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“Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón
llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero
no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a
un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel
lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es
necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso”. (Lucas
19:1-6)
Jericó, es para la historia la ciudad más antigua del mundo, bíblicamente es una ciudad
importante, entre otras cosas porque fue la primera ciudad conquistada por Israel tras
cruzar el Jordán al mando de Josué. Para el tiempo de Jesús, esta ciudad era muy rica, ya
que la mayoría de los terratenientes y cobradores de impuestos (publicanos) vivían allí,
uno de ellos era Zaqueo.
Para el tiempo en que Jesús va a Jericó, su nombre se había extendido por toda la región y
seguramente por esta razón “Zaqueo procurada conocerle”, sin embargo, le era difícil,
puesto que Jesús estaba frecuentemente rodeado de mucha gente. El relato del
evangelista, agrega que Zaqueo, además era bajo de estatura, lo que significaba una
limitación física. ¿Sería esta la única y limitación para Zaqueo?, ¿Su visible limitación
significaría una imposibilidad para acercarse a Jesús?
Zaqueo no solo tenía la limitación de su estatura, sino que también, debemos pensar que
muchas de las personas que estaban entre la multitud eran contribuyentes de los
impuestos que él cobraba, y, por tanto, le conocían: << ¿Qué no es Zaqueo?, ¿cómo puede
este pecador intentar acercarse a Jesús?, ¿Cómo puede estar con nosotros este traicionero? >>
El hecho de que Zaqueo tan solo haya estado en medio de la multitud, ya despertaba el
resentimiento y malestar del pueblo.
¿Conocemos cuáles son nuestras potenciales limitaciones?, ¿Cuál debería ser nuestra actitud
frente a nuestras limitaciones?, ¿serán nuestras limitaciones un impedimento para
acercarnos a Jesús? ¿Podrá Jesús deshacer todas nuestras limitaciones?
Jesús nos conoce por nuestro nombre, él sabe cuáles son nuestras limitaciones, nuestros
temores, y también cuando nos acercamos a él para buscar ayuda, él constantemente nos
llama y nos dice, al igual que a Zaqueo: ven (baja) pues debo quedarme (hospedarme)
siempre (hoy) en tu corazón (en tu casa).
Nota: El árbol sicómoro era muy conocido y abundante en la región, sobre todo en Egipto, donde
por la durabilidad de su madera fue relacionado con la muerte y la resurrección, en algunos casos
su madera se utilizó para la creación de ataúdes. La interpretación del acto de Zaqueo en el árbol,
es una representación de su paso de la muerte a la vida.