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Los Conciertos (nº 11, 12 y 13) son una cosa intermedia entre lo demasiado difícil y lo

demasiado sencillo; son muy brillantes, agradables al oído. Naturalmente, sin caer en lo
huero. Aquí y allá pueden también encontrar satisfacción los entendidos, pero está hecho de
tal modo que los no entendidos hayan de sentirse contentos con lo que oyen, sin saber por
qué. (…) Para conseguir que te aplaudan hay que escribir cosas que sean tan comprensibles
que hasta un cochero pueda luego tararearlas, o tan incomprensibles que gusten
precisamente porque ninguna persona sensata pueda entenderlas.

Carta de Mozart a su padre

En esta carta comprobamos cómo Mozart habla de la sencillez de su obra como algo positivo,
hablando de cómo los entendidos y los no entendidos son capaces de disfrutar con su música.
Mozart defina su obra como algo entre lo demasiado difícil y lo demasiado fácil, al alcance de
todo el mundo.

En esta época el músico trabajaba al servicio de un patrón, un hombre rico que le


proporcionaba un sueldo y alojamiento. Además, éste le ordenaba encargos y el vasallo debía
acceder a componer esa obra según las directrices del patrón. Por lo tanto, el músico estaba
condicionado por las órdenes de su patrón.

Además, se genera una gran dependencia del compositor hacia el gran público, algo que
podemos comprobar en el texto ya que en todo momento se refiere a su obra como un medio
para satisfacer al público, una idea más comercial de la música, ya que sus ingresos y su forma
de vida dependen de ello. Habla de cómo la sencillez es aceptada por el público mientras lo
extremadamente complejo es únicamente asequible para un público entendido, algo que no
se puede permitir ya que necesita que su obra llegue al mayor número de personas posible
para poder sobrevivir.

Podemos establecer un paralelismo con Bach en el período Barroco, el cual creó una música
tan extremadamente compleja y enrevesada que al aparecer el nuevo Estilo Galante fue
rechazada por su complejidad para ser comprendida por el público. Sin embargo, Mozart
(ahora en el período Clásico) prefirió simplificar su obra y así abrir sus puertas como
compositor, la música era un negocio que debía adaptarse el público, que es el que paga.

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