Oriana es una película venezolana de drama estrenada en el año 1985, dirigida por Fina Torres. esta cinta venezolana tuvo diversos reconocimientos en el ámbito internacional pasando por el festival de Cannes llevándose el premio de la cámara de oro, hasta el festival de Chicago optando por un premio como mejor película. Oriana fue un filme no solamente reconocido en el ámbito internacional, sino en el ámbito nacional, marcando una diferencia innovando los diversos temas recurrentes en las películas venezolanas hablando de historias distintas que van más allá de la prostitución y la delincuencia, un mundo dictado por hombres.
La historia se centra en María quien actualmente está casada y residenciada en
París con su esposo. Más, sin embargo, inesperadamente le llega la noticia de que ha heredado la hacienda que habitó su tía en el litoral central venezolano. María llega a la hacienda con su esposo con la principal intención de vender la casa, antes de entrar se encuentra con un señor quien ante escuchar esta noticia se encuentra realmente sorprendido debido a que denota un interés sentimental por esta casa. No obstante, María está muy clara de su decisión y entra a la casa para observar el inventario de lo que será una venta y solamente eso para ella. Ambos entran en la casa y el esposo muy desinteresado se aburre rápidamente y decide salir a reparar el carro el cual al comienzo de la película estaba fallando. Observamos a Oriana entonces paseando alrededor de toda la casa, cuando esta se asoma por la ventana, también se asoma un recuerdo del primer día que pisó dicha propiedad cuando apenas era una niña, siendo recibida en la puerta tal y como llegó ella con su esposo en el presente. A partir de ahí, la narrativa nos indica que esta historia no se desarrollará en orden lineal sino de manera discontinua y mediante flashbacks. De esta manera observamos a María de pequeña entrando a la casa y conociendo por primera vez a su tía, Oriana, quien demuestra al principio del filme ser una persona muy misteriosa, extraña y con un estilo de vida solitario debido a experiencias personales de vida. Oriana es una mujer que le gusta la naturaleza, escribir y tocar piano, actividades recurrentes hace sin salir de casa. Pero a pesar de sentirse sola, Oriana vive con una de sus criadas que a diferencia de ella es un personaje brusco, directo y con bastante carácter. Desde el principio podemos notar que no le agrada la estadía de María protestando que la casa no es un lugar para niños y está lleno de secretos que están enterrados y que deben permanecer enterrados. este mismo diálogo de la criada es expresado después de que María recordando su infancia en la casa donde se encuentra actualmente decide observar y se da cuenta que un columpio está enterrado y en una cabaña se encuentran vestidos y algunos regalos con una dedicatoria de una persona llamada Sergio, quien lo observa detrás de un árbol mientras ella aterrada sale corriendo donde su tía y le comenta que hay un fantasma que la estaba viendo. Después de estos eventos en el pasado volvemos al presente donde podemos notar que la protagonista actual se encuentra ante un cambio y por alguna razón decide quedarse más de la cuenta en la casa con la intención de seguir recordando su historia en ella. A partir de aquí vemos mayormente a la María pequeña quien toma el protagonismo en la cinta para que el espectador pueda entender de manera más profunda las vivencias de María en esa casa cuando era pequeña y la relación tan íntima pero al mismo tiempo distante que tenía con su tía, tanto así que cuando a María pequeña le comentaron que ya se tenía que ir se molestó bastante, demostrando que de cierta manera le gustaba estar ahí para averiguar la vida de su tía y poder encontrar quién era el fantasma que la estaba persiguiendo y la razón del porque esa casa estaba llena de secretos. Es ahí cuando la historia incluye flashbacks de otro personaje, quién vendría siendo Oriana. a partir de ahí Oriana toma la batuta del relato y podemos observar la relación que ella tenía con Sergio, su “hermano”, y la triste relación que tenía con su padre, personaje influyente de gran importancia debido al comportamiento de la criada y de Oriana ante el ambiente tétrico de esa casa. se conoce la historia de Oriana quien era una niña que nunca salía de su casa y que era gravemente atemorizada por su padre. En su adolescencia Oriana logra tener un romance con Sergio el cual no se desarrolla hasta su desenlace cuando Sergio es brutalmente asesinado por su padre cuando los vio haciendo el amor en el bosque. A partir de ahí su padre decide encerrarla con el pretexto de que nunca va a volver a salir de su casa. Luego de esto su padre sale con su caballo y no regresa, por lo cual se intuye que ha muerto. Luego de esto volvemos al presente y ocurre una evolución en el personaje de María, quien después de estar consumida por los recuerdos de esa casa y la presencia de su tía en su vida, va y visita el cuarto de Sergio, dónde ve una foto de su tía con un niño muy parecido a Sergio, quien en verdad es su hijo. María sale rápidamente y pregunta al hombre que los recibió al principio quien vive ahí. Luego de enterarse de la respuesta va a donde su marido con la decisión definitiva que cierra la historia. "La casa no está a la venta”.
Podemos observar que el objetivo principal de la protagonista que era vender la
casa, cambia por completo y evoluciona en un acto de gratitud y lealtad hacia su difunta tía. Por lo tanto, el personaje no cumple con su objetivo, haciendo que la narrativa se torne en analepsis de recuerdos que cambien el rumbo presente del personaje principal. La casa es el principal elemento que mueve, une y da rumbo a la historia.
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