vientre creció, y
me arqueé en sus besos eróticos, hundiendo mi cabeza hacia atrás. Mi cabello se balanceaba a lo
largo de la superficie del agua burbujeante mientras él me besaba y me tocaba, su boca implacable.
Estaba tan preparada cuando deslizó una mano entre mis muslos que casi me corro. Yo estaba
tan cerca. No hubo un período de construcción, no hubo necesidad de balancearme con sus golpes
para llegar allí. Ya estaba al borde, respirando con dificultad, las puntas de mis pechos tensas y
doloridas y húmedas por sus besos.
"Quiero poner mi boca aquí también", gruñó contra mi garganta, sus dedos deslizándose
dentro de mí tan profundamente que la oscuridad brilló en los bordes de mi visión.
“Debo abogar por la seguridad del agua, oh, Dios”. Retiró los dedos
luego los empujé de nuevo, tan profundamente que simplemente olvidé lo que estaba diciendo.
Y su pulgar rozó mi clítoris, justo…
"Asher". Lo miré mientras mi cuerpo temblaba alrededor de sus dedos. Agarré su parte
superior de los brazos, agarrándome por mi vida cuando él no se detuvo. Seguía exigiéndome
más mientras la constante llama verde de sus ojos ardía.
vine de nuevo O todavía. No parecía tener un final. Su boca tocó
mía y él respondió con un gemido propio mientras yo temblaba.
Necesito otros diez de esos. Sus besos se volvieron ásperos. "Otros veinte".
“Todavía no has tenido ninguno. Vaya.” Todavía aferrándome a él, me relajé
respirar. Todavía estaba temblando. “Creo que ahora estoy deshidratado”.
Su risa cruda contra mi mejilla me hizo sonreír. Debería haber traído la botella de vino que
tengo a mano para emergencias.
"No."
“¿No te gusta el vino? Te gustaba bastante el champán en el bed and breakfast.
De repente, la cálida neblina se desvaneció, dejándome demasiado lúcido.
Esto no estaba bien. Ni siquiera era un poco justo con él, un hombre que había sido
nada más que decente para mí.
Era decente, punto. La vida le había dado una mano de mierda con el
pérdida de su mejor amigo, pero se había comportado como un maldito campeón.
Ahora estás a punto de darle un puñetazo de nuevo.
"No es eso." Me encorvé más profundamente en la espuma como si pudiera desaparecer.
La estática crujió en el monitor del bebé, y le di una mirada rápida antes de que se silenciara de
nuevo. “¿Esos condones? No los necesitamos.
"¿No?" Su rostro era amistoso. Curioso. Abierto. Líneas de tensión brotaron de sus ojos, y
su mandíbula todavía estaba tensa, pero sospeché que se debía a su fuerte erección.
Dale al chico una maldita mamada primero. Al menos déjalo salir.
Quisiera. Quería hacerlo, Dios lo sabe. Mis pezones se tensaron solo de mirar su pene. Pero
incluso eso se sentía mal. Mi error había sido fingir por unos minutos que podía hacer esto.
Ya era bastante malo pasar el día con él mientras escondíamos cómo habían cambiado
nuestras vidas. ¿Tener intimidad con el chico y guardarme esto para mí?
Cien veces peor.
Sí, se sorprendería. Abrumado. Como yo estaba conmocionado y abrumado.
Tal vez entre nosotros podamos resolver esto. Haz algún tipo de plan.
Era bueno en eso. Y ya tenía un hijo. El papel de padre todavía no le sentaba cómodo, pero
tal vez era como tener gatos.
Tener dos era apenas más trabajo que tener uno.
Dios, estábamos tan jodidos.
“¿Hannah? ¿Qué es?" Volvió a mirar el vigilabebés. No más crujidos, pero sí gemidos
definidos que emanaban del altavoz.
Parecían suaves, el zumbido del agua casi los ahogaba.
Lástima que no pudo disimular el ruido sordo de los latidos de mi corazón en mis oídos. Fue
como una bomba de relojería.
"Deberíamos ocuparnos de Lily". Ya me estaba levantando para tomar una de las
toallas limpias de la barra.
"Esperar." Tocó mi muslo, ahora enrojecido por el agua humeante.
¿Estás seguro de que estamos bien? ¿Que lo que pasó aquí estuvo bien?
La única forma en que podía contener las lágrimas era girando la cabeza hacia un
lado. “Todo lo que hicimos aquí fue perfecto. Solo lamento que tú… Me obligué a mirarlo,
parpadeando tan rápido que probablemente pensó que tenía una pestaña clavada en mi
ojo. “Que no llegaste a terminar.”
"Con suerte, ¿no hemos terminado aquí?" Miró el monitor mientras los gemidos de Lily
se convertían en lágrimas. Dejó caer la cabeza hacia atrás y respiró hondo. Vuelve a la
bañera. Permíteme manejar esto."
Ya estaba envolviendo la toalla a mi alrededor. Ni siquiera era solo para escapar. Me
sentí atraído por ese bebé, tal como lo había hecho desde la primera vez que la vi.
"Hana". Me hizo señas para que le pasara una toalla, luego salió y se secó rápidamente.
Su erección cubría el algodón, pero lo ignoró como si no existiera. Vuelvo enseguida.
Relajarse. En serio. Probablemente solo tuvo un sueño aterrador y volverá a dormirse en
poco tiempo”.
Por los sonidos que venían del monitor, ese no era el caso. Pero le complací asintiendo
y quitándome la toalla. Su mandíbula se trabó de nuevo antes de salir de la habitación.
Me deslicé de nuevo en el jacuzzi. No hubo un suspiro orgásmico cuando me hundí en el
agua esta vez. Solo enterré mi cabeza en mis manos.
No volvió enseguida. No, se quedó en la otra habitación, cantándole a Lily Cantándole a
ella, por el amor de Dios. Y su voz era terrible, que
de alguna manera solo lo hizo más dulce y más conmovedor.
Las lágrimas rodaron sin control por mis mejillas. No había forma de detenerlos.
Malditas sean las hormonas.
Todo lo que había reprimido durante meses salió corriendo, porque un hombre al que
apenas conocía le estaba cantando a un bebé que acababa de conocer y al que ya estaba
amando.
No supe cuánto tiempo me senté allí. El jacuzzi burbujeaba sin cesar.
Finalmente, el canto se detuvo. Me apoyé contra la parte trasera del jacuzzi, preguntándome
cómo había pasado por alto el pequeño reposacabezas incorporado. Apoyarme contra él y cerrar
los ojos fue una obviedad.
Estaba agotado. Raw en todas las formas posibles. Tal vez solo tomaría una siesta rápida.
Pasos sonaron cerca. Traté de levantar la cabeza, pero era tan pesada como una roca. En
cambio, me dejé levantar, arrullado por los fuertes brazos que me sostenían cerca.
Todo lo que siempre había querido era alguien que me abrazara.
"Tan cansada", murmuré.
“Shh. Lo sé bebé."
Su voz retumbó a través de mí, calmándome sin esfuerzo. No me moví cuando me acostó
en la cama. Tenía mis brazos alrededor de su cuello, pero no quería soltarlo. Su risa se sintió
como un perdón.
Él no me dejó. Su cuerpo se acurrucó contra el mío, un protector en la noche.
Dormí.
Todavía estaba oscuro cuando abrí los ojos y me sobresalté en el lugar desconocido. Aparté
las sábanas, momentáneamente confundido por el pesado brazo sobre mi cintura. Entonces
todo volvió a mí y mi cara se inundó de calidez.
Miré por encima del hombro y tragué saliva al ver el rostro de Asher proyectado a la luz de
la luna. Era estúpidamente hermoso para ser un hombre. Sus rasgos eran toscos, pero sus
pestañas eran largas y su boca estaba suave en el sueño. Vulnerable.
Tan vulnerable como me sentía en este momento.
Por eso la audacia que crecía dentro de mí no tenía sentido.
Nada había cambiado. Toqué mi estómago.
Mi estómago desnudo .
Me había acostado desnuda con él, lo que parecía una intimidad más. Llevaba una camiseta
y pantalones de franela, su versión de mantenerme a salvo de él. Claramente, él no quería que
me despertara y pensara que existían expectativas.
Excepto la mía.
Con el pulso acelerado, me acurruqué de nuevo en la cama. Volví a taparme y lo miré en la
oscuridad plateada.
Sus ojos se abrieron y las palabras estaban justo ahí.
Estoy embarazada.
Sonrió con los ojos todavía nublados por el sueño y me acerqué a él, atrayendo su boca a la
mía. Un beso pausado condujo a una docena más. Empujé mis manos debajo de su camiseta,
tocando su piel áspera por el cabello, aprendiendo de él en todas las formas en que no lo había
hecho antes. La cintura de sus pantalones se deslizó hacia abajo y deslicé mi mano más abajo,
ahuecándolo donde ya estaba tan duro.
Quería tomarme mi tiempo. Para llevarlo al mismo pináculo que me había llevado. Pero yo
estaba impaciente y él no dudó en complacerme. Empujó sus pantalones de pijama hacia abajo y
enterró su mano en mi cabello mientras yo bajaba mi cabeza para besar mi camino a lo largo de
su ingle. Olía como el gel de baño de cítricos que había usado en la bañera, y me pregunté si se
había duchado en la cabina de vidrio en la esquina del baño después de acostarme.
Me había cuidado, tal como lo hizo con Lily. Incluso si él fuera
convencido de que apestaba.
Dios, estaba tan equivocado.
Giré la cabeza y lo probé, solo una larga lamida. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo,
y no era lo suficientemente valiente como para mirarlo y ver si estaba en el camino correcto.
Entonces, seguí las señales de su cuerpo. Cómo sus muslos se tensaron y su eje se hinchó
sutilmente cuando lo agarré para llevarlo a mi boca. Lo lamí allí también, moviéndome contra la
cama y presionando mis muslos mientras él frotaba mi espalda.
Darle placer también me estaba dando algo a mí. Me duelen los pezones en la
forma más deliciosa. Y mi clítoris latía, necesitando estimulación también.
Por ahora, la expectativa era mucha.
Su mano se enrolló en mi cabello, levantando mi cabeza, así que no tuve más remedio
que mirarlo a los ojos mientras chupaba suavemente su coronilla. Su pulgar se deslizó sobre
mi mejilla y lo atraje con más fuerza, cada parte de mí apretándose cuando movió sus caderas
y se flexionó hacia arriba. Empujándolo un poco más profundo, igualando el tirón cuidadoso
de su mano en mi cabello.
Siempre tan gentil. Amándome sin palabras.
Me agaché para acariciar su suave saco, sin estar preparada para que él sacara mi
cabeza de él. Jadeé y él apretó su boca contra la mía, saboreando cada pedacito de sí mismo
en mi lengua. "No poder. Sostener. En." Cada palabra fue puntuada con un beso.
Mi corazón golpeó contra mis costillas cuando agarró mis caderas y tiró de mí encima de
él. Empecé a decir algo, qué, no lo sabía, pero estaba más allá de su límite. Separó mis
muslos pegajosos y gimió por lo mojada que me encontró.
"Sí. Joder, si. Déjame tenerte.
Asentí, aunque no sabía si había pronunciado una pregunta o una oración.
Su pulgar patinó sobre mi clítoris y me estremecí, cerrando los ojos. Dio un codazo contra
mi entrada, avanzando poco a poco con cuidado en el interior. No quería eso ahora. Necesitaba
algo más. Una forma de suavizar las partes irregulares de mí mismo que solo parecían
asentarse cuando estaba con él.
Apoyé mis manos en su estómago, girando mis caderas hasta que estuvo completamente
sentado. Siguiendo el instinto, me arrastré hacia arriba. Cada arrastre de su carne contra la
mía desencadenó terminaciones nerviosas que ni siquiera sabía que existían. Luego me hundí
de nuevo, mordiéndome el labio alrededor del gemido que no pude contener.
"Cristo, eres hermosa". Empujó sus manos a través de las cuerdas colgantes de mi
cabello y enmarcó mi rostro, besándome salvajemente mientras mi cuerpo tomaba el control,
subiendo y bajando una y otra vez. Persiguiendo ese sentimiento escurridizo que solo había
encontrado con él.
No solo un orgasmo. Podría tener esos por mi cuenta. Menos espectacular
unos, seguro. Pero él no era el guardián del clímax.
Me hizo sentir... segura. Buscado. Apreciado.
Necesario para mí, no lo que podría ofrecer. Reducido a nada, yo era suficiente.
Agarró mi cadera y me movió debajo de él, su boca como fiebre contra mis pechos
mientras me empujaba. Tiró de mi pierna por encima de su hombro y me arqueé, alcanzando
detrás de mí las almohadas para sujetarme.
No había forma de contenerse ahora. Sin espera. Sin dudarlo.
Me estremecí debajo de él, a su alrededor, inclinando la espalda ante el placer que
cantaba a través de mí con cada uno de sus embestidas. No se detuvo. Sus dientes rozaron
mi pezón y grité, atrapada entre el dolor y el éxtasis. Él bombeó dentro de mí, exprimiendo
más de mí de lo que sabía que era capaz. Mordí la almohada, tratando de sofocar mis sonidos
cuando cronometró tocar mi clítoris con sus interminables caricias.
"Ven", susurró, antes de besarme y no darme otra opción.
Me aferré a sus hombros, necesitando aguantar mientras él me destruía completamente.
Seguí sosteniéndolo cuando enterró su rostro en mi cabello y soltó un grito. Se estrelló contra
mí una vez más, prolongando el momento hasta que ambos estábamos sudorosos y jadeando.
Sin principio. Sin fin.
Finalmente, levantó la cabeza y apartó la maraña de cabello de mi cara.
Me besó tan suavemente que mi corazón dolía tanto como el resto de mí.
"¿Bueno?"
Sonreí débilmente. “Mucho mejor que bien.”
Él le devolvió la sonrisa antes de que su mirada se desviara hacia el monitor al lado de la
cama. Estaba felizmente tranquilo. "Probablemente debería comprobar" Se interrumpió y
frunció el ceño, su expresión preocupada apenas visible a la luz plateada de la luna.
“Olvidamos un condón. Quiero decir, no tenía ninguno, así que… —Dejó escapar un suspiro
—. “¿Qué fue eso de que dijiste antes que no los necesitábamos? ¿Tomaste la píldora?
Esperaba tener unos minutos más para disfrutar del resplandor. No mucho, porque mi
conciencia no permitiría que esto continuara por más tiempo. Quería decírselo antes, pero
aparentemente, necesitaba salir por un tiempo. Y dormir en una cama enorme como una nube
que empequeñecía la mía en casa, con el brazo musculoso de Asher abrazándome cerca.
Pero había llegado el momento. No más retrasos.
“No, no estoy tomando la Píldora. No necesito serlo. Lo enfrenté directamente. "Estoy
embarazada."
QUINCE
EN TIEMPOS DE CRISIS, ALGUNAS PERSONAS AFIRMAN VER SU VIDA
DESTELLAR ANTE SUS OJOS. Ya sabes, justo antes de que una bala los desgarre, o
un atacante los golpee con un cuchillo.
En mi caso, vi el resto de mi vida pasar ante mis ojos después de que Hannah habló, no
el pasado.
Vi alimentaciones nocturnas.
Cambiar pañales sin fin. Cogí a un bebé, le puse unos Pampers y luego se lo pasé a mi
abuela mientras pasaba al siguiente en la línea de montaje.
Cantando “Baby Shark” hasta que me explotaron los tímpanos.
Equilibrando un bebé por cadera mientras yo trataba con colegas y programaba
reuniones y trató de mantener una pizca de cordura.
¿Y el sexo? El sexo no volvería a ser un factor en mi vida nunca más, obviamente.
No habría tiempo para tanta frivolidad. Sin mencionar que me había llevado a esta situación.
"¿Asher?"
Me levanté de la cama y fui directamente al baño. Donde me miré en el espejo y me
pregunté si era demasiado mayor para huir de casa.
Hannah no la siguió. No la culpé.
Estás siendo un imbécil. Ella también está lidiando con esto, ya sabes.
Todavía no podía creerlo. Estaba seguro de que me despertaría solo en la cama en
cualquier momento. Hannah ni siquiera estaría allí, porque se habría negado a pasar la
noche. Necesitábamos pensar qué era lo mejor para Lily.
Para este nuevo bebé.
Un nuevo bebé.
Buen Cristo. Ni siquiera me había dado cuenta de cómo criar a la última.
Me salpiqué agua helada en la cara y me ocupé del asunto, luego miré la ventana del baño y
debatí si podría pasar por ella. Probablemente no. Además, tendría que enfrentar esto
eventualmente.
Eso fue lo que hice. Trató las cosas directamente. Sin ni un ápice de inmadurez.
Entré en el dormitorio. Hannah estaba acurrucada en la cama, su cabello color miel caía
sobre su rostro. "Deberías haber revelado tu... condición antes de tomar el trabajo de niñera".
Una vez que las palabras salieron, no tenía idea de qué diablos me había poseído para
decirlas.
Debería haberme dicho de inmediato, pero no fue un impedimento para su empleo.
Quiero decir, ¿cómo podría ser? El niño era mío.
Mío.
Me hundí en el suelo justo donde estaba y dejé caer mi cabeza entre mis manos.
Si pensó que este comportamiento era extraño, no lo dijo. En lugar de eso, pasó sus largas
piernas por el costado del colchón y tiró de la sábana a su alrededor. "Lo habría revelado antes
de aceptar el trabajo de niñera si lo hubiera sabido". Su voz era fría. Prácticamente chorreando
hielo. "En realidad, no recuerdo haber dicho que sí tanto como haber sido acosado".
"Seguro. Bien. Maldíceme. Te hice tomar el trabajo de niñera. Supongo que te hice dormir
conmigo también. Ambas veces."
“No me hiciste tener sexo contigo en ninguna de las dos ocasiones. Lo disfruté bastante.
Aunque sospechaba que la frialdad en su tono era un mecanismo de defensa, yo tenía
algunos propios, y todos eran igual de detestables. "Lo suficiente como para pensar que no
deberías contarme sobre este nuevo desarrollo antes de que apestaras..."
"Asher". Mi nombre fue un látigo que me calló la boca.
¿Por qué estaba siendo tan idiota con ella? Ella no había causado esto. Tomó dos.
Pero ella estaba tan malditamente tranquila, y dentro de mí, se sentía como si un huracán estuviera
rugiendo.
“Nunca has estado en mi situación. No tienes derecho a cuestionar por qué hago algo.
Me froté la cara. Mis ojos ardían como si no hubiera dormido nada.
Entre velar por ella y Lily, no había conseguido mucho. "Tienes razón."
No tenía sentido preguntarle si estaba segura. Ella tenía que ser. Ella era supremamente
competente y no solo tomaría una prueba y asumiría. Aunque, ¿con qué frecuencia se
equivocó incluso una prueba? Probablemente no tan a menudo.
"¿Viste a un médico?"
Ella siguió rodando. “Además, traté de decírtelo antes, antes de que Lily tuviera su
pesadilla. No quería quedarme dormido”. Se levantó, tirando de la sábana cuando la ropa de
cama se enredó. “Llevar una vida completamente diferente dentro de ti es agotador.
Sorpresa."
El nudo en mi garganta me hizo tragar saliva. "Hannah, lo siento".
Pero ella no me estaba escuchando. “¿Crees que quería decirte esto?
Sabía que te asustarías. He visto cómo luchas con Lily. Eres mucho mejor con ella de lo que
crees, pero no lo ves.
Tomará tiempo. Yo sé eso. Lo sé —repitió , apretando la sábana a su alrededor con tanta
fuerza que me pregunté cómo no le cortó la circulación. “Pero no tengo ese tiempo. Estoy
embarazada de este niño ahora. Y tenemos que lidiar con la realidad, no empezar a
culparnos unos a otros como niños”.
Ella tenía razón. Por supuesto que lo era. Excepto que nunca había actuado como un
niño. Al menos antes de esta noche. Siempre había asumido mis responsabilidades
estoicamente. Nunca pedir ayuda a nadie.
Hasta ahora.
—Se suponía que tú eras el que me ayudaría —murmuré. "Es curioso cómo funcionó
eso, ¿eh?"
No me miró antes de salir de la habitación y cerrar la puerta.
Casi en el momento justo, Lily comenzó a gemir por el pasillo.
Enterré mi cabeza en mis manos de nuevo. Ella no se equivocó al estar enojada
conmigo. Había dicho algunas doozies en el lapso de unos pocos minutos. Pero ella afirmó
entender mi posición. Ella no tenía ni idea, como lo demuestra ese portazo. Hacer eso con
un niño alrededor era básicamente una receta para hacer que el resto de tu noche fuera un
infierno.
Pero, naturalmente, no entendió eso, porque nunca antes había sido madre. No hasta
ahora.
Ahora que iba a tener a mi bebé.
Jesucristo.
Me puse de pie. Sin ninguna intención consciente, fui a la cómoda y comencé a
sacar ropa limpia. Jeans, boxers, suéter. Me los puse, luego abrí la puerta y bajé por el
pasillo para encontrar mis botas, mi chaqueta y mi billetera.
El bebé seguía llorando. Cada gemido que hizo hizo un agujero en el interior
mí, pero yo no estaba pensando con claridad. No estaba pensando en absoluto.
Tenía que alejarme de aquí.
Agarré mis llaves. Estaba bien, porque Hannah estaba con Lily. Incluso tan enojado
como estaba, conmigo mismo, sobre todo, sabía que ella cuidaría de mi pequeña.
No fue justo de mi parte ponerla en esa posición. Y tampoco fue porque ella estaría
cobrando un cheque de pago. Ya se preocupaba mucho por Lily.
Me preocupaba...
Lo apagué mientras me ponía la chaqueta. Lily estaría bien. Hannah estaría bien.
Solo estaba tomando un tiempo de espera.
¿Oh sí? Entonces dile que te vas. No seas el cabrón que encuentra
ella está esperando a su hijo y la deja sola.
El problema era que nunca había sido un bastardo. Alguna vez. debo haber sido
atrasado, porque parecía que no podía detenerme.
Esta vez, fui yo quien cerró la puerta detrás de mí.
Una parte de mí, un gilipollas enfermo, quería que Hannah se preocupara.
Preocuparme por haber hecho algo tan fuera de lugar y dividirme. Ella pensó que me
había identificado.
Todos pensaron que me conocían. Incluso mi abuela. yo estaba como
predecible como un sándwich.
Hasta esta noche.
Me detuve en seco en el porche al ver toda la nieve. Mi auto estaba bloqueado. El
servicio de limpieza aún no había llegado. No era mucho después de la medianoche.
Apenas habíamos dormido una o dos horas antes de que ella despertara y me volviera
loco.
En más de un sentido.
Ni siquiera sabía a dónde tenía la intención de ir. Normalmente, me dirigía a la
oficina y volcaba mis frustraciones en el papeleo y cualquier otra cosa que tuviera que
hacer para salir adelante durante el resto de la semana. Pero eso fue lo que hizo el
obediente Asher. No quería trabajar, carajo. Quería emborracharme y actuar como un
idiota.
Quería no ser yo por un tiempo.
La única razón por la que puedes ser un imbécil es porque sabes que ella está aquí.
Solo tira y corre, ¿por qué no?
Me puse los guantes que encontré en mi bolsillo y bajé corriendo los escalones.
A la mierda Me iría caminando.
La última llamada fue a las dos de la mañana, ¿no? Solo el tiempo suficiente para verter
algunas libaciones en mí y hacer que todo esto desaparezca por un tiempo.
Menos mal que no iba a llevar mi coche. No podría beber si lo hubiera hecho. Este
manera, podría tomar un Uber de regreso. O tropezar en casa.
O ponte de cara en un banco de nieve y mira si alguien alguna vez viene a buscarte.
a mí.
¿Por qué ella? Ella ya tenía esta situación bajo control. Oh, ella había dicho que no
entendía de dónde venía, pero ciertamente no parecía ansiosa por mi opinión. Básicamente
había dicho que sabía que me asustaría.
Y mira eso, aquí estaba yo, enloqueciendo.
Los sándwiches probablemente eran más impredecibles que yo.
Caminé por la acera. Nada fue paleado, porque yo no lo había hecho todavía y ninguno
de mis vecinos, esparcidos como estaban, tampoco. Así que caminé por las calles igualmente
sin arar, encorvando los hombros para protegerme del frío. No me había parecido tan gélido
cuando estuve aquí antes.
Jugar con Hannah y Lily me había llamado la atención, supuse.
Hannah siempre lo había hecho, desde el primer momento en que la vi.
La noche que hicimos un bebé.
La nieve caía y me cegaba mientras caminaba. Busqué a tientas mi teléfono, luego
me di cuenta de que lo había olvidado.
Por primera vez, el pánico me atravesó y me cortó la respiración. Estaba completamente
fuera de contacto. ¿Qué pasaría si algo sucediera?
Casi me doy la vuelta. Pero el diablito en mi hombro me empujó hacia adelante, y me
tropecé en la calle nevada como si ya hubiera tenido demasiado.
Ni siquiera sabía a dónde iba. Este barrio era esencialmente nuevo para mí. Crescent
Cove no era muy grande, pero había tantos pequeños focos de vecindarios y calles laterales.
En uno de ellos me topé con un pequeño bar que parecía olvidado por el tiempo. No
estaba tan lejos de Main Street, al menos geográficamente. De lo contrario, bien podría haber
estado en la luna.
El lugar parecía prácticamente desierto. No es sorprendente en una noche tan tormentosa,
pero sospeché que podría ser una situación normal. La mayoría de las personas inteligentes se
quedaban en casa en noches como ésta.
¿Quién me había llamado inteligente?
Un auto y un Jeep estaban en el estacionamiento. Sólo uno de ellos parecía haber estado
funcionando en este siglo.
Un letrero de neón parpadeante sobre la puerta desgastada decía Sharkey's. ¿Él era dueño
del auto golpeador? ¿O era el dueño del Jeep? No podía imaginar a nadie eligiendo ese nombre
para un abrevadero si no fuera el suyo.
Tentativamente, giré la manija de la puerta.
Diablo, no me abandones ahora.
Entré en la turbia oscuridad de un establecimiento de bebidas bastante ordinario. La música
de los viejos tiempos salía de parlantes invisibles, y el único televisor en lo alto de la pared
estaba sintonizado con los deportes más destacados.
Solo un cliente se sentó en el bar. Llevaba una gorra de béisbol y un pesado chaleco de
plumas con una camisa de franela debajo. No apartó la mirada de la televisión cuando cogí un
taburete.
"Ey."
Finalmente se volvió hacia mí. "Ey. ¿Tú también perdiste?
El chico parecía de mi edad, más o menos media década. Esperaba que fuera un viejo
pescador marchito, a juzgar por la forma en que estaba encorvado sobre su jarra de cerveza
helada.
Su jarra de cerveza casi vacía.
"Podrías decirlo. ¿Hay un cantinero en este garito?
"Deja de quejarte". Una pelirroja masticando chicle salió de la parte de atrás con tacones
de plataforma lo suficientemente altos que esperaba que nunca se encontrara con derrames.
"¿Qué quieres?"
Este definitivamente no era mi tipo habitual de lugar.
"A la antigua, por favor".
Volvió a mirar la pared de botellas detrás de ella, seleccionó una y la dejó caer frente a mí.
"Aquí tienes." Luego desapareció por la parte de atrás.
"Ella no es la camarera habitual", ofreció el chico a mi lado. "Ella solo está reemplazando.
No le importa una mierda este trabajo".
Me saqué los guantes. Podrías haberme engañado.
La botella ni siquiera estaba abierta. Definitivamente no era un whisky de alta gama.
cualquiera. Pero, ¿quién era yo para juzgar? Solo quería emborracharme.
Cuando luché por abrir la botella con el abridor de mi llavero, el tipo a mi lado lo agarró e
hizo los honores. “¿No es un gran bebedor?”
"¿Qué te hace decir eso?"
Su mirada se posó en mis piernas. Tus vaqueros parecen almidonados. No forma parte
del uniforme habitual.
Los jeans del tipo parecían bastante ordenados, pero no podía discutir. “No creo que me
haya emborrachado adecuadamente desde la universidad”.
"¿Hace veinte años?"
Ofendido, me bebí el whisky. Y casi me ahogo hasta que me sangraron los ojos. Prueba
con diez.
Ladeó la cabeza, bebió un poco más y asintió. “Sí, puedo verlo.
Lo siento. La nieve hizo que tu cabello se viera más gris”.
"¿Gris?" Me incliné hacia adelante y traté de ver mi reflejo en el espejo detrás de las
botellas en la pared detrás de la barra. “No tengo gris. Al menos no lo hice antes de hoy.
¿Ahora? Muy posible."
"¿Que paso hoy?"
"Preparé mi cita de Nochevieja". Me hundí en el taburete y apoyé las palmas de las manos
en la barra pegajosa. Sin ver, miré al frente.
"No puedo creer que te acabo de decir eso".
Tampoco podía creer que me hubiera referido a Hannah de esa manera. Aunque había
sido técnicamente exacto hasta hace unas horas cuando volvimos a cruzar esa línea, no era la
verdad. Hannah nunca había sido solo una conexión para mí.
Ella no podría ser. Incluso si nunca nos hubiéramos vuelto a encontrar después de Año
Nuevo, siempre la habría visto como la que se escapó.
El que dejé marchar.
Bebí más whisky y saboreé el regusto ardiente a medida que
se abrió camino hacia abajo. Esta noche, fui yo quien se alejó.
El arrepentimiento dentro de mí quemaba casi tanto como el alcohol barato.
"Y ni siquiera puedes culpar a que te tuesten todavía". El tipo a mi lado dejó su taza vacía.
Miró a su alrededor como si quisiera otra cerveza, pero buena suerte. "¿Una situación y listo?"
"No. Quiero decir, pensamos que sí, pero ahora es la niñera de mi hija, y acabamos de
acostarnos juntos otra vez esta noche, y Cristo, necesito beber más rápido”. Tomé otros tragos
y pasé el dorso de mi mano por mi barbilla. “¿Qué le está pasando a mi boca?”
"No puedo responder a eso, ya que no te conozco de Adam". Él sacó un
mano a mi “Soy Austin Lancaster, por cierto. Soy nuevo en la zona.”
"Yo también. Bueno, algo así. Soy de Siracusa. Trasplante reciente de Crescent Cove.
Estreché su mano extendida. "Encantado de conocerlo."
"¿Nombre?"
"¿Eh?" Entonces me reí. Probablemente era bueno que rara vez bebía. Claramente, yo
no era natural. Asher Wainwright.
Las cejas oscuras de Austin se elevaron hacia su cabello igualmente oscuro. “¿La gente
del periódico Wainwright? ¿Edificio elegante con tu nombre escrito sobre él?
Consideré mentir, aunque nunca le había negado mi legado a nadie. Por el contrario,
dejé que luchar para mantenerlo me definiera durante tanto tiempo que no estaba seguro de
quién era fuera del ámbito de los negocios.
"Sí. Ese soy yo. Bueno, yo no empecé el periódico, pero heredé la editorial.
Austin silbó. "Guau. Tienes que tener muchas más cosas de primera calidad en
hogar." Asintió al whisky que no había dejado de beber constantemente.
Probablemente me quemaría el revestimiento de la garganta antes de que terminara la
noche, pero el zumbido en mi sangre era agradable. Incluso mis pensamientos caóticos se
estaban asentando. No había tenido ese tipo de indulto desde...
Ana. Hannah me dio ese mismo tipo de descanso del peso de mis responsabilidades.
Sin embargo, de alguna manera en nuestro escape, habíamos creado otro.
Juntos.
No solo yo, no solo ella. Era un proyecto conjunto, y la había dejado sola para manejar
su final.
Froté mi puño sobre mi frente repentinamente dolorida. Cristo, yo era un verdadero
bastardo.
"¿Tienes idea de cómo un chico que no ha tenido sexo en años deja embarazada a
alguien en su primer intento?"
Austin tosió y envolvió ambas manos alrededor de su taza. Su
anillo de insignia de oro grueso captó la luz tenue. "No sé. ¿Suerte?"
Fruncí el ceño. “¿Crees que es suerte? Ya tengo uno. Y ni siquiera hice ese yo mismo”.
La boca de Austin se curvó. No podía decir que lo culpaba. Sabía que sonaba como una
especie de loco en este momento, pero parecía que no podía cerrar la boca.
"Depende de cómo lo mires, supongo". Se rascó la barbilla desaliñada.
“En cuanto a tu pregunta, si no es suerte, tal vez… ¿almacenaste?”
Me tomó un momento seguirlo. Cuando llegué allí, me eché a reír.
"Probablemente cierto. Mi abuela dice que no es saludable. Jesús, mi abuela. Ni siquiera
pensé en lo que ella diría”. Cerré los ojos y negué con la cabeza. “¿Ves lo que sucede
cuando ella se va? Todo se va al infierno”.
“¿Qué diría ella sobre qué? ¿La parte de dejar embarazada? Según mi experiencia
con las abuelas, por lo general están encantadas con la perspectiva de tener bebés”.
Abrí mis ojos. "Se supone que debes estar de mi lado".
“¿Soy yo? Entonces, quieres que esté de acuerdo en que quedar embarazada, que es
la niñera del bebé que no hiciste, pero llamas a tu hija, es una calamidad. ¿Tengo ese
derecho?”
"Sí. No, no lo sé.
"No sabes si tengo los hechos, ¿verdad?"
"No. La parte de la calamidad. Quiero decir, debería serlo. ¿Soy material de padre? I
Sacudí mi pulgar en mi pecho y me pinché lo suficientemente fuerte como para magullarme.
"Te pareces a eso".
"Mmm." ¿Fue eso algo bueno? ¿Por qué Hannah quería clavar
¿alguien que se pareciera a un papá?
Otro tipo de papá. Dudaba que el otro tipo tuviera problemas para entrar en acción.
Eso no es un insulto. Solo digo que pareces estable. Maduro. Dios sabe que tienes las
finanzas cubiertas”. Él empujó mi hombro con una sonrisa.
"¿No creo que pueda pedirte un préstamo en algún momento?"
"Espera hasta que salve mi empresa primero, ¿de acuerdo?"
Los ojos de Austin se entrecerraron.
Me aclaré la garganta. “Buen trabajo en mantenerme al día con mi jodida vida, por
cierto. Tengo problemas para seguirlo yo mismo, y lo entendiste todo como un profesional.
Me llevé el whisky a la boca y me pregunté por qué la distancia parecía haber aumentado.
Por supuesto, la botella estaba un tercio vacía ahora. Probablemente estaba llegando a mi
límite.
¿Tenía un límite?
Bebí un poco más. Tal vez no.
"Gracias. Mi jefe siempre elogia mi pensamiento lineal”. Los hoyuelos de Austin brillaron.
"¿Ese anillo? ¿Policía? No pude distinguir bien la insignia.
Se estremeció. “Muérdete la lengua entumecida”.
Lo golpeé contra el techo de mi boca. No estaba lejos. "¿Cuerpo de Bomberos?"
Me saludó con su taza vacía antes de golpearla tres veces en la barra. Miss Sunshine salió
disparada por la parte de atrás, le dio una recarga y se separó con el ceño fruncido hacia mí.
Probablemente no estaba bebiendo el whisky lo suficientemente rápido. Entonces otra vez,
consumir toda esta botella literalmente podría matarme.
"Sí. Los más valientes de Nueva York, excepto a algunas millas de la ciudad”.
“Es un honor conocerte,” dije solemnemente. "También me alegro de que no puedas
arrestarme si termino olvidándome de pagar y estafando al cantinero por esta botella".
—Escuché eso —gritó desde atrás.
“También es un honor conocerte. Nunca conocí a alguien que realmente hizo
de dinero en efectivo. Aunque mencionaste algo sobre salvar…
Lo deseché. “Hola, estoy trabajando en estar borracho. no me escuches
¿Vives cerca de aquí?"
“Sí, Morningstar Lane. Alquiler de local, con opción a compra.
Suponiendo que encuentre el dinero. Estoy en línea para un ascenso, pero significa más horas y
es difícil con Joey”.
"¿Esposa?" Repensé el nombre. "¿Marido?"
Austin negó con la cabeza. “Hermana pequeña, pero ahora soy básicamente su padre.
Nuestros padres fallecieron el año pasado”.
"Oh, lo siento mucho".
"Gracias. Yo también. Es una situación difícil”. Austin tomó un largo trago.
¿Supongo que no tiene menos de dos años? A Lily le vendría bien un compañero de juegos. Entonces
de nuevo, Hannah y yo le proporcionaríamos uno muy pronto.
Mi cabeza daba vueltas y comencé a empujar mi taburete hacia atrás. En realidad podría
necesitar poner mi cabeza entre mis rodillas para no desmayarme.
Austin me palmeó la espalda. “¿Estás bien, hombre? No te ves bien.
"Sí. Lo siento. Voy a estar tirado en este piso por un día o dos. No te preocupes por mí.
“En serio, no este piso. Mis botas se pegaron a él todo el camino”. Me puso más erguido en
el taburete y me empujó contra la barra para que tuviera algo de apoyo. El tipo era mucho más
atlético de lo que me había dado cuenta a primera vista. Sin embargo, tenía sentido, ya que era
bombero.
Todo lo que empujé durante todo el día fueron lápices y Pampers.
Afortunadamente, todavía estaba razonablemente en buena forma física debido a todas las horas
que pasé en el gimnasio para compensar todo el sexo que no estaba teniendo.
Probablemente sea algo bueno, o quién sabe cuán grande sería la familia que tendría ahora.
Evidentemente, no era seguro para mí golpear botas recreativamente.
¿Qué se había puesto Hannah esa primera noche de todos modos? ¿Zapatillas?
Bienvenidos a Brady Bunch part deux.
Cuando no respondí, Austin sonrió. Tuve la sensación de que podía decir que mis pensamientos
giraban como un TiltaWhirl. Ah, y lo siento, Joey tiene casi once años. Ella está en su primera fiesta de
pijamas esta noche, y yo me estaba volviendo loco en casa, así que aquí estoy. Tiene problemas para
hacer amigos, y si éste no funciona... —Se pasó la mano por la nuca y exhaló con fuerza—.
“De todos modos, piensa que no tienes suerte con la situación del compañero de juegos. Pero, oye, con
tu nuevo bebé en camino, al menos tus hijos siempre tendrán un amigo, ¿verdad?
Bien. Lado positivo.
Los puntos invadieron mi campo de visión. Muchos, muchos puntos. "No
¿Suponga que tiene un tanque de oxígeno de repuesto en su vehículo?
“Amigo, estás mal. Probablemente no deberías estar bebiendo. ¿Qué tal si te llevo a casa?
"Debo ir a casa. Tienes razón. No soy este tipo. Soy decente.
Honorable." Aparté la botella de whisky. Bebí mucho más de lo que debería. “Usé un condón la primera
noche. Responsablemente. Aunque no esta noche. Pero ella ya estaba embarazada. Entonces, no
cuenta”. Agarré la pechera de su camisa mientras me tropezaba con mis pies. "¿Bien?"
"Claro, amigo, lo que tú digas". Me dio unas palmaditas en la espalda y me giró hacia la barra de
nuevo. “Odio arruinar este momento de Oprah , pero tienes el dinero para ese whisky, ¿verdad? Mi
tarjeta está al máximo más allá de mi cuenta”.
"Oh, por supuesto. Bien. Por supuesto." Saqué mi billetera y saqué una tarjeta de crédito. Estaba a
punto de llamar al cantinero cuando barrió y lo agarró de la barra. "El suyo también", llamé.
Austin negó con la cabeza. “No, hombre, gracias, pero no estoy tan mal. Solo un poco apretado por
tratar de comprar una casa para nosotros y ubicarnos en una nueva ciudad. Por el amor de Dios, pronto
será una adolescente. Su ropa nunca está bien, y los niños son malditamente malos”. Hizo crujir los
nudillos.
"Gracias de todos modos."
De alguna manera sonreí. "De nada. Me recuerdas a… Mi sonrisa se desvaneció.
Él no era Billy. Billy estaba muerto. Solo porque había pasado unos minutos bebiendo con
este tipo no nos convertía en amigos. Y definitivamente no reemplazó a mi mejor amigo muerto.
Nada podría traer de vuelta a Billy. Eventualmente, llegué a un acuerdo con eso.
Lily era mía ahora. Nadie vendría y la llevaría a su verdadero
familia. Así como Hannah estaba embarazada. Ese bebé también era una realidad.
¿no fue así? Ella tenía la intención de tener el niño, ¿verdad?
Ella tenía que. Quiero decir, ella tenía todas las opciones del mundo, pero habíamos hecho
ese niño y ¿y qué si yo no estaba listo? La vida no seguía un horario.
Lástima que solo comprendí eso cuando mi sangre estaba zumbando y no estaba del todo
estable sobre mis pies.
"¿Te recuerda a quién?" preguntó Austin.
Sacudí la cabeza y casi rodó por mis hombros y cruzó el
bar. “Solo alguien a quien perdí. Un amigo. El mejor amigo que he tenido.”
“Ah, Cristo, lo siento mucho. No debería haber preguntado.
"Está bien. Han pasado cinco meses más o menos”. Como si eso lo arreglara todo.
no lo hizo Nada volvería a ser.
“Oye, tengo una idea”, dijo Austin mientras firmaba el comprobante que me presentó el
cantinero. Ella lo arrebató y me devolvió la tarjeta y se fue de nuevo en un instante.
Tenía un estilo inusual de coctelería, tenía que reconocerle eso.
"¿Ir a casa y dormir?"
“Sí, eso también en unos minutos. Pero, ¿cómo te sientes acerca de un poco de futbolín
primero?
Seguí la dirección de su mirada hacia la fila de mesas en la parte de atrás.
Había una mesa de billar, un par de tableros de dardos, algunas máquinas de videojuegos y el
futbolín antes mencionado.
—La hora de cierre es en veinte —llamó la Srta. Personalidad—.
Me aparté de la barra. Debatí deslizar la botella de whisky en el bolsillo de mi chaqueta, pero
decidí no hacerlo. Mi cuota de malas decisiones ya había sido alcanzada. "Seguro. Tal vez pueda
ganar uno de dos”.
“Yo no contaría con ello. Fui campeón de futbolín dos años consecutivos en Syracuse”.
"¿También fuiste a la UB?"
Austin asintió y se quitó la gorra de béisbol, revelando una mata desordenada de cabello
castaño corto. “Dejé los estudios dos años después. Quería ir de fiesta, y era
costoso obtener un título en esa ocupación en particular”. Se rió y se movió a un
lado de la mesa de futbolín. Aunque podría volver, si eso me ayuda a ascender. O
tal vez solo para el enriquecimiento personal”.
Tomé mi lado y agarré el borde de la mesa. Mi zumbido había fallado
brevemente, pero ahora estaba de regreso. Iba a aferrarme a esa fugaz sensación
de felicidad todo el tiempo que pudiera. “Diviértete todo el tiempo que puedas. La
edad adulta dura el resto de tu maldita vida.
"¿No es esa la verdad, hermano?" Austin volteó algunas filas de sus tipos de
futbolín y me dedicó una sonrisa lobuna. "Vamos a jugar."
DIECISÉIS
"SHH, SHH, ESA ES UNA BUENA CHICA".
Mecí a Lily mientras ella gemía suavemente y me preguntaba cómo había pasado de
ser dolorosamente solitario para una madre de dos hijos en cuestión de meses.
Respuesta de dos palabras: Asher Wainwright.
Yo no era la madre de Lily, solo la niñera. Su madre se había ido, y ahora tenía un padre que
tenía miedo de amarla y una bisabuela que la amaba lo suficiente como para media docena de
personas.
Tal vez ya no sería la niñera de Lily. No era como si me hubiera acostumbrado al trabajo todavía.
Pero antes de decirle a Asher que estaba embarazada, nunca había considerado realmente la
posibilidad de que no participara en la vida del niño.
Puede que tampoco quiera que yo sea parte de la vida de Lily, una vez que lo supiera.
Dejé un beso en la frente sudorosa de Lily y sonreí mientras ella agarraba mi camisa con su puño
regordete. No había querido ponerme nada de la ropa de Asher, y no tenía nada propio allí excepto lo
que había usado ese día.
Una ira silenciosa hierve a fuego lento dentro de mí, superpuesta al dolor y al miedo. Trabajé muy
duro para construir una sensación de estabilidad para mí, tanto financiera como emocionalmente. Eso
significó alejarme un poco del mundo, mientras me afligía y trataba de averiguar qué quería hacer por
el resto de mi vida.
Ahora todo estaba en flujo.
Lo único que sabía con certeza era que quería a mi hijo. En el momento equivocado o no,
haríamos un camino por nosotros mismos.
Si eso fue sin Asher, entonces simplemente lo fue. Yo no iba a rogar. Tampoco iba a tolerar ser
un saco de boxeo emocional mientras él procesaba su propia mierda.
Tragué profundamente mientras miraba a Lily, ahora dormida, a la luz de la luna. No
quería perderla de mi vida. Era una locura que pudiera haberme apegado tan pronto, pero de
alguna manera nos unimos.
Como había pensado que me había vinculado con el imbécil de su padre. El hombre que
actualmente corría por las calles haciendo Dios sabe qué.
No estaba mirando el reloj. No estaba preocupado en absoluto.
Mentiroso.
No sabía dónde estaba. Si estaba bien. Sabía que este comportamiento no era como el
Asher que había llegado a conocer. Si este ataque de resentimiento duraría o sería solo un
momento pasajero, no estaba seguro.
De cualquier manera, tendría que reforzar mis defensas. Tenía una manera de colarse
debajo de ellos.
Al final del pasillo, una puerta cerrada. Suavemente esta vez, no con toda la bravuconería
de hace un par de horas. Me enderecé en la silla, acercando a Lily.
Ella no se movió más allá de acariciar su pequeña barbilla babeante debajo de mi cuello.
Me quedé mirando la puerta abierta, esperando. Apenas respirando. Aun así, no estaba
preparado cuando Asher apareció en él, luciendo tan grande y arrugado y... masculino.
Muy masculino.
Algo dentro de mí punzó, y definitivamente no era molestia. Había algo de lujuria allí
también, pero no solo eso. Cuando se apoyó en el marco de la puerta, con el cabello todo
desordenado, oscuro y mojado por la nieve, la ropa arrugada, los ojos pesados con una
combinación de fatiga y cosas en las que no quería pensar demasiado...
Quería abrazarlo. Y sí, desnudarse y subirse a su regazo, pero también
sé tú quien lo consuele y frote esas líneas de sus ojos.
Incluso si aclarar nuestra situación sin darnos cuenta había ayudado a ponerlos allí.
Mi primera inclinación fue levantarme e ir hacia él, a pesar de lo que había sucedido. Fui
el primero en salir de esa habitación, y eso también estuvo mal. Pero en el instante en que me
moví, olí el alcohol en él. Salía de sus poros o de su chaqueta.
Uf, ni siquiera lo sabía.
Tomé la cabeza del bebé en mi mano y presioné mi espalda contra la silla. Solo podía
imaginar mi expresión.
Pero no tenía que imaginarme la suya. Nos miraba de una manera que enredaba todo
dentro de mí en nudos complicados. Su mirada era caliente, pero
tierno también. Él nunca apartó la mirada.
"Lo lamento." Su voz era áspera, tan abrasiva como el cemento irregular. "Todavía
estoy bastante borracho".
Puedo olerte.
"¿En realidad?" Se levantó la manga y olió. “Creo que hueles la barra en mí. No
tenía tanto”.
"¿No? Entonces, ¿por qué arrastras la voz? No agregué que también era sexy, lo
cual era ridículo. Pero era como si Asher, normalmente hipervelocidad, ultraconcentrado,
se hubiera retrocedido unos cuantos puntos. Dejándolo un poco más lento, un poco
más suave, un poco más desprotegido.
Ciento veinte por ciento peligroso mientras caminaba hacia nosotros con pasos largos y
pausados. La guardería no era tan grande, pero se sentía como si nuestros ojos se
encontraran para siempre mientras él cruzaba la habitación.
“Tomé un poco de whisky. Me emborrache. Me ayuda a no pensar tanto. No tengo
prisa por que termine”. Se lamió los labios. "¿Vas a matar mi zumbido, Hannah?"
Asher decir mi nombre debería ser un delito penal. "Estoy sentado aquí,
ocupándome de mis asuntos".
“Estás sentado ahí, meciendo a mi bebé”. Se inclinó y apoyó las manos en los
brazos de la mecedora, y mi corazón se aceleró. Habría jurado que lo escuché
golpeando contra mis costillas. “Mis dos bebés. ¿No es así?
No dije nada. ¿Qué podría decir? Había admitido que estaba borracho. Podía oler
el alcohol en su aliento. No fue repulsivo. En todo caso, ese indicio de lo prohibido me
atrajo. Como si pudiera montar su alto con él.
Un subidón que no podría tener por mi cuenta por más tiempo. No por bastante tiempo.
“Tus labios están temblando”. Tocó mi labio inferior con su pulgar y fue un maldito
milagro que no aplastara a Lily en reacción. Cada parte de mí se preparó.
Lo sintió, porque retrocedió y metió las manos en los bolsillos.
"Lo siento", dijo de nuevo después de un momento.
"¿Para qué? ¿Por volver borracho a casa? Solo después de que se corrió la voz
me di cuenta de lo tonto que estaba siendo. Esta no era mi casa. Incluso si me hubiera
invitado a quedarme allí, era solo por Lily.
Me estaba enredando en algo que no era para mí.
"Sí."
“¿Qué hay de irse en primer lugar? por enfadarse conmigo
porque hicimos un bebé juntos?
Metió las manos en puños en los bolsillos, haciéndolos hincharse. "No estoy enojado contigo",
dijo en voz baja. "Nunca lo fui. Lamento haberte hecho pensar eso. Fue un maldito sueño que
regresaras a mi vida.
Antes de que pudiera responder, tocó la parte superior de la cabeza de Lily, solo un roce de sus
dedos, y salió de la habitación.
El está borracho.
Él no sabe lo que está diciendo.
Puede que ni siquiera sea cierto.
¿Un maldito sueño? ¿En realidad?
Por otra parte, nuestro día juntos había sido bastante irreal antes de que derramara
las galletas de bebé. Sueño era en realidad una descripción bastante acertada.
Excepto que había afirmado tener un zumbido, y su voz definitivamente lo indicaba, pero parecía
demasiado lúcido para alguien que había pasado un par de horas bebiendo.
A menos que Asher incluso se emborrachara de manera diferente a otras personas.
Rodé mis doloridos hombros. Hizo todo de manera diferente a otros
hombres. ¿Fue por eso que no pude mantener la distancia?
Pero no corrí tras él. No, me tomé mi dulce tiempo. Una vez que estuve seguro de que Lily
todavía estaba dormida, la arropé en su cuna y encendí el pequeño móvil musical que parecía traerle
consuelo. Ella no se movió.
Con suerte, descansaría un poco ahora que tenía la barriga llena nuevamente, gracias a la botella
de fórmula que le había dado antes.
Después de una breve parada en el baño para refrescarme y darme unas quince charlas de
ánimo, bajé por el pasillo hasta el dormitorio principal.
La ropa y los zapatos estaban por todo el suelo, como si Asher los hubiera dejado volar.
En la cama, Asher estaba tumbado, completamente desnudo.
Completamente duro.
Fue increíblemente estúpido que no me diera la vuelta. Claramente, no estaba de humor para
hablar. Por el estado de su erección, había una buena posibilidad de que hubiera, eh, cebado la
bomba desde que salió de la guardería.
Pero yo tampoco quería hablar. Definitivamente no quería pelear. Se había disculpado, y Dios,
quería creer que lo decía en serio.
En medio de la noche, nada parecía estar mal.
Lo que se sintió mal fue estar de pie en el lado opuesto de esta puerta otro minuto, viéndolo
mirarme.
Me quité la camisa y la dejé caer al suelo con la ropa de Asher. Se inclinó sobre sus codos,
mirándome fijamente. Memorizando cada detalle mientras deshacía mi trenza y abrochaba la banda
alrededor de mi muñeca. No me quité las bragas. No sabía por qué. Tal vez para tener una última
barrera si mi sentido común regresa.
O tal vez solo quería verlo follarme mientras aún vestía mi casto algodón blanco.
Me arrastré por la cama hacia él sobre mis manos y rodillas. Todavía estaba consciente de mi
cuerpo, más aún porque sabía que ya estaba empezando a cambiar, pero era difícil sentir algo menos
que hermoso cuando la mirada de Asher me absorbía. Extendió una mano y me atrajo hacia su pecho,
gimiendo cuando mis senos se presionaron contra su piel.
"Me gusta volver a casa contigo", susurró antes de que nuestras bocas se encontraran con tanta
hambre como antes. Y tanto como esa primera noche, cuando elegimos desnudarnos a la luz del fuego
en lugar de hablar.
Este era un lenguaje mucho más fácil de compartir para nosotros.
Deslicé mis manos en su cabello y mordisqueé sus labios, empujando hacia abajo con más fuerza
mientras tomaba mi trasero. Apretó con fuerza antes de meterse entre mis muslos para jugar con mis
bragas. Frotándome a través de ellos, y luego debajo de ellos, sus dedos encontrando mi corazón
infaliblemente y deslizándose dentro.
Mojado para mí.
Mordí su labio inferior. "Ese es el estado en el que me dejaste".
Su gemido ardió a través de mí, un sonido que hice eco con la profunda presión de sus dedos.
Empujó todo el camino dentro de mí antes de salir en un deslizamiento lento y resbaladizo. Lo hizo en
otra ocasión, más difícil. Mi clítoris palpitaba y me apreté contra él, buscando a tientas su polla. La
punta húmeda se deslizó sobre mi pezón y no estaba segura de cuál de los dos gemía más fuerte.
Me hizo rodar debajo de él y pasó su parte del tiempo chupando mis pezones. Ambos, incluido el
que tenía que saber a él. Sus pupilas se abrieron a la luz de la luna mientras me atendía cuidadosamente,
sus dientes afilados, su lengua tan erótica. Pero fue amable con mis pechos. Sabía que estaba
embarazada ahora, y debe haber recordado mi reacción en el jacuzzi antes, incluso a través del alcohol.
Su mirada permaneció en mi rostro, midiendo minuciosamente mi reacción a cada movimiento que
hacía.
Mientras tanto, su pesada polla se deslizaba arriba y abajo de mi hendidura, haciéndome
retorcerme y morderme el labio.
Bajó poco a poco por mi cuerpo, dejando besos a medida que avanzaba, cerniéndose sobre
mi vientre. No sabía cómo reaccionaría, pero lo miró fijamente durante mucho tiempo hasta que
tuve que tocarlo. Pasé mi mano por su cabello y luego apoyó su mejilla en mi palma.
No había palabras, así que no traté de llenar el silencio con ellas.
La dulzura momentánea hizo que me calentara por completo, pero en poco tiempo, se estaba
deslizando hacia abajo de nuevo. Besó mi ombligo y continuó, empujando a un lado mis bragas
para lamerme donde ya estaba tan empapada. Mi clítoris latía bajo su atención, y me esforcé
hacia su boca, abriendo más las piernas mientras él me lamía. No rasgó mis bragas ni me las
quitó, solo me disfrutó a pesar de ellas.
Dios, me disfrutaba.
Como yo disfruté de él. Disfruté cada empujón de sus dedos dentro de mí, cada golpe de su
lengua, cada mirada acalorada destinada a asegurarse de que estaba con él en cada paso del
camino.
El orgasmo rodó a través de mí, rápido y despiadado. Sofoqué mis gritos en la almohada a
mi lado, clavando mis uñas en la parte posterior de su cuello cuando se convirtió en un triunfador
y decidió darme otro. Ni siquiera se detuvo lo suficiente para dejarme recuperar el aliento.
Mi única opción era venir. Y ven de nuevo.
Todavía no había dejado de temblar por completo cuando se puso de rodillas y agarró su
polla. Apartó mis bragas del camino y rodeó con su eje mi clítoris todavía sobreestimulado antes
de inclinarse para besarme, tan dulcemente que me ardía el fondo de los ojos. Probé el alcohol
mezclado conmigo en su lengua, la combinación más caliente de lo que tenía derecho a ser.
"Aférrate a mí."
Envolví mis brazos alrededor de su cuello mientras ajustaba mis piernas alrededor de sus
caderas y me penetraba. Ni siquiera estaba segura de si mis bragas seguían intactas.
No me importaba.
Se tragó mis gemidos, extendiendo nuestro beso mientras se retiraba y se enterraba dentro
de mí una vez más. Lo hizo una y otra vez, sus movimientos profundos y decisivos, su brazo como
acero donde lo apoyó a mi lado sobre las almohadas.
Demasiado para beber demasiado afectando la capacidad de un hombre para follar. Él
ciertamente no estaba afectando a Asher.
Pero era hora de volverlo tan loco como me había vuelto a mí.
Raspando mis uñas por su espalda, me flexioné alrededor de su polla dentro de mí y lamí mis
labios, agradable y lento. Luego deslicé mi mano en mis bragas aún semi intactas para rasguear mi
clítoris, probándonos a ambos. Nunca antes había hecho esto delante de un hombre. Nunca me
había tocado solo para sentirme bien, no con el expreso propósito de un clímax.
Me devoró con los ojos, sus embestidas eran aún más rápidas. Más adentro.
Más difícil. Golpeando ese lugar delicioso dentro de mí que hizo que mis piernas temblaran y mi
respiración se convirtiera en jadeos.
Me froté mucho más rápido, amando la presión de su plenitud dentro de mí. Agarró mi muñeca
y la llevó a su boca, chupando mis dedos mientras empujaba mi ropa interior aún más y redoblaba
sus caricias.
Cada vez que tocaba fondo dentro de mí, jadeaba. Y lo abrazó mucho más fuerte.
Finalmente dejó escapar un gemido bajo y estalló dentro de mí, esas cálidas pulsaciones
duraron tanto tiempo que mi cuerpo no tuvo defensa. Volví a correrme con un gemido contra su
hombro, aferrándome a él a través de las oleadas de placer y las secuelas que siempre llegaban
demasiado rápido.
“Me encanta darte tus primeros”. Rodó sobre su espalda y me llevó con él.
Habíamos hecho un poco de desorden, pero obviamente, ninguno de nosotros estaba dispuesto
a ordenar en este momento. En cambio, nos estiramos como estrellas de mar y esperábamos poder
respirar de nuevo sin jadear pronto.
“¿Qué primero ahora? ¿Sexo borracho?
"No estás borracho". La preocupación en su tono me hizo levantar la cabeza. No aprecié
particularmente que se volviera paternalista conmigo, pero al menos demostró que se preocupaba
por el bebé.
"No. No he bebido desde Año Nuevo. Toqué su boca malhumorada. Me refiero a ti.
"Oh. ¿Podrías decir que estaba borracho? Bajó la mirada a su cuerpo como si
estaba averiguando que ciertas partes de él todavía estaban unidas.
"Me dijiste que lo eras, ¿recuerdas?"
"Mmm. Ya no estoy seguro de estarlo. Creo que lo último se escurrió de
cuando te vi meciendo a Lily.
“La alimenté de nuevo también. Estaba inquieta esta noche. Preguntarse por qué." Apoyé la
barbilla en mis brazos apilados. "¿Cuál primero?"
Me apartó el pelo de la cara. “Esta noche, esa fue la primera
vez que chupaste la polla de un hombre.
Hice una mueca. Y traté de no juntar mis muslos por la emoción de esos
las palabras me dieron. "¿Eso es obvio?"
"No. Estuviste increíble. Podría decirlo.
“Mmmhmm. Hablando de primicias, dudo que te emborraches tan a menudo.
“No era mi primera vez, pero ha pasado mucho tiempo. Billy y yo salíamos la
mayoría de los viernes por la noche. Eso cambió, por supuesto, cuando conoció a
Solange y tuvieron a Lily. Los viernes eran pocos y más espaciados”.
"¿Y te emborrachaste cada vez que salías?"
Su risa fue como seda suave y costosa contra mi piel. "Difícilmente.
Pero a veces probé mis límites. Conocí a alguien esta noche que me recordó esos días”.
Involuntariamente, me puse rígido. "¿Oh sí? ¿Ella era linda?"
"Prueba con él". Su sonrisa era demasiado engreída. “Supongo que era un poco bonito, sin
embargo, de una manera varonil. Estoy seguro de que no tiene problemas para conocer mujeres.
Resoplé. "A diferencia de ti. Lástima que seas tan feo.
“No tenía tiempo para mujeres”.
Mi pulso se aceleró. No. Definitivamente en el pasado. ¿Significa eso que
hizo ahora? Ciertamente no parecía haber despejado su agenda.
"¿El?"
“No lo sé, pero también es un padre soltero, para su hermana pequeña. Él también
lo ha pasado mal”. Asher se pellizcó el puente de la nariz. Cristo, me hizo reír. Era como
lo que era con Billy, excepto que no lo era. No podría ser.
Su dolor era algo palpable. Quería acercarlo, abrazarlo
mientras derramó sus sentimientos.
Pero no lo haría, y simplemente me arrepentiría de intentar animarlo a hacerlo. Entonces,
probé un tacto diferente.
"¿A dónde fuiste? Y no me digas el bar.
"Fui al bar".
"Elaborar."
Dobló un brazo debajo de su cabeza y miró hacia el techo. Su otra mano todavía
descansaba posesivamente sobre mi trasero. Hay un lugar llamado Sharkey no muy
lejos de aquí. Terminé allí. Básicamente, es una inmersión. El cantinero me dio una
botella entera de whisky”.
Horrorizada, entrecerré los ojos. “No te bebiste una botella entera de whisky. De
ninguna manera podrías haberlo levantado si lo hubieras hecho. No
con tu falta de tolerancia.”
"Vaya, ¿quién es el experto aquí?"
No quería decirlo. Casi no lo hice. “Prueba con la chica que vio a su padre emborracharse
más de una vez y conoce muy bien los efectos. Ni siquiera podía ponerse de pie cuando bebió
una botella entera de licor fuerte, no importa apuntar con su precisión.
Estuvo en silencio durante demasiado tiempo. Tiempo suficiente para saber que me estaba compadeciendo.
"Hannah, lo siento".
Me alejé de él y llevé mis rodillas a mi pecho. todo de un
De repente, tenía tanto frío. "Puedes dejar de decir eso en cualquier momento ahora".
"Pero es verdad. Te lastimé, y no fue mi intención. Las razones por las que me fui esta noche
no tenía que ver contigo tanto como yo.
“Tenían que ver con que te sintieras responsable de un niño que nunca quisiste tener”.
"Tienes razón. No tenía la intención de hacer un niño. Tal vez alguna vez No sabía si
sucedería. Tampoco tenía la intención de que Billy se cayera de ese maldito techo, o que su hijita
terminara con mi apellido. No tenía la intención de tener que mecerla para que se durmiera debido
a las pesadillas. Me pregunto si ella lo sabe, si siente que su verdadero papá se ha ido y nunca
volverá. Si ella siquiera lo recuerda. Si ella me compara. Se sentó a mi lado y se pasó las manos
por el pelo. “No tenía la intención de que la vida fuera tan jodidamente complicada”.
En ese punto, podríamos estar de acuerdo.
Después de un momento, extendió la mano para frotarme la espalda. “Me gusta tenerte aquí.
Sé que es nuevo. Tomaste este trabajo con Lily, y tal vez pensaste que me lo dirías una vez que
se calmara el polvo.
“Me enteré ayer. ¿Recuerdas cuando me preguntaste por qué llegaba tarde?
Apreté mi agarre alrededor de mis rodillas. "Esa sería la razón".
—Ayer —repitió él apagadamente.
"Sí. Entonces, no estoy más 'asentado' con esta idea que tú. Mi médico analizó las opciones
conmigo y…
"¿Qué opciones?"
“Los de siempre. De todos modos, ella dijo…
“No vas a tener un aborto”.
“No, no lo soy, pero no porque insististe en ello. Tu opinión realmente no influyó en mi
elección.
Su boca se curvó en una mueca. "Es bueno saber dónde me clasifico".
“No me des eso. No eres mi marido. No somos una pareja.
Una parte de mí le gritaba que negara eso. Para decir algo como, hey, nos equivocamos un
par de veces, tal vez eso nos convierte en algún tipo de relación. No era mucho, pero tomaría
cualquier hueso que pudiera conseguir ahora mismo.
Pero suavizar el golpe no era el estilo de Asher.
“No, pero hasta que decidamos lo contrario, soy su empleador. Y yo soy el padre de ese niño,
te guste o no.
“Es bueno ver qué título pones primero. Voy a darme una ducha y me voy a la cama. No quería
repetir lo que había pasado antes, pero tampoco quería compartir su aire en ese momento en
particular.
Estaba demasiado herida, y ni siquiera estaba segura de tener derecho a estarlo. Pero tampoco
estaba seguro de qué derechos tenía.
Los dos éramos demasiado tímidos y demasiado nuevos en todo esto para poder tener una
conversación racional. Al menos ahora. Tal vez después de dormir un poco, o tal vez en el lapso de
los próximos seis meses y medio, podamos tener una discusión sobre este tema.
Asher miró deliberadamente el colchón en el que estábamos sentados. Esto califica como una
cama.
"Lo hace." Uno en el que había estado ansiosa por dormir con él, hasta que se aseguró de que
recordara que yo era el ayudante contratado. "También tengo uno que me hiciste al final del pasillo".
Exhaló. "El que tu prefieras."
Prefiero quedarme en tus brazos.
Pero no me atrevía a hacer eso, en caso de que me estuviera preparando para una caída muy
grande. Uno que afectaría más que a mí. Más que Lily.
Y sería prudente recordar que la próxima vez que quisiera dejar que mi
las hormonas se hacen cargo.
Me obligué a salir de su cama y caminar hacia la puerta, recogiendo mi camisa mientras
caminaba. Mis bragas estaban demasiado húmedas y estiradas hasta el infierno, gracias a sus
fuertes manos quitándolas del camino.
Otra fantasía marcada al menos en la lista. Tendría que ser feliz con eso.
Buenas noches Asher.
Esta vez, cuando cerré la puerta detrás de mí, no di un portazo.
A veces, la suavidad era mucho más poderosa.
DIECISIETE
DORMÍ CUATRO HORAS Y ME LEVANTÉ PARA TRABAJAR.
Eso era todo lo que sabía hacer. Obligarme a seguir adelante, un pie delante del otro. Pero hoy,
tuve que tomar tres Tylenol y una taza de café fuerte antes de que mis pies funcionaran.
Maldita resaca. Ni siquiera había estado borracho todo ese tiempo.
Así era la vida. Jugaste, pagaste. Tuve suerte si llegué a jugar primero.
Agarré el primer traje que me vino a la mano en mi fila de prácticamente idénticos y me vestí bajo
la luz tenue de la mañana. Todavía era temprano y no esperaba que Hannah se hubiera levantado
todavía. Nos habíamos ido a la cama tarde, y ella había estado enferma ayer. Cerré los ojos.
Enfermo de un bebé, imbécil. Ni intoxicación alimentaria ni gripe. Y le diste caramelos de jengibre.
No es de extrañar que no te consultara por ninguna maldita cosa.
no lo sabia Ni siquiera lo había adivinado. Porque habíamos usado condones, y
solo había sido una noche.
Sólo había hecho falta una caída para matar a Billy. Había sido joven, capaz, fuerte.
Las dos situaciones no estaban relacionadas en absoluto, excepto que una sola vez era suficiente.
Antes de irme, escribí una lista de números a los que me podrían llamar en caso de emergencia,
además de algunas notas adicionales sobre las preferencias de Lily.
Hannah y yo no habíamos hablado de nada como el horario, o si se quedaría aquí al menos durante
esta semana mientras mi abuela estaba fuera, o diablos, incluso los requisitos salariales.
Habría que encargarse de eso esta semana, por incómodo que fuera teniendo en cuenta
la situación. Pero ella había accedido a aceptar un trabajo y yo estaría de acuerdo en
compensarla, así que necesitábamos manejarlo. Y de esta manera ella estaría protegida si
nuestra relación personal se agriaba, más de lo que ya lo había hecho, y estaría en los libros
como la cuidadora oficial de Lily.
Suponiendo que todavía quisiera serlo.
Que no se hubiera separado demostraba lo mucho que ya se preocupaba por mi
pequeña. Además de todo lo demás, no me aprovecharía de ella financieramente.
Solo necesitábamos hablar entre nosotros.
Hicimos un bebé, follamos y peleamos. Luego jodimos y peleamos de nuevo. No había
habido mucho tiempo para cualquier tipo de conversación que no involucrara nuestras
entrañas, o los frutos de ellas.
Me froté la frente y agregué una nota rápida al final del papel.
Asumo que aún trabajas para mí. Si me equivoco, ya sabes dónde encontrarme.
Genial, defensivo con toque de gilipollas. El tono exacto que necesitaba transmitir después
del colosal desastre de anoche.
Espero que podamos resolver esto.
Respiré hondo y estudié mi garabato apresurado. Un paso más. Puedes hacerlo.
Ana, lo siento.
Llegó un mensaje de Vincent. Ya estaba de camino a la feria.
¿Quería tomar el turno de la tarde?
No. Quería estar en cualquier lugar menos aquí en este momento, tan horrible como una persona.
como eso probablemente me hizo.
Dejé el lápiz grueso. Las palabras que había escrito parecían tan inadecuadas. Se
merecía una disculpa cara a cara, pero no sabía qué decir. Cómo explicar. No pude
descifrar mi propio proceso de pensamiento bien
ahora.
El trabajo era lo que sabía. En lo que era bueno. O había sido bueno en eso una vez.
Solo tenía que ver mi camino a través de este período. Salir del otro lado sería el mayor
triunfo de Wainwright Industries.
Y la mía, aparte de dominar el arte del pañal perfecto.
Metí una botella de agua en mi maletín blando y salí a una mañana helada. Los
árboles estériles brillaban con nieve y hielo y el césped estaba cubierto con una capa
prístina de nieve esponjosa. El camino de entrada había sido arado, al igual que la propia
carretera. No tendría problemas para salir.
A la mitad de los escalones, me detuve y resoplé. No me había despedido de Lily,
como era mi costumbre. Ya le estaba concediendo ese espacio a Hannah. Demasiado
ansiosamente, si era honesto. Parecía tener todo el asunto del bebé bajo control mucho
mejor que yo.
Ni siquiera porque llevaba uno.
Mío.
Ante el fuerte giro en mi pecho, agarré mi maletín y me di la vuelta. No me iba a
quedar sin mi propia casa. No otra vez. Si por casualidad vi a Hannah mientras me
despedía de Lily, que así sea.
Subí las escaleras y me detuve en la puerta de la habitación de Lily. Su móvil giraba
alegremente, tocando una dulce melodía. Lily lo miraba fijamente con el puño en la boca.
"Hola, cariño", murmuré mientras dejaba mi maletín.
Su mirada se dirigió a mí y dejó escapar un gorgoteo antes de estirar los brazos. Miré
por encima del hombro, segura de que probablemente Hannah estaba detrás de mí.
No. Lily quería que la recogiera.
Con cuidado, la levanté en mis brazos. Agarró un puñado de mi cabello y trató de
llevárselo a la boca, sus grandes ojos azules clavados en los míos con una súplica que
no pude resistir.
¿Y qué si me chupaba el pelo? Se secaría.
Nos acercamos a la ventana y le hablé en voz baja mientras le narraba lo que veía. El humo
saliendo de las chimeneas, los autos cubiertos de nieve retumbando por la calle, los niños
corriendo por las aceras en su mayoría paleadas con sus mochilas de colores brillantes. Lily
mordió mi cabello y escuchó por un buen momento o dos antes de arrugar su linda cara y
comenzar a llorar.
Ni cinco segundos después, también arruiné la mía.
"Esa vez otra vez, ¿eh?" La llevé al cambiador y después de quitarme la chaqueta, hice un
trabajo rápido con su pañal muy sucio. “Una cosa buena, al menos no puedes rociar mi traje,” le
dije.
Ella me miró sin pestañear.
Ella no podía, pero tal vez el nuevo bebé sí.
Tragando saliva, saqué un nuevo conjunto cómodo para ella en verde suave.
En el frente decía: mi abuela me ama más, lo cual sabía que era verdad.
Sonreí. Con suerte, Gran se estaba divirtiendo en su viaje. Con su novio.
Extrañamente, la idea de que ella tuviera citas activas no le provocó un dolor de cabeza
inmediato. Probablemente porque no estaba en lugar de juzgar. Siempre se lo pasaba bien y
elegía bien sus fechas. Tampoco tuvo que preocuparse por el embarazo o meterse su pie gigante
en la boca tantas veces que se quedó atascado allí.
"Ella es la inteligente, ¿verdad, Lily Patch?" Puse el traje en su lugar
y la puso de pie, riéndose un poco mientras ella intentaba dar un paso adelante.
Entonces ella lo hizo de nuevo.
"Santa mierda, Lily, ¿estás caminando?"
Como era de esperar, ella no respondió, simplemente se metió la mano en la boca.
Lo había intentado varias veces, pero nunca había llegado muy lejos. Una bendición sin
duda. Un bebé que camina era mucho más trabajo que un bebé que gatea y trepa
uno.
Antes de que pudiera tratar de hacer que caminara hacia mí de nuevo, cayó sobre su trasero
y se mordió los dedos, sus mejillas enrojeciendo. Dejó escapar un sollozo y me froté la nuca.
Ahora, ¿qué necesitaba ella? ¿Podría ser hora de otra botella? ¿No había mencionado
Hannah darle de comer antes de acostarse? Eso no había sido hace tanto tiempo en el esquema
de las cosas, como lo demuestran mis ojos secos y arenosos.
"Espera, chico". La puse de nuevo en su cuna y fui a la cocina a
calentar un biberón de fórmula. La puerta de Hannah todavía estaba cerrada.
Tal vez ella se había ido. No podría culparla si lo hubiera hecho. pero no, lo sabia
ella no haría eso. ¿A mi? Tal vez. Solo que nunca a Lily.
Demonios, probablemente pensó que Lily necesitaba su influencia. Ella no estaba equivocada.
Llevé el biberón a la guardería. Lily seguía llorando, golpeándose los nudillos.
sus ojos llorosos con una mano mientras chupaba la otra.
"Ven aquí, cariño". Traté de levantarla y ella me dio una patada, enviando la botella rodando.
Suspiré y lo recuperé antes de levantar a Lily y apoyarla en mi cadera.
Mi mirada se posó en la mecedora donde Hannah se había sentado con ella la noche anterior.
No pensé que jamás olvidaría ese momento. Sabiendo que ella no solo
acunó a Lily pero que ella tenía a mi hijo dentro de ella…
Incluso si no tuviera ni idea de qué hacer con dicho niño, no podía negar la
sentimientos que él o ella despertaron en mí. Más y más con cada hora que pasa.
Me bajé en la mecedora e intenté darle el biberón a Lily, pero volvió a patear. Solo mis ágiles
reflejos lo salvaron de salir volando de nuevo.
“No tienes hambre, ¿eh? El pañal está limpio. ¿Lo que queda? ¿Extrañas a Hannah? Mi voz
se hundió en su nombre como si pudiera conjurarla tan fácilmente.
Lo peor de todo, estaba bastante seguro de que yo también la extrañaba, aunque había sido
meras horas desde que la había visto por última vez.
Pero ella necesitaba descansar. Ambos lo hicieron.
Cristo.
Lily pateó de nuevo y se metió la otra mano en la boca para unirse a la primera. Su cara
estaba cada vez más roja a pesar de que sus gritos se reducían a gemidos bastante patéticos.
Si seguía así, despertaríamos a Hannah, lo quisiéramos o no.
Puse a Lily más arriba en mi regazo y saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón. Hice una
búsqueda rápida con una sola mano de posibles explicaciones para el llanto de los bebés, que iban
desde la dermatitis del pañal (su trasero parecía estar bien para mí) hasta las alergias (no tenía
idea de qué) y la dentición.
Como Lily se frotaba la boca contra la mano y babeaba por todas partes, decidí que era una
buena suposición.
“¿Te están saliendo algunos dientes ahí? Vamos a ver." Extendí la mano hacia su rostro y ella
lo apartó, sus lágrimas brotaron de nuevo.
Entonces, eso no estaba sucediendo.
Mi siguiente paso fue hacer una búsqueda para saber cómo ayudar. Paletas de hielo,
Orajel y una visita al pediatra fueron algunas de las principales sugerencias.
Mi teléfono vibró en mi mano. Otro mensaje de Vincent, esta vez diciendo que había surgido
algo y que agradecería que me encargara de las sesiones de la mañana después de todo. También
estábamos dispuestos a pasar la noche del viernes por la noche. El sábado traería una lista
completa de reuniones y encuentros sociales en el espacio para conferencias en Catskills, el
resumen oficial de las actividades de la semana de nuestra organización de periódicos gratuitos.
Miré a Lily. Joder, ¿cómo había dejado que eso se me escapara de la cabeza?
Oh, es cierto. Pasar el día con Hannah y Lily. Durmiendo con Hannah. Descubrir que estaba
embarazada. Emborracharse Dormir con ella otra vez.
Todo eso era suficiente para que cualquiera lo olvidara, diría yo.
Y Lily seguía llorando.
“Compraré un poco de Orajel para ti esta noche, cariño. O lo hará Hannah.
Las lágrimas de Lily disminuyeron y me miró parpadeando.
“¿Hannah?” Lo intenté de nuevo, solo para ver su reacción.
Ella eructó.
Lo suficientemente cerca de una sonrisa.
Le sonreí, a punto de levantarme para transferirla de nuevo a su cuna, cuando ella
eructó de nuevo y escupió en mi camisa.
Mirando hacia abajo, suspiré. No vomitó tanto como de costumbre, lo cual tenía sentido ya
que no había comido recientemente. ¿Quizás esto estaba relacionado con la dentición?
¿Quién diablos sabe?
¿Por qué no había un manual completo para ser padre? No me refiero a uno de esos que
pasan por alto los conceptos básicos. Quería uno que tratara todas las posibilidades en detalle y
con imágenes.
A menos que las fotos me marcaran de por vida.
La levanté y la puse de nuevo en su cama, hablándole con dulzura todo el tiempo. Luego me
quité la chaqueta del traje y me desabroché los botones de la camisa antes de quitármelo y salir al
pasillo. Estaba tirando de mi camiseta por detrás de mi cabeza, ella me había empapado a través
de ambos, cuando la puerta de Hannah se abrió en el pasillo. Ella salió justo cuando yo la arranqué
el resto del camino.
Agarré mis camisas en mi puño, observándola en la parte superior de ayer que apenas rozaba
sus muslos. Su cabello estaba salvaje a su alrededor.
hombros y sus ojos estaban soñolientos y suaves, despertándome de maneras indescriptibles.
Especialmente cuando su mirada se posó en mi pecho desnudo y se demoró allí antes de
volver a levantar la vista y lamerse los labios.
"¿Tienes que hacer eso?" Dije en voz baja.
Sin darle tiempo a responder, me giré para dirigirme a la suite principal con su baño
conectado.
Ella siguió.
“¿Hacer qué exactamente? respirar tu aire? existen en tu planeta? ¿Complicar tu
pequeño y ordenado mundo?
"Esa es buena." Tiré las camisas sucias en el cesto y
Agarré un puñado de pañuelos para limpiarme el pecho con agua jabonosa.
"¿Por qué estás desnudo?"
“No estoy desnudo. Tengo pantalones puestos. Unos que se volvían más incómodos
por segundos.
¿Su voz siempre sonaba tan seductoramente baja por la mañana?
"¿Lirio?" ella supuso.
"Sí. Creo que le están saliendo los dientes. ¿Puedes conseguirle algo de Orajel hoy? Si
eres capaz de hacerlo —añadí en un intento de ser conciliador.
Era lo menos que podía hacer, ya que ni siquiera estaba mirando en su dirección.
Un hombre inteligente sabía cuándo lo superaban.
"Seguro. Puedo hacer eso si me dices lo que quisiste decir en el pasillo. Mientras
hablaba, bajó una toalla de mano y me la pasó. Aparentemente, no estaba impresionada
con mi trabajo de limpieza de tejidos.
Teniendo en cuenta que el pañuelo colgaba de mis dedos en montones empapados,
no podía criticar su lógica.
Lo tiré a la basura y me sequé el pecho con la toalla.
"¿Indulto?"
“No me 'perdone', Asher Wainwright. Dime a qué te referías.
Abrí el cajón debajo del mostrador y saqué el par de vasos de repuesto que guardaba
allí para mañanas como esta. Me los puse y me volví hacia ella, frunciendo el ceño ante su
sonido de angustia. "¿Qué?"
"Nada." Ella huyó, gritando una respuesta por encima del hombro. "Conseguiré el
Orajel".
"Hanna"
Cerró la puerta del dormitorio justo cuando llegué. Esta mujer iba a ser mi muerte.
Aun así, no podía negar cómo el saber que ella estaba cuidando a Lily ayudó a aliviar el
implacable nudo en mi pecho. El nuevo en mi ingle, sin embargo, no fue tan fácil de aplacar.
Unos minutos más tarde, estaba vestido con una camisa y una camiseta nuevas y salía por
la puerta con mi chaqueta y mi maletín. Llegaron más llamadas mientras manejaba hacia el lugar
de la feria comercial, pero las ignoré.
Mi cabeza estaba llena de Hannah.
Siempre Hanna.
¿Se estaba duchando ahora? No, había mencionado tomar uno antes de acostarse. Eso
explicaba por qué su cabello parecía un poco húmedo en esa mirada furtiva que le di antes de
que su movimiento casual casi me matara.
Tan pronto como llegué al lugar de la feria comercial, me detuve en un espacio y
agarró mi teléfono. Pero no para devolver las llamadas de trabajo que habían entrado.
No, tenía asuntos más apremiantes.
¿Querías saber a qué me refería? Tu boca. Cómo me vuelve loco cuando te lames los labios. Sin
embargo, lo haces todo. El.
Maldición. Tiempo.
No sabía si ella respondería. Probablemente era mejor que no lo hiciera debido al largo día
de trabajo que tenía por delante. Pero me senté allí esperando como un tonto de todos modos.
Cuando su texto llegó un momento después, tragué profundamente antes de leerlo.
Sí, bueno, me sentiría mal si no fuera por las gafas. ANTEOJOS.
Fruncí el ceño mientras bajaba el espejo del auto para mirarme. Ellos eran
especificaciones estándar. ¿Qué quiso decir ella?
¿Tienes un fetiche de gafas o algo así?
Su respuesta fue una fila de emojis con el dedo medio en tonos carne.
Estaba sonriendo cuando entré. Tal vez este día no sería tan
agotador para pasar después de todo.
Cuando salí tarde esa tarde después de una lista completa de reuniones y paneles y un
largo y tedioso almuerzo de negocios, estaba exhausto. Agregue un par de horas a cargo
del "puesto de información" del periódico y responda las preguntas de los posibles
anunciantes, y frito fue mi segundo nombre. No fue hace mucho tiempo que me llené de
energía hablando con colegas y elaborando estrategias. Ahora sentía que ninguna de las
formas viejas y cansadas de manejar el aumento de la competencia de las redes sociales
podría compensar nuestras pérdidas.
Crecían los rumores de que el negocio de los periódicos era una especie en extinción,
especialmente en forma impresa. Olvídate de los susurros. estaban cada vez más cerca de un
rugido.
Y aquí estábamos, todavía acomodando las tumbonas en el Titanic. Ofreciendo ventas
en publicidad y recortando ingresos cuando todo el medio estaba en una espiral descendente.
Acababa de llegar a mi auto cuando mi teléfono volvió a sonar. Parecía como si la gente
me hubiera estado contactando todo el día. Lo metí en el soporte y acepté la llamada.
"Winwright".
Asher, soy Daly. Sólo quería decir que creo que es una idea brillante. Nunca pensé que
lo harías, hombre, pero si ahora es el momento, entonces hazlo. ¿Qué vas a abordar a
continuación?
Parpadeé. Daly era una especie de amigo, del tipo que se hacía a través del trabajo y
se trataba con simpatía cuando los veías y nunca pensabas en ellos de otra manera. Sabía
que estaba cansada, pero no podía entender lo que estaba diciendo.
"¿Próximo?"
“No seas tímido conmigo. La palabra estaba por todos lados hoy.
Vincent ciertamente está dando un paso al frente, ¿no es así? Debo decir que es un
movimiento audaz abandonar el semanario y cambiar su enfoque a una revista de noticias
mensual con artículos más profundos sobre negocios locales y agricultura. Emparejarlo con
una versión en línea es…”
"¿De qué diablos estás hablando?"
El silencio cayó sobre la línea. "Oh." Tosió. “Realmente no sabes
¿De qué estoy hablando?
El tornillo de banco alrededor de mis cuerdas vocales apenas me permitía hablar. Al
mismo tiempo, mis hombros se sentían sospechosamente ligeros. Estaba a la defensiva, por
supuesto. Esta era mi empresa. Mi bebé, hasta que comencé a entender el
diferencia entre un niño hecho de cifras y hechos y uno que respira muy vivo, con latidos y
sonrisas gingivales.
“No, no lo hago. Pero obviamente, me estoy perdiendo algunos detalles vitales sobre mi
compañía. Gracias por el aviso."
Wainwright, espera.
No esperé. Terminé esa llamada e inmediatamente le puse FaceTime a Vincent, quien
respondió desde la sala de conferencias en la que todavía estaba en el recinto de la feria
comercial. “¿Asher? ¿Qué pasa?"
En los viejos tiempos, hace apenas unos meses, me había llamado "Jefe". Lo deseché,
ya que siempre nos había considerado amigos. Llevábamos años trabajando juntos. Tal vez
ese era mi problema. No había ejercido suficiente regla de hierro en la oficina. ¿Con qué
frecuencia vi a Jason? No muy a menudo, y él era el director financiero de Wainwright. Oh,
se presentó a las reuniones semanales, pero por lo demás, buena suerte al encontrarlo en
su escritorio.
Yo no lo había presionado. Tampoco me monté en el trasero de Vincent por ir y venir
casi a su antojo, incluidos los viajes de una semana a Saint Tropez casi por capricho.
Hicieron su trabajo y a la compañía le estaba yendo bien, mejor que bien, así que no tuve
quejas.
Ahora estaba luchando por mantener un punto de apoyo en un mundo de redes sociales
que ya no tenía mucho espacio para un periódico impreso semanal, y Vincent estaba usando
su tiempo libre para descubrir cómo robarme el legado de mi abuelo.
"¿Hola? ¿Me llamaste por FaceTime, extraño, por cierto, pero lo estoy aceptando, y
ahora no dices nada?
“Quería ver tus ojos cuando te pregunte si estás tratando de apoderarte de mi empresa”.
Vincent no parpadeó. "No. Pero tal vez debería estarlo.
"¿Disculpe?"
“Seamos realistas, Asher. Tu mente no ha estado completamente involucrada en el
negocio desde... bueno, ya sabes muy bien desde cuándo.
"¿Ah, entonces es así?"
“Sabes que es así, hombre. No pretendo ponértelo más difícil, pero en este clima no
hay lugar para las distracciones. Tu vida ha sido gigante durante la mayor parte de los seis
meses. Ciertamente no parece que eso vaya a cambiar tampoco”.
Vincent podría decir eso de nuevo. Ni siquiera sabía de lo último.
que había sacudido mi mundo. Nadie lo hizo, excepto Hannah y yo.
A menos que se lo haya dicho a alguien, y si es así, probablemente me estaban juzgando
ahora también.
"¿Qué quieres que haga? ¿Ignorar mis responsabilidades en casa para poder trabajar
aquí las veinticuatro siete? No me has visto volar a Saint Tropez recientemente.
“No, pero tal vez deberías hacerlo. La razón por la que necesitaba esas vacaciones es
porque me he estado esforzando mucho para asegurar la financiación a pesar de nuestros
déficits y tratando de convencer a nuestros anunciantes y socios comerciales de que todavía
tenemos algo que ofrecerles. ¿Por qué no le preguntas a Jason qué ha estado haciendo
noche tras noche cuando tuviste que correr a casa para lidiar con la alimentación?
Ha estado procesando números, tratando de equilibrar libros que no se pueden equilibrar”.
Apoyó una cadera en la mesa de conferencias junto a la que estaba parado.
Había archivos y papeles esparcidos por todas partes. “Nuestro modelo de negocio ya no
funciona, Asher. Simplemente no es así”.
"El lado de la impresión comercial todavía es bastante líquido". Incluso yo podía escuchar
la actitud defensiva en mi tono.
“Sí, lo es, pero el semanario lo está arrastrando hacia abajo. Tenemos que cortar eso
la bola y la cadena se sueltan antes de que hunda toda la operación”.
"Ese no es tu llamado a hacer".
“No, tienes razón. Tu nombre es el que está en el edificio, ¿verdad? Su boca se torció
en el resto de una sonrisa. “Solo soy el niño de la calle que se abrió camino y no se detendrá
hasta que su compañía llegue al otro lado. Entonces, no, no estoy tratando de organizar una
adquisición hostil. Más bien tengo algunas ideas de lo que podría ser. Todavía tengo la pasión
que solías tener, jefe.
Quería discutir con él. ¿Cómo se atrevía a cuestionar mi pasión cuando estaba
difundiendo rumores o lo que fuera que estaba haciendo con mi empresa?
Excepto ¿y si tenía razón? Hacía tiempo que no disfrutaba del trabajo. No podría decir
exactamente cuánto tiempo. Se había convertido en algo que manejar. Conquistar. Quería
poder mirar hacia atrás y decir que había llevado al negocio a través de su período más difícil.
Había enderezado el maldito barco, contra viento y marea.
Entonces podría estar seguro de que mi abuelo estaría orgulloso de mí.
¿Ahora mismo? Él no lo haría. No estaba haciendo un trabajo lo suficientemente bueno
para el negocio, y ciertamente no estaba logrando mi vida personal. Ahora tenía dos hijos,
para todos los efectos, y su madre no pensaba mucho en mí en ese momento. No es que la
culpara por completo allí.
Espera, ella era la madre de nuestro bebé. No de ellos. Le estaba pagando por un
servicio. No éramos una pequeña familia feliz. ¿Cómo podríamos estarlo, cuando todo lo
que parecía que sabíamos hacer era herirnos el uno al otro?
—No esparcí rumores por toda la ciudad —continuó Vincent, como si no se diera
cuenta del aluvión de pensamientos que había causado—. “Acabo de hablar con Daly. Mi
error. Pensé que era digno de confianza”.
“Nadie es digno de confianza”, dije antes de desconectar. Luego me quedé mirando
el teléfono en mi mano.
Se suponía que Vincent y yo haríamos el viaje nocturno juntos en un par de días. Eso
me dio tiempo suficiente para preparar una respuesta, ya sea para tomar en cuenta sus
sugerencias, escucharlas de verdad y darles una oportunidad, o reducir mis pérdidas.
Y deja ir a mi mano derecha.
DIECIOCHO
Encontré una alfombra de juego con doble acolchado para nuestro pequeño Houdini. Lo dejé justo afuera de mi oficina.
Tal vez podamos arreglarlo cuando regrese. Lily está decidida a ponerme canas, estoy segura. Lo juro, revisé la
aplicación de video nueve veces anoche.
Dejé dinero para comestibles y cualquier otra cosa que necesites ya que es día de compras. Tienes mis números
si necesitas algo mientras estoy fuera de la ciudad.
Tal vez una lección de cocina cuando regrese mañana. Puedes mostrarme cómo
hacer que las verduras tengan un sabor realmente delicioso.
ASHER
APOYÉ LA BARBILLA EN LA MANO Y LEÍ NUESTRO CUADERNO DE LA PEQUEÑA
COMUNIDAD otra vez. Había estado tan malditamente distraído los últimos días. Brusco y
casi seco, pero aquí, en el papel, trabajamos muy bien. Pude ver algo del verdadero Asher
que recordaba de nuestra primera noche juntos.
A veces eran viñetas sobre algún artículo sobre crianza que leyó, a veces era algo
gracioso que Lily hacía durante la noche.
Pasé unas cuantas páginas hacia atrás y pasé la mano por su letra nítida y cortante
que era una mezcla de letras mayúsculas y cursiva. Aquí, estaba la suavidad que recordaba.
Pensamientos peligrosos, niña.
Ni siquiera estaba seguro de cuál Asher era el verdadero. Simplemente no nos
conocíamos lo suficiente. Obviamente, lo habíamos hecho lo suficientemente bien como
para crear un humano, pero aparte de eso, no tanto.
Sin mencionar el abanico de billetes de cien dólares que me había dejado.
Plural.
Como si se fuera por su amante.
Vale, no señora. Tendría que haber sexo todavía para que eso sea un factor, pero aun así.
Parecía un poco excesivo para los tres para comida para una semana. No era como si cocinara
con aceite de trufa, por el amor de Dios. ¿Y no me conocía? Yo era la chica del presupuesto
original. Podría estirar un dólar.
Bueno, diez dólares. Hola inflación.
Por otra parte, mi salario era suficiente para comprar comestibles y alquilar una casa.
Semanalmente.
Ni siquiera había querido hablar de dinero con él debido al embarazo, pero tenía que poder
llevar a Lily a cualquier cita médica que surgiera.
Apenas leí el acuerdo que finalmente firmamos, salario incluido.
Todo era tan malditamente abrumador. Cocinar era más fácil de manejar.
Saqué mi iPad y hojeé la serie de recetas que había estado preparando. Hasta ahora, se me
habían ocurrido veintisiete recetas para la temporada de invierno de mi nueva empresa. De hecho,
tenía cuatro ollas de cocción lenta hirviendo a fuego lento, así como dos ollas instantáneas nuevas
que compré con mi primer cheque de pago.
Puse dinero extra en cada una de las cuentas de alimentos de mis hermanas en la universidad
y todavía tenía una buena cantidad de dinero en mi banco. Más dinero del que había visto en
mucho tiempo. Debería sentirme un poco culpable por la cantidad, pero al ver la cantidad que
gastó para comprar comestibles...
Bueno, la cosa de la culpa definitivamente ya no era un factor.
Estaba en medio de la actualización de mi sitio web para Hannah's Helping Hand Boxes
cuando apareció un texto en mi pantalla.
"Finalmente, una conversación de adultos", murmuré en voz alta.
Lo estaba haciendo mucho últimamente.
Rápidamente respondí el mensaje de texto de mi mejor amiga y corrí al frente de la casa para
encontrarme con ella. Lily estaba durmiendo la siesta de media mañana y yo estaba en modo de
trabajo intenso durante las dos horas que ella durmió. Sobre todo porque la nota de Asher era muy
precisa. Lily definitivamente era una Houdini en estos días.
Hablando de Houdini, revisé la aplicación de mi teléfono para ver el monitor de la cuna justo
antes de llegar a la puerta principal. La niña todavía estaba en forma de ángel, también conocida
como dormida. Aunque eso no duraría mucho más. hice un rapido
Mire a través de la mirilla de la puerta principal (no podía ser demasiado cuidadoso) y la abrió.
"Hola." Corrí hacia mi mejor amiga y la reuní en un abrazo feroz.
"Ey. ¿Alguien murió? Me palmeó la espalda débilmente.
Una rápida punzada de lágrimas me golpeó de costado ante el aroma familiar de vainilla y
azahar de mi mejor amigo en todo el mundo. "No. Han sido un par de semanas malditamente largas.
Me contuve y di un paso atrás. "Wow, te ves genial." Incliné la cabeza. "¿Te cortaste el pelo?"
Gabby, Gabriela Ramos, para ser exactos, se abrió paso a empujones hacia la casa y desplegó
su bufanda de kilómetros de largo que colgaba de su cuello. Estaba bastante seguro de que lo
había logrado. Si era una moda de Instagram, mi mejor amiga generalmente lo intentaba. Tejer
había estado de moda el año pasado y tenía dos bufandas para mostrar en mi armario.
"Hice. Gracias por notarlo." Se dio la vuelta en el vestíbulo antes de tirar su bolsa de viaje y su
abrigo en el pequeño banco. "Este es todo un concierto, niña".
"Lo sé. Asher es increíblemente rico, obviamente”. Colgué su abrigo y moví los dedos para que
pasara por encima de su bufanda.
—Asher, ¿eh?
Mmm. Supongo que la mayoría de las niñeras irían con el Sr. Wainwright. Ups.
Gabby se asomó por el pasillo que terminaba en el enorme comedor formal que nunca
usábamos. Sus enormes ojos marrones estaban un poco conmocionados. Sabía cómo se sentía.
La casa era muy lujosa, pero de alguna manera no fría. “Bueno, esos Wainwrights seguro que
sabían cómo integrarse en el centro de Nueva York. Estoy bastante seguro de que ellos solos
cubrieron el costo de la reconstrucción de la glorieta en el parque en Syracuse después de que la
gran tormenta destruyó el techo”.
"¿Cómo sabes estas cosas?"
Ella se encogió de hombros. "No sé. Trivia estúpida se pega en mi cabeza. Ya sabes, como si
las recetas se pegaran en las tuyas.
"¿Cómo está Juan?" Colgué su abrigo y bufanda en el armario principal.
"¿OMS?"
"¿El chico que estabas viendo en Año Nuevo?"
“Oh, ya me deshice de él. Está bien, así que técnicamente me hizo fantasma primero, pero yo
iba a hacer lo mismo. Estaba aburrido con mayúscula y B en cursiva”.
Negué con la cabeza. Gabby pasó por los hombres como pasó por sus modas de Instagram.
Pero ella era dulce, así que los hombres acudían a ella como limonada en un día caluroso. Podía
cobrar diez malditos puntos por un vaso de limonada y
seguirían viniendo por más. Había algo en ella que hacía que los hombres quisieran cuidarla.
Desafortunadamente, a ella le encantaba dejarlos. Y los que eligió no tenían un plan a
largo plazo sobre nada, incluida ella.
Había perdido la cuenta de cuántas veces le habían roto el corazón, pero de alguna
manera siempre se levantaba y lo intentaba de nuevo. Estaba convencida de que el Príncipe
Encantador andaba por ahí.
“Empecé a salir con otro chico, Frank, pero luego me besó, y la chispa murió una muerte
trágica bañada en halitosis”.
Arrugué la nariz. "Sí, eso no funcionará".
"De ninguna manera. Me gusta besar y el pato y la cubierta solo deben usarse para
incendios o esconderme de Mami durante las vacaciones cuando me pregunta por qué no
estoy casado todavía”.
"Ella se da cuenta de que estamos en la mitad de la veintena, ¿verdad?"
Gabby miró por encima del hombro mientras navegaba por la sala de estar hacia el gran
arco que conducía a la cocina. El plano de planta abierto de esta casa significaba que había
muchas formas diferentes de explorarla. “En lo que respecta a Mami, ya debería estar
escupiendo un segundo hijo. Si fue lo suficientemente bueno para ella, es lo suficientemente
bueno para todas sus chicas”.
Instintivamente puse mi mano sobre mi vientre aún plano. Bueno, casi plana, ya que
había disfrutado demasiado mi cocina desde que mis hermanas se fueron a la escuela.
¿Comiendo mis sentimientos? Elegí verlo como si me estuviera asegurando de que mis
recetas funcionaran.
Incluso si las cosas con Asher no funcionaban, tenía a la familia Ramos en quien
apoyarme. Bonnie siempre me trató como a una de sus hijas. Ella tenía cuatro de ellos por
sangre, entonces, ¿qué era uno más? Al menos eso era lo que ella siempre me decía.
Tal vez tendría que creerle algún día.
Sobre todo porque Asher y yo no podíamos estar en la misma habitación sin un silencio
tenso o conversaciones sobre la crianza de los hijos entre nosotros. Y ninguno de ellos era
sobre el bebé que estaba esperando. Los dos seguimos evitando ese.
Todo se trataba de Lily en este momento.
Seguro en todos los sentidos. Era como si ella fuera un muro mutuo real sobre el que
hablábamos todos los días como vecinos. Hasta la noche. Luego nos fuimos a nuestros
rincones separados. Después de limpiarnos de la cena y acostar a Lily, Asher se encerraba
en la oficina de su casa y hacía... lo que fuera.
lo hicieron los magnates de las grandes empresas. No estaba seguro porque él nunca
compartió nada conmigo.
Excepto las miradas calientes y pesadas a través del pasillo en medio de la noche
cuando peleábamos por quién cuidaría de Lily cuando despertara con una de media
docena de necesidades. Las últimas noches habían sido extremadamente intensas. Todo
era juego justo para su boca últimamente.
Estaba bastante seguro de que su baba pronto sería parte de mi ADN.
"Niña, nunca voy a quitarme esos cinco kilos de encima si sigues cocinando cosas
con galletas".
Alcancé a Gabby y me reuní con ella en la enorme isla de la cocina. “Mantén esas
patas fuera de mi masa. Todavía no ha terminado de descansar”.
"Hablando de, ¿cuántas entregas tengo que hacer hoy?"
"Siete."
"Oye, eso es bastante bueno".
Me encogí de hombros. “Está creciendo lentamente. Mejor que los tres de la semana pasada.
"Boca a boca. Mi mamá te habla todo el tiempo. Por supuesto, ella llama a su sitio
web Facebook, pero pequeños pasos”. Puso comillas en el aire alrededor de la palabra
Facebook.
Me reí. "¿Estás seguro de que no te estoy impidiendo nada esta noche?"
Sacó la tapa de una de las ollas de cocción lenta y gimió. “¿Temporada de trajes de
baño? ¿Que hay ahi?"
"Estofado de carne."
Antes de que pudiera alcanzar la comida burbujeante y quemarse, le di un golpe en la
mano. "Siéntate, te haré un tazón".
Me hizo una mueca pero siguió la dirección. "¿A qué hora se acuesta el niño?"
Son sólo las diez y media de la mañana.
Ella puso los ojos en blanco. “Lo sé, pero ya estoy pensando en esta noche. Incluso
traje una botella de vino. Miró su reloj. Y son las once, gracias.
Ese vino iba a ser una fiesta para uno. Dios, tenía que contarle todo y no sabía cómo.
"Ni siquiera he hecho la salsa para esto todavía". Pero le serví un poco de verduras y carne
porque sabía que ella lo comería sin importar las galletas y la salsa. Puedo hacerte un
sándwich.
"No. Estoy listo para lo que sea”.
Negué con la cabeza y agregué un poco de caldo. "Gracias por venir a ayudar".
"Seguro. Es más fácil para mí hacer las entregas alrededor del trabajo de transcripción
que hago que para ti poner a Lily en un asiento de auto. No es que un niño lindo no ayude a
vender cosas. Probablemente pensarían que eres una madre soltera y duplicarían su pedido”.
Tragué. Esa sería una declaración verdadera en unos pocos meses. “Sí, bueno, si las
cosas se ponen un poco más grandes, ambos estaremos haciendo entregas. Al menos esa
es la esperanza”. Dejé de lado el pánico de contarle a mi mejor amiga todas mis noticias. "De
todos modos, esa práctica cosa bilingüe te mantiene ocupado todo el tiempo, por lo que sigue
siendo una gran pregunta".
Ella me despidió y me miró con ojos de corazón cuando puse la comida frente a ella.
"Todo está bien. Me aleja de la pantalla. Puaj. Me encanta la comida de mi madre, pero tú
haces la mejor comida reconfortante del maldito estado.
“¿Incluso si no tiene especias españolas?”
Acercó la nariz al cuenco. "El romero es igual de bueno".
Enhariné la encimera de mármol y usé mi cortador de acero para hacer pequeños
montones. “Agregué otra media docena de recetas al sitio. Con suerte, eso hará que la gente
quiera probarme”.
"¿Cuántos tienes cocinando hoy?" Ella agitó su cuchara.
“Seis y tres tipos diferentes de galletas preparadas en el refrigerador”.
"Estás loco. Son seis comidas completas diferentes para un cliente cada una”.
“Es una buena manera de probar las recetas. Y lo que queda me congelo
porciones del tamaño de un hombre para Asher. Su horario es una locura.
“Entonces, ¿cómo va eso? Eso es mucha carne de hombre para tener que trabajar. No
estoy seguro de poder hacerlo sin tratar de abalanzarme sobre él. Especialmente desde que
busqué al Sr. Asher Wainwright en Internet solo para ver cuán hermoso era este nuevo papá,
y chica, eso está mal”.
Tiré la masa de galletas del bol. "Bien. No es un gran trato."
Acaba de quedar muy embarazada y luego decidió tener sexo con él en pareja.
más veces como un idiota. No es gran cosa.
¿Se suponía que debía soltarlo?
Oh Dios. ¿Cómo iba a decirle a mis hermanas?
Todo era un cúmulo. Excepto cocinar. Que podría hacer. Y
concentrarme para no perder la cabeza por completo.
“De alguna manera no te creo. Está caliente con cinco emojis de fuego”.
Más como diez. Más aún cuando estaba desnudo. En mi ámbito limitado, es
Era un hombre raro que se veía tan bien con un traje como sin uno.
“Es atractivo, pero eso no es gran cosa”.
Excepto que me sigue en sueños casi todas las noches.
Seguí reviviendo la noche de la tormenta de nieve de Nochevieja. Cómo me tocó y nunca
se detuvo. Cómo estaba loco por mí y me hizo igual de salvaje por él.
“Dile eso a tus mejillas sonrojadas, chica.” Gabby se inclinó hacia adelante, su cuchara
goteando en el mostrador.
Tomé mi botella de spray y una toalla para limpiar después de ella.
Ella solo puso los ojos en blanco y levantó el tazón, tomando otro trozo de zanahoria
antes de volver a dejarlo. “No te culpo. Es como una película de Hallmark que cobra vida.
Dulce padre soltero que te necesita desesperadamente.
Habla de fantasía. Quiero decir, no sé si es dulce, pero asumo que no es un monstruo. Aunque
he visto los que tienen al tipo gruñón que es inepto, y esos son igualmente atractivos”.
Cuando no dije nada, dejó la cuchara con un chasquido.
"¿Qué?"
Ella entrecerró los ojos hacia mí.
"¿Qué?"
"¿Como pudiste?"
"¿Cómo podría yo qué?"
"¿Estás coqueteando con este tipo?"
"¿Podemos dejar de hablar de Asher?"
“No lo sé, ¿podemos? Parece que es un tema interesante”.
"No precisamente. Apenas hablamos.
Simplemente nos gusta usar nuestras lenguas y otras partes del cuerpo.
Dios, tantas otras formas de usar nuestra boca.
“Está bien, entonces, ¿cuál es el problema? Puedes tener los hots para tu jefe.
Nos dirigimos a 2020. No es gran cosa”.
"Estoy embarazada."
“¡Guau! ¿Qué? ¿Cuando pasó eso? ¿No eras virgen hace como un segundo?
Estudié mis dedos enharinados, quitando la masa pegajosa con
lentitud esmerada. "No exactamente. Más como hace tres meses.
“¿Y no me lo dijiste? Espera, en realidad finalmente obtuviste una polla y
no me dijiste? En primer lugar, eso no es genial. ¿Pero bebé? ¿OMS? ¿Cómo?"
"¡No sé!"
Estaba bastante seguro de que su mandíbula se dirigía al suelo. “¿No sabes el nombre
del tipo? ¿Quién eres?"
“No, sé su nombre. Quiero decir, no sé cómo sucedió. Usamos un condón, maldita sea.
Finalmente me armé de valor para intentarlo con un hombre que me hizo sentir algo y quedé
embarazada de inmediato”.
“Madre di dios. Mi peor pesadilla. Por otra parte, tenía más de diecisiete años cuando
dejé que Paul Carson reventara mi cereza. Pero no estamos hablando de eso”.
O el hecho de que dejaste que Paul hiciera estallar. ¿Que estabas pensando?"
“Hubo circunstancias atenuantes y una desafortunada cantidad de Fireball en mi
sistema. Era un muy buen besador, pero no me distraigas.
Esto no se trata de mi virginidad”.
Fue muy fácil distraerla, pero por supuesto, esta tenía que ser una
de esas raras veces que no se fue por la tangente.
"Entonces, tuviste una aventura de una noche que terminó con ..." Ella miró hacia abajo.
en mi medio. "¿Qué tan avanzado?"
"Año Nuevo."
"¿Y no me dijiste?"
"Me acabo de enterar. Soy una de esas mujeres raras que casi tiene su período incluso
después de estar embarazada, lo que parece excesivamente cruel ya que eso debería ser
una ventaja. Al menos no es algo continuo. Simplemente me engañó haciéndome creer que
estaba limpio”.
“Eso es raro, pero ¿por qué no me lo dijiste? ¿Fue tan malo? ¿Era un vagabundo o algo
así?
"No. Él fue increíble. Fue increíble —sollocé mientras las lágrimas brotaban de la nada.
Después de esa noche increíble, ahora tenía este frijolito creciendo dentro de mí.
Y no podía enfadarme por eso, aunque no supiera cómo arreglar las cosas con Asher en
este momento.
Corrió alrededor de la isla de la cocina hacia mí. "Oh, no. No llores, entonces empezaré
a llorar”. Me rodeó con los brazos. "Está bien. Haremos esto juntos como hacemos todo.
Ojalá me lo hubieras dicho. Sabes que no tienes que hacer todo solo, ¿verdad?
"Lo sé." Apoyé mi mejilla en su hombro, su suéter suave me tranquilizó tanto como su
olor familiar. Sin embargo, no me quedé allí mucho tiempo, o sería un desastre. Era mi
defecto solo lidiar con las cosas y seguir adelante.
“Entonces, coquetear con el tipo rico y atractivo es definitivamente un poco extraño. Lo entiendo."
"Sí, sobre eso".
"Ay dios mío. ¿Ya te acostaste con Asher también? Cuando te pones en marcha,
realmente te pones en marcha”.
Tuve que reír, porque ¿qué más podía hacer? "No exactamente. Quiero decir: si,
Me acosté con Asher, pero…
"¿Pero que? Wow, por el estado de tus mejillas, voy a decir que tienes las llaves de la
ciudad del orgasmo, pero de nuevo, no me lo dijiste.” Ella sacudió mis hombros.
“No pude. Ni siquiera quería reconocerlo, especialmente porque arruinamos las cosas
tan pronto como nos desnudamos. Es como si pusiera su pie talla doce en su maldita boca
justo después.
Ella inclinó la cabeza. “¿Talla doce? Wow, entonces es rico y colgado? Eso parece injusto.
"¿Por qué? ¿Porque tiene los pies grandes?
Ella me dio una mirada suave.
"¿Cómo se supone que voy a saber?"
"Bueno, has estado con dos chicos".
"UH no. Es el bebé de Asher.
"Esperar." Gabby se apartó el pelo de la cara y la exasperación iluminó sus ojos. “Solo
has trabajado para él durante una semana”.
"Sí, es complicado".
“Necesito más comida para entender todo esto. Como mucha más comida.
Y tienes que explicar. Pronto."
Volví a mirar mi masa de galletas cortada de forma desigual con un suspiro. Incluso
hablar de Asher hizo que el caos se apoderara de mi vida. ¿Cuántas veces había dividido la
masa de galletas esta semana? Ah, solo todos los días.
Fue a la gran olla de cocción lenta y se preparó otro cuenco. Luego vi las galletas de
queso que había reservado para mis clientes.
"Ey."
Ella tomó uno con un encogimiento de hombros. “Tu penitencia por no contarme todo
los buenosbienes, mujer. Ahora derrama.
Y lo hice. Le conté sobre la tormenta de nieve y lo maravilloso que había sido por primera
vez. Al menos solo tenía mi experiencia para guiarme. Por supuesto, luego estaba el hecho
de que me separé a la mañana siguiente como si hubiera sido un pequeño secreto sucio.
Luego sobre Bess y cómo terminé trabajando para él y cuán loca se había vuelto mi vida.
Los enormes ojos marrones de Gabby eran como platos cuando terminé. Y otro tazón de
estofado se había ido.
"Guau."
"Sí. Entonces, pueden ver que han sido unas pocas semanas tensas”.
“Sí, pero no tenía por qué ser así. Podrías haber venido a mí.
“No sabía cómo”. Tiré mi masa de galletas con exceso de trabajo a la basura. Tonterías. Eso me
haría retroceder, y Lily podría despertarse en cualquier momento. “Estaba tratando de dejarlo atrás y
poner mi negocio en marcha. Hola, acabo de enviar a mis hermanas a la universidad. Realmente no
estaba interesado en hacer todo esto de nuevo”. Señalé los biberones en el tendedero.
Tus hermanas no eran bebés cuando te hiciste cargo.
“No, pero ayudé a criarlos. Estoy bien versado en todo esto. Pero Lily es tan dulce y Bess es una
fuerza. Y Dios, el dinero parecía que sería bueno. Luego entro en esta loca mansión y encuentro a
Asher”.
"Hola, amigo de una noche caliente".
“Pensé que haría esto hasta que Hannah's Helping Hand Boxes despegara. Ni siquiera sabía
que estaba embarazada cuando acepté el trabajo. Bueno, me obligó a hacerlo, aunque ya adoraba a
Lily. Entonces…” Suspiré.
“Entonces tienes un papá bebé y un jefe. Realmente eres una película de Hallmark. Una sucia,
pero ¡vaya!
"Callarse la boca."
Ella movió las cejas. "En serio. Tuviste mucha suerte con el
buena cosa de nookie. Eso no suele pasar la primera vez”.
“Los orgasmos son el menor de mis problemas. Tengo un negocio a medias, sí, pero…”
"¿Pero que? Tienes una situación libre de alquiler aquí y un bebé adorable para cuidar mientras
haces las cosas. Demonios, finalmente puedes vender la casa de tus padres. Nunca te encantó estar
allí de todos modos.
"Excepto que podría necesitar esa casa, después de todo".
“Las chicas están súper felices en la universidad. Ya ni siquiera vienen a casa de vacaciones”.
"Sí, bueno, podría necesitarlo para mi bebé".
"Le dijiste a Asher, ¿verdad?"
"Por supuesto lo hice. Es tan malditamente incómodo que ni siquiera hablamos de eso. I
No puedo contar con que se quede.
"A la mierda eso".
"¡Gabriela María!"
Ella se sonrojó. “No uses esa voz de mamá conmigo. Aunque es bueno.
Eres natural.
Bajé la frente hasta la fría encimera de mármol. Necesitaba un tiempo fuera. "Te odio."
Ella siguió comiendo. Fuerte. Al menos por sus sorbos me di cuenta de que mi comida
era buena. “Nah, me amas. Ahora que eliminé por completo mi dieta, comencemos a
empacar a estos chicos malos, ¿eh?
Me enderecé. "Ese es un buen plan".
Como si estuviera esperando a que me preparara para trabajar, los llantos de Lily
crepitaban en el monitor de bebé. "Sostenga ese pensamiento."
"¿Quieres que empiece?"
Mis manos picaban por hacerlo. Tenía una forma particular en la que quería que las
cosas se empaquetaran. Pero honestamente, algo tenía que ceder. Necesitaba ayuda si
mi negocio iba a seguir creciendo. "Gracias. Eso seria genial. Las cajas están en el
armario junto a ti.
Se inclinó y comenzó a hurgar. "Estos son tan lindos".
Agarré mi teléfono. "Regresaré en unos minutos."
Ella me despidió. "Tengo esto. No hay problema."
Tal vez las cosas estaban mejorando un poco. Subí las escaleras a la guardería.
y deseé a Dios que hubiera revisado el video antes. "Ay, Lily".
Evidentemente, Houdini ahora también sabía cómo quitarse el pañal. Y definitivamente
no fue un pañal feliz.
Era hora de probar uno de esos sacos de dormir de los que había hablado con Asher.
Limitarían su movilidad lo suficiente para que no pudiera escalar ninguna cuna.
O tirar cualquier caca.
La levanté y me dirigí directamente al baño. Iba a ser un día largo.
Bienvenida a tu nueva vida, Hannah.
DIECINUEVE
“LILIA, NO.” SUSPIRÉ Y TIRO LAS DOS OLLAS QUE PLANEABA LAVAR en el fregadero.
Mi pequeña pelirroja favorita estaba casi irreconocible. Tenía SpaghettiOs pegados en sus mejillas
hasta la línea del cabello. Pequeños triángulos de perritos calientes que había cortado para ella cubrían
el suelo alrededor de su silla alta. Estaba empezando a familiarizarse con la comida humana a base de
azar.
El resto de los perritos calientes habían sido mi almuerzo, ahora frío.
Por lo general, preparaba algo mucho más nutritivo para ella, pero estaba muy cansado después
de mi noche de chicas con Gabby. Incluso sin el vino, habíamos hablado hasta bien entrada la noche.
Y como era un demonio, me había sacado demasiados detalles sobre Asher.
Agregue las cinco horas de sueño que había logrado dormir, gracias, Baby Orajel, y estaba lista
para una siesta con el niño. Lily, sin embargo, no tenía tales planes para dormir. Además, necesitaba
otro baño gracias a su abyecto fracaso con los bocadillos.
A Emma le encantaban los SpaghettiOs. La recuerdo igual de cubierta con ellos cuando ayudaba
a mi mamá con la hora del almuerzo.
Parpadeé para contener el rápido pinchazo de las lágrimas. Fueron momentos como este los que
me hicieron extrañar más a mi mamá.
El hecho de que estaba seguro de que tenía una foto de Emma en un estado similar al de Lily me
hizo tomar mi teléfono del mostrador y capturarlo para la posteridad.
Tal vez a Asher le gustaría verlo. Metí mi teléfono en mi bolsillo trasero y busqué las toallitas húmedas
para bebés que tenía listas. "Tú, mi princesita, eres un desastre". Empecé con su mano y saqué fideos
de su puño con la primera toallita. "Dios mío. ¿Qué diría tu papá?”
“Él decía, ¿qué diablos le pasó a mi cocina?”
Me di la vuelta, la pasta aplastada me manchó el delantal. —Asher, hola. Mi corazón se
aceleró cuando rápidamente me volví hacia Lily. “Oh, esto no es nada. Deberías ver lo que
hizo con los guisantes ayer. Me moví a un lado. "Di hola, Lily Patch".
Su chillido encantado me llenó de alegría. Ella era realmente la bebé más linda.
Cuando volví a mirar a Asher, en lugar de la suave sonrisa que normalmente encontraba
en su rostro, estaba frunciendo el ceño. El agotamiento cavó paréntesis a ambos lados de su
boca distraída. Todavía llevaba sus gafas de sol de aviador y su corbata escarlata estaba
torcida.
"¿Como estuvo tu viaje?"
"Bien."
Mi columna se estremeció. Su voz era tensa. “Nos atrapaste justo en el
medio de la loca hora del almuerzo. Está descubriendo la gloria de…
"¿Alimentos procesados? ¿Es eso lo que le estás dando de comer? ¿Qué le darás de
comer a nuestro bebé?
"¿Disculpe?" Se me cayó la toallita de bebé que estaba usando. Lily inmediatamente lo
recogió de la bandeja y se lo metió en la boca. Su dulce risa se convirtió en lágrimas
instantáneas al sabor del jabón ligero en el material. "Maldita sea", murmuré mientras abría la
bandeja para desabrocharla.
“¿Qué pasó con mi cocina?”
“Estaba trabajando en mis comidas para mi negocio. Estaba a punto de limpiar cuando tu
hija decidió tirar la comida. Entonces, sí, estaba un poco atrasado con los platos”.
“Tu único trabajo debería ser cuidar de Lily. Para eso te pago.
Abracé a Lily más fuerte contra mí. Sabía que él no era este tipo en el fondo. Era
demasiado bueno con Lily, y conmigo cuando se permitía relajarse, pero en este momento, él
era el Asher rígido que me hizo querer empacar mis cosas y salir corriendo.
“Este acuerdo solo funciona mientras ambos estemos contentos con él. ¿Qué se supone
que debo hacer cuando ese ya no sea el caso?
Su mandíbula se cerró. "¿De verdad eres tan infeliz?"
Allá. El destello de miedo me hizo querer abrazarlos a ambos y nunca soltarlos. Pero yo
seguía siendo yo. Había dejado de lado todo lo que necesitaba antes para ser la roca para
alguien. Dos alguien, y todo estaba sucediendo de nuevo.
La culpa me inundó, incluso cuando mi columna vertebral se puso rígida. no podía dejarlo
ferrocarril mí. Lily era la persona más importante en todo esto.
Y nuestro hijo.
“No soy solo una mamá, Asher. Ni siquiera soy totalmente una mamá todavía y lo sé.
Quiero más. Siempre voy a querer más. ¿Está bien que tú tengas una carrera y yo no?
"Yo nunca dije eso." Se pasó los dedos por el pelo. "Eres la mujer más capaz que
conozco".
Lily metió la cara en mi cuello y sus gritos se calmaron mientras me balanceaba con
ella. "Entonces no vengas aquí con esa actitud y descargues tu día de mierda conmigo".
Su rostro se cerró. "No pretendas saber lo que está pasando con mi día".
"¿Por qué habría? Entras aquí con el ceño fruncido en lugar de venir a
verla. Ella te extrañó anoche.
Echó la cabeza hacia atrás.
Sabía que era un golpe directo. También sabía que era una mierda decirlo cuando
estaba exhausto, pero no me importaba. Estaba cansado de su mierda.
Estaba bastante cansado de todo.
"Tengo que limpiarla". Lily extendió una mano hacia él mientras pasábamos. No podía
alejarla de él. No fue justo. Para su crédito, él no se apartó de sus dedos pegajosos. Se
inclinó y besó su pequeña mano regordeta, y su olor me hizo querer inclinarme hacia él
para dejar que me abrazara. Para hacerme sentir un poco mejor. Y eso era demasiado
peligroso.
No podía contar con nadie más que conmigo. Ver a todos alejarse de mí me recordaba
eso todos los malditos días.
“Lo siento, Hannah. Nunca menospreciaría tu trabajo. No quiero que pienses que
tienes que trabajar. Tú, Lily y nuestro bebé son todo lo que me importa”.
“Tienes una forma graciosa de demostrarlo”. Mi voz estaba ronca por la emoción.
Sabía que lo decía en serio, pero apestaba mostrándolo a menos que lo acorralara.
Antes de que pudiera decir algo más, escapé de la cocina y subí las escaleras. El labio
inferior de Lily tembló, pero no emitió ningún sonido. Ella sólo me abrazó más fuerte. “Lo
siento, pequeña. Simplemente me vuelve loco”.
Al final de su baño, se estaba riendo una vez más. Me tomé un poco de tiempo extra
para jugar con ella con el jabón para bañera que había recogido. La espuma estaba
coloreada y pegada a los azulejos hasta que la enjuagué. Mantenerla en el asiento de la bañera era
cada vez más difícil. Independencia era su segundo nombre. Usé la configuración de flujo bajo
y la enjuagué tanto como las paredes.
Ambos estábamos riendo cuando la envolví en su toalla con capucha de tortuga, luego
jugamos en la alfombra nueva que Asher le había comprado. No podía esperar para dejarlo
hasta que regresara. No con su nivel de acrobacias y ganas de escalar.
Siempre estuve preocupada de que llegara demasiado tarde y ella se rompiera un brazo o
su maldito cuello.
Pero esta vez con ella? ¿Las tardes en las que nos sentábamos y leíamos media docena
de libros? Este fue nuestro momento favorito. Su esponjoso cabello castaño rojizo se volvía
más rizado cada día, y sus ojos a menudo estaban muy abiertos por la fascinación.
Se había enterrado dentro de mi corazón tan rápidamente. El lugar que ella había hecho
sería suyo para siempre, estaba seguro.
Ella se acurrucó cerca, con el pulgar en la boca. No era una chupada de pulgar por
naturaleza, pero cuando estaba cansada, parecía ser lo primero que buscaba. Le leí Winnie
the Pooh por tercera vez y no terminé la historia antes de que los dos nos durmiéramos.
Me desperté cuando Asher me quitó al bebé de las manos. Estaba tan cansada que me
había quedado dormida sentada. Su suave voz cantarina casi de inmediato tranquilizó a Lily
para que volviera a dormir.
Si fuera inteligente, le habría dicho que la despertara. Cuando dormía demasiada siesta
por la tarde, era imposible hacer que se fuera a la cama, pero eran tan dulces juntos que no
podía apretar el gatillo con sentido común.
Él la bajó y se inclinó sobre la baranda de la cuna, su gran mano acariciando su espalda
con tanta delicadeza que mi pecho se contrajo. Cuando retrocedió y se giró hacia mí, fue casi
como si estuviera avergonzado de que lo atraparan atendiendo a ella. Pero luego extendió su
mano hacia mí y me ayudó a ponerme de pie.
En lugar de dejarme ir, me acercó más, tocando su frente con la mía. Siempre parecía
oler a cuero y tinta, una relajante combinación de lo antiguo y lo nuevo.
Mientras su gran mano acariciaba mi espalda, hubo un claro
sabor diferente a las emociones rodando a través de mí.
Sweet Asher era algo con lo que no sabía muy bien cómo lidiar. Que hiciera un cambio
tan rápido y claro en el hombre físico con el que todavía soñaba me dejó sin aliento. No pedía
nada más que cercanía.
El aire estaba cargado entre nosotros y no pensé que hubiera dicho que no si él se hubiera
inclinado y me hubiera besado.
La indecisión se arremolinaba en sus ojos color avellana, pero luego me dio un suave
beso en la sien y se alejó de mí.
Estaba a punto de perseguirlo para preguntarle qué demonios se suponía que debía
hacer con estos sentimientos cuando Lily se movió. Asher se detuvo en la puerta, pero le hice
señas y la levanté. Habíamos dormido la mayor parte de la tarde.
Y mi horario ahora era un desastre.
La vestí y salimos al pasillo. Negué con la cabeza ante la puerta cerrada de la oficina de
Asher. “Vamos, niña. Es hora de empacar las cenas para que las recoja Gabby.
Después de que bajamos a la cocina, en lugar de encontrar un desastre, descubrí que
Asher había lavado todos los platos. Incluso los apartaría.
Francamente, me sorprendió que supiera adónde fueron. Por otra parte, descubriría lo poco
que sabía cuando fui a buscar ollas y sartenes.
Pero era el pensamiento lo que contaba. Y me había ahorrado unos treinta minutos de
limpieza.
Arrastré el paquete y jugué desde la sala de estar y puse a Lily con sus juguetes favoritos
como era nuestra rutina. Era una ávida fanática de Harry Styles y Taylor Swift, que era la peor
parte de mi lista de reproducción favorita actual.
A veces, una mujer solo necesitaba un poco de angustia y felices para siempre mezclados.
El resto del día fue borroso. Gabby no tuvo suficiente tiempo para una visita, por lo que
estuvimos solo nosotros dos durante todo el día. Asher ni siquiera bajó a cenar. Por otra parte,
no subí y lo invité a bajar.
Pero teníamos un horario y él lo sabía. Al menos eso fue lo que guardé.
diciéndome a mí mismo cuando estaba limpiando las zanahorias coladas de la cara de Lily.
Tal vez fue mejor que se hubiera quedado encerrado. Probablemente fue lo mejor que
nos quedamos en nuestros propios espacios por un tiempo.
Dejé un plato envuelto en el mostrador para Asher y subí a hacer
nuestra rutina nocturna. Por una vez, Lily cayó sin ningún problema.
Sin saber qué hacer conmigo mismo, traté de acurrucarme en la silla de mi habitación con
mi diario. Se había convertido más en una captura de trabajo y recetas todos estos días, pero
no estaba manteniendo mi interés como solía hacerlo. Estaba inquieto en extremo. Una parte
de mí quería marchar a la oficina de Asher.
y preguntarle qué diablos estaba pasando entre nosotros, pero la otra mitad de mí realmente no
quería saber.
Las respuestas significaban que tendría que enfrentarme a todas estas... cosas. Criar a un bebé
con un hombre que apenas conocía pero que añoraba. Un cuerpo traidor que estaba creciendo como
humano pero que realmente no se sentía tan diferente.
En todos los libros para bebés que estaba leyendo, hablaban de cambios y hormonas y de
muchos aspectos diferentes del embarazo. ¿A mí? Sólo quería desnudarme hasta quedar en nada
por la noche. ¿Fiebre primaveral o embarazo? ¿Quién iba a decir?
No había tenido náuseas desde el primer día. Por lo que sabía, eso podría haber sido
nervios
El dolor de senos y el aumento del deseo sexual eran los únicos signos con los que realmente
podía identificarme. Ni siquiera sabía si era por estar embarazada o por tener buen sexo que no me
había dado cuenta de que me estaba perdiendo.
No pude conformarme en toda la noche. Al final, lo único que sonaba
bueno para mí fue el helado.
Miré por el pasillo. Tanto la puerta del dormitorio como la de la oficina de Asher estaban
cerradas. Bueno, su oficina de arriba. También tenía una biblioteca en la planta baja, una habitación
en la que me encantaba esconderme. No quería analizar si estaba trabajando más arriba para
dejarme con la biblioteca.
Algunas cosas era mejor dejarlas solas.
Me deslicé, mi bata agitándose a mi alrededor mientras bajaba sigilosamente las escaleras.
Las luces estaban apagadas, así que supe que Asher finalmente había bajado a comer algo en algún
momento entre la hora de acostarse de Lily y la mía.
Fui directo al congelador. "¿Dónde estás?" susurré mientras cavaba más profundo en el cajón
inferior del congelador de la nevera. Sabía que había escondido medio galón de dulce de mantequilla
de maní.
"¿Buscando esto, tal vez?"
Grité y me di la vuelta. Mi corazón dio un vuelco cuando cerré el cajón. "¿Estás tratando de
darme un ataque al corazón?"
El rápido destello blanco a la luz de la luna me dijo que estaba más divertido que arrepentido.
"¿Por qué estás comiendo helado en la oscuridad?"
"Podría preguntarte lo mismo".
"Bueno, ¿tienes otra cuchara?"
"No, pero puedes compartir el mío".
Me crucé de brazos para disimular mi estado muy sin sostén. Podría conseguir mi propia
cuchara, por supuesto, pero algo me dijo que fuera a sentarme con él en el pequeño banco.
sentado en la esquina de la cocina. Los listones de las persianas lo dejaron en la sombra, pero
había suficiente luz para decirme que estaba sentado allí sin camisa.
Vuelve arriba, Hannah.
Ignorar esa voz siempre fue malo para mis bragas. Demonios, era la razón por la que
estaba en toda esta situación. Sin embargo, me encontré cruzando la habitación para sentarme
frente a él en la mesita donde de vez en cuando compartíamos una comida.
Solo que esto se sentía mucho más íntimo.
Aun así, no encendí la luz. Me gustaba la oscuridad. Me gustó la suavidad
entre nosotros.
Tal vez necesitábamos la cobertura de la noche para ser realmente civilizados el uno con
el otro.
"¿Veo que te sentías un poco acalorado esta noche también?"
Bajó la mirada a su pecho. “He estado atrapado en un traje durante días. I
Ni siquiera quería usar una maldita camiseta esta noche.
"No puedo decir que me importe". Miré mis uñas astilladas. Los últimos vestigios de mi
noche de chicas ya se estaban desvaneciendo ya que hacía tanto con mis manos durante el día.
Dios, me picaban las palmas de las manos por cruzar la mesa para ver si su pecho estaba
tan caliente como recordaba.
"Es bueno saber que te gusta al menos una parte de mí".
"¿Sentir lástima por ti mismo otra vez?"
Sacó una cucharada de helado de la caja. "Nunca me dejes salirme con la mía, ¿verdad?"
“Bueno, sabes que eres atractivo. Todos los hombres atractivos saben que lo son.
Levantó la vista del cartón. "¿Disculpe?"
“Oh, entonces no sabes que estás luciendo un paquete de seis o un paquete de ocho o
¿Qué está pasando allí?
"¿Te gustaría ver mejor?"
"No. Recuerdo."
No dijo nada, pero esa sonrisa estaba de vuelta.
"¿Vas a compartir?"
Sus labios se torcieron, pero luego le tendió la cuchara. No estoy seguro de qué me poseyó
para inclinarme y aceptarlo, pero me observó con mucho cuidado deslizar la cremosa perfección
de la cuchara. Puede que me haya lamido los labios un poco más de lo necesario. Tal vez.
El gemido que dejó me hizo sonreír de vuelta. Se sentía bien recuperar una posición más
equilibrada con él.
Al menos ambos estábamos igualmente locos.
"¿Qué estás haciendo aquí abajo en la oscuridad?" Yo pregunté.
Su sonrisa se desvaneció. Maldita sea, no podía dejar que solo fuéramos nosotros sentados aquí
disfrutando de un regalo. No.
“No podía dormir.” Raspó otra cucharada para mí.
"Yo tampoco." Lo tomé y la dulzura fresca se derritió en mi lengua.
"¿Por qué?"
Me encogí de hombros. "Inquieto. Caliente. Aburrido. Elige tu opción."
"¿Todo lo anterior?"
Otra cucharada y un dolor de cabeza por helado se dirigían hacia mí.
Cuando negué con la cabeza, se comió el siguiente.
"¿Qué pasa contigo?"
“Tengo algunas decisiones que tomar que no me hacen muy feliz”.
"¿Es por eso que has estado tan gruñón?"
Me dio una media sonrisa mercurial. "Algo de eso."
"¿Y el resto?"
Sus ojos oscuros brillaban en la penumbra. A veces, el color avellana se inclinaba hacia el
tono marrón más profundo. “Me cuesta mucho trabajo evitar cruzar el pasillo todas las noches y
meterme en tu cama”.
"Oh." Mi corazón martilleaba mientras retorcía mis dedos debajo de la mesa.
“Sé que no merezco ese privilegio”.
No supe cómo reaccionar ante ese confesionario. No cuando tuve un problema similar
siguiéndome. "Nunca tuvimos un problema con el dormitorio, Asher".
"No, seguro que no lo hicimos".
No estaba exactamente seguro de cómo evitar esa mina terrestre. Si habláramos de tiempo
desnudo, habría un charco de helado en la mesa. Probablemente debajo de mi trasero cuando
me puso sobre la mesa. Ya sabes, por ejemplo.
Señor, no necesitaba estar pensando en eso. Ya estaba caliente y molesto con su olor tan
masculino en el aire entre nosotros. Especialmente mezclado con mi helado favorito últimamente.
“¿Qué decisiones necesitas tomar?” Pregunté en lugar de ir por ese camino.
"¿Simplemente vas a ignorar lo del pasillo?"
"¿Ahora mismo? Sí."
Sus pestañas estúpidamente largas se deslizaron sobre sus mejillas, y las
sombras de la luz de la luna esculpieron su rostro anguloso en líneas aún más
fascinantes. Todo se mezcló para acercarme más a él, y no solo por sus dulces golosinas.
Sus salados eran igual de atractivos.
Y esa línea de pensamiento definitivamente iba a derretir el helado.
El instinto me empujó a arriesgarme. Me puse de pie y le di un codazo en su
lado de la mesa. Aparté el helado y tomé su mano. “¿Qué es lo que te pesa tanto?”
Tragó saliva pero no dijo nada.
Tomé su mejilla. “Decir las cosas en la oscuridad lo hace más fácil. Así es como mis
hermanas me contaban los problemas más aterradores a los que se habían enfrentado.
Por otra parte, los suyos eran más sobre cómo romper con un chico”.
"Bueno, esto es una especie de ruptura".
me preparé. ¿De eso se trataba todo esto? No supo dejar
me abajo fácil? ¿Para alejarse?
“Estoy pensando en dejar mi empresa. Al menos las operaciones del día a día”.
"¿Qué?"
Ese no era el ángulo que esperaba.
“No los aburriré con los detalles del negocio editorial, pero no hace falta decir
que las cosas están cambiando a lo grande. He estado aguantando para tratar de
mantener el legado que construyó mi abuelo. El periódico que amaba con todo lo
que llevaba dentro. Era lo más importante para los Wainwright y…”
"¿Y no es para ti?"
Él inclinó la cabeza. "No." Su voz era poco más que un susurro de papel de
lija. “Solía vivir para el periódico, y ahora lo único que amo del periódico es…”
"Recuerdos", terminé por él.
Sus hombros se hundieron como si mi comprensión ayudara a descargarlo.
"Sí."
"¿Estás pensando en venderlo?"
"No. No, nunca haría eso. Hay demasiada historia allí”.
"Pero…"
“Pero esto es lo que solía compartir con mi abuelo. el papel era
todo para él. Solía ser lo mismo para mí”.
"¿Qué cambió?"
"No sé. Tal vez sea la enormidad de ejecutar todo. Todos
interminable administración. No sé cómo lo hizo todo”.
“Bueno, estoy seguro de que tenía un equipo. Un buen negocio es más que quién
está en la cabecera. Estoy seguro de que él te enseñó eso.
"Lo hizo, pero tampoco me dejó olvidar la importancia de dejar atrás el nombre de
Wainwright cuando me haya ido".
“Pero si no se lo dejas a nadie, ¿cómo funciona eso?”
"Ese es el problema. Me estoy ahogando en la parte comercial sin nada de amor. Todo
lo que recuerdo es cómo sonreía mi abuelo cuando hablaba del periódico. Cuando me llevó
a la imprenta para mostrarme cómo funciona todo. La tinta manchó sus dedos para siempre,
incluso cuando ya no era un periodista. Le encantaba ser parte de las historias”.
Apoyé la cabeza en su hombro. “¿Cuándo fue la última vez que leíste el periódico?”
“Cada número.”
“Quiero decir, realmente léelo”.
Se pasó una mano por el pelo.
Bajé su mano y entrelacé nuestros dedos debajo de la mesa. "¿Mucho tiempo?"
“Honestamente, no puedo recordar cuándo he leído más que los titulares que aprobé.
No soy el editor. Tenemos uno de esos, e incluso él ha estado acudiendo a Vincent más que
a mí.
"Si te encanta y quieres volver a entrar en el lado de la creación, eso no es malo".
Su mano se apretó alrededor de la mía. "No."
“Sabes que Bess solo quiere que seas feliz. Ella no es exactamente la más
persona tradicional, Asher.”
“Lo sé, pero siento que estoy decepcionando a todos. Cuanto más tiempo estoy en el
trabajo, menos tiempo estoy aquí con Lily. Cuanto menos tiempo estoy aquí contigo.
Su voz era áspera y baja. “Pero entonces estoy aquí y sé que estoy fallando en el trabajo.
Vincent ha estado asumiendo más tareas y tiene muchas ideas. Buenas que he estado
ignorando”.
Dejo que siga hablando. Todo salió a la carrera. Los planes que Vincent tenía para
expandir la marca a una revista mensual en lugar de un periódico semanal. Posiblemente
pasar de solo medios en papel a podcasts y tal vez incluso a un programa de noticias, aunque
eso estaba más lejos en el futuro.
Podía oír el repiqueteo de la emoción bajo la culpa.
No podía estar en desacuerdo con las ideas de Vincent porque esa era la forma en que
recibí actualizaciones del mundo y del entretenimiento. Varios podcasts fueron la única razón
por la que me informaron de forma remota. Era la forma más fácil de consumir información
mientras cocinaba.
Finalmente, Asher se quedó sin gasolina. “No puedo decepcionar a la abuela. Ella ha
hecho mucho por mí”.
No era mi lugar decirle qué hacer. Pero sabiendo cuánto era
sobre sus hombros hizo que todo tuviera mucho más sentido.
“Me desgarra pensar en decirle que lo odio. Y odio que lo odio. ¿Cómo puede cambiar
tanto en unos pocos años?”.
Acerqué su mano a mi cintura. “Las cosas pueden cambiar en unos pocos meses”.
Agarró la extensión mayormente plana de mi estómago, y yo ahuequé los míos sobre los
suyos. “No es egoísta querer más que trabajo. Querer un legado que incluya una familia de
carne y hueso. Habla con Bess. Habla con Vicente.
Me giré hacia él y enroscó sus brazos alrededor de mis hombros como si fuera la cosa
más natural del mundo. Me abrazó muy fuerte. Casi demasiado fuerte, pero no me eché hacia
atrás.
Yo también necesitaba un poco de su fuerza. Y mientras nuestro pequeño bebé venía
increíblemente rápido, sentí que no estaba solo por primera vez.
Como si tal vez nosotros también estuviéramos construyendo un legado.
VEINTE
DESPUÉS DE UN LARGO LUNES, NO ESTABA MÁS CERCA DE TOMAR UNA DECISIÓN
SOBRE Vincent.
No habíamos hablado de nada más que de las cosas habituales del trabajo la semana pasada.
Nuestra noche en la recapitulación de la feria había sido más de lo mismo. De alguna manera
habíamos llegado a un acuerdo tácito de no hablar de nada más que de la agenda de ese día.
Regresar a casa con Hannah el sábado había sido tanto una bendición como una maldición. Me
detuve en el gimnasio en el camino de regreso porque estaba demasiado llena de ira y frustración. No
quería traer nada de eso a casa con ella y el bebé. No se merecían eso.
Sin embargo, todavía le había gritado sobre la estúpida pasta enlatada.
Durante la última semana, probablemente había revelado más de lo que quería. Era una mujer
intuitiva. Y yo no era tan bueno en ocultar mis pensamientos como alguna vez creí.
Mi cara de póquer debe haber desaparecido junto con mi supuesta pasión.
Sabía una cosa. No tuve ningún problema en sentir pasión por Hannah,
como nuestra cita con helado a mitad de la noche había resultado bastante bien.
Resistirme a esa mujer estaba demostrando ser un infierno para mi libido. Y mi corazón.
Otros problemas de interés también estaban comenzando a afianzarse. No sabía si abrirme a
ella, o intentar hacerlo, a pesar de las malditas paredes sobre paredes que ambos teníamos a nuestro
alrededor, había desbloqueado algunos de los otros monstruos dentro de mí, pero estaba empezando
a sentir curiosidad por cosas que nunca antes me habían fascinado. .
Como podcasts.
Daly había mencionado esa palabra de pasada el otro día, y desde entonces se me
quedó grabada en la cabeza. Investigué un poco durante el fin de semana cuando estaba
encerrado en mi estudio en casa, comunicándome con Hannah con notas y videos de
iPad porque era más fácil. Menos pegajoso.
Es menos probable que termine con nosotros desnudos. Los dos estábamos comprensiblemente
preocupados por eso.
Quizás Vincent tenía más razón de lo que le había dado crédito. Sentí más destellos
de emoción al investigar qué equipo requeriría hacer un podcast de noticias que al
vender publicidad y planear campañas en los medios. Con mucho.
Presioné reproducir el video en la pantalla de mi computadora una vez más. Antes
de que la imagen se enfocara, la risa de un bebé llenó mi oficina. A pesar del dolor de
cabeza que se avecinaba detrás de mis ojos, no pude evitar sonreír. Hannah aplaudió y
la risa se hizo más fuerte cuando Lily movió las piernas y golpeó alegremente sus manos
en el tazón de compota de manzana que Hannah había colocado frente a ella. Una
cucharada aterrizó en la frente de Hannah y ella suspiró, todavía sonriendo. Su adoración
por el bebé era evidente en cada línea de su rostro.
Tan pronto como terminó, lo volví a jugar. Con cada visionado, la tensión
en mis hombros y detrás de mis ojos desangró.
Empezó a hacer los videos por accidente, creo. Trató de tomar una foto y
accidentalmente grabó un clip en su lugar. Una vez que me lo envió, le pedí más. Me
gustó ver el registro de sus días juntos. No hubo presión para mí, ya que no estaba allí
para estropear las cosas.
No, estaba en el trabajo, estropeando las cosas aquí.
Mi teléfono sonó y lo agarré sin mirar. "Winwright".
"Snug, tu persona favorita está en casa".
sonreí “¿Todo en una sola pieza?”
"Sí. ¿Cómo está mi niña Lily?
"Ella es buena. Pensamos en la dentición, ya punto de caminar”. Otro de los
videoclips de Hannah mostraba a Lily intentando otro paso. Esa que recibí mientras
corría como si un asesino en serie me persiguiera en la caminadora el domingo por la
mañana.
Mi vida podría estar jodida, pero estaba en excelente forma cardiovascular.
Y tengo una sorpresa para ti.
"Gracioso eso". Miré hacia atrás a la pantalla donde había pausado el video en un
fotograma de Hannah inclinada sobre la silla alta de Lily. Su suéter cubría solo
derecha para poder imaginar cómo se vería con la barriga hinchada.
Muy pronto, lo sabría de verdad.
Me aclaré la garganta. "También tengo una sorpresa para ti, abuela".
“Oh, ¿lo sabes ahora? ¿Es tu sorpresa que finalmente te llevas bien con esa dulce
chica? Ella no sabe que solo golpeas como un oso cuando tienes una zarpa en la pata.
Con esfuerzo, arrastré mi mirada lejos de Hannah. Su cabello color miel le había caído
sobre la cara y estaba atrapada en una carcajada, sus ojos azules danzantes brillaban. Me
encantaba verla feliz. Momentos como ese habían sido demasiado raros entre nosotros.
Aparte de la tarde nevada que pasamos con Lily, apenas la había visto sonreír. Necesitaba
cambiar eso.
Tan pronto como le di la noticia a mi abuela de que iba a
ser ese título dos veces en cuestión de meses.
“Mis patas están bien. ¿Como estuvo tu viaje?"
No intentes cambiar de tema. Espero que estés mejor con Hannah. Es una mujer
encantadora y dio un paso al frente cuando más la necesitábamos a pesar de tu mala
actitud”.
“Sí, sobre eso—”
"Espera un segundo. Chris, ¿puedes agarrar esa bolsa por mí? Gracias, dulzura.
Fruncí el ceño. “¿Cris? ¿Qué pasó con… Harry? ¿Ese era su nombre?
No le presté mucha atención una vez que me aseguré de que su último novio parecía
ser un tipo decente. Ella nunca salió con nadie cuestionable, así que lidié con la mayoría de
sus relaciones de la misma manera que lo hice con las que no estaba teniendo: me enterré
en el trabajo.
Y ahora el trabajo ya no era un refugio. Al menos no para mí.
“Oh, Harry conoció a alguien en Virginia en realidad. Mujer agradable. Jugador de
póquer asesino. ¿Sabes que ganó más de uno de los grandes en nuestra última mano la
última noche del viaje? Sigo pensando que hizo trampa”. Ella se rió, su voz carente de rencor.
"Espera un segundo. ¿Harry te dejó por otra mujer y luego te quitó mil en las cartas?
¿Y te estás riendo? Además, ¿desde cuándo apuestas esa cantidad de dinero?
“Estábamos de vacaciones”, dijo como si eso lo explicara todo.
"¿Y ahí es donde conociste a Chris?"
"Sí. Perdió a su esposa el año pasado y este fue su primer viaje. Estuvo a punto de
salir del grupo, pero lo dejaron entrar, gracias a Dios”.
Fruncí el ceño. “¿Envejecido? ¿Cómo puedes ser demasiado mayor para un grupo de personas mayores?
¿Qué edad tenía este tipo, de todos modos? ¿Todavía tenía dientes?
“No demasiado viejo, demasiado joven. Déjame hablar contigo más tarde, Snug.
Se puso el teléfono en el hombro y tuvo una conversación en voz baja con su hombre
más joven, que terminó con una carcajada antes de volver al teléfono. "Hablaremos
esta noche, ¿de acuerdo?"
Gran colgó y decidí que ya había lidiado con suficiente locura por un día. No tenía
más reuniones, gracias a la mierda, y había ido al gimnasio esta mañana antes de
entrar. Lo único que me quedaba por hacer era ir a casa y ayudar a Hannah con Lily.
Probablemente estaba trabajando demasiado, como de costumbre, haciendo
demasiados malabares.
Como si preparar un amplio menú para humanos no fuera suficiente, había visto
garabatos en los márgenes del cuaderno relacionado con Lily que pasábamos de un
lado a otro con recetas para perros y gatos.
Tanto por haber dejado caer esa idea.
Entonces, si ella no se calmaba voluntariamente, la ayudaría. Era una distracción
de mi propio negocio enredado por lo menos. Y si tuviera ideas para que escalara
mientras economiza sus esfuerzos, bueno, podría tomarlo como un consejo gratuito.
Me puse la chaqueta del traje y alcancé mi abrigo con una sonrisa. O incendiar la
cocina, lo cual era igual de probable cuando se trataba de Hannah Jacobs.
Al salir por la puerta, mi teléfono vibró con el tono de llamada de Vincent. No lo
recogí.
¿Amargo? No. Yo era un experto en compartimentalismo. Todavía no sabía cómo
quería tratar con él, así que no lo estaba.
Lo que no estaba haciendo era dejarlo ir. Cuanto más daba vueltas a la situación
en mi mente, tirando de las esquinas y empujándolas de vuelta al rompecabezas, más
me preguntaba si el que tenía que irse era yo.
Simplemente no sabía lo que eso significaba todavía. Cómo se vería eso. Y si sigo
siendo el hombre que pensé que era del otro lado.
La música a todo volumen en el camino a casa me igualó aún más. Rugí en mi
camino de entrada con "Lola" de los Kinks gritando por las ventanas. Estaba cantando,
mal, pero lo estaba disfrutando igual.
"Mierda." Detuve el auto, recordando que Lily estaba adentro, posiblemente
durmiendo. No podía recordar la última vez que había puesto música tan alta, por lo
que normalmente no era un factor.
Acababa de salir del coche cuando Hannah irrumpió en el porche, con el pelo
desordenado en la cabeza. "¿Qué está sucediendo?"
Miré alrededor. Estacioné el auto en mi lugar habitual, y nada parecía estar mal en el brillo
de las luces del sensor de movimiento sobre el garaje.
Perdido, miré mi reloj. Eran más de las seis y media, lo que no me ha ido mal últimamente. Por
lo general, me quedaba en el trabajo mucho más tarde que eso.
"¿No sé?"
"¿Estabas tocando música?" Bajó corriendo los escalones. “Lo escuché todo
el camino hacia arriba de la cuadra. ¿Tus ventanas estaban bajas con este clima?
De nuevo, miré a mi alrededor. Era una noche clara y fresca con unas cuantas estrellas
que comenzaban a aparecer. Los días se hacían más largos, pero las noches aún comenzaban
temprano por aquí. "Es agradable afuera".
"¿Lindo? No pueden ser más de cuarenta.
Me encogí de hombros. Me había quitado el abrigo en el auto y solo estaba con la
chaqueta del traje. “Se siente bien para mí. ¿Qué estás haciendo?" Estaba cruzando el camino
de entrada hacia mí, con la frente arrugada por la preocupación.
Ella no respondió, solo se inclinó para oler mi ropa. Luego presionó una mano fría en mi
frente repentinamente cálida. No era sólo mi cara la que estaba caliente. Todo en mí estaba en
llamas, solo por su toque.
Ella entrecerró los ojos. "¿Tienes fiebre?"
Ella no siguió con otra pregunta, pero lo escuché igual. "¿Estoy borracho?"
Ella no lo negó, simplemente dio un paso atrás y cruzó los brazos sobre el pecho. “Bien,
si quieres ponerlo ahí. ¿Eres?"
"No. No he tenido una gota. No soy tu padre, Hannah.
Las persianas bajaron sobre sus ojos y al instante me arrepentí de lo que había dicho.
Pero, ¿qué esperaba ella? Había estado borracho una vez en nuestro conocido. Entonces,
solo porque estaba cantando y feliz por un momento, ¿ella asumió lo peor?
Obviamente ha lidiado con muchos de los peores en su vida.
Empezó a alejarse hasta que mis dedos se cerraron suavemente alrededor de su
antebrazo. La atraje hacia mí, deslizando mi mano hacia abajo para sujetar su muñeca para
poder sentir el ruido sordo salvaje de su pulso. Rocé mi boca sobre su cabello mientras
hablaba, deseando que las palabras llegaran a donde ella ya se había retirado. “No debería
haber dicho eso. Pero no debes asumir que estaba bebiendo porque lo hice una vez. Una vez,
Hannah. No había bebido alcohol en la mayor parte del año. Ni siquiera cuando Billy...
Se movió para mirarme, sus ojos pesados y preocupados en el delgado haz de luz del
garaje. “Estabas cantando. Música a todo volumen. Lo que era
¿Se supone que debo pensar?
“Que tal vez, solo tal vez, era feliz”.
Su expresión de perplejidad me arrancó una carcajada del pecho. Entendí esa mirada en mi
alma. “Yo tampoco lo entiendo completamente. Mucho está desordenado o en proceso de cambio
en este momento. Pero salí del trabajo hoy y estaba de muy buen humor, aun así. Toqué con mi
pulgar la comisura de su boca.
"Tengo que pensar que es por tu culpa".
El pánico estalló en sus ojos antes de mirar por encima del hombro. “Tengo algo en la estufa.
Y Lily es…
Tomé su mejilla y volví su rostro hacia el mío. "Esto solo tomará un segundo".
Lentamente, muy lentamente, la puse de puntillas mientras mi boca tocaba la suya. Tan
suavemente como el viento que agita las ramas aún desnudas de los árboles, con el mismo
cuidado con el que podría haber persuadido a un ciervo asustadizo. Vertiendo todo en el fácil
deslizamiento de mi boca sobre la de ella.
Esperando una eternidad para ver si respondía de la misma manera o me empujaba.
Hizo un ruido de frustración con la garganta y puso su mano alrededor de mi corbata,
asfixiándome cuando me arrastró más cerca. Me reí y envolví mis brazos alrededor de ella,
levantándola contra mí mientras el beso seguía y seguía.
Débilmente, escuché el sonido de llantas rodando sobre el pavimento. no me importaba
Mordisqueé el labio inferior de Hannah y debatí llevarla adentro para terminar esto en ese banco
resistente en el vestíbulo. O podría regresar al auto— “Asher.” Hannah apartó su boca de la mía
con un siseo irregular que me hizo maldecir. "Abre tus ojos."
yo no quería Quería quedarme en esta cápsula de pura felicidad. Sin preocupaciones, sin
pensamientos, sin presiones. Solo esta mujer inteligente, hermosa y desafiante en mis brazos y
su cálida boca presionada contra la mía.
"Asher". La voz de Hannah estaba llena de nervios mientras empujaba mi hombro.
"Maldita sea". No importaba cuánto intentara ignorar la realidad, siempre volvía y me golpeaba
el trasero.
O clavado medias lunas en mi hombro.
A regañadientes, dejé que Hannah volviera a ponerse de pie y me obligué a volverme hacia
la fuente de nuestra interrupción. Será mejor que tengan una maldita buena explicación. Y encontré
a mi abuela colgando de la ventana del lado del conductor, positivamente riéndose de alegría.
“Demasiado tarde, te vi. ¡Te vi! Ya era hora también. Dio la vuelta a mi coche aparcado y
aceleró el camino, casi cortando la petunia en maceta con la que había visto a Hannah preocuparse
la otra mañana.
“Creo que será mejor que mueva esa maceta. Está demasiado cerca del camino de entrada
para ciertos automovilistas”.
—Asher —siseó Hannah. “Ella nos vio. Ella sabe."
"¿Que no puedo alejarme de tu boca?" Me encogí de hombros y me limpié
mano sobre mis labios, ya anhelando su sabor a canela de nuevo.
Mi preocupación podría ser por qué no estaba flipando con mi abuela.
había sido testigo de un momento privado que no había estado preparado para que ella viera.
La mejor respuesta era que estaba jodidamente feliz de que ella lo hubiera visto. eso al menos
una de las cosas que estaba reteniendo ahora estaba a la vista.
No más fingir.
No más negar.
Volví a mirar a Hannah y me di cuenta de que me miraba de forma extraña otra vez. "¿Me
juras que no has estado bebiendo?"
Me acerqué a ella y acaricié su mejilla con la punta de mi dedo.
"¿Lo probaste en mí?"
Hannah se sonrojó hasta la raíz de su cabello.
Me reí entre dientes mientras me giraba hacia mi abuela mientras ella se apresuraba por el
camino de entrada con una gran bolsa de mano llena de paquetes. "¿Necesito ayuda?"
Me saludó con la mano antes de dejar caer la bolsa a mis pies para envolverme en un abrazo
gigante. Cuando le devolví el abrazo, me susurró: “Lo hiciste bien, Snug”.
Empecé a discutir que no había hecho nada, Dios sabe que Hannah y yo estábamos bailando
lo suficiente como para desgastar la alfombra, pero ella ya se había movido para abrazar a Hannah.
Hannah le devolvió el abrazo y hablaron en voz baja durante tanto tiempo que fruncí el ceño.
¿Estaban hablando de mí?
Metí las manos en los bolsillos y las cerré en puños. Por supuesto que lo eran.
“Tengo que decir que estoy aliviado”. Gran dio un paso atrás y alcanzó su bolso de mano,
frunciendo el ceño cuando yo se lo arrebaté antes de que ella pudiera.
Hice una mueca. Jesús, esta cosa era pesada.
"¿Me alegro de estar en casa otra vez?" preguntó Hannah. "¿Como estuvo tu viaje?"
“Oh, fue encantador. Conocí a un buen joven. Nos vamos a vivir juntos.
"¿Disculpe?" Una fuerte brisa se movió entre los árboles y de repente se me ocurrió que
estábamos teniendo esta discusión en el camino de entrada. I
señaló hacia la casa. "¿Podemos llevar esto adentro?"
"Oh, Dios mío, mi asado".
"Y mi nieta".
Ambos se fueron, charlando todo el tiempo. La puerta se cerró de golpe
detrás de ellos y me detuve en el porche, rebuscando en la bolsa de regalos.
“Snug, ven aquí con esa bolsa”, gritó mi abuela.
Reventado de nuevo.
Los seguí a la cocina, dejando la bolsa en el vestíbulo en el camino. Hannah sacó la
asadera del horno y el olor fragante de la carne fue casi suficiente para hacer que un hombre
se arrodillara y suplicara. Mi abuela tenía a Lily en la cadera, que intentaba quitarse el
pendiente que colgaba.
La tranquila escena de la vida doméstica casi me hizo perder el equilibrio.
Hannah preparando la cena, mi abuela charlando en voz baja sobre su viaje, mi hija
saltando y balbuceando para sí misma.
“Entonces, pensé, ¿por qué no mudarlo? No me estoy haciendo más joven, ya sabes.
Una mujer tiene necesidades. Preferiría no hacer llamadas telefónicas en medio de la noche
cuando darse la vuelta es igual de fácil”.
Cerré los ojos. Bonita imagen doméstica hecha añicos.
Con un mazo.
Hannah asintió y clavó su tenedor de mango largo en el asado con demasiada fuerza.
“Me imagino que aquí pasó lo mismo. Pones a dos adultos atractivos en el mismo
espacio y boom, chispas”. Gran se movió para usar la mano de Lily para golpear su
estómago cuando dijo "boom" y Lily se rió como si fuera la broma más divertida del mundo.
Sus mejillas estaban manchadas con algo naranja. ¿Más espaguetisO? No estaba seguro
de querer saber.
Me moví hacia el lavabo y mojé una toalla de papel antes de volver a limpiar las mejillas
de Lily. Golpeó la toalla de papel, apartándola cada vez que intentaba limpiarla.
“Quédate quieta, Lily. Sé que has estado comiendo esa pasta en lata otra vez. Mantuve
mi voz incluso mientras la arreglaba, pero por el suspiro de mi abuela, ella no me encontró
divertido.
Hannah no respondió en absoluto.
Entonces Lily empuñó la toalla y comenzó a masticarla.
Muy consciente de que estaba superado en armas, di un paso atrás. "Mover a un hombre que
acabas de conocer es bastante repentino".
"UH Huh. Es."
"¿Estás seguro de que no deberías tomarte un tiempo?"
Gran le quitó la toalla a Lily y hábilmente limpió las mejillas del bebé. “No me estoy
haciendo más joven”, repitió. “Sé lo que quiero en este momento, así que, ¿qué estoy
esperando exactamente? ¿Algún tiempo prescrito en el que la sociedad adecuada diga que
está bien que siga adelante? Tornillo que."
"Abuela", espeté. "Idioma."
Mi abuela resopló y le pasó el bebé a Hannah, quien tuvo que dejar caer el tenedor para
tomarla. “No sé cómo tratas con él. Lo amo muchísimo, pero a veces no me gusta mucho”.
Salió furiosa de la cocina y yo la miré, aturdido en silencio. Me sorprendió aún más
cuando Hannah se acercó y me pasó a Lily. “Parece que necesitas un abrazo”, dijo mientras
Lily extendía sus bracitos regordetes.
Tragando saliva, la abracé, aguantando incluso cuando empezó a quejarse.
Se sentía tan bien. Sólido y cálido y con olor a comida procesada y talco y bebé.
Todas las cosas que me calmaron inmensamente en este momento.
"¿Debería estar comiendo SpaghettiOs también?" me pregunté en voz alta.
Hanna resopló. “No vayamos tan lejos. Pero creo que a tu abuela le gustaría ver algo de
ese Asher que cantaba mal 'Lola' en el coche. Muy mal."
“No estaba cantando mal. Simplemente no muy bien. Arrugué la nariz hacia Lily.
Cuando me palmeó las mejillas y me hizo la misma cara, habría jurado que se me encogió el
corazón. “Vale, mal. Entonces, ¿por qué querría escucharlo?
“Porque ella sabría que no eres perfecto. Que sabes que no eres perfecto. Que eres
humano como el resto de nosotros y estás de acuerdo con eso”.
"Pero yo no."
Hannah me regaló una de sus raras medias sonrisas. "¿No lo que? No
¿humano? Yo mismo he tenido motivos para cuestionarlo una o siete veces.
“No estoy bien con no ser perfecto. Lo cual es ridículo. Nadie es.
Nadie."
"Está aprendiendo". Hannah tiró de uno de los rizos castaños rojizos de Lily.
"Lento pero seguro."
Agarré la mano de Hannah y la arrastré por el pasillo mientras cambiaba a Lily a mi otra
cadera. Mi abuela estaba mirando el fuego apagado, su adorable
cara estropeada con líneas de preocupación que no me gustaba ver. Unos que le pondría en la
cara, no por primera vez. Definitivamente tampoco el último.
Cuando ella nos miró, lo dejé rasgar.
"Hannah está embarazada".
VEINTIUNO
UNA VEZ MÁS, HANNAH ME MIRÓ COMO SI ESTOY LOCA.
Quizás lo estaba.
Mi agarre en su mano se hizo más fuerte cuando ella trató de liberarla. “Entonces, si
crees que soy perfecto, o intento serlo, estás equivocado. Me lío con el tiempo todo el
tiempo. Lo estropeo jodidamente todo.
Demasiado tarde, miré a Lily. Estaba ocupada tratando de colgarse lo suficiente como
para quitarse el calcetín, así que probablemente no la había marcado demasiado con mi
lenguaje.
Hannah se cubrió la cara con la otra mano. “Recuérdame que no vuelva a intentar
darte un consejo, ¿de acuerdo? Como siempre."
Gran se movió hacia adelante para tomar al bebé de mi cadera y lo dejó caer en el
parque al otro lado de la habitación. Luego se volvió con los ojos entrecerrados. “Está bien,
no soy un experto, pero tengo un hijo propio. Sé que por lo general toma un período de
tiempo para que esas cosas se revelen. He estado fuera una semana. Incluso si te
abalanzaste sobre Hannah el primer día que vino aquí para la entrevista, y gracias, Señor,
porque tenía serias preocupaciones sobre ti, Asher, debes ser como Superman”.
"Eso no es exactamente lo que pasó", comenzó Hannah.
"¿Qué preocupaciones?" Aunque sabía lo contrario, eso no me impidió acicalarme. Me
vendría bien un poco de magia de Superman ahora mismo.
Vives como un monje. Mi abuela negó con la cabeza y miró a Hannah. “Prácticamente
nació de nuevo”.
"¿Cristiano?"
"Difícilmente", espeté. “Solo porque no comparto información sobre mi
conquistas con mi abuela no quiere decir que no las tenga.”
Pasó por encima de eso como si yo no hubiera hablado. Probablemente todos en la sala
sabían que eso era una tontería. Incluso yo lo hice. No es que le dijera a mi abuela sobre mi vida
amorosa, pero tendría que haber tenido una para que eso fuera un problema.
Antes de Hannah, la relación más duradera que tuve en años fue con mi trabajo.
“No, el otro tipo de nacido de nuevo. Ambos sabemos cuándo murió Billy, una parte de ti
también. Has sido un cadáver desde entonces, simplemente caminando por aquí con los ojos
hundidos.
Metí las manos en los bolsillos y me acerqué a la ventana. ¿Qué podría decir? Era una bomba
de verdad del mismo tipo que Vincent me había lanzado la semana pasada. Más y más seguían
viniendo hacia mí, y un tipo solo podía agacharse y zigzaguear tanto.
“Bess, me quedé embarazada en la víspera de Año Nuevo. No este mes.
"¿Qué?" La voz de mi abuela bajó. "Nochevieja. La noche que Asher no volvió a casa. La
única noche que estuvo lejos de esa bebé desde que se la entregaron a su cuidado.
Lily dejó escapar un chillido y lanzó un bloque blando que golpeó a Hannah en la pierna. Lo
recuperó y se lo devolvió al bebé, quien se lo arrojó de nuevo. Hannah se arrodilló con una sonrisa
y tiró el bloque al corralito de Lily. Lily se dejó caer sobre su trasero y se llevó el bloque a la boca,
mordiéndolo con un gorgoteo de satisfacción.
Me sorprendí sonriendo y miré a mi abuela para encontrar que ella también estaba sonriendo,
sus ojos eran más suaves de lo que había visto en mucho tiempo.
“Entonces, voy a tener otro nieto”, dijo en voz baja.
Hannah se levantó y se sacudió el delantal. “Sí, uno definitivamente está cocinando
ahí." Se miró a sí misma. “Más vale que solo sea uno”.
"¿Hay alguna posibilidad de que haya más?"
“No”, dijimos Hannah y yo al unísono.
"Uno es perfecto". Mi abuela sonrió, todos los rastros anteriores de preocupación
desaparecido de su expresión.
Los nietos triunfaron sobre todo. Especialmente para mi abuela, quien claramente había
asumido que nunca volvería a tener citas, y mucho menos tener un hijo.
Todavía estaba trabajando para comprender ese concepto yo mismo.
Con la garganta apretada, asentí. “Sí, parece que el cadáver puede procrear. Menudo truco,
¿eh? Ante la mirada mordaz de Hannah, levanté la mano para aflojarme la corbata.
“Hannah también hizo parte del trabajo”.
Cuando mi abuela se echó a reír y Hannah volvió a cubrirse la cara, me apresuré. “Quiero
decir, sus huevos. Jesús. ¿Tienes que vivir siempre en la cuneta?
Sonriendo, mi abuela se acercó a Hannah y le tomó las mejillas. “Has logrado una hazaña
asombrosa, mi niña. Lo has hecho sonreír de nuevo. Ya sea que se dé cuenta o no todavía.
Antes de que Hannah pudiera negar ese hecho, algo que sabía que haría, me puse
detrás de ella y puse mis manos sobre sus hombros. Se preparó, pero no se alejó. Pequeñas
victorias. “También me hace cantar desafinado y comer helado en medio de la noche. Estoy
bastante seguro de que la pasta enlatada es nuestra próxima frontera”. Besé la parte superior
de su cabeza. "Voy a hablar con la abuela durante unos minutos, si te parece bien".
"Seguro. Por supuesto. Absolutamente. Terminaré el asado para más tarde. Tal vez
podamos hacer sándwiches. Hice pan recién hecho..." Se detuvo y jugueteó con su recogido.
Vamos, Lily, perdámonos.
"Aférrate."
Me miró y enmarqué su rostro entre mis manos, como acababa de hacer mi abuela. La
diferencia fue que cubrí su boca con la mía, besándola suavemente. Su aliento se estremeció.
"No vayas demasiado lejos", murmuré, apretando sus dedos.
"Bien. Bueno. Sí. ¿Qué estaba haciendo?"
Lily levantó la pierna y trató de escalar la pared del parque, impulsando a Hannah hacia
adelante. “Oh, no, no lo haces. Ven aquí, Houdini. Hábilmente, agarró a Lily y la puso boca
abajo, haciéndola reír tan fuerte que su cara se puso roja. Luego la enderezó y le dio un beso.
“Vamos a comer puré de zanahorias para que tu papá no se queje de que disfrutas de los
carbohidratos enlatados”.
Con una mirada arqueada por encima del hombro, Hannah salió de la habitación, con el
bebé a cuestas.
“Siento como si estuviera viendo una telenovela, pero de alguna manera es viernes y
estoy a punto de llegar al suspenso sin ver todos los días previos de antemano”. Mi abuela se
adelantó y me empujó en el pecho.
“No pongas en suspenso a esa chica. ¿Incluso mas importante? No te burles de ella, ni la
beses, ni la confundas, luego te vuelvas Asher con ella y la congeles mientras procesas tus
sentimientos”.
me erice. "Soy un hombre. No procesamos nuestros sentimientos, los ignoramos”.
"Tal vez ese sea tu problema entonces, gran tonto adorable". Me agarró del brazo
y tiró de mí hacia el sofá. "¿Cuándo vas a conseguir más muebles en este lugar?"
“He estado agregando piezas a medida que avanzo. Cuando éramos solo yo y un bebé, yo
no tenía necesidad de…
Ante su mirada, crucé mis dedos detrás de mi cuello y me eché hacia atrás. "Es
no así todavía, abuela. No estamos jugando a las casitas. Es la niñera de Lily.
Y la madre de tu hijo. ¿Olvidaste esa parte?
"No." Deslicé una mano por la manga de mi chaqueta antes de quitármela por
completo. ¿Se estaba calentando la habitación o era solo yo?
Oh, claro, era el peso de mis múltiples... situaciones.
"Es simplemente complicado", agregué en el silencio.
Te preocupas por ella. Lo veo en toda tu cara. Y su cara también. Desde el primer
momento en que ustedes dos se 'conocieron'”, Gran fingió toser, “estabas echando
chispas por todas partes. Al menos ahora entiendo por qué. Debería haberme
explicado que te conocía antes de que le extendiera la oferta de trabajo.
“Sí, bueno, recuerda eso la próxima vez que me llames Snug por toda la ciudad.
No se dio cuenta de que el puesto para el que estaba siendo entrevistada era como
mi niñera”.
"¿No intercambiaste información de contacto antes de ser bíblico?"
“No hubo oración involucrada, te lo aseguro. Pero no, no intercambiamos nada.
Fue una conexión, abuela. Ya sabes, como los que tienes en vacaciones que te llevan
a mudar al tipo a tu casa”.
"Hmm, parece que hiciste exactamente lo mismo con el tuyo".
Fruncí el ceño. “Esta situación es completamente diferente”.
"Eso es cierto. No embaracé a mi joven”. Ella palmeó mi brazo.
Tú ganas, Snug.
No pude evitar reírme. "Eres incorregible".
"¿Cual es tu punto?"
“Diablos si lo sé. No sé cómo será el futuro”. Me alisé la chaqueta sobre el regazo.
“Estoy tratando de estar bien con eso cuando cada parte de mí está acostumbrada a
controlar las cosas hasta el más mínimo detalle. Pero últimamente, esa no es una
opción”.
"Tampoco es una opción cuando se trata de una mujer joven inteligente y capaz
que tiene una buena cabeza sobre sus hombros y no está dispuesta a dejarse llevar".
"Cuéntame sobre eso. Pero me encanta eso de ella. Ella me hace frente cada
tiempo." Al escucharme, fruncí el ceño. "Me gusta. Mucho."
“Mmmhmm. Entonces, la trajiste aquí únicamente para ayudar con Lily, no porque
no puedas quitarle las manos de encima y quieras ver cada momento del desarrollo de
ese bebé”.
“Nosotros no… no es así entre nosotros en este momento. Esos besos que viste
son la mayor parte de lo que está pasando.
“No, no lo es. Cualquiera con ojos podría ver que está sucediendo mucho más que
eso”.
Froté mis manos sobre mis ojos llorosos. “No sé cómo ser padre de un bebé, mucho
menos de dos. Pero tengo que averiguarlo. Lily y Hannah se lo merecen”.
"Al igual que tu nuevo bebé".
"Sí."
“Nadie sabe cómo ser padre. Algunas personas nunca aprenden, pero eso no les
impide tener hijos. A veces la docena de un panadero de ellos.
Simplemente no se presionan a sí mismos para hacerlo todo perfectamente como lo
haces tú”. Pasó una mano por mi cabello. “Todavía recuerdo cuando eras un niño
pequeño, Snug. Tu padre te estaba enseñando a andar en bicicleta. Luego entró en la
casa, pero no te detuviste. Seguiste intentándolo una y otra vez, esa sombría
determinación en tu rostro”.
“Finalmente aprendí”.
"Lo hiciste y obtuviste un montón de rasguños y moretones por tu problema".
"Hice. Y seguí regresando por más”.
“Como quieras con esto. Probablemente tendrás seis hijos cuando tengas cuarenta.
"Muerdete la lengua."
Sacudiendo la cabeza, sonrió. “Deja de buscar el manual de cómo hacerlo bien y
disfruta de los pequeños momentos. Y siempre, siempre hazlo todo con amor”.
Tragué profundamente. No podría haberme dado una mejor transición si se la
hubiera pedido. "¿Crees que eso se aplica también al trabajo?"
“Se aplica a cada maldita cosa, Snug. ¿Vas a decírselo a tu madre?
“Bueno, eventualmente tendré que hacerlo, ¿no?”
"No necesariamente. ¿Cuántas veces se ha detenido a ver a Lily?
No respondí, porque no quería pensar en nadie más que hubiera defraudado a Lily. A
mi madre nunca le había importado un carajo criarme, así que ¿por qué se preocuparía
por Lily?
“Cristo, ¿soy como ella? ¿Es eso lo que es esto? Me puse de pie y arrojé mi chaqueta
en el sofá. Menos mal que no tenía un objeto mucho más grande para tirar. Solo podría
haberlo hecho. “Debo advertir a Hannah que no espere nada más de mí. Soy un proveedor
decente, pero cualquier otra cosa está fuera de la mesa. Incluso la parte del proveedor
está en duda”.
"Cállate y siéntate". Mi abuela palmeó el cojín a su lado.
Me senté. Por una vez, absolutamente no quería tener razón.
“Eres exactamente lo opuesto a tu madre y cuando estás lúcido, lo sabes muy bien.
La razón por la que te preocupas tanto por hacer lo correcto es porque no quieres defraudar
a nadie. Como si ella te decepcionara, una y otra vez. Como lo hizo tu padre.
No dije nada.
“Puedes intentar hacerlo bien sin volverte loco por cometer errores. Nadie lo hace bien
la primera vez o incluso la mayoría de las veces. Especialmente no cuando se trata de
niños y familia. ¿Cuántos eventos familiares terminan con alguien esposado?
"¿Has estado viendo esos programas de policías de nuevo?"
Tienes miedo de fallarle a Lily. En lugar de mirar a su alrededor y ver que eres tú quien
la defendió. Has puesto toda tu vida al revés para ser el padre de esa niña. ¿Y qué si la
cagaste de vez en cuando? No tuviste ninguna advertencia de que ibas a ser papá. Un día
no lo estabas, y al siguiente lo estabas”.
Eso resumía lo que había sucedido en pocas palabras, eso era seguro.
“Y mientras tanto, también estabas llorando a tu mejor amigo. La única persona que
alguna vez te ayudó a vivir por ti mismo y no solo por tus responsabilidades”. Su voz se
suavizó. “Billy exprimió cada gota de cada día. Tal vez él sabía algo que nosotros no
sabíamos. No tenía tanto tiempo, así que iba a aprovecharlo al máximo”.
Me escocían los ojos y me habría levantado de golpe si su mano no hubiera bajado
hasta mi antebrazo para sujetarme en el lugar.
“Mereces tener amor en tu vida. Amar y ser amado. Adorar muchísimo a esa niña y
saber que cualquier error que cometas no importará en comparación con cuánto amor
tienes en tu corazón por ella”.
Sabía que no solo estaba hablando de Lily. Se refería a Hannah ya nuestro bebé también.
“Empezamos todo al revés”.
“Entonces, comienza donde estás ahora y toma los pasos que te perdiste.
Tal vez encuentre algunos nuevos creativos”. Ella me guiñó un ojo y me encontré riendo a
pesar de la constricción en mi garganta.
“Simplemente no quiero decepcionarlo. Para defraudar al abuelo. Ana. Lirio.
El bebé. Un momento irreflexivo que se convirtió en mucho más”.
“¿Fue realmente irreflexivo? Dudo que. Ella no te miraría de la forma en que lo hace si
ustedes dos no hubieran hecho algo de magia esa noche, incluso si han tratado de extinguirla
desde entonces.
“No quiero apagarlo. Estaba cantando esta noche, abuela. Incluso en medio de todo,
con todo lo que estaba tan jodido, sabía que iba a volver a casa con Hannah y Lily y eso hizo
que el día fuera soportable. Mucho más que soportable. Solo pensar en ellos me hizo feliz”.
Dejé escapar un largo suspiro.
“Y no podría decirte la última vez que realmente lo estuve”.
"Tienes que renunciar".
Parpadeé, seguro de que la había oído mal. "¿Disculpe?"
“Necesitas dejar el negocio y descubrir qué es lo que hace que tu alma
cantar. Tienes uno ahí, lo juro, debajo del Hugo Boss y las puntas de las alas.
La miré como si fuera una extraña. "¿Te has convertido en un lector de mentes?"
"No." Ella sonrió, y por un segundo, las líneas en su rostro golpearon mi corazón. Seguía
siendo hermosa, pero lucía las cicatrices de batalla de toda una vida bien vivida en su rostro.
Pero ese era el quid de la cuestión: había vivido. ¿Y yo? había hecho mucho
de existir.
Un montón de espera por un mañana que era igual a todos los días que habían llegado
antes.
“Vincent tiene ideas. Muchos de ellos. Ellos son buenos. Innovador. Maneras de evitar
que Wainwright muera en la vid. Que es lo que está haciendo conmigo al timón”.
Ella tomó mi mano y la apretó. “No puedes aguantar y luchar contra el cambio para
siempre, Snug. La vida sigue su marcha. Si no te mueves con él, serás pisoteado”.
“Quiero probar algo diferente”.
Le conté las ideas que tenía para un podcast centrado en noticias con una inclinación
hacia los creadores de tendencias locales y los que mueven y agitan. No siempre los que
conseguían la prensa en otra parte, sino los que estaban afectando el cambio en casa.
No se permite el estancamiento.
“Tenemos tantas otras participaciones y cosas en las que estamos involucrados,
organizaciones benéficas y fundaciones, que incluso si doy un paso atrás, administrar nuestra
cartera será una tarea. Pero Vincent podía manejar más el día a día y yo podía funcionar como
un consultor de alto nivel. También voy a hacer este podcast”. Era la primera vez que lo decía
como un voy a frente a un quiero , incluso en mi propia cabeza. "Voy a ayudar a Hannah con
su servicio de comida a domicilio también, si ella quiere la ayuda". Tomé una respiración
profunda. “Y voy a criar a mis hijos”.
"Aww, Snug". Dejó escapar una carcajada, agitándome mientras se frotaba la
ojos llorosos de repente. "Eres una flecha tan bellamente directa".
"¿Gracias?"
"Es un cumplido. Tu brújula moral nunca te llevará por mal camino”.
Ella tomó mi mejilla. "Estoy tan orgulloso de ti."
"¿Incluso si no siempre te gusto mucho?"
“Los spaghettios son una de las comidas más perfectas de esta vida, especialmente con
un poco de queso rallado encima”.
Sonreí y la atraje a mis brazos. "No sé qué haría sin ti".
Por suerte, nunca tendrás que averiguarlo. Mis dos nietos me mantendrán joven para
siempre”. Ella me dio una sonrisa brumosa. "Dos", susurró, y la parte de atrás de mis ojos se
calentó.
“Dos,” repetí, dejando que la verdad realmente se hundiera en mí quizás por primera vez.
Lo había sabido antes, pero no me había permitido realmente creerlo. Hannah todavía se
veía igual. La vida aún no había cambiado.
Pero lo haría. Pronto. Y no iba a huir de esos cambios locos y maravillosos nunca más.
Iba a enfrentarlos.
Jodidamente finalmente.
Gran y yo hablamos un poco más, y la interrogué un poco sobre su nuevo compañero.
Ella me aseguró que era un tipo decente, e incluso sugirió que tuviéramos una cita doble, lo
cual era mucho para mí, incluso con mi nueva perspectiva progresista. Pero dije que lo pensaría.
Probablemente iba a decir que sí. Suponiendo que Hannah estuviera dispuesta a intentarlo.
Una vez que Gran se fue, fui a buscar a Hannah y Lily. Los encontré acurrucados juntos en la
cama de la habitación de Hannah, durmiendo pacíficamente. Hannah estaba acurrucada alrededor de
Lily y Lily agarró la camisa de Hannah incluso mientras dormía.
La dulzura de la escena ante mí me hizo agarrar el marco de la puerta para
detenerme de interrumpirlos.
Déjalos dormir. Ambos necesitan descansar.
Como si pudiera sentir el peso de mis pensamientos, Hannah se movió y levantó la cabeza. Y sin
decir palabra me tendió el brazo como si fuera lo más natural del mundo.
Me uní a ella en la cama, envolviéndome alrededor de ambos. cepillé un
beso sobre su sien, y Hannah se volvió a dormir casi inmediatamente.
Estiré mi mano sobre el vientre de Hannah. Por un momento, podría hacer
nada más que trazar los contornos de su estómago, buscando cualquier señal.
Pronto.
Muy pronto.
Luego alcancé a Lily también, curvando mis dedos alrededor de su cadera.
Cerrando los ojos, comencé a flotar. No hay problema. Sin pensamientos Por regla general, no
dormía la siesta, pero nunca había tenido a mi familia en la cama conmigo.
Nunca había tenido mi propia familia antes.
VEINTIDÓS
Voy a llevar a mis chicas favoritas a un picnic. Estaré en casa pronto.
ME BALANCEO CON LILY EN LA CADERA MIENTRAS MIRÁMOS EL CUADRO GRANDE
EN LA SALA. Cortinas de lluvia golpeaban la ventana y azotaban los árboles. Estaba bastante
seguro de que los grandes planes de Asher para un picnic de primavera estaban bajo una
pulgada de lluvia en este momento.
Posiblemente dos.
Guardé mi teléfono en mi bolsillo trasero y puse a Lily sobre su manta con algunos Legos.
Inmediatamente, un gran bloque rojo entró en su boca babeante.
“Algún día te va a salir ese diente, pastel de calabaza”.
Lily azotó el Lego en mi cabeza. Bien versado en lidiar con su futuro brazo lanzador, me
agaché a un lado y pasó por encima de mi hombro. Cogió una azul y una amarilla y las estrelló
con una risita.
Volví a doblar las interminables pilas de ropa de bebé que parecían multiplicarse de la
noche a la mañana. Entre la baba y aprender a comer con sus propios dedos, Lily me mantenía
ocupado. La colada siempre estuvo en mi lista de tareas pendientes.
Justo cuando estaba a punto de poner mi podcast favorito sobre crímenes reales, la
pantalla de video de la unidad doméstica de Alexa emitió tonos acuosos.
"Emma llamando".
Mi pecho se apretó como siempre lo hacía cuando uno de ellos me llamaba, pero su rostro
sonriente llenó la pantalla.
“Oye, Hannah Banana, ¿cómo te va en Nueva York?”
“Primavera en el centro de Nueva York, ya sabes cómo va”.
"¿Lloviendo cubos?"
"Lo entendiste." Me senté en el almohadón frente a la mesa auxiliar con la unidad de
videochat en la esquina. Lo acerqué para poder ver mejor a mi hermana pequeña. “Eres un
espectáculo para los ojos doloridos. Y Dios, estás tan bronceado.
“Bueno, una semana en Cancún hará eso”. Rachel, mi otra hermana y la gemela de
Emma, se asomó detrás de ella. "¡Ey!"
Mis ojos se llenaron de lágrimas. "Oh, ¿ambos me están llamando?"
“Sí, solo queríamos llamarte y darte las gracias por el dinero extra en nuestras cuentas.
No podemos creer que hayas hecho eso”. Rachel trató de estirar el cuello.
"¿Qué pasa con este nuevo trabajo?"
“Soy la niñera de una niña muy dulce.” Giré la cámara de video para que pudieran ver
a Lily. “El padre de la niña es…” ¿Cuál era una buena manera de decir cargado y no sonar
frío y calculador?
Realmente nunca pensé en el dinero de Asher en el día a día. Esta casa era solo suya
y Lily era más mía...
Hija.
Uf, no podía verlo de esa manera, pero algunos días se me olvidaba que no era mía. Y
olvidé que todo esto era un trabajo, especialmente con el frijolito creciendo dentro de mí.
Todo era tan difícil de definir. Los bordes se volvían más borrosos cada día.
"¿Rico?" Emma la apartó del camino. "Amigo, ese lugar es ostentoso".
Me volví a sentar. “Asher proviene de un linaje bastante rico. Es un Wainwright, lo que
podría no significar mucho para ustedes dos. Su familia tiene muchos negocios, pero el que
tal vez conozcas es el periódico”.
"Oh." Se miraron el uno al otro con los ojos muy abiertos. "Ese es el trabajo que
conseguiste".
“No te emociones demasiado. No estoy seguro de cuán permanente es”.
Emma puso los ojos en blanco. "Siempre dices eso. ¿Cómo está el trato de las cenas
en caja?
Pasamos unos minutos poniéndonos al día sobre sus clases y mi negocio. Evité
cuidadosamente el gran tema que realmente necesitaba discutir con ellos. No estaba seguro
de cómo decirles. Quiero decir, podría soltarlo como lo hizo Asher con su abuela, pero eeep.
“Parece que estás a un millón de millas de distancia”.
"¿Qué? No. Estoy justo aquí.
Emma y Rachel estaban apretujadas en la pantalla, ambas mirándome de cerca. "Algo
es diferente".
"No."
"Hay." Emma inclinó la cabeza. "¿Te acostaste?"
"Ay dios mío. No estamos discutiendo eso”.
"¿Ese pescuezo te quema el cuello?"
"¿Qué?" Mi mano fue directo a donde Asher me había besado la noche anterior.
Seguía sorprendiéndome con ataques furtivos.
"Oh." Ambas chicas me miraron con ojos enormes. "¿Quién es?"
"No es nada de"
“Hannah. ¿Quién ordenó este monzón? ¿No se dieron cuenta de que teníamos planes?
Los ojos de Emma, tan parecidos a los míos, se agrandaron. "¿Planes?"
"Está bien, tengo que irme".
"Oh, no, no lo haces". La nariz de Emma estaba prácticamente en la lente.
“Por supuesto, no traje paraguas”. Asher entró apresuradamente, se quitó la chaqueta del
traje y tiró la bolsa de su computadora portátil en el banco justo al lado de la puerta.
Y él tenía que estar usando sus lentes hoy. Yo era tan débil contra ellos.
“¿Hannah?”
Traté de presionar el botón de finalizar, pero de repente olvidé cómo funcionaba cualquier
cosa, incluida mi boca para decirle a Alexa que finalizara la llamada. La camisa de vestir blanca
de Asher estaba pegada a su cuerpo. Evidentemente, hoy tampoco se había puesto una de sus
camisetas blancas debajo.
Querido Dios, estaba totalmente empapado.
"Oh lo siento. No me di cuenta de que estabas en una videollamada. Se inclinó y besó a
Lily en la cabeza. No puedo recogerte, cariño. Necesito cambiar."
"¡Hola!" Emma, que no tenía escalofríos, gritó.
Asher se me acercó por detrás. "Oh hola." Se inclinó y me besó también. No en los labios,
gracias a Dios, pero se estaba comportando demasiado familiarmente cuando mis hermanas
miraban.
Chico, estaban mirando.
¿Qué diablos pasaba con él? Primero cantando en el auto, luego cantando en su oficina
una canción de Matt Nathanson anoche. Ni siquiera sabía que Asher escuchaba música que no
fuera clásica.
Estaba tan confundido.
“Soy Asher. No puedo esperar a que ustedes visiten. Nos encantaría que te quedes
durante parte del verano.
"¿Lo haríamos?" Yo pregunté.
"Sí, con el bebé en camino, creo que ustedes, chicas, querrán disfrutar
el verano tanto como puedas.”
"¡Bebé!" Mis hermanas gritaron al unísono y el video se volvió negro.
"¡Lo siento!" Emma enderezó su unidad. "¿Bebé? ¿Que bebe?"
"Oh, shiSkittles". Asher frunció el ceño y se subió las gafas. "Tú
¿No les dijiste? me preguntó por la comisura de su boca.
“Estaba llegando a eso”.
"Oh, Dios mío, ¿qué?" Emma miró hacia abajo, pero por supuesto, yo estaba demasiado
cerca de la cámara para ver mucho.
Me deslicé hacia atrás. “No se muestra todavía. Iba a decírtelo.
"Hablando de enterrar el plomo", murmuró Asher.
"¿Qué? ¿Ahora empiezas a hablar como un tipo de periódico?
Levantó las manos. “Veo que necesitas hablar. Voy a ir a cambiarme.
"No tiene que cambiar en nuestra cuenta". Rachel sonrió soñadoramente. “Buen trabajo,
hermana. Rico y caliente.
"Oh Dios."
“Quiero decir que asumo que este es tu jefe. Hombre, creo que vi esto en el canal
Hallmark. ¿O fue leer el libro? Los ojos de Rachel estaban bailando.
"Callarse la boca." Estaba mortificado. Y no quería que mis hermanas, o Asher, pensaran
que estaba en esto por el dinero.
"En realidad, la embaracé antes de que trabajara para mí".
"No estás ayudando", gruñí.
"Obviamente no. Y definitivamente necesitas hablar. Llevaré a Lily arriba.
conmigo desde que tiene la cara plantada en sus Legos.
Giré y, efectivamente, Lily estaba fuera de combate. Parecía que hacía todo lo posible
para dormir en medio del caos. Lo cual era algo muy bueno considerando la locura en la que
se habían convertido nuestras vidas.
"Adiós chicas. Y esa invitación es abierta”. Me dirigió una larga mirada, seguida de una
sonrisa incendiaria. Se quitó la camisa mojada sin siquiera mirarme.
Mis hermanas se desmayaban detrás de mí. Rápidamente, moví la cámara para que
estuviera fuera de la vista.
"Maldita sea, ¿por qué me niegas mi momento Magic Mike, Hannah?"
Ignoré a Rachel, pero eché otro vistazo furtivo u once por mi cuenta.
Maldita sea, era hermoso.
Recogió a una Lily dormida, luego miró por encima del hombro con una ceja arqueada. En
este punto, las cosas estaban tan fuera de control que fui por impulso y le di un silbido de lobo.
El rápido destello de su sonrisa hizo que mi estómago se volviera. Fruncí el ceño un poco
cuando dio la vuelta larga para subir las escaleras. Probablemente también quería quitarse la
chaqueta del traje de neopreno.
O danos otra oportunidad en un peep show, el exhibicionista.
Me volví hacia mis hermanas.
Ahora explica. Rachel me señaló, como solía hacer nuestra madre cuando buscaba chismes
jugosos.
Suspiré. "Esto va a tomar un tiempo."
"Empecemos desde el principio." Rachel apoyó la barbilla en las manos.
“No dejes nada fuera”.
Emma le dio un codazo a Rachel. "Yo también quiero escuchar".
“Todo comenzó en una víspera de Año Nuevo nevada”.
Rachel dio un suspiro exagerado. "Sí, esto va a ser bueno".
Complací a mis hermanas por un rato. Saber que Asher cuidaría de Lily me permitió tener
un tiempo de hermana muy necesario. Incluso si muchas de las burlas fueron a mi costa. Podría
haber dado un poco más de detalles de los que debería haber dado a los impresionables chicos
de diecinueve años, pero me topé con hablarles de Asher.
Sobre Lily.
Sobre la vida loca que estábamos haciendo por accidente.
Hablamos de nombres de bebés absurdos y de que podría terminar con un bebé de octubre
dependiendo de cómo fuera el embarazo. Cómo las fechas para el embarazo real no tenían
ningún sentido. Sin mencionar que los dos necesitaban ser mucho más cuidadosos con la
protección de lo que yo había sido.
"No tienes que decírmelo, pero ten cuidado".
“Ugh, no te pongas tu traje de tía Hannah. Quédate en el papel de hermana, por favor”.
Rachel enterró la cara entre sus manos.
“Te diré una cosa. No te juntes con chicos de Crescent Cove.
Ahora hay una calcomanía en el parachoques que dice que hay algo en el agua aquí. Literalmente."
"¿En realidad?" Los ojos de Emma se agrandaron.
“Aquí está ocurriendo un ridículo baby boom. Cada vez que hago una entrega para Hannah's
Helping Hands, escucho otro informe de alguien que tiene un bebé”.
“Entonces, ¿el boomchickawowwow se está volviendo viral en Crescent Cove? Esto lo
tengo que ver.
Levanté la cámara a mi cara. "No lo harás."
La carcajada de Emma fue muy agradable de escuchar. Hacía mucho tiempo que no
podíamos hablar. Parte de ello fue culpa mía. No quería ser una hermana mayor pesada
cuando ellos apenas se estaban encontrando a sí mismos.
“Necesitamos controles semanales”, dije impulsivamente.
“Ahora que estás creciendo como humano, creo que eso es una certeza. Pero realmente
te extrañamos, Hannah Banana”. Rachel aplastó su mejilla contra la de su hermana y ambas
pusieron caras de guppy. "Te echamos de menos. Y definitivamente vendremos de visita este
verano. Obtuve una pasantía, así que no será todo el verano”.
"Eso es maravilloso. Estoy tan feliz por ti."
“De hecho, voy a trabajar en un crucero durante dos meses de los tres”. Emma hizo una
mueca. “Sé que probablemente será terrible, pero creo que es la única forma en que podré ver
algo del mundo hasta que termine la escuela.
Pensé en tomarme un año sabático…
Ante mi expresión severa, se rió.
“Pero no quiero perder un año entero. Unos meses de estar encerrado
una lata de sardinas debería ser suficiente”.
Había oído historias de terror sobre los cruceros, pero sabía que tenía que ser algo más
atípico que la norma. Tenía que confiar en que Emma sabía cómo cuidarse sola.
"Mírate mordiéndote la lengua". La risa de Emma era adictiva.
No pude evitar devolverle la sonrisa. “Solo prométeme que tendrás cuidado y que hay una
manera de evitar trabajar allí si es horrible. No me importa lo que cueste, te llevaré a casa si es
necesario.
"Eso es porque eres el mejor".
"Está bien. Déjame ir a ver cómo están Asher y Lily. Está demasiado tranquilo allá arriba.
“Estoy muy feliz por ti, Han. Él parece bastante impresionante. Incluso si te acuestas con
tu jefe. Tan escandaloso.
"Gracias, Raquel". Negué con la cabeza. “No sé lo que va a pasar
pasar con el. Lo estamos tomando un día a la vez”.
“Bueno, no tardes demasiado. Ese hombre es super fino, y alguna que otra chica
estará listo para entrar en picado. Está caliente con todas las mayúsculas ".
"Gracias Creo." Todavía tenía miedo de etiquetar algo sobre nosotros. Incluso si me
encontraba esperando su llegada cada tarde. Últimamente, a menudo regresaba a casa con una
sonrisa y saltaba para ayudar en la cocina.
¿Cuántas veces me había echado de la habitación para jugar con Lily, solo para darme un
respiro? Ya no la estaba evitando.
A veces, cuando estaba tratando de averiguar una receta, incluso llevaba a Lily a su oficina para
pasar un rato juntos. Los había encontrado acurrucados en su silla de lectura más de una noche
después de la cena.
Mucho estaba cambiando, la mayor parte en el buen sentido.
Tragué saliva y me concentré en mis hermanas. "Te amo."
Los ojos de Rachel se empañaron. "Te amamos tambien."
Emma pasó su brazo alrededor del cuello de su hermana. “Te extrañamos y
esperar informes entre llamadas. Y te enviaremos más nombres”.
Me reí. "No puedo esperar".
Saludaron y luego se fueron. Parpadeé lejos del torrente de lágrimas.
Las extrañé mucho, pero estaba muy orgullosa de las mujeres en las que se estaban convirtiendo.
Ambos triunfadores. Emma todavía estaba dudando sobre qué especialidad quería seguir, pero
Rachel tenía un plan en marcha. Iba a ser arquitecta, creando viviendas de energía sostenible.
Nuestros padres estarían muy orgullosos de ellos, especialmente nuestra madre.
Me sequé la humedad y terminé de doblar la ropa del bebé en paz y tranquilidad. Tendría que
averiguar qué íbamos a comer ahora que un picnic no era parte del plan de juego. Tal vez los tres
podríamos ir a comer una pizza al pueblo. Estaba un poco harto de mi propia cocina en este
momento.
Metí la canasta de ropa debajo de mi brazo y subí las escaleras. Una voz masculina suave y
agradable se hizo más clara a medida que me acercaba a la parte superior de las escaleras. Era
un cantante de country, pero no sabría decir cuál. Yo era más del tipo de chica rockera y pop.
La puerta de la oficina de Asher estaba abierta. Lily's estaba cerrado. En silencio fui a verla.
Dormía con los brazos extendidos sobre la cabeza. Totalmente fuera de juego. Esa era su postura
de sueño exhausto. Teniendo en cuenta que había estado luchando contra sus siestas matutinas
últimamente, no me disgustó verlo. Eso significaba que ella estaría fuera por un rato.
Tal vez podríamos llamar a Bess para una cita nocturna. Sin picnic, pero tal vez
podríamos salvar el día.
Dejé la cesta de ropa en su cambiador y salí de la habitación, luego seguí la música. Encontré
a Asher poniendo uvas y queso brie en una
lámina. Algo así como. Las uvas seguían rodando, pero tuve que darle una A por el esfuerzo. Sobre todo
porque tenía una botella de jugo de uva espumoso en un cubo de hielo colocado sobre una enorme
manta de guinga extendida en medio del suelo de su oficina.
Había empujado su escritorio hacia atrás y apilado las cajas de equipos que seguían apareciendo
cada pocos días. Dos cántaros rebosaban de flores primaverales. Gerberas y margaritas de colores
Crayola, incluso un puñado de tulipanes amarillos y rosados suaves. Había una canasta de picnic honesto
a Dios sentada en el borde de la manta. Junto a los platos se colocaron servilletas de lino blanco y
cubiertos.
Incluso vi una caja de jugo de manzana asomándose de la hielera que había escondido detrás de la
canasta. Había pensado en todo.
"Ahí tienes." Asher se puso de pie con una sonrisa fácil. Sin labios apretados o
líneas de expresión ahora. Gracias a Dios. “¿Cómo estuvo tu conversación con tus hermanas?”
"Bien."
Traté de recuperar mi reacción a todo su arduo trabajo. No quería que se sintiera cohibido por eso,
pero al mismo tiempo, tenía mucho miedo de darle demasiada importancia. En cambio, seguí mis instintos
y le devolví la sonrisa.
El placer se desplegó en mi vientre, junto con una calidez que no había sentido antes.
profundamente desde aquella primera noche.
Esa noche también había incluido el suelo y una chimenea.
En lugar de un traje, Asher usó un par de jeans con una camisa blanca con botones. No del tipo que
usaba para ir a la oficina todos los días, sino uno que parecía haber estado con él durante mucho tiempo
si las colas deshilachadas eran algo por lo que pasar. Tenía las mangas enrolladas en los antebrazos y
estaba descalzo. Un aspecto tan doméstico, al menos para su temperamento.
En ese momento, me sentí un poco desaliñada con mi vieja sudadera con capucha de la universidad y
mis pantalones de yoga. Tenía la intención de cambiarme para nuestro picnic, pero con la lluvia, bueno,
simplemente no parecía importante.
¿Ahora? Realmente deseaba haber tomado las medidas adicionales.
Se acercó a mí y enroscó su brazo alrededor de mi cintura. “Tuvimos un poco de retraso por la
lluvia, pero pensé que tal vez podríamos hacer un picnic en la alfombra. Parecía una estupidez
desperdiciar toda la comida.
"Como estaba pensando abajo que deberíamos salir a comer pizza".
Su sonrisa se deslizó un poco.
Me puse de puntillas y lo besé. "Esto es mucho mejor."
Su agarre se hizo más fuerte y el beso se alargó, su tinta y su esencia de cuero se
filtraban en mis huesos con cada movimiento de su lengua. Los músculos que se
flexionaron y rodaron bajo mis dedos me instaron a acercarme más. Cada pequeño
toque en las últimas semanas me había dejado con hambre de más.
Tal vez ese había sido su plan todo el tiempo. En este momento, no me importaba.
Sus dedos se deslizaron lejos de mí, subiendo para acunar mi cara. El beso era
más dulce ahora. La resaca de emoción y pasión cruda que surgió entre nosotros era
más como un encaje espumoso. Del tipo que hacía cosquillas y bromeaba.
Sentí su sonrisa en el beso antes de abrir los ojos.
"¿Qué?"
"Extrañaba tocarte así". Su voz era gruesa y suave.
"Siento que debería tocarte así".
“Las cosas son complicadas”.
“No tienen que serlo”.
Apoyé la mejilla en su toque. "Fácil para ti decir. Técnicamente, no eres mi
empleador y el papá de mi bebé”.
Hizo una mueca. “Cuando lo pones así…”
"Sí."
“Pero eso no es de lo que se trata para mí”. Intenté retroceder, pero él me abrazó
con más fuerza. "Es más que no te merezco".
“Asher—” Torcí mis dedos en los faldones de su camisa.
"No, es verdad. Llegaste a mi vida cuando no veía claro mi camino para encontrar
algún tipo de felicidad. Ni siquiera pensé que debería ser feliz. No después de lo que
había pasado con Billy. Murió, y aquí estaba yo, viviendo la vida que él esperaba tener
con su bebé”.
Lo has hecho bien con ella. Así que correcto.
“Ahora quiero hacer lo correcto contigo”. Su manzana de Adán subió y cayó.
“Todavía no puedo creer que estés aquí. Que alguien tan fuerte y sorprendente como
tú se quedara y me diera una segunda oportunidad. O diablos, quinta oportunidad por
ahora. Bajó una mano a mi cintura. “Y que hay una parte de nosotros creciendo aquí,
no importa cuántas veces arruine las cosas”.
Abrí la boca para responderle, pero me besó de nuevo.
Todo lo que podía hacer era aguantar. Era como una tormenta salvaje. Sopló en mi
vida con nieve, y ahora con lluvia, estaba pidiendo mucho más. Una temporada y
estábamos acelerando hacia algo más grande que nosotros dos.
No era sólo por mí por quien tenía que preocuparme.
Finalmente, aparté mi boca de él. “Solo ten cuidado conmigo,
Aser.” Odiaba la debilidad en mi voz. Odiaba tener que expresarlo.
"Déjame entrar. Dame una oportunidad".
Miré su pecho. La amplia extensión me instó a inclinarme.
Para dejarlo cargar con parte del peso. Pero, ¿y si me inclino? ¿No sería aún más difícil
valerme por mi cuenta si él se cansara de la novedad de nosotros?
Besó mi frente. “Estás pensando tan duro. Sé que tengo trabajo que hacer, pero no nos
tengo miedo. Ya no."
Levanté mi mirada hacia la suya. Yo no tenía las palabras. Pero podría mostrárselo.
Me puse de puntillas y deslicé mis dedos por su cabello. Bajó su boca a la mía. Éramos una
olla a presión que finalmente dejó libre la válvula de escape.
Lo respiré mientras mis hombros se relajaban. Podía sentir su corazón latiendo contra
mi pecho, sabía que estaba haciendo eco en el latido salvaje de mis oídos. Sus cálidos
dedos se deslizaron debajo de mi sudadera para encontrar mi vientre. Pasó las puntas de
sus dedos sobre mi estómago y hasta mi sostén.
Me miró mientras atacaba sus botones con dedos temblorosos.
Me sentí más tranquilo cuando su mano temblaba levemente contra mi pecho.
Esto era tan grande para él como lo era para mí. Este hombre había sido el único en
tocarme así. Una parte de mí sabía que él sería el último en tocarme
también.
Incluso si no trabajábamos, no estaba seguro de que sería capaz de dejar que alguien aprendiera mi
cuerpo y llegara a conocerme como lo había hecho Asher.
Empujé su camisa y pasé las yemas de mis dedos sobre la tinta arremolinada de sus
muchos tatuajes. Tan tradicional en muchos sentidos y salvaje en otros.
Lo sabía de primera mano. Llevaba la prueba de ello ahora mismo.
Incluso cuando habíamos tratado de estar a salvo. Cuando tratamos de tomar un trozo
de una noche solitaria entre nosotros, creamos una atadura que nunca se rompería.
Como si el universo tuviera ideas que no pudiéramos comprender.
Me quitó la sudadera y luego se agachó frente a mí para quitarme
mis pantalones de yoga y mi sencilla ropa interior de algodón. "Eres tan hermoso."
Lo miré, pasando mis dedos por su cabello indomable.
Aquí también, no podía quedarse en la caja aristócrata a la que creía que pertenecía. Había
mucho más en Asher Wainwright.
Más de lo que yo sabía.
Déjame llevarte a la cama, Hannah.
"No. Muéstrame aquí en la manta que nos preparaste para nuestro picnic de primavera.
Sonreí levemente. Maldita sea la lluvia.
Me atrajo hacia abajo con él, estirándome sobre la suave manta. "Tú
merecen más que este edredón de algodón.
“Imagina que solo somos nosotros y la luz del sol. Que tenemos esa tarde libre para ser solo
nosotros. Que somos dos personas que pueden tomarse el día libre solo para divertirse y
desnudarse”.
“Cada vez que te he tocado, ha sido algo más que sexo”. Pasó sus dedos entre mis pechos
hasta mi cuello.
Me estiré ante su toque, mis ojos se cerraron mientras él anotaba suavemente sobre la
columna de mi cuello y hacia abajo. "Sí."
Sus labios siguieron el mismo rastro mientras hábilmente me acurrucaba más cerca para
poder desabrochar mi sostén. Deslizó el cordón hacia abajo y dibujó un rastro perezoso sobre la
parte superior de mis senos antes de finalmente tomar un pezón en su boca. Gimió alrededor de
la punta apretada y me arqueé para darle más acceso. Le di la vuelta para poder pasar la pierna
por encima de su cadera.
"¿Por qué sigues usando tus jeans?"
“Porque si me los quito, estaré más preocupado por meterme en tu
dulce calor que lo que necesitas.
"¿Qué pasa si eso es exactamente lo que necesito?"
Me hizo rodar sobre mi espalda, tomando mi pezón en su boca de nuevo mientras
tomó y frotó mi otro seno. "Déjame adorarte primero".
"¿Qué pasa si cierta niña se despierta?"
Se movió más abajo. "Supongo que tendré que hacer mi camino hacia el centro un poco más
rápido". Avanzó un poco más por la manta y enganchó mi rodilla sobre su hombro. “Extraño esto,
Hannah. Extraño saborearte en mis labios.
Siseé un gemido y me arqueé mientras mordisqueaba su camino sobre mi vientre hasta
mi muslo interior. "Se siente como si no hubieras estado allí en tanto tiempo".
“No lo he hecho. Y voy a rectificar ese maltrato”.
Me reí. No me di cuenta de que tenía la risa en mí en este momento, pero ahí estaba. Apreté
mi rodilla contra su cabeza mientras él lamía cada centímetro de mí y luego encontró un mapa
especializado de todos los lugares que me volvían loco.
Yo era un desastre estremecedor y él estaba tranquilamente trabajando a su manera.
a mi alrededor con una lengua que debería estar bronceada.
"Suéltame", dijo contra mi muslo. Me mordió, luego lavó su lengua
sobre el pequeño dolor. "No luches contra esto".
"No soy."
Levantó la vista de entre mis piernas. "Eres."
Retorcí mis dedos en su cabello. Esta versión despeinada y resuelta de Asher hizo que lo
deseara aún más. "Tal vez quiero que seamos nosotros, no que tú des todo el tiempo".
Se arrastró de nuevo para encontrarse conmigo, su boca más dura y segura esta vez.
El Asher con el que soñaba y deseaba cuando no podía alejar el anhelo.
Raspé mi pie por su pierna vestida con jeans. "Fuera", dije contra su
boca. "Dentro de mí. Hazme venir de nuevo. Solo nosotros."
Él gimió contra mi cuello. "Estaba intentando."
“Y teniendo éxito. Pero solo te quiero a ti. Si quieres pasar el resto de la noche buscando
medallas de oro y rondas relámpago, estoy bien con eso.
Pero ahora mismo, pierde los malditos jeans. Te necesito."
El roce de su cremallera me hizo suspirar de alivio. Me estiré entre nosotros y jugueteé con
los calzoncillos bóxer que lo mantenían alejado de mí.
"Hannah", dijo con voz estrangulada.
No quería esperar más. Su longitud caliente encajaba perfectamente en mi mano. Luego, con
su lento empujón dentro de mí, estaba la plenitud de la que nunca parecía tener suficiente.
Enrosqué mis piernas alrededor de sus caderas y lo sostuve profundamente dentro de mí. "Allá.
Dios, sí allí”.
"Jesús." Corrió besos por mi cuello y encontró mi boca. me metió el puño
cabello con una mano y se apoyó sobre mí con la otra.
Ni siquiera me importaba que sus jeans me rozaran los muslos. Pasé mis uñas por su espalda
y en la parte de atrás de sus jeans para agarrar su trasero. La flexión de sus músculos me empujó
más cerca de la felicidad que estaba persiguiendo. El que solo parecía encontrar con él.
Me envolví alrededor de él y abracé la tormenta que estábamos juntos.
Incluso cuando dejé que me hundiera, confiaba en que él me tendría. Que romperme debajo de él
no me astillaría. Que él me recompondría cuando pasara.
Cantó mi nombre contra mi boca, mi cuello, incluso mi hombro mientras sus dientes raspaban
mi carne. No pensé que pudiera meterse más profundo dentro de mí, pero estaba tan equivocada.
Que perdiera el control conmigo y confiara en que yo también lo atraparía fue tan humillante.
Y tan poderoso como cualquier cosa que haya conocido.
Grité su nombre, y sus intensos ojos se clavaron en los míos mientras disminuía la velocidad.
No había nada más que él y yo. El ritmo brusco, casi frenético, se deslizó
en el soñador intermedio. Donde no sabía dónde terminaba él y comenzaba yo. Los besos se
hicieron más lentos y la fricción entre nuestros cuerpos comenzó a arder lentamente.
Ni siquiera sabía que se acercaba el final. Quería disfrutar de la cercanía que habíamos tenido
demasiado miedo de pedirle al otro. Pero él conocía mi cuerpo demasiado bien.
Dios, me encajaba como si fuera la pieza faltante del rompecabezas que el universo había
creado solo para mí.
"Hannah", dijo contra mi cuello.
No pude controlar el sollozo. La liberación retorcida casi insoportable que era placer y dolor y
el tipo de ahogamiento que robaba el aliento y el sentido.
Cuando volví a salir a la superficie, sus ojos color avellana buscaban los míos.
Sus ojos húmedos reflejaban cada emoción que me atrevía a desear.
Tomé su rostro. Todavía no tenía palabras para lo que éramos, pero estaba
tan contenta de no estar sola nunca más.
VEINTITRÉS
"¿QUERÍAS VERME ?" VINCENT APARECIÓ EN MI PUERTA, pareciendo más despeinado
de lo que jamás lo había visto.
Me recliné en mi silla y cerré la hoja de cálculo que tenía abierta detallando el resto de los
planes de marketing del año. Tenía la sensación de que muchos de ellos cambiarían al menos,
si no se cancelaban por completo.
Eso me molestó menos de lo que hubiera imaginado.
"Lo hice, pero desafortunadamente, tengo una cita a la que no puedo faltar".
Eso fue un eufemismo. Dentro de poco, recogería a Hannah para nuestra primera cita
con el médico de bebés de verdad. Bueno, aparte de aquella en la que originalmente había
recibido la noticia. Tenía tres meses y medio ahora, y por mi lectura, me moví para asegurarme
de que mi pierna cubriera firmemente el libro de embarazo que había estado leyendo en los
descansos, estaba atrasada en sus visitas requeridas.
No es que yo le diría esto, por supuesto. No tenía ningún deseo de ser desinvitado
de la visita al médico de mi propio hijo.
Nos había ido bien últimamente, pero un hombre inteligente sabía cuándo no tentar su
suerte. También estaba disfrutando de la ventaja del sexo regular. Solo había pasado una
semana más o menos desde nuestro picnic en la alfombra, muy pronto aún en ese sentido,
pero no iba a contar cuánto tiempo había pasado desde que había tenido tanta regularidad en
mi vida.
"Lo siento. Sé que se suponía que me reuniría contigo antes, pero Connie tuvo un
problema con una de las fotos del semanario y se desató el infierno.
Uno de los chicos nuevos pensó que sería divertido sustituir una foto del alcalde por un tipo
disfrazado de perrito caliente y el pie de foto lo llamaba "cabeza de salchicha". Vincent se
pasó una mano por su cabello oscuro inusualmente desgreñado. Él
Por lo general, estaba bien afeitado y tenía el cabello perfectamente peinado, pero, de nuevo, yo
también solía ser así.
Me froté la nuca que no había tenido tiempo de arreglar esta mañana, debido a que me demoré
tomando café con Hannah y Lily. Y antes de eso, demorarnos con Hannah en la cama hasta que los
llantos del bebé nos arrastraron por el pasillo.
Teníamos mucho más de eso en nuestro futuro. Nos estábamos acostumbrando—
bueno, comenzando a hacerlo de todos modos.
Mucho nuevo. Tantos nuevos comienzos.
Y no le estaba respondiendo a Vincent, aunque para ser honesto, encontré el
Lo del perrito caliente es jodidamente divertido.
Me aclaré la garganta. "Eso es lamentable."
“Es ridículo eso es lo que es, y Connie va a despedir a ese idiota”.
Vincent metió las manos debajo de los brazos. “Pensé que es por eso que también quieres reunirte
conmigo. Entonces, si quieres despedirme, dímelo directamente. No necesito que suavices el golpe.
Lo que hice fue subordinación, simple y llanamente”.
“No tenías la intención de que Daly corriera hacia mí y chillara como un cerdito”.
Ante la expresión sospechosa de Vincent, miré mi reloj. Tenía la sensación de que estaríamos
acercándonos a la cita. "¿O lo hiciste?"
“En el fondo, sí, probablemente esperaba que lo hiciera. Si hubiera pensado que escucharías mis
ideas, me habría acercado a ti. Demonios, debería haberlo hecho de todos modos. No es asunto de
Daly, y somos amigos.
"¿Estamos?"
"Ya me lo imaginaba."
“Yo también hasta la llamada de Daly. Si bien entiendo sus motivaciones, realmente
Ojalá hubieras elegido otra ruta.
"En retrospectiva, yo también". Exhaló. "Si tiene la intención de dejarme ir, hagámoslo y acabemos
con esto".
"¿Por qué, para que puedas correr al Rochester Daily y compartir tus ideas con ellos?" Negué
con la cabeza. “Lo siento, no puedo permitir que eso suceda. Quiero que Wainwright sea una fuerza
en la próxima generación, y tú eres el hombre que nos llevará allí”.
El ceño de Vincent se arrugó. "¿Soy?"
"Eres. Quiero hablar en profundidad de lo que eso significa exactamente, y cómo cambiará su
papel, y el mío, para el caso, pero la cita que no puedo faltar es la primera visita al médico de mi bebé.
Bueno, en el útero.
"¿En que?" Vincent miró por encima del hombro como si esperara que dijera
bebé a aparecer detrás de él. "¿Dónde conseguiste otro bebé?"
"Seguro que no estaba fuera de eBay". Me puse de pie y agarré la chaqueta de mi traje del
respaldo de mi silla.
"Espera, ¿ahora estás contando chistes?" Se frotó un lado de la cara.
“¿Realmente fuiste tú cantando 'The Gambler' en el retrete ayer? Pensé que eras tú, pero luego
decidí que no podía ser. Tú no cantas.
"Ahora si." Mi voz era notablemente alegre considerando que estaba bastante seguro de que
mis oídos estaban rojos como un camión de bomberos. “No canto particularmente bien, no hago
bromas graciosas y doy un paso atrás en una compañía cuando alguien más tiene todo el impulso
y la ambición que yo ya no poseo. Pero tengo algunas pistas interesantes sobre cosas nuevas de
las que ocuparme. Me puse la chaqueta. “¿Qué sabes de los podcasts?”
"Un poco. ¿De verdad vas a dar un paso atrás? Vives y respiras este negocio, Asher. Antes
de que pudiera responder, se pasó una mano por el pelo. “Mira, lo que dije probablemente vino
de un poco de amargura. No es tu culpa, y nunca has hecho nada para merecerlo. Has sido el
mejor puto jefe que un hombre podría pedir. Se aclaró la garganta. "Perdón por mi francés".
Me reí y me incliné para recoger mi maletín. “Para pagarme, dime
lo que sabes sobre los podcasts mientras me acompañas”.
"Seguro. Y eh, jefe, dejaste eso atrás. Señaló mi silla.
“Le emocionará al personal de limpieza”. Rodeé el escritorio. "Ellos deberían
disfruta especialmente las partes subrayadas.”
Vincent miró hacia atrás mientras trataba de empujarlo hacia la puerta. "Qué
¿subrayada? ¿Es realmente un manual para embarazadas?
“Más de una cartilla, digamos. Y ni se te ocurra mirarlo.
Te das cuenta de dónde está mi nuevo hogar, ¿no? Aparentemente, todo el pueblo está bajo un
hechizo de bebé”. Cerré la puerta de mi oficina detrás de mí.
"¿De qué diablos estás hablando?"
La reacción de Vincent fue similar a la mía cuando descubrí que Crescent Cove era conocida
por algo más que pintorescas vistas al lago y encantadoras tiendas. “Si tienes curiosidad, detente
en Brewed Awakening in the Cove. Pregunta por Macy, el dueño. Ella te dará un montón de orejas.
Seguramente me había dado uno cuando pasé por una taza de café la otra mañana.
Mencioné que Hannah era la paseadora de perros de Vee para el pequeño Latte.
Hannah había conocido a Vee durante su breve tiempo trabajando en el café, un trabajo que había
renunció poco después de haber aceptado el trabajo de niñera. Vee tuvo un montón de hijos,
gracias a un anuncio que buscaba un papá bebé en Cove. Y también, por beber demasiada
agua de Crescent Cove.
La última parte fue solo especulación.
Vincent tiró de su corbata. “No estoy seguro de ser lo suficientemente hombre para hacerlo”.
“Yo tampoco, pero sobreviví”. Cruzamos la sala de redacción y pasamos la flota de
oficinas que rodeaban la colmena principal para emerger en el pasillo que conducía a la
salida. “Estoy bastante seguro de que Hannah y yo quedamos atrapados en fuerzas más
grandes que nosotros. Sage también puede ser un empujador de bebés, por lo que sé.
"¿Quién es Hannah?" Vincent ladeó la cabeza. "Oh, ¿tu bebé mamá?"
Fruncí el ceño. "No la llames así".
"¿Cómo debería llamarla entonces?"
no lo sabía No teníamos etiquetas el uno para el otro. Simplemente existíamos en este
espacio libre donde creamos las reglas y descubrimos el camino a seguir. “La respuesta,”
dije suavemente antes de captar la extraña mirada de Vincent y darme cuenta de lo que
había dicho.
Pero se sentía cierto, así que no corregí mi declaración. Solo un poco... viví con eso por
un momento.
Que ella podría ser mi respuesta cuando ni siquiera me había dado cuenta de que todavía estaba lleno
de preguntas parecía un milagro indescriptible.
El tema pasó al conocimiento de Vincent sobre los podcasts, que creo que apreció.
Entendí el deseo de relegar el tema de sentar cabeza y los bebés a una caja en el fondo del
armario. Dios sabe que no había estado buscando expandir mi familia en la víspera de Año
Nuevo.
Por suerte, unas manos invisibles nos habían guiado juntos. O... Sabio.
Todavía estaba seguro de que ella tenía algo que ver con eso. O mi abuela.
Tal vez ambos. Cada ciudad tenía un casamentero, ¿no?
Quizás Crescent Cove tenía dos en preparación.
Vincent y yo nos separamos con un acuerdo para discutir la transición el viernes,
incluidos los detalles de lo que eso significaría exactamente. Pero me aseguré de que
entendiera que, si bien mi función general sería más pequeña, seguiría participando. También
trabajaría algunas horas más en las semanas previas a la entrega oficial de las riendas, solo
para asegurarme de que el cambio se llevara a cabo. se un éxito.
Terminamos la conversación con un apretón de manos y un abrazo, que aprecié mucho
más ahora que me estaba convirtiendo en el tipo de hombre que cantaba las canciones de
Kenny Rogers en el baño de hombres a las nueve de la mañana.
El viejo y austero Asher probablemente se habría rociado la mano con desinfectante y
olvidado que todo había ocurrido alguna vez. Menos mal que lo había enviado a empacar.
Era una especie de gilipollas.
Le envié un mensaje de texto a Hannah en el camino para avisarle que llegaba tarde.
Ah, no te apresures. Acabo de entrar en trabajo de parto.
A pesar de esa imposibilidad, casi me desvié del camino.
Casi me haces conducir a una zanja.
No deberías estar enviando mensajes de texto y conduciendo de todos modos. ¿Qué
tipo de ejemplo les estás dando a los niños?
La palabra niños envió un escalofrío a través de mí, como siempre lo hacía. al menos eso
ya no era tan paralizante.
Los niños no pueden ver lo que estoy haciendo en este momento y estoy usando texto a
voz de todos modos. ¿Me extrañaste?
¿Quién es este de nuevo?
La risa rodó a través de mí, llenando el auto. Ese era yo riéndome como
eso. No solo una risita educada en las fiestas, sino una jodida risa.
Tragué saliva. Billy estaría orgulloso de mí. Y me decía que ya era hora.
Él estaba en lo correcto. Ya era hora.
Cuando llegué a casa, me aseguré de que la radio estuviera encendida y de que estaba
cantando “Your Body is a Wonderland” de John Mayer a todo volumen. Hannah salió riendo,
cargando a Lily en su pequeño impermeable amarillo, y olvidé cómo respirar.
"No terminaste", dijo Hannah sin aliento mientras se inclinaba para apoyarse en mi
ventana.
"¿Terminar qué?"
"¿La canción?"
"¿Que canción?"
"Asher". Hannah sonrió mientras empujaba su dedo en mi frente.
"¿Cuál es tu daño hoy?"
Lily balbuceó una palabra que se parecía mucho a "Asher" y se inclinó precariamente
hacia adelante para agarrarme a la cara. Luego me dio un beso descuidado que olía a
mermelada de uva.
"Papá", la corregí sin pensar, mi mirada se conectó con la de Hannah sobre el cabello
castaño rojizo de Lily.
La garganta de Hannah se movió mientras ambos esperábamos algo que no llegó. Pero
no podía decir que estaba decepcionado, porque nunca antes había estado tan cerca de
querer eso.
Nunca pensé que estaba en las cartas para mí.
Hannah rodeó el auto y colocó a Lily en su asiento antes de unirse a mí en el frente.
Bajé el volumen de la radio y salí de la entrada, mis pensamientos tan fuertes que
probablemente le estaba dando dolor de cabeza.
“Tú también puedes ser su papá, ¿sabes?”. Ella tocó mi muslo. “No es una situación de
uno u otro. Su padre siempre será su padre”.
"Sí." Apreté mis manos alrededor del volante. "Tienes razón."
“Te has ganado ese nombre y algo más, por lo que ella te llamará así antes de lo que
piensas. En este momento, está bastante obsesionada con pronunciar gelatina, pero apuesto
a que esa será la siguiente palabra en su lista”.
Sonriendo, la miré de soslayo. O tal vez mami.
Sostuvo mi mirada hasta que me estiré para tomar su mano. Enredó sus dedos con los
míos y los presioné contra su vientre, necesitando que supiera que no solo estaba hablando
de Lily. Nuestra familia de cuatro era nueva, especial y aterradora como el infierno, pero yo
estaba todo dentro.
Ahora solo tenía que convencer a Hannah.
Llegamos al consultorio de su médico poco tiempo después. Saqué mis anteojos del
visor al entrar, levantando mis cejas inocentemente mientras Hannah me lanzaba una mirada.
"Estoy seguro de que estaremos mirando el papeleo".
"Bien. Estás seguro de que quieres ponerme caliente y molesto.
Tiré de ella contra mi costado cuando llegamos a la puerta. “Beneficio secundario.
¿Verdad, Lily Patch?
Lily arrugó la boca. "Asher".
Suspiré. "Voy a ser el único en las noches de padres y maestros cuyo hijo los llame por su
nombre de pila, ¿no?"
Los labios de Hannah se torcieron. "No. Porque probablemente ella también me llamará por
el mío.
El reconocimiento de que Hannah tenía la intención de quedarse por mucho tiempo hizo que
mi agarre alrededor de sus hombros se hiciera más fuerte. Rocé un beso sobre su cabello y Lily
se inclinó entre nosotros desde su lugar en los brazos de Hannah, ofreciéndome su rostro para
un beso.
Hannah se rió entre dientes. "Mira, ella también piensa que eres guapo con tus lentes".
Besé la frente de Lily y las conduje al escritorio en la sala de espera. Completamos algunos
documentos y luego tomamos asiento.
Solo estaba hiperventilando un poco sobre el propósito de esta visita. Bebé
los pasos a veces se sentían jodidamente enormes.
No esperamos mucho, sorprendentemente, aunque parecía que la mitad de las personas
que esperaban estaban fascinadas con Lily. Lily, sin embargo, solo se preocupaba por los grandes
bloques de espuma en el suelo.
Cuando la enfermera de la Dra. Ellis nos hizo pasar a su oficina, Lily todavía estaba agarrando
un bloque con la letra F que se negaba a soltar. Traté de quitarlo dos veces, solo para que ella
aullara como si estuviera tratando de asesinarla.
Los niños eran lindos. Y aterrador.
“Hola, Hannah. Que bueno verte. Y Asher Wainwright, es un placer finalmente conocerte
formalmente. He oído hablar mucho de ti. La Dra. Ellis sonrió cuando ella y Hannah intercambiaron
una mirada que no entendí.
"¿Tienes?" Nos dimos la mano y miré a Hannah. “¿Qué tiene ella
estado diciendo sobre mí?
"Solo que te embasaste dos veces la noche que me dejaste embarazada".
"¿Qué? No hice." Fruncí el ceño, recordando. "No. no lo hice Pero los condones
probablemente eran bastante antiguos. Lo lamento."
“Ahora me dice”. Hannah suspiró y dejó a Lily en el tapete de los niños en el piso para jugar
con su bloque.
La Dra. Ellis se rió y se apoyó en su escritorio. “Los accidentes felices suceden todo el tiempo
en mi línea de trabajo”. Ladeó la cabeza hacia Hannah. “Tu estado de ánimo ha cambiado desde
nuestra última cita”.
Hannah se levantó de su posición en cuclillas junto a Lily. “He tenido algo de tiempo para
sentarme con la idea”.
"Si tu tienes. Y parece que tienes un compañero que te apoya. ¿Estoy en lo cierto,
Asher?
No sabía si todos los médicos tenían esto personal, pero tenía la sensación de que
Hannah y el Dr. Ellis tenían una dinámica diferente a la relación habitual entre médico y
paciente.
"Sí. Dado que ya comenzamos las cosas con fuerza, traigo algunas preguntas. Tengo
un libro, pero aún no he cubierto todo”. Saqué el trozo de papel doblado que había arrancado
de mi DayTimer del bolsillo de mi chaqueta. “¿Cuánto tiempo podemos tener relaciones
sexuales de manera segura?”
"No acabas de preguntar eso", murmuró Hannah. “Y puedo responder que
para ella, ese tiempo ya ha pasado. La puerta está cerrada para ti ahora.
“No quise decir cuán tarde, aunque esa también es una buena pregunta. Me refiero a
la duración real.
Hannah negó con la cabeza y se sentó a mi lado. “Si no estuvieras usando esos
anteojos, es muy probable que me vaya de esta oficina”.
El Dr. Ellis se rió. “Es una buena pregunta para hacer. En cuanto a qué tan tarde,
algunas mujeres encuentran que las relaciones sexuales son útiles para estimular un parto
natural, especialmente si termina en un orgasmo. Siempre que la mujer se sienta cómoda y
saludable en otros aspectos, realmente no ponemos una fecha sobre cuándo detenerse. En
cuanto al otro —guiñó un ojo y Hannah cerró los ojos—, eso depende totalmente de las
preferencias personales.
Hannah no dijo mucho durante toda la visita, aunque hizo algunas preguntas pertinentes
sobre lo que debería comer y lo que no y los diferentes hitos. Pero fui mucho más elocuente,
especialmente cuando supe que en realidad había perdido tres libras desde su última visita
en lugar de ganar.
“Vamos a tener una cena de bistec después de que nos vayamos de aquí,” le informé.
"Uno que no hiciste, no importa cuán deliciosa sea tu cocina".
Hannah suspiró y volvió a ponerse los zapatos. “Creo que el estrés quema calorías,
porque definitivamente estoy comiendo mucho”.
“Comer por dos es un animal diferente, pero algunas mujeres no ganan mucho en
absoluto. no me preocuparía Estás haciendo todo bien. El Dr. Ellis le sonrió a Hannah.
“Tienes muy buena salud, Hannah, y una vez que hagamos la ecografía en aproximadamente
cinco semanas, podrás ver a tu bebé”.
"¿Incluyendo el género?"
Hannah inmediatamente negó con la cabeza. “Quiero esperar. Debería ser una sorpresa.
“¿Durante los nueve meses completos? Eso es un largo tiempo."
“Ya cubriste los primeros tres”, me recordó el Dr. Ellis.
Solté un suspiro lento. "Buen punto. Eso todavía es demasiado tiempo”.
Lo discutiremos. Pero Hannah parecía tan flexible como cuando le di ideas de negocios.
Aunque se estaba volviendo un poco más abierta de mente allí.
En cuanto al momento de revelación de género, ya lo veremos. Tenía un as bajo la
manga.
De camino a casa, tomé un desvío inesperado. Lily estaba preocupada en la parte de
atrás, así que decidí mostrar mi propia flexibilidad deteniéndome en el autoservicio de
McDonald's y comprando un cono de vainilla suave para Lily y un Big Mac para Hannah.
Puso los ojos en blanco, pero se lo comió, lamiendo la salsa especial de sus dedos de una
manera que estaba mucho más picante de lo que debería haber sido.
“¿Es la primera vez que pasa por un drivethru?” ella preguntó.
"¿Por qué, solo porque pregunté dónde estaban los cubiertos?"
“Tienes una hamburguesa y papas fritas. No recibe cubiertos, Sr. Cuchara de Plata.
Se estiró para limpiarme la sal de la barbilla. "Me gusta cuando no te afeitas", agregó,
lamiendo la sal de su dedo.
“Como anteojos, cheque. Al igual que la nuca, comprobar. Me gusta hacerme sentir
incómodo cuando hay un bebé sentado cerca, mira”. Miré por encima del hombro a Lily,
cuyo rostro estaba cubierto de helado de vainilla. No pude evitar reírme. "¿Estás disfrutando
ese cono, Lily Patch?"
Hannah también miró hacia atrás y se rió conmigo. “Lily Patch es una
lindo apodo para ella.”
Era de Billy. Siempre bromeaba diciendo que la encontró en el campo de coles. Era la
muñeca pelirroja, aunque ahora se está poniendo más morena. ¿No es así?
Lily arrojó los restos del cono al suelo.
Hannah suspiró, desabrochándose. "Yo solo"
“No, la tengo. Come tu almuerzo. El bebé tiene hambre incluso si tú no la tienes”.
Desabroché mi cinturón de seguridad, deteniéndome cuando me di cuenta de que Hannah
estaba mirando. "¿Qué?"
“Realmente quieres a este bebé”. Ella se aclaró la garganta. "Nuestro bebe."
No tuve que pensar. "Sí. Y realmente te quiero a ti también. Agarré su mano. “No como
una incubadora. Porque eres Hannah Jacobs y no he podido quitarte los ojos de encima
desde que te vi garabateando secretos en un diario.
Sus mejillas se sonrojaron. “Ahora es más un planificador de negocios”.
"¿Le dijiste que tuviéramos sexo?"
"¿Él? ¿Te diste cuenta de que es un libro encuadernado?
"Sí. ¿Acaso tú?"
Se lamió los labios, agradable y lento. "Tal vez. Tal vez no."
Negué con la cabeza. “Tienes un lado malvado, y no estoy seguro de lo que dice de mí
que lo encuentro sexy”.
Ella me dio una rara sonrisa completa. "Yo tampoco."
Terminamos nuestros almuerzos y volvimos a la carretera. Tenía un destino sorpresa, uno
del que no le había dado pistas a Hannah.
"¿A dónde vamos?"
"Verás." Le lancé una sonrisa.
"¿Me estás secuestrando?"
"Tal vez. No me importaría atarte y salirme con la mía contigo.
Aunque probablemente no con el bebé presente”.
“Asher Wainwright, eres un tipo pervertido. Nunca lo hubiera adivinado.
Mi sonrisa se amplió. "Imagina eso."
Entré en el estacionamiento de Tattoo You y Hannah giró la cabeza hacia mí. “No me voy
a hacer un tatuaje. No me gustan las agujas. Especialmente agujas grandes. No, los odio a
todos.
“No estamos aquí para ti”.
"¿Entonces?" Su mirada cayó sobre mi pecho, aunque obviamente no era visible a través
de mi camisa. “No te queda mucho espacio para tatuarte, al menos en tu torso. Lo cual todavía
no encaja con el resto de ustedes.
"¿Ves lo que sucede cuando tienes un amigo loco que te anima a hacer cosas salvajes?"
Moví mi pulgar a lo largo de la comisura de su boca. "¿O tu novio loco?"
Decir eso hizo que mi pulso latiera en mis oídos, así que rápidamente me desabroché y
salí del auto. “Tú y Lily pueden quedarse aquí. Solo voy a una consulta rápida con mi chico
habitual. No sabe si puede comenzar el bosquejo hoy o no”.
"Bueno."
"O puedes entrar si quieres"
Ya había sacado su teléfono. "Estaré bien. Puedo entrar si necesito
el baño de damas. Alegría del embarazo, orinar cada cinco minutos.
En esa nota, me dirigí.
Lance, mi tatuador desde hace mucho tiempo, salió a saludarme con una sonrisa y una
palmada en la espalda. "Pensé que habías terminado con los tatuajes por un tiempo". Su
expresión se nubló. “Después de Billy…”
"Sí. Aunque esto es para él. Y para mi niña y mis hijos”. Más cosas que sonaban raras
en mi lengua, pero las obligué a salir porque no podía esperar el momento mágico en que mi
vida no me asustara.
Tal vez tener miedo significaba que finalmente estaba viviendo de nuevo.
"¿Oh sí? Me dijiste un poco por teléfono, pero no me lo cuentes. Haré algunos bocetos
mientras hablamos. Si te gusta alguno de ellos, podemos comenzar a establecer el esquema
hoy. Puede hacer un poco más de relleno en un par de semanas.
Estamos atascados aquí hoy en día, hombre.
"Genial." Miré por las grandes ventanas de vidrio y noté que Hannah ahora se inclinaba
hacia el asiento trasero para molestar a Lily. “Trabajemos en esos bocetos y, para entonces,
Hannah debería necesitar ir al baño. Veré si puede esperar mientras lo ponemos en marcha.
Lance se rió. “¿Es así como es?” Se volvió y estiró el cuello.
"¿Ella es la linda morena en el asiento delantero?"
"Sí."
"Lo hiciste bien. Ella es maravillosa."
"Ella es."
"¿Dijiste niños?" Lance movió las cejas mientras nos movíamos hacia su puesto en la
parte de atrás. “No ha pasado tanto tiempo desde que te he visto. Usted ha estado ocupado."
“Bueno, Lily—”
"Sí, Lily". Lance se pasó una mano por la parte superior de la cabeza, rozando su cola
de caballo rechoncha. La parte posterior de su cuello estaba tatuada con intrincados caracteres
chinos. "¿Como es ella?"
"Bien. Creciendo como una mala hierba. Ella ya está en la parte superior de su percentil”.
El orgullo en mi voz hizo que mis pasos vacilaran.
¿Era extraño que estuviera orgulloso de algo en lo que no había intervenido?
No. No tenía que apropiarme de sus logros e hitos para apreciarlos. Y gracias a Dios por
eso.
"No es sorprendente. Billy era un maldito frijol. Lance sacó una silla
para mí y agarró su bloc de dibujo. "Está bien, hablemos de pavo".
Le dije lo que tenía en mente, dándole la libertad de dibujar lo que pensara que
funcionaría. Mientras hablaba, él asentía y dibujaba y
borrado y añadido más sombreado.
"Estaba pensando en una vid".
"¿Dónde lo quieres?"
Me arremangué la manga derecha. “Estaba pensando en mi antebrazo. No muy abajo, debido
al trabajo… Al escucharme a mí mismo, negué con la cabeza. “No, voy a estar trabajando más
fuera de mi casa por un tiempo. Puedo tener la maldita tinta en mi mano si la quiero allí.
Lance sonrió. Seguro que puedes. Puedes hacer que baje así”. Esbozó su dibujo con la punta
de un dedo en el dorso de mi mano.
Tenía la tinta trepando hacia mis dedos, que definitivamente era más de lo que había planeado.
Pero no quería ocultar el diseño. En todo caso, quería poder mirar hacia abajo y verlo cada vez
que necesitaba la reafirmación visual.
Ahora tenía una familia, una que estaba anclada en el pasado y se fortalecía día a día.
Aunque no es una enredadera. Estoy viendo un árbol. Un montón de ramas nudosas, raíces
gruesas. Y los nombres se pueden tejer entre los espacios”. Giró su bloc de dibujo hacia mí.
"Como eso."
"Oh eso es asombroso. ¿Puedes empezar hoy? Me enrollé la camisa incluso
más alto. “Puedes hacerlo mayormente negro, con los nombres tal vez en—”
"¿Colores como hojas, estoy pensando?"
"Sí. Eso es bueno. Otoño." Volví a mirar hacia arriba justo cuando la campana tintineaba
sobre la puerta. Hannah entró, sosteniendo a Lily en su cadera, sus anteojos de sol apuntando
hacia atrás su larga caída de cabello. “Oye, nena, ven a ver esto”.
No sabía por qué la llamaba nena. Tampoco esperaba que sus ojos se abrieran como platos
al verme como si hubiera olvidado por completo quién era yo. Luego apretó los labios y salió
corriendo con Lily en dirección a los baños. De alguna manera sabía dónde encontrarlos.
Las mujeres eran genios.
“Sí, ella está fumando. También tiene algunas curvas”. Ante mi mirada entrecerrada, Lance
se aclaró la garganta. "Solo digo. También pude ver tatuado su nombre en mi rama”.
Ahogué una risa. "Jesús. Pero sí, comencemos hoy. Si no mira el boceto, al menos puede
ver el contorno”.
"¿Tiene un problema con la tinta?"
Cierta fobia a las agujas. Ya que está embarazada, espero que lo supere”.
"Oh." Lance asintió a sabiendas. “Niños, ¿eh? No te culpes. Me gustaria
para poner eso en bloqueo también”.
Fruncí el ceño. “No fue así. Fue solo un…” La frase del Dr. Ellis vino
volver a la mente "Feliz accidente".
“Bien por ti, hombre. Comencemos con esta tinta antes de que nos abrumen”.
Traté de moverme para ver a Hannah y Lily salir del baño, pero estaba mal
posicionado. En poco tiempo, Lance había hecho una buena parte del tronco principal,
con las ramas trepadoras extendiéndose hasta mi mano. Algunos de ellos eran más
nudosos, la tinta densa y oscura en algunos puntos. Otros lugares tenían espacio para
los nombres. Los anotó en tinta negra fina por ahora, con la idea de agregar luces y
sombras de color durante la próxima visita.
Porra.
Gran.
Lirio.
Ana.
Y la palabra Feliz.
Simplemente feliz.
"Ay dios mío. Eso es... Giré la cabeza y vislumbré a Hannah de pie a unos metros
de distancia, con las manos en la boca. "Mierda, eso es caliente".
Lance levantó la vista de su trabajo con una sonrisa. Alguien tiene suerte esta
noche.
Con esfuerzo, traté de mantener mi rostro sobrio mientras hablaba por encima del ruido de la
pistola de tatuaje "¿Te gusta? Acércate. Hay...
"Veo." Señaló el cuaderno de bocetos que se había caído de la mesa y
aterrizó boca arriba en el suelo. “Tienes todos nuestros nombres. ¿Y feliz?"
“Sí, ya que aún no sabemos el género, y no lo sabremos por un tiempo,
no podemos elegir un nombre. Entonces, el feliz accidente parece encajar, ¿verdad?
Hannah se adelantó y tomó mi mejilla, inclinándose para darme un fuerte beso. “Sí,
podemos averiguarlo el próximo mes. No, no me engañaste.
Sí, sé que me estás engañando. No, no me importa. Dio un paso atrás mientras mi
cabeza giraba sobre mis hombros —no por el efecto del tatuaje tampoco— y le sonrió
a la recepcionista, que actualmente cargaba a una risueña Lily. "Gracias por cuidarla
por un minuto".
"Oh no hay problema. Tu bebé es un ángel”.
La mirada de Hannah se encontró con la mía mientras respondía suavemente: "Sí, lo es".
VEINTICUATRO
" ODIO CUANDO TIENE RAZÓN". Hice malabarismos con mi teléfono y mi iPad mientras intentaba
mantener mi videollamada con Gabby.
"No, no lo haces".
"Yo también".
Levanté el teléfono para encontrar su mirada. “Especialmente cuando no estaba
preparados para la afluencia de pedidos.”
Guardé mi teléfono en el soporte que había encontrado en la despensa. No tenía idea de por qué
estaba allí, pero, de nuevo, a menudo encontraba cosas raras en la casa. Era como si Asher hubiera
comprado la casa tal cual y se olvidó de terminar de llenar todos los
habitaciones.
Pero el último dueño tenía que haber sido cocinero porque el puesto era lo mejor del planeta. Siempre
estaba arrebatando mi teléfono de algún charco de salsa o montón de harina. con esta cosa? Bueno, era
oficial, en realidad podría casarme con él.
Rápidamente revisé mi sitio en mi iPad y encontré siete pedidos más para esta tarde. Las envié a mi
impresora de etiquetas y, por primera vez desde que abrí la Caja de mano amiga de Hannah, tuve que
desactivar la opción de entrega.
“No te preocupes, los enviaremos a todos”.
Dado que las cosas habían ido tan bien entre Asher y yo, se sintió lo suficientemente cómodo como
para decirme lo que estaba haciendo mal en mi negocio.
Mirar su hermoso nuevo tatuaje había ayudado a calmar mi molestia por sus sugerencias, tenía que
admitirlo.
Le había llevado algunos viajes al salón de tatuajes, pero ya estaba todo hecho.
Quizás pasé un poco más de tiempo del necesario asegurándome de que estuviera bien hidratado.
Principalmente porque fue ridículamente reflexivo y caliente.
de alguna manera loca que no sabía cómo explicar. La tinta nunca había sido lo mío, hasta
que mi tradicional amante adicto al trabajo siguió adelante e hizo algo tan exagerado y especial.
Algo solo para nosotros y nuestra creciente familia.
Ese fue Aser. Era tan lineal con ciertas cosas como los negocios.
Casi lo suficientemente rígido como para hacerme querer golpearlo hasta sacarle la mierda.
Luego me lanzó una dulce bola curva que me dejó confundida y alimentando un corazón
blando que se sentía casi demasiado lleno.
Como mi menú había estado demasiado lleno. Sinceramente, no había creído cortarlo
la mitad ayudaría. De hecho, Asher me había dicho que lo redujera a cinco elementos.
Lo hice, simplemente para demostrar que estaba equivocado. Y ahora, caos.
Maldito sea.
“Gracias por ayudarme a entregar. Va a ser una locura, pero creo que si
ambos lo hacen, estaremos bien.”
El video se estremeció un poco y el sonido de la puerta de un auto cerrándose me inundó
de alivio. Ya estaba de camino, gracias a Dios. El video se enderezó. Estaré allí en diez.
"Salud."
Gabby me dio un pulgar hacia arriba. “Estamos bien, mamacita”. Entonces el video se
apagó.
Recogí a Lily y la deposité en el pack and play. Ella chilló su disgusto, y me rendí y le di
las golosinas infladas que amaba. Además de sus nuevos juguetes favoritos, un juego de
hornear de plástico.
No podía decir que me importara que se pareciera a mí en algún aspecto, incluso si yo
no era su madre. Aunque sentía que ella era mía cada día más.
Asher también.
Al menos hasta hace poco.
Por supuesto, él no estaba para ayudar hoy. Probablemente debería haber llamado a
Bess, pero si quería que este negocio fuera un éxito, necesitaba encontrar mi propio equilibrio.
Por otra parte, si Asher hubiera estado presente, habría estado feliz de dejarlo ayudar. Me
había acostumbrado demasiado a que él estuviera en casa por las noches, y eso dependía de
mí. Solo tenía que apoyarme en mí mismo y en Gabby.
Ella nunca me defraudó.
Ya estaba pensando en pedirle a Gabby que se convirtiera en mi socia, no solo en mi
ayudante con las entregas. Eso era si las cosas seguían en la misma trayectoria. Pensé que
Asher podría estar interesado en hacer de mi empresa una
un poco de un negocio familiar, pero últimamente, había estado distante de nuevo. Trabajar
hasta altas horas de la noche como lo hizo cuando empecé a cuidar de Lily.
Solo que esta vez, continuó metiéndose en la cama conmigo por la noche. No importaba lo
exhaustos que estuviéramos los dos, no había un verdadero sueño hasta que él estaba
acurrucado detrás de mí en lo más profundo de la noche. Era lo único a lo que podía aferrarme
en este momento.
Afortunadamente, por lo general estaba demasiado ocupado para pensar en ello la mayor parte del tiempo.
Lily caminaba ahora, no bien, pero lo suficiente como para meterse en problemas todo el
tiempo. Entre perseguirla y mi base de clientes que aumentaba lentamente, estaba en la cama
casi al mismo tiempo que Lily. Incluso si quería quedarme despierto para tener algunas
conversaciones de adultos, o tiempo de juego, simplemente no estaba sucediendo.
“Está bien, niña. Vamos a empezar esta fiesta." Revisé la configuración de mi teléfono y
encontré mi lista de reproducción para empacar. Comenzó con "Lay Your Hands on Me" de Bon
Jovi e instantáneamente hizo que mi cerebro se pusiera en marcha.
Para cuando llegó Gabby, había empacado mi strogonoff de res, camarones picantes al limón y
la mitad de la pasta vegetariana a la parrilla.
Llamó a la puerta trasera del vestíbulo y la dejé entrar.
Ella se abalanzó y me abrazó. “No puedo creer que terminaras con eso
muchos pedidos en un día.”
“Estoy convencido de que al universo le gusta meterse conmigo. solo cambié el
menú para mostrarle a Asher que no sabía de lo que estaba hablando”.
“Le daremos la victoria ya que triplicó sus ventas”.
Me reí. “Terminará pavoneándose como un pavo real con el conocimiento”.
"Sabes cómo traerlo de vuelta a los niveles masculinos humanos".
“Todo lo que tengo que hacer es leer en voz alta el libro de bebés. Por lo general, funciona.
“Funcionaría para mí. Entre las historias de parto de Mami y las tuyas, nunca voy a tener un
hijo.
"Dices eso, pero luego todo tu mundo cambia".
"Si tú lo dices." Ella me siguió adentro y tomó una respiración profunda apreciativa. "Chica,
huele increíble aquí".
“Gracias a Dios, había hecho suficiente stroganoff como para extender la receta. Asher se
lo merece porque no tendrá ninguno.
"Eres una mujer cruel".
"Ahí le has dado."
Como de costumbre, trabajamos bien juntos. En treinta minutos, teníamos todo empacado,
incluyendo a Lily Patch, y ambos estábamos cargando todos los refrigeradores blandos que
tenía en nuestros autos. Verificamos dos veces las direcciones y nos aseguramos de que
nuestras unidades de GPS realmente pudieran encontrarlas antes de dividirnos.
“Tengo que ir a la casa de mis padres después de los partos”.
"Está bien. Dile a Bonnie que dije hola y que quiero una lección de cocina.
Me encantaría agregar algunas de sus recetas de fusión española e italiana a mi repertorio”.
"Dios, su cabeza estará hinchada, pero se lo diré". Gabby cerró la puerta de golpe y bajó
la ventanilla. “Estoy muy orgullosa de ti por hacer que esto suceda, chica”.
Le sonreí. "Gracias. No podría hacerlo sin ti, cariño. Saludé con la mano mientras se
dirigía por el camino de entrada y luego me volví hacia mi pequeño cargo. "¿Estás listo para
ir a dar un paseo?"
Lily lanzó besos, su nuevo truco favorito. "Lo tomaré como un sí."
"¡Asher!"
Negué con la cabeza. "No, solo Hannah Banana hoy, niña".
"Bnna".
Encantado, soplé frambuesas en su cuello. "¡Cerca!"
Cuando era una bola de felicidad que reía tontamente, la encerré en su loco arnés. Los
asientos para bebés no eran una broma. Encendí un poco más de Bon Jovi para ella, ya que
los rockeros eran su banda favorita últimamente. Yo era un poco más aficionado a la música
actual, pero el rock de los noventa estaría bien para esta tarde soleada.
Las primeras seis entregas fueron perfectas. Incluso me las arreglé para darle un paquete
de compota de manzana a Lily sin demasiada fanfarria. Comer en el coche a veces era un
truco. Comí uno también para un poco de azúcar.
Conecté las siguientes tres entregas al GPS y cantamos a lo largo del álbum Have a Nice
Day . Al menos finalmente nos dirigíamos a la década de 2000 con ese álbum. Estábamos
aplaudiendo al ritmo de las canciones tan fuerte que al principio no escuché el chirrido.
Cuando la canción cambió a la más lenta "Bells of Freedom", escuché
él.
Se hizo aún más fuerte cuando pisé los frenos. Bajé la música e hice una mueca. Había
pasado un tiempo desde que conduje mi auto, pero definitivamente nunca antes había
escuchado ese sonido. De repente, el chirrido se convirtió en un chirrido y Lily se tapó los
oídos con las manos.
"No".
“Sí, lo sé, chico. Aférrate." Me detuve a un lado de la carretera.
"Mierda." Estábamos a las afueras de la ciudad en un camino rural.
Saqué mi teléfono de mi bolso y rápidamente fui por mis contactos.
Mi pulgar se cernió sobre el nombre de Asher. Estuvo en reuniones todo el día, según nuestro
calendario familiar de Google. Esto definitivamente no era una emergencia.
Yo era una mujer independiente con una suscripción de asistencia en carretera. Miré la
hora con una mueca. Todavía tenía media docena de entregas por hacer, y ya eran más de las
cuatro de la tarde. Miré el espejo retrovisor para asegurarme de que Lily todavía estaba feliz y
llamé a la compañía de remolque.
Una mujer agradable recogió. Le expliqué dónde estaba y que mi coche no se podía
conducir.
“Desafortunadamente, es la hora pico y no puedo sacar a nadie por al menos noventa
minutos”.
"¿Noventa? Tengo un hijo conmigo”.
"¿Estás en peligro inmediato?" Su voz se volvió entrecortada.
"No."
"¿Puedes encender el auto para mantenerlo caliente?"
"Bueno, sí." Obviamente, ella tenía una lista de verificación de algún tipo, y tuve la sensación de
que no estaba obteniendo ninguna de las buenas marcas de verificación.
“¿Estás al lado de la carretera con tráfico de alta velocidad?”
“Mira, lo entiendo. No somos una prioridad, pero ¿noventa minutos? Eso parece
excesivo."
“Está en un área de remolque baja, señora”.
Rodé los ojos. “Tengo comida en el auto que se echará a perder”.
"Lo lamento. Enviaré una grúa allí lo antes posible.
"No importa."
"¿Está seguro?"
“No puedo sentarme aquí durante noventa minutos. Encontraré una alternativa.
La voz se detuvo y el ruido de fondo se apagó. Maldito botón de silencio. Odiaba cuando
la gente de servicio al cliente usaba eso. Como si no supiéramos que lo estaban haciendo. Ella
volvió a la línea. "Dejaremos la llamada de servicio. Si encuentra una alternativa, intente
devolvernos la llamada".
"Bien, bien."
Rebusqué en mi bolso cuando Lily comenzó a inquietarse. Saqué uno de ella
sus mordedores favoritos y se los devolví antes de colgar.
Tonterías. Tonterías. Tonterías.
Una vez más, mi dedo se cernió sobre el número de Asher y lo pulsé hacia abajo para
El número de Gabby en su lugar. "Ey."
"¿Qué pasa?" El aire estaba silbando en el fondo. manos libres en
un bonito día de primavera no era broma.
"¿Cuántas entregas te quedan?"
"Estoy en el último".
"Excelente. ¿Dónde estás?"
Gabby recitó una calle que estaba al menos a quince minutos de distancia. I
suspiró. "Me encontré con un pequeño problema".
De repente, el ruido del aire disminuyó. "¿Estás bien?"
“Sí, estamos bien. Algo sonó con mis frenos, así que me detuve”.
"Ay dios mío. ¿Dónde estás?"
"El viejo camino rural cerca de la casa de Leonard".
"Estaré ahí." Luego se cortó la comunicación.
Suspiré y golpeé mi cabeza contra el reposacabezas. "En serio, ¿cómo es esta mi vida?" Me
giré para ver cómo estaba Lily. Estaba mordiendo el anillo, la baba brillando en su barbilla y su
mano regordeta. Por fin le había salido un diente, pero ya le estaba saliendo otro. “Vas a tener un
par completo de mordiscos antes de que cumplas uno, niño”.
Ella chilló un aluvión de balbuceos seguido de una risita. No pude evitar devolverle la sonrisa.
Incluso en nuestros peores momentos, este niño tenía una sonrisa en todo momento.
Hice una búsqueda de compañías de remolque en el área, luego recordé a Kramer & Burns
de Main Street en Crescent Cove. Hicieron más trabajo de detalles y diseño que mecánicos, pero
tal vez se apiadaría de mí ya que éramos oficialmente residentes de la ciudad.
"Yo". Llegó una voz femenina. "Mierda, quiero decir, Kramer y Burns Auto, ¿en qué puedo
ayudarte?"
“Hola, soy Hannah Jacobs. Mi auto se descompuso y me preguntaba si estaría disponible para
un remolque”.
“Llama a Triple A, cariño. Solo hacemos aduanas”.
"¡Esperar! Vivo en Crescent Cove. Escuché que Dare ayudará a la gente de la ciudad”.
"Escuchaste mal".
Maldita sea, Tish. Escuché la voz apagada en el fondo, luego el teléfono siendo tocado. “Soy
Dare, ¿cómo puedo ayudarte?”
Lily me arrojó los anillos y de repente comenzó a llorar. Perfecto.
"Hola. Esta es Hannah Jacobs. Traté de llamar a Triple A, pero no pueden comunicarse
conmigo por noventa…
No le des más vueltas. No dejamos a las mamás varadas. Incluso si no fueras madre, además,
Kels me despellejaría. Lo siento por Tish. Dios, me estoy convirtiendo en mi esposa. Empecemos
esto de nuevo. ¿Dónde estás?"
Me reí y me giré en mi asiento para darle a Lily otra bolsita de compota de manzana.
Eso podría comprarme cinco minutos. "Gracias. Siento mucho molestarte.
“No es una molestia. Solo vamos a ubicarte.
Me desplomé contra mi asiento. "Eso sería maravilloso. Estoy en la antigua carretera del
condado. Solo que no estoy seguro exactamente de dónde.
"¿Puedes ver un marcador?" Miré por la ventana delantera y vi uno.
Gracias a Dios, algo va a mi manera. Recibí el número.
"Perfecto. Estaré allí en menos de veinte.
"Gracias."
Volví a mirar mi pantalla. Tal vez debería enviarle un mensaje de texto a Asher. Pero entonces
lo preocuparía sin razón. Estaríamos en casa y en la cama antes de que él llegara a casa de todos
modos.
Resoplé y lo conecté al cargador de mi auto. Al menos no tendría un teléfono muerto encima
de todo esto. Me puse los peligros y salí para sentarme en la parte de atrás con una Lily que
lloraba. En la tercera ronda de "Born to Be My Baby", Gabby se detuvo detrás de mí.
ella salió “Está bien, déjame llevarte a ti y al bebé a mi auto. Nosotros podemos obtener
el asiento del bebé va. Tal vez incluso podamos instalarlo antes de que oscurezca.
“No va a oscurecer por al menos una hora”.
"Sí, pero somos tú y yo haciendo el asiento del coche". Gabby sopló un mechón de
pelo oscuro de sus ojos.
Me reí porque si no, lloraría. "Eso es cierto. ¿Puedes ayudarme a agarrar la comida primero?
"Sí, lo tengo".
Me incliné hacia la parte delantera del auto y pulsé rebobinar la canción una vez más antes
de salir para ayudarla. Cuando estábamos cargando el último de los refrigeradores en su asiento
trasero, una grúa monstruosa se detuvo frente a mi auto.
Un hombre rubio y larguirucho saltó con una camisa de cambray con las mangas
rodó hacia atrás sobre enormes antebrazos. “¿Hannah?”
"¡Sí!" Miré alrededor desde el baúl. Me detuve y saludé a Lily en el asiento trasero, que
estaba haciendo un buen trabajo comiéndole la mano. "Gracias a dios. Tengo pedidos que
necesitan ser entregados.
Dare se rascó la nuca. "Bueno, vamos a conseguir su coche todo
conectado y ver qué es qué. ¿Tu amigo tiene las entregas?
"Sí. Están cargados. Un poco tomó la totalidad de su coche.
“Bueno, tengo un asiento de bebé en el camión. Siempre parece ser útil ya que mi hijo,
Sean, siempre quiere viajar conmigo. Creo que te tenemos cubierto si quieres despedir a tu
amigo.
"Oh, gracias a Dios. Eso sería sorprendente."
“Ve y trae a tu pequeño. Te cuidaremos.
Corrió de regreso a su camión y lo hizo retroceder hasta mi auto. Me apresuré al asiento
trasero y desabroché a Lily, luego enganché la bolsa de pañales en mi brazo mientras quitaba
al bebé de sus correas. Gabby se acercó y le entregué a Lily.
"¿Puedes sostenerla por un segundo?"
"¿Vamos a comprar el asiento del bebé?" Los ojos de Gabby se abrieron cuando tomó
torpemente a Lily. "Hola pequeña."
Lily se golpeó la mejilla con una mano babeante. "¡Asher!"
"Lo tengo, chico", murmuré y abrí la puerta principal para tomar mi bolso. Descolgué mi
teléfono y me tragué una serie de malas palabras. Mi cargador no funcionó. Maravilloso. Mi
batería estaba al diez por ciento.
Lo apagué para mantener disponible lo que me quedaba y agarré mi bolso.
“Dare tiene un asiento de seguridad en su grúa. Voy a ir a la ciudad con él.
"¿Está seguro?" La voz de Gabby bajó. “No quiero dejarte
a solas con un tipo.
“Y no quiero que mis clientes no reciban sus cenas. Está bien, de verdad.
Gabby se mordió el labio inferior.
"Honestamente. Su esposa es maestra de primer grado. O ella lo era. Podría estar de baja
por maternidad como la mitad de la ciudad si alguna de las historias es cierta. Lo que sea.
Es un tipo de pie”. Recuperé a Lily y la acomodé en mi cadera con una sonrisa, luego hice lo
que le gustaba. Su cabeza golpeó mi hombro.
“Si estás seguro. Mantén tu teléfono contigo”.
"Está muerto. El cargador de mi coche no funciona”.
“Chica, te dije que consiguieras una de esas cosas con batería adicional”.
“Lo sé, pero estaba corriendo y no lo saqué de la estación de carga. Lo que sea,
está bien. Apagué mi teléfono, pero me queda un poco de jugo. Si me meto en
problemas, te llamaré.
"Volveré a recogerte cuando termine".
"No, dijiste que tenías algo en la casa por tus padres".
"Está bien. Ellos entenderán.
Llamaré a Asher si es necesario. Solo sé que está ocupado en reuniones hasta más
tarde esta noche”.
"Voy a buscarte". La voz de Gabby se hizo más firme. “Entonces te llevaré a
la casa."
"No, vas a ir a casa y ocuparte de lo que sea que tenías planes de hacer".
Ella dio un suspiro dramático. “Gina cumple años todos los años”.
“Oh, caray. No. Irás a la cena de cumpleaños de tu hermana justo después de la
última entrega”. Cuando abrió la boca para discutir, la señalé.
"Es una orden."
"Eres lo peor."
“No, soy el mejor. Y quiero que hablemos seriamente sobre hacer esto juntos.
Verdadero."
"¿Qué?" Los ojos oscuros de Gabby se abrieron como platos.
“Hacemos todas las cosas juntos, ¿no? Esto debería incluirse”.
"No sé qué decir".
Di que lo pensarás. Luego analizaremos algunos números y veremos qué se nos
ocurre. Especialmente si vamos a seguir recibiendo órdenes como esta”.
"Sí. Quiero decir, tengo muchas ideas si hablas en serio”.
Mi garganta se cerró un poco y tragué el bulto. "Sí. Debería haberte preguntado
antes. Palmeé mi leve bulto. "Las cosas se van a poner peludas pronto".
"Y no porque no puedas ver tu vagina para afeitarte". ella impulsivamente
me abrazó e incluso besó la frente de Lily sin que la convencieran de hacerlo.
"Tu eres terrible." Me reí y palmeé su brazo. "Bueno. ir antes de la
las entregas son incluso más tarde.”
"Yendo." Se secó los ojos. "Bueno." Ella resopló con un
reír. Te encontraré mañana. Pero envíame un mensaje de texto para avisarme que estás en casa”.
"Lo haré."
Corrió de regreso a su auto y se fue con un saludo.
Me giré para encontrar a Dare ya enganchando mis llantas a cualquier cabrestante que
tuviera en marcha. Le dio a Lily una media sonrisa y enterró su rostro en mi cuello.
"Lo siento. Definitivamente se perdió su siesta”.
“Ella no está gritando al mundo. Esto funciona para mi. ¿Listo?"
Asentí y lo seguí hasta la camioneta. Pusimos a Lily en el asiento y yo me senté atrás
con ella. Era estrecho, pero estaba feliz de tenerme sentado a su lado. Ella no me soltaba el
dedo al principio. Hasta que miró por la ventana y se dio cuenta de que tenía un punto de
vista muy diferente al de mi pequeño auto.
Me relajé contra el asiento y busqué en mi bolso. No me había comunicado con él en
todo el día. Y por lo general me envió mensajes de texto un par de veces para asegurarse
de que no había nada malo.
Entonces Dare me hizo algunas preguntas sobre lo que había oído cuando me detuve.
Cuando hice el sonido, Lily se rió. Dare soltó una pequeña carcajada e hizo una llamada
telefónica a la tienda. Estaba a punto de preguntarle a Dare si tenía un cargador cuando
llegamos a Main Street.
Para entonces estábamos entrando a la tienda y el ruido era intenso. de lirio
los ojos se abrieron de par en par mientras observaba todas las grandes máquinas.
"Le dirá qué. Estoy bastante seguro de que son sus rotores. Probablemente conducía
con las últimas astillas de sus pastillas de freno. No es gran cosa. Probablemente me llevará
alrededor de una hora arreglarlos. Entonces, si quieres ir a la cafetería, te ayudaremos”.
"¿Hablas en serio? Sonaba mucho peor.
“Nada como el pulido de metal contra metal para asustarte.
Si es peor que eso, bajaré y hablaré contigo”.
"Muchas gracias."
"Encantado de ayudarle."
Desabroché a Lily y dejé que Dare me ayudara a salir del enorme camión. A
impresionante pelirroja salió con una máscara de soldadura en la mano.
“Entonces, esta es la mamá a la que ayudaste. Juro que ustedes son tan mezquinos
con los niños y las mamás.
"Se llama ser humano, Tish". Dare negó con la cabeza. “No te preocupes por ella. Se
olvida de cómo hablar con la gente. ¿Por qué solemos tener una herramienta de soldadura
en su mano?
Tish se encogió de hombros y se puso el escudo. Hizo un signo de paz y se alejó.
Miré a mi alrededor, a la motocicleta personalizada que estaban arreglando en la esquina, y
al muy elegante Mustang antiguo en un ascensor. Realmente no quería pensar en cuánto me iba a
costar esto. Este no era un lugar para mecánicos rápidos.
Por suerte, tenía bastante dinero ahorrado en estos días.
"Mi teléfono está casi muerto, ¿entonces volveré en una hora más o menos?"
Dare negó con la cabeza. "No. Iré hacia ti. O le enviaré un mensaje a Rylee para avisarle que
baje. Creo que está trabajando en el café hoy. Ella es la esposa de mi hermano.
"Ah, okey. Suena bien. Realmente no puedo agradecerles lo suficiente por ayudarme.”
“Cualquier cosa por un residente de Cove. Incluso si eres bastante nuevo.
"Bueno saber. No vamos a ninguna parte”. Al menos estaba bastante seguro de que no lo
estábamos. Metí mi bolso en la pañalera y salí a la oscuridad casi total. Los días se hacían más
largos, pero definitivamente había estado empujando mi suerte con todo hoy.
Brewed Awakening estuvo ocupado como de costumbre, pero no tan mal como la hora punta
del almuerzo. Me estaba quedando vacío en varios niveles, así que pedí un capuchino para mamá,
para ser amigable para mí, una caja de jugo para Lily y un pedazo de pastel de chocolate decadente
para mí.
Jodidamente me lo merecía.
Encontré una mesa junto a la ventana y puse a Lily en una de las sillas altas.
Lily se metió el puño en el ojo y lo frotó con fuerza. "Se como te sientes.
Sólo un poco más largo."
Al menos eso esperaba.
VEINTICINCO
ESTO FUE. EL DÍA QUE HABÍA ESTADO TRABAJANDO DURANTE SEMANAS.
MESES de verdad, aun sin saberlo del todo. En varios niveles. Y como recompensa,
incluso habíamos terminado nuestra reunión final antes de la revelación un par de
horas antes.
Metí los archivos en mi maletín, ansiosa por depositar ceremonialmente la mayor
parte de ellos en mi archivador una vez que estuviera en casa. Ya no estaría atado
a mi oficina sobre la marcha. “Mañana es el gran día. ¿Estás listo?"
Vincent tomó aliento, mostrándome una sonrisa. "Sí, jefe, realmente creo que lo
soy".
“Puedes dejar de llamarme Jefe en cualquier momento ahora. serás oficialmente
Cumpliendo ese papel tú mismo”, miré mi reloj, “menos de seis horas”.
"Dios. Intenso. Pero seguirás siendo el jefe a todos los efectos”.
“Sí, solo menos visto y escuchado a menos que me necesites. Lo cual no harás.
Tengo toda la confianza en ti.
Vincent se puso de pie y se agarró al respaldo de la silla acolchada. “¿Estás
realmente seguro de que quieres hacer esto? Debo decir que nunca te vi como el
tipo de amo de casa. Incluso cuando sucedió lo que sucedió con tu amigo, continuaste
durante más tiempo como si nada te hubiera desconcertado”.
Cuando Billy murió, querrás decir. No es una cosa. Y si actué imperturbable, fue
porque estaba tratando como el demonio de mantener todo en orden para una niña
que no merecía la mano que le dieron.
"Sí." Vincent se pellizcó el puente de la nariz. "Mis disculpas. No pretendo
disminuirlo. Te doy todo el respeto del mundo por intervenir. No creo que hubiera
podido hacer eso. Quiero decir, ¿niños? Sí, no, aún no estoy listo”.
"Pensé lo mismo. Pero afortunadamente, la vida no esperó a que se me cayeran las pelotas,
así que tuve que resolverlo todo”. Agarré el asa de mi maletín, imprimiendo el tacto en mi mano.
Con suerte, no lo volvería a llevar pronto. “Te sorprendería lo que puedes hacer cuando no tienes
otra opción”.
“Pero dar un paso atrás de una carrera exitosa—”
“Simplemente estoy cambiando mi carrera. Yendo en una dirección diferente. Espero lanzar
el podcast para el verano, así que no creas que me has visto por última vez. El objetivo es
combinarlo con In Focus como una herramienta para profundizar en esas noticias”.
Vicente asintió. “Es un gran ángulo. Tengo muchas ganas de empezar todo".
“Mañana haremos el anuncio y haremos el corte de cinta para la edición inaugural de la
revista, y luego seguiremos desde allí”. Me moví alrededor de la mesa para darle una palmada en
la espalda. "Felicidades, jefe".
Vicente se rió. “No es cierto, pero aun así suena bien. Gracias por esto
oportunidad. No te defraudaré.
“No, y lo que es más importante, no te defraudarás. Cada día es una oportunidad para
comenzar el resto de tu vida. Que sea una buena.” Volví a mirar mi reloj. “En ese sentido, me voy
a casa para hacer lo mismo con suerte”.
“Oh, ¿grandes planes esta noche? Te acompañaré fuera.
“Sí, necesito recoger un poco de jugo de uva espumoso y tal vez un poco de
flores.” Sonreí, recordando. "Tulipanes, creo".
"¿Noche romántica de barril entonces?"
"Entre otras cosas. He estado manteniendo todo esto en secreto para sorprender a Hannah.
Supuse que ella podría querer estar en la gran revelación de portada mañana.
Depende, por supuesto, si puede tomarse un tiempo libre de su servicio de entrega de comidas.
—”
“Oh, ¿ella hace eso? Es bueno saberlo. He estado investigando esos servicios de entrega yo
mismo. Bueno cuando no hay mucho tiempo para cocinar.”
Vincent y yo llegamos a la salida y nos dirigimos al estacionamiento. "A menos que mi pedido del
negocio de tu novia sea extraño".
"No. Ella no hace todas las entregas ella misma. Gabby hace algo y yo también ayudaré.
Entonces, prepárate para que te entregue el lomo de cerdo alguna noche”.
Hay un truco. ¿Cómo exactamente le das propina a un millonario?
"Generosamente".
Vicente se rió. “Claro que ahora me da hambre. Si alguna vez me conformo
abajo, lo cual es poco probable, necesito encontrarme un chef. Tuviste suerte."
Sonreí cuando llegamos a mi auto y abrí la puerta. "Estoy seguro. Obtener una
buenas noches de sueño. Te veré brillante y temprano”.
Dejó escapar un suspiro. "Servirá. Tú también. Disfruta tu noche. Gracias de nuevo."
"Lo haré."
Como ahora era mi tradición, canté todo el camino a casa. La canción de esta noche en
repetición fue “Natural” de Imagine Dragons. En el camino, me detuve en la tienda de comestibles
para comprar algunos artículos esenciales. El jugo de uva espumoso antes mencionado, una
pinta de helado de vainilla, algunas fresas frescas y un ramo de tulipanes de arcoíris bastante
ostentoso, aunque probablemente perdí puntos por donde los estaba comprando. Por impulso,
agarré algunas de las bombas de baño que sabía que le gustaban a Hannah. Tal vez podríamos
disfrutar de un tiempo en el jacuzzi después de que Lily se durmiera.
Si Hannah no estaba demasiado cansada. Y si los jacuzzis estuvieran bien para las mujeres
embarazadas. Tendría que buscarlo. O podría tomar un baño normal, incluso sin mí. Yo no era
quisquilloso. Solo quería que ella también disfrutara de la celebración.
Me estaba convirtiendo en un amo de casa. Un poco. Quiero decir, no realmente. Estaría
equipando mi oficina para hacer el podcast de manera profesional, y tenía la intención de
mantener mi mano en el trabajo para no ser un extraño. Wainwright tenía una serie de intereses
diferentes, y simplemente mantenerse al día con ellos ocuparía una parte de mi tiempo.
Además, estaba el servicio de entrega de Hannah. Tenía la intención de ayudar allí también
en cualquier forma en que ella me necesitara. O si no lo hiciera, simplemente me mantendría
ocupado en otra parte.
Cuando llegué al camino de entrada, estaba cantando una canción de Black Keys. Entonces
me di cuenta de que la casa estaba a oscuras.
No había una sola luz encendida en ninguna parte. Incluso la luz del porche estaba apagada.
No me había dado cuenta de cómo me había acostumbrado tanto a volver a una casa bien
iluminada. Entrando a los deliciosos aromas con la música a todo volumen y las risitas de Lily
mientras golpeaba cualquier juguete que estuviera torturando ese día. Algunos días había una
ventaja adicional de las palabrotas creativas de Hannah en voz baja sobre lo que fuera que
estaba cocinando.
Ruido y luces y vida. Un hogar feliz.
Llegar allí de todos modos.
Ver el lugar tan oscuro y quieto me hizo tragar saliva. Fue como un flashback de mi vida antes
de Hannah. Nadie para saludarme, ninguna calidez esperando.
Solo un caparazón vacío de un espacio esperando en silencio hasta que incluso mis pasos sonaron
como ecos.
Mis ojos se entrecerraron en el lugar vacío donde normalmente estacionaba Hannah. Su coche
se había ido. No era una sorpresa, pero aun así, la prueba de que ella no estaba en casa me
golpeó en el estómago.
Apagué la radio y saqué mi teléfono para verificar que no me había dejado un mensaje. Nada.
Revisé el calendario de Google que compartimos, en caso de que ella hubiera agregado una cita
que había olvidado, pero también estaba en blanco. Lo único que hubo fueron mis últimas reuniones
con Vincent y algunos de nuestros anunciantes, aconsejándoles sobre la transición. Esa parte ya
había terminado, pero ella no lo sabía. Esperaba que se ejecutaran más tarde. Tal vez por eso no
me había contactado para decirme que llegaría tarde.
Tal vez.
Rápidamente, la llamé. Mi corazón acelerado dijo que no era el momento para un mensaje de texto.
La llamada fue directamente al correo de voz.
"Probablemente solo esté haciendo mandados", dije en voz alta. "No es gran cosa."
Probé su teléfono de nuevo, sabiendo que no respondería. Necesidad de hacerlo de todos
modos. Volví a recibir su correo de voz y le dije que llamara tan pronto como recibiera mi mensaje.
Entonces llamé a la abuela.
Hannah no está contigo, ¿verdad?
"¿No porque?"
“Ella no está en casa y no sé dónde está. ¿Está Lily allí?
"No. Ninguno de ellos. No he hablado con Hannah desde ayer.
"Avísame si tienes noticias de ella, ¿de acuerdo?"
“¿Por qué iba a saber de ella? Snug, ¿qué está pasando?
Cerré los ojos y me recliné en mi asiento. "Nada. No pasa nada, pero díselo a mi cabeza. Dime
que esto no es como cuando nadie supo de Billy, y estuvo muerto detrás de una casa durante horas
sin que nadie lo supiera. Dime eso. Por favor."
“Oh, Snug, no es así. Es una madre ocupada. Sabes que probablemente esté haciendo un
millón de cosas. Tal vez incluso entregando esas comidas suyas. ¿No respondió cuando llamaste?
"No."
¿Por qué no vienes aquí y vamos a buscarla? Conduce y ve si podemos localizarla. Eso es lo
que hace la familia”.
Quería aceptar la oferta. Dios sabe que no quería estar solo. Tal como estaba, mi mano habría
tintineado si no hubiera agarrado el teléfono con todas mis fuerzas. Pero tuve que hacer esto yo
mismo.
"Gracias. Voy a hacer eso, pero si te necesito…
“Si me necesitas, ahí estoy. En un instante."
"Gracias", repetí, con la voz espesa. "Te amo, abuela".
“Tal como te amo, mi Snug.”
No quería terminar la llamada, pero lo hice. Salí marcha atrás del camino de entrada y conduje
en círculos por la ciudad, pasando por todos nuestros lugares habituales y las paradas típicas de
Hannah. La tienda de comestibles de la que acababa de salir, el sastre, la pizzería que
frecuentábamos las pocas noches que Hannah no tenía ganas de cocinar, la oficina de correos —
cerrada hacía mucho tiempo— y el patio de recreo donde llevamos a Lily a columpiarse. Luego me
paseé arriba y abajo por las calles, buscando sin rumbo fijo su auto. Era un modelo más antiguo.
Ni lo suficientemente grande, ni lo suficientemente seguro. ¿Por qué no lo había reemplazado?
Incluso si ella discutiera. Incluso si ella peleó conmigo. no me importaba Su seguridad era lo más
importante.
Ella y las chicas.
Torciendo mis manos alrededor del volante, pisé el acelerador cuando el semáforo en Main
Street en la ciudad finalmente cambió. No sabía el sexo del bebé. Esperábamos justo como ella
quería. Pero así como así, supe que iba a tener una niña.
Claramente estaba destinado a ser para que me superaran en número.
No podía esperar.
Mis hombros estaban tan tensos que el dolor irradiaba a través de mi espalda cuanto más
tiempo me sentaba al volante. Pero seguí conduciendo, con la esperanza contra la esperanza de
ver su vehículo familiar en uno de nuestros lugares habituales. Incluso revisé mi casa una vez más,
por si acaso. Tal vez me había perdido una nota— No, no lo había hecho. No me había dejado
nada en la nevera ni en el
cuaderno que usábamos para garabatear notas sobre Lily, o en cualquier otro lugar.
Entonces, dejé el recipiente empapado de helado junto con las otras compras, quedándome
solo con los tulipanes probablemente marchitos. Pero necesitaba encontrarla para dárselas lo
antes posible.
Esta vez, las flores eran para ella y solo para ella.
En mi siguiente circuito por la ciudad, un auto sospechosamente similar al de Hannah salió de
la bahía de la tienda de autos personalizados al lado de la cafetería Macy's. Detuve mi auto en la
acera con un chirrido, bloqueando la salida. Agarrando los tulipanes, salí del auto, solo para ver a
la persona que conducía el auto de Hannah.
—o casi el doble de eso, hasta su reciente adición de dados rosados borrosos que se
duplicaron en un apuro como un juguete para Lily— no era Hannah.
Cuando el tipo alto y desaliñado se desplegó del asiento delantero, le di un puñetazo.
mis manos, probablemente aplastando las malditas flores. "¿Dónde está mi mujer?"
El tipo arqueó una ceja. "Esta no es la aplicación Solteros Desesperados".
Miré al tipo, sin gracia. Estás conduciendo el vehículo de Hannah Jacobs.
Exijo saber su ubicación.
"Depende". Se rascó la mejilla, mirándome de arriba abajo. “¿Eres algún tipo de
elemento criminal? Te ves bastante incompleto.
Miré a mí mismo. Mi traje estaba un poco arrugado, pero era un Hugo Boss
personalizado, como muchos de mis trajes. Mientras tanto, este individuo vestía una camisa
de cambray desgastada con un agujero cerca del dobladillo y jeans que parecían haber sido
comprados en 1982. “Soy Asher Wainwright”. Odiaba la nota fría en mi tono, pero no podía
evitarlo en este momento. "¿Y usted es?"
“Oh, faladeda. ¿Debería hacer una genuflexión ahora o más tarde?”
Hubiera respondido de la misma manera, excepto que giré la cabeza y vislumbré un
recogido color miel en una mujer en la ventana del café de al lado. Me olvidé por completo
de mear partidos con mecánicos gruñones, al menos eso era una suposición razonable,
aunque el asesino en serie fue mi segundo pensamiento, y crucé el estacionamiento hacia
la puerta principal del café a una velocidad récord.
“Oye, espera, Wainwright…”
La voz del chico desapareció con el golpe de la puerta de la cafetería detrás de mí.
Instantáneamente, escuché el tema musical de una película de terror, sonando en una
pequeña pantalla en el rincón de lectura. Un grupo de personas estaban agrupadas cerca,
comiendo palomitas de maíz y chillando al maníaco sediento de sangre en
pantalla.
Hablando de asesinos en serie…
Mi mirada se dirigió a Hannah y mis dedos se doblaron alrededor de los ya torturados
tallos de mis flores. Caminé hacia la mesa de Hannah justo cuando la puerta se abrió detrás
de mí y el asesino en serie mecánico se lanzó hacia adelante para agarrar mi brazo.
“Oye, espera un segundo—”
Al escuchar su voz, Hannah se dio la vuelta en su silla, sus ojos azules se abrieron
cómicamente. “¿Asher? ¿Atrevimiento?" Luego frunció el ceño. "¿Por qué lo estás
abordando?"
"Buena pregunta." Lo sacudí y me enderecé la corbata. "Él robó tu auto". Sabía muy
bien que probablemente no había hecho tal cosa,
pero considérame cabreado.
Ella soltó una risita. Una verdadera risita honesta. No creía haberla oído hacer eso antes.
Todavía ni siquiera sonreía tan a menudo, no importaba tener que borrar la alegría de sus
ojos. Dare no robó nada. Es copropietario de la tienda de al lado. Mi coche empezó a fallar y...
—Se detuvo y se concentró en los tulipanes destrozados—. "¿Que son esos?"
"Para ti." Se los empujé y eché un rápido vistazo a Lily en su silla alta. Estaba chupando
una caja de jugo y me miraba como un búho, con la boca manchada con lo que parecía
chocolate. —Asher —dijo claramente.
Esa fue una pelea para otro día.
Miré a Hannah. No tenía ni idea de si Dare y el resto de los patrocinadores de Brewed
Awakening todavía nos estaban observando, pero en ese momento no me importaba. No me
dejaste una nota. No llamaste ni enviaste un mensaje de texto o diablos, enviaste una maldita
señal de humo.
Lo siento, Lily. A veces era necesario jurar.
"Lo sé. Lo lamento. Creo que necesitas esto. Funciona mágicamente para hacerte sentir
mejor, según he oído. Me pasó un caramelo envuelto y parpadeé, sin entender hasta que me
di cuenta de que era jengibre.
Como el elixir mágico de mi abuelo.
sonreí Todo realmente estaría bien.
“Realmente lo siento. Pensé que estarías trabajando y que volvería antes que tú. Entonces
el coche estaba fallando y el estúpido cargador no funcionaba y… —Se interrumpió y
finalmente me quitó las flores, oliéndolas experimentalmente—. "¿Cuál es la ocasión?"
“Le estoy entregando la operación diaria del negocio a Vincent.
Mañana revelaremos la revista de noticias que lanzará y anunciaremos oficialmente su nuevo
rol. Y voy a trabajar desde casa a partir de ahora”.
"Oh, hombre", murmuró Dare detrás de mí, pero no me detuve para ver la expresión facial
que lo acompañaba. Sin embargo, le disparé un dedo medio mental.
¿Cómo se atrevía a entrometerse en mi jodido momento romántico?
Hannah olfateó las flores de forma experimental mientras me observaba mientras
cautelosamente como una bomba de relojería. "¿Estás seguro de que eso es lo que quieres hacer?"
"Sí estoy seguro. He estado seguro desde que hablamos esa noche mientras tomamos un helado.
Bueno, me puso en el camino de todos modos, y hablar con Gran ayudó a conseguir
mí el resto del camino allí. Vincent está entusiasmado con el negocio. Él quiere tomar el control,
y voy a dejarlo”.
Hannah me dio una sonrisa tentativa. "Estoy feliz por ti. ¿Y que vas a hacer?"
“Voy a hacer lo que me emociona, incluido el podcast de noticias y ayudarlo con su negocio.
Hacemos un buen equipo, ¿no crees?
Hannah se sentó con un ruido sordo, todavía agarrando sus flores.
Y no me preguntes si he estado bebiendo…
“Bien, preguntaré”, dijo Dare detrás de mí, respondiendo a esa pregunta.
"No." Apreté los dientes. “Solo estoy resuelto. Quiero la imagen en mi cabeza. Tú y nuestras
chicas y el tiempo dedicado a construir una vida, no a ganar dinero. Tengo suficiente de eso.
Demonios, ni siquiera tengo que volver a trabajar si no quiero. Tampoco tu."
"Oiga, señor Moneybags, ¿qué tal si salta a nuestra cuenta?"
Ignoré la voz de la galería de maní.
“Ahora me doy cuenta de a quién te pareces. ¿Seguro que no eres pariente de los hermanos
Hamilton? También les gusta alardear de que están hechos de monedas”.
"¿OMS?" Miré a Hannah, quien se encogió de hombros.
"Ninguna pista. Todavía soy nuevo en la ciudad.
"No", le dije por encima del hombro a Dare. “Además, ve a interrumpir a alguien
el momento distintivo de otra persona”.
En lugar de escuchar, plantó las piernas y cruzó los brazos.
Bien entonces. Tal vez podría obtener algunos consejos.
Probablemente los necesitaba.
Me concentré en Hannah. Todavía puedes trabajar si quieres. Tan largo como tu quieras.
Todavía voy a ir también. Pero la diferencia es que lo haré por las razones correctas, no solo para
cumplir con un legado que funcionará bien con Vincent al mando”.
Su barbilla tembló. “Dijiste nuestras chicas. ¿De alguna manera pagaste algunos
tecnología y averiguar qué es el bebé?
“No, solo lo sé. Se me ocurrió de repente esta noche cuando conducía buscándote, con la
esperanza de que Dios o quienquiera que esté allá arriba no fuera lo suficientemente vengativo
como para quitarte a ti y a mis hijas de mí, como se llevaron a Billy. Caí de rodillas frente a ella y
ahuequé su vientre. No puedo perderte. Solo para siempre será suficiente”.
Hannah sollozó y pasó su mano por mi cabello. "Lo lamento. Fui tan desconsiderado.
Simplemente todo se salió de control. Pero nunca imaginé que pensarías lo peor. Se inclinó
hacia adelante, riéndose un poco ya que su rango de movimiento era un poco menor de lo
que había sido antes. Su vientre apenas era nada en este punto, pero fue suficiente para
hacer que se detuviera. Y me detuve cuando ella agarró mi mandíbula. “Quiero compartir
mi negocio contigo, pero ya tengo un socio”.
"¿OMS?" La indignación llenó mi voz.
"Hablador. Acabo de preguntarle esta noche. Ella se hizo cargo del resto de mis
entregas cuando mi auto se descompuso”. Cubrió mis manos sobre su vientre con las
suyas. “Pero tenemos nuestra propia colaboración en este momento”.
Tragué saliva. "Sí." Me incliné hasta que nuestras narices estuvieron a una pulgada de
distancia. Vas a tener que casarte conmigo. Simplemente no hay otra solución”.
"¿Qué?"
"Me escuchas. estoy de rodillas Te estoy pidiendo que te cases conmigo. Se mi
esposa. Comprometerse con la vida de locura que está garantizada para ser nuestra...
Lily golpeó su caja de jugo antes de lanzarla justo entre nosotros, logrando salpicar
pequeñas gotas moradas por toda la camisa blanca de Hannah. No sé quién se rió más
fuerte, el bebé o yo.
O Hannah.
"Tú no eres" Ella presionó sus labios juntos ante mis cejas levantadas. “No iba a
preguntar sobre el alcohol, lo juro. Esta vez, estaba diciendo que no vas a cambiar de
opinión.
“No es una maldita oportunidad. Lo siento, Lily —dije sin mirarla. "Te amo. Te amo
mucho."
Los ojos de Hannah brillaron y parpadeó una y otra vez. Todavía no impidió que las
lágrimas se escaparan. "Yo también te amo. Creo que siempre tengo desde la primera
noche. Seguro desde el momento en que vine a tu casa para el trabajo de niñera y actuaste
como un idiota.
"Sorpresa desagradable."
La reacción de Dare apenas se registró. En este momento, tenía consideraciones más
importantes.
"Qué bueno que amas a los pendejos". Froté su mejilla, secando sus lágrimas.
“No eres un imbécil en el fondo. Pero haces una muy buena impresión de uno. Al igual
que hago una buena impresión de querer estar solo. Yo pensé que yo
No quería tener que cuidar de nadie, cuando nunca he sido más feliz que estos días que he
pasado contigo y Lily. Ella sollozó. “Simplemente nunca quise que los que amo se fueran”.
"No me iré a ninguna parte", dije bruscamente, atrapando sus lágrimas tan rápido como
caían. “Esto es todo lo que quiero para el resto de mis días”. Con mi otra mano, alcancé a
Lily. “No importa cuántos haya, nunca habrá suficientes”.
La sonrisa de Hannah era como el sol saliendo después del día más oscuro. Se movió
en su silla, agarrando la caja de jugo en una mano y las flores en la otra mientras presionaba
su frente contra la mía. “Casémonos, Asher Wainwright”.
El café estalló en aplausos mientras nos besábamos. Incluso Dare se unió.
Cuando me eché hacia atrás, me dio una palmada en la espalda. "Felicidades."
Luego metió algo en mi bolsillo: la factura del servicio de Hannah.
Lo saqué, esperando una razón para quejarme. Oye, estaba ridículamente
feliz en este momento, pero todavía era yo.
En cambio, se había escrito un gran cero con una carita sonriente en el billete.
"¿No estás cobrando?"
"No. En la casa. Considéralo un regalo de bodas. Dare le sonrió a Hannah. "Felicidades."
"Gracias. Aww, eso es muy dulce de tu parte”.
“Bienvenidos a la cala. Tú también, Bolsas de Dinero.
"Gracias."
Dare es un amor, ¿verdad? Macy se adelantó y colocó un billete en la mesa de Hannah.
"Pero yo no. Aunque si se equivoca, llámame, Hannah. Te ayudaré a enterrar el cuerpo.
Todos nos reímos. Incluso yo.
Principalmente.
EPÍLOGO
Septiembre
HABÍA UN PUNTO DE ESPERAR HASTA EL ÚLTIMO MINUTO PARA HACER algo, y lo había
alcanzado.
Yo no era un procrastinador por naturaleza. Hasta que mi vida se volvió tan llena que
incluso escapar durante una hora para visitar a un joyero, en secreto, fue una hazaña.
"¿Le dijiste a tu chica que ibas a salir a beber, pero realmente vas a conseguir su anillo?" Desde
el asiento del conductor de su camioneta, Austin negó con la cabeza.
"Se supone que debes mentir sobre la bebida, no usarlo como excusa, amigo".
"Es una cosa con nosotros", murmuré. "¿Puede esta cosa ir más rápido?"
"No, a menos que vayas a pagar mi multa por exceso de velocidad".
“No hay tiempo para multas por exceso de velocidad. Además, ¿no tienes una dispensa especial
o algo así?
“Trabajo para el departamento de bomberos, no para la policía. Quienes tampoco están por
encima de la ley, muchas gracias”.
Rodé los ojos ante la indignación de Austin. "Bien, solo páralo".
“Estoy dando un paso. Pensé que ya estabas comprometido. ¿Por qué necesitas otro anillo?
“Nunca le di uno”.
"Vaya, cojo". Austin tosió en su puño. "Ah, claro."
“Fue una cosa del momento. No estaba preparado”.
"¿No le preguntaste a sus padres primero?"
“Sus padres están muertos, desafortunadamente”.
"¿Qué pasa con su sacerdote?"
“No creo que tenga un sacerdote. ¿Es eso una cosa?
Él sacudió un hombro. “Parece una buena idea preguntarle a un hombre de la tela.
Probablemente te daría algo de ese asesoramiento prematrimonial. Yo también podría,
pero el mío sería corto”. Encendió la señal de giro para desviarse por la calle donde se
encontraba la joyería. "Correr. Rápido."
"Solo estás celoso".
“¿De sexo regular? Sí. ¿El resto?" Se estremeció. “Podría estar listo para eso
cuando tenga sesenta y ocho años”.
"Una edad tan precisa".
“Bueno, tengo la mayor parte de una década hasta que mi hermana pequeña tenga
la edad suficiente para mudarse, y no voy a confundirla con relaciones que podrían no
durar”.
“Casarse asegura que durarán”.
"¿Eres un hippie?"
"¿No?"
Austin negó con la cabeza. “Solo digo que no quiero meterme con la cabeza de
Joey. Entonces, para entonces tendré cuarenta años, y creo que con Viagra,
probablemente esté listo para otros treinta años. A los sesenta y ocho, estaré listo para
los torneos de canasta y un par de sillones en Florida”.
Fue mi turno de estremecerme cuando detuvo el auto frente a la casa de Zagan.
Joyería. "Tu idea del futuro es horrible".
“Al menos mis expectativas dejan espacio para mejorar”. Se encogió de hombros y
salió de la camioneta. Entramos y le informé a la mujer detrás del mostrador que estaba
recogiendo un pedido especial que ya había pagado. Apareció unos momentos después
con una pequeña caja verde. Sin preguntar, abrió la tapa.
En el interior, sobre una tela del mismo color verde, estaba el anillo solitario de
compromiso antiguo de la abuela con dos adiciones importantes: un pequeño diamante
amarillo canario en un lado para Lily y un pequeño diamante verde en el otro lado para
nuestra hija. O hijo, si mi sentido arácnido resultó estar equivocado.
Le sonreí al joyero. “Es perfecto, gracias…” Me interrumpí cuando mi teléfono vibró
en mi bolsillo con el tono de llamada de Hannah. Y ella estaba llamando, no enviando
mensajes de texto. "Un momento por favor."
Me alejé para tomar su llamada. "Eh, tú. Casi termino"
“Probablemente sea bueno que tengas una bebida contigo. Creo que este bebé está
impaciente”.
"¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?"
Ante mi clara angustia, Austin se acercó a mí. “¿Necesitas oxígeno otra vez?
Lo guardé en el camión desde la última vez que casi te desmayaste cuando estábamos juntos.
Tuve que asumir que estaba bromeando, pero una parte de mí esperaba que no lo fuera.
"Solo unas pocas contracciones es todo", dijo Hannah con dulzura. "Yo ya
Llamé a la abuela para que se sentara con Lily y revisé dos veces que mi bolso estaba listo para partir”.
"¿Ir? ¿Ir a donde?"
“Asher, si viene el bebé, tenemos que ir al hospital. ¿Recordar?
Practicamos esto”.
"Sí, pero en realidad no estabas de parto". Tomé aire. “Nada de lo que practicamos incluía
la hiperventilación”.
“Santa mierda. ¿Lo está exprimiendo ahora? Austin me guiñó un ojo.
Será mejor que te apures y le pongas ese anillo en el dedo. Si cabe.
"¿Qué anillo?" preguntó Hannah.
Suspiré y eché la cabeza hacia atrás. Oh, mira, pude ver las estrellas. Eso probablemente
no fue algo bueno, considerando que estaba adentro en un día nublado.
“En realidad no estoy bebiendo. Fui a recoger tu anillo de compromiso.
“Mioh mi.”
"No te asustó la posibilidad de estar de parto, pero ahora te escucho respirar rápido porque
te compré un anillo".
"Sí. Y también me estoy volviendo un poco loco por lo del parto, porque ¡ay!”. Ella siseó un
suspiro. “¿Puedes venir a casa? Como... pronto. ¿Para que tu amigo Austin no tenga que dar a
luz a este bebé en el camino de entrada?
Como Austin estaba justo a mi lado y Hannah hablaba más alto de lo normal debido al
nacimiento inminente, escuchó cada palabra. Retrocedió tan rápido que casi tropezó y levantó
las manos. "Te llevaré a casa". Salió corriendo por la puerta como si… bueno, como si su trasero
estuviera en llamas.
Adecuado.
Asintiendo al joyero, agarré la caja del anillo y salí por la puerta. "Estoy en camino. No
tengas al niño por unos veinte minutos, ¿de acuerdo? Prometeme."
Ella soltó una carcajada. "Lo haré lo mejor que pueda."
Me tomó tres horas y cuarenta y ocho minutos convertirme oficialmente en padre por
segunda vez. Rose Elizabeth, para Bess, Wainwright nació en un hospital, no en un camino de
entrada, gracias a Dios, pero Austin había insistido en llevarnos en mi auto.
Aun así, Austin había necesitado el oxígeno esta vez, no yo.
Estaba demasiado ocupado abrazando a mi hermosa bebé y sosteniendo la mano de mi
futura esposa, su anillo de tres diamantes entre nuestros dedos como un deseo.
El mejor que hemos hecho.
La abuela aún no conocía a nuestra pequeña porque estaba observando a Lily. Pero la
traería aquí pronto para conocer a nuestro pequeño. Gran había terminado con el chico que vivía
con ella, pero no estaba molesta. Sabía que el amor llegaba cuando menos lo esperabas.
Le sonreí a Hannah. Nosotros también.
EPÍLOGO SEGUNDA PARTE
Até el cinturón de mi bata y arrastré los pies por el pasillo. Estaba seguro de que algún día me
acostumbraría a estas tomas de las 2 de la mañana. Probablemente justo cuando nuestra
niña ya no los necesitaba.
¿Pero por ahora?
Sí, las tetas no mentían y nuestra hija pronto estaría buscándome. En lugar de esperar a
que llorara y despertara a su hermana, que se negaba a dormir en otra habitación, bueno, era
más fácil si la alcanzaba antes de que gritara.
Miré hacia la puerta de la oficina de Asher. La luz estaba encendida y la puerta se abrió.
Se había quedado despierto hasta tarde haciendo una entrevista para su podcast con alguien
en Hawái.
Suspiré. Hawai sonaba muy bien en este momento. Tal vez para nuestra luna de miel.
Llegué a la puerta y me detuve ante la voz de canto desafortunadamente monótona de
mi prometido. Pero lo que no tenía en talento, Asher definitivamente lo compensó con dulzura.
Cada una de nuestras chicas tenía una canción diferente.
Dijo que quería que siempre pensaran que eran especiales.
Maldita sea, siempre me robaba el aliento diciendo cosas así.
cuando menos lo esperaba.
Me apoyé en el marco de la puerta, sin querer molestarlos todavía.
Nuestra nueva hijita, Rose, estaba acurrucada en el hueco de su brazo. El biberón del
tamaño de un dedal parecía un juguete en su mano, pero fue muy amable con ella. No había
miedo en la forma en que manejaba a un bebé ahora. Solo un gran amor que parecía crecer
cada día que estuvimos juntos.
Se giró cuando su voz susurrante y retumbante alcanzó una nota alta que sonaba casi
perfecta. Me vio y sonrió.
Me acerqué a su encuentro y besé la gorra de cabello oscuro como una pluma de nuestra
hija.
"Ella finalmente se durmió", susurró. “Quería dejarte descansar un poco.
Y no pude resistirme a venir aquí.
"Y aquí estaba yo tratando de dejarte trabajar", le dije en voz baja. Un poco de incomodidad
de mi parte valió la pena por el asombro en su voz.
Me acercó un poco más y ambos nos balanceamos durante unos minutos.
Los pequeños chillidos y gruñidos de bebé solo estuvieron aquí por un corto tiempo. Quería
recordarlos a todos.
Pero nos estábamos buscando problemas si no la volvíamos a poner en su cuna. Tuvimos
muy pocas horas para dormir entre comidas. Volvió a acomodar a Rose en su moisés mientras
yo revisaba a Lily, cuya cuna estaba justo al lado de la de ella.
Originalmente, quería la cuna de Rose en nuestra habitación durante las primeras
semanas, pero su hermana mayor insistió mucho en salirse con la suya cuando se trataba de
arreglos para dormir.
La mano de Asher se deslizó por mi espalda y se enredó en mi cabello. Me enderecé y
ahuequé su rostro. En la oscuridad, con nuestras dos niñas durmiendo, todas mis emociones
brotaron. "Te amo."
Curvó su brazo alrededor de mí suavemente. Mi cuerpo todavía se sentía como un
enorme moretón hinchado por dar a luz hace poco más de diez días. “Yo también te amo,
Hannah. Te quiero mucho a ti y a nuestra familia. No puedo creer la suerte que tengo de
haberte encontrado.
Apoyé la cabeza en su pecho y miré a la hija de mi corazón con los brazos sobre la
cabeza. “Ambos tuvimos suerte esa noche tormentosa”.
Estaba bastante seguro de que tendría esta pequeña instantánea en mis bancos de
memoria para siempre. Y esa fue una palabra muy bonita que estaba más que feliz de tener
en mi vocabulario en estos días.
Especialmente cuando se trataba de mi pequeña familia. Algo que nunca pensé que
realmente tendría, o querría, de nuevo. Sin embargo, aquí estaba no con una, sino con dos
niñas pequeñas en mi vida nuevamente y un futuro esposo.
Y los quería a los tres con una ferocidad que nunca esperé.
Todo debido a una tormenta de invierno que originalmente me había hecho sentir tan solo
y sin esperanza. Ahora tenía a Asher ya nuestras dos hijas que volvieron a llenar mi vida de
risas y felicidad.
Incluso había renunciado a la última parte de mi pasado al vender mi antigua casa a
Gabby, que estaba encantada de tener un espacio propio por primera vez.
¿Como para mí? Tenía todo lo que siempre quise justo aquí.
Muchas gracias por leer CEO DADDY.
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de Halloween, DADDY DISGUISE, ¡antes de regresar y
disfrutar del resto de la serie! Todos los libros son
comedias románticas independientes con un felices para
siempre. Un clic PAPÁ DISFRAZADO ahora.
Yo no quería un bebé. No salía con hombres con hijos, ya no. Entonces John
Gideon se abrió camino en mi vida y en mi café. Y guarda un gran secreto...
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Si está tan inclinado, nos encantaría una reseña en su sitio de libros favorito.
TABLA DE PERSONAJES DE CRESCENT COVE
CUIDADO... HAY SPOILERS EN ESTA TABLA DE PERSONAJES. ¡LEA BAJO SU PROPIO
RIESGO!
Aliado Lawrence:
Casada con Seth Hamilton, madre de Alexander, madrastra de Laurie, mejor amiga de
Sage Evans
Andrea María Fortuna Dixon Newman:
Madre de Veronica 'Vee' Dixon
Asher Hamilton: Juez
Primo lejano de Seth y Oliver Hamilton
August Beck: propietario de Beck Furniture
Hermano de Caleb e Ivy, involucrado con Kinleigh Scott
Beckett Manning: propietaria de Happy Acres Orchard
Hermano de Zoe, Hayes y Justin
Caleb Beck: Enseña segundo grado
Hermano de August e Ivy.
(Charles) Dare Kramer: Mecánico, propietario de J & T Body Shop
Casado con Kelsey Ford, hijo Weston (la madre es Katherine), hijo Sean,
hermano Gage
Christian Masterson: ayudante del alguacil
Hermano de Murphy, Travis y Penn, hermana Madison 'Maddie'
CindyFord:
Casada con Doug Ford, madre de Kelsey y Rylee
Douglas Ford:
Casado con Cindy Ford, padre de Kelsey y Rylee Ford
Gavin Forrester: Propietario de bienes raíces
Gina Ramos: mesera en el Rusty Spoon
Mejor amigo Sheriff Brooks
Greta: Gerente de la Cuchara Oxidada
Hank Masterson:
Casado con JoAnn Masterson, hijos Murphy, Christian, Travis, Penn e hija Madison
Hayes Manning: propietario de Happy Acres Orchard
Hermano de Zoe, Beckett y Justin
Ian Kagan: Solista
Hermano de Simon, comprometido con Zoe Manning, hijo Elvis, mejor amigo Rory
Ferguson, amigo de Flynn Sheppard y Kellan McGuire
Ivy Beck: camarera en Rusty Spoon y propietaria del camión de helados Rolling Cones
Hermana de Caleb y August, comprometida con Rory Ferguson, mejor amiga Kinleigh
Scott, amigo de Maggie Kelly y Zoe Manning
James Hamilton: propietario de Hamilton Realty
Padre de Seth y Oliver Hamilton
Jared Brooks: alguacil
Hermano de Mason Brooks, mejor amiga Gina Wilson
Jessica Gideon: famosa actriz
Ex esposa de John Gideon, madre de Dani
JoAnn Masterson:
Casada con Hank Masterson, hijos Murphy, Christian, Travis, Penn e hija
Madison
John Gideon: es dueño de Gideon lo hace Servicio de mantenimiento
Hija Dani, ex esposa Jessica Gideon
Justin Manning: propietario de Happy Acres Orchard
Hermano de Zoe, Beckett y Hayes
Kellan McGuire: cantante principal Wilder Mind, solista
Hermano de Bethany, casado con Maggie Kelly, hijo Wolf, amigo de Rory
Ferguson, Ian Kagan y Myles Vaughn
Kelsey Ford: maestra de escuela primaria
Casada con Dare Kramer, hijo Sean, hijastro Weston, hermana Rylee Ford
Kinleigh Scott: propietario de Kinleigh's
La mejor amiga Ivy Beck, involucrada con August Beck
(Lucas) Gage Kramer: propietario de J & T Body Shop, ex piloto de carreras
Casado con Rylee Ford, hija Hayley Kramer, hermano Dare Kramer
Lucky Roberts: Works for Gideon Gets it Done Handyman Service
Macy Devereaux: posee Brewed Awakening
Mejor amigo Rylee Ford
Madison 'Maddie' Masterson:
Hermana de Murphy, Christian, Travis y Penn
Marjorie Hamilton:
Ex esposa de Seth Hamilton, madre biológica de Laurie Hamilton
Mason Brooks: propietario del restaurante Mason Jar
Hermano Jared Brooks
maggie kelly:
Casado con Kellan McGuire, hijo Wolf, mejor amiga Kendra Russo, amiga de Ivy Beck
y Zoe Manning
Maureen Ferguson:
Hermana de Rory Ferguson, comprometida con Kevin
Melissa Kramer: dueña de Robbie's Pizza
Casada con Robert Kramer, madre de Dare y Gage Kramer
Mike London: profesor de secundaria
Mitch Cooper: dueño de la cuchara oxidada
Murphy 'Moose' Masterson: diseñador de juegos/contratista de construcción y
Posee Bebé Papá Quería
Casado con Vee Dixon, hijo Brayden, hermano de Christian, Travis, Penn y
Maddie
Oliver Hamilton: propietario de Hamilton Realty y el nido del colibrí
Casado con Sage Evans, hija Star, hermano gemelo Seth Hamilton
Penn Masterson: novelista gráfico
Hermano de Murphy, Travis, Christian y Maddie
Robert Kramer: dueño de Robbie's Pizza
Casado con Melissa Kramer, padre de Dare y Gage Kramer
Rory Ferguson: productor discográfico/guitarrista rítmico
Hermano de Thomas y Maureen, comprometido con Ivy Beck, mejor amigo Ian
Kagan, amigo de Flynn Sheppard y Kellan McGuire
Rylee Ford: Barista en Brewed Awakening
Casado con Gage Kramer, hija Hayley, hermana Kelsey Ford Kramer, mejor amiga
Macy Devereaux
Sage Evans: posee el nido del colibrí
Casada con Oliver Hamilton, hija Star, mejor amiga Ally Lawrence
Seth Hamilton: propietario de Hamilton Realty
Casado con Ally Lawrence, hija Laurie, hijo Alexander, hermano gemelo de
Oliver Hamilton, ex esposa Marjorie
Tish Burns: propietario de J & T Body Shop, fabricante personalizado
Amigos con Gage Kramer
Travis Masterson:
Hermanos Christian, Penn y Murphy, y Maddie, hija Carrington
Veronica 'Vee' Dixon: pastelera, propietaria de Baby Daddy Wanted
Casada con Murphy Masterson, hijo Brayden
Zoe Manning: artista/fotógrafa
Hermana de Beckett, Hayes y Justin, comprometida con Ian Kagan, hijo Elvis,
prima Lila Ronson Shawcross Crandall, amiga de Ivy Beck y
maggie kelly
TARYN QUINN
tener mi bebe
Reclama a mi bebé
Quien es el papa
Parada en boxes: Bebé
Papá bebé quería
Bebé estrella de rock
Papá disfrazado
Independientes de Crescent Cove
CEO papi
Obtenga sus actualizaciones de Crescent Cove
Placer de la tarde
dos salvajes
Roca más salvaje
Encuentra el resto de nuestros libros en
www.tarynquinn.com
QUINN Y ELLIOTT
Orden de lectura de rockeros
perdido en el olvido
Cataratas Winchester
Encontrado en el olvido
Martillado
venganza de roca
amanecer de brooklyn
El jefe
Aprovechado
amor requerido
Chicos de otoño
SOBRE TARYN QUINN
La autora más vendida de USA Today , TARYN QUINN, es la hijastra pelirroja de las autoras más vendidas Taryn Elliott y Cari
Quinn. Hemos estado escribiendo juntos durante toda la vida, espera, no, en realidad solo han sido un puñado de años, pero nos
divertimos mucho. A veces escribimos historias que no encajan del todo en nuestro catálogo habitual.
¿Te gustan las lecturas más cortas y sucias?
* Ultra sexy—compruébalo.
* Personajes extravagantes—compruébalo.
* Dulce, generalmente mezclado con lo sexy... así que, sí, listo.
* RomCom: comprobar.
* Oscuro y retorcido—compruébalo.
Un poco de algo para todos.
Entonces, entra. Enciende algunas velas, sírvete una copa de vino... tal vez incluso pon algo de música sexy.
Para más información sobre nosotros...
tarynquinn.com tq@tarynquinn.com

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