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Cronologia
Cronologia
UNA RECONSIDERACIÓN
DEL SISTEMA DE REFERENCIA CRONOLÓGICA
PARA EL ANTIGUO ORIENTE
Tesis
presentada para optar al título de
Doctor de Educación Teológica
2008
ÍNDICE GENERAL
Página
1. INTRODUCCIÓN ..............................................................................................1
Introducción
Del siglo V aC al siglo III dC
Herodoto
Beroso
Manetón
Eratóstenes y Diodoro
Demetrio, Eupólemo, Artapano y Jubileos
Josefo
Seder Olam
Ptolomeo
Del siglo III al siglo V
Julio el Africano
Eusebio de Cesarea
Del siglo VI al siglo XV
Jorge Sincelo
Al Biruni
El sistema de referencia cronológica en la época medieval
Del siglo XV al siglo XVIII
La formación de nuevas actitudes
Whiston
ii
Newton
El estudio cronológico después de Newton
El sistema de referencia cronológica en el siglo XIX
Nuevos conceptos y descubrimientos
La rehabilitación del esquema dinástico
Sisac y Shoshenq
La teoría del ciclo de Sothis
Los epónimos asirios
El sistema de referencia cronológica vigente
Las bases del sistema
El sistema vigente
Resumen
3. LA ARQUEOLOGÍA Y EL SISTEMA
DE REFERENCIA CRONOLÓGICA................................................................95
Introducción
El aporte de la arqueología
La exploración de Egipto
La exploración de Mesopotamia
La exploración de la Tierra Santa
La literatura arqueológica
Las técnicas de excavación
Características generales de la excavación estratigráfica
El sistema de referencia cronológica de Albright
La influencia de Albright en el sistema de referencia cronológica vigente
Las mediciones de radiocarbono
Los estratos y el sistema de referencia cronológica
La interpretación de los resultados de excavación
Resumen
Introducción
La arqueología y las narraciones
El antiguo Oriente y las narraciones
La cronología en los diccionarios bíblicos
La cronología bíblica y el sistema de referencia cronológica
Debates recientes en torno a las narraciones
Perspectivas que orientan el estudio de las narraciones
W. F. Albright, G. E. Wright y J. Bright
R. De Vaux
J. J. Bimson
P. R. Davies y N. P. Lemche
iii
E. Yamauchi
W. G. Dever
I. Finkelstein y N. A. Silberman
Resultados del estudio de las narraciones
Estudios recientes del relato del éxodo
La ubicación del éxodo en la historia de Egipto
La fecha del éxodo en la cronología bíblica
Las discusiones basadas en nombres
Estudios recientes de los orígenes de Israel
Estudios recientes de los orígenes de los estados hebreos
La confrontación de datos bíblicos con datos de excavación
Los eventos del pasado en las narraciones
Las decisiones del lector
La cronología y la comprensión de las narraciones
La secuencia temporal de eventos en las narraciones
Las narraciones, las excavaciones y la cronología de consenso
Resumen
Introducción
La formulación de criterios de evaluación
Características del paradigma cronológico
Características de las discusiones cronológicas
El movimiento popular de cronología alternativa
La revisión cronológica de P. James
Ocho criterios de evaluación
Evaluación del paradigma vigente
Consideraciones epistemológicas
Anomalías, contradicciones y cuestionamientos
El impacto de las propuestas de cambio
La solidez de la cronología egipcia
La duración del Tercer Período Intermedio
La solidez de la identificación de Sisac con Shoshenq
La solidez de la cronología asiria
La solidez de las fechas arqueológicas
Hacia un paradigma cronológico más confiable
Mejorando la metodología
Estrategias para proponer cambios
Reconstruyendo la cronología egipcia
La duración del Tercer Período Intermedio
Menos reyes Osorkon
Mejorando la cronología asiria
Posibilidades nuevas para la arqueología bíblica
Resumen
iv
BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................283
Agradezco al Señor por su misericordia y ayuda en terminar este trabajo.
Agradezco a mi asesor Dr. Gary Williams,
y a los lectores
Dr. Stephen Finamore y Dr. Robert Kasper.
Agradezco a mi esposa Julia por su comprensión y apoyo constante.
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
Testamento. La fecha de eventos como el éxodo ha sido debatida durante mucho tiempo
sin llegar a una resolución final y dificultades similares existen para fechar la historia de
otras naciones. Una de las razones principales por estas dificultades es que no existía un
autores y podemos leerlas hoy. Sin embargo, con frecuencia nos falta la información
necesaria para relacionar estas fechas con precisión a nuestro calendario. Este hecho ha
desean estudiar.
establecidos de espacio y tiempo, y por lo tanto pueden tomar por sentada la cronología
postergar todas las cuestiones históricas hasta resolver los problemas cronológicos. Los
los errores que pueda tener el consenso no impiden la gran mayoría de las investigaciones
que se hacen.
2
calendario sin corregir una anomalía más grande de más de cuatro años. 1 El error de años
de Cristo. A partir de 1627 la práctica de Petavius de contar los años desde el nacimiento
de Cristo para atrás comenzó a difundirse y estaba en uso general para el fin del siglo
XVIII. 2 Después de esta innovación era muy difícil corregir el error en el año de origen
Este ejemplo ilustra el hecho que las imprecisiones en cuanto a días y meses tienen
comercio, la operación de los bancos y muchas otras actividades. No es así con las
sin causar caos. ¿Cuáles serían las consecuencias de redesignar el año 2006 como 2000?
antiguos de computadora con el cambio de fecha al nuevo milenio ilustra esta realidad. 3
para Egipto antiguo y países relacionados, consensos para Mesopotamia antigua y países
otros más. Cuando un consenso cronológico llega a establecerse como referencia general
1
El error es que Herodes el Grande murió en 4 aC y Jesús nació antes de su muerte, Mt 2: 1, Santa
Biblia, versión Reina Valera, revisión de 1960. Todos los textos bíblicos serán tomados de esta versión,
salvo en los casos cuando se hagan las respectivas llamadas bibliográficas de otra versión. E. J. Bickerman,
Chronology of the Ancient World (1980): 10, 81.
2
E. J. Bickerman, Chronology of the Ancient World (1980): 10.
3
M. Brain, “How the Year 2000 Problem Worked”, 2008, 21 may. 2008, <http://computer.how
stuffworks.com/y2k.htm>.
3
sus fechas son difundidas por medio de libros de referencia y pueden ser perpetuadas por
antiguo Oriente tienen una gran antigüedad. Uno de los elementos más antiguos es la lista
de reyes de Egipto del sacerdote egipcio Manetón del tercer siglo aC. 4 Manetón recopiló
contenían polémicas con griegos no judíos sobre la antigüedad de los pueblos. Los más
importantes de ellos son las obras de Josefo que intentó armonizar datos históricos
bíblicos con los de otras fuentes. A través de toda la época cristiana los cronólogos se han
esforzado para armonizar la cronología bíblica con otros esquemas como las dinastías de
medieval sin mayores modificaciones hasta la época moderna. Durante los siglos XVI,
XVII y XVIII se desarrolló una tradición nueva y rica de estudios cronológicos centrada
la puerta al estudio directo de textos antiguos de Egipto, Asiria y Babilonia. Una gran
4
W. G. Waddell, Manetho (1940): vii-ix.
5
W. V. Davies, Egyptian Hieroglyphs (1987): 10. Las inscripciones jeroglíficas más tardías de la
antigüedad que se conocen se hicieron en 394 dC en un templo de la isla de Philae en el sur de Egipto,
remoto de los centros de civilización de la época.
4
caso de los muros hallados en Jericó. ¿Cuál de ellos correspondería al muro atacado por
que arqueólogos, estudiantes del Antiguo Testamento e historiadores los utilizan para
muchas. Se tendrían que crear nuevos puntos de referencia cronológica para los debates
Objetivos
cronológicos usados para fechar eventos en la historia del antiguo Oriente. Los objetivos
específicos son cinco: (i) repasar la historia de los consensos cronológicos para facilitar la
(iii) Investigar la relación entre los consensos cronológicos y algunas controversias sobre
evaluar los consensos cronológicos e intentar una evaluación preliminar y (v) sugerir
Preguntas de investigación
¿Cuáles son los fundamentos de estos consensos? ¿Cómo es el proceso de asignar fechas
a los descubrimientos arqueológicos? ¿Qué tiene que ver este proceso con los consensos
diseñar pautas metodológicas adecuadas para evaluar los consensos cronológicos? ¿Cuán
sólidos son los consensos cronológicos vigentes para el antiguo Oriente? ¿Por qué se
piensa que son sólidos? ¿Cómo se podrían mejorar los sistemas de referencia cronológica
Justificación de la investigación
Los datos cronológicos de las narraciones bíblicas siempre han animado a muchos
lectores a intentar ubicarlas en la historia del antiguo Oriente. Sin embargo, ha resultado
más y más difícil durante las últimas décadas encajar las narraciones bíblicas en el
contexto histórico indicado por los consensos cronológicos vigentes. Se espera que una
evaluación seria de los consensos cronológicos vigentes ayude a comprender el por qué
6
persistencia de dificultades cronológicas en muchas áreas del estudio del antiguo Oriente
Una tercera razón se encuentra en la cantidad cada vez más grande de información
nueva sobre el antiguo Oriente que se interpreta a la luz de los consensos cronológicos
respetados. 7
Limitaciones y presupuestos
sus propios campos, aportar a las discusiones técnicas que requieren conocimientos
6
P. J. Crowe, “The Revision of Ancient History: A Perspective”, marzo 2001, 23 jun. 2006,
<http://www.knowledge.co.uk/sis/ancient.htm> provee un resumen de la historia de este movimiento desde
adentro.
7
P. James, Centuries of Darkness (1991). Peter James, I. J. Thorpe, N. Kokkinos, R. Morkot y J.
Frankish, “Centuries of Darkness: Context, Methodology and Implications”, Cambridge Archaeological
Journal 1/2 (1991): 228-235. Este artículo fue publicado con las siguientes reacciones: K. A. Kitchen,
“Egyptian Chronology: Problem or Solution?”, ibid., 235-239; B. Kemp, “Examining Ancient Crises”,
7
especializados ni pasar revista a todos los esquemas de cronología propuestos a través del
estándares de ellos, sino el uso que se ha hecho de ellos para construir y mantener los
para el antiguo Oriente y los datos, argumentos, teorías y presupuestos sobre los cuales
descansan. También se intenta comprender por qué los consensos siguen vigentes.
Se intenta trabajar con las expresiones clásicas de los consensos cronológicos. Son
de cada país se desarrolla usando su propio idioma. Sin embargo, cuando los
comentan casos que permiten ilustrar la relación entre las investigaciones arqueológicas,
las narraciones bíblicas y los consensos cronológicos. Se han limitado las discusiones
ibid., 239-244; N. Postgate, “The Chronology of Assyria - An Insurmountable Obstacle”, ibid., 244-246; A.
Snodgrass, “The Aegean Angle”, ibid., 246-247; A. y S. Sherratt, “Urnfield Reflections”, ibid., 247-250.
8
amplios que dependen de la difusión exitosa de opiniones sino que dependen, por lo
menos en parte, de la solidez de los presupuestos, argumentos, teorías y datos sobre los
cuales descansan. Se presupone también que las personas más interesadas en los
libros escritos en inglés por la falta de libros pertinentes en castellano y provee una visión
panorámica actualizada de los debates sobre Biblia, arqueología e historia que tienen que
Se presupone aquí que es posible separar entre los datos que utilizan los
especialistas y los argumentos o teorías que proponen a base de ellos. Se supone también
que es posible rechazar la opinión de expertos profesionales si hay razón suficiente por
personales y que es posible distinguir entre los datos, eventos y hechos que estudian y las
reconstrucciones que proponen a base de ellos. Se supone, de igual manera, que los
posible distinguir entre lo que descubren y las interpretaciones que proponen para
distinguir entre los textos y sus contenidos que comentan los expertos y las explicaciones
tales posturas es crucial para el análisis de los debates entre arqueólogos, historiadores,
Definición de términos
Antiguo Testamento puede parecer tendencioso por la sensibilidad política que hoy
Oriente” para designar a los territorios bíblicos desde Mesopotamia hasta Egipto,
Tampoco hay intención de favorecer o menospreciar a ningún grupo religioso con el uso
de tales términos.
La noción de fecha requiere también aclaración. Nuestro uso común del término
da el año como número sin la referencia a la Era Cristiana o la Era Común, por ejemplo
“…la caída de Jerusalén en 587 o 586…” La referencia a la era se añade cuando sea
“dC” en castellano.
Bickerman observa que las fechas completas en nuestro sistema tienen dos partes.
expresada por el año. Los años como períodos uniformes de tiempo se repiten pero el
distinción implica tomar conciencia que los pueblos antiguos tenían sus propios
calcular las fechas de una época en términos de las de otra. Nos interesan más las
8
Bickerman, Chronology: 9.
9
Ibid., 80.
11
1582 dC, y el calendario romano, o Calendario Juliano, usado por historiadores para
fechas antes de 1582, no tiene mayor importancia para esta investigación. Los dos
calendarios coinciden alrededor del año 300 dC y antes de esta fecha se acumula una
diferencia de tres días cada 400 años. Estas diferencias no son lo suficientemente grandes
para afectar seriamente la presente investigación ya que no va más allá del inicio de la
Edad de Bronce. 10 La fecha que se da para el inicio de este período varía entre 3500 y
3200 aC, lo que implica una diferencia máxima de menos de un mes entre los dos
calendarios.
consultadas. Las cronologías mal llamadas a veces “absolutas”, como las que utilizan
fenómenos astronómicos para relacionar las fechas de distintas épocas, no son más
para fechar las secuencias estratigráficas que son reconstrucciones de las secuencias de
10
Ibid., 89.
12
otras más. Para poder evaluar las fechas propuestas por los arqueólogos es necesario
Otros especialistas del estudio del pasado también tienen métodos cronológicos propios y
con frecuencia las fechas publicadas por arqueólogos son producto de cronologías mixtas
entre eventos en los distintos sistemas cronográficos bajo consideración. Incluye también
los presupuestos sobre los cuales descansa esta teoría y los presupuestos detrás de los
toda cronología para la antigüedad debe ser tentativa y sujeta a evaluación. Una
cronología es tan buena como la teoría de calcular el tiempo que la subyace, las
El término “consenso cronológico” se utiliza para las cronologías que son usadas
los expertos de una o más comunidades académicas especializadas. Los consensos son
útiles mientras los expertos los siguen usando y pierden vigencia cuando los expertos
13
público informado. El paradigma es más complejo que los consensos que lo conforman y
teoría, sus presupuestos y los datos fundamentales que utiliza. Sin embargo, no
Thomas Kuhn, el popularizador del concepto, fue que la comunidad científica defiende su
paradigma de tal manera que se necesita una revolución para cambiarlo en forma
rechazan uno o más de los consensos cronológicos vigentes. Muchas de las cronologías
alternativas ya propuestas han resultado menos confiables que las cronologías que
pretendían reemplazar y varias de ellas han sido claramente refutadas con buenos
argumentos.
11
T. S. Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions (1962).
14
Las “narraciones históricas” del Antiguo Testamento son de interés especial para
este estudio. Con el término “histórico” se quiere indicar aquí la característica común que
comparten las narraciones que dan a entender al lector que lo narrado realmente ocurrió.
Las narraciones históricas del Antiguo Testamento incluyen las que relatan qué ocurrió
en la vida del pueblo de Israel u otro pueblo, o en la vida de una persona o grupo de
utiliza la forma castiza si hay tal forma en uso común. Si el nombre no es muy conocido
preferencia en este estudio para obras de referencia general en inglés lleva a usar las
Estructura de la tesis
El segundo capítulo repasa la historia de los estudios cronológicos para conocer los
exponer las presuposiciones, argumentos y datos fundamentales sobre los cuales estos
construcción y otros restos descubiertos por los arqueólogos. Se exponen los aspectos de
los procedimientos usados que son importantes para la cronología. Se investiga cómo se
12
I. Javaid, “Thomas Kuhn: Paradigms Die Hard”, s.f., 23 jun. 2006, <http://gothling.tripod.
15
investiga cómo la combinación de datos arqueológicos, datos del texto bíblico y las
confiables y se contrastan estas pautas y condiciones con los resultados del repaso
más de acuerdo con los datos hoy disponibles. Al final se hace un resumen de las
conclusiones principales.
com/paradigm.html>.
CAPÍTULO 2
Introducción
tipos y con propósitos diversos, y gracias a los que descifraron y tradujeron sus
propósitos de los autores antiguos y trazar los procesos a través de los cuales
nos permiten hoy construir esquemas cronológicos nuestros más o menos convincentes
componentes heredados de distintas épocas, algunos de los cuales han persistido durante
elaboración.
El presente capítulo presenta una visión panorámica del desarrollo histórico de los
han servido para asignar fechas a los eventos ocurridos en el antiguo Oriente. Tiene el
componentes esenciales.
17
siguiente: (i) desde el siglo V aC hasta el siglo III dC, (ii) desde el siglo III al siglo V,
(iii) desde el siglo VI al siglo XV, (iv) desde el siglo XV al XVIII, (v) el siglo XIX y (vi)
En el período del Imperio Persa hubo mucha interacción entre oriente y occidente.
Las conquistas de Alejandro Magno pusieron fin a este imperio, y asentaron las bases
para la unificación cultural duradera de ambas esferas. A partir de esta fecha se pueden
interconectar las historias regionales del antiguo Oriente, y enlazar sus cronologías con
Herodoto, Beroso, Manetón, Eratóstenes y Diodoro. Luego se tratan obras judías: las de
estas obras las ideas que han servido de base para sistemas de referencia cronológica.
Herodoto
1
G. Rawlinson ed., Herodotus Histories (1858-60).
18
J. Gould. 5 Una introducción más reciente fue editada por E. Bakker, I. De Jong y H. Van
Wees. 6 Información abundante sobre Herodoto se encuentra en línea en las páginas web
las guerras entre los persas y los griegos durante las primeras décadas del siglo V aC.
informantes locales durante sus extensos viajes. Muchos detalles de lo reportado se han
2
A. de Sélincourt y A. R. Burn eds., Herodotus: The Histories (1954).
3
Herodoto de Halicarnaso, Los nueve libros de la historia, s. f., 19 feb. 2007, <http://www.
elaleph.com/libros_buscar.cfm?style=Biblioteca>.
4
M. I. Finlay, The Portable Greek Historians: The Essence of Herodotus, Thucydides, Xenophon,
Polybius (1960).
5
J. Gould, Herodotus: Historians on Historians (2000).
6
E. Bakker, I. de Jong y H. van Wees, Brill's Companion to Herodotus (2002).
7
T. Spalding, “Herodotus”, 2005, 9 feb. 2007, <http://www.isidore-of-seville.com/herodotus/1.
html>.
8
J. Lendering, “Herodotus of Halicarnassus”, Livius, 2008, 9 feb. 2007, <http://www.livius.org/ he-
hg/herodotus/herodotus05.html>.
9
G. Cane, “Herodotus, Life”, Encyclopedia Perseus, 1999, 9 feb. 2007, <http://www.perseus.
tufts.edu/cgi-bin/ptext?doc=Perseus:text:1999.04.0004:id%3Dherodotus-3>.
10
A. Lloyd, Herodotus, Book Two: Introduction (1975).
11
P. Briant, Historie de l' empire perse: De Cyrus a Alexandre (1996).
19
incluyeron relatos folclóricos poco creíbles, y se piensa que el autor puede haber
Herodoto dice que usó tres fuentes: lo que dijeron los egipcios, lo que dijeron otros
observadores y lo que observó personalmente (Historias, II, 147). La obra tiene las
entretener.
Entre las muchas digresiones del relato histórico principal está la larga descripción
de Egipto que ocupa el segundo de los siete libros. 13 Esta descripción incluye una lista
secuencial de los reyes de Egipto, con relatos sobre algunos de ellos, y datos sobre la
duración de su reinado. La inclusión de estos datos convirtió las Historias en una de las
XIX.
Herodoto relata que los sacerdotes egipcios le leyeron de un rollo los nombres de
330 reyes Herodoto (Historias: II, 100). Solamente da los nombres de tres, el primer rey
Min, la mujer Nitocris y el último rey Moeris. De estos tres añade relatos relacionados
con el control de las aguas del Nilo. Sigue con detalles de las conquistas de Sesostris, y
un relato de su hijo Pheros el ciego. Proteus de sucedió a Pheros, y se relata que Paris y
Helena fueron a Egipto después de la caída de Troya durante este reinado, y que Proteus
volvió a unir a Menelaus con Helena. El siguiente rey fue el muy rico Rhampsinitus, y
después de él, según Herodoto, reinaron los constructores de las grandes pirámides:
12
Spalding, “Herodotus” y Cane, “Herodotus, Life”.
13
Las ediciones modernas se dividen en siete libros pero algunos piensan que originalmente fueron
28 discursos. Véase S. Cagnazzi, “Tavola dei 28 logoi di Erodoto”, Hermes 103 (1975): 385-423.
20
El siguiente rey fue Sethos el sumo sacerdote cuyo ejército salió al encuentro de
ratones que malograron las armas de los asirios, los invasores se retiraron sin batalla. Su
relato tiene puntos de contacto con el relato bíblico de la invasión de Senaquerib, pero las
reemplazada por una coalición de doce reyes, uno de los cuales, Psammetichus, finalizó
Herodoto dice que los griegos tenían conocimiento exacto de la historia de Egipto y la
información que presenta concuerda con lo que se sabe hoy (Historias: II, 155).
egipcios. Es difícil conectar varios de sus nombres reales con los reyes egipcios
conocidos hoy. Además los nombres que son familiares (Sesostris, Rhampsinitus,
Cheops, Chefren y Mycerinus) parecen estar fuera de orden cronológico. El relato deja la
impresión que bajo el nombre “Sesostris” se han resumido muchas de las conquistas
militares de los faraones expansionistas. Los relatos sobre los reyes son cuentos
populares que podrían conservar tradiciones genuinas, pero no son muy útiles para la
Herodoto nos informa que las 341 generaciones de reyes desde Min hasta Sethos
fueron conmemoradas por estatuas de madera que vio en un templo. Le dijeron que los
sacerdotes representados por las estatuas se habían sucedido de padre a hijo desde el
21
inicio de los reyes. Explica que antes de todos estos reyes y sacerdotes habían reinado los
dioses. Herodoto calculó, a tres generaciones por siglo, que la monarquía tenía 11,340
Se puede concluir que los egipcios del siglo V aC decían que poseían documentos
con listas de sus reyes desde el inicio, que estas listas comenzaban con los dioses, y que
la sucesión de los sacerdotes fue de igual o mayor importancia que la de los reyes. Los
los reyes y los eventos que realmente ocurrieron. Herodoto no intentó presentar una
Asiria pero no cumplió su promesa (I, 184). Provee información sobre algunos períodos
largos de tiempo: los asirios gobernaron Asia superior durante 520 años hasta la revuelta
de los medos (I, 96); los heráclides gobernaron Lidia por 22 generaciones, un total de 505
años (I, 7); los ancestros de Croesus gobernaron Lidia por 156 años después de ellos (I,
14-25); los medos gobernaron Asia al oriente del Halys por 128 años (I, 130). Herodoto
Beroso
14
G. P. Verbrugghe y J. M. Wickersham, Berossos and Manetho, Introduced and Translated:
Native Traditions in Ancient Mesopotamia and Egypt (1996).
22
obra por C. Ehrhardt está disponible en línea. 15 Información general sobre Beroso está
citados o parafraseados por autores posteriores. En adición hay 11 pasajes más en autores
clásicos que dan testimonio de él. Fue sacerdote de Bel, dios de Babilonia, durante las
primeras décadas del siglo III aC y escribió una obra en tres rollos para el rey Antíoco I.
segundo describía los reinados de 10 reyes seguidos por un diluvio y se completó con una
relación de reyes desde el diluvio hasta Nabonasar. El tercer rollo presentó una relación
de los reyes asirios, babilonios y persas que gobernaron Babilonia desde Nabonasar hasta
Alejandro Magno. 21
tercer libro provee información parecida a los contenidos de las crónicas babilónicas. 22
15
C. Ehrhardt, “Review of Verbrugghe, G. P., Berossos and Manetho, Native Traditions in Ancient
Mesopotamia and Egypt”, Bryn Mawr Classical Review, noviembre 1997, 22 ene. 2007,
<http://ccat.sas.upenn.edu/bmcr/ 1997/97.06.11.html>.
16
S. M. Burstein, “Berossus”, Encyclopaedia Iranica, 2007, 10 feb. 2007, <http://www.
iranica.com/newsite/articles/v4f2/v4f2a029.html>.
17
J. Lendering, “Berossus”, Livius, 2008, 10 feb. 2007, <http://www.livius.org/be-bm/
berossus/berossus.html>.
18
R. Drews, “The Babylonian Chronicles and Berossus”, Iraq 37 (1975): 39-55.
19
G. Komoro‚ “Berossus and the Mesopotamian Literature”, Acta Antiqua 21 (1973): 125-52.
20
F. Cornelius, “Berossus und die alt orientalische Chronologie”, Klio 35 (1942): 1-16.
21
Drews, “The Babylonian Chronicles”.
22
Burstein, “Berossus”.
23
sobre los reyes antiguos de Mesopotamia. Los griegos conocían solamente tres
En contraste con los detalles cronológicos esporádicos de Herodoto las listas de reyes de
Beroso incluyen cifras para la duración de todos los reinados, y totales para grupos de
ellos. Beroso proveía un marco cronológico completo para la historia de Babilonia hasta
Alejandro.
cristianos que reconocieron puntos de contacto con las narraciones bíblicas. Estos autores
notaron que la Babiloniaca comenzó con el reinado de los dioses, y asignó a los primeros
reyes que los siguieron períodos de reinado expresados en cifras muy grandes.
Manetón
23
Drews, “The Babylonian Chronicles”.
24
W. G. Waddell, ed., Manetho (1940).
25
Verbrugghe y Wickersham, Berossos and Manetho.
26
Por ejemplo, “Manetho” en Wikipedia, enero 2007, 10 feb. 2007, <http://en.wikipedia.org/w/
index.php?title=Manetho&action=history> entre muchos otros. Por la naturaleza de esta enciclopedia, y
otros sitios web similares cuyos artículos son escritos por el público lector, hay que tener cuidado de
verificar la información que provee. Tales sitios se utilizan en esta investigación solamente para referencia
rápida de información ampliamente conocida, y en algunos pocos casos porque no hubo otra información a
la mano.
27
J. Kinnaer, “Manetho”, The Ancient Egypt Site, 2007, 19 feb. 2007, <http://www.ancient-
egypt.org/index.html>.
24
significado y originalidad. 31
El libro de G. Greenberg, que trata de los variantes producidos por copistas del
Eusebio para d.IV a XIX, e intenta demostrar que Manetón tuvo buenas fuentes cuyos
datos están de acuerdo con los datos de los monumentos. 32 El primer capítulo, y
versiones preliminares de otros capítulos, están disponibles en la página web del autor. 33
Manetón fue contemporáneo de Beroso, y vivió bajo los reyes griegos de Egipto en
el siglo III aC. Fue sacerdote, probablemente del dios Ra en Heliópolis. Fragmentos de su
cronológicos. Los extractos fueron conservados por el judío Josefo en Contra Apionem, y
usados en la discusión de la antigüedad del pueblo judío. Los resúmenes de los datos
Según Josefo, Manetón conoció las Historias de Herodoto, y le criticó por su ignorancia
28
D. Redford, “The Name Manetho”, Egyptological Studies in Honor of Richard A Parker (1986):
118-121.
29
L. Raspe, “Manetho on the Exodus: A Reappraisal”, Jewish Studies Quarterly 5 (1998): 124-155.
30
D. Mendels, “The Polemical Character of Manetho's Aegyptiaca”, Identity, Religion and
Historiography: Studies in Hellenistic History (1998).
31
J. Baraibar L., “Significado y originalidad de la ‘Historia de Egipto’ de Manetón”, Sefarad 48/1
(1988): 3-17.
32
G. Greenberg, Manetho: A Study in Egyptian Chronology: How Ancient Scribes Garbled an
Accurate Chronology of Dynastic Egypt (2004).
33
G. Greenberg, Manetho’s Chronology, 1992-2002, 10 feb. 2007, <http://ggreenberg.tripod.
com/writings.htm>.
34
Waddell, Manetho: vii-xxviii.
35
W. S. LaSor, ed., The Complete Works of Josephus (1960): 610.
25
cuanto a su forma y contenido. Josefo no asigna los reyes que nombra a dinastías
enumeradas, pero los cronólogos cristianos sí. Se podría concluir que la asignación de los
reyes a dinastías no fue parte de la obra original sino un invento posterior. 36 Las
referencias monumentales a los reyes de Egipto conocidas hoy tampoco hacen referencia
a dinastías enumeradas.
Beroso. El primer rollo comenzó con una descripción del reinado de los dioses, y otros
gobernantes tempranos, antes de presentar listas de los primeros reyes hasta d.XI. El
segundo rollo trata de los reyes de d.XII a XIX, y el tercero trata de los reyes de d.XX a
XXXI, terminando con la conquista de Alejandro Magno. Los extractos citados por
Josefo demuestran que la obra incluía relatos sustanciales sobre lo acontecido durante
algunos reinados.
Piedra de Palermo de d.I a V, y más detallada que las listas de reyes de Karnak, Abidos y
a las listas de dinastías conservadas por los cronólogos cristianos. Fue escrito en el
Se piensa que las fuentes que usó Manetón fueron del Delta, en el norte de Egipto,
bajo los reyes de Tanis de d.XXI y XXII, porque Manetón provee información detallada
36
Waddell, Manetho.
37
Sir A. Gardiner, Egypt of the Pharaohs (1961): 46-50, 62-64.
26
sobre estos reyes pero no menciona reyes que hoy se sabe fueron gobernantes
Las obras cronológicas de Beroso y Manetón dejan la impresión que sus autores
parece posible que esta impresión se haya exagerada porque sus obras se conocen
mayormente a través de las listas cronológicas abstraídas de ellas. Las dos obras fueron
escritas en el siglo III aC, y ambas son historias de la nación de su autor, escritas en
griego, el idioma de los nuevos gobernantes. Los dos autores fueron sacerdotes y sus
obras se hicieron a base de archivos oficiales. Ambas obras comienzan con el gobierno de
los dioses, reportan períodos muy largos para los primeros reinados y desarrollan la
Esta acumulación de rasgos comunes puede indicar alguna conexión entre las obras
cronológico internacional para la historia antigua dentro del cual ambos autores
Eratóstenes y Diodoro
disponible en la edición crítica Loeb con traducción inglesa, y las historias de Egipto y
38
“Manetho”, Wikipedia, enero 2007, 10 feb. 2007, <http://en.wikipedia.org/w/index.php?title=
Manetho&action=history>.
39
J. Yagmin y D. Lieberman, “Eratosthenes”, BookRags.com, 2005-2006, 19 feb. 2007,
<http://www.bookrags.com/Eratosthenes>.
27
Otros estudios sobre libros de historia escritos por autores griegos precristianos incluyen
décadas del siglo III aC, e hizo contribuciones importantes a la matemática, la geografía,
leyendarios de sus cálculos cronológicos. Escribió dos obras sobre temas cronológicos,
40
C. H. Oldfather, Diodorus Siculus: Library of History (1935).
41
J. Lendering, “Diodorus of Sicily”, Livius, 2007, 9 feb. 2007, <http://www.livius.org/di-dn/
diodorus/siculus.html>.
42
R. Drews, The Greek Accounts of Eastern History (1973); “Assyria in Classical Universal
Histories”, Historia 14 (1965): 129-142.
43
T. W Africa, “Herodotus and Diodorus on Egypt”, Journal of Near Eastern Studies 22/4 (octubre,
1963): 254-258.
44
F. W. Walbank, The Hellenistic World (1981).
45
“Eratosthenes”, Encyclopedia of World Biography, 2005-2006, 12 feb. 2007, <http://www.book
rags.com/Eratosthenes>.
28
base para comparar y combinar las cronologías locales de la historia griega en un sistema
olímpicos para el período anterior a Hipias, quien publicó la lista más antigua que se
Diodoro de Sicilia escribió, en el siglo I aC, una historia en cuarenta libros llamada
Bibliotheca historia. 49 El primer libro trata de Egipto. Diodoro visitó Egipto, y recogió
información parecida a la de Herodoto cuya obra conoció. Consultó también las obras de
Hecateo de Abdera, que visitó Egipto en la primera parte del siglo III aC, y
Una fuente principal fue la obra de Ctesias de Cnido, médico de la corte de Artajerjes II,
que regresó a Grecia después de 390 aC. Otras fuentes incluyen obras de Clitarco y otros
equivocó en algunos datos básicos, por ejemplo, en ubicar la ciudad de Nínive en el río
Diodoro ofrece una explicación para los números grandes de años de reinado
asignados a reyes tempranos por las fuentes que consultó. Siguiendo la propuesta de otros
explica que el ciclo calendario en épocas remotas fue el mes lunar, y no el año solar de
doce meses. Señala que, en algunos lugares, el ciclo calendario fue la estación, un
período de cuatro meses. Sugiere que datos calculados a base de tales ciclos calendarios
46
Waddell, Manetho: 212-225.
47
E. J. Bickerman, Chronology of the Ancient World (1980): 75-76.
48
Ibid., 105.
49
Oldfather, Diodorus.
50
Ibid., “Introduction”.
29
cortos fueron tratados por autores posteriores, que ignoraron su verdadera duración, como
si fueron ciclos de doce meses. Este error produjo cifras erróneas en sus sumas
cronográficas (Diodoro I, 26). Esta explicación demanda consideración seria, y podría ser
incluyendo Demetrio, Eupólemo, Artapano y el anónimo autor del Libro de los jubileos.
Cesarea. 52
for the Gospel, 53 y J. Finegan provee un resumen, con comentario. 54 L. Troiani examina
evalúa la cronología patriarcal de Demetrio. 56 Una traducción inglesa del Libro de los
51
Lendering, Diodorus.
52
“Alexander Polyhistor ca. 105-35 BCE”, The Internet Encyclopedia of Philosophy, 2006, 14 feb.
2007, <http://www.iep.utm.edu/a/alexpoly.htm>.
53
E. H. Gifford, Eusebius: Preparation for the Gospel (1903): 450-480; 2 mar. 2007, <http://www.
tertullian.org/fathers/>.
54
J. Finegan, “Early Chroniclers and Chronographers”, Handbook of Biblical Chronology:
Principles of Time Reckoning in the Ancient World and Problems of Chronology in the Bible (1998): 140-
147.
55
L. Troiani, “Cronologie apologetiche presso gli storici ellenisti”, Ricerche Storico Bibliche 9
(1997): 171-182.
56
L. DiTomasso, “A Note on Demetrius the Chronographer”, Journal for the Study of Judaism 29/1
(1998): 81-91.
30
J. H. Charlesworth. 58
patriarcal que, según él, fue el problema principal que intentaban resolver. 61 Tres ensayos
Demetrio estudió la cronología bíblica durante las últimas décadas del siglo III aC,
57
H. F. D. Sparks, ed., “Jubilees”, Sparks The Apocryphal Old Testament (1984): 1-139.
58
O. S. Wintermute, ed., “Jubilees” en J. H. Charlesworth ed., The Old Testament Pseudepigrapha
(1985) 2:35-142.
59
J. P. Sørensen, “Native Reactions to Foreign Rule and Culture in Religious Literature”, en Per
Bilde ed., Ethnicity in Hellenistic Egypt (1992): 164-181.
60
E. J. Bickerman, The Jews in the Greek Age (1988).
61
R. T. Beckwith, “The Early Jewish Quest for a Patriarchal Chronology”, Calendar, Chronology
and Worship: Studies in Ancient Judaism and Early Christianity (2005): 105-124.
62
D. Mendels, “Introduction: On Identity: An Essay on Hellenism, Judaism, and Christianity in
Palestine in the Hellenistic Era”, Identity, Religion and Historiography: Studies in Hellenistic History
(1998): 13-34; “Creative History in the Hellenistic Near East in the Third and Second Centuries BCE: The
Jewish Case”, 357-364; “Hellenistic Writers of the Second Century BCE on the Hiram-Solomon
Relationship”, 379-393.
63
O. Andrei, “The 430 Years of Ex. 12:40, from Demetrius to Julius Africanus: A Study in Jewish
and Christian Chronography”, Henoch 18 (1996): 9-67.
64
L. L. Grabbe, “The End of the World in Early Jewish and Christian Calculations”, Revue de
Qumran 41 (1982): 107-108; “Chronography in Hellenistic Jewish Historiography”, Society of Biblical
Literature 1979 Seminar Papers 2 (1979): 43-68.
65
B. Z. Wacholder, “Biblical Chronology in the Hellenistic World Chronicles”, Harvard
Theological Review 61/3 (Jul.. 1968): 451-481.
66
J. Assmann, “Antijudaismus oder Antimonotheismus? Hellenistische Exoduserzählungen”, en D.
Borchmeyer ed., Das Judentum im Spiegel Seiner Kulturellen Umwelten: Symposium zu Ehren von Saul
Friedländer (2002): 33-54; J. J. Collins, “Reinventing Exodus: Exegesis and Legend in Hellenistic Egypt”,
en R. A. Argall, B. A. Bow y R. A. Werline eds., For a Later Generation: The Transformation of Tradition
in Israel, Early Judaism, and Early Christianity: Festschrift for George W.E Nickelsburg (2000): 52-62; C.
Aziza, “L'utilisation polémique du récit de l'Exode chez les écrivains alexandrins: IVème siècle aC - Ier
31
y usó una versión griega del texto. Calculó intervalos largos de tiempo como de Adán a
propia época. Desarrolló un sistema de cronología bíblica, el más antiguo que se conoce
Eupólemo, que puede ser el mismo que representó a Judas Macabeo en Roma en
160 aC, escribió su cronología bíblica en 158 aC. También calculó intervalos largos de
pero produjo cifras diferentes de las de Demetrio. Usó una versión griega, y también un
llamado Vaphres. Un rey egipcio de este nombre reinó entre 589 y 570 aC, siglos después
de Salomón y es llamado Hofra en Jer. 44: 30. Se ha pensado que la correspondencia sea
Artapano relató las historias de Abraham, José y Moisés. Dice que Abraham estuvo
20 años en Egipto, y que enseñó ‘astrología’ a los egipcios. Dice que José fue el
administrador de Egipto que inventó el sistema de linderos y que su padre y sus hermanos
y Heliópolis. Relata campañas militares que Moisés dirigió durante diez años, y provee
siècle dC”, Aufstieg und Niedergang der Römischen Welt 2/20 (1987): 41-65; “Forum: The Use and Abuse
of the Exodus Story”, Jewish History 12/1 (marzo, 1998): 88-136.
67
Finegan, Handbook: 140-143.
68
Ibid., 143-145.
69
Finegan, Handbook: 475-480.
32
Artapano provee nombres para varios personajes. Dice que Abraham trató con el
rey Pharethothes. 70 Fue sucedido por su hijo Palmanothes que maltrató a los judíos y
de las regiones al sur de Ménfis, adoptó el niño Moisés.72 Hay elementos folclóricos en el
El Libro de los jubileos es un libro judío que enfoca los orígenes del pueblo judío. 73
No se sabe quién lo escribió, y las propuestas de fecha varían entre los siglos V a I aC. El
libro fue conocido como el pequeño Génesis, y es paralelo a las narraciones bíblicas. 74 Su
años. Este concepto contrasta con el concepto más usual que el jubileo fue el año 50, o
año de liberación, al final de siete semanas de años. Cada evento en la historia relatada es
Moisés. Todos estos autores usaron las narraciones del Antiguo Testamento como fuente
70
Gifford, Eusebius: Preparation: 451.
71
Ibid., 462.
72
Ibid., 462-467.
73
Sparks, Jubilees: 1-139.
74
Ibid., 1-10.
33
combinaron datos bíblicos con datos egipcios. Todos estos autores produjeron fechas
esquema de las olimpiadas ordena las listas de ganadores olímpicos en períodos de cuatro
Josefo
de sus obras permite evaluar sus ideas en profundidad, y provee mucha información
después. 78 Hay también otras ediciones críticas. 79 Una traducción española de Las
guerras de los judíos está disponible en línea. 80 Josefo terminó Las guerras de los judíos
75
Ibid., 3-5.
76
Finegan, “TABLE 61”, Handbook: 145.
77
DiTomasso, “A Note on Demetrius”.
78
W. Whiston, Josephus: The Complete Works (1737); W. S. LaSor ed., The Complete Works of
Josephus (1960); Flavius Josephus, Against Apion, Project Gutenberg, 20 feb. 2007, <http//:www.guten
berg.org/etext/2849>. Sus otras obras están disponibles en los archivos /2847, /2848 y /2850.
79
H. St. J. Thackeray ed., Josephus, The Life and Against Apion (1926).
80
Flavio Josefo, Las guerras de los judíos, 23 ene. 2007, <http://ar.geocities.com/cayocesarcaligula/
guerradelosjudios>.
34
primeros años del siglo II dC y conserva fragmentos de obras perdidas de otros autores,
que Josefo no fue solamente copista o recopilador, sino que tuvo puntos de vista propios
también que Josefo mantuvo estos puntos de vista en forma consecuente a través de todas
sus obras. 84
Feldman observa que Josefo citaba distintas versiones del texto bíblico, y que fue
ecléctico en su uso de autores. Su modelo principal fue Tucídides. Los escritos de Platón
de Hecateo y Manetón, y concluye que son confiables, pero que Josefo añadió un “adorno
personal”. 88
81
LaSor, Josephus: ix.
82
Thackeray, “Introduction to Josephus Against Apion”, Tertullian 1926, 17 feb. 2007, <http://
www.tertullian.org/rpearse/manuscripts/josephus_vita_apion.htm>.
83
L. H. Feldman, Studies in Josephus’ Rewritten Bible (1998); L. H. Feldman y J. R. Levison eds.,
Josephus’ Contra Apionem: Studies in Its Character and Context with a Latin Concordance to the Portion
Missing in Greek (1996); L. H. Feldman y G. Hata eds., Josephus, the Bible, and History (1989).
84
Feldman, Rewritten Bible: 539.
85
Ibid.
86
W. Whiston, “Dissertation V: Upon the Chronology of Josephus”, LaSor, Josephus: 678-708.
87
C. Milikowsky, “Appendix One: The Chronology of Israel from the Exodus until the Building of
the Temple According to Josephus”, J. L. Kugel ed., Shem in the Tents of Japhet: Essays on the Encounter
of Judaism and Hellenism (2002): 159-197.
88
M. P. Ben Zeev, “The Reliability of Josephus Flavius: The Case of Hecataeus' and Manetho's
Accounts of Jews and Judaism: Fifteen Years of Contemporary Research (1974-1990)”, Journal for the
Study of Judaism in the Persian, Hellenistic and Roman Period 24 (diciembre, 1993): 215-234.
35
Libros I-XI de la Arqueología judaica relatan la historia del pueblo judío a base de
completan la historia hasta el inicio de la guerra entre Roma y los judíos. Josefo dice que
su propósito fue relatar en griego lo que dicen los libros sagrados de su pueblo, sin añadir
desde la creación hasta 66 dC (XX, 11, 2). Cada libro incluye en su título el intervalo de
tiempo pertinente. Hay muchas discrepancias cronológicas a lo largo del texto, tal vez por
de la obra. 90 Libros I-XI contienen la cronología bíblica completa más antigua que se
conoce. Siguiendo autores anteriores, Josefo usó cifras bíblicas para elaborar su sistema
(Contra: I, 1). Los argumentos usados son cronológicos. Afirma que los eventos de la
historia griega fueron recientes (I, 2), que las historias se contradecían, que los
historiadores falsificaron sus relatos (I, 3), que no tuvieron registros públicos más
antiguos que el siglo VI aC (I, 4) y que los autores se preocuparon más por escribir con
buen estilo que por establecer la verdad (I, 5). Según Josefo las historias de los egipcios,
babilonios, fenicios y judíos son más confiables que las historias griegas porque fueron
escritas por sacerdotes y profetas (I, 6). Argumenta que la historia judía es más larga,
89
LaSor, “A List of Ancient Testimonies and Records Cited by Josephus”, Josephus: 732.
90
Whiston, “Dissertation V” contiene un análisis extenso de la cronología de Josefo.
36
coherente y autoritativa que las historias griegas y que los judíos están dispuestos a morir
Josefo cita Dius, Menander, Beroso y otros para demostrar que el templo de
Salomón fue construido 143 años antes de la construcción de Cartago (I, 17-18), que fue
19-21). Otras naciones, y no solamente Israel, recordaron el diluvio, asignaron vidas muy
largas a los primeros hombres y conocieron la historia del templo. Los argumentos son
coherentes y convincentes.
Josefo cita la Aegyptiaca de Manetón que relata la invasión de Egipto por los
hicsos, su gobierno allí durante 511 años, su expulsión y su salida a Judea para construir
Jerusalén (I, 14). Para Josefo este relato demuestra que los antepasados de los judíos
llegaron a Egipto de otro país, y que fueron liberados de Egipto casi mil años antes de la
caída de Troya (I, 16). Examina también lo que dice Manetón de la invasión de Egipto en
Una comparación del relato de los hicsos con el relato de los israelitas en Egipto
demuestra que tratan de secuencias de eventos similares pero distintas (I, 14-16 con Gn.
Ménfis, mientras que Israel entró pacíficamente a Egipto a invitación del faraón (I, 14
con Gn. 45: 17-21). Los hicsos gobernaron el norte de Egipto como reyes durante
generaciones, mientras que un solo israelita, José, gobernó Egipto, y nunca fue rey (I, 14;
Los hicsos nunca fueron esclavos y dejaron Egipto cuando llegaron a un acuerdo
con los egipcios, después de resistir un ataque contra su ciudad. Los israelitas sí fueron
esclavos y dejaron Egipto en contra de la voluntad de los egipcios, después de las plagas
y la destrucción del ejército egipcio en el mar (I, 14 con Ex. 1: 8-14 y Ex. caps. 11-15).
Los hicsos fueron a Judea y construyeron Jerusalén para vivir allí, mientras los israelitas
hasta el tiempo de David, siglos después (I, 14 con Ex. 15: 22 y Dt. 1: 3). Está claro que
los hicsos e israelitas fueron pueblos distintos con historias distintas, y Josefo se equivocó
en identificarlos.
Manetón ubica el rey Aménofis cientos de años después de la salida de los hicsos
de Egipto, y dice que Osarsif fue Moisés (I, 26). Moisés no pudo vivir en ambas épocas,
y Josefo califica el relato de los hicsos como copia fiel de documentos genuinos, pero
califica el relato de Osarsif como ficción mentirosa, sin autor conocido (I, 16).
similar a los de Demetrio y Eupólemo, pero diferente en detalle.91 Apela a una cronología
generalmente aceptada para la historia griega, sin mencionar las olimpiadas. 92 Reconoce
la cronología de Beroso para Babilonia, pero no tuvo cronología precisa para el período
cuestiona la cronología egipcia de Manetón, pero le critica por incluir relatos ficticios en
91
Finegan, “TABLE 61”, Handbook: 145, y las encabezadas cronológicas de Josefo, Arqueologia
judaica, libros I-IV.
92
Whiston, “Dissertation V”: 35.
93
Ibid., 24.
38
base de documentos antiguos, que las narraciones del Antiguo Testamento sirven para
conocer la historia del pueblo judío y que la cronología bíblica puede ser sincronizada
Seder olam
con la destrucción del templo por los romanos en 70 dC. Se divide en 30 secciones, es
anónima y no se sabe con exactitud cuándo fue escrita. C. Milikovsky lo asigna al siglo I
o II dC, 97 y Johnson le asigna fecha alrededor de 169 dC. 98 Seligsohn demuestra que
hubo varias versiones de la obra antes que llegara a tener su forma final. 99
Johnson señala que el Seder olam no pretende tener autoridad primaria como los
libros bíblicos, el Libro de Jasher y otros que cita, sino que se presenta como comentario
pasajes pertinentes de las escrituras con comentarios de los rabinos sobre ellos, para
luego formular una opinión. La cronología presentada se conforma a los 390 años más 40
94
H. W. Guggenheimer, Seder Olam, the Rabbinic View of Biblical Chronology: Translated and
with Commentary (1998).
95
M. Seligsohn, “Seder ‘Olam Rabbah”, Jewish Encyclopedia, 2002, 24 feb. 2007, <http://www.
jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=428&letter=S>.
96
K. Johnson, “Seder Olam”, 2006, 24 feb. 2007, <http://biblefacts.org/church/pdf/seder-olam.
pdf>.
97
C. Milikowsky, “Appendix Two: Seder Olam as a First or Second Century Composition”, en
Kugel, Shem in the Tents of Japhet: 98-200.
98
Johnson, “Seder Olam”: v.
39
años para la monarquía hebrea (Ezequiel 4), las 70 semanas de años (Daniel 9) y la
años, asignada al Imperio Persa. El dominio persa de Babilonia duró 208 años. 101 El autor
del Seder olam comparte la tradición de contar los años desde la creación, pero no
muestra interés en datos cronológicos extrabíblicos para las regiones donde ocurrieron los
Ptolomeo
durante el siglo II dC. Una biografía de Ptolomeo está disponible en línea. 102 Su obra
maestra, Almagest, fue traducida a inglés por G. J. Toomer. 103 El texto del Canon de
reyes está disponible en Bickerman, 104 la página web de A. Smith 105 y un apéndice de E.
99
Seligsohn, “Seder ‘Olam Rabbah”.
100
Johnson, “Seder Olam”: vi-x.
101
Seligsohn, “Seder ‘Olam Rabbah”; Bickerman, Chronology: 110.
102
J. O’Connor, E. F. Robertson, “Claudius Ptolemy”, The MacTutor History of Mathematics
Archive, 1999, 21 feb. 2007, <http://www-history.mcs.standrews.ac.uk/history/Biographies/Ptolemy.
html>.
103
G. J. Toomer, Ptolemy's Amalgest (1984).
104
Bickerman, Chronology: 110.
105
A. Smith, “Ptolemaueus: Astronomical Canon”, Attalus, 2007, 21 feb. 2007, <http://www.
attalus.org/translate/chronicles.html#canon.0>.
106
E. R. Thiele, “Appendix G: The Rulers of Babylon and Persia According to the Canon of
Ptolemy”, The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings (1965): 216-217.
40
El Canon de reyes usado por Ptolomeo es una lista de reyes babilónicos, persas y
griegas que reinaron en sucesión. Presenta el reinado de cada rey, redondeado al año, y
omitiendo reinados más breves de un año, de tal manera que las cifras reflejan
días, y se puede relacionar el canon en forma precisa con el calendario actual. El primer
rey del canon, Nabonasar, comenzó a reinar en 747 aC, y el canon termina cuando inicia
permitido a los astrónomos modernos comparar sus cálculos con los de Ptolomeo. 108
R. R. Newton argumenta que Ptolomeo no observó gran parte de los datos que
reporta, sino que los inventó. 109 Esta versión extrema de una posición compartida por
varios astrónomos que criticaron los datos de Ptolomeo ha sido respondida en forma
107
Thiele, Mysterious Numbers: 43-45, 216-217; Bickerman, Chronology: 110-111, 129.
108
Thiele, Mysterious Numbers: 44.
109
R. R. Newton, The Crime of Claudius Ptolemy (1977).
110
C. O. Jonsson, “Professor Robert R. Newton and The Crime of Claudius Ptolemy”, 2000, 22 ene.
2007, <http://www.607v587.com/webpage%2010.htm>.
111
L. Depuydt, “More Valuable than All Gold: Ptolemy's Royal Canon and Babylonian
Chronology”, Journal of Cuneiform Studies 47 (1995): 97-117.
112
G. Grasshoff, The History of Ptolemy's Star Catalogue (1990).
41
modernos más precisos. Sin embargo, los eclipses ocurrieron en los años que les asignó,
el Canon de reyes es correcto al año y sus fechas son comprobadas por la astronomía y
documentos antiguos. El canon provee una estructura cronológica más precisa que las
presuponen que hay un tiempo universal que avanza siempre y que se puede medir por
los movimientos del sol y la luna. Una presuposición similar está implícita en todo
calendario solar o lunar, pero Ptolomeo tomó un paso más en coordinar explícitamente
las fechas de los eventos astronómicos con los datos cronológicos de los reyes.
explícitamente la idea de contar años desde la creación, o desde Abraham, con otros
sistemas para construir una cronología general para la historia de la humanidad. Eusebio
deja ver, en su referencia despectiva a las opiniones de Papías, que muchos de los
primeros cristianos creyeron que Cristo volvería para reinar por mil años. 113 Algunos
conectaron la idea del milenio futuro con los milenios de la historia transcurridos desde la
creación, la profecía de las 70 semanas (Dn. 9: 24-27) y conceptos como los siete días de
la creación (Génesis 1-2) y la idea que un día para Dios es como mil años (2 P. 3: 8) en
113
Eusebius, The History of the Church (1965): III, 39.
42
un concepto a veces llamada la semana cósmica. 114 En las siguientes secciones se tratan
Julio el Africano
Julio el Africano vivió en los siglos II y III dC. Según H. Sivan, fue un intelectual
Routh, 116 y recientemente en forma más completa por M. Walraff. 117 J. Finegan provee
una breve bibliografía de estudios antiguos y un análisis. 118 Recursos en línea incluyen
artículos de enciclopedia, 119 y una traducción inglesa. 120 Una colección reciente de
estudios sobre Julio y las crónicas cristianas de la historia universal incluye artículos
114
Justin Martyr, Dialogue with Trypho: 7-8; Irenaeus, Adversus haereses: V, 28, 3; D. R.
Anderson, The Soteriological Impact of Augustines Change from Premillenialism to Amilenialism, Part
One: 25, 2002, 4 ago. 2008, <http://www.faithalone.org/journal/2002i/anderson.pdf>.
115
H. Sivan, “Reseña de Martin Wallraff, “Iulius Africanus: Chronographiae. The Extant
Fragments””, Bryn Mawr Classical Review 43, abril 2008, 2 jul. 2008, <http://ccat.sas.upenn.edu/bmcr/
2008/2008-04-43.html>.
116
M. J. Routh, Reliquiae sacrae (1846): 238-309, 357-509.
117
M. Wallraff ed., Iulius Africanus: Chronographiae. The Extant Fragments (2007).
118
Finegan, Handbook: 154.
119
A. Fortescue, “Julius Africanus”, Catholic Encyclopedia, 1910, 23 feb. 2007, <http://www.
newadvent.org/cathen/08565a.htm>. R. I. Bradshaw, “Sextus Julius Africanus”, <http://www.earlychurch.
org.uk/africanus.php>.
120
Sextus Julius Africanus, “The Extant Fragments of the Five Books of the Chronography of Julius
Africanus”, Tomo 6 de Ante-Nicene Fathers, Christian Classics Ethereal Library, 23 feb. 2007, <http://
www.ccel.org/fathers2/ANF-06/anf06-50.htm#TopOfPage>.
121
W. Adler, “Eusebius’ Critique of Africanus”, en Wallraff, Iulius Africanus (2006): 147-160; R.
W. Burgess, “Apologetic and Chronography: The Antecedents of Julius Africanus”, en Wallraff: 17-42; A.
Mosshammer, “The Christian Era of Julius Africanus with an Excursus on Olympiad Chronology”, en
Wallraff: 83-112; U. Roberto, “Julius Africanus und die Tradition der hellenistische Universalgeschichte”,
en Wallraff: 3-16.
43
Adán. La base de su sistema son los datos cronológicos de las narraciones bíblicas. 122
Conoció las edades elevadas asignadas por autores antiguos a los primeros gobernantes
de sus naciones, y también la explicación de Diodoro que las cifras grandes fueron
años solares. Julio rechaza la explicación, y dice que los reportes de edades y reinados
larguísimos en relatos tempranos son falsos, porque el período desde la creación hasta el
nacimiento de Cristo duró 5,500 años según los datos de la LXX (Fragments I).
Africano buscaba explicaciones racionales para los textos difíciles. Explica Génesis
6:3 “...serán sus días 120 años” como advertencia que faltaban cien años para el inicio del
diluvio, y dirigida a una generación de 20 años de edad. Especuló que la suma de los 100
más los 20 da los 120 años del texto (Fragments II). Calculó que pasaron 3,563 años
por Sincelo, y cubre el período entre el diluvio y Alejandro Magno. 123 Africano calculó
que Moisés era contemporáneo de Amosis, primer rey de d.XVIII, que gobernó en el
tiempo de las plagas y el éxodo. En apoyo cita a Apión y Herodoto (Fragments XIII, 6).
Calculó que Ogygus, primer rey de Tebas, también fue contemporáneo de Moisés.
Observa que algunos decían que Ogygus nunca existió, pero no duda de la existencia de
Moisés y calcula que hubo 1,235 años entre él y Ciro de Persia (Fragments XII). La
122
Africanus, Fragments: I. Finegan, Handbook: 154-160.
123
Waddell, Manetho: 27-185.
44
Israel.
en la historia griega (Fragments XIII, 1). Calcula que la primera olimpiada fue en el
tiempo de Jotam y Acaz, reyes de Judá, lo que fue también el tiempo de Petubates, primer
rey de d.XXIII de Egipto. 124 El dato que le permite sincronizar la cronología bíblica con
y otros que el rey Ciro de Persia comenzó a reinar en el primer año de la olimpiada Nº 55
Africano relacionó la cronología bíblica con otras cronologías a través del reporte
de Beroso sobre Nabucodonosor y los datos bíblicos sobre el exilio (Fragments XIII, 2),
reporte bíblico que el remanente de los judíos huyó a Uafris, de XXVI (llamado Hofra en
Jer. 44:30). Pensaba que las setenta semanas de años (Daniel 9) comenzaron en el tiempo
De estos datos se concluye que las ideas cronológicas de Africano tienen mucho en
común con las de Josefo, un siglo y medio antes. Josefo comparó la cronología bíblica
con cronologías regionales para Fenicia, Egipto y Babilonia, pero Africano formula una
Ptolomeo. Las referencias a reyes de Babilonia, Persia, Egipto, Israel, Judá y Roma en los
124
Ibid., 161; Africanus, Fragments: XIV, XV.
45
olímpica para construir una cronología universal que abarca, en principio, todo el tiempo
Eusebio de Cesarea
Eusebio, obispo de Cesarea, fue uno de los líderes principales de la iglesia cristiana
durante las primeras décadas del siglo IV. Fue amigo del emperador Constantino, tuvo un
rol importante en el Concilio de Nicea y escribió muchas obras. Por la influencia que
cronológica más importante de la tradición cristiana temprana. Sus dos libros sobreviven
página web de R. Pearse. 128 El segundo libro está disponible en traducción inglesa en la
125
Waddell, Manetho.
126
Finegan, Handbook: 160-192.
127
A. Smith, Eusebius: Chronicle, 2007, 24 ene. 2007, <http://www.attalus.org/translate/index.
html>.
128
J. Karst, Eusebius: Chronicle, 1911, 24 ene. 2007, <http://www.tertullian.org/rpearse/eusebius/
eusebius_chron_german.htm>.
46
página web de Pearse. 129 Otros recursos en línea incluyen los artículos “Eusebio de
Estudios más antiguos incluyen los de W. Adler, 134 B. Croke 135 y A. A. Mosshammer. 136
Eusebio. 137
en obras de Africano y otros, Eusebio fue el primer historiador que construyó tablas
129
R. Pearse, Jerome: Chronicle, 2005, 2 mar. 2007, <http://www.tertullian.org/fathers/index.htm#
jeromechronicle>.
130
“Eusebio de Cesarea”, Wikipedia, febrero 2007, 2 mar. 2007, <http://es.wikipedia.org/w/index.
php?title=Eusebio_de_Cesarea&action=history>.
131
F. J. Bacchus, “Chronicle of Eusebius”, Catholic Encyclopedia, 1909, 2 mar. 2007, <http://www
.newadvent.org/cathen/05616a.htm>.
132
R. W. Burgess, “A Chronological Prolegomenon to Reconstructing Eusebius’ Chronici canones:
The Evidence of Ps-Dionysius - the Zuqnin Chronicle”, Journal of the Canadian Society for Syriac Studies
6 (2006): 29-38; “Jerome Explained: An Introduction to his “Chronicle” and a Guide to its Use”, Ancient
History Bulletin 16 (2002): 1-32; “The Dates and Editions of Eusebius’ Chronici canones and Historia
ecclesiastica”, Journal of Theological Studies NS 48 (1997): 471-504.
133
C. Kelly, “Eusebius' Chronological Tables and the Invention of Christian History in Late
Antiquity”, American Philological Association Annual Meeting 2005, 24 ene. 2007, <http://www.apaclass
ics.org/AnnualMeeting/05mtg/abstracts/kellyc.html>.
134
W. Adler, “Eusebius’ Chronicle and Its Legacy”, en H. W. Attridge y G. Hata, Eusebius,
Christianity and Judaism (1992): 467-491.
135
B. Croke, “The Originality of Eusebius' Chronicle”, American Journal of Philology 103 (1982):
195-200.
136
A. A. Mosshammer, The Chronicle of Eusebius and Greek Chronografic Tradition (1979).
137
W. Adler, “Berossus, Manetho, and 1 Enoch in the World Chronicle of Panodorus”, Harvard
Theological Review 76/4 (octubre 1983): 419-442.
138
Kelly, Chronological Tables.
139
Traducciones inglesas en línea de Smith y Pearse ya citadas.
47
En su prefacio Eusebio explica que su primer libro presenta listas de reyes, nación
Africano. El segundo libro presenta, en forma de dos tablas, la historia del pueblo de Dios
templo, de aquí a la reconstrucción del templo, y de aquí a la venida de Cristo. Tomó sus
datos bíblicos de la LXX por ser la traducción más antigua y la versión heredada de los
Eusebio para el período entre Abraham y la caída de Troya. A partir de esta fecha añadió
referencias a la historia de Roma, y continuó la crónica por medio siglo más. Eusebio
consideró su obra terminada al llegar a 326 dC, pero Jerónimo la adoptó, modificó y
continuó. Mientras que Eusebio enfocó la historia del pueblo de Dios contra el trasfondo
historia de Roma.
Las tablas del segundo libro de la Crónica ocupan 332 páginas en la traducción de
incluyendo los colores usados. Cada línea de las tablas representa un año de tiempo
párrafos breves de texto. Cada línea tiene entre uno y nueve números, acompañados
frecuentemente, pero no siempre, por un texto. Los números siguen en secuencia de línea
en línea contando los años de reinado de los reyes y formando columnas verticales.
48
Los colores negro y rojo distinguen claramente entre columnas adyacentes, y nunca
aparecen más de tres columnas juntas. Los textos en la parte central señalan eventos y
personajes de interés especial. Para eventos de gran importancia se dedican varias líneas a
se vuelve al patrón de una línea por año. Este diseño permitió la inserción de comentarios
amplios en fechas clave sin tener que acomodarlos a espacios demasiado reducidos.
Las páginas fueron cocidas en forma de codex. 140 La primera tabla presenta la
información para cada año usando las dos páginas visibles al abrirse el libro. Cubre el
período del nacimiento de Abraham al inicio de la reconstrucción del templo en 520 aC.
La segunda tabla es más compacta, presenta la información para cada año en una sola
templo en el segundo año de Darío rey de Persia, en la olimpiada Nº 65. Eusebio ubica
este evento en el año equivalente a 520 aC, al igual que la cronología comúnmente
El cambio de presentación, de usar dos hojas a usar una, y la repetición del año 520 aC,
destacan la importancia de esta fecha. Una nota marginal en letra pequeña al final de la
primera tabla dice que el año aparece dos veces para compensar por los siete meses de
gobierno de los Magi. La nota explica la duplicación del año pero no explica el cambio
140
Kelly, Chronological Tables.
49
la segunda página, que comienza con el año equivalente a 512 aC, las olimpiadas son
acompañadas por los cónsules romanos. Los nombres no se registran pero el título
“cónsules” aparece en las encabezadas, y parece que Eusebio usó la lista de los cónsules
romanos para controlar la cronología de toda la segunda tabla, entre 512 aC y 326 dC.
Bickerman provee una lista continua de los cónsules a partir de 509 aC. 141
Las fechas que Eusebio presenta para los reyes persas no coinciden con las fechas
del Canon de reyes de Ptolomeo, pero la duración del período entre el segundo año de
Los reyes de Babilonia del canon no aparecen en la tabla de Eusebio, y se puede concluir
que no lo conoció.
Esd. 1: 1- 2: 70) en el primer año de la olimpiada Nº 55, año equivalente a 560 aC, 22
años antes de la fecha aceptada hoy para el inicio del reinado de Ciro. 142
Nabucodonosor en la olimpiada Nº 47, año equivalente a 590 aC, tres o cuatro años antes
141
Bickerman, Chronology: 140-162.
142
Thiele, Mysterious Numbers: 216.
143
Ibid., 205.
50
3. Se ubica la muerte de Josías de Judá a manos del faraón Necao (2 R. 23: 29) en
el año equivalente a 614 aC, cinco años antes de la fecha aceptada hoy. 144
equivalente a 775 aC, más de 40 años antes de la fecha aceptada hoy. 145
44 años antes de la fecha aceptada hoy para este rey. 146 Si el sincronismo es válido se
podría tal vez usarlo para corregir la cronología de las primeras olimpiadas, que no tiene
6. Se ubica el saqueo del templo de Jerusalén por Susacin rey de Egipto (llamado
Sisac en 1 R. 14: 25-26 y 2 Cr. 12: 9) en el año equivalente a 989 aC, año 16 de Smendis,
primer rey de d.XXI de Egipto, 63/64 años antes de la fecha aceptada hoy. Muchos
autores, incluyendo Thiele, identifican Sisac con Shoshenq I, primer rey de d.XXII. 147
7. Se ubica la captura de Troya por los griegos en el año equivalente a 1182 aC, al
final del reinado de Thuoris, último rey de d.XIX y al inicio del reinado del primer rey de
d.XX.
final del reinado de Chenchres y el inicio del reinado de Acherres de d.XVIII. Africano
calculó que Ogygus y Amosis eran contemporáneos de Moisés, pero Eusebio los ubica
mucho antes.
144
Ibid.
145
Ibid., 130-131.
146
Ibid., 205.
51
Eusebio conoció una larga lista de nombres de reyes de Asiria con la duración de
sus reinados, pero no la pudo conectar con otras cronologías. La única información
adicional que provee sobre Asiria viene de las historias populares de Ninus, Semiramis y
que Eusebio no conoció sincronismos sólidos entre las cronologías regionales durante el
La Crónica de Eusebio tuvo una difusión amplia y fue copiada y extendida por
varios cronistas posteriores. Un siglo después Agustín escribió su gran comparación entre
el pueblo de Dios y la Roma pagana, Ciudad de Dios. 148 Desde el punto de vista del
referencia para la historia antigua. En esta sección se enfocan las obras de dos cronólogos
del período medieval, el cristiano bizantino Jorge Sincelo y el musulmán oriental Al-
Jorge Sincelo
entre 784 y 806 dC. Como muchos otros autores bizantinos Sincelo escribió una crónica
147
Thiele, Mysterious Numbers: 55.
52
moderno. 150 Los datos que provee la Cronografía para los reyes egipcios son presentados
por Waddell, con traducción inglesa, en su edición de Manetón.151 Adler analiza el medio
El plan de Sincelo fue presentar su cronología en dos partes: de Adán hasta el inicio
del reinado de Diocleciano en 284 dC, y de esta fecha hasta su propio tiempo, alrededor
de 800 dC. Murió antes de terminar la obra y su amigo Teófanes la concluyó. Thornton
señala algunas características que distinguen esta obra de otras similares, incluyendo una
preocupación marcada por reconciliar fechas bíblicas con las de otras cronologías y un
148
D. Knowles, ed., Augustine: City of God (1972).
149
A. A. Mosshammer ed., Georgius Syncellus: Ecloga Chronographica (1984).
150
W. Adler y P. Tuffin, The Chronography of George Synkellos: A Byzantine Chronicle of
Universal History from the Creation (2002).
151
Waddell, Manetho.
152
W. Adler, Time Immemorial: Archaic History and Its Sources in Christian Chronography from
Julius Africanus to George Syncellus (1989).
153
D. J. Thornton, “Review of William Adler, Paul Tuffin, ‘The Chronography of George
Synkellos: A Byzantine Chronicle of Universal History from the Creation’” Bryn Mawr Classical Review,
octubre 2004, 8 mar. 2007, <http://ccat.sas.upenn.edu/bmcr/2004/2004-10-27.html>.
154
“George Syncellus”, Wikipedia, noviembre 2006, 8 mar. 2007, <http://en.wikipedia.org/wiki/
George_Syncellus>; “Georgius Syncellus”, Catholic Encyclopedia, 1909, 8 mar. 2007, <http://www.new
advent.org/cathen/06463a.htm>.
155
Thornton, “Review of William Adler”.
53
suma errónea de años lunares o estacionales 156 fue rechazada por Eusebio que caracterizó
la tradición de los reinados largos como “mitos necios”. Panodoro criticó la opinión de
Decidió presentar las opiniones de dos de los cronólogos más famosos, Africano y
Eusebio. 158 Las escasas correlaciones entre la cronología bíblica y la egipcia establecidas
Eusebio dice que José fue nombrado rey de Egipto en el tiempo de los reyes hicsos
de d.XVII. 159 Según Africano Moisés salió de Egipto en el tiempo de Amos, primer rey
de d.XVIII, pero Sincelo calculó que Moisés fue todavía joven en ese tiempo. 160 Eusebio
calculó que el éxodo fue en el tiempo de Achencherses, noveno rey de la dinastía. 161 A
156
Oldfather, Diodoro: Bibliotheca Historia: I, 26.
157
Waddell, Manetho: 11-17.
158
Ibid., 25.
159
Ibid., 48.
160
Ibid., 111.
54
reportan dos sincronismos. El primero: Necao, o Nechau, el quinto rey de d.XXVI, mató
a Josías (2 R. 23: 29) y tomó preso a Joacaz (2 R. 23: 33). El segundo: Hofra, o Uaphris,
el séptimo rey de d.XXVI, gobernaba cuando el remanente de los judíos huyó a Egipto
Sincelo sincroniza también la lista de reyes del Libro de Sothis, que consideró parte
de la obra de Manetón, con la cronología bíblica. Se reporta que Abraham fue a Egipto en
el tiempo de Ramessameno (reinado 19 años), 163 que José fue a Egipto en el año 3, y fue
nombrado señor de Egipto en el año 17, de Aphophis (reinado 61 años) 164 y que
troglodites. 165
de Sothis no utiliza el esquema de dinastías, detalle que podría usarse para defender su
último de una serie que aparece entre nombres de d.XVIII y nombres de d.XXI y ocupa el
lugar que corresponde a Smendes, primer rey de d.XXI. Hoy se identifica Susakeim
Desde el punto de vista del desarrollo del sistema de referencia cronológica para la
161
Ibid., 115.
162
Waddell, Manetho: 169, 171.
163
Ibid., 237.
164
Ibid., 239.
165
Ibid., 247.
55
manera que el lector puede hacer sus propias comparaciones y sacar conclusiones. A
pesar de sus esfuerzos no pudo sincronizar las dos cronologías. No hizo propuestas
Al Biruni
Con la excepción del Imperio Bizantino y el sector europeo occidental del Imperio
Romano los centros de la civilización clásica fueron conquistados por los musulmanes, y
las ciudades islámicas se convirtieron en la cuna de una nueva cultura construida sobre
las bases de la civilización conquistada. Mientras el estudio de las letras casi desapareció
Chronology of the Ancient Nations fue escrita en persa en 1000 dC, y está disponible en
antigua que permite conocer muchas facetas del pensamiento cronológico islámico de la
época. 166 Selecciones de la obra y artículos sobre su autor están disponibles en línea.167
166
C. E. Sachau, The Chronology of Ancient Nations: An English Version of the Arabic Text of the
Athâr-ul-bâkiya of Albîrûnî, or "Vestiges of the past", Collected and Reduced to Writing by the Author in
A.H.390-1, A.D.1000 (1879).
167
R. Pay, “Al Biruni”, Humanistic Texts, 1997-2005, 13 mar. 2007, <http://www.humanistic
texts.org/albiruni1.htm>; P. Halsall, “Al Biruni (973-1048 CE): The Existing Monuments or Chronology”,
Medieval Sourcebook, agosto 1998, 13 mar. 2007, <http://www.fordham.edu/halsall/source/ 1030al-
biruni1.html>; “Al-Biruni”, Wikipedia, marzo 2007, 14 mar. 2007, <http://es.wikipedia.org/wiki/ Al-
56
sistemas de intercalación que usaron para armonizar el año lunar, el año solar y las
dedica a la cronología islámica que se conecta con el Canon de reyes a través de las
que los persas y magos decían que el mundo dura doce mil años, y que Zoroaster opinó, o
calculó, que tres mil de estos años habían pasado hasta su propia época. Añade que
pasaron 258 años entre Zoroaster y Alejandro, y contrasta esta tradición oriental con el
concepto cristiano de Agustín y otros que el mundo dura siete mil años.
Biruni>; J. J. O'Connor y E. F. Robertson, “Abu Arrayhan Muhammad ibn Ahmad al-Biruni”, MacTutor,
noviembre 1999, 14 mar. 2007, <http://www-gap.dcs.st-and.ac.uk/~history/Mathematicians/Al-Biruni.
html>.
168
F. Sezgin, Calendars and Chronology in the Islamic World: Texts and Studies 1 (1998).
169
Sacau, Chronology: Tabla de contenidos y la discusión de las eras en capítulo III.
57
hombre”, y suma los reinados desde él hasta Alejandro, en total 3,354 años. Este cálculo
en el resultado. Reporta que los árabes antiguos comenzaron sus cronologías con la
construcción del Ka’ba por Abraham e Ismael, y que los griegos, antes de adoptar la era
de Alejandro, contaron los años desde la migración de “Yunan ben Paris” desde Babel
hacia el oeste. Aquí hay ecos de Génesis y la migración de Aeneas, con Babel en lugar de
Troya.
Para Persia, presenta una lista de gobernantes extraída de los mitos, en tres períodos
desde Gayomarth hasta Alejandro. Para Babilonia, dice que el primer rey fue Nimrod y
que los reyes de Babilonia fueron seguidos por reyes de Asiria. Repite la lista de reyes de
presenta la lista de reyes del tercer libro de Manetón, siguiendo mayormente la versión de
Eusebio.
Se puede concluir que Al Biruni conoció la historia antigua a través de las crónicas
por las tradiciones persas reportadas, no presenta novedades y no logra construir una
articuló su sistema en torno a las olimpiadas, sino en torno al Canon de reyes. De manera
similar a los cronólogos cristianos reportó las tradiciones cronológicas regionales sin
distintiva. Para períodos anteriores a Mahoma el Corán no anima a estudiar las naciones
la historia antigua.
copiada, continuada, traducida e imitada estableciéndose como modelo para los estudios
cronológicos del mundo antiguo. La Cronografía de Jorge Sincelo está en esta tradición y
representa el mejor logro de tales estudios. Durante los mil años desde Eusebio hasta el
cronológica para la antigüedad se seguían usando las cronologías descritas hasta aquí. Se
moderno y provee trasfondo para el estudio de los cronistas medievales. 170 Un estudio de
J. Leclerq explora los conceptos de tiempo corrientes en la Edad Medieval Temprana. 171
170
M. L. Colish, Medieval Foundations of the Western Intellectual Tradition: 400-1400 (1997).
59
del mundo de la época en cuatro períodos sucesivos. Según Woodward los mapas de cada
Al final del siglo XV y en la primera mitad del siglo XVI, se crearon universidades
y cátedras, y las nuevas ideas se promovían por medio de la imprenta en latín, alemán,
171
J. Leclercq, “Experience and Interpretation of Time in the early Middle Ages”, Studies in
Medieval Culture 5 (1975): 9-19.
172
D. Woodward, “Reality, Symbolism, Time and Space in Medieval World Maps”, Annals of the
Association of American Geographers 75/4 (1985): 510-521.
173
Posibles puntos de entrada al mar de información sobre este período son los artículos de
enciclopedia, por ejemplo: “Renaissance Humanism”, Wikipedia, agosto 2007, 1 set. 2007,
60
por el monje W. Rolevinck, en 1474, de la designación “antes de Cristo” para los años
pre-cristianos. 174 La idea fue adoptada por Petavius, un siglo y medio después, quien la
difundió, y para el final del siglo XVIII estaba en uso general. 175
antigua, tuvieron mucho más interés en la patrística y el estudio bíblico que los clérigos
Agustín. 176 En 1541 Martín Lutero escribió una obra de cronología, Supputatio annorum
mundi, ordenada según un esquema de seis milenios. 177 En iniciar su cronología con la
creación, y en preferir el texto bíblico hebreo al texto griego, Lutero revela que no se
Lutero demuestra interés especial en la creación del mundo y su fin. Para él, el
cuarto milenio terminó con el concilio de Hechos 15 y la abolición de la ley mosaica. 178
Creía que Satanás fue soltado alrededor del año 1000 dC para convertirse en el anticristo,
es decir en el obispo de Roma, que el sexto y último milenio estaba bien avanzado y que
solamente quedaba a los cristianos esperar el retorno de Cristo. 179 Juan Calvino no dedicó
cronología larga de los egipcios porque dijeron que su historia comenzó seis mil años
amigos en 1514, y para 1536 sus ideas principales estaban siendo comentadas en muchos
lugares. Su libro fue publicado en 1543, el año de su muerte. 180 Después de su muerte la
contundente por J. Kepler y Galileo. Durante la primera mitad del siglo XVII la teoría de
178
J. Barr, “Pre scientific Chronology: The Bible and the Origin of the World”, Proceedings of the
American Philosophical Society 143/3 (setiembre, 1999): 379-387; “Luther and Biblical Chronology”,
Bulletin of the John Rylands University Library 72 (1990): 51–67.
179
C. A. MacKenzie, “The Lutheran Reformers’ Understanding of the Historical Deformation of the
Church” Pieper Lectures, 21 set. 2000, 25 ene. 2007, <http://www.ctsfw.edu/ library/files/pb/374>.
180
“Nicolaus Copernicus”, Wikipedia, 15 mar. 2007, 15 mar. 2007, <http://en.wikipedia.org/wiki/
Nicolaus_Copernicus>.
181
N. Copernicus, De Revolutionibus Orbium Coelestium (1543); E. Rosen, “Text of Copernicus,
De Revolutionibus, Book One”, Complete Works, 1978, 15 mar. 2007, <http://webexhibits.org/calendars/
year-text-Copernicus.html>.
182
J. J. O’Connor y E. F. Robertson, “Nicolaus Copernicus”, MacTutor, noviembre 2002, 15 mar.
2007, <http://www-history.mcs.st-andrews.ac.uk/Biographies/Copernicus.html>.
62
interpretación de algunos textos bíblicos. Calvino pensaba, con la gran mayoría de sus
contemporáneos, que las ideas de Copérnico iban en contra del orden natural. 183 Para
Calvino los movimientos diarios del sol, la tierra y la luna no son movimientos ciegos de
la naturaleza sino acontecimientos gobernados, cada uno, por una nueva y especial
Scaliger. En 1579 produjo una edición crítica del Astronomicon de Manilius, astrónomo
del siglo I dC. Los siete tomos de su De emendatione temporum aparecieron en 1583, y
datos. 185 Basándose en Sincelo, Scaliger asignó fechas anteriores a la fecha bíblica de la
creación a algunas dinastías egipcias, sin reconciliar los dos cálculos. I. De La Peyrère
propuso una teoría de hombres pre-adámicos para resolver este problema. 186 A. T.
Grafton provee amplios recursos para evaluar el trabajo cronológico de Scaliger. 187
eclipses en su Opus Chronologicum de 1603, y propuso una reforma del calendario que
183
J. Hunter, Calvin and Cosmology, marzo 2005, 25 ene. 2007, <http://www.boarsheadtavern.com/
archives/2005/03/04/00027403.html>.
184
I. B. Cohen, The Birth of a New Physics (1985).
185
A. T. Grafton, “Joseph Scaliger and Historical Chronology: The Rise and Fall of a Discipline”,
History and Theory 14/ 2 (mayo 1975): 157-158, 160-162.
186
Grafton, Joseph Scaliger: 170-181.
63
no fue implementada. 188 J. Kepler, el astrónomo luterano que proveyó las primeras
del nacimiento de Jesús que demostró que nació en 5 aC. El estudio apareció en alemán
en 1613, y en latín el siguiente año. 189 Denis Petau, teólogo jesuita, continuó las
1633. 190
de la Biblia durante los siglos XVIII y XIX. Una nueva traducción inglesa de Annales fue
Barr. 193
187
A. T. Grafton, Historical Chronology, tomo 2 de Joseph Scaliger: A Study in the History of
Classical Scholarship (1994); “Joseph Justus Scaliger”, Wikipedia, marzo 2007, 15 mar. 2007, <http://
en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Justus_Scaliger>.
188
“Sethus Calvisius”, Wikipedia, enero 2007, 15 mar. 2007, <http://en.wikipedia.org/wiki/Sethus
_Calvisius>.
189
J. Kepler, De Vero Anno quo Aeternus Dei Filius Humanam Naturam in Utero Benedictae
Virginis Mariae Assumpsit (1614); “Johannes Kepler”, Wikipedia, marzo 2007, 15 mar. 2007, <http://es.
wikipedia.org/wiki/Johannes_Kepler>.
190
“Denis Petau”, Wikipedia, febrero 2007, 15 mar. 2007, <http://en.wikipedia.org/wiki/Denis_
Petau>.
191
C. H. Leighton, “John Lightfoot D.D.: Misquotes and Errors”, Grand Lodge of British Columbia
and Yukon, abril 2001, 17 mar. 2007, <http://freemasonry.bcy.ca/texts/ussher/lightfoot.html>.
192
J. Ussher, The Annals of the World (2003).
193
L. Pierce, “The Forgotten Archbishop”, Creation 20 (2): 42–43; J. Barr, “Why the World was
created in 4004 BC: Archbishop Ussher and Biblical Chronology”, Bulletin of the John Rylands University
Library 67 (1985): 575–608; “Ussher Chronology”, Wikipedia, marzo 2007, 16 mar. 2007, <http://en.wiki
pedia.org/wiki/Ussher-Lightfoot_Calendar>.
64
El sistema de Ussher sigue el patrón de Eusebio, pero, como Lutero, cuenta los
años desde la creación, y pone cuatro milenios entre la creación y Cristo y prefirió el
texto bíblico hebreo al texto griego. Ussher ubica la división del reino de Roboam en 975
aC, la caída de Samaria en 721 aC y la caída de Jerusalén en 588 aC. 194 La fecha para
Roboam es más de cuatro décadas antes de la fecha aceptada hoy, pero las otras dos
Ussher presupone que los datos bíblicos permiten calcular una cronología completa
y continua desde Adán hasta el rey Joaquín rey de Judá. Un dato clave es la información
que Joaquín fue liberado, en el año 37 de su exilio, por Evil-Merodac, rey de Babilonia,
en su primer año (2 Reyes 25: 27). El Canon de reyes indica que Evil-Merodac sucedió a
Nabucodonosor en 562 aC, y se establece una relación precisa entre la cronología bíblica
y el Canon. 196 Otros estudios de la época que intentaron, sin éxito, resolver el problema
los de P. Labbe, 197 W. Beveridge, 198 P. Pezron, 199 N. Fontaine 200 y H. Dodwell.201
194
J. W. Robbins, “Ussher’s Timeline for the Divided Kingdom”, Trinity Review (abril 1999), 25
págs., 17 mar. 2007, <http://www.answersingenesis.org/home/area/magazines/tj/docs/divided.pdf>.
195
Thiele, Mysterious Numbers: 206.
196
Ibid., 216.
197
P. Labbe, Concordia sacræ et profanæ chronologiæ annorum 5691 ab orbe condito ad hunc
Christi annum 1638 (1638); Regia Epitome Historiae Sacrae et Profanae (1651); A. J. Maas, “Felipe
Labbe”, Catholic Encyclopedia 1910, 17 mar. 2007, <http://www.newadvent.org/cathen /08718b.htm>.
198
W. Beveridge, Institutionum chronologicarum libri duo (1669).
199
P. Pezron, L'Antiquité des tems rétablie et défendue contre les juifs y les nouveaux chronologistes
(1687).
200
N. Fontaine, The History of the New Testament ... and ... an Historical Chronology of Such
Matters as are Related in the Canonical Books of the Old and New Testament (1688).
201
H. Dodwell, A Discourse concerning Sanchoniathon's Phoenician History (1681); De veteribus
graecoruna romanorumque cyclis (1701).
65
creación, propuso que no todas las dinastías egipcias gobernaron en secuencia, sino que
cronología de los jueces que Mather adoptó de Marsham ubicó algunos de los períodos de
Whiston
estudios históricos y, en su primer libro, usó la cronología bíblica como base para
astronomía con la revelación bíblica, 205 una cronología del Antiguo Testamento, 206 un
análisis de la cronología de Josefo 207 y seis tomos de anales desde la creación hasta
Constantino. 208
Whiston pensaba que la tierra fue creada por Dios dentro de la cola de un cometa,
que el diluvio fue causado por el cometa observado en 1680-81 y que el infierno se
202
Sir J. Marsham, Chronicus canon aegyptiacus, ebraicus, et graecus, (1672).
203
C. Mather, “Samples: Volume I, 43r – 50v”, Biblia Americana (1693-1728), Georgia State
University, 18 mar. 2007, <http://www.bibliaamericana.gsu.edu/>.
204
W. Whiston, A New Theory of the Earth, From its Original, to the Consummation of all Things.
Wherein the Creation of the World in Six Days, the Universal Deluge, And the General Conflagration, As
laid down in the Holy Scriptures, Are Shewn to be perfectly Agreeable to Reason and Philosophy (1696).
205
W. Whiston, Astronomical Principles of Religion, Natural and Reveal’d (1717).
206
W. Whiston, A Short View of the Chronology of the Old Testament, and of the Harmony of the
Four Evangelists (1702).
207
W. Whiston, “Dissertation V”, LaSor, Complete Works: 678-708.
208
W. Whiston, Sacred History of the Old and New Testament, from the Creation of the World till
the Days of Constantine the Great, reduced into Annals (1745).
66
mencionados en el texto, los 430 años entre Jacob y el éxodo (Éx. 12: 40-41), los 480
años entre el éxodo y el templo (I R. 6:1) y los 390 años de Ezequiel (Ez. 4:4-5) que
que considera la tierra, la luna, el sol, los planetas, los cometas y las estrellas como partes
Newton
décadas, con la misma energía y persistencia que invirtió en sus demás estudios. Sus
conclusiones principales fueron formuladas antes de 1702. 211 En 1716 presentó a la reina
Carolina un resumen de su cronología del cual se hicieron algunas copias. 212 En 1725
Newton escribió una respuesta a críticos de su Short Chronology que fue publicado sin su
209
R. Jakapi, “William Whiston, The Universal Deluge, and a Terrible Spectacle”, Folklore 31
(diciembre 2005): 7-14, 23 may. 2008, <http:// folklore.ee/folklore/vol31/jakapi.pdf>.
210
H. Von Reventlow, “Computing Times, Ages and the Millennium - An Astronomer Defends the
Bible: William Whiston (1667-1752) and Biblical Chronology”, The Bible in Human Society: Essays in
Honour of John Rogerson (1995): 411-421; J. E. Force, William Whiston: Honest Newtonian (1985); M.
Farrell, William Whiston (1981); “William Whiston”, Wikipedia, febrero 2007, 19 mar. 2007,
<http://en.wikipedia.org/wiki/William_Whiston>; Mather, Samples: I, 43r – 50v.
211
Sir I. Newton, “The Original of Monarchies”, 1701-1702, The Newton Project Database, 2005,
21 mar. 2007, <http://www.newtonproject.sussex.ac.uk/texts/viewtext.php?id=THEM00040&mode=nor
malized>.
67
creación de un método para reducir las fechas de la cronología griega temprana basadas
en tradiciones genealógicas. 216 Newton creía que todas las naciones antiguas menos
Israel exageraron su antigüedad, y que las tradiciones griegas estaban llenas de ficciones
llevadas durante décadas: la crítica de los cronólogos griegos, las pruebas astronómicas y
la síntesis de datos de documentos antiguos, con preferencia para datos bíblicos. 218
una rotación diurna y una rotación, o precesión, sumamente lenta. Newton usó la
precesión lenta para calcular intervalos largos entre eventos históricos. Los astrónomos
Eudoxo, Hiparco, y Arato, cuyas fechas se fijaron por medio del Canon de reyes,
registraron la posición de las estrellas. Newton comparó sus registros con la posición de
212
Sir I. Newton, “An Abstract of Cronology by Sir Isaac Newton”, s. f., The Newton Project
Database, 2005, 19 mar. 2007, <http://www.newtonproject.ic.ac.uk/prism.php?id=75>.
213
Sir I. Newton, “Newton's 1725 defence of his Short Chronology”, Classified Papers, Vol. XVI,
item 14, 2005, 19 mar. 2007, <http://www.newtonproject. ic.ac.uk/prism.php?id=75>.
214
Sir I. Newton, The Chronology of Ancient Kingdoms Amended (1728).
215
Sir I. Newton, The Project Gutenberg EBook of The Chronology of Ancient Kingdoms Amended,
EBook 15784, mayo 2005, 25 ene. 2007, <http://www.gutenberg.org/catalog/>.
216
F. E. Manuel, Isaac Newton: Historian (1963): 102.
217
Newton, “Introduction” Short Chronicle.
218
Manuel, Newton: Historian: 48-49.
68
constante. 219
Con datos claros como punto de partir los cálculos astronómicos proceden,
aparentemente, sin problemas. Sin embargo, hay dificultades mayores con la deducción
ocurrió alrededor de 937 aC. 220 Conformó su esquema cronológico a Herodoto, y pensó
las profecías bíblicas. Observa que las fechas bíblicas de Newton estaban de acuerdo con
las fechas establecidas por cronólogos anteriores y que uno de sus propósitos fue refutar
la idea novedosa de Whiston que el acercamiento de cometas a la tierra había causado los
Newton estableció una conexión entre las historias de Grecia, Israel y Egipto con la
identificación del Sesostris de Herodoto con Sisac (1 Reyes, 14: 25-28). Calculó que
Sisac invadió Judá en 974 aC, casi medio siglo antes de la fecha aceptada hoy. Ubicó a
219
Ibid., 65-66.
220
Ibid., 67-82; Newton, Chronology. La discusión de los argonautas está en el primer capítulo.
221
Newton, “Introducción”, Short Chronicle: párrafo final.
222
L. C. Stecchini, “The Inconstant Heavens: Newton”, A. De Grazia ed., The Velikovsky Affair
(1966): 86-101, 21 mar. 2007, <http://www.interpres.cz/worag/cosmol/inheav/index.htm>.
69
identificó con Sisac porque ambos fueron reyes de Egipto, hicieron las mismas campañas
nombre de Sesac al rey que Herodoto llama Sesostris (Arqueologia: VIII, X, 2). 223
comenzó un poco antes de Josué. Creía que los reyes hicsos fueron cananeos que
Josué. Creía que se aliaron con los filisteos para atacar a Israel en los días de Elí, Samuel
y Saúl, y que el rey que los expulsó unificó Egipto por primera vez.
Desarrolló tres estrategias que representan una contribución original a los estudios
en 747 aC, el inicio del Canon de reyes. Newton la extendió por dos siglos hasta 937 aC,
el viaje de los argonautas. Abandonó las dinastías manetónicas porque pensaba que
es larga e incluye obras de Souciet, 224 Fréret, 225 Bedford, 226 Reid, 227 Squire,228
223
Las opiniones de Newton presentadas en este y los siguientes párrafos son de la Chronology of
the Ancient Kingdoms Amended (1728). La edición electrónica usada presenta el texto como una sola
70
Celsius, 229 Sykes, 230 Steuart, 231 Musgrave 232 y un defensor anónimo. 233 Durante el siglo
de la LXX, incluyendo los de Brett, 234 Des Vignolles 235 y Jackson. 236
final del período, en América y Alemania. Se tradujeron obras francesas a inglés, y obras
cronológicas estaba de moda como en la obra de Blair con sus 56 tablas de fechas. 238
tiempo. Publicó su Chart of Biography en 1765 y su New Chart of History en 1769. Fue
página lo que no permite ubicar las referencias a cada afirmación con número de página.
224
É. Souciet, Recueil des dissertations... contre la chronologie de M. Newton... (1726).
225
N. Fréret, Sir Isaac Newton's Chronology…Some Observations…from…Nicolas Fréret (1728);
Défense de la chronologie…contre le système chronologique de M. Newton (1758).
226
A. Bedford, Animadversions upon Sir Isaac Newton's book (1728).
227
A. Reid, An Abstract of Sir Isaac Newton's Chronology of Ancient Kingdoms (1732).
228
S. Squire, “A Defense of the Ancient Greek Chronology”, Two Essays (1741).
229
A. Celsius, Character chronologicus newtonianus (Tesis, Upsaliae: 1743).
230
A. A. Sykes, An Examination of ... Sir Isaac Newton's Chronology (1744).
231
Sir J. Steuart, Apologie du sentiment de Monsieur le chevalier Newton (1757).
232
S. Musgrave, “An Examination of Sir Isaac Newton's Objections to the Chronology of the
Olympiads”, Two Dissertations (1782).
233
Essays on Chronology: Being a Vindication of the System of Sir I. Newton (1827).
234
T. Brett, A General History...Wherein the Sacred and Profane History is Connected, the
Septuagint and Hebrew Chronology (1732).
235
A. Des Vignolles, Chronologie de l'histoire sainte (1738).
236
J. Jackson, Chronological Antiquities (1752).
237
W. L. R. Cates, “Chronology”, Encyclopaedia Britannica, 1911. 30 ene. 2007, <http://www.
1911encyclopedia.org/Chronology>.
238
J. Blair, The Chronology and History of the World (1768).
239
D. Rosenberg, “Joseph Priestley and the Graphic Representation of Modern Time”, Studies in
Eighteenth Century Culture 36/1 (2007): 55-103, 2007, 22 may. 2007, <http://muse.jhu.edu/demo/
71
Durante el siglo XIX los europeos comenzaron a explorar los restos de las
H. Wendt describe las nuevas perspectivas sobre el pasado que emergieron de las
diluvio de Génesis dio forma a la topografía de la tierra y creó las condiciones que
originaron los fósiles. 242 Durante el siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX se
En 1750 el Conde de Buffon publicó su cálculo que la tierra existió durante 75,000
años, y que la vida pudo haber existido durante 40,000 años. 244 Un siglo después, en
1862, William Thomson publicó su cálculo que la tierra tenía entre 20 y 400 millones de
años. 245
Principles of Geology de C. Lyell apareció, en tres tomos, entre 1830 y 1833. Lyell
bíblica, fueron los obstáculos más grandes en el camino de la ciencia geológica. En las
últimas ediciones Lyell promovía las ideas evolucionistas de C. Darwin, quien las aplicó
los estratos de roca, las especies animales y la raza humana requerían mucho más tiempo
que los cálculos de los cronólogos bíblicos contemplaron. Hubo un nuevo interés en la
245
“Age of the Earth: Early Calculations”, Wikipedia, abril 2007, 16 abr. 2007, <http://en.wikipedia.
org/wiki/Age_of_the_Earth#Early_calculations>.
246
Wendt, Before the Deluge: 147-149.
247
W. Hales, A New Analysis of Chronology and Geography, History and Prophecy (1813): II, xii;
IV, 401.
248
Davies, “Decipherment”: 47-56; C. H. Gordon, Forgotten Scripts: The Story of Their
Decipherment (1971): 47-48.
73
Para mediados del siglo XIX hubo un flujo constante de objetos excavados hacia
libro de G. H. Wathen de 1843 250 fue uno de los primeros de un género nuevo de libros
que integraban los hallazgos nuevos con la cronología. Durante la segunda mitad del
siglo XIX, y las primeras décadas del siglo XX, se publicaron varios estudios que
Hooper, 252 R. Lepsius, 253 J. Oppert, 254 G. Seyffarth, 255 H. Brugsch, 256 E. Meyer 257 y E.
Forrer. 258
durante la primera mitad del siglo XIX. La historia de Roma de G. B. Niebuhr fue
traducida a inglés en 1828-1832. Niebuhr demostró que las tradiciones de los primeros
249
C. B. F. Walker, “Decipherment”, Reading the Past: Cuneiform (1987): 48-52; Seton Lloyd,
Foundations in the Dust: The Story of Mesopotamian Exploration (1980): 74-77.
250
G. H. Wathen, Arts, Antiquities, and Chronology of Ancient Egypt: From Observations in 1839
(1843).
251
R. S. Poole, Horae aegyptacae: The Chronology of Ancient Egypt; Discovered from
Astronomical and Hieroglyphic Records upon Its Monuments; Including Many Dates Found in Coeval
Inscriptions from the Period of the Great Pyramid to the Times of the Persians and Illustrations of the
History of the First Nineteen Dynasties, Shewing the Order of their Succession, from the Monuments
(1851).
252
F. J. B. Hooper, Palmoni: An Essay on the Chronographical and Numerical Systems in Use
Among the Ancient Jews; to Which is Added an Appendix, Containing an Examination of the Assyrian,
Egyptian, and Other Ancient Chronographies, etc. (1851).
253
R. Lepsius, Letters from Egypt, Ethiopia, and the Peninsula of Sinai with Extracts from his
Chronology of the Egyptians, with Reference to the Exodus of the Israelites (1853); In Königsbuch der
Alten Ägypter (1858).
254
J. Oppert, Chronologie des assyriens et des babyloniens (1856).
255
G. Seyffarth, Summary of Recent Discoveries in Biblical Chronology, Universal History, and
Biblical Archaeology (1857).
256
H. Brugsch, Materiaux pour servir a la reconstruction du calendrierdes anciens Egyptiens
(1864); A History of Egypt under the Pharaohs Derived Entirely from the Monuments (1881).
257
E. Meyer, Ägyptische Chronologie (1904). Una traducción francesa apareció en 1912.
258
E. Forrer, Zur Chronologie der Neuassyrischen Zeit (1916).
74
siete reyes de Roma fueron mitos y leyendas, y su método crítico pronto fue aplicado a
Se debatieron teorías que describieron los supuestos documentos fuente detrás del
pertenecían al material más antiguo hasta que H. K. Graf, en 1865, propuso asignar
ambas al documento más reciente. 260 El análisis de Graf fue adoptado y elaborado por J.
cronológica del Pentateuco en el siglo V aC. 262 Datos cronológicos de origen tan tardío
antiguas.
generalmente aceptada que el mundo fue creado en 4004 aC, pero que ahora se pensaba
que el mundo tenía millones de años de existencia y que el hombre había existido por
muchísimo más tiempo que los cálculos tradicionales indicaban. Según Cates ningún
historiador serio que trabajaba con pautas científicas modernas podría cometer el error de
suponer que las genealogías de Génesis sirven de base para una cronología adecuada de
la historia del mundo. 263 Las nuevas actitudes se convirtieron pronto en una nueva
259
S. Neill, T. Wright, “Challenge to Orthodoxy”, The Interpretation of the New Testament 1861-
1986 (1988): 1-34.
260
H. K. Graf, Die geschichtlichen Bücher des AT: Zwei historisch-kritische Untersuchungen
(1866).
261
J. Wellhausen, “Die Composition des Hexateuchs und der Historischen Bücher des Alten
Testaments”, en Jahrbuch für Deutsche Theologie. (1876-77); Geschichte Israels (1878); Prolegomena zur
Geschichte Israels (1882). Una traducción inglesa de Prolegomena apareció en 1885.
262
R. K. Harrison, Introduction to the Old Testament (1969): 16-24.
263
Cates, “Chronology”: 307.
75
En 1824 Champollion intentó ordenar los fragmentos de la lista de reyes del papiro
de Torino, y dos años después Seyffarth mejoró sus resultados. La lista provee
dinástico. Champollion luego leyó ocho nombres de las listas dinásticas en las
Sincelo y un esquema propio de nueve dinastías. 266 Poole, en 1851, rechazó el esquema
de Herodoto porque ubicó los reyes que construyeron las pirámides en un período tardío.
Poole los ubicó cerca del inicio de la historia egipcia, y organizó su obra con el esquema
dinástico derivado de Manetón. 267 Las decisiones señalaron el camino para discusiones
Sisac y Shoshenq
264
H. R. Hall, “Chronology”, Encyclopedia Britannica (1942). Hall cita obras de E. Meyer de 1904
y 1907, y una obra de Niklin de 1900.
265
Gardiner, Egypt: 47-48.
266
Hales, “Egyptian Chronology”, New Analysis (1830) 400-455.
267
Poole, Horae Aegyptacae; Gardiner, Egypt: 48.
76
se asignó la fecha de Roboam, calculada por los cronólogos bíblicos, a Shoshenq, cuya
La identidad de Sisac fue discutida desde la antigüedad. Josefo dijo que los hechos
atribuidos por Herodoto a Sesostris fueron los hechos de Sisac, pero que Sisac no fue
Sesostris (Arqueologia: VIII, X, 2-3). Basándose en Manetón, Eusebio calculó que Sisac
fue contemporáneo con Smendes, primer rey de d.XXI. Según Africano y Eusebio,
Sesostris, de d.XII, vivió siglos antes que Sisac. 269 Newton redujo las fechas egipcias
tempranas y, siguiendo a Marsham, concluyó que Sisac sí fue Sesostris. 270 Champollion
rechazó la cronología de Newton, demostró que Sisac fue Shoshenq y creó un nuevo
ciclo de Sothis y el ciclo del fénix. Durante las siguientes décadas el ciclo de Sothis
tiempo requerido para que determinado día del calendario egipcio de 365 días vuelva a
coincidir con su fecha inicial en el año solar de 365.25 días. Dura alrededor de 1,460 años
ya que la diferencia entre un calendario de 365 días y el año solar es, aproximadamente,
un día en cuatro años. Poole opinaba que las referencias a una nueva era en documentos
del tiempo de Seti I, de d.XIX, señalaron el inicio de un ciclo Sothis, y lo conectó con
268
D. Rohl, A Test of Time: The Bible from Myth to History (1995): 120-128.
269
Waddell, Manetho: 67-73, 149, 161; Pearse, Jerome: Chronicle: 120-121.
270
Newton, Chronology: capítulo 1.
271
Poole, Horae Aegypticae: I.
77
dC. 272
egipcios para calcular fechas a base de los siclos Sothis. 273 En 1866 se descubrió la
entre el calendario oficial y el año solar. 274 Meyer publicó su exposición definitiva de la
teoría del ciclo de Sothis en 1904. 275 Combinó la idea del ciclo, el esquema dinástico y la
antiguo. 276 Las fechas ancla fueron calculadas a base de información de Teón, siglo IV
dC, Censorino, siglo II dC, y documentos de d.XVIII y d.XII. 277 La teoría siempre fue
otros. 278 Sin embargo, con el tiempo se estableció como la base de la cronología egipcia
antigua, y las fechas ancla de Meyer siguen vigentes, con ligeras modificaciones.
para nuevos estudios de la cronología asiria. 279 Smith publicó la lista a base de las siete
copias parciales disponibles en 1875. 280 Cada año los asirios nombraron un funcionario,
272
D. Mackey, Sothic Dating Examined: The Sothic Star Theory of the Egyptian Calendar, A
Critical Evaluation (1995).
273
Ibid.
274
S. Birch, “Canopus Decree”, 1876, 14 abr. 2007, <http://nefertiti.iwebland.com/texts/canopus_
decree.htm>.
275
Meyer, Chronologie.
276
Ibid.; Mackey, Sothic Dating.
277
Gardiner, Egypt: 64-66.
278
Mackey, Sothic Dating.
279
Thiele, Mysterious Numbers: 41.
280
G. Smith, The Assyrian Eponym Canon (1875).
78
el limmu, o epónimo, cuyo nombre fue añadido a la lista oficial de epónimos. Lo que se
podría llamar la línea de fecha de los documentos oficiales tenía el nombre del epónimo,
y los documentos de años distintos tenían el nombre del epónimo apropiado allí. La Lista
de epónimos sirve para ordenar en el tiempo los documentos que incluyen un epónimo.
Algunas copias de la lista proveen también el título o puesto del funcionario y una
referencia a algún evento, y el rey fue epónimo durante su segundo año. 281
calculado como 15 de junio de 763 aC y el dato permitió asignar fechas a toda la lista, de
891 a 648 aC. 282 Algunos documentos asirios tienen el epónimo con el año de un rey del
Canon de reyes. Tales documentos permiten coordinar la Lista de epónimos con el canon,
y confirman que el eclipse Bur-Sagale ocurrió en 763 aC. 283 Esta correlación permite
inicio del canon en 747 aC, hasta 891 aC. Posteriormente la cronología fue extendida
mucho más todavía con la ayuda de las listas de los reyes de Asiria, Babilonia y Sumer.
Al inicio del siglo XX la exploración del antiguo Oriente había acumulado muchos
datos nuevos que se ordenaron con las teorías y esquemas cronológicos ya mencionados.
281
Thiele, Mysterious Numbers: 41, 49, 209-215.
282
Ibid., 41-42.
283
Ibid., 45.
79
teorías ya descrito, pero la cronología bíblica había sido descartada. En las siguientes
Estudios de los calendarios antiguos incluyen los J. C. VanderKam, 284 R. T. Beckwith, 285
para el estudio de los calendarios antiguos. 288 Otros estudios pertinentes de los conceptos
Frankfort, 291 D. J. Wilcox, 292 L. Lundmark 293 y D. E. Greenway. 294 Obras antiguas
284
J. C.VanderKam, Calendars in the Dead Sea Scrolls: Measuring Time (1998).
285
R. T. Beckwith, Calendar & Chronology, Jewish and Christian: Biblical, Intertestamental &
Patristic Studies (1996).
286
M. E. Cohen, The Cultic Calendars of the Ancient Near East (1993).
287
S. Powels-Niami, “The Samaritan Calendar and the Roots of Samaritan Chronology”, The
Samaritans (1989): 691-742.
288
Bickerman, Chronology: 13-61.
289
N. Wyatt, Space and Time in the Religious Life of the Near East (2001).
290
G. J. Whitrow, Time in History: Views of Time from Prehistory to the Present Day (1989).
291
H. A. Groenewegen-Frankfort, Arrest and Movement: Space and Time in the Representational
Art of the Ancient Near East (1987).
292
D. J. Wilcox, The Measure of Times Past: Pre-Newtonian Chronologies and the Rhetoric of
Relative Time (1987).
293
L. Lundmark, “The Historian’s Time”, Time & Society 2/1 (1993): 61-74.
294
D. E. Greenway, “Dates in History: Chronology and Memory”, Historical Research 72/178
(junio 1999): 127-139.
80
pertinentes incluyen las de O. Neugebauer, 295 Sir E. J. Forsdyke 296 y M. P. Nilsson. 297
breve y claramente las bases de los consensos cronológicos para Egipto antiguo y
describe los documentos fundamentales. Los documentos incluyen las listas de reyes de
Manetón, la lista de reyes de Torino, las listas de reyes de Abidos y Sakkara, la piedra de
documentos que proveen las fechas Sothis. 299 Gardiner describe estos documentos y
añade una descripción de las teorías usadas para construir la cronología, un ensayo sobre
aspectos técnicos y una tabla extensa que resume los datos cronológicos, dinastía por
dinastía. 300
Gardiner dice que la primera tarea de los sucesores de Champollion fue aclarar el
orden de los reyes antiguos de Egipto, y que sus labores pronto condujeron a la
“resúmenes confusos”. 301 Observa que los egiptólogos no pueden liberarse del esquema
295
O. Neugebauer, The Exact Sciences in Antiquity (1957).
296
Sir E. J. Forsdyke, Greece before Homer: Ancient Chronology and Mythology (1956).
297
M. P. Nilsson, Primitive Time-Reckoning: A Study in the Origins and First Development of the
Art of Counting Time Among the Primitive and Early Culture Peoples (1920).
298
J. O'Connor y E. F. Robertson, “A History of Time: Classical Time”, The MacTutor History of
Mathematics Archive, agosto 2002, 21 feb. 2007, <http://www-history.mcs.st-andrews.ac.uk/history/Hist
Topics/Time_1.html#s63>.
299
Gardiner, Egypt: 46-69.
300
Gardiner, “Regnal Years and Methods of Dating”, “The Kings of Egypt from Manetho, the King-
Lists, and the Monuments”, Egypt: 69-71 y 429-453.
301
Ibid., 46.
302
Ibid., viii.
81
Gardiner advierte de las limitaciones serias que existen para conocer la historia
antigua de Egipto. No se sabe cómo se pronunciaban los nombres de los reyes, salvo en
históricas disponibles son, mayormente, cortas y sumamente escasas. Gardiner dice que
han sobrevivido remanentes minúsculos de lo producido por los egipcios antiguos, y que
y el papiro de Torino. 305 Promueve la teoría de Meyer del ciclo de Sothis sin mayor
modificación, y explica cómo se calculan las fechas ancla de la teoría: Tutmosis III de
d.XVIII reinaba en 1469 aC, el año 9 de Aménofis I de d.XVIII fue 1536 aC y el año 7 de
Senwosre III de d.XII fue 1877 o 1872 aC. Señala el año 1872 aC como la fecha más
temprana relativamente fija para la historia egipcia, y la describe como el único punto
la invasión de Judá de alrededor de 930 aC. Advierte que los contenidos de la inscripción
de Shoshenq no encajan bien con los datos del relato bíblico de Sisac. 307 La exposición
303
Ibid., 53.
304
Ibid., 61.
305
Gardiner, Egypt: 64.
306
Ibid., 64-66, 148.
307
Ibid., 329-330.
82
reyes de Asiria. La lista de reyes se conoce en tres variantes, traducidos por A. Poebel y I.
J. Gelb. 311 La lista de reyes consiste de nombres, con algunos detalles más. En su
segunda parte los nombres están acompañados por un total de años reinados. Los últimos
reinados cubren el período de la Lista de epónimos, lo que permite asignar fechas a los
Oppenheim. 313 Incluyen la Lista de epónimos, la lista de reyes, las inscripciones reales y
recientes de la Lista de reyes de Asiria están disponibles. 314 La Lista de epónimos está
308
K. A. Kitchen, The Third Intermediate Period in Egypt: 1100-650 BC (1995).
309
D. B. Redford, Pharaonic King-Lists, Annals and Day-Books (1986).
310
T. A. H. Wilkinson, State Formation in Egypt: Chronology and Society (1996).
311
Thiele, Mysterious Numbers: 42.
312
J. A. Brinkman, “Mesopotamian Chronology of the Historical Period”, en A. L. Oppenheim
Ancient Mesopotamia: Portrait of a Dead Civilization (1977): 335-348.
313
Oppenheim, Ancient Mesopotamia: 144-153, 163-170.
314
J. B. Pritchard ed., tomo 2, The Ancient Near East: A New Anthology of Texts and Pictures
(1975): 113-118; W. W. Hallo, K. L. Younger Jr., eds., The Context of Scripture, (1997-2002). J. J.
Glassner, Assyrian King List, en J. Lendering, Livius, <http://www.livius.org/k/kinglist/ assyrian.html>,
marzo 2006, 31 dic. 2007.
315
Thiele, “Appendix F: The Assyrian Eponym List”, Mysterious Numbers: 209-215.
83
los reyes de Mesopotamia a partir de Sargón, primer rey de la dinastía de Acad, cuyo
colecciones de augurios del siglo VII aC, diarios astronómicos de 652-47 aC y las
La documentación para el período del Canon de reyes, a partir de 747 aC, es abundante,
pero antes es escasa excepto por períodos cortos aislados. Para estos períodos la
cronología es mucho más precaria. Las tablas de Brinkman 319 y Oates 320 proveen buenos
El sistema vigente
siglo VIII aC y el siglo V dC. Provee un análisis claro y una discusión extendida de los
316
Oppenheim, Ancient Mesopotamia: 335.
317
Ibid., 143-153, 354-367, 394-395.
318
F. R. Stephenson, C. B. F. Walker eds., Halley’s Comet in History (1985): 12-40, 64.
319
Brinkman, “Mesopotamian Chronology”, Oppenheim, Ancient Mesopotamia: 335-348.
320
J. Oates, “Mesopotamian Chronology”, Babylon, (1986 ): 199-202.
321
W. Yuhong, “How Did They Change from Masda Years to Akiti Years from Sulgi 45 to Sulgi 48
in Puzris-Dagan?”, Journal of Ancient Civilizations 15 (2000): 79-92.
322
T. Boiy, “Dating Methods during the Early Hellenistic Period”, Journal of Cuneiform Studies, 52
(2000): 115-121.
84
The Cambridge Ancient History fue una de las principales referencias para
historiadores del mundo antiguo del siglo XX. Sus tres ensayos cronológicos principales
monolíticos. 325 P. J. Rhodes ha evaluado esta obra, y provee reflexiones útiles para su
uso. 326 Las fechas presentadas en la Cambridge Ancient History siguen vigentes hoy, con
pequeños ajustes.
asirios y babilónicos, Cronología hitita, Egipto y Cronología de Israel. Los títulos señalan
las áreas de estudio requeridas para comprender los consensos cronológicos vigentes.
323
Bickerman, Chronology (1980).
324
R. W. Ehrich ed., Chronologies in Old World Archaeology (1992).
325
W. C. Hayes, “Chronology of Egypt to the End of the Twentieth Dynasty”, en Prolegomena and
Prehistory, tomo 1 de The Cambridge Ancient History (CAH) (1970): 173-192; M. B. Rowton, “Ancient
Western Asia”, CAH: 193-238; F. H. Stubbings, “The Aegean Bronze Age”, CAH: 239-247.
326
P. J. Rhodes, “The Cambridge Ancient History”, Craven Seminar on Greek Historiography in
National Context, mayo 1999, 26 ago. 2006, <http://www.dur.ac.uk/Classics/histos/1999/rhodes. html#n1>.
327
J. M. Sasson ed., Civilizations of the Ancient Near East (1995).
328
F. H. Cryer, “Chronology: Issues and Problems” en tomo 2 de Sasson, Civilizations: 651-664.
329
Sasson, Civilizations, tomo 3, “Mathematics, Astronomy and Calendars in Pharaonic Egypt”;
“Astronomy and Calendars in Ancient Mesopotamia”; “Metrology and Mathematics in Ancient
Mesopotamia”; “The Use of Knowledge in Ancient Mesopotamia”; y tomo 4, “The Deeds of Ancient
85
Cryer no trata la cronología de los países mediterráneos, excepto por Egipto e Israel. Los
vigentes hoy sigue siendo el Canon de reyes. Para períodos anteriores a su inicio el
desarrolladas durante el siglo XIX. La cronología de Egipto se presenta dentro del marco
del esquema dinástico, las fechas Sothis y la identificación de Shoshenq con Sisac. La
cronología de Asiria se presenta dentro del marco de las fechas fijadas a través de la Lista
períodos arqueológicos del esquema estratigráfico general, cuyas fechas dependen la las
refinar detalles del esquema descrito en los párrafos anteriores. Entre otros esfuerzos,
Mesopotamian Kings”; “Autobiographies in Ancient Western Asia”; “The Historiography of the Ancient
Near East”.
330
S. W. Manning, The Absolute Chronology of the Aegean Early Bronze Age (1995).
331
O. T. P. K. Dickinson, The Aegean Bronze Age (1994): 9-22.
86
Mesopotamia: la cronología alta o larga, la cronología media y la cronología baja. 333 Las
fechas alternativas son calculadas a base de observaciones del planeta Venus hechas
ultra-baja, sin aportar pruebas definitivas a su favor. 337 Una extensa bibliografía sobre la
332
J. C. Meyer, Pre-Republican Rome: An Analysis of the Cultural and Chronological Relations,
1000-500 B.C. (1983).
333
P. F. K. Åström ed., High, Middle or Low? Acts of an International Colloquium on Absolute
Chronology held at the University of Gothenburg 20th-22nd August 1987 (Tomo I 1987, Tomo II 1989).
334
H. Gasche et al., Dating the Fall of Babylon: A Reappraisal of Second Millennium Chronology,
Mesopotamian History and Environment, Series II, Memoirs IV (1998).
335
J. A. Armstrong, D. A. Warburton eds., “Just in Time”, Proceedings of the International
Colloquium on Ancient Near Eastern Chronology (2nd Millennium BC), Ghent 7-9 July 2000 Acadica
5/119-120 (2000). La conferencia incluyó las siguientes ponencias: G. Beckman, “Hittite Chronology”, D.
Warburton, “Synchronizing the Chronology of Bronze Age Western Asia with Egypt”, W. Van Soldt,
“Syrian Chronology in the Old and Early Middle Babylonian Periods”, G. Colbow, “Middle, Low or Ultra-
Low?”, J. Reade, “Absolute Dates and Assyrian Calendars”, P. J. Huber, “Astronomy and Ancient
Chronology” y V. G. Gurzadyan, “On the Astronomical Records and Babylonian Chronology”.
336
J. D. Weir, The Venus Tablets of Ammizaduga (1972).
337
Gurzadyan, “On the Astronomical Records”: 175-184.
87
(TPI) de los reyes de d.XXI-XXV. Los reyes etíopes de d.XXV fueron contemporáneos
con el período de dominio asirio. Los reinados asirios de este período tienen fechas
seguras y el último rey de d.XXV reinaba cuando los asirios saquearon Tebas en 663 aC.
de dinastías anteriores.
esta edición fue republicada en 1995 con un prefacio extenso que comenta discusiones y
del TPI. 340 Kitchen utiliza el esquema dinástico como marco, y defiende las fechas
reconstrucción cronológica y la utiliza para establecer una fecha absoluta para el inicio de
d.XXII. 342
338
R. H. Van Gent, “Bibliography of Mesopotamian Astronomy and Astrology”, Institute for
History and Foundations of Science, Universidad de Utrecht, Holanda, 28 nov. 2005, 10 ene, 2007, <http://
www.phys.uu.nl/~vgent/babylon/babybibl.htm>.
339
Programa especial de investigación de la Academia de Austria y UNESCO, SCIEM2000, 20 ene.
2007, <http://www.sciem2000.info/Pr05main.html>. Las investigaciones incluyen: “Chronological Data in
Mesopotamia”, “Astrochronology”, “Dendrochronology” y “C14 Dating for Absolute Chronology of
Eastern Mediterranean Cultures in the 2nd Millennium BC”, entre otros.
340
Kitchen, Third Intermediate.
341
Ibid., Prefacio de 1995: xliv-xlv.
342
Ibid., 72-76 y 432-447.
88
básica de d.XXI-XXV, y presentar un bosquejo histórico del período. 343 Sus conclusiones
refuerzan los consensos cronológicos vigentes, pero su obra provee abundante material
que puede ser usado para evaluar su esquema cronológico. La autoridad de Kitchen es
P. James y sus colaboradores propusieron reducir la cronología del TPI por más de
egipcia. 346
Resumen
Durante el primer período considerado aquí, entre el siglo V aC y el siglo III dC, es
posible interconectar las historias de Oriente y Occidente por medio de obras de autores
que escribieron en griego. A partir del tiempo de Alejandro se pueden relacionar los
eventos ocurridos con nuestro calendario de manera poco controversial. La dificultad hoy
a Alejandro.
Herodoto revela que los egipcios del siglo V aC decían que poseían documentos
con listas de sus reyes desde el inicio, y que la sucesión de los sacerdotes fue de igual o
343
Ibid., xi.
344
K. A. Kitchen, “Regnal and Genealogical Data of Ancient Egypt: Absolute Chronology I” The
Synchronization of Civilizations in the Eastern Mediterranean in the Second Millenium BC (2000): 29-52.
345
James, Centuries (1991), y la discusión en Cambridge Archaeological Journal 1 (1991).
89
mayor importancia. Sus informantes entremezclaron leyendas populares con sus reportes
de Egipto antiguo.
sobre los reyes de Mesopotamia desde el principio. Los pocos fragmentos que quedan de
su obra dan la impresión que tuvo una lista completa de sus nombres, cifras para los
reinados y sumas para grupos de reinados. Su marco cronológico tuvo mucho menos peso
los nombres reales en una secuencia de 31 dinastías, con cifras para los reinados y sumas
Eratóstenes fue el bibliotecario en Alejandría hacia el final del siglo III aC.
desde 776 aC. Se considera que el esquema es confiable solamente a partir del siglo V
346
E. Hornung et al., Ancient Egyptian Chronology (2006).
90
naciones antiguas. Explica que el ciclo del calendario en algunos lugares, en épocas
remotas, fue el mes lunar, y no el año solar de doce meses. Otros ciclos de calendario
fueron de cuatro meses. Sugiere que datos calculados a base de tales ciclos fueron
tratados erróneamente por autores posteriores como si fueron ciclos de doce meses,
resultando en edades y reinados exagerados. La explicación podría ser una clave para la
produjeron esquemas divergentes, pero no los conectaron con cronologías más generales.
El esquema de los jubileos, como el de las olimpiadas, calculó períodos largos a base de
registros antiguos. Ordenó los eventos pasados en períodos cíclicos de siete años, de
incluir datos egipcios. Intentó demostrar la antigüedad del pueblo judío con argumentos
cronológicos. Demuestra que otras naciones también conocieron eventos como el diluvio
Moisés en la historia egipcia, pero se equivocó en identificar los hicsos con los israelitas.
cronología bíblica con la de Manetón. Creía que los eventos pasados pueden ordenarse
cronológicamente, que las narraciones del Antiguo Testamento revelan la historia del
pueblo judío y que la cronología bíblica puede ser sincronizada con la de otras naciones.
91
los eventos tratados en las cronologías de las regiones donde ocurrieron, y asigna
sistema de referencia cronológica para el período 747-31 aC. Se han objetado los cálculos
de Ptolomeo por su falta de precisión, pero el canon es correcto al año, y los eclipses de
los cuales sus fechas dependen ocurrieron en el año que Ptolomeo les asignó.
con las olimpiadas y las 31 dinastías egipcias en una cronología universal. Calculó que
Ciro comenzó a reinar en el primer año de la olimpiada Nº55, que la primera olimpiada
fue en el tiempo de Jotam y Acaz, reyes de Judá, y de Petubates, primer rey de d.XXIII, y
que Moisés fue contemporáneo de Amosis, primer rey de d.XVIII, y de Ogygus, primer
rey de Tebas.
Eusebio conoció el trabajo de Africano, pero hizo sus propios cálculos. Su Crónica
eventos notables y una cronología coordinada de las olimpiadas, las dinastías egipcias,
los cónsules romanos y la cronología bíblica desde Abraham. Eusebio consideró que su
Entre los siglos XVI y XVIII hubo un interés renovado en la cronología antigua y
cronología general, volvió a la práctica judía de contar los años desde la creación, y
hablar de años antes y después de Cristo, y se asentaron las bases de la nueva astronomía
sobre las cuales Isaac Newton desarrolló su cronología revisada para las naciones
antiguas.
antiguas con la cronología bíblica. Algunos incluyeron los períodos de opresión dentro de
de las dinastías egipcias. Las fechas del sistema de Ussher establecieron un consenso
general para la cronología bíblica por ser incluidas en el margen de la versión inglesa
autorizada de la Biblia.
antiguas. Estudió las genealogías griegas con un período generacional de 18-20 años,
e identificó Sesostris con Sisac. Prefirió Herodoto a Manetón como fuente de datos
para los períodos más tempranos. Fue controversial, y durante más de un siglo se
que los nuevos conocimientos y perspectivas del siglo XIX impactaron en las discusiones
cronológicas.
Ahora se hablaba de una historia del planeta, y del hombre, mucho más larga que
los cinco a siete milenios contemplados antes, fueron introducidos nuevos métodos
leyeron, por primera vez en milenios, los documentos cronológicos de los antiguos
egipcios y asirios. Un efecto de estas innovaciones fue que la cronología bíblica dejó de
antigüedad.
Otro efecto del nuevo clima intelectual fue la producción de nuevas teorías
Seyffarth, Poole y otros volvieron el esquema dinástico a su estatus antiguo como base de
la cronología egipcia, Champollion identificó Shoshenq, primer rey de d.XXII, con Sisac,
creando una nueva fecha ancla y se establecieron otras fechas ancla más por medio de la
94
teoría del ciclo de Sothis. A base de la Lista de epónimos se estableció un nuevo sistema
cronológica hacia el pasado y a otras regiones, pero las cronologías de Asiria y Egipto
elaboradas en el siglo XIX, con el Canon de reyes, siguen siendo la columna vertebral del
sistema.
CAPÍTULO 3
LA ARQUEOLOGÍA Y EL SISTEMA
DE REFERENCIA CRONOLÓGICA
Introducción
una minoría pequeña, hay consenso general que los descubrimientos arqueológicos
examinan las técnicas de excavación para aclarar la relación entre las excavaciones y
El aporte de la arqueología
Oriente en las primeras décadas del siglo XIX. Para el final del siglo estaba
La exploración de Egipto
estudiosos para investigar los monumentos. Los frutos de esta iniciativa incluyen el
excavaciones, descritas por Gardiner como poco más que saqueos, para abastecer las
1
D. Wilson, Science and Archaeology (1975): 1-26 provee un repaso de la historia de la
arqueología desde una perspectiva científica.
2
J. Ruffle: Heritage of the Pharaohs: An Introduction to Egyptian Archaeology (1977): 8.
3
Ibid., y Sir A. Gardiner, Egypt of the Pharaohs (1961): 15.
4
Gardiner, Egypt: 15.
5
Ibid.
6
R. Moorey, A Century of Biblical Archaeology (1991): 41-42; Ruffle, Heritage: 9-10.
97
Los egipcios escribieron el nombre del rey de turno en algunas de sus inscripciones y
documentos, muchas veces con el año del reinado. Prepararon de vez en cuando listas
La evidencia es demasiado escasa para poder afirmar con seguridad que los
tampoco proveen evidencia del uso de eras más largas que el reinado de turno. 8 El
cronólogo tiene que depender de listas incompletas de reyes que no fueron diseñadas
basado en variaciones a través del tiempo de las características de los objetos en los
temporales, pero no permite saber cuánto tiempo pasó entre eventos, y tampoco
reyes, las inscripciones reales, los fragmentos de Manetón y teorías como la del ciclo
7
Ruffle, Heritage: 13-15.
98
dinástico.
La exploración de Mesopotamia
Mines de l’orient en 1812, con las memorias de 1815 y 1818, como el inicio del
Los eventos de esta historia de más importancia para el estudio del sistema de
Babilonia y Sumer.
Los resultados de tales estudios son resumidos en obras generales como las de J.
8
Ibid.
9
Ibid.
10
G. Roux, Ancient Iraq (1980): 34-48.
11
S. Lloyd, “These Came East”, en Foundations in the Dust: The Story of Mesopotamian
Exploration, (1980): 7-21; C. J. Rich, Memoir on the Ruins of Babylon (1815) y Second Memoir on
Babylon (1818); M. M. Rich, Narrative of a Journey to the Site of Babylon in 1811 (1839).
99
Hay consenso general que la fecha segura más antigua para Mesopotamia es el inicio
del reinado de Sargón de Acad. 14 Para períodos anteriores a Sargón el documento más
períodos anteriores al inicio del Canon de reyes en 747 aC. Oppenheim se refiere a
documentos antiguos que ordenan eventos que se han observado en una secuencia
en Babilonia. La situación contrasta con la de Egipto donde tal material está ausente
crónicas babilónicas tardías contienen breves historias del mundo que mencionan en
contribuyen a la historia de los reyes más famosos pero no ayudan mucho con la
Las listas babilónicas de nombres de año son más útiles para este propósito y se
conocen alrededor de mil nombres de año distintos entre Sargón y la Época Oscura.
Listas incompletas de epónimos asirios cubren casi todo el período de la lista de reyes
12
Lloyd, Foundations: 87-129 y 137-138; J. D. Davis, “Assyria”, A Dictionary of the Bible
(1911): 62-63; M. T. Larsen, The Conquest of Assyria: Excavations in an Antique Land 1840-1860
(1996).
13
J. Mellaart, The Neolithic of the Near East (1975); A. L. Perkins, The Comparative
Archaeology of Early Mesopotamia (1949); R. Whitehouse, The First Cities (1977); S. Lloyd, The
Archaeology of Mesopotamia: From the Old Stone Age to the Persian Conquest (1978).
14
J. A. Brinkman, “Mesopotamian Chronology of the Historical Period”, en A. L. Oppenheim,
Ancient Mesopotamia: Portrait of a Dead Civilization (1977): 335-348.
15
T. Jacobsen, The Sumerian King List (1939).
16
Oppenheim, “Historical Sources or Literature”, Ancient Mesopotamia: 144-146.
17
Ibid.
100
asirios pero no pueden conectarse con total seguridad con la cronología asiria del
primer milenio. El conjunto de listas demuestra que sus autores entendían la historia
como un proceso, pero las listas son demasiado fragmentarias para construir un
encontraron en lugares donde su lectura era difícil o aún imposible. Muchas de las
inscripciones reales indican que fueron hechas para los ojos de un futuro rey que
reconstruiría el edificio, o para los ojos de los dioses. Sería precario fundamentar un
consenso para poder usar las cronologías arqueológicas relativas en forma productiva.
De las tres alternativas comúnmente discutidas, la alta, la media y la baja, Von Soden
relacionar mejor las cronologías relativas de las secuencias estratigráficas con las
18
Ibid.; W. Von Soden, The Ancient Orient: An Introduction to the Study of the Ancient Near
East (1994): 42-45; La fuente básica para las listas de nombres de año es A. Ungnad, “Datenlisten”, en
E. Ebeling y B. Meissner eds., Reallexikon der Assyriologie, Tomo 2 (1938): 131-194.
19
Oppenheim, “Historical Sources”.
20
Von Soden, The Ancient Orient: 44-45.
101
cronólogo que no las comprende, con el resultado que sus cálculos tendrían errores
grandes.
Dessel. 22
excavaba las ruinas de Troya, y reveló los restos acumulados de una serie de ciudades.
Los muros de barro de cada ciudad se habían deteriorado o fueron destruidos, y luego
las ruinas fueron niveladas para formar la base de una nueva ciudad. Las zanjas
21
Ibid.
22
W. F. Albright, The Archaeology of Palestine: A Survey of the Ancient Peoples and Cultures
of the Holy Land (1949): 21-48; C. M. Pfeiffer, Diccionario Bíblico Arqueológico (1982): 69-71; R.
Moorey, A Century of Biblical Archaeology (1991); A. Mazar, Archaeology of the Land of the Bible:
10,000-586 BCE (1990): 10-21; O. Bar-Yosef y A. Mazar, “Israeli Archaeology”, en World
Archaeology 13 (1982): 310-25; E. Stern, “The Bible and Israeli Archaeology”, en Archaeology and
Biblical Interpretation: Essays in Memory of D. Glenn Rose, L. G. Perdue et al. eds., (1987): 31-40; A.
E. Killebrew, “Between Heaven and Earth: Educational Perspectives on the Archaeology and Material
Culture of the Bible”, en M. C. Moreland ed., Between Text and Artifact: Integrating Archaeology in
Biblical Studies Teaching (2003): 11-30; J. P. Dessel, “In Search of the Good Book: A Critical Survey
of Handbooks on Biblical Archaeology”, en Moreland, Between Text and Artifact: 67-98.
23
Moorey, Century: 26.
102
excavó Petrie reconoció fragmentos de cerámica similares a los que había visto en
Egipto. Allí estuvieron asociados con inscripciones, y Petrie pudo asignar las fechas
arqueología de Palestina. 26
Los fragmentos de cerámica abundan en los tel de Palestina, y los textos son
muy escasos, con la consecuencia que las secuencias estratigráficas tienen un rol
espacio a ellas. 28
24
Tell el-Hesi. Tales nombres se escriben como tell en árabe y tel en hebreo.
25
Moorey, Century: 27-28.
26
Ibid., 29.
27
Ibid.
28
Por ejemplo, Lloyd, Archaeology; J. Mellaart, The Archaeology of Ancient Turkey (1978).
29
Moorey, Century: 29-35.
103
las distintas fases de acuerdo a sus conexiones con el esquema dinástico egipcio. 30
La tercera fase retuvo las divisiones del sistema étnico, pero adoptó la
de muestras de radiocarbono.
Hoy los esfuerzos extranjeros van menguando, hay cuatro escuelas universitarias de
La literatura arqueológica
Oriente ha crecido grandemente, y hoy existe una literatura extensa y variada cuyas
30
Moorey, Century: 75; Albright, Archaeology: 111-112; N. A. Silberman, “Visions of the
Future: Albright in Jerusalem, 1919-1929”, Biblical Archaeologist 56/1 (marzo 1993): 12.
31
Moorey, Century: 75.
104
realidad son el catálogo del editorial Eisenbrauns con sus más de 2,500 títulos, 32 y la
instituciones. 33 Hoy, nadie puede dominar todos los datos cronológicos que los
fechas utilizan, y tienen que apelar, como todos los demás interesados, a los sistemas
algunas zonas hay abundancia de datos, mientras para otras los datos son escasos o
algunas áreas de estudio son bien fundamentados, y para otras no tanto. El usuario de
diseñadas y emplean técnicas de alta precisión. Sin embargo, gran parte de los datos
desiguales, algunos de los cuales tienen buen sustento técnico, y otros no.
32
Ancient Near Eastern Studies Resource Catalog 2005, 30 jun. 2007, <https://www.eisen
brauns.com/assets/catalogs/Eisenbrauns_ANE_2005.pdf>.
33
El portal ABZU está en línea desde 1994, 30 jun. 2007, <http://www.etana.org/ abzu/>.
105
con conocimientos privilegiados mantiene discusiones entre sí que nadie más puede
evaluar.
antiguos y eventos.
trabajó H. Rassam en Iraq con grupos dispersos por todo el país de manera que era
tablillas cuneiformes de las bibliotecas asirias a través de túneles oscuros, sin tomar la
de los archivos de Ebla entre 1973 y 1976. Aquí se registró el lugar de procedencia de
34
Lloyd, Foundations: 135.
106
Los pasos hacia el estudio científico de los contextos de hallazgo requieren más
describió características de los tel que complican la tarea del excavador, y comenta
que algunos tel son muy grandes, como Ashdod, que cubre más de 36 hectáreas, y
Jericó, que es menos extenso, pero tiene restos acumulados de más de veinte metros
de profundidad. 38
observa que la excavación típica estudia de uno a diez por ciento del material
35
P. Matthiae, Ebla: An Empire Rediscovered (1980).
36
Moorey, Century: 27-29, 60-62.
37
Albright, Archaeology: 7-22.
38
K. A. Kitchen, The Bible in Its World: Archaeology and the Bible Today (1977): 9-18.
107
nueve por ciento del material disponible. 39 Si no se ubican bien las zanjas, de acuerdo
Mazar señala otras complicaciones más. Los restos originales pueden haber sido
en una parte del tel pueden haberse usado durante mucho más tiempo que los de zonas
un tiempo. Si el arqueólogo no detecta los episodios de este tipo en el tel que excava,
zonas amplias, y su estratigrafía se describía con relación a los muros, pisos y otros
La segunda etapa fue la del método de zanjas profundas de área mucho menos
se dejaron muros de tierra sin excavar entre las zanjas. En este tipo de excavación se
39
Ibid.
40
Ibid.; J. A. Blakely, F. L. Horton Jr., “On Site Identifications Old and New: The Example of
Tell el-Hesi”, Near Eastern Archaeology 64/1 (marzo 2001): 24-36.
41
Mazar, Archaeology: 21.
108
describe con referencia a estas capas. La tercera etapa se caracteriza por el método
estratigráficas profundas. 42
cultura material ocurridos en el lugar. Según Mazar, las cerámicas son la mejor
42
Ibid., 21-26.
109
de su excavación de Tell Beit Mirsim fue publicado en cuatro partes entre 1932-43, y
historia bíblica de Moisés a Samuel con su nueva cronología general. Fijó las fechas
dentro de una década, incluyendo la fecha del Éxodo, 1260 aC, y la fecha de Débora,
1180 aC. 46
43
Ibid., 25-26.
44
Ibid., 26-27.
45
Albright, Archaeology: 1-6 y carátula; J. M. Sasson, “Albright as an Orientalist”, Biblical
Archaeologist (BA) 56/1 (marzo 1993): 3-7; N. A. Silberman, “Visions of the Future: Albright in
Jerusalem, 1919-1929”, BA 56/1 (marzo 1993): 8-16; B. O. Long, “Mythical Trope in the
Autobiography of William Foxwell Albright”, BA 56/1 (marzo 1993): 36-45.
46
Long, Mythical Trope: 37.
110
que sus juicios cronológicos podrían ser verificados por cualquier visitante inteligente
II, siglos XXIX-XXVI aC, fue contemporáneo con la última parte de dinastía I y que
el Bronce Inferior III, siglos XXVI-XXIII aC, fue contemporáneo con d.III-VI. Usaba
una cronología egipcia mínima, y estaba convencido que las fechas de consenso para
Bronce Superior IA. Las fechas se derivaron de la cronología egipcia, y Albright creía
47
Albright, Archaeology: 23-48 y especialmente las explicaciones de pág. 35.
48
Silberman, Albright: 11.
49
Albright, Archaeology: 39.
50
Ibid.,70-71.
51
Ibid., 83-84.
52
Ibid., 99.
111
Edad de Hierro, y afirmó que los datos arqueológicos de Palestina no fueron útiles
correlaciones directas con la cronología egipcia, pero las fechas egipcias asignadas al
Bronce Superior lo ubican después de 1200 aC. El Hierro I, siglos XII-X aC,
corresponde a la época de los jueces y la monarquía unida. El Hierro II, siglos IX-VII
y el inicio del siglo VI aC, corresponde a la monarquía dividida. El Hierro III, 550-
los grupos cerámicos y las dinastías egipcias. La cronología cerámica para la Edad de
Hierro tuvo que ordenar los grupos cerámicos en el intervalo 1200-330 aC sin
proveía fechas para los objetos excavados. La historia bíblica describía los eventos
armonizó los dos grupos de datos a través de su sistema cronológico para explicar los
hallazgos.
53
Albright, Archaeology: 111.
112
afirmación sencilla implica suponer (i) que los excavadores eran competentes y sus
reportes eran confiables, (ii) que el análisis que subdividió los estratos IV y V de los
excavadores en los nuevos estratos VB, VA, IVB y IVA, era válido, (iii) que las
También implica suponer (v) que la fecha calculada para Salomón es correcta,
(vi) que la fecha asignada a las cerámicas de Meguido IVB es correcta y (vii) que el
Después de adoptar todas estas suposiciones, y tal vez otras más, recién se puede
proceder a relacionar los edificios de Meguido IVB con Salomón. Las posturas de
carrera de Albright, y el editor comentó que no podía pensar en otro orientalista tan
54
Ibid., 111-112.
55
Ibid., 123-128.
56
D. C. Hopkins, “From the Editor”, Biblical Archaeologist 56/1 (marzo 1993).
57
W. G. Dever, “What Remains of the House That Albright Built?”, Biblical Archaeologist 56/1
(marzo 1993): 32.
113
Silberman por ser una de las más leídas, y la de V. H. Matthews porque es un libro de
Los libros más recientes inician el Bronce Inferior más temprano que los libros
períodos anteriores. Las variaciones en la fecha del final del Bronce Inferior y el
inicio del Bronce Intermedio se deben, en gran parte, a que algunos autores tratan por
de Pfeiffer para el final del Bronce Intermedio y el inicio del Bronce Superior que
58
Albright, Archaeology: 70-71, 84, 99, 112; Pfeiffer, Diccionario: 68; M. Avi-Yonah ed.,
Encyclopedia of Archaeological Excavations in the Holy Land, tomo 1, (1975): 340; Mazar,
Archaeology: 30; I. Finkelstein, N. A Silberman, The Bible Unearthed: Archaeology’s New Vision of
Ancient Israel and the Origin of Its Sacred Texts (2002): 20; V. H. Matthews, A Brief History of
Ancient Israel (2002): 30.
114
historia de Israel fue dominado por la visión de Albright. Para Sasson, esta visión se
creía que la versión bíblica de la historia fue fiel a lo ocurrido. Las escrituras estaban
que fue descubrir y proclamar la lógica del monoteísmo. Según Sasson, la perspectiva
Albright su History of Israel en 1959. Para el año 2000 esta obra circulaba en alemán,
zionista de M. Avi-Yonah. 62
la lectura de una historia de Israel no debe sustituir la lectura bíblica sino ayudar en su
59
Dever, “What Remains?”.
60
Sasson, “Albright”: 3-7.
61
J. Bright, A History of Israel (1959); R. Clarey, “Reseña de John Bright: La Historia de
Israel”, 2003, 28 ene. 2008, <http://www.foroexegesis.com.ar/Recensiones/ historia_israel.htm>.
62
N. K. Gottwald, “John Bright's New Revision of A History of Israel”, Biblical Archaeology
Review 8/4 (1982): 56-61 evalua la tercera edición; B. O. Long, “Picturing Biblical Pasts”, noviembre
2003, 13 ene. 2007, <http://www.case.edu/affil/GAIR/papers/2003papers/long03.pdf>; M. Avi-Yonah
ed., A History of Israel and the Holy Land (1969).
63
Bright, History: 15-19.
115
Eusebio. 65
otros son fechas y uno es el nombre de un período arqueológico. Los tres tipos de
nomenclatura coexisten sin confusión ya que los períodos bíblicos tienen fechas fijas
y una equivalencia fija con los períodos arqueológicos. No hay duda que el libro de
establecido por Albright. Lo mismo se puede decir de otras historias de Israel más
Este autor parte de la premisa que las narraciones bíblicas reflejan de alguna
manera una historia que se puede reconstruir, adopta algunas perspectivas escépticas
64
Ibid., Plate I-XVI. Los mapas fueron editados por G. E. Wright y F. Filson.
65
Ibid., 15-19 y.
66
J. H. Hayes y J. M. Miller eds., Israelite and Judaean History (1977); J. M. Miller y J. H.
Hayes, A History of Ancient Israel and Judah (1986); J. A. Soggin, A History of Ancient Israel (1984).
G. Ahlström, The History of Ancient Palestine (1993); B. S. J. Isserlin, The Israelites (1998); H.
Shanks ed., Ancient Israel: A Short History from Abraham to the Roman Destruction of the Temple
(1999); M. D. Coogan ed., The Oxford History of the Biblical World (2001).
116
dedica siete páginas a ayudas para la cronología y reconstrucción histórica del período
La obra reciente de M. Liverani Israel's History and the History of Israel parte
de la crítica textual, la crítica literaria, los datos arqueológicos y los datos epigráficos.
que retornaron del exilio. Para Liverani cualquier cronología para la historia real de
Israel tiene que partir de las excavaciones, y no del texto bíblico y el marco
tres libros que formaron lo que llama el canon antiguo. El texto básico fue la edición
revisada de The Archaeology of Palestine de Albright, de 1954. Los otros dos libros
de este canon antiguo son Archaeology in the Holy Land de K. M. Kenyon, de 1960, y
publicados entre 1990 y 1995. 71 Añade a este canon nuevo obras de referencia
in the Holy Land, The Oxford Encyclopedia of Archaeology in the Near East y
67
Matthews, Brief History: xi-xiii, 23-30; D. W. Rooke, “Review of V. H. Matthews, “A Brief
History of Ancient Israel””, Journal of Hebrew Scriptures 4 (2002-2003), 12 ene. 2007, <http://
www.arts.ualberta.ca/JHS/reviews/review089.htm>.
68
M. Liverani, Israel's History and the History of Israel (2005).
69
J. P. Dessel, “In Search of the Good Book: A Critical Survey of Handbooks on Biblical
Archaeology”, en M. C. Moreland ed., Between Text and Artifact:Integrating Archaeology in Biblical
Studies Teaching (2003): 11-30.
70
Albright, Archaeology; K. M. Kenyon, Archaeology in the Holy Land (1960); Y. Aharoni,
The Archaeology of the Land of Israel: From the Prehistoric Beginnings to the First Temple Period
(1982).
117
menos voluminosos. 73
marco cronológico que Albright defendía, y se puede concluir que los libros de
implica que todos estén cómodos con la situación. En una presentación reciente de la
constante de poder medir los intervalos entre eventos de manera independiente de los
testimonios históricos escritos. El repaso histórico ha enfocado tres teorías de este tipo
Canon de reyes de Ptolomeo relaciona las fechas de los reinados con los datos de
71
Mazar, Archaeology; A. Ben-Tor ed., The Archaeology of Ancient Israel, (1992). T. E. Levy,
The Archaeology of Society in the Holy Land (1995).
72
E. Stern ed., The New Encyclopedia of Archaeological Excavations in the Holy Land (1993);
J. M. Sasson ed., Civilizations of the Ancient Near East (1995); E. Meyers ed., Oxford Encyclopedia of
Archaeology in the Near East (1997).
73
W. Rast, Through the Ages in Palestinian Archaeology: An Introductory Handbook (1992);
V. Fritz, An Introduction to Biblical Archaeology (1994); J. Laughlin, Archaeology and the Bible
(2000); A. Hoerth, Archaeology and the Old Testament (1998); H. O. Thompson, Biblical
Archaeology: The World, the Mediterranean, the Bible (1987); J. Currid, Doing Archaeology in the
Land of the Bible (1999).
74
W. G. Dever, “Biblical and Syro-Palestinian Archaeology: A State-of-the-Art Assessment at
the Turn of the Millenium”, Currents in Research: Biblical Studies 8 (2000): 91-116.
118
de un siglo de debate, pero preparó el camino para la aceptación de una tercera teoría
astronómica, la del ciclo de Sothis. Esta teoría fue promovida por Poole y otros
durante la segunda mitad del siglo XIX, y recibió su exposición definitiva de Meyer
por otros.
provee una explicación de muchas de ellas. 75 Obras más recientes en este campo
Newton y Meyer. Se intenta conectar los eventos del pasado directamente con
procesos físicos, químicos y orgánicos cuyos cambios a través del tiempo se pueden
premio Nobel de química en 1960.78 El método ha sido analizado por muchos autores,
75
M. J. Aitken, “Generalities”, Science-Based Dating in Archaeology (1990): 1-6.
76
G. Lucas, The Archaeology of Time (2005); T. Higham, C. B. Ramsey y C. Owen eds.,
Radiocarbon and Archaeology: Proceedings of the 4th Symposium, Oxford 2000. Oxford University
School of Archaeology Monograph 62 (2004).
77
Aitken, Dating: 1-6.
78
W. F. Libby, Radiocarbon Dating (1955).
119
carbono, es asimilado por las plantas y pasa a la cadena de alimentación de todos los
79
Wilson, Science: 67-123 recuenta la historia y provee explicaciones sencillas para el lector
general. Aitken, Dating: 56-119 es un tratamiento técnico detallado que explica la teoría y provee
ecuaciones etc., y una bibliografía amplia hasta 1990.
80
A. J. T. Jull ed., Radiocarbon: An International Journal of Cosmogenic Isotope Research, 24
may. 2008, <http://www.radiocarbon.org/>. Información básica se encuentra en artículos de
enciclopedia como “Datación por radiocarbono”, en Wikipedia, diciembre 2007, 22 ene. 2008,
<http://es.wikipedia.org/wiki/Dataci%C3%B3n_por_radiocarbono>. Al otro lado del espectro hay
recursos de referencia para profesionales como la página de R. G. Fairbanks, Radiocarbon Calibration,
2005, 22 ene. 2008, <http://radiocarbon.ldeo.columbia.edu/research/radiocarbon.htm>.
81
Resumen de Wilson, Science: 67-123 y Aitken, Dating: 56-119.
82
Ibid.
120
través del tiempo, (ii) cada ser vivo siempre tiene en su cuerpo esta misma proporción
entre las dos formas de carbono cambia solamente a través de la desintegración del
para eliminar los errores causados por mediciones deficientes, interferencia con las
A pesar de los avances el método tiene algunos problemas. Entre ellos está el
iguales. Este postulado parece imposible de comprobar, y obliga a calificar las fechas
Aitken observa que las técnicas de medición proveen fechas imprecisas que
requieren ser calibradas por la dendrocronología. 85 Durante los últimos años se han
mil años. Limitaciones prácticas restringen las mediciones a materiales orgánicos más
recientes que sesenta mil años, pero la capacidad del método de asignar fechas a
tecnología de medición. 86
83
Ibid.
84
Wilson, Science and Archaeology: 78.
85
Aitken, Dating: 2.
86
Fairbanks, Calibration.
121
que los consensos cronológicos vigentes proveen fechas más precisas. Von Soden, por
ejemplo, observa que los resultados varían demasiado para proveer fechas confiables
para períodos más recientes que 3000 aC. Mazar coincide con esta opinión, y la
radiocarbono para apoyar su cronología baja para la fase arqueológica Hierro IIA. 88
métodos estadísticos de alta precisión para desafiar las conclusiones de Bruins, Van
identificación de Sisac son cuestiones muy discutidas que se consideran más adelante.
Aquí se comenta solamente la manera en que algunos participantes en este debate han
87
Von Soden, Ancient Orient: 45. Mazar, Archaeology: 28-29. Matthews, Brief History: 167-
171. Un estudio reciente, M. G. Hasel, “Recent Developments in Near Eastern Chronology and
Radiocarbon Dating” Origins 56 (2004): 6-31, enfatiza la falta de coherencia entre fechas de
radiocarbono y las cronologías de Mesopotamia y Egipto. Provee una bibliografía de más de 230 libros
y artículos en apoyo de sus argumentos.
88
H. J. Bruins, J. van der Plicht y A. Mazar, “14C Dates from Tel Rehov: Iron-Age Chronology,
Pharaohs, and Hebrew Kings”, Science 300 (abril 2003): 315-318; I. Finkelstein, E. Piasetzky,
“Comment on “14C Dates from Tel Rehov: Iron-Age Chronology, Pharaohs, and Hebrew Kings””,
Science 302 (octubre 2003): 568; I. Finkelstein, E. Piasetzky, “Recent Radiocarbon Results and King
Solomon”, Antiquity 77/298 (diciembre 2003): 771-779; I. Finkelstein, E. Piasetzky, “The Iron I-IIA in
the Highlands and Beyond: 14C Anchors, Pottery Phases and the Shoshenq I Campaign”, Levant 38
(2006): 45-61.
89
Finkelstein y Piasetzky, “The Iron I-IIA”, Levant: 45-61.
122
rangos de fechas para la destrucción de los siguientes estratos: Silo V, entre 1050 y
1000 aC; Meguido VIA, entre 1015 y 920 aC, y Rehov V, entre 920 y 880 aC.
Finkelstein y Piasetzky concluyen que el escenario más probable es que Silo V fue
destruido cerca de 50 años antes de Meguido VIA, que fue destruido cerca de un siglo
los rangos de fechas como la fecha más probable. Este procedimiento es dudoso
porque el punto medio de un rango de fechas de este tipo no es más probable que otro
punto del rango. La fecha representada por el rango puede ser cualquier punto del
rango. Los rangos de fecha para Silo V y Meguido VIA se traslapan, pero no es
legítimo deducir que uno fue antes que el otro. Pueden haber sido contemporáneos, y
no es imposible que Meguido VIA haya sido antes que Silo V. De igual manera los
rangos para Meguido VIA y Rehov V se traslapan, y no es legítimo deducir que hubo
un siglo entre ellos. Es necesario también recordar que los rangos de fechas sugeridas
Piasetzky de Silo, Meguido y Rehov permiten ordenar los tres estratos en una
secuencia temporal, y que esta secuencia duró un siglo y medio, es una ilusión. Su
90
Ibid., Tabla 3 y comentario en las págs. 48-49.
123
pero Meguido VIA pudo ser contemporáneo con cualquiera de los dos, o aún antes
Durante los últimos años se han iniciado proyectos de radiocarbono para aclarar
reciente reporta discrepancias de entre uno y cinco siglos entre las fechas de
corresponde con d.I-VI. 93 Otro informe que enfoca las fechas de la Edad de Hierro
dice que los resultados de una primera fase de investigaciones favorecen la cronología
cronológicos vigentes.
91
Ibid., 49-58.
92
Ibid.
93
H. J. Bruins, J. Van Der Plicht, “Radiocarbon Challenges Archaeo-Historical Time
Frameworks In The Near East: The Early Bronze Age Of Jericho In Relation To Egypt”, Radiocarbon
43/3 (diciembre 2001): 1321-1332.
124
es ordenar todos los loci excavados en una secuencia estratigráfica. Una segunda meta
es describir con precisión cada locus y todos los artefactos recuperados. Una tercera
meta es mantener un registro sistemático lo más completo posible para proveer una
Durante el segundo período el locus se definía con referencia a las capas de material
Un locus podría ser una capa distintiva de materiales, o parte de un edificio antiguo.
excavador debe definir sus loci con la idea de ordenarlos en una secuencia temporal
proveen todo lo necesario para elaborar una cronología. Para poder asignar fechas a
94
I. Sharon, A, Gilboa, A. J. T. Jull y E. Boaretto, “Report on the First Stage of the Iron Age
Dating Project in Israel: Supporting a Low Chronology”, Radiocarbon 49/1 (marzo 2007): 1-46.
95
Mazar, Archaeology: 21-31.
96
Ibid.
125
tiempo entre ellos. Tal método le permite crear una cronología relativa, y si puede
asignarle fecha.
familia que construyó su casa en el campo, que vivió en ella por un tiempo y que
único testimonio que este episodio ocurrió podría ser los restos de la casa.
acumulada sobre las ruinas. Debajo de esta tierra podría encontrar un estrato de
materiales colapsados cuando la casa cayó, y lo describiría locus por locus. Debajo
del material colapsado podría encontrar otro estrato de materiales del tiempo de
ocupación de la casa. Este material podría tener varias fases y lo describiría también
haber encontrado también fragmentos de pared y cimientos. Este tipo de locus podría
encontrar también las zanjas cavadas para los cimientos y el material de relleno usado
construyó la casa.
excavado túneles o zanjas allí antes. Al terminar su zanja podría ordenar los loci
I El período pos-colapso
126
II El período de colapso
V El período pre-construcción
análisis de la cultura material y sus cambios durante el tiempo que duró la casa. Lo
haría usando las cerámicas, otros artefactos, los estilos de construcción y decoración y
las evidencias del estilo de vida de la familia. Haría su informe final a base del
esquema.
secuencia estratigráfica tiene que preverse en el diseño del proyecto de excavación (ii)
lugar exacto de procedencia de todos los loci y los artefactos (v) la elaboración de una
puede requerir la excavación de docenas de zanjas y tal vez cientos, o aún miles, de
loci; para cada zanja se tiene que registrar las descripciones de los loci excavados y
necesidad de elaborar una secuencia estratigráfica general que combina las secuencias
elaboradas para cada zanja en una sola secuencia estratigráfica general; esta secuencia
general forma la columna vertebral del informe final (viii) la secuencia estratigráfica
lugar excavado (ix) el registro de los loci excavados, con los artefactos recuperados de
completo posible (x) la secuencia estratigráfica, los loci y los artefactos recuperados
fechas a la secuencia, se tiene que apelar a alguna teoría que permite la medición de
los intervalos que se quieren conocer (xi) el método principal usado para asignar
necesario enfatizar que el informe estratigráfico debe ser la base para la asignación de
muchos detalles que los excavadores tienen que tomar en cuenta pero puede servir
excavadores: (i) favorecer una fuente sobre otra, ignorando la regla de dar mayor peso
antiguos con restos excavados sin suficiente evidencia, (iii) atribuir a las fechas
128
asignadas un nivel más alto de significado que lo justificado por la evidencia y (iv)
de fechas generales. 97
excavador ya que los loci, los estratos, la secuencia estratigráfica para una zanja y la
su excavación con la cronología. Para elaborar una cronología para sus estratos el
excavador tiene que medir el tiempo transcurrido entre ellos, y comparar su secuencia
El primer problema de Bartlett con este intento es que revela un concepto simplista de
la ‘historia’ que escribieron los autores bíblicos. Su segundo problema es que Albright
97
F. H. Cryer, “Kronologi som historiografisk problem”, Bibel og historieskrivning (1999): 29-
42.
129
diferencia entre los datos que producen los arqueólogos y los datos que extraen los
historia bíblica porque estuvo en diálogo constante con las escuelas críticas y
desarrolló teorías históricas propias. Bartlett no explica qué quiere decir aquí con
que Albright falló en esta área. El tercer problema de Bartlett puede ser real también.
Hay numerosas diferencias entre los datos de excavación y los datos de estudio de
permitirían validar lo que dice el autor bíblico al respecto, ya que el autor bíblico
aporta información, opiniones y reflexión sobre los eventos que los datos
explicaciones son también posibles. Tal vez la interpretación dada al texto sea
inadecuada, o se haya errado en asociar los datos con el texto. La compatibilidad entre
texto con los datos, pero no puede validar ni contradecir afirmaciones del texto que
98
J. R. Bartlett, “What Has Archaeology to Do with the Bible - or Vice Versa”, Archaeology
130
repetirse. El texto que nos informa de ellos fue escrito por un autor que pudo estar
estudio de los eventos, los artefactos y el texto son actividades de naturaleza distinta.
historiador piensa que tanto los textos como los datos arqueológicos se refieren a los
Bartlett dice que tanto la información textual como los datos arqueológicos
material excavado se inicia mucho antes que el lector interesado lee el reporte de una
resultado del trabajo de ordenar los loci en estratos, y elaborar una secuencia
estratigráfica para relacionar sus zanjas entre sí. Los datos arqueológicos ya vienen
interpretados en el reporte.
con tres concepciones elaboradas por el excavador: (i) su concepción de locus, (ii) su
and Biblical Interpretation (1997): 1-19. Los siguientes párrafos se refieren a la misma fuente.
131
arqueológico también relaciona los materiales excavados con tres concepciones más,
fechas.
Las discusiones de las excavaciones deben tomar en cuenta que los datos
también que cada una de estas seis categorías de interpretación descansa sobre
excavados con datos derivados de textos. Bartlett afirma acertadamente que los
autores de los textos antiguos interpretaron los eventos que describieron, y este
conflicto cronológico entre las formas cerámicas que incluía, y trataba las formas
textuales, mientras que Wright comprendió que la relación entre ambos es más
ambigua. Dever descubrió, después de un buen tiempo, que los datos arqueológicos
Resumen
disposición las listas de epónimos, reyes y nombres del año que forman la base del
los debates en torno a las alternativas alta, media y baja para la cronología antigua de
Mesopotamia.
99
T. W. Davis, “Theory and Method in Biblical Archaeology”, J. K. Hoffmeier, A. Millard,
eds., The Future of Biblical Archaeology: Reassessing Methodologies and Assumptions (2004): 20-28.
133
Todos usan el sistema y pocos se detienen para evaluar su solidez. Otras dificultades
producidos por procedimientos técnicos anticuados y las demoras, a veces muy largas,
comprensión del carácter del lugar bajo excavación. Otra tarea fundamental es el
arqueólogos de Palestina para asignar fechas a sus tipos cerámicos. Hizo una
Bronce. Para la Edad de Hierro no hubo conexiones directas con Egipto y los grupos
cerámicos se ordenaban de la mejor forma posible entre la fecha para el final del
Bronce Superior, 1200 ac, y el inicio del período helenista en 330 aC.
esquema de fechas para los períodos arqueológicos sigue vigente a pesar de muchas
potencial de establecer una cronología que no depende de textos para las edades de
Bronce y Hierro. Sin embargo, hasta ahora se han acomodado las nuevas fechas al
la creatividad de parte del excavador ya que los loci, los estratos, la secuencia
estratigráfica para una zanja y la secuencia estratigráfica general para una excavación
conocida.
Las discusiones de las excavaciones deben tomar en cuenta que los datos
cronológica usado para asignar fechas. Cada una de estas seis categorías de
Introducción
columna vertebral del sistema de referencia cronológica para el antiguo Oriente durante
mucho tiempo, pero dejó de serla en la segunda mitad del siglo XIX. El análisis de la
relación entre las excavaciones y el sistema de referencia cronológica destacó los aportes
Testamento.
cronológica para el antiguo Oriente en los debates sobre los eventos narrados en el
algunas perspectivas que orientan el estudio de las narraciones. Luego se comentan los
resultados del estudio de algunas de las narraciones: el éxodo, los orígenes de Israel y los
orígenes de los estados hebreos. Finalmente se intenta analizar el rol del sistema de
136
excavaciones.
anteriores y proveen un contexto para la discusión más detallada que sigue. Se enfoca
general. Finalmente se presenta una visión panorámica de debates recientes en torno a las
halló el obelisco asirio que menciona el “tributo de Iaua hijo de Omri” 2 e identificó, entre
1850 y 1853, 55 gobernantes, ciudades y países mencionados en los textos asirios que
cuneiforme similar al relato bíblico del diluvio, y en 1875 publicó la lista de epónimos
asirios que inició los debates sobre la relación entre la cronología de los reyes asirios y la
de los reyes hebreos. 4 La inscripción de Mesha de Moab fue hallada en 1868, y la del
1
D. Rohl, A Test of Time: The Bible from Myth to History (1995): 120-128.
2
S. Lloyd, Foundations in the Dust, (1980): 116; T. C. Mitchell, The Bible in the British Museum:
Interpreting the Evidence (1988): 46-49.
3
R. Moorey, A Century of Biblical Archaeology (1991): 10-11.
4
G. Smith, The Hebrew People (1856); The Assyrian Eponym Canon (1875); The Chaldaean
Account of Genesis (1876).
137
alemana de las cartas de Amarna. 6 Se relacionaron todos estos textos extra-bíblicos con
museo y comentarios sobre la literatura oriental. Los 893 artículos son ilustrados con 168
imágenes. 7
Durante la última parte del siglo XIX la arqueología iluminó la historia de Israel, el
contexto cultural del mundo bíblico, las formas literarias usadas en los libros bíblicos y la
transmisión del texto, entre otros temas. 8 Se comenzó a hablar de arqueología bíblica, 9 y
los protagonistas de todas las posturas en los debates de la época, sobre la historia del
por los diccionarios bíblicos. El Imperial Bible Dictionary apareció entre 1864 y 1869. R.
5
Moorey, Century: 20-21; Mitchell, Bible: 51.
6
Moorey, Century: 41-42.
7
J. M. Freeman, “List of Authorities”, “List of Engravings”, Manners and Customs of the Bible
(1873 o después): 7-12.
8
Mitchell, Bible: 23.
9
Moorey, Century: 2-3; Z. Zevit, “The Biblical Archaeology versus Syro-Palestinian Archaeology
Debate in Its American Institutional and Intellectual Contexts”, en J. K. Hoffmeier y A. Millard eds., The
Future of Biblical Archaeology: Reassessing Methodologies and Assumptions (2004): 11.
10
Moorey, Century: 3.
138
S. Poole fue la autoridad para la cronología de Egipto, y J. Oppert para la de Asiria. Poole
cronológicas más recientes, y se apela a la teoría del ciclo de Sothis, que recibió su
1898. Davis se esforzó para incluir los últimos conocimientos geográficos, históricos y
1915. Orr incluyó artículos de más de 200 autores de varias nacionalidades, y dio
referencia adoptada depende del esquema dinástico de Manetón, la teoría del ciclo de
Sothis y la identificación de Sisac con Shoshenq. Se adoptó una fecha tardía para el
sensible en cuanto a actitudes hacia las escrituras. Afirma que los autores de los artículos
no propagaban las teorías de los críticos literarios extremos con sus “especulaciones
11
D. MacDonald, “Egypt”, en P. Fairbairn ed., The Imperial Bible Dictionary (1864-69); J. Oppert,
Chronologie (1856); R. S. Poole, Horae aegyptacae (1851); H. Ewald, Die Composition der Genesis
kritisch untersucht (1823); H. Hupfeld, Die Quellen der Genesis und die Art ihrer Zusammensetzung
(1853); “Patrick Fairbairn 1805-1874”, Glasgow Digital Library, abril 2003, 24 ene. 2008,
<http://gdl.cdlr.strath.ac.uk/mlemen/mlemencredits. htm>.
12
F. Hommel, “Assyria”, W. E. Crum, “Egypt”, en J. Hastings ed., Dictionary of the Bible (1898);
F. Hommel, Geschichte babyloniens und assyriens (1885); Crum cita Petrie, Meyer, Mahler y Steindorff de
G. Steindorf, Baedeker’s Egypt (1897); W. F. Wislicenus, Astronomische chronologie (1895); E. Meyer,
Ägyptische Chronologie (1904).
13
J. D. Davis, Dictionary of the Bible (1911): iii-vi, 190-197 y 131-141.
139
infundadas” y “fantasías sujetivas”. Sin embargo, Orr no fue sensible que su enciclopedia
En 1962 apareció el New Bible Dictionary, cuyos 2,300 artículos fueron escritos
autores estuvieron al día con los estudios bíblicos y arqueológicos recientes, y su meta
de Dios para los hombres” sin imponer uniformidad rígida. 16 En el artículo sobre
14
A. H. Sayce, “Egypt”, W. M. F. Petrie, “Egypt”, en J. Orr ed., International Standard Bible
Encyclopedia (1915): viii-ix, disponible en línea, 12 jul. 2008, <http://www.studylight.org/enc/isb/>.
15
Orr, “Preface”, Encyclopedia; N. B. Stonehouse, J. G. Machen: A Biographical Memoir (1987):
149-153.
16
F. F. Bruce, J. I. Packer, R. V. G. Tasker y D. J. Wiseman, “Preface”, J. D. Douglas ed., The New
Bible Dictionary (NBD) (1962): v; D. J. Wiseman, “Assyria”, NBD: 100-107, K. A. Kitchen y T. C.
Mitchell, “Chronology of the Old Testament”, NBD: 212-223; K. A. Kitchen, “Egypt”, NBD: 337-353.
140
bíblicos están firmemente ubicados en la cronología de consenso y que las fechas de los
Los diccionarios bíblicos, con otros géneros de libros de consulta, han contribuido
Princeton, y uno de los principales defensores de la cronología bíblica hacia el final del
siglo XIX. 18
alargar la historia del hombre mucho más allá del tiempo calculado por los cronólogos
demostraba que el hombre estuvo en la tierra más tiempo que lo calculado por Ussher.
Sin embargo, bajo la presión de evidencia científica cada vez más contundente, Green se
mostró más dispuesto a sacrificar la cronología de Ussher que los resultados de las
investigaciones científicas. 19
Argumenta que las escrituras no proveen base suficiente para calcular la cronología
del período anterior a Abraham porque tales cálculos dependen de las genealogías de
17
Kitchen y Mitchell, NBD: 212; Kitchen, NBD: 345.
18
R. L. Numbers, "The Most Important Biblical Discovery of Our Time: William Henry Green and
the Demise of Ussher's Chronology”, Church History 69/2 (2000): 257-276.
141
Génesis 5 y 11 que, según Green, están incompletas. Concluye que los escritos de Moisés
no fijan, ni proponían fijar, la fecha del diluvio o la fecha de la creación. Green expresó
rompió con la tradición vigente desde el tiempo de Lutero para volver a la tradición
anterior, inaugurada por Eusebio en su Crónica. Eusebio también había rechazado una
costumbre vigente durante siglos, la de iniciar la cronología del mundo con la creación.
sus propias conclusiones. Basándose en Daniel 9: 24-27, calculó que el período persa
duró 82 años menos que el tiempo calculado por Ptolomeo, y apeló a Josefo, Seder olam
y el poeta persa Firdusi en apoyo. Pensó que Ptolomeo tergiversó sus datos históricos en
acomodarlos a sus fechas calculadas, y rechazó las fechas basadas en las olimpiadas
19
Ibid.
20
W. H. Green, “Primeval Chronology”, Bibliotheca Sacra 47 (1890): 285-303.
21
C. Hodge, Systematic Theology (1881-1883): 2, 40-41; B. B. Warfield, “On the Antiquity and the
Unity of the Human Race”, Biblical and Theological Studies (1968): 238-261.
22
Numbers, Most Important Biblical Discovery.
142
siglo III aC. Culpó a Eusebio por adoptar esta cronología deficiente en su Crónica, y
Anstey no tomó en cuenta que la cronología de Eusebio para el período persa tiene
apoyo sólido en la lista de los cónsules romanos. Adoptó la opinión de Beecher, que la
lista de epónimos asirios perdió los 51 nombres del período 833-772 aC, para reconciliar
la cronología asiria con datos bíblicos, y citó en apoyo una nota de Sincelo, que dice que
Nabonasar destruyó los registros de sus antecesores para asegurar que los cálculos
sistemas.
publicó una cronología de los reyes hebreos que muestra desconfianza en muchos datos
cronológicos de las narraciones bíblicas. Albright concluye que la fecha bíblica más
23
G. C. Morgan, “Foreword”, M. Anstey, The Romance of Bible Chronology: An Exposition of the
Meaning, and a Demonstration of the Truth, of Every Chronological Statement Contained in the Hebrew
Text of the Old Testament (1913): 7.
24
Anstey, Romance: 13-61, especialmente 19-25 y 45.
25
Ibid., 36-41. Esta teoría se evalua en Smith, Assyrian Eponym Canon: 72; E. R. Thiele, The
Mysterious Numbers of the Hebrew Kings (1963): 39-42; O. T. Allis, The Old Testament: Its Claims and Its
Critics (1972): 399-400.
26
W. F. Albright, “The Chronology of the Divided Monarchy of Israel”, Bulletin of the American
Societies for Oriental Research (BASOR) 100 (1945): 16-22. Su sistema es resumido y evaluado por G.
Galil, The Chronology of the Kings of Israel and Judah (1996): 4-5.
143
E. R. Thiele estudió la cronología de los reyes hebreos, entre 1944 y 1963, desde
una perspectiva de respeto para los detalles del Texto Masorético. 27 Thiele supuso que
sus datos son armoniosos, sin errores y suficientes para construir una cronología
completa. Analizó cómo los escribas hebreos trataban los años de transición entre
reinados, y cómo los escribas de Israel trataban los datos de Judá y viceversa. Distinguió
entre años contados a partir del mes de Nisan y otros contados a partir del mes de Tisri, y
datos bíblicos. 28
Las premisas de Thiele le conducían a buscar una forma única de ordenar todos los
los reinos de Israel y Judá tal como sucedió, y que había demostrado la integridad del
los eventos. 29
La cronología de Thiele produjo una cronología relativa para dos estados hebreos
textos del rey Salmanasar III que, según la interpretación usual, mencionan la presencia
del rey Acab de Israel en la batalla de Qarqar en el año 6 de Salmanasar, y el tributo del
27
Thiele, Mysterious Numbers fue escrito a base de su disertación doctoral de 1943 para la
University of Chicago. Información sobre Thiele y discusión de su cronología se encuentra en R. W.
Younker, “Integrating Faith, the Bible, and Archaeology: A Review of the “Andrews University Way” of
Doing Archaeology”, en Hoffmeier y Millard, Future: 47-48; L. McFall, “Some Missing Coregencies in
Thiele's Chronology”, Andrews University Seminary Studies 30 (1992): 35-58; K. A. Strand, “Thiele's
Biblical Chronology as a Corrective for Extrabiblical Dates”, Andrews University Seminary Studies 34
(1996): 295-317.
28
E. R. Thiele, “The Chronology of the Kings of Judah and Israel”, JNES 3 (1944): 137-186;
Mysterious Numbers: 3-38.
144
rey Jehú de Israel en el año 18. Estas inscripciones, en combinación con datos bíblicos
como los de 1 R. 22:51, 2 R. 3:1, 9:24 y 10:36, le permitió a Thiele concluir que el año 6
de Salmanasar fue el último año de Acab y su año 18 fue el primer año de Jehú. 30
convincente esta conexión, y asignó la fecha de 853 aC al último año de Acab y 841 aC
precisas para todos los eventos de su cronología flotante entre la división del reino de
Thiele, incluyendo los editores de The New Bible Dictionary. 32 Thiele demostró que la
colocan su sistema cronológico firmemente dentro del marco del consenso cronológico
general. Es de notar que tanto Thiele como Albright sometieron sus cronologías bíblicas a
las exigencias del consenso cronológico general, a pesar de tener actitudes muy diferentes
depender de postulados que el texto bíblico no autoriza y por inventar corregencias. Galil
señala que los postulados de Thiele en cuanto a las prácticas de los escribas son derivados
29
Thiele, Mysterious Numbers: 135, 186 y 190.
30
Mitchell, Bible in the British Museum: 44-49. Thiele, Mysterious Numbers: 26.
31
Thiele, Mysterious Numbers: 39-52.
32
Kitchen y Mitchell, NBD: 217.
145
de los datos que trataba de explicar y, por lo tanto, que no establecen la confiabilidad de
estos datos. 34 Se puede concluir que Thiele desarrolló una cronología compatible con los
Thiele pero mucho menos complejo, y los aplicó de manera menos arbitraria. Galil
respeta los datos bíblicos pero concluye que solamente un 90% de ellos son armoniosos y
mutuamente compatibles. Sugiere que el autor de Reyes sabía que algunos datos de sus
cronología. 37
33
Thiele, Mysterious Numbers: 41-42.
34
Galil, Chronology: 3-4.
35
R. De Vaux, “Divisions of Time”, Ancient Israel: Its Life and Institutions (1961):178-194; J.
Finegan, Handbook of Biblical Chronology: Principles of Time Reckoning in the Ancient World and
Problems of Chronology in the Bible (1998); R. K. Harrison, “Ancient Near Eastern Chronology”,
Introduction to the Old Testament (1969): 145-198; Galil, Chronology.
36
D. N. Freedman, “Kingly Chronologies: Then and Later”, Eretz-Israel 24 (1993): 41-65; W. H.
Barnes, Studies in the Chronology of the Divided Monarchy of Israel (1991); J. H. Hayes y P. K. Hooker, A
New Chronology for the Kings of Israel and Judah and Its Implications for Biblical History and Literature
(1988); E. H. Merrill, “The Accession Year and Davidic Chronology”, Evangelical Theological Society
Papers 5 (1986); E. W. Faulstich, History, Harmony and the Hebrew Kings (1986).
37
G. H. Jones, I and II Kings, The New Century Bible Commentary (1984).
146
Samuel, Reyes, Crónicas, Jeremías y Ezequiel. Larsson argumenta que existe un sistema
cronológico unificado que se puede trazar a través de estos libros, y explica que consiste
de tres calendarios paralelos. Piensa que originó en una redacción del texto hebreo cerca
de 240-230 aC. 38 Esta perspectiva corta la conexión entre los datos bíblicos y los eventos
Los debates enfocados en las narraciones del Antiguo Testamento han cambiado
en gran parte, por Albright y sus alumnos. A partir de esta década comenzó a
desarrollarse, y pronto imponerse, una nueva agenda en los estudios del antiguo Oriente
que poco o nada tenía que ver con la agenda tradicional de la arqueología bíblica.
que venía creando agenda propia de temas de interés nacional. Paralelamente algo similar
ocurría en otros países de la región. Otro factor fue el desarrollo técnico, cada vez más
ver con la arqueología bíblica. Un tercer factor fue la independización progresiva de los
38
G. Larsson, “Possible Hellenistic Influences in the Historical Parts of the Old Testament”,
Scandinavian Journal of the Old Testament 18/2 (noviembre 2004): 296-311; “A System of Biblical
Dates”, SJOT 16 (2002): 184-206; “Chronology as a Structural Element in the Old Testament”, SJOT 14
(2000): 207-218; “More Quantitative Old Testament Research?”, Zeitschrift für die Alttestamentliche
147
estudios bíblicos de la arqueología, impulsada por motivos que incluyeron, entre otros, el
cansancio de tratar vez tras vez problemas viejos sin solución, el entusiasmo generado
por nuevas perspectivas literarias y las nuevas posibilidades abiertas por los avances
informáticos.
Archaeology Review con sus más de 100,000 lectores. 39 En tal atmósfera las cuestiones
técnicas académicas se asocian fácilmente con las batallas y cruzadas en progreso entre el
público interesado.
Zevit describe tres debates que conectan las narraciones del Antiguo Testamento
Wissenschaft 110 (1998): 570-580; The Secret System: A Study in the Chronology of the Old Testament
(1973); K. Stenring, The Enclosed Garden (1965).
39
Z. Zevit, “The Biblical Archaeology versus Syro-Palestinian Archaeology Debate in Its American
Institutional and Intellectual Contexts”, Hoffmeier y Millard, Future: 3-19.
40
Z. Zevit, “Three Debates about Bible and Archaeology”, Biblica 83 (2002): 1-27; W. G. Dever,
“Archaeology and Biblical Studies: Retrospects and Prospects”, Archeologia 4/1 (1974): 17-25, 34-43.
41
P. R. Davies, In Search of Ancient Israel (1992); H. Shanks, “Face to Face: Biblical Minimalists
Meet Their Challenge”, Biblical Archaeology Review (julio-agosto 1997) reporta una discusión entre
Dever, MacCarter, Lemche y Thompson .
148
protagonistas.
D. Merling observa que el cambio de percepción general que ocurrió, de creer que
Testamento, a creer que las contradicen, fue tan drástico que provocó en algunos la
dice que Dever antes tuvo una expectativa falsa que la arqueología era capaz de
esperaba, concluyó que los relatos bíblicos de la historia temprana de Israel no son
verificables, y cometió la falla lógica que esto implica que las narraciones no dicen la
Merling sugiere que no se deben confrontar datos arqueológicos con datos bíblicos
sino evaluar la coherencia entre datos arqueológicos interpretados por alguna teoría y los
datos bíblicos interpretados por otra. Las discusiones deben centrarse en las
42
I. Finkelstein, “The Archaeology of the United Monarchy: An Alternative View”, Levant 28
(1996): 177-187; “The Stratigraphy and Chronology of Megiddo and Beth-Shan in the 12th-11th Centuries
B.C.E.” TA 23 (1996): 170-184; “Bible Archaeology or Archaeology of Palestine in the Iron Age? A
Rejoinder”, Levant 30 (1998): 167-173; “Hazor and the North in the Iron Age: A Low Chronology
Perspective”, BASOR 314 (1999): 55-70; “Hazor XII-XI with an Addendum on Ben-Tor’s Dating of Hazor
X-VII”, TA 27 (2000): 231-247.
43
D. Merling, “The Relationship between Archaeology and the Bible: Expectations and Reality”, en
Hoffmeier y Millard, Future: 29-42.
44
Ibid.
149
concuerda con la realidad revelada por las excavaciones. Kitchen rechaza la hipótesis
documentaria clásica y sus variantes porque los supuestos documentos fuente existen
rechaza la cronología aún más corta de los que ubican el origen de los libros Génesis a II
histórico. Pace cita una larga lista de frases irónicas, impacientes e intolerantes de
Kitchen que indican su frustración con los minimalistas, y observa que tal lenguaje es
narraciones bíblicas en tres grupos. En un extremo están los que llama ‘minimalistas’, y
45
K. A. Kitchen, Ancient Orient and Old Testament (1966); “Pentateuchal Criticism and
Interpretation”, Notes of Three Lectures (1965); “The Old Testament in Its Context”, Theological Students
Fellowship Bulletin 59 (1971): 2-10; 60 (1971): 3-11; 61 (1971): 5-14; 62 (1972): 2-10; 63 (1972): 1-5 y 64
(1972): 2-10, 5 feb. 2008, <http://www. biblicalstudies.org.uk/ot.php>; The Bible in Its World:
Archaeology and the Bible Today (1977); On the Reliability of the Old Testament (2003).
46
Reseñas de B. D. Russell y B. Power de K. A. Kitchen, On the Reliability of the Old Testament,
Review of Biblical Literature 8 (agosto 2004), 26 may. 2008, <http://www.bookreviews.
org/bookdetail.asp?TitleId=4067&CodePage=651,1139,4565,3821,3316,5836,1493,1429,4689,4067>.
150
en el otro están los que llama ‘maximalistas’. La mayoría no comparte las actitudes
extremas pero muchos de ellos se inclinan más hacia un lado del espectro que al otro.
Testamento. Lemche concluye que sus argumentos radican en ideas religiosas y, por lo
tanto, reflejan actitudes que van en contra de la reflexión crítica.49 Otro estudio de
Lemche concluye que no se puede saber cuándo comenzó la historia de Israel y Judá por
falta de información confiable. 50 P. R. Davies opina, como Lemche, que los debates
sobre la relación entre las narraciones del Antiguo Testamento y la historia se polarizan
evaluación de esta obra L. Grabbe dice que los autores no se interesan por la
47
J. Pace, “Review of K. A. Kitchen, “On the Reliability of the Old Testament””, Bulletin of the
American Societies for Oriental Research 339 (2005): 117-118.
48
J. M. Miller, “History or Legend? Digging into Israel’s Origins”, Christian Century (febrero
2004): 42-47.
49
N. P. Lemche, “Conservative Scholarship on the Move”, Scandinavian Journal of the Old
Testament 19/2 (diciembre 2005): 203-252.
50
N. P. Lemche, “Chronology and Archives: When Does the History of Israel and Judah Begin?” en
D. M. Gunn y P. M. McNutt eds., “Imagining” Biblical Worlds: Studies in Spatial, Social and Historical
Constructs in Honor of James W. Flanagan (2003): 264-276.
51
P. R. Davies, “Introduction”, V. Fritz y P. R. Davies eds., The Origins of the Ancient Israelite
States (1996): 12.
151
historiografía sino solamente por defender su convicción que el texto bíblico es una
fuente histórica especial. Para Grabbe, lo que la Biblia dice de Israel no es, ni puede ser,
metodología de Provan, Long y Longman no es aceptable para Grabbe, pero el hecho que
reseñó su libro indica que lo tomó en serio. Grabbe añade el comentario enigmático que
es posible que Provan, Long y Longman saben algo que la mayoría de los historiadores
no sabe. 53
En estos debates está claro que, para algunos, las narraciones del Antiguo
Testamento son fuentes históricas especiales de valor alto, y para otros, son fuentes
creíbles, y para otros, son relatos ideológicos caracterizados por errores, incoherencias y
anacronismos. Algunos las interpretan como testimonios de lo que ocurrió, mientras que
otros consideran que tales interpretaciones violan principios básicos del estudio histórico.
Las narraciones del Antiguo Testamento, como todo escrito, reflejan la ideología,
cuenta que sus autores, como todo autor, tuvieron prejuicios teológicos, políticos,
pero este hecho no le quita al historiador la posibilidad de usar sus escritos como fuentes
históricas.
52
I. Provan, V. P. Long y T. Longman III, A Biblical History of Israel (2003) y las reseñas críticas
de L. Grabbe y D. Firth, Review of Biblical Literature, agosto 2004, 12 ene. 2007, <http://www.book
reviews.org/bookdetail.asp?TitleId=3961&CodePage=3961,4578,4582,4822,4630,4435,4717>.
53
Ibid.
152
Los minimalistas coinciden con los críticos bíblicos tradicionales en asignar fechas
reconstrucción con las de los arqueólogos e historiadores, hechas también a base de los
minimalistas, sigue los lineamientos cronológicos de las teorías críticas clásicas, y los
Está claro que todas las escuelas de opinión en estos debates aceptan la cronología
de consenso común para el antiguo Oriente, y de este hecho se puede concluir que la
separadas que raras veces entran en contacto. Sin embargo, persisten en la mente de
bíblica. Estas antiguas preguntas no han recibido todavía respuestas finales, y las áreas de
estudio de las narraciones bíblicas, y para mediados del siglo se habían establecido las
teorías dominantes de Alt, Noth, Albright, Wright y Bright. En cuanto a cronología estas
153
radical. Muchos hoy opinan que los autores bíblicos no tuvieron la intención de relatar
eventos ocurridos en el pasado, y que sus relatos conservan poca información histórica
genuina.
narraciones del Antiguo Testamento con el estudio de los resultados de las excavaciones.
Finkelstein y N. A. Silberman.
época de los patriarcas bíblicos, pero que no era posible asignar fechas más precisas a sus
migraciones. Luego revisó esta opinión, y dijo que la migración de Abram desde
Mesopotamia ocurrió entre los siglos XX-XIX aC y la de Jacob a Egipto entre los siglos
hicsos para evaluar paralelos con las narraciones bíblicas, y después siguió a E. A.
54
W. F. Albright, The Archaeology of Palestine: A Survey of the Ancient Peoples and Cultures of
the Holy Land (1949): 83, 235-236.
55
J. M. Sasson, “Albright as an Orientalist”, Biblical Archaeologist 56/1 (marzo 1993): 6-7.
154
Mesopotamia cerca de 1900 aC, seiscientos años antes del éxodo. Reconocía dificultades
mayor parte de las narraciones patriarcales a los documentos J y E, y opina que fueron
combinados en un solo documento después de la caída de Samaria en 721 aC. Cree que
nada. 60
56
W. G. Dever, “What remains of the house that Albright built?”, Biblical Archaeologist 56/1
(marzo 1993): 32-34. W. F. Albright, History, Archaeology and Christian Humanism (1964): 56, 293.
57
Albright, Archaeology: 83, 224, 236.
58
G. E. Wright, Arqueología bíblica (1975): 58 y 72.
59
J. Bright, A History of Israel (1972): 48, 69-70.
60
Ibid., 69-71.
155
formó el pueblo de Israel, 61 y concluyó que los patriarcas vivieron en la primera parte del
segundo milenio, pero que era imposible asignarles fechas más precisas. 62 Afirma que las
tradiciones bíblicas de los patriarcas tienen raíces históricas profundas, que los patriarcas
durante siglos hasta que fueron incluidos en P, cuando no figuran en las versiones escritas
los eventos de su vida son la creación de un autor a base de tradiciones de origen diverso?
historicidad de los eventos narrados? ¿Qué garantiza que todas estas tradiciones
ubicó los patriarcas en el período Bronce Intermedio, la primera parte del segundo
61
Ibid., 71-73.
62
Ibid., 17-18, 74, 76.
63
Ibid., 85-102 y especialmente, por ejemplo, págs. 91-92, 95-97.
64
Bright, History: 81-85.
156
R. De Vaux
antes de Salomón. 68 Dice que las etapas por las que se hizo común a todo Israel se
reconstruyen solamente por conjeturas, pero concluye que es posible que Israel haya
conservado recuerdos auténticos de sus orígenes, 69 y que la migración desde Ur, los
vínculos entre los patriarcas y la alta Mesopotamia, los proto-arameos y los habiru son
verosímiles. 70 Dice que el período más probable para el asentamiento de los ancestros de
es imposible que las ciudades del Mar Muerto hayan sido vasallas de Elam en el segundo
milenio aC. Añade que Elam nunca fue cabeza de una coalición de las potencias
65
R. De Vaux, Historia Antigua de Israel (1975): 171-285. Se examina la cronología en las págs.
258-265.
66
Ibid., 172.
67
Ibid., 172-174, 192.
68
Se sigue a G. von Rad, M. Noth, A. Jepsen, C. Westermann, R. Kilian y G. Wallis.
69
De Vaux, Historia: 174-185.
70
Ibid., 193-219.
71
Ibid., 255, 264.
157
mencionadas. De Vaux concluye que el relato fue escrito después de P a base de una
que podría ser necesario considerar las relaciones de Elam en períodos anteriores. Una
revela una serie de posibles contextos para las circunstancias geopolíticas de Génesis 14.
La cultura material del Jemdet Nasr de Mesopotamia se vincula con la del final del
Naram-Sin de Acad y Menes de la primera dinastía egipcia. Elam jugó un rol en la caída
aparecieron los zigurat, cuya construcción hace recordar las primeras pirámides
las narraciones bíblicas y la arqueología de Palestina de las últimas décadas no los han
erradicado, y muchos estudiantes del Antiguo Testamento las mantienen todavía. Tales
72
Ibid., 219-223.
73
Sir A. Gardiner, Egypt of the Pharaohs (1961): 396-398.
74
B. O. Long, “Mythic Trope in the Autobiography of William Foxwell Albright”, Biblical
Archaeologist 56/1 (marzo 1993): 37; G. Roux, Ancient Iraq (1966): 151-153, 155-157 y 167-170.
158
cronología bíblica adoptada y las fechas de consenso para los períodos arqueológicos.
J. J. Bimson
que ubican el éxodo al final del Bronce Intermedio, y propone modificar la fecha para el
Bimson examina el argumento que usa la referencia a las ciudades Ramesés y Pitón
en Ex. 1:11 para demostrar que el período de la opresión ocurrió en el tiempo del rey
Ramsés II o después, y argumenta que no hay razón por ligar la opresión de los israelitas
lugar fue ocupado en el tiempo del Reino Antiguo, el Reino Medio y los hicsos, pero no
la Edad de Hierro, y también las campañas militares de los faraones de d.XIX en Canaán.
Concluye que no hay evidencia de una conquista israelita de Canaán en esta época. 77 De
su examen de los datos cronológicos de las narraciones concluye que apoyan la fecha
En la cronología de consenso esta fecha no cae al final del Bronce Superior sino
75
J. J. Bimson, Redating the Exodus and Conquest (1982).
76
Ibid., 33-40.
77
Ibid., 43, 60.
159
fecha de estas destrucciones porque considera que no ocurrieron en el siglo XVI sino en
el siglo XV aC. Los datos disponibles no apoyan las explicaciones que las atribuyen a los
hicsos o a campañas egipcias. Argumenta que sería posible bajar las fechas asignadas a
las cerámicas asociadas con estas destrucciones al siglo XV aC para coincidir con la
esta discusión. Entre 1930 y 1936, J. Garstang identificó una serie de ciudades antiguas
abandonada por los israelitas. 80 K. M. Kenyon, entre 1952 y 1958, demostró que los
muros de esta cuarta ciudad fueron del Bronce Inferior y no del Bronce Superior. La casi
ausencia de material del Bronce Superior llevó a Kenyon a sugerir que los restos de la
ciudad atacada por los israelitas fueron erosionados durante un período de abandono
posterior. Sin embargo, no se encontró evidencia de tal erosión en las laderas del tel. 81
de una ciudad del Bronce Intermedio que fue quemada, pero la fecha fue cerca de 1550
aC, un siglo y medio antes de la fecha bíblica de la conquista. Bimson argumenta que
78
Ibid., 67-68, 73, 102-103.
79
Ibid., 107-110.
80
K. M. Kenyon, “Jericho”, en M. Avi-Yonah ed., Encyclopedia of Archaeological Excavations in
the Holy Land (1977): 563-564.
81
Ibid.
160
nada impide asignar una fecha cerca del final del siglo XV a las cerámicas de esta
arqueológico pertinente, con sus estratos y cerámicas asociados. Bimson opina que el
ajuste requerido en este caso puede acomodarse dentro de la cronología de consenso sin
cambiar más que la fecha de transición entre el Bronce Intermedio y el Bronce Tardío. 83
excavador de Hazor, Y. Yadín, concluyó que las tribus israelitas destruyeron la ciudad
del Bronce Superior durante la segunda mitad del siglo XIII aC. Después de su
estratos cananeos que se podrían asociar con el Hazor de Jabín en el tiempo de Débora.
Bimson propone asociar el ataque de Josué con la destrucción del final del Bronce
Intermedio, y sugiere que la destrucción final del Bronce Superior fue consecuencia de la
bíblicos y los datos arqueológicos son compatibles con la hipótesis que la conquista
israelita ocurrió al final del Bronce Intermedio. El lugar excavado más problemático para
82
Bimson, Exodus: 112-114, 119-136.
83
Ibid., 215-223.
84
Y. Yadín, “Hazor”, Avi-Yonah, Encyclopedia: 474-496.
85
Bimson, Exodus: 172-187, con Jue. 4-5.
161
esta hipótesis es la ciudad de Hai, que fue abandonada al final del Bronce Inferior, y no
identificado correctamente las ruinas de Hai y Betel. Livingston ubica Betel en El-Bireh,
rechaza su ubicación tradicional en Beitín, y descarta la posibilidad que Hai sea Et-Tell.
y Betel. Livingston y B. Wood, que tiene una teoría similar, han organizado excavaciones
independientes para buscar apoyo estratigráfico para sus teorías. Ubicaron, en distintos
sitios, restos del final del Bronce Intermedio, o del inicio del Bronce Superior, que
convencional, es decir al final del Bronce Superior. En un período anterior, el final del
período para coincidir con la fecha indicada por las narraciones bíblicas.
P. R. Davies y N. P. Lemche
P. R. Davies distingue tres conceptos de Israel antiguo que son: el Israel literario de
las narraciones bíblicas, el Israel antiguo creado por los historiadores y el Israel histórico
86
Ibid., 201-211.
87
D. Livingston, “Locating Biblical Bethel Correctly”, 2003, 20 feb. 2008, <http://www.ancient
days.net/bethel14.htm>; “Locating Biblical Ai Correctly”, 2003, 21 feb. 2008, <http://www.ancientdays.
net/ai15.htm>; “The Exodus-Conquest Dating Fiasco”, 2003, 20 feb. 2008, <http://www.ancientdays.net/
datingfiasco.htm>; “Khirbet Nisya: The Search for Biblical Ai, 1979-2002”, 2003, 21 feb. 2008, <http://
162
teológica para estudiar la literatura bíblica, aplica a este estudio metodologías derivadas
valor ético de ella. 89 Para Davies no es válido sujetar las construcciones literarias a la
valor ético de las narraciones bíblicas, pero otros investigadores no tienen que hacer lo
mismo. Puede leer el texto bíblico para comprender el entorno social de sus autores, pero
nada impide que otros lo lean para estudiar sus contenidos históricos. Si los autores
bíblicos dan la impresión que relataron realidades del pasado, hay que admitir que sus
prejuicios pueden haber distorsionado estas realidades, pero esto es algo que se debe
evaluar.
fuentes históricas antes de corroborar cada detalle con fuentes independientes, que el
Pentateuco fue producto del judaísmo helenista y que las narraciones bíblicas no permiten
reconstruir casi nada de la historia de Israel antes del siglo VIII aC.
Lemche describe las características del período Bronce Superior basándose en las
excavaciones y el estudio de los textos de Ebla, Ugarit y Amarna. Dice que el Pentateuco
aparenta ser del Bronce Superior pero concluye que no tiene base histórica en este
período. 91 El argumento es curioso. Si tiene razón en pensar que el Pentateuco fue escrito
en el período helenista, ¿cómo podrían los supuestos autores helenistas conocer las
características culturales del Bronce Superior para crear la ilusión que su texto vino de
aquella época?
E. Yamauchi
desapareció del mundo griego cuando la civilización micénica colapsó, excepto en la isla
de Chipre.
sobrevivió fue trasmitida en forma oral, durante más de 400 años, a través de la Edad
Oscura. El debate gira en torno a la posibilidad de usar los textos de Homero como fuente
querían negar esta posibilidad reconocieron que las obras de Homero, que son muy
91
N. P. Lemche, Prelude to Israel's Past: Background and Beginnings of Israelite History and
Identity (1998). Otros estudios suyos incluyen: The Israelites in History and Tradition (1998); Ancient
Israel: A New History of Israelite Society (1988); Early Israel: Anthropological and Historical Studies on
the Israelite Society before the Monarchy (1985).
164
edificios y templos de la época micénica fueron descritos correctamente por Homero. Por
personas que aparecen en las obras de Homero tienen equivalentes en las tablillas
micénicas, los acayos de Homero corresponden con los Ahiyyawa de los archivos hititas,
y sus referencias a los fenicios corresponden con la historia conocida de este pueblo. 94
los datos arqueológicos, Yamauchi observa que muchas de las críticas negativas de la
entre las descripciones de Homero y la realidad de la época micénica podrían reflejar más
la falta de exploración arqueológica que una falta de veracidad de parte del autor.
realidad de la época micénica. Termina diciendo que los investigadores bíblicos no deben
92
E. Yamauchi, “Homer and Archaeology: Minimalists and Maximalists in Classical Context”,
Hoffmeier y Millard, Future: 69-90.
93
Ibid., 73-74.
94
Ibid., 80-84; Homero, Ilíada: II.
165
homéricos, y cita la opinión de Dever que los paralelos con la historia temprana de Israel
W. G. Dever
Palestina demuestra que las narraciones bíblicas conservan memorias genuinas del
relatos bíblicos que tratan del período pre-monárquico mientras defiende la historicidad
Un libro más reciente de Dever pregunta ¿quiénes eran los israelitas tempranos y de
95
Ibid., 89-90.
96
W. G. Dever, What Did the Biblical Writers Know and When Did They Know It? What
Archaeology Can Tell Us about the Reality of Ancient Israel (2001).
97
D. Henige, “A War of Pots and Kettles: The Dubious Discourse of W. G. Dever”, Scandinavian
Journal of the Old Testament 20/1 (mayo 2006): 77-95.
98
W. G. Dever, Who Were the Early Israelites and Where Did They Come From? (2003).
99
T. L. Thompson, “Methods and Results: A Review of Two Recent Publications” Scandinavian
Journal of the Old Testament 15/2 (noviembre 2001): 306-325. La otra publicación evaluada por
Thompson en este artículo es I. Finkelstein y N. A. Silberman, The Bible Unearthed: Archaeology’s New
Vision of Ancient Israel and the Origin of its Sacred Texts (2001). Evaluaciones críticas del libro de Dever
oncluyen: J. R. Bartlett, Journal of Theological Studies 53/2 (octubre 2002): 563-567; P. James, Palestine
Exploration Quarterly 134/2 (2002): 176-178; K. J. Udd, Journal of Biblical Studies 2/1 (2002); A. G.
Vaughn, Review of Biblical Literature 12 (2003); M. Coogan, “Excavating the Truth”, America 185/1
(2001): 33-35.
166
narraciones bíblicas, 101 y describe cinco posibles posturas que son: (i) suponer que el
texto dice literalmente la verdad e ignorar los resultados de excavación, (ii) suponer que
probablemente el texto dice la verdad y buscar datos externos que lo pueden corroborar,
(iii) buscar, sin preconcepciones sobre la confiabilidad del texto, convergencias entre el
texto y los datos, (iv) suponer que el texto no dice la verdad salvo que datos externos lo
corroboren y (v) rechazar el texto y otros datos porque el texto no puede decir la
verdad. 102
Se sitúa en la postura (iii) porque cree que es más probable encontrar la verdad así,
pero no presupone, ni quiere demostrar, la verdad o falsedad del texto bíblico. Lo usa
origen del pueblo de Israel, pero escoge cuáles datos incluir o excluir. 103 Esta postura
tiene mucho en común con la arqueología bíblica de Albright, Wright y Bright. 104
1200 aC y el Hierro I entre 1200 y 1000 aC. 105 Adopta una hipótesis literaria basada en
Deuteronomista, Deuteronomio a II Reyes, escrita en la segunda mitad del siglo VII aC.
100
Davies, Ancient Israel; K. W. Whitelam, The Invention of Ancient Israel: The Silencing of
Palestinian History (1996); L. L. Grabbe ed., Can a History of Israel be Written? (1997); T. L. Thompson,
The Mythic Past: Biblical Archaeology and the Myth of Israel (1999); Finkelstein y Silberman, Bible
Unearthed.
101
Dever, Early Israelites: x.
102
Ibid., x, 41.
103
Ibid.
104
T. L. Thompson, “Historiography of Ancient Palestine and Early Jewish Historiography: W. G.
Dever and the Not So New Biblical Archaeology”, en Fritz y Davies, Origins: 26-43.
167
Piensa que el texto bíblico descansa sobre tradiciones orales, y documentos perdidos
escritos a base de ellas, más de 500 años después de los eventos que dicen reportar. 106
textuales y arqueológicos que usa para buscar sus convergencias de evidencia sobre las
En cuanto al éxodo, Dever cree que la fecha temprana no armoniza con los datos
arqueológicos, que ocurrió en el siglo XIII aC y que Ramsés II de d.XIX es el único rey
de Egipto que podría ser el faraón del relato bíblico. Apela al consenso de “todas las
autoridades” para ubicar la transición entre la cultura cananea y la cultura israelita entre
Delta. Afirma que Pitón no fue ocupada al final del Bronce Superior, y tampoco Cades-
Barnea, donde el relato bíblico indica que Israel vivió. 108 Afirma también que no hubo en
el norte del Neguev, al final del Bronce Superior, ningún centro poblado identificable con
Horma o Arad. Tampoco hubo ciudades en Edom, y por lo tanto no hubo rey para
oponerse a los israelitas. En Hesbón, capital de Sehón, no hubo ciudad hasta el siglo X. 109
Estas conclusiones de Dever sobre los relatos del éxodo y conquista del Pentateuco
convergencias entre los relatos bíblicos y los datos arqueológicos. 110 Las busca solamente
105
Dever, Early Israelites: xi.
106
Ibid., 7-8.
107
W. G. Dever, “Archaeology and the Emergence of Early Israel”, en J. R. Bartlett, Archaeology
and Biblical Interpretation (1997): 8-9.
108
Dever, Early Israelites: 14 y 20 con Ex. 1:11, 12:37 y Nm. 20:1-13.
109
Ibid., 27-30 comparado con Nm. 20:14-21, 21:1-3, 21-30.
110
Dever, Early Israelites: 8.
168
en la arqueología del siglo XIII aC, el final del Bronce Superior según la cronología de
consenso. Cuando no encontró convergencia donde la buscó concluyó que los eventos del
descartar la historicidad del relato bíblico antes de modificar sus postulados cronológicos.
Dever concluye que el relato bíblico de la conquista refleja la historia del período
en que fue escrito, lo que parece muy razonable a primera vista. Sin embargo, esta
fecha de origen de los textos bajo estudio. Postuló que el relato fue escrito en el siglo VII
aC, y que este relato descansa sobre documentos más antiguos ya perdidos, que en su
turno descansan sobre tradiciones orales que posiblemente conservaban detalles genuinos
de la Edad de Bronce. 111 No intenta explicar cómo el relato bíblico de la conquista refleja
criterios. Dever observa que la ausencia de ciudades del Bronce Superior en Hesbón y
Dibón fue un golpe duro para el modelo de conquista de Albright, Wright y Bright. Otro
golpe duro fue el descubrimiento que tampoco hubo ciudades del Bronce Superior en
Jericó, Hai y Gabaón. 112 Nota que hubo una ciudad en Laquís en el Bronce Superior que
fue destruida, pero señala que esto ocurrió después del tiempo de Ramsés III, según
111
Ibid.
112
Ibid., 46.
169
Dever medio siglo después de la fecha bíblica para Josué. Concluye que no ocurrieron los
encontradas por los arqueólogos? Dice que la respuesta es sencilla ya que más de cien
siglo a las formas cerámicas que se identifican, aún en pequeños fragmentos. Esta
en contextos a los cuales se pueden asignar fechas por medio de escarabajos egipcios,
Dever afirma que la cronología de los centros poblados del Hierro I en los cerros de
años. 115 Observa que las cerámicas de este período muestran “una sorprendente
continuidad” con las del Bronce Superior. La diferencia es que el Hierro I tiene
elementos egipcios y otros elementos importados. Dever dice que tales elementos
Para Dever el problema de ubicar los inicios del pueblo de Israel en la secuencia
estratigráfica está resuelto. Para él se observa este proceso en los asentamientos poblados
113
Ibid., 45-50 y 227-228, comparado con Jos. 6-10.
114
Dever, Early Israelites: 95-96.
115
Ibid.
116
Ibid., 28-30.
170
de los cerros centrales de Palestina en la transición entre los períodos Bronce Superior y
Hierro I. 117
I. Finkelstein y N. A. Silberman
Biblia hebrea. 118 Creen que el Documento Yavista, el libro de Deuteronomio y la Historia
Deuteronomista, que para ellos forman el corazón histórico de la Biblia hebrea, fueron
escritos en Jerusalén durante las reformas de Josías en el siglo VII aC. 119
Dicen que el período patriarcal no debe ser comprendido como la fase más
temprana de una historia secuencial de Israel.120 Creen que la migración de los patriarcas
a Egipto y su estadía allí son corroboradas por el relato manetónico de los hicsos y por
datos arqueológicos. Creen a la vez que las narraciones patriarcales fueron escritas en el
siglo VII aC como prehistoria piadosa para facilitar la centralización del culto y la
unificación de los pueblos bajo Judá, después del retiro de los asirios. 121
arqueológicos del siglo XIII aC y, por lo tanto, que no hubo tal evento. 122 Después del
retiro de los asirios de Palestina, en 656 aC, Egipto se estableció como la potencia
regional principal, y sus reyes se opusieron a la expansión de Judá. Según los autores el
117
Ibid., 167.
118
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed: 3.
119
Ibid., 10-15, 22.
120
Ibid., 35-36, 319-325.
121
Ibid., 46-47.
122
Ibid., 48-64.
171
Los autores creen que no hubo conquista israelita de Canaán, 124 que el libro de
Josué fue escrito en el siglo VII aC y que su autor combinó leyendas que explicaban
ruinas, memorias de victorias pasadas y la idea de una conquista ordenada por Dios en un
relato ficticio. El propósito del relato fue promover el ideal pan-israelita, y representar el
acontecieron los eventos narrados de ellos. Su explicación de los relatos bíblicos es que el
historiador deuteronomista, escribiendo en el siglo VII aC, utilizó la leyenda del imperio
glorioso de David y Salomón para exaltar el rey Josías, presentado como un nuevo David.
centro de un reino que haría realidad la leyenda del imperio glorioso. 126
más recientes sobre cuándo y por qué la Biblia hebrea fue escrita y por qué es todavía un
texto poderoso hoy. 127 Los argumentos arqueológicos avanzados para apoyar la idea que
los relatos bíblicos fueron escritos en el siglo VII aC repiten los argumentos negativos de
ningún período y los datos arqueológicos del tiempo de Ramsés y Merenptah no son
123
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed: 68-71.
124
Ibid., 72-90.
125
Ibid., 90-96.
126
Ibid., 1-3.
127
Ibid.
172
compatibles con él relato bíblico de la opresión y el éxodo. 128 Se apela a los estudios de
D. Redford que demostró que muchos detalles del relato del éxodo concuerdan con la
realidad del Delta en el siglo VII aC, y que algunos lugares mencionados fueron
ocurrió enfoca la falta de correspondencia entre el relato bíblico y la arqueología del final
del Bronce Superior. 130 Los autores señalan grupos de posible origen nomadito del Hierro
I como los primeros israelitas que emergieron de la población cananea con una identidad
étnica distintiva. El indicador que consideran decisivo es que la población de los cerros
Los argumentos aquí son precarios, y cuestionados, por ejemplo por Dever. 132 El
Bronce Intermedio IIA, mientras tales huesos estaban presentes en las zonas domésticas.
Intermedio y del Hierro tardío en Jerusalén, pero nada similar de la fase arqueológica
128
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed: 27-72.
129
D. B. Redford, “An Egyptological Perspective on the Exodus Narrative”, en A. F. Rainey ed.,
Egypt, Israel, Sinai: Archaeological and Historical Relationships in the Biblical Period (1987): 137-161;
Egypt, Canaan and Israel in Ancient Times (1992): 98-122.
130
Finkelstein y Silberman, The Bible Unearthed: 72-96.
131
Ibid., 105-120.
132
Dever, Early Israelites: 154.
133
B. Hesse y P. Wapnish, “Paleozoology”, en tomo 4 de E. M. Meyers ed., The Oxford
Encyclopedia of Archaeology in the Near East (1997): 206–7.
173
antiguos excepto por la inscripción de Tel Dan que menciona la casa de David. 134
En la primera parte del Hierro II la zona norte de los cerros centrales de Palestina
tenía docenas de sitios poblados con una economía compleja y próspera. Los autores
asocian las ciudades de esta zona con el estado de Israel. 135 La propuesta de cronología
baja de Finkelstein se basa en la cerámica de uno de estos sitios, Jezreel, ciudad de Israel
ocupada solo en el siglo IX aC. Esta cerámica es casi idéntica a la de la fase de Meguido
antes designada ‘salomónica’. Basándose en el dato bíblico que Jezreel fue construida por
Meguido a la época de Acab. 136 Una consecuencia de este cambio es que la época de
Salomón queda sin datos arqueológicos, y otra es que las destrucciones antes atribuidas a
de los estados de Israel y Judá. Finkelstein había descrito el reino de Israel en el norte de
región mientras Judá, Moab y Amón seguían siendo estados tribales. Según Finkelstein
134
Finkelstein y Silberman, The Bible Unearthed: 123-145.
135
Ibid., 155-162, 169-180.
136
Ibid., 186-190, 340-344.
137
Ibid.,190-225. Un buen resumen de la controversia cronológica es M. Balter, “The Two Tels:
Armageddon for Biblical Archaeology?”, Science 287/5450 (enero 2000): 31-32. Otra explicación es A. G.
Vaughn, “What's a Bible Scholar to Do? ...When Archaeologists Can't Agree”, SBL Forum, 2007, 27 may.
2008, <www.sbl-site.org/Article.aspx? ArticleId=61>.
174
Finkelstein, 139 pero señala seis diferencias críticas entre sus posturas y critica
final del Bronce Superior, pero esto no implica que no ocurrieron en algún otro período.
desde el tiempo de Josefo. Mientras estas discusiones se basaban en datos bíblicos, los
relacionados. Las nuevas perspectivas de estudio de las últimas décadas y los argumentos
138
A. F. Rainey, “Stones for Bread: Archaeology versus History”, Near Eastern Archaeology 64/3
(2001): 140-149. I. Finkelstein, “State Formation in Israel and Judah: A Contrast in Context, a Contrast in
Trajectory”, Near Eastern Archaeology 62/1 (marzo 1999): 35-52.
139
Ibid., 153-154.
140
Dever, Early Israelites: 154.
175
arqueológicos recientes tienden a independizar cada vez más los estudios de las
conquista, los jueces, David, Salomón y los demás reyes de Judá antes de Ezequías han
En las secciones que siguen se comentan primero algunos estudios recientes del
éxodo. Luego se examinan tres temas centrales a las discusiones del éxodo: su ubicación
Redmount. 145 El estudio de Redmount trata muchos de los temas importantes. Parte del
cuestionan cada vez más el contenido, la fecha y aún la existencia de los documentos
fuente.
referencias claras y algunos nombres egipcios, y concluye que las narraciones podrían
141
Ibid., 158-161.
142
B. Halpern, “The Exodus and the Israelite Historians”, Eretz Israel 24 (1993): 89-96; “The
Exodus from Egypt ¿Myth or Reality?”, en H. Shanks ed., The Rise of Ancient Israel (1992).
143
E. S. Frerichs y L. H. Lesko eds., Exodus: The Egyptian Evidence (1997) incluye estudios de A.
Malamat, F. J. Yurco, D. Redford, W. Dever y J. Weinstein.
144
J. K. Hoffmeier, Israel in Egypt: The Evidence for the Authenticity of the Exodus Tradition
(1997).
176
haberse escrito en casi cualquier lugar. 146 Observa que el Sinaí fue ocupada durante el
Bronce Inferior y la Edad de Hierro, pero no durante el Bronce Superior, el período de las
ejemplo, D. Redford concluyó que el relato bíblico del éxodo es ficticio porque durante
oriental, y las defensas fuertes de la frontera no hubieran permitido que pasara tal grupo
W. Stiebing parte del intento de establecer la fecha del éxodo a base de datos
bíblicos, y concluye que los datos arqueológicos apoyan más su ubicación en el siglo XIII
que en el siglo XV aC. Sin embargo, dice que tal ubicación del éxodo es problemática por
final del Bronce Intermedio por J. Bimson se rechaza porque contradice datos
145
C. A. Redmount, “Bitter Lives: Israel in and out of Egypt”, en M. D. Coogan, The Oxford
History of the Biblical World (1998): 79-121.
146
Ibid., 86-90.
147
Ibid., 90-94.
148
D. Redford, “Observations on the Sojourn of the Bene-Israel”, en Frerichs, Exodus: 57-66; J. Van
Seters, Reseña de Ernest Frerichs y Leonard H. Lesko, eds., Exodus: The Egyptian Evidence, RBL, febrero
1999, 15 feb. 2008, <http://www.bookreviews.org/pdf/189_454.pdf>.
149
W. H. Stiebing Jr., Out of the Desert? Archaeology and the Exodus-Conquest Narratives (1989).
177
misma razón. 151 (ii) La propuesta que la erupción de la isla de Thera explica fenómenos
del relato bíblico se rechaza porque la erupción ocurrió mucho antes de la fecha bíblica
del éxodo, y sus efectos apenas se sintieron en Egipto. 152 (iii) La propuesta de I.
S. Vaninger, que ubican el éxodo al final del Bronce Inferior, y reemplazan las fechas de
consenso para el período con fechas calculadas por medio de la cronología bíblica, se
rechazan porque crean más problemas arqueológicos que resuelven.154 (v) Las propuestas
de los arqueólogos E. Anati y R. Cohen que ubican el éxodo en el Bronce Inferior por
Chronology diciendo que los cananeos expulsados por Josué se retiraron en multitudes de
Pensaba que el sur de Egipto tenía muchos reyes en ese período, y ubica la época de
150
Ibid., 137-145.
151
Ibid., 145-148.
152
Ibid., 102-113.
153
Ibid., 113-123.
154
Stiebing, Out of the Desert:127-137.
178
declaración de Josefo, citando Manetón, que los hicsos fueron expulsados y luego
Egipto por Tethmosis o Amos, primer rey de d.XVIII. Eusebio ubicó el éxodo hacia el
final de d.XVIII bajo el rey Cencheres o Achencheres. 157 Lepsius, en 1849, propuso
reinado de su hijo Merenptah. Esta teoría, la fecha tardía tradicional, sigue vigente hoy,
pero es más y más cuestionado. 158 En resumen los cronólogos tempranos ubican el éxodo
El libro de Éxodo dice que el pueblo de los hijos de Israel edificó para Faraón las
ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés (Éx. 1:11. La LXX añade “… y On, que es
hablan de una ciudad llamada Per-Ramesse. Fue construida por Ramsés II en el Delta
Delta oriental, y se concluyó que la opresión en Ramesés no pudo ocurrir antes del
155
Ibid., 123-127.
156
Sir I. Newton, The Project Gutenberg EBook of The Chronology of Ancient Kingdoms Amended,
EBook 15784, mayo 2005, 25 ene. 2007, <http://www.gutenberg.org/catalog/>. Josefo, Contra Apionem: I,
14, 26-31.
157
W. G. Waddell, Manetho (1940): 101, 107, 111.
158
C. De Wit, The Date and Route of the Exodus (1960): 5-7.
159
B. Manley, The Penguin Historical Atlas of Ancient Egypt (1996): 54-55, 95-95. Por mucho
tiempo se ubicaba Per-Ramesse en Tanis, pero desde las excavaciones de M. Bietak en Tell el-Daba
algunos kilómetros más al sur, se ubica la capital hicsos, Avaris, y Per-Ramesse, allí.
179
tiempo de Ramsés II. 160 La llamada fecha tardía del éxodo depende del postulado que los
La fecha tardía identifica primero el faraón del éxodo como Merenptah, lo que implica,
directamente de datos bíblicos, una fecha en el siglo XV aC para el éxodo. Esta fecha,
según la cronología de consenso, cae dentro del reinado de Aménofis II, d.XVIII. 161
El método de la fecha temprana respeta los datos cronológicos del relato bíblico,
mientras el método de la fecha tardía utiliza algunos e ignora otros. Ambos métodos
consenso fuese cambiada, la fecha temprana no cambiaría, pero el faraón del éxodo sí,
El dato bíblico crítico es la referencia a los 480 años entre el éxodo y el cuarto año
de Salomón de 1 R. 6:1. Muchos piensan que la fecha del éxodo se calcula fácilmente si
se conocen las fechas de Salomón. Thiele ubica la muerte de Salomón en 931/ 930 aC, 162
y Galil da la misma fecha. 163 Bright sigue la cronología de Albright y la ubica en 922
aC, 164 mientras Matthews la ubica cerca de 925 aC. 165 Estos datos permiten calcular que
160
De Wit, Exodus: 6.
161
Ibid., 4.
162
Thiele, Mysterious Numbers: 205.
163
Galil, Chronology: 147.
164
Bright, History: 225.
165
Matthews, History: 55.
180
el cuarto año de Salomón fue entre 967 y 958 aC., y el éxodo ocurrió entre 1447/1446 y
1438 aC.
Muchos han preguntado si los 480 años representan un intervalo real de tiempo
rechaza la teoría que la cifra es un número artificial obtenido por la multiplicación de las
cifras significativas 40 y 12, y concluye que el intervalo duró más de 480 años por los
datos del libro de Jueces. 166 Bimson observa que la Septuaginta dice 440 años, mientras
el Texto Masorético dice 480, y opta por 480 porque es respaldada por Aquila, Símaco y
la Pesita. 167
Jueces suman a 410 años. Para calcular el tiempo entre el éxodo y Salomón habría que
añadir a esta cifra lo siguiente: 40 años para Israel en el desierto (Nm. 32:13), una cifra
para la guerra de conquista, otra para el gobierno de Josué y los ancianos, los 40 años de
Elí (I S. 4:18), más de 20 años para el gobierno de Samuel (I S. 7:2), una cifra para el
reinado de Saúl, los 40 años de David (I R. 2:11) y los primeros cuatro años de
Salomón. 168
Estas cifras suman a 534 años más tres períodos desconocidos para Josué, Samuel y
Saúl. De datos de Josefo se puede calcular que Samuel y Saúl gobernaron 52 años en
total, 169 que la guerra de conquista duró por lo menos 5 años (cp. Jos. 14:6-15) y que
Josué gobernó por 25. 170 Usando estos datos el tiempo entre el éxodo y el cuarto año de
166
Bimson, Exodus: 74-75.
167
Ibid., 75-79.
168
Ibid., 80-81.
169
Josefo, Arqueologia: VI, XIII, 5; Ibid., VI, XIV, 9; Hch. 13:21.
170
Josefo, Arqueologia: V, I, 19, 29; Según Bimson, Éxodo: 85, Seder olam 12 indica que la guerra
de conquista duró 14 años.
181
Salomón sería algo más que 534 + 77 = 611 años, 131 años en exceso de los 480 años de
I R. 6:1.
Según Bimson los períodos de opresión del libro de Jueces suman a 111 años. Si
estos períodos deben considerarse dentro de los períodos de los jueces, y el gobierno de
los jueces era continuo, se reduce la discrepancia a 20 años. La Septuaginta asigna a Elí
20 años en vez de los 40 del Texto Masorético, y si esta cifra representara el tiempo que
Eusebio en su Crónica trata los 480 años como un período de tiempo transcurrido e
incluye las opresiones dentro de los períodos de los jueces. Asigna 27 años a Josué,
supone que Otoniel le sucedió directamente y asigna 40 años a Samuel y Saúl juntos. 172
La cifra dada en Jueces 11:26, que 300 años pasaron entre la conquista de Hesbón y Jefté,
es compatible con la interpretación de los 480 años como tiempo transcurrido. Todas
estas consideraciones apoyan el cálculo que ubica el éxodo entre 1447/1446 y 1438 aC.
Los cálculos contemplados para esta fecha temprana para el éxodo suponen que el
relato bíblico reporta datos fieles a lo acontecido, y los argumentos de Bimson y otros
dependen de armonizar la cronología del libro de Jueces con la cifra de 480 años. Se
puede suponer que siempre hubo un solo juez principal para toda la nación, como Moisés
y Josué. Jueces provee distintos tipos de datos cronológicos: períodos de opresión, como
los ocho años bajo Cusan-risataim (Jue. 3:8), períodos de gobierno de algunos jueces, por
ejemplo los 23 y 22 años de Tola y Jair (Jue. 10:2-3), períodos cuando la tierra descansó
durante 40 u 80 años (Jue. 3:11, 30; 4:31) y los 300 años de Jue. 11:26.
171
Bimson, Exodus: 80-84; Allis, Claims and Critics: 396.
172
A. Smith, Eusebius Chronicle: 103-105, 2007, 26 may. 2008, <http://www.attalus.org/translate/
eusebius4.html>.
182
jueces longevos. Al alcanzar el tiempo que duró el gobierno de Moisés, el juez modelo,
los jueces serían mayores y podrían jubilarse. El sucesor sería el liberador más reciente,
tal vez entrenado por el juez, como Moisés entrenó a Josué. Tal concepto explicaría los
entre 30 y 50 años de edad (Nm. 4:23, 30, 35), y tal vez también podría ser el precedente
gobiernos sucesivos de los jueces, incluyendo las opresiones en los períodos de gobierno,
Moisés en adelante.
Redmount conoce muchas propuestas para la fecha del éxodo, desde el tercer
milenio aC hasta el final del segundo. Señala tres que tuvieron mayor apoyo: la
identificación de Israel con los hicsos, en el siglo XVI aC, la fecha temprana tradicional,
arqueológicamente segura. 174 Bright afirma que el relato bíblico del éxodo tiene raíces en
eventos históricos, 175 y considera seguros solamente algunos datos del relato bíblico.
Ubica el éxodo durante los primeros tres cuartos del siglo XIII aC 176 y sugiere una
implicaciones para la fecha del éxodo. Observa que Ezequiel 40:1 y algunos comentarios
173
Redmount, Bitter Lives: 103-106.
174
Wright, Arqueología bíblica: 58, 72.
175
Bright, History: 118.
176
Ibid., 119-122.
183
conservados en el Talmud demuestran que se esperaba un jubileo en 574 aC. Otro jubileo
Seder olam. Estos datos implican que el conteo de años sabáticos y jubileos comenzó en
1406 aC, ubicado por Young en el año de la entrada a Canaán, decisión que ubica el
éxodo en 1446 aC, 40 años antes. Esta fecha es compatible con las fechas calculadas por
Thiele y Galil para Salomón, 178 y permite optar por 1446 aC en preferencia a otras
uso de nombres en tales argumentos. El libro de Génesis relata que Jacob y sus hijos
Per-Ramesse, aplicando la lógica de los argumentos que sustentan la fecha tardía del
Una alternativa sería que el lugar se llamaba tierra de Ramesés antes del tiempo de
Ramesés sino Per-Ramesse, o casa de Ramsés, y hay tres designaciones distintas que
177
Ibid., 121.
178
R. Young, “The Talmud’s Two Jubilees and Their Relevance to the Date of the Exodus”,
Westminster Theological Journal 68/1 (2006): 71-83. Otro estudio reciente de la cronología del éxodo es J.
A. Franks, “Exodus Chronology”, en M. Dacy, J. Dowling, S. Faigan, eds., Feasts and Fasts: A Festschrift
in Honour of Alan David Crown (2005): 179-193.
184
Ramesés (Gn. 47:11) y la ciudad de per-Ramesse, que difiere de las otras dos referencias
Ramsés significa hijo de Re’, o hijo del dios-sol. La designación fue usada en el
tiempo de d.IV, y fue un título oficial de los reyes, su nomen, a partir de d.V. 180 De la
tiempo de d.IV-V. En tal caso el éxodo habría ocurrido tal vez en el tiempo de d.VI y tal
vez habrá sido la causa de la caída del Reino Antiguo, que hasta ahora no se explica
también en los textos de execración de d.XII. El grupo temprano de textos, del tiempo de
lugares con sus gobernantes. Entre ellos aparecen muchos lugares mencionados en el
texto bíblico incluyendo Horma, Asquelón, Siquem, Acsaf, Hazor, Jerusalén, Eglón, Lais
y Bet-Semes. 181
otras acciones egipcias en territorios prominentes en las narraciones bíblicas. 182 Del
tiempo de Aménofis III de d.XVIII hay referencias a un lugar ‘Yahweh (en) la tierra de
los Shasu’, y a los ‘Shasu de Yahweh’. 183 En documentos del tiempo de los hicsos y del
179
Gn. 47:11.
180
Gardiner, Egypt: 84.
181
Y. Aharoni, M. Avi-Yonah, The Modern Bible Atlas (1979): 23-24.
182
Ibid., 32-46.
183
Dever, Early Israelites: 150-151, 236-237. Los Shasu son conocidos solamente de textos del
Reino Nuevo según Redmount, Bitter Lives: 100; L. E. Stager, “Forging an Identity: The Emergence of
Ancient Israel”; Coogan, Oxford History: 145.
185
Reino Nuevo aparece el nombre Asher. 184 Las cartas de Amarna, del tiempo de d.XVIII,
mencionan los ‘habiru’ y muchos lugares mencionados en las narraciones del Antiguo
Testamento. 185
A la luz de tales datos no hay razón por pensar que el argumento basado en el uso
del nombre Ramesés sea muy sólido. Tampoco hay razón por pensar que la referencia
formación del pueblo de Israel. Hasta la década de los 1980 los estudios de este tema se
relacionar los resultados de las excavaciones con los relatos bíblicos. En muchas
Gottwald, 187 R. Hendel 188 y J. M. Miller. 189 Estudios más antiguos incluyen el ensayo
184
K. A. Kitchen, “Asher”, NBD: 95.
185
“Biblical Archaeology: Evidence of the Exodus from Egypt”, Institute for Biblical and Scientific
Studies, agosto 2007, 15 feb. 2008, <http://www.bibleandscience.com/archaeology/exodus.htm>. Las
referencias citadas son: R. Giveon, “Toponymes ouest-asiatiques a Soleb”, Vetus Testamentum 14 (1964):
244; D. Redford, Egypt, Canaan, and Israel in Ancient Times (1992): 272; M. Astour, “Yahweh in
Egyptian Topographical Lists”, en M. Görg, E. B. Pusch eds., Festschrift Elmar Edel (1979): 17-34.
186
L. J. Mykytiuk, Identifying Biblical Persons in Northwest Semitic Inscriptions of 1200-539 BCE
(2004).
187
N. Gottwald, “Rethinking the Origins of Ancient Israel”, en Gunn y McNutt, Imagining Biblical
Worlds.
188
R. Hendel, “The Exodus in Biblical Memory”, JBL 120/4 (2001): 601-622.
189
Miller, “History or Legend?”: 42-47.
186
historiográfico de I. Provan, 190 una colección de 14 ensayos escritos durante 45 años por
B. Mazar, 191 una colección de ponencias editada por H. Shanks, 192 el estudio
historia de los debates y enfoca el material epigráfico pertinente que incluye la referencia
Acab y algunas referencias asirias y babilónicas a los reyes de Israel y Judá. 196
J. J. McDermott describe los tres modelos clásicos que explican el origen del
hipótesis que vienen reemplazándolos y concluye que el pueblo de Israel originó entre los
central de la Tierra Santa con métodos antropológicos para aclarar la historia social de
Israel antiguo. Observa que la cultura material del Hierro I demuestra continuidad directa
con la del Hierro II en cuanto a las cerámicas, los centros poblados, la arquitectura, las
190
I. Provan, “Ideologies, Literary and Critical: Reflections on Recent Writing on the History of
Israel”, Journal of Biblical Literature 114 (1995): 585-606.
191
B. Mazar, Biblical Israel: State and People (1992).
192
Shanks, Rise of Ancient Israel (1992).
193
I. Finkelstein, The Archaeology of the Israelite Settlement (1988).
194
G. W. Ahlström, Who Were the Israelites? (1986).
195
G. W. Ramsay, The Quest for Historical Israel: Reconstructing Israel’s Early History (1982).
196
Miller, “History or Legend?”.
197
J. J. McDermott, What Are They Saying About the Formation of Israel? (1998).
187
períodos fue israelita, ya que no se duda que la población del Hierro II lo fue. 198
Weinstein concluye que el éxodo y conquista del relato bíblico no ocurrieron. 199
L. E. Stager evaluó las teorías que relacionan el pueblo de Israel con los caseríos
del Hierro I en los cerros de Palestina. Stager rechazó las teorías que Israel nació por
datos arqueológicos que enfocan las relaciones entre israelitas y filisteos. 200
198
R. D. Miller II, Chieftains of the Highland Clans: A History of Israel in the 12th and 11th
Centuries BC (2005); “Identifying Earliest Israel”, BASOR 333 (febrero 2004): 55-68.
199
J. Weinstein, “Exodus and Archaeological Reality”, en Frerichs y Lesko, Exodus: 93-94.
200
Stager, “Forging an Identity”.
188
20 y 1 Reyes 1-2), 201 y S. M. Ortiz enfocó la casa de David. 202 A. Faust enfoca la
excavadores, y la formación del estado de Israel. 203 D. M. Master examina varias teorías
historiográficos relacionados con el período del primer templo, 205 y otra colección de
ciudad de Jerusalén. 206 Una colección de estudios editada por V. Fritz y P. R. Davies se
concentra en el origen de los estados israelitas, e incluye dos ensayos de orientación, dos
sobre metodología, tres sobre sociedad y cinco sobre las fuentes de información
disponibles. 207
201
J. L. Barton, “Dating the Succession Narrative”, en J. Day ed., In Search of Pre-Exilic Israel:
Proceedings of the Oxford Old Testament Seminar (2004): 95-106.
202
S. M. Ortiz, “Deconstructing and Reconstructing the United Monarchy: House of David or Tent
of David (Current Trends in Iron Age Chronology)”, en Hoffmeier y Millard, Future: 121-147.
203
A. Faust, “Abandonment, Urbanization, Resettlement and the Formation of the Israelite State”,
Near Eastern Archaeology 66/4 (diciembre 2003): 147-161; “Forum: Rural Settlements, State Formation,
and ‘Bible and Archaeology’”, with responses by N. A. Silberman, L. L. Grabbe, A. Joffe and Z. Herzog,
Near Eastern Archaeology 70/1 (marzo 2007): 4-25.
204
D. M. Master, “State Formation Theory and the Kingdom of Ancient Israel”, Journal of Near
Eastern Studies 60/2 (abril 2001): 117-131.
205
N. Na’aman, Ancient Israel's History and Historiography: The First Temple Period (2006).
206
T. L. Thompson ed., Jerusalem in Ancient History and Tradition (2003).
207
Fritz y Davies, Origins.
208
M. C. Tetley, The Reconstructed Chronology of the Divided Kingdom (2005); “The Date of
Samaria’s Fall as a Reason for Rejecting the Hypothesis of Two Conquests”, Catholic Biblical Quarterly
64 (2002): 59-77.
189
propuesta de M. Dijkstra para asignar nuevas fechas a los ostraca de Samaria 209 y el
frecuentemente citada.
que la acumulación de información nueva sobre el antiguo Oriente durante el último siglo
no es un asunto sencillo.
Para hacer una reconstrucción histórica que incluye datos bíblicos y también datos
de las excavaciones es necesario tomar decisiones y definir posturas frente a los datos de
ambos campos. En las secciones que siguen se intenta analizar el problema de relacionar
los datos de las narraciones del Antiguo Testamento con los datos de las excavaciones.
Se examina primero cómo los relatos bíblicos presentan los eventos pasados. En
209
M. Dijkstra, “Chronological Problems of the Eighth century BCE: A New Proposal for Dating
the Samaria Ostraca”, en J. C. de Moor y H. F. Van Rooy eds., Past, Present, Future: The Deuteronomistic
History and the Prophets (2000): 76-87.
210
A. R. W. Green, “David's Relations with Hiram: Biblical and Josephan Evidence for Tyrian
Chronology”, en C. L. Myers y M. O’Connor eds., The Word of the Lord Shall Go Forth: Essays in Honor
of David Noel Freedman in Celebration of His Sixtieth Birthday (1983): 373-397.
211
D. M. Bone, Chronology of the Hebrew Divided Kingdom (1997).
212
Galil, Chronology.
190
narrados con las secuencias de estratos de los arqueólogos. Finalmente se enfoca el rol de
En esta sección se examina una de las narraciones del Antiguo Testamento para
intentar identificar los elementos que permiten relacionarla con otras narraciones, e
intentar comprender cómo las narraciones en su conjunto proveen una base para la
creación de una imagen coherente de los eventos que narran. El análisis se hace a base de
una simple lectura rápida del texto en castellano, sin recurrir a estudios del texto original
de David. 213
ejército de 600 derrotó al primero, le quitó sus ganados y liberó la ciudad. Un tercer
ejército se preparó para atacar al segundo pero desistió cuando este salió del lugar.
consultó a Jehová cuatro veces, Jehová respondió cuatro veces y las respuestas guiaron
las decisiones del jefe. Las consultas fueron hechas por el jefe a través de un sacerdote
3. Los eventos ocurrieron en la ciudad de Judá llamada Keila, que poseía eras y fue
protegida por puertas y cerraduras. Keila ha sido identificada con Kh. Khila, ubicada en
una colina, entre nueve y diez kilómetros al este de Beit Guvrin. 214
213
Para este análisis esquemático se usó la versión Reina Valera de 1960.
214
J. P. U. Lilley, “Keilah”, J. D. Douglas ed., The New Bible Dictionary (1962): 688.
191
comunidad de Keila. El líder del segundo ejército se identifica como David, y el líder del
tercer ejército como Saúl. Se identifica también el sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec
relaciona con los demás relatos del libro a través de la estructura literaria del libro, y, en
un segundo nivel, se relaciona con los demás relatos de I y II Samuel, en el canon hebreo,
o con la serie de libros I-IV Reinos, en el canon griego. En un tercer nivel, el relato se
relaciona con otras narraciones más que mencionan los temas que trata, o temas
otros relatos incluyen: los personajes David, Saúl y Abiatar; el lugar Keila, su pueblo y el
pueblo filisteo que lo atacó; el culto de Jehová y Jehová mismo. El autor da a entender
que los eventos relatados ocurrieron. Relata en una secuencia ordenada y verosímil los
movimientos de ejércitos, las consultas militares, las consultas con Jehová y sus
respuestas y la batalla con su desenlace. Según el relato la respuesta de Jehová fue tan
Además de estos temas explícitos hay temas implícitos. Está implícita la fe, coraje
y otras cualidades de David, que se destacan de varias maneras. Está implícita también la
relación de Jehová con todas las partes mencionadas: David, Saúl, los filisteos, el pueblo
atacado, la nación de que forma parte y el sacerdote. Los temas explícitos e implícitos
conectan esta serie de eventos con muchas otras series de eventos de otras narraciones.
Estas conexiones permiten producir una imagen de temas que trascienden todas las
192
los actos de Jehová. A través de estos temas trascendentes los eventos ocurridos en Keila
se relacionan con los grandes temas históricos y teológicos del Antiguo Testamento.
Otro ejemplo del primer libro de Samuel puede ilustrar cómo ciertas referencias en
las narraciones las trascienden y las relacionan explícitamente con otras narraciones. Se
narra que Samuel se dirigió a la nación en dos ocasiones distintas, y entre todo lo que dijo
mencionó eventos pasados que incluyen: Jehová sacó a Israel de Egipto, libró Israel de la
mano de los egipcios y libró Israel de mano de todos los reinos que los afligieron (10:18-
19), Jacob entró a Egipto, los padres de la audiencia de Samuel clamaron a Jehová,
Jehová designó y envió a Moisés y a Aarón, Jehová sacó a los padres de la audiencia de
Samuel de Egipto, Jehová los hicieron habitar en lo que es ahora su lugar, Jehová los
entregó a Sísara, los filisteos y el rey de Moab y, finalmente, Jehová envió a Jerobaal,
Barac y Jefté para librarlos (12: 6-11). Estos eventos son episodios prominentes de los
relatos patriarcales, el relato del éxodo, el relato de la conquista y el relato de los jueces.
Los dos discursos de Samuel establecen conexiones entre todos estos relatos.
toma decisiones. Algunas son decisiones literarias como la evaluación del lenguaje e
intenciones del autor, el lugar del relato en la estructura del libro y la relación del relato
con otras narraciones. Otras decisiones tienen que ver con la realidad y se las puede
dio la victoria a David, o no? ¿estos actos de Jehová se conectan con los actos de Jehová
¿Cómo tomar tales decisiones? En el caso de los dos relatos mencionados se podría
recurrir a alguna de las teorías literarias propuestas para explicar los libros de Samuel.
Una opción sería ubicar el origen del libro en el siglo IV o III aC, e intentar explicar los
relatos a la luz de las circunstancias de los siglos VII o VI aC. Una tercera opción sería
pensar que el libro conserva relatos que reflejan fielmente lo que ocurrió en Keila en el
Gilgal, intentar visitar sus ruinas y hasta organizar expediciones arqueológicas para
períodos, de acuerdo a la opción literaria tomada: los siglos IV-III, los siglos VII-VI o el
siglo X.
textuales y datos de excavación depende, en forma crítica, del grado de confianza que se
otorga al reporte de los eventos. Se podría pensar que el relato es correcto y bien
194
conservado, o que a penas conserve fragmentos de información genuina. Entre estos dos
materiales directamente relacionados con los eventos de interés, ser escéptico frente a
Tomadas las decisiones que determinan la postura adoptada, y hechos los estudios,
se podría ordenar los resultados del estudio de las narraciones y los resultados del estudio
de los materiales excavados en una reconstrucción histórica de los eventos de interés. Tal
(iii) Los criterios usados para ordenar los eventos narrados en secuencias,
(iv) La cronología bíblica usada para asignar fecha a las secuencias de eventos, y
Incluye también, por lo menos, los siguientes elementos críticos relacionados con los
materiales excavados:
vez, una especie de secuencia de cultura material que cumple un rol similar en su
Uno de los problemas centrales para el intento de reconstruir los eventos del pasado
de las narraciones bíblicas es establecer un equilibrio aceptable entre dos cronologías que
muchas veces se encuentran en tensión. Una es la cronología que se elabora a base de los
datos cronológicos del texto, y la otra es la cronología producida por decisiones en cuanto
este evento en el siglo XIII aC, demuestran que el éxodo no pudo ocurrir en esta época y
concluyen que el evento no ocurrió. 215 ¿Por qué buscaron evidencia del éxodo en el siglo
XIII? En un nivel porque es la fecha tardía tradicional para el éxodo, y en otro, porque el
éxodo tenía que ser antes del inicio de la monarquía para dejar tiempo para la historia de
los jueces, y por la mención de Ramesés en Éxodo 1:11 que indica que Ramsés II estuvo
196
arqueología del siglo XIII aC por razones relacionadas con la cronología bíblica y la
cronología de consenso.
Sin embargo, los autores creen que el relato fue escrito durante las últimas décadas
del siglo VII aC, y que la confrontación entre Moisés y Faraón es una leyenda usada por
el autor para reflejar la confrontación entre el rey Josías y el faraón Necao. Creen que el
relato no tiene mucho que ver con el pasado de Israel sino con un presente de Judá, en
en los eventos del siglo XIII sino en los del siglo VII, lo que produce reacciones diversas
del Antiguo Testamento hay que enfocar por separado: (i) la secuencia de eventos
narrados, (ii) la relación entre ellos y el autor del libro, (iii) la fuente de los datos
cronológicos que aparecen en las narraciones, (iv) los criterios cronológicos del autor del
libro y (v) los posibles añadidos de datos a través de procesos de edición y copiado. La
secuencia de eventos narrados puede pertenecer a una época y el trabajo y contexto del
autor a otra. La cronología deducida de las narraciones puede estar en tensión con la
ordenados en secuencia temporal (I S. 10: 18-19 y 12: 6-11). Jacob fue antes de Moisés y
215
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed: 56-57, 65-71. Las referencias a Finkelstein y
197
Aarón, los protagonistas del éxodo y la conquista. Esto coincide con el orden en que
acontecieron los eventos según el Pentateuco. Samuel agrupa los opresores, Sísara, los
filisteos y el rey de Moab, y los libertadores, Jerobaal, Barac y Jefté, por separado. El
libro de Jueces narra las opresiones y liberaciones en una sola secuencia. La secuencia
del libro de Jueces es explícitamente una sucesión temporal (por ejemplo Jue. 3: 30-31 y
4: 1-2).
Samuel ordena a Jacob, Moisés, el éxodo, la conquista y los jueces en una sucesión
temporal. No utiliza la secuencia temporal del libro de Jueces cuando agrupa a los
ambos grupos. Coloca al rey de Moab al final de los opresores, posiblemente para hacer
Cuando Samuel hace referencia a los relatos del Pentateuco respeta la secuencia
temporal de los eventos narrados allí. Cuando hace referencia a los eventos narrados en
Jueces habla de los mismos eventos pero no los presenta en la secuencia temporal que
todavía.
Los libros del Antiguo Testamento en su conjunto permiten elaborar una secuencia
algunos de los eventos prominentes de las narraciones del Antiguo Testamento que
secuencia temporal de las narraciones, con los eventos más recientes arriba para facilitar
La secuencia es:
reinado de Josías, ocurrió en las últimas décadas del siglo VII aC. Cuando se relacionan
estos cuatro eventos con la cronología de consenso las fechas son seguras porque
acontecieron después de las fechas seguras más antiguas que son: en Asiria, el inicio de la
Lista de epónimos (891 aC), en Babilonia, el inicio del Canon de reyes (747 aC) y en
Egipto, el inicio de d.XXVI (664 aC). 216 Con los eventos Nº1-4 no hay tensión entre la
Los eventos Nº 5-7 ocurrieron durante la monarquía hebrea dividida. Sus fechas
márgenes de error máximo de una década. 217 Sus fechas caen dentro del período de la
Lista de epónimos de Asiria y la cronología del reino dividido. Para este grupo de eventos
Los eventos Nº 8-9 son de la monarquía temprana, antes de la división del reino de
Roboam, Nº 10-15 son del período del éxodo, la conquista y los jueces, Nº 16-18 son del
período patriarcal, y Nº 19-21 son de la historia temprana de Génesis 1-11. Todos estos
grupos de eventos son de períodos anteriores al inicio de la cronología del reino dividido
y la Lista de epónimos.
varias propuestas cronológicas para cada época. El enlace entre las secuencias temporales
pueden hacer conexiones directas con la cronología de Mesopotamia porque las épocas
cronologías de Asiria y Babilonia para estas épocas no son independientes, sino que
216
Por ejemplo, Thiele, Mysterious Numbers: 39-50, 205; Galil, Chronology: 147.
200
bíblicos, como los 480 años de I R. 6:1, son los temas críticos para la ubicación de
Eventos desde la Fechas más o menos seguras Las fechas se relacionan con las
división de la que dependen de la cronología dinastías egipcias a través de la
monarquía hasta el de los reyes hebreos dentro de identificación de Shoshenq I con
reinado de Josías márgenes mínimos de error Sisac
Eventos antes de la Fechas controvertidas que Las fechas se relacionan con las
división de la dependen de la cronología de dinastías egipcias a través de las
monarquía los reyes, y de la interpretación fechas Sothis, y con
de datos como los 480 años de I Mesopotamia a través de
R. 6:1 sincronismos con Egipto
materiales excavados, y los estudiantes de las narraciones también las elaboran. Ambos
la mención en tales textos de personas, lugares o eventos que también aparecen en las
217
K. A. Kitchen, T. C. Mitchell, “Chronology of the Old Testament”, New Bible Dictionary (1962):
213.
201
narraciones puede ser decisiva. Hallazgos de este tipo son mucho más frecuentes en la
casi ausentes. Esta situación representa una de las mayores dificultades que enfrentan los
consenso.
texto y la secuencia de estratos excavados crea una base para la confrontación de datos y
ocurriría si se hicieran enlaces equivocados entre los varios sistemas de cronología que
postulados que, a primera vista, no tienen nada que ver con la cronología, como una
la identificación de Sisac con Shoshenq, decisión que fija la relación entre la cronología
d.XXII, cuya fecha no se conoce, y crea una fecha ancla para toda la secuencia de
dinastías.
introducen a la discusión las fechas asignadas a estos materiales. Las fechas se asignan
por asociaciones con los períodos arqueológicos, y las fechas de las edades de Bronce y
cronología egipcia son seguras, las fechas arqueológicas la son también. Cualquier error
derivadas de los textos citados. Estas fechas son de dos categorías. La primera incluye las
fechas calculadas a base de datos de los textos bíblicos, fechas que son seguras a partir de
la división del reino de Roboam en 931/930 aC. 218 La segunda categoría incluye las
218
Thiele, Mysterious Numbers: 205; Galil, Chronology: 147; Bright, History: 225; Matthews,
History: 55.
203
fechas introducidas a la discusión con las teorías literarias adoptadas para explicar el
podría causar caos. Si el error fuera de cien años el efecto sería como intentar explicar los
escombros materiales de la Primera Guerra Mundial con los textos de los periódicos de
hoy, o intentar explicar los edificios y autopistas de nuestra ciudad con los textos de los
Resumen
Durante la segunda mitad del siglo XIX los nuevos conocimientos del antiguo
fechas Sothis y los epónimos asirios. La literatura de referencia para el estudio bíblico fue
buscar períodos cada vez más largas para las épocas más tempranas. Cronólogos como
desarrolló una cronología de los reyes hebreos que armonizó el material bíblico y lo
con técnicas y agenda propias, el desarrollo de métodos de estudio bíblico que lo separan
cada vez más de la arqueología y la acumulación durante décadas de frustración por los
narraciones bíblicas.
consecuencias más negativas de las teorías literarias clásicas, pero aceptó su cronología
conquista hacia el final del Bronce Superior y el desarrollo de las monarquías hebreas en
la Edad de Hierro.
conquista al final del Bronce Intermedio. Propuso bajar la fecha de transición entre el
Bronce Intermedio y Superior por 150 años, pero no cuestionó las demás fechas del
de P. R. Davies, y otros, explica los libros históricos de la Biblia con herramientas de las
ciencias sociales. Intenta enfocar el entorno social de los autores, y lo ubica en períodos
los debates sobre las referencias a la época micénica en las obras de Homero. Según la
época micénica y Homero hubo una edad oscura y se perdió la escritura. Sin embargo, las
convergencias entre los datos arqueológicos y datos bíblicos, pero sin intención de
defender la historicidad, valor moral o valor literario de las narraciones bíblicas. Piensa
que los relatos bíblicos de los patriarcas, el éxodo y la conquista son leyendas, y busca los
I. Finkelstein ha desarrollado una cronología baja para los estratos del Hierro II en
Palestina. Es controversial porque asigna los estratos antes atribuidos a Salomón a reyes
literatura bíblica. Explica las narraciones históricas como producto de los propagandistas
del tiempo de Josías que usaron leyendas de los patriarcas, el éxodo, la conquista y el
cuestionamientos. Para intentar salir del impase de la falta de evidencia se han sugerido
fechas para el éxodo desde el tercer milenio hasta el final del segundo aC.
Muchos debates sobre la historicidad del éxodo han enfocado las fechas tardía y
La fecha temprana se calcula del dato bíblico que el éxodo ocurrió 480 años antes
del cuarto año de Salomón, y se concluye que fue en el siglo XV aC. Esta fecha es
de los reyes, que es muy similar al nombre Ramsés y significa lo mismo, fue usado desde
el tiempo de d.V. Esta información resta fuerza al argumento que el nombre Ramesés en
violenta de Canaán por los israelitas al final del Bronce Superior. Cuando la síntesis
207
comenzó a quebrarse, la teoría que Israel originó en una conquista violenta fue
Hierro I. Los orígenes de los estados hebreos se buscan hoy, muchas veces, en el estudio
elementos de las narraciones que las trascienden pueden servir para combinar imágenes
de los eventos reportados en un cuadro general coherente de los eventos del pasado.
respecto a cuestiones literarias y la realidad de los eventos narrados. Puede usar teorías
literarias para comprender los textos, y debe evaluar su impacto en las relaciones
presente en las narraciones. Las fechas de los eventos más recientes de esta secuencia son
seguras, las fechas del grupo de eventos anteriores a ellos dependen de la cronología de
los reyes hebreos, y son seguras dentro de una década. Las fechas de todos los eventos
208
consenso.
histórica, hay que tomar muchas decisiones con respecto a los datos y los textos. Estas
datos de excavación con secuencias de eventos de los textos se tiene que hacer en forma
de consenso.
los debates de arqueología y Biblia. Si las fechas del sistema son sólidas pueden servir de
árbitro. Si no son sólidas la cronología de referencia distorsiona los debates porque los
Introducción
cronología de referencia para el antiguo Oriente? ¿Por qué se piensa que es sólida? ¿Hay
mejorarlo.
diferencias entre estos conceptos. En esta sección se intenta aclarar más la terminología y
los conceptos relacionados. Para tener mayor precisión en la discusión se usa el término
‘esquema’ para referirse a una cronología específica propuesta por alguien, o usada por
una comunidad académica. El término ‘consenso’ se usa para los esquemas que son
vigentes. El paradigma incluye todos los datos, definiciones, postulados, teorías y fechas
sirve hoy como sistema de referencia cronológica para el estudio del antiguo Oriente.
asimilado los datos producidos por muchos arqueólogos y otros especialistas durante más
Se conserva, y se propaga, por medio de una literatura canónica que incluye libros
institucionales, y también por los grandes recursos económicos comprometidos hoy con
cronológicos nuevos. Para cambiar el paradigma tales esquemas tendrían que ser
211
especialistas. Las fechas de consenso son usados en forma habitual sin cuestionamientos
en instituciones diversas de muchos países, y forman una parte esencial del lenguaje de
solo porque siempre será más fácil flotar con la corriente que nadar en contra. El
sino producto de la decisión de muchas personas que los utilizan. Los consensos
Ptolomeo, que ha durado desde el siglo II dC, y las fechas deducidas de la teoría del ciclo
con su edición crítica de la Lista de reyes de Sumer. 1 La lista incluye varios reinados de
1
T. Jacobsen, The Sumerian King List (1939).
212
Reemplazó las cifras grandes del documento original con reinados estimados de 20 o 30
años. 3 Una cronología que reemplaza cifras antiguas no comprendidas con cifras
modernas inventadas no puede ser correcta. Las cifras que sustentan la cronología de
Jacobsen no aparecen en ningún documento antiguo, y se podría pensar que tal situación
desafiaría a otros investigadores a intentar comprender mejor las cifras grandes. Sin
autoridad que estableció y tradujo el texto de la Lista de reyes de Sumer. Este prestigio
siempre por personas que no son especialistas dedicados a la cronología. Cada campo
2
Ibid, 165-167.
3
Ibid., 178-180.
4
J. Oates, “Mesopotamian Chronology”, Babylon (1986): 199-202.
213
ordenar sus datos y comunicarse con otros campos, pero es curioso que no existe una
campos especializados.
que integra las tres cronologías regionales, y simplemente las coloca juntas. Se deja a la
meditación del lector los problemas de los vacíos, incompatibilidades y tensiones entre
La reverencia excesiva por las opiniones de los expertos, el respeto exagerado por
cronológico.
Velikovsky, un psiquiatra judío ruso que estudió con S. Freud y emigró a los Estados
Unidos en 1939. Las especulaciones de Freud sobre una posible relación entre el
5
W. C. Hayes, “Chronology of Egypt to the End of the Twentieth Dynasty”, en Prolegomena and
Prehistory, tomo 1 de The Cambridge Ancient History (CAH) (1970): 173-192; M. B. Rowton, “Ancient
Western Asia”, CAH: 193-238; F. H. Stubbings, CAH, “The Aegean Bronze Age”: 239-247.
214
cuestionar la cronología egipcia convencional. Publicó sus Theses for the Reconstruction
Velikovsky propuso explicar la historia del planeta como una serie larga de
catástrofes causados por un cometa que casi colisionó con la tierra. Según Velikovsky el
cometa amenazó periódicamente la tierra, interfirió con el planeta Marte y luego asumió
su órbita actual como el planeta Venus. Esta interferencia convirtió a Marte en una
segunda amenaza periódica que pasaba muy cerca de la tierra. Al final del siglo VIII aC
Una teoría similar fue defendida por, entre otros, W. Whiston, y Velikovsky pudo
mayor difusión aparecieron entre 1950 y 1955, murió en 1979 y sus obras no publicadas
pensó que Sisac fue Thutmose III de d.XVIII, D. Rohl pensó que fue Ramsés II de d.XIX
6
P. J. Crowe, “The Revision of Ancient History: A Perspective”, Society for Interdisciplinary
Studies, marzo 2001, 12 may. 2008, <http://www.knowledge.co.uk/sis/ancient.htm>.
7
I. Velikovsky, Worlds in Collision (1950); Ages in Chaos (1953); Earth in Upheaval, (1955).
8
The Velikovsky Archive, 1999, 7 ago. 2008, <http://www.varchive.org/>.
215
y P. James pensó que fue Ramsés III de d.XX. La cronología convencional identifica
propuestas de mayor interés para la discusión del paradigma cronológico son las de D.
Courville propuso ubicar el éxodo al final del Bronce Inferior, y acomodó las
fue viable. 10 La propuesta de Bimson, de ubicar el éxodo al final del Bronce Intermedio, 11
elaboró en detalle la idea que d.XXI fue contemporánea, en gran parte, con d.XXII y
desarrolló una cronología novedosa y especulativa para los eventos de la historia bíblica.
pero las obras de Bimson y James fueron reconocidos por el establecimiento académico y
sus estudios fueron publicados por editoriales y revistas de alto prestigio. Los
9
Crowe, Revision.
10
D. Courville, The Exodus Problem and Its Ramifications (1971).
11
J. J. Bimson, Redating the Exodus and Conquest (1981).
12
P. James, Centuries of Darkness (1992).
13
D. Rohl, A Test of Time: The Bible- from Myth to History (1995).
216
los datos arqueológicos región por región y demuestra la existencia de muchas anomalías
La cerámica micénica fue ampliamente difundida en Europa y los alrededores del Mar
XIX. En una época posterior la cerámica griega fue también ampliamente difundida, y se
14
J. J. Bimson, (When) Did It Happen? New Contexts for Old Testament History (1993).
15
James, Centuries; P. James, I. J. Thorpe, N. Kokkinos, R. Morkot y J. Frankish, “Centuries of
Darkness: Context, Methodology and Implications”, Cambridge Archaeological Journal (CAJ) 1/2 (1991):
228-235; K. A. Kitchen, “Egyptian Chronology: Problem or Solution?”, CAJ: 235-239; B. Kemp,
“Examining Ancient Crises”, CAJ: 239-244, N. Postgate, “The Chronology of Assyria - An Insurmountable
Obstacle”, CAJ: 244-246; A. Snodgrass, “The Aegean Angle”, CAJ: 246-247; A. y S. Sherratt, “Urnfield
Reflections”, CAJ: 247-250; Respuesta de James, CAJ 2/1 (1992): 127.
16
James, Centuries: xxi.
217
James documenta el consenso de opinión entre especialistas que hubo una edad
artísticas, y también la escritura. James sugiere que esta edad oscura es una ilusión
micénica. 18
James concluye que gran parte de estas anomalías se debe a una cronología
TPI incluye d.XXI-XXV y sigue el Reino Nuevo que fue contemporáneo con la época
micénica. El TPI termina con eventos cuya fecha se fija por el Canon de reyes. 19
Según Kitchen, la fecha de inicio del TPI depende de la fecha final para d.XX de
aproximadamente 1070 aC, fecha que depende de las fechas Sothis para el Reino
Nuevo. 20 Se ordenan los abundantes materiales del TPI entre su inicio en 1070 aC y su
fecha final de 664 aC. Durante el TPI la única conexión cronológica precisa entre la
17
Ibid., 27-103.
18
Ibid.
19
Ibid., 103-161, 204-219.
20
K. A. Kitchen, The Third Intermediate Period in Egypt: 1100-650 BC (1986): 254-255.
218
Kitchen calcula que la transición entre d.XXI y d.XXII fue en 945 aC, con un margen de
James rechaza la fecha convencional de inicio del TPI porque depende de las
fechas Sothis que considera inválidas. Rechaza la identificación de Sisac con Shoshenq
por ser especulación sin fundamento adecuado, y propone elaborar una nueva cronología
mínima para el TPI a partir de su final en 664 aC. Cuestiona los postulados y deducciones
James estaba consciente que, para lograr su propósito, tendría que proponer una
Edad de Hierro, por sus múltiples conexiones con d.XVIII-XX. Propone una
egipcias. Aclara que las fechas de la Edad de Bronce de Palestina dependen de fechas
excavado en Palestina. 24
destrucción de Jerusalén, un siglo y medio antes. James sugiere que Laquís III fue la
ciudad atacada por los babilonios, y que Laquís IV fue la ciudad atacada por Senaquerib.
21
Ibid., 220-231.
22
Ibid., 467.
23
James, Centuries: 231-259.
24
Ibid., 162-203.
219
La cronología de consenso mantiene que Senaquerib atacó Laquís III y que Laquís II fue
atacada por los babilonios. Las fechas reducidas de James para Laquís II y III le permiten
reducir las fechas de los estratos del Bronce Superior y Hierro en general ya que la
Una tercera tarea indispensable para James fue demostrar que la cronología de
fechas que conservaría los sincronismos solidamente establecidos con Egipto y las
consenso para Asiria y señala anomalías en ella similares a las de la edad oscura de
Grecia. 26
para Esparta, Egipto e Israel, 28 y sugiere que la Lista de reyes de Asiria podría ocultar
seriedad. 29
25
Ibid., 162-203; A. Mazar, Archaeology of the Land of the Bible: 10,000 – 586 BC (1990): 241-
244, 252-255, 275-276, 312-313, 332-334, 384-389, 427-435, 457-461, 464-465, 515-518; D. Ussishkin,
“Lachish”, M. Avi-Yonah ed., Encyclopedia of Archaeological Excavations in the Holy Land (1977): 735-
753.
26
James, Centuries: 261-290.
27
Jacobsen, Sumerian King List.
28
E. J. Bickerman, Chronology of the Ancient World (1980): 126; Sir A. Gardiner, Egypt of the
Pharaohs (1961): 326-334; Libros de Reyes y Crónicas.
29
James, Centuries: 299-309.
220
transición entre la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, y James sugiere bajar esta fecha
edades de Bronce y Hierro. Pensó que James presentó bien su caso pero no encontró tan
para el período fue su fecha final, que la evidencia disponible demuestra que armoniza
perfectamente con la identificación de Sisac con Shoshenq y que armoniza también con
contundente la propuesta de James que d.XXI fue, en gran parte, contemporánea con
d.XXII. Kitchen piensa que este error en la cronología alternativa de James es fatal y que
cronología de las edades de Bronce y Hierro podría continuar sin fin, y está abierta a la
los argumentos de James pero rechaza su tesis. Considera que las debilidades de la
cronología de referencia no son razón suficiente para descartarla, que la actitud de James
30
Ibid., 309-320.
31
C. Renfrew, “Foreword”, en James, Centuries: xiv-xvi, xxi-xxii.
32
James, Centuries: 254-259, 299-304.
33
Kitchen, “Egyptian Chronology”: 235-239.
34
Ibid; Kitchen, Third Intermediate: xliii.
221
sentido común. 35 Kitchen expresa una opinión despectiva similar cuando dice que James
Opta por seguir con la cronología de consenso. A. Snodgrass admite que James tiene
razón en señalar que la cronología del Egeo depende de la cronología egipcia, y que
tendría dificultad en refutar a James a base de datos del Egeo. Para Snodgrass el corazón
del problema cronológico del período es la confiabilidad de las fechas ancla para Egipto,
que es su tarea defenderla ni refutar los argumentos en su contra. Se puede concluir que
James logró indicar en forma efectiva algunas debilidades serias del paradigma
35
Kemp, “Examining Ancient Crises”: 243.
36
Kitchen, “Egyptian Chronology”: 235-239.
37
Postgate, "The Chronology of Assyria”: 244-246; Snodgrass, “The Aegean Angle”: 246-247.
38
Sherratt, “Urnfield Reflections”: 247-250.
222
cronológico vigente. Se puede concluir también que James no logró presentar una
tienen errores fatales. Renfrew, especialista en prehistoria, dice que el análisis crítico de
muchas regiones del antiguo Oriente en las edades de Bronce y Hierro depende de la
cronología de Egipto.
que tomar en cuenta la metodología de los arqueólogos, los debates en torno a las
Estas consideraciones exigen usar los siguientes criterios para evaluar el paradigma:
sentido común.
Hierro II y los de James de la realidad de algunas edades oscuras y las fechas ancla del
39
Renfrew, en James, Centuries : xvi.
223
(v) El Tercer Período Intermedio (TPI) de Egipto, d.XXI-XXV, finalizó en 664 aC.
demostrado que las dinastías XXI y XXII fueron secuenciales, y que d.XXII, XXIII,
XXIV y XXV fueron, en parte, contemporáneas. Dodson y otros han demostrado que se
puede acortar la duración del TPI. Es prioridad evaluar la solidez de la cronología del TPI
cronología bíblica y las dinastías XVIII, XXV y XXVI de Egipto. Es necesario evaluar la
224
cronológico vigente.
arqueológicas.
Consideraciones epistemológicas
referencia, y no quiere interrumpir su trabajo para evaluar las fechas cuya confiabilidad
se toma por sentada por el simple hecho de encontrarse en las tablas. No quiere confirmar
Cuando un autor afirma que un estrato se asocia con un evento, otro autor puede
asociar el mismo evento con un estrato anterior o posterior. Los protagonistas del
propone una fecha basada en cálculos astronómicos, y un crítico propone otra fecha
basada en un criterio diferente, como, por ejemplo, una inscripción antigua. Es probable
que ninguno de los arqueólogos podrá evaluar los postulados astronómicos y lingüísticos
resultado podría ser que ninguno de los protagonistas domina todos los campos
especializados a los cuales se apelan. Para resolver tales debates se suele apelar a la
cronología de consenso como árbitro, con el resultado, a veces, de quedarse sin respuesta
textuales, levantando preguntas relacionadas con el valor del testimonio de los textos, y
antiguos.
Los datos de las narraciones del Antiguo Testamento tienen importancia especial
escrituras requieren un trato especial porque han estado en uso continuo desde la
antigüedad, han tenido una influencia cultural grande en la civilización moderna, son
textos largos con estructura literaria compleja, muchos de ellos fueron escritos a base de
opiniones diversas del valor de los datos cronológicos de las narraciones bíblicas, y del
confirmar, o verificar en forma racional, las propuestas teóricas. K. Popper analizó sus
texto antiguo. Tanto las estrategias de verificación como las de falsificación son usadas
pueden iluminar la historia del antiguo Oriente. Los dos tipos de datos se relacionan con
relacionan con el paradigma a través de sus datos cronológicos y las fechas de origen
adoptadas para los documentos. Los artefactos excavados se relacionan con el paradigma
40
K. Popper, The Logic of Scientific Discovery (1959).
227
de la cronología egipcia.
ellos. Esta situación exige evaluar la relación entre las narraciones bíblicas, la secuencia
cronológico detallado de referencia, pero los especialistas de campos afines tienen que
interdisciplinaria. El marco compartido puede ser una cronología regional, una secuencia
otro sistema de común acuerdo que forma la base de un consenso cronológico compartido
pero pocas veces estudiado como sistema. Juega un rol fundamental en el conjunto
Los consensos cronológicos amplios abarcan todas las áreas de estudio de una
investigadores del antiguo Oriente. Combina las cronologías canónicas de cada disciplina
principales del paradigma vigente, las teorías principales que proveen sus fechas ancla y
los sincronismos principales entre las cronologías regionales. A pocos especialistas les
interesa cuestionar estos elementos básicos ya que las fechas de referencia se han
convertido en ganchos de uso común, de los cuales todos cuelgan sus cronologías
especializadas.
229
A casi nadie le interesa traer abajo la estructura de la casa dentro de la cual todos
las propuestas de cronología alternativa son vistos como trabas, y generan actitudes de
vayan. Cuando la comunidad académica les responde las respuestas son contundentes,
credenciales, se les trata como enemigos del bien común y se exageran los defectos de
sus presentaciones. Cuestionaron los valores de la patria, y deben ser fusilados para
para exigir una respuesta seria, y cuyo trabajo fue reconocido por los guardianes de la
ortodoxia cronológica son pocos. Ninguno de ellos logró cambiar el sistema de referencia
Las ideas de Bimson fueron publicadas primero en una revista popular, pero su
exposición completa fue publicada por el Journal for the Study of the Old Testament
Su teoría fue adoptada por arqueólogos que la han investigado durante casi tres décadas,
pero estos proyectos son muy limitados, y la comunidad académica los ha podido ignorar.
Dever menciona la teoría de Bimson pero no evalúa sus argumentos, y la calificó como
41
W. G. Dever, Who Were the Early Israelites and Where Did They Come from? (2003): 40, 246.
230
James también publicó sus ideas primero en una revista popular, y luego comenzó
Una de las propuestas especulativas de James tuvo errores fatales, y el error fue pretexto
académica. Desarrolló una nueva cronología baja para el Hierro II sin desafiar las fechas
libro popular The Bible Unearthed, escrito en colaboración con N. A. Silberman, fue
comunidad académica, pero la mayor parte de sus argumentos queda sin respuesta
42
Studies in Ancient Chronology fue una revista académica especializada basada en el Institute of
Archaeology, University College London que comenzó en 1987.
231
paradigma.
institucional y está en uso constante. Los especialistas no necesitan que otros les
presenten las anomalías y problemas sin resolver con los cuales conviven y que han
comunidad académica tiene que ganar su respeto, y debe exponer solamente los puntos
ganar su simpatía.
Ward evaluó la cronología egipcia, y afirmó que no fue posible establecer una cronología
precisa para el período anterior a 664 aC por falta de consenso entre los egiptólogos.
Ward concluye que los sincronismos establecidos entre la historia egipcia y otras
regiones del antiguo Oriente son confiables, que el sistema de dinastías de Manetón tiene
defectos serios, que la cronología astronómica tradicional se ha ido para siempre y que la
teoría del ciclo de Sothis ya no puede mantenerse. Ward reconoce que esta situación
43
W. A. Ward, “The Present Status of Egyptian Chronology”, BASOR 288 (1992).
232
podría ocasionar un ajuste en las fechas tradicionales, pero piensa que no sería más de
algunas pocas décadas. 44 Su evaluación indica que ya no hay una cronología de consenso
para Egipto antiguo porque el consenso se ha roto, y algunas de sus bases teóricas
Tres años después de estas declaraciones Kitchen escribió un nuevo prefacio para
The Third Intermediate Period in Egypt. Kitchen utiliza el esquema dinástico como
confianza en las fechas Sothis. Afirma enérgicamente que una inscripción interpretada de
acuerdo a esta teoría pone fuera de toda duda que el rey Merenptah reinaba en el siglo
En Egipto antiguo los años del reinado de cada rey fueron enumerados
ordenar los reinados en la secuencia temporal correcta. Por lo menos desde el tiempo de
Julio el Africano, siglo III dC, el esquema dinástico derivado de la obra de Manetón ha
El esquema provee cifras para cada reinado, ordena los reinados en secuencias
completo de la obra de Manetón, con los muchos variantes de los manuscritos, crea
44
Ibid.
45
Kitchen, Third Intermediate: xliv-xlv.
233
otras regiones que la confirman, es una cronología relativa que no provee fechas de por
sí. El problema principal de la cronología egipcia siempre fue cómo relacionar las
dinastías con nuestro calendario. En el siglo XIX se estableció la relación por medio de
cinco fechas ancla. La más reciente es confirmada por conexiones con el Canon de reyes
de Ptolomeo, y fija el inicio de d.XXVI en 664 aC. Ward indica que esta es la fecha más
antigua que se ha podido establecer fuera de dudas para Egipto antiguo. La implicación
Las otras cuatro fechas ancla tienen bases discutidas. No han sido comprobadas,
pero se han usado por más de un siglo y medio, y en ausencia de una alternativa
estas fechas ancla depende de la identificación, propuesta por Champollion, de Sisac con
Las tres fechas ancla restantes son calculadas a través de la teoría del ciclo de
Sothis: 1469 aC, en el reinado de Tuthmosis III, d.XVIII; 1536 aC, el año 9 de Aménofis
I, d.XVIII; y 1877 aC, el año 7 de Senwosre III, d.XII. 48 Según Ward, los egiptólogos ya
abandonaron la teoría del ciclo de Sothis por falta de evidencia a su favor, lo que implica
que las fechas deducidas de ella son inválidas. Cualquier reajuste cronológico requerido
46
Gardiner, Egypt: 46-47, 53.
47
Ward, Present Status.
48
Gardiner, Egypt: 64-66.
234
tendrá que hacerse con criterios que no dependen de la teoría del ciclo de Sothis, ni de las
La conclusión de James, que las cronologías de varias regiones del antiguo Oriente
dependen de la cronología egipcia, con la de Ward, que la fecha segura más antigua para
Egipto es 664 aC, indican que la tarea de establecer mejores bases para la cronología
egipcia para el período anterior a 664 aC es tarea prioritaria y urgente para los
goza de un consenso general de apoyo. Tres de sus cuatro fechas ancla, las fechas Sothis,
adelante.
Tercer Período Intermedio (TPI) depende de tres fechas clave. La primera, y más
reciente, es el final del período y el inicio de d.XXVI en 664 aC, fecha que tanto Kitchen
La segunda fecha clave es la del inicio del período. Kitchen la designa “the
antecedent date” para el final de d.XX, 1080 aC, y comenta que no hay información de
d.XX o d.XXI que permite fijar sus fechas. 49 Esta fecha clave se calcula sumando los
reinados de d.XVIII-XX a partir de las fechas Sothis para d.XVIII. La fecha de inicio de
esta manera depende de las fechas Sothis, y Kitchen la defiende mientras James la
rechaza.
49
Kitchen, “Egyptian Chronology”; Third Intermediate: 72, 250, 465-466.
235
identificado con Shoshenq I, primer rey de d.XXII. Kitchen examina esta fecha en una
sección que busca establecer una fecha absoluta para el final de d.XXI, y lo designa como
el “essential synchronism”. 50 Adopta la fecha de Thiele, 926/ 925 aC, para la invasión de
documentos asirios y el Canon de reyes. 51 Kitchen concluye que d.XXII inició con el
Según James, el reinado de Shoshenq I inició alrededor de 810 aC, más de dos
siglos después de Sisac, y los eventos de la transición entre d.XXI y XXII nada tienen
que ver con el quinto año de Roboam, el año de la invasión de Sisac (I R. 14:25-26). 53
Kitchen señala que la identificación de Shoshenq con Sisac armoniza bien con la fecha
convencional para el final de d.XX, 54 y este argumento sería de peso si la fecha para el
final de d.XX fuera segura. Sin embargo, depende de las fechas Sothis para d.XVIII,
cuyo sustento en la teoría del ciclo de Sothis ha ido para siempre según Ward, opinión
en las fechas Sothis, y su solidez tiene que ser evaluada. Esto se hace en la siguiente
sección.
La presentación de Kitchen implica que la cronología interna del TPI hace puente
entre las fechas fijas de su inicio y su final, fijadas con criterios externos al periodo. Sin
embargo, Kitchen niega que construyó la cronología del TPI de esta manera, e insiste que
50
Kitchen, Third Intermediate: 72.
51
Ibid., 72-76; E. R. Thiele, The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings (1965): 55.
52
Kitchen, Third Intermediate: 72-76.
53
James, Centuries: 257.
54
Kitchen, “Egyptian Chronology”: 235-239.
55
Kitchen, Third Intermediate: xliv-xlv.
236
la única presuposición fue la fecha final. 56 James partió de la suposición que solamente se
conoce la fecha final, y elaboró una cronología mucho más corta para el TPI. Su
contundente por Kitchen, pero, aun eliminando este error, la cronología de James para el
A. Dodson propuso reducir la duración del TPI por varias décadas. 58 Su propuesta
fue rechazada por Kitchen con argumentos que apelan a las fechas Sothis y la
James cuestiona la cronología tradicional del TPI. Kitchen ha reiterado su postura sobre
cronología egipcia para períodos anteriores a 664 aC. Este rol lo cumple también en el
paradigma hace un siglo, ahora tenga que depender de una fecha bíblica, el quinto año de
56
Kitchen, “Egyptian Chronology”.
57
Ibid.; James, Centuries.
58
A. Dodson, “Towards a Minimum Chronology of the New Kingdom and Third Intermediate
Period”, The Bulletin of the Egyptological Seminar 14 (2000): 7-18.
59
Kitchen, Third Intermediate: xix-xxii.
60
K. A. Kitchen, “The Shoshenqs of Egypt and Palestine”, Journal for the Study of the Old
Testament 93 (2001): 3-12; On the Reliability of the Old Testament (2003).
237
monumento en Meguido. 61 Parte, con muchos otros que estudiaron el tema, del postulado
que el relato bíblico y los monumentos de Shoshenq se refieren a los mismos eventos. Si
el postulado es correcto es razonable intentar armonizar los datos de las distintas fuentes
La posibilidad de una cronología más corta para el TPI levantada por James,
refiere a la campaña de Sisac sin suponerlo de antemano? Para averiguarlo hay que tratar
el texto bíblico y el texto egipcio por separado, evaluar por separado sus propósitos, sus
El libro de Reyes relata que Sisac rey de Egipto subió contra el Jerusalén de
Roboam, y tomó los tesoros del templo y palacio. Crónicas añade que su ejército incluía
carros, hombres de a caballo, libios, suquienos y etíopes, y reporta que tomó las ciudades
fortificadas de Judá. Crónicas indica que los príncipes y el rey tendrían que ser siervos
del rey de Egipto (I R. 14: 25-26; II Cr. 12: 2-4, 8-9 y 11: 5-12).
Jeroboam huyó de Salomón a Sisac rey de Egipto, quien le dio como esposa una ‘hija del
61
Kitchen, Third Intermediate: 293-300, 432-447.
238
rey’ llamada Ano, hermana mayor de la esposa de Sisac (LXX: I R. 12-14 y II Cr. 10-12).
Cuando Salomón murió Roboam fue a Siquem para instalarse como rey, pero el pueblo
durante dos siglos más, los dos reinos se desarrollaron aparte (I R. 12 – II R. 17).
de lugares y un texto con otro tema. El relieve de Shoshenq le muestra golpeando sus
enemigos delante del dios Amun quien, con una mujer que representa Tebas, agarra
cuerdas que atan sus enemigos. Cada enemigo lleva el nombre de un lugar, y los nombres
se presentan en once grupos. Muchos de los nombres han sido identificados, y hay varias
El texto bíblico y el texto egipcio son muy diferentes. El relato bíblico aparece en
varias formas en libros escritos cientos de años después de los eventos. La inscripción
principales y los cerros centrales de Israel, pero Jerusalén no está entre sus enemigos.
Una sola de las fortalezas de Roboam, Ajalón, está entre los enemigos de Shoshenq, con
una fortaleza de Salomón, Bet-horón. El punto enemigo más cercano a Jerusalén que se
información habría que concluir que Shoshenq fue enemigo de Israel, y aliado de Judá o
62
Kitchen, Third Intermediate: 301 y 433.
63
Ibid., 432-447.
239
(ii) Sisac tomó las fortalezas de Judá y amenazó Jerusalén, llevándose los tesoros
de Salomón. Conoció a Jeroboam y le dio esposa de su familia. El profeta predijo que los
príncipes de Judá serían siervos de Sisac, y está claro que el relato bíblico implica que
(iii) La comparación de los nombres Sisac y Shoshenq no ayuda mucho ya que hay
La comparación directa del relato bíblico y la inscripción egipcia indica que los
texto bíblico Judá. Los dos textos podrían referirse a una sola serie de eventos solamente
si se supone que el autor bíblico suprimió los datos de la campaña contra Israel, y el autor
egipcio suprimió toda referencia a Jerusalén. Kitchen hizo varias suposiciones más para
relato bíblico de Sisac tendrán que olvidarse si tiene razón F. Clancy. Propone leer la lista
como relación de todos los lugares pequeños del Neguev, el Sefela y el sur y sur-oeste de
Judá, y concluye que el ejército de Shoshenq no fue al Jordán, Jerusalén, Israel, Sarón o
Gaza. Clancy piensa que la inscripción de Shoshenq no tiene nada que ver con el relato
conocen muchos ejemplares. Un estudio comparativo demuestra que las listas no proveen
del faraón como conquistador del mundo entero, y enumeran lugares enemigos en las
64
Kitchen, Third Intermediate: 298-299.
65
F. Clancy, “Shishak/Shoshenq’s Travels”, JSOT 86 (1999): 3-23.
240
militar, y que no apoya la idea que sus ejércitos destruyeron ciudades en Palestina. 66
del relato bíblico con la inscripción egipcia, sino de otros criterios. Fue sugerida por
fue corregida a “monumento del rey”. La corrección eliminó la razón por identificar
Shoshenq con Sisac, 68 y se debió evaluar su validez, pero el sincronismo produjo una
Si la identificación de Shoshenq con Sisac está errada las implicaciones son serias e
incluyen:
(i) se requiere una cronología para el TPI que no depende ni de las fechas Sothis ni
(ii) se tendrán que establecer fechas más seguras para los estratos de la secuencia
Oriente, el Egeo, Egipto y Asia occidental. James demuestra que la cronología del Egeo
66
K. A. Wilson, “The Campaign of Pharaoh Shoshenq I in Palestine”, setiembre 2004, 3 may. 2008,
<http://www.bibleinterp.com/articles/Wilson-Campaign_of_Shoshenq_I_1.htm>.
67
D. Rohl, A Test of Time: The Bible from Myth to History (1995): 120-128.
68
Rohl, Test of Time: 122; James, Centuries: 229-231; Kitchen, Third Intermediate: 72-76, 294-300
y 432-447.
241
de Amarna y antes sí son afectadas, ya que hay una carta de Assuruballit I de Asiria
considera uno de los elementos más sólidos del paradigma cronológico. El eclipse del
eponimato de Bur-Sagale (763 aC), 70 las múltiples conexiones entre los últimos reyes de
Asiria y el Canon de reyes, la suposición que hubo un epónimo para cada año y la
suposición que la lista es completa permiten fijar las fechas de los epónimos de 891ac a
648 aC. 71
de reinado, lo que permite conectar firmemente estas dos listas y asignar fechas a esta
serie de reyes. La cronología asiria, definitivamente a partir del eclipse de 763 aC, y
posiblemente también a partir del inicio de la Lista de epónimos en 891 aC, tiene
fundamentos sólidos. 72
69
James, Centuries: 304-306; K. A. Kitchen, Suppiluliumas and the Amarna Pharaohs (1962).
70
F. Espenak, NASA Eclipse Web Site, julio 2008, 29 jul. 2008, <http://eclipse.gsfc.nasa.gov/
SEhistory/SEhistory.html>.
71
Thiele, Mysterious Numbers: 41-45.
72
Ibid., 42-43, 46-50 y 209-215; “The Assyrian King List”, en tomo 2 de J. B. Pritchard ed., The
Ancient Near East: A New Anthology of Texts and Pictures (1975): 113-118.
242
Se pueden calcular fechas asirias para períodos anteriores con la ayuda de la Lista
de reyes que presenta los reyes, con sus períodos de reinado, en una sola secuencia. Sin
embargo, la cronología asiria para estos períodos no está libre de anomalías y problemas
sin resolver. James demuestra que, para Mesopotamia y regiones aledañas, existen
Según James la primera parte de la Lista de reyes de Asiria incluye enlaces genealógicos
de reyes, para siete reyes de la lista su padre tiene un nombre diferente del nombre que
figura en las inscripciones y que hasta once reyes son descritos como hijos de su
antecesor cuando eran probablemente sus contemporáneos, y tal vez sus hermanos. 74
convincente seguirá vigente. La Lista de reyes de Asiria sin el respaldo de otros datos
Durante las últimas décadas se ha intentado desarrollar una serie de técnicas que
permiten asignar fechas a los artefactos y estratos excavados, sin tener que apelar a textos
antiguos. La más importante de estas técnicas es, sin duda, la medición de radiocarbono.
Sin embargo, y a pesar de los muchos esfuerzos y recursos que se han invertido en la
73
James, Centuries: 261-290.
74
Ibid., 291-299.
75
Ibid., 299-309.
243
paradigma vigente.
asociarlos con artefactos de fecha conocida o con textos que permiten ubicarlos en el
historia del pueblo de Israel. Stager calculó que un 93% de los lugares poblados del
casi un 50% se ubica en los cerros centrales. En las llanuras costeras de Sarón y Judá, la
Sefela y los valles el Bronce Superior continuó después del inicio del Hierro I, hasta el
Mazar observa que la cultura material del Hierro I en muchas regiones es casi
idéntica a la del Bronce Superior IIB, y que, por esta razón, Ussishkin quiso incorporar el
argumenta que es mejor reconocerlo separadamente como período de transición por sus
76
Avi-Yonah, Encyclopedia: 649; Mazar, Archaeology: 238-239; L. E. Stager, “Forging an Identity:
The Emergence of Ancient Israel”, en M. D. Coogan ed., The Oxford History of the Biblical World (1998):
134-136; Dever, Early Israelites: 50.
77
Mazar, Archaeology: 290-300.
244
cerámica del Bronce Superior. Hay menos uso de técnicas de rueda, mayor uso de
ollas de cocina, desde el inicio del Bronce Superior hasta el final de la Edad de Hierro.
Dever describe la cultura material del Hierro I como la de una sociedad rural agrícola
basada en la familia. 78
Solo un 7% de ellos fueron construidos sobre restos del Bronce Superior, y son
factible explicar gran parte de las diferencias entre la cultura material del Hierro I y el
Bronce Superior IIB como la diferencia entre ciudades en contacto con la economía
Las culturas materiales del Bronce Superior y el Hierro I pueden haber sido
algunos enigmas podrían encontrar soluciones sencillas, como los cementerios del
Bronce Superior II sin centros poblados mencionados por Mazar, y los centros poblados
del Hierro I sin cementerios mencionados por Dever. En esta conexión es pertinente la
teoría de V. Fritz que argumentó a favor de una larga coexistencia de las poblaciones del
78
Dever, Early Israelites: 110.
79
Mazar, Archaeology: 277-279; Dever, Early Israelites: 126 y 145-146.
245
que indican que un fenómeno similar al proceso que produjo los del Hierro I puede haber
asentamiento interpone siglos entre las poblaciones rurales del Bronce Intermedio y las
del Hierro I, y explica los patrones de población en los cerros centrales como oscilaciones
Si los pueblos rurales del Bronce Intermedio coexistieron con el Bronce Superior
por un tiempo como los del Hierro I, pueden haber sido reemplazados directamente, y
poco a poco, por las poblaciones del Hierro I. En tal escenario el Bronce Superior podría
verse como la esfera geográfica del dominio egipcio en contacto con la economía
puede ser una ilusión creada por considerar la tipología de las cerámicas como indicador
cronológico en vez de un simple indicador de cultura material, error típico del enfoque de
Albright y las técnicas de excavación de su época. 82 Al otro lado, no hay duda que, en
Los datos arqueológicos acumulados durante los últimos 150 años no han
80
Dever, Early Israelites: 180-181.
81
I. Finkelstein, N. A. Silberman, The Bible Unearthed: Archaeology’s New Vision of Ancient Israel
and the Origin of Its Sacred Texts (2002): 153-158.
82
W. G. Dever, What Remains of the House That Albright Built? Biblical Archaeologist 56/1
(marzo 1993): 29-34.
83
Mazar, Archaeology: 197, 242, 301.
246
convencional. Tal vez sea más frecuente que lo que se piensa comúnmente la asignación
entre ellos son mayormente muy graduales. Es más preciso hablar de complejos de
cultura material que se asocian con secuencias estratigráficas y son atribuidos a períodos
históricos.
para futuras investigaciones cronológicas. La evaluación deja claro que algunos aspectos
del paradigma requieren estudio sistemático, y que se debe intentar identificar nuevas
fechas ancla para épocas anteriores al inicio del Canon de reyes en el siglo VIII aC. En
Mejorando la metodología
Hay una sola cronología correcta de una serie de eventos del pasado. La cronología
correcta incluiría todos los eventos ocurridos, los ordenaría en la secuencia temporal en
que ocurrieron y les asignaría la fecha correcta. La posesión de tal cronología es un ideal,
y ninguna de las cronologías de referencia vigentes para el antiguo Oriente es tan precisa.
(i) Las discusiones cronológicas confiables demuestran que han intentado incluir
todos los datos pertinentes, y la exclusión de tales datos hace dudar de las conclusiones.
247
Las conclusiones podrían acertar a pesar de la exclusión de datos pertinentes pero tal
no exponen los criterios cronológicos aplicados por sus autores. Los criterios de un
datos refuerza la confianza en la propuesta. Un solo dato contradictorio puede indicar que
(v) Tanto los textos antiguos como las reconstrucciones modernas basadas en ellos
pueden contener errores. Las propuestas cronológicas tienen que incluir la evaluación
(vi) Hay que separar claramente entre los datos antiguos y las deducciones, teorías
concepto de qué constituye un equilibrio aceptable varía con el tiempo, y también con las
presuposiciones adoptadas.
(vii) La cronología mínima permitida por los datos es probablemente más cerca de
comprendidos invita a extender las cronologías. Al otro lado, la falta de datos puede
(viii) Las propuestas cronológicas útiles permiten integrar en forma armoniosa los
datos de diversos campos especializados. Los que integran y armonizan los datos de
que provee datos, y la falta de comprensión de los datos usados crea distorsiones.
limitado se puede llegar a depender de argumentos circulares ocultos. Esto ocurre cuando
se apela a fechas cerámicas de otra región en apoyo de una cronología, sin tomar en
cuenta que las fechas de ambas regiones pueden depender de la misma cronología.
esta propuesta con teorías psicoanalíticas cuestionadas, ideas dramáticas sobre la historia
249
Velikovsky. Su idea central, que el éxodo ocurrió al final del Bronce Inferior, estimuló
original, y fue abandonada porque sus argumentos compartieron algunos de los errores de
logró evitar los errores típicos del movimiento. Bimson desarrolló argumentos rigurosos
que explica el relato bíblico del éxodo y la conquista. No desafió abiertamente las fechas
vigente.
y generó un breve debate académico. Este grupo sigue publicando de vez en cuando. Sus
cronológico, pero señalaron errores que consideraron fatales en algunas de las propuestas
de cronología alternativa.
250
Intermedio de Egipto tiene mucho en común con la de James, y comparte los errores
señalados por los críticos académicos. Las ideas de Rohl fueron ampliamente difundidas
cronología del TPI fue rechazada por la comunidad académica por sus errores, su
razones sólidas por los cambios que propone, y argumentos rigurosos en su apoyo. Debe
problemas que nadie hasta ahora resolvió, y no dar excusas a la comunidad académica
primer milenio aC esta cronología depende de las fechas Sothis para d.XVIII, la fecha
bíblica de la invasión de Sisac y la fecha del inicio de d.XXVI en 664 aC. La evaluación
demuestra que las fechas Sothis y la identificación de Shoshenq I con Sisac no pueden
continuar como fechas ancla del paradigma cronológico, y la única fecha ancla confiable
251
que queda es 664 aC. Esta fecha debe ser el punto de partida para la construcción de una
descartan las fechas Sothis y la identificación de Sisac con Shoshenq como anclas, la
final, 664 aC, pero su referencia a “la fecha antecedente para el final de dinastía XX”
revela que también tuvo en mente una fecha de inicio. 84 Tomó por sentada la validez de
las fechas Sothis para d.XVIII en estimar la fecha de inicio del TPI.
suposición que las fechas Sothis sirven de anclas cronológicas, pero su rechazo crea una
nueva perspectiva sobre el problema. Las reglas para la discusión de la cronología del
TPI han cambiado porque han desaparecido todas las fechas antecedentes. Cada decisión
tomada por Kitchen en cuanto a la duración de los reinados del TPI debe ser revisada,
siguiente sección y, tomadas con otros criterios, las decisiones podrían haber producido
Sin fecha fija para el inicio del período, todo el peso de la cronología convencional
del TPI descansa sobre la transmisión de la fecha bíblica de Sisac a Shoshenq I. Kitchen
construyó una cronología para el TPI que encaja perfectamente con la identificación de
84
Kitchen, “Egyptian Chronology”: 235.
252
los dos reyes, 85 pero varias de las decisiones tomadas en el camino podrían haber
y la construcción de una cronología para el TPI que armoniza con ella. Sin embargo, la
como fecha ancla del paradigma cronológico. Se tienen que reevaluar las muchas
decisiones tomadas por Kitchen para establecer la duración y secuencia de los reinados
del TPI, y eliminar la dependencia de las fechas ancla caducadas de sus argumentos.
quien propuso reducir la duración del período por décadas. La gran colección de datos de
la obra de Kitchen es todavía el mejor punto de partir. En esta sección se evalúan algunas
Todas las versiones de Manetón dan un total de 130 años por la duración de d.XXI. Julio
85
Ibid.
86
M. L. Bierbrier, The Late New Kingdom in Egypt (c.1300-664 BC): A Genealogical and
Chronological Investigation (1975).
87
G. Hagens, “A Critical Review of Dead-Reckoning from the 21st Dynasty”, Journal of the
American Research Center in Egypt 33 (1996): 153-163.
88
Dodson, Minimum Chronology; Kitchen, Third Intermediate: xix-xxii.
89
James, Centuries: 236-260. Rohl, Test of Time: 43-137. Kitchen, Third Intermediate: xliii-xliv;
“Egytian Chronology”.
253
el Africano presenta cifras de reinado que suman solamente a 114 años, y este total se
podría reducir a 109 si se aceptara la variante de Eusebio para el segundo rey. Para
d.XXII todas las versiones dan tres reinados que suman a 49 años. Julio el Africano
añade que hubo seis reinados más, sin nombrar los reyes, lo que podría extender la
Si d.XXI y XXII fueron secuenciales su duración total mínima, según Manetón, fue
de 109+49 = 158 años, y su duración total máxima fue de 130+120 = 250 años. Kitchen
asigna la fecha de 1089 ó 1069 aC al inicio del reinado del primer rey de d.XXI y la fecha
de 715 o 713 aC al final del reinado del último rey de d.XXII. Para Kitchen las dos
dinastías duraron un mínimo de 354, y un máximo de 376 años. 91 Aún tomando en cuenta
las dificultades que generan los variantes de las versiones de Manetón no parece
aconsejable ignorarlas tan olímpicamente como lo hace Kitchen. Asigna hasta dos siglos
más que Manetón a la duración total a las dos dinastías. James advierte que cada año
dudoso añadido al TPI añade un año a las edades oscuras del Mediterráneo central y
de un reinado largo a Osorkon I, segundo rey de d.XXII. Este rey aparece en Manetón
con el nombre Osorthôn, y todas las versiones le asignan 15 años. 93 El año más alto
le había atribuido 36 años a base de la lectura equivocada de un texto que hoy se lee
90
Waddell, Manetho (1940): 155-161.
91
Kitchen, Third Intermediate: 465, 466 y 588.
92
James, Centuries: 232.
93
Waddell, Manetho: 158-161.
254
una venda de lino de una momia. Otra pieza de lino de la misma momia llevaba el
nombre de Osorkon I. Kitchen supone que el año 33 se refiere a Osorkon, ya que las otras
Kitchen menciona que la hija del rey Psusennes II, último rey de d.XXI, fue esposa
de Osorkon I pero deja de mencionar que dos de las tres versiones de Manetón le
atribuyen a Psusennes 35 años, y la tercera versión, 14 años. Reconoce que hay dificultad
con la lectura de “año 33”, y menciona la posibilidad que tenga que leerse como “año
13”. Añade el comentario que, en tal caso, la diferencia de 20 años podría remediarse
claramente que Kitchen presupone una duración fija para el TPI, duración que conoce de
James, que presupone solamente la fecha final del período.96 Otra serie de comentarios
tratamiento del reinado de un rey que designa Osorkon IV. James observa que una
94
Kitchen, Third Intermediate: 110-111.
95
Ibid., 110, 182.
96
Kitchen, “Egyptian Chronology”.
97
Kitchen, Third Intermediate: xix-xxii.
255
Kitchen identifica cinco reyes Osorkon, y seis personajes más del mismo nombre,
uno de los cuales, que designa Osorkon C, tiene títulos similares a los del Tefnakt que se
enfrentó con Piankhi, de d.XXV. 99 Hubo un rey Osochôr hacia el final de d.XXI a quien
las tres versiones de Manetón asignan 6 años. Kitchen dice que el prenomen ‘Akheperre
doce caballos a Sargón de Asiria en 716 aC. Kitchen concluyó que Shilkanni es el
un rey Osorkon, con el nombre de su madre, o posiblemente su esposa. 103 Estos artefactos
‘Setepenamun’ fue normal durante d.XXII a partir de Shoshenq I, y bien podría haberse
usado también al final de d.XXI. Kitchen asigna ambos artefactos tentativamente al rey
98
James, Centuries: 254-255.
99
Kitchen, Third Intermediate: 514.
100
Waddell, Manetho: 154-157; Kitchen, Third Intermediate: 7-8, 14.
101
Kitchen, Third Intermediate: 88-94.
102
Ibid., 143, 365.
103
Ibid., 116-117.
256
que trató con Sargón y Piankhi, y la decisión obliga a pensar que este Osorkon no es ni
d.XXII que reinó al final de la dinastía y trató con Piankhi y Sargón, designado Osorkon
IV. 104
El mínimo número de reyes Osorkon requerido para explicar todos los artefactos y
monumentos que llevan el nombre acompañado por títulos reales es cuatro, pero Kitchen
insiste que hubo cinco. Kitchen demuestra que d.XXII y d.XXIII gobernaron
reyes de d.XXIII, incluyendo Osorkon III, vivieron en el Delta. Desde el punto de vista
geográfico Osorkon III podría haber tratado con Piankhi en Heliópolis y enviado caballos
a Sargón.
Kitchen enfatiza la diferencia radical entre los títulos de Osorkon II y Osorkon III
en significado y estructura. Los títulos de Osorkon III son más sencillos, y similares a
títulos de moda durante d.XXV y XXVI, que recuerdan los títulos de los reinos Antiguo y
Medio. 105 Desde el punto de vista de los títulos también Osorkon III encaja perfectamente
La razón fundamental por pensar que el Osorkon que trató con Piankhi y Sargón
fue un cuarto rey Osorkon es cronológica. Si este rey fuese en realidad Osorkon III, a
quien Kitchen asigna las fechas 777-749 aC, 106 se tendría que bajar sus fechas en más de
104
Ibid., 116-117.
105
Kitchen, Third Intermediate: 91.
106
Ibid., 471.
257
fue una opción para Kitchen, pero tiene que ser considerada a la luz de las objeciones ya
información presentada por Kitchen sobre los reyes Osorkon puede ser atribuida a
Osorthôn, de d.XXI, o a Osorkon I, II o III, de d.XXII, y hay que concluir que el estudio
Hay buenas razones por pensar que la duración total de d.XXI, XXII y XXIII fue
35, para Osorkon I la reduce por 20 años, la eliminación de Osorkon IV la reduce por 60
años más y la adopción de la teoría de Dodson quitaría algunas décadas adicionales. 107
Estas consideraciones reduciría la duración del período por un siglo o más, y el resultado
sería similar a adoptar la duración máxima permitida por las cifras de Manetón. La
adopción de las cifras mínimas de Manetón quitaría hasta dos siglos del período. Está
claro que la cronología del TPI merece una nueva investigación detenida.
cronología bíblica, la cronología de Asiria y otras cronologías que dependen de estas dos.
cronología asiria son seguras a partir del eclipse de 763 aC, y posiblemente también a
107
Ibid., xix-xxii.
108
Ibid., 209-215.
258
tablas que son resúmenes de las deducciones cronológicas hechas de ella. La situación es
El texto completo de las listas asirias incluye muchos detalles que no aparecen en
las tablas cronológicas. La Lista de reyes provee, normalmente, el nombre del rey, el
nombre de su padre y el número de años que reinó. En algunos casos, se añaden otros
quitan al lector la posibilidad de evaluar la relación entre los datos de la lista y las
fechas. 109
La cronología asiria se relaciona con la cronología egipcia durante los siglos VIII y
conexiones sólidas con el Canon de reyes, no se han aclarado del todo las relaciones entre
Asiria y Egipto durante este período. 110 Las dos cronologías se relacionan también a
través de múltiples referencias en las cartas de Amarna que conectan el Imperio Hitita,
Asiria, Babilonia, Siria, Palestina y Egipto y todas las regiones cuya cronología depende
de ellos.
109
Thiele, “The Assyrian Eponym List”, Mysterious Numbers: 209-215; “The Assyrian King List”,
en tomo 2 de Pritchard, Anthology: 199-202; J. A. Brinkman, “Mesopotamian Chronology of the Historical
Period”, en A. L. Oppenheim y E. Reiner, Ancient Mesopotamia: Portrait of a Dead Civilization (1977):
335-348.
110
Gardiner, Egypt: 340-351; J. Bright, A History of Israel (1972): 265-323.
259
los habiru en las cartas y su posible relación con los hebreos bíblicos. 111 Muchos lugares
mencionados en las cartas aparecen también en las narraciones bíblicas. Las cartas
revelan que hubo varias ciudad-estado en las llanuras de Palestina en esta época y sólo
dos estados importantes, Siquem y Jerusalén, en los cerros centrales. Esta realidad
geopolítica recuerda los escenarios bíblicos del tiempo de los jueces y la monarquía
unida. 112
obligaría también a modificar la cronología asiria para conservar los sincronismos que
antiguas entre las narraciones bíblicas y los pueblos vecinos serían los sincronismos
Balatu, cuyo nombre no aparece en la variante corta. 113 Las variantes permiten elaborar
dos cronologías para fechas anteriores a 786 aC, y en la cronología más larga las fechas
tienen un año más. Thiele demostró que la cronología más corta concuerda con la
111
R. De Vaux, Historia Antigua de Israel (1975): 120-126, 214-219.
112
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed: 153-159.
113
Thiele, Mysterious Numbers: 46-50.
260
versión corta de la lista obliga a reconocer que la lista tuvo dos epónimos en el año que
resuelve. El fenómeno de variantes en una lista oficial, que existía para eliminar dudas
sobre el nombre del año, llama la atención. Puede tener una explicación sencilla, pero
podría indicar también que hubo un cambio en el sistema de epónimos en ese año. Un
copista pudo haber encontrado más nombres que esperaba, y su intento de eliminar la
anomalía le llevó a producir la variante larga que tiene un epónimo por año. Si hubo
año al período de servicio de algún oficial, y que la práctica produjo años de duración
variable. El año en Babilonia era el tiempo trascurrido entre dos festivales de Año Nuevo
o akitu, y en las épocas más tempranas hubo dos akitu en cada período de doce meses. 115
equinoccios, que ocurren dos veces al año, y al año agrícola de dos estaciones por año. Se
celebraba dos veces al año en Ur, y representaba la renovación de la jurisdicción del dios-
luna sobre la ciudad. Con el tiempo el festival se desligó de los equinoccios, pero se
calendario civil de doce meses que también es documentado desde estas épocas. El uso
de semestres para algunos propósitos, y años para otros, persistió hasta los períodos más
114
Ibid.
115
E. J. Bickerman, Chronology of the Ancient World (1980): 64-65.
116
M. E. Cohen, The Cultic Calendars of the Ancient Near East (1993): 453.
261
tardíos como, por ejemplo, en los diarios astronómicos que se conocen a partir de 652 aC.
doce meses, y duraba once días durante los cuales la imagen del dios salió de la ciudad a
un templo. Durante la ceremonia el rey tuvo que dejar sus símbolos de autoridad, fue
golpeado por un sacerdote y obligado a jurar al dios que cometió pecado durante el año.
Luego el rey tomó la mano del dios, y el dios regresó a la ciudad en procesión triunfal. 118
Estos detalles indican que no fue solamente el dios que renovaba su jurisdicción
autoridad del rey se asociaba con el akitu desde la época cuando se celebraba
semestralmente, habría que concluir que los períodos de los reyes tempranos de
para un año en la Lista de epónimos. Si contaban los semestres y no los años de los reyes
tempranos del sur, también podrían haberlo hecho en el norte. La explicación del año con
dos epónimos podría estar relacionada con tales fenómenos. En tal caso este año de dos
al año en cuestión.
En Egipto, en las primeras épocas, se ligaron los períodos de reinado con el conteo
del ganado. Gardiner dice que las fechas se refirieron al ‘tiempo del conteo número tal’ o
117
F. R. Stephenson y C. B. F. Walker, Halley’s Comet In History (1985): 13-15.
118
Oppenheim, Ancient Mesopotamia: 122.
262
al ‘tiempo después del conteo número tal’. Dice que el conteo se hizo cada segundo año y
que estas fechas no aparecen a partir de dinastía XI. Gardiner sugiere que los conteos
volvieron anuales, y observa que el grupo jeroglífico usado para referirse al intervalo
explicación alternativa para los conteos bienales de ganado. Si volvieron anuales los
conteos, como sugiere Gardiner, ¿por qué se hizo este cambio? Podría ser que el cambio
que ocurrió fue otro, el de contar períodos semestrales a contar períodos anuales. 120 La
implicación sería que los reyes egipcios tempranos contaban semestres y no años, y
La posibilidad que los períodos sumados para calcular los reinados de reyes
referencia vigentes presuponen que los períodos de reinado fueron sumas de períodos
calendarios de doce meses. Si fueron de seis meses en períodos tempranos se tendría que
El autor de la Lista de reyes de Sumer pensó que una sola dinastía gobernó a la vez,
y que el poder pasó secuencialmente de una ciudad a otra, pero Jacobsen demostró que
muchas las dinastías de esta lista fueron contemporáneas.121 Un fenómeno similar ocurre
con el esquema de dinastías egipcias que coloca en secuencia los reyes de d.XXII, XXIII,
XXIV y XXV sin indicar que muchos de ellos fueron contemporáneos. Las cartas de
119
Gardiner, Egypt: 69-71.
120
Los períodos promedios de gestación de los animales domésticos principales son: 279-292 días
para vacas, 145-155 cabras, 112-115 chanchos y 144-151 ovejas, 365 asnos, alrededor de 410 días para el
camello bactriano y 330-342 días para los caballos. “Average Animal Gestation Periods and Incubation
Times”, MSN Encarta, 2008, 17 may. 2008, <http://encarta.msn.com/media_701500881_761572784_-
1_1/Average_Animal_Gestation_Periods_and_In cubation_Times.html>.
121
Jacobsen, Sumerian King List (1939).
263
Estos datos indican que la cronología antigua de Asiria y Babilonia tiene que tomar
en cuenta la posibilidad que las listas de reyes, que son la columna vertebral de la
cronología de referencia. James tiene una larga discusión de tales posibilidades y sus
numerosos sitios en el territorio de Israel y el entorno del territorio de Judá. Los estratos
destruidos, según A. Mazar, pertenecen al final del Hierro IIA, e incluyen Meguido IVB-
VA y los demás niveles ‘salomónicos’. 123 Si se tuvieran que bajar las fechas de Shoshenq
en un siglo o más, se tendrían que bajar las fechas del período Hierro IIA por el mismo
número de años. Tal cambio comprimiría los estratos de los períodos Hierro IIB-C en un
Mazar ocurrieron medio siglo después del tiempo de Shoshenq. 124 Si tiene razón se
bajaría la fecha de muchos estratos en medio siglo más. Al bajar la fecha de los estratos,
122
James, Centuries: 261-310.
123
Mazar, Archaeology: 395-398.
124
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed: 161-162, 231-232.
264
se mantendría la relación tradicional entre ellos y la cronología egipcia, porque las fechas
entre los estratos y la monarquía hebrea y Asiria sí cambiarían, porque las fechas bíblicas
como si los ocupantes bíblicos y asirios de un edificio de muchos pisos tuvieran que ser
reubicados uno o dos pisos más arriba, pero los ocupantes egipcios no. El efecto en la
interpretación histórica de los estratos más tardíos del Hierro II sería menor que en los
Imperio de Salomón podría ser dramático. Finkelstein ha demostrado que no hay mucha
posibilidad de relacionar los eventos del relato bíblico de Salomón con la arqueología del
Hierro I, 125 y se tendría que intentar ligar las construcciones de Salomón con la
arqueología del Bronce Superior. Temas como la inscripción de Merenptah que menciona
Israel, los habiru de las cartas de Amarna y los paralelos literarios entre los textos de
Ugarit y pasajes del Antiguo Testamento adquirirían un nuevo contexto histórico. Habría
que recordar también que los reyes egipcios del período Amarna intercambiaron cartas
Bajar las fechas de Shoshenq I crearía nuevos contextos para episodios como el
sobre Sísara y Jabín (Jue. 4-5), la conquista israelita de Canaán y el éxodo. El efecto de
bajar las fechas egipcias en estos períodos podría ser acentuado por la rehabilitación de la
125
Finkelstein y Silberman, Bible Unearthed y los artículos citados anteriormente.
265
fecha temprana del éxodo. La mayor parte de las objeciones a la teoría de Bimson
Una reducción sustancial en las fechas de Shoshenq causaría una reducción similar
en las fechas de todas las dinastías anteriores a d.XXII y en las fechas de todos los
como la fecha de los muros de Jericó. Garstang identificó los muros que cayeron en
presencia del ejército de Josué, pero Kenyon demostró que las cerámicas asociadas eran
del Bronce Inferior. Si Garstang tuvo razón en cuanto a la identificación de los muros,
Kenyon ha demostrado que la conquista ocurrió al final del Bronce Inferior. 127
recalibrada la cronología egipcia los especialistas podrían comenzar a explorar las nuevas
posibilidades con la paciencia y tenacidad que han mostrado hasta la fecha. Los cambios
conquista, tal como los relatan los libros bíblicos, no ocurrieron en la transición entre el
Bronce Superior y la Edad de Hierro. El resultado negativo contundente hace pensar que
se requiere una hipótesis radicalmente nueva, como la de bajar las fechas de Shoshenq,
126
Bimson, Exodus: 106-171.
127
Kenyon, “Jericho”.
128
Courville, Exodus Problem.
129
Stiebing, Out of the Desert: 123-148.
130
P. James, Centuries of Darkness (1991); D. Rohl, Test of Time (1995).
266
Resumen
Una característica de los estudios del antiguo Oriente es la larga vida de las teorías
campo especializado ha sido transferido a sus opiniones fuera de este campo. Algunos
sustento adecuado, pero las más destacadas han sido duraderas, y merecen reflexión seria.
Entre ellas están la propuesta de Courville de ubicar el éxodo al final del Bronce Inferior,
James argumenta que las edades oscuras en la transición entre la Edad de Bronce y
Hierro en varias regiones son una ilusión creada porque se ha exagerado el intervalo entre
Shoshenq con Sisac como la raíz del problema. James propone rechazar estas fechas
sustancialmente su duración.
Está pendiente todavía una evaluación profunda, minuciosa e integral de la solidez del
Los criterios para tal evaluación deben incluir (i) la consideración de las
del TPI en la cronología egipcia y (vi) el rol clave de la identificación de Shoshenq con
excavaciones.
académica. Las conocen bien y, muchas veces, han ejercido esfuerzos considerables para
eliminarlas. Una propuesta de revisión cronológica enfocada en señalar las anomalías del
conocimientos cronológicos.
general de apoyo para la cronología tradicional se ha roto. Las teorías astronómicas que
apoyan las fechas ancla Sothis se han ido para siempre, y las fechas mismas permanecen
en uso por inercia. La secuencia dinástica es confirmada por sus múltiples relaciones con
es 664 aC. James demuestra que varias cronologías regionales dependen de la cronología
Si las fechas Sothis ya no son anclas cronológicas firmes todas las fechas fijas
previas al TPI en Egipto desaparecen. La cronología del período debe ser reconstruida a
partir de su fecha final, 664 aC. Estrategias para acortar la cronología que dependen de
relaciones cronológicas.
reporta una campaña contra Israel, sino que enumera los enemigos de Egipto en la zona
fronteriza para exaltar la autoridad del rey. Reconstrucciones históricas que combinan los
Shoshenq con Sisac es segura. Tales reconstrucciones no pueden ser usadas para evaluar
La cronología asiria es sólida para fechas después de 763 aC, el año del eclipse de
Asiria. Las cartas de Amarna demuestran que Assuruballit I fue contemporáneo con los
las deducciones cronológicas hechas a base de sus datos deben ser confirmadas por datos
independientes.
estratigráficas, porque fueron fijadas a base de la tipología cerámica antes del desarrollo
una secuencia de estratos que hubo una interrupción en la continuidad de ocupación. Tal
propuestas serias para mejorar la cronología egipcia y corregir las fechas ancla de la
respira.
reconstrucción de la cronología del TPI, sin apelar a las fechas Sothis o la identificación
de Sisac con Shoshenq. La cronología de Kitchen fue plausible dentro del marco de sus
decisiones críticas.
Una de estas decisiones fue asignar hasta dos siglos más que Manetón a la duración
total del período. Otra fue adoptar un reinado de 35 años para Osorkon I, en vez de los 15
años indicados por Manetón y los monumentos. Una tercera decisión fue atribuir ciertos
hallazgos a un rey hipotético Osorkon IV cuando podrían ser atribuidos a uno de los tres
Las bases para la cronología de Asiria son las fechas respaldadas por la Lista de
Amarna. Materiales a usar para extender la cronología segura hacia el pasado incluyen
en estas listas, se debe considerar la posibilidad que algunos cálculos antiguos se basaron
Bajar las fechas del TPI bajaría las fechas de las dinastías anteriores a d.XXI, y se
tendría que establecer nuevas fechas ancla para los períodos arqueológicos. Las fechas de
los períodos arqueológicos bajarían, pero las fechas de los eventos bíblicos no bajarían, y
se tendrían que asociar los eventos de la historia bíblica con períodos más tempranos que
con el Bronce Superior, asociar el período de los jueces con el período de los hicsos,
asociar el éxodo y la conquista con el final del Bronce Intermedio, o Inferior, y asociar la
CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
Los resúmenes al final de cada capítulo contienen los resultados de las varias
Oriente y no se repiten aquí. En las secciones que siguen se reflexiona en forma más
global sobre el trabajo hecho, se enfatizan las conclusiones principales y se hacen algunos
distintas maneras, y usaron los datos y métodos disponibles para proponer soluciones. A
través del tiempo se elaboraron esquemas cronológicos de amplio alcance que fueron
adoptados como sistema de referencia cronológica por muchas personas. De esta manera
fueron creados los consensos cronológicos, que, a lo largo del tiempo, fueron
para su evaluación.
Desde el tiempo del Imperio Persa hasta el siglo XIX los elementos centrales del
jueces y reyes de Israel. Los datos egipcios fueron extraídos de Herodoto y Manetón, y
Se estudiaron estos datos por métodos literarios. Herodoto contó los relatos
históricos que recopiló en Egipto a los griegos. Su esquema cronológico fue evaluado por
Manetón, que escribió para los egipcios helenizados. Los esquemas de Herodoto y
Manetón fueron revisados y presentados por Josefo a los judíos, por Africano y Eusebio a
las cronologías bíblicas de judíos y cristianos, el Canon de reyes de Ptolomeo y las tablas
Las discusiones cronológicas cristianas e islámicas del período medieval, y las del
fue uno de los arquitectos principales del pensamiento científico moderno, su propuesta
Combinó el esquema de Herodoto con cálculos astronómicos para asignar fechas más
bajas a los eventos de la historia griega. La propuesta de Newton dominó las discusiones
del siglo XIX condujo a la creación de nuevos elementos fundamentales para los
inventó la teoría del ciclo de Sothis y se desarrolló una nueva cronología asiria a base de
274
la Lista de epónimos. Durante la segunda mitad del siglo XIX los cambios de
La arqueología y el paradigma
estudiante de la cronología. Los datos con los cuales tiene que trabajar están dispersos y
Guerra Mundial, hubo un caos mientras cada excavador elaboró su propia cronología.
Durante la segunda fase, entre las dos guerras mundiales, se partió del consenso Garstang
275
excavación y métodos de análisis cada vez más sofisticados. La cuarta fase, que se viene
antiguos.
cronología egipcia (¿para Mesopotamia también?), y, hasta ahora, las nuevas fechas
registro, con un locus, un estrato y una secuencia estratigráfica. Cada artefacto excavado
asignar fechas. Estas asociaciones cronológicas son atributos básicos de cada artefacto
Sus atributos cronológicos acondicionan la manera en que los artefactos pueden ser
excavado y datos textuales. Los datos textuales tienen tambien atributos cronológicos,
durante la segunda mitad del siglo XIX, la arqueología venía impactando, cada vez más,
en el estudio de las narraciones del Antiguo Testamento. Hubo tensión entre las fechas
esta tensión es la existencia de dos fechas para el éxodo. Las dos fechas, la temprana y la
Las teorías literarias críticas introdujeron una tercera cronología a los debates de
Biblia y arqueología, la de las fechas adoptadas para el origen de los libros bíblicos y sus
documentos fuente. Esta tercera cronología tiene una influencia importante en las
peso de sus datos en la confrontación con datos de excavación. Tanto los datos textuales
como los datos de excavación tienen atributos cronológicos. Los datos de excavación se
través de los datos cronológicos del texto y la cronología adoptada para explicar el origen
las reconstrucciones históricas. Si la cronología de referencia tiene errores y tiene que ser
consenso afectaría los datos bíblicos y los datos arqueológicos de manera distinta, y las
asociaciones tradicionales entre eventos bíblicos y estratos tendrían que ser cambiadas.
consenso incluye un conjunto de esquemas cronológicos que se usan para ordenar los
comunicación entre disciplinas especializadas, y sus fechas ancla son usadas en forma
rutinaria por todos como el aire que respiramos. Las discusiones cronológicas pueden ser
académicas que las han evaluado indican que se requiere urgentemente una evaluación
paradigma está la cronología egipcia tradicional. Durante las últimas décadas las bases de
esta cronología se han cuestionado de tal manera que ya no hay un consenso general de
apoyo para sus fechas ancla. Las fechas tradicionales siguen en uso por inercia y por falta
mantener las fechas Sothis y la identificación de Shoshenq con Sisac como fechas ancla.
cronología de este período con los mejores criterios posibles. El trabajo fundamental de
resultados del reajuste que resulte para la cronología egipcia, tomando en cuenta las
fechas seguras que dependen de los epónimos y el sincronismo Amarna. Otra tarea
¿Qué tiene que ver el paradigma cronológico para el antiguo Oriente con la
educación teológica? Todos los interesados en el antiguo Oriente usamos las fechas del
paradigma cronológico. Si estas fechas están erradas, todos estamos usando fechas
erradas. El educador teológico podría responder que esto no le importa y que es asunto de
279
pero no las hay. Si hacen faltar ¿quién los preparará? ¿Podría ser tarea de los educadores
teológicos?
educación teológica y los educadores teológicos tienen mucho que ver con los temas
la historia del impacto del cristianismo en la sociedad ha sido una parte importante del
historia en muchos puntos. El paradigma es especialmente pertinente para las partes del
currículum teológico que tienen que ver con la cosmovisión cristiana, y la manera en que
estudios.
antiguo Oriente es de relevancia para todas las áreas de estudio del Antiguo Testamento.
280
original.
Los educadores teológicos debemos tener interés en los cambios de cosmovisión y los
de la fe, las maneras en que se ha hecho, los errores cometidos y las posibles estrategias
teológicos e instituciones de educación teológica. Tal vez no nos toque resolver los
problemas cronológicos señalados, pero sí nos toca comprender sus implicaciones para
nuestra labor.
teológica por todas las razones mencionadas. Se podría incorporar tales estudios en forma
cristianismo y sociedad.
Se podría incluir el estudio de los problemas del paradigma cronológico entre los
cronología dinástica para Egipto abriría nuevas posibilidades para la arqueología bíblica
281
interminables que nunca fueron bien comprendidos por sus protagonistas. Esta disciplina
hoy, como durante las últimas décadas del siglo XIX, está en la mira de un sector del
Tal vez se podría pensar aún en cómo preparar algunos especialistas en cronología
para orientar a la comunidad en esta área desde el punto de vista de educación teológica.
Si nadie más está entrenando cronólogos ¿por qué no se lo puede hacer en las escuelas de
educación teológica?
de referencia y libros de texto escritos con sensibilidad hacia los problemas del
Conclusiones globales
integral de los problemas del paradigma cronológico. Muchos han señalado los defectos
de los esquemas cronológicos, y han propuesto reformas del paradigma vigente. Sin
embargo, no existe un estudio general del problema cronológico que integra en forma
mayor importancia para los educadores teológicos, y los temas investigados en este
estudio proveen muchas ilustraciones de tales procesos. Una tarea mayor del educador
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