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RESUMEN SOCIOLOGÍA

Eje sociología

DUSSEL – LA TRANSFORMACIÓN CRÍTICA DE LO POLÍTICO: HACIA EL NUEVO ORDEN POLÍTICO


Todo orden político y como toda decisión humana tiene efectos negativos que recae sobre las
víctimas políticas, víctimas que se encuentran en asimetría en la participación o excluidas de la
mismas. Todo orden político manifiesta su ineficacia por el simple hecho de haber víctimas.
Cuando el sufrimiento de las víctimas se hace insoportable surgen los movimientos sociales,
surgen teorías críticas del sistema vigente, cuya partida deconstructiva nace a partir del pensar a
las victimas políticas oprimidas, reprimidas, excluidas.
El pueblo. Lo popular y el populismo.
El referente intersubjetivo del orden político es la comunidad política, la comunidad en sí indica
inserción subjetiva proveniente de la subjetividad singular de cada ciudadano. Esta comunidad es
abstracta si la abstraemos de las contradicciones y conflictos que la atraviesan siempre.
Analizándola en concreto la comunidad política, pasa a la denominación de “pueblo”.
Es a partir de los efectos negativos del orden político, de las necesidades políticas que surge la
lucha por el reconocimiento que se transforma en movilizaciones reivindicativas.
El problema político se “descubre” cuando hay tantas reivindicaciones como necesidades en torno
a las nacen movimientos, v.gr movimientos antirracistas, feministas. Que representan
reivindicaciones.
El autor dispone estos movimientos son reivindicaciones diferenciales, es decir que se diferencian
entre sí, siendo de alguna manera opuestos pero que, sin embargo tienen puntos en común que
las harán ser reivindicaciones hegemónicas universales.
Boaventura de Sousa Santos dispone que este paso de reivindicaciones diferenciales a
reivindicaciones hegemónicas universales se da a partir del dialogo y traducción para lograr que
los movimientos se entiendan pero que según él nunca llegarán a ser universales. 🡪 Los
movimientos comienzan a incorporar demandas de otros movimientos al movimiento propio, v.gr
las mujeres se dan cuenta que las mujeres de color son más perjudicadas.
Esto no quita que por determinadas cuestiones algunos movimientos sean susceptibles o debidos
de ser atendido de manera más urgente que otros.
El pueblo. La “plebs” y el “populus”.
De manera que surge la necesidad de tener una categoría que englobe todos los movimientos,
clases, sectores en lucha política 🡪 pueblo como categoría política. V.gr Fidel Castro “Hablamos
de pueblo cuando hablamos de lucha, cuando hablamos de la gran masa que ansía
transformaciones y está dispuesta a lograrlo…”.
Podemos hablar de ciudadanos miembros de un Estado pero que se distinguen por integrar el
bloque de poder que se distingue del “pueblo”, entendiendo éste como los insatisfechos en sus
necesidades por su opresión o exclusión.
“Plebs” (en latín) como pueblo que se opone a la elite, a las oligarquías, a las clases dirigentes
de un sistema político. Esta plebs que en definitiva es una parte de la comunidad, integra a los
ciudadanos “populus” en un nuevo orden futuro donde las actuales reivindicaciones serán
satisfechas y alcanzarán una igualdad gracias a una lucha solidaria por los excluidos.
El “bloque social de los oprimidos”, lo popular y el populismo.
En sintonía con lo que venimos leyendo, el pueblo se transforma en actor político, no en un
“sujeto histórico” fetichizado. El pueblo aparece en coyunturas políticas críticas.
Gramsci para distinguir a la clase obrera como sujeto histórico del pueblo habla de “bloque” en el
sentido de un conjunto integrable y desintegrable que puede tener contradicciones, que aparece
con fuerza en un momento y desaparece cuando haya cumplido su tarea.
Es un “bloque social” porque procede desde los conflictos materiales.
Así pueblo es un bloque social de “los oprimidos” y excluidos, en eso se distingue la plebs de la
comunidad dominante y de la comunidad futura “populus”.
Así lo “popular” es lo propio del pueblo, referido al “bloque social de los oprimidos”. Lo popular
permanece como cultura, en particular cuando hay pueblos pre modernos que con la modernidad
irán más allá de ella.

El pueblo al darse las instituciones, en América latina en particular entre 1930 y 1954 se organiza
sólo regímenes “populistas” que implica el paso del “bloque histórico en el poder” y de integración
social por el fortalecimiento del mercado nacional protegido. (El autor habla de un proyecto
burgués de emancipación ante la burguesía metropolitana o del centro geopolítico) 🡪 ¿?
Preguntar qué onda.
Hasta fines del S.20 el populismo fue la institucionalización que logró cumplir muchas demandas
“populares”. Hoy muchos usan el término “populista” como insulto, haciendo alusión a lo
demagógico, fascista que, según el autor no tiene teoría que lo funde, no es más que una
denigración del oponente.
El poder liberador del pueblo como hiperpotentia y el “estado de rebelión.
* Voluntad de vivir de los excluidos. Totalidad y exterioridad.
Las victimas del sistema político vigente no pueden vivir plenamente (porque son victimas), si no
que su voluntad de vivir ha sido negada por la voluntad de poder de los poderosos. Es esa
voluntad de vivir contra las adversidades la fuente de creación de lo nuevo (“el que no tiene nada
que perder es libre”).
La primera determinación del poder (como potentia) es la voluntad. El pueblo la recupera en los
momentos coyunturales de grandes transformaciones.
El sistema político se cierra al final sobre sí mismo como una totalidad. Un autor describe el
proceso de totalización totalitaria de la totalidad “como exclusión del otro”, que Marx completa
como “oprimido por el sistema”. 🡪 ¿?
Por eso el pueblo guarda una compleja posición, por un lado el bloque social de los “oprimidos”
(v.gr clase obrero) y al mismo tiempo son los “excluidos” (v.gr pueblos indígenas).
Así la voluntad de vivir es lo que rompe los muros de la totalidad y abre en el sistema un lugar en
el que la exterioridad irrumpe en la historia (los que están fuera). El pueblo antes de su lucha es
ignorado.
Totalidad, exterioridad, pueblo.
La totalidad o el orden vigente, naciendo así el pueblo como plebs (bloque social de los
oprimidos) que desde la exterioridad (por sus reivindicaciones no satisfechas) pero al mismo
tiempo desde la totalidad (como oprimidos) luchan hacia la constitución de un pueblo futuro
hegemónico (populus).
● Comentario Marti: Populus como un ideal de situación social de la plebs.
El consenso crítico de los negados
El poder liberador exige la fuerza unitiva del consenso “el pueblo unido jamás será vencido”.
El poder dominante se funda en una comunidad política que se unificaba por el consenso.
Cuando los oprimidos y excluidos toman conciencia de su situación, se tornan en disidentes. La
disidencia hace perder el consenso del poder que, sin obediencia se torna en un poder
fetichizado.
La legitimidad política se funda en la participación simétrica para alcanzar acuerdos. Toda
legitimidad es relativa.
El excluido no pudo participar de la decisión del acuerdo que lo excluye, pero puede formar una
comunidad en su movimiento, el pueblo. V.gr las feministas toman conciencia del machismo en la
sociedad patriarcal dominante, ellas realizan un consenso crítico en su comunidad oprimida que
se pone al consenso dominante. Se genera de esta manera una crisis de legitimidad, una crisis
de hegemonía y anticipa la creación de un nuevo orden.
El autor analiza el actor colectivo, ese bloque que nace y desaparece según coyunturas, llamado
pueblo que construye el “poder desde abajo”. El pueblo cobra conciencia para sí.

La eficacia de los débiles. Hiper potentia de las víctimas en “estado de rebelión”.


Encontramos 3 determinaciones del poder del pueblo, De la hiperpotentia.
a. Voluntad de vivir
b. Consenso crítico de la situación en la que se encuentran, motivos de lucha, proyecto del
orden nuevo
c. Descubrimiento de la factibilidad de liberación, de transformar el orden político vigente.
Si la potentia es una capacidad de la comunidad política ahora dominante, que ha organizado las
potestas en favor de sus intereses y contra el pueblo emergente, la hiperpotentia es el poder del
pueblo, la soberanía ya autoridad del pueblo que emerge en momentos creadores de historia para
inaugurar grandes transformaciones.
Ese anti poder ante el poder dominador, esta hiperpotentia ante la potentia, efectúa la
transformación de las potestas al servicio del pueblo.
Todo comienza cuando aparece la hiperpotentia como Estado de Rebelión, contra el liberalismo
que fetichiza el “estado de derecho”. Se propuso el Estado de excepción p demostrar que detrás
de la ley hay una voluntad que constituye.
Cómo el pueblo puede dejar en suspenso el “Estado de excepción” desde el “estado de rebelión”.
El pueblo como antecesor de la autoridad. Aparece como actor colectivo, ni metafísico, sino que
conyuntural, como un bloque que se manifiesta y desaparece, con el poder nuevo que está
debajo de la praxis de la liberación anti hegemónica y de la transformación de instituciones.

Los ppios políticos de la liberación: el ppio crítico de la esfera material.


Los ppios normativos de la política están implícitos en todas las acciones e instituciones de los
políticos.
Ppios políticos críticos
Los ppios normativos políticos, subsumen a los ppios críticos éticos, constituyen al poder político.
Pero como todo sistema político tiene errores, que se traducen en las victimas, victimas de
injusticias políticas, que son oprimidos o excluidos, marginales, clases explotadas, grupos
dominados. Son víctimas porque no pueden vivir plenamente (momento material), porque han
sido excluidas de la participación de las decisiones que sufren y porque manifiestan que el
sistema no es eficaz.
El autor dispone que es el político quien tiene a cargo la obligación o solidaridad de negar la
eficacia del sistema en representación de las víctimas, de negar la legitimad, etc. Esto en fx de
que no se puede ser cómplices de la dominación políticas de un ejercicio del poder que se ha
convertido en despótico ejercicio fetichizado del poder.
Acá propone que la formulación inicial de todos los ppios políticos críticos debería ser “debemos
críticas, negar como sostenible a todo sistema político o acciones o instituciones cuyos efectos
negativos son sufridos por víctimas oprimidas o excluidas”.
El ppio material liberador exigencia de afirmación y aumento de la vida comunitaria.
La política debe intentar permitir a todos sus miembros que vivan bien. Se trata de la esfera
material (del contenido de la política). La vida humana, siendo el criterio material, es el contenido
último de toda acción o institución política. La victima es victima porque no puede vivir, refleja la
patología del sistema.
La afirmación, reproducción de la vida de la víctima, del pobre, es lo que permite aumentar la vida
de la comunidad, produce el desarrollo civilizador de todo el sistema.
El ppio critico debería ahondar en las caudas de la negativa y transformar las instituciones para
aumentar la vida de toda la comunidad.
El autor critica a los políticos que se olvidan que tienen la obligación de abogar por el desarrollo
de la vida de todos los ciudadanos.
El fetichismo de los gobernantes en el ejercicio del poder debilita a los pueblos y los deja inermes
ante sus enemigos.

Las dimensiones ecológicas, económica y cultural del ppio crítico material de la política.
El campo político atraviesa los campos materiales, el ecológico, económico, cultural.
En la sub esfera ecológica de la política, la vida humana se encuentra en peligro de extinción. La
contaminación degrada la calidad de vida.
El ppio material político se impone como obligación a los políticos. El ppio ecológico político crítico
debe abogar por la perpetuidad de la tierra, por la preservación de los bienes no renovables,
ahorrarlos p las generaciones futuras.
En cuanto a la sub esfera económica de la política, el sistema capitalista se ha transformado en el
peligro supremo, ecológico, como social. Esto produce como efecto una inmensa pobreza,
desocupación, miseria. El ppio económico político critico normativo debería postular la idea de
nuevas instituciones y un sistema económico que permita la reproducción y crecimiento de la vida
humana del capital.
En la esfera cultural de la política, hay que superar el eurocentrismo, por la afirmación de la
multiculturalidad dentro de la nación.
Los ppios crítico democrático y de transformación estratégica.
El ppio crítico democrático
En fx del ppio normativo democrático, se permite efectuar acciones legitimas y organizar nuevas
instituciones de legitimación. El sistema ha producido victimas, comunidades oprimidas o
excluidas que se organizan a partir de la toma de conciencia de su opresión, de su exclusión, de
la insatisfacción de sus necesidades.
Es así que crean un consenso sobre su situación, de la causa de su negatividad, de la necesidad
de la lucha.
Ese consenso, es un consenso critico que crea disenso ante el antiguo acuerdo vigente que
constituía a los mismos oprimidos.
El consenso de los dominados es el momento del nacimiento de un ejercicio crítico de la
democracia.
El ppio de legitimación crítico o de democracia liberadora, (distinto a la democracia liberal), se
empeña en poder alcanzar el consenso crítico, por la participación real y en condiciones
simétricas de los oprimidos y excluidos del sistema político, porque son los más afectados por las
decisiones que se acordaron en el pasado institucionalmente.
Los excluidos no deben ser incluidos en el sistema antiguo, si no que deben participar en
condiciones de igualdad en un nuevo momento institucional. No se lucha por la inclusión, si no
por la transformación.
La democracia crítica es un ppio normativo (obligación del político) pero también es un sistema
institucional que hay que transformar permanentemente a partir de los momentos institucionales
superados, fetichizados que ya no responden a la realidad del democrático.
El ppio de liberación estratégica.
La factibilidad es el último eslabón. Ya que una vez que ha sido afirmada la vida (Ecologice,
económica y cultural) de la víctima, y ha logrado organizarse para llegar a un consenso critico
democrático, se intenta llevar a la práctica. Las acciones e instituciones ha realizar deben ser
posibles, pero a diferencia de la política de un sistema vigente, tiene más dificultades
estratégicas.
El noble oficio de la política
El político injusto es aquel que nunca reconoce con responsabilidad el efecto negativo de su
acción. Esa injusticia es la corrupción.
Se tiene a que el político cumpla lo más seriamente con las condiciones de un acto justo, a esto
se denomina “pretensión política de justicia”.
Al que honestamente intenta cumplir esas condiciones se dice que tiene “pretensión de justicia”.
Los 3 ppios son condiciones de la pretensión de justicia política (ppio material, formal y factibilidad
críticos). Estos ppios normativos constituyen las acciones liberadoras y la transformación de las
instituciones, lo que permite descubrir los errores y que obran como criterios de corrección de las
injusticias cometidas. Sin ppios, el político estaría perdido.
GIDDENS Y SUTTON. ¿QUÉ ES LA SOCIOLOGÍA?
La sociología es el estudio científico de la vida humana, los grupos sociales, las sociedades en
su conjunto y el mundo de los seres humanos como tal. Tiene por objeto los comportamientos
como seres sociales, indaga en ¿por qué somos lo que somos, y por qué actuamos como lo
hacemos? Generalmente lo que consideramos como “normal” está influido por fuerzas históricas
y procesos sociales.
Algunos sociólogos usan sus conocimientos “para mejorar el mundo” y cambiar una situación
existente 🡪 Sociología aplicada.

La imaginación sociológica
Un sociólogo es capaz de liberarse de las circunstancias personas para situar las cosas en un
contexto más amplio. El trabajo sociológico depende de la imaginación sociológica.

La imaginación sociológica nos pide que nos abstraigamos de nuestras vidas cotidianas para ver
las cosas como si fuesen algo nuevo, de la que no sabemos.

- ¿Cuál sería el aspecto más característico de la imaginación sociológica?


Que a partir de meros actos cotidianos o irrelevantes podemos extraer reflexiones
profundas a partir de cuestionamientos de las cosas que atraviesan nuestra
cotidianidad. V.gr tomar café ¿Por qué tomamos café?, ¿Es una decisión? ¿Dé dónde
viene?, ¿qué proceso interviene?, etc.

El estudio de las personas y la sociedad


Generalmente se dice que la sociología es la ciencia de la sociedad, pero, ¿qué es la sociedad?
Con sociedad generalmente nos referimos a un grupo de personas que vive en un territorio
delimitado y comparte rasgos culturales como la lengua, valores, normas básicas de conducta.
La sociedad incluye a las instituciones (gobierno, educación, familia). Los modelos duraderos
creado por las relaciones entre personas, grupos e instituciones forman la estructura social de
una sociedad.
Cuando pensamos la vida social junto los conceptos de sociedad, instituciones y estructuras
sociales, usamos la imaginación sociológica y pensamos “sociológicamente”.
La imaginación sociológica nos permite dar cuenta que muchos acontecimientos que parecen
preocupar a 1 individuo, en realidad tiene que ver con asuntos más generales que preocupan a
más personas. V.gr desempleo, divorcio, violencia doméstica. Son problemas que sobrepasan la
esfera personal, si no que se convierte en un asunto publico expresado en tendencias sociales
que incumben a varias personas.
El ambiente social del que procedemos tiene mucho que ver con el tipo de decisiones que
creemos apropiadas. Estamos influidos por contextos sociales, nuestro comportamiento no está
del todo condicionado por ellos. La sociología investiga la conexión entre lo que la sociedad hace
de nosotros mismos y lo que nosotros hacemos de nosotros mismos. Nuestras actividades
estructuran el mundo social y éste estructura a aquellas. En definitiva, nuestra forma de
comportarnos y las relaciones que mantenemos presentan una regularidad.
Las sociedades humanas están siempre en proceso de estructuración, al mismo tiempo que, las
estructuras sociales siempre están en proceso.
Teorías y perspectivas teóricas
Las teorías implican elaboración de interpretaciones abstractas que plantean una serie de
afirmaciones relacionadas lógicamente para explicar una amplia variedad de hechos o situaciones
factuales. La investigación empírica y las teorías explicativas nunca pueden distanciarse
completamente de la sociológica, los hechos no hablan por sí mismos, hay que interpretarlos.
El pensamiento teórico debe responder a los problemas generales planteados por el estudio de la
vida social humana, incluyendo asuntos de naturaleza filosófica.
Fundadores de la sociología
El origen de los estudios de la vida social se sitúa en la serie de cambios precipitados por la
revolución francesa en 1789, revolución industrial. La ruptura de los modos de vida tradicionales
propiciada por estos cambios fue la causa de que algunos pensadores intentaran comprender y
explicar cómo se habían producido y cuales serían sus probables consecuencias.
- Comte
El autor francés hablaba de la “física social” para referirse al nuevo campo de estudio,
sin embargo otros autores también utilizaban el término para referirse a otras
disciplinas, es así que Comte acuñó el término “sociología” para describir a la disciplina
que iba a estudiar.
Comte intentó crear una ciencia de la sociedad que pudiera explicar las “leyes” del
mundo social del mismo modo que las Cs. Naturales explicaban el funcionamiento
físico.
Comte reconocía que cada disciplina científica tenía su propio objeto de estudio, creía
que a todas se les podía aplicar una lógica y un método científico común. Creía que el
descubrimiento de las “leyes” que rigen la sociedad humana podría ayudarnos a
conformas nuestro destino y a mejorar el bienestar de la humanidad.
Comte quería que la sociología fuera una ciencia positiva que aplicara al estudio de la
sociedad métodos científicos igual de rigurosos que los que se utilizaban para la física o
química. El positivismo sostiene que la ciencia debe centrarse sólo en las
entidades observables que se conocen directamente mediante la experiencia.
La sociología, según el engoque positivista, puede producir conocimientos sociales
basados en datos empíricos procedentes de la observación, comparación y
experimentación.
Comte señala que los intentos de comprender el mundo han pasado por 3 estadios:
o El teológico: las ideas religiosas y la creencia de que la sociedad era la
expresión de la voluntad divina, era lo que guiaba el pensamiento.
o El metafísico: consideraba a la sociedad como algo natural, no sobrenatural.
o El positivismo: Alentó la aplicación de las técnicas científicas al estudio de la
sociedad.
La solución a largo plazo para Conte, era la creación de un consenso moral a
través de una nueva “religión de la humanidad” que mantuviera unida a la
sociedad a pesar de las nuevas pautas de desigualdad (producidas por la
industrialización). 🡪 Comte comenzó a preocuparse porque tomó conciencia del
Estado de la sociedad en la que vivía y las desigualdades producidas.
- Durkheim
Fue un autor francés para quien la sociología era una nueva ciencia que podía utilizarse
para dilucidar las tradicionales preguntas filosóficas mediante análisis sociológicos que
requerían estudios de investigación sobre el mundo real. Durkheim creía que debíamos
estudiar la vida social con la misma objetividad con la que los científicos se ocupan de
la naturaleza. Durkheim decía que las instituciones sociales poseen una realidad
objetiva que les permite ser analizadas con el mismo rigor que los objetos del mundo
natural.
¿Qué son los hechos sociales para Durkheim? Son aquellas instituciones y normas
de actuación que canalizan el comportamiento humano. El individuo puede
percibir hechos sociales como una presión externa, aunque la mayor parte de las
veces los asume como algo natural. V.gr el sistema monetario es un hecho social que
existe desde que nacemos, que se nos impone para vivir la cotidianeidad y lo tenemos
como algo natural, pero en realidad es una construcción social.
En este sentido, el sistema restringe o canaliza nuestros actos. 🡪 Es una
características de los hechos sociales, que existen con independencia del individuo y
determinan sus acciones.
Durkheim tenía interés en la solidaridad social y moral, es decir la que mantiene unida
a la sociedad y evita que se precipite en el caos.
La solidaridad se mantiene cuando los individuos consiguen integrarse en grupos y se
rigen por un conjunto de valores y costumbres compartidos
Según este autor, las culturas tradicionales en las que se da una división del trabajo
reducida (poca especialización en profesiones) se caracterizan por una solidaridad
mecánica, que quiere decir que la mayoría de los individuos realizan las mismas
labores, los unen las experiencias comunes y las creencias compartidas. Después con
el advenimiento de la industrialización, hubo una solidaridad orgánica dada por la
mayor especialización en las tareas, se expande la división del trabajo, la gente
necesita diversas cosas que ellas no producen pero que sí producen otra gente.
Durkheim creía que los procesos de cambio que son rápidos y continuos genera
anomia, que es esa sensación de falta de sentido, de la desesperación que provoca la
vida social moderna, dado que se abandonar los antiguos valores antes de llegar a
incorporar los nuevos.

- Karl Marx
Si bien sus ideas contrastan con las de Comte y Durkheim, al igual que ellos, intentó
explicar los cambios sociales que estaban ocurriendo durante la Revolución industrial.
Marx se centró en el desarrollo del capitalismo. Identificó elementos ppales dentro de
las empresas capitalistas, uno de ellos es el capital (entendido como cualquier activo,
dinero, máquinas que puedan utilizarse o para invertir). De manera que la acumulación
de capital está ligado a el trabajo asalariado, formado por el conjunto de trabajadores
que no poseen los medios p ganarse la vida y que deben aceptar el empleo que les dan
los propietarios del capital.
Los capitalistas forman una clase dominante, mientras que el resto y mayoría
pertenecen a la clase de trabajadores asalariados o clase obrera.
Al extenderse la industrialización, los campesinos se vieron obligados a trasladarse a
las ciudades en proceso de expansión, constituyéndose la clase obrera urbana 🡪
proletariado.

Según Marx, el capitalismo es un sistema clasista en el que las relaciones de clase se


caracterizan por el conflicto. Los trabajadores tienen poco o ningún control sobre su
trabajo, y los empresarios pueden generar ganancias apropiándose de lo que producen
aquellos con su trabajo.
Marx en el manifiesto Comunista, dispuso que toda la historia humana hasta el
presente es la historia de las luchas de clases. De hecho creía en la inevitabilidad de la
revolución obrera, que derroca al sistema capitalista y propicia una nueva sociedad sin
distinción de clases. 🡪 A esto lo denominó comunismo, ya el poder no estará
concentrado en una pequeña clase que monopoliza el poder económico y político, si no
que este poder será de propiedad comunitaria, estableciéndose una sociedad más
humana e igualitaria.

- Marx Weber.
Creía que la sociología debía centrarse en la acción social, los actos subjetivamente
significativos de las personas que están orientados hacia otras personas. La labor de la
sociología es comprender el significado subyacente de todos estos actos individuales.
Un elemento importante de la perspectiva sociológica weberiana es el tipo ideal, un
modelo que expresa fenómenos sociales y nos ayuda a comprenderlos. Estas
construcciones hipotéticas serían útiles para la investigación sociológica. Así, según
Weber, podemos construir un tipo ideal simple a partir de elementos más notables, v.gr
grupos terroristas (IRA, ETA, etc.) Convergen en el uso de la fuerza extraestatal, etc.
Estos tienen elementos en común que nos permite identificarlos.
Para Weber la aparición de la sociedad moderna fue acompañada de importantes
cambios en las pautas de acción social, v.gr los individuos se alejaban de pautas
religiosas y se acercaban más a lo racional e instrumental, en cuanto a la eficiencia y
consecuencia de sus acciones.
La burocracia para Weber, era una expresión de la racionalización: La organización de
la vida social y económica en función de ppios de eficiencia y apoyándose en
conocimientos técnicos. La sociedad moderna se caracterizaba por la racionalización
de la política, de la religión, de la actividad económica, etc.
Weber no se mostraba optimista del todo con el resultado de la racionalización, v.gr
temía que la burocracia aprisionar al humano al regular excesivamente todos los
aspectos de la vida.

- Martineau
Señaló que cuando se estudia una sociedad hay que abordar todos sus aspectos, entre
ellos las instituciones políticas, religiosas y sociales clave.
- Khaldun
Ideó una teoría del conflicto basada en la comprensión de las ppales características de
las sociedades de la época. Dispuso que era determinante el concepto de “sentimiento
grupal” o solidaridad. Señala que las sociedades con un fuerte sentimiento grupal eran
capaces de dominar y controlar a aquellas con inferiores de solidaridad interna.
Tradiciones teóricas en la sociología.
Durkheim se centraba en las fuerzas externas al individuo a la hora de generar valores
compartidos y consenso. Marx le daba importancia a las estructuras sociales, pero sostenía que
el conflicto y la desigualdad eran similares en todas las sociedades. Weber centró su atención en
la vida social y los actos sociales de los individuos. Así, dan lugar a las 3 tradiciones generales:
● Funcionalismo – Durkheim.
Sostiene que la sociedad es un sistema complejo cuyas diversas partes funcionan
conjuntamente para generar estabilidad y que la sociología debería investigar esas
relaciones.
Los funcionalistas como Durkheim y Comte han recurrido a una analogía orgánica
para comparar el funcionamiento de la sociedad con el de un organismo vivo
(distintas partes que hacen un todo).
Analizar la fx de una institución social como el sistema de enseñanza implica
mostrar el papel que desempeña en el funcionamiento fluido de la sociedad.
El funcionalismo recalca la importa del consenso moral para el mantenimiento del
orden y estabilidad. El consenso moral se da cuando la mayoría de las personas de
una sociedad compartes los mismos valores. Para los funcionalistas, una sociedad
está en su estado normal cuando hay orden y equilibrio, esa armonía social se basa
en la existencia de un consenso moral entre los miembros de la sociedad.

● Teorías del conflicto – Marx


Dan importancia a las estructuras sociales. Proponen un modelo global para explicar
el funcionamiento de la sociedad. Rechazan la importancia que le atribuye el
funcionalismo al consenso.
Por el contrario hacen hincapié en la importancia de las divisiones sociales,
centrándose en cuestiones como poder, desigualdad, lucha competitiva. Suelen
considerar que la sociedad se compone de grupos diferentes que persiguen sus
propios intereses, por lo que el conflicto siempre está potencialmente presente.
Examinan las tensiones sociales entre los grupos dominantes y los desfavorecidos,
y pretenden comprender como se establecen y perpetuas las relaciones de control.
De ningún todas las teorías del conflicto son marxistas, v.gr las teorías feministas,
son un tipo de teoría del conflicto.

- Interaccionismo social/ simbólico – Weber


Se basa en la acción social. El interaccioni9smo simbólico surge de la preocupación por
el lenguaje y el significado, sostienen que el lenguaje nos hace seres autoconscientes,
es decir, conocedores de nuestra propia individualidad. El elemento clave de este
proceso es el símbolo, que es algo que representa otra cosa.
Weber disponía que las estructuras sociales se habían creado mediante acciones
sociales individuales.
El interaccionismo ha sido criticado por prescindir de cuestiones como poder y
estructura dentro de la sociedad y la importancia de estos elementos que sirven para
condicionar la acción individual.
Niveles de análisis: Microsociología y macrosociología.
Las perspectivas teóricas se distinguen también entre el distinto nivel de análisis que utiliza cada
una.
La microsociología estudia el comportamiento cotidiano en situaciones de interacción cara a cara.
Mientras que la macro sociología analiza los grandes sistemas sociales o de procesos de cambio
a largo plazo.
El análisis a gran escala es esencial para comprender la base institucional de la vida cotidiana. La
forma de vida de las personas está influida por las instituciones sociales.
Los estudios a pequeña escala son necesarios para esclarecer los detalles de las pautas
institucionales generales. Es evidente que la interacción cara a cara es la base ppal de todas las
formas de organización social.
¿Para qué sirve la sociología?
Nos hace ser conscientes de las diferencias culturales, nos permite contemplar el mundo social
desde muchas perspectivas.
Sociología publica y profesional
La sociología profesional, es la sociología convencional, científica, universitaria. Genera
programas de investigación y cuerpos teóricos.
La sociología política incluye aquellos trabajos encargados por algún organismo, dpto
gubernamental para abordar problemas sociales.
La sociología critica es la conciencia de la sociología profesional, señala las conjeturas de la
sociología profesional y los proyectos de investigaciones, v.gr la teoría feminista.
La sociología publica está basada el dialogo, en los movimientos sociales, religiosos, y
organizaciones de la sociedad civil.
La sociología científica crea métodos de investigación, datos empíricos y teorías que la sociología
publica necesita para compartir con las audiencias no académicas.
La falta de presencia publica de la sociología dificulta el conocimiento publico de las teorías y
datos sociológicos, esta laguna debe ser rellena por la ciencia política, historia o psicología.
Eje capitalismo
Falta Hereñu y Sartelli

HARVEY CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO

Introducción

La contradicción de Aristóteles consiste en que dos proposiciones son tan opuestas que no pueden ser ambas ciertas
a la vez. En otro uso, son dos fuerzas aparentemente opuestas simultáneamente presentes en una situación
determinada. Estas oposiciones no están siempre claramente definidas, pueden ser porosas e interpenetrarse, como
también pueden ser obvias, agudizadas de forma que las tensiones son insoportables, e incluso las circunstancias
externas pueden cambiar lo que fue una tensión aceptable en una crisis.

Las contradicciones no son siempre rotundamente malas, se puede mediante la innovación, adaptar nuestras ideas a
nuevas circunstancias. Las contradicciones del capital han generado innovaciones, muchas de las cuales han
mejorado la calidad de vida, y cuando dan lugar a crisis del capital propician momentos de destrucción creativa. Las
crisis son momentos de transformación en los que el capital suele reinventarse a sí mismo, esa transformación
puede ser mejor o peor para la gente. Las crisis son también momentos de peligro cuando la reproducción del capital
se ve amenazada por las contradicciones subyacentes.

Harvey utiliza la concepción dialéctica de la contradicción, más que la de la lógica aristotélica.

La contradicción más importante es la que se da entre realidad y apariencia en el mundo en el que vivimos. Marx
hablaba del fetichismo como las distorsiones de lo que sucede realmente en el mundo que nos rodea, para actuar
tenemos que indagar bajo estas apariencias. Y esta contradicción entre realidad y apariencia es la más general y
difundida que tenemos que afrontar al desvelar las contradicciones más específicas del capital.

Hay que distinguir entre el capitalismo y el capital, el primero es un sistema social en el que predominan de forma
hegemónica los procesos de circulación y acumulación del capital a la hora de proporcionar y configurar las bases
materiales, sociales e intelectuales para la vida en común. Y el capitalismo está lleno de contradicciones, sin
embargo, algunas no están directamente relacionadas con la acumulación del capital, por ejemplo, las que genera la
opresión de genero y/o raza, pero en este texto Harvey las excluye porque no corresponden a la forma de circulación
y acumulación del motor económico, estudia al capital como un sistema cerrado a fin de determinar sus
contradicciones internas, y esto no quiere decir que no haya puntos clave en las contradicciones del capitalismo que
no afecten al motor económico del capital de forma potencialmente destructiva (por ej. la pandemia, una guerra,
una revolución), pero el motor se interrumpiría por razones distintas a sus propias contradicciones.

Las contradicciones fundamentales

Las siete primeras contradicciones son fundamentales porque el capital simplemente no podría existir ni funcionar
sin ellas y porque están entrelazadas de tal modo que hacen imposible modificar sustancialmente cualquiera de
ellas, y menos aún abolirla, sin modificar seriamente o abolir las otras. Las interrelaciones entre las distintas
contradicciones se hacen a veces tóxicas. La intensificación de una de esas contradicciones puede hacerla
contagiosa. Cuando los contagios se multiplican y amplían se produce una crisis general, algo muy peligroso para el
capital y que crea oportunidades para una lucha anticapitalista a escala de todo el sistema

Contradicción N1: Valor de uso y valor de cambio

En una sociedad capitalista, todas las mercancías tienen un valor de uso y un valor de cambio. La diferencia entre
ambas formas del valor es significativa, y en la medida en que a menudo se enfrentan una con otra constituye una
contradicción que puede dar lugar ocasionalmente a una crisis. Los valores de uso son infinitamente variados
(incluso para el mismo artículo), mientras que el valor de cambio (en condiciones normales) es uniforme y
cualitativamente idéntico. *(el valor de uso seria el valor que individualmente le damos al producto, el valor de
cambio es lo que vale en dinero y por tanto es siempre igual) *
La cuestión es, cuánto valor de cambio se requiere para procurarnos sus usos y cómo afecta ese «cuánto» a nuestra
capacidad para disponer de los usos particulares que deseamos y necesitamos. Harvey da el ejemplo de la vivienda,
como valor de uso, esta ofrece cobijo; es un lugar donde la gente puede construirse un hogar y una vida afectiva. Y
con respecto a su valor de cambio, tenemos que comprar la vivienda o alquilarla a fin de disponer del privilegio de
usarla, para lo que tenemos que emplear dinero.

El valor de cambio de una vivienda no es, sin embargo, algo fijo, sino que fluctúa con el tiempo según una diversidad
de condiciones y fuerzas sociales, y durante los últimos años la vivienda se ha convertido en objeto de especulación.
En 2008 la especulación en el mercado de la vivienda se disparó, la gente compraba casas con dinero prestado y los
precios subieron; otros se sintieron entonces atraídos por la idea de comprar una vivienda, debido al aumento de los
precios inmobiliarios; toman prestado más dinero para comprar algo que está subiendo de precio. El resultado es
una «burbuja inmobiliaria» que acaba desinflándose. Tales frenesíes y burbujas forman parte inevitable de la historia
del capitalismo. En el reciente crac del mercado inmobiliario en Estados Unidos, alrededor de cuatro millones de
personas perdieron sus hogares por los desahucios. Para ellos, la búsqueda de valor de cambio destruyó el acceso a
la vivienda como valor de uso.

La diferencia en el mercado entre el valor de uso y el valor de cambio de una mercancía puede convertirse en una
oposición y un antagonismo, intensificándose hasta dar lugar a una contradicción absoluta y a una crisis en todo el
sistema financiero y económico.

El intercambio de valores de uso entre individuos es evidentemente importante en cualquier orden social complejo
caracterizado por intrincadas divisiones del trabajo y amplias redes comerciales. En tales situaciones el trueque tiene
una utilidad limitada debido al problema de la «doble coincidencia de carencias y necesidades». Para que se
produzca un trueque simple otro ha de poseer algo que yo deseo y yo he de tener algo que el otro desea. Por lo que
una medida independiente del valor de todas las mercancías en el mercado se hace necesaria. Puedo entonces
vender mi mercancía a cambio de cierto equivalente general del valor y usar ese equivalente general para comprar
en otro lugar cualquier otra cosa que yo quiera o necesite. El equivalente general es, por supuesto, el dinero. Pero
eso nos lleva al campo de la segunda contradicción del capital: ¿qué es el dinero?

Contradicción N2: El valor social del trabajo y su representación mediante el dinero

La medida de valor de cambio es el dinero, sus funciones técnicas básicas son

· Medio de circulación (que facilita los intercambios resolviendo el problema de la «no coincidencia de intereses»
que limita el trueque directo);

· Unica vara de medir los valores económicos de todas las mercancías en el mercado

· Forma de almacenar el valor.

Además, el dinero es un medio con el que puedo reclamar una parte del trabajo social de otros; un título sobre ese
trabajo invertido en la producción de bienes y servicios para otros colocados en el mercado (eso es lo que diferencia
una «mercancía» de un «producto» como los tomates que cultivo en mi huerto para mi propio consumo). Es un
título de un derecho que no tiene por qué ejercerse inmediatamente (porque el dinero almacena valor), pero que
tiene que ejercerse en algún momento, porque de lo contrario no cumple su destino y función.

En una sociedad compleja, como la que el capital ha construido, dependemos del trabajo de otros para obtener los
distintos valores de uso que necesitamos para vivir, y cuya disponibilidad damos por segura. Lo que el dinero
representa es el valor social de toda esa actividad, de todo ese trabajo. El «valor» es una relación social establecida
entre las actividades de personas de todo el mundo. Como relación social, es inmaterial e invisible, pero que tiene
consecuencias objetivas para las prácticas sociales. En el caso del trabajo social, el «valor» explica por qué las casas
cuestan más que los automóviles y el vino cuesta más que el agua. Esas diferencias de valor entre distintas
mercancías no tienen nada que ver con su carácter como valores de uso y con lo que sí tienen que ver es con el
trabajo social involucrado en su producción. Al ser inmaterial e invisible, el valor requiere alguna representación
material, y esta es el dinero. Pero existe una disparidad entre la representación y la realidad social que trata de
representar. La representación hace un buen trabajo al captar el valor relativo del trabajo social en algunos aspectos,
pero olvida e incluso falsifica otros. Esa disparidad entre el dinero y el valor que representa constituye la segunda
contradicción fundamental del capital.
El valor no podría formarse sin la ayuda de su representación material (el dinero) y las prácticas sociales del
intercambio. La relación entre dinero y valor es dialéctica y coevolutiva, pero no causal. Sin embargo, la actividad
financiera y la complejidad de las relaciones económicas derivan en un uso particular del dinero, donde este termina
siendo un tipo de mercancía, el capital-dinero, su valor de uso sirve para producir más valor, su valor de cambio
viene dado por el pago de intereses, por lo que se adhiere un valor a lo que mide el valor.

Todas esas peculiaridades surgen en parte porque las tres funciones básicas del dinero tienen exigencias muy
diferentes en cuanto a su realización efectiva. El dinero-mercancía es bueno como depósito de valor, pero
disfuncional cuando se trata de hacer circular las mercancías en el mercado. Las monedas y el papel moneda son
muy buenos como medios de pago, pero menos seguros como depósitos de valor a largo plazo. Los dineros
fiduciarios de circulación obligada emitido por el Estado están sometidos a los caprichos políticos de las autoridades
emisoras. Esas distintas funciones no son totalmente coherentes entre sí, pero tampoco son independientes. Si el
dinero no sirviera como almacén de valor más que de forma efímera, sería inútil como medio de circulación. Por otro
lado, si solo pretendemos que el dinero sea un medio de circulación, entonces el dinero falso puede servir tan bien
como el «real» de una moneda de plata. Por eso el oro y la plata, muy buenos como medida y depósito de valor,

necesitan a su vez una representación en forma de billetes y títulos de crédito para que la circulación de las
mercancías sea fluida.

El dinero que se supone que representa el valor social del trabajo creativo adopta una forma –capital ficticio– que
circula hasta llenar finalmente los bolsillos de financieros y bonistas mediante la extracción de riqueza de todo tipo
de actividades no productivas. Además, que el dinero permita que el poder social sea apropiado y exclusivamente
utilizado por personas privadas, lo sitúa en el centro de una amplia variedad de comportamientos humanos nocivos:
el ansia y codicia de dinero y del poder que confiere se convierten inevitablemente en características centrales de la
estructura política del capitalismo. De ahí todo tipo de comportamientos y creencias fetichistas. El deseo de dinero
como forma de poder social lo convierte en un fin en sí mismo que distorsiona la relación entre oferta y demanda
del mismo que se necesitaría simplemente para facilitar los intercambios, desmintiendo la supuesta racionalidad del
mercado capitalista.

El dinero es tan inseparable del valor como el valor de cambio lo es del dinero. Los vínculos entre los tres están
estrechamente entrelazados. Si el valor de cambio se debilita y en último término desaparece como brújula que guía
cómo se producen y distribuyen los valores de uso en la sociedad, desaparecerán igualmente la necesidad de dinero
y todas las demás patologías ansiosas asociadas con su uso (como capital) y su posesión (como fuente excelsa de
poder social).

La forma que el dinero ha asumido actualmente ha alcanzado el estatus de un doble fetiche: una representación
abstracta (puros números almacenados en los ordenadores) de una representación concreta (como el oro y la plata)
de la inmaterialidad del trabajo social. Cuando el dinero cobra la forma de meros números, se hace potencialmente
ilimitado en cuanto a su cantidad, lo que permite que florezca la ilusión de que un crecimiento indefinido y sin
límites del capital en su forma dinero es no solo posible sino deseable. Frente a esto, un examen, por superficial que
sea, de las condiciones que permiten el desarrollo del trabajo social y el aumento del valor muestra que un
crecimiento exponencial para siempre es imposible.

Contradicción N3: La propiedad privada y el estado capitalista.

La propiedad privada establece un derecho de pertenencia exclusiva sobre un objeto o un proceso, ya esté siendo
utilizado activamente o no. En la raíz del intercambio de mercancías se halla la presuposición de que yo ya no quiero
o necesito expresamente la mercancía que ofrezco a la venta. El derecho de propiedad privada confiere la
posibilidad de vender (enajenar) lo que se posee. Se crea así una diferencia entre lo que se llaman derechos de
usufructo (que corresponden al uso activo) y derechos de propiedad exclusiva permanente.

Los derechos de propiedad privada presuponen un vínculo social entre lo poseído y una persona, definida como
sujeto jurídico, que es el propietario y que puede disponer libremente de su propiedad. Mediante una
prestidigitación maravillosa del razonamiento jurídico, el derecho de propiedad se transformó, atribuyéndolo no solo
a individuos sino también a empresas y otras instituciones que la ley define igualmente como personas jurídicas.

La imposición de los derechos de propiedad privada depende de la existencia de poderes estatales y de sistemas
jurídico-legales (usualmente acoplados con los de recaudación impositiva en forma monetaria) que codifican,
definen y hacen valer las obligaciones contractuales que corresponden al derecho de propiedad privada y a los
derechos de los sujetos jurídicos individuales. La erradicación de los derechos de usufructo y los procesos de
cercamiento de los bienes comunes han hecho posible el dominio de un sistema de propiedad privada individual
irrestricta, respaldado por el poder del Estado, como la base de las relaciones de intercambio y el comercio. Esa es la
forma coherente con la circulación y acumulación capitalistas. Es una condición y construcción necesaria, en el
sentido de que ni el valor de cambio ni el dinero pueden funcionar tal como lo hacen sin esa infraestructura legal.

La primera y más obvia línea de fractura es la que existe entre el ejercicio «libre» del derecho de propiedad privada
individual y el ejercicio colectivo del poder coercitivo del Estado para definir, regular, codificar y dar forma legal a
esos derechos y al vínculo social que los une tan estrechamente.

Debe existir poder estatal para mantener los derechos de propiedad individualizados y estructuras jurídicas que
garantizan la máxima libertad individual no coercitiva. Como garante de esos derechos se apela al Estado, con su
monopolio del uso legítimo de la fuerza y la violencia, para evitar o reprimir cualquier transgresión del régimen de
los derechos de propiedad privada individualizada, para proteger y preservar ese régimen tal como se articula en el
funcionamiento «libre» de los mercados. Se emplea el poder centralizado del Estado para proteger un sistema
descentralizado de propiedad privada.

En el ámbito del intercambio mercantil hay muchos problemas que inducen al Estado a ir mucho más allá del papel
de un «vigilante nocturno» como guardián de la propiedad privada y de los derechos individuales.

· El problema de la provisión de bienes y servicios colectivos y públicos. El campo de las infraestructuras físicas y
sociales es muy vasto y el Estado debe implicarse necesariamente, bien en la producción directa o en la
subcontratación y regulación de la provisión de esos bienes. Debe ocuparse, no solo de administrar, sino de asegurar
las instituciones que tiene que proteger (de ahí la creación de cuerpos militares y policiales y la financiación de sus
actividades mediante los impuestos).

· El Estado tiene que encontrar una forma de gobernar y administrar poblaciones diversas, a menudo insumisas.
Muchos Estados capitalistas han acabado haciéndolo mediante la institución de procedimientos democráticos y
mecanismos de gobierno que apelan al consenso en lugar de recurrir a la coerción y la fuerza.

· Fallos del mercado. Estos surgen debido a los llamados efectos de externalidad, definidos como costes reales que
no quedan registrados en el mercado. El campo más obvio es la contaminación, en el que ni empresas ni individuos
pagan por los deletéreos efectos en la calidad del aire, el agua y la tierra debidos a sus acciones. La mayoría de la
gente acepta la legitimidad de la intervención del Estado u otras instancias de acción

colectiva para controlar y regular las actividades que generan fuertes externalidades negativas, aunque ello suponga
invadir el terreno de las libertades individuales y los derechos de propiedad privada.

· El Estado es ante todo una máquina de guerra inmersa en rivalidades geopolíticas y estrategias geoeconómicas en
la escena mundial. Persigue ventajas y alianzas diplomáticas, comerciales y económicas para asegurar su propia
riqueza y poder, robusteciendo la capacidad de los propietarios de amasar cada vez más riqueza en el territorio en el
que residen. Al hacerlo, la guerra –se convierte en un instrumento crucial de posicionamiento geopolítico y
geoeconómico en el que la acumulación de riqueza, de poder competitivo y de influencia dentro de los límites
territoriales del Estado se convierte en un objetivo prioritario. Pero para librar guerras y comprometerse en tales
maniobras, el Estado necesita recursos económicos suficientes.

El Estado, que acostumbra a definirse por su monopolio sobre el uso legítimo de la violencia, adquiere así otra
función clave: debe tener el monopolio sobre el dinero y la moneda. A ese argumento se le pueden oponer dos
matizaciones. En primer lugar, ese poder monopólico del Estado es genérico y no particular. El sistema monetario
global es de carácter jerárquico y en él el dólar estadounidense ha funcionado como moneda de reserva del mismo y
Estados Unidos ha gozado de derechos de señoreaje (creación) exclusivos de esa moneda. Los poderes monetarios
de otros Estados son más limitados, porque las deudas internacionales suelen estar denominadas en dólares
estadounidenses y tienen que ser pagadas en esa moneda. La segunda matización es que ese derecho monopolista
se puede subcontratar a capitalistas financieros y bancarios mediante el otorgamiento de una concesión a un banco
central formalmente independiente del control democrático directo o del político estatal. Esas instituciones se
instalan en un espacio intersticial entre el Estado y los bancos privados, como el nexo Estado-finanzas.
Los poderes del Estado se pueden reorientar políticamente hacia fines económicos que sobrepasan la actividad y los
intereses empresariales privados. Durante las fases de control político socialdemócrata y bajo diversas formas de
gobernanza dirigista se pueden crear y organizar instituciones estatales como agentes económicos que asumen el
control de las principales palancas de la economía u orientan la inversión. Esto ocupa en ocasiones el centro de la
escena en competición o más a menudo en asociación con actividades privadas y empresariales. Gran acumulación
de capital pasa entonces a través del Estado en formas que no están necesariamente dirigidas a la maximización del
beneficio, sino a fines sociales o geopolíticos. Incluso en los Estados más volcados en los principios de la privatización
y la neoliberalización, el complejo militar-industrial queda aparte del resto de la economía.

Desde el otro extremo, la forma de organizar las finanzas del Estado es algo que los libertarios entienden como
contradictorio con las libertades individuales, al entregar el control monopolista sobre el dinero y el crédito a un
conjunto de instituciones no democráticas y no elegidas, encabezadas por los banqueros centrales. Ese sistema
obliga además al crecimiento exponencial, suscita «la destrucción del medioambiente y desgarra el tejido social
mientras incrementa la concentración de poder y riqueza. Crea inestabilidades económicas y políticas que se
manifiestan en ciclos recurrentes de depresión e inflación, conflicto interno e internacional y dislocación social.

El balance de la contradicción entre intereses privados y libertades individuales, por un lado, y poder estatal, por
otro, se ha desplazado muy decisivamente durante los últimos años hacia los centros antidemocráticos, autocráticos
y despóticos del aparato estatal, donde se ven respaldados por la creciente centralización y militarización del control
social. Eso no significa que los poderes no centralizados de los propietarios individuales se disuelvan, ni siquiera que
estén en peligro. De hecho, esos poderes se ven reforzados en la medida en que el capital se siente cada vez más
protegido frente a cualquier forma de oposición social, por ejemplo, frente al movimiento obrero o al ecologista. La
descentralización suele ser en cualquier caso una estrategia óptima para mantener el control centralizado.

Contradicción N4: Apropiación privada Y Riqueza Común

La riqueza común creada por el trabajo social aparece en una variedad infinita de valores de uso, La apropiación y
acumulación privadas de esa riqueza común y del trabajo social coagulado en ella se produce de dos modos. En
primer lugar, existe un conjunto de lo que ahora consideraríamos actividades extralegales, como el robo, junto con
diversas prácticas turbias y dolosas en el mercado. Por otro lado, la gente puede acumular riqueza mediante
intercambios legalmente sancionados en condiciones comerciales no coercitivas y en mercados de funcionamiento
libre. Los teóricos de la circulación y acumulación de capital suelen excluir las actividades del primer tipo como
excrecencias externas al funcionamiento «normal» y legítimo del mercado capitalista, y construyen sus modelos de
circulación y acumulación de capital sobre la suposición de que solo el segundo modo de apropiación y acumulación
privada de riqueza social es legítimo y relevante.

Pero más más allá de razones empíricas obvias, existen sólidas razones teóricas para creer que la esencia misma del
capital alberga una economía basada en la desposesión. La desposesión directa del valor producido por el trabajo
social en el lugar de producción no es más que un eslabón (aunque primordial) de la cadena de desposesión que
nutre y sostiene la apropiación y acumulación de grandes porciones de la riqueza común por «personas jurídicas»
privadas (grandes corporaciones)

En el centro de ese proceso de apropiación privada de la riqueza común está la forma contradictoria en la que el
dinero representa y simboliza el trabajo social (valor). El hecho de que el dinero, como polo opuesto al valor social
que representa, sea intrínsecamente apropiable por personas privadas, significa que (con tal que funcione bien
como medida y depósito del valor) puede ser acumulado sin límite por estas. Y en la medida en que el dinero es un
depósito de poder social, su acumulación centralización por un conjunto de individuos resulta decisiva, tanto para la
construcción social de la codicia personal como para la formación de un poder de clase capitalista más o menos
coherente.

La historia del proceso de mercantilización del trabajo, la tierra y el dinero esbozado por Marx en su breve resumen
de la llamada «acumulación originaria» en El capital. La transformación del trabajo, la tierra y el dinero en
mercancías se logró mediante la violencia, el engaño, el robo, el fraude y actividades parecidas. Las tierras comunes
fueron cercadas, divididas y puestas a la venta como propiedades privadas. El oro y la plata que constituían las
primeras mercancías-dinero fueron robados a los habitantes nativos de las Américas. Los trabajadores y trabajadoras
se vieron obligados a abandonar la tierra para recibir el estatus de trabajadores asalariados «libres» que podían ser
libremente explotados por el capital, cuando no directamente esclavizados. Tales formas de desposesión fueron
fundamentales en la creación del capital, pero lo más importante es que nunca desaparecieron. No solo fueron
decisivas para explicar los aspectos más crueles del colonialismo, sino que hasta hoy mismo las políticas de
desposesión del acceso a la tierra, al agua y los recursos naturales está induciendo gigantescos movimientos de
agitación global. El llamado «acaparamiento de tierras» en toda África, América Latina y gran parte de Asia son solo
el síntoma más obvio de la política de acumulación por desposesión. En Estados Unidos, las tácticas de expropiación
legal, junto con la brutal oleada de desahucios que han provocado enormes pérdidas, no solo de valores de uso
(millones de personas sin techo), sino también de los ahorros duramente ganados y de valores insertos en el
mercado de la vivienda, por no hablar de la pérdida de pensiones y de derechos sanitarios y educativos y otras
prestaciones, indican que la economía política de la desposesión directa sigue funcionando en el mismísimo corazón
del mundo capitalista.

Una vez que la tierra, el trabajo y el dinero habían sido cosificados y separados de su inserción en los flujos de la vida
cultural y la materia viviente, pudieron ser restaurados bajo el paraguas de los derechos y leyes constitucionales
basados en los principios de los derechos individuales a la propiedad privada garantizados por el Estado.

Los recursos naturales pueden ser comprados y vendidos, aunque no sean de por sí un producto del trabajo social.
La mercantilización de la naturaleza tiene ciertos límites, ya que algunas cosas (como la atmósfera) no son
fácilmente privatizados y parcelados.

Las mediaciones «objetivas» pero totalmente ficticias de la monetización, la mercantilización y la privatización de no


mercancías como la tierra, el trabajo y el capital (sostenidas por medios extralegales y coercitivos) están en la raíz de
la hipocresía de la constitucionalidad capitalista, esta puede incorporar la ilegalidad en su propio fundamento. El
hecho de que esas ficciones y fetichismos beneficien sistemáticamente a algunos individuos más que a otros,
constituyendo la base para la construcción del poder de clase capitalista no es casual.

Contradicción N5: Capital y trabajo.

Lo que compra y vende el capital es la fuerza de trabajo intercambiada como mercancía. El trabajador dispone de
ella y se la vende al capitalista en un mercado de trabajo supuestamente «libre». La compraventa de servicios
laborales precedió al capitalismo, y es muy posible que siga existiendo mucho después de que el capital haya dejado
de existir como una forma viable de producir y consumir. Pero lo que el capital incorporó como rasgo distintivo es
que podía crear la base para su propia reproducción que esperaba que pudiera ser permanente mediante el uso
sistemático y continuo de la fuerza de trabajo para producir un excedente (plusvalor) por encima del valor que
necesitaba el trabajador para sobrevivir con determinado nivel de vida. Ese excedente es la base del beneficio
capitalista

Lo más notable de ese sistema es que no parece basarse en el engaño, el robo o la desposesión, porque a los
trabajadores se les paga el precio de mercado «justo» al mismo tiempo que se les pone a trabajar para generar el
plusvalor que el capital necesita para sobrevivir. Esa «equidad» se basa en la idea de que los trabajadores tienen un
derecho de propiedad privada individualizada sobre la fuerza de trabajo que pueden proporcionar al capital como
una mercancía y de que son «libres» para disponer de esa fuerza de trabajo de la forma que prefieran y vendérsela a
quien quieran. Pero para esto los trabajadores deben quedar «liberados» de cualquier acceso a la tierra u otros
medios de producción, de modo que no tengan otra opción que vender su fuerza de trabajo para sobrevivir. Cuando
esto se pone en funcionamiento, los capitalistas pueden asegurarse de que los trabajadores producen mercancías
por mayor valor que el valor de mercado de su fuerza de trabajo. Para que se pueda crear y reproducir el capital los
trabajadores deben crear más valor del que reciben. El capital se embolsa el valor añadido como beneficio y puede
almacenarlo concentrando cada vez más poder dinerario.

El efecto de esto es transformar el trabajo social, que se hace para otros, en trabajo social alienado. El trabajo y la
prestación laboral se organizan exclusivamente en torno a el rendimiento monetario sobre el que el capital
construye su poder social de dominación de clase. Los trabajadores quedan en una situación en la que no pueden
hacer otra cosa que reproducir mediante su trabajo las condiciones de su propia dominación. Aunque la relación
entre el trabajador y el capitalista es siempre una relación contractual individual, no es difícil ver que surge una
relación de clase general entre capital y trabajo que involucrará inevitablemente al Estado y la ley como árbitro,
regulador o ejecutor. Y es así en virtud de la contradicción sistémica entre derechos de propiedad privada individual
y poder estatal.
Nada impide a los trabajadores, individual o colectivamente, organizarse y luchar por mayores salarios, y nada
impide a los capitalistas intentar pagar al trabajador menos que el precio de mercado «justo» de su fuerza de trabajo
o reducir el valor de esta. Tanto el capital como el trabajo se hallan dentro de los límites de su derecho al contender
por esas cuestiones, y como dijo Marx, «entre derechos iguales, es la fuerza lo que decide»

Para algunos autores de izquierdas esta contradicción entre capital y trabajo es la principal y a ella están
subordinadas todas las demás, pero para Harvey no puede ser única como explicación de las crisis, ni
conceptualmente ni tampoco, en último análisis, políticamente. Está entrelazada y depende de su relación con las
demás contradicciones del capital. Aunque la supresión final de la contradicción entre capital y trabajo y la creación
de condiciones para un trabajo no alienado sean el principio y fin de un proyecto político alternativo, esos objetivos
no se pueden alcanzar sin resolver las demás contradicciones, como la de la forma dinero y la capacidad privada de
apropiarse de la riqueza social, con las que están asociados.

Si bien la contradicción capital-trabajo es incuestionablemente central y fundamental, no euna contradicción


cardinal a la que están en cierto sentido subordinadas todas las demás. Desde el punto de vista del capitalismo, esa
contradicción central y fundamental en el motor económico constituido por el capital desempeña evidentemente un
papel vital, pero sus manifestaciones tangibles están enmarañadas con otras categorías de distinción social, como la
raza, la etnicidad, el género o la religión, convirtiendo la lucha política en el capitalismo en un asunto mucho más
complicado que el que podría creerse desde el único punto de vista de la relación trabajo-capital.

Contradicción N6: ¿El capital es una cosa o un proceso?

Se puede entender capital como proceso, como un flujo continuo de valor que atraviesa diversos momentos y
transiciones de una forma material a otra. Aunque, en determinado momento, el capital asume la forma dinero, en
otro es un conjunto de medios de producción (incluida la tierra y ciertos recursos) o una masa de trabajadores que
entra en la fábrica. Dentro de esta, el capital organiza labores concretas para la confección de una mercancía en la
que se coagula un valor latente pero todavía no realizado (trabajo social), así como cierta proporción de plusvalor.
Cuando se vende la mercancía, el capital vuelve de nuevo a su forma dinero. En ese flujo continuo, entre el proceso y
las cosas existe una dependencia mutua.

El capital afronta y moviliza esa dualidad de una forma particular, existe como un flujo continuo de valor a través de
los diferentes estados físicos, y la continuidad del flujo es una condición primordial de su existencia, que debe
circular continuamente o fenecer. La velocidad de su circulación es importante. Si alguien puede hacer circular su
capital más rápidamente que otro, entonces disfrutará de cierta ventaja competitiva. Pero todo esto presupone que
las transiciones de una fase a otra transcurren sin problemas, y no es así. La transición del dinero a las mercancías
requeridas para la producción está obstruida por todo tipo de barreras potenciales como esas y el tiempo perdido es
capital devaluado o incluso capital perdido. Hasta que no se superan todas esas barreras, el capital no puede afluir
finalmente a la producción real.

“Identifique situaciones en este flujo se puede ver interrumpido y las alternativas existentes para evitarlo.”

Si quiero fabricar acero, debo disponer cuanto antes de todos los ingredientes (fuerza de trabajo y medios de
producción); pero el mineral de hierro y el carbón están todavía enterrados en el suelo y lleva mucho tiempo
extraerlos. No hay suficientes trabajadores cerca dispuestos a vender su fuerza de trabajo. Tengo que construir un
alto horno y eso también lleva tiempo. Mientras tanto, mi capital-dinero destinado a la producción de acero está
parado y no produce ningún valor. Lleva tiempo producir el acero y la intensidad del proceso de trabajo afecta a la
cantidad de tiempo necesaria para realizar esa producción. Aunque se pueden buscar distintas innovaciones
organizativas y tecnológicas para reducir el tiempo de trabajo, existen barreras físicas a su anulación completa. Los
trabajadores, además, no son autómatas. Pueden dejar caer sus instrumentos o entorpecer y frenar
deliberadamente el proceso de trabajo. Para mantener la continuidad se necesita establecer un control y lograr la
colaboración de la mano de obra. Una vez que se ha fabricado el acero, hay que venderlo, y de nuevo la mercancía
puede permanecer en el mercado cierto tiempo antes de que aparezca un comprador. Si todos disponen de
suficiente acero para un par de años, entonces no habrá compradores durante ese tiempo y el capital mercancía se
convierte en capital muerto porque ha dejado de circular. El productor estará interesado en asegurar y acelerar el
ciclo de consumo. Una de las formas de hacerlo es producir acero que se deteriore tan rápidamente que necesite
sustitución. Los productores pueden no querer esperar a vender sus mercancías. Sería más fácil vendérselas a
comerciantes con un descuento sobre su valor total (y ganarse una parte del plusvalor). Los comerciantes asumen
los costes y riesgos de vender el producto a los consumidores finales.

A fin de que el capital circule libremente en el espacio y en el tiempo se deben crear infraestructuras físicas y
entornos construidos que quedan fijados en el espacio (carreteras, aeropuertos, oficinas, etc.). Otras formas más
móviles de capital fijo (los barcos, camiones, aeroplanos) tienen una vida bastante larga. Un volumen enorme, en
gran parte inmóvil, y la parte que es móvil no se puede sustituir durante el período de vida del artículo sin sufrir una
pérdida de valor. Esta es una de las paradojas de la acumulación del capital: con el tiempo la pura masa de ese
capital de larga duración, destinado tanto a la producción como al consumo, y a menudo físicamente inmóvil,
aumenta en relación con el capital que fluye continuamente. El capital está siempre en peligro de esclerotizarse y
osificarse con el tiempo debido a la cantidad cada vez mayor de capital fijo que requiere

Contradicción N7: La contradictoria unidad entre producción y realización

El capital tiene un fuerte incentivo para pagar a los trabajadores lo menos posible, para hacerles trabajar el mayor
número de horas y tan intensamente como sea posible, para obligarles a asumir la mayor proporción posible de su
propia reproducción (mediante las actividades en el hogar) y para mantenerlos tan dóciles y disciplinados como sea
posible en el proceso de trabajo. Con ese fin, es muy conveniente disponga de reserva de mano de obra formada,
pero sin utilizar, un «ejército industrial de reserva», a fin de contrarrestar las aspiraciones de los trabajadores
empleados. Si no existiera ese excedente de mano de obra, el capital tendría que crearlo. También sería importante
para el capital evitar en la medida de lo posible cualquier forma de organización colectiva de los trabajadores y
controlar por cualquier medio a su alcance todo intento de ejercer una influencia política sobre el aparato del
Estado.

Según Marx, en el volumen II de El capital, si el capital hace todo lo que debe hacer según el análisis del volumen I
para asegurar la producción y apropiación de plusvalor, entonces la demanda agregada de la mano de obra en el
mercado tenderá a restringirse, a disminuir sistemáticamente. Además, si se descargan el trabajador los costes de su
reproducción social, no comprarán bienes y servicios en el mercado. El gran ejército de reserva de desempleados no
es precisamente una fuente pujante de demanda agregada (a menos que disponga de generosos subsidios pagados
por el Estado), del mismo modo que unos salarios decrecientes (o una disminución de las contribuciones estatales al
salario social) no facilitan la expansión del mercado.

El capitalismo puede tratar de maximizar las condiciones para la producción de plusvalor, pero con ello amenaza la
capacidad para realizar ese plusvalor en el mercado, o mantener una demanda efectiva alta en el mismo dando
poder a los trabajadores, pero con ello amenaza la posibilidad de crear plusvalor en el lugar de producción.

La contradicción entre producción y realización puede mitigarse de diversas formas. Se puede incrementar la
demanda frente a la caída de los salarios mediante la expansión de la magnitud total de la mano de obra, mediante
la expansión del consumo de lujo por parte de la burguesía o por la existencia y expansión de capas de la población
que no están dedicadas a la producción pero que tienen una considerable capacidad de compra. Existe también
recurso al crédito. No hay nada en principio que impida que se concedan créditos para mantener tanto la producción
como la realización del valor y el plusvalor. El problema es que genera fácilmente burbujas especulativas del tipo de
la que llevó al crac de 2007-2009.

Hay distintos puntos donde se pueden realizar el valor y el plusvalor. Ejerciendo presión sobre los productores
capitalistas, los comerciantes y financieros pueden reducir el beneficio de los primeros a un margen muy pequeño
mientras ellos se quedan con la mayor parte de los beneficios. En este caso la realización no solo ocurre en un sector
diferente, sino también en otro país al otro lado. La otra vía consiste en sustraer a los trabajadores participación en
el excedente, exigiendo precios exagerados o impuestos para disminuir sus ingresos y su nivel de vida. También
mediante la manipulación del salario social, de manera que las ganancias obtenidas en derechos de pensiones,
educación, sanidad y servicios básicos puedan ser recuperadas por los capitalistas como parte de un programa
político de acumulación por desposesión. Eso es lo que pretende lograr la actual promoción generalizada de una
política de austeridad por parte del Estado.
Eje racismo

LA COLONIALIDAD DEL PODER – QUIJANO


La globalización es la culminación del proceso de la constitución de América y del capitalismo
colonial moderno y eurocentrado, estatuyendo un nuevo patrón de poder mundial. Uno de los ejes
fundamentales de este nuevo patrón de poder mundial es la clasificación social de la
población mundial sobre la idea de raza 🡪 entendida como una construcción mental que
expresa la dominación colonial. Se ha probado que esta construcción es más duradera y
estable que el colonialismo, pero es un elemento de colonialidad en el patrón de poder hoy.
América y el nuevo patrón del poder mundial.
América fue el primer espacio tiempo de un nuevo patrón de poder mundial, de manera que es la
primera identidad de la modernidad.
Fueron 2 procesos que se combinaron en la producción de ese espacio tiempo, siendo los 2 ejes
fundamentales del nuevo patrón de poder:
1) Codificación de las diferencias entre conquistadores y conquistados, basada en la idea de
raza, es decir basada en la supuesta diferente estructura biológica que ubicaba
naturalmente a algunos en condiciones de inferioridad (siendo los conquistados) respecto a
otros (conquistadores). 🡪 Esta razón fue el elemento constitutivo, fundante de las
relaciones de dominación. 🡪 Es así que, en base a esto, se clasificó a la población de
América y del resto del mundo.
2) Control del trabajo, de sus recursos y de sus productos, en torno del capital y del mercado
mundial.
Raza, una categoría mental de la modernidad.
La idea de “raza” no tiene antecedentes históricos si no hasta América. El autor dice que esta
idea surge a partir de las diferencias fenotípicas entre los conquistadores y conquistados. Así
la idea de raza se tomó como referencia para generar supuestas estructuras diferenciales entre
esos grupos.
En base a esta idea y esta clasificación, se fueron generando diversas relaciones sociales
(generalmente de dominación), notándose que en América se habían producido nuevas
identidades históricamente nuevas (indios, mestizos, negros, etc vs blancos, europeos.) 🡪 Cabe
recordar que esos términos eran utilizados para referirse a la procedencia geopolítica de las
personas, pero con el advenimiento de este proceso comenzaron a tener una connotación racial.
A medida que se configuraban las relaciones sociales de dominación, esta terminología fue
asociándose a las jerarquías, roles sociales, como consecuencia y en consonancia a ese patrón
de dominación colonial que se imponía.
Raza e identidad racial fueron establecidos como mecanismos de clasificación social de la
población.
Con el tiempo los colonizadores codificaron los rasgos fenotípicos de los colonizados, siendo el
color la característica de la categoría racial, de manera que los negros eran los más explotados,
pero también los más importantes, dado que su trabajo forzoso colaboraba notoriamente con la
economía. Por el contrario, los colonizadores se autodenominaron “blancos” en función de sus
rasgos fenotípicos.
En América, la idea de raza fue un modo de otorgar legitimidad a las relaciones de dominación
impuestas por la conquista.
Europa se convirtió en una identidad, después de América, y la expansión del colonialismo
europeo sobre el resto del mundo generó que se instaure una perspectiva eurocéntrica (Europa
como el centro del mundo) y generó la elaboración teórica de la idea de raza como razón natural
de esas relaciones coloniales de dominación entre europeos y no europeos. 🡪 Este mecanismo se
ha mostrado como el más eficaz y perdurable instrumento de dominación social universal.
Es así que la idea de raza se convirtió en el primer criterio fundamental para la distribución de la
población mundial en los distintos rangos, lugares y roles en en la estructura de poder de la nueva
sociedad. 🡪 Se convirtió en el modo básico universal de clasificar socialmente a la población
mundial.
El capitalismo: La nueva estructura de control del trabajo
En el proceso de constitución de América, todas las formas de explotación del trabajo y de
control de la producción-apropiación-distribución de productos, fueron elaboradas alrededor de la
relación capital-salario y del mercado mundial (esclavitud, servidumbre, etc.).
Todas estas formas de control eran histórica y sociológicamente nuevas, porque:
A. Fueron establecidas y organizadas para producir mercaderías para el mercado mundial.
B. Porque existían de manera simultánea, en el mismo espacio tiempo, siendo articuladas al
capital y a su mercado.
De manera que configuraron un patrón global de control del trabajo, elemento fundamental para
un nuevo patrón de poder.
Mientras esa estructura de control del trabajo, recursos y productos se mantenía, se establecía un
nuevo patrón global de control del trabajo, de sus recursos y productos. Y en tanto se constituía
en torno al capital, se establecía con carácter capitalista.
De este modo se establecía una nueva, original y singular estructura de relaciones de
producción en la experiencia histórica del mundo: el capitalismo mundial.
Colonialidad del poder y capitalismo mundial.
Las nuevas identidades basadas en la idea de raza, fueron asociándose a la naturaleza de roles y
lugares en la nueva estructura global de control del trabajo. Así, ambos elementos, raza y
división del trabajo, fueron asociándose y reforzándose mutuamente más allá de que sean
independientes.
Es así que se impuso una división racial del trabajo. 🡪 negros e indios laburaban como negros,
los españoles y portugueses, etc. Europeos en gral podían laburar y ganar $.
Este criterio se mantuvo a lo largo de todo el periodo colonia, de hecho, en el curso de la
expansión mundial de la dominación colonial por parte de la misma raza (Europa), fue impuesto
este criterio de clasificación social a toda la población mundial a escala global. 🡪 Se asociaba la
blanquitud social con el salacio y con los puestos de mando de la administración colonia.
Cada trabajo estuvo vinculada con una raza, es así que el control de una forma especifica de
trabajo podía ser también el control de un grupo especifico de gente dominada. Estos nuevos
mecanismos de dominación/explotación a través de la raza/trabajo, se fueron naturalmente
asociados.
Colonialidad y eurocentramiento del capitalismo mundial
1)La conquista de América logró a)una privilegiada posición para el control del oro, la plata y otras
mercancías producidas por el trabajo gratuito de indios, negros y mertizos, sumándose su b)
ubicación ventajosa en la punta del atlantico por donde tenían que pasar esas mercancías para el
mercado mundial, otorgó 2) a los blancos una ventaja decisiva para disputar el control del trafico
comercial mundial, que les permitió a los blancos el control de la red preexistente de intercambio
comercial (china, medio oriente, siria, etc.).
Eso les hizo posible concentrar el control del capital comercial, del trabajo y de los recursos de
producción en el conjunto del mercado mundial, posteriormente reforzada y consolidado por la
expansión de la dominación colonial blanca sobre la diversa población mundial.
El control del tráfico comercial mundial por los grupos dominantes en el atlántico, donde tenían
sus sedes, impulsó un nuevo proceso de urbanización en esos lugares, expansión del trafico
comercial y la formación de un mercado regional creciente y monetizado por el flujo de metales
preciosos. Esa región nueva se constituida como una nueva identidad geo cultural: Europa
occidental. Esta emergía como la sede central del mercado mundial.
Sin embargo esa condición de sede central del nuevo mercado mundial no permite explicar por
qué Europa se convirtió también en sede central del proceso de mercantilización de la muerza de
trabajo, es decir del desarrollo de la relación capital-salario como forma especifica de control del
trabajo, de sus recursos y de sus productos. Mientras, en cambio, el resto de las regiones
incorporadas al nuevo mercado mundial y colonizadas bajo domino europeo, permanecían en
relaciones no salariales de trabajo, sin perjuicio de que se articulaba una transferencia de valor y
beneficios cuyo control le correspondía a Europa occidental.
En las regiones no europeas, el trabajo asalariado se concentraba cuasi exclusivamente entre los
blancos.
No hay relación social del capital o mecanismos del mercado mundial (en el capitalismo) que
implique la necesariedad histórica de la concentración del trabajo asalariado y sobre esa base,
posteriormente de la concentración de la producción industrial capitalista.
Es así que la explicación es que ya desde el comienzo de América, los futuros europeos
asociaron al trabajo no pagado o no asalariado con las razas dominadas, porque eran razas
inferiores. Posteriormente después de la nueva reorganización política poblacional de los indios y
de sus relaciones con los colanizadores, dejaron de ser esclavos peor fueron adscritos a la
servidumbre no pagada (trabajan la tierra a cambio de subsistencia). Cabe decir, que
posteriormente los esclavos fue aquella población negra traida de africa.
La clasificación racial de la población y la temprana asociación de las nievas identidades raciales
con las formas de control no pagado o no asalariado del trabajo, desarrolló entre los europeos o
blancos, la percepción de que el trabajo pagado era un privilegio de los blancos. Es así que la
inferioridad racial de los colonizados implicaba que no eran dignos del pago de un salario.
Estaban naturalmente obligados a trabajar en beneficio de sus amos.
Hoy podemos encontrar la misma situación cuando por el mismo trabajo se les paga más a los
blanco, y el menor salario se da en función de la clasificación social racista de la población del
mundo.
El control del trabajo se constituyó en torno de la relación capital trabajo asalariado y así, bajo el
dominio de ésta. Esta articulación fue constitutivamente colonia, se fundó en la adscripción de
todas las formas de trabajo no pagadas a las razas colonizadas.
Esa colonialidad del control del trabajo determinó la distribución geográfica de cada forma
integrada en el capitalismo mundial, es decir que decidió la geografía social del capitalismo: el
capital, en tanto que relación social de control del trabajo asalariado, era el eje en tordo al cual se
articulaban las demás formas de control del trabajo, de sus recursos y sus productos. Esto le
daba el carácter capitalista a esa estructura de control del trabajo.
Al mismo tiempo, esa relación social especifica fue geográficamente concentrada en Europa y
entre los europeos en todo el mundo del capitalismo. Así Europa y lo europeo se constituyeron en
el centro del mundo capitalista.
Así cuando un autor publicó la imagen de centro periferia para describir la configuración mundial
del capitalismo después de la 2da GM, apuntó al histórico patrón de control del trabajo, de sus
recursos y de sus productos, que formaba parte central del nuevo patrón mundial de poder
constituido a partir de América. El capitalismo mundial fue, desde la partida, colonial moderno y
eurocentrado. De esta forma el concepto de “moderno sistema mundo” no podría ser apropiado,
ni plenamente entendido sin estos comentarios previos.
Nuevo patrón de poder mundial y nueva intersubjetividad mundial
Europa ya como centro del capitalismo mundial, no solo tenía el control del mercado mundial si no
que también pudo imponer su dominio colonial sobre todas las regiones y poblaciones del
planeta, incorporándolas al “sistema mundo” y a su patrón de poder.
Para esas poblaciones, esta circunstancia implicó un proceso de reidentificación histórica que
desde Europa se les fueron atribuidas nuevas identidades geoculturales.
Así, después de América y Europa, fueron establecidas Africa, Asia y Oceanía.
La incorporación de las diversas historias culturales a un único mundo dominado por Europa,
significó una configuración cultural, intelectual, intersubjetiva equivalente a la articulación de
todas las formas de control del trabajo en torno del capital, para establecer el capitalismo
mundial.
Es así que Europa concentró bajo su hegemonía el control de todas las formas de control de la
subjetividad, de la cultura, del conocimiento, de la producción del conocimiento.
Los colonizadores ejercieron diversas operaciones que llevaron a la configuración de un nuevo
universo de relaciones intersubjetivas de dominación entre Europa y lo europeo, y las demás
regiones y poblaciones del mundo, a las cuales se les estaban siendo atribuidas nuevas
identidades geoculturales.
Primero la expropiación a las poblaciones colonizadas, después reprimieron el conocimiento,
patrones de producción de los sentidos, de manera violenta y duradera. Forzaron a los
colonizados a aprender parcialmente la cultura de los dominadores en todo lo que fuera útil para
la reproducción de la dominación, esta fue la importancia de la religión judeo-cristiana.
El éxito de Europa Occidental en convertirse en el centro del moderno sistema mundo, desarrolló
en los europeos un rasgo común a todos los dominadores coloniales e imperiales de la historia, el
etnocentrismo. Ese raso en el caso europeo tenía justificación en la clasificación racial de la
población del mundo después de América. La asociación entre ambos fenómenos, el
etnocentrismo colonial y la clasificación racial universal, ayuda a explicar por qué los europeos
fueron llevados a sentirse no solo superiores a los demás pueblos del mundo, si no a sentirse
naturalmente superiores. Esa instancia histórica se expresó en una operación mental, sobre
todo respecto de las relaciones intersubjetivas que le son hegemónicas, en especial de su
perspectiva de conocimiento: Los europeos generaron una nueva perspectiva temporal de la
historia y reubicaron a los pueblos coloniucados y a sus historias y culturas, en el pasado de una
trayectoria histórica cuya culminación era Europa. Sin embargo, no en una misma línea de
continuidad con los europes, si no en otra categoría naturalmente diferente. Los pueblos
colonizados eran razas inferiores y anteriores a los europeos.
La modernidad y la racionalidad fueron imaginadas como productos exclusivamente europeos.
Las relaciones intersubjetivas y culturales entre Europa y el resto del mundo fueron codificadas en
un juego entero de nuevas categorías. Europa y no Europa. Esa perspectiva binaria, peculiar del
eurocentrimo, se impuso como mundialmente hegemonica en el mismo cause de la expansión del
dominio colonial de Europa sobre el mundo. No sería posible explicar la elaboración del
eurocentrimo como perspectiva hegemónica de conocimiento, de la versión eurocéntrica de la
modernidad y sus 2 ppales mitos fundamentales: la civilización humana como una trayectoria que
parte de un estado de naturaleza y culmina en Europa; y otorgar sentido a las diferencias entre
Europa y no Europa como diferencias de naturaleza racial y no de historia del poder. 2 elementos
nucleares del eurocentrismo.
La cuestión de la modernidad

GROSFOGUEL, Ramón: "El concepto de «racismo» en Michel Foucault y Frantz Fanon: ¿teorizar
desde la zona del ser o desde la zona del no-ser?
1) ¿Por qué afirma el autor que para Foucault el racismo es un fenómeno intraeuropeo?
Para él, el discurso racista será un fenómeno «intra-europeo» de la biopolítica del estado que
emergerá a fines del siglo XIX mucho después de la emergencia del discurso de guerra de razas,
a comienzos del siglo XVII. «En realidad, el discurso racista no fue otra cosa que la inversión,
hacia fines del siglo XIX, del discurso de la guerra de razas, o un retomar de este secular discurso
en términos sociobiológicos, esencialmente con fines de conservadurismo y, al menos en algunos
casos, de dominación colonial.» Para Foucault el colonialismo no es constitutivo del racismo sino
algo accidental.
El asunto esencial para la formación del racismo, según Foucault, es la bifurcación que ocurre
con el discurso de la «guerra de razas» en la Europa del siglo XIX. Foucault habla de dos
transcripciones del discurso de la «guerra de razas». La primera transcripción «es la que tendrá
lugar a partir del gran tema y de la teoría de la guerra social, que se desarrollan desde los
primeros años del siglo XIX, y que tenderán a cancelar todas las huellas del conflicto de razas
para definirse como lucha de clases». Por otro lado, «una transcripción explícitamente biológica,
operada por otra parte mucho antes de Darwin, y que formará su discurso (todos sus elementos,
sus conceptos, su vocabulario) de una anátomo-fisiología. Esto dará lugar al nacimiento de la
teoría de las razas en el sentido histórico-biológico del término.
2) Explique por qué Grosfoguel sostiene que el debate entre Ginés Sepúlveda y de las Casas fue
“el primer debate racista en la historia mundial”.
El gran debate de los primeros cincuenta años del siglo XVI español era si los «indios» tenían
alma o no. La categoría de «indio» constituye una nueva invención identitaria que homogeneiza
toda una heterogeneidad de identidades a partir de la idea errada de los españoles de creerse
haber llegado a la India. Ese debate fue el primer debate racista en la historia mundial y la
identidad de «indio» fue la primera identidad moderna. La pregunta sobre si los «indios» tenían
alma o no era ya una pregunta racista que remitía directamente en la época a la pregunta de si
eran humanos o animales. En el imaginario cristiano de la época esto tenía importantes
repercusiones porque si no tenían alma estaba justificado a los ojos de Dios esclavizarlos y
tratarlos como animales. Pero en caso de que tuvieran alma entonces era un pecado a los ojos de
Dios esclavizarlos, asesinarlos o maltratarlos. Ese debate tuvo repercusiones fundamentales
sobre los viejos discursos medievales de discriminación religiosa.
En el siglo XV para la monarquía cristiana de la época los musulmanes y judíos eran humanos
con la religión y el Dios equivocado. Eran vistos por el estado monárquico católico como una
«quinta columna» del sultanato otomano en territorio peninsular. La vieja discriminación religiosa
del medioevo europeo tales como los viejos discursos antisemititas (judeófobos e islamófobos)
fueron movilizados contra estas poblaciones. El anti-semitismo religioso medieval de esa época
no era racial e incluía entre los pueblos semitas tanto a árabes como judíos. El discurso de
discriminación religiosa de «pureza de sangre» no era un discurso plenamente racista porque no
ponía en cuestión la humanidad de las víctimas. Pero con la colonización de las Américas estos
viejos discursos de discriminación religiosa medieval mutaron rápidamente, transformándose en
discursos de discriminación racial moderna.
3. ¿Cómo entiende al racismo Fanon? Enumere las categorías raciales posibles según
Grosfoguel.
Para Fanon, el racismo es una jerarquía global de superioridad e inferioridad sobre la línea de lo
humano que ha sido políticamente producida y reproducida como estructura de dominación
durante siglos por el «sistema imperialista/occidentalocéntrico/cristianocéntrico/
capitalista/patriarcal/moderno/colonial». Las personas que están arriba de la línea de lo humano
son reconocidas socialmente en su humanidad como seres humanos con subjetividad y con
acceso a derechos humanos/ciudadanos/civiles/laborales. Las personas por debajo de la línea de
lo humano son consideradas sub-humanos o no-humanos, es decir, su humanidad está
cuestionada y, por tanto, negada.
Dependiendo de las diferentes historias coloniales en diversas regiones del mundo, la jerarquía
de superioridad/inferioridad sobre la línea de lo humano puede construirse con categorías raciales
diversas. El racismo puede marcarse por:
1. Color
2. Etnicidad
3. Lengua
4. Cultura
5. Religión.
4. Qué quiere afirmar el autor cuando señala que existen diferencias cualitativas entre cómo las
opresiones interseccionan en zona del ser y del no ser.
En la zona del ser, los sujetos, por ser racializados como seres superiores, no viven opresión
racial, sino privilegio racial. Esto tiene implicaciones fundamentales en cómo se vive la opresión
de clase, sexualidad y género. En la zona del no-ser, debido a que los sujetos son racializados
como inferiores, ellos viven opresión racial en lugar de privilegio racial. Por tanto, la opresión de
clase, sexualidad y género que se vive en la zona del no-ser es cualitativamente distinta a como
estas opresiones se viven en la zona del ser. Y por ello hay una diferencia cualitativa entre cómo
las opresiones interseccionales se viven en la zona del ser y la zona del no-ser en el
«sistemamundo capitalista/patriarcal occidentalocéntrico/cristianocéntrico moderno/ colonial».
5. ¿Cómo se gestionan los conflictos en la zona del ser y del no ser?
Para De Sousa Santos, la manera como se gestionan los conflictos en la zona del ser es a través
de mecanismos de regulación y emancipación. Existen códigos de derechos
civiles/humanos/laborales, relaciones de civilidad, espacios de negociaciones, y acciones políticas
que son reconocidas al «Otro» oprimido en su conflicto con el «Yo» dentro de la zona del ser. La
emancipación se refiere a discursos de libertad, autonomía e igualdad que forman parte de los
fines discursivos, institucionales y legales de la gestión de los conflictos en la zona del ser. Como
tendencia, los conflictos en la zona del ser son regulados mediante métodos no-violentos. La
violencia siempre se usa en momentos excepcionales. Esto último no niega que existan en la
zona del ser momentos de violencia. Pero existen más como excepción que como regla.
En la zona del no-ser debajo de la línea abismal, donde las poblaciones son deshumanizadas en
el sentido de considerarse por debajo de la línea de lo humano, los métodos usados por el «Yo»
imperial/capitalista/masculino/heterosexual y su sistema institucional para gestionar y administrar
los conflictos recurren a la violencia y a la apropiación abierta y descarada. Como tendencia, los
conflictos en la zona del no-ser son gestionados por la violencia perpetua y solamente en
momentos excepcionales se usan métodos de regulación y emancipación. Dado que la
humanidad de la gente clasificada en la zona del no-ser no es reconocida, dado que son tratados
como no-humanos o sub-humanos, esto es, sin normas de derechos y civilidad, entonces se
permiten actos de violencia, violaciones y apropiaciones que en la zona del ser serían
inaceptables
En resumen, en la zona del ser tenemos formas de administrar los conflictos de paz perpetua con
momentos excepcionales de guerra, mientras que en la zona del no-ser tenemos la guerra
perpetua con momentos excepcionales de paz.
6. ¿Qué sería el racismo epistémico?
El racismo epistémico se refiere a una jerarquía de dominación colonial donde los conocimientos
producidos por los sujetos occidentales (imperiales y oprimidos) dentro de la zona del ser se
consideran a priori como superiores a los conocimientos producidos por los sujetos coloniales no-
occidentales en la zona del no-ser. La pretensión es que el conocimiento producido por los
sujetos pertenecientes a la zona del ser, ya sea desde el punto de vista derechista del «Yo»
imperial o desde el punto de vista izquierdista del «Otro» oprimido occidental dentro de la zona
del ser, por esta sola razón se considere universalmente válido para todos los contextos y
situaciones en el mundo.
Esto conduce a una epistemología universalista imperial/colonial tanto de derecha como de
izquierda en la zona del ser al no tomarse en serio la producción teórica producida desde la zona
del no-ser e imponer como diseño global/imperial sus esquemas teóricos pensados para
realidades muy distintas a las situaciones de la zona del no-ser. La teoría crítica que se produce a
partir de los conflictos sociales que vive el «Otro» oprimido dentro de la zona del ser con su
acceso a procesos de regulación y emancipación, donde la dominación racial se vive como
privilegio y no como opresión, es tomada como el criterio para entender la experiencia histórico
social de aquellos sujetos que viven la continua violencia y apropiación producida por la
dominación racial hacia la zona del no-ser. El problema es que la teoría crítica producida en la
zona del ser no pensó los conflictos sociales ni las particularidades coloniales de la zona del no-
ser. Y si los pensó, lo hizo desde la perspectiva de la experiencia histórico-social de la zona del
ser.

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