(BR, YG) – IB – F01 – 2020

EDUCACIÓN RELIGIOSA

Alumno(a): ............................................................................. Fecha: ....................….Grado: 6° Año PAI 1

Objetivo A: Conocimiento y Comprensión

El encuentro con Jesús nos cambia: la conversión (Zaqueo)

Señor, ¿qué debo hacer para no dejarte pasar de largo en mi vida?

Escrito por P. Juan José Paniagua
Tomado de: https://catholic-link.com/vlog-zaqueo-jesus-comentario-evangelio/

Lucas 19,1-10
«Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. Vivía en ella un hombre
rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma.
Quería conocer a Jesús, pero no conseguía verle, porque había mucha
gente y Zaqueo era de baja estatura. Así que, echando a correr, se
adelantó, y para alcanzar a verle se subió a un árbol junto al cual tenía que
pasar Jesús. Al llegar allí, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja
en seguida porque hoy he de quedarme en tu casa». Zaqueo bajó aprisa, y
con alegría recibió a Jesús. Al ver esto comenzaron todos a criticar a Jesús,
diciendo que había ido a quedarse en casa de un pecador. Pero Zaqueo,
levantándose entonces, dijo al Señor: «Mira, Señor, voy a dar a los pobres
la mitad de mis bienes; y si he robado algo a alguien, le devolveré cuatro
veces más.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque
este hombre también es descendiente de Abraham. Pues el Hijo del
hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido».

http://imagenescristianasparacolorear.blogspot.com/2013/12/dibujos-para-colorear-de-zaqueo.html

Zaqueo era mal visto entre los habitantes

de Jericó. Era el jefe de los encargados de
cobrar los impuestos; trabajaba para el
imperio romano, es decir, para los
conquistadores a los que se tenía que
entregar parte de las ganancias que se
obtenían con el sudor de la frente; y
además había acumulado una gran
riqueza engañando a los demás. Quizá lo
más grave de todo era que al ser un
“colaborador” del poder romano estaba en
contra la ley de Dios y, por lo mismo, era
un hombre religiosamente impuro. En una
palabra, Zaqueo era considerado un
pecador público.

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 Pero Zaqueo era más que eso. El Evangelio nos
da a entender que en su mente y corazón había
una curiosidad por saber quién era ese Jesús que
pasaba por su ciudad. «Trataba de distinguir quién
era Jesús» dice el texto de Lucas. ¿Habría
escuchado de Él, de sus prodigiosas curaciones y
milagros, de sus prédicas? Probablemente. Lo que
sabemos con certeza es que, a pesar de la
abundancia de sus bienes y pecados, el deseo de
ver a Jesús logró abrirse paso. Buscó incluso la
manera de superar un obstáculo que toda su
riqueza no podía remediar: era bajo de estatura.
Se subió a un árbol para poder verlo.

https://clubperlita.wordpress.com/2017/10/21/jesus-visita-a-zaqueo/

Jesús mira a Zaqueo con esos
ojos de misericordia y amor
capaces de transformarlo todo y,
a pesar de que sabía el
escándalo que iba a generar, lo
llama por su nombre y se invita a
su casa. Ese alojamiento en su
vivienda, refleja una visita muy
especial, un acercamiento al
corazón de Zaqueo. Así parece
haberlo vivido pues «bajó
enseguida y lo recibió muy
contento», e inmediatamente
enmienda su camino: restituye lo
robado —en mucho mayor
medida de lo que la Ley
establecía— y regala la mitad de
sus bienes en favor de los
pobres.
Los conciudadanos de Zaqueo
no pueden creer lo que están
viendo. Igual siguen
murmurando: «Ha entrado a
hospedarse en casa de un
pecador». Mientras tanto, un
hermoso milagro se había
obrado: la salvación llegó al
corazón de un hijo de Abraham.
El Pastor recuperó una oveja
perdida.
La conversión de Zaqueo es una
hermosa prueba de que la
misericordia de Dios alcanza a
todos. «Dios no excluye a nadie,
ni a pobres y ni a ricos. ¡Qué
lección nos deja hoy el pequeño
Zaqueo! Dios pasa, “se invita”
constantemente a nuestra casa,
prácticamente suplica que le
abramos (ver Ap 3,20) pues
nada quiere más que traernos la
salvación como la llevó a la casa
de Zaqueo.

Ahora bien, Zaqueo se procuró la manera de superar su baja estatura, hizo a un

lado la vergüenza porque de alguna manera quería ver a Jesús. Hubo algo en su
interior, aunque sea mínimo, que lo impulsó a buscar a Jesús. Esta actitud, nos
dice San Juan Pablo II, nos invita a preguntarnos: «¿Quiero yo «ver a
Cristo»? ¿Hago todo para “poder verlo”? Este problema, después de dos mil
años, es tan actual como entonces, cuando Jesús atravesaba las ciudades y los
poblados de su tierra.

Zaqueo, un hombre pecador e impuro, dejó entrar a Jesús en su casa y en su

corazón; no se detuvo a pensar en las consecuencias de este encuentro. Abrió
las puertas y la salvación llegó a su casa.

ACTIVIDADES
 Subraya información pertinente sobre el cambio en Zaqueo.
https://www.pinterest.es/mjesusme/zaqueo/
(INFORMADOS E INSTRUIDOS - INDAGADORES)
 Forman equipos de 4 y responden en un post it: ¿Por qué el
encuentro con Jesús trae como consecuencia la conversión en
Zaqueo? ¿puedes tú vivir un proceso de conversión? ¿por
qué? Socializan sus respuestas. (REFLEXIVOS)

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