Está en la página 1de 2

Texto: XP011 1

Tus gestos te delatan

1. Existen gestos que delatan nuestros pensamientos y sentimientos (entre los que
están las expresiones faciales, fieles indicadores de las emociones básicas), que son
inconscientes.

2. Está comprobado que sentimientos como el amor o la atracción sexual, pueden


hacer hermosa a una mujer (se le dilatan las pupilas, le brillan los ojos, sonríe
dulcemente…), y atractivo a un hombre (profundiza la voz, se estira, hincha el pecho,
tensa músculos que le disminuyen unos minutos el vientre…). Existen incluso personas a
las que se les hincha un poco el labio inferior y se les colorea la piel.

3. El juguetear con el pelo, rozar el borde de una copa con un dedo, pasar la mano
por la cabeza, toser, arreglarse la corbata continuamente, sonarse o tocarse la nariz, son
todos ellos gestos que indican un nerviosismo producido por la atracción que sentimos
hacia una persona que está cerca de nosotros, y que evidencia que deseamos atraerla
también a ella. En fin, en la conducta del galanteo se han descubierto gestos delatores de
sentimientos.

4. Los gestos de las manos son también delatores. El enseñar las palmas de las manos
al charlar es un gesto de apertura hacia el interlocutor. El toser tapándonos la boca con la
mano y enseñando la palma es un gesto que expresa coqueteo, apertura, deseo de entablar
contacto, de atracción…Lo mismo expresan los brazos extendidos o abiertos hacia la
persona que nos acompaña. Sin embargo, el ocultar las palmas de las manos cerrando los
puños, o cruzar los brazos sobre el pecho, indican que deseamos mantener nuestra
intimidad, nuestro terreno.

5. Los ojos también transmiten sentimientos. Unos párpados que caen lánguidos
implican timidez, galanteo, pudor…Mirar fijamente indica que existe mucha confianza,
cariño. El hacerlo hacia una persona que se desconoce provoca desafío. Este se siente
inquieta y puede mostrar agresividad hacia el que mira ("¡Qué mira usted!").

6. Sabemos fingir una expresión alegre o triste, pero no sabemos mantenerla bien. Si
mentimos, no acompañaremos con gestos lo que decimos, y si lo hacemos, serán gestos
bruscos, rápidos y desorganizados. Esto se debe a que a veces es difícil mentir porque los
gestos nos delatan. Por ejemplo, nos brillarán los ojos y nos sonrojaremos levemente.
También podemos utilizar una sonrisa apaciguadora, nerviosa, no común entre nosotros,
para quitar tensión a la situación.
Texto: XP011 2

7. Existen gestos que delatan desagrado, como echar la cabeza hacia atrás, estirar el
cuello, cruzar los brazos y piernas proporcionando una barrera protectora a nuestro
cuerpo, etc.

8. No existen gestos universales, pues cada cultura tiene su propio repertorio. Los
judíos, por ejemplo, mantienen las manos muy próximas al pecho y al rostro, y no las
mueven demasiado. Los italianos, por el contrario, tienen gestos ampulosos y tienden a
tocarse mucho el cuerpo al hablar. Los franceses, por su parte, utilizan pocos gestos en su
comunicación no verbal, pero los que tienen son elegantes y precisos.

9. Los gestos forman parte de una comunicación no verbal casi siempre


inconsciente; existen infinitos, y ni los expertos los conocen todos.

Nájera, M., (1992). Guía práctica de la psicología. Madrid: Temas de hoy. (Tomado de
Molina, B. (2012), Redacción. Métodos de organización y expresión del pensamiento.
Santo Domingo: Surco.

También podría gustarte