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Presentación:

Hablar del aborto clandestino siempre será difícil, pues esto mediado por
las concepciones, creencias, culturas, conocimientos, pero también por las
valoraciones, afectividades y ambivalencias. La realidad nos demuestra que
son muchas las razones por las cuales las mujeres enfrentan un embarazo
no deseado y luego un aborto, no importa si para los ojos ajenos son
justificadas o no.
Negar el aborto o tratar de ignorarlo como un hecho en la vida de las
mujeres es un absurdo, sería tanto como decir que en el Perú no existe
discriminación o pobreza, cuando éstas nos golpean día a día. Juzgarlo
socialmente y penalizarlo tampoco ha sido un disuasivo para que las
mujeres no recurran al aborto, pues ha sido una práctica muy antigua y
probablemente lo seguirá siendo aún por mucho tiempo, queramos o no, y
esto sobre todo en contextos de políticas de Estado que impiden o limitan
las decisiones reproductivas de las mujeres

Introducción:

Hablar del aborto en el Perú, como en todos los países que lo prohíben,
implica referirse a una realidad esquiva, dolorosa y clandestina que afecta a
decenas de miles de mujeres, que mata y deja secuelas crónicas y
permanentes en la salud y la capacidad reproductiva de un número
importante de ellas.
Un estudio sobre el aborto clandestino en el Perú, recientemente publicado
por Flora Tristón y Pathfinder International, consigna cifras que ponen en
tela de juicio la eficacia de la prohibición. De acuerdo con este estudio, el
aborto es practicado anualmente por más de 350,000 mujeres de toda
condición socioeconómica, etnia, lugar de residencia y edad, que en su
empeño por interrumpir un embarazo que no desean se animan a desafiar la
prohibición legal, sometiéndose a procedimientos inseguros que ponen en
riesgo su vida y su salud.

Reconocido en el país como un problema de salud pública, el aborto no ha


recibido sin embargo un tratamiento equivalente en la legislación interna.
Proponer disminuir -o eliminar-la incidencia del aborto como causa de
muerte entre las mujeres, mientras que en la legislación continúe ganando
terreno una corriente represiva que se afinca en la idea de que la sanción
penal es el medio adecuado para afrontarlo, encierra una contradicción que
el Estado no ha sido capaz de resolver.

¿Por qué las mujeres abortan?

 Riesgo para la salud o la vida en caso de continuar con el embarazo


 Embarazo producto de violación o incesto
 Malformación o discapacidad física o mental del feto
 Situación socio-económica precaria, sin ingresos o con ingresos que
no soportan la crianza de un niño o niña
 Relación inestable con la pareja o amenaza de abandono como
resultado del embarazo
 Deseo de no tener más hijos o de postergar el nacimiento
 Miedo al rechazo social, de la familia o de la pareja en el caso de
adolecentes o mujeres solteras
situación personal incompatible con un embarazo, particularmente en
el caso de mujeres jóvenes que no han culminado sus estudios
Yawar fiesta
“Yawar Fiesta”, la segunda y más reconocida obra de José María Arguedas
nos da a conocer como tema principal, un espectáculo taurino andino, cual
fue introducido en el Virreinato del Perú, pero se considera una tradición
andina. El “Yawar Fiesta” o (Fiesta Sangrienta) es el nombre bilingüe que
se le da a esta ceremonia legalmente prohibida
Todo empieza en el “Pueblo Indio” de Puquio, una ciudad antiguamente
conocida por la cantidad abundante de tierras de cultivo y agua. Se nos da a
conocer en una introducción los cambios en Puquio, tales como los indios
que Vivian ahí con la llegada de los “Mistis” (gente de la costa), logran
obtener “legalmente” estas tierras e imponen su autoridad sobre los
indígenas
Los Mistis y autoridades, imponían una brutal autoridad sobre los indios y
puna runas, teniendo el permiso de tener nuevas tierras, saquear pueblos
para robar ganado y alimentos e incluso poder obtener estos mismos de una
forma legal para su propio beneficio. A su vez se les muestra con una doble
moral al mencionar que, estos“extrangueros” acudían a los Ayllus que
administraban el agua, con un tono amigable solo en el caso de estar
necesitados
Los indígenas, por su parte; estaban en la obligación por respeto al “Tayta
Diosito” de obedecer a la gente de la costa y por encima de todo, a sus
autoridades. El destino de muchos se vieron envueltos en ser parte de la
servidumbre para los Mistis, o en el peor delos casos, era ir a trabajar a la
costa, en donde se mencionaba que tanto el clima como la explotación
laboral terminaban maltratando físicamente al indio.
Aunque parece resaltar el maltrato de la gente de costa y autoridades hacia
los indígenas, el tema principal gira alrededor del Yawar Fiesta, el cual
estaba a unos días de realizar, pero el gobierno de la ciudad considera
cancelar este mismo debido a la cantidad de gente muerta y sangre en esta.
Por esta misma razón, el subprefecto decide prohibir esta manera de
realizar la fiesta, cambiar a la gente por un torero profesional. Don Julián,
decide traer a su gran toro, Misitu el cual era temido por los indígenas, ya
que tenía cierta reputación de otras corridas
Después de varios problemas entre la decisión para realizar la fiesta o no,
finalmente se celebró a favor de realizarla. El gran toro Misitu, se
enfrentaría a Ibarito II, un torero limeño. Una vez que el Yawar Fiesta
había comenzado, la obra describe la gran fuerza y furia del toro, que
termino por no darle más opción al torero que esconderse para salvar su
vida
En los últimos instantes, con toda la gente reunida para contemplar el
espectáculo insultando al torero, uno de los indios conocidos como el
wallpa decide entrar y confrontar al toro .Sin embargo, este mismo le logra
clavar uno de los cuernos en la ingle, y en consecuencia, deja al indígena
malherido. Después de lo sucedido, el alcalde detona una carga de dinamita
al toro, dejándolo con el pecho destrozado pero agonizante.

Agua

En el moribundo pueblo de San Juan, los tiempos de sequía habían


producido un notorio impacto ambiental, más aún por la pésima
distribución de agua que manejaba el principal, Don Braulio.
Pantaleón, un mak’ta cornetero que había pasado un buen tiempo en la
costa, se había dado cuenta de la corrupción que manejaban todos los
principales con los Mistis y el maltrato que tenían hacia el indígena.
El cuento se narra en primera persona, comenzando con Pantaleón, tocando
su instrumento después de que se mencionara que el pueblo se veía
decadente y vacío, consecuentemente la gente empieza a reunirse en la
plaza para cantar con la música del mak’ta.
Entonces aparece Don Vilka, un longevo indio amigo de Don Braulio y
Mistis, además de ser conocido por tener terrenos para siembra que le
regalaba el principal. El cuento resalta que los indios, más que respeto le
tenían miedo a este personaje, como al mencionar a Don Braulio.
Pantaleón empieza a hablar a espaldas de estos, acusándolos de ladrones y
discriminadores contra los indígenas, a la vez que no había mucha
diferencia con otros principales de la costa, de los cuales menciono que
inflaban precios de recursos como el algodón. Con la llegada de comuneros
de San Juan y Tinkis, junto con su Varayoc’ Alcalde, se empieza a criticar
la administración egoísta de Don Braulio sobre el agua, el cual solo la
repartía a sus semejantes, calificándolo de “zorro”.
El día en el que Don Braulio tenía que anunciar la repartición de agua, los
indios ya mantenían un cierto antagonismo contra este mismo,
especialmente Pantaleón, que en el momento en el que Don Braulio
mencionó los días por persona, pasó de reclamarle a provocarlo, lo cual
termino por enfurecer al principal, sacando su revólver y disparando a
lugares aleatorios con tal de espantar a la gente.
Pantaleón, desafiante una vez más, recibió un último disparo que termino
por matarlo, mientras el narrador y la gente escondida, podían apreciar con
impotencia el escenario mientras Don Braulio mandaba a la cárcel al
Varayoc’ y otros indios.
El protagonista, decide armarse de valor y enfrentar a Don Braulio y sus
semejantes, en lo que resulta en otra pelea, pero este termina escapando de
la plaza, por el riesgo de morir a causa de disparos provenientes de Don
Braulio.
Al final, este llega a Utek’Pampa, en donde reconoce e intenta la diferencia
que tenía con San Juan, sin embargo, este se lamenta por la pérdida de
Pantaleón, Wallpa y Don Pascual, sabiendo que Don Braulio seguía vivo y
continuaría con el maltrato a los indios.

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