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V lviendo a lo NUESTRO

AMBIENTACIÓN 1:

María Laporta Martínez.

Devoción: La Cruz
Nacimiento: 22 de Marzo de 1892
Muerte: 15 de Julio de 1959

María era de tipo corriente, bien, cutis y manos finas, hermosos ojos, cabellera
ensortijada que le agraciaba el rostro. Su porte, modales y maneras de hablar,
suaves. Su decir reposado, con reflexión, midiendo sus palabras, ecuánime. No
se la veía airada, ni mucho menos. En lo religioso se la consideraba como
joven piadosa, y hasta se decían cosas en el pueblo, como de persona y alma
extraordinaria. Era, aunque de poca cultura, lista, inteligente.

5 de Febrero de 1915 en el que por primera vez la joven María Laporta


Martínez, le descubrió el misterioso acontecimiento que acababa de vivir:
“Padre, esta mañana, cuando usted alzó la Sagrada Hostia, unos rayos de luz y
fuego que de ella salieron, hirieron mi corazón, y al mismo tiempo oí una voz
que me decía: “Serás toda mía”, llevando a mi alma grande paz y consuelo”,
fueron muy continuados los hechos extraordinarios que le ocurrieron a lo largo
de muchos años.

3 momentos claves en su vida:

·Participación de María de la Cruz en el Misterio de la Pasión, Muerte y


Resurrección de Cristo.
·Acoso a que fue sometida por el espíritu del mal.
·Palabras del Señor, relacionadas con la Congregación, que infunden consuelo
y esperanza.
V lviendo a lo NUESTRO

AMBIENTACIÓN 2:

Ángeles Simón Oses.

Devoción: Corazón de Jesús


Nacimiento: 2 agosto 1884
Muerte: 8 de Julio 1968

Un carácter bondadoso y dulce, amable y complaciente, siempre acogedor.


Hasta su aspecto externo tenía este matiz suave y pacífico. Era como un reflejo
de la Bienaventuranza evangélica: Dichosos los pacificadores, los que tienen
paz en sí y la van sembrando a su paso. Era parca en el hablar, enemiga de toda
crítica y exquisita en la caridad. Contraria a exhibiciones, no es extraño que
sepamos poco de su vida interior, pues amaba el silencio, y la humildad le hacía
vivir escondida. Le gustaba atribuir lo bueno a los demás y ella no aparecer ni
figurar. Sin embargo, su virtud perfumaba el ambiente.

El Kempis le acompañaba con frecuencia

Fue Ángel de Postulantes

Era el día 8 de Julio 1968., después de cenar, cuando se retiró y


repentinamente se sintió enferma de gravedad. Sus últimas palabras habían
sido un acto de amor confiado: ¡SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN VOS
CONFÍO!
V lviendo a lo NUESTRO

AMBIENTACIÓN 3:

Aurea Martínez Pardo

Devoción: Oración en el Huerto


Nacimiento: 24 de agosto de 1893
Muerte: 2 de Enero de 1956.

Tres fueron los amores que distinguieron la piedad de Áurea y su celo por la
salvación de las almas, después de los dieciséis años:

-El aseo y adorno de la Iglesia Parroquial.


-La enseñanza del catecismo.
-El amor a los pobres.
En las reuniones, Aurea, hacía de secretaria tomando nota de cuanto se trataba,
para tener algo de historia que ella guardaba. Las reuniones, el haber admitido
alguna más, el estar enterados sus padres y las no pocas personas curiosas, que
acechaban cuanto podían, convirtió el susurro en conocimiento de algunos secretos.
Comenzaron entonces las bromas de sus amigas y parientes.

Tenía Aurea un pequeño baúl que conservó hasta morir, en el que guardaba todos
sus secretos. Sus hermanos, joviales y bromistas por el cariño y confianza que con
su hermana tenían, le apuraban cogiendo el baúl y haciendo ademán de abrirlo le
decían: ¿Qué tienes aquí? Aurea, algo apurada llamaba a su mamá y les decía: ¡Que
son secretos de conciencia! ¿Qué tenía Áurea en aquel baúl? Los escritos de las
reuniones, sus secretos de conciencia y los instrumentos de penitencia.

M. Áurea fue siempre muy sencilla; no fue alma extraordinaria, si no se le considera


extraordinaria por sus virtudes: desprendimiento, pobreza, castidad, mortificación,
caridad, amor al trabajo.

Primera Superiora General.

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