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500 años, los egipcios dividieron el día en 24 horas e inventaron un reloj solar que medía
el tiempo mediante la longitud de las sombras. Con la barra orientada hacia el oeste, el sol llegaría
a las doce del mediodía justo cuando no hubiera sombra en el instrumento. Es decir, el inventor (o
inventores) del primer reloj sabía cuándo el sol estaba en lo más alto. La precisión de la medida del
tiempo fue mejorando tanto con nuevos relojes como con nuevos conocimientos astronómicos” (.
Jaime Rubio Hancock) La observación del firmamento llevó a los antiguos egipcios a inventar el
calendario para regir sus festivales religiosos y controlar la crecida anual del Nilo Asimismo, los
astrónomos egipcios, los imy unut u "observadores de las horas", eran en su mayoría sacerdotes,
algunos de alto rango, además de ejercer alguna otra profesión.
Emperador de China, primero de los Cinco Emperadores Míticos, que vivió hacia mediados del
tercer milenio a.C., cuyo nombre significa Emperador Amarillo.
No aparece en los primeros anales de la historia china, que sólo mencionan a los dos últimos
emperadores, Yao y Shun. Huang Di y los dos emperadores siguientes, Zhuanxu y Ku, fueron
añadidos más tarde a la lista de los primeros soberanos, para que ésta coincidiera con los cinco
elementos de la cosmología china (agua, madera, tierra, fuego y metal). La antigua mitología,
reconstituida por los letrados, se convirtió así en una historia cuyo orden cronológico
correspondía a la necesidad de encontrar fundamento a las ideas que tenían sobre el origen del
mundo y el papel de la civilización. Autor
Hasta el final del Imperio en 1911, el calendario era un atributo de la soberanía imperial. El
monarca de la época, conocido como «Tian zi» o Hijo del Cielo, y considerado un intermediario
entre el Cielo y la Tierra, comenzó su reinado mediante la introducción de un nuevo calendario
basado en los dos principios complementarios de Yin y Yang. Desde entonces titular de un
«mandato divino», la tarea del monarca era transmitir información basada en el estado de los
cielos para asegurar una existencia terrestre armoniosa. La astronomía se elevó al rango de
ciencia estatal y gubernamental.
La relojería era, por lo tanto, un privilegio del Emperador y sus dignatarios, que se volcaron en
Europa por sus piezas de calidad.
Laura Laurencich-Minelli
Universidad de Bologna (Italia)
El concepto de tiempo entre los Mayas y los Mesoamericanos era tangible: algo
concreto que se manifestaba ya sea en la proyección del tiempo sobre el espacio (es
decir en los lugares de observación, para establecer los movimientos del sol y corregir
el calendario), ya sea en la división del calendario ritual mesoamericano de 260 días
que coincidía con los cuatro puntos cardinales que al mismo tiempo lo regían, uno a la
vez, en la sucesión Este, Norte, Oeste y Sur. Además, es importante subrayar que el
tiempo era considerado llevado directamente por los dioses, como una especie de
estafeta en que el tiempo mismo era el concreto testimonio. (Laurencich- Minelli
1999a; 1999b).
Para los Incas, el tiempo coincide con el espacio, como lo expresa ya inicialmente el
vocablo quechua pacha que significa tiempo y espacio contemporáneamente. Esta
sinonimia entre tiempo y espacio indica que el primero era considerado
concretamente y proyectado sobre el espacio geográfico. El tiempo en efecto, era a tal
punto considerado una unidad con el espacio humanizado, que los ceques, aquellas
líneas que partían del centro del mundo inca, la ciudad del Cuzco, permitían
individuar no sólo grupos sociales y las 328 huacas que marcan el calendario ritual de
328 días de los Incas, sino que algunos de ellos codificaban también las observaciones
astronómicas, indicando el punto de algunos momentos significativos del sol y de la
luna (Zuidema 1990: 73; 1995). Tiempo que se consideraba proceder circularmente, y
entre los Incas hacia atrás, como lo indica el término quechua ñawpa pacha= tiempo
pasado, que significa también tiempo/espacio adelante.
empecemos por la compleja concepción del tiempo que tenía la mitología griega. Es bien
sabido que el dios del tiempo era Cronos, rey de los Titanes y padre de Zeus. Según el mito
recogido por Hesíodo en su Teogonía, era hijo de Gea y de Urano, o lo que es lo mismo, el tiempo
nació justo en el momento en que el cielo y la tierra se separaron. Para comprender la naturaleza
de esta deidad basta con recordar el cuadro de Goya titulado Saturno devorando a un hijo ‒en
donde Saturno es la versión romana de Cronos‒. Este dios es el tiempo lineal e irreversible que
todo lo devora. Aquel, seguramente, con el que estamos más familiarizados. El tiempo de los
relojes, de lo finito y, en definitiva, de la muerte.
Lo que que no es tan conocido es que en su origen existía otro dios del tiempo distinto al
anterior llamado Chronos o también conocido como Aión. La propia cultura helenística llegó a
confundirlos, por lo que no es extraño que hoy en día se consideren como el mismo dios. Aión era
un ser incorpóreo ‒representado como anciano y como niño‒ que dio origen al universo, que lo
rodeaba permanentemente y cuyo poder estaba más allá del alcance de los mismísimos dioses. Este
ser no nace, siempre existe y no devora nada. Es el tiempo circular ‒también representado con
una serpiente que se muerde la cola‒, que recuerda al eterno retorno de Nietzsche. Una de las
imágenes más características de esta divinidad son las estaciones, que se repiten regularmente
cada año. Es el tiempo de la vida.
Si tienes a Kairos de tu parte puedes vivir plenamente, con los cinco sentidos, al menos
durante el instante en que esté presente. Hay personas que viven permanentemente buscándolo o
esperándolo. Otros lo invocan como filosofía de vida, que es lo que ocurre con el movimiento
slow. Sobre Kairos Alejandro Corletti Estrada escribió que es «el tiempo de nuestros momentos
trascendentes, de los hechos que marcan fuerte el camino personal de cada uno de nosotros, eso
que algunos denominan destino, y que en determinados momentos nos hizo tomar decisiones
importantes». En definitiva, tiempo relativo.
FRASES
“ comprendí que las sociedades modernas y capitalistas, que se nos aparecen como tan libres y
liberales a primera vista, están de hecho fuertemente reguladas por la temporalidad…lo
interesante es que cuanto más tiempo ahorramos en la Modernidad -la cual es espectacularmente
exitosa para ahorrar tiempo- menos tiempo parece que tenemos.” HARTMUT ROSA, sociólogo
alemán (1965- )
El tiempo deberá ser sacado a luz y deberá ser concebido genuinamente como el horizonte de toda
comprensión del ser y de todo modo de interpretarlo. MARTIN HEIDEGGER (1889-1976)
Con cada hora perdida, perece una parte de la vida. GOTTFRIED LEIBNIZ (1646-1716)
Le he estado dando mi tiempo. Es todo lo que tengo que dar, es todo lo que un hombre tiene.
CHARLES BUKOWSKI (1920-1994)