SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

EL CUERPO Y LA SANGRE
SANTÍSIMOS DE CRISTO
 MONICIÓN INICIAL
Hermanos, hoy celebramos la solemnidad del
Cuerpo y la Sangre santísimos de Cristo, quien
con este alimento santo nos ofrece el remedio de
inmortalidad y la prenda de la Resurrección. (cf.
Martirologio Romano, elogio)

Este Pan de vida es el tesoro al que hay que dar

prioridad en la Iglesia y en la vida; participaremos
de esta entrega amorosa de Dios en la Misa y, al
mismo tiempo, redescubriremos la adoración que
continúa en nosotros su acción. Esto nos hace
bien, nos sana dentro. Especialmente ahora, que
realmente lo necesitamos. (cf. FRANCISCO, homilía del
Corpus Domini, 14/06/20)

MONICIÓN A LA LITURGIA
DE LA PALABRA
En la Eucaristía participamos de la doble mesa del
Cuerpo del Señor y de su Palabra, en un único
sacrificio de alabanza. ¡Alimentémonos de cuanto
sale de la boca de Dios! Atentos que se va a abrir
ante nosotros el tesoro de la Palabra de Dios.
 SECUENCIA
(forma breve)
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático
nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo
echemos a los perros.
Figuras lo representaron: Isaac fue
sacrificado;
el cordero pascual, inmolado;
el maná nutrió a nuestros padres.
Buen Pastor, Pan verdadero,
¡oh, Jesús!, ten piedad. Apaciéntanos y
protégenos; haz que veamos los bienes en la
tierra de los vivientes.
Tú, que todo lo sabes y puedes,
que nos apacientas aquí siendo aún mortales,
haznos allí tus comensales,
coherederos y compañeros de los santos
ciudadanos.
 ORACIÓN DE LOS FIELES
El celebrante: Queridos hermanos, en la
celebración del adorable Don del amor que nos
hace partícipes de la Pascua del Señor, invoquemos
la renovación de su gracia diciendo:
R. Oh Señor, escucha y ten piedad.

1. Señor Jesús, mira a tu esposa, la Iglesia: llénala

de tu presencia, que nunca le falte el don de tu
Cuerpo y de tu Sangre.
2. Señor Jesús, bendice al papa Francisco y a
nuestro Obispo Ismael: líbralos en las
adversidades presentes y concédeles sabiduría y
perseverancia.
3. Señor Jesús, acompaña la obra de los
gobernantes: haz que sus planes sean sabios en
este tiempo difícil y ayúdalos en el servicio a los
pueblos que les han confiado.
4. Señor Jesús, ayuda a los sacerdotes:
confórmalos a tu Sacrificio de amor y santifica su
vida con la gracia de los Sacramentos que
celebran.
5. Señor Jesús, sostén a los seminaristas y a los
diáconos: confírmalos en su vocación y plasma
sus corazones a semejanza del tuyo.
6. Señor Jesús, consuela a los pobres y a los
sufrientes: sostenlos con tu amistad y tu
esperanza y mueve a quienes se alimentan de Ti al
ejercicio de la caridad.
7. Señor Jesús, acoge a los moribundos y a los
difuntos: a quienes comieron tu carne y bebieron
tu sangre dales vida eterna; a todos abre las
puertas del paraíso.
El celebrante: Señor Jesús, que cada día te haces
presente con tu Cuerpo entregado y tu Sangre
derramada, renueva hoy tu fidelidad y socórrenos
en tu amor. Que vives y reinas por los siglos de los
siglos.